I72 AK A L E S gerla da una media vuelta presentando á la tierra el lomo, y las uñas al pecho de la paloma que vuela sobre é l ; pero afianzada una vez toma de nuevo en , un instante su posición natural, y vuela llevando la presa que mata á picotazos. Son muy freqüentes es-tas escenas quando crian los gabilanes, porque entonces tienen polluelos que alimentar. Algunos cazadores se ocultan en la soledad inmediata al nido y los esperan para robarles la presa, lo que consiguen fácilmente disparándoles al pasar sobre ellos un tiro: este ruido no esperado los asusta, y para huir sin embarazo abandonan la presa. A las palomas de la raza se siguen las que en Madrid llaman ladronas, y por excelencia palomas de casta. Estas tienen la cabeza mas prolongada y los tubérculos muy abultados; en lo demás se parecen mucho á las de la raza, y con especialidad en el cariño que tienen á su casa, y en el amoroso ardor que las devora. A estas dos propiedades deben el empleo que se les confia de seductoras; para que recorriendo las torres de la capital donde se refugian y crian las campesinas, que viven á expensas de los sembrados y sudores del labrador, las atraigan con alhagos á la casa de su dueño, y le paguen con repetidas víctimas la habitación y comida que les prodiga. Para este fin se tienen pareadas desde Mayo hasta fines de Octubre; y á principios de Noviembre se les quitan todos los machos ó todas las hembras según el capricho de los dueños que las destinan al corso. Privadas así de sus consortes, y estimuladas naturalmente á propagarla especie, acuden inquietas á las torres para contraer nuevos enlaces, lo que consiguen fácilmente por hallarse allí multitud de palomas sin consorte ó lascivas dispuestas al amor. Quando este las unió vuelven las