captulo 1 - Biblioteca - Secretaría de Educación Pública

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SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA
DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR
ESCUELA NACIONAL DE
BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA
“APLICACIÓN DE UN ESTUDIO DE USUARIOS EN LA
BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SECRETARIA
DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO PARA INSTRUMENTAR
UN PROGRAMA DE FORMACIÓN DE USUARIOS”
Tesina que para obtener el título de
Lic. en Biblioteconomía
Presenta Norma Angélica Quezada Rojas
Asesor de tesina: Mtra. Graciela Tecuátl Quechol
33
TABLA DE CONTENIDO
TEMA
PÁGINA
INTRODUCCIÓN
CAPÍTULO 1. ESTUDIOS DE USUARIO
1.1. Los estudios de usuario en las bibliotecas públicas
1.1.1. Definiciones
1.1.2. Antecedentes
1.1.3. Utilidades prácticas
1.1.4. Métodos de instrumentación
1.2. La formación de usuarios de servicios documentales
1.2.1. Concepto
1.2.2. Enfoques metodológicos
1.2.2.1. Fases
CAPÍTULO 2. LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA
SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO
2.1. Antecedentes institucionales de la SHCP
2.1.1. Función informativa de la SHCP
2.1.2.
Funciones genéricas de la Dirección de
Museos, Recintos y Bibliotecas (DMRB)
2.2. Antecedentes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
2.3. Actualidad de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
2.3.1. Estructura organizacional y de servicios
2.3.1.1. Estructura organizacional
2.3.1.2. Servicios al público
2.3.2. Estructura documental
CAPÍTULO 3. ESTUDIO DE USUARIOS Y PROPUESTA PARA LA
FORMACIÓN DE USUARIOS EN LA
BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA
3.1. Justificación
3.1.1. Metodología
3.1.2. Descripción general
3.1.2.1. Instrumento
3.1.2.2. Muestra
3.1.2.3. Aplicación
3.1.2.4. Presentación y análisis de resultados
3.1.2.4.1. Gráficos e interpretación de
de frecuencia de respuesta
3.1.2.5.2. Resultados cualitativos
3.2. Propuesta para la formación de usuarios
3.2.1. Diagnóstico y planificación
3.2.2. Implementación
3.2.2.1.Selección de actividades formativas
3.2.2.2. Instrumentación (Relación descriptiva de
actividades)
3.2.3. Lineamientos para la evaluación del sistema
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
BIBLIOGRAFÍA
ANEXOS
I
1
1
1
4
6
8
9
10
13
17
19
34
19
19
22
23
26
26
26
28
29
33
33
34
34
35
36
37
37
38
46
48
48
50
50
62
80
82
86
92
INTRODUCCIÓN
En un estudio de evaluación administrativa y organizacional efectuado en 2002
en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, a iniciativa de la Secretaría de Hacienda y
Crédito Público, se encontró la necesidad de mejorar la logística de consulta tanto
al acervo general como a las colecciones especializadas, mediante una mejor
capacitación del personal de la biblioteca.
El diagnóstico suponía una identificación objetiva de problemas, para tomar las
medidas correctivas que viniesen al caso, siguiendo los programas integrales de
mejora de la función pública para la Secretaría. Aunque en ése caso se trató de
una evaluación in situ, cuya metodología se basó en la observación y la entrevista
al personal bibliotecario, con lo que se pudo identificar con claridad que los
mecanismos de consulta e interacción con los usuarios no eran los adecuados.
Este problema, no obstante, no era nuevo en el marco organizacional y
funcional de esta importante biblioteca pública. En efecto, el sólo hecho de laborar
en la biblioteca permite observar la insuficiencia en la atención al usuario, así
como poca compenetración de este último con los sistemas de consulta y con
las distintas colecciones. Esto revela, básicamente, un desfasamiento en la
operatividad de los sistemas de consulta y un evidente distanciamiento entre el
personal y el usuario.
Tanto las conclusiones del estudio-diagnóstico mencionado
empíricos obtenidos en la práctica laboral indican que los
prevalecen son predominantemente operativos. Por lo que puede
eje de la problemática de la biblioteca que ocupa nuestra
interacción con el usuario.
como los datos
problemas que
afirmarse que el
atención es la
Tal rezago sólo puede explicarse en razón de la tendencia, prevaleciente en
nuestras bibliotecas públicas, a una lenta incorporación de los cambios
trascendentales que en la actualidad experimenta la ciencia bibliotecológica y que
vienen determinando una transformación radical del concepto de prestación de
servicios al público. Ello contrasta, desde luego, con los avances que en este
sentido han reportado otros tipos de bibliotecas, como las universitarias.
Los estudios biblioteconómicos contemporáneos coinciden, en su mayoría, al
señalar que el eje de la modernización funcional de las bibliotecas públicas debe
ser, en todo caso, la valoración objetiva y sistemática de los intereses y
necesidades de consulta de los usuarios. Sólo así, focalizando los servicios en el
usuario puede lograrse una elevación substancial de la calidad de los servicios
bibliotecarios.
35
Con base en lo anterior, el presente trabajo sustenta, como alternativa para la
atención de los problemas descritos, la realización de un estudio de usuarios en la
biblioteca Lerdo de Tejada del cual se desprenden algunos indicadores relevantes
para iniciar el proceso de optimización integral de los servicios en dicha institución.
Por ende, el objetivo general de la investigación puede enunciarse del modo que
sigue:
Identificar y diagnosticar los principales problemas operativos de la Biblioteca
Miguel Lerdo de Tejada tomando como base información proporcionada por sus
usuarios..
Y sus objetivos específicos se definen de la siguiente forma:
-
Identificar la importancia que tienen los estudios de usuarios en el
marco de los procesos de modernización funcional y optimización
operativa de las bibliotecas públicas;
-
Determinar bajo criterios sistemáticos y objetivos los principales
problemas funcionales de la Biblioteca objeto de estudio;
-
Identificar los intereses y necesidades de los usuarios con el fin de
estructurar un programa de formación de usuarios apegado a la
realidad actual de la institución en estudio.
Asimismo, se trabajó con base a los siguientes supuestos de investigación:
-
-
-
Que los principales problemas funcionales y operativos de la Biblioteca Miguel
Lerdo de Tejada se vinculan en un plano general con los mecanismos de consulta y
de recuperación de la información por parte de los usuarios;
Que dichos problemas derivan del desconocimiento que se tiene tanto sobre el
perfil (edad, sexo, nivel de educación, tipos de consulta) como sobre las
necesidades informativas de los usuarios;
Que, por tanto, la formación continua de hábitos y destrezas informativas en los
usuarios constituye una respuesta y una solución viable a los problemas señalados.
Puesto que, en efecto, los resultados arrojados por el estudio de caso apuntan,
grosso modo hacia un desfasamiento considerable en cuanto a los mecanismos
de consulta y recuperación de la información, la solución que se sugiere es la
instrumentación de un programa sistemático y continuo para la formación de los
usuarios estructurado en consideración del carácter público de la Biblioteca objeto
de estudio.
36
Para tal efecto, el trabajo se estructura formalmente del modo que sigue:
En el capítulo primero se presenta un análisis conceptual tanto de los estudios
como de la formación de usuarios haciendo referencia a las tendencias actuales
de gestión y organización bibliotecaria que como sabemos, tienden a elevar
substancialmente la calidad de los servicios prestados al público.
El capítulo segundo presenta una reseña de la Biblioteca Miguel Lerdo de
Tejada contemplando tanto sus aspectos organizacionales como su estructura de
servicio al público así como los principales problemas que se presentan en este
sentido.
El capítulo tercero da cuenta del estudio de usuarios contemplando tanto su
composición metodológica como un análisis cualitativo y cuantitativo de los
resultados obtenidos, basados éstos en la descripción analítica de resultados
obtenidos en cada reactivo y en su graficación. En un segundo momento se
presenta la propuesta para la formación continua de usuarios de la biblioteca
incluyéndose tanto su análisis y justificación metodológica como su estructura
temática y técnico didáctica (toda vez que se incluye un curso, además de otros
medios instrumentales). La propuesta se elaboró con el objetivo de modernizar y
optimizar de forma integral los procesos de integración, administración y gestión,
aspectos que presentan en lo general un gran rezago en el ámbito de nuestras
Bibliotecas Públicas.
El trabajo en su conjunto pretende realizar una aportación basada en un caso práctico para
atender las necesidades de modernización de los servicios que se prestan en nuestras bibliotecas
públicas afectadas en su mayoría del rezago al que hemos hecho referencia líneas arriba.
37
CAPÍTULO 1
ESTUDIOS DE USUARIO
1.1.
Los estudios de usuario en las bibliotecas públicas
Aunque, como veremos, los estudios de usuarios datan de mediados del siglo
XX, su uso e importancia se ha incrementado durante los últimos veinte años en
que se han considerado como herramientas imprescindibles para elevar la calidad
de los servicios bibliotecarios y, en general de todos los bancos documentales de
información. En seguida se hace referencia a su concepto, así como a sus
antecedentes y vertientes metodológicas.
1.1.1. Definiciones
Los estudios de usuarios se definen, básicamente en función de su objetivo
que, en todo caso es conocer los “hábitos y las preferencias de los usuarios de
información”46. Sin embargo, tal definición deja abiertos múltiples
cuestionamientos sobre todo en cuanto a los objetivos concretos que se persiguen
y los métodos que se utilizan para tal efecto.
Cabe entonces iniciar atendiendo a una pregunta fundamental: ¿por qué son
importantes los estudios de usuarios en el actual contexto de las ciencias de la
información? La respuesta es sencilla: sólo conociendo los hábitos, preferencias y
capacidades de los usuarios puede mejorarse la gestión integral de la biblioteca.
Tal y como afirman Izquierdo, Ruiz y Piñera:
“...Los estudios de usuarios constituyen la piedra angular de los
programas de gestión de calidad, ya que suministran las bases sobre las
que se proyecta y/o transforma un producto o un servicio de información
e, incluso, un sistema entero. Con la aplicación de este tipo de estudios,
la institución documental posee una valiosa información de primera
mano sobre cómo están reaccionando los usuarios a las diferentes
características de la calidad de los servicios y qué acciones concretas
han de llevarse a cabo para mejorar y mantener la calidad. Además, no
sólo nos van a ofrecer un análisis de la situación real en la que se
encuentra nuestra organización -análisis del presente-, sino que a partir
de ellos podremos realizar las reorientaciones necesarias para el buen
46
FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Estudios de preferencias de los usuarios de
información, España: Boletín Mensual de Bibliotecología, Num. 67, Mayo-Junio, 2002, p. 2
38
funcionamiento de los servicios y, con el conocimiento y la proyección
debida, pueden utilizarse para predecir el mañana...”47
De ahí que hoy resulte insuficiente definir al estudio de usuarios en función de
su objeto tal y como lo hace Sanz:
“…el conjunto de estudios que tratan de analizar cualitativa y
cuantitativamente los hábitos de información de los usuarios, mediante la
aplicación de distintos métodos, entre ellos los matemáticos –
principalmente estadísticos- a su consumo de información…”48
La anterior insuficiencia explicativa deriva de que, efectivamente los estudios
de usuarios surgieron como instrumentos evaluatorios de los hábitos y
necesidades de información de quienes acuden a un centro de documentación o
banco de datos pero con el paso del tiempo sus utilidades prácticas fueron
diversificándose al vincularse, paulatinamente con la administración y la gestión
bibliotecaria.
Hernández Salazar nos ofrece una definición mucho más amplia de los
estudios de usuarios al referirse a éstos como: instrumentos metodológicos que
permiten aproximarnos, de forma clara y sistemática, según sea el caso, al perfil,
las necesidades de consulta o los hábitos de lectura de los usuarios de un banco
de información sea este un acervo bibliográfico, hemerográfico o informático, con
fines específicos de optimización o mejora de los mecanismos de consulta.49
En un sentido similar, Romanos establece que, en el ámbito de la
Biblioteconomía:
“...los estudios de usuarios se pueden definir como un área multidisciplinaria
del conocimiento que, a través de métodos de investigación tanto
cuantitativos como cualitativos, intenta analizar los hábitos, los
comportamientos, las motivaciones, las actitudes, las opiniones, las
expectativas, los deseos, las necesidades y las demandas de las personas
en relación con la información, y con los servicios y sistemas
bibliotecarios...”50
En efecto, un estudio de usuarios puede efectuarse con fines muy diversos y
constituyen, en sí, una estrategia dirigida a la mejora de los servicios que se
47
IZQUIERDO, Mónica, RUIZ, Joaquín, PIÑERA, José. Los estudios de usuarios en los programas de
gestión de calidad. Propuesta de un marco teórico integrador para el estudio del usuario de información,
Madrid: Tecnidoc, 1995, p. 36
48
SANZ CASADO, Elías. Manual de estudio de usuarios, Salamanca, España: FGSR, 2000, p.31
49
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. Seminario latinoamericano sobre formación de usuarios de la
información y los estudios de usuarios. México: UNAM, 1997, p. 19
50
ROMANOS, Susana. Los estudios de usuarios y el desarrollo de la colección en las bibliotecas, Biblioteca
del Congreso de Argentina, disponible en: www.bcnbib.gov.ar/libraria/libraria2a.htm, 2004
39
prestan en un centro de documentación, independientemente de la naturaleza de
los acervos que se consultan. La noción actual del estudio de usuarios apunta,
efectivamente a la identificación de problemas funcionales y a la elevación en la
calidad de la gestión bibliotecaria. Tal y como afirma Berther:
“...el propósito de los estudios de usuarios es similar a las investigaciones
de mercado en los negocios. Intenta descubrir patrones de uso y niveles
conscientes de los usuarios hacia los servicios de la biblioteca, para
determinar el éxito o el fracaso de los servicios e identificar qué ajustes
se necesitan en la estrategia de los servicios...”51
En el mismo sentido, Lau atribuye a los estudios de usuario fines que van más
allá de la adecuada conformación de la estructura documental, al considerarlos
herramientas para mejorar la gestión integral de las bibliotecas52.
Lo anterior contesta por sí la compleja pregunta sobre el porqué los estudios
de usuarios han cobrado mayor importancia en el contexto actual que en años
precedentes; en efecto puede observarse un desplazamiento del espacio
bibliotecario hacia las modernas teorías de la administración y gestión
institucional. En este sentido, el estudio de usuarios incide tanto en la planificación
como en la ejecución de acciones dirigidas a la elevación general de los servicios
que se prestan al público. Tal y como señala Rey:
“...La aplicación de los estudios de usuarios en los centros de información
facilita la toma de decisiones por la importante ayuda que supone el
conocimiento de los destinatarios de su actuación. Posibilitan, además, la
aplicación de diferentes técnicas del marketing y de la calidad total que
facilitarán la mejor prestación del servicio. Para ello es fundamental ver los
estudios de usuarios en dos contextos diferenciados, pero, a la vez,
relacionados. Por una parte, en la planificación de un servicio o de un
producto a partir de los estudios de las demandas y necesidades de
información de las diferentes tipologías de usuarios reales potenciales; y, por
otra, dentro de la evaluación de los servicios o productos que presta la
biblioteca, a partir del conocimiento del grado de satisfacción de los
usuarios...”53
En el mismo sentido, Alfonso Rubio refiere que los estudios de usuarios no
sólo otorgan un marco de referencia sobre las bibliotecas contempladas en el caso
concreto, sino que son presupuestos imprescindibles para conformar auténticos
51
Cit. Por CHACÓN ALVARADO, Lucía. Estudios de usuarios. Revisión de literatura, Internet, disponible
en www.ugr.es, 2004
52
LAU, Jesús, edit. Desarrollo de habilidades informativas en instituciones de educación superior. México:
Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2001, p. 124
53
REY, Carina. La aplicación de los estudios de satisfacción de usuarios en la biblioteca universitaria: el
caso de las universidades catalanas, Ponencia presentada en las Jornadas de Biblioteconomía e Información
de la Universidad de Barcelona. Disponible en: http://www.ub.es/biblio/bid, 2004
40
sistemas de servicio al público. Así, sostiene que entre los principales objetivos de
estos estudios se encuentran:
1. Identificar las necesidades de información para la toma de decisiones y
para la evaluación de la efectividad de un sistema o servicio de información,
2. Analizar la interacción del usuario con el sistema;
3. Identificar las características generales del usuario y;
4. Apoyar los estudios científicos y comparativos
En consideración de lo anterior, podemos decir, en un bosquejo de definición
de los estudios de usuarios que éstos constituyen:
La aplicación de métodos de investigación, cualitativos y cuantitativos, a la
gestión y la administración de bibliotecas, pudiendo, a través de los mismos
obtener datos sistemáticos sobre indicadores relevantes como serían, según las
peculiaridades del caso concreto, conocer el perfil de los usuarios, sus hábitos y
preferencias de consulta y lo que éstos esperan del centro documental, y que en
su momento aportarán lineamientos para implementar medidas o políticas de
mejora o simplemente una recuperación funcional de la información específica que
se pretende consultar.
1.1.2. Antecedentes
De acuerdo con Sanz el origen de los estudios de usuarios se remonta al
surgimiento de la comunicación científica, particularmente a mediados del siglo
XX. Si bien, hacia la década de los treinta, trabajos como los de Gross y Gross
apuntaban a sistematizar la adquisición de obras en las bibliotecas científicas de
acuerdo a métodos indirectos (el análisis de citas y referencias bibliográficas en
los trabajos elaborados por los científicos de la época), fue hasta la década de los
cincuenta cuando esta tendencia comenzó a generalizarse.
Fussler, en 1949 definió el núcleo de publicaciones científicas más
consultadas y sentó las bases para su sistematización y consulta en bibliotecas
especializadas. Siete años después, siguiendo la huella de los trabajos de Fussler,
Brown sistematizó la consulta de las fuentes mayormente citadas en varias
disciplinas científicas distintas, como Medicina, Física, Biología, etc.
Los trabajos anteriores apuntaban, desde luego, a un rediseño en los procesos
de adquisición y catalogación de las obras documentales, de acuerdo a las
necesidades específicas de consulta de los usuarios. Así, en 1958, Menzel
señalaba:
“…los métodos que utilizan los científicos e ingenieros para acceder a los
sistemas de información, las demandas que realizan, la pertinencia o no de
los documentos conseguidos y el impacto resultante en sus nuevos
trabajos, constituyen, junto a otros parámetros, los conocimientos
41
necesarios para planificar y diseñar las políticas y sistemas de información
[…] En este sentido, los estudios de usuarios tienen una función
destacada….” 54
A partir de entonces, los estudios de usuarios se convirtieron ya, en importantes
herramientas para “armar” y sistematizar las colecciones de información
especializada.
Esta tendencia a realizar estudios de usuarios se observó primero entre la
comunidad científica. Trabajos como los de Herner y Shaw permitieron estudiar los
hábitos y las preferencias de consulta de físicos, matemáticos y químicos.
En años subsecuentes (décadas de los sesenta y los setenta), esta tendencia a
estructurar los acervos de acuerdo a las necesidades y hábitos de consulta de los
usuarios se hizo extensiva a las ciencias sociales y las humanidades. Al respecto
destaca el proyecto denominado Scientific Information Exchange in Psychology
efectuado entre 1966 y 1973 por la American Psychological Association (APA)
consistente en estudiar, tanto los hábitos de consulta como los de intercambio de
información entre investigadores de ciencias de la conducta. El proyecto permitió,
a la postre, que los centros de documentación especializados en dicha disciplina
estructurasen sus colecciones de acuerdo a las necesidades de consulta de sus
usuarios.
El proyecto de APA tuvo continuidad en uno nuevo, emprendido por la
Universidad de Bath, en Inglaterra (el proyecto INFROSS, Investigation into
Information Requirements of the Social Sciences) cuyo objetivo fue estudiar los
principales aspectos de las necesidades y usos de la información tanto formal
como informal en ciencias sociales.
Ambos proyectos (APA e INFROSS) permitieron ampliar el conocimiento de los
métodos que podían emplearse para conocer las preferencias de los usuarios de
información especializada y a la postre ayudarían también a extender los alcances
de los estudios de usuarios a otro tipo de instituciones como las bibliotecas
públicas.
La amplia difusión que alcanzaron los estudios de usuarios durante la década
de los setenta permitió, a su vez, apreciar la gran cantidad de utilidades prácticas
que estos pueden aportar a las ciencias documentales, no sólo en lo referente a la
constitución de los acervos sino también en la esfera de los servicios al público.
En efecto, la aplicación de estos estudios en instituciones tan diversas como las
bibliotecas escolares y las públicas han revelado la existencia de una relación
directa entre el conocimiento que la institución tiene de las demandas del usuario y
la calidad de los servicios que se ofertan. De modo tal, que hoy en día, los
estudios de usuarios han rebasado la esfera de los procesos técnicos de
54
SANZ, Op. Cit., p. 49
42
recopilación de la información, vinculándose con el área o subsistema de servicios
de una forma indisoluble.
Sin embargo, aunque actualmente se reconoce la alta potencialidad del estudio
de usuarios para mejorar la calidad de los servicios bibliotecarios, su realización
es especialmente compleja en las bibliotecas públicas debido a la resistencia al
cambio de dichos centros que se encuentra, según Hernández Salazar “...muchas
veces determinada por la dinámica burocrática propia de las instituciones de
Estado...”55
1.1.3. Utilidades prácticas
De acuerdo con Hernández Salazar, los estudios de usuarios pueden servir
para atender una amplia gama de problemas asociados con los diversos procesos
operativos de la biblioteca, sea esta pública o académica. En términos generales
puede afirmarse que conforman un instrumento de investigación insustituible para
la formación y actualización de los acervos, a la vez que pueden otorgar
información relevante para modificar las políticas de gestión y servicio hacia la
elevación general de los servicios que se prestan.
Por tratarse de instrumentos muy flexibles, los estudios de usuarios tienen
una gran cantidad de aplicaciones entre las que destacan las siguientes:56
A. Evaluar los recursos con que cuenta la biblioteca
Actualmente, las bibliotecas manejan varios tipos de recursos siendo los de
mayor importancia los documentales, los humanos y los tecnológicos. Los
estudios de usuarios permiten obtener información relevante sobre todos ellos.
