AMPARO DIRECTO 564/2009. Número de registro: 21786 Novena Época Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta Tomo: Tomo XXX, Octubre de 2009 Página: 1349 AMPARO DIRECTO 564/2009. ********** CONSIDERANDO: QUINTO. De los antecedentes transcritos destaca que ********** reclamaron del ********** la nulidad, en cuanto a su temporalidad, de los contratos que los venía haciendo firmar por constituir renuncia de derechos, por lo que se les debía considerar por tiempo indeterminado o indefinido y teniendo como fecha de ingreso a partir de la firma del primer contrato y, por tanto, el reconocimiento de su antigüedad; también demandaron la reinstalación como trabajadores de base por tiempo indeterminado o indefinido y el pago de salarios caídos más incrementos. El demandado negó derecho. Aceptó que celebró con los actores los contratos por tiempo determinado a que hicieron referencia, pero que en ellos no existía causa de nulidad, por lo que era improcedente que la duración de la relación de trabajo debía ser considerada por tiempo indeterminado o indefinido como trabajadores de base; por otro lado, también negó acción respecto de la reinstalación, porque la relación se prestó a través de contratos por tiempo determinado. En un primer laudo, la Junta absolvió de todo lo reclamado. Contra esa resolución ********** promovieron el juicio de amparo directo ********** en el que este Tribunal Colegiado concedió la protección constitucional para que la Junta se pronunciara sobre todas las prestaciones que se reclamaron al ********** prescindiendo de considerar que las acciones intentadas por dichos actores resultaban contradictorias. En cumplimiento a lo anterior, en el laudo reclamado la Junta fijó la carga en el ********** demandado para acreditar que los contratos que celebró con los actores fueron por tiempo determinado y por necesidad del servicio y al llegar a su término se extinguió de manera natural por haber cumplido con su objeto. Del material analizado, la responsable tuvo por acreditado que la contratación de los actores fue por tiempo determinado; sin embargo, en términos del artículo 37 de la Ley Federal del Trabajo estimó que un contrato individual de trabajo sólo puede concluir al vencimiento del -1- AMPARO DIRECTO 564/2009. término pactado, cuando se ha agotado la causa que le dio origen, por lo que corresponde al patrón demostrar que ya no subsiste la materia del trabajo contratado a término; y, en la especie, el instituto demandado no acreditó esa circunstancia; es decir, no probó la terminación de la materia para la que fueron contratados los actores, por lo que lo condenó a la prórroga de los contratos y a la reinstalación de los actores en los puestos que desempeñaban hasta que subsistiera la materia de trabajo; asimismo, condenó al pago de salarios caídos y al reconocimiento de antigüedad a partir de la firma de los primeros contratos, veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco y "02 de mayo de 1977" (sic), respectivamente. El ********** agraviado alega violación de garantías por la condena a la prórroga del último contrato de trabajo celebrado con los hoy terceros perjudicados, así como el pago de salario caídos, porque la responsable omitió analizar las pruebas aportadas por las partes, en particular las aportadas por el ********** en virtud de que de las mismas se desprendía que prestaron servicios a través de contratos individuales de trabajo por tiempo determinado y que la relación que los unió feneció el veintiocho de enero de dos mil cinco, lo cual quedó plenamente acreditado, más aún que les fueron liquidadas las prestaciones generadas, es decir, se finiquitó la terminación del contrato. Agregó que de manera infundada se le condenó a la prórroga del último de los contratos individuales de trabajo, celebrado con la parte actora el tres de enero de dos mil cinco, por todo el tiempo que subsista la materia de trabajo y, en consecuencia, a la reinstalación de los actores en los puestos de trabajo en los mismos términos y condiciones en que lo venían haciendo hasta el vencimiento del último contrato individual de trabajo, o sea, del veintiocho de enero de dos mil cinco, en la categoría de notificador-ejecutor hasta en tanto subsista la materia de trabajo, así como a reconocerles la antigüedad generada a partir de la firma del primer contrato individual de trabajo, esto es, el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco y dos de mayo de mil novecientos setenta y siete. Los argumentos reseñados resultan inoperantes porque combaten de manera deficiente las consideraciones expuestas por la autoridad del conocimiento; esto es, porque no atacan lo relativo a que se fijó en el instituto demandado la carga de demostrar que en los contratos que celebró con los actores por tiempo determinado, a la conclusión de éstos, no subsistía la materia para la que fueron contratados, lo que a juicio de la responsable no satisfizo, por lo que con base en ello condenó a la prórroga de los mismo y a la reinstalación de los terceros perjudicados hasta que subsistiera la materia de trabajo. Lo anterior, porque aun cuando, contrario a lo que se alega, la Junta sí tomó en cuenta los contratos por tiempo determinado que ofreció el demandado, no debe perderse de vista que del análisis de éstos determinó que no se demostró que la materia de la contratación se hubiera extinguido en términos del artículo 37 de la legislación laboral, que fueron las -2- AMPARO DIRECTO 564/2009. razones por las que fincó condena en el ahora quejoso y que éste no controvierte debidamente, lo que implica que sus argumentos se califiquen de inoperantes, amén de que el quejoso se concretó a relatar los conceptos por los que fue condenado, sin contrarrestarlos, así como se limitó a argüir que no se estudiaron las pruebas que ofreció, pero sin precisar qué probanzas de ellas no se analizaron. Es aplicable la jurisprudencia 75 de la entonces Cuarta Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, consultable en la página sesenta y seis, Tomo V, Jurisprudencia SCJN, Materia del Trabajo, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que dice así: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES. Si los conceptos de violación que hace valer el patrón quejoso no combaten las consideraciones que rigen el sentido del laudo reclamado, dichos conceptos resultan inoperantes." En otro orden de ideas, alega el ********** quejoso que la responsable omitió observar el pago del impuesto sobre el producto del trabajo derivado de las relaciones laborales, que se desprende del artículo 110 de la Ley del Impuesto sobre la Renta. Agregó que los artículos 113 y 116 de esa ley disponen que quienes hagan pagos por los conceptos que se señalan en ese capítulo están obligados a efectuar retenciones y pagos provisionales mensualmente, por lo que existe obligación de los trabajadores de efectuar el pago del impuesto sobre la renta derivado de la relación de trabajo, además de que la retención del impuesto relativo no está sujeto a la voluntad del ********** sino que es una obligación que la ley le impone. En apoyo citó el criterio de rubro: "IMPUESTO SOBRE LA RENTA. OBLIGACIÓN DEL PATRÓN DE RETENERLO, CUANDO LAS PERSONAS SUJETAS A UNA RELACIÓN LABORAL, OBTIENEN PRESTACIÓN DERIVADAS DE LA MISMA." El argumento deviene inoperante, porque del análisis del escrito de contestación de la demanda laboral y del capítulo de excepciones del mismo, no se advierte que el ahora quejoso haya hecho valer que para el caso de condena se observara lo dispuesto en la Ley del Impuesto sobre la Renta, sobre los impuestos que debía de retener derivado de la relación de trabajo, lo que implica que al no haberse opuesto como excepción lo que ahora se introduce en los argumentos de inconformidad, no se puede legalmente estudiar en el presente juicio constitucional. Avala la anterior consideración, la jurisprudencia 328 de la otrora Cuarta Sala del más Alto Tribunal, publicada en la página doscientos sesenta y cinco, Tomo V, Jurisprudencia SCJN, Materia del Trabajo, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-2000, que aparece con el rubro y texto siguientes: "LITIS CONSTITUCIONAL, MATERIA DE LA. Si las cuestiones que alega el quejoso no fueron materia de controversia ante la Junta, tampoco pueden serlo de la litis constitucional, -3- AMPARO DIRECTO 564/2009. en virtud de que la sentencia de amparo que se pronuncie sólo debe tomar en cuenta las cuestiones planteadas ante la autoridad jurisdiccional." En otro punto, el impetrante de garantías aduce que de manera infundada se le condenó a reconocer una antigüedad que los terceros perjudicados no acreditaron, y más aún no demandaron en los términos de esa condena, en virtud de que del escrito inicial de demanda se desprende en el hecho uno que ********** señaló que inició a prestar servicios