La conquista espiritual La evangelización en la Nueva España, también llamada por Robert Ricard conquista espiritual, fue un proceso que implicó mediante la enseñanza de la religión católica en los territorios de la Nueva España, la transmisión de la cultura occidental. La religión católica fue un elemento clave en la expansión del Imperio español y punto fundamental en su desarrollo posterior al ser la Iglesia Católica un aliado político de los españoles y los conquistadores, quienes justificaron en todo momento sus acciones expansivas en el derecho divino y la enseñanza de la fe católica para los infieles. En el caso de la Nueva España la enseñanza de la religión fue una necesidad primordial al tener enormes núcleos de población en Mesoamérica con un grado avanzado de desarrollo religioso, así como estados teocráticos y prácticas opuestas a principios religiosos occidentales como el sacrificio humano y la poligamia. Millones de indígenas tenían que ser adoctrinados en el catolicismo por el Imperio español para dos fines fundamentales: la salvación eterna, el Credo católico y la integración inmediata a los usos occidentales. España poseía a principios del siglo XVI aún el llamado espíritu de Reconquista para combatir a los infieles y la creencia en un plan divino para llevar el evangelio, la verdadera fe y la civilización a todos los rincones de la tierra, según las enseñanzas de Jesucristo, justificación ideológica adecuada para las acciones del primer imperio capitalista de la historia de la humanidad. Carlos V y Felipe II fueron los principales impulsores de este proceso que tuvo como protagonistas principales a los frailes de las llamadas órdenes mendicantes, las cuales además de atender las carencias espirituales indígenas con notables soluciones y métodos -que incluyeron esfuerzos importantes en arquitectura, pintura, música, teatro, traducción de textos y aprendizaje de lenguas indígenas- intentaron implementar entre las cantidades ingentes de indígenas mesoamericanos el estilo de vida europeo con alfabetización, enseñanza de artes y oficios, modos de gobierno y organización civil, leyes, urbanización occidental y la construcción de edificios de diversa índole. ÓRDENES RELIGIOSAS Por órdenes del arzobispo primado de España, Alonso de Fonseca y Ulloa, y a petición del gobernante novohispano Hernán Cortés, arribaron a la Nueva España en 1523 tres franciscanos, dirigidos por Pedro de Gante (pariente de Carlos I), Juan de Tecto y Juan de Aora, pertenecientes a la alta sociedad castellana. Aora y Tecto fueron llevados por Cortés a evangelizar, pero murieron en el trayecto. Gante, mientras tanto, siguió su labor en Nueva España, fundó hospitales y escuelas, estableció un convento y enseñó artes y oficios a los nativos. Murió en 1572, tras casi cincuenta años de labor. En 1524, llegó una nueva generación de misioneros franciscanos, quienes ocuparon un papel preponderante como defensores de los indígenas y de sus tierras, se establecieron principalmente en Michoacán y Puebla. Algunos franciscanos de relieve en Nueva España fueron: Juan de Zumárraga: Primer obispo de México, elevado más tarde a arzobispo por Clemente VII. Luchó en contra de las antiguas creencias indígenas, destruyendo así muchos templos y códices indígenas. Jugó un papel importante en la aparición de la Virgen de Guadalupe para atraer a los indígenas hacia el catolicismo. Vasco de Quiroga: Aristócrata castellano, se asentó en Pátzcuaro y más tarde en Valladolid, donde fundó el Colegio de San Nicolás Obispo. Fundó las plantas de artesanos y campesinos, por lo que fue llamado "Tata Vasco" por los indígenas purépechas. Los dominicos fueron la otra orden importante que se estableció en el virreinato, con poco tiempo de diferencia de los franciscanos. Llegaron hacia 1526 y establecieron sus misiones en Oaxaca y Chiapas. Bartolomé de las Casas presidió esta organización religiosa durante su estancia en Nueva España, y en 1542 escribió al rey informándole acerca de la situación social en Nueva España, cartas que más tarde recopiló en su obra "Brevísima relación de la destrucción de las Indias". Francisco de Vitoria, de su misma orden, difundía ideas contrarias a las de De las Casas, y el Consejo de Indias les convocó a ambos para debatir sus ideas ante tal organismo. Fue entre 1550 y 1551, cuando Vitoria, De las Casas y Juan Ginés de Sepúlveda discutieron sus posturas en la llamada "Aula Triste" del Palacio de Santa Cruz. A este hecho se le conoce como Junta de Valladolid. Las ideas de De las Casas lograron mayor impacto en los oidores, lo que quedó plasmado en las Leyes de Indias de 1552. Los agustinos fueron la tercera orden en importancia, llegada en 1534 y extendida por la Mixteca y el Estado de Guerrero, pero más tarde lograron su expansión por la Huasteca de San Luis Potosí y Veracruz, unos años después a Michoacán. Entre otros, se destacaron Francisco de la Cruz, Agustín de la Coruña y Jerónimo Jiménez. A base de donativos, la orden se hizo de grandes propiedades que a la postre se convirtieron en haciendas y latifundios. Estas tres órdenes fueron las más influyentes y las que construyeron grandes edificios para su religión, que al paso de los siglos pueden verse todavía en pie. Las órdenes minoritarias se dedicaban a atender los hospitales y las escuelas, como los juaninos, los hipólitos, los carmelitas, y los mercedarios, además de algunas órdenes femeninas como las clarisas. La máxima