‰
‰
En cuanto a los recursos documentales, los estudios de usuarios permiten
una selección y una adquisición de materiales que vaya acorde a las
necesidades de consulta. La evaluación de los acervos por parte del usuario
permite también marcar lineamientos para la utilización de las colecciones
en todo su potencial. Permiten, en su caso optimizar las funciones de
bibliometría y estadística documental “...centradas en el análisis de la
producción y consumo de literatura científica, con estudios cuantitativos de
diversos aspectos de la literatura científico-técnica...”57
Los estudios de usuarios permiten, a su vez, una evaluación del desempeño
del personal mucho más objetiva que aquellas que se efectúan bajo criterios
puramente administrativos. La información recabada permitirá, por ejemplo,
modificar los procesos de asesoría y atención al público, depurar la plantilla
de personal para mejorar los servicios, etc. Lo anterior
tiene una
importancia especial, puesto que se facilita el camino hacia una “gestión de
55
Cfr. HERNÁNDEZ SALAZAR, Op. Cit. p. 71
FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ, Op. Cit., p. 9
57
IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit, p. 37
56
43
‰
calidad total de la biblioteca, premisa fundamental en los actuales estudios
biblioteconómicos”;58
También los estudios de usuarios permiten evaluar las necesidades en
cuanto a los recursos tecnológicos con que cuenta la biblioteca; por
ejemplo, si es necesario aumentar el número de computadoras con catálogo
electrónico, el software que resulta más fácil de utilizar por parte de los
usuarios, etc.
B. Conocer el perfil de los usuarios
En efecto, una de las utilidades primordiales de los estudios de usuarios es
que permiten conocer de cerca el perfil de aquellos que acuden a la biblioteca. El
identificar aspectos tales como la edad y la escolaridad de los usuarios, el tipo de
trabajos o tareas que realizan, las fuentes que consultan con más frecuencia, etc.,
permite apreciar cuáles son, en concreto las medidas de servicio que deben
implementarse o modificarse. En este sentido, el conocimiento del perfil de los
usuarios de la biblioteca permite vincularla con las necesidades concretas de la
comunidad que acude a ella independientemente de su naturaleza. Cabe
mencionar que la estructura de estos estudios debe ir de acuerdo a la institución y
al contexto social de que se trate.
C. Medir la eficacia de la biblioteca
La medición de la eficacia de la biblioteca no consiste solamente en la
evaluación del desempeño del personal bibliotecario, sino también de los procesos
mismos de consulta y recuperación de la información. El estudio de usuarios
permite ponderar el conocimiento del usuario de las distintas colecciones y de
aquellos materiales que podrían complementar su consulta. En un momento
posterior, permitirá tomar las medidas pertinentes para potenciar el uso de los
materiales y por ende, que las colecciones no sean sub-utilizadas.
D. Facilitar la formación de usuarios
La identificación de las necesidades y demandas de los consultantes permite a
su vez ubicar las medidas que debe implementar la biblioteca para formarlos
adecuadamente como usuarios de información, en el entendido de que la
funcionalidad del centro dependerá, en gran medida del conocimiento del usuario
respecto a los distintos acervos, de su organización y de los mecanismos para la
realización de búsquedas específicas. Este aspecto reviste especial importancia
puesto que, en la actualidad la formación de usuarios aumenta en importancia en
58
Idem
44
la misma medida en que evolucionan las disciplinas informativas59 e implica una
constante interacción entre el público y el personal de la biblioteca.
El estudio de usuarios, entre otras cosas permite identificar con claridad no
sólo el perfil del usuario, sino también, en función de éste, los medios más
adecuados para instruirlo en el uso de las colecciones. El estudio de usuarios en
este sentido “permite tener una idea clara de las aptitudes cognoscitivas del
usuario, así como de las motivaciones y comportamientos que pueden ayudar a
una mejor consulta e interacción con los recursos de la biblioteca”.60
Por la relevancia que tiene esta actividad, será retomada como punto central de
esta investigación.
1.1.4. Métodos de instrumentación
En la actualidad existen muchas formas de llevar a cabo los estudios de
usuarios; sin embargo, éstas pueden agruparse en dos grandes rubros o métodos:
los directos y los indirectos.
Los métodos directos son aquellos que se basan en la opinión de los usuarios
de la información, recopilada a través de instrumentos o preguntas realizadas ex
profeso para tal efecto; entre los principales métodos directos encontramos:
™ El método Delphi que consiste, esquemáticamente, en la realización de
preguntas a usuarios expertos sobre sus necesidades de información. Las
respuestas son usualmente orales, tomándose registro de las mismas; si la
opinión de alguno de los participantes difiere substancialmente de las del
resto del grupo, se le vuelve a plantear la pregunta pidiéndole mejores
argumentos que la justifiquen. El proceso se “depura” tres o cuatro veces
hasta que las respuestas adquieren cierta homogeneidad. Una vez
obtenidas las respuestas definitivas se determina, estadísticamente la
media y la desviación típica, obteniéndose indicadores cuantitativos que –se
supone- otorgan indicadores claros sobre los aspectos evaluados. Aunque
este método suele otorgar indicadores con alta significancia cuantitativa, su
aplicación a estudios de usuarios suele limitarse a bibliotecas o colecciones
dirigidas a sectores especiales de investigadores;
™ Encuestas o cuestionarios: Consiste en la aplicación de un instrumento de
sondeo (el más común es el cuestionario descripto-observacional) a una
muestra o segmento de usuarios de los servicios de la biblioteca. El
cuestionario debe ser claro y conciso (los cuestionarios muy largos o
complejos suelen hacer ambiguos los resultados) por lo que lo más común
es que consten de reactivos “cerrados”. Los datos obtenidos se interpretan
en razón de la frecuencia de respuesta que se obtiene en cada reactivo.
59
GARCÍA, F. y DÍAZ, A. “ La formación de usuarios en las bibliotecas públicas españolas: análisis de las
principales experiencias”. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 65, 2001
60
IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. P. 6
45
Pueden ser aplicados por distintos medios (correo, teléfono, internet, etc.) o
bien in situ, de forma personal en el local de la biblioteca o del centro
documental de que se trate. Por su flexibilidad y precisión, éste es el
método más empleado en la recogida de datos de los estudios de usuarios;
™ Entrevista personal: Se aplica una entrevista breve a los usuarios,
generalmente in situ; el formato es mucho más informal que el de los
cuestionarios y las respuestas se expresan de forma oral. Los resultados
pueden interpretarse mediante métodos estadísticos (media y desviación
típica o estándar) o cualitativos.
Por otra parte, en los métodos indirectos los datos no proceden de algún
instrumento de sondeo, sino del análisis documental. No se consulta a los
usuarios sino a los trabajos por ellos elaborados. Entre estos métodos, el más
usual es el Análisis de Citas consistente en revisar las referencias contenidas en
un trabajo científico llevando un registro cuantitativo de las mismas. Aunque este
método resulta de gran utilidad para la conformación y actualización de acervos,
su principal desventaja es que suele limitarse a grupos y centros de investigación
científica, siendo prácticamente imposible trasladarlos al ámbito de la biblioteca
pública.
Una vez revisados los principales aspectos teóricos de los estudios de
usuarios, iniciamos el análisis de nuestra segunda categoría teórica: la formación
de usuarios.
1.2.
La formación de usuarios de servicios documentales
El auge que, para la década de los sesenta habían alcanzado los estudios de
usuarios de la información, derivó en la búsqueda de alternativas para mejorar la
interacción de los usuarios con las fuentes documentales que se consultaban. Por
ello, la formación de usuarios de la información es uno de los logros más
importantes de la tendencia, surgida desde la década de los treinta a evaluar las
necesidades informativas de los consultantes.
Aunque la formación sistemática de usuarios de la información comenzó a
desarrollarse en los ámbitos científicos de países desarrollados como los Estados
Unidos desde los cincuenta, esta actividad se extendió al medio latinoamericano y
particularmente a nuestro país, “desde la década de los sesenta cuando se
reportan las primeras experiencias”61 .
Sin embargo, tal y como señala Saray Córdoba, la formación de usuarios en el
ámbito de América Latina ha sido (incluso a la fecha) una actividad poco
61
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. “ Sistematización del proceso de formación de usuarios de la
información”. Memorias de las XXIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC,
1993, p. 190
46
desarrollada debido, básicamente al desconocimiento, casi general, tanto de los
objetivos como de los métodos que deben emplearse para tal efecto62.
En razón de lo anterior, antes de analizar los problemas relativos a la formación
de usuarios para nuestro sujeto de estudio (la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada),
consideramos pertinente reseñar (si bien brevemente) tanto el concepto como los
distintos métodos que pueden emplearse para una formación efectiva y
sistemática de los usuarios de servicios bibliotecarios.
1.2.1. Concepto
De acuerdo con Céspedes, “la formación de usuarios es un proceso en virtud
del cual, las bibliotecas y otros centros documentales, interactúan con quienes
habitualmente utilizan sus servicios, a fin de volverlos consultantes funcionales
que empleen de la forma más conveniente para sí, los distintos acervos y
colecciones a que se tiene acceso”63. En este sentido, el proceso formativo de los
usuarios no sólo beneficia a éstos, sino también de forma directa e inmediata al
centro, puesto que es usual (como en el caso concreto que estamos analizando)
que los distintos acervos y colecciones sean sub-utilizadas por los consultantes,
minándose sustancialmente los alcances y objetivos institucionales.
Saray Córdoba , citando a T.D. Wilson, nos dice que la formación de usuarios:
“...es el proceso por el cual se capacita a los usuarios de la información
(efectivos o virtuales), para descubrir las fuentes pertinentes de
información, buscar dichas fuentes y organizar la información para
utilizarla...”64
La autora distingue además el concepto de formación respecto al de
educación de usuarios, en razón de que éste último es mucho más amplio, al
referirse a la creación de conciencia, tanto en el personal de los centros
documentales como en el público en general, de la importancia de la información
así como de la relevancia de la utilización de los recursos informativos.
De donde se infiere que la formación de usuarios, si bien se relaciona con la
concientización a nivel general de la relevancia de la información, se caracteriza
por tener una utilidad práctica, centrada directamente en el funcionamiento de las
bibliotecas y demás centros documentales.
62
CÓRDOBA GONZALEZ, Saray. “Aplicación de la metodología participativa para la formación de
usuarios”. Memorias de las XXII Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1991,
p. 164
63
CÉSPEDES, Cora. Didáctica de la Biblioteca: hacia la formación de usuarios y lectores
competentes en las bibliotecas escolares. Buenos Aires: CICCS, 1997, p. 61
64
CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray. Formación de usuarios para estudiantes universitarios: una
experiencia con metodología participativa. México: UNAM, 1997, p. 165
47
Por su parte, Hernández Salazar, formula la siguiente definición:
“...es el proceso de intercambio de experiencias o saberes sobre la
información y su uso, con el fin de que la persona que la usa pueda
cambiar su actitud en forma positiva, optimizando dicha utilización al
máximo...”65
Este proceso de cambio actitudinal, se encuentra, según Hernández Salazar,
determinado por las cualidades del intercambio experiencial. A saber, éste último
cuenta con una estructura tripartita, puesto que debe orientar (en tanto que dar a
conocer al usuario datos generales sobre la biblioteca o el centro documental de
que se trate), instruir (adiestrar al usuario respecto a los mecanismos de consulta
de las fuentes documentales), y transmitir conceptos relacionados con la
información (producción, transferencia, organización, búsqueda, recuperación,
servicios y difusión).
Para mayor precisión, la UNESCO ha referido, en específico los fines que
deben perseguirse en todo proceso de formación de usuarios. Este organismo
establece que la formación de usuarios incluye todo proyecto o programa
destinado a orientar e instruir a los usuarios actuales y potenciales, individual o
colectivamente con el objetivo de facilitar al usuario de la información:66
•
•
•
•
El reconocimiento de sus propias necesidades de información
La formulación de estas necesidades
La utilización efectiva y eficaz de los servicios de información
La evaluación de estos servicios
Es decir, la formación de usuarios es un conjunto complejo de procesos cuyo
eje es precisamente la necesidad de información del usuario; se trata de lograr
que los usuarios de una unidad de información (llámese centro de documentación
o biblioteca), pueda, en primera instancia reconocer lo que necesita y en un
momento subsecuente acceder de modo funcional a la información que necesita.
Así, de acuerdo con Tecuatl, las habilidades a considerarse en este proceso
formativo son, básicamente:
•
•
•
•
•
•
Reconocer y resolver problemas a través de la información
Identificar fuentes de información que resuelvan su problema
Buscar y localizar información (impresa y en medios automatizados)
Evaluar la información
Organizar la información para aplicaciones prácticas
Identificar elementos de representación de los documentos
65
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia, Op. Cit., 1993, p. 196
MENDOZA BENÍTEZ, Luz María. Algunas reflexiones en torno a la educación de usuarios, México:
UNAM, Dirección General de Bibliotecas. Disponible
en:http://www.dgbiblio.unam.mx/servicios/dgb/publicdgb/bole/fulltext/volVI2/educa.html, 2004
66
48
•
Redactar textos e insertar notas67
Es decir, la formación de usuarios abarca las distintas dimensiones del
usuario de información; el proceso se centra en éste por lo que el conocimiento
objetivo de sus necesidades es parte elemental de las pautas formativas que se
adopten. Y en este sentido, los estudios de usuarios juegan un papel
trascendental.
Como punto adicional, resaltan los siguientes elementos conceptuales de la
formación de usuarios:
a) Se trata de un proceso, entendido éste como una sucesión de pasos
ordenados que implican, tanto un estudio de las necesidades concretas de
los usuarios de información, cómo la instrumentación de medidas para que
éstos optimicen al máximo los resultados de sus consultas;
b) Dicho proceso implica la modificación dirigida de la esfera cognitiva de los
usuarios de la información. Se enfoca al desarrollo de habilidades y
destreza para la consulta adecuada y óptima de las fuentes documentales;
c) Su resultado idóneo es que los consultantes puedan no sólo familiarizarse
con los acervos o colecciones de una biblioteca u otro centro de
documentación o banco de datos, sino que pueden acceder de forma
sencilla y precisa a la información que necesitan;
d) Sus repercusiones son netamente prácticas: con el proceso de formación
se pretende que los usuarios cubran integralmente sus requerimientos de
información y que la biblioteca o centro de documentación potencie sus
actividades al sustentarse un mejor aprovechamiento de los recursos que
contiene.
Cabe, finalmente mencionar que el proceso al que nos referimos, adquiere en
la actualidad una relevancia especial, debido, ante todo, a la diversificación del
tipo de fuentes y a su aumento cuantitativo que muchas veces constituye un
problema toral del funcionamiento de las bibliotecas y centros análogos de
documentación. Angélica Hernández al respecto refiere que, bajo el contexto
actual, la cultura bibliotecaria tradicional se encuentra en un franco proceso de
crisis y que, muchas veces, la biblioteca no responde a las necesidades de
consulta del usuario68. Es decir, la vastedad de recursos con que actualmente
cuentan las bibliotecas ha rebasado con creces los lineamientos operativos
tradicionales, incrementándose de tal modo la importancia de que el usuario
juegue un papel mucho más activo en la búsqueda de información.
67
TECUATL QUECHOL, Graciela. El usuario de información, ponencia disponible en la página WEB de la
AMBAC: http://www.ambac.org.mx/publicaciones/editV4N3.html, 2004
68
HERNÁNDEZ, Angélica. “La formación de usuarios en la biblioteca escolar”. Memorias de las
XXVI Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1995, p. 238
49
El reconocimiento general de la importancia de la formación de usuarios de la
información, ha derivado en la existencia de una cantidad considerable de
enfoques metodológicos; a continuación se muestran los más importantes.
1.2.2. Enfoques metodológicos
Una vez analizado el concepto de la formación de usuarios, en el presente
apartado se revisan algunos de sus enfoques metodológicos más importantes, así
como las fases de su instrumentación.
Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las unidades de
información al querer formar usuarios, es la falta de un corpus teórico homogéneo.
Es decir, no existen reglas rígidas ni modelos “dogmáticos” para dicho proceso lo
que muchas veces, y ante la falta de una cultura bibliotecaria provoca múltiples
inconsistencias “que derivan en el rezago formativo de los usuarios de la
información”.69
Sin embargo, en la actualidad, son varios los enfoques que se han diseñado e
implementado.
De acuerdo a las tendencias históricas registradas en cuanto a la ponderación
objetiva de las necesidades de información de los usuarios, tenemos que las
primeras aplicaciones de la formación de usuarios se abocaron a capacitar a
usuarios de información científica para acceder a libros y publicaciones
especializadas en dichos temas. Hay poco que decir en cuanto a los métodos
empleados en ese entonces, puesto que lo común era la estructuración de cursos
que se daban en el seno de bibliotecas universitarias o centros de investigación.
En años subsecuentes, los avances reportados en las ciencias educativas,
particularmente en los años sesenta, repercutieron paulatinamente en los
procesos de formación de usuarios de fuentes documentales. En esta coyuntura,
los procesos de formación se compatibilizaron con los hallazgos referentes a la
cognición de los sujetos y a las nuevas técnicas y estrategias didácticas que
ganaban terreno en el mundo entero. Estos métodos basados en la aplicación de
técnicas provenientes de la práctica educativa son nombradas por Svinicky como
“métodos instruccionales”.70
Svinicky, subdivide a los métodos instruccionales en tres subcategorías
elementales determinadas con base en las técnicas que se emplean. Estas
subcategorías son, grosso modo, las siguientes:
69
ROMANOS, Op. Cit. P. 9
SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid, España:
Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992, p. 17
70
50
a) Métodos directos:
En estos métodos, quien instrumenta el programa y las actividades a realizar,
toma el control total del proceso comunicativo; es decir, es la institución la que
determina las actividades de aprendizaje, las encabeza y las ejecuta. Entre las
principales técnicas que se emplean se encuentran:
¾ Conferencias: Se definen como discursos orales transmitidos linealmente
por un emisor (usualmente adscrito a la biblioteca) a un grupo
determinado de receptores”71.
¾ Demostraciones: Es una exposición temática apoyada por recursos
didácticos diversos (gráficos, lecturas, etc.) que ilustra a los receptores
sobre el cómo realizar cierta actividad concreta (p. ej. Consultar el
catálogo).
¾ Recursos audiovisuales: Es una exposición lineal utilizando medios
audiovisuales tales como cintas de vídeo, películas de cine, diapositivas,
etc. Bajo este método, el recurso se exhibe sin permitir una participación
significativa de los receptores.
¾ Materiales escritos: Éstos se suministran a los usuarios y pueden
estructurarse como guías, manuales o textos expositivos que otorgan al
receptor información relevante sobre la estructura y funcionamiento de la
biblioteca.
¾ Visitas guiadas: Son recorridos por las instalaciones de la biblioteca.
b) Métodos semidirectos:
En estos métodos, ninguno de los dos sujetos intervinientes en el proceso
comunicativo (institución y usuarios), toma el control total de la instrucción; se trata
de establecer una interacción equitativa que conjunte las técnicas expositivas
lineales con la participación abierta de los usuarios. Entre las técnicas que se
emplean bajo este rubro, se encuentran:
¾ Conferencia/discusión: Al discurso lineal se suma una ronda final de preguntas
y respuestas en la que los receptores (usuarios) pueden exponer sus opiniones
y puntos de vista, favoreciéndose así la interacción de éstos con la institución.
¾ Estudios de caso: La técnica se implementa, usualmente, una vez que los
usuarios han adquirido habilidades y destrezas básicas de acceso a la
información de la Biblioteca o centro documental. Consiste en asignar a los
usuarios –individualmente o en grupo- un tema de investigación que éstos,
empleando las técnicas previamente aprendidas, deben documentar en un
número determinado de fuentes del acervo o las colecciones disponibles.
71
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. La formación de los usuarios de información en instituciones
de educación superior. México: UNAM, 1998, p. 18
51
¾ Instrucción asistida por métodos de tecnología compleja: La instrucción no la
imparte, de modo directo, algún funcionario de la biblioteca, sino que se ponen
al alcance del usuario, recursos tales como reproductores de audio o vídeo, o
bien recursos multimedia que otorgan información para facilitar la búsqueda y
recuperación de información. Estos recursos tecnológicos se colocan en
puntos estratégicos de la biblioteca y debe contarse, en su caso, con el apoyo
directo del personal de la institución (partiendo del supuesto de que no todos
los usuarios sabrían utilizarlos).
c) Métodos indirectos:
En estos métodos, es el usuario mismo el que asume el control del proceso
instruccional. No se implementan técnicas didácticas direccionales, sino que éstas
son sustituidas por actividades participativas en las que el personal de la biblioteca
sólo juega el papel de “facilitador” del aprendizaje. Por su naturaleza, estos
enfoques son más útiles para identificar problemas funcionales que para formar
hábitos y destrezas en los usuarios. Entre las técnicas de aprendizaje participativo
que suelen implementarse bajo este enfoque se encuentran:
a) Discusión: Se trata de una discusión abierta que versa sobre los principales
problemas de la biblioteca en la que participan los usuarios y algún
funcionario que hace las veces de moderador. Como en la mayor parte de
este tipo de técnicas, al final se obtienen conclusiones y se someten a
análisis.
b) Tormenta de ideas (Brainstorming): Quien encabeza esta dinámica
(moderador), pone a consideración del público un tema determinado
vinculado con el funcionamiento de la biblioteca; éste a su vez, expresa
libremente sus puntos de vista y sus propuestas.
c) Juegos/Simulación: Los usuarios, forman parte de dinámicas lúdicas que
usualmente versan sobre los mecanismos de búsqueda y recuperación de
información.
Con fines ilustrativos, en la Tabla 1, se presenta una relación de las principales
ventajas y desventajas de los enfoques metodológicos descritos, conforme a las
tendencias pedagógicas contemporáneas “de adscripción generalmente
cognoscitiva” 72 y a los indicadores aportados por las ciencias de la educación:
72
Cfr. ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente. México:
Spanta, 1999, pp. 19-21
52
TABLA 1. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS DISTINTOS ENFOQUES PARA LA
FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN
ENFOQUE
1. Métodos directos
2. Métodos semidirectos
3. Métodos indirectos
VENTAJAS
DESVENTAJAS
9 Mayor
posibilidad
de 9 Las técnicas demasiado
rígidas
restringen
manejar los contenidos de
considerablemente
la
los programas de formación.
posibilidad de expresión
9 Concisión en los objetivos y
de los receptores.
temas de aprendizaje.
9 Tiende al aprendizaje “de
memoria”,
que
no
siempre es el más
adecuado.
9 No favorece la reflexión
sistemática de los temas
ni el intercambio de
ideas
entre
los
receptores.
