Proyectar con Luz Natural 46 UN CASA PARA COMPARTIR CON LA LUZ (Vivienda unifamiliar entre medianeras en Barcelona. 1992, Rafael Serra, Helena Coch y Xavler Solsona, Si tenemos una pequeña casa antigua, de principios de siWo, en un zona la de los seres que la habitan o la visitan que es la de la luz del sol, sus juegos y sus rayos, sus vueltas y revueltas, con la continua sorpresa que representan. Por consiguiente vamos a seguir el recorrido del sol por su interior para describir este proyecto. Esto significa que el dibujo de la sección de la vivienda hay que leerlo al contrario de lo que solemos hacer, hay que leerlo de arriba a abajo. Este es el proyecto de la casa de la calle Francoli, una pequeF,a casa entre medianeras, en una calle estrecha de 6 metros, con una profundidad edificable de 20 metros, una altura reguladora de planta baja más tres y además con una antigua torre en medio del solar infringiendo todas las normas urbanísticas. El sol matinal entra por unos ventanales verticales que perforan la cubierta de la casa, orientados a Sur-Sureste. Una gran parte de los rayos de este primer sol que visita el interior de la vivienda, entra por los dos niveles de ventanas más altas y llega hasta el fondo, hasta las estancias que tienen las fachadas orientadas a Norte. Directamente o reflejado por los grandes espejos inclinados que hay en la parte alta de la casa, justo debajo de la cubierta, el sol se cuela hasta habitaciones normalmente iluminadas por la luz difusa que proviene del Norte, sorprendiendo a los ocupantes con esta doble iluminación. urbana consolidada de una ciudad como Barcelona, no se nos plantea ningún dilema. Desde el punto de vista Iumínico la opción es muy clara: la prioridad máxima es la búsqueda de la luz del sol, el acceso del rayo de sol inesperado que trace un destello en algún lugar del interior. arquitectos) No vamos a describir el proyecto desde el visitante que sigue un ordenado camino ascendente y luego descendente, ni desde el habitante que anda y desanda sus pasos varias veces a lo largo del dia ya distintas horas. Esta vivienda tiene una presencia más evidente que Espacio de entrada que se encuentra después de cruzar la puerta de la calle y desde donde se ve la antigua fachada iluminada desde arriba. Visión de la fachada principal de obra vista y de la calle por la que se accede. Luces CEI - octubre 1996 Proyectar con Luz Natural 47 Algún rayo de este sol se ve capturado hacia un pozo de espejos y tras varias reflexiones llega, sorprendido, a la cocina de la primera planta. Los rayos de sol que entran en la vivienda por las ventanas más cercanas a la fachada principal y situadas a un nivel inferior que las otras, van directamente a la sala de juegos que da al espacio central, no sin antes reflejarse en los espejos de plástico que los redirigen. Estos son los caminos de los rayos de sol por los espacios de esta vivienda. Una casa que busca los efectos lumínicos en multitud de rincones. Después de que el sol se haya repartido y paseado por los diversos espacios y caminos que se le habian sugerido, vamos a ver si su presencia sorprende al inadvertido visitante que entra en el recinto. Al entrar, el gran espacio que recibe y permite dejar en él vehículos sin que por ello pueda llamarse garaje, guarda la sorpresa de ver al fondo una fachada. Cuando creíamos que ya habíamos cruzado la fachada principal de la vivienda, la de la calle, aún no hemos franqueado la puerta principal. En un primer momento esta fachada no tiene nada de especial, es una de las tantas muestras de esgrafiados en viviendas entre medianeras que se podían encontrar hace no muchos años en varios barrios de Barcelona. Es sólo después del primer momento cuándo no se entiende... ¿cómo le llega la luz del sol si está dentro de una casa?. Para solucionar el misterio nos acercamos más a ella y miramos hacia lo alto, donde nos encontramos a nosotros mismos. Nos encontramos en unos espejos de plástico, escogidos de este material por varias razones: su poco peso que simplificaba su estructura portante, su irrompibilidad que desterraba el peligro de morir