Más allá del Continuo del desarrollo: el sistema Teaching Strategies

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Más allá del
Continuo del desarrollo:
el sistema
Teaching Strategies GOLD™
Presentación de los
Objetivos para el
desarrollo y el aprendizaje
•
. .
Contenido
Introducción . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3
RUTINAS
Saludos y despedidas
Cómo responder a las necesidades de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4
Pañales y uso del baño
Cómo responder a las necesidades de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Comidas
Cómo responder a las necesidades de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Horas de siesta
Cómo responder a las necesidades de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17
Proceso de vestirse
Cómo responder a las necesidades de los niños . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21
EXPERIENCIAS
Juego con juguetes
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
Imitación y juego imaginario
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 26
Cuentos y libros
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 28
Música y movimiento
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
Creación artística
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
Preparación de alimentos
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Exploración con arena y agua
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 36
Juego al aire libre
Cómo responder y planear para cada niño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Introducción
Es probable que los educadores que conocen El Currículo Creativo para niños de 0 a 3 años recuerden el
Continuo del desarrollo que forma parte de ese programa. El Continuo del desarrollo ayuda al maestro a observar
cuidadosamente a los niños, y luego a usar sus observaciones para responder con mayor efectividad a los intereses y
necesidades de los niños.
El sistema de evaluación Teaching Strategies GOLD™ cumple esos mismos objetivos mediante un método diferente.
Este nuevo sistema hace uso de progresiones del desarrollo y el aprendizaje que incluyen indicadores y ejemplos
de las expectativas de logro, por edad, para los niños desde el nacimiento hasta el kindergarten. En el nuevo
sistema se usan franjas de colores (una de distinto color para cada año de la vida del niño) para indicar el marco
de edades que corresponde a las expectativas normales de desarrollo y aprendizaje para cada destreza.
Mientras que en el Continuo del desarrollo se hablaba de metas y objetivos, el nuevo sistema Teaching Strategies
GOLD™ identifica objetivos para el desarrollo y el aprendizaje; es decir, los conocimientos, destrezas y
comportamientos que, según las investigaciones más recientes, sirven para predecir los futuros logros escolares de
los niños. Muchos de estos objetivos abarcan varias dimensiones.
Más allá del Continuo del desarrollo: el sistema Teaching Strategies GOLD™ muestra cómo las acciones y
comportamientos de los niños corresponden a determinados objetivos para el desarrollo y el aprendizaje, y
sugiere cómo el maestro puede responder a cada niño basándose en sus observaciones directas y sus reflexiones.
Este recurso consta de dos secciones que corresponden a la Parte 2 (Las rutinas) y la Parte 3 (Las experiencias) de
El Currículo Creativo para niños de 0 a 3 años.
La sección “Rutinas” demuestra que las rutinas diarias son muy importantes en el currículo. Bajo los
encabezamientos “Cómo responder a las necesidades de los niños” de esta sección verá ejemplos de cómo los
nuevos objetivos para el desarrollo y el aprendizaje se pueden usar para planificar cinco rutinas diarias que
responden a las necesidades de los niños —siempre en proceso de evolución— y a su emergente independencia.
La sección “Experiencias” describe cómo las distintas experiencias de los niños apoyan su desarrollo y
aprendizaje. Esta sección también sugiere materiales apropriados para cada edad y explica cómo el maestro puede
apoyar el aprendizaje de los niños observándolos cuidadosamente y luego respondiendo de modo adecuado a
cada uno de ellos. Bajo los encabezamientos “Cómo responder y planear para cada niño” de esta sección hallará
ejemplos de cómo los nuevos objetivos para el desarrollo y el aprendizaje pueden ayudar al maestro a planificar
experiencias significativas que responden a los intereses y habilidades de los niños.
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Rutinas
Saludos y despedidas
Mathew (de 22 meses) comienza a llorar cuando su madre se despide y le repite que regresará.
Mercedes se agacha, le pone el brazo alrededor y le dice: “Estás triste porque tu mami se fue”.
Ella hace una pausa y le acaricia la espalda con suavidad. “Yo sé que es difícil despedirnos, pero
mami va al trabajo y estará pensando en ti. Ella va a regresar más tarde. Vamos ahora a mirar
juntos un álbum de la familia”. Cuando Mercedes le muestra a Mathew una de las páginas
con fotografías familiares, él sonríe, señala a sus papás y dice: “Mamita, papito”. Mercedes le
responde: “Sí, ella es la mamita de Mathew y aquí está el papito. Ellos saben que tú estarás
conmigo hasta que vengan a recogerte para llevarte a casa”.
Cada día comienza cuando los niños y las familias le saludan a usted y se despiden entre ellos. Cada día termina
cuando los niños se reúnen de nuevo con sus familiares y se despiden de usted. En esos momentos, los niños, sus
familias y usted experimentan emociones fuertes. Por eso, dichos momentos del día requieren su atención.
Al llegar al programa se crea la atmósfera para el día. Una despedida triste a menudo es más difícil para los padres
que para los niños, quienes se recuperan con facilidad una vez que se sienten seguros a su cuidado. Los padres con
frecuencia se sienten ansiosos y culpables si los niños lloran cuando ellos deben marcharse. Como cada niño es
diferente, usted debe actuar con flexibilidad y sensibilidad a las necesidades de cada uno de ellos y sus familias.
Las reuniones al final del día también pueden ser bastante emocionales para los niños y los familiares. Un niño
que se despidió en la mañana con facilidad o que se adaptó sin problemas después de haberse despedido con
tristeza podría saludar a su padre alegremente o incluso ignorarlo. Una niña podría hacer una pataleta o comenzar
a llorar por haber contenido sus emociones fuertes para expresarlas con sus familiares o aquellas personas en
quienes más confía. Una reacción alegre deleita a todo padre, pero otros tipos de reacciones podrían hacerle sentir
rechazado, triste o culpable. Usted deberá prestarle atención tanto a las despedidas como a las llegadas.
Aprender a separarse de las personas queridas es un proceso que dura toda la vida y es una parte importante de crecer.
Cuando usted ayuda a los niños a que aprendan a manejar las separaciones de sus seres queridos y a reunirse después con
ellos, los niños se sienten comprendidos y adquieren confianza en sí mismos.
Cómo responder a las necesidades de los niños
Los bebés, los niños caminadores y los de dos años se comportan de distintas maneras durante los saludos y las
despedidas dependiendo del nivel del desarrollo, el temperamento, lo que esté ocurriendo en el hogar, la salud o
incluso el clima.
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Bebés pequeños
Los bebés pequeños que vienen al programa antes de cumplir los seis meses de edad podrían no tener dificultad
para separarse de sus parientes. Si las necesidades de los bebés son atendidas en forma oportuna y consistente
durante estos meses iniciales, la mayoría se adapta bien a las situaciones nuevas y a los maestros. Si su cuidado es
afectuoso y receptivo, lo más probable es que los niños más pequeños no tengan dificultad durante las despedidas.
Hoy, el papá de Julio tiene prisa. Él le entrega el niño de 4 meses a Linda con rapidez. Coloca la ropa que
trajo de casa en el anaquel, le da un beso a Julio en la cabeza y se despide. Julio comienza a llorar y Linda
siente que tensiona los músculos.
Lo que piensa y se pregunta
Linda
Julio se está sintiendo incómodo porque su rutina de la mañana ha sido
apresurada. Él está aprendiendo a comunicar lo que siente.
Me pregunto si está reaccionando al estado de ánimo de su papá.
¿Cómo puedo reconfortarlo?
Cómo responde Linda
“Mi bebecito”, le dice Linda a medida que le acaricia la espalda con suavidad.
Su llanto se reduce y se convierte en un quejido suave a medida que comienza a
tranquilizarse.
Linda le trae su juguete de peluche preferido. “¿Quieres tu perrito suavecito?”
Julio alcanza el perro de peluche, lo agarra y se acurruca al lado de Linda.
Lo que podría estar
aprendiendo Julio
A reconocer y acercarse a los adultos conocidos (Objetivo 2. Establece y mantiene
relaciones positivas, a. Forma relaciones con adultos)
A expresar una diversidad de emociones y necesidades, utilizando expresiones
faciales, movimientos corporales y vocalizaciones (Objetivo 1. Regula las
emociones y los comportamientos, a. Maneja las emociones)
A usar toda la mano para agarrar objetos (Objetivo 7. Demuestra fortaleza y
coordinación motriz fina, a. Usa las manos y los dedos)
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Bebés móviles
Los bebés móviles, por lo regular, exhiben una mayor preferencia que los bebés más pequeños a estar con los
miembros de su familia y con adultos especiales para ellos. Alrededor de la edad de 8–12 meses, los niños a
menudo desarrollan la ansiedad a ser separados de los adultos especiales con quienes han creado un lazo afectivo.
Aunque ayudar a un niño durante las separaciones difíciles puede ser todo un reto tanto para usted como para el
niño, recuerde que la dificultad indica que el niño siente un apego seguro y sano hacia sus padres. Su trabajo es
forjar una relación de confianza con él para que, a su vez, pueda adquirir el apego seguro a usted.
Willard, de 11 meses, regresa a la guardería infantil después de unas vacaciones con su familia. Grace lo
saluda cálidamente pero él se aferra a su madre. Grace le sugiere quedarse por un rato. Cuando Grace se
acerca a ellos, Willard mira a su mamá, le pone la mano en una pierna y mira a Grace. Grace le sonríe
y le dice: “Hola, Willard. Veo que me estás mirando”. Willard le sonríe tímidamente y se da vuelta,
escondiendo el rostro en el brazo de su madre. Cuando vuelve a mirar a Grace, él sonríe. Grace le dice:
“¡Willard, yo extrañé tu sonrisa! Estoy tan contenta de que hayas regresado”. Willard estira la mano y
la pone sobre la mano de Grace. Ella le da varios besos sonoros. Willard reacciona riendo. Su madre se
levanta para marcharse. Willard se aferra a sus piernas y grita. Su mamá le dice: “Lo siento, Willard, pero
tengo que irme”.
Lo que piensa y se pregunta
Grace
Willard no me ha visto por varias semanas. Él desea estar con su madre pero yo
sé que ella debe marcharse.
¿Cómo puedo reconfortarlo y hacer que se sienta seguro conmigo nuevamente?
Cómo responde Grace
Grace agarra con suavidad a Willard para que le suelte las piernas a su madre y
luego lo carga. Ella le dice: “Yo sé que es difícil despedirte de tu mami y que te
entristece que ella se vaya”. Él continúa llorando y gritando mientras su mamá
se aleja.
Grace le acaricia la espalda y continúa hablándole en un tono suave. “Yo sé que
quieres mucho a tu mami”. Grace camina con Willard meciéndolo con suavidad
en sus brazos. El niño continúa llorando y escondiendo el rostro en el hombro
de Grace. Ella le acaricia con suavidad la cabeza y le dice: “Me complace mucho
estar cargándote otra vez”.
Lo que podría estar
aprendiendo Willard
A sentir seguridad estando con personas conocidas (Objetivo 2. Establece y
mantiene relaciones positivas, a. Forma relaciones con adultos)
A usar las expresiones faciales, los gestos o la voz para guiar sus sentimientos
(Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones positivas, b. Responde a los indicios
emocionales de otros)
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Niños caminadores y niños de dos años
Los niños caminadores y los de dos años se despiden alegremente de sus familiares algunos días. En cambio, otros
días se aferran a ellos y usted tiene que separarlos con suavidad para que sus padres puedan marcharse. La misma
niña que se aferró a uno de sus parientes podría ignorarlo cuando regresa a recogerla. Si usted ha establecido
una relación enriquecedora con los niños y ellos cuentan con una rutina consistente, incluso en los días más
desafiantes, los niños sabrán que pueden confiar en que usted les brindará ayuda durante estos momentos difíciles.
Cuando su padre regresa, Mathew, de 22 meses, está jugando felizmente en el deslizador. El niño lo ignora
y continúa jugando. Mercedes habla con el padre de Mathew y le menciona que el niño se ha vuelto diestro
subiendo y bajando sin ayuda. Luego, ella se acerca al niño y le dice: “Mathew, es hora de regresar a casa
con papá ”. Mathew mueve la cabeza y dice: “¡No!”.
Lo que piensa y se pregunta
Mercedes
No quiero que el papá de Mathew se sienta mal porque el niño está actuando
como si no quisiera irse. Debo explicarle lo difíciles que son las transiciones. Los
niños necesitan de nuestra ayuda para ir de una actividad a otra.
¿Qué puedo decir para ayudar a Mathew a hacer la transición para volver a casa?
Cómo responde Mercedes
Mercedes dice: “Mathew, veo que te estás divirtiendo mucho en ese deslizador”.
Mathew sonríe y le dice: “Abajo”. Mercedes le explica: “Te puedes subir al
deslizador y deslizarte dos veces más, luego será hora de ir a casa”. Mathew
sube y se desliza. Mercedes lo anima y dice: “Una vez”. Cuando el niño sube las
escaleras de nuevo, Mercedes le dice: “Mathew, esta es la última vez, disfrútala”.