realización de las órdenes terciarias fue el Hospital de Jesús, durante siglos el mayor hospital capitalino, en él reposan los restos de Cortés. Relaciones de la Iglesia con el Estado y los pueblos indígenas Los pueblos indígenas fueron en principio hostiles a la nueva doctrina y muchos de ellos se negaron a aceptar la religión católica como única oficial. Los frailes se encargaron de la labor evangelizadora y educativa, y en esta tarea destruyeron sistemáticamente todo vestigio de lña cu. A la vez, integraron valores del México prehispánico. La Inquisición fue establecida en 1571 a semejanza de la española, que vigilaba y reprimía las manifestaciones contrarias a la religión, llevando muchas veces a sus sentenciados a la pena capital. En principio, los religiosos se enfrentaron a Felipe II pues los sacerdotes deseaban abolir la esclavitud y la servidumbre predominante entre los indígenas, pero el rey se negó y estuvo a punto de expulsarles de sus dominios. El Papa Sixto V intervino y concilió a ambas partes. Causas de la victoria española Los habitantes del suelo americano creían que los europeos eran Dioses, ya que los presagios lo anunciaban y no tenían su misma apariencia física, los hispanos eran de tez blanca, tenían el pelo amarillo o negro y sus barbas eran largas. Tenían armas entre ambas tribus. Los nativos poseían piedras y dardos, mientras que los europeos tenían armaduras, ballestas, cañones, mosquetes y pistolones. Los conquistadores aprovechaban el rencor de los pueblos sometidos, para usarlos como aliados. Los caballos. Los aborígenes creían que el jinete y el caballo eran uno solo. Los conquistadores trajeron enfermedades como, el tifus, la lepra, las caries y la viruela. Esta última, mataba a los aborígenes, sus organismos no oponían defensas ante las enfermedades nuevas. El sistema colonizador Después de la conquista, los españoles se dedicaron a dominar la política, la economía, la sociedad y la cultura del continente americano. Para lograr esta dominación, los europeos implementaron: La explotación de los recursos, la fundación de ciudades, el abuso a los indígenas para trabajos obligatorios y el establecimiento de las instituciones de gobierno. Para la explotación económica, se utilizaban las actividades de minería, de agricultura y de ganadería. La minería fue la actividad más importante, ya que se extraían los metales preciosos como el oro y la plata. Con las minas aparecieron propiedades de producción agrícola y ganadera, por que se necesitaba alimentos para abastecer a los trabajadores de las minas. Los yacimientos más importantes eran: La cuenca de magdalena que poseía oro y las minas de Potosí, Zacatecas y Guanajuato que tenían plata. La agricultura, consistía en plantar un solo cultivo típico de la zona. Luego, los productos de la plantación eran exportados hacia Europa. Las personas que trabajaban en las plantaciones eran esclavos africanos, ya que los aborígenes estaban muriendo por las enfermedades traídas desde Europa. La actividad ganadera se vio favorecida por las grandes extensiones de tierra. Desde Europa se trajo una gran cantidad de ganado vacuno, porqué en América no existía. En el inicio, los conquistadores construían fuertes o fortines, que aseguraban la defensa territorial. Además eran, el centro económico de las áreas rurales, el lugar de concentración del comercio y la sede del gobierno colonial. En 1573, el rey de España, dio a saber las leyes para la construcción de ciudades. Estas debían tener una sucesión de manzanas cuadradas, separadas por calles paralelas y perpendiculares entre sí. Pero estas ordenanzas no se respetaron, es por eso, que las ciudades americanas tienen formas variadas. Los conquistadores, no querían suplantar a la población aborigen, si no de prepararla para vivir de su trabajo. Para lograrlo dispusieron sistemas de trabajo obligatorio como, la mita, la esclavitud, el porteo, la encomienda y la yana. La mita, consistía en que los indígenas debían cumplir diversas tareas, que podían ser ganaderas, domésticas y mineras. La esclavitud, se utilizó más que nada en las personas traídas de África. Los españoles buscaban esclavos en ese continente, porque en esta región había una importante cantidad de población y era accesible. El porteo era el deber que tenían los aborígenes de transportar los productos que requerían los conquistadores. En la encomienda, la Corona concedía al encomendero derechos sobre un grupo de aborígenes. El encomendero, los “protegería” y los evangelizaría. A cambio, los aborígenes les prestarían servicios de trabajo y tributos. La yana, era el trabajo obligatorio de los nativos en las parcelas de las haciendas de los españoles. Durante el siglo XVI, creó una serie de instituciones y divisiones territoriales que formaron una red de gobierno, con autoridades en España y otras en América. En España, se encontraban, el rey, la casa de contratación y el consejo de las indias. El rey, era la máxima autoridad. Disponía todas las medidas para gobernar todo lo que tenía en su poder. En la casa de contratación se controlaba la actividad comercial y el tránsito de expediciones. En el consejo de las indias, se elaboraban las leyes relacionadas con América y actuaba como tribunal supremo de justicia. En América, se encontraban: Virrey Supervisa la hacienda real Gobernadores Funciones Políticas Funciones administrativas Corregidores Gobierno Local Administración de justicia Audiencias