EL COMENTARIO DE TEXTO HISTÓRICO. 1. DEFINICIÓN. Un texto

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EL COMENTARIO DE TEXTO HISTÓRICO.
1. DEFINICIÓN.
Un texto histórico es cualquier documento escrito que nos permite obtener un
conocimiento más completo, diversificado y significativo de la Historia. El comentario
de textos históricos es la técnica que nos permite extraer información sobre un
determinado período, acontecimiento o hecho concreto. De ahí la importancia de situar
el documento en su contexto. Hay que desentrañar lo que su autor ha dicho, cómo lo ha
dicho, cuándo, por qué y dónde, siempre relacionándolo con su momento histórico. No
es una simple improvisación, se necesita una preparación, unos conocimientos sobre el
tema y un método. El análisis debe hacerse de forma sistemática, anotando desde la
primera lectura las ideas fundamentales y aquellas sobre las que tenemos dudas. Para
ello es útil (en una segunda lectura) el subrayado y la numeración de las líneas o de los
párrafos del texto, de tal modo que facilitemos las referencias a cualquier fragmento del
texto.
2.NORMAS.
Objetividad. Hay que tender hacia la objetividad y debe evitarse el error de parafrasear
el texto, es decir, repetir con las mismas palabras o similares las ideas del texto. Se
requiere un conocimiento histórico de la época para alcanzar el éxito en este ejercicio.
Orden. La forma expositiva, debe ser ordenada y clara, con un lenguaje apropiado,
evitando las opiniones personales (“yo creo”, “opino que”…), Por ello se recomienda
el uso de expresiones impersonales como “se puede deducir…” se afirma que”
consideramos que…”… etc.
Método. A la hora de explicar o comentar un texto caben varios métodos.
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Método literal o progresivo. Sigue el orden del texto de una manera
descriptiva con la explicación progresiva de palabras, expresiones e ideas de
tipo literario. Útil cuando se trata de un texto muy denso. Es más fácil, pero
no el mejor para el nivel de 2º de Bachillerato, aunque es aconsejable en los
textos legales articulados.
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Método lógico. Considera los temas e ideas del texto, las clasifica en
fundamentales y secundarias, las agrupa y luego las comenta. Aunque más
complejo, es el más aconsejable. No tiene en cuenta la secuencia propia del
texto, sino el orden de importancia de las ideas expuestas.
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Método mixto. Participa de los dos anteriores, reagrupando las ideas
principales y realizando un comentario lineal de cada una de ellas. Consiste,
pues, en seguir el orden del texto para destacar y reagrupar los principales
temas y desarrollar y analizar después en el interior de cada tema los
diferentes contenidos.
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Cada texto tiene su individualidad y que por ello es conveniente ajustar el método a
cada caso y optar por el que creamos más conveniente.
3. CLASIFICACIÓN.
Es necesario, antes de comentar un texto, determinar de qué tipo es, o cuál es su
naturaleza. En este sentido podemos clasificar los textos por:
-
Por su forma. Pueden ser textos informativos y textos narrativos. Los
primeros tienen un lenguaje preciso pero son impersonales (crónicas,
memorias, informes, tratados, etc.), mientras que los segundos utilizan un
lenguaje más literario y son más subjetivos o personales (relatos, leyendas,
autobiografías, etc.). Pueden considerarse informativos los jurídicos y los
estadísticos, por su impersonalidad y su lenguaje nada literario.
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Por su contenido. Pueden ser:
Histórico-literarios. Cuando el documento posee un carácter notoriamente
subjetivo, emana directamente de la tarea personal de un individuo en la que se refleja o
proyecta el proceso histórico. Son de este tipo: memorias, artículos de prensa, expresión
de experiencias personales, cartas notas personales, autobiografías. Asimismo, las obras
literarias y de pensamiento que recogen y dan testimonio de la realidad social, por
ejemplo, la novela o el ensayo históricos.
Histórico-circunstanciales
o
narrativos.
