Resumen por capÃ−tulos: Prólogo:

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Resumen por capÃ−tulos:
Prólogo:
El 28 de febrero de 1955, el diario El espectador publica la verdadera historia del naufragio de LuÃ−s
Alejandro Velasco, el náufrago que estuvo 10 dÃ−as a la deriva.
La historia no se dio a conocer antes por que el gobierno colombiano que estaba bajo el poder de la dictadura
militar y folclórica del general Gustavo Rojas Pinilla (conocido por una matanza de estudiantes y otra de
taurófilos dominicales) amenazó a LuÃ−s con exilio, sobornos y presión… por que no querÃ−an que el
pueblo se enterara de las condiciones en que iban o el clima… pero ni él, ni el reportero ceden ante las
presiones.
Actualmente (en la época) el reportero fue exiliado y LuÃ−s a aumentado de edad y de peso, trabaja de
oficinista en una agencia de buses)… al contar la verdadera historia dinamita su propias estatua al dar datos
como la carga clandestina que llevaba la embarcación como estufas y refrigeradores lo que produjo una
sobrecarga que impidió la maniobra de rescate y mas encima en un destructor era ilegal llevar carga sin
importar de que tipo fuera. Otro dato es que jamás hubo una gran tormenta, sólo olas medias.
LuÃ−s va a la agencia del diario el espectador, al principio lo rechazan pero Guillermo Cano, el director
acepta publicar la historia.
Las sesiones constaban de 6 hrs. Diarias, fueron 20 sesiones en total.
La historia se iba publicando masivamente por tomos o boletines… que la gente compraba en serie para tener
la historia completa.
Inicio: CapÃ−tulo 1
La historia se escribe en presente, y relatada por el propio protagonista, sólo en el prólogo se menciona al
reportero.
** Mary Address es la novia de LuÃ−s y vive en Colombia, la conoce por medio de la novia de un amigo
durante su estancia en tierra de 8 meses. Siempre iban a tomar helado.
** LuÃ−s va con los otros marinos al cine y ven: “el motÃ−n del Caine” en la cual ocurrÃ−a una tempestad
la que produce un poco de temor en LuÃ−s y otros marinos.
Zarpan el 24 de febrero del puerto de Mobile hacia Cartagena. La embarcación era un destructor, el Caldas.
En el viajaban: Ramón Herrera: al cual LuÃ−s confiesa sus temores y ambos quedan de dejar la marina,
cabos, tenientes, marinos y suboficiales.
CapÃ−tulo 2:
Cuando quedaban pocas horas de viaje (2 aprox.) el destructor se inclinó hacia estribor por lo que se da la
orden de que el personal haga contrapeso a babor, esto ocurre dos veces pero al final el sobrepeso hace que la
embarcación se ladee considerablemente y las olas arrastren al personal al mar.
** Jamás se da la orden de soltar la carga para aliviar peso. **
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CapÃ−tulo 3: 1º dÃ−a.
Al caer en el agua, ve como el Caldas se aleja y luego ve a cuatro de sus compañeros en las aguas tratando
de alcanzar las balsas que flotaban vacÃ−as por lo que deja la caja de la cual se aferraba para flotar y se lanza
a la balsa logrando alcanzarla..
Alienta a sus compañeros para que naden hacia la balsa pero era casi imposible y los cuatro se ahogan (Julio
Amador: suboficial primero, Eduardo Castillo: almacenista, LuÃ−s Rengifo: era su compañero de litera y
amigo, Ramón Herrera: su gran amigo).
Cuando toda acaba sólo habÃ−an pasado 10 largos minutos. Cree que pronto lo rescatarán, las horas pasan
lentas hasta caer la noche.
CapÃ−tulo 4:
Es su primera noche en el mar, conserva la calma y la esperanza, no deja de mirar el horizonte en busca de
aviones hasta que ve pasar un avión, vuela cerca de él y se va.
CapÃ−tulo 5: 2º dÃ−a.
Otro avión pasa tres veces en total, con la camisa hace señas pero es inútil. Se da cuenta que por el lado
de donde sale el avión esta Cartagena, pero no sabe a que lado se mueve la balsa.
Son las 5 de la tarde y llegan los tiburones, puntuales durante los siguientes 9 dÃ−as.
Al otro extremo de la balsa ve a Jaime MartÃ−nez un marinero del Caldas que le apunta con el dedo la
dirección del puerto y algunas veces le habla. (Alucinación)
CapÃ−tulo 6: 3º dÃ−a.
Con su llave comienza a marcar los dÃ−as que llevaba de naufragio.