Después de que Mathew se desliza, Mercedes lo recoge y le da un beso en la
mejilla. Mientras caminan hacia la puerta, Mercedes le explica a su papá que
para los niños caminadores las transiciones son todo un reto.
Lo que puede estar
aprendiendo Mathew
A seguir instrucciones sencillas y, en ocasiones, a poner a prueba los límites
(Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos, b. Sigue los límites y
expectativas)
A mantener el equilibrio mientras mueve los brazos y las piernas durante el juego
activo (Objetivo 5. Demuestra habilidad para mantener el equilibrio)
A comprender instrucciones y explicaciones sencillas (Objetivo 8. Escucha y
comprende lenguaje cada vez más complejo, b. Sigue instrucciones)
A hablar en frases de dos palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje para expresar lo que
piensa y necesita, c. Usa la gramática convencional)
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Pañales y uso del baño
Grace le explica a Willard (de 11 meses), antes de cargarlo: “Voy a cambiarte ese pañal
mojado”. Al acostarlo en la mesa de cambiar pañales, ella lo anima a conversar diciéndole:
“Hoy tienes puestos unos pantalones azules. ¿Te los puso tu papi esta mañana?”. Willard
le responde: “Papi”. Grace continúa: “Tan pronto terminemos de cambiarte este pañal te
pondremos de nuevo esos pantalones azules”. Mientras Grace le quita el pantalón a Willard,
él toca su barriga y ella le dice: “Esa es tu barriga. ¿Te estás tocando la barriga?”.
Si a un niño se le cambian pañales seis veces al día, al cumplir los 30 meses de edad se le habrán cambiado el
pañal más de 5,400 veces. Cualquier cosa que un niño experimente 5,400 veces es una parte importante de la vida
no solo de él sino de quienes crean la experiencia.
El cambio de pañales ofrece una oportunidad para enfocar su atención en cada uno de los niños. Ustedes
pueden conversar, cantar o jugar “¿Dónde están los deditos?”. Cuando se asume el cambio de pañal como una
oportunidad para interactuar en formas significativas, en lugar de considerarlo una tarea que se debe hacer
apresuradamente, usted les enseña a los niños lecciones importantes: que las funciones del cuerpo son una parte
normal y sana de la vida diaria y que las interacciones con otras personas son gratificantes.
Entre los dos y tres años de edad, por lo regular los niños están listos física, cognoscitiva y emocionalmente para
comenzar a aprender a usar el inodoro. Si usted y la familia de un niño siguen el liderazgo del niño, le sirven de
apoyo, trabajan juntos y evitan las luchas por el poder, podrán ayudar a que el aprendizaje de la destreza de usar
el baño se convierta en una experiencia de aprendizaje grata. El niño, además, adquirirá la confianza en sí mismo
que produce el autodominio.
Adapte el área según lo necesite para los niños caminadores y los de dos años con discapacidades. Existen distintos
tipos de bacinicas diseñadas para atender las necesidades de los niños con distintas discapacidades. Las familias y
los terapistas le pueden aconsejar cuál es el equipo más apropiado. Si un niño usa una silla de ruedas o un soporte
para apoyarse al caminar, asegúrese de que en el baño haya suficiente espacio. También se necesita un pasamanos
para facilitar el paso de la silla de ruedas al inodoro y viceversa.
Programe horas regulares para revisar los pañales de los niños y, si es necesario, cámbieselos entre dichas horas. La
Academia Americana de Pediatría y la Asociación Americana de Salud Pública recomiendan que los pañales sean
revisados por lo menos cada hora, para ver si los niños han orinado o defecado. Seguir un horario le permitirá
guiar a los otros niños a otras actividades que no requieran su participación activa y, así, poder prestarle atención
al niño cuyo pañal esté cambiando.
Tenga todo lo que necesite a su alcance antes de comenzar a cambiar el pañal. De esta manera, usted podrá
centrar su atención en el niño y no tendrá que pedirle a algún colega, también ocupado, que le brinde ayuda.
Cómo responder a las necesidades de los niños
Dependiendo de los niveles de desarrollo y de las características personales, los bebés, los niños caminadores y los
de dos años reaccionan de manera distinta a los cambios del pañal y a las idas al baño. Sus respuestas también
cambiarán conforme a aquello que los niños necesiten de usted.
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Bebés pequeños
Los bebés pequeños interactúan individualmente con usted durante los cambios de pañal. También comienzan a
explorar y a aprender sobre sus cuerpos y los objetos a su alrededor. Ellos vocalizan una y otra vez y hacen pausas
para escuchar mientras ustedes conversan.
Julio (de 4 meses) ha estado acostado sobre una cobija sonriéndole a Linda, moviendo los brazos y agitando
las piernas. Él comienza a hacer muecas, a lloriquear y a retorcerse, y Linda siente un olor. “Tienes sucio el
pañal”, le explica ella. “Vamos a cambiártelo ya mismo”. Linda lo levanta, lo lleva a la mesa de cambiar
pañales y lo acuesta. Julio la mira mientras ella le habla. “Ya estás limpio”, le dice ella mientras le pone un
pañal limpio. Ella continúa hablándole mientras lo viste y le lava las manos.
Lo que piensa y se pregunta
Linda
La manera en la que Julio me hace saber que tiene mojado el pañal es haciendo
muecas, lloriqueando y retorciéndose.
Creo que ayer necesitó que le cambiara el pañal a esta hora. Me pregunto
si ya está empezando a necesitar que se le cambie el pañal a la misma hora
todos los días.
Cómo responde Linda
Linda le cambia el pañal a Julio tan pronto ella nota sus señales. Ella le habla
y le explica lo que está haciendo. “Primero, vamos a quitarte este pañal sucio y
luego te vamos a limpiar la colita, para que quede limpiecita”. Ella se lo dice al
tiempo que lo mira, mientras él, a su vez, la mira a ella. “Ahora, sigue el pañal
seco”. Después de ponérselo, ella le lava las manos, sonríe y le dice: “Ya estás
listo” y Julio sonríe.
Lo que podría estar
aprendiendo Julio
A reconocer y a buscar ayuda de los adultos conocidos (Objetivo 2. Establece y
mantiene relaciones positivas, a. Forma relaciones con adultos)
A desarrollar un patrón rutinario cuando necesita que se le cambie el pañal
(Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos,c. Realiza acciones
apropiadas para satisfacer sus necesidades)
A mostrar interés en lo que dicen otros (Objetivo 8. Escucha y comprende lenguaje
cada vez más complejo, a. Escucha y comprende el lenguaje)
A usar expresiones faciales, vocalizaciones y movimientos corporales para
comunicarse (Objetivo 9. Usa el lenguaje para expresar lo que piensa y necesita, a.
Usa un vocabulario cada vez más expresivo)
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Bebés móviles
Los bebés móviles participan cada vez más en la rutina del cambio de pañales. Ellos levantan las piernas para que
usted les pueda quitar el pañal, estiran los brazos para que les pueda lavar las manos, se quitan los pantalones
mojados y le traen un pañal limpio. También, comienzan a aprender palabras nuevas, como los nombres de las
partes del cuerpo y de la ropa y conceptos como arriba-abajo, mojado-seco, abrir-cerrar y frío-caliente.
Brooks levanta a Abby (de 14 meses) y la acuesta en la mesa de cambiar pañales mientras le dice: “Es hora
de cambiarte este pañal mojado”. Tan pronto Brooks la acuesta, Abby se da vuelta y comienza a gatear.
Brooks mantiene una mano sobre Abby y le dice: “Abby, veo que te quieres mover”.
Lo que piensa y se
pregunta Brooks
Abby realmente disfruta practicando sus destrezas motrices. Ella quiere moverse
y no quiere quedarse quieta, pero debo cambiarle el pañal mojado.
Me pregunto cómo puedo lograr que participe en esta rutina. ¿Cómo puedo
reconocer su deseo de moverse y lograr cambiarle el pañal?
Cómo responde Brooks
Brooks le dice a Abby: “Yo sé que quieres bajarte. Tan pronto te cambie el pañal
te podrás bajar”. “Bajo”, repite Abby usando la palabra que conoce. Brooks
continúa: “Así es, arriba y abajo. Ahora te vas a voltear para poder cambiarte
el pañal”.
Brooks ayuda a Abby a darse vuelta y a acostarse de espalda, y comienza a
cambiarle el pañal, hablándole durante el proceso. Abby se estira en la dirección
de la pila de pañales. Brooks le dice: “Gracias, Abby, tú sabes que necesitas un
pañal limpio. ¿Quieres agarrarlo mientras tanto?” y le entrega el pañal a Abby.
Lo que podría estar
aprendiendo Abby
A comenzar a ser receptiva a la reorientación verbal (Objetivo 1. Regula las
emociones y los comportamientos, b. Sigue los límites y expectativas)
A comenzar a moverse de un lugar a otro (Objetivo 4. Demuestra destrezas de
desplazamiento)
A comprender varias palabras sencillas en contextos conocidos (Objetivo 8.
Escucha y comprende lenguaje cada vez más complejo, a. Escucha y comprende el
lenguaje)
A usar sonidos semejantes a las palabras para comunicarse (Objetivo 9. Usa el
lenguaje para expresar lo que piensa y necesita, b. Habla con claridad)
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Niños caminadores
Los niños caminadores se interesan cada vez más en sus cuerpos y sus funciones corporales. Ellos pueden
participar de manera más activa en el cambio de pañales, trayendo los pañales de los casilleros, bajándose los
pantalones y, a menudo, tratando de quitarse los pañales mojados.
Mathew (de 22 meses) mira a Mercedes, señala el pañal y dice: “Mojado”. Mercedes toma a Mathew de la
mano y le dice: “Gracias por decirme que estás mojado, Mathew. Vamos a cambiarte ese pañal”. Mathew
niega con la cabeza, hace puños con las manos, frunce el ceño e insiste: “No, yo solito”.
Lo que piensa y se pregunta
Mercedes
Recientemente, Mathew me ha comenzado a avisar cuando está mojado. Sin
embargo, esta es la segunda vez que ha protestado cuando le he dado las gracias
y he tratado de cambiarle el pañal. Él desea participar más activamente en el
proceso de cambiar pañales.
¿Cómo puedo darle a Mathew la oportunidad de participar en el cambio de
pañales y al mismo tiempo seguir los pasos necesarios para mantener el entorno
seguro y sano?
Cómo responde Mercedes
“Mathew, ¿quieres que te ayude a cambiarte el pañal?”. Mathew asiente con
la cabeza. Mientras Mercedes señala el casillero donde están los pañales, ella
le dice: “¿Podrías, traerme un pañal limpio por favor?”. Mathew lo trae y se lo
entrega. “Gracias, Mathew. ¿Te puedes quitar los pantalones?”. Mathew tira de
los pantalones, lo intenta varias veces y con un poco de ayuda puede bajárselos y
salirse de ellos. Él le sonríe a Mercedes y exclama: “Ya quité”. Mientras Mercedes
le ayuda a subir los escalones para llegar a la mesa de cambiar pañales, ella le dice:
“Te quitaste los pantalones sin ayuda. Ahora vamos a cambiarte ese pañal”.
Lo que podría estar
aprendiendo Mathew
A seguir instrucciones sencillas (Objetivo 1. Regula las emociones y los
comportamientos, b. Sigue los límites y expectativas)
A intentar realizar tareas de cuidado personal más complejas, lográndolo
cada vez más (Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos, c. Realiza
acciones apropiadas para satisfacer sus necesidades)
A demostrar que comprende instrucciones y preguntas sencillas (Objetivo 8.
Escucha y comprende lenguaje cada vez más complejo, b. Sigue instrucciones)
A hablar en frases de dos palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje para expresar lo
que piensa y necesita, c. Usa la gramática convencional)
Niños de dos años
Los niños de dos años están a punto de lograr algo muy especial —aprender a usar el inodoro— y, en ello,
usted desempeña un papel importante. A continuación, se ofrecen unas cuantas maneras en las que los niños
demuestran que cada vez son más conscientes de sus funciones corporales, y pronto estarán listos para aprender a
usar el baño:
•
permanecen secos por largos períodos de tiempo
•
desean sentarse en el inodoro con la ropa puesta
•
le dicen que orinaron o defecaron o que van a hacerlo aunque por lo regular es demasiado tarde para llegar a
tiempo al baño
•
dicen que quieren usar el inodoro y hablan de la orina y las heces usando las palabras que se utilizan
en el hogar.
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Para ayudar a los niños a aprender a usar el baño siga los siguientes pasos:
•
Observe las señales de que los niños están listos. Recuerde que los niños de dos años no se aprestan para
usar el baño automáticamente al cumplir los dos años de edad. Aunque algunos niños muestran señales de
aprestamiento, muchos no están listos para dar este gran paso hasta cumplir por lo menos 30 meses de edad.
