Descarga - Hospice Inmaculada La Plata

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La Plata. Abril 2014
1er. Curso de Formación
“Acompañando el morir”
MUSICOTERAPIA EN HOSPICE Y CUIDADOS Paliativos
“La música no es ilusión sino más bien revelación”
P. Tchaikovski
Concepto de “Hospice”:
Testimonios históricos hacen remontar el nacimiento de la atención a los moribundos
al año 238 a.C cuando el emperador Asoka construye un refugio en Varanasi, cerca del
río Ganges (India).
En 1879, las Hermanas Irlandesas de la Caridad, fundaron en Dublin – Inglaterra – el
Our Lady´s Hospice, y más tarde, en 1905, el St. Joseph¨s Hospice en Londres,
institución donde trabajó e investigó Cicely Saunders (1958 -1967).
En la segunda mitad del siglo XIX la doctora C. Saunders comenzó a desarrollar
conceptos y técnicas para el control del dolor y el cuidado total de los enfermos
moribundos, sin descuidar la actitud amorosa hacia el enfermo. Su creación del Saint
Christopher´s Hospice (Londres 1967), dio el inicio real al movimiento de los Cuidados
Paliativos.
En la Declaración Fundacional del St. Cristopher´s Hospice puede leerse:
“El St. C. está basado en la fe cristiana en Dios, a través de Cristo. Su objetivo es
expresar el amor de Dios a todo el que llega, y de todas las maneras posibles: en la
destreza de la enfermería y los cuidados médicos, en el uso de todos los conocimientos
científicos para aliviar el sufrimiento y el malestar; en la simpatía y entendimiento
personal, con respeto a la dignidad de cada persona como hombre que es, apreciada
por Dios y por los hombres. Sin barreras de raza, color, clase o credo”.
Concepto de “Cuidados Paliativos”:
Según la OMS (1993, revisar): “Cuidado total y activo de lo pacientes cuya enfermedad
no responde a un tratamiento curativo. El control del dolor, de otros síntomas, y de
problemas psicológicos, sociales y espirituales, adquiere en ellos una importancia
primordial. El objetivo de los cuidados paliativos es conseguir la máxima calidad de
vida posible para los pacientes y sus allegados”.
Antecedentes del Movimiento Hospice en el uso de la música:
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Desde el siglo IX al XI: en Europa ya utilizaban antiguas prácticas celtas, con la
ejecución de arpa, el uso de recitado y de la respiración.
Desde el siglo XI: Se comienza a utilizar la Tanatología musical – infirmary
musicInicio de la Medicina Monástica Francesa. “The Chalice of Response Proyect” –
“El Proyecto El Cáliz de la Respuesta”-. Arpista: Therese Shoroeder-Sheker.
Siglo XII: Hospicios Medievales, con los Caballeros Templarios.
1825: Francia, Lyon: Hospices o Calvaries.
Desde 1975 comienzan a aparecer las primeras publicaciones sobre Musicoterapia en
Cuidados Paliativos, en EU: Salmon y Munro.
“Y si vienen los cantores y los danzarines y los flautistas, comprad también de lo que
ofrecen. Porque también ellos son recolectores de frutos e incienso, y lo que traen,
aunque hecho en el molde de los sueños, es ropaje y alimento para vuestra alma”. Jalil
Gibran.
Los Cuidados Paliativos se refieren a una filosofía del cuidado de la persona durante
las fases finales de su vida. Etimológicamente “paliar”: cubrir, poner un manto: implica
el objetivo de aliviar el impacto del dolor y del sufrimiento total de la persona;
abarcando todas sus dimensiones: física, emocional, social y espiritual. Aliviar, no
resolver, esto referido especialmente al área física. Con respecto a las demás
dimensiones el cuidador le ofrecerá las herramientas para que el sujeto elija resolverla
o alivianarla.
Al respecto, Emmanuel Levinas, en su libro “El deseo de trascendencia como esencia de
la subjetividad” apuntaba sobre el acompañamiento: “entendemos el reconocimiento
del otro en su dignidad y diferencia”.
Toda acción, experiencia, que le traiga placer al paciente, se lo ofreceremos: y desde
la Musicoterapia, recordaremos que contamos con la música como herramienta a
utilizar desde el placer. No solamente pedir a la familia para que comparta escuchar la
música que solía el paciente escuchar, sino llevar el tema musical que le gusta al
cuidador. Al conversar sobre música ayudaremos al paciente y sus queridos (o
referente en su defecto), a conectar con aspectos apreciados, valorados y placenteros;
aún cuando se emocionen, eso es muy bueno…..encontrar un canal no verbal de
expresión emocional.
En la experiencia del cuidado, tanto profesionales como acompañantes, cuidadores o
voluntarios, deberán ir reconociendo y comprendiendo las necesidades del paciente,
de esa persona y, para lograrlo, nos enfrentaremos a los más comprometidos desafíos
personales (Enhorabuena!): la inevitable confrontación con nuestra propia finitud y
con nuestro marco de referencia de pensamiento racional, emocional y espiritual. En
este sentido habrá situaciones en las que no sabremos qué contestar; y decirle al
paciente: Ejemplo: “Yo no lo sé todo, pero es muy bueno que te estés haciendo esas
preguntas…” verán cómo de mucho lo alivia y se sentirán comprendidos por alguien
que es tan humano como ellos.
“Una buena muerte hace honor a la vida entera”, Francisco Petrarca.
Así, el Acompañamiento requiere de una continua redefinición, tanto de la tarea con
el paciente como hacia nuestros propios valores y creencias. Tanto los profesionales
de la salud, como cuidadores, confrontados con los desafíos, perspectivas y técnicas,
navegaremos nuestro camino a través de los temas del final de la vida de una manera
que complete lo que necesite ser completado, enfrentando el miedo y la
incertidumbre con amor y aceptación.
