Las declaraciones que llevan a la corte

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LATERCERA Domingo 29 de junio de 2014
Las declaraciones que llevan a la corte
1 Tratado de 1895
En El libro del mar que lanzó Bolivia para sostener su demanda marítima, alude a una serie de hitos que -a juicio de La Paz- son actos unilaterales que acarrean obligaciones jurídicas. El primero que es destacado en el texto es el Convenio de Transferencia de Territorios suscrito
entre Chile y Bolivia en 1895, un año después de que se firmara un tratado de tregua. En este convenio se establecía la cesión de Arica y La
Paz a Bolivia, en caso de que estas provincias quedasen bajo soberanía chilena, o en su defecto, la caleta Vitor.
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Para el abogado y ex diplomático chileno Edmundo Vargas, el Tratado de 1895 carece de valor jurídico, por cuanto no
fue ratificado ni canjeado entre Chile y Bolivia, como sostiene La Paz. Vargas, quien se desempeñó como presidente de
la Comisión de Derecho Internacional de la ONU, asegura que los tratados que llegan a ser firmados, pero que no son ratificados, “no pueden ser fuente de derechos”, es decir, no pueden ser invocados. El Tratado de 1895, sostiene el jurista, no fue ratificado por Bolivia y, además, fue sustituido en sus términos por el Tratado de 1904.
2 Acta del 10 de enero de 1920
El segundo hito al que apela el documento boliviano para tratar de demostrar que Chile ha incurrido en actos unilaterales que le
generan la obligación de negociar una salida soberana al mar es el acta enviada el 10 de enero de 1920 por el embajador de Chile
en Bolivia, Emilio Bello Codesido, al canciller boliviano, “dejando establecido que existía el mayor deseo de procurar un acuerdo
que le permitiera obtener una salida al mar, independientemente del Tratado de 1904”.
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Pese a lo que sostiene Bolivia en su libro, en el artículo 1 de la señalada acta se establece que el Tratado de 1904 “define
las relaciones políticas de los dos países en forma definitiva y puso término a todas las cuestiones derivadas de la guerra de 1879”. Además, el propio documento establece que “la aspiración de Bolivia a puerto propio fue sustituida por la construcción del ferrocarril que une Arica con La Paz y las demás obligaciones de Chile”.
Aunque el acta señala que “Chile está dispuesto a procurar que Bolivia adquiera una salida propia al mar, cediéndole parte
importante de esa zona al norte de Arica y de la línea del ferrocarril”, subordina esa negociación “al triunfo de Chile en el plebiscito” establecido por el Tratado de Ancón, que debía dirimir la situación de Tacna y Arica.
3 Ante la Liga de las Naciones
Para refrendar su postura, el ex Presidente Mesa y la Diremar recuerdan en el texto el primer intento de Bolivia por llevar el tema marítimo
a los foros internacionales entre 1919 y 1922. Así se lee que “en la sesión de la asamblea del 28 de septiembre de 1921, el representante
chileno Agustín Edwards ofreció, en forma solemne, iniciar negociaciones directas con Bolivia para abordar la cuestión del enclaustramiento marítimo”. A ello se agrega que un año después, el delegado chileno Manuel Rivas Vicuña, envió una nota a la Liga de las Naciones reafirmando ese compromiso.
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El libro del mar boliviano no explica -sin embargo- que la declaración de Edwards se produjo en medio del rechazo de Chile a
la petición de Bolivia para que la Liga de las Naciones revisara el Tratado de 1904. El organismo había sometido el tema a un
comité de tres expertos, los que votaron en contra del planteamiento boliviano. Según el jurista Edmundo Vargas, quien participó en
el debate en la Comisión de Derecho Internacional sobre los parámetros que se les exigen a los actos unilaterales de los Estados,
“para determinar los efectos jurídicos de tales declaraciones es necesario tener en cuenta su contenido, todas las circunstancias y
hechos que se produzcan y las reacciones que se suscitaron”.
4 1922, Alessandri
En la página 36 del texto distribuido por Bolivia se pone énfasis en la actuación del Presidente Arturo Alessandri sobre este tema.
“El Presidente Arturo Alessandri era consciente de la necesidad de llegar a una solución bilateral con Bolivia a través de negociaciones directas y así lo comunicó al Congreso de su país en junio de 1922 (...). Alessandri aseguró que Bolivia podía tener la convicción de que encontraría en Chile un cordial deseo de buscar fórmulas de solución a su enclaustramiento”.
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Sin embargo, según relata el historiador y ex diplomático chileno Oscar Pinochet de la Barra,
las palabras a las que Bolivia alude fueron pronunciadas por el entonces presidente chileno
durante la cuenta pública ante el Congreso el 21 de mayo de 1922. Y el contexto obedeció a que el país
vecino desplegaba esfuerzos por instalar su aspiración marítima en la Liga de las Naciones. “Bolivia
no encontrará en nuestro país sino un cordial deseo de buscar fórmulas que, consultando nuestros
legítimos derechos, satisfagan en cuanto sea dable sus aspiraciones”, dijo en esa ocasión Alessandri.
5 Nota del canciller, 1923
El libro del mar también incorpora las notas diplomáticas del canciller chileno Luis Izquierdo fechadas el 6 y el 22 de febrero de
1923. Allí, el ministro señala que “Chile podría celebrar un nuevo pacto que consulte la situación de Bolivia sin modificar el Tratado
de 1904 y sin interrumpir la continuidad de su territorio”.
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El antecedente destacado por Bolivia es contextualizado por el abogado, diplomático e historiador chileno Oscar
Pinochet de la Barra en su libro Chile y Bolivia: ¡Hasta cuándo! De acuerdo a Pinochet, el canciller Izquierdo buscaba
mejorar el libre acceso boliviano a los puertos chilenos, pero no abría la posibilidad a la cesión de territorios. De hecho, en la
nota del 22 febrero de 1923, el entonces ministro señala a las autoridades bolivianas que “sin modificar el Tratado (de 1904),
dejando sus disposiciones intactas y en todo su vigor, no habría motivo para temer que los esfuerzos bien intencionados de los
gobiernos no lograsen encontrar la manera de satisfacer las aspiraciones de Bolivia, siempre que se limiten a pedir libre acceso
al mar y no sumen la forma de reivindicación marítima que insinúa la nota de vuestra excelencia”.
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