El Domingo de Resurrección

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IGLESIA DE DIOS
Departamento de Correspondencia
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Publicación ID: 2007DRC
El Domingo de Resurrección:
¿Conmemora la resurrección de
Cristo?
La resurrección de Jesucristo no ocurrió el Domingo de Resurrección.
He aquí la explicación de lo que Cristo ordenó que observáramos.
Por Herbert W Armstrong
e ha detenido usted
alguna
vez
a
preguntarse por qué
cree las cosas que cree?
¿De
dónde
aprendió
la
costumbre de observar el
Domingo de Resurrección?
Desde la infancia se nos ha
enseñado que el Domingo de
Resurrección conmemora la
resurrección de Cristo. Esto, sin
embargo, es una fábula.
Jesucristo no resucitó un
domingo. Él dijo que estaría en
el sepulcro tres días y tres
noches.
¿Cómo
podemos
sumar 72 horas contando
desde el atardecer del "Viernes
Santo" hasta la mañana del
"Domingo de Resurrección"? Si
a usted le interesa saber
cuándo resucitó Jesucristo,
solicite nuestra publicación
gratuita titulada La resurrección
no ocurrió un domingo.
Es interesante notar que el
nombre
Domingo
de
Resurrección en inglés (Easter)
no es más que una variación
del nombre de la antigua diosa
asiría
Istar.
Como
dice
Alexander Hislop en su obra
The Two Babylons (Las Dos
Babilonias), el Domingo de
Resurrección “lleva marcado en
la frente su origen caldeo.
Easter proviene nada menos
que de Astarté, uno de los
títulos de Beltis, la reina del
¿S
cielo,
cuyo
nombre
era
pronunciado por los habitantes
de Nínive de la misma manera
como hoy se pronuncia en
inglés" (página 103).
Los apóstoles observaron la
Pascua bíblica
En lugar de observar las costumbres de las iglesias de
nuestros días, la inspirada
Iglesia de Dios original, bajo la
guía de los apóstoles, observó
la Pascua tal como lo mandó
Jesús la víspera de su muerte.
Aun los escritores de la
Encyclopedia Britannica se
dieron cuenta de esto al
escribir, en su undécima
edición, el articulo "Easter":
"No existe ninguna indicación
de la observancia del Domingo
de Resurrección en el Nuevo
Testamento ni en los escritos
de los padres apostólicos... Los
primeros cristianos continuaron
observando los festivales judíos
[es decir, los de Dios], aunque
en un nuevo espíritu, como una
conmemoración
de
los
acontecimientos que estos
festivales habían prefigurado"
(página 828).
Sí, la Iglesia verdadera, la Iglesia original, guardó la Pascua
anualmente en el tiempo
indicado por Dios.
Fue años más tarde, después
de la muerte de los apóstoles,
después de que muchos
gentiles habían hecho profesión
de fe, que comenzó la
observancia del Domingo de
Resurrección.
Los gentiles empezaron a observar la Pascua en el día domingo y no en la víspera del día
14 del primer mes del
calendario de Dios, fecha en
que Jesús siempre observó la
Pascua,
dejándonos
un
ejemplo. Más tarde se desató
una controversia entre los
gentiles,
quienes
estaban
introduciendo
costumbres
paganas en las iglesias de
Occidente, comenzando en
Roma, y aquellos que se
mantenían
fieles
a
las
instrucciones de Jesús y los
apóstoles.
Veamos brevemente cómo el
Domingo de Resurrección fue
introducido en las iglesias:
"Policarpo, el discípulo de Juan
el Evangelista y obispo de
Esmirna, visitó Roma en el año
159 para conferenciar con Aniceto, obispo de esta sede,
sobre esta cuestión, e insistió
en la observancia de la
tradición que había recibido de
los apóstoles de cumplir el día
14... La necesidad de resolver
definitivamente esta disputa fue
una entre varias razones que
1
condujeron a Constantino a
convocar el Concilio de Nicea
en el año 325... La decisión del
Concilio fue unánime en que el
Domingo de Resurrección sería
observado, en el mismo domingo por todo el mundo, y que
‘desde ese momento en
adelante nadie debía seguir la
ceguedad de los judíos’"
(Enciclopedia
Britannica,
undécima edición, páginas
828-829).