guillotinado y por último su superficie imperfectamente lisa para que siempre supiéramos cuál era el espacio real y cuál el virtual. Al descubrir estos grandes espejos en lo alto, también descubrimos los grandes ventanales de la cubierta que abren hacia el Sur, para captar mejor los rayos de sol y llevarlos hasta la antigua fachada que, hasta el momento de esta remodelación, estaba acostumbrada al calor del sol y al batir de las gotas de lluvia en ella. Ahora sólo le llegará el sol pero estará protegida contra la lluvia. Tranquilos ante la resolución del misterio y esperando que el resto del recorrido perceptivo sea más tranquilo, se abre la puerta de esta antigua fachada y en lugar de encontrar un espacio oscuro, como le correspondería, nos encontramos ante un juego de transparencias que llevan nuestra visión hasta un fondo luminoso y ajardinado. ¿Si aquí hay un jardín, dónde está la vivienda?. Cuando el sol que entra por los ventanales va más alto y no incide en los espejos, procura luz directa al estudio del piso superior. Ventanales de la cubierta por los que llega la radiación solar que incide sobre los espejos del espacio central Luces CEI • octubre 1996 48 Proyectar con Luz Natural La vivienda está arriba y en la planta baja solo encontramos el vestíbulo, un salón de verano relacionado directamente con el pequeño jardín y la zona de lavandería. Hay pues que subir al primer piso para encontrar el comedor y la cocina, escondidos detrás de los balaustres de la fachada restaurada y con una bajada directa al jardín también. El balcón, que abre hacia este jardín orientado a Norte, da una luz difusa reforzada en invierno por los rayos de sol reflejados en los espejos de la parte más alta de la cubierta. En el siguiente piso, a sólo media planta de desnivel, tenemos dos habitaciones que abren directamente a la fachada de la calle a través de un balcón compartido y que no parecen tener ninguna sorpresa. Pero una de ellas sí la tiene, escondida dentro del armario ropero tiene la luz del sol llevada hasta donde el cliente la quería, para así poder distinguir bien el color de los calcetines oscuros. Además hay un cuarto de baño que mediante espejos inclinados sobre la bañera le hacen llegar los rayos de sol matutinos. Cuando uno ha vivido en una casa con sol en los baños, le es muy difícil renunciar a ello. iQué forma tan diferente de empezar el día es despertarse y meterse en un cubículo cerrado, sin ventilación natural, sin luz diurna, sin posibilidad de saber si llueve o hace sol, a la de meterse en este cuarto de baño dónde, alzando los ojos durante la ducha, se puede ver el azul del cielo. Las tres estancias dan a un espacio común de juegos al que también le llegan los rayos solares igual que al baño pero, sin ser tan reservado como éste precisa, tiene vistas sobre el espacio central y sobre la fachada restaurada. El siguiente nivel del recorrido nos coloca encima de la cocina y comedor donde encontramos una habitación de trabajo, que se interpone entre el visitante y el dormitorio principal con su baño. Este estudio, como el comedor, sólo recibe el sol directo, aunque al estar en la parte alta y muy bien situado respecto a los ventanales mayores la cantidad que le llega es muy grande. Durante las horas en que no recibe el impacto directo de los rayos tiene la iluminación que le llega de este gran espacio central dispensador de luz difusa. Y quedan las últimas piezas, un dormi- Espacio de entrada que se encuentra después de cruzar la puerta de la calle y desde donde se ve la antigua fachada iluminada desde arriba. torio y un baño que dan a la fachada Sur desde donde les llega luz más que suficiente. Pero aquí también se han querido llevar rayos de sol aunque solo sean testimoniales. Los que llegan al dormitorio tras cruzar las ventanas de cubierta superiores, reflejar en los espejos colocados en el desván y finalmente entrar por los lucernarios superiores del dormitorio, son más que testimoniales. Los que llegan al cuarto de baño tras un proceso similar son más difíciles de conseguir, ya que solo cuando el sol está bajo en invierno consiguen