1 riesgo geológico en la ciudad de méxico por

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XXVIII Congreso Interamericano de Ingeniería Sanitaria y Ambiental
Cancún, México, 27 al 31 de octubre, 2002
RIESGO GEOLÓGICO EN LA CIUDAD DE MÉXICO POR HUNDIMIENTO.
UNA PROPUESTA PARA MITIGARLO.
INTRODUCCIÓN
La explotación de agua subterránea en el Valle de México ha provocado hundimientos en el piso
del valle. La sobreexplotación es de 25 m3/seg, muy superior a la recarga. Los hundimientos han
afectado edificios, instalaciones industriales y en general a la infraestructura vial e hidráulica; han
producido deformaciones y grietas en el terreno aluvial y lacustre, incrementando riesgos y
vulnerabilidad a sismos e inundaciones.
Para detener el hundimiento se propone la recarga de agua residual tratada a nivel terciario, la que
actualmente queda titulada a los agricultores del Valle del Mezquital y del Valle de México, con
gastos medios anuales de 42 y 7 m3/seg respectivamente. Para poder obtener los derechos del
agua a ser recargada, se propone que se modernicen, con cargo al presupuesto del Area
Metropolitana, los distritos de riego; con ello se ahorraran 24 m3/s de agua residual que podrá ser
retenida en el Valle de México para ser tratada y recargar el acuífero con el objeto de moderar y
con el tiempo detener el hundimiento de la ciudad.
Para la demanda a corto plazo se van a traer de cuencas exteriores 12 m3/seg, tratando el agua
residual que genere estas nuevas aportaciones se tendrán 8.4 m3/seg de aguas residuales que se
pueden recargar que en conjunto del agua retenida que ya no se enviaría a Tula se tienen 24 + 8.5
= 32.5 m3/seg, cifra superior a la sobreexplotación. Al recargar esta agua residual tratada el
acuífero quedaría en equilibrio.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
La ciudad de México y su zona metropolitana (“Valle de México”) ocupan al Distrito Federal y 18
municipios del Estado de México. La mancha urbana abarca hoy un área superior a 1800 km2; su
cuenca hidrológica (la propia Cuenca de México) mide unos 9600 km2,, su precipitación pluvial
media 750 mm. Su población, que en el año de 1940 era de 2 X 106 habitantes, ha aumentado a
unos 20 X 106 en el 2000. Al año 2010 las proyecciones indican que llegará a 26 X 106
Este crecimiento generará a futuro cambios importantes en servicios, como es el caso del agua
potable. Actualmente se requieren 61.4 m3/seg de agua; si no se toman medidas para eficientar su
uso se requerirán en el año 2010 un poco más de 80m3/seg. La mayor parte del agua que se usa
en el Valle de México proviene de acuíferos del mismo valle; el resto viene de acuíferos del Valle
de Lerma, así como de fuentes más lejanas:
Pozos en la Cuenca de México
Pozos en el Valle de Lerma
Agua superficial Cuenca Cutzamala
Total
m3/seg
42.0
5.9
13.5
61.4
De los 61.4 m3/seg se estima que solo llegan a los usuarios 38.6 m3/s; el resto, 23.8 m3/s, se
pierde por fugas en la red metropolitana de distribución, tomas domiciliares y redes
intradomiciliarias (38%). Se estima que sólo se paga el 60% de lo surtido (23.2 m3/seg). El
agua se cobra a un promedio de 2.0 pesos por m3 en el 2002, siendo su costo promedio real
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superior a 4.00 pesos en el 2002. Los costos de traer nuevas aguas al Valle de México de las
cuencas de los ríos Cutzamala, Oriental o Tecolutla se estiman en 5.6 pesos/m3, 13.7 pesos/m3 y
14 pesos/m3 respectivamente a precios de 1997 (correspondiendo hoy 9 pesos a 1 dólar).
Para la agricultura de 4800 has en el Valle de México se extraen de los acuíferos con pozos 7.6
m3/s. El total calculado de agua subterránea extraída en la Cuenca de México para uso urbano y
agricultura asciende aproximadamente a 50 m3/seg, sin contar el agua de industria y de pozos
clandestinos.
Se ha estimado que la recarga del acuífero asciende a 25 m3/seg por agua pluvial. A la ves, se
desconoce el efecto de las fugas en las redes de agua potable y alcantarillado sobre la recarga del
acuífero y el de la infiltración directa de aguas residuales en los pedregales. Por lo tanto la
sobreexplotación del acuífero de la Cuenca de México es igual o mayor a 25 m3/s.