•
Cuando parezcan estar listos, anímelos a usar el inodoro. Hable con ellos en forma consistente y tranquila,
sin presionarlos ni hacerlos sentir avergonzados.
•
Recuérdeles con frecuencia que deben usar el baño. Así, no se ocuparán tanto en lo que están haciendo
como para tener un accidente. Aproveche el uso de los inodoros con el grupo para que puedan verse y
aprender unos de otros.
•
Reconozca los triunfos de los niños.
•
Permítales mirar su propia orina y heces fecales e invítelos a que descarguen el inodoro.
Usted puede esperar que los niños de dos años tengan accidentes en tanto aprenden a controlar cuándo y dónde
van al baño. Si usted trata estos accidentes de manera natural, los niños desarrollarán actitudes positivas con
respecto al uso del inodoro.
Gina (de 30 meses) está ocupada construyendo una granja para una serie de animales que Iván puso a su
disposición en la mañana. Ella comienza a llorar repentinamente. Iván camina hacia ella y le pregunta:
“¿Qué pasó, Gina? Vi que jugabas con los animales y ahora estás llorando”. Gina señala sus pantalones
mojados. “Olvidé”, le dice ella. Iván le responde: “No hay problema, los accidentes ocurren. Vamos a buscar
ropa seca para que te sientas cómoda. Después, podrás terminar de construir tu granja”.
Lo que piensa y se pregunta
Iván
Gina está comenzando a comprender que se espera que use el inodoro y se siente
avergonzada cuando algo sale mal.
A veces, ella se involucra tanto en su juego que olvida usar el baño.
¿Cómo puedo ayudarle a recordar que use el baño, incluso cuando está inmersa
en su juego?
Cómo responde Iván
Iván ayuda a Gina a ponerse la ropa seca y guarda la ropa mojada en una bolsa
de plástico para que su familia la lleve a casa y la lave. Más tarde, ese día, Iván
habla con Gina. Él le dice que la va a ayudar a usar el inodoro todos los días
después de las meriendas para que pueda jugar sin preocuparse. Gina está de
acuerdo con el plan.
Lo que podría estar
aprendiendo Gina
A comprender qué comportamiento se espera de ella cada vez con mayor
regularidad (Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos, b. Sigue los
límites y expectativas)
A continuar realizando una actividad a pesar de las distracciones (Objetivo 11.
Aborda el aprendizaje positivamente, a. Presta atención y participa)
A comprender el lenguaje hablado, cada vez más complejo y abstracto (Objetivo
8. Escucha y comprende lenguaje cada vez más complejo, a. Escucha y comprende
el lenguaje)
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Comidas
Valisha (de 33 meses) acaba de lavarse las manos. LaToya, quien está lista para almorzar,
dice: “Valisha, necesito tu ayuda. ¿Podrías llevar las cucharas a la mesa? Las necesitamos para
comer”. Valisha recibe las cucharas de LaToya, las coloca en cada uno de los salvamanteles
y explica: “Lo hice”. “Gracias”, le responde LaToya. “¿Qué más necesitamos?”. “Servilletas”,
responde Valisha, mientras las toma del carrito de ruedas. La niña se sienta en una silla,
distribuye las servilletas y al tiempo dice: “Estoy cansada”. La Toya sonríe: “Me has dado una
gran ayuda, Valisha. Hoy vamos a comer algo que te gusta mucho: arroz y frijoles”. Valisha
responde: “Sí, mami hace eso”.
Las comidas y las actividades relacionadas con el acto de comer, como preparar la mesa, lavarse las manos, hablar
con las otras personas sentadas a la mesa y lavarse los dientes constituyen oportunidades de aprendizaje. Durante
estas actividades, usted interactúa con los niños y les ayuda a conocerse unos a otros. Mediante su participación,
ellos también adquieren buenos hábitos de nutrición y de salud. Durante las horas de comer, los bebés, los niños
caminadores y los de dos años exploran los sabores, los colores, las texturas y los aromas de los alimentos y
disfrutan del afecto y el sentido de comunidad.
Cuando Linda mece en los brazos a Julio (de 4 meses) para darle el biberón, ella le transmite el siguiente mensaje:
“Puedes confiar en que cuidaré de ti”. Cuando Brooks sirve puré de papa dulce en el plato de Abby (de 14 meses)
y le da una cuchara, sus actos le comunican: “Adelante, aquí tienes una oportunidad de alimentarte sin ayuda”.
LaToya enseña conceptos y destrezas sociales al decirles a los niños que el color verde de las habichuelas es igual al
de la plastilina que prepararon. Además, al recordarles usar las sillas para sentarse y ayudarles a lavarse los dientes
ella también refuerza el desarrollo de hábitos sanos.
Cómo responder a las necesidades de los niños
Los patrones bucales de los bebés y las destrezas manuales y corporales afectan la clase de alimentos que pueden
comer y la manera en que se les debe alimentar. A continuación, se presenta información general sobre lo que
pueden hacer los niños de 0 a 36 meses, la clase de alimentos que pueden comer y cómo alimentarlos.
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13
Bebés pequeños
Los bebés pequeños nacen con el reflejo de succionar. El bebé gira la cabeza en busca de un pezón cuando se le
toca la boca, el labio, la mejilla o la quijada. Cuando se le tocan los labios, típicamente saca la lengua. Este reflejo
permite que se alimente del pecho o de un biberón pero no de una cuchara o un vaso. Los alimentos sólidos se
recomiendan únicamente después de 4–6 meses de edad.
Entre los 4–7 meses, los bebés desarrollan nuevas destrezas que les permiten comer alimentos semisólidos como
cereales para bebés con hierro, vegetales y frutas licuadas. Al ver comida, ellos abren la boca. Ahora pueden mover
la lengua hacia arriba y hacia abajo y tragar muchos alimentos sin ahogarse. También pueden sentarse sosteniendo
la cabeza en alto y usar las manos para agarrar objetos. Los niños que ya comen alimentos suaves o sólidos pero
que aún no pueden sentarse sin ayuda se deben sentar en su regazo mientras usted los alimenta. Coloque la
comida en una mesa o mesón cercano.
Janet le da a Jasmine (de 8 meses) salsa de manzana mientras están sentadas en una mesa de tamaño
infantil. A medida que Jasmine abre la boca, Janet usa la cuchara para darle la salsa de manzana. Janet
comenta: “Yo sé que te gusta la salsa de manzana porque siempre te la terminas toda”. Mientras Janet la
alimenta, Jasmine mete la mano en la taza, mira a Janet y se mete la mano en la boca. La mayor parte de
la salsa de manzana se le derrama de la mano antes de llegar a la boca.
Lo que piensa y se pregunta
Janet
Jasmine realmente quiere comer sin ayuda, pero no siempre logra que la comida
llegue a su boca.
Sería mucho más fácil si yo la alimentara, pero sé que es importante estimular
su deseo de alimentarse y reforzar sus destrezas de autonomía.
Si permito que Jasmine se alimente sin ayuda, ¿comerá suficiente?
Cómo responde Janet
Mientras Janet limpia la salsa de manzana derramada, ella comenta: “Me
encanta que te alimentes tú misma, Jasmine. La salsa de manzana se derrama
fácilmente”.
“Jasmine, quiero asegurarme de que comas suficiente. Vamos a hacer lo
siguiente: Yo te voy a dar una cucharada de salsa de manzana y luego será tu
turno de comer solita”.
Lo que puede estar
aprendiendo Jasmine
A intentar realizar tareas sencillas de cuidado personal (Objetivo 1. Regula las
emociones y los comportamientos, c. Realiza acciones apropiadas para satisfacer sus
necesidades)
A usar toda la mano para agarrar y dejar caer objetos (Objetivo 7. Demuestra
fortaleza y coordinación motriz fina, a. Usa las manos y los dedos)
A notar características particulares de los objetos (Objetivo 26. Demuestra
conocimiento de las propiedades físicas de objetos y materiales)
A demostrar que reconoce un problema (Objetivo 11. Aborda el aprendizaje
positivamente, c. Resuelve problemas)
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Bebés móviles
Los bebés móviles entre 8 y 11 meses aprenden a mover la lengua de un lado a otro. Ellos ya tienen unos cuantos
dientes y comienzan a masticar. Además, usan los dedos índice y pulgar para agarrar objetos. Aprenden a comer
con una cuchara, beben leche de un vaso derramando cada vez menos y comienzan a alimentarse usando las
manos. En esta edad, ya están listos para comenzar a comer frutas, vegetales, carne, pollo, frijoles y arvejas
licuados o picados en trozos pequeñísimos. También, pueden comer requesón, yogurt, trocitos de queso, pan
suave y galletas de soda. Ellos continúan tomando leche materna o leche en polvo fortificada con hierro y también
pueden beber jugo de frutas, pero ahora pueden beber de una taza así como del biberón. Para la edad de 11 meses
comienzan a agarrar la taza y con ayuda comienzan a comer utilizando una cuchara. Cuando los bebés se puedan
sostener sentados, podrán sentarse en sillas resistentes para bebés y en mesas bajas.
Bárbara está sentada con Leo (de 18 meses) y con otros dos niños en una mesa bajita mientras almuerzan.
Ella dice: “Hmm, estas galletas de soda son deliciosas y crujientes”. De repente, Leo se acerca al plato de
Wanda y agarra dos galletas de soda. Él comienza a comerse una de las galletas pero se detiene cuando
Wanda comienza a gritar. Leo le devuelve las galletas a Wanda.
Lo que piensa y se pregunta
Bárbara
¡Muy bien! Leo le devolvió las galletas a Wanda cuando ella protestó. He estado
tratando de ayudarle a usar las reacciones de los demás niños para orientar su
comportamiento. Parece que está comenzando a funcionar.
Cómo responde Bárbara
“Leo, Wanda se enojó cuando tomaste sus galletas pero le complació que se las
devolvieras. ¿Quieres más galletas de soda?” Leo asiente con la cabeza. Bárbara
le acerca el plato y le dice: “Puedes tomar unas cuantas de este plato grande”.
Lo que podría estar
aprendiendo Leo
A usar las expresiones faciales, los gestos o las voces de las demás personas para
orientar su propio comportamiento (Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones
positivas, b. Responde a los indicios emocionales de otros)
A participar en las rutinas del grupo (Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones
positivas, c. Interactúa con sus compañeros)
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Niños caminadores y niños de dos años
Los niños caminadores y los de dos años continúan refinando sus destrezas de motricidad fina y la coordinación
ojo-mano. Esto les permite participar cada vez más en su propia alimentación. Ellos aprenden a agarrar y a beber
de un vaso, a comer con una cuchara y, más adelante, con un tenedor. En esta edad comienzan a servirse de los
tazones e incluso a servirse leche de una jarra pequeña.
Cuando disminuye el ritmo de crecimiento físico de los niños caminadores también disminuye su apetito. A
medida que pueden controlar cada vez más su propio comportamiento, por lo regular dejan de comer al sentirse
satisfechos. Los niños en esta edad necesitan que se les den porciones pequeñas de alimentos todo el día. Los
niños caminadores y los de dos años a menudo tienen preferencias y también alimentos que les disgustan. Ellos
consumen uno de sus alimentos preferidos por un período de tiempo y luego se rehúsan incluso a comer la comida
que solían preferir.
Inicie las comidas al estilo familiar con grupos pequeños de niños sentados en mesas bajas. Proporcióneles
utensilios para que puedan servirse y comer en forma independiente. Anime a los niños a probar alimentos nuevos
pero no los obligue a hacerlo. Ellos serán más dados a probarlos si usted se los presenta de manera atractiva.
Ofrézcales varias opciones y tenga paciencia. Es posible que necesiten varias oportunidades de probar un alimento
desconocido antes de comerlo.
Valisha (de 33 meses) y Jonisha (de 33 meses) acaban de terminar de almorzar al estilo familiar. Jonisha
dice: “Quiero más leche. Puedo servir”. Y luego exclama: “¡Ay!” mientras la leche que está vertiendo de una
jarra pequeña produce un charco en el piso. Ella se levanta, va al lavadero y trae una toalla de papel. Trata
de secar la leche derramada con la toalla y dice: “Es mucho. Voy a traer un trapo”. Arroja la toalla de papel
en el basurero, trae un trapo y, con un poco de ayuda de LaToya, limpia la leche derramada.
Lo que piensa y se pregunta
LaToya
Jonisha encontró una buena solución al problema de haber derramado la leche.
Cuando no le funcionó, ideó y puso en práctica otra solución más efectiva.
Creo que puedo encontrar maneras de ayudarla a practicar el servir líquidos en
la mesa de juego con agua y en el área de juego imaginario.
Me pregunto si esa jarra es demasiado grande para los niños.
Cómo responde LaToya
“Jonisha, a veces la leche se nos derrama. Tú descubriste la mejor manera de
limpiarla. Creo que esa jarra es un poco grande. Voy a buscar una más pequeña
para que sea más fácil servir la leche sin derramarla”.