9 Posibilidad de manejar los 9 Si el programa no se
instrumenta
contenidos.
adecuadamente, puede
9 Concisión en los objetivos y
incurrirse en el desorden
temas de aprendizaje.
y en el incumplimiento de
9 Se favorece un aprendizaje
los
objetivos
significativo debido a la
prefigurados.
participación constante de
los receptores.
9 Tendencia
hacia
el 9 Poca concisión en los
objetivos de aprendizaje;
aprendizaje significativo, por
9 Pocas posibilidades de
oposición al memorístico.
dotar a los usuarios de
9 Mayor participación de los
información sobre temas
usuarios.
concretos.
9 Mayor compatibilidad para la
formación
de
usuarios
infantiles (por su carácter
lúdico).
De lo anterior puede inferirse que si los métodos directos, por su rigidez no
son, didácticamente los más adecuados para la formación de hábitos y destrezas
informativas; los métodos indirectos son demasiado laxos para atender
poblaciones de usuarios heterogéneas. En este sentido, los métodos semidirectos
conjuntan las ventajas de uno y otro. Sin embargo, como veremos más adelante,
el diseño de un programa de formación de usuarios que sea realmente funcional,
estará siempre sujeto a la consideración de aspectos concretos tales como la
naturaleza de las poblaciones, la edad de los usuarios, su nivel aproximado de
desarrollo cognitivo, etc. Y en este sentido, resulta inviable limitar los programas
53
de formación de usuarios en razón de los rubros o métodos descritos; “el mejor
método, será siempre el que más se adecúe a las peculiaridades del caso
concreto y cuya instrumentación tienda al desarrollo de habilidades y destrezas
aplicables fácilmente en la práctica”.73
1.2.2.1. Fases
En la actualidad no existen fórmulas acabadas o dogmáticas para la
planificación e instrumentación de los programas de formación de usuarios. Sin
embargo, algunos autores nos ofrecen ciertos lineamientos básicos para tal efecto.
Córdoba refiere que, desde el enfoque dialéctico, el diseño de los programas
de formación de usuarios, debe pasar por las siguientes fases74:
A. El diagnóstico de problemas a partir de la práctica de la institución.
B. La teorización, definida como “...un proceso de profundización ascendente
en el conocimiento, mediante acciones de reconocimiento, abstracción,
análisis y síntesis que llevan, mediante la construcción y apropiación de
conceptos, al conocimiento. Es decir, se trata de la elección de la instancia
teórica que más se ajuste a las necesidades del caso concreto.
C. La vuelta a la práctica, momento en el que se da la aplicación y
subsecuentemente, la evaluación de la funcionalidad del programa.
Por su parte, Hernández Salazar , desde un enfoque sistémico, establece que
las fases elementales para la elaboración de un programa de formación de
usuarios son:
A. Definir el problema conforme a los indicadores prácticos observados en la
biblioteca o centro de documentación de que se trate.
B. Reunir datos, es decir, diagnosticar metódicamente las peculiaridades del
problema a resolver. En este sentido, el estudio de usuarios es una
herramienta de análisis muy útil.
C. Analizar el sistema y sintetizar las alternativas de solución, lo que implica
evaluar cuáles métodos y herramientas son los más viables para la
resolución de la problemática previamente identificada.
D. Implementar las técnicas y estrategias elegidas para la corrección de la
problemática.
E. Evaluar el proceso en su conjunto.
En los enfoques anteriores pueden observarse más similitudes que diferencias:
a saber, en primera instancia es necesaria la identificación objetiva del o los
problemas a resolver para posteriormente efectuar un diagnóstico, una valuación
de alternativas de solución y, finalmente su implementación y evaluación general.
73
74
CÉSPEDES, Cora, Op. Cit. p. 151
CÓRDOBA, Op. Cit., 1991, p. 167
54
Sólo esta sucesión sistemática de fases permitirá que el estudio de usuarios
otorgue indicadores reales y útiles sobre aquéllos aspectos que habrán de
reformarse hacia la elevación integral de la calidad de los servicios que ofrece la
biblioteca al público. Estas fases serán referidas, para el caso concreto, en los
siguientes apartados.
CAPÍTULO 2
LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE
LA SHCP
55
En el presente capítulo se realiza una reseña general de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
adscrita institucionalmente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), contemplando
sus antecedentes (institucionales e históricos), como su estructura documental y operativa vigente.
Ello con la finalidad de tener datos relevantes sobre la institución objeto de estudio antes de
plantear el estudio de usuarios.
2.1.
Antecedentes institucionales de la SHCP
La SHCP es una de las Secretarías más antiguas en la estructura administrativa del Estado
Mexicano puesto que surgió inmediatamente consumada la Independencia, el 4 de octubre de
1821. Aunque a fines de ese año, por Decreto presidencial recibió la denominación de Secretaría
de Hacienda, Crédito Público y Comercio, “algunos años después retomó el nombre con el que
hasta hoy la conocemos”75.
Su creación respondió, desde luego, a la necesidad de establecer un control sistemático de las
finanzas públicas del naciente Estado mexicano era, en efecto, una prioridad que alguna institución
se ocupase ex profeso de recaudar y administrar los impuestos y demás ingresos del gobierno
preestablecidos por el Congreso. Sin embargo, con el paso del tiempo y en la medida en que la
trama institucional, política y social del Estado fue volviéndose más compleja, la SHCP fue
cobrando nuevas atribuciones distintas a la de la recaudación y administración tributaria;
paulatinamente, la Secretaría en cuestión se convirtió en órgano consultor del Poder Ejecutivo para
la implementación de políticas económicas y a la postre en órgano informativo de la vida
económica y política del país.
2.1.1.
Función informativa de la SHCP
Durante el período de consolidación institucional del Estado Mexicano (1821-1916), las
atribuciones de la SHCP se limitaban a la recaudación, administración y control de los impuestos
federales, pero a partir del reordenamiento político-administrativo que representó la promulgación
de la Constitución vigente, en 1917, las tareas de la Secretaría fueron diversificándose
sustancialmente.
El hecho de que la SHCP hubiese sido la institución rectora de las finanzas públicas nacionales
la había convertido en una invaluable fuente de información sobre el estamento jurídico y la
economía del país. En efecto, a lo largo del tiempo la Secretaría había logrado acumular un
número considerable de fuentes documentales (internas y externas) de gran utilidad política,
académica y social.
Las bibliotecas de la SHCP
La necesidad de organizar la información económica del país fue observada en 1928 por el
entonces Secretario de Hacienda, Luis Montes de Oca quien tomó la iniciativa de fundar una
Biblioteca adscrita a la Secretaría y encomendó dicha tarea a destacados intelectuales mexicanos
como Jesús Silva Herzog y Francisco Trejo Vázquez. La Biblioteca de Hacienda (que varias
75
ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo. México: Porrúa, 1994,
p. 164
56
décadas después se convertiría en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada) se fundó, finalmente el 1º
*
de octubre de 1928 en el Palacio Nacional , con el carácter que hasta la fecha conserva de
Biblioteca Pública, en tanto que a ella no sólo tiene acceso el personal de la Secretaría “sino
cualquier persona interesada en los temas que engloba”76.
La creación de la nueva biblioteca motivó la instauración, en 1929, del Departamento de
Biblioteca y Archivos Económicos así como la instrumentación de su Reglamento Interno. En virtud
de éste último, “se establecía formalmente la función informativa de la SHCP; el nuevo
Departamento debía hacer todo lo necesario para incrementar y preservar el acervo bibliográfico y
hemerográfico” 77, en la inteligencia de que éste constituía una fuente incomparable de información
histórica del país en los planos económico, jurídico y político.
Casi tres décadas después (el 18 de julio de 1957), y también a iniciativa del titular de la
Secretaría se creó un nuevo centro documental: la Biblioteca del Recinto de Homenaje a Don
Benito Juárez, cuya colección tiene como tema central la vida política y económica de México
durante el siglo XIX. Esta biblioteca se ubica frente al Patio de la Emperatriz en el Palacio Nacional
y cuenta, a la fecha con una colección de más de 2,500 obras divididas en una “Colección
General” (a la que accede todo el público) y un “Fondo Reservado” que sólo puede ser consultado
por investigadores acreditados.
La función informativa de la SHCP se elevó a un estatus jurídico con la promulgación de la Ley
de Secretarías y Departamentos de Estado (24 de diciembre de 1958) que establecía como una de
sus funciones básicas, sistematizar la información económica relevante para fines de estudio e
investigación. Esta premisa se reafirmaría en 1976 con la publicación de la Ley Orgánica de la
Administración Pública Federal (LOAPF).
En 1977, la administración de las bibliotecas de la SHCP corría a cargo de la Subdirección de
Acervo Patrimonial adscrita a su vez a la Dirección General de Servicios y Recursos Materiales.
Sin embargo, en 1991, tal Subdirección se fusionó con la Dirección de Promoción Cultural
creándose con ello la Unidad de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial a la que a su vez
pertenecía la Subdirección de Bibliotecas.
En 1997, la Unidad de Promoción Cultural pasó a ser la actual Dirección General de Promoción
Cultural y Acervo Patrimonial (DGPCAP) que:
“…tiene bajo su responsabilidad la dirección, coordinación y supervisión de las actividades
de promoción cultural, así como la difusión entre el personal de la Secretaría y el público
en general, de las colecciones de Acervo Patrimonial, los Recintos, las Bibliotecas, las
Hemerotecas, los Museos y el Fondo Histórico de la Secretaría de Hacienda y Crédito
Público…” 78
*
El contexto y los pormenores históricos de esta biblioteca son retomados en apartado especial, un poco más
adelante
76
SHCP. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Nociones de organización y servicios. México: SHCP,
1974, p. 1
77
SHCP. Reglamento para el Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos. México: SHCP,
1929, pp. 1-2
78
SHCP. Manual de Organización Específico. México: SHCP-Dirección General de Promoción
Cultural y Acervo Patrimonial, 2000, p. 3
57
Para el logro de tales funciones, la DGPCAP se subdivide en varias áreas que son:
•
•
•
•
•
La Dirección de Colecciones y Promoción Cultural.
La Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas.
La Subdirección de Proyectos Especiales.
La Subdirección de Apoyo Técnico y,
La Coordinación Administrativa.
Como puede observarse, en la actualidad, la administración de las bibliotecas de la SHCP es
una función a cargo de la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas. Para fines administrativos,
la Secretaría ha implementado, desde 1997, como dependencia de la citada Dirección de Museos,
Recintos y Bibliotecas la Subdirección de Bibliotecas, a cargo directo de los dos centros
bibliotecarios de la SHCP, es decir, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y la Biblioteca del Recinto
de Homenaje a Don Benito Juárez.
En la siguiente figura se presenta la ubicación específica de dichas unidades administrativas,
así como de las bibliotecas en la trama institucional de la SHCP:
FIG. 1. UBICACIÓN ADMINISTRATIVA DE LAS BIBLIOTECAS DE LA SHCP
SECRETARIO
SUBSECRETARIO
DIRECCIÓN
DIRECCIÓN DE MUSEOS, RECINTOS Y
BIBLIOTECAS
GENERAL
DE
Ó
SUBDIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS
BIB. MIGUEL LERDO DE TEJADA
BIB. DEL RECINTO DE HOMENAJE A
2.1.2.
Funciones genéricas de la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas
(DMRB)
Como se ha visto, la Dirección Administrativa que se encuentra a cargo de la administración de
las bibliotecas es la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas (DMRB), cuyas funciones de
acuerdo al Manual de Organización Específico de la SHCP son, básicamente:
a) En cuanto a los museos:
58
♦
♦
♦
Dar a conocer las distintas colecciones que constituyen el acervo patrimonial de la SHCP
contribuyendo así a la difusión de la cultura a nivel nacional.
Cuidar y, en su caso organizar la restauración de los objetos que conforman las colecciones
museográficas.
Establecer mecanismos de cooperación e intercambio con museos de otras entidades
federativas así como del extranjero.
b) En cuanto a los recintos:
♦
♦
♦
Difundir a un nivel general los Recintos propiedad de la Secretaría potenciando su
aportación a la cultura nacional mediante la realización continua de eventos artísticos y
académicos.
Preservarlos adecuadamente y restaurarlos periódicamente para garantizar su óptimo
estado.
Establecer mecanismos y sistemas de coordinación con instituciones públicas y privadas
para facilitar la realización de eventos culturales y académicos.
c) En cuanto a las bibliotecas
♦
♦
♦
♦
♦
♦
Instrumentar, orgánica y funcionalmente las políticas y procedimientos de la Subdirección de
Bibliotecas.
Supervisar, de forma directa los procesos técnicos de catalogación, preservación y acceso a
las distintas colecciones bibliográficas y hemerográficas.
Otorgar a la Subdirección de Bibliotecas los recursos humanos, técnicos y materiales
necesarios para garantizar el buen funcionamiento de los centros documentales.
Otorgar a la Subdirección de Bibliotecas los materiales documentales necesarios para
actualizar las colecciones.
Capacitar de forma continua y eficaz al personal técnico y operativo de la Subdirección de
Bibliotecas, a fin de ponerlo al día en cuanto a los últimos avances reportados por las
ciencias documentales e informativas.
Supervisar y monitorear el funcionamiento de las bibliotecas tanto en lo referente a los
procesos técnicos como en la atención a los usuarios a fin de garantizar que el acceso a las
colecciones sea eficaz y acorde a las necesidades del público.
Tras revisar las atribuciones genéricas de la DMRB, más adelante se analizan las funciones
concretas de la Subdirección de Bibliotecas por su íntima vinculación con la organización
específica de la Biblioteca objeto de nuestro estudio.
2.2.
Antecedentes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Al analizar lo correspondiente a la función informativa de la SHCP, se ha referido ya que en
1928 se fundó la Biblioteca de Hacienda que después se transformaría en la Biblioteca Miguel
Lerdo de Tejada, con el carácter de Biblioteca Pública que preserva hasta la actualidad.
Este acontecimiento se debió básicamente a la ausencia de bibliotecas que permitiesen analizar
la historia política y económica del país y a la consideración de que tal anomalía debía ser
59
subsanada por la Secretaría de Estado mayormente vinculada al quehacer económico nacional,
esto es, la Secretaría de Hacienda.
Así que, al inaugurarse la Biblioteca de Hacienda ubicada entonces en la antigua Casa de
Moneda – una notable obra arquitectónica construida a principios del siglo XVIII situada en el ala
oriente del Palacio Nacional- se pensó que se trataría de un centro documental especializado en
ciencias económicas. De hecho una de las principales consignas de Don Jesús Silva Herzog,
primer Director del Departamento de Bibliotecas de la SHCP, fue la creación de los archivos
económicos, una colección de recortes periodísticos ordenados en carpetas con los
acontecimientos económicos más importantes del país y del extranjero*.
Sin embargo, el entusiasmo suscitado con la fundación de la Biblioteca alentó una gran
cantidad de donaciones de libros sobre las materias más diversas. Así, para 1930 la Biblioteca que
inicialmente contara con 16,000 volúmenes vio robustecido su acervo de forma considerable
dándose la necesidad de trasladarla a un local más grande.
Fue así como, a principios de 1933, la Biblioteca de Hacienda junto con el Departamento de
Biblioteca y Archivos Económicos fueron trasladados a otro local que también había pertenecido a
la Casa de Moneda ubicado en la calle de Correo Mayor número 31. Aunque las normas de
catalogación, registro y colocación de las obras fueron básicamente las mismas que se habían
establecido en el Reglamento de 1929, se hizo un rediseño de las secciones que la integraban
atendiendo al vasto número de volúmenes con que se contaba. Éstas áreas fueron:79
‰
‰
‰
‰
‰
Economía y finanzas, en la que se incluían obras de varias subcategorías como fueron,
economía política, finanzas públicas y privadas, bancos, moneda y crédito entre algunas otras.
Derecho y legislación, que incluía una compilación completa de leyes desde la Independencia
así como un vasto número de obras jurídicas de muy distintas áreas.
Historia, conformada por: “…las obras más valiosas de Historia de México, inclusive la primera
edición de casi todas las crónicas religiosas […] gran cantidad de manuscritos de carácter
histórico e inumerables folletos sobre la misma materia…”80
Hemeroteca, consistente en una amplia compilación de periódicos y revistas antiguas y
modernas de México y del extranjero;
Archivos económicos, que ya para 1950 contaba con más de 6 millones de “informaciones”
(recortes ordenados en carpetas)
Aunque el nuevo local había logrado albergar tan vasto acervo, de cerca de 80,000 volúmenes
más los documentos hemerográficos y Archivos Económicos recopilados al día; hacia la década de
los cincuenta se avistaba ya la necesidad de un establecimiento mucho más grande y de una
estructura organizacional más compleja que respondiese al incremento substancial de obras que
se experimentaba año con año.
En 1957, los distintos acervos se fusionaron en uno sólo y se dio un acto solemne de
reinauguración en el que la Biblioteca, aún situada en Correo Mayor adquirió su nombre actual. La
placa conmemorativa de dicho acto decía, a la letra:
*
Los Archivos Económicos, como se verá más adelante constituyen una de las colecciones especiales más
importantes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
79
SHCP. Veinticinco aniversario de la fundación del Departamento de Bibliotecas de la SHCP.
México: SHCP, 1953, pp. 16-17
80
Ibidem, p. 18
60
“…Siendo Presidente de la República el C. Adolfo Ruiz Cortines y Secretario de Hacienda y
Crédito Público el C. Lic. Antonio Carrillo Flores fue inaugurada esta biblioteca como
aportación a la cultura de México. DF, a 20 de noviembre de 1957…”81
La tentativa de trasladar la biblioteca a un lugar mucho más amplio cobró forma hasta 1968,
cuando bajo el mandato presidencial de Gustavo Díaz Ordaz se inició la restauración y adaptación
del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri ubicado en el número 49 de la calle de República del
Salvador, en el centro de la Ciudad.
Las obras consistieron en la restauración de la fachada (el edificio databa del siglo XVI y se
encontraba en condiciones deplorables), en la adecuación y decoración de los interiores “y en la
construcción de un edificio anexo que a la postre albergaría la zona de almacenamiento de las
colecciones especiales y hemerográficas y las oficinas administrativas”82
El traslado de los materiales al nuevo local se efectuó a principios de 1970. En noviembre de
ese mismo año la biblioteca se reinauguró en acto solemne que contó con la presencia del
Presidente de la República y del Secretario de Hacienda.
A partir de entonces comenzó a darse un proceso de reestructuración técnica y operativa. De
1970 a la fecha, y a pesar de los múltiples cambios de adscripción administrativa a los que ya se
ha hecho referencia, el acervo de la biblioteca ha seguido incrementándose –ya sin restricciones
de espacio- su estructura documental cuenta con un mayor orden poniéndose especial cuidado
en la preservación de las colecciones especiales (el acceso a las mismas se ha reglamentado).
Sin embargo, puede a la fecha afirmarse que este centro de documentación (considerado como
uno de los más importantes del país) se encuentra en pleno proceso de modernización, asimilando
paulatinamente los avances registrados en los últimos años así por las ciencias documentales
como en lo referente a la administración y gestión bibliotecaria.
2.3.
Actualidad de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada
Tras analizar la evolución histórica e institucional de la biblioteca objeto de estudio, revisaremos
ahora su actualidad contemplando tanto su estructura documental como su organización. Esto con
la finalidad de ir aproximándonos a su problemática funcional y operativa que es el eje del estudio
de usuarios que se presenta en capítulo subsecuente.
2.3.1.
Estructura organizacional y servicios al público
2.3.1.1.
Estructura organizacional
Conforme al Manual de Procedimientos Específicos de la DGPCAP, la Biblioteca Miguel Lerdo
de Tejada cuenta con un Director, un Subdirector y cuatro Departamentos. Las funciones del
Director se vinculan, en términos generales, con la “coordinación general de la prestación de todos
y cada uno de los servicios de la institución y las del Subdirector con brindar a la Dirección los
81
82
SHCP, 1974, Op. Cit. p. 2
Cfr. ABREU, Juana. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 70 años. México: SHCP, 1998, pp. 50-51
61
apoyos logísticos necesarios para coordinar los servicios bibliotecarios, especialmente los relativos
al control del personal”.83 La estructura organizacional puede observarse en el siguiente
organigrama:
FIG. 2. ORGANIGRAMA DE LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA
DIRECCIÓN
SUBDIRECCIÓN
DPTO.
DE
ATENCIÓN AL
DPTO.
DE
DPTO.
PROCESOS
DE
EXTENSIÓN
DPTO.
DE
SERVICIOS
Por lo que toca a los cuatro Departamentos, sus funciones específicas son las siguientes:
¾
Departamento de Atención al Público
9
9
9
9
9
9
9
9
¾
Departamento de Procesos Técnicos
9
9
9
9
9
9
83
84
Aplicar las normas y políticas que se deben observar en el desarrollo de las actividades
de servicio al público.
Brindar servicio especializado de información a los usuarios.
Seleccionar y verificar los ejemplares recibidos a través de donación y adquisición en
coordinación con el área de extensión bibliotecaria.
Compilar índices y bibliografías a solicitud de usuarios en general y de investigadores.
Elaborar estadísticas sobre la prestación de servicios bibliotecarios.
Proporcionar información de los servicios que presta la Biblioteca vía telefónica.
Controlar préstamo de materiales bibliográficos, hemerográficos y de colecciones
especiales.
Controlar los préstamos “interbibliotecarios e institucionales”.84
Llevar a cabo el análisis bibliográfico de los libros existentes y de nueva adquisición, así
como darlos de alta en la base de datos para su subsecuente recuperación.
Efectuar el procesamiento bibliográfico de las colecciones a través de la clasificación, la
catalogación e indización.
Revisar la clasificación y la catalogación de las obras bibliográficas.
Realizar el proceso físico de sellado en los cantos, pegado de tira magnética y etiqueta
con la clasificación respectiva de los libros para enviarlos al servicio al público.
Efectuar las actividades de captura de datos de identificación de libros en los sistemas
automatizados.
Organizar y elaborar los catálogos ficheros.
SHCP. DGPCAP. Manual de procedimientos específicos, México: SHCP, 2000 p. 52
Ibidem, p. 54
62
9
¾
Proporcionar apoyo documental utilizando fuentes de información especializada en el
área de Biblioteconomía, al personal de la biblioteca.
Departamento de Extensión Bibliotecaria
9
9
9
9
¾
9
9
9
Investigar y seleccionar bibliotecas e instituciones educativas afines para establecer
convenios de intercambio.
Realizar un seguimiento periódico de novedades editoriales para fines de adquisición.
Proponer a la Subdirección de Bibliotecas la adquisición de material bibliográfico,
proceso que, sin embargo, suele darse sin tomar en cuenta las necesidades de
consulta de los usuarios.
