Oración a la Virgen María, Desatadora de los Nudos Comenzamos

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Oración a la Virgen María, Desatadora de los Nudos
Santa María, llena de la presencia de Dios, durante su vida
aceptó con gran humildad la santa voluntad del Padre y el
legado de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, y el mal nunca
que se atrevió a enredarte con su confusión. Desde
entonces, has intercedido para todos nuestros problemas
como lo hiciste en las bodas de Caná. Con toda sencillez y
paciencia, tú nos has dado un ejemplo de cómo desenredar
los nudos en nuestras complicadas vidas. Al ser nuestra
madre para siempre has organizado y dejaste en claro el
camino que nos une a nuestro Señor. Santa María, Madre
de Dios y la nuestra, con su corazón maternal, desate los
nudos que entorpecen nuestras vidas. Te pedimos que
recibas en tus manos (en este caso hablar de su petición de
oración) y líbranos de las cadenas y la confusión que nos
limiten. Santísima Virgen María, por tu gracia, tu
intercesión, con tu ejemplo, líbranos del mal, y desate los
nudos que nos impiden estar unidos a Dios para que, libre
de toda confusión y error, es posible encontrarlo en todas
las cosas, mantenerlo a él en nuestros corazones, y servirle
a él siempre en nuestros hermanos y hermanas. Madre del
Buen Consejo, ruega por nosotros.
Amén.
Mater Ter Admirabilis!
(¡Madre Tres Veces Admirable!)
Oración a la Virgen María, Desatadora de los
Nudos
Comenzamos con nuestros oraciones diarias, hacienda la señal de
la cruz y orando el Acto de Contrición para que Dios entrará
nuestros corazones, y nos traerá cerca a la Virgen María.
+La Señal de la Cruz
En el nombre del Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo.
Amen.
Acto de Contrición
Dios mío, me arrepiento de todo corazón de todo lo malo que he
hecho y de lo bueno que he dejado de hacer, porque pecando te he
ofendido a ti, que eres el sumo bien y digno de ser amado sobre
todas las cosas. Propongo firmemente, con tu gracia, cumplir la
penitencia, no volver a pecar y evitar las ocasiones de pecado.
Perdóname, Señor, por los méritos de la pasión de nuestro
Salvador, Jesucristo. Amen.
Santa María, Desatadora de los nudos en los matrimonios, en las
personas y de las naciones, te ofrezco esa novena pidiendo estos
intenciones:
(Mencione aqui sus intenciones.)
Día Primero:
Lectura:
Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque
él salvará a su Pueblo de todos sus pecados.
(Mateo 1:21)
Reflexión Breve:
Nuestro Señor Jesucristo nació de la carne y sangre de la Santa
Virgen María, esposa del Espíritu Santo. Jesús, desató las lenguas
de los mudos, los obstáculos de los paralíticos, eliminó el yugo de
los oprimidos, y liberó los pecadores con su muerte. Jesús, entre su
Muerte y Resurrección es el Gran Desatador de Nudos de nuestro
humanidad tan unido a pecado. Su Madre, la primera discípula y
Co-redentora, desatará nuestros nudos.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea a la mano derecha])
Segundo Día:
Lectura:
El Angel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el
poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será
Santo y será llamado Hijo de Dios.» (Lucas 1: 35)
Reflexión Breve:
El Espíritu Santo, Tercer Persona de Dios, ensombrecido el vientro
de la Virgen María llena de gracia, y el poder del Altísimo habitó
en ella en una manera que ella dio a luz nuestro Salvador hecho
carne. Por esa razón La Virgen María es bendecida y santa. En
ella, El Hijo de Dios habitó. ¡Quien mejor que Su Madre para nos
asistir y ayudar a desmantelar nuestros conflictos tan enredados!
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea arriba])
Tercer Día:
Lectura:
María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se
cumpla en mí lo que has dicho.»Y el Angel se alejó. (Lucas 1:38)
Reflexión Breve:
La Virgen María humildemente se somete los diseños de Dios, a
cabo que con ciertos reservaciones. «¿Cómo puede ser eso, si yo
no tengo relaciones con ningún hombre?» Ella acepta con unas
preocupaciones. ¿Cuantas dudas tendramos cuando hemos alejado
de Dios y, en nuestros errores, habíamos tejido una telaraña inútil
de nudos? Vamos a dar nuestras quejas al consuelo de María.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea arriba])
Cuarto Día:
Lectura:
15 Después que los ángeles volvieron al cielo, los pastores se
decían unos a otros: «Vayamos a Belén, y veamos lo que ha
sucedido y que el Señor nos ha anunciado.»16 Fueron rápidamente
y encontraron a María, a José, y al recién nacido acostado en el
pesebre.17 Al verlo, contaron lo que habían oído decir sobre este
niño, 18 y todos los que los escuchaban quedaron admirados de
que decían los pastores.19 Mientras tanto, María conservaba estas
cosas y las meditaba en su corazón. (Lucas 2:15-19)
Reflexión Breve:
Fueron a Belén, donde encontraron el Niño, “El Verbo hecho
carne,” la única Verdad. Vamos a andar entre nuestro desierto para
que, con la guía del Arcángel Rafael, podemos venir más cerca a
María Madre de la Iglesia y, con ella, a Jesús. Poco a poco, los
nudos de error que nos hace prisioneros pueden ser desatados. “La
Verdad te liberá.” Vamos a andar con confianza en nuestro camino
a la libertad.”