Lo que podría estar
aprendiendo Jonisha
A usar la coordinación ojo-mano mientras lleva a cabo tareas cada vez más
complejas (Objetivo 7. Demuestra fortaleza y coordinación motriz fina, a. Usa las
manos y los dedos)
A continuar una actividad hasta alcanzar su meta (Objetivo 11. Aborda el
aprendizaje positivamente, a. Presta atención y participa
A llevar a cabo su propio plan para resolver problemas sencillos (Objetivo 11.
Aborda el aprendizaje positivamente, c. Resuelve problemas)
A usar oraciones sencillas con tres o más palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje
para expresar lo que piensa y necesita, c. Usa la gramática convencional)
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Horas de siesta
Leo (de 18 meses) está acostado sobre el cojín en el área silenciosa de los libros y se restriega los
ojos. Bárbara comenta: “Hoy tienes mucho sueño, pero tu mamá me dijo que dormiste bien
anoche. Aunque usualmente no haces la siesta antes de las 11 de la mañana, creo que hoy
necesitas dormirte un poco más temprano. ¿Quieres sentarte conmigo en la mecedora antes de
acostarte?”. Leo asiente con la cabeza y se acuna en el regazo de Bárbara en la mecedora. Ella lo
sostiene y lo mece hasta que está listo para acostarse en su colchoneta.
El sueño es necesario para el desarrollo y el crecimiento sano. Por lo tanto, el sueño y las horas de hacer la siesta
son elementos importantes de un programa para niños pequeños. Los bebés más pequeños duermen la mayoría del
día y se despiertan sólo para que se les cambie el pañal, se les alimente y se les ofrezca otro tipo de cuidado. Los
niños caminadores activos y los niños de dos años, en cambio, pasan mucho más tiempo despiertos que dormidos
y hacen siesta por una hora o más para recobrar sus energías. Incluso un niño que no duerme se beneficia de
un momento de descanso, alejado de las actividades del grupo. Un niño que ha descansado lo suficiente puede
participar más en el programa.
Debido a que el ciclo de dormir y estar despierto es distinto para cada niño, atender las necesidades individuales
de los bebés a su cuidado puede ser todo un reto. Aun cuando los niños caminadores y los de dos años por lo
general duermen con horarios regulares y podrían hacer la siesta en grupo, es necesario prestar atención a las
señales de sus cambiantes necesidades individuales. Un niño podría necesitar hacer la siesta más temprano de lo
usual en un día particular. Otro podría dormir menos o más de lo que suele hacerlo ordinariamente.
Fortalecer su relación con los niños es tan importante como atender sus necesidades físicas cuando los acuesta
para que duerman. Cuando canta una canción de cuna en un tono suave y mece a un bebé o le lee un cuento
y le acaricia la espalda a un niño a la hora de la siesta, le demuestra que a usted le importan su bienestar y su
seguridad.
Cómo responder a las necesidades de los niños
Sus planes y métodos para manejar el sueño y las horas de la siesta pueden variar según las edades de los niños a
su cuidado y lo que usted sepa de cada uno de ellos.
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17
Bebés pequeños
Los bebés pequeños típicamente desarrollan un ciclo estable de dormir y despertar entre los 3 y 6 meses de edad.
Este ciclo de permanecer despiertos durante el día y dormir en la noche se conoce como el ritmo circadiano. Los
bebés que ya tienen establecido dicho ritmo duermen típicamente 9–12 horas durante la noche y hacen siestas de
30–120 minutos 1–4 veces al día. Al cumplir un año de edad, hacen cada vez menos siestas durante el día y las
mismas son cada vez más cortas. Los bebés comunican su necesidad de dormir llorando, restregándose los ojos
o simplemente durmiéndose dondequiera que estén. Mientras duermen, a menudo parecen inquietos, agitan los
brazos y las piernas, sonríen y succionan. A medida que responde a sus necesidades de sueño, usted les ayuda a
controlar su propio comportamiento.
Jasmine (de 8 meses) solía disfrutar que la mecieran para dormir una siesta. Sin embargo, cuando Janet la
meció hoy a la hora de la siesta, Jasmine continuó quejándose y llorando. Janet trató de ponerla en la cuna,
pero Jasmine lloró aún más.
Lo que piensa y se pregunta
Janet
Yo sé que Jasmine no tiene hambre y tiene el pañal limpio. Creo que sólo está
cansada y necesita hacer una siesta. Pero parece resistirse a mis intentos de
ayudarla a dormir. Aunque siempre le ha gustado que la meza, parece que hoy
no está funcionando.
Me pregunto si su mamá me dejó una nota esta mañana que pueda
indicarme algo.
Cómo responde Janet
Janet carga a Jasmine hasta el tablero de anuncios donde las familias dejan
notas. Ella encuentra una nota y lee que a Jasmine están comenzando a salirle
los dientes y que, aunque necesita un poco más de tiempo para calmarse, aún
reacciona positivamente a que la mezan.
Janet decide volver a la silla mecedora y cantarle a Jasmine una de sus canciones
de cuna preferidas. En cinco minutos, el cuerpo de Jasmine se relaja y se
tranquiliza. Ella mira a Janet, quien continúa cantando.
Lo que puede estar
aprendiendo Jasmine
A expresar diversas emociones y necesidades usando expresiones faciales,
movimiento corporal y vocalizaciones (Objetivo 1. Regula las emociones y los
comportamientos, c. Realiza acciones apropiadas para satisfacer sus necesidades)
A expresar interés en el habla de los demás (Objetivo 8. Escucha y comprende
lenguaje cada vez más complejo, a. Escucha y comprende el lenguaje)
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Bebés móviles
Los bebés móviles tienden a hacer menos siestas. Ellos también ofrecen señales verbales y no verbales de que
necesitan descansar. Por ejemplo, pueden verse soñolientos, incluso acabando de llegar a la guardería. Lloran o
están irritables y tienen dificultad para ser reconfortados. En ocasiones, los bebés móviles, aunque estén cansados,
protestan cuando se les acuesta en la cuna. Cuando usted responde en forma consistente a sus señales, fomenta
que los niños aprendan un horario rutinario para hacer la siesta. Los bebés móviles comienzan a regular su ciclo
de dormir y despertar para obtener así el descanso que necesitan.
Willard (de 11 meses) llegó hoy a la guardería a las 7:30 de la mañana. Estuvo de buen humor por un
rato, mientras jugó con la plastilina, los camiones y los bloques. A las 10:15 Grace observó que Willard
lloraba cada vez que se le acercaba otro niño. Cuando Grace le ofreció un juguete o trató de involucrarlo
en otra actividad, no participó.
Lo que piensa y se pregunta
Grace
Willard no ha estado haciendo la siesta en la mañana por varias semanas, pero
hoy parece estar cansado. Creo que una siesta le ayudará. Si no hace siesta se va
a cansar aún más y no almorzará ni jugará feliz.
¿Cómo puedo ayudarle a que se relaje y descanse un poco?
Cómo responde Grace
Grace le acaricia la espalda a Willard y le dice: “Willard, te ves cansado. Creo
que te ayudaría descansar un poco”. Él no responde. Después, ella le ofrece
su cobija preferida y le dice: “Aquí está tu cobijita”. Él mira a Grace y estira
los brazos. Ella lo levanta, lo lleva a la silla mecedora, lo sienta en su regazo, le
acaricia la espalda y lo mece. Él se acuna y cierra los ojos.
Lo que podría estar
aprendiendo Willard
A usar las expresiones, los gestos y las voces de los demás para orientar su propio
comportamiento (Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos,
a. Maneja las emociones)
A responder a los gestos sencillos, a la entonación, el tono y el volumen del habla
compleja (Objetivo 8. Escucha y comprende lenguaje cada vez más complejo,
a. Escucha y comprende el lenguaje)
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Niños caminadores y niños de dos años
Los niños caminadores y los de dos años usualmente hacen una siesta que dura 1–3 horas. Ellos comunican su
necesidad de dormir de manera verbal y no verbal. En ocasiones, durante su segundo año de vida, los niños dejan
de dormir en la mañana y en la tarde y duermen sólo en la tarde. A medida que pasa el tiempo, pueden requerir
un poco más para tranquilizarse y dormirse o algunos días solamente descansan pero no duermen. Durante
esos momentos, es posible que una siesta no sea suficiente y dos sean demasiado. Esta transición puede llegar a
ser difícil, especialmente en entornos de cuidado grupal. Mantenga la flexibilidad y planee su día para que haya
uno o dos períodos de siesta diarios. Planee un tiempo silencioso para ayudar a los niños caminadores a hacer la
transición del juego activo al tiempo para dormir y prepare actividades para los niños que se despierten. A medida
que planee, recuerde que algunos estarán listos para jugar activamente mientras otros continúan durmiendo. A
pesar de los cambios en cuanto a las rutinas de sueño, los niños continuarán dependiendo de usted para que les
ayude a regular el tiempo que pasan dormidos y despiertos.
Mercedes pone música suave y se sienta en el suelo entre dos colchones mientras les acaricia con suavidad
la espalda a dos niños para que se relajen y hagan una siesta. En otra parte de la habitación, Mathew (de
22 meses) está dando vueltas en el colchón y balbuceando. Mercedes oye un ruido y se da cuenta de que
Mathew ha lanzado un libro al otro lado de la habitación.
Lo que piensa y se pregunta
Mercedes
Todos los días de esta semana, Mathew ha tenido dificultad para relajarse y
dormirse. Incluso cuando ha estado solo en la esquina silenciosa, ha logrado
perturbar a los otros niños.
¿Cómo puedo ayudar a Mathew y a los otros niños al mismo tiempo?
Cómo responde Mercedes
Mathew continúa dándose vuelta en el colchón, así que Mercedes camina en
silencio hasta donde él está y le dice con suavidad: “Veo que estás cansado
de este libro, pero si lo lanzas podrías lastimar a alguien”. Ella le ofrece un
libro suave y un conejito de tela y le dice que puede jugar con ellos hasta que
ella regrese. “Cuando vuelva te voy a leer un cuento”. Él dice: “Sí, cuento”. Y
comienza a mirar el libro mientras le habla al conejito.
Lo que podría estar
aprendiendo Mathew
A responder a instrucciones sencillas y en ocasiones a poner a prueba los límites
(Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos, b. Sigue los límites y
expectativas)
A hablar en frases de dos palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje para expresar lo
que piensa y necesita, c. Usa la gramática convencional)
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Proceso de vestirse
Brooks está a punto de vestir a Abby (de 14 meses). Ella comienza a jugar a taparse y
destaparse con la camiseta de Abby. Al esconder el rostro tras la camiseta, Brooks pretende,
juguetonamente, preocuparse y dice: “No puedo ver a Abby, ¿dónde está Abby?” Mientras Abby
ríe gozosa, Brooks le desliza la camiseta por encima de la cabeza con suavidad y dice: “Aquí está
Abby. Primero, metemos la cabeza y luego los brazos”. Abby coopera extendiendo los brazos,
mientras Brooks le ofrece una de las mangas y luego la otra. “Gracias por ayudarme a ponerte
la camiseta”, le dice Brooks. Abby agarra una media y Brooks le pregunta: “¿Dónde pondremos
esta media?” Abby sonríe y se toca el pie. “¡Muy bien! En tu pie”.
Los niños de 0 a 36 meses dependen totalmente de adultos que atiendan sus necesidades básicas. Una de ellas es
vestirse. Atender esta necesidad incluye ponerles ropa limpia y seca a los niños, apropiada para el clima y apta para
jugar adentro y al aire libre.
Vestir y desvestir a los niños son actividades sencillas y repetitivas que pueden ser agotadoras si se consideran tareas
que se deben realizar apresuradamente. Cambiarse de ropa se puede llegar a convertir en una lucha cuando un niño
se resiste o insiste en hacerlo sin ayuda. Si vestirse y desvestirse se consideran tareas problemáticas, usted perderá
muchas oportunidades de disfrutar el tiempo que pasa con el niño y de fomentar el aprendizaje de nuevas destrezas.
Cómo responder a las necesidades de los niños
Dependiendo de sus temperamentos y niveles del desarrollo, los niños reaccionan de manera distinta a la actividad
de vestirse. Varíe sus métodos según su conocimiento de cada niño.
Bebés pequeños
Los bebés pequeños interactúan con usted en forma individual durante la actividad de vestirse. Cuando Linda le
cambia la ropa a Julio, él explora su entorno mirando alrededor y escuchando. A medida que ella le canta y le habla
en tonos suaves, él explora su mundo. Él se concentra en el rostro de Linda, investiga visualmente la habitación para
identificar de dónde provienen los sonidos y mueve las manos y los pies, aprendiendo así dónde termina su cuerpo
y comienza el resto del mundo. Él experimenta con la voz, arrullándose con suavidad, gorgoriteando y chillando.
En muy poco tiempo, comenzará a participar en la actividad de vestirse, estirando una pierna para que le pongan la
media y estirando los brazos para pasarlos por las mangas.