Depurar y sistematizar la colección de Archivos Económicos.85
Departamento de Servicios Generales
Realizar el mantenimiento de las instalaciones.
Coordinar y supervisar la logística de los eventos realizados en la Biblioteca.
Supervisar que las condiciones de los espacios físicos donde se resguarda el acervo
biblio-hemerográfico y Fondo Reservado cumpla con las especificaciones requeridas.
2.3.1.2. Servicios al público
Conforme a los Reglamentos Internos de la Biblioteca objeto de estudio, los servicios que se
prestan al público son, básicamente:
1. Préstamo en sala: Es la consulta de material bibliográfico y hemerográfico en la sala de
lectura general. Para este servicio no existen más restricciones que las reglamentarias en
cuanto al correcto manejo de los materiales por parte del usuario.
2. Consulta especializada del Fondo Reservado: Es la consulta que se realiza en
específico sobre materiales pertenecientes a dicha colección. Sólo pueden acceder a este
servicio investigadores acreditados mediante credencial con fotografía expedida por alguna
institución académica y un escrito expedido por la misma en que se justifique la necesidad
de acceder a tales materiales (artículo 6 del Reglamento para el Fondo Reservado).
3. Sala de investigadores: El uso de esta sala es exclusivo para investigadores acreditados;
en ella pueden consultar materiales del Fondo Reservado, así como publicaciones
hemerográficas de acceso restringido.
4. Préstamo Interbibliotecario: Este préstamo es el medio por el cual el acervo bibliográfico
de la Biblioteca es accesible a otra sin importar a qué tipo corresponda (pública o
académica), siempre y cuando se establezcan convenios recíprocos para llevar al cabo
este servicio (art. 1º del Reglamento para Préstamo Interbibliotecario [SHCP,2003]).
Actualmente, la Biblioteca Lerdo de Tejada ha celebrado convenios para esta modalidad
de préstamo con más de 200 instituciones académicas y bibliotecas públicas. De acuerdo
con el Reglamento respectivo, los materiales de Fondo Reservado y los Archivos
Económicos no pueden ser objeto de este tipo de préstamos.
5. Servicio de fotocopiado, el cual únicamente se restringe tratándose de materiales en mal
estado y de acuerdo a la normatividad vigente en materia de derechos de autor (SHCP,
2003)
85
Ibidem, p. 57
63
Es importante señalar que, a pesar de las múltiples evaluaciones funcionales que sobre los
servicios bibliotecarios ha desarrollado la SHCP (el último efectuado en 2002 con la finalidad de
evaluar la calidad de los servicios prestados por la biblioteca), hasta la fecha no se ha logrado
integrar a ésta como un auténtico sistema de servicios.
Es decir, no existe una conexión funcional entre los diversos subsistemas que, según Brown
deben guiar el funcionamiento de las bibliotecas, a saber, integración (conformación de los
elementos materiales y humanos de los que depende el funcionamiento de la biblioteca);
organización (determinación sistemática de procesos, metas y objetivos); servicios (prestados
por la biblioteca al público) y gestión (“las tareas que la biblioteca debe cumplir para lograr sus
objetivos”86), lo cual deriva en un desfasamiento funcional de las distintas áreas operativas que
afecta, principalmente, la calidad de la interacción entre los usuarios y los servicios prestados por
la institución.
En lo anterior inciden varios factores. Uno de ellos es que la mayor parte del personal que
labora en la Biblioteca carece de estudios en el área de Biblioteconomía. Actualmente, de los
veintiún empleados que laboran en las áreas de procesos técnicos y servicios al público, sólo 6
son bibliotecónomos estando éstos en su totalidad adscritos a procesos técnicos. Es decir, los
flujos operativos vinculados con la atención al público se encuentran delegados a personal
empírico que basa su trabajo principalmente en la “experiencia personal” así como en los cursos
de biblioteconomía que cada dos años, aproximadamente, imparte personal de la Secretaría. Se
infiere que hace falta una mejor capacitación del personal así como una mejora substancial que
modifique la disposición del personal para atender las necesidades del usuario.
Bajo estas circunstancias es muy difícil que se logre la misión, planteada en el 2002, de
brindar al público el servicio de documentación sobre temas económicos políticos y sociales, con
una perspectiva enfocada al servicio de la comunidad y a la satisfacción de los intereses de los
distintos sectores que acuden a la Biblioteca.
2.3.2. Estructura documental
Actualmente, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuenta con más de trescientos mil
volúmenes, la gran mayoría de ellos pertenecientes a las Ciencias Sociales (que engloban las
obras de Economía) y las Humanidades. Sus colecciones que habían permanecido organizadas
conforme al modelo instaurado en 1957, fueron reestructuradas en 1993.
Las obras se encuentran organizadas, básicamente en seis colecciones, una general y cinco
especiales.
La colección general se conforma por 30,000 volúmenes disponibles al público de forma directa
(en estantería abierta). En esta colección predominan, como se ha dicho los temas de ciencias
sociales y humanidades. Cabe mencionar (sin que con ello se pretenda aún identificar una
problemática concreta, que se cuenta con un catálogo manual (de tarjetas) y uno automatizado al
que no es fácil acceder debido a que el número de computadoras en sala es muy reducido (6) y
han de utilizarse únicamente bajo la supervisión y asesoría del personal bibliotecario, casi siempre
ocupado por el alto número de usuarios que usualmente se tiene en la sala general.
86
BROWN CÉSAR, Javier. Lineamientos para una teoría bibliotecaria. México: ENBA,2000
64
Las colecciones especiales son las siguientes87:
COLECCIÓN DEL FONDO HISTÓRICO DE LA SHCP
Esta colección se integra, básicamente por publicaciones oficiales de la SHCP desde el siglo
XIX hasta la fecha. Abarca libros, folletos y ediciones especiales y periódicas de la Secretaría. Se
incluyen también todas las publicaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e
Informática (INEGI). A esta colección puede acceder cualquier usuario que acredite su identidad.
Actualmente suma más de 40,000 volúmenes.
FONDO RESERVADO
Se conforma por libros editados entre los siglos XVI y XIX, manuscritos que datan de los siglos
XVII al XIX, así como una colección de folletería de los siglos XVIII hasta principios del XX. Dentro
de esta colección (una de las de mayor valor histórico para el país) se encuentran varias
bibliotecas privadas que fueron donadas a la Biblioteca Lerdo de Tejada. Entre los donadores se
encuentran personajes importantes para la historia nacional como Carlos Díaz Dufóo (1861-1941),
Miguel A. Quintana (1877-1951) y Arturo Arnaiz y Freg. Asimismo, se cuenta con documentos
autógrafos de escritores tan importantes como Alfonso Reyes, Salvador Novo, Gilberto Owen y
Xavier Villaurrutia entre muchos otros. También incluye algunas obras que fueron propiedad de
personajes como Nicolás León, Joaquín García Icazbalceta y Carlos de Sigüenza y Góngora . Su
acceso se encuentra restringido a investigadores acreditados. Actualmente, el número de
volúmenes de esta colección asciende las 25,000 obras.
ARCHIVOS ECONÓMICOS
Los archivos económicos se integran por una recopilación de notas periodísticas procedentes
de periódicos y revistas nacionales, organizados en carpetas por temas y orden cronológico.
Puesto que la recopilación abarca el período transcurrido entre 1928 y 1993, actualmente se trata
de una colección muy robusta (son más de 40,000 carpetas) y conforman “una fuente de gran
importancia para investigadores y público en general” 88. Puede ser consultada por cualquier
persona que acredite su identidad.
87
88
SHCP. Colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, INTERNET, página WEB de la BMLT, 2003
Idem
65
COLECCIÓN DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS
Se conforma por periódicos y revistas nacionales publicados desde el siglo XIX a la fecha. Se
incluye la colección de Diarios Oficiales de 1842 a la fecha y de Periódicos Oficiales de las
Entidades Federativas desde el siglo XIX hasta la década de los sesenta del siglo XX. En esta
colección pueden encontrarse auténticas joyas documentales como los clásicos periódicos
liberales y revolucionarios Aurora, Bandera de Juárez, El Demócrata, El Federalista, El Ahuizote,
El Hijo del Ahuizote, entre muchos otros. “Su acceso se encuentra restringido a investigadores
sólo para el caso de fuentes documentales del siglo XIX” 89. Actualmente, la institución no reporta
un número exacto de los volúmenes que integran esta colección.
COLECCIÓN DE DISCOS COMPACTOS
Se integra por discos compactos para computadora (PC) que contienen bases de datos con
información de índole muy diversa. Se incluye la colección completa de documentos electrónicos
del INEGI y de la SHCP, además de atlas, enciclopedias y publicaciones de interés general. Esta
colección puede ser consultada por cualquier persona que acredite su identidad. Actualmente, se
cuenta con 49 bases de datos de información histórica, económica, social y política de nuestro
país; sin embargo, se tiene proyectado “un aumento gradual de estas obras, dependiendo de la
nueva información que se vaya adquiriendo a lo largo del tiempo”90.
Tal es, a grandes rasgos la estructura documental de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuya
vastedad ha llevado a catalogarla como una de las bibliotecas públicas más importantes del país,
ya que sus distintas colecciones son consultadas lo mismo por investigadores que por estudiantes
de todos los niveles e incluso por gente desvinculada de toda actividad académica.
El análisis de la estructura funcional y documental de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada,
brinda los elementos necesarios para poder abordar la siguiente fase de este trabajo, a saber, el
estudio de usuarios para el caso concreto.
CAPÍTULO 3
ESTUDIO DE USUARIOS Y PROPUESTA PARA LA
FORMACIÓN DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA
MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SHCP
89
90
Idem
Idem
66
3.1. Justificación
Tal y como se dijo anteriormente, las sucesivas evaluaciones operativas a la
Subdirección de Bibliotecas han abordado sólo de forma marginal los aspectos
relativos al servicio al público, omitiendo la valuación de los puntos de vista de los
usuarios.
Esta desvinculación entre la institución y los intereses del público consultante
es un fenómeno que prevalece incluso desde los orígenes mismos de la Biblioteca
Miguel Lerdo de Tejada. A la fecha, la única información con que cuenta la
biblioteca respecto a los usuarios es un conteo aproximado de éstos basado en
los libros de registro; es decir, no se tiene información sistematizada sobre el perfil
del usuario; no se cuenta con evaluaciones previas sobre el conocimiento de las
colecciones o sobre el desempeño del personal; tampoco se tiene una noción de
lo que piensa el usuario sobre el uso de recursos tecnológicos para la realización
de las consultas ni sobre la eficacia de las mismas.
En tal sentido, puede afirmarse que el funcionamiento actual de la biblioteca se
basa exclusivamente en prácticas observacionales que tienen su origen en el
desempeño cotidiano de funciones. La ausencia de interacciones con el público ha
provocado un importante rezago en las funciones gestivas y de atención a los
usuarios que son consideradas por los estudios biblioteconómicos
contemporáneos, como “imprescindibles para la elevación de la calidad integral
de los servicios”91.
Un ejemplo ilustrativo de dicho rezago es que la Biblioteca objeto de estudio,
contando con gran cantidad de colecciones y un acervo de más de trescientos mil
volúmenes no ha implementado, a la fecha, programa alguno para la formación de
usuarios ( a pesar de haberse realizado diagnósticos organizacionales de forma
periódica), lo cual deriva en que las colecciones usualmente no sean utilizadas en
todo su potencial y que el perfil de los usuarios se limite, casi en su totalidad, a
estudiantes cuando podría ser una valiosa fuente de consulta para otros tipos de
público. Por ello es importante contar tanto con estudios sistemáticos de usuarios
como con programas de formación de los mismos.
En este orden de ideas, un estudio de usuarios es el primer paso hacia la
valoración objetiva de los problemas operativos de la institución con respecto al
subsistema de servicios al público; su realización responde no sólo a la vastedad
del acervo y la diversidad de sus colecciones sino, principalmente a la necesidad
91
Cfr. HIMNEL, Ethel. Planificar para obtener resultados: proceso de transformación de la
biblioteca. España: Diputacio de Barcelona, 2001, p. 40
67
de modernizar la estructura operativa de la Biblioteca, presupuesto insoslayable
para la elevación de la calidad general de los servicios bibliotecarios.
3.1.1. Metodología
La efectividad de un estudio de usuarios va siempre en función de la
metodología que se emplea, la cual se vinculará siempre con los objetivos
concretos que se persiguen. En cuanto a ello, es necesario puntualizar que no
existen lineamientos metodológicos rígidos, “sino que éstos pueden variar
dependiendo de las peculiaridades del caso concreto”.92 En el caso que nos
ocupa, los lineamientos metodológicos que se describen a continuación se
eligieron tomando en cuenta que nuestro objetivo central era allegarnos de datos
para mejorar la organización en su conjunto, es decir para mejorar, “de forma
integral la gestión bibliotecaria” 93 de la institución objeto de estudio.
3.1.2. Descripción general
Para la realización del estudio de usuarios se utilizó un método directo de
recolección de datos. Se diseñó y aplicó un cuestionario descripto-observacional a
una muestra no estratificada de usuarios de las distintas colecciones bibliográficas
y hemerográficas.
Técnicamente, el estudio de usuarios pretende identificar tres clases de
variables con la finalidad de estudiar los mecanismos de consulta como un
“proceso eminentemente comunicativo” 94. Éstas son:
•
•
•
Criterios referentes a las características del proceso comunicativo, es
decir, las motivaciones y causas de la búsqueda de información, la
interacción del usuario con el personal bibliotecario, etc.
Criterios referentes a las características propias del usuario que determinan
en gran medida, tanto las cualidades de las búsquedas, como las medidas
de mejora que pueden implementarse, particularmente en cuanto a la
formación de usuarios.
Criterios relacionados con el tipo de necesidad informativa generada, a fin
de identificar cuáles son las colecciones a las que hay que dar mayor
difusión, los tipos de materiales adquiridos para enriquecer el acervo
documental, etc.
El cuestionario (ver anexo 1) se diseñó para obtener información relevante sobre:
92
IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. P. 2
Idem
94
IZQUIERDO, Mónica. Una aproximación interdisciplinar al estudio del usuario de información:bases
conceptuales y metodológicas, Investigación Bibliotecológica, V 13, Num. 26, ene/junio de 1999, p. 121
93
68
a) Los procesos operativos de consulta y recuperación de la información;
b) La evaluación del desempeño del personal bibliotecario;
c) Identificación de los aspectos que pueden ayudar a mejorar la interacción
entre el público y el personal de la biblioteca, es decir, para lograr una
mayor sensibilización acerca de los intereses y necesidades del público.
Se aplicó in situ a lo largo de tres semanas, al término de las cuales los datos
obtenidos se vaciaron para su subsecuente graficación e interpretación.
La interpretación de resultados fue cuantitativa y cualitativa. La interpretación
cuantitativa consistió en el análisis de frecuencias de respuesta obtenidas en cada
reactivo (porcentajes sobre la muestra total). El análisis cualitativo se realizó, tal y
como señala Levin “interpretando y comentando los resultados obtenidos en cada
reactivo”.95
Para el vaciado de los resultados se utilizó una base de datos especial creada
bajo el sistema MS-Access puesto que éste otorga gran versatilidad para ordenar
y sistematizar los datos. Para la graficación se utilizó el sistema MS-Excell, ambos
bajo la plataforma Windows 98. Estos dos últimos programas se eligieron por ser
algunos de los más usuales en la actualidad, así como por la flexibilidad que
presentan para el manejo sistemático de datos.
3.1.2.1. Instrumento
El cuestionario, cuyo formato puede consultarse en el anexo 1 se diseñó de tal
forma que permitiese obtener información directa de los usuarios sobre aspectos
vinculados al funcionamiento de la biblioteca, basada en su experiencia como
usuarios de la información. Se elaboró pensando en identificar aquellos aspectos
que puedan ayudar, por un lado, al usuario para mejorar substancialmente la
calidad de sus consultas y por otro, para ubicar las medidas que pueden tomarse
para mejorar la interacción de éstos con el personal bibliotecario.
Formalmente se estructuró como un instrumento de tipo “descriptoobservacional”96. Asimismo, se trató de un cuestionario estructurado, en tanto que
sus preguntas están redactadas y organizadas conforme a un orden y a unos
objetivos predefinidos, lo cual facilitó la interpretación de las necesidades y
demandas de los usuarios.
Formalmente, el instrumento constó de 15 reactivos de respuesta cerrada,
distribuidos temáticamente del siguiente modo:
TABLA 2. ESTRUCTURA TEMÁTICA DEL CUESTIONARIO
LEVIN, Jack. Fundamentos de estadística en la investigación social, México: Harla, 1994, p. 56
NAMAKFOROOSH, Muhammad Naghi. Métodos de investigación en ciencias sociales. México:
Iberoamericana, 1997, p. 105
95
96
69
INDICADOR/TEMA
1. Perfil del usuario
2. Hábitos de consulta
3. Evaluación de los recursos de la
biblioteca
4. Propuestas de mejora y necesidades
de formación
REACTIVOS
1,2 y 3
4,5,6 y 7
8,9,10,11,12 y 13
14 y 15
3.1.2.2. Muestra
De acuerdo con los datos reportados por la Subdirección de Bibliotecas de la
SHCP, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, durante 2002 “contó con una media
mensual de afluencia de 10,250 usuarios en horario continuo” 97 (de 9:00 a 20:00
hrs) de lunes a viernes, lo que equivaldría a un promedio de 512 usuarios al día .
Con la finalidad de que el estudio de usuario contase con significancia
cuantitativa (es decir, que los resultados nos otorgasen una idea clara y objetiva
de las necesidades e intereses de los usuarios), se decidió tomar una muestra no
probabilística sobre el universo mensual promedio de usuarios. De acuerdo con
Rojas este tipo de muestra es el más adecuado para poblaciones “que exceden
los 10,000 sujetos” 98 con la aplicación de un cuestionario reducido.
Substituyendo los valores de la fórmula propuesta por Rojas para este tipo de
estudios y poblaciones:
n=
Z 2 pq
E2
Donde: Z= nivel de confianza; pq= a la variabilidad del fenómeno estudiado y
E=precisión con que se generalizan los resultados, tenemos que, bajo un nivel de
confianza de 95%, un nivel de precisión de .05 y un índice de variabilidad del
fenómeno de .5, la muestra fue de 370 usuarios (n=370)
Puesto que el objetivo del estudio fue obtener una aproximación a los
intereses y demandas de información de todo tipo de usuarios, la muestra no se
97
SHCP. Diagnóstico organizacional de la Dirección de Bibliotecas. México: SHCP, 2002, p. 73
ROJAS SORIANO, Raúl. Guía para realizar investigaciones sociales. México: Trillas, 1994, p.
172
98
70
estratificó aplicándose por igual a todos los usuarios de los servicios de la
biblioteca.
Sin embargo, cabe anotar que los rangos de edad adoptados en el reactivo 1
(menos de 14 años, entre 15 y 18 años, entre 19 y 30 y de 31 en adelante), se
determinaron observando, fundamentalmente las edades promedio de cambio de
un ciclo académico a otro, partiendo del supuesto (determinado en la práctica
observacional) de que la biblioteca prácticamente no es consultada por población
infantil, sino por adolescentes, jóvenes y adultos. Se consideró, asimismo, que
dicha información sería relevante para la determinación de las medidas que
habrían de tomarse para formar usuarios de la información.
3.1.2.3. Aplicación
El instrumento se aplicó con la anuencia de la Dirección de la Biblioteca, entre
el 17 de noviembre y el 2 de diciembre de 2003, en un horario de 15:30 a 19:00
hrs. Dichos horarios se determinaron por disposición expresa de la Dirección de la
Biblioteca. Para la aplicación de los cuestionarios se solicitó el apoyo del personal
de mostrador, aunque la mayoría de éstos fueron aplicados de forma personal por
la sustentante.
El cuestionario se aplicó en el mostrador principal de la sala general,
solicitando a los usuarios que lo llenasen al momento de recoger sus cosas
depositadas en el guardarropa. Aunque muchos usuarios se negaron a contestarlo
bajo el argumento de llevar mucha prisa, la disposición de éstos, en lo general
puede calificarse como positiva puesto que logró aplicarse el cuestionario al total
de la muestra.
3.1.2.4. Presentación y análisis de resultados
A continuación se presentan los cuadros y gráficos de frecuencia obtenidos en
cada reactivo. Después de cada gráfico se presenta brevemente el análisis
cuantitativo correspondiente a cada uno. En la parte final de este punto se
presentan los principales resultados cualitativos con los “cruces” de variables más
relevantes.
3.1.2.4.1. Gráficos e interpretación de frecuencia de respuestas
RANGOS DE EDAD DE LOS USUARIOS
71
GRÁFICO 1. USUARIOS POR GRUPOS DE EDAD
Menos de 14 años
(7.8%)
15-18 años (15.4%)
19-30 años (47%)
31 en adelante (29.7%)
El rango de edad predominante entre los usuarios es el de 19-30 años (47%);
le sigue el grupo de 31 años en adelante (29.8%) y posteriormente el de 15-18
años (15.4%); sólo un sector marginal de la muestra (7.8%) se adscribe al grupo
de edad de menores de 14 años.
RANGO CONCLUIDO DE ESCOLARIDAD
GRÁFICO 2. USUARIOS POR GRADO DE ESCOLARIDAD (TERMINADO)
Primaria (7.8%)
Secundaria
(18.1%)
Preparatoria
(45.4%)
Licenciatura
(23.5%)
Posgrado
(5.1%)
En lo que toca al nivel de escolaridad de los usuarios, tenemos que el grupo
predominante es el que afirma haber concluido la preparatoria (45.4%); con una
presencia también importante está el grupo de quienes han concluido una
licenciatura (23.5%). Con rangos mucho menos significativos encontramos los
siguientes grupos: secundaria (18.1%), primaria (7.8%) y posgrado (5.1%).
FRECUENCIA DE ASISTENCIA A LA BIBLIOTECA
72
GRÁFICO 3. FRECUENCIA DE ASISTENCIA A LA BIBLIOTECA
Diariam e nte (6.5%)
2-3 ve ce s /s e m ana (22.2%)
1 ve z/s e m ana (18.6%)
2 ve ce s /m e s (10%)
De ve z e n cuando 20%)
Prim e ra ve z(22.7%)
El 22.7% de la muestra afirmó que se trataba de su primera visita a la
biblioteca, en tanto que un 22.2% señaló asistir a la biblioteca de 2 a 3 veces por
semana. El 20% dijo asistir esporádicamente y el 18.6%, sólo una vez a la
semana. El 10% de la muestra afirmó asistir dos veces al mes.
