“POBREZA Y FAMILIA” RESPONSABILIDAD SOCIAL DE………. La

Anuncio
“POBREZA Y FAMILIA” RESPONSABILIDAD SOCIAL DE……….
La pobreza comoproblemática MACROque nos atañe, y como tema central de la
estrategia UNIDOS en COLOMBIA ha tomado dimensiones que sobrepasan la
mirada y posiciónindiferente de ver este flagelo como la simple dificultad de
alcanzar ingresos, de exclusión o de falencia de bienes materiales;pues es de
analizar que estas aproximaciones aún no han tocado las entrañas de tan grave
flagelo social, es así; como instituciones, Ong´s, fundaciones, organismos
internacionales nacionales y del gobierno mismo, como también de particulares
dolientes de este problema han asumido la pobreza y la miseria desde un ámbito
meramente asistencialista. Atender la pobreza hoy no es simplemente un acto de
corazón bondadoso e inclusive no es un acto ético y de equidad es más que eso,
si un gobierno no le apunta dentro de sus políticas, principios y programas a
atender prioritariamente este problema, dicho gobierno puede carecer de
legitimidad, ya que puede amenazar la estabilidad social, económica y política del
país. Resolver el problema de la pobreza es pues una prioridad y por lo tanto no
debe ser únicamente una preocupación del estado sino de todos y todas e
inclusive la academiaque siempre se ha mantenido al margen como un simple
observador generando propuestas que se quedan en la teoría, puesto que escribir
y lanzar posibles soluciones se convierte en un ejercicio de utopía, pues la
pobreza es necesario vivirla y es aúnmas necesario tocarla o por lo menos tener
un contacto directo con sus víctimas.
Si bien, en la actualidad todos los modelos económicos del país divergen en el
punto de cómo lograr la erradicación de la pobreza como prioridad o por lo menos
como contribuir para bajar sus altas tazas sin embargo compartir el planteamiento
con la que inicio este escrito nos deberían conducir a pensar en las convergencias
y divergencias que nos permitan visualizar cómo abordar esta problemática. Sin
una visión compartida,quiero decir, sin una visión general y más bien con una muy
sesgada hacia el sector de la sociedad que la desconoce en su totalidad, como la
clase política tradicional; el asunto de la superación de la pobreza será un
resultado más de la correlación de fuerzas y de los juegos de intereses. La
candente retórica que aparece en ocasiones o en un escenario de conflicto, de
choque de visiones y de intereses ya que esta siempre ha formado parte del
sistema al que pertenecemos y con el que hemos crecido y al que nos hemos
permitido habituado sin un punto de vista critico ni analítico.
De cualquier modo la pobreza no es un tema sencillo; se dan características de la
pobreza que la hacen un problema complejo, multidimensional y de soluciones
tanto o más complicadas; que los hogares rurales pobres tienen más hijos, que un
hogar no pobre urbano y aún un menor ingreso demuestra un rezago demográfico
que en Colombia, por ejemplo, se concentra en la región del Atlántico y del
Pacífico y una heterogeneidad en la pobreza misma; por otro lado, la educación en
estos sectores es mucho más baja en términos de cobertura y calidad y los
ingresos provienen en su mayoría de los ingresos laborales, de modo que la
saciedad de las necesidades dependen ampliamente del nivel de empleo. Ahí
educación, nivel de empleo e ingreso de los trabajadores devienen determinantes
de la pobreza en proporción relevante.
Por otra parte el problema se hace más complejo cuando se asimila que la
pobreza no es un concepto estático. Durante el ciclo de vida, los hogares se
enfrentan a diversos riesgos y esto genera que frente a choques imprevistos,
muchas familias no pobres caigan en situación de pobreza. Saber cuál es esta
probabilidad de caer en situación de pobreza permitiría el diseño de estrategias
efectivas y focalizadas de subsidios, transferencias y políticas de responsabilidad
social. Identificar los determinantes de la pobreza permite descubrir otros
importantes fenómenos que en Colombia arrojan luces sobre la complejidad del
problema: por ejemplo, en Colombia se puede ser o no pobre, de acuerdo a las
variables que impactan el ingreso por persona, por la proporción de personas que
trabajan en el hogar, los años de educación del jefe de hogar y residir o no en una
ciudad sin importar su categoría…. Ah claro es más fácil salir de pobre en Bogotá
que en cualquier otra ciudad del país, cree la gente.
Es claro dónde que como formadores de la estrategia sabemos dónde se
encuentra ubicada la población “pobre”, pero se considerar que la lucha contra la
pobreza no debe ser solamente material, sino también ética, espiritual y moral
llegando hasta el descubrimiento de las llamadas escalas de valores en cada una
de las familias, es necesaria la aplicación de adecuados controles internos, no
paternalistas acordes con los estándares internacionales y el desarrollo de
políticas de anticorrupción en todos los ámbitos incluyéndonos desde cada uno de
nuestros roles. La corrupción casi institucionalizada como sucede en gran parte de
nuestro país en los sectores públicos y privados, seguirá siendo la principal traba
para lograr el bienestar de todos los colombianos “pobres”; pero también urge un
cambio de mentalidad en todos nosotros, es hora de actuar y trabajar con visión
de futuro y no seguir soñando con el pasado por muy glorioso y exitoso que haya
sido.