Linda le está dando el biberón a Julio (de 4 meses). Al terminar, lo mece y el niño se adormece. Al acostarlo en la
cuna, ella se da cuenta de que Julio tiene mojado el pijama en el cuello. Sin embargo, a él no parece importarle y
se duerme inmediatamente.
Lo que piensa y se pregunta
Linda
El pijama de Julio está mojado. Yo sé que es importante mantenerlo seco
y limpio.
¿Debo despertarlo para cambiarle el pijama o dejarlo dormir y cambiarlo
cuando se despierte?
Cómo responde Linda
Linda revisa al niño para ver si el pijama está demasiado mojado o si el niño
tiene frío. Ella decide esperar a que despierte y cambiarle el pijama cuando le
cambie el pañal.
Lo que podría estar
aprendiendo Julio
A desarrollar patrones rutinarios para dormirse y para otras necesidades
básicas con la ayuda de los adultos (Objetivo 1. Regula las emociones y los
comportamientos, c. Realiza acciones apropiadas para satisfacer sus necesidades)
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Bebés móviles
Los bebés móviles pueden ayudarle mientras usted los viste. Usted podrá ser testigo de su creciente sentido de
independencia cuando ellos mismos se cambian la ropa durante el día, especialmente las medias y los zapatos.
Celebre sus logros antes de ponerles la ropa de nuevo. Un simple reconocimiento de estos triunfos contribuye a
fortalecer su desarrollo, como cuando usted dice: “Te quitaste las medias sin ayuda”.
Brooks oye que Abby (de 14 meses) chilla gozosa. Brooks recorre la habitación con la vista y ve que Abby gatea
rápidamente por la alfombra. Ella tiene un zapato en un pie y el otro pie lo tiene descalzo. Cuando Brooks ve
el zapato y la media cerca de Abby se da cuenta de que ella misma se los quitó.
Lo que piensa y se
pregunta Brooks
Abby parece estar disfrutando sus logros. Yo sé que aprender a vestirse y a
desvestirse es algo importante, pero tiene un pie descalzo y el piso está muy frío.
Yo sé que Abby protestará y se resistirá a que le ponga de nuevo la media
y el zapato.
¿Cómo puedo ayudarla a ponérselos sin que sea una lucha?
Cómo responde Brooks
Brooks recoge la media y el zapato de Abby. Se le acerca a Abby con ambos en la
mano y juguetonamente gatea por el suelo.
A medida que Brooks gatea, ella canta: “Dónde está Abby? ¿Dónde está Abby?
Ella perdió una media y un zapato. ¿Dónde está Abby? Ella perdió una media y
un zapato”. Abby se ríe. Brooks se ríe y la acuna mientras le pone nuevamente la
media y el zapato.
Lo que podría estar
aprendiendo Abby
A usar las expresiones faciales, los gestos o las voces de los demás para orientar
su comportamiento (Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones positivas,
b. Responde a los indicios emocionales de otros)
A intentar realizar tareas sencillas del cuidado personal (Objetivo 1. Regula las
emociones y los comportamientos, c. Realiza acciones apropiadas para satisfacer sus
necesidades)
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Niños caminadores y niños de dos años
Los niños caminadores y los de dos años están desarrollando las destrezas que necesitan para vestirse y desvestirse
sin ayuda. Cuando usted reconoce sus logros, adquieren confianza en sus habilidades. Ellos podrían insistir, “Yo lo
hago”, si usted intenta ayudarles. También podrían tratar de demostrar su control o independencia jugando a que
los persiga cuando usted desea vestirlos. Recuerde que ellos no están tratando de hacer su vida difícil. Lo que están
tratando de hacer es de encargarse de ellos mismos sin su ayuda.
Mercedes ayuda a que los niños en su salón se preparen para salir. Ellos se ponen los abrigos, los gorros y los
guantes. Ya todos están listos, excepto Mathew (de 22 meses), quien tiene puestos el gorro y el abrigo pero
tiene dificultad con el cierre. Mercedes se le acerca, se agacha y le pregunta: “¿Quieres que te ayude a subir
ese cierre?”. Él le dice: “¡No!” y se aleja.
Lo que piensa y se pregunta
Mercedes
Yo sé que a Mathew le gusta hacer cosas por su cuenta, pero el resto del grupo
ya está listo para salir. Yo deseo fortalecer su deseo de hacer cosas sin ayuda,
pero no quiero que los otros niños tengan que esperar mucho tiempo. Yo sé que
si no hago algo para que coopere conmigo, esta situación se va a convertir en
una lucha.
¿Cómo puedo fortalecer la independencia de Mathew y evitar una lucha con él
al tiempo que le ayudo a subirse el cierre?
Cómo responde Mercedes
Mercedes le toca con suavidad el brazo a Mathew y le dice: “Mathew, ¿podrías
ayudarme a subir el cierre de mi abrigo?”. Mathew se da la vuelta y mira el
abrigo. A medida que Mercedes comienza a subir el cierre, le dice: “Yo empiezo
en la parte de abajo. ¿Me puedes ayudar a terminar de subirlo?”. Mathew sonríe
y le sube el cierre. “Zzzziiiiip”, responde Mercedes exagerando la palabra.
Mathew se ríe. “Ahora, vamos a hacer lo mismo con el tuyo. Yo comienzo en la
parte de abajo y tú terminas de subirlo”. Mathew está de acuerdo. A medida que
él se sube el cierre, repite la palabra “Zzzziiiip” que Mercedes exageró.
Lo que podría estar
aprendiendo Mathew
A poner en práctica tareas de cuidado personal más complejas, lográndolo
cada vez más (Objetivo 1. Regula las emociones y los comportamientos, c. Realiza
acciones apropiadas para satisfacer sus necesidades)
A usar la coordinación ojo-mano mientras realiza tareas sencillas (Objetivo 7.
Demuestra fortaleza y coordinación motriz fina, a. Usa las manos y los dedos)
A demostrar la comprensión de instrucciones, preguntas y explicaciones sencillas
(Objetivo 8. Escucha y comprende lenguaje cada vez más complejo, b. Sigue
instrucciones)
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Experiencias
Juego con juguetes
Brooks agita una caja de zapatos cerrada para mostrarle a Abby (de 14 meses) que hay algo
adentro. Brooks abre la boca expresando sorpresa y dice: “Me pregunto qué hace ese ruido”.
Abby toma la caja y le quita la tapa. Adentro hay una colección de tapas de plástico de distintos
colores que Brooks ha guardado. Abby usa las dos manos y agarra dos tapas. Ella las mira, las
golpea varias veces y luego las arroja a la alfombra. Sigue metiendo varias veces la mano en la
caja, agarrando otra tapa y dejándola caer. “Realmente te gusta lanzar esas tapas”, le comenta
Brooks”. Con una gran sonrisa, Abby vacía el resto de las tapas que están en la caja y aplaude.
Algunos de los mejores objetos de juego para los niños de 0 a 3 años no son los juguetes comerciales sino los
objetos comunes y corrientes y los materiales naturales que llaman la atención de los niños y pueden ser explorados
sin peligro. Las tapas de botellas de plástico, las cajas de cartón, el papel de seda arrugado, los utensilios de cocina
de madera y de plástico, las semillas grandes de árboles, las hojas y las conchas marinas llaman tanto (incluso a
veces más) la atención de los niños como muchos de los juguetes que usted podría comprar. Cualquier objeto que
un niño pequeño pueda explorar, armar, desarmar, empujar, jalar, apilar o golpear se convierte en un juguete en
las manos infantiles.
Muchos juguetes están diseñados para entretener a los niños y captar su atención. Por ejemplo, los móviles que se
mecen y producen música y los juguetes de cuerda que se deslizan por el piso. Otros juguetes están estructurados
para ser ensamblados de una manera particular, como los rompecabezas, las tazas para encajar y los tableros de
clavijas. Otros son abiertos, es decir que se pueden usar de maneras muy diversas; por ejemplo, para construir y
apilar o para crear patrones o diseños.
Todos los juguetes deben cumplir con los requisitos de seguridad para que los niños menores de 3 años puedan
explorarlos sin peligro y utilizando todos los sentidos. Los juguetes efectivos captan la atención de los niños, los
mantienen involucrados y les ayudan a adquirir y a fortalecer nuevas destrezas.
Cómo responder y planear para cada niño
Cuando observe a los niños jugando con juguetes, piense en los Objetivos para el desarrollo y el aprendizaje.
Considere qué está aprendiendo cada niño y cómo podría responder usted. A continuación se muestra cómo
cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo aprendido en sus observaciones para
responder a cada niño y planificar.
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24
Observación
Reflexión
Respuesta
Julio (de 4 meses) está acostado
sobre el estómago en una
colchoneta. Él alcanza el aro de la
dentición, lo agarra y se lo lleva a la
boca. Continúa mirando alrededor
del colchón por varios minutos
y luego nota que dos niños están
empujando camiones. Él los mira y
comienza a hacer ruido y a mover
la cabeza hacia arriba y hacia abajo.
Julio está usando toda la mano
para agarrar objetos (Objetivo 6.
Demuestra destrezas de motricidad
gruesa).
Abby (de 14 meses) llena una
cartera de bloques pequeños y
la carga mientras camina por el
salón. Ella se le acerca a Samanda,
abre la cartera para mostrarle
lo que tiene adentro y continúa
cargándola.
Abby está caminando cada
vez con mayor coordinación
(Objetivo 4. Demuestra destrezas de
desplazamiento).
Brooks le ofrece a Abby otros
objetos para cargar, con el fin
de que fortalezca sus músculos
grandes y el equilibrio.
Ella se involucra momentáneamente
con otros niños (Objetivo 2.
Establece y mantiene relaciones
positivas, c. Interactúa con sus
compañeros).
Ella la anima a involucrarse con
otros niños diciendo: “Abby, creo
que Samanda quiere mirar los
bloques que recogiste. ¿Podrías
mostrárselos otra vez?”.
Leo (de 18 meses) destapa una
caja para clasificar figuras y
vacía las figuras. Él trae un balde
lleno de muñequitos y comienza
a llenar la caja para clasificar
con muñequitos. Cuando la
caja está llena y no le caben
más muñequitos se la muestra a
Bárbara y dice: “¿Más?”
Leo está usando una mano para
agarrar un objeto y la otra para
manipular otro objeto (Objetivo 7.
Demuestra fortaleza y coordinación
motriz fina, a. Usa las manos y los
dedos).
Bárbara le responde a Leo
describiendo el problema: “No creo
que quepan más muñecos en esa
caja, Leo”.
Está comenzando a moverse con
propósitos definidos (Objetivo 4.
Demuestra destrezas de
desplazamiento).
Mira y responde a otros niños
(Objetivo 2. Establece y mantiene
relaciones positivas, c. Interactúa con
sus compañeros).
Está experimentando con el ensayo
y el error para resolver problemas
sencillos (Objetivo 11. Aborda el
aprendizaje positivamente, c. Resuelve
problemas).
Está usando los gestos, los sonidos
que parecen palabras y las palabras
sencillas para comunicarse (Objetivo
9. Usa el lenguaje para expresar lo
que piensa y necesita, b. Habla con
claridad).
Gina (de 30 meses) está jugando
con los animales de granja de
juguete. Ella pone tres caballos,
uno al lado del otro, junta dos
cerditos y empareja dos ovejas. Ella
levanta la vista y dice: “Iguales,
todos iguales”.
Linda decide estimular el interés
de Julio en los demás niños
respondiendo a sus indicios de que
le gustaría cambiar de posición.
Ella le dice: “Estás mirando a esas
niñas jugando con los camiones.
Te voy a levantar y te voy a acercar
para que puedas verlas mejor”.
Gina está agrupando objetos con
características semejantes (Objetivo
13. Usa destrezas de clasificación).
Ella usa oraciones sencillas con
tres o más palabras (Objetivo 9.
Usa el lenguaje para expresar lo que
piensa y necesita, c. Usa la gramática
convencional).
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Ella lo anima a resolver el
problema diciendo: “¿Dónde más
puedes poner los muñecos?”.
Ella se detiene, le da tiempo
para pensar en la pregunta y
luego le ofrece sugerencias. Ella
le pregunta: “¿Qué tal si usas
un recipiente más grande donde
quepan más muñecos?”. Luego le
señala una colección de canastos
y una caja de cartón y le dice:
“Tenemos varias canastas y una
caja de cartón”.
Iván reconoce el trabajo de Gina
diciendo: “Veo que has puesto
juntos los caballos, los cerditos
y las ovejas”. Para estimular el
desarrollo del lenguaje, él amplía lo
que ella dice. “Todos los caballos,
todos los cerditos, todas las ovejas.
La misma clase de animales van
juntos”.
25
Imitación y juego imaginario
Leo (de 18 meses) está sentado en el suelo con una olla grande y una cuchara de madera.