ACTIVIDAD QUE MÁS REALIZA EN LA BIBLIOTECA
REACTIVO 4. OBJETO DE LAS CONSULTAS
Es parcim ie nto(17.3%)
Inv. par a trabajos
e s colare s (53%)
Inv. par a te s is (26.2%)
Inv. Acadé m ica (3.5%)
La gran mayoría de los encuestados afirma asistir a la biblioteca buscando
información para realizar sus trabajos escolares (53%). Un porcentaje también
significativo apuntó que el objeto de sus visitas a la biblioteca es investigar para su
tesis profesional o de grado (26.2%), en tanto que el 17.3% tomó la opción
“esparcimiento”. La investigación académica ocupó, en este sentido un lugar
marginal con sólo el 3.5% de los usuarios encuestados.
**NOTA: No se presentaron respuestas en la opción adicional “otra”.
73
Documentos consultados con más frecuencia
GRÁFICO 5. CONSULTA POR TIPO DE MATERIALES
Libros(62.4%)
Diarios y revistas
(21.4%)
Fondo reservado (5.1%
Archivos económicos
(3.8%)
CD-Rom (7.3%)
Los materiales más consultados resultaron ser los libros, tal y como señaló el
62.4% de la muestra. En seguida encontramos los diarios y revistas (21.4%). Con
porcentajes marginales encontramos las consultas a las bases de datos en CDROM (7.3%), al Fondo Reservado (5.1%) y a los Archivos Económicos (3.8%).
. ¿CÓMO REALIZA SUS CONSULTAS?
MECÁNICA DE LAS CONSULTAS
Catálo g o d e
tar je tas (50.5%)
Catálo g o e le ctr ó n ico
(25.7%)
Co n s u lta as e s o r ad a
(6.2%)
T o d as las an te r io r e s
(17.6%)
En cuanto a la mecánica de las consultas, el 50.5% de los encuestados afirmó
hacerlas por medio del catálogo de tarjetas; un 25.7% usando el catálogo
electrónico y sólo un 6.2% a través de la asesoría del personal de la biblioteca. Un
17.6% señaló utilizar todos los medios anteriores.
74
¿ CUÁLES SON LAS MATERIAS QUE MÁS CONSULTA
Nota: Para el desglose de áreas se tomó como modelo el expuesto por Sanz, adaptado conforme a
los criterios de división más usuales en nuestro sistema educativo (Vgr. ANUIES)
GRÁFICO 7. CONSULTAS POR ÁREA ACADÉMICA
Ciencias Sociales (53.8%)
Ciencias exactas (2.4%)
Ciencias biológicas (3.5%)
Artes y hum anidades
(27.3%)
Inform ación diversa 13%)
De acuerdo con la encuesta, las áreas académicas sobre las que más se
consulta son las Ciencias Sociales y las Humanidades (53.8 y 27.3%
respectivamente); un 13% tomó la opción “información diversa”, en tanto que sólo
existen casos aislados de consulta en ciencias biológicas y exactas.
¿ENCUENTRA UD. LOS MATERIALES QUE NECESITA?
GRÁFICO 8. DISPONIBLIDAD DE MATERIALES BUSCADOS
Siem pre(11.4%)
Casi siem pre(17%)
Regularm ente
(71.6%)
En tanto que sólo un 11.4% de la muestra apuntó que los materiales que busca
siempre se encuentran disponibles y un 17% tomó la opción “casi siempre”; el
75
sector mayoritario (71.6%) señaló que dichos materiales sólo están disponibles
“regularmente”.
¿HA CONSULTADO LAS COLECCIONES ESPECIALES?
GRÁFICO 9. ¿HA CONSULTADO LAS COLECCIONES ESPECIALES?
Si (12.7%)
No (39.2%)
Desconoce su
existencia (48.1%)
La mayor parte de los encuestados (en el orden del 48.1%) desconoce la
existencia de las colecciones especiales. Un 39.2% afirma no haberlas consultado
y un 12.7% señaló sí haberlo hecho.
¿ HA CONSULTADO LAS BASES DE DATOS EN CD ROM?
GRÁFICO 10. ¿ HA CONSULTADO LA BASE DE DATOS EN CD ROM?
Si (9.2%)
No (44.3%)
Ignoraba su
existencia (46.5%)
76
Sólo un 9.2% de la muestra declaró haber consultado las
bases de datos en CD-ROM en tanto que un 44.3% apuntó lo
contrario y un 46.5 señaló desconocer dicho servicio.
¿ESTÁ ACTUALIZADA LA BIBLIOTECA EN LA MATERIA QUE LE
INTERESA?
GRÁFICO 11. ¿ESTÁ LA BIBLIOTECA ACTUALIZADA EN SU MATERIA?
Si (28.6%)
No (71.4%)
La mayor parte de los encuestados anotó que la biblioteca no está actualizada,
al menos en cuanto a sus consultas personales (71.4%); asimismo, el 28.6%
restante afirmó lo contrario es decir, que la biblioteca sí está debidamente
actualizada.
¿ CÓMO LE PARECE LA LOCALIZACIÓN DE MATERIALES EN LA
BIBLIOTECA?
GRÁFICO 12. CALIFICACIÓN DE LOS MECANISMOS DE LOCALIZACIÓN DE MATERIALES
77
Agil y sencilla (20%)
Un poco difícil
(38.7%)
Difícil (35.1%)
Muy difícil (6.2%)
Un sector mayoritario (38.6%) calificó a la búsqueda de materiales como “un
poco difícil”, en tanto que un 35.1% tomó la opción “difícil”; un 6.2% señaló
encontrar grandes dificultades para hallar los materiales. Un 20% coincidió al
calificar a la búsqueda como ágil y sencilla
BUENA DISPOSICIÓN DEL PERSONAL BIBLIOTECARIO PARA
AUXILIAR EN LAS BÚSQUEDAS
GRÁFICO 13. EVALUACIÓN DE LA DISPOSICIÓN DEL PERSONAL PARA ASESORAR
Siem pre (15.1%)
Casi siem pre
(19.2%)
Regularm ente
(47.3%)
Nunca (18.4%)
Sectores importantes de la muestra calificaron la disposición del personal
bibliotecario para asesorar las búsquedas entre regular y mala (47.3 y 18.4%
respectivamente). El 19.2% señaló que el personal “casi siempre” está dispuesto a
auxiliarlo mientras que el 15.1% tomó la opción “siempre”.
¿SE PODRÍAN MEJORAR DE ALGUNA FORMA LOS SERVICIOS DE
LA BIBLIOTECA? ¿CÓMO?
78
**Nota: Sólo 242 sujetos contestaron esta pregunta; 236 de ellos en sentido
positivo y 6 en negativo. Las tendencias de respuesta en los 236 casos afirmativos
fueron las siguientes.
FRECUENCIA
PORCENTAJE
179
75.8
21
36
8.9
15.3
236
100
TENDENCIA DE RESPUESTA
1. Una mejor atención al público.
Mejora del perfil del personal
bibliotecario
2. Más computadoras en la sala
3. Mayor difusión y acceso a las
colecciones especiales
TOTAL
GRÁFICO 14. PROPUESTAS DE MEJORA
Mejora en el servicio
al público (75.8%)
Más computadoras en
sala(8.9%)
Difusión y acceso de
colecciones especiales
(15.3)
De las tres tendencias de respuesta que se presentaron en cuanto a las
propuestas de mejora, el 75.8% se inclinó por un mejor servicio al público; el
15.3% sugirió una mayor difusión y acceso a las colecciones y materiales
especiales y el 8.9% anotó la necesidad de más computadoras en la sala general.
79
¿LE GUSTARÍA PARTICIPAR EN UN PROGRAMA DE FORMACIÓN
DE HABILIDADES PARA CONSULTAR EN LA BIBLIOTECA?
GRÁFICO 15. DISPOSICIÓN DE LOS USUARIOS PARA TOMAR CURSOS DE
FORMACIÓN DE HABILIDADES INFORMATIVAS
Si (81.9%)
No(17.3%)
No sé (.8%)
Una gran mayoría de los encuestados (el 81.9%) muestra buena disposición
para tomar un curso que los forme como usuarios de información, mientras que
sólo un 17.3% apuntó lo contrario. El 0.8% dijo no saber.
3.1.2.5. Resultados cualitativos
♦ Los resultados relativos al grupo de edad y a la escolaridad, llevan a inferir
que la mayor parte de los usuarios son estudiantes o tesistas, factor que
debe ser tomado en cuenta al estructurar las colecciones, principalmente la
general (considerando que una buena parte de los encuestados acusó
deficiencias en cuanto al acervo); asimismo se infiere que los programas
de formación de usuarios que se instrumenten deben enfocarse
principalmente a este sector. Por otra parte, y en congruencia con lo
observado en la práctica bibliotecaria, se requiere una mayor difusión de las
colecciones ya que éstas son herramientas fundamentales para el
desarrollo de investigaciones académicas. Ello, sin embargo no debe
implicar que la formación de usuarios se limite a la población joven puesto
que también existen sectores significativos de otros grupos de edad. De
acuerdo a la experiencia bibliotecaria, se infiere la necesidad de que los
procesos de formación sean constantes y utilicen medios diversos debido a
que existe un alto número de usuarios temporales o esporádicos.
80
♦ Existe un desconocimiento, prácticamente generalizado de la existencia de
las colecciones especiales, aún de aquellas que, como los archivos
económicos y las bases de datos en CD-ROM están disponibles para todo
el público. Esta problemática tiene dos consecuencias fundamentales: que
los usuarios que asisten a la Biblioteca no potencien sus búsquedas de
información quedándose en exclusiva con lo que encuentran en las
colecciones generales; por otro lado, tenemos nuevamente que éste
desconocimiento de las colecciones limita la satisfacción del usuario
reafirmándose la necesidad de darles mucha mayor difusión, así como de
instrumentar medios instruccionales eficaces para que los usuarios sepan
utilizar las bases de datos (para tal efecto bastaría quizá instruir a los
usuarios en el uso de Windows y en la utilización secuencial de los discos
compactos). Por otra parte, los resultados generales del estudio nos indican
que los esfuerzos de formación de usuarios deben enfocarse de forma
considerable al desarrollo de habilidades y destrezas de consulta en
referencia a las colecciones especiales. Es necesario, asimismo que la
formación de usuarios vaya aparejada de sistemas adecuados de difusión
de las colecciones especiales.
♦ Los datos reportados sobre las actividades y los materiales más usuales en
la biblioteca, señalan la predominancia de un público estudiantil que acude
tanto a realizar trabajos escolares como sus tesis profesionales lo cual debe
ser tomado en cuenta al momento de diseñar los procesos de formación de
usuarios de la información. La poca difusión de los acervos especiales es,
como hemos dicho, un factor condicionante de la baja incidencia de
consultas por parte de posgraduados e investigadores, siendo necesario,
por un lado dar una mayor difusión a las colecciones especiales, así como
formar a los usuarios para su utilización habitual. Puede inferirse: 1. Que
para el incremento de consultas en niveles académicos avanzados
(investigadores y posgraduados) es necesario buscar medios de
intercambio institucional que den a conocer, hacia el exterior la existencia y
estructura de las colecciones especiales, así como instrumentar medidas
internas de difusión; aunque se supone que el público que accede a estas
colecciones (usualmente investigadores) cuentan ya con ciertas habilidades
informativas, sería necesario contar con una serie de recursos que
refuercen dichas habilidades para lo cual los recursos informáticos jugarían
un papel primordial. 2. Que, en función de la edad predominante de los
usuarios, las medidas formativas que se implementen deben ir de acuerdo a
las necesidades de consulta y a las aptitudes de aprendizaje
correspondientes, sobre todo a los niveles de educación media y superior.
♦ Aunque, en términos generales, los usuarios de la biblioteca dicen encontrar
la información que buscan, cabe anotar que este indicador es relativo,
puesto que los mecanismos de búsqueda son, en muchos casos
sumamente limitados (lo cual puede influir negativamente en la realización
de búsquedas complejas). Existen, por otra parte, deficiencias significativas
en cuanto a los mecanismos de búsqueda. Se identificó un uso muy limitado
del catálogo electrónico lo que nos habla de la necesidad de dar a éste
81
♦
♦
♦
♦
mayor difusión y a los usuarios una mejor instrucción para su uso
sistemático. También hay que considerar que, de acuerdo a los resultados
la disposición del personal bibliotecario para asesorar a los usuarios en sus
búsquedas es limitada lo cual afecta, en lo general los mecanismos de
consulta y recuperación de información. Lo anterior nos habla de la
necesidad de mejorar las interacciones usuario/personal bibliotecario para lo
cual la formación de usuarios representa una alternativa importante. Los
resultados obtenidos nos hablan de que en los medios instrumentales para
la formación de usuarios en la Biblioteca, el uso de los catálogos debe jugar
un papel trascendental. Asimismo, la capacitación constante del personal
bibliotecario de acuerdo con los nuevos objetivos a conseguir no debe
soslayarse.
Existen problemas también en cuanto a la localización de los materiales en
la sala de consulta general (la eficacia de las búsquedas es relativa debido
al desconocimiento de otras colecciones y las deficiencias en los
mecanismos de consulta), deficiencia que puede atribuirse, principalmente a
la falta de flujos adecuados en cuanto a la formación de usuarios. Es decir,
los usuarios no conocen en la medida necesaria ni el uso de los catálogos ni
la ubicación física de las obras en la estantería, aspectos que deben
tomarse en cuenta en todo proceso de formación de usuarios en la
biblioteca en estudio.
El hecho de que los usuarios señalen poca disposición del personal para
asesorarlos, nos habla, a su vez, de la necesidad de emprender programas
de capacitación que induzcan al bibliotecario a mejorar su actitud ante las
necesidades de los consultantes. Este proceso de “sensibilización” del
personal, debe, idóneamente ir aparejado de la instrumentación de cursos
de formación para los usuarios de la biblioteca. Si no existe una adecuada
relación de correspondencia entre la formación de usuarios y la
sensibilización del personal ante los objetivos perseguidos pueden
presentarse desfasamientos significativos en los cambios que se pretenden
obtener en el plano institucional.
Es prioritario poner mayor énfasis en el uso de recursos tecnológicos para
simplificar y facilitar los procesos de búsqueda así como dar una mayor
difusión a las colecciones especiales. Ello no sólo implica “allegarse de
recursos materiales”, sino también incorporar de lleno, al funcionamiento de
la biblioteca los beneficios de la tecnología de la información, que hasta la
fecha es insuficiente (la infraestructura tecnológica es, como se ha visto
muy limitada).
En la mayor parte de los problemas detectados, la formación sistemática de
los consultantes como usuarios de información juega un papel primordial ya
que ésta no sólo permitiría mejorar los procesos de búsqueda y
recuperación de la información, sino que además coadyuvaría a abatir el
problema de la subutilización de colecciones y mejoraría substancialmente
las interacciones con el personal de la biblioteca. En síntesis, las estrategias
formativas de usuarios en el caso concreto son insoslayables y deben
basarse tanto en la estructura documental de la biblioteca como en las
82
aptitudes de los usuarios en función de su edad y grado académico. Debe
procurarse, asimismo, incorporar el uso de tecnología de punta que
agilizaría substancialmente no sólo los procesos “inmediatos” de consulta,
sino los procesos de formación de auténticos usuarios de la información
documental a través de medios instruccionales que familiaricen al usuario
con estas tecnologías y la instrumentación de tutoriales a los que los
usuarios puedan acceder con facilidad.
Los anteriores elementos, brindan los lineamientos básicos para estructurar la
propuesta de formación de usuarios que se presenta a continuación.
3.2. Propuesta para la formación de usuarios
Tras haber recogido y analizado la información del estudio de usuarios, en el
presente apartado se plantea la propuesta de Formación de usuarios para la
BMLT contemplando sus distintas fases (planificación e instrumentación).
3.2.1. Diagnóstico y planificación
De acuerdo a los lineamientos referidos en el punto anterior y atendiendo a las
peculiaridades de nuestro caso concreto, la fase correspondiente al diagnóstico
del problema se encuentra cubierta con el estudio de usuarios presentado en el
capítulo anterior. Los indicadores obtenidos en el mismo se vinculan, de forma
directa con la planificación de un programa de formación de usuarios.
En efecto, tal y como afirma Hernández Salazar, son varios los factores que
deben tomarse en cuenta para lograr que el programa sea funcional, y destacan
aquellos relativos a la naturaleza de la institución (si se trata de una biblioteca
escolar, universitaria o pública), así como al perfil del usuario (su categoría
intrapersonal) puesto que los elementos de organización del conocimiento que los
usuarios tienen sobre un tema, “...son básicos para asimilar alguna tarea de
aprendizaje sobre el mismo tema...”99
En cuanto al primero de estos aspectos, hay que considerar que la institución
objeto de estudio es una biblioteca pública y, como tal, atiende a un público de
procedencia, características y niveles educativos muy diversos. Por ello, la
planificación del programa de formación no puede ser igual que aquellos que se
realizan en las bibliotecas universitarias en las que existe mayor homogeneidad en
cuanto a edades y niveles educativos, además de mayores posibilidades de
99
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia, 1998, Op. Cit., p. 10
83
control a través de la matrícula. Asimismo, en el caso que nos ocupa, la formación
ha de tomarse, por parte del usuario, de forma voluntaria (no se cuenta, como en
algunas bibliotecas universitarias, con una motivación adicional –como podrían ser
los créditos académicos-) para que los usuarios asistan a las actividades.
Por otro lado, en lo que se refiere al perfil del usuario, el estudio diagnóstico
indica que, prácticamente la totalidad de los usuarios es mayor de 19 años, con
una predominancia de usuarios que concluyeron el nivel bachillerato. Asimismo,
es necesario tomar en cuenta que, de acuerdo al citado estudio, entre el tipo de
consultas que se realizan de forma habitual destacan las investigaciones
escolares y las tesis profesionales, por lo que, en el proceso de formación de
usuarios ha de tomarse en cuenta el acceso a las fuentes hemerográficas (las
segundas más consultadas según el estudio de usuario). Al respecto es
importante puntualizar que, puesto que el usuario es un ente multidimensional, la
consideración de sus características de desarrollo cognitivo juegan un papel
primordial en los procesos de formación. Tal y como apuntan Izquierdo, Ruiz y
Piñero el proceso de formación de usuarios requiere, desde luego:
“...Concebir el mundo de los usuarios como un fenómeno multidimensional,
asumiendo la existencia de un número importante de determinantes
(sociológicos, culturales, psicológicos, cognitivos, lingüísticos, etc.)...”100
Destaca también el desconocimiento casi generalizado de la existencia de
ciertas colecciones, particularmente la de bases de datos en CD ROM.
Puesto que como objetivo general del programa tendríamos: que los usuarios
de las distintas colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, adquieran las
destrezas y habilidades necesarias para optimizar los procesos de consulta y
recuperación de información acorde a sus requerimientos concretos, y en
consideración de los aspectos enunciados, el programa tendría que reunir, cuando
menos, las siguientes cualidades:
•
•
•
•
•
100
101
Ser sencillo y abocarse al conocimiento de las distintas colecciones así
como del modo de acceder a las mismas.
Ir dirigido a una población de usuarios adultos, considerando el nivel de
desarrollo cognitivo de esta población.
Tender hacia la adquisición de destrezas y habilidades de consulta, tanto
en la colección general como en las especializadas, singularmente aquéllas
de acceso a todo el público.
Ser conciso y breve, por dirigirse a una población heterogénea que asistirá
voluntariamente.
Ser continuo, “en razón de la gran fluctuación de usuarios que se presenta
en la biblioteca”.101
IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERO, Op. Cit. p. 9
Ibidem, p. 12
84
Bajo tales lineamientos se realizó la selección de actividades de aprendizaje,
de la cual se da cuenta en el siguiente apartado.
3.2.2. Implementación
Una vez descritos los procesos de diagnóstico y los lineamientos de
planificación del programa, en el presente punto se describe el proceso de
selección de actividades de aprendizaje, así como su planeación logística y flujos
idóneos de aplicación y evaluación general.
3.2.2.1. Selección de actividades formativas
Antes de abordar los aspectos formales del programa (su planeación logística
e instrumentación), es pertinente hacer mención de lo que, para efectos del mismo
debe entenderse como habilidad; así como referir aquellas habilidades que
idóneamente deben desarrollarse en el proceso de formación de usuarios.
Cabe primeramente mencionar que la adopción, en el ámbito de la
biblioteconomía del término habilidades es producto del desarrollo de la psicología
cognitiva del aprendizaje. Izquierdo, Ruiz y Piñera señalan que la actualidad de los
estudios y de la formación de usuarios se encuentra en gran medida subordinada
al acercamiento de las ciencias documentales y las ciencias cognitivas:
“...Actualmente están cobrando gran importancia los estudios relacionados
con los dominios de las Ciencias Cognitivas. Ello supone la integración
de los modelos psicocognitivos en el proceso documental (análisis de la
estructura cognoscitiva, procesos mentales de adquisición, organización y
transmisión del conocimiento, etc.)...”102
En este orden de ideas reviste especial importancia que los usuarios
desarrollen habilidades o aptitudes para el uso de información que, por oposición a
los modelos de enseñanza tradicional (lineales y memorísticos), tengan una
dimensión práctica, es decir, con aplicación en cualquier contexto. Definimos
entonces a estas aptitudes o habilidades en el uso de la información del modo
siguiente:
“...Se entiende por aptitudes para el acceso y uso de la información un
conjunto de habilidades que exigen a los individuos, reconocer cuándo se
necesita información y poseer la capacidad de localizar, evaluar y utilizar
eficazmente la información requerida...”103
102
IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. p. 9
PALACIOS SALINAS, Carolina. Las estrategias de estudio y las habilidades en el uso de la información
en estudiantes de la Universidad Anáhuac. México: Universidad Anáhuac, 2003
103
85
Puesto que lo que se pretende es que el usuario adquiera habilidades en
esencia prácticas (que son las que requiere para acceder a la información que
necesita), los estudios biblioteconómicos sobre la educación y la formación de
usuarios apuntan a la obtención de aprendizajes significativos, es decir, que
estén debidamente incorporados a la estructura cognoscitiva del usuario y por
tanto sean fácilmente utilizables al momento de buscar información104. No se trata,
por tanto de que el usuario aprenda de memoria conceptos y procesos, sino de
que incorpore habilidades prácticas, que se trate de “un aprendizaje para la
vida”.105
En efecto, en el ámbito de la psicología educativa (particularmente en los
enfoques cognitivos), el enclave del aprendizaje es la apropiación de conceptos y
no su memorización arbitraria; de tal forma que se propicie una aplicación práctica
de “esquemas comportamentales necesarios para resolver todo problema”.106
Estas teorías del orden cognitivo vinieron, en gran medida a llenar el gran
vacío metodológico que predominaba en torno a la formación de usuarios de la
información. Aunque estas interacciones entre la ciencia cognitiva y la
biblioteconomía datan incluso de fines de la década de los noventa, comienzan a
ser objeto de sistematización, ya hacia fines de dicha década cuando la
alfabetización tecnológica se volvió imprescindible. La alfabetización tecnológica,
en este sentido es uno de los elementos clave para obtener usuarios funcionales
en nuestras bibliotecas. De hecho, la premisa de “alfabetizar tecnológicamente a
los usuarios” 107 y el desarrollo de las competencias (habilidades informativas)
relativas, ocupa un lugar primordial en los procesos integrales de transformación
cultural y educativa de un país; no puede concebirse hoy el desarrollo de
programas de mejora de la educación, en todos sus niveles, sino se cuenta con
usuarios de la información debidamente preparados y alfabetizados en el uso de
recursos tecnológicos.
