LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR Y EL CONTEXTO

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LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR Y EL CONTEXTO SOCIOECONÓMICO
María Eugenia Upegui V.
Grupo interdisciplinario de investigación en currículo - GINIC
INTRODUCCIÓN
El presente texto es el segundo artículo elaborado a partir de las discusiones y
orientaciones del grupo interdisciplinario de investigación en currículo. El
documento es responsabilidad de la autora pero contiene el valioso aporte de los
integrantes del grupo, tanto por sus observaciones al escrito como por las
reflexiones en las reuniones de trabajo.
El primer artículo “Currículo y flexibilidad curricular”, elaborado por el integrante del
grupo de investigación, Norbey García, constituye el punto de partida del presente
texto que retomará los conceptos de currículo y flexibilidad expuestos allí y
continuará con la reflexión sobre la flexibilidad curricular en la educación superior y
su relación con el contexto socioeconómico.
La flexibilidad curricular es un tema complejo, difícil de conceptualizar y de llevar a
la práctica, sobre el cual es necesario reflexionar profundamente en las
instituciones de educación superior en general y en los programas académicos en
particular. En el presente documento se quiere avanzar en el estudio de la
flexibilidad y sus relaciones con el contexto socioeconómico, pero sobre todo se
quiere motivar a la discusión y a la reflexión en torno al tema.
La flexibilidad en la educación aparece como consecuencia de los cambios
económicos y culturales que, con la ayuda de las tecnologías de la comunicación y
de la información, han transformado la sociedad. Hoy en día la flexibilidad aparece
asociada a escenarios diversos como: el laboral, donde surge el concepto del
trabajo flexible; el económico, con los conceptos de empresa flexible, producción
flexible y economía flexible; y el educativo, con el principio de flexibilidad
curricular, formación flexible y educación flexible.
En el escenario de cambio en el cual está inmersa la educación superior es
inaceptable que las instituciones educativas mantengan rigidez en sus currículos,
en su pedagogía, en los procesos administrativos, en la normativa; por el
contrario, es necesario que la institución sea abierta y flexible para que pueda
asimilar con rapidez las transformaciones sociales y para que los programas
académicos se actualicen y conserven su pertinencia social, pero también para
que la universidad pueda ayudar a transformar la sociedad crítica y positivamente.
Se precisa formar personas abiertas al cambio, dispuestas a la crítica, capaces de
aceptar las ideas de los otros, que reconozcan la diversidad; personas con
amplitud de pensamiento que logren encajar fácilmente en la sociedad que les
tocó vivir. Para lograr este objetivo en la formación de los estudiantes, la
universidad también requiere ser abierta y flexible, lo cual significa que tanto los
currículos como la estructura administrativa, los procesos administrativos y los
procesos académicos necesitan ser flexibles.
Es indiscutible la relación que existe entre el contexto externo y el currículo, por
ello en las reflexiones sobre temas curriculares es conveniente incluir análisis de
aspectos económicos, culturales, profesionales, políticos, sociales, entre otros. Por
estas razones, el presente escrito plantea algunas características del contexto
socioeconómico en relación con la flexibilidad en la educación, con el objetivo de
analizar la incidencia de la globalización, del mercado laboral, de las migraciones y
del desarrollo tecnológico, en la flexibilidad curricular. Quedan pendientes análisis
sobre aspectos políticos, normativos y del contexto educativo.
LA FLEXIBILIDAD CURRICULAR
El inquietante tema de la flexibilidad en la educación superior se continuará
analizando a partir del concepto de currículo expuesto en el documento de
Norbey García: Currículo y Flexibilidad Curricular, concepto que comparte el
Grupo Interdisciplinario de Investigación en Currículo. Allí se reconoció el currículo
como el proyecto que orienta y viabiliza la formación de los estudiantes y que
comprende una estructura reflexiva y un entorno de gestión, es decir, abarca los
principios, las concepciones, los fundamentos que inspiran el proyecto formativo y
las políticas y prácticas de ejecución de dicho proyecto. El plan de estudios o plan
de formación es la parte más visible del currículo pero no puede confundirse con
él. La flexibilidad curricular debe estar presente en todos los componentes del
currículo, de ahí que tanto la filosofía que lo inspira, como el plan de estudios y
los aspectos administrativos y normativos para llevarlo a la práctica, requieren
contemplar el principio de flexibilidad curricular.