el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y tres, y en el hecho dos ********** señaló que inició servicios el primero de abril de mil novecientos noventa y siete. Asimismo, discute que la autoridad pasó por alto que de las documentales exhibidas por los terceros perjudicados en el apartado 5, incisos a) a j) ********** acreditó que el primer contrato fue del veinticinco de abril al treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y cinco; sin embargo, de los mismos se desprende que la relación no fue de manera ininterrumpida, como se observa de los incisos b) y c) del inciso g) y h), pues existió intervalo entre contrato y contrato de siete meses a un año cuatro meses sin relación laboral, por lo que resulta infundado que la responsable pretenda se le reconozca una antigüedad no generada. Por lo que respecta a ********** alega el agraviado que la responsable de manera infundada condenó a que se le reconozca una antigüedad a partir del dos de mayo de mil novecientos setenta y siete; sin embargo, de las documentales que exhibió en el apartado 5, inciso j), se desprende que el primer contrato que celebró con el instituto fue del dos de mayo al treinta y uno de diciembre de mil novecientos noventa y siete, y no como erróneamente señaló el dos de mayo de mil novecientos setenta y siete; en abundamiento puntualizó que del dos de mayo de mil novecientos noventa y siete al treinta y uno de enero de dos mil cinco no existió relación laboral ininterrumpida, en virtud de que existieron intervalos entre contrato y contrato de un año cuatro meses y un año dos meses, como se observa de los incisos n), ñ) y o), por lo que resulta infundada la condena a reconocer una antigüedad no generada. En apoyo citó la tesis de rubro: "FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN." Los anteriores argumentos resultan fundados. En el inciso g), los actores reclamaron el reconocimiento de que todo el tiempo en que habían prestado servicios para ********** más el tiempo que durara la separación por causas imputables al mismo, debía formar parte de su antigüedad. ********** afirmó que inició a prestar servicios el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y tres, mientras que ********** aseveró que empezó a laborar el primero de abril de mil novecientos noventa y siete (foja tres del expediente laboral). -4- AMPARO DIRECTO 564/2009. La responsable condenó al ahora quejoso a reconocer a los actores la antigüedad generada a partir de la firma del primer contrato individual de trabajo, esto es, señaló el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco y "02 de mayo de 1997" (sic), respectivamente. Esta decisión resulta incorrecta, primero, en cuanto al reconocimiento de antigüedad desde la fecha de la firma del primer contrato signado por ********** y, segundo, en relación con la totalidad de esa antigüedad por ambos actores. Esto es, porque en lo que respecta al diverso reclamante ********** se encuentra demostrado que la firma del primer contrato individual de trabajo se celebró el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco, fecha que plasmó la Junta en el laudo, por lo que en esa parte, éste debe continuar rigiendo. Por otro lado, se precisa que la antigüedad de un trabajador es un derecho que se acredita y renueva todos los días; es decir, la antigüedad es un derecho de tracto sucesivo que se va acumulando; en consecuencia, si se reclama la prórroga de un contrato de trabajo porque debió ser por tiempo indefinido, y no por periodos determinados y la responsable condenó en el sentido demandado, no puede admitirse que el trabajador tenga, por el simple hecho de acreditar la existencia de dichos contratos por tiempo determinado, el derecho de que se le reconozca una antigüedad continua generada desde la firma del primero de esos pactos, pues la facultad de apreciar en conciencia las pruebas, que el artículo 841 de la Ley Federal del Trabajo otorga a las Juntas de Conciliación y Arbitraje, significa sopesar con justo criterio lógico el valor de las producidas en autos, sin que por esa facultad pueda llegarse al extremo de suponer hechos que carezcan de apoyo en algún elemento aportado durante la tramitación del conflicto, de tal suerte que cuando el trabajador señala en su demanda laboral determinada fecha como el inicio de la prestación de servicios y demuestra, mediante los documentos respectivos, que la relación laboral se interrumpió por