Fue así como la costumbre universal
del
Domingo
de
Resurrección comenzó en las
iglesias.
Fue profetizado
Jesús y los apóstoles predijeron
no un desarrollo extenso y
popular de la verdadera Iglesia
neotestamentaria,
sino
un
alejamiento de la verdad por
parte de la gran mayoría. Pablo
declaró a los tesalonicenses
que ya estaba "en acción el
misterio de la iniquidad" (II
Tesalonicenses 2:7). ¡Esto fue
escrito apenas unos 30 años
después de ser establecida la
Iglesia! Se refería a los
"misterios caldeos", de los
cuales
el
Domingo
de
Resurrección y la Navidad son
los festivales principales.
En otro lugar Pedro escribió:
"Muchos
seguirán
sus
disoluciones" (II Pedro 2:2).
Así, hoy son los muchos quienes guardan el Domingo de
Resurrección, algo que Dios
nunca ordenó, pero son sólo los
pocos los que observan las
ordenanzas de Dios.
Lo que Dios mandó
La Comunión, llamada frecuentemente la "Cena del Señor", es en realidad la Pascua,
y
así
debería
llamarse.
Refiriéndose tanto a la Pascua
como a todas las demás
prácticas, Judas nos exhorta a
que
contendamos
"ardientemente por la fe que ha
sido una vez dada a los santos"
(versículo 31).
Habiéndonos enterado del origen pagano del Domingo de
Resurrección, eliminemos la
maraña de mentiras que oculta
la verdad sobre la Pascua, la
conmemoración de la muerte
de Cristo. Examinemos el modo
como Jesús observó esta
ceremonia, porque no podemos
equivocarnos si seguimos su
ejemplo.
En Lucas 22:14-20 leemos:
“Cuando era la hora, [Jesús] se
sentó... Y tomó el pan y dio
gracias, y lo partió y les dio,
diciendo: Esto es mi cuerpo,
que por vosotros es dado,
haced estoen memoria de mi.
De igual manera, después que
hubo cenado, tomó la copa,
diciendo: Esta copa es el nuevo
pacto en mi sangre, que por
vosotros se derrama".
Nótese que "cuando era la
hora" Jesús presentó el pan sin
levadura y el vino. Fue en un
MOMENTO DEFINIDO, una
hora especifica, cuando Él
observó
esta
ordenanza,
dándonos un ejemplo.
Nótese también que El mandó
que
sus
discípulos
la
observaran: “HACED ESTO...”
¿Por qué? "En memoria de mí".
En esa trágica noche, la
víspera de su muerte, Jesús
instituyó
esta
forma
neotestamentaria de celebrar la
Pascua.
En el Evangelio de Mateo la
Biblia
enseña
que
esta
ceremonia fue instituida durante
la observancia misma de la
Pascua: "Mientras comían"
(Mateo 26:2,26). Jesús sabia
que el momento había llegado
para que Él se sacrificara por
nosotros como nuestro cordero
pascual (I Corintios 5:7).
La Pascua bíblica siempre se
había observado a la caída del
sol que marcaba el principio del
día 14 del primer mes conforme
al calendario sagrado. Fue en
la noche de su última cena
pascual que Jesús introdujo
estos nuevos símbolos: el pan
sin levadura y el vino, en lugar
del cordero que se sacrificaba
anualmente.
Para una explicación completa
de la Pascua original tal como
Dios la instituyó, escríbanos y
solicite nuestro folleto titulado
Las fiestas santas de Dios.
Recordemos que Jesús mandó:
"Haced esto en memoria de mi"
¿Por qué? Porgue la Pascua
debía
celebrarse
PARA
SIEMPRE.