La flexibilidad curricular, entonces, no puede quedarse sólo en el enunciado del
principio, como sucede en muchos casos, quizás por las dificultades
administrativas, normativas y de recursos para concretarla en la práctica; tampoco
puede reducirse al plan de formación, porque le faltaría el apoyo teórico y
reflexivo que la explica y la sustenta.
En términos muy generales, la flexibilidad es un problema de adaptación y de
apertura y por lo tanto tiene que ver con el cambio, con la innovación, con los
límites, con lo diverso, con el otro, con lo otro. Muy atinadamente Mario Díaz
agrega que es un problema de relaciones porque la apertura implica remover
fronteras, barreras, restricciones y establecer contactos, comunicaciones,
conexiones; y que, además, toca el tema de la identidad. En otras palabras,
apertura significa debilitamiento de los límites y con ello se desdibuja la identidad.
“La fuerza de los límites tiene un efecto sobre la presencia o ausencia de
flexibilidad y, de esta manera, sobre la fuerza de la identidad. Esto significa que a
mayor fuerza de los límites mayor rigidez y a menor fuerza de los límites mayor
2
flexibilidad aunque, como consecuencia, menor fuerza de la identidad.” (Díaz,
2007: 59)
La flexibilidad curricular, por su parte, tiene que ver con la adaptación a las
situaciones cambiantes del conocimiento y de la sociedad, y con la apertura o el
rompimiento de las fronteras entre las disciplinas, los programas académicos, las
áreas del conocimiento, las materias, las unidades administrativas y las funciones
de docencia, investigación y extensión; pero también con la apertura hacia
diversas formas de acceso al conocimiento y hacia espacios y tiempos más allá
de los tradicionales. Por tratarse de un problema relacional nos remite a la
relación entre: universidad, empresa y sociedad; estudiantes y profesores;
unidades académicas; disciplinas; docencia, investigación y extensión (o
proyección social). Por tocar el tema de la identidad nos lleva a reflexionar en las
particularidades y diferencias entre las disciplinas, los programas académicos, las
materias o asignaturas, las profesiones. Norbey García expone de la siguiente
manera el significado de la flexibilidad en la educación superior:
“La flexibilidad en la educación superior se la ha venido identificando bajo las
connotaciones básicas de adaptación, apertura y diversificación de las ofertas y los
accesos. La adaptación implica el reconocimiento de la diversidad y el impulso a la
innovación. La apertura remite ante todo al desplazamiento o a la remoción de fronteras y
de los “divorcios” tradicionales en las funciones básicas de docencia, investigación y
extensión; en la relación universidad – empresa – medio social; en las relaciones
disciplinarias de áreas, programas, asignaturas; en las formas de acceso al conocimiento,
en la relación docente – alumno, repercute así mismo en las políticas y prácticas de
movilidad estudiantil, docente e investigativa. Por su parte, la diversificación de las ofertas
y los accesos incluye, de un lado, la llegada a públicos o clientelas educativas inéditas o
relativamente inéditas, entre otros, en el marco de la educación a lo largo de la vida, e
incluye así mismo la aplicación de métodos y criterios de igual manera inéditos o
relativamente inéditos de validación de los aprendizajes; de otro lado incluye de modo
sustantivo la liberalización de las trayectorias internas (libre elección por los estudiantes) y
de los mecanismos y oportunidades de ingreso y egreso (formación por ciclos).” (García,
2008: 14)
Lo anterior evidencia la complejidad del concepto y las conexiones que el principio
mismo de flexibilidad curricular establece con otros principios curriculares, como:
la interdisciplinariedad, por el problema de las relaciones; la formación integral, por
el acercamiento a otros campos más allá de la propia disciplina; la pertinencia, por
tener en cuenta el contexto de la sociedad y del conocimiento y los cambios que
allí se producen.
Algunas expresiones de la flexibilidad curricular en la educación superior son las
siguientes:
•
El ofrecimiento de distintas rutas de formación para que el estudiante tenga
la posibilidad de seleccionar la que mejor se acomode a sus intereses y
necesidades. Esto se ha llevado a la práctica mediante la organización de
lo que se ha denominado líneas de énfasis, componente flexible, materias
3
electivas. Como resultado se da en un mismo programa académico la
heterogeneidad en la formación de los estudiantes.