El campo más importante y donde se deben iniciar los cambios es el ámbito
familiar, partiendo que la familia es la matriz fundamental del desarrollo humano y
que no es posible comprender el comportamiento humano si no es en relación al
contexto en el que se produce, La familia es la forma más elemental de la
sociedad, y tiene un importante papel a la hora de dar información a los hijos,
trasmitir experiencias y valores que orienten el comportamiento de cada uno de los
miembros; la familia es la base de la sociedad y como tal su bienestar o crisis, se
refleja en los individuos,parejas, instituciones y sociedad en general.
El roll de cada uno de nosotros como formadores de la red de superación para la
erradicación de la pobreza extrema, en la búsqueda permanente en contribuir a
desarrollar familias sanas espiritual, emocional y relacionalmente; aunque es tarea
que compete a cada individuo, organismo e institución, pero que hemos aceptado
como gestores de desarrollo familiar y social, es aquí donde urge la necesidad de
encontrar aquellos miembros que puedan generar cambios al interior de cada
familia.
Cabe recordar que son sistemas tan herméticos y cada uno con
dinámicas tan diferente, pero que esto mismo que hace que se dé como respuesta
a ésta necesidad familiar el COGESTOR SOCIAL con la misión de apoyar y
promover un desarrollo integral de la persona como individuo y la familia como
sistema inmediato, lo cual queremos que se perpetúe en nuestra sociedad, se
hace necesario formar a estos en las formas de analizar los procesos familiares
que actúan como elementos mediadores entre las condiciones socioeconómicas
adversas y el desarrollo socioemocional de los hijos.
En el papel de cuidador fundamentalmente, son las madres quienes ejercen ese
papel, a veces también otros miembros del grupo familiar y lo deseable sería que
entre los miembros de una familia siempre contando con el apoyo y los servicios
del estado como ente generador de bienestar y brindador de los medios para
posibilitar y dinamizar las dinámicas al interior de la familia. Por desgracia, en la
práctica, observamos que esto no suele ser así y que todo el peso recae en una
sola persona, poniendo en riesgo su propia salud; el buen roll de CGS se siente e
ocasiones dicha carga en donde la familia lo percibe como el puente entre la
familia y el estado con todos sus “servicios” y el acceso a estos…. Cuáles????.
En cualquier caso, esos cuidadores dependientes que acabamos de nombrar,
surgen en los núcleos familiares, pero también pueden ser vecinos o personas
cercanas al enfermo. Unos y otros, se convierten en agentes de salud en tanto
que potencian hábitos saludables, ayudan a otros cuando tienen dificultades de
independencia, y asumen la atención de los pacientes, inmediatamente después
de las alteraciones de salud que requieren atención profesional u orientación como
la brindad por cada uno de nuestros CGS quienes cada dia hacen lo mejor que
pueden en el apoyo a cada una de sus familias y desde cada una de sus
formaciones cual quiera que sea.
Centrárnos en la familia es necesario ya que es el eje central de nuestra estrategia
y porqué se dan dos razones fundamentales en los cuidados de sus integrantes,
para lo cual:
En primer lugar, porque los cuidados que da la familia, unido a los que prestan los
profesionales dan respuestas a las necesidades de atención que precisan
integrantes de las familias. Y si faltara uno de los dos, la atención quedaría coja;
pero es aquí donde de manera invisible esta nuestro trabajo como integrantes de
la estrategia, ya que solamente YO conozco cual es la necesidad de ellos y
adonde debo remitirlo para aliviar su pena o malestar, en ocasiones pasando por
encima de quien sea y remitiéndome a la práctica de fomentar “sálvese quien
pueda”.
En segundo lugar, porque los cuidados que prestan las personas cercanas a la
familia, suponen un alto nivel de satisfacción tanto para quien los recibe como
para quienes lo proporcionan, ya que se ofrecen con gran aproximación a sus
hábitos y costumbres, dentro de un ambiente de intimidad y favoreciendo la
convivencia familiar e individual.
No obstante, a veces, la familia tiene limitaciones en cuanto a conocimientos,
recursos, etc., a la hora de aplicar esos cuidados; de ahí la importancia de los
cuidados que presta esta mutuamente a cada uno de sus integrantes; toda vez
que, en su intervención práctica, el individuo, con los conocimientos que posee,
proporciona apoyo, asesoramiento e información necesaria para que la familia
pueda realizar acciones de cuidados. Esto requiere que el individuo ejerza una
atención a partir de la valoración de las capacidades y limitaciones del grupo
familiar.
