El estado los andes en la época de Antonio Guzmán Blanco 1881

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Aldea Mundo
ISSN: 1316-6727
[email protected]
Universidad de los Andes
Venezuela
Artigas D., Yuleida
El estado los andes en la época de Antonio Guzmán Blanco 1881-1887
Aldea Mundo, vol. 12, núm. 23, mayo-octubre, 2007, pp. 75-80
Universidad de los Andes
Táchira, Venezuela
Disponible en: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=54302309
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YULEIDA ARTIGAS D. / ANÁLISIS y DOCUMENTOS
/ 75-80
Aldea Mundo • Revista sobre Fronteras e Integración Año 12, No. 23 / Mayo - Octubre 2007 • ISNN 1316-6727 • Depósito Legal 1996-02TA-3
ANÁLISIS y DOCUMENTOS
EL ESTADO LOS ANDES EN LA ÉPOCA DE
ANTONIO GUZMÁN BLANCO 1881-1887*
Yuleida Artigas D.**
1. INTRODUCCIÓN
Uno de los cambios sustanciales que introdujo la
Constitución del 27 de abril de 1881 (Picón Rivas, U.,
1944: 406-429) fue la reducción de los Estados del
país a nueve grandes unidades políticas administrativas,
entre las cuales se encontraba el Estado Los Andes,
compuesto por los territorios de Táchira, Trujillo y
Guzmán (Mérida). Esta unificación ha sido explicada
de diversas maneras, unos aducen que la misma se
debió a la homogeneidad geográfica, histórica y cultural
de los tres Estados andinos; otros, que respondió a una
política nacional de Antonio Guzmán Blanco con la
finalidad de lograr un control político más efectivo en
todo el país. Precisamente, este último aspecto será el
tema de interés del presente estudio, es decir; la
unificación andina como una medida guzmancista y
sus repercusiones en los vaivenes políticos, económicos,
sociales y culturales durante los primeros seis años
de gobierno de los Presidentes del nuevo Estado,
tiempo que coincidió con los últimos años en el
Ejecutivo Nacional del "Ilustre Americano", es decir;
parte del quinquenio (1879-1883) y del bienio (18861887), tomando en cuenta, por supuesto, el mandato
presidencial de Joaquín Crespo (1884-1885), para
mantener la unidad temporal y del proceso histórico
en estudio.
A continuación trataré de explicar, apreciando
planteamientos1 que aparecieron años antes de la
unificación andina en algunos periódicos de la región,
las razones de la unión. Así, en 1878 se publicó en el
periódico tachirense Unión de la Cordillera un artículo
que apoyaba una proposición de la Legislatura del
Táchira para que se crease un gran Estado, el cual
"sería garante de la estabilidad política", para que en
este entorno de paz se generara un clima de confianza
que propiciara el desarrollo de las actividades
económicas. Además, por su condición de Estado
fronterizo, el Táchira requería de una vigilancia más
eficaz y de mayor fortaleza militar, todo lo cual le
proporcionaría la unión con Guzmán y Trujillo.
De igual manera, en 1880 el lema del periódico
merideño La Idea Liberal, era muy elocuente de su
apoyo a la unificación: "En la Cordillera de los Andes
viene debatiéndose la idea de la formación de un gran
Estado. Sus elementos, su clima, su modo de ser,
parece que lo llaman a formar un gran pueblo, que
con instituciones liberales favorezcan su desarrollo y
prosperidad” (La Idea Liberal, Mérida, 20 de septiembre
de 1880)2.
A pesar de no haber localizado inmediatamente,
testimonios de desacuerdo con la unificación de 1881,
creo conveniente destacar, aunque no corresponde al
periodo en estudio, que fue en 1889 cuando la prensa
trujillana planteó por primera vez la derogación de la
Constitución Guzmancista del año 1881 pues, entre
otras cosas, había acabado con la autonomía de los
Estados de la Unión: "sin tomar en cuenta ni la
topografía, ni las costumbres, ni las relaciones sociales
e industriales de las distintas localidades; sino sólo
obedeciendo al capricho y a la conveniencia del
mandatario (Guzmán Blanco), que con una
maquiavélica intención, procuraba mantener vivo el
antagonismo de aquellos y el constante choque de los
partidos locales, para imponerse fácilmente”. (El
Trujillano, Trujillo, 15 de diciembre de 1889:2)3. De
esta manera, se daría inicio a una campaña publicitaria
dirigida a lograr la desintegración del Estado Los
Andes, la cual se incrementó años más tarde, hasta
que Trujillo solicitó su separación del Estado el 3 de
enero de 1899 y posteriormente, por Decreto del 28
de octubre de 1899, se separarían definitivamente
Táchira y Mérida.
