PATIENT EDUCATI N The American College of Obstetricians and Gynecologists WOMEN’S HEALTH CARE PHYSICIANS El Embarazo • SP038 El sangrado durante el embarazo E l sangrado vaginal durante el embarazo ocurre por varios motivos. Algunos son graves y otros no. Este sangrado puede ocurrir en las primeras o las últimas etapas del embarazo. Es común sangrar en las primeras etapas del embarazo. En muchos casos, no indica la presencia de un problema mayor. El sangrado en las últimas etapas del embarazo puede ser más grave. Si tiene cualquier tipo de sangrado en algún momento durante el embarazo, lo mejor es comunicarse con su obstetra–ginecólogo u otro profesional de atención médica. Este folleto explica •las causas de sangrado en las primeras y últimas etapas del embarazo •los signos y síntomas de problemas graves •cómo se trata el sangrado Sangrado durante las primeras etapas del embarazo Aproximadamente un 15–25% de las mujeres embarazadas sangran en el primer trimestre (consulte el cuadro). El sangrado que ocurre en las primeras etapas del embarazo no siempre indica que hay un problema. Puede ocurrir un grado leve de sangrado o manchas de sangre en la primera o segunda semana después de la fertilización cuando el óvulo fertilizado se implanta en el revestimiento del útero. El cuello uterino podría sangrar con mayor facilidad durante el embarazo porque se están formando más vasos sanguíneos en esta área. No es poco común presentar manchas de sangre o un leve grado de sangrado después de las relaciones sexuales, de una prueba de Papanicolaou o de un examen pélvico. No obstante, a veces, la presencia de sangrado en las primeras etapas del embarazo puede indicar que hay algo más grave, como una infección, pérdida prematura del embarazo o un embarazo ectópico. Pérdida prematura del embarazo La pérdida de un embarazo, antes de que termine la semana 13 del embarazo, se denomina pérdida prematura del embarazo o aborto natural. Sucede en casi un 10% de los embarazos confirmados. Algunos signos de pérdida prematura del embarazo son sangrado y cólicos estomacales. Sin embargo, alrededor de la mitad de las mujeres que tienen un aborto natural no presentan sangrado antes de este suceso. Cómo se define el sangrado Embarazo ectópico Es conveniente saber cuál es la diferencia entre manchas de sangre, sangrado leve y sangrado intenso: Trompas de Falopio Óvulo fertilizado Ovarios • Manchas de sangre es el tipo de sangrado que solo se observa cuando se limpia. • Sangrado leve es un flujo de sangre más ligero que el del período menstrual habitual. • Sangrado intenso es un flujo de sangre con la misma o mayor intensidad que el flujo de sangre más intenso de un período habitual. Óvulo fertilizado Vagina Embarazo normal Útero Cuello uterino Embarazo ectópico Para saber si se ha perdido el embarazo, se podría hacer un examen por ecografía (ultrasonido) para determinar si el embrión aún está creciendo en el útero. Se podrían hacer pruebas de sangre para medir el nivel de gonadotrofina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés). Esta es la sustancia que se detecta en las pruebas de embarazo. Puede ser necesario hacer varias pruebas de laboratorio y exámenes por ecografía para confirmar que el embarazo se ha perdido. Cuando se pierde un embarazo, es posible que quede tejido del embarazo en el útero. Este tejido se tiene que extraer. Puede esperar a que este se secrete naturalmente o tomar un medicamento para facilitar que se secrete. Estas dos opciones a menudo causan sangrado intenso y cólicos estomacales. Otra opción es un procedimiento quirúrgico que extrae el tejido. Este procedimiento a menudo se puede realizar en el consultorio del médico. A muchas mujeres les preocupa la capacidad de tener otro bebé después de una pérdida prematura del embarazo. La pérdida de un embarazo en el primer trimestre generalmente ocurre una sola vez. La mayoría de las mujeres logran tener embarazos exitosos en el futuro. Las pérdidas recurrentes de un embarazo son raras. su obstetra–ginecólogo u otro profesional de atención