El modelo mejor logrado en cuanto a la identificación de habilidades
informativas, proviene de un Congreso llevado a cabo en Australia en septiembre
del año 2000, auspiciado por la University of South Australia, en el cual se
concluyó con el establecimiento de “siete normas de aplicación general”.108 Estas
normas pormenorizan, a su vez el listado de normas sobre aptitudes para el
acceso y uso de la información desarrolladas en el año 2000 por la ACRL
104
POZO, Juan Ignacio. Teorías cognitivas del aprendizaje, Madrid: Visor, 1994
VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe; QUIJANO SOLÍS, Álvaro. Habilidades informativas. Resumen presentado
en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad
Juárez. Disponible en: http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm
106
DÍAZ BARRIGA, Frida. Estrategias para el aprendizaje significativo. México: UNAM, 1998, p. 19
107
ANGULO MARCIAL, Noel. Desarrollo de competencias en información en Innovación. México: Num.
15, julio-agosto de 2003, p. 17
108
COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS. Normas sobre alfabetización en
información. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 68, septiembre de 2002, p.
67
105
86
(Association of College and Research Libraries), en los Estados Unidos en el cual
se basaron.
Básicamente, las normas australianas, son las siguientes:
PRIMERA:
“La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información reconoce la
necesidad de información y determina la naturaleza y nivel de la información
que necesita”.109
De acuerdo con este lineamiento puede considerarse que una persona tiene
aptitudes suficientes para acceder y usar la información, siempre que:
¾ Sepa definir y articular sus necesidades de información.
¾ Comprenda la finalidad, alcance y adecuación de una gran variedad de
fuentes de información.
¾ Tome en consideración, de forma consciente los costos y beneficios de la
adquisición de la información que requiere.
En términos generales, esta norma refiere la idoneidad de que el usuario
identifique con claridad aquello que ha de buscar (su necesidad de información) y
que sea capaz de diversificar y ampliar la búsqueda a otras fuentes; hace
referencia específica a la alfabetización tecnológica como presupuesto para
obtener un usuario funcional de la información.
SEGUNDA:
“La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información accede a
la información requerida de forma eficaz y eficiente”.110
Siguiendo esta norma, tenemos que el usuario funcional (con aptitudes):
¾ Selecciona los métodos de investigación o herramientas de acceso más
adecuados para encontrar la información que necesita.
¾ Construye y pone en práctica estrategias de búsqueda diseñadas
eficazmente.
¾ Obtiene información por una gran cantidad de métodos.
Si en un primer momento el usuario debe ser capaz de reconocer e identificar
sus propias necesidades de información y de conocer las fuentes con las que
puede satisfacerlas, ulteriormente debe saber cómo consultar las fuentes; sin
109
110
Ibidem. P. 75
Ibidem, p. 77
87
embargo no se trata sólo de que sepa emplear los catálogos, sino de que de un
método a sus búsquedas. Es decir, en un plano cognitivo debe ser capaz de
buscar interrelaciones entre la información que busca, los catálogos que están a
su disposición y sistematizar la consulta.
TERCERA
“La persona con actitudes para el acceso y uso de la información evalúa la
información y sus fuentes de forma crítica e incorpora la información
seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema de
valores”.111
En este sentido, el usuario funcional debe ser capaz de:
¾ Evaluar la utilidad de la información obtenida.
¾ Resumir las ideas principales a extraer de la información reunida.
¾ Articular y aplicar criterios iniciales para evaluar la información y sus
fuentes.
¾ Validar la comprensión e interpretación de la información por medio de
intercambio de opiniones con otros estudiantes, expertos en el tema y
profesionales en ejercicio.
¾ Determinar si la formulación inicial de la pregunta debe ser revisada.
Esta norma responde al hecho de que para que una persona pueda ser
considerada como apta para el acceso y uso de la información no basta con que
sea capaz de sistematizar sus búsquedas sino que, una vez encontrada la
información requerida pueda analizarla, criticarla e incorporarla a su estructura
cognoscitiva. Es decir, al acto concreto de búsqueda de la información debe seguir
siempre una serie de actividades de abstracción psicológica para que el acceso a
la información no responda únicamente a una necesidad momentánea (por
ejemplo la realización de una tarea o de un trabajo) sino que genere, en su
momento, “aprendizajes significativos”.112
CUARTA
“La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información clasifica,
almacena, manipula y reelabora la información reunida o generada”.113
Atendiendo al contenido de esta norma, el usuario debe, concretamente ser
capaz de:
¾ Extraer, registrar y gestionar la información y sus fuentes.
111
Ibidem, p. 79
NOVAK, Joseph. Psicología y educación. México: Paidós, 1997, p. 14
113
COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS, Op. Cit. p. 80
112
88
¾ Preservar la integridad de los recursos de información, el equipamiento, los
sistemas y las instalaciones.
¾ Obtener, almacenar y difundir de forma legal los textos, datos, imágenes y
sonidos.
El usuario, una vez encontrada la información de manera sistemática, debe ser
capaz de extraerla de las fuentes por distintos medios (informáticos, de
reproducción, etc.) y ordenarla adecuadamente usando métodos tales como las
fichas de trabajo, notas al pie, notas al final, etc. Asimismo, debe adquirir
consciencia del derecho de acceso de los demás mediante el uso cuidadoso de
los recursos informativos y el estricto respeto a las normas institucionales.
QUINTA
“Individualmente o como miembro de un grupo, la persona con aptitudes
para el acceso y uso de la información amplía, reestructura o crea nuevos
conocimientos integrando el saber anterior y la nueva comprensión”.114
De acuerdo con esta norma, un usuario funcional de la información debe ser
capaz de elaborar construcciones más complejas y abstractas como son:
¾ Aplicar la información anterior y la nueva para la planificación y creación de
un producto concreto.
¾ Sintetizar las ideas principales para construir nuevos conceptos.
¾ Comparar los nuevos conocimientos con los anteriores para llegar a
determinar el valor añadido, las contradicciones u otras características de la
información.
¾ Revisar el proceso de desarrollo del producto.
¾ Comunicar a los demás con eficacia el producto.
Siguiendo los principios de la psicología cognitiva del aprendizaje, esta norma
refiere que una de las habilidades informativas más importantes es precisamente
la elaboración de conceptos complejos a partir de otros más simples. Es decir, no
se trata de repetir arbitrariamente la información “sino de llegar a nuevos
productos identificados a raíz de los procesos de investigación y análisis”115.
SEXTA
“La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información comprende
los problemas y cuestiones culturales, económicas, legales y sociales que
114
115
Ibidem, p. 82
Cfr. POZO, Juan Ignacio, Op. Cit. P. 272
89
rodean al uso de la información y accede y utiliza la información de forma
respetuosa, ética y legal”.116
Esta norma se refiere a las condiciones contextuales del uso de la información;
desde luego supone que el sujeto cuenta con las habilidades informativas
descritas anteriormente y sostiene tácitamente que el usuario debe:
¾ Comprender las cuestiones culturales, éticas, legales y socioeconómicas
que rodean a la información y a sus tecnologías.
¾ Atenerse y cumplir las leyes, reglas, políticas institucionales y normas de
cortesía relativas al acceso y uso de los recursos de información.
¾ Reconocer la utilización de sus fuentes de información a la hora de
comunicar el producto.
De acuerdo con esta norma, la difusión de los productos de investigación debe
darse observando tanto a los determinantes culturales de la comunidad o
comunidades de que se trate, como a las distintas regulaciones éticas y jurídicas
vigentes en el contexto de que se trate.
SÉPTIMA
“La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información reconoce
que el aprendizaje a lo largo de la vida y la participación ciudadana requieren
alfabetización en información”.
Esta norma versa en la necesidad de reconocer que la alfabetización en el uso
de la información juega un papel trascendental para interpretar la realidad y
construir nuevos conocimientos; concretamente, lo que se espera del usuario en
este sentido es que:
¾ Exija una implicación constante en el aprendizaje y en las tecnologías de la
información para que los procesos de cognición independientes a lo largo
de toda la vida, sea posible.
¾ Determine si la nueva información tiene implicaciones para las instituciones
democráticas y para el sistema de valores del individuo y tome las medidas
necesarias para reconciliar diferencias.
El postulado elemental de esta norma (reconocimiento de la importancia de las
tecnologías de la información) reviste especial importancia puesto que las ciencias
de la documentación y en particular la Biblioteconomía no pueden quedarse al
margen de los avances reportados en tecnología informática. En virtud de que
funciones tales como la automatización de los catálogos y la multiplicación de la
información en Internet son una realidad, no podemos quedarnos con la idea de
un usuario apto para acceder a la información únicamente con los recursos
116
COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS, Op. Cit. p.84
90
tradicionales. La alfabetización tecnológica, en este sentido es uno de los
elementos clave para obtener usuarios funcionales en nuestras bibliotecas.
En este último sentido, hay que enfatizar como lo hace Rader, el hecho de que
la alfabetización tecnológica de los usuarios es un requisito no sólo para la
modernización de las bibliotecas sino incluso para la supervivencia de las
profesiones documentales:
“...El entorno de la información académica está cambiando sobremanera a
medida que entramos en el milenio. Estos cambios están afectando a las
bibliotecas y a los servicios de referencia [...] El trabajo de referencia tal y
como se ha practicado en este siglo sufrirá cambios drásticos en el entorno
de la información electrónica y la enseñanza de habilidades de información
eficaces se convertirá en un componente muy importante de los servicios
de referencia. Los retos, así presentados a los bibliotecarios académicos,
son grandes, pero el éxito en esta área significará la eficaz supervivencia
de la institución...”117
Con fines ilustrativos, estas normas, de reciente creación se esquematizan en
la Tabla 3:
TABLA 3. SÍNTESIS DE LAS NORMAS SOBRE APTITUDES PARA EL ACCESO Y USO DE LA
INFORMACIÓN (UNIVERSITY OF SOUTH AUSTRALIA)
NORMA
PRIMERA
ENUNCIADO GENERAL: La persona con aptitudes para
el acceso y uso de la información:
• Reconoce la necesidad de información y determina la
naturaleza y el nivel de información que necesita.
SEGUNDA
•
Accede a la información requerida de forma eficaz y
eficiente.
TERCERA
•
Evalúa la información y sus fuentes de forma crítica e
incorpora la información seleccionada a su propia
base de conocimientos y a su sistema de valores.
117
RADER, Hanelore, B. “ Alfabetización informacional en el entorno del servicio de referencia:
preparándonos para el futuro”. Anales de documentación, Num. 3, México, 2000, p. 209
91
CUARTA
•
Clasifica, almacena, manipula
información reunida o generada.
QUINTA
•
Individualmente o en grupo, reestructura o crea
nuevos conocimientos integrando el saber anterior y
la nueva comprensión.
SEXTA
•
Comprende los problemas y cuestiones culturales,
económicas, legales y sociales que rodean al uso de
la información y accede y utiliza la información de
forma respetuosa, ética y legal.
SÉPTIMA
•
Reconoce que el aprendizaje a lo largo de la vida y la
participación ciudadana requieren alfabetización en
información.
y
reelabora
la
A. PLANEACIÓN LOGÍSTICA DEL PROGRAMA
De acuerdo a los señalamientos del punto anterior sobre el perfil de la
institución y de los usuarios, se considera que el programa de formación debe ser
breve y conciso estructurándose en no más de tres módulos (sesiones) de,
aproximadamente una hora cada una, a cubrirse en el transcurso de una semana.
La conformación del curso de instrucción de usuarios en tres sesiones responde
concretamente:
¾ A la alta fluctuación de los usuarios identificada en el diagnóstico; ello
determina que el curso sea corto, ante las altas posibilidades de deserción.
¾ Es necesario atraer el interés de los usuarios mediante la obtención de
resultados en el corto plazo.
¾ Los recursos para la instrumentación del curso (instructores, materiales,
tiempo, etc.) serían en todo caso limitados por lo que éste debe ser corto.
Además del curso, el programa debiera complementarse con actividades
permanentes que se mencionan más adelante. Asimismo, y considerando que el
flujo de usuarios a la biblioteca es constante a lo largo del día, el curso debiera
implementarse en ambos turnos (matutino y vespertino). Puesto que se pretende
que el proceso de instrucción de usuarios sea continuo y permanente, se sugiere
que el curso se imparta, cuando menos, una vez al mes y que ello corra a cargo
de un bibliotecario preferentemente con cualidades pedagógicas o experiencia en
capacitación del personal para facilitar los procesos de enseñanza.
92
Por lo que toca a la temática, consideramos que los tópicos que debieran
incluirse en el proceso formativo, en observancia de las normas sobre habilidades
informativas revisadas en el punto anterior, serían los siguientes:
TABLA 4. RELACIÓN DE TEMAS DEL CURSO Y LAS HABILIDADES A DESARROLLAR
EN LOS USUARIOS
TEMA
JUSTIFICACIÓN (HABILIDADES A
DESARROLLAR)
I. Introducción histórica a la Biblioteca Miguel
Lerdo de Tejada ( exposición breve)
•
•
Conocimiento del contexto institucional.
Familiarización con los objetivos de la
biblioteca y la importancia de ésta como
fuente de información.
NOTA: En este tema no se pretende el
desarrollo de habilidades informativas sino que
su objetivo es otorgar al usuario información
general sobre los antecedentes, la naturaleza
institucional, el entorno y los objetivos
institucionales de la Biblioteca Miguel Lerdo de
Tejada, a fin de que conozca, en términos
generales, la importancia de la Biblioteca como
unidad de información y las normas y procesos
93
básicos de su funcionamiento.
Con este tema lo que se busca es lograr un
mayor conocimiento de la institución así como
una aproximación de las necesidades de
información del usuario con lo que la Biblioteca
le ofrece. En razón de ello, las dinámicas
elegidas para tal efecto son de carácter
meramente informativo y breve.
Estas actividades se relacionan con la norma
1 de habilidades informativas en tanto se busca
que el usuario contextualice y evalúe
objetivamente
las
distintas
fuentes
de
información a su alcance.
II. Estructura de sus colecciones
(exposición y visita guiada)
•
•
Noción significativa (con desarrollo de
habilidades) de la información que
puede encontrarse en la biblioteca.
Conocimiento físico de las colecciones
e instalaciones de la biblioteca.
(Normas 1 y 2 del desarrollo de Habilidades
Informativas. En tanto que se busca que el
usuario identifique información útil y diversa, así
como metodice sus búsquedas)
• Conocimiento de los criterios de acceso
III. Disposiciones reglamentarias más
a las distintas colecciones.
importantes (exposición y visita guiada)
• Conocimiento de los requisitos para
acceder a colecciones restringidas.
IV. El catálogo general: métodos de búsqueda y
recuperación de la información (exposición y
casos prácticos)
V. Uso del catálogo electrónico (exposición y
casos prácticos)
VI. Consulta a colecciones especiales de acceso
94
•
•
Conocimiento
significativo
de
la
estructura general del catálogo.
Realización de búsquedas sobre temas
específicos de la forma más completa
posible.
(Normas 1,2 y 3 del desarrollo de
Habilidades Informativas. En función de que
se busca que el usuario identifique y
metodice sus búsquedas y que además
evalúe la información en razón de su
utilidad)
• Identificación
del
catálogo
como
herramienta
para
optimizar
las
búsquedas.
• La realización de búsquedas concretas
de la forma más completa posible.
(Normas 2 y 7 del desarrollo de Habilidades
Informativas. Puesto que se pretende que el
usuario optimice sus búsquedas y se
concientice de la importancia actual del uso
de la tecnología de la información)
• Conocimiento significativo de los
general: fuentes hemerográficas, Archivos
Económicos y bases de datos en CD ROM
(Exposición y casos prácticos)
•
•
sistemas y procesos de búsqueda de
información hemerográfica.
Conocimiento de los procesos de
búsqueda en colecciones especiales.
Realización funcional y completa de
búsquedas en los Archivos Económicos
y las bases de datos CD-ROM
(Normas 1,3 y 7 sobre el desarrollo de
Habilidades Informativas. En tanto que se
pretende que los usuarios diversifiquen y
enriquezcan sus búsquedas, haciendo uso
de medios tecnológicos)
Las características generales del programa se presentan, a continuación en la .
TABLA 5. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CURSO DE INSTRUCCIÓN PARA LOS
USUARIOS DE LA BMLT
CARACTERÍSTICA
PORMENORES
•
1. Estructura general
Curso de instrucción para el desarrollo
de habilidades informativas (ver tabla 3)
• Estrategias permanentes
• 3 sesiones de, aproximadamente una
hora cada una para impartirse en una
semana. Impartición en los turnos
matutino y vespertino.
***Nota: En la primera sesión se incluye una
unidad temática meramente informativa
sobre
los
antecedentes,
naturaleza
institucional y objetivos de la institución,
2. Secuencia del curso de instrucción
95
tratándose de la única que no se refiere de
forma directa al desarrollo de habilidades
informativas.
3. Estructura temática básica del curso de I.
instrucción
II.
III.
IV.
V.
VI.
•
4. Periodicidad del curso de instrucción
Introducción histórica a la Biblioteca
Miguel Lerdo de Tejada.
Estructura de sus colecciones.
Disposiciones
reglamentarias
más
importantes.
El catálogo general: métodos de
búsqueda y recuperación de la
información.
Uso del catálogo electrónico.
Consulta a colecciones especiales de
acceso
general:
fuentes
hemerográficas, Archivos Económicos y
bases de datos en CD ROM
Continuo, para impartirse cuando
menos una vez al mes
B. SELECCIÓN DE ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE
Para fines prácticos, se sugiere que los temas principales del curso de
formación se agrupen en tres módulos, por las razones antes expuestas. Las
actividades de aprendizaje se sugieren bajo un enfoque metodológico semidirecto
que conjunte las cualidades de un modelo instruccional, equitativamente
informativo y formativo. Las actividades proyectadas para la impartición del curso
son las que se relacionan a continuación:
a) Conferencia, definida en este caso como : “...la presentación oral de un tema
o tópico por parte de un experto ante un auditorio cuyo volumen puede ser
variable...”118, que resulta una técnica idónea para la transmisión de
información no significativa, es decir, no dirigida al desarrollo de destrezas y
habilidades informativas (por tal motivo se implementa para la unidad
temática referente a los precedentes institucionales de la Biblioteca).
b) Lectura/discusión.- Lectura colectiva de extractos de textos expositivos
reforzada con técnica participativa, cuya finalidad es favorecer la reflexión y el
intercambio de ideas entre los usuarios que, como hemos visto es elemento
fundamental para el desarrollo de habilidades informativas.
c) Visita guiada a las instalaciones de la Biblioteca, incluyendo las zonas de
acceso restringido para investigadores y personal bibliotecario; puesto que el
118
ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente.México: Spanta, 1999,
p. 41
96
aprendizaje significativo o formativo (asociado al desarrollo de habilidades)
“se favorece mediante la observación directa de escenarios y contextos”119.
d) Casos prácticos dirigidos a la resolución de problemas en búsqueda de
información (planteamiento a los participantes de búsquedas simples y
complejas que deben resolver de acuerdo a la información proporcionada por
el instructor).
e) Lluvia de ideas (brainstorming), cuya finalidad es, en todo caso favorecer el
intercambio de ideas entre los sujetos a los que va dirigido el programa.
Las actividades enlistadas se incorporan y distribuyen en el curso de
instrucción tal y como se muestra más adelante.
A las anteriores actividades se sumaría una actividad permanente consistente
en la instauración de un punto de información (point of use explanation) por
computadora, cuyos pormenores se refieren en el siguiente punto
(instrumentación).
3.2.2.2. Instrumentación (relación descriptiva de actividades)
La relación descriptiva de actividades incluyendo sus objetivos, materiales y
métodos, así como el instructivo de aplicación se presenta a continuación, en la
Tabla 6 (Carta descriptiva del curso de instrucción). Posteriormente se hace la
referencia para la instrumentación del punto de información.
119
Ibidem, p. 46
97
TABLA 6. CARTA DESCRIPTIVA DEL CURSO DE INSTRUCCIÓN DE USUARIOS DE LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA
9 Objetivo general: Que los usuarios de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada adquieran habilidades informativas
imprescindibles para optimizar los procesos de consulta y recuperación de información acorde a sus requerimientos
concretos
• OBJETIVO (S)
• HABILIDADES
Que los usuarios:
Introducción
e
histórica
a
la -Adquieran
Biblioteca M.L. de incorporen información
significativa sobre la
Tejada
biblioteca, en referencia
a
su
historia,
funcionamiento
y
estructura documental.
SESIÓN LÍNEAS TEMÁTICAS
I
‰
ACTIVIDADES
‰
(en esta parte no se
pretende el desarrollo
de
habilidades
informativas concretas
sino otorgar al usuario
información
básica
sobre
el
contexto
institucional
‰
‰
Estructura de las
colecciones
Disposiciones
reglamentarias
-Conozcan
las
colecciones
y
las
ubiquen físicamente en
las instalaciones.
(habilidades
informativas vinculadas
‰
‰
MATERIALES
Conferencia
con 1.Material fotocopiado
de extractos del libro
lluvia de ideas.
de
Juana
Abreu:
Biblioteca
Miguel
Lerdo de Tejada: 70
años (parte histórica).