2-. RÉGIMEN LEGAL DEL ESTADO LOS
ANDES
Para el funcionamiento de la Administración del
nuevo Estado Los Andes se modificaron y establecieron
algunas instituciones que permitieron la organización
del territorio, del gobierno, del órgano jurisdiccional,
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YULEIDA ARTIGAS D. / ANÁLISIS y DOCUMENTOS
del legislativo y del poder municipal4. Sin embargo,
la vigencia de la primera Constitución del estado,
desde 1881 hasta su derogación por la de 1893, permite
diferenciar dos períodos en su organización políticoadministrativa. A continuación estudiaremos el primero
de ellos pues, se corresponde con nuestro período de
estudio, lo cual nos permitirá comprender mejor el
funcionamiento gubernamental interno establecido
por la Constitución del Estado Los Andes, sancionada
el 3 de septiembre de 1881, y que disponía:
• Un Presidente para su gobierno, como máximo
representante del Poder Ejecutivo. Este era auxiliado
por un Secretario General a quien elegía y removía
del cargo cuando lo creyera conveniente.
• Un Consejo de Administración, compuesto por seis
Diputados, dos por cada sección que conformaban
el Estado, y con las funciones principales de elegir
al Presidente del Estado y evaluar y solventar los
problemas de la administración pública, sometidos
a su consideración por el Presidente.
• Su territorio fue dividido en las secciones Táchira,
capital San Cristóbal; Guzmán, capital Ejido; Trujillo,
capital Trujillo. Las secciones fueron divididas en
Distritos y estos en Parroquias La sección Guzmán
la componían los Distritos: Libertador, Campo Elías,
Sucre, Tovar, Rivas Dávila, Rangel y Miranda. La
sección Táchira los Distritos, San Cristóbal, Bolívar,
Junín, Cárdenas, Ayacucho, Lobatera y Vargas. Y la
sección Trujillo por: Boconó, Trujillo, Carache,
Valera, Escuque, Betijoque y Guzmán Blanco5. En
1887 el Distrito Vargas de la sección Táchira se
denominó Guzmán Blanco6.
• Existía un Gobernador para el ejercicio del gobierno
en las secciones. Estos eran electos por un Consejo
Seccional, el cual estaba compuesto por un diputado
por cada municipio que tuviera la respectiva sección,
quienes elegían entre ellos a los cuatro integrantes
de este Consejo. Fungía como órgano consultivo
del gobierno seccional.
• El Poder Municipal lo ejercían los Concejos
Municipales 7 en los Distritos y por las Juntas
Comunales en las parroquias. Los primeros estaban
a cargo de los Jefes civiles de Distrito, quienes
elegían a los Jefes Civiles de las parroquias urbanas;
y los segundos dependían del Concejo Municipal y
las componían cinco miembros, quienes nombraban
a los Jefes Civiles de las parroquias foráneas
• Un Poder Legislativo a cargo de una Legislatura,
compuesta de los diputados que representaban a sus
respectivas secciones, seis por cada una de estas.
Estos representantes seccionales duraban cuatro años
en el ejercicio de sus funciones.
• El Poder Judicial estaba organizado por una Corte
Suprema, una Corte Superior en cada sección, Jueces
de Primera Instancia en lo Civil, Jueces de Primera
Instancia en lo Criminal, Jueces de Distrito y Jueces
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de Parroquia.
• Para el control Judicial se creó el 30 de diciembre
de 1.885 un Ministerio Público Fiscal en la capital
del Estado y en cada sección. El fiscal era designado
por el Presidente del Estado, luego, el 26 de diciembre
de 1.887 se creó el cargo de Procurador General,
para que velara por los intereses del Estado y lo
representara en los asuntos judiciales. Empero, contra
el buen funcionamiento de este régimen legal
conspiró la inestabilidad política interna, la injerencia
del Gobierno Nacional y la escasez de recursos.