determinados periodos debido a la conclusión de esos contratos por tiempo determinado, el reconocimiento de antigüedad en manera alguna puede comprender un vínculo continuo, sin que sea óbice que la demandada no se excepcione pormenorizando los lapsos en que el lazo con tractor se interrumpió, pues basta que reconozca la celebración de esos contratos eventuales y oponga defensa basada en que el obrero tenía el carácter de eventual, para que al momento de pronunciarse sobre el cómputo de la antigüedad genérica, la autoridad descuente el tiempo en que no se prestó servicios, es decir, el lapso en que se interrumpió el vínculo entre el vencimiento de un contrato y el inicio de la vigencia del siguiente, precisamente porque la potestad de resolver en conciencia conlleva a evaluar que por la naturaleza de los contratos, éstos contuvieron lapsos de interrupción, razón por la cual, al actuar de ese modo, la Junta no incurre en violación de ese precepto legal, ni de garantías individuales; amén de que sería un contrasentido que se reconociera una antigüedad continua, si precisamente la acción versa sobre el reclamo a que la contratación debió ser por tiempo indefinido y no determinado conforme a los compromisos pactados que el actor hubiera acreditado. -5- AMPARO DIRECTO 564/2009. En la especie, en autos aparece que, para acreditar su dicho, en cuanto a la firma de contratos individuales de trabajo que le hacía firmar el demandado, los actores ofrecieron las documentales relacionadas en el apartado 5 (cinco) del escrito respectivo (fojas cincuenta a cincuenta y cinco del expediente laboral) y que obran en legajo aparte, dada su voluminosidad, consistentes en los diversos contratos individuales de trabajo que celebraron con ********** Del análisis de tales probanzas, que por el principio de adquisición procesal le benefician al ahora quejoso, se observa que efectivamente el primer contrato individual relativo al actor ********** constante de siete fojas útiles, fue pactado para el periodo del "25 de abril al 28 de abril de 1995", conforme a lo estipulado en la cláusula primera que aparece en la foja "5/7". De ahí que en cuanto a dicho accionante, como se precisó, fue correcta la condena al reconocimiento de antigüedad a partir del veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco. Sin embargo, la autoridad pasó inadvertido que enseguida aparece el diverso contrato individual de trabajo del mismo trabajador, en cuya cláusula primera se pactó que era por el periodo "de 02 de mayo al 28 de mayo de 1995". Posteriormente, aparecen el resto de los contratos individuales de trabajo suscritos por dicho actor con vigencia por diversos periodos, apreciándose que el último se celebró "del tres al veintiocho de enero de dos mil cinco", conforme a lo dispuesto en su cláusula primera. De ahí que basten los anteriores ejemplos para concluir que dichos contratos individuales fueron suscritos para tener vigencia por periodos determinados, sin que se advierta que fueran continuos. Por otra lado, en cuanto a la actora ********** del legajo de contratos individuales de trabajo que allegó al juicio, también se aprecia que el primero de ellos se celebró para el periodo del "01 de mayo al 28 de mayo", y fue firmado a los "02 días del mes de mayo de mil novecientos noventa y siete". Asimismo, después de este contrato aparecen los restantes que celebró dicha reclamante con el ahora quejoso, observándose que el último tuvo vigencia "del tres al veintiocho de enero de dos mil cinco". En esa virtud, asiste razón al impetrante de garantías en cuanto a que la condena al reconocimiento de antigüedad, en la forma en que lo precisó la Junta, resulta violatoria de garantías. -6- AMPARO DIRECTO 564/2009. Ello es así, puesto que inobservó que se encuentra acreditado que el actor ********** inició a prestar servicios el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco, y que la relación laboral no fue continua, pues existen periodos en que se interrumpió el vínculo, conforme a los contratos individuales de trabajo que allegó al juicio laboral. De igual manera, resulta legal la condena al reconocimiento de antigüedad en relación con ********** a partir del "02 de mayo de 1977" (sic), (folio ciento ochenta), pues está acreditado que inició a prestar servicios a partir del "01 de mayo de mil novecientos noventa y siete" y, por otra parte, también la autoridad inadvirtió que conforme a los contratos