•
La posibilidad de brindar alternativas diferentes de entrada y de salida al
proceso formativo. En la práctica la formación por ciclos ofrece esta
oportunidad, ya que el estudiante al terminar un ciclo puede obtener un
título que le permita participar del mercado laboral y podrá ingresar
nuevamente al proceso educativo, para seguir avanzando en él, cuando sus
intereses y condiciones se lo permitan.
•
La movilidad estudiantil, vista como la posibilidad de desarrollar actividades
formativas en otras universidades del país o del exterior, o también en
organizaciones no educativas (como institutos de investigación y centros de
práctica).
•
La oportunidad de seleccionar espacios y tiempos de aprendizaje que se
acomoden a las necesidades y preferencias de los estudiantes, como:
clases virtuales, presenciales y a distancia; aula de clase, laboratorio,
biblioteca, residencia, oficina; horas del día o de la noche; clases en
semana o fines de semana, entre otros.
•
La utilización de estrategias didácticas basadas en la solución de
problemas o en el desarrollo de proyectos. Estas estrategias facilitan la
interdisciplinariedad, la comunicación entre estudiantes y profesores de
distintos programas, el análisis de situaciones relacionadas con
necesidades de la sociedad. Se puede agregar también que los problemas
y los proyectos cambian y pueden ser seleccionados por los estudiantes
según sus intereses.
•
La doble titulación, entendida como la posibilidad de obtener dos títulos,
bien sea en la misma institución educativa, o en ésta con otra del país o del
exterior con la cual exista algún convenio.
•
La actualización de los currículos, la eliminación o disminución de
prerrequisitos y correquisitos y el ofrecimiento de distintos horarios. Estas
son las acciones más sencillas o primarias en el camino de la flexibilidad
curricular.
¿Se podrán aplicar estas expresiones indistintamente a cualquier programa
académico? ¿Qué recursos nuevos necesita una institución para llevar a la
práctica la flexibilidad curricular? ¿Qué tipo de relaciones se deben crear y qué
barreras se deben superar para instaurar la flexibilidad curricular? ¿Hasta dónde
estamos dispuestos a sacrificar la identidad de nuestro programa? Estas son
algunas de las preguntas que debemos resolver al analizar la flexibilidad curricular
en cada uno de los programas académicos.
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LA GLOBALIZACIÓN
Sin lugar a dudas, el fenómeno económico y social más importante vivido en las
dos últimas décadas es la globalización, que ha producido todo tipo de cambios en
el mundo: en los ámbitos económico, social, cultural, político, ecológico y
educativo, siendo los más visibles y analizados, los económicos. “La globalización
es un proceso que se manifiesta en una interdependencia creciente entre el
conjunto de los países del mundo y que surge como consecuencia del aumento
del volumen y de la variedad de las transacciones fronterizas de bienes y
servicios, así como de los flujos internacionales de capitales y personas, al tiempo
que por la difusión acelerada y generalizada de la tecnología” (González, Rabanal
y Ortega, 2003: 6). La globalización se caracteriza, entre otras cosas, por la
universalización de las relaciones comerciales, la intensificación de las relaciones
sociales, la importancia del conocimiento, de la información y la tecnología, la
fragmentación de la producción, el paso de lo nacional hacia lo transnacional, la
importancia del capital financiero y una competencia muy intensa, todo esto ha
convertido a la sociedad actual en una sociedad más compleja.
Con la globalización las relaciones comerciales traspasaron los límites locales y se
multiplicaron los intercambios de bienes y servicios con otros países, igual sucede
con las relaciones financieras internas y externas, esto acompañado por la
eliminación de restricciones y la liberalización del mercado, características éstas
de una economía neoliberal, en la cual, además, el Estado reduce su tamaño
privatizando empresas estatales y trasladando la responsabilidad en la prestación
de algunos servicios (Salud, educación, servicios públicos) a entidades
particulares. Las relaciones sociales también se han intensificado y han
traspasado las fronteras; hecho fácilmente comprobable con el incremento en las
llamadas internacionales, con el aumento de las migraciones, del turismo
internacional y de la movilidad de personas por el mundo. El desarrollo de las
telecomunicaciones ha sido un factor importante en el impulso de estas relaciones.