3-. LA INESTABILIDAD POLÍTICA EN EL
ESTADO LOS ANDES. DELEGADOS
NACIONALES,
PRESIDENTES
PROVISIONALES Y JEFES CIVILES Y
MILITARES8
La pugna política entre las diferentes facciones
dirigidas por caudillos que se auto denominaban
conservadores o liberales, hizo del territorio andino
un escenario de guerra o alzamiento armados e
inestabilidad, incluso antes de la unificación del Estado,
siendo cortos los períodos de relativa paz que se
vivieron. Estos frecuentes levantamientos influyeron
para que el gobierno nacional, durante los mandatos
de Guzmán Blanco y Joaquín Crespo, enviaran
Delegados Nacionales, Presidentes Provisionales, y
Jefes Civiles y Militares, con el objeto principal de
enfrentar las revueltas o insurrecciones, evitar el fraude
en las elecciones locales y restablecer la paz.
El primer inconveniente bélico lo enfrentó Francisco
de Paula Vázquez, quien había sido designado por el
Ejecutivo Nacional como Presidente Provisional del
Estado Los Andes, cuando, a finales de 1.881, un
grupo de conservadores se alzó en armas en el Táchira
para pedir la anulación de las elecciones que designarían
a los primeros representantes, que a su vez elegirían
al primer presidente del Estado9 Juan Bautista Araujo
"El León de la Cordillera", como Delegado Militar,
contribuyó con el sometimiento de los alzados. Semanas
más tarde, Araujo sería designado por el Consejo de
Administración, Presidente del Estado Los Andes para
el período 1.882- 1.883. Luego de la elección de
Araujo, los andinos disfrutaron de relativa paz, como
buen caudillo, mantuvo a raya a sus partidarios y
controló a sus contrincantes.
Para el próximo período presidencial un opositor
de Juan B. Araujo ganó las elecciones, el tachirense
Rosendo Medina, para el bienio 1884 - 1885. Los
conflictos no se hicieron esperar y fue precisamente
en la Sección Trujillo (territorio Araujista), en el
Concejo Municipal de Betijoque, donde se desafió la
autoridad de Medina, cuando en el mes de diciembre
de 1.884, ante un juicio ordenado por este contra
algunos integrantes de esa corporación por corrupción
administrativa, el Concejo Municipal reaccionó
YULEIDA ARTIGAS D. / ANÁLISIS y DOCUMENTOS
alzándose en armas. Los inculpados alegaron que el
Ejecutivo no tenía facultad para inmiscuirse en las
cuestiones del poder municipal. Ante esta situación,
Rosendo Medina, con el apoyo de la Legislatura,
procuró recursos y un contingente de dos mil hombres,
reclutados de las secciones Guzmán y Táchira. Al
llegar a Trujillo, el Presidente se enfrentó a los
partidarios de Juan B. Araujo y José Manuel Bautista,
quienes por su influencia en el Gobierno Nacional le
dieron su versión de los hechos. Ante esta situación
el Ejecutivo, encabezado por Joaquín Crespo, delegó
en Eladio Lara, designado Delegado Nacional para
Los Andes en enero de 1.885, la responsabilidad de
desarmar y pacificar a quienes se enfrentaban en
Trujillo.
La inestabilidad persistió en Los Andes durante el
año 1.885, razón por la cual en el mes de julio fue
enviado otro Delegado Nacional, el General José V.
Guevara, una vez más con el objetivo de restablecer
la paz y el orden, logro que alcanzó con el pacto
celebrado entre los generales Rosendo Medina y Juan
B Araujo; quienes acordaron que la presidencia del
Estado sería en el próximo período para Francisco
Alvarado, copartidario de Medina, y repartiéndose los
demás cargos públicos entre ambos bandos, menos la
representación legislativa, que estaba suspensa al
resultado electoral.
