2 RUEDAS CLÁSICAS

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DKW RT250/H
PEQUEÑA MARAVILLA ALEMANA
A
PESAR DE TRATARSE DE UNA MARCA MUY POPULAR EN TODO EL MUNDO, EL MODELO QUE
ARGENTINA. SE TRATA DE UN
TRADICIONAL FÁBRICA GERMANA, CUYO NOMBRE DERIVA DE
WUNDER” (LA PEQUEÑA MARAVILLA), Y QUE FUE PARTICU-
PRESENTAMOS EN ESTA NOTA ES UN EJEMPLAR ÚNICO EN
DIGNO REPRESENTANTE DE ESTA
LAS INICIALES DE
“DAS KLEINE
LARMENTE FAMOSA EN LA HISTORIA DEL MOTOCICLISMO POR SU PRODUCCIÓN DE MOTORES
DE DOS TIEMPOS, HECHO QUE MÁS TARDE FUERA EXTENDIDO A SUS AUTOMÓVILES.
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LEGENDARIA EMPRESA
ALEMANA FUE FUNDADA EN
1919 POR EL DANÉS J.S.
RASMUSSEN, en la localidad
de Zschopau, Sajonia. En
un principio, la fábrica se
dedicó a la producción de
pequeños motores auxiliares de 118 cc de cilindrada. En 1921 apareció
el primer vehículo completo: una bicicleta tipo
scooter a la que se había
montado un motor de
122 cc, por supuesto de
dos tiempos, que transmitía el movimiento a
la rueda trasera por medio de una correa. Su
proyectista fue el famoso ingeniero Hugo
Ruppe y se la conoció como Golem.
La producción comenzó a incrementarse, lo
cual obligó a DKW a presentar motos con
detalles técnicos más interesantes. En 1921 y
1922 construyó vehículos con características
muy similares a las de los scooters. En 1925,
fabricó el modelo ZM, monocilíndrico, con
bastidor en forma de caja, motor de 175 cc
refrigerado por agua y transmisión a correa,
cuya potencia alcanzaba los 12 CV.
La producción estaba dirigida básicamente
hacia las cilindradas pequeñas, siempre con
el ciclo de dos tiempos, aunque en 1928 se
presentó una interesante moto de 500 cc
también refrigerada por agua. Durante este
período, DKW adquirió una notable reputa-
ción y popularidad,
llegando en los años
20 y 30 a ser la mayor
productora de motos
del mundo. En 1926
construyó 25 mil unidades y en 1927
alcanzó las 100 mil;
sin embargo, su año
más importante fue
1939, ya que fabricó
un millón de motocicletas. Este volumen
de producción, junto
con la provisión de
motores para numerosas fábricas pequeñas,
le produjo importantes ganancias.
EN LAS PISTAS
En 1928 se inició la actividad deportiva, con
motos monocilíndricas de 175 y 250 cc que,
tripuladas por el piloto Geiss, vencieron en
Monza en 1928 y se clasificaron segundas al
año siguiente. En 1932 se produjo un acontecimiento muy importante: DKW, Horch,
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Audi y Wanderer se fusionaron, formando el
grupo denominado Auto Unión.
Ese mismo año, el famoso ingeniero Zöller,
creador de los compresores volumétricos
que llevan su nombre, proyectó una nueva
moto de carreras de 175 y 250 cc, también
con motores de dos tiempos, con cilindro
desdoblado, compresor de pistón y refrigeración mixta por aire y agua. Entre 1935 y
1939, con la moto de 250 cc se consiguieron
importantes triunfos internacionales, al
comando de pilotos de la talla de Ewald
Kluge y Stanley Woods. En 1938 se le adaptó un compresor con pistón vertical, y la
moto resultante, denominada ULd 250, consiguió el Campeonato de Europa en 1938 y
1939. Podía desarrollar una potencia máxima de 30 CV y su velocidad superaba los 180
km/h. Mientras tanto, la producción se estabilizó en las motos monocilíndricas de baja
cilindrada así como en las de 500 cc también
de dos tiempos.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las instalaciones fueron destruidas por completo;
además, Zschopau pasó a formar parte de la
entonces Alemania Oriental, dentro de la
Unión Soviética. Sin embargo, la fábrica
resurgió en Ingolstadt y en Dusseldorf, donde
continuó con la producción de monocilíndricas de dos tiempos de 125, 175, 250 y 350 cc.