Son
textos
de
carácter
predominantemente objetivo, porque está relacionado o emana de un hecho,
circunstancia o proceso histórico determinado en función del cual se encuentra su autor,
acontecimientos, situaciones concretas o aisladas. Son de este tipo: los discursos,
declaraciones,
acontecimientos de la vida cotidiana, un parte de guerra, un
pronunciamiento militar, una huelga, escritos o informes de tipo económico o social.
Jurídicos. Cuando tiene un carácter legal; emana de fuentes legales y establece
normas, derechos o deberes de los ciudadanos, por ejemplo constituciones, leyes,
tratados, disposiciones, normas, decretos, tratados internacionales…
Políticos. Nos informan de la organización gubernamental e institucional de un
determinado grupo social en un momento o período histórico. Pueden ser: discursos,
tratados, declaraciones, acuerdos, manifiestos, informes, crónicas, panfletos…
Económicos. Se refieren, normalmente, a actividades productivas que pueden
estar expresadas en normas, gráficos y estadísticas comentadas, actas de comercio,
relaciones económicas diversas…
Sociales: aluden a la familia, individuos, grupos, vida cotidiana, clases,
estructuras y conductas sociales, censos, informes…
Culturales: textos que recogen y hacen referencia a las distintas formas del
pensamiento, arte, etc.
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Historiográfico. Cuando se trata de una obra de un historiador o autor posterior a
los hechos, a los que trata con una metodología científica o investigativa. Son textos y
fragmentos elegidos de la obra elaborada por un historiador, posterior a los hechos.
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Por su origen. Podemos establecer una primera división entre fuentes
primarias o históricas y fuentes secundarias o historiográficas. Las
primeras las contemporáneas de la época y las segundas, documentos
elaborados por historiadores que reflexionan sobre un acontecimiento
histórico. Algunos historiadores distinguen también las fuentes
hemerográficas, referidas a los artículos de prensa contemporáneos del
acontecimiento, aunque pueden ser consideradas como fuentes primarias.
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Por su carácter:
· Normativos: hacen referencia a normas o las establece.
· Coercitivo: textos con fuerza constructiva que actúan sobre el conjunto o
algunos miembros de la sociedad para obligarlos a actuar de una manera
determinada.
· Programáticos: defienden un programa (enumeración de aquello que se
pretende realizar).
· Propagandístico: difunden una doctrina.
· Expositivos: manifiestan una serie de ideas u opiniones.
Una vez clasificado el texto, debe procederse a situarlo en el espacio y en el
tiempo, en base a los siguientes aspectos:
a). Encuadre espacio-temporal (el momento histórico).
Debemos relacionar la fecha con algún hecho histórico importante o un periodo
relevante que tenga que ver con el contenido. Se trata de hacer una breve cata en la
época del texto y situarlo en su contexto histórico. Se puede hablar de las circunstancias
en las que surge el documento, de los caracteres de la época y de los personajes que la
protagonizan. Por lo general los textos, en nivel de Bachillerato, van fechados, pero en
el caso de que un texto no vaya fechado, deberemos recurrir a los elementos que
contiene (personajes, acontecimientos, citas, alusiones…) que permitan fecharlo con
mayor o menor precisión. En algún caso, el lugar donde fue escrito el texto puede ser
significativo. Si es así, debemos comentar brevemente las circunstancias históricas que
singularizaron al lugar donde se produjo el texto.
b) Origen y destinatarios.
Aquí debemos averiguar qué clase de personaje escribe el texto (hombre público
o privado) o qué institución lo genera. Asimismo, a quién va dirigido: un particular (por
ejemplo una carta), un colectivo (manifiesto, panfleto) o todo el pueblo (constitución,
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una ley). Establecer, también, cuál es su finalidad: si tiene un carácter público o
privado; si es personal u oficial; si abarca un ámbito nacional o internacional.
c) El autor.