No obstante, meses después de asumir Alvarado
el Gobierno del Estado (1.886 - 1.887) le dieron un
golpe el 8 de junio de 1.886, encabezado por el Coronel
Torcuato Colina, quien enseguida hizo preso al
Presidente depuesto y lo envió fuera de las fronteras
andinas. Inmediatamente Ignacio Baralt asumió como
Presidente Provisional, mientras que Joaquín Crespo
designaba a Simón Bolívar O´Leary Delegado Nacional
en el Estado Los Andes. En todos estos acontecimientos
Juan B. Araujo, como jefe de Operaciones Militares
del Estado, se negó a intervenir para que Alvarado
reasumiese sus funciones. La destitución de Francisco
Alvarado generó diversos comentarios en la prensa
andina. Los araujistas aducían que la destitución de
Alvarado la había motivado ciertos comentarios que
éste le hizo a Torcuato Colina, sobre sus intenciones
de impedir el nombramiento de Guzmán Blanco para
la presidencia de la República, en correspondencia
con la conspiración encabezada por Víctor Barret de
Nazaríz, además por el supuesto desconocimiento que
Alvarado hacía de Juan Bautista Araujo como Jefe de
Operaciones Militares del Estado Los Andes.
Simón Bolívar O´Leary no pudo restablecer el
orden constitucional en los Andes, razón por la cual
fue sustituido por el Delegado Nacional Pedro
Vallenilla, quien fue nombrado por Joaquín Crespo y
luego investido por Guzmán Blanco, pero con otro
cargo, el de Jefe Civil y Militar y con el único fin de
desarmar los insurrectos y reorganizar el régimen
administrativo, para así poder garantizar la paz tan
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anhelada por los andinos.
Los Araujistas protestaron el nombramiento y
postrera actuación de Vallenilla, quien fue sustituido
por Pedro Amal, enviado por Guzmán Blanco como
Presidente Provisional del Estado para que convocara
a elecciones, lo cual se concretó el 15 de abril de 1.887,
gracias a la efectiva participación del nuevo Delegado
Nacional Julio F. Sarría, quien además, consiguió la
paz con la firma de un convenio entre los círculos
políticos andinos, los cuales se comprometieron a
terminar las disensiones y a repartirse los cargos
políticos más importantes.
Con la realización de las elecciones se constituyó
el Consejo de Administración presidido por Domingo
Hernández Bello. Este órgano debía elegir al Presidente
del Estado para el bienio 1.888-1.889, saliendo electo
Carlos Rangel Garbiras. Pero antes de la asunción de
Garbiras, el Ejecutivo Nacional nombró desde
septiembre de 1.887 a Jesús María Aristiguieta como
Delegado Nacional, para que vigilara las elecciones
del próximo diciembre.
La inestabilidad política fue una constante durante
los primeros seis años de existencia del Estado Los
Andes. En el ínterin fueron electos tres presidentes
constitucionales, uno de ellos destituido; enviados seis
Delegados Nacionales; designados varios Presidentes
provisionales o encargados y un Jefe Civil y Militar.
Esta situación impidió, sin duda alguna, una
administración publica organizada, coherente y
eficiente.
4-. BENEFICIOS REALES DE LA UNIFICACIÓN
ANDINA DURANTE LOS PRIMEROS AÑOS DE
ADMINISTRACIÓN UNIFICADA
Para poder establecer los logros o el progreso
material y el desarrollo social implementados por los
primeros gobernantes del nuevo estado andino debemos
conocer los antecedentes inmediatos o situación general
de los territorios unificados (Guzmán, Trujillo, Táchira)
en 1881, para así poder destacar los rasgos diferenciales,
es decir, los beneficios reales de la unión. En este
orden de ideas, podemos señalar que a pesar del auge
de la producción cafetalera experimentado por esta
región a partir de la década de 1870, sin embargo, los
andinos no se beneficiaron de los ingresos del grano,
tal vez por la ineficacia de sus gobernantes; por la
perenne inestabilidad política, lo cual desvió las partidas
presupuestarias para el sostenimiento de las tropas;
o quizás por la avaricia de un grupo de grandes
comerciantes que operaban en la zona, quienes
canalizaron los beneficios del café hacía el exterior,
evadiendo la inversión interna, e incluso en obras que
implicaban el desarrollo de una red comercial y vías
de comunicación y de distribución que vincularan a
la región con los mercados externos y el resto del país.