médica. Se podría hacer un examen por ecografía (ultrasonido) para determinar si está embarazada y si el embarazo está dentro del útero. También se pueden hacer pruebas de sangre para medir el nivel de hCG. Esta prueba se podría repetir varias veces para confirmar un embarazo ectópico. Hay dos métodos para tratar un embarazo ectópico: 1) con medicamentos y 2) con cirugía. Si se ha desgarrado una trompa de Falopio o corre el riesgo de que se desgarre, se recomienda hacer una cirugía de inmediato para extraer la trompa de Falopio. Si la trompa de Falopio no se ha desgarrado, tal vez se pueda extraer el embarazo y dejar la trompa de Falopio en su sitio. El tratamiento con medicamentos es una opción si el embarazo aún se encuentra en las primeras etapas, no hay indicios de ruptura y su condición es estable. Esta opción le permite conservar la trompa de Falopio y evitar una cirugía. La probabilidad de que ocurra un embarazo ectópico otra vez después de un embarazo ectópico previo es de un 15% aproximadamente. Esta probabilidad depende de muchos factores, como su edad, historial de infertilidad y el daño a la trompa de Falopio. Embarazo ectópico Sangrado durante las últimas etapas del embarazo Un embarazo ectópico ocurre cuando el óvulo fertilizado no se implanta en el útero sino en otra parte, generalmente en una de las trompas de Falopio. El embarazo no sobrevivirá y se debe extraer con medicamentos o cirugía. Un gran riesgo con este tipo de embarazo ocurre cuando se rompe la trompa de Falopio. Esta situación requiere atención de inmediato ya que es posible que ocurra hemorragia interna. La pérdida de sangre puede provocar debilidad, desmayo, dolor, choque o incluso la muerte. A veces, el único signo de un embarazo ectópico es sangrado vaginal. Otros síntomas pueden ser dolor abdominal, pélvico o de los hombros. Estos síntomas se pueden presentar incluso antes de que sepa que está embarazada. Si presenta estos síntomas, llame a Algunos problemas comunes que causan un grado leve de sangrado en las últimas etapas del embarazo son inflamación o masas o tumores en el cuello uterino. Un signo de un problema más grave es la presencia de sangrado intenso. Este tipo de sangrado puede indicar un problema con la placenta. Cualquier cantidad de sangrado también puede indicar parto prematuro. Si presenta algún tipo de sangrado en las últimas etapas del embarazo, comuníquese con su obstetra–ginecólogo de inmediato o vaya inmediatamente al hospital. Problemas placentarios La placenta está adherida a la pared uterina. Hay varios problemas con la placenta en las últimas etapas del embarazo que pueden causar sangrado. Problemas placentarios Placenta Útero Cuello uterino Embarazo normal La placenta se desprende de la pared uterina Útero Cuello uterino Abrupción placentaria La placenta cubre el cuello uterino Útero Cuello uterino Placenta previa Abrupción placentaria. En la abrupción placentaria, la placenta se separa de la pared del útero antes o durante el parto. Los signos y síntomas más comunes son sangrado vaginal y dolor abdominal o de espalda. Algunas mujeres no presentan sangrado intenso con la abrupción placentaria porque la sangre queda atrapada dentro del útero detrás de la placenta. La abrupción placentaria puede causar complicaciones graves si no se detecta a tiempo. Esto se debe a que el bebé podría recibir menos oxígeno y la mujer embarazada podría perder una gran cantidad de sangre. Placenta previa. Cuando la placenta se encuentra en la parte inferior del útero, es posible que cubra parcial o completamente el cuello uterino. Este problema médico se denomina placenta previa. La placenta previa puede causar sangrado vaginal. Este tipo de sangrado a menudo ocurre sin presentar dolor. La mayoría de los casos de placenta previa se diagnostican durante un examen por ecografía de rutina, antes de que comience a sangrar. Si se detecta placenta previa antes de la semana 21 del embarazo, es probable que le den seguimiento con exámenes por ecografía periódicos. Algunos tipos de placenta previa se resuelven