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Reflexión Breve:
Al momento que Jesús se fue al Padre, el nos dejaba en el cuidado
de su Madre. Es el legado tan grande que Jesús dejó a Nuestra
Virgen María, y cuando el se apunta a su discípulo que amaba, el
da a ella la custodia de toda humanidad. Ella será nuestro
Abogado, Socorro, Consoladora, y Mediadora. La esclava del
Señor nos otorgará la libertad entre su intercesión; desatará los
nudos finales que nos hace prisioneros.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Quinto Día:
Lectura:
7 Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les
abrirá. 8 Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y
al que llama, se le abrirá. (Mateo 7: 7-8)
Reflexión Breve:
El Corazón de María está abierto a nosotros, como la puerta del
cielo. Necesitamos nada más que pedir su ayuda y sus brazos
maternal abrirán para nuestros espíritus torturados. En ella
hallamos la solución a nuestros problemas, bálsamo para nuestro
dolor, y respuestas a nuestras dudas. María, nuestro socorro, ruega
por nosotros.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Noveno Día:
Lectura:
14 Todos ellos, íntimamente unidos, se dedicaban a la oración, en
compañía de algunas mujeres, de María, la madre de Jesús, y de
sus hermanos. 1 Al llegar el día de Pentecostés, estaban todos
reunidos en el mismo lugar. 2 De pronto, vino del cielo un ruido,
semejante a una fuerte ráfaga de viento, que resonó en toda la casa
donde se encontraban. 3 Entonces vieron aparecer unas lenguas
como de fuego, que descendieron por separado sobre cada uno de
ellos. 4 Todos quedaron llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a
hablar en distintas lenguas, según el Espíritu les permitía
expresarse. (Hechos 1:14 and 2:1-4)
Reflexión Breve:
Nuestro Padre manda el Espíritu Santo en el día de Pentecostés; Èl
nos dará de comer en nuestra fé. Este es la misma fé que, con la
ayuda maternal de María, se eliminará los bonos que nos hacen
cautivos. Con la luz del Espíritu Santo vemos con la mayor
claridad a cuales de nuestros angustias habían atrapado nuestros
espíritus. La guía de San Miguel Árcangel siempre ha sido seguro.
San Gabriél Árcangel anunciará mi libertad, y San Miguel
Árcangel me va a proteger de cualquier ataque. El Malo (la
serpiente), dominado por la presencia de María, se encuentra a sus
pies, atado en un nudo inútil, sin el poder tocarnos.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Sexto Día:
Lectura:
4 Jesús le respondió: «Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi
hora no ha llegado todavía.» 5 Pero su madre dijo a los sirvientes:
«Hagan todo lo que él les diga.» (Juan 2:4-5)
Reflexión Breve:
En las bodas de Caná, la paciente Virgen María intercede para el
invitado. Con este acto, inauguró su mediación entre El Hijo de
Dios y humanidad. La fiel servidora del Señor es nuestra servidora
tan humilde y maternal en nuestros afliciones, desesperaciones,
tribulaciones and malas acciónes. Ella es Mediadora de todas las
gracias hasta que comendamos nosotros mismos en nuestros
problemas intrincados, que con sus manos maternales, ella desatará
los nudos que todavía nos hace captivos.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Séptimo Día:
Lectura:
Era alrededor del mediodía. El sol se eclipsó y la oscuridad cubrió
toda la tierra hasta las tres de la tarde. (Lucas 23:44)
Reflexión Breve:
El Voluntad del Padre es casi cumplido: Nuestro Señor Jesucristo
va a morir en la cruz por nuestro salvación, en la promesa de su
Resurrección. Desde el oscuro la luz va a brillar para iluminarnos y
liberarnos del oscuro. Ya vemos nuestros problemas con más
claridad. Nuestros lazos se aflojan en la medida que conforman al
Cordero de Dios que quita el pecado del mundo. En ese tiempo
estamos más cerca a Su Madre, la Virgen María.
(Meditación breve: Medite con una decada del Santo Rosario, Un
Padre Nuestro, 10 Ave Marías, Una Gloria y el Oración a la Virgen
María, Desatadora de los Nudos [Vea al revés])
Octavo Día:
Lectura:
26 Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien el amaba,
Jesús le dijo: «Mujer, aquí tienes a tu hijo.» 27 Luego dijo al
discípulo: «Aquí tienes a tu madre.» Y desde aquel momento, el
discípulo la recibió en su casa. (Juan 19:26-27)
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