Los caminos en Los Andes para el año 1877 eran
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todos de recuas; en el Estado Guzmán existía una
nacional que comunicaba a sus habitantes con los
estados Táchira y Trujillo pero su "...estado era bueno
en lo general y malo en sus transversales y veredas”,
además eran de difícil acceso y de alto riesgo para sus
transeúntes. Inclusive, tres años más tarde apareció
un artículo en El Heraldo, bastante elocuente de la
situación de las vías de comunicación y en el cual se
afirmaba que en ese ramo Los Andes estaba a la
misma altura que nos dejó el sistema colonia, debido
a que desde Trujillo a San Antonio del Táchira no
había un sólo kilómetro de camino que pueda llamarse
y que se viajaba constantemente con peligro inminente
de la vida, casi incomunicados con el Lago de
Maracaibo, única vía para la salida de los productos.
Por fortuna, la riqueza hidrográfica permitió la
comunicación y transporte de mercancías con la
utilización de puertos como el Guzmán Blanco, en el
río Uribante; el Táchira, en los ríos Zulia-Catatumbo;
y el Guamas, en el río La Grita. Los puentes que unían
los caminos de algunas zonas de la región eran en su
mayoría de palo, madera cubierta de paja, o en el mejor
de los casos, de vigas de hierro cubiertas de tierra. En
el estado Guzmán existían, en 1877, unos cincuenta
puentes, aunque casi inservibles. Esta situación no
mejoró a pesar del impuesto general al transporte
dispuesto por Antonio Guzmán Blanco en 1873, creado
con el fin de invertirlo en el fomento de las regiones
del país.
El servicio del correo, era lento, inseguro e irregular;
el telégrafo funcionó desde 1881 y el teléfono sólo a
finales del siglo XIX.
Dos decretos del "Ilustre Americano" fomentaron
la gratuidad y desarrollo de la educación en todo el
país, y en Los Andes en particular. El primero, del 27
de junio de 1870, el cual dispuso la creación de escuelas
públicas gratuitas y de juntas de instrucción. Así, para
1877 el Estado Guzmán contaba con 18 escuelas
federales diurnas y una nocturna; Trujillo con 26
escuelas federales diurnas y Táchira con 10 colegios
federales. El segundo decreto, del 8 de junio de 1875,
difundió la educación secundaria, disponiendo el
establecimiento de Colegios Nacionales. Para 1877
ya Trujillo contaba con un Colegio Nacional para
varones; el Táchira con uno oficial y otro particular
para varones; y en el Estado Guzmán se creó, en 1880,
un Colegio Nacional de niñas. Además, para 1877, la
Universidad de Mérida funcionaba con las Facultades
de Ciencias Políticas, Eclesiásticas, Filosóficas y
Médicas.
Las obras públicas no fueron significativas, en la
mayoría de los casos se desarrollaron con la
colaboración humana y material de los particulares y
las capitales de los estados fueron los más favorecidos,
aunque no existían edificios propios para las actividades
gubernamentales, ni para la cárcel pública. El
alumbrado eléctrico era de kerosén para hogares, plazas
/ 75-80
y calles. El agua era deficiente e insalubre,
predominando el sistema de acequias y fuentes públicas,
a riesgo de contaminación para la población, que a su
vez no contaba con centros asistenciales adecuados.
Este era, más o menos, el panorama general de los
estados Guzmán, Táchira y Trujillo antes de su
unificación político-territorial de 1881. Ahora nos
dedicaremos a estudiar la gestión administrativa de
sus gobernantes desde su creación hasta 1877, con la
salida del poder ejecutivo nacional de Antonio Guzmán
Blanco.
Como ya hemos señalado, estos seis años fueron
de gran inestabilidad política pues solamente Juan B.
Araujo gobernó con cierta tranquilidad y paz pública.