Si no apareciera, deberemos proceder a su identificación por los elementos que
contiene el texto (ideas, instituciones, fechas, hechos concretos, etc.). Una vez se sabe el
autor deben trazarse algunos aspectos de su biografía, sobre todo cuando ésta ayuda a
comprender mejor el texto, intentando ver cómo se manifiesta su personalidad e ideas
en el texto, y en el caso de un texto impersonal (ley, panfleto, manifiesto, anónimo)
cómo se proyecta la ideología del grupo, partido o poder en el documento. Puede ser
individual, colectivo o anónimo. Cuando el texto tenga un autor colectivo es preciso
indicarlo destacando entre todos ellos el o los que pueden ser más directamente
responsables. En el caso de un texto teórica y aparentemente impersonal es preciso
identificar al autor que lo inspiró o lo elaboró. En los casos en que un texto tiene una
firma formal, pero que corresponde a la elaboración o inspiración de otro autor, se debe
señalar la persona o personas que son sus inspiradores auténticos.
En todo caso, al señalar el autor o autores tenemos que considerar su posición y
circunstancias personales para deducir el posible subjetivismo.
4. ANÁLISIS DEL TEXTO.
La forma.
Normalmente en un comentario de texto histórico se prescinde del aspecto
formal del texto, es decir, del lenguaje utilizado, vocabulario, etc., pues se consideran
propios del comentario literario.
Contenido del comentario o explicación.
Esta es la parte del comentario que requiere mayor extensión y profundidad. Ha
de darse la explicación del contenido interno del texto en orden de conocimiento y
comprensión creciente desde el nivel más elemental y concreto al más complejo y
general, de acuerdo con:
Nivel 1. Definir y comprender los términos, conceptos y datos.
- Definición y comprensión de los términos, conceptos y datos contenidos en el
texto. Esto supone definir de manera precisa los nombres propios, los términos técnicos,
los nombres de instituciones y, en general, todas las palabras expresivas o con un
significado diferenciado. Explicar los conceptos básicos, definiendo y precisando su
sentido. Aclarar y precisar las alusiones históricas concretas del texto, los datos y los
hechos a que se hace referencia, diferenciando los fundamentales de los secundarios.
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Nivel 2. Captar y esbozar el contenido ideológico.
- Clasificación y comprensión de las ideas esenciales, distinguiéndolas de las
secundarias. La idea principal es la que da sentido al texto y entorno a ella se articula el
resto del contenido. Puede ocurrir que un texto tenga más de una idea principal, en cuyo
caso deben comentarse una por una y luego establecer las relaciones que existen entre
ellas. Las ideas secundarias son las que completan el sentido del texto, argumentos de
apoyo de la idea central.
- Aclaración de las relaciones históricas de causa-efecto. Lo esencial en esta fase
es la explicación de las ideas y de los datos a través de una ordenación que muestre su
mayor o menor significación, y las relaciones entre unos y otros sean estas relaciones de
causa a efecto o de cualquier otro tipo. Aquí puede surgir el peligro de la paráfrasis, o
repetición del texto.
- Establecimiento y ordenación del completo plan ideológico del texto.
Nivel 3. Esclarecer e interpretar el contenido temático e interno del texto.
- Se establece un juicio completo sobre el pensamiento del autor en relación al
contenido profundo del texto.
- Se elabora una interpretación de la totalidad del texto con aclaración y
explicación de lo fundamental y lo secundario.
- Se hace una crítica del pensamiento del autor y del contenido temático del
texto.
5. COMENTARIO DEL TEXTO.
Partiremos del texto como fundamento y base para hacer un comentario general
relacionando el contenido de lo tratado en el análisis con la situación y el momento
histórico determinados a que el texto corresponde. De esta relación se obtiene una
visión general del proceso y circunstancias históricas en que el texto se inscribe. Desde
el establecimiento de estas coordenadas a partir del texto analizado se entra en relación
con un tema histórico, que ahora es preciso desarrollar y exponer. Más en concreto: el
texto analizado corresponde a un tema histórico; el comentario consiste en, partiendo
del texto, desarrollar ese tema.
El esquema a seguir es el siguiente:
a) Situar y relacionar el texto con el marco histórico que le corresponde,
mostrando lo que significa para el conocimiento de la época o período correspondiente,
para la comprensión del proceso histórico en general y para algunos problemas o
cuestiones determinadas
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1. Los antecedentes o causas, próximas o remotas, de los hechos o ideas que aparecen
en el texto. El texto ha de abrirse, por tanto, sobre la historia con el establecimiento de
las relaciones entre el contenido del texto y el tema histórico al que corresponde.