El conocimiento y la información se han convertido en el capital más importante de
las organizaciones por constituirse en un elemento que alienta la productividad y la
eficiencia, dos aspiraciones de las empresas actuales para mantenerse en el
mercado.
Los efectos de la globalización son múltiples. En lo económico, por ejemplo, los
sistemas de producción han cambiado como consecuencia de la operación de
empresas multinacionales que, guiadas por la productividad y la eficiencia,
traspasan las fronteras buscando mejores oportunidades de producción, con lo
cual el proceso productivo deja de ser local y pasa a desarrollarse en múltiples
naciones, donde la mano de obra es más barata, o la carga impositiva más liviana,
o los costos y facilidades de transporte son más ventajosos. Otro efecto
interesante de la globalización es la diversidad en la producción; los mercados
están llenos de productos en empaques y presentaciones diversas para atraer
nuevos consumidores. Este tema demanda creatividad e innovación, y por lo tanto
profesionales abiertos e imaginativos; además, exige el desarrollo de procesos de
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investigación para contribuir con el avance de nuevos productos y servicios. La
globalización también ha incidido en el mercado laboral, tema que se desarrollará
más adelante. Asociada a la globalización, y apoyada en la informática y las
tecnologías de la comunicación, ha aparecido la economía virtual, por cuyo
conducto se realizan miles de transacciones en el mundo en tiempos muy cortos y
con una agilidad asombrosa. De otro lado, en distintos sectores de la economía se
han gestado fusiones entre empresas, acuerdos y alianzas comerciales que van
en pro de una mayor eficiencia en las operaciones y un aumento de la
rentabilidad; en este mismo sentido, los Estados participan en procesos de
integración económica y se firman tratados y acuerdos comerciales.
La globalización ha incidido en el sistema educativo impulsándolo a la apertura y
al incremento de las relaciones con la sociedad. En lo que se refiere a la
educación superior, poco a poco las instituciones educativas también han
traspasado sus fronteras y han establecido relaciones con las comunidades, las
empresas, las entidades estatales y otras universidades, buscando el ofrecimiento
de servicios, la producción de conocimientos, la obtención de recursos, entre
muchas otras cosas. La educación se considera un servicio y se comercializa de la
misma manera que los productos y servicios de la economía globalizada, esto ha
provocado debates y tensiones en las instituciones. Otros actores distintos a las
entidades educativas han empezado a competir con las universidades en la
prestación de servicios de enseñanza y de investigación, dando lugar al
nacimiento de centros de formación en las empresas y de organismos de
investigación privados, con lo cual el conocimiento deja de ser monopolio del
sector educativo. Ha crecido la demanda por la educación, ésta se ha masificado y
surge la necesidad de la educación permanente; todo esto como requerimiento de
la nueva sociedad del conocimiento. Así mismo, las tecnologías de la información
y la comunicación vienen ocupando los espacios universitarios y con ello
transformando los procesos educativos y administrativos. Las normas de la
competitividad y de la eficiencia también han sido asimiladas por las instituciones
educativas; en este sentido, se llevan a las universidades prácticas de gestión
administrativa utilizadas en las empresas, y aparecen los estándares de calidad, la
certificación de calidad y la formación por competencias.
Las nuevas condiciones de apertura y cambio constante, las necesidades de
capacitación en distintos frentes de acuerdo con la evolución del conocimiento, y
el apoyo brindado por las tecnologías de la comunicación y la información,
impulsan la flexibilidad curricular que, como se mostró en párrafos anteriores, tiene
que ver con adaptación, apertura y rompimiento de fronteras. De igual manera, el
ambiente de movilidad de personas, mercancías, servicios y capitales en la
economía globalizada, así como la deslocalización de la producción, conduce a
pensar en una movilidad de los estudiantes y de los profesores. Las universidades
se vienen preocupando por facilitar el desplazamiento de los alumnos a otras
universidades locales, nacionales o del exterior, para que cursen en ellas
asignaturas o realicen actividades académicas o de investigación, con lo cual se
facilita el conocimiento de otras culturas y de otro idioma y se prepara al
estudiante para el mundo del trabajo, que también está expuesto a la movilidad
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laboral. Pero esta movilidad estudiantil no solamente debe ser entendida como
desplazamiento a otras universidades, sino también como la posibilidad de prestar
algún tipo de servicio a las empresas o a las comunidades, y que sea reconocido
como práctica académica o servicio social, trabajo este que se puede desarrollar
en el país o en el exterior. Así mismo, con más frecuencia, los profesores se
vienen desplazando a otras instituciones para desempeñar en ellas actividades
docentes, de investigación o de extensión.