2.Material fotocopiado
con
los
artículos
referentes al acceso a
las
distintas
colecciones.
3. De ser posible,
ilustraciones gráficas
(fotografías de los
interiores y exteriores
de la biblioteca).
4. De ser posible, uso
de
recursos
audiovisuales
y
Visita guiada con multimedia para la
de
análisis conjunto de proyección
imágenes
e
disposiciones
información
que
reglamentarias.
Discusión
puedan hacer más
dinámica
la
98
MÉTODO (INSTRUCTIVO DE
APLICACIÓN)
1.Un
miembro
del
personal
bibliotecario profesional, expone los
datos históricos más relevantes de la
institución, así como los pormenores
organizacionales de la misma,
reforzándose en la lectura grupal de
los extractos de textos. Al concluir
organiza
el
brainstorming
contestando las dudas e inquietudes
los usuarios;
el expositor debe
utilizar la mayor cantidad de
herramientas posible como lo sería
la proyección de fotografías o el uso
de recursos multimedia(25 min.)
2. El mismo expositor, conduce la
visita guiada por todas las áreas de
la biblioteca, incluyendo las oficinas
administrativas, sala general, sala de
investigadores,
y
recintos
de
almacenamiento de las colecciones.
Conforme se realiza la visita se
invita a los usuarios a que vayan
leyendo los artículos del reglamento
relativos al acceso a los servicios de
las salas; (25 min.).
SESIÓN
II
LÍNEAS
TEMÁTICAS
‰
El
catálogo
general: métodos
de búsqueda y
recuperación de
la información;
OBJETIVOS
ACTIVIDADES
HABILIDADES
al contexto institucional
y al conocimiento de
las diversas fuentes y
colecciones que hay en
la Biblioteca).
-Conozcan
los
requisitos de acceso a
las
colecciones
restringidas.
(Habilidades
informativas relativas a
la preservación de los
acervos y las normas
institucionales)
Que los usuarios:
-Desarrollen
habilidades y destrezas
para la consulta y
recuperación
de
información a partir del
catálogo de tarjetas.
(habilidades
informativas para la
realización
de
búsquedas, conociendo
el fundamento de la
ordenación
de
las
obras).
-Realicen
búsquedas
específicas
de
información lo más
completas que sea
posible valiéndose del
catálogo de tarjetas.
(habilidades
‰
‰
Exposición
oral/Discusión
Casos
prácticos
utilizando
la
colección general
99
MATERIALES
impartición del curso)
Gis y pizarrón o
material preelaborado para
rotafolio sobre el
sistema de
clasificación decimal.
Estos materiales
pueden ser
substituidos por
herramientas
multimedia
(proyección de
pantallas ilustrativas
sobre el tema)
MÉTODO
3. El grupo regresa al lugar
dispuesto para el curso. El expositor
modera una discusión abierta,
señalando las formas en que éstos
podrían acceder a las colecciones
restringidas (20 min.)
1.Un
miembro
del
equipo
bibliotecario realiza una exposición
general sobre la estructura de la
colección general, acudiendo a una
breve explicación del sistema de
clasificación
decimal
(Dewey).
Explica la estructura del catálogo de
tarjetas. Al concluir, abre una
discusión para la resolución de
dudas e inquietudes de los usuarios.
Para tal efecto puede hacer uso de
recursos multimedia (25 min.).
2. El expositor organiza al grupo en
equipos de 2 a 3 personas,
dependiendo
del
número
de
asistentes. Otorga a cada equipo
diez entradas específicas para que
éstos localicen libros en el catálogo,
tanto por autor, como por tema y
título. Los usuarios efectúan dicha
tarea (20 min.).
3. Se abre una discusión abierta
SESIÓN
III
LÍNEAS
‰
‰
Las colecciones
especiales
de
acceso general:
fuentes
hemerográficas y
Archivos
Económicos.
El
catálogo
electrónico y las
bases de datos
en CD ROM
OBJETIVOS
ACTIVIDADES
MATERIALES
informativas relativas a
la
búsqueda
de
información
previa
identificación de temas
–necesidades
informativas-).
1. Catálogo impreso
-Que
los
usuarios ‰ Exposición
de los Archivos
desarrollen
las
oral/discusión.
Económicos (3 ó
habilidades suficientes ‰ Casos
prácticos
4 ejemplares).
para realizar consultas
utilizando
los
2. Papeletas
para
específicas
en
las
Archivos
solicitar carpetas
colecciones especiales
Económicos.
de los Archivos
de acceso general.
‰ Casos
prácticos
Económicos.
(habilidades
utilizando
el
3. Tres
informativas relativas a
catálogo
computadoras
la diversificación en el
electrónico y la
personales de la
uso de fuentes de
colección de bases
sección
de
información).
de datos en CDcatálogo
-Que los usuarios sean
ROM
electrónico
capaces de realizar
búsquedas funcionales
y completas en estas
colecciones.
(habilidades
informativas
de
búsqueda
de
información en fuentes
concretas).
-Que los usuarios se
compenetren
y
comprendan el uso del
catálogo electrónico y
de la colección de
bases de datos en CDROM.
(habilidades
100
MÉTODO
para aclarar las
usuarios (15 min.)
dudas
de
los
1.Un expositor explica al público, de
forma breve, la historia, los temas y
la estructura de los Archivos
Económicos (se presupone que los
usuarios
tienen
ya
alguna
información adquirida durante la
visita guiada), y da acceso,
físicamente al catálogo de consulta
de esa colección (5 min.).
2.Se organiza al grupo en equipos
de dos a tres personas dependiendo
del aforo. Se asigna a cada equipo
un tema, (por ejemplo, la producción
industrial en 1970) y se les solicita
que realicen la búsqueda.
En seguida, cada equipo llena las
papeletas
respectivas
que
el
expositor entrega al personal a
cargo de la colección. Los miembros
de los equipos realizan su búsqueda
directamente en las carpetas que se
les hagan llegar. Se abre una
discusión sobre este mecanismo de
consulta atendiendo las dudas del
público (30 min.).
3.Se explica a los usuarios la
estructura y el mecanismo de
consulta
sobre
materiales
hemerográficos (5 min.)
4.El grupo se traslada al área de
SESIÓN
LÍNEAS
Á
OBJETIVOS
ACTIVIDADES
informativas sobre la
diversificación
de
fuentes de búsqueda y
el uso de tecnologías
de la información).
101
MATERIALES
MÉTODO
catálogo electrónico asignándose
una computadora por equipo. El
expositor explica el funcionamiento
del catálogo electrónico poniendo
ejemplos de búsqueda y planteando
casos prácticos para la localización
de temas o de fuentes específicas
(10 a 15 min.).
5.El expositor da a conocer las
bases de datos en CD-ROM,
mostrándolas físicamente a los
usuarios. Cada equipo elige una
base de datos y se le explica
brevemente
su
funcionamiento.
Pueden
instrumentarse
casos
prácticos para la recuperación de
información (10 min.)
6. Ronda de conclusiones y entrega
de constancias de asistencia.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SUGERIDA PARA EL CURSO:
ABREU, Juana. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 70 años. México: SHCP, 1998
ARELLANO RODRÍGUEZ, Alberto. Guía para la formación de usuarios de la
información. México: SEP, 1994
CENCERRADO, Luis. Fundamentos de Biblioteconomía. Madrid: AABADOM,
1997
CÉSPEDES, Cora. Didáctica de la Biblioteca: hacia la formación de usuarios y
lectores competentes en las bibliotecas escolares. Buenos Aires: CICCS, 1997
COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS. Normas sobre
alfabetización en información en Boletín de la Asociación Andaluza de
Bibliotecarios. España: Num. 68, septiembre de 2002
CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray Formación de usuarios para estudiantes
universitarios: una experiencia con metodología participativa. México: UNAM, 1996
GARCÍA, F. y DÍAZ, A. “ La formación de usuarios en las bibliotecas públicas
españolas: análisis de las principales experiencias”. España: Boletín de la
Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 65, 2001
HERNÁNDEZ, Angélica. “La formación de usuarios en la biblioteca escolar”.
Memorias de las XXVI Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC,
1995
HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. La formación de los usuarios de información en
instituciones de educación superior. México: UNAM, 1998
JACOBSON, Trady, edit. Teaching the new library to today’s users. Nueva York:
Neil Schuman, 2000
MERLO VEGA, José Antonio. Bibliotecas y documentación en internet. Madrid,
España: Consejo Superior de Investigación Científica, 1997
ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente.
México: Spanta, 1999
SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid,
España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992
THOMPSON, Anthony. Guía para la producción y la utilización de medios
audiovisuales en la enseñanza de la bibliotecología. París: UNESCO, 1983
102
VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe; QUIJANO SOLÍS, álvaro. Habilidades informativas.
Resumen presentado en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades
Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Disponible en:
http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm, 2004
RECURSOS FORMATIVOS ADICIONALES AL CURSO DE INSTRUCCIÓN
INSTRUMENTACIÓN DEL PUNTO DE INFORMACIÓN (POINT OF USE
EXPLANATION).-El formar usuarios de la información, siendo de por sí una tarea
compleja, adquiere un cariz especial en el caso de las bibliotecas públicas.
Múltiples experiencias en este sentido, demuestran que en las bibliotecas
universitarias, basta, muchas veces con la “instauración de medios tradicionales
de formación como lo son los cursos, las visitas guiadas”, etc75. Sin embargo, la
biblioteca pública se enfrenta siempre al problema de la alta fluctuación de
usuarios a la que ya hemos hecho referencia.
Si bien la instrumentación de un curso como el descrito a lo largo de este
capítulo, significaría un paso importante, es necesario considerar que podrían
presentarse problemas operativos como el poco aforo del público, o bien la
imposibilidad de éste de asistir, ya sea por falta de tiempo o de motivación.
Además, los cursos, aunque continuos se instrumentarían, tentativamente una vez
al mes por lo que no todos los usuarios tendrían acceso a los mismos, debido a
sus hábitos de asistencia a la biblioteca que, como hemos visto, son muy
variables.
Por ello, se consiera importante instrumentar, como medida adicional, un punto
de información (Point of use explanation), basado en la instrucción asistida por
computadora. Esta estrategia consiste, en colocar, en el interior de la biblioteca,
un modulo señalizado que indica a los usuarios que allí encontrarán información
sobre la biblioteca y el modo de utilizar el catálogo. Se pretende que a través del
punto de información el usuario pueda desarrollar habilidades informativas
referentes a:
a) Conocimiento de las colecciones.
b) Acceso a las mismas.
c) Conocimiento del catálogo y su funcionamiento.
Aunque actualmente la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuenta con una
página en Internet que brinda información básica sobre la historia de la biblioteca y
de sus colecciones, ésta carece de información sobre el uso del catálogo.
75
Cfr. CULEBRA, Cecilia y MEDINA, María Dolores. Formación de usuarios en bibliotecas
universitarias del Distrito Federal. Memorias de las XIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía.
México: AMBAC, 1993, p. 75
103
Actualmente, esta página WEB cuenta
específicamente a los siguientes temas:
•
•
•
•
con
varias
ligas
referentes,
Historia de la Biblioteca.
Colecciones (incluye una descripción de las mismas refiriéndose al tipo de
obras que contienen; por ejemplo, en el caso de la colección hemerográfica
se mencionan incluso las publicaciones del siglo XIX con que se cuentan).
Disposiciones reglamentarias.
Publicaciones de la biblioteca.
Ante la ausencia de cualquier explicación sobre el uso del catálogo,
convendría agregar una liga (link) que incluyese un curso tutorial para tal efecto.
Una vez efectuada dicha modificación, el punto de información podría presentar al
público, en horario continuo la página ya sea a través de CD-ROM o conexión
directa a la red. De tal forma se aprovecharía también el contenido previo de la
página mencionada.
El tutorial, como cualquier otro recurso empleado para introducir al usuario en
el conocimiento y uso de recursos informativos debe ser sistemático y específico,
fácil de entender por parte del usuario y desde luego, partir de un conocimiento
detallado de las distintas colecciones. Formalmente, el objetivo del tutorial sería:
Proporcionar al usuario de la información contenida en las distintas
colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, una herramienta sencilla y
autodidácta para mejorar la logística de consulta y ayudarlo a acceder a la
información que requiere de acuerdo a los temas que desea consultar.
Los materiales requeridos serían los siguientes:
-
-
Un computador personal con unidad lectora de discos compactos y/o con la
capacidad y accesorios necesarios para accesar a Internet (esto último es
optativo, puesto que el “punto de información” podría utilizarse únicamente
como recurso local.
Los archivos HTML que componen la página Internet de la Biblioteca,
puesto que la información general en ella recabada puede ser de gran
utilidad para los consultantes. Estos archivos son controlados por la
Dirección de la Biblioteca, que ha sido la instancia encargada de crear y dar
mantenimiento a la página WEB.
Desde luego, para su instrumentación se requeriría la intervención de un
programador en HTML (lenguaje empleado en las páginas WEB), que es el
encargado de realizar los links en la página de la Biblioteca y dentro de sus
actividades se ocupara no sólo de conformar los documentos en lenguaje
computacional, sino de dar a la “liga” un entorno gráfico que motive la consulta del
tutorial.
104
La página principal del tutorial debe ofrecer al usuario una explicación sencilla
de lo que se persigue e idóneamente contener ligas a las secciones en que se
describen las colecciones en términos generales (estas secciones existen ya en la
página Internet de la Biblioteca).
El contenido principal del tutorial debiera, por lo tanto, enfocarse
exclusivamente a los procesos de consulta de las distintas colecciones. Su página
o archivo inicial podría contener las siguientes ligas:
¾ Conoce nuestras colecciones: Ligas a las secciones de información general.
¾ Programa tutorial para consultar la colección general a través del catálogo
de tarjetas.
¾ Programa tutorial para consultar la colección general a través del catálogo
electrónico.
¾ Programa tutorial para consultar los Archivos Económicos.
¾ Programa tutorial para la consulta del Fondo Reservado y la Colección de
Publicaciones periódicas.
¾ Programa tutorial para la consulta de las bases de datos en CD-ROM.
La estructura idónea de los tutoriales sería a través de pantallas que
describan con un entorno gráfico atractivo la logística de la consulta, presentando
también la descripción a través de ejemplos. La estructura sugerida para el
contenido de los tutoriales se presenta a continuación, en las figuras 3,4,5,6 y 7.
105
FIG. 3. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO
POR COMPUTADORA/CATÁLOGO DE TARJETAS
1ª pantalla: Organización del
catálogo general. El sistema de
clasificación decimal
2ª pantalla. Orden y entradas del
catálogo: autor, título y tema
•
•
•
•
3ª pantalla: Elementos que
componen la tarjeta. La búsqueda
de información con entradas
cruzadas
•
•
¿ Cómo se organizan las
obras en una biblioteca?
¿Cómo opera el sistema de
clasificación decimal.
Estructura del catálogo de la
biblioteca
¿Cómo buscar información?
Casos prácticos.
Búsqueda por autor, título y
tema
Referencias “cruzadas”: cómo
encontrar obras afines a
nuestro tema de búsqueda.
4ª pantalla. La estructura física
del catálogo
•
Búsqueda a través de las
tarjetas. Casos prácticos.
5ª pantalla. La ubicación de los
materiales en la sala de consulta
•
Los materiales en la estantería.
¿Cómo encontrar materiales en
la sala?.
6ª pantalla: Ejemplos prácticos
ilustrados gráficamente
•
Ejemplos de búsqueda sobre
temas específicos.
106
FIG. 4. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL
ASISTIDO POR COMPUTADORA /COLECCIÓN GENERAL/CATÁLOGO
ELECTRÓNICO
•
1ª pantalla: Organización del catálogo
general. El sistema de clasificación
decimal
•
•
2ª pantalla: El sistema de búsqueda del
catálogo electrónico. El sistema
unicorn
•
•
3ª pantalla: Búsquedas simples
•
¿ Cómo se organizan las obras
en una biblioteca?
¿Cómo opera el sistema de
clasificación decimal.
¿Para qué sirve un catálogo
electrónico?
Los campos de búsqueda bajo el
sistema UNICORN.
¿ Cómo buscar una obra
específica?
El llenado de los campos.
4ª pantalla: Búsquedas compuestas. El
uso de operadores booleanos (AND,
OR, NOT)
•
•
¿ Qué es una búsqueda avanzada?
Utilización de los conectores
booleanos y su utilidad.
5ª pantalla. La ubicación de los
materiales en la sala de consulta
•
Los materiales en la estantería.
¿Cómo encontrar materiales en
la sala?.
6ª pantalla: Ejemplos prácticos
ilustrados gráficamente
107
FIG. 5. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO
POR COMPUTADORA /ARCHIVOS ECONÓMICOS/PROCESO DE CONSULTA
1ª pantalla: ¿Qué son los Archivos
Económicos y cuál es su
presentación física?
2ª pantalla: Criterios con los que se
recopiló y organizó la colección.
3ª pantalla: La ficha de consulta: el
catálogo impreso de la colección
•
¿ Para qué se crearon los
Archivos Económicos?
Ilustración gráfica de las
carpetas.
•
•
¿ Cómo usar el catálogo?.
Campos de llenado de la
ficha.
•
Organización de los
Archivos
Presentación gráfica en la
estantería.
•
4ª pantalla: Cómo iniciar una
búsqueda en los Archivos
Económicos
•
Seguimiento de un caso
concreto de búsqueda.
5ª pantalla: El llenado de las fichas
de búsqueda
•
•
Llenado de la ficha
Solicitud de búsqueda.
6ª pantalla: La consulta física de las
carpetas
•
Consulta de las carpetas en
casos concretos.
NOTA: De acuerdo a los datos reportados por el estudio de usuario, esta liga o
enlace debe enfatizarse debido a que la colección de Archivos Económicos es una
de las más sub-utilizadas en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada.
108
FIG.6. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR
COMPUTADORA / PROCESO DE CONSULTA DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS
1ª pantalla: Estructura de las
colecciones periódicas.
2ª pantalla. Descripción general del
proceso de búsqueda de información
en estas colecciones.
•
•
¿Qué es una publicación periódica?
¿Cómo se organizan estas
publicaciones?.
•
Procesos de búsqueda por temas en
revistas especializadas
Búsqueda por fechas.
•
•
•
3ª pantalla: Llenado de la papeleta y
solicitud de búsqueda.
4ª pantalla: Casos prácticos de
búsquedas específicas.
109
Campos de la papeleta
Procesos de solicitud de información
(en mostrador, ante el personal
bibliotecario en turno).
FIG. 7. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO
POR COMPUTADORA /BASES DE DATOS EN CD ROM
1ª pantalla: ¿ Cómo funciona una base de
datos en CD-ROM?
2ª pantalla: Bases de datos con las que se
cuenta. Descripción esquemática de cada
una de ellas.
3ª pantalla: Los procesos de búsqueda más
usuales en las bases de datos/Uso de los
campos de búsqueda.
4ª pantalla: El llenado de la papeleta y el
apoyo del personal bibliotecario.
5ª pantalla: Impresión de la información
encontrada. Reglas y procedimientos.
NOTA: Aunque el tutorial debe dirigirse primordialmente al público que más asiste a la biblioteca
(estudiantes de educación media y superior), conviene también enriquecer los datos sobre las
colecciones especiales a fin de que los usuarios “alfabetizados” (investigadores) incrementen el
número de sus consultas.
110
La principal ventaja de esta estrategia es que con un mínimo de recursos
materiales, se contaría con un medio para la formación continua de los usuarios
de las colecciones de la biblioteca objeto de estudio. Asimismo, si el tutorial se
incorporase a Internet, éste podría ser consultado por un alto número potencial de
usuarios, independientemente de su ubicación geográfica.
ELABORACIÓN DE TRÍPTICOS
Finalmente, las propuestas para la formación de usuarios descritas, podrían
complementarse con la elaboración de trípticos informativos, los cuales aportarían
múltiples ventajas dado el carácter público de la Biblioteca Miguel Lerdo de
Tejada. Los medios impresos de promoción de servicios bibliotecarios deben, de
acuerdo con Jacobson, reunir, cuando menos las siguientes cualidades:
•
•
•
“Que llamen la atención de quien los consulta; su presentación varía en
función del tipo de biblioteca y del público a quien se dirigen.
Deben ser concisos y no pretender abarcar muchos temas. Se trata sólo de
documentos de información general.
Deben encausar al lector hacia la búsqueda de los medios de apoyo
necesarios por parte de la institución” 76.
Estos trípticos, que debieran estar siempre “accesibles al público (en sitios
estratégicos como el guardarropa, el mostrador principal y la zona de fotocopiado)
debieran ser, cuando menos tres y contar con la siguiente estructura tentativa”:77
a) Tríptico 1:
PORTADA:
• Fotografía de los interiores de la Biblioteca (sala de consulta general).
• Nombre de la Biblioteca.
• Título del tríptico: ¿Qué información puedes encontrar aquí?.
PRIMERA CARA (INTERIOR)
• Breve semblanza histórica de la Biblioteca, enfatizando su importancia
como unidad de información.
SEGUNDA CARA (INTERIOR)
• Descripción ágil y amena de las colecciones señalando aquéllas que son
de uso restringido y aquellas a las que tiene acceso todo el público.
76
JACOBSON, Trady, edit. Teaching the new library to today’s users. Nueva York: Neil Schuman,
2000
77
Actualmente no existe ningún tipo de trípticos para la formación de usuarios en la BMLT
111
TERCERA CARA (INTERIOR)
• Descripción de las colecciones (continuación).
CUARTA CARA (EXTERIOR)
• Descripción de los catálogos que existen.
• Bosquejo de los sistemas de búsqueda: por autor, título o tema. Ejemplo de
una búsqueda concreta.
• Breve explicación de cómo deben buscarse los materiales en sala con
relación a la clasificación.
QUINTA CARA (EXTERIOR)
• Invitación a consultar al personal bibliotecario.
• Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose
calendario y horarios de impartición.
• Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de
atención al público para lograr un contacto más personalizado.
b) Tríptico 2:
PORTADA
• Fotografía de los catálogos, siendo consultados (tanto del de tarjetas como
del electrónico).
• Nombre de la Biblioteca.
• Título del tríptico: ¿Cómo usar los catálogos de consulta?.
PRIMERA CARA (INTERIOR)
• Definición sucinta de catálogo.
• Explicación general de ¿cómo se utiliza un catálogo? (descripción
esquemática del funcionamiento de un catálogo. Debido al limitado espacio,
debe incluirse una invitación a consultar al personal bibliotecario).