Bárbara le dice: “Estás muy ocupado cocinando”. Leo sigue revolviendo. “¿Qué estas
preparando?”, le dice ella. Leo levanta la mirada y sonríe. Bárbara dice: “Hummm... huele
a sopa de arvejas”. Cuando Leo asiente con la cabeza, Bárbara le dice: “Eso pensé. ¿Podrías
servirme un poco de sopa?”. Ella trae una taza y se la pasa a Leo. Cuando Leo no le responde,
Bárbara le dice: “Ah, qué tonta. Necesitas un cucharón para poder servir la sopa”. Ella le pasa
un cucharón a Leo, quien hace de cuenta que le sirve sopa a ella.
Jugar imaginariamente o hacer de cuenta es una manera de jugar y de aprender que también requiere el uso del
pensamiento. Hacer de cuenta demuestra que los niños están desarrollando, a partir de los reflejos sensorialesmotores de la infancia, el pensamiento simbólico más maduro. Dicho pensamiento evoluciona gradualmente con
base en la imitación y la exploración realizada por los niños de 0 a 3 años.
Los bebés pequeños imitan las expresiones faciales, muchos de los sonidos del lenguaje que oyen y las acciones
inmediatas de los demás. Para los 15 meses de edad, los bebés móviles recuerdan las acciones que han visto
realizar previamente, de manera que pueden imitar dichas acciones más adelante. Ser capaces de recordar y luego
imitar una acción es importante para el juego imaginario a temprana edad, lo cual a menudo adopta la forma de
reproducir las acciones que los niños han visto realizar a otras personas. Los niños caminadores y los de dos años
recuerdan las experiencias pasadas y, a menudo, pretenden intencionalmente ser algo o alguien que no son, un
gran monstruo o un papá que alimenta a su bebé.
Cuando usted le muestra a un bebé cómo despedirse con la mano, cómo aplaudir y cómo jugar a ocultarse y
a aparecer, le anima a entrar en contacto con otros y a imitar el habla y las acciones de otros. Cuando usted
ve que un bebé móvil imita a un cachorro y le dice: “¡Qué lindo cachorrito!”, lo anima a continuar jugando
imaginariamente. Cuando usted sostiene una muñeca en su hombro y le da golpecitos suaves en la espalda, le
está mostrando a un niño caminador a jugar imaginariamente con situaciones de la vida real. Cuando le entrega
un teléfono de juguete a un niño de dos años para que juegue a llamar al doctor y consultarle acerca de su bebé
enfermo, le está enseñando cómo jugar imaginariamente con objetos.
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26
Cómo responder y planear para cada niño
Cuando observe a los niños imitando y jugando imaginariamente, piense en los Objetivos para el desarrollo y el
aprendizaje. Tenga en cuenta lo que cada niño está aprendiendo y cómo usted podría responder. A continuación
se muestra cómo cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo aprendido en sus
observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Respuesta
Jasmine (de 8 meses) agarra
un bloque rojo de plástico y
lo examina. Ella mira a Holly,
quien está golpeando una
caja de avena vacía con una
cuchara de madera. Después
de observarla, Jasmine
comienza a golpear el piso con
el bloque.
Jasmine está observando y respondiendo a
otros niños (Objetivo 2. Establece y mantiene
relaciones positivas, c. Interactúa con sus
compañeros).
Janet describe lo que Jasmine
está haciendo: “Estás mirando
a Holly y haciendo mucho
ruido golpeando ese bloque”.
Imita las acciones de otros (Objetivo 14.
Usa símbolos e imágenes para representar algo
que no está presente, b. Participa en el juego
sociodramático).
Ella imita las acciones de
Jasmine usando una taza:
“Voy a ver qué clase de ruido
puedo hacer con esta taza”.
Abby (de 14 meses) se le acerca
a Jessie (de 16 meses), quien
está usando una gorra, y trata
de quitársela. Brooks le dice:
“Jessie está usando esa gorra.
Veo que tú también quieres
una”. Ella le entrega una gorra
a Abby, quien la acepta, se la
pone en la cabeza y le sonríe
a Jessie.
Abby responde a la reorientación verbal
(Objetivo 1. Regula las emociones y los
comportamientos, b. Sigue los límites y
expectativas).
Brooks desea estimular
el interés de Abby en los
demás niños. Ella trata de
involucrarla en el juego
imaginario con otros dos
niños y le dice: “Ahora, cada
una de ustedes está usando
una gorra. ¿Quieren jugar con
estos camiones mientras usan
sus gorras?”.
Mathew (de 22 meses)
está usando una gorra de
bombero y tiene un rollo de
papel toalla. Él camina por
la habitación pretendiendo
apagar un incendio y diciendo:
“Shhhh. Fuera, fuego”.
Mathew sustituye un objeto por otro en
el juego imaginario (Objetivo 14. Usa
símbolos e imágenes para representar algo
que no está presente, b. Participa en el juego
sociodramático).
Valisha (de 33 meses) se cuelga
un estetoscopio de plástico
alrededor del cuello y anuncia:
“Llegó el doctor”. Jonisha
(de 33 meses) sostiene una
muñeca y le explica: “Está
enferma, necesita medicina”.
Valisha le dice: “Bien” y abre
una bolsa negra que tiene en
la mano. “Aquí tiene”. Valisha
le entrega a Jonisha un bloque
pequeño de madera.
Valisha y Jonisha están usando objetos
en el juego imaginario como se usan en la
vida real y sustituyendo un objeto por otro
(Objetivo 14. Usa símbolos e imágenes para
representar algo que no está presente,
b. Participa en el juego sociodramático).
Ella tiene encuentros breves con otros niños
(Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones
positivas, c. Interactúa con sus compañeros).
Él está comenzando a expresarse en frases
de dos palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje
para expresar lo que piensa y necesita, c. Usa
la gramática convencional).
Están participando en el juego coordinado
(Objetivo 2. Establece y mantiene relaciones
positivas, c. Interactúa con sus compañeros).
Están usando oraciones sencillas de 3 o más
palabras (Objetivo 9. Usa el lenguaje para
expresar lo que piensa y necesita, c. Usa la
gramática convencional).
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Mercedes expande lo que
Mathew dice y le hace
preguntas para animarlo a
expresarse verbalmente y
ampliar su juego imaginario.
“Tienes una manguera para
apagar un incendio. ¿Es un
gran incendio? ¿Necesitas
mucha agua? Voy a ayudarte a
abrir la boca de incendio para
que tengas suficiente agua”.
LaToya decide no interrumpir
el juego y observa a las
hermanas mientras continúan
jugando con los accesorios
de doctor y la muñeca. Ella
saca un pedazo de papel del
bolsillo y escribe una nota
de observación rápida y
breve describiendo su juego
imaginario.
27
Cuentos y libros
Mathew (de 22 meses) le entrega a Mercedes un libro mientras se sientan juntos en el área de
biblioteca. Ella le pregunta: “¿Quieres que te lea otra vez Mrs. Wishy-Washy?”. Mathew abre
el libro en la página donde aparece la vaca en la bañera. “La vaca se metió”, dice Mercedes.
“Wishy-washy, wishy-washy”, responde Mathew. “El cerdito se metió”, lee Mercedes. “Wishywashy, wishy-washy”, canturrean Marcella y Deneitra, que se acaban de unir a la lectura. “La
vaca se salió. El cerdito se salió. El pato se salió. ¡Qué rico lodo!”, lee Mercedes. “Otra vez, otra
vez”, pide Mathew. “Rico lodo”.
Compartir los cuentos y los libros con los niños pequeños se cuenta entre los momentos más atesorados del día.
Con tantos libros excelentes para tocar, mirar y escuchar, los niños adquirirán el aprecio y el gusto por los libros.
Incluso los niños más pequeños, que aún no entienden los mensajes en los libros, aprenderán a explorarlos.
Su interacción a medida que se anidan juntos con un libro, su entusiasmo, la manera en que usted le da vida a un
cuento leyéndolo de manera dramática y las preguntas interesantes que usted formula convierten la experiencia
en algo especial para los niños pequeños. Como usted conoce bien a los niños de su grupo, podrá escoger libros
maravillosos para que un bebé pueda manipular y explorar, para un niño caminador que va a tener pronto un
hermanito o una hermanita o para un niño de dos años a quien le encantan los animales.
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28
Cómo responder y planear para cada niño
Cuando observe a los niños interactuando con los cuentos y los libros, piense en los Objetivos para el desarrollo
y el aprendizaje. Considere qué está aprendiendo cada niño y cómo podría responder usted. A continuación se
muestra cómo cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo aprendido en sus
observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Julio (de 4 meses) y Linda
están sentados en la mecedora
leyendo un libro de hojas
gruesas. En cada página se
muestra un animal distinto y
Linda le dice como se llaman.
Al pasar cada página, Julio
chilla de gozo y golpea el libro
con las manos. Después de
varios minutos él gira la cabeza
hacia el otro lado y aleja el
libro.
Julio está mostrando interés en el habla de
los demás (Objetivo 8. Escucha y comprende
lenguaje cada vez más complejo, a. Escucha y
comprende el lenguaje).
Willard (de 11 meses) se sienta
en el regazo de Grace mientras
ella le lee un cuento de contar
bebés. “Uno, dos, tres bebés me
sonríen”. Al leer cada número,
ella mece suavemente a Willard
en sus rodillas. Él se ríe y pasa
la página.
Willard está continuando una actividad
cuando interactúa un adulto (Objetivo 11.
Aborda el aprendizaje positivamente,
a. Presta atención y participa).
“Miremos el álbum de fotos
que tu mamá trajo hoy” le
sugiere Bárbara a Leo (de 18
meses) mientras se acomodan
en una silla cómoda. Ella señala
las primeras fotos y le pregunta:
“¿Dónde está mami?”. Leo
señala en la foto a su mamá,
a su papá y a sí mismo y los
identifica: “Mami, papi, yo, yo”.
Leo está usando palabras sencillas para
comunicarse (Objetivo 9. Usa el lenguaje
para expresar lo que piensa y necesita, a. Usa
un vocabulario cada vez más expresivo).
Gina (de 30 meses) está sentada
en el área de los libros con
su muñeca, Molly. Ella toma
uno de sus libros preferidos y
pasa las páginas, señalando las
ilustraciones y hablando en voz
baja con Molly. Ella continúa
haciéndolo, incluso cuando
Sam se sienta a su lado.
Gina está continuando una actividad
hasta lograr su objetivo, a pesar de las
distracciones (Objetivo 11. Aborda el
aprendizaje positivamente, a. Presta atención
y participa).
Él está usando los movimientos corporales
y vocalizaciones para comunicarse (Objetivo
9. Usa el lenguaje para expresar lo que piensa
y necesita, a. Usa un vocabulario cada vez
más expresivo).
Respuesta
Linda reconoce los indicios no
verbales de Julio y le dice: “Ya
no quieres oír más el cuento”.
Ella cierra el libro y sigue su
mirada para ver qué capta su
atención.
Está manipulando libros activamente a
medida que son leídos en voz alta (Objetivo
17. Demuestra conocimiento de lo escrito y sus
usos, a. Usa y aprecia los libros).
Mientras le leen los libros en voz alta,
él se entretiene brevemente y disfruta
la experiencia (Objetivo 17. Demuestra
conocimiento de lo escrito y sus usos, a. Usa y
aprecia los libros).
Está reconociendo y demostrando la
comprensión inicial de las fotos (Objetivo
17. Demuestra conocimiento de lo escrito y
sus usos, b. Usa conceptos relacionados con lo
escrito).
Ella pretende leer uno de sus cuentos
favoritos (Objetivo 18. Comprende y responde
a los libros u otros textos, b. Usa destrezas
iniciales de la lectura).
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Grace reconoce el gozo de
Willard. “Te gusta que te
meza cuando contamos a los
bebés”. Ella continúa leyendo el
libro con Willard, meciéndolo
suavemente mientras cuenta.
Bárbara continúa haciéndole
preguntas a Leo sobre las fotos
para fortalecer su desarrollo
lingüístico. “¿Qué dice el
perro?” Leo responde: “Guau,
guau”. Entonces Bárbara le
pregunta: “¿Quién es ella? ¿Es
tu abuelita?”.
Iván observa a Gina y escribe
una nota de observación breve.
Él también nota que Sam
está interesado en lo que está
haciendo la niña. Para animar
a Gina a interactuar con otros
niños, Iván le dice: “Gina, veo
que estás leyéndole tu libro a
Molly. ¿Está bien si Sam y yo
también escuchamos?”.
29
Música y movimiento
Jasmine (de 8 meses) está sentada en el suelo, meciéndose al son de la música. Janet le dice:
“Parece que quieres bailar”. Ella se sienta al lado de Jasmine y comienza a seguir el ritmo de su
movimiento. Se sonríen y luego Janet le extiende los brazos y le pregunta: “¿Quieres bailar?”.
Cuando Jasmine le extiende los brazos, Janet la carga y comienzan a bailar por el salón.
Jasmine se ríe y se mece en los brazos de Janet.