por sí solos entre la semana 32 y la semana 35 del embarazo, a medida que la parte inferior del útero se estira y adelgaza. El trabajo de parto y el parto pueden proceder normalmente. Si la placenta previa no se resuelve, el bebé podría tener que nacer mediante parto por cesárea antes de la fecha prevista. Placenta adherente. Cuando la placenta (o parte de la placenta) invade y no se separa de la pared uterina, se llama placenta adherente. Con placenta adherente, puede ocurrir sangrado durante el tercer trimestre y una pérdida considerable de sangre durante el parto. La mayoría de los casos se detectan durante el embarazo con un examen por ecografía de rutina. Sin embargo, a veces no se detecta hasta después de que nace el bebé. Un factor de riesgo importante para la placenta adherente es haber tenido una cirugía que lesiona la pared uterina, como un parto por cesárea previo o la extracción de fibromas dentro de la pared uterina. Otros factores son tener mayor edad y haber estado embarazada con más de un bebé. Si tiene placenta adherente, corre el riesgo de perder una cantidad potencialmente mortal de sangre durante el parto. Su obstetra tendrá que planificar el parto cuidadosamente y asegurarse de contar con todos los recursos necesarios. Es posible que deba tener su bebé en un hospital que se especializa en esta complicación. A menudo se hace una histerectomía justo después del parto para evitar que ocurra una pérdida potencialmente mortal de sangre. Trabajo de parto prematuro En las últimas etapas del embarazo, la presencia de sangrado vaginal puede ser un indicio de trabajo de parto. Cuando el trabajo de parto comienza antes de la semana 37 del embarazo, se le llama trabajo de parto prematuro. Otros signos de trabajo de parto prematuro son los siguientes: • Cambio en las secreciones vaginales (se vuelven aguadas, con mucosidad o teñida de sangre) o aumenta la cantidad de estas secreciones • Presión pélvica o presión en la parte inferior del abdomen • Dolor constante y sordo en la espalda • Cólicos abdominales leves, con o sin diarrea • Contracciones regulares o frecuentes, u opresión uterina, que a menudo no producen dolor (cuatro veces cada 20 minutos u ocho veces por hora durante más de 1 hora) • Ruptura de membranas (romper fuente, ya sea que el líquido salga a chorros o poco a poco) El tratamiento para el trabajo de parto prematuro se basa en lo que se considera que es mejor para su salud y la salud del bebé. En algunos casos, se podrían administrar medicamentos que se llaman corticoesteroides para promover la madurez de los pulmones y de otros órganos del bebé. Se pueden administrar medicamentos que se llaman tocolíticos para ayudar a detener las contracciones y permitir que actúen los corticoesteroides. El sulfato de magnesio es un tocolítico que se administra antes de la semana 32 del embarazo y que también contribuye a reducir el riesgo de parálisis cerebral en los bebés prematuros. Cuando el trabajo de parto prematuro ha llegado a un punto en que no se puede detener o si hay motivos para que su bebé nazca antes de lo previsto, podría ser necesario realizar el parto. Por último… Muchas mujeres sangran durante el embarazo. Aunque generalmente esto no quiere decir que algo anda mal, a veces puede ser un signo de un problema grave. Si sangra en cualquier momento durante el embarazo, dígaselo de inmediato a su obstetra–ginecólogo o a otro miembro de su equipo de atención médica. Gonadotrofina coriónica humana (hCG, por sus siglas en inglés): Hormona que se produce durante el embarazo y su detección es la base de la mayoría de las pruebas de embarazo. Histerectomía: Extracción del útero. Inflamación: Dolor, hinchazón, enrojecimiento e irritación en los tejidos del cuerpo. Obstetra–ginecólogo: Médico con capacitación, destrezas y educación especiales en la salud de la mujer. Oxígeno: Gas necesario para poder vivir. Parálisis cerebral: Discapacidad a largo plazo del aparato nervioso que afecta a los niños pequeños donde el control de los movimientos o la postura es anormal y no