La sobreexplotación de acuíferos del Valle de México, uno de tantos impactos negativos de la
modernidad, ha generado una amplia zona de hundimiento del piso en la superficie lacustre; este
varía de 5 cm/año (Zócalo) hasta 30 cm/año (Chalco). Se llegaron a medir por 1952, en el corazón
de la capital hundimientos de 60 cm/año fecha en la que se dejaron de operar numerosos pozos. A
raíz de ello, el hundimiento del piso del Valle de México se ha reducido en el centro, lo que
comprueba que existe una relación directa entre la sobreexplotación del acuífero y el hundimiento
(caso Xotepingo).
Los hundimientos han producido deformaciones y grietas en el terreno aluvio-lacustre, provocando
daños a la infraestructura urbana e incrementando riesgos y vulnerabilidad a inundaciones y
sismos. Los daños económicos por ruptura de las redes de abastecimiento y drenaje van año por
año en aumento.
De una manera general puede decirse que desde unos 50 años a la fecha se extrae más agua del
subsuelo que la que se infiltra. Así, para detener el hundimiento, será necesario dejar de
sobreexplotar el acuífero del Valle de México y restablecer sus condiciones originales de presiones
mediante recarga.
Fuente de abastecimiento.
Se propone usar el agua residual de las descargas del Valle de México 3 inyectarla a sus
acuíferos. Sin embargo, hay que considerar que estas aguas están concesionadas al Distrito de
riego del Mezquital, por lo que el volumen de agua retenido en el Valle de México para recarga
tendría que negociarse con los agricultores para lograr la cesión de los derechos.
Adicionalmente se propone se intercambie el agua utilizada en la agricultura dentro del Valle de
México por agua residual tratada a nivel terciario modernizando al riego por goteo. Al disponer del
agua “blanca” de Texcoco se darían a cambio 4 m3/s de aguas residuales tratadas hasta un nivel
terciario. Así y modernizando este distrito de riego también se lograría un ahorro de 3 m3/seg de
agua para el abastecimiento urbano y de 7.4 m3/s más de aguas blancas. Al utilizar 4 m3/s de
aguas residuales tratadas a nivel terciario para la agricultura por goteo o microaspección se
reduciría la disponibilidad de este tipo de aguas en la cantidad mencionada, pero se tienen 7.4
m3/seg adicionales para la Ciudad de las cuales se obtienen 4.9 m3/seg de aguas residuales.
Proyecto Temascaltepec de la Comisión Nacional del Agua. Aumenta en 10.6 m3/seg el
abastecimiento actual a la Zona Metropolitana. Cuando se descarguen al drenaje, resultaran,
después de pérdidas, en un flujo de 7.4 m3/s. Esa misma cantidad debería retenerse en el Valle de
México para la recarga de acuíferos, aumentando así el volumen de agua a tratar. Se tendrían,
sumando esta cantidad a las anteriores, 25.6 m3/seg retenidos del agua que ahora se envía al
Mezquital – 4 m3/seg de intercambio con Texcoco + 4.9 m3/seg de agua residual del agua de
Texcoco = 26.5 m3/seg.
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RESUMEN DE ACCIONES.
La utilización de agua residual tratada de la cuenca de México para su recarga en los acuíferos de
la Ciudad es posible. Así podrá lograrse un equilibrio en los mismos y posiblemente hasta la
restitución a sus condiciones originales. Con ello se detendría el hundimiento del piso del Valle de
México.
Lo anterior se puede lograr mediante las siguientes acciones:
•
•
•
Retener 25 m3 de agua residual de los 42 m3/s que se envían de la Cuenca de México
al Mezquital. Este gasto, una vez tratado, se recarga en los acuíferos del Valle de
México. Dicho volumen representa la suma del agua ahorrada por modernización de
los distritos de riego y la substitución con agua del acuífero del Mezquital.
Intercambiar aguas blancas por aguas residuales tratadas que se utilizan en la
agricultura del Valle de México; con ello se obtienen 7.4 m3/seg de agua blanca para
la red urbana y se reducen 4 m3/s de aguas negras tratadas. Se obtienen 4.9 m3/seg
de agua residual.
Evitar la salida de la cuenca de México del agua de nuevas fuentes que se traerá del
sistema Cutzamala; ello aumentará en 7.4 m3/seg las aguas residuales para su
tratamiento y recarga.
Se concluye que es posible utilizar hasta 35 m3/s de agua residual tratada a nivel terciario para
inyectar al acuífero de la ciudad de México. Así se restituirá su condición original y se creará un
banco de agua para ser utilizado a futuro, lo que permitirá el desarrollo sustentable del Valle de
México.
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