El `sensei` que forma a los policías canarios

Anuncio
El 'sensei' que forma a los policías
canarios
Martín González Santiago se encarga de la preparación de diferentes
fuerzas y cuerpos de seguridad canaria
"La gente identifica a un maestro de artes marciales como al típico
portero de discoteca que es un 4x4, se deja llevar por las apariencias
y luego se lleva una sorpresa", explica
El 14 de septiembre recibirá la medalla de plata al mérito policial por
parte de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria
Martín González Santiago es instructor policial desde 1988. También es conocido
como el sensei, término con el que se designa en la cultura japonesa a un
maestro. Según los nipones, la persona a la que denominan de esta forma "ha
nacido antes", por eso ha adquirido los conocimientos y puede transmitirlos.
González lleva en el mundo de las artes marciales 40 años. Empezó por pasión y
se convirtió en profesor de forma oficial hace 26 años. En la actualidad imparte
clases de estos sistemas de luchas en el club Metropole, situado en Las Palmas
de Gran Canaria. También es director de seguridad acreditado por el Ministerio del
Interior y jefe del servicio de prevención de riesgos laborales en un hospital privado
y presidente de la Asociación Profesional de Directores y Consultores de
Seguridad (APRODISE) .
Empezó formando a agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) en el año
1991, y a partir de ahí, se ha abierto a otras fuerzas y cuerpos de seguridad, como
a la policía local de a pie, radio patrullas y la Unidad de Prevención y Reacción
(UPR) del CNP, la Sección de Intervención Rápida de la Guardia Civil (SIR), el
Grupo Operativo de Intervención y Apoyo (GOIA), el Grupo Operativo Especial de
Seguridad (GOES) y el Grupo de Intervención y Apoyo de la Policía Autonómica
Canaria (GROPE) .
El instructor se describe a sí mismo como un enamorado de la formación policial,
el deporte, la medicina deportiva y todo lo relacionado con la seguridad y la
protección integral (escribió un libro sobre este aspecto denominado Tácticas
policiales en protección de personas y técnicas de escolta). Estos son los cuatro
pilares sobre los que se asienta su vida y sobre los que se ha formado. Su extenso
currículum incluye una licenciatura en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte
por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, un título de estudios
avanzados en Medicina, y actualmente se está doctorando en Medicina del
Deporte.
El 14 de septiembre recibirá la medalla de plata al mérito policial por parte de la
Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria. "Después de 40 años en este
mundo y 26 dando formación, uno ya tiene un nombre y creo que por eso me
hacen este reconocimiento", ha señalado el maestro. Además, tres organizaciones
policiales (la Confederación Española de Policías, el Cuerpo Nacional de Policía y
la Unión Federal de Policías) han hecho tres propuestas distintas para que se le
conceda este año la cruz al mérito policial con distintivo blanco. "Que salga o no
salga da igual, han reconocido mi trabajo y eso es un gran honor", ha apuntado
ante la propuesta.
A pesar de todo, Martín insiste en que el mejor reconocimiento que le han hecho
es saber que sus instrucciones han servido a muchos policías que diariamente le
agradecen sus enseñanzas. "Algunos me cuentan que gracias a los conocimientos
pudieron detener a personas cuando sus vidas corrían peligro".
Formación policial
El maestro se adentró en la formación policial sin tenerlo previsto. Su afición por
las artes marciales y el deporte hizo que se interesara en esta materia. "Vi que
salía un curso para instructor policial y lo hice, luego empecé a ver que me
gustaba. Además, en este mundo hay verdaderos profesionales, pero somos
pocos los que damos formación". En el año 1997 se presentó para inspector pero
no entró.
No obstante, reconoce que en la calle se ha visto ante situaciones en las que ha
tenido que ayudar a los policías. "Una vez iba saliendo de la Clínica de Santa
Catalina y cuando bajaba las escaleras vi a un chorizo corriendo y a un policía
detrás. Automáticamente salí corriendo detrás de él y lo detuve". Se ha visto
envuelto en casos similares más de una vez. También en atracos. "La gente
identifica a un maestro de artes marciales como al típico portero de discoteca que
es un 4x4, se deja llevar por las apariencias y luego se lleva una sorpresa cuando
me defiendo, siempre dentro de una serie de condiciones", relata.
