Odesur 2014: oportunidades para el deporte chileno

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LATERCERA Viernes 7 de marzo de 2014
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EL HUMOR DE HERVI
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Odesur 2014: oportunidades
para el deporte chileno
La inversión en infraestructura que se destinó para esta competencia debe ser
aprovechada para el desarrollo de la actividad deportiva a nivel local.
E
L PRESIDENTE Sebastián Piñera
inaugura esta noche en el Estadio Nacional la décima versión de los Juegos
Suramericanos (Odesur 2014), torneo
deportivo internacional que se realiza
cada cuatro años y que supone una
importante vitrina para el país. En el
evento participarán unos 3.500 competidores de 14
países de América del Sur y Central, lo que naturalmente concentrará la atención del resto de las naciones del subcontinente en Chile durante los 11 días
que dura el torneo.
Esta instancia deportiva ofrece una serie de oportunidades que deben ser aprovechadas, especialmente si el país pretende continuar aspirando a
realizar campeonatos de este tipo, como es el caso
de los Panamericanos, luego de la fallida postulación del año pasado frente a Perú para ser sede de
esos juegos el 2019. La capacidad organizativa que
muestre Chile en estos Odesur será un elemento
importante para determinar las posibilidades del
país a futuro, para volver a ser nominado como anfitrión de competiciones internacionales. A partir
de hoy, y hasta el 18 de marzo, se pondrá a prueba
la planificación dispuesta por el comité organizador de estos Juegos Suramericanos para recibir a
las distintas delegaciones que vienen a participar,
labor que implica un ingente esfuerzo logístico
para coordinar alojamiento, traslados y seguridad
de las mismas, y para lo cual están definidos varios
dispositivos que deberán demostrar su efectividad.
En la medida que se cumplan de manera satisfactoria estos aspectos, la imagen del país quedará en
buen pie para ser considerado como una plaza
atractiva en próximas postulaciones.
Otro factor que puede ser muy beneficioso para
Chile, y al que se le debe sacar el máximo provecho,
es la infraestructura deportiva instalada que dejarán estos Juegos Odesur. El gobierno realizó una inversión que supera los US$ 50 millones para la
construcción de varios recintos de primer nivel y el
mejoramiento de otros existentes. En ellos se desarrollarán las competencias de los 31 deportes contemplados y sus respectivas disciplinas. El velódromo, el gimnasio polideportivo y el centro acuático
del Estadio Nacional, además del Centro de Entrenamiento Olímpico II, por nombrar sólo algunos,
son instalaciones que quedarán de forma permanente y que podrán ser utilizadas para la práctica
deportiva de alto rendimiento. Todo este equipamiento debiese servir para iniciar un proceso que
lleve al país a dar un salto significativo en esta materia, que le permita superar las precariedades actuales, revertir la escasez de logros y mejorar la
práctica del deporte a nivel nacional. Chile cuenta
con el capital humano para aspirar a ser competitivo en los torneos internacionales, pero ello requiere
de un respaldo decidido a los deportistas mediante
políticas permanentes, de manera que el éxito no
dependa sólo del apoyo económico familiar, como
ocurre en la actualidad.
Por primera vez, en esta edición de los juegos se van a
realizar los Parasuramericanos, entre el 27 de marzo
y 2 de abril. En este torneo participarán deportistas
de distintas nacionalidades, lo que constituye una
positiva instancia de integración que se debiese mantener en el tiempo. Es de esperar que los chilenos se
entusiasmen y asistan de forma masiva a este evento
para apoyar a los deportistas nacionales y gozar del
espectáculo.
Exención de visa para ingresar a EE.UU.
E
L GOBIERNO de los Estados Unidos
aprobó la incorporación de Chile, a contar del 1 de mayo próximo, al programa
“Visa Waiver”, conforme al cual a los
chilenos que viajen a ese país no se les exigirá
visa para ingresar, siempre que lo hagan con fines de turismo, negocios o tránsito, y no permanezcan más de 90 días. Para ello será necesario haberse inscrito previamente en internet y
esperar la aprobación de ingreso, que tardaría
pocos días, y exhibir un pasaporte digital. El valor del trámite será de US$ 14, en sustitución de
los US$ 160 que cuesta actualmente la visa. Por
su parte, Chile suprimió el impuesto de ingreso
para los norteamericanos, establecido en reciprocidad por el alto costo de la visa.
La exención de visa por parte de la autoridad
norteamericana, que actualmente no beneficia a
ningún país latinoamericano (a excepción de
México, que posee un estatus especial como veci-
no), constituye un reconocimiento a la seriedad y
estabilidad institucional de nuestro país, como
asimismo, al sostenido crecimiento económico y
al nivel de empleo que hoy exhibe, que en términos prácticos determinan que no hay mayor incentivo para emigrar y, sobre todo, para arriesgarse a permanecer ilegalmente en otros países.
Las autoridades nacionales deberían permanecer
atentas a cualquier incremento en esta tendencia
y colaborar con las norteamericanas para evitarlo, a fin de no perder la exención de visa, como ya
sucedió a otros países latinoamericanos.
El requisito indispensable de contar con un pasaporte digital incrementará la demanda por el mismo -incluso para renovar los antiguos no vencidos-,
lo que tensionará adicionalmente la capacidad de
atención del Registro Civil, que ya se encuentra severamente afectada. Las autoridades de ese servicio
deberán tomar medidas para enfrentar esta situación y normalizar la atención de público.
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HOY EN LA HISTORIA
Batalla de Pozo Almonte. Ya a finales de 1890, el
Presidente José Manuel Balmaceda tenía una tensa relación con los parlamentarios. Su conflicto
con la Iglesia Católica, la división de las Fuerzas
Armadas y su estilo presidencialista, provocaron
que el Congreso chileno decidiera no aprobarle el
presupuesto fiscal para el año 1891. Balmaceda estableció por decreto que se ocuparan los presupuestos del año anterior, y los parlamentarios declararon al Presidente como fuera de la ley. La guerra civil estalló cuando Balmaceda ordenó la
clausura del Congreso Nacional.
El país se dividió en dos bandos: los congresistas, apoyados por la Armada y parte del Ejército.
La otra parte apoyaba a los balmacedistas. La primera zona de interés fue el norte, debido a las riquezas salitreras, que servirían como sustento para
la revolución. La Campaña del Norte empezó en
enero con varias batallas. La decisiva tendría lugar el 7 de marzo de 1891 en Pozo Almonte, Tarapacá, cuando a las siete de la mañana abrió fuego la artillería congresista. Al mediodía, las fuerzas balmacedistas se estaban quedando sin fuerzas
ni municiones, y su coronel, Eulogio Robles, estaba gravemente herido. Los gobiernistas decidieron retirarse hacia el pueblo, donde el combate
se transformó en una sangrienta lucha casa a
casa que dio la victoria a las fuerzas congresistas.
Con el resultado de esta batalla, la zona norte quedó fuera del control de Balmaceda. Se organizó la
Junta de Gobierno de Iquique, que en agosto de
ese año asumió la conducción del país y llamó a
nuevas elecciones parlamentarias y presidenciales. En diciembre asumió Jorge Montt como primer mandatario. La guerra civil de 1891, que dejó
más de cinco mil muertos, daría inicio en nuestro país al Régimen Parlamentario. (JSA)