encontrar el recorrido de transparencias sin que ningun elemento opaco se les interponga. Y aquí terminamos el recorrido por esta sucesión de espacios iluminados. Sucesión que ha sido pensada para no crear excesivos contrastes entre uno y otro pero sí el suficiente como para no obtener una luz monótona yaburrida. La relación entre la iluminación de un espacio y otro procura ser lo suficiente contrastada como para estimular los sentidos en búsqueda de una sensación agradable. Nunca se planteó procurar luz "suficiente" para nada en concreto. Lo que se planteó desde un principio fué utilizar la luz como recurso estético y creador de confort global. Aprovechar sus cambios horarios y estacionales para tener una vivienda también cambiante, un lugar desde dónde se sepa si llueve o hace sol, si es primavera o invierno. Luces CEI - octubre 1996 Proyectar con Luz Natural 49 Que además resulte que durante el día no es necesaria la luz artificial parece tan obvio que ni se comenta, a pesar que nunca fué lo que se persiguió. La luz de día y la artificial pueden convivir en cualquier momento y en cualquier espacio sin por ello desvirtuar el efecto general. De la misma forma que se jugó con la luz del sol, en algunos casos también se intentó hacer una parodia de sus efectos mediante la luz artificial: los focos colocados en railes bajo los grandes ventanales, de noche, dirigen sus haces sobre los mismos espejos que el sol impacta de día creando un efecto, que si bien geometricamente es el mismo, presenta una percepción totalmente distinda debido a la diferencia entre la intensidad de las fuentes: el solo lámparas de 60W. Este refugio cambiante, volcado todo él hacia el vacio central que parte y reparte porciones de luz y de energía por su alrededor, también se adecúa a los cambios de estaciones. No solo el recorrido geométrico del sol y por lo tanto la distribución de la luz es distinto a lo largo del año. También la cantidad de energía que nos llega del sol varía entre verano e invierno y este hecho no se puede olvidar, ya que el rayo de sol que nos acaricia en invierno nos agrede en verano. La situación de las ventanas y la inclinación de los espejos se diseñó para captar un máximo de sol en invierno, cuando va bajo en el horizonte y tiene un corto recorrido por la bóveda celeste. También es cuando más se aprecia su presencia. Las mismas decisiones geométricas que permiten la llegada del rayo en invierno hacen que no entre sol en verano cuando recorre gran parte de la bóveda celeste, pero a la hora que incidiria sobre nuestras ventanas ya está tan alto en el horizonte que un pequeño alero las protege. Pero no se acaba aquí la adecuación de la vivienda a las condiciones de verano. Grandes persianas de lamas horizontales orientabas cubren las superficies vidriadas. ¿Por qué, si ya hemos evitado fa mayor parte de fa radiación directa sobre las aberturas? . Para protegernos también sobre lo poco que pudiera llegar, pero mayormente para reducir la cantidad de radiación difusa en el interior. En un clima como el nuestro la cantidad de energía que recibimos en forma de luz difusa en verano, es suficientemente alta como para que haya que protegerse también contra ella. Estas persianas permiten también la ventilación de el espacio central, evitan la estratificación del aire en las estancias superiores, y crean a su vez un gran umbráculo lumínico cruzado por corrientes de aire que lo convierten en un espacio confortable en sí mismo y que procura confort a las demas escancias que se relacionan con él. El resultado es una casa que parece más grande de lo que realmente es, debido a este gran espacio central que permite respirar luz, aire, estirar la vista, oir claras voces lejanas... Soleada eninvierno y sumida en una fresca penumbra aireada en verano. Introvertido hacia sí misma y hacia el patio interior de manzana, de forma que estando a dos pasos de la Plaza Molina parezca estar fuera de la ciudad. Un lugar donde no solo se ha intentado agradar a la vista, sino también a los demás sentidos, que al fin conjuntamente decidiran si es confortable o no. Luces CEI • octubre 1996