Cuando sólo querÃ−a morir Jaime le avisa que se divisa un barco, pero por mas que lo intentan no lo
alcanzan. Luego de esto se da cuenta de que la ruta que la balsa sigue no es ruta de barcos y comienza a temer
de su rumbo ya que puede ir a parar a una isla de canÃ−bales (como en un libro que lee llamado “El marino
renegado”: es un marino que naufraga y va a parar a una isla, allÃ− se alimenta de frutas y al pasar 24 horas
lo encuentran los canÃ−bales los que lo hierven vivo para comérselo). Solo quiere morir por lo que decide
amarrarse a la balsa, pero el dolor de una herida en la rodilla y garganta (por la sed) lo hacen sentirse vivo otra
vez.
** llega el 4º dÃ−a…solo tiene un remo para defenderse… ve volar a 7 gaviotas, lo cual significa que esta a
dos o tres dÃ−a de la costa.
CapÃ−tulo 7:
Una pequeña gaviota se posa sobre la balsa y este se las ingenia para atraparla, cuando esta a punto de
matarla recuerda que no es digno matar a una gaviota, pero el hambre es mayor por lo que la mata, pero le es
imposible comerla.
Llega el 6º dÃ−a y vuelve a ver a las gaviotas pero ya no tiene fuerzas ni esperanzas, su dolor es
insoportable… tras varios dÃ−as sin dormir, duerme hasta el amanecer.
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DÃ−a 7: trata de comer de su camisa, cinturón y zapatos, pero es imposible.
Luego se da cuenta de que las gaviotas están perdidas y vuelan sin rumbo.
CapÃ−tulo 8:
Intenta atrapar un pez con las manos… pero todo intento era inútil ya que se resbalaban y le mordÃ−an los
dedos (les dejan los dedos despedazados)
De pronto un gran pez de color medio verde salta a la balsa, y detrás de el un tiburón… LuÃ−s le pega con
un remo pero el tiburón se come medio remo y se retira.
El pez de unos 50 centÃ−metros tenia un caparazón muy duro imposible de romper con solo una llave…
pero busca las partes blandas para masticar, le saca dos pedazos y el tiburón regresa y se lo quita de las
manos LuÃ−s tomo el remo para luchar, pero ya no estaba el tiburón.
CapÃ−tulo 9: dÃ−a 8
El oleaje sube y las olas quebraban contra la balsa hasta volcarla y LuÃ−s cae al mar, mas tarde se incorpora
otra vez, pero el mar no cesaba por lo que decide amarrarse al bote con el cinturón (en tiempos de guerra
muchos cuerpos picoteados por las aves fueron encontrados fuertemente amarrados a las embarcaciones). El
oleaje aumentó y volcó la balsa quedando LuÃ−s bajo de ella… con algo de esfuerzo logra soltarse pero
perdió los remos y sólo alcanza a rescatar el medio remo comido por el tiburón.
El cansancio psicológico y fÃ−sico ya era insoportable por lo que se sintió preparado para morir.
CapÃ−tulo 10: dÃ−a 9
Cuando de pronto ve a una gaviota vieja de color café que volaba cerca de la balsa y se posa en ella pero
por nada del mundo LuÃ−s la matarÃ−a… era una gaviota amiga que le picoteaba la cabeza en forma de
juego… LuÃ−s se da cuenta que esta cerca de la costa, pues la gaviota era vieja por lo que no era posible que
volara más de dos dÃ−as.
La gaviota alzó el vuelo y LuÃ−s volvió a quedar completamente solo hasta que ve a una gran tortuga
amarilla (no sabe si fue un sueño o realidad). A esta altura ya casi nada lo sorprende, solo quiere morir y le
da rabia el seguir vivo, incluso se gana de cara a la balsa y asÃ− morir asfixiado (ya que los rayos solares
atacarÃ−an los pulmones de LuÃ−s). A las horas después ve una extraña raÃ−z roja en la balsa, no sabe
como llego hay, sólo estaba. Con varios dÃ−as ya sin comer un pedazo de palo no estarÃ−a mal por lo que
se come toda la aceitosa raÃ−z sin importarle si era venenosa o no. Luego comienza a sacar la cuenta y se da
cuenta de que es su ultimo dÃ−a de velatorio en Cartagena (ya que lo declarado muerto).
CapÃ−tulo 11:
Ya llegando casi a su décimo dÃ−a en el mar comienza a tener alucinaciones (se ve en el almacén, en su
casa, colegio, Caldas, etc.) pero su dolor de rodilla (por una herida que se hizo al caer del Caldas) le hizo
entrar en sÃ−.
Ve tierra, pero no sabÃ−a si era otra de sus alucinaciones, pero la imagen de la tierra seguÃ−a hay y el color
del agua era más verde que antes y se da cuenta que era algo real por lo que comienza a remar con el pedazo
de remo que le quedaba pero no avanzaba nada por lo que se lanza al mar para llegar nadando, una vez en el
agua se amarra bien los zapatos, se saca la camisa y con ella se aprieta los pantalones y se dispone a nadar 2
kilómetros.
