Cara a cara con el Gran tiburón blanco Redacción Travelview Vive bajo las aguas templadas de los océanos, cerca de la costa y las focas, los lobos y los leones marinos son su comida favorita. Los especialistas lo llaman Carcharodon carcharias, aunque es mucho más conocido como el Gran tiburón blanco. Los fondos oceánicos de Sudáfrica albergan a un importante número de esta especie, aunque ya son escasos los ejemplares que quedan en todo mundo debido a décadas de matanza y captura indiscriminada. “Su presencia en Sudáfrica continúa levantando muchísima expectación entre locales y visitantes y convierte una inmersión en el mar en una experiencia única en la vida” Bajo los fondos marinos del sur del país se esconde este gran pez marino, el más importante de su especie, con una longitud que puede llegar a sobrepasar los cinco metros y medio y un peso corporal que ronda, nada más y nada menos, que las 2 toneladas. Y es que el Gran blanco sigue siendo considerado uno de los depredadores más letales. Los expertos aseguran que su mandíbula posee una fuerza 300 veces superior a la mandíbula de un ser humano, que de un sólo mordisco puede introducirse hasta 14 kilogramos de carne en la boca y que puede almacenar más de 30 kilogramos en su estómago para ir digiriéndolos lentamente durante más de un mes. Las necesidades calóricas del señor del mar son tan altas que su dieta se compone de animales que almacenan mucha grasa, como las mencionadas focas y leones marinos. Su presencia en Sudáfrica continúa levantando muchísima expectación entre locales y visitantes y convierte una inmersión en el mar en una experiencia única en la vida. Una actividad que precisamente encantará a los verdaderos aventureros y que puede realizarse durante nuestra estancia en este país. Precisamente uno de los puntos geográficos más recomendados para sumergirse con los tiburones es Gansbaai, a unos 700 kilómetros al este de Port Elizabeth. Esta localidad es considerada la gran capital del tiburón blanco y comprende una reserva marina sencillamente espectacular. Viajeros de todo el mundo llegan aquí cada año para disfrutar del llamado buceo con jaula. La inmersión se realiza con equipo profesional y botella de oxígeno y no es necesario contar con experiencia previa para realizarla, ya que nos introduciremos en una jaula sellada que limitará nuestros movimientos. El hecho de que estos gigantes del mar nos rodeen, con su clásica elegancia, en su propio hábitat natural es una sensación impagable. Como consejos: es fundamental poder controlar el miedo y estar los más tranquilos posibles, teniendo en cuenta que el tiburón no puede atacarnos. Para los que no quieran perderse este bello espectáculo natural pero prefieran disfrutar de él desde fuera del agua, también hay opciones. Los llamados avistamientos en superficie son espectaculares desde la simple cubierta de una embarcación. Ambas actividades suelen ofrecerse en paquetes turísticos que también incluyen el alojamiento y, en algunos casos, pensión completa. Los precios rondan los 300-700 euros por persona. Sabedora del gran tesoro natural que tiene bajo sus cálidas aguas, Sudáfrica otorga una protección total al tiburón blanco, actualmente considerado animal en preligro de extinción. Dicha protección prohíbe su caza y matanza, así como la venta de partes de su cuerpo o esqueleto (como las mandíbulas), por desgracia cotizadas en miles y miles de euros en el mercado negro.