LA FLEXIBILIDAD LABORAL
Las condiciones cambiantes de la economía han ocasionado transformaciones en
el trabajo, puesto que las empresas deben adaptarse a las nuevas situaciones del
mercado. En ese sentido se modifican la producción, el número de trabajadores,
las horas de trabajo, el salario, los horarios, el tipo de contrato laboral, es decir,
hay una flexibilidad o una capacidad de adaptación de la empresa a las nuevas
condiciones y en ese acomodamiento aparece el concepto de flexibilidad laboral
que es la capacidad de ajustar el trabajo a los cambios de la economía. Cada vez
es más frecuente el trabajo temporal, el trabajo por encargo, la subcontratación,
las jornadas de trabajo de tiempo parcial, la movilidad de los trabajadores a
diferentes sitios de trabajo en el país y en el exterior y el contrato de prestación de
servicios independientes. Así mismo, cada vez más personas se ven en la
obligación de realizar trabajos adicionales a sus empleos regulares para completar
los ingresos que les permitan una vida digna, igualmente, muchos deben
conformarse con empleos que exigen un nivel de formación inferior al que ellos
ostentan.
Los contratos de trabajo temporales y la subcontratación se han convertido en
alternativas muy utilizadas por las empresas y organizaciones actuales ya que les
ayuda a rebajar los costos de la mano de obra, ahorrándose el pago de
prestaciones sociales, el pago de trabajadores en períodos de baja producción o
los aumentos salariales; también le permiten a la empresa negociar los salarios en
condiciones que muchas veces son más favorables para ella que para el
trabajador. De la misma manera, los contratos de prestación de servicios
independientes se han incrementado y un buen número de personas han pasado
de ser asalariados a trabajadores independientes, independientes entre comillas
porque, o dependen de un único contratante, o se ven en la obligación de firmar
múltiples contratos para ajustar sus ingresos, perdiendo así las ventajas de la
independencia. En este sentido, Kurz afirma:
La flexibilización supone también el cambio constante entre trabajo dependiente y
“autónomo”. Los límites entre trabajadores asalariados y empresarios se difuminan, pero
también esto en detrimento de los afectados. En el curso de este outsourcing surgen cada
vez más autónomos aparentes, es decir, pseudoempresarios sin organización empresarial
propia, sin capital financiero propio, sin empleados y sin la famosa “libertad de empresa”,
porque dependen de un único contratante: … (2002: 47)
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La flexibilidad laboral también está asociada con la movilidad de los trabajadores,
que se podría analizar desde varios puntos de vista: de un lado, la movilidad que
se da por la existencia de las empresas multinacionales con negocios en puntos
geográficos distintos, lo que hace que sus profesionales circulen por países o
regiones según lo necesite la empresa. De otro lado, la movilidad ocasionada por
los contratos de trabajo temporales, con la inestabilidad que ello implica y que
obliga a los trabajadores a un cambio frecuente de trabajo. Por otra parte, la
movilidad derivada de las migraciones causadas por el deseo de buscar nuevos
horizontes de trabajo.
Alicia Garrido resume los procedimientos utilizados por las empresas para lograr
flexibilidad, en cuatro grupos que son:
a) Flexibilidad numérica
b) Flexibilidad temporal
c) Flexibilidad productiva
d) Flexibilidad funcional
A la flexibilidad numérica se llega disminuyendo los empleos fijos y aumentando
los empleos temporales, de tal forma que a los trabajadores se les contrata de
acuerdo con las necesidades del momento. “La flexibilidad temporal es la
capacidad que tiene la empresa de introducir modificaciones rápidas tanto en la
cantidad de tiempo que los trabajadores dedican al empleo como en los horarios y
turnos de trabajo” (2006: 27). En esta modalidad se encuentran los contratos de
tiempo parcial, o en horarios atípicos, o por un determinado número de horas
semanales que el trabajador organiza como quiera. La flexibilidad productiva se da
cuando la empresa contrata la producción o parte de ella con otras empresas
locales o del exterior; en este caso se mantiene un número reducido de
trabajadores fijos que realizan labores administrativas y el resto se contrata o
subcontrata. La flexibilidad funcional aparece cuando se contratan trabajadores
bien calificados y con posibilidad de realizar distintas labores dependiendo de las
necesidades del momento.