La Pascua había de observarse
anualmente, al igual que la
Fiesta de los Panes sin
Levadura:
“Por
tanto,
tú
guardarás este rito en su
tiempo de año en año" (Éxodo
13:10). Jesús nos dio un
ejemplo (I Pedro 2:21 ) al
observar esta ordenanza una
vez al año en exactamente la
misma
fecha
según
el
calendario
judío
(Lucas
2:41-42).
Supongamos que los israelitas
en Egipto hubieran observado
la Pascua en otro tiempo
diferente del ordenado por
Dios. ¡Hubieran sido victimas
de la plaga de mortandad que
diezmó a los primogénitos
egipcios aquella noche! Dios
hace las cosas A SU DEBIDO
TIEMPO. Él nos ha dado la
fecha exacta para celebrar esta
ceremonia, y Jesús instituyó los
símbolos
del
Nuevo
Testamento "cuando era la
hora”.
2
Una ceremonia de humildad
Los evangelios de Mateo, Marcos y Lucas describen la
participación del pan sin
levadura y del vino, pero Juan
narra otra parte de la
ceremonia de la Pascua. En el
capitulo 13 de Juan notamos
que mientras comían la cena
pascual (versículo 2) Jesús
tomó una toalla (versículo 4) y
empezó a lavar los pies de los
discípulos (versículo 5).
"Así que, después que les hubo
lavado los pies, tomó su manto,
volvió a la mesa, y les dijo:
¿Sabéis lo que os he hecho?
Vosotros me llamáis Maestro, y
Señor; y decís bien, porque lo
soy. Pues si yo, el Señor y el
Maestro, he lavado vuestros
pies, vosotros también debéis
lavaros los pies los unos a los
otros. Porque ejemplo os he
dado, PARA QUE COMO YO
OS HE HECHO VOSOTROS
TAMBIÉN
HAGÁIS
(Juan
13:12-15).
Si alguien se pregunta si esta
ceremonia de humildad es un
mandamiento vigente para nosotros hoy, sólo tiene que abrir
su Biblia y leer Mateo 28:19-20.
Jesús les dijo a estos mismos
discípulos: "Por tanto, id, y
haced discípulos a todas las
naciones, bautizándolos... y...
enseñándoles que guarden
todas las cosas que os he
mandado..." Ellos deberían
enseñarnos a guardar TODAS
las cosas que Jesús les había
mandado a ellos.
Observada una vez al año por
la Iglesia apostólica
En I Corintios 5:7-8 Pablo les
dice a los corintios: "Nuestra
pascua, que es Cristo, ya fue
sacrificada por nosotros. Así
que celebremos la fiesta, no
con la vieja levadura... sino con
panes
sin
levadura,
de
sinceridad y de verdad". Y en I
Corintios
11
da
las
instrucciones que se refieren a
esta ceremonia.
Algunos malentienden el significado del versículo 26, que
dice: "Así, pues, todas las
veces que comiereis este pan,
y bebiereis esta copa", y lo
interpretan como: "Tómenla
tantas veces como deseen".
¡Pero no dice eso!
Dice "todas las veces" que la
observemos, "la MUERTE DEL
SEÑOR" anunciamos "hasta
que él venga" El mismo Jesús
mandó: "Haced esto todas las
veces que la bebiereis, en
memoria de mi" (versículo 25).
Lo hacemos en memoria de la
MUERTE DEL SEÑOR; es una
conmemoración de su muerte.
Como todo el mundo sabe, las
conmemoraciones
son
celebradas anualmente, una
vez
al
año,
en
el
ANIVERSARIO de los acontecimientos conmemorados. Por
consiguiente,
observamos
anualmente la conmemoración
de la muerte de Cristo, y cada
año, al guardar la Pascua,
debemos anunciar la muerte
del Señor hasta que El venga.