SEGUNDA CARA (INTERIOR)
• Análisis de una ficha del catálogo de tarjetas. Al centro, la ficha tal y como
se encuentra en el catálogo, con señalamientos de cada una de sus partes:
clasificación, adquisición, título de la obra, autor y entradas.
•
•
TERCERA CARA (INTERIOR)
Subtítulo: “ ¿ Cómo realizar una búsqueda en el catálogo de tarjetas?
Tres ejemplos de búsqueda: por título, autor y tema descritos de forma
breve y práctica.
CUARTA CARA (EXTERIOR)
• Subtítulo: ¿ Cómo usar el catálogo electrónico?.
• Reproducción gráfica de una pantalla de búsqueda.
112
•
Señalamientos sobre cómo deben llenarse los campos de búsqueda y
donde debe colocarse el puntero del mouse así como las teclas que deben
utilizarse.
QUINTA CARA (EXTERIOR)
• Invitación a consultar al personal bibliotecario.
• Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose
calendario y horarios de impartición.
• Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de
atención al público para lograr un contacto más personalizado.
c) Tríptico 3
PORTADA:
• Fotografía de los interiores de la biblioteca (usuarios y personal
bibliotecario trabajando).
• Nombre de la Biblioteca.
• Título del tríptico: Síntesis del reglamento para usuarios el cual debe incluir
explicaciones sencillas sobre el funcionamiento de la Biblioteca, ilustradas
con transcripciones de los artículos (o parte de éstos) que resulten
relevantes.
PRIMERA CARA (INTERIOR)
• Subtítulo: ¿Por qué un Reglamento para la Biblioteca?. Explicación sencilla
de la importancia que tiene el reglamento tanto para la preservación de las
colecciones como para la operación de las búsquedas.
• Subtítulo: ¿ A qué colecciones tengo acceso libre? Explicación sencilla de
los criterios de acceso y restricción a las colecciones poniendo énfasis en
que, obteniendo las acreditaciones necesarias se puede tener libre acceso
a todas y cada una de las colecciones (ilustrar con el texto del artículo 5º
del Reglamento Interno para el Uso de la Colección General).
SEGUNDA CARA (INTERIOR)
• Subtítulo: ¿ Cómo debo realizar mis consultas? Explicación breve de las
disposiciones relativas a la consulta en sala general y al llenado de
papeletas para acceder a otro tipo de materiales (transcribir las partes más
importantes del artículo 7 del Reglamento Interno para el Uso de la
Colección General).
TERCERA CARA (INTERIOR)
• Subtítulo: El comportamiento en la Biblioteca y el manejo de los materiales
• Síntesis de las disposiciones relativas a normas disciplinarias y cuidado de
los materiales.
• Invitación a cuidar los materiales consultados.
113
•
Transcripción de los artículos 8 al 13 del Reglamento Interno para el Uso
de la Colección General.
CUARTA CARA (EXTERIOR)
•
•
•
Subtítulo: ¿Cuáles son las obligaciones del personal bibliotecario?.
Síntesis de las disposiciones relativas a las obligaciones que tiene el
personal bibliotecario sobre todo en cuanto a la atención de los usuarios.
Opción para que los usuarios puedan inconformarse ante comportamientos
inadecuados por parte del personal.
Transcripción del artículo 6º inciso A del Reglamento que se refiere al
servicio de orientación y consulta.
QUINTA CARA (EXTERIOR)
•
•
•
Invitación a consultar al personal bibliotecario.
Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose
calendario y horarios de impartición.
Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de
atención al público para lograr un contacto más personalizado.
Opcionalmente puede crearse un cuarto tríptico que describa, de forma ágil,
sencilla e ilustrada (con fotografías), los distintos servicios que la Biblioteca presta
a los usuarios, incluyendo una sección especial para los investigadores.
En todo caso, los trípticos deben poner énfasis especial en la buena
disposición del personal bibliotecario para auxiliar a los usuarios en sus
búsquedas para que éstas sean mucho más eficaces y completas. A través de
estos podría promoverse el uso del “punto de información” y la consulta de la
página WEB de la Biblioteca. De tal manera se estaría creando una relación de
correspondencia entre los distintos medios adoptados para la instrucción de
formación de usuarios.
Por lo que se refiere a la elaboración de los trípticos, éstos debieran,
idóneamente realizarse en hojas de papel couché sencillo (de 100 gramos), a
doble cara y con selección de color a fin de que resulten llamativos e interesantes
para el usuario.
Para su elaboración se requeriría una computadora personal con capacidad
suficiente (procesador Pentium II o mayor, 64 Mb de memoria RAM) para trabajar
con el software necesario para diseño que puede ser Corel Draw 7.0 o superior, o
Corel Ventura 5.0 o superior).” Para la edición de imágenes se sugiere trabajar
bajo el sistema Adobe photoshop en cualesquiera de sus versiones.”78
78
Cfr. CONTRERAS, Raúl. Diseño gráfico de trípticos y propaganda social y política. México:
Iberoamericana, 2003, p. 67
114
Aunque para la reproducción de los trípticos podría realizarse en la propia
Biblioteca usando impresoras de inyección de tinta a color lo ideal es que la
impresión sea efectuada en un taller tipográfico puesto que así se obtendría mayor
calidad y sobre todo, mejor precio.
SEÑALAMIENTOS SOBRE LA DIFUSIÓN DEL PROGRAMA
Una vez revisada la implementación del programa en sus tres vertientes (curso,
tutorial y trípticos) es necesario hacer referencia a los mecanismos sugeridos para
su difusión tanto al nivel de los usuarios reales (los que ya asisten a la biblioteca),
como a los potenciales.
En cuanto a la difusión interna, ésta podría realizarse, básicamente a través de
medios gráficos (pósters en lugares estratégicos de la biblioteca y hojas sueltas) y
mediante la comunicación directa del personal bibliotecario con los usuarios.
Además, consideramos que los trípticos serían, por sí mismos, importantes
medios para difundir el programa. De cualquier forma y en razón de que el
programa es continuo, la difusión debe ser ininterrumpida al interior de las
instalaciones.
Para difundir el programa a un nivel externo y llegar a usuarios potenciales,
convendría acudir, siempre que sea posible a medios masivos de comunicación a
fin de dar mayor proyección a la biblioteca, y haciendo saber al público que se
cuenta con los programas de formación de habilidades informativas. Desde luego,
habría que dar mayor impulso a la página WEB de la BMLT, en cuyo entorno
gráfico pueden incorporarse banners o enlaces que enfaticen la existencia del
programa de formación.
3.2.3. Lineamientos para la evaluación del sistema
En la literatura revisada sobre la formación de usuarios pocas son las
referencias sobre los procesos de evaluación de los sistemas adoptados. La
mayor parte de las veces, la evaluación final del proceso se cataloga como “la
revisión de los resultados del piloteo o simulación del modelo con el fin de corregir
desviaciones y deficiencias”79.
Sin embargo, está claro que los resultados del proceso de formación de los
usuarios no podría darse a través de instrumentos rígidos que valúen
cuantitativamente (como si se tratase de un examen escolar) qué tanto los
usuarios han aprendido a utilizar las colecciones; lejos de ello, debe tratarse de
una reflexión crítica sobre todos los componentes y funciones del proceso de
enseñanza-aprendizaje con el fin de que hagamos progresivamente los ajustes
necesarios al programa.
79
HERNÁNDEZ SALAZAR, 1993, Op. Cit. p. 194
115
En este sentido, la interacción periódica entre los miembros del equipo
bibliotecario sería el medio idóneo para evaluar los alcances funcionales del
programa. Consideramos que para el caso de la Biblioteca Miguel Lerdo de
Tejada, sería oportuna la realización de juntas trimestrales de evaluación y análisis
en las que los empleados de la biblioteca expongan sus puntos de vista en cuanto
a los avances reportados en la práctica, así como sobre las medidas preventivas y
de ajuste que debieran realizarse para mejorar los flujos operativos de la
formación de los usuarios.
Con el proceso evaluatorio (que debe ser también continuo y llevar un registro
sistemático y analítico), y la subsecuente retroalimentación entre los agentes del
proceso instruccional, el ciclo del programa quedaría completo, sin que ello
implique estaticidad o conformismo institucional: la formación de usuarios de la
información es un proceso en constante evolución; de su adecuada atención
dependerá que éste aporte utilidades prácticas en el corto, el mediano y el largo
plazo.
116
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
La entrada del mundo a la era de la información ha repercutido
contundentemente tanto en la teoría como en los métodos de estudio y trabajo de
las ciencias documentales. El valor cualitativo de la información documental se
incrementa en la misma medida en que las sociedades se vuelven más complejas:
así tenemos que la revolución que actualmente experimentan las relaciones
humanas en casi todos sus ámbitos, se deben y determinan por la información,
cuyas fuentes tienden a incrementarse y diversificarse. Este fenómeno no es ajeno
a la Biblioteconomía: en efecto, las bibliotecas enfrentan cada vez nuevos retos
que se manifiestan en la práctica (incremento substancial de la información y de
sus fuentes, nuevas necesidades de los cada vez más usuarios de las mismas,
prioridades de cambio organizacional, etc.) y que exigen una constante innovación
en la logística y estructura de los servicios que se ofrecen al público.
En efecto, las bibliotecas (singularmente las públicas) pasan, en la actualidad,
por un período de transición. Dejan, paulatinamente de ser meras instituciones
que almacenan y ponen al alcance del público ciertas fuentes documentales, a
sistemas complejos e interactuantes (es decir con funciones muy amplias y
diferenciadas entre sí) conformados por funciones o subsistemas que abarcan
tanto sus tareas técnicas tradicionales, como la atención al público, implicando
esto la necesidad de reformular, de manera integral su funcionamiento. Al
respecto destaca la tendencia actual a aproximar los procesos de administración y
gestión bibliotecaria a los que se emplean en las empresas. La idea básica de esta
tendencia que se generaliza a ritmo acelerado es, precisamente, enfocar a las
unidades de información hacia la gestión de la calidad total.
Uno de los pilares de este cambio que hoy se hace evidente en la esfera
bibliotecaria es, precisamente la valoración objetiva de las necesidades o
requerimientos de servicios e información por parte de los usuarios ya que de
éstos dependerá en gran parte las acciones que se implementen a fin de adaptar
la estructura de las bibliotecas a las necesidades del contexto actual. Es decir, en
el marco del proceso de transformación gestiva y social de las bibliotecas destaca
la premisa de enfocar dichas tareas en torno al usuario de la información, sus
necesidades y conocimientos así como sus aptitudes y habilidades informativas.
De tal manera que tanto los estudios de usuarios como los procesos de formación
de los mismos ocupan un lugar de importancia trascendental.
Los estudios de usuario, que tuvieron su origen en el ámbito de la información
especializada en temas científicos a mediados del siglo XX se han extendido
117
considerablemente durante las últimas décadas, manifestándose como
herramientas invaluables para mejorar, de forma integral, la calidad prestada por
las bibliotecas y otros centros de documentación. Por su flexibilidad permiten
evaluar la funcionalidad de los sistemas bibliotecarios en prácticamente todas sus
dimensiones documentales y operativas.
La Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada de la SHCP, a la que hemos hecho
referencia a lo largo de esta investigación, ha mostrado múltiples rezagos en lo
que se refiere a la modernización de su estructura funcional. Si bien hasta la
fecha, la SHCP ha efectuado varios diagnósticos institucionales, éstos han
carecido de relevancia en el plano bibliotecario puesto que no han ponderado los
intereses, necesidades y puntos de vista de los usuarios. Esto ha provocado
importantes vacíos e inconsistencias para reformular los flujos operativos y
mejorar así la calidad integral de los servicios que al público presta esta
importante institución que conjunta colecciones con un alto valor informativo; para
tal efecto el estudio de usuarios se presentó como una herramienta trascendental
para diagnosticar los principales problemas funcionales y adoptar medidas de
mejora.
El estudio de usuarios presentado en este trabajo, revela no sólo importantes
indicadores sobre el perfil de quienes habitual o esporádicamente acuden a la
institución en búsqueda de información, sino que además nos habla de un
desconocimiento importante de la estructura documental de la biblioteca
(particularmente en cuanto a sus colecciones especiales) y de múltiples
dificultades para acceder a la información. Se logró determinar que el perfil
predominante entre los usuarios son los estudiantes de secundaria y nivel medio
superior, por lo que la principal utilidad que se da a los acervos es la realización de
trabajos escolares. Sin embargo, existe también un importante segmento de
usuarios que se encuentran realizando sus trabajos recepcionales. Llama la
atención la baja incidencia de usuarios que acuden a la biblioteca a realizar
investigaciones académicas. En todo caso, el conocimiento de los procesos de
consulta y de recuperación de la información son deficientes lo que nos habla de
la necesidad de incorporar a las normas institucionales programas permanentes
de formación de usuarios. Existe un desconocimiento casi generalizado de las
colecciones especiales lo que deriva en una subutilización de los recursos
bibliotecarios. Las colecciones de acceso restringido casi no son consultadas lo
que nos revela, desde luego, la necesidad de darles mayor difusión tanto al interior
como al exterior de la biblioteca. Lo anterior conlleva la necesidad de reformular
los procesos de búsqueda para que las colecciones no sean subutilizadas y para
incrementar el acceso de otros perfiles de usuarios, como los investigadores
sociales. Se infiere que dicha reformulación significaría un paso trascendental
hacia la transformación gestiva de la Biblioteca y su adecuación a las tendencias
contemporáneas en Biblioteconomía.
Los indicadores obtenidos en el estudio de usuarios, apuntan claramente hacia
la necesidad de establecer un sistema permanente y continuo de formación de
usuarios y de incrementar, de manera sustancial, la difusión de las colecciones
118
particularmente de las especiales que son muy poco consultadas. Asimismo, el
diagnóstico aporta los elementos suficientes para delinear una metodología para la
intervención dirigida a la formación de usuarios. En este caso, se trata, en
términos generales de favorecer en los usuarios el desarrollo de habilidades
concretas para la búsqueda y recuperación de información, así como para
optimizar los procesos de búsqueda a través de los medios electrónicos de
almacenamiento de información.
El programa de formación de usuarios que se presenta, se estructuró conforme
a los rasgos del usuario identificados en el diagnóstico, bajo un enfoque
semidirecto, por ser éste el más adecuado, conforme a la teoría, para lograr que el
sistema sea equilibradamente formativo e instruccional. En perspectiva técnicodidáctica, ambos elementos (adquisición de información y desarrollo de hábitos y
destrezas) son imprescindibles para que los usuarios logren el objetivo de
optimizar sus búsquedas y recuperación de información. En la estructura del curso
de formación de usuarios se tomaron en cuenta las normas recientes sobre el
desarrollo de habilidades informativas equiparables a las premisas de la psicología
cognitiva en relación a la obtención de aprendizajes significativos que son los más
útiles para el usuario de la información. Por otra parte, la viabilidad del programa
radica en que su impartición quedaría a cargo del propio personal bibliotecario.
Si bien el programa para la formación de usuarios en la biblioteca objeto de
estudio se sustenta en un curso a impartir en período breve y con una estructura
modular accesible y sencilla, atendiendo a que se trata de una biblioteca pública,
se agregan, como estrategias alternativas: la creación de un punto de información
(point of use explanation) para la instrucción individualizada asistida por
computadora, con lo que se permitiría llegar a usuarios que por algún motivo no
pudiesen asistir al curso convencional, así como la elaboración de trípticos
informativos, las cuales tendrían múltiples ventajas sobre todo si se considera el
carácter público de la biblioteca objeto de estudio. Con estos medios se estaría
favoreciendo tanto un aprendizaje significativo de las normas y procesos de
optimización de consultas, como una mayor difusión de las colecciones especiales
hasta ahora subutilizadas.
Respecto al programa, señalamos la necesidad de que éste sea evaluado
periódicamente (trimestral o semestralmente) para identificar y resolver sus
problemas y limitaciones. Por otra parte, resulta también necesario realizar
periódicamente otros estudios de usuarios que actualicen la información sobre
éstos y permitan subsanar las inconsistencias de diagnósticos anteriores.
Si bien se considera que el programa de formación de usuarios significaría un
avance sustancial hacia la elevación integral de la calidad de los servicios
prestados por la biblioteca, anotamos que sus alcances serían muy limitados si no
se promueve, al interior de la institución una nueva cultura organizacional que
coloque al usuario en el centro de los procesos operativos. Asimismo, se sugiere
que a la instrumentación del programa se sume un proceso integral de
capacitación y actualización del personal bibliotecario a fin de que se llegue a una
119
concepción homogénea de la biblioteca como un sistema interactuante con las
necesidades y condiciones del entorno actual. El eje de este proceso de
transformación, debe ser, desde luego enfocar la organización y los procesos
gestivos hacia la calidad total. La consideración del usuario como centro de los
procesos operativos de la Biblioteca, sería un primer paso hacia la modernización
integral de la institución.
120
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SHCP. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Nociones de organización y servicios.
México: SHCP, 1974
SHCP. Colecciones de la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, INTERNET,página
WEB de la BMLT, 2003
SHCP. Diagnóstico organizacional de la Dirección de Bibliotecas. México: SHCP,
2002
SHCP. Manual de Organización Específico. México: SHCP-Dirección General de
Promoción Cultural y Acervo Patrimonial, 2000
SHCP. DGPCAP. Manual de procedimientos específicos, México: SHCP, 2000
SHCP. Reglamento para el Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos.
México: SHCP, 1929
SHCP. Veinticinco aniversario de la fundación del Departamento de Bibliotecas de
la SHCP. México: SHCP, 1953
125
SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid,
España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992
TECUATL QUECHOL, Graciela. El usuario de información, ponencia disponible en
la página WEB de la AMBAC: http://www.ambac.org.mx/publicaciones/editV4N3.html, 2004
THOMPSON, Anthony. Guía para la producción y la utilización de medios
audiovisuales en la enseñanza de la bibliotecología. París: UNESCO, 1983
UNAM, DIRECCIÓN GENERAL DE BIBLIOTECAS. La Bibliotecología en el
México actual. México: UNAM, 1998
VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe;y QUIJANO SOLÍS, Alvaro. Habilidades informativas.
Resumen presentado en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades
Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Disponible en:
http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm
VERDUGO SÁNCHEZ, J. Alfredo (comp.). Bibliotecología, información y sociedad
en México. México: Colegio Nacional de Bibliotecología, 1990.
126
ANEXOS
127
Anexo 1
ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y
ARCHIVONOMÍA
Licenciatura en Biblioteconomía
Tesista: Norma Angélica
Quezada Rojas
Num. de cuenta ENBA:
Asesora: Mtra. Graciela Tecuátl Quechol
CUESTIONARIO PARA UN ESTUDIO DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA
MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SHCP
ESTIMADO USUARIO: El presente cuestionario tiene como finalidad obtener
información sobre el punto de vista que tienen los usuarios acerca de los servicios
que les presta esta Biblioteca. Sus fines son académicos por lo que sus
respuestas serán manejadas con toda confidencialidad. Contéstelo libremente.
INSTRUCCIONES: Favor de tachar el cuadro correspondiente a la opción que
considere más adecuada.
I.
PERFIL DEL USUARIO
NOMBRE (opcional)___________________________________________.
1. Señale su rango de edad
a) Menos de 14 años
b) 15 a 18 años
c) 19 a 30 años
128
d) 31 años en adelante
2. ¿ Cuál es su grado concluido de escolaridad hasta la fecha?
a) Ninguno
b) Primaria
c) Secundaria
d) Preparatoria o equivalente
e) Licenciatura (pasante o titulado)
f) Posgrado
3. ¿ Con qué frecuencia asiste usted a esta biblioteca?
a) Diariamente
b) 2-3 veces a la semana
c) Una vez a la semana
d) Dos veces al mes
e) Sólo de vez en cuando
f) Es la primera vez que asisto
II.
HÁBITOS DE CONSULTA
4. ¿ Cuál es la actividad que más realiza en esta biblioteca?
a) Lectura para esparcimiento
b) Investigación para trabajos escolares
c) Investigación para tesis profesional o de grado
129
d) Investigación académica
Otra (especifique):
__________________________________________________________________
__________________________________________________.
5. ¿ Qué documentos consulta con más frecuencia? (Señale sólo una opción)
a) Libros
b) Diarios y revistas
c) Materiales del Fondo Reservado
d) Archivos Económicos
e) Bases de datos en CD-ROM
6. Usualmente, ¿cómo realiza usted sus consultas?
a) Utilizando el catálogo de tarjetas
b) Con el catálogo electrónico (en las computadoras de la sala general)
c) Apoyándome en algún empleado bibliotecario
d) He utilizado todos los medios anteriores
7.De las siguientes, ¿cuáles son las materias que más consulta?
a) Ciencias Sociales
b) Ciencias Exactas
c) Ciencias Biológicas
d) Artes y Humanidades
e) Información diversa
130
III.
EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS DE LA BIBLIOTECA
8. Normalmente ¿encuentra usted en la Biblioteca todos los materiales que
necesita?
a) Siempre
b) Casi siempre
c) Regularmente
d) Nunca
9.
¿Ha consultado alguna vez la colección de Archivos Económicos o materiales
del Fondo Reservado?
a) Si
b) No
c) No sabía que existiesen dichas colecciones
10. ¿ Ha consultado usted las bases de datos especializadas en CD-ROM?
a) Si
b) No
c) No sabía que existiese esa colección
11. ¿ Considera usted que la Biblioteca está debidamente actualizada en la
materia que le interesa?
a) Si
b) No
c) No sé
131
12. La localización de los materiales que busca en esta biblioteca le parece:
a) Ágil y sencilla
b) Un poco difícil
c) Difícil
d) Muy difícil
13. El personal bibliotecario, ¿muestra buena disposición para auxiliarle en sus
búsquedas cuando usted lo solicita?
a) Siempre
b) Casi siempre
c) Regularmente
d) Nunca
IV.
PROPUESTAS DE MEJORA Y NECESIDADES DE
FORMACIÓN
14. ¿ Se podrían mejorar de alguna forma los servicios de la biblioteca? ¿Cómo?
Describa brevemente:
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
________________________________________________.
15. ¿ Le gustaría participar en un curso de formación de habilidades para
consultar información en esta biblioteca?
a) Si
b) No
c) No sé
OBSERVACIONES (¿Desea usted agregar algo?)
132
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
__________________________________________________________________
________________________________.
¡ GRACIAS! SUS RESPUESTAS SON MUY IMPORTANTES PARA ESTA
INVESTIGACIÓN
APLICÓ_____________
FECHA Y HORA: _____________.
133
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