Sin embargo, debemos señalar que la familia, como institución social primaria,
también se ha visto afectada por los cambios acontecidos en las sociedades
industrializadas, de tal manera que ha tenido que modificar su propio
funcionamiento en cuanto a forma y contenido. Así, por ejemplo, debido a la
incorporación de la mujer al mundo laboral, el aumento de los divorcios y
separaciones, han hecho que parte de las funciones que venía desempeñando se
deleguen en otras instituciones como la guardería o la escuela, convirtiéndose
éstas en agentes colaboradores de la familia. Todo esto, unido a la velocidad de
vértigo con que cambian hábitos, creencias y valores, hace que la inestabilidad
familiar, en muchas ocasiones, sea una realidad.
Téngase en cuenta, asimismo, la diversidad de formas familiares que existen en la
actualidad, alejándose de la familia nuclear tradicional y más aún del grupo
doméstico de las sociedades campesinas. Hoy tenemos familias formadas por
solitarios, que se constituyen por voluntad propia o por necesidad, como en el
caso de la viudedad sin hijos, la emigración, etc. Familias monoparentales,
debidas a separaciones, divorcios, muerte de uno de los cónyuges, etc. Familias
formadas por matrimonios sin hijos, porque no pueden tenerlos o porque han
decidido no tenerlos. Familias adoptivas, es decir, padres que adoptan niños y
ejercen los mismos roles que los padres biológicos. Familias formadas por parejas
de homosexuales. Y puede que nos dejemos algún tipo más en el tintero. Pero, en
cualquier caso, la enfermera de salud mental tiene que conocer la diversidad de
agrupamientos primarios que se dan hoy día, para poder prestar la atención
necesaria.
Antes de la industrialización de las sociedades occidentales, la familia era un
instrumento para la consolidación de clanes y grandes grupos unidos por el
parentesco, pero tras el modo de producción capitalista la familia queda reducida a
escasos miembros. Surge entonces, la llamada familia moderna, que no se une ni
se vincula a linajes sino que se establece sobre la base de los vínculos creados
entre distintos individuos.
Esa familia moderna, nuclear, y desposeída de muchas de las funciones que tuvo
antaño, es el habitáculo en el que las personas buscan la afectividad y la
seguridad emocional. Pero el gran reto de la familia de la modernidad, es abordar
democráticamente su funcionamiento, aceptando las dificultades inherentes a un
modo organizativo tan rico y estimulante como frágil y costoso.
También es importante, a la hora de identificar las necesidades y/o incapacidades
para prestar unos cuidados excelentes, que el individuo y su familia conozca los
rasgos culturales de la persona o grupo social. Cabe preguntarse, a la hora de la
valoración, ¿cómo se cuida la persona en su grupo social de referencia? y ¿cómo,
cuándo y por qué dejan de auto cuidarse?, finalmente de qué manera se hace este
auto cuidado.
La importancia de ello estriba en que, si no tenemos esos conocimientos, las
indicaciones y actividades que se establezcan como necesarias pueden estar
fuera de lugar y no ser comprendidas por la persona a la que tratamos a atender.
En ocasiones, podemos correr el riesgo de caer en un etnocentrismo que no
favorecerá la autorrealización del sujeto objeto de nuestros cuidados. Co lo
anterior el hombre y la mujer son seres universales, pero están en distintos
lugares, con distintos medios, con distintas culturas. Es cierto que existen
necesidades humanas que nos son comunes, pero no lo es menos que las formas
de satisfacerlas varían de una cultura a otra.
Una de las cuestiones de mayor interés planteadas por la observación etnográfica
de las diferentes culturas, ha consistido en tratar de conocer si las costumbres
humanas eran o son naturales o convencionales y de si existía un orden legal y
natural de carácter universal. Y, a veces, desde nuestra visión un tanto social y
familiar podemos caer en la tentación de naturalizar comportamientos, desde
nuestras creencias y nuestros valores.
Al Estado le corresponde proteger y promover los derechos de los ciudadanos. A
partir de los cambios en el trabajo productivo y reproductivo, y la crisis del modelo
político que releva el rol del Estado, se han planteado nuevos retos para la
intervención en varios ámbitos fuera del aparato estatal. Las posturas del debate
sobre los servicios de apoyo van desde la obligación del Estado, hasta dejarlos a
cargo del mercado y de los individuos. No obstante, el Estado no es un actor
neutro, sino uno involucrado en la marcha de la economía, en la organización
social y particularmente en la distribución del trabajo.Como pieza clave en el
panorama social, el Estado tiene la facultad de asignar recursos y ejecutar
políticas. Para incidir en la conciliación de la vida laboral con la familiar, se
requiere de una alta voluntad política que desafíe las condiciones y establezca
nuevos patrones culturales como la corresponsabilidad.
Ya para terminar se hace la reflexión si UNIDOS es la responsabilidad del estado
Colombiano y los responsables de esto son los CGS de nuestra estrategia.
Elaboro:
Equipos de CGS municipios de TOCA, PESCA Y TUNJA
PATRICIA EUFEMIA URIZA SUAREZ Coordinadora Local MR 16
Descargar