individuales de trabajo que ofreció esta actora, su relación laboral con el demandado fue por determinados periodos, es decir, no fue continua. No es obstáculo para la conclusión alcanzada que el instituto demandado no se haya excepcionado en el sentido de haber pormenorizado los lapsos en que quedó interrumpido el vínculo contractual, pues resulta suficiente que haya reconocido la celebración de los contratos eventuales que adujeron los actores y se haya defendido afirmando que los reclamantes tenían el carácter de eventuales para que este tribunal le dé la razón en la forma expuesta, pues, como se indicó, al momento de resolver sobre el reconocimiento de antigüedad, la autoridad debe descontar el tiempo en que los ahora terceros perjudicados no prestaron servicios, precisamente porque la potestad de resolver en conciencia de las Juntas laborales conlleva a evaluar que por la naturaleza de los contratos éstos contuvieron lapsos de interrupción. Cabe señalar que, en caso contrario, de avalar la actuación de la responsable, sería un contrasentido que se reconociera una antigüedad continua, si precisamente la acción principal versó sobre el reclamo a que la contratación debió ser por tiempo indefinido y no determinado conforme a los contratos por tiempo determinado que exhibieron los demandantes. En las apuntadas condiciones, ha lugar a conceder el amparo solicitado para el efecto de que la Junta deje insubsistente el laudo reclamado y emita otro en el que reitere los aspectos resueltos en definitiva y sin perjuicio de los efectos para los que se concedió el amparo relacionado ********** se pronuncie nuevamente sobre el reclamo al reconocimiento de antigüedad de los actores, tomando en cuenta que se encuentra acreditado que el actor ********** inició a prestar servicios el veinticinco de abril de mil novecientos noventa y cinco y ********** a partir del primero de mayo de mil novecientos noventa y siete, y que ambos sostuvieron relación laboral con el demandado por periodos determinados, es decir, no fueron continuos, para lo cual deberá analizar pormenorizadamente cada contrato individual de trabajo de cada uno de los actores para determinar la antigüedad exacta que debe reconocerse. -7- AMPARO DIRECTO 564/2009. La concesión del amparo se hace extensiva respecto de los actos de ejecución del laudo que se reclaman del presidente y actuario de la Junta responsable, toda vez que no se combatieron vicios propios de éste. Sirve de apoyo a lo anterior, la tesis jurisprudencial número ciento dos, publicada en la página sesenta y seis, Tomo VI, Parte SCJN, Materia Común, del Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, que es del texto siguiente: "AUTORIDADES EJECUTORAS, ACTOS DE, NO RECLAMADOS POR VICIOS PROPIOS.-Si la sentencia de amparo considera violatoria de garantías la resolución que ejecutan, igual declaración debe hacerse respecto de los actos de ejecución, si no se reclaman, especialmente, vicios de ésta." Por lo expuesto y con apoyo además en los artículos 76, 77, 78, 79, 80, 158, 184 y 190 de la Ley de Amparo, se resuelve: ÚNICO.-La Justicia de la Unión ampara y protege a ********** contra el acto de la Junta Especial Número Nueve Bis de la Federal de Conciliación y Arbitraje, consistente en el laudo pronunciado el trece de noviembre de dos mil ocho, en el juicio laboral ********** seguido por ********** contra el quejoso; así como la ejecución del mismo que reclamó del presidente y actuario adscritos a la Junta responsable. El amparo se concede para los efectos precisados en la parte final del último considerando de la presente ejecutoria. Notifíquese; remítase testimonio de esta resolución a la autoridad responsable; háganse las anotaciones correspondientes en el libro de gobierno de este tribunal y, en su oportunidad, archívese el expediente. Así, con las adiciones y reformas propuestas en la sesión, por unanimidad de votos en el punto resolutivo, lo resolvió el Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, que integran los Magistrados María del Rosario Mota Cienfuegos, José Manuel Hernández Saldaña y Héctor Landa Razo. Fue relator el segundo de los nombrados. En términos de lo previsto en los artículos 3o, fracción II, 13, 14 y 18 de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, en esta versión pública se suprime la información considerada legalmente como reservada o confidencial que encuadra en esos supuestos normativos. -8-