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CapÃ−tulo 12:
Al llegar a la playa (con gran dificultad ya que las olas lo arrastraban por lo que debe enterrar sus dedos a
carne viva en la arena y con su rodilla herida caminar en cuatro patas) se da cuenta de que habÃ−an cocoteros
(palmeras con cocos) y restos de cocos recientes por lo que alguien debÃ−a vivir cerca de hay intenta romper
un coco, pero le fue imposible por lo que se resigna a apoyarse en un tronco a recuperar un poco de fuerzas,
cuando de pronto ve a una mujer negra que se acercaba con una ollita y para no asustarla le dice ¡help me¡
(ya que no sabÃ−a en que lugar se encontraba) y la mujer sólo empieza a correr y alejarse, LuÃ−s se
encontraba devastado, pues su esperanza se iba corriendo por el sendero.
Mas tarde ve a un hombre que iba detrás de una carreta y lo queda mirando, LuÃ−s sólo reacciona a decirle
soy el marino LuÃ−s Alejandro Velasco caÃ−do del destructor Caldas, pero el hombre seguÃ−a mirándolo
(pues no sabÃ−a nada sobre el accidente ya que no habÃ−an TV ni radionoticieros) y le dice: ¿necesita
ayuda? Y LuÃ−s le dice que si ,y que no puede caminar, el hombre le dice que volverá pronto pues debe ir a
dejar un alambre, cuando se alejaba Luis le pregunta en donde estaban y el hombre le dice: ¡Colombia!..
A los 15 min. El hombre regreso con la mujer negra (era su esposa) y lo suben a la carreta, LuÃ−s pude al
hombre que le de agua de coco, pero le dice que no, hasta que lo vea un médico (el único médico que
habÃ−a quedaba a dos dÃ−as de viaje).
CapÃ−tulo 13:
Lo llevan a la casa de ellos, en Mulatos, ahÃ− le dan agua de canela y de azúcar.
**El campesino se llamaba Dámaso.
Fuera de la casa habÃ−a una gran multitud que querÃ−a ver al náufrago, hacÃ−an una gran cola y pasaban a
la pieza a verlo y se retiraban. (Recuerda cuando fue a ver al fakir que llevaba 9 dÃ−as sin comer) (Un fakir
es una persona que haces cosas peligrosas sin hacerse daño, como caminar en vidrios molidos o llamas, etc.)
Cuando logra dormir unas cuantas horas luego de varios dÃ−as, lo despiertan y lo llevan en una hamaca
camino a San Juan, junto a el viajaba todo el pueblo, unas 600 personas.
Al llegar a San Juan lo revisa un médico y le dice que hay una avioneta lista para que regrese a Cartagena
en donde lo esperarÃ−a su familia.
CapÃ−tulo 14:
Al llegar a Cartagena es considerado un héroe (el cree que su heroÃ−smo fue no dejarse morir), los
condecoran con honores y lo ascienden de cargo en la marina a cadete).
Lo dejan en el hospital naval hasta que se recupere totalmente, pero nadie podÃ−a hablar con él, sólo su
familia y el guardia que dejaron para que impidiera el paso de extraños y periodistas.
Unos de esos dÃ−as llega un doctor nuevo que deseaba revisarlo (decÃ−a ser siquiatra) pero no llevaba su
identificación por lo que guardia lo envÃ−a donde el director del hospital. Mientras el doctor iba a solicitar
el permiso el guardia le dice que tenga cuidado porque no le parecÃ−a que fuera un doctor por que estaba
muy nervioso y por que los siquiatras no usan fonendoscopio. Cuando el médico llega con un permiso de
15 min. Pero no puede hablar con LuÃ−s. El médico dice al guardia (para alejarlo) que le traiga un papel,
pero este con la orden de no dejarlo solo grita al pasillo para que le traigan un papel, cuando llega el papel el
médico le dice que dibuje un barco y Luego una casa en el campo y que los firme, LuÃ−s lo hace y el
médico se retira muy rápido. Al dÃ−a siguiente los dibujos salen en primera plana en diario “el tiempo”
(pues el médico era un reportero disfrazado) (LuÃ−s lo toma con gran humor).
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Al paso de los dÃ−as Luis sale del hospital naval y se mete en el negocio de la publicidad con lo que logra
una pequeña fortuna con anuncios y comerciales de: reloj, chicles, zapatos, y entrevistas en diarios y
periódicos… pero sin contar la absoluta verdad.
Algunas personas le decÃ−an a Luis que esto es solo una fantasÃ−a… y Luis les responde: entonces,
¿Qué hice durante mis diez dÃ−as en el mar?
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