se produce a causa de una enfermedad reconocida. Parto por cesárea: Parto de un bebé a través de incisiones quirúrgicas en el abdomen y útero de la madre. Pérdida prematura del embarazo: Pérdida de un embarazo que ocurre en las primeras 13 semanas del embarazo; también se denomina aborto natural. Placenta: Tejido que sirve para alimentar al feto y eliminar sus desechos. Placenta adherente: Problema médico en el que parte o toda la placenta se adhiere anormalmente a la pared uterina y no se separa de la misma. Placenta previa: Problema médico en que la placenta cubre, ya sea parcial o completamente, la abertura del útero. Glosario Prematuro: Que nace antes de que terminen las 37 semanas del embarazo. Aborto natural: Pérdida del embarazo que ocurre en las primeras 13 semanas del embarazo. Tocolíticos: Medicamentos que se usan para desacelerar las contracciones del útero. Abrupción placentaria: Problema médico en el que la placenta se ha comenzado a separar de las paredes internas del útero antes del nacimiento del bebé. Trimestre: Cualquiera de los tres períodos de 3 meses en el que se divide el embarazo. Corticoesteroides: Medicamentos que se administran para promover el desarrollo de los pulmones del feto, para la artritis o para otros problemas médicos. Cuello uterino: El extremo inferior y más estrecho del útero ubicado encima de la vagina. Embarazo ectópico: Embarazo en el que el óvulo fertilizado comienza a desarrollarse en un lugar fuera del útero, por lo general en las trompas de Falopio. Embrión: Organismo en desarrollo desde el momento que se implanta en el útero hasta que transcurren 8 semanas completas de embarazo. Examen pélvico: Examen físico de los órganos reproductores de la mujer. Examen por ecografía (ultrasonido): Examen que usa ondas sonoras para examinar estructuras internas. Durante el embarazo, puede usarse para examinar al feto. Fertilización: Unión de un óvulo con un espermatozoide. Fibromas: Tumores, casi siempre benignos, que se forman en el músculo del útero. Trompas de Falopio: Conductos a través de los cuales se desplaza un óvulo desde el ovario hasta el útero. Útero: Órgano muscular ubicado en la pelvis de la mujer que contiene al feto en desarrollo y lo nutre durante el embarazo. Este Folleto Educativo para Pacientes fue elaborado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Diseñado para ayudar a los pacientes, presenta información actualizada y opiniones sobre temas relacionados con la salud de las mujeres. El nivel de dificultad de lectura de la serie, basado en la fórmula Fry, corresponde al grado escolar 6to a 8vo. El instrumento de Evaluación de Idoneidad de Materiales (Suitability Assessment of Materials [SAM]) asigna a los folletos la calificación “superior”. Para asegurar que la información es actualizada y correcta, los folletos se revisan cada 18 meses. La información descrita en este folleto no indica un curso exclusivo de tratamiento o procedimiento que deba seguirse, y no debe interpretarse como excluyente de otros métodos o prácticas aceptables. Puede ser apropiado considerar variaciones según las necesidades específicas del paciente, los recursos y las limitaciones particulares de la institución o tipo de práctica. Derechos de autor agosto de 2016 por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (American College of Obstetricians and Gynecologists). Todos los derechos reservados. Ninguna parte de esta publicación podrá reproducirse, almacenarse en un sistema de extracción, publicarse en Internet, ni transmitirse de ninguna forma ni por ningún método, sea electrónico, mecánico, de fotocopiado, grabación o de cualquier otro modo, sin obtener previamente un permiso por escrito del editor. ISSN 1074-8601 Las solicitudes de autorización para hacer fotocopias deben dirigirse a: Copyright Clearance Center, 222 Rosewood Drive, Danvers, MA 01923. Para pedir Folletos de Educación de Pacientes en paquetes de 50, sírvase llamar al 800-762-2264 o hacer el pedido en línea en sales.acog.org. 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