He seleccionado las siguientes dos citas, provenientes de fuentes en tiempo y
motivación distante y diferente, para comenzar a fundamentar la razón de la
importancia de la inclusión de la musicoterapia en la atención del paciente al final de la
vida:
“Tenemos un solo sentido que no podemos suprimir, nuestro oído, con él comienza
nuestra conciencia, así lo programó la evolución. Antes de pisar nuestra tierra y
durante toda nuestra vida, hasta la hora de nuestra muerte, cuando todos los demás
sentidos claudican, escuchamos” J Berendt.
“Las relaciones históricas entre Música y Medicina representan un vasto campo de
estudio. La Musicoterapia fue practicada en todos los países y desde siempre y, aunque
el concepto de enfermedad y de actitud terapéutica ha cambiado continuamente a
través de los siglos, los efectos de la música sobre la mente y el cuerpo del hombre
mantienen, desde tiempo inmemorial, notables semejanzas” M. Miquelarena.
Y es así como, a través del sentido de la audición, así como del tacto – los dos sentidos
más primitivos -, que el mensaje sonoro accede a la conciencia y/o al inconsciente,
liberando emociones acalladas, reordenando ritmos fisiológicos, desbloqueando
recuerdos, comunicando, incitando un movimiento…..
El sonido, entra por el oído hasta el sistema límbico cerebral, responsable de nuestras
experiencias emocionales más primitivas, junto con el asiento de nuestras respuestas
metabólicas (ritmo respiratorio, ritmo cardíaco, temperatura corporal).
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La escucha sonora puede activar la producción de hormonas (ej. Endorfinas),
induciendo un estado de tranquilidad.
La escucha sonora puede activar el flujo de materiales de memoria.
Objetivos de la Musicoterapia en Cuidados Paliativos:
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Aliviar los temores y ansiedades
Fortalecer la conciencia de identidad y autoestima, alentando la participación
activa.
Disminuir la sensación de aislamiento.
Facilitar la expresión emocional.
Facilitar la evocación de recuerdos y de revisión de vida.
Promover la relajación psicofísica, disminuyendo la percepción de dolor y
síntomas disneicos.
Brindar contención y técnicas de afrontamiento a la familia.
Facilitar la conexión espiritual.
Estos objetivos sumarán en la promoción de una mejor Calidad de Vida.
Lo que verdaderamente comunicamos al otro es a través del lenguaje no verbal. O sea
que deberemos ser muy cuidadosos con nuestros gestos, actitudes, tonos de voz. Y, a
su vez descubriremos muchas señales del paciente.
Para acompañar eficazmente deberemos tener en cuenta: conocimientos, actitudes y
estrategias.
Algunas actitudes y estrategias:
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Sentarse cerca del paciente.
Mirarlo a los ojos.
Adoptar una actitud corporal sosegada (lenta y receptiva).
Recurrir al humor y al sentido común.
Escuchar al paciente y siempre tender a responder a sus necesidades.
Ser humilde: no temer no saber, pero siempre instalar la esperanza.
Ser consciente, que, desde ninguno de nuestros saberes, resolveremos el
impacto de ésta última e intensísima crisis, pero sí sabiendo que haremos
mucho por aliviarla.
Una vez construido el espacio de confianza y el vínculo: tocar al paciente
(acunarlo, y suaves masajes).
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Contar siempre con el apoyo del grupo de trabajo, para evacuar dudas,
compartir vivencias significativas, evitando así el “Burnout” – Cuidador
Quemado -, y porque tanto el Movimiento Hospice como Los Cuidados
Paliativos sólo son posibles dentro de un equipo interdisciplinario.
Sugerencias actitudinales desde el uso de algunas herramientas y técnicas de
abordaje de la Musicoterapia:
Sólo un Musicoterapeuta calificado puede ejercer la musicoterapia, pero sí puede el
profesional de la salud, el cuidador y/o el voluntario realizar ciertas estrategias y
contar con ciertos recursos o herramientas.
Herramientas:
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Su cuerpo: en el movimiento rítmico acompañando una canción; su voz en el
canto o tarareo; su respiración; el tacto y el contacto;
Si ejecuta algún instrumento musical: guitarra, teclado, etc.
Variedad de estilos musicales en CD. (pedir a la familia que provea un equipo
musical).
A requerimiento del paciente: lírica de canciones.
Estrategias:
Preguntar al paciente o/y a la familia por sus gustos musicales, sugerir que provean el
material – así incluimos activamente al familiar –
Cantar junto al paciente las canciones elegidas; o tararearlas si son instrumentales.
Permitir que se emocione, acompañarlo, sin intervenir, contenerlo corporalmente; se
irá calmando. “Sin intervenir” quiere decir sin hablar, sin intentar explicar…… Y llevar lo
sucedido al Equipo Interdisciplinario.
Si se sabe ejecutar un instrumento musical tocar la música elegida por el paciente.
También llevar el estilo del agrado del Cuidador: compartirlo con el paciente: esto será
placentero para el Cuidador y tendremos una “excusa” muy favorable para promover
una mejor comunicación del paciente con el “otro”, de esta manera ayudaremos a su
comunicación con la familia.
Siempre usar los estímulos sonoros y de contacto de forma suave: sabemos que los
pacientes, en esta etapa tan crítica, son hipersensibles.
“La música comienza donde las palabras
son incapaces de expresar. La música está escrita
para contar lo indecible.
Quiero hacer de ella una señal
Como saliendo de la sombra
Para volver allí, de tiempo en tiempo”
Claude Debussy
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