Precisamente el modelo RT 125 fue uno de los
más exitosos, copiado por otras fábricas
como BSA y Harley-Davidson. Además, la
marca volvió a las competiciones: en 1950 las
DKW 250 con compresor se impusieron en
todas las carreras alemanas. En 1953 apareció
en las pistas una DKW, posiblemente la más
famosa, la tricilíndrica de 350 cc proyectada
por Jacob y Wolf. Llevaba un nuevo motor de
tres cilindros (dos verticales y uno horizon-
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tal), que erogaba una potencia de 42 CV. Eran
característicos los frenos hidráulicos y las
suspensiones delanteras de brazos horizontales. Esta moto participó activamente hasta
1956, obteniendo numerosos puestos de
honor y demostrando que era muy veloz. Con
un carenado en forma de campana, podía
superar los 210 km/h.
A finales de los años 50 se produjo una recesión que golpeó especialmente al sector del
motociclismo alemán, de la cual DKW no
pudo sustraerse. Llegó entonces en 1958 una
fusión con las marcas Victoria y Express
dando origen al grupo Zweirad Union. En
este nuevo escenario se dedicó a la fabricación de motos de 50 cc.
En los años 70, ya dentro del conglomerado
Fichtel & Sachs, DKW ha incursionado también
en el sector de las motos para todo terreno, en
las cilindradas de 50 cc, con cierto éxito
comercial, como por ejemplo el modelo K50
GS, provisto de un motor monocilíndrico
Sachs. De esta época cabe destacar uno de sus
últimos modelos, el W2000, presentado en
1975. Se trataba de una interesante moto, que
tenía la particularidad de llevar un motor a
pistón rotativo Wankel.
COMO DETENIDA EN EL TIEMPO
DKW es una marca de motos muy popular en
nuestro país. A ello contribuyó el hecho de
fabricarse bajo licencia y distribuirse desde
fines de los años 50 para toda América Latina
por la empresa Ernesto C. Bessone S.A. (abuelo y padre de “Tito” Bessone), recordándose
los modelos de 125 y 150 cc de cilindrada que
poblaron nuestras calles. Sin embargo, el
ejemplar que presentamos en esta ocasión es
único en Argentina. Se trata del modelo
RT250/H, fabricado en el año 1954, y que
ingresó al país en 1958, con apenas 16 mil
kilómetros rodados, junto con otra moto
similar pero de 1955 y otro modelo de la
marca. Seguramente por cuestiones legales y
aduaneras, estas motos permanecieron guardadas en los viejos galpones del puerto de
Buenos Aires (hoy los Docks de Puerto
Madero) hasta 1990, cuando, precisamente
para poder desocupar esos predios, salieron a
remate. Quince años después fue adquirida
por su actual propietario, el arquitecto
Marcelo Leonardi, reconocido coleccionista y
muy conocedor de las dos ruedas.
Marcelo destaca que la moto se conserva
como salió de fabrica, con detalles tan curiosos
como todas las mangueras con sus alemites
originales, el set completo de herramientas
(con los cuatro anillos del grupo Auto Union
grabados), llave de contacto, carburador, bocina, bujía; hasta las cubiertas son las Dunlop
made in Germany originales. Desde que la
adquirió apenas ha recorrido unos trescientos
kilómetros, y afirma que piensa dejarla así, en
este increíble estado de gracia que se puede
apreciar en las fotos. Es que el paso del tiempo apenas se hace ver en esta moto, con
pequeños detalles y la inconfundible “pátina”
que nos recuerda que han pasado más de 50
años. Sin embargo, está casi como nueva, y no
solamente en apariencia, sino también en su
funcionamiento, típico de toda moto alemana.
DKW. Pequeña maravilla. Y en este caso además, un ejemplar único en Argentina, tanto el
modelo como su estado. Por todo esto, se la
presentamos en Ruedas Clásicas.
Por: Patricio L. González