La mayoría de las personas disfrutan escuchando, creando y moviéndose al son de la música. La música afecta
nuestras emociones y nos inspira a movernos. Los bebés recién nacidos a menudo son reconfortados por el sonido
rítmico del corazón del adulto que los carga o al ser mecidos con suavidad. Cuando los bebés pueden sentarse,
mueven la cabeza y el torso o los brazos al oír música.
De la misma forma que los niños caminadores y los de dos años desean escuchar sus cuentos favoritos una y otra
vez, a ellos les encanta oír sus canciones favoritas repetidamente. Usted podrá escuchar a los niños caminadores y
a los de dos años repetir a coro “E-I-E-I-O” a medida que juegan. A ellos les encanta producir música golpeando
una cacerola con una cuchara de palo o tocando instrumentos reales y moviéndose a diferentes ritmos.
A medida que los niños de 0 a 3 años se mueven de distintas formas al son de la música, estiran el cuerpo
y expanden la imaginación. Ya sea que muevan las manos al jugar con los dedos o todo el cuerpo mientras
bailan, los niños responden al ritmo y al son de la música y a la lírica que la acompaña. Usted puede ofrecerles
experiencias con música y movimiento, espontáneas y planeadas, que los estimulen a escuchar, cantar, jugar con
los dedos, bailar y a ensayar otras maneras de moverse y producir música.
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30
Cómo responder y planear para cada niño
Cuando observe a los niños durante las experiencias con la música y el movimiento, piense en los Objetivos
para el desarrollo y el aprendizaje. Considere qué está aprendiendo cada niño y cómo usted podría responder. A
continuación se muestra cómo cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo
aprendido en sus observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Linda sostiene a Julio (de 4 meses)
mientras lo mece en la mecedora.
Ella le canta, “Duérmete mi niño.
Duérmete mi sol. Duérmete pedazo
de mi corazón”. Julio la mira
mientras ella le canta. Su cuerpo
se relaja y sus ojos comienzan
a cerrarse.
Julio está aprendiendo a desarrollar
su propio patrón de sueño
(Objetivo 1. Regula las emociones
y los comportamientos, c. Realiza
acciones apropiadas para satisfacer sus
necesidades).
Willard (de 11 meses) ve que Grace
coloca un CD en el reproductor. Él
sonríe cuando comienza la música,
se mece hacia arriba y hacia abajo y
balbucea: “Du-du-du”.
Willard está descubriendo que las
acciones repetidas producen efectos
similares (Objetivo 12. Recuerda
experiencias y las asocia, b. Asocia).
Leo (de 18 meses) se sienta en el
suelo con un xilófono. Él golpea las
distintas notas con el mazo, mira a
Bárbara y sonríe.
Leo está aprendiendo cómo
usar los objetos manipulándolos
(Objetivo 11. Aborda el aprendizaje
positivamente, e. Muestra flexibilidad
e inventiva).
Está demostrando el interés en
el habla de los demás (Objetivo 8.
Escucha y comprende lenguaje cada
vez más complejo, a. Escucha y
comprende el lenguaje).
Él está balbuceando y combinando
sonidos para comunicarse (Objetivo
9. Usa el lenguaje para expresar
lo que piensa y necesita, a. Usa un
vocabulario cada vez más expresivo).
Él explora cómo hacer que algo
ocurra (Objetivo 11. Aborda el
aprendizaje positivamente,
d. Muestra curiosidad y motivación).
Jonisha (de 33 meses) se sienta
debajo de un árbol afuera y mira
como el viento sopla las hojas.
Después, en el salón, LaToya pone
música. Jonisha mueve los brazos
alrededor, mece el cuerpo hacia
adelante y hacia atrás y da vueltas
en círculo. Ella dice: “¡Mira, soy
una hoja!”.
Jonisha está usando oraciones
sencillas con tres o más palabras
(Objetivo 9. Usa el lenguaje para
expresar lo que piensa y necesita,
c. Usa la gramática convencional).
Ella está haciendo uso de
objetos imaginarios al jugar
imaginariamente (Objetivo 14. Usa
símbolos e imágenes para representar
algo que no está presente, b. Participa
en el juego sociodramático).
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Respuesta
Linda continúa cantando y
meciendo a Julio hasta que está
listo para dormirse. Ella lo acuesta
con suavidad en la cuna y continúa
cantándole suavemente. Julio se
duerme y Linda escribe la hora en
la carpeta de comunicación con
los padres.
Grace reconoce el interés de
Willard: “Willard, te veo muy
sonriente y bailarín. Te encanta la
música”. Para estimular el desarrollo
del lenguaje, ella imita sus sonidos:
“Du-du-du. Y estás cantando al
compás de la música. Du-du-du”.
Bárbara estimula el interés de Leo
en el xilófono diciéndole: “Leo, estás
produciendo música”. Mientras él
golpea otra nota, Bárbara eleva el
tono de la voz y le dice: “Tocaste
una nota alta”. Él golpea otra nota
y la mira. “Ahora tocaste una nota
baja”, y se lo dice bajando el tono de
su voz.
LaToya reconoce el juego de Jonisha
diciéndole, “Te estás moviendo
como esas hojas que el viento mecía
en el patio”.
Para estimular el desarrollo del
lenguaje de Jonisha, LaToya le
dice: “Esas hojas estaban girando
alrededor y alrededor con el viento.
Se estaban moviendo como te estás
moviendo tú”.
31
Creación artística
Brooks ayuda a Abby (de 14 meses) a ponerse el delantal y le dice: “Abby, veo que estás lista
para ayudarme a preparar plastilina”. Abby asiente con la cabeza y Brooks pone en la mesa
una taza de harina al lado de unas jarras de plástico con aceite vegetal y agua. Abby, quien
está familiarizada con el proceso, mira a Brooks con expectativa. Mientras Brooks vierte la
harina en el tazón, Abby extiende un brazo y lo pone debajo de la harina que cae y chilla con
deleite. Brooks la anima: “La harina se siente fría y suave, ¿no? Vas a sentirla distinta cuando
preparemos la plastilina”.
El arte para los niños de 0 a 3 años es en su mayor parte una experiencia sensorial. Un bebé pequeño toca un
animal de peluche y se relaja tranquilamente. Un bebé móvil rasga gozoso papel de seda de colores y agita los
pedazos al viento. Un niño caminador chilla de gozo al deslizar los dedos por la pintura. Un niño de dos años
presiona, golpea y luego enrolla plastilina y muestra con orgullo cómo ha intercalado dos colores. A los niños
pequeños les interesa cómo son los distintos materiales y lo que pueden hacer con ellos. Ellos no tratan de producir
nada específico (como podrían hacerlo los niños más grandecitos). Pintar líneas en papel con un pincel y rasgar
papel en pedazos son experiencias satisfactorias en sí mismas.
Al proporcionarles usted a los niños pequeños una diversidad de experiencias artísticas, ellos descubren que ciertos
materiales tienen texturas interesantes y son divertidos de usar. También aprenden que pueden controlar y hacer
marcas con distintas herramientas y materiales. Los niños de dos años más grandecitos están comenzando a
comprender que las imágenes, los modelos y las construcciones hechas por ellos representan a las personas y las
cosas. Las experiencias artísticas diarias que usted les ofrezca a los niños de 0 a 3 años serán el cimiento para que
aprecien y hagan creaciones artísticas.
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32
Cómo responder y planear para cada niño
Cuando observe a los niños durante las experiencias artísticas, piense en los Objetivos para el desarrollo y el
aprendizaje. Considere qué está aprendiendo cada niño y cómo podría responder usted. A continuación se
muestra cómo cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo aprendido en sus
observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Respuesta
Julio (de 4 meses) se acuna en el
hombro de Linda, frotando la
mejilla por el suave suéter. Él sonríe,
recuesta la cabeza y la mano en el
hombro y acaricia el suéter.
Julio reconoce y busca a un adulto
conocido (Objetivo 2. Establece y
mantiene relaciones positivas,
a. Forma relaciones con adultos).
Willard (de 11 meses) sumerge los
dedos en la pintura y comienza
a deslizarlos por el papel en la
bandeja. Él hace varias marcas,
sumerge los dedos otra vez y hace
otras marcas. Sonríe, mete toda la
mano y la pasa por todo el papel.
Willard está aprendiendo
cómo funcionan los objetos,
manipulándolos (Objetivo 11.
Aborda el aprendizaje positivamente,
d. Muestra curiosidad y motivación).
Mathew (de 22 meses) agarra un
marcador en cada mano y garabatea
de arriba a abajo en un pliego de
papel grande. Mira a Jena (de 24
meses) que también está dibujando
con marcadores. Luego se le acerca
y hace una raya en el papel de ella.
Jena frunce el ceño. Mathew quita
la mano rápidamente.
Mathew está demostrando
reconocer que los sentimientos de
los demás son distintos a los suyos
(Objetivo 2. Establece y mantiene
relaciones positivas, b. Responde a los
indicios emocionales de otros).
Para fortalecer la comprensión de
Mathew de los sentimientos de
los demás, Mercedes le explica: “A
Jena no le gustó que le rayaras el
papel. Ella te expresó su enojo y tú
paraste”.
Él está experimentando con el
garabateo (Objetivo 7. Demuestra
fortaleza y coordinación motriz fina,
b. Usa instrumentos de dibujo y de
escritura).
“Aquí tienes un papel para ti,
Mathew”, le dice ella y le señala el
papel. “Puedes hacer muchas líneas
en este papel”.
Mientras juegan afuera, Valisha (de
33 meses) agarra un pedazo de tiza
gruesa y comienza a garabatear en
el pavimento. Ella le dice a LaToya:
“Pinto rayuela”.
Valisha está garabateando con la
intención de comunicarse (Objetivo
19. Demuestra destrezas iniciales de
escritura, b. Escribe para comunicar
significado).
Para fomentar los sentimientos
positivos de Valisha con respecto
a su escritura, LaToya le dice:
“Veo que estás dibujando con la
tiza un cuadro para jugar rayuela.
¿Podemos jugar cuando termines?”.
Él está explorando un objeto
usando los sentidos (Objetivo 11.
Aborda el aprendizaje positivamente,
d. Muestra curiosidad y motivación).
Linda habla con Julio en un tono
suave para fortalecer la relación
de confianza que él le tiene. Ella
comenta lo que está haciendo:
“Siente lo cálido y suave que es el
suéter, Julio”.
Grace lo anima a explorar la pintura
y le dice: “Willard, cubriste todo el
papel”. Ella le señala una hoja en
blanco y le dice: “¿Quieres pintar
otra?”.
Él está notando características
particulares de los objetos (Objetivo
26. Demuestra conocimiento de
las propiedades físicas de objetos y
materiales).
Ella está coordinando los
movimientos ojo-mano para
completar tareas cada vez más
complejas (Objetivo 7. Demuestra
fortaleza y coordinación motriz fina,
a. Usa las manos y los dedos).
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33
Preparación de alimentos
LaToya les dice a los niños en su grupo: “Hoy tendremos una merienda emocionante. ¡Vamos
a comer zanahorias de nuestra huerta! Después de lavarlas, probaremos lo que cultivamos”.
LaToya le pide a Valisha (de 33 meses) que le ayude a organizar los cepillos y los tazones de agua
en las bandejas, frente a los niños. Luego, ella le entrega dos zanahorias a cada niño, para que
las lave. Mientras Jonisha (de 33 meses) exhibe su zanahoria lavada para que los demás niños
la vean, LaToya exclama: “¡No creo que pueda estar más limpia!”.
Cuando usted invita a los niños a probar o a explorar alimentos que no conocen o los incluye en la preparación
de una merienda, usted fomenta mucho más que la buena nutrición. Los alimentos, la conversación y las
actividades relacionadas con la alimentación fomentan el desarrollo y el aprendizaje en todas las áreas. Dichos
momentos evocan sentimientos de seguridad porque los niños los asocian con la familia y el hogar. Además,
ofrecen abundantes experiencias sensoriales y promueven el desarrollo de las destrezas motrices, cognoscitivas y
lingüísticas.
Probar y preparar alimentos forma parte de la vida diaria de los bebés, los niños caminadores y los niños de dos
años. Ellos empiezan a reconocer los sabores y las texturas de varios cereales, frutas y vegetales, a medida que usted
y sus familias les presentan gradualmente alimentos nuevos. Comienzan a expresar sus preferencias personales y
aprenden los nombres de los distintos alimentos. Al principio, están primordialmente interesados en apretarlos,
presionarlos y untárselos. En poco tiempo ellos se tornan dispuestos a ayudarle a preparar algunos de los alimentos
que consumen, especialmente porque les gusta participar en las actividades importantes para los adultos. Ya sea
cepillando una zanahoria o sumergiendo un pedazo de manzana en queso derretido, los niños disfrutan y se
sienten orgullosos ayudándole con tareas significativas.
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34
Cómo responder y planear para cada niño
Mientras observa a los niños durante las experiencias de probar y preparar alimentos piense en los Objetivos
para el desarrollo y el aprendizaje. Considere lo que cada niño está aprendiendo y cómo podría responder usted.