Todo esto contribuyó, aunado a la escasez de rentas,
a un exiguo desarrollo de las obras públicas e
infraestructura que impulsara el progreso material del
Estado. En 1881, año de reorganización del Estado
Los Andes, se estableció el telégrafo en su territorio
gracias, según su Presidente Provisional, General
Santana Saavedra, a la "merced del Ilustre Americano,
Presidente de la República, ya que con su obra de
progreso y engrandecimiento, ha unido con el alambre
eléctrico, a la capital de la Nación, estas apartadas
comarcas.” (Memorias de la Legislatura, 1882:12). A
finales de 1882, al culminar Juan B. Araujo su primer
año de Gobierno, este se quejaba de que mientras "...la
mayor parte de los pueblos de la República avanzaban
en armonía con los progresos de la civilización, estos
de Los Andes, cuyas aspiraciones se limitan a la
satisfacción de legítimas necesidades inherentes al
desarrollo de sus industrias, están muy distantes de
llegar a la cúspide de la prosperidad que les auguran
los ricos y variados elementos en que abunda su extenso
y fertilísimo suelo.” (Memorias de la Legislatura,
1882). Además, para colmo la invasión de la langosta
a las secciones Táchira y Trujillo desde 1881, requirió
para su erradicación de una inversión gubernamental
de 25.000 Bs.
Durante el gobierno de Rosendo Medina el Estado
disfrutó de menos estabilidad política, las rentas eran
igualmente escasas y aquel no desarrolló proyectos de
envergadura, incluso al presentar su memoria de
gobierno, aun cuando desbordaba optimismo por
considerar que Los Andes tenía "...abierto el campo
del progreso debemos entrar en él con paso firme, con
ánimo despreocupado y seguros del triunfo”; tuvo que
reconocer que ni siquiera la casa donde él despachaba
era propiedad del Estado y las demás oficinas públicas
funcionaban en locales alquilados a particulares.
Al parecer, el progreso tocó únicamente las puertas
de la instrucción. Las cifras de las escuelas existentes
para 1889, construidas durante los primeros seis años
de existencia del Estado Los Andes, son prueba
inequívoca de ello. Para esta fecha la Sección Guzmán
contaba con tres escuelas particulares de varones, ocho
públicas de varones e igual número para niñas, una
YULEIDA ARTIGAS D. / ANÁLISIS y DOCUMENTOS
escuela superior y un colegio de niñas. En la sección
Trujillo, diez escuelas públicas para varones, tres
particulares para varones, nueve escuelas públicas
para niñas y una particular, además de una escuela
superior. Y en la sección Táchira existía veintinueve
escuelas para varones, cuatro colegios de niñas, un
colegio de varones, once escuelas de niñas y una
escuela de música. Este impulso a la instrucción fue
nacional, disfrutando Los Andes del progreso educativo
dispuesto por Guzmán Blanco, quizás el único aspecto
en el cual se favoreció el Estado.
Las vías de comunicación no mejoraron en lo
absoluto, manifestándose reiteradamente en la prensa
andina, la necesidad de construir un camino que
comunicara a los andinos con el Lago de Maracaibo.
A pesar de esto, el desarrollo ferroviario fue lento y
tardío, pues aunque en 1887 se inauguró el ferrocarril
del puerto de La Ceiba hasta Sabana Mendoza, con
apenas 35 kms. de línea férrea, no fue sino hasta 1894
que se puso en funcionamiento el gran Ferrocarril del
Táchira (Encontrados-La Fría) y en 1896 el de Santa
Bárbara-El Vigía.
5-. CONCLUSIONES
Si bien el progreso estuvo presente en la mentalidad
de los habitantes y gobernantes andinos, poco se pudo
hacer durante los primeros seis años en un Estado
revuelto por alzamientos armados, disensiones políticas,
constantes elecciones, escasas rentas y cortos períodos
presidenciales. No gozaron los andinos la paz, menos
de progreso; la unificación satisfizo solamente las
ansias de poder de los caudillos regionales, las
exigencias de sus partidarios, quienes participaron de
la nueva burocracia creada por la nueva estructura
legal del Estado, que permitió la tranquilidad del
gobierno nacional pues logró un mayor control político
de la región, a través de los Delegados Nacionales,
Presidentes Provisionales y Jefes Civiles y Militares.