Cristo instituyó esta ceremonia
en la VISPERA DE SU
MUERTE: al comienzo del 14
del mes de nisán, conforme al
calendario sagrado de Dios. El
día conforme fue creado por
Dios, empieza a la puesta del
sol, no a la medianoche (ver
Levítico 23:32). Más tarde, en
el mismo día 14, después que
Jesús fue a Getsemani, Judas
Iscariote condujo al gentío a fin
de que arrestaran a Jesús. Más
tarde fue crucificado, durante la
luz diurna de ese mismo día 14
de nisán.
Al seguir el ejemplo de Jesús,
observando esta ceremonia
sagrada en la misma fecha que
Él la observó, precisamente
cuando se mandó que la
Pascua fuera observada para
siempre,
continuamos
recordando su muerte, anualmente, en la víspera de la
crucifixión.
Algunas personas siempre inquieren sobre el significado de
los versículos 27 al 29 del
capitulo 11 de I Corintios. En
este pasaje el apóstol Pablo
está refiriéndose a si un
cristiano es o NO digno de
participar de la Pascua. Se
refiere más bien al modo o a la
actitud con que se hace.
Participamos de ella indignamente si la tomamos de una
manera impropia. Si después
de haber aprendido la verdad
sobre la Pascua la observamos
en cualquier otro tiempo
diferente del que Dios ha
mandado,
entonces
la
estaremos tomando indignamente. También la tomamos
indignamente si no aceptamos
el cuerpo y la sangre de Cristo.
Así que, no participemos
inapropiadamente
de
esta
sagrada
ordenanza,
para
condenación nuestra. Antes
bien. ¡participemos de ella
dignamente!
“Partir el pan"
Algunos citan Hechos 20:7
como prueba de que la “Cena
del Señor" o Comunión debe
tomarse todos los domingos por
la mañana. Pero nótese que lo
que ahí se narra tuvo lugar
después de los Días de Panes
sin Levadura (versículo 6).
Pablo estaba predicando en
una reunión de despedida, no
un domingo por la mañana sino
un sábado por la noche. Fue
3
después de la medianoche
(versículo 7) que ellos partieron
el pan, y lo hicieron porque
tenían
hambre.
Cuando
hubieron "partido el pan y
comido",
Pablo
HABLO
LARGAMENTE HASTA EL
ALBA",
Y
luego
partió
(versículo 11).
Resulta claro que ¡se trataba de
una comida común y corriente!
La misma expresión de partir el
pan se encuentra en Hechos
27:34-35: "Por tanto, os ruego
que comáis... Y habiendo dicho
esto, tomó el pan... y partiéndolo comenzó a comer". También en Hechos 2:46 leemos: “Y
partiendo el pan en las casas,
comían juntos con alegría y
sencillez de corazón".
Esto de ninguna manera podía
tratarse de la "Cena del Señor"
o, más apropiadamente, la
Pascua, porque Pablo dijo que
si la tomamos para satisfacer
nuestro apetito, entonces la
tomamos
para
nuestra
"condenación" (I Corintios 1
1:34, versión de Nácar Colunga). En aquellos tiempos
todos “partían pan” en comidas
comunes y corrientes porque
no contaban con la clase de
pan que en la actualidad
solemos rebanar. Jesús partió
pan porque se trataba de la
cena de la Pascua, o sea
mientras participaba de una
cena.
Es preciso que volvamos a la fe
una vez dada. Observemos
humilde y obedientemente esta
sagrada ceremonia a la hora
precisa ordenada por la Palabra
de Dios: después de la puesta
del sol que marca el comienzo
del 14 de nisán, conforme al
calendario sagrado.
Si usted está interesado en
profundizar sus conocimientos
sobre
este
tema,
nos
complacemos en ofrecerle,
además
de
las
ya
mencionadas,
nuestra
publicación gratuita titulada
¿Cuándo debemos tomar la
Comunión?
Fuente:
El MUNDO DE MAÑANA
Marzo 1986
4
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