2. Determinar el alcance y consecuencias del texto dentro del proceso histórico
correspondiente, y especificar el valor concreto del texto en el momento y proceso
históricos con él relacionados: acontecimientos posteriores, a corto y medio plazo, que
tuvo lo que se dice en el texto.
b) Tras emplazar y relacionar el texto con el momento, tema o proceso histórico
al que corresponde, comentar y exponer este tema sobre la base de relacionar el
contenido del texto con la situación histórica correspondiente, desarrollar este tema
histórico. Hacer una completa exposición histórica del tema al que ha llevado el texto:
esta exposición temática sigue relacionada con el texto en su origen, pero se aparta de él
en su desarrollo, por lo que es conveniente establecer unos límites diferenciados y
precisos del mismo.
Pueden establecerse dos tipos de límites, por consiguiente, al desarrollo del
comentario: temáticos y cronológicos.
- Límites temáticos. El texto puede clasificarse dentro de uno de los siguientes grupos
de actividades o unidades de conocimiento del proceso histórico: economía, sociedad,
cultura, política y relaciones exteriores. En consecuencia, el tema a desarrollar en el
comentario debe ser, en principio, del mismo carácter al que corresponde el texto,
aunque posteriormente pueda relacionarse con otro.1
- Límites cronológicos. Hay que tener en cuenta que en historia es usual trabajar en tres
planos diferentes de tiempo:
a). El del relato que enlaza acontecimiento con acontecimiento; es un plano demasiado
próximo y anecdótico.
b) El de los episodios considerados en bloque; representa un proceso uniforme con
variedad en su planteamiento, pero coherente.
c) El de los amplios movimientos seculares; abraza muy grandes espacios de tiempo,
demasiado generales y casi inabarcables.
Así, pues, el tema del comentario debe ajustarse a los límites cronológicos del
segundo plano: un proceso histórico medio, unitario, conjunto, coherente y delimitado
en su cronología.
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Por ejemplo, frente a un texto de carácter económico el comentario a desarrollar será un tema
económico, en primer lugar, pudiendo extenderse después hacia sus consecuencias sociales o políticas
que se pueden desprender del fenómeno analizado..
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6. VALORACIÓN Y CONSECUENCIAS.
Se trata de hacer una síntesis final interpretativa en la que se recoja el sentido
global del texto, señalando las consecuencias próximas y remotas del documento, los
posibles errores u ocultaciones del autor, y de qué forma, las ideas y las creencias de la
época han condicionado el mensaje del texto analizado.
Es decir, calibrar en qué medida el texto comentado ha tenido importancia en su
época o posteriormente, o en qué medida el texto está condicionado por la época (el
texto en función del contexto o el contexto en función del texto). Por otro lado cabe
hacer una evaluación personal que conduzca a la valoración de las actitudes que emanan
del texto, dentro de un pronunciamiento personal razonado. Podemos incluir una crítica
final siguiendo el siguiente esquema:
1 Crítica del texto.
a). Autenticidad y exactitud.
b) Sinceridad y objetividad, así como, por el contrario, subjetividad.
c) Posibles errores.
d) Interpretación, cotejo y comparación con otros textos y documentos análogos.
2. Interés del texto.
a) Por el contenido y sentido integral del texto en sí mismo.
b) Por su significación en el proceso histórico y aportación al conocimiento del
mismo.
7. EVITAR.
Ha de tenerse un especial cuidado en evitar una serie de limitaciones y
falsedades para no caer en ellas. Son:
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Parafrasear el texto: repetir más o menos lo mismo que dice el texto con
otras palabras.
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Aplicar, simplemente, una parte de los conocimientos que se poseen y que
estén más o menos relacionados con el texto; tales conocimientos no son
válidos en cuanto tales, sino que han de adaptarse y acoplarse en función del
análisis del texto.
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Sustituir el análisis por un discurso literario, casi ajeno al texto, y tópico:
juicios estéticos o de valor muy subjetivo.
-
Plantear tal análisis con tono polémico y estilo agresivo, con juicios y
planteamientos radicales, saliéndose de la objetividad histórica y científica
para caer en lo subjetivo y parcial.
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