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NOTAS
1
Aspectos profusamente tratados por Robinzon Meza en la
obra mencionada
2 La prensa citada en el presente estudio se localizó en la
Biblioteca Nacional Biblioteca "Febres Cordero", en adelante
B.N.B.F.C
3B.N.B.F.C. " Reformas Constitucionales"
4Esto quedó fielmente plasmado en Constituciones, Leyes
de División Territorial, Códigos de Régimen Político, Leyes
Orgánicas del Poder Municipal, Códigos de Tribunales y
Leyes del Ministerio Público
5Ley sobre Demarcación y División Territorial, 1881, s.n
6Ley de División Territorial, 1887, en Actos Legislativos de
los Andes, 1888. Maracaibo, Tipografía Los Ecos del Zulia,
1888, pp. 53-58
7 Ley Orgánica
del Poder Municipal, 1882, s/n
8La mayoría de los datos aquí aportados fueron tomados
fundamentalmente de las fuentes documentales y
bibliohemerográficas de la época, referidas en el apartado
correspondiente
9En Francisco de Paula Vázquez. Mensaje del Presidente
Provisional del Estado Los Andes a la Legislatura
Constitucional. 1881. Mérida, Imprenta de Juan de Dios
Picón Grillet, 1881. ( En B.N.B.F.C.)
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YULEIDA ARTIGAS D. / ANÁLISIS y DOCUMENTOS
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Referencias Documentales y Hemerográficas
•a) Documentales
Archivo Histórico del Estado Mérida.
Poder Ejecutivo: Años de 1881 a 1899 y
Gacetas Oficiales :
Gacetas Oficiales del Gran Estado de Los
Andes .
Biblioteca Nacional Sala Febres Cordero:
Colección de Hojas Sueltas: Años de 1881 a
1887.
Gacetas Oficiales.
Gacetas Oficiales del Gran Estado Los Andes.
•a) Biblio- Hemerográficas de la época
Biblioteca Nacional Sala Febres Cordero:
* Prensa del Estado Mérida: El Heraldo (1880),
La Idea Liberal (1880), La Idea (1884), La
Semana (1881).
* Prensa del Estado Táchira: El 27 de Abril
(1883-1885), La Voz del Táchira (1886), La
Paz del Táchira (1887).
* Prensa del Estado Trujillo: El Trujillano (18771889), El Progresista. (1885-1887).
* Memorias y Cuentas impresas de los
Presidentes del Estado Los Andes.
•Francisco de Paula Vásquez. Mensaje del
Presidente Provisional del Estado de Los
Andes a Legislatura Constitucional. 1881.
Mérida, Imprenta de Juan de Dios Picón
Grillet, 1881.
•Juan Bautista Araujo. Memoria que presenta
a la Legislatura en 1882 el Presidente del
Estado de Los Andes. Trujillo, Imprenta
Trujillana, 1882.
•Rosendo Medina. Mensaje que el Presidente
de Estado dirige a la legislatura de Los
Andes en su reunión constitucional de 1884.
Mérida, Imprenta de Juan de Dios Picón
Grillet, 1884.
•Carlos Rangel Garbiras. Mensaje que el
Presidente Constitucional de Los Andes
Carlos Rangel Garbiras presenta a la
Legislatura del Estado en su reunión de
1889. Mérida, Imprenta Oficial, 1889.
• Otros Impresos de la época.
•Apuntes estadísticos del Estado Guzmán.
Caracas, imprenta de la "Opinión Nacional,"
1877.
•Apuntes estadísticos del Estado Táchira.
Caracas, Imprenta de la "Opinión Nacional",
1877.
•Apuntes estadísticos del Estado Trujillo.
Caracas, Imprenta de la "Opinión Nacional",
1876.
Este tema en su conjunto (1881-1899) fue el trabajo de
grado del Profesor Robinzon Meza, en la Maestría de
Historia de Venezuela de la Universidad Católica Andrés
Bello, exitosamente publicado como: Política y Gobierno
en el Estado Los Andes (1881-1899): Aproximaciones al
Estudio de sus Presidentes. A quien le agradezco las
orientaciones y aportes emitidos, necesarios para la
elaboración de este estudio, no sólo con el arqueo y
localización de las fuentes, sino con muchas ideas aquí
plasmadas
PROF. YULEIDA ARTIGAS D
Profesora de la Escuela de Historia de la Universidad
de Los Andes, Lic. En Historia y Abogada (ULA),
Magíster en Historia de Venezuela (UCAB), PPI Nivel
Candidata (2005), PEI ULA (2005). Ponente en diversos
eventos de la especialidad en el país y el extranjero.
Autora de Artículos publicados en Revistas Nacionales
e Internacionales.
Email:
[email protected]
Fecha de recepción:
Abril 2006
Fecha de aprobación:
Julio 2007
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