Martín intenta renovarse constantemente. "Para entrenar a los cuerpos de
seguridad hay que estar preparado. Si no, no sería un referente". Por eso, hace
reciclajes periódicos continuos con instructores y compañeros. También estuvo
recibiendo formación en Inglaterra del instructor de la élite del ejército británico.
En cuanto a la formación policial que imparte, es muy variada: defensa personal,
trabajos con armas, protección de personas y tácticas de escolta, técnicas contra
el encañonamiento, de manejo de la defensa extensible (bastón policial) o defensa
de intervención para las unidades antidisturbios.
El maestro ha aclarado que no es lo mismo trabajar con una unidad de élite como
son los GOIA o los GOES, que tienen una formación muy alta, se entrenan
diariamente y tienen que acudir de forma periódica a los reciclajes oficiales
obligatorios, que trabajar con grupos como los radio patrullas o los patrulleros.
Estos últimos se centran más en entrenarse frente a intervenciones rápidas con
detenciones. "La policía de a pie acude voluntariamente y viene a los
entrenamientos con muchísimas ganas y con mucha entrega. La élite policial tiene
una formación física y una formación táctica de adiestramiento impresionante".
"Una vez un miembro de los GOES se rompió un dedo entrenando, le pregunté si
quería un vendaje funcional y si quería esperar a que terminaran sus compañeros,
no quiso, terminó el entrenamiento". La motivación principal es sus clases es la
dureza, la disciplina y la seriedad: "A ellos eso les encanta".
A pesar de la mala fama que se ha originado sobre las actuaciones policiales,
Martín expresa que "por una actuación individual no se puede crucificar a un
colectivo". Reconoce que ha habido intervenciones que no son correctas y esas
son "reprochables, sancionables e incluso punibles penalmente o judicialmente",
pero que siempre hay que tener en cuenta que cuando una unidad de la policía da
una orden de cargar, la orden la reciben de las autoridades políticas, y tienen la
obligación de cumplirla siempre y cuando no sean contrarias al ordenamiento
jurídico. "Siempre se juzga a un colectivo por una persona, pero eso también pasa
en todos los colectivos".
Responsable de artes marciales
La sección de artes marciales del club Metropole está bajo su responsabilidad. Allí
imparte clases y cursos. El más conocido es el de defensa personal para el
colectivo femenino, que es gratuito y por el que han pasado entre 4.000 y 5.000
mujeres que se preparan para defenderse contra todo tipo de violencia.
"Mujeres que han tenido agresiones anteriores al curso me decían que si hubieran
sabido las cuatro cosas que aprenden aquí, no les hubiera pasado". El maestro
explica que el aprendizaje que se enseña en estos casos no se basa en usar la
fuerza bruta, sino en "utilizar por ejemplo una llave para atacar los puntos vitales
del agresor y salir huyendo".
El ser humano reacciona ante el peligro de diferentes formas: bloqueo, se queda
parado por el pánico o miedo que siente ante cualquier situación que lo sobrecoja;
ataque, y huida por instinto de supervivencia. "Esta última es la reacción que
siempre se intenta enseñar a las mujeres en los cursos de autodefensa", aclara.
El truco para compaginar tantas cosas, según ha explicado, es la programación.
Hace cursos periódicos de defensa personal, cada mes o cada dos meses, para el
colectivo de mujeres, y da clases periódicas en el Metropole de artes marciales.
Aparte se encarga de algunos cursos de demanda de formación policial con una
duración específica: por ejemplo, la Policía Canaria le ha encargado una formación
de 50 horas de intervención policial para la GROPE en el mes de octubre, y de
reciclajes. También es responsable de los reciclajes oficiales obligatorios de
algunas unidades, como de los GOIA, cursos periódicos policiales que se hacen
todos los meses y formaciones específicas cuando son necesarias.
Descargar