A continuación se muestra cómo cuatro maestros que están poniendo en práctica El Currículo Creativo usan lo
aprendido a partir de sus observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Respuesta
Jasmine (de 8 meses) bebe de un
vaso mientras Janet se lo sostiene a
la hora de la merienda. Ella levanta
las manos y golpea los lados del
vaso.
Jasmine está ensayando una tarea
de cuidado personal sencilla
(Objetivo 1. Regula las emociones
y los comportamientos, c. Realiza
acciones apropiadas para satisfacer
sus necesidades).
Janet describe lo que Jasmine está
haciendo: “Estás bebiendo de la
taza”. Luego le pregunta: “¿Te
gustaría sostenerla?”.
Abby (de 14 meses) se sienta a la
mesa cuando ve que Brooks la
prepara para la merienda.
Abby espera participar en las
rutinas en grupo (Objetivo
1. Regula las emociones y los
comportamientos, b. Sigue los límites
y expectativas).
Brooks dice: “Abby, sabes que es
hora de merendar porque me viste
preparando los tazones”.
Mathew (de 22 meses) está
ayudando a preparar panecillos
para el desayuno. Él vierte la leche
de una jarra pequeña en un tazón
para mezclar y riega un poco en la
mesa. Él exclama, “Oh, oh” y trae
un trapo para secar la mesa.
Mathew está usando la
coordinación ojo-mano mientras
realiza tareas sencillas (Objetivo 7.
Demuestra fortaleza y coordinación
motriz fina, a. Usa las manos y los
dedos).
“Los accidentes ocurren”, le
dice Mercedes. “Te agradezco
ayudarme a limpiar con rapidez.
Ensayemos otra vez porque
necesitamos más leche en el tazón”.
Valisha (de 33 meses) empuja a
LaToya hacia el tostador. Ella
huele los panecillos que se están
horneando y dice: “Están listos.
Tengo hambre”.
Valisha está llevando a cabo su
propio plan para resolver un
problema (Objetivo 11. Aborda
el aprendizaje positivamente,
c. Resuelve problemas).
LaToya reconoce la presencia de
Valisha y su interés al decir: “Yo
también huelo los panecillos.
Veo que tienes hambre y deseas
comerlos. Ya casi están listos”.
Ella está usando oraciones sencillas
con tres o más palabras (Objetivo
9. Usa el lenguaje para expresar
lo que piensa y necesita, c. Usa la
gramática convencional).
Para fortalecer las destrezas de
resolver problemas de Valisha, le
pregunta: “¿Qué debemos hacer
para preparar la mesa para la
merienda?”.
Ella le extiende una mano a Abby
y le dice: “Vamos a lavarte las
manos para que puedas comer”.
Él está planeando maneras de usar
objetos para realizar tareas de un
solo paso (Objetivo 11. Aborda
el aprendizaje positivamente,
e. Muestra flexibilidad e inventiva).
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Exploración con arena y agua
Willard (de 11 meses) agita el animal de caucho que acaba de bañar. “¡Ese es el dinosaurio
más limpio que yo he visto! Mira lo brillante que se ve cuando está mojado”, exclama Grace.
Willard responde balbuceando y le sonríe al entregarle el dinosaurio. El niño se voltea y señala
el anaquel con los otros animales de caucho. “Apuesto a que quieres bañar a otro animal”, le
sugiere Grace. “¿Qué tal esta jirafa? Realmente necesita un baño”.
La arena y el agua se encuentran disponibles fácilmente y proveen experiencias sensoriales maravillosas. Hay algo
acerca de la frescura del agua y la sensación de la arena cuando se desliza entre los dedos que casi todo el mundo
encuentra placentero. La arena y el agua son materiales tranquilizantes. Calman a los niños y los mantienen
ocupados alegremente.
La mayoría de los niños pequeños disfruta jugando con agua. Ser sostenidos por alguien que aman y los efectos
que producen al patear y manotear el agua son experiencias satisfactorias. Agregar algunos accesorios, como tazas
y animales de caucho, expande el juego de los bebés móviles por largos períodos de tiempo. El juego con arena y
agua es una de las actividades favoritas de los niños caminadores y de dos años, quienes exploran y experimentan
intencionalmente con herramientas y otros objetos.
El juego con arena y agua se puede llevar a cabo al aire libre o en el salón de clase. Todo depende del clima y de
su manera de organizarlo.
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Cómo responder y planear para cada niño
Mientras observa a los niños jugando con arena y agua, piense en los Objetivos para el desarrollo y el aprendizaje.
Considere lo que está aprendiendo cada niño y como podría responder. A continuación se muestra cómo tres
maestras utilizan lo aprendido en sus observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Jasmine (de 8 meses) le sostiene
las dos manos a Janet mientras da
unos cuantos pasos por el patio
de juego. Jasmine se detiene para
observar a dos niños caminadores
que están excavando en el cajón
de arena.
Jasmine observa y responde a
otros niños (Objetivo 2. Establece
y mantiene relaciones positivas,
c. Interactúa con sus compañeros).
Willard (de 11 meses) recoge una
cuenta grande de la bandeja de
arena donde ha estado jugando y se
la entrega a Grace.
Willard usa los dedos índice y
pulgar para agarrar y soltar objetos
(Objetivo 7. Demuestra fortaleza y
coordinación motriz fina, a. Usa las
manos y los dedos).
Ella está comenzando a adquirir
equilibrio y a moverse de un lugar
a otro (Objetivo 4. Demuestra
destrezas de desplazamiento).
Respuesta
Janet se sienta con Jasmine en el
suelo cerca de los niños que están
excavando. Ella habla con Jasmine
acerca de lo que están haciendo:
“Tyler y Shontelle se están
divirtiendo mucho excavando con
sus palas”.
Para animar a Willard, Grace le
sonríe y le dice: “Gracias por la
cuenta, Willard. ¿Me das otra?”.
Él continua en una actividad
cuando interactúa un adulto
(Objetivo 11. Aborda el aprendizaje
positivamente, a. Presta atención y
participa).
Mathew (de 22 meses) trata de
sacar un bote de juguete pequeño
de la mesa del agua usando una
cuchara de madera. El bote se cae
de la cuchara. Intenta otra vez,
pero el bote se cae de nuevo. El
niño mira alrededor, toma una red
de pesca pequeña y saca el bote.
Mira a Mercedes y sonríe.
Mathew planea maneras de usar
los objetos para realizar tareas de
un solo paso (Objetivo 11. Aborda
el aprendizaje positivamente,
e. Muestra flexibilidad e inventiva).
Persiste con el método de ensayo
y error para resolver un problema
(Objetivo 11. Aborda el aprendizaje
positivamente, b. Es persistente).
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Mercedes reconoce los logros de
Mathew: “Descubriste una manera
de sacar el bote. Usaste la red para
resolver el problema”.
Ella lo estimula: “¿Qué mas puedes
pescar con la red?”.
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Juego al aire libre
Iván camina hacia Gina (de 30 meses), quien desde su cochecito adaptado admira las gruesas
vainas de arvejas que crecen en la huerta sembrada en una carretilla. “Esas arvejas sí que
han crecido”, dice él. “Vamos a poder comerlas muy pronto”. Gina asiente con la cabeza y
dice: “Sol, más sol”. Iván le responde: “Tienes razón, Gina. Debemos mover nuestra huerta a
un lugar soleado”. Gina observa a Iván mover la huerta y se interesa en unos niños que están
persiguiendo burbujas. Al notar que Gina está más interesada en lo que están haciendo los
niños, Iván le pregunta: “¿Quieres ir allá para soplar burbujas?”. Gina sonríe y exclama, “¡Sí!”.
Iván empuja la silla de la niña para acercarla a los otros niños, abre otro tarro de solución y
sostiene una armazón para que Gina pueda soplar burbujas. Los otros niños corren detrás de
las burbujas y Gina se ríe.
El espacio exterior les ofrece a los niños un ambiente totalmente diferente para explorar. Allí pueden sentir el
aire fresco y experimentar el tiempo: sol, nubes, lluvia, nieve, neblina, viento y temperaturas frías y calientes.
El entorno al aire libre ofrece más espacio abierto donde correr y estirarse. Además, hay diferentes terrenos y
estructuras para conquistar: colinas, rocas grandes, plataformas, llantas, columpios y deslizadores. También hay
vida silvestre con la cual maravillarse: orugas, lombrices, pájaros, insectos y plantas.
Los bebés pequeños, los niños caminadores y los de dos años deben salir al aire libre todos los días, a menos que
haga muy mal tiempo o la calidad del aire represente un riesgo para la salud. Todos los niños pequeños necesitan
espacios naturales que estimulen la exploración sensorial, física y social. Cuando son móviles, los niños disfrutan
experiencias como hacer salpicar el agua y gatear por un camino de cobijas, llantas y colchonetas. Los niños
caminadores y los de dos años no pueden resistir el desafío de correr en espacios abiertos, treparse en troncos bajos
e impulsarse en juguetes de ruedas.
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Cómo responder y planear para cada niño
Mientras observa a los niños al aire libre, piense en los Objetivos para el desarrollo y el aprendizaje. Considere lo
que cada niño está aprendiendo y como podría responder usted. A continuación se muestra cómo tres maestras
utilizan lo aprendido en sus observaciones para responder a cada niño y planificar.
Observación
Reflexión
Jasmine (de 8 meses) está
sentada en una cobija en el patio,
sosteniendo una flor. La mira
detenidamente, volteándola en las
manos. Se acerca la flor a la cara y
se la pasa por la nariz y las mejillas.
Mira a Janet, balbucea y sonríe.
Jasmine está notando
características particulares de los
objetos (Objetivo 11. Aborda el
aprendizaje positivamente,
d. Muestra curiosidad y motivación).
Leo (de 18 meses) camina por el
parque con Bárbara y Donovan (de
16 meses). Leo señala algunas hojas
caídas y pregunta: “¿Qué son?”. Se
agacha, agarra una y se la entrega
a Bárbara. Ella se la muestra a
Donovan, quien extiende la mano
y la toca con el dedo. Leo agarra
otra y se la entrega a Donovan.
Donovan hace girar la hoja con
las manos. Leo agarra otra y hace
lo mismo.
Leo está teniendo un breve
encuentro de juego con otro niño
(Objetivo 2. Establece y mantiene
relaciones positivas, c. Interactúa con
sus compañeros).
Jonisha y Valisha (ambas de
33 meses) están en el patio,
lanzándose una pelota entre ellas.
Valisha dice: “Yo la estoy lanzando
más arriba”. “Yo, también”,
responde Jonisha. “¡La pelota va
más y más alto!”, exclama Valisha.
Jonisha llama a LaToya: “¡Maestra,
mire! ¡Pelota muy alto!”. Anton
(de 32 meses) está de pie cerca de
las niñas, mirándolas. Cuando
LaToya se aproxima, Anton tira de
su manga, señala a las niñas y dice:
“Yo también”.
Ella está usando expresiones
faciales y vocalizaciones para
comunicarse (Objetivo 9. Usa el
lenguaje para expresar lo que piensa
y necesita, a. Usa un vocabulario
cada vez más expresivo).
Él está imitando las acciones de los
demás (Objetivo 14. Usa símbolos e
imágenes para representar algo que
no está presente, b. Participa en el
juego sociodramático).
Respuesta
Janet fortalece el lenguaje de
Jasmine respondiendo: “Sí, veo que
tienes una flor amarilla”.
Ella estimula a Jasmine a
examinar la flor, preguntándole:
“¿A que huele esa flor?”. Janet se
inclina y huele la flor, inhalando
profundamente por la nariz, para
mostrarle a Jasmine el significado
de sus palabras.
Bárbara dice: “Leo, encontraste
varias hojas”, para modelarle el
lenguaje expresivo.
Ella se arrodilla para estar al
mismo nivel de los niños. Para
fortalecer su juego, señala las hojas
y describe lo que están haciendo:
“Donovan, Leo te dió una hoja.
Ahora cada uno tiene una”.
Él está usando sonidos semejantes
a las palabras para comunicarse
(Objetivo 9. Usa el lenguaje para
expresar lo que piensa y necesita,
b. Habla con claridad).
Ellas están participando en el
juego coordinado entre sí (Objetivo
2. Establece y mantiene relaciones
positivas, c. Interactúa con sus
compañeros).
LaToya reconoce el juego de
Jonisha y Valisha: “¡Muy bien!
Ustedes están lanzando esa pelota
muy alto! Y también se la están
pasando una a la otra”.
Jonisha y Valisha están
participando en una conversación
de dos o más turnos (Objetivo 10.
Usa la conversación y otras destrezas
de comunicación, a. Participa en
conversaciones).
LaToya quiere fomentar que las
hermanas incluyan a otros en
su juego. Ellas juegan juntas a
menudo, pero no con otros niños.
Ella dice: “Anton las está mirando
lanzar esa pelota. Creo que le
gustaría jugar con ustedes”.
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