En el párrafo anterior encontramos la idea de mantener en la empresa de hoy un
grupo de trabajadores fijos y un conjunto de personas disponibles que se
contratan de acuerdo con las necesidades de la empresa. Los primeros
desarrollan trabajos administrativos centrales y muy claves en la organización, son
trabajadores bien capacitados, a quienes, por lo general, la empresa ofrece cursos
de formación y actualización permanentes. También puede tratarse de
trabajadores en capacidad de realizar varias funciones que puedan rotar
fácilmente por la organización de acuerdo con las necesidades. Al respecto, una
nota interesante de Julio Rodríguez y Esteban y Silveria Agulló dice lo siguiente:
“Los nuevos modelos productivos exigen flexibilización y polivalencia en la gestión de la
fuerza de trabajo. Los nuevos trabajadores deben tener dos condiciones: polivalencia y
movilidad. Polivalencia es la capacidad del trabajador para hacerse cargo sucesivamente
de varios puestos de trabajo diferentes, la movilidad puede ser geográfica u ocupacional.
La movilidad geográfica es la capacidad para cambiar de espacio geográfico de trabajo y
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la movilidad ocupacional es la capacidad del trabajador para adaptarse a las variaciones
en la estructura de la demanda del empleo.”(Garrido, 2006: 201)
Vemos pues, que los empleos fijos con contratos a término indefinido, estables, se
han reducido, lo que ha llevado a algunos autores a pensar en el fin del trabajo
asalariado o el fin del trabajo a través del empleo; así lo anota Marco Raúl Mejía
cuando afirma: “El capitalismo globalizado ha derrumbado la idea del trabajo a
través del empleo. Lo único que existe es una “empleabilidad”, la cual salgo a
realizar desde mis competencias. En ese sentido, el nuevo trabajo es temporal, sin
seguridad social, con contrato a término definido” (2006:198).
Si aceptamos que el trabajo asalariado se está transformando en el mundo de
hoy, no podemos desconocer la influencia que las nuevas tecnologías de la
información y la comunicación tienen sobre dicha transformación. Las nuevas
tecnologías facilitan la circulación de la información por la red y permiten la
comunicación ágil y permanente entre personas situadas en lugares geográficos
distantes, por lo tanto posibilitan el trabajo independiente, las actividades laborales
por fuera de la empresa, las reuniones virtuales, en otras palabras, flexibilizan el
trabajo, lo deslocalizan y lo individualizan. Así que:
Estamos siendo testigos de excepción de un hito histórico en la evolución de la sociedad
laboral. Si la primera modernidad transcurrió bajo el signo de la reglamentación y
estandarización del trabajo, en la segunda modernidad se abre paso el principio inverso de
la individualización del trabajo. Juegan un papel importante en esto los nuevos espacios
abiertos por la sociedad de la información. Las nuevas tecnologías (y estamos, como es
sabido, sólo al principio de un desarrollo que se revoluciona así mismo de manera
permanente) permiten al mismo tiempo una descentralización de las tareas laborales y su
coordinación en redes de interacción en tiempo real, ya sea atravesando continentes, ya
vestíbulos. (Beck. 2000:66)
En este contexto de flexibilidad laboral se exige de los trabajadores actualización y
formación permanente para no salir del mercado laboral, así mismo, una sólida
formación de base que les permita adaptarse fácilmente a los distintos puestos de
trabajo, bien sea en la misma empresa o en empresas diferentes. Hoy se tiende a
privilegiar la formación general y la cualificación del trabajador sobre la formación
especializada. También cobra una gran relevancia el desarrollo de competencias
para tener un desempeño eficiente en las múltiples tareas que se presentan. Del
mismo modo se exige creatividad y capacidad de innovar para que la empresa
pueda responder a las variadas demandas de los clientes y pueda también ofrecer
productos y servicios nuevos que llenen las expectativas de la sociedad de
consumo.
La Universidad juega un papel protagónico en la sociedad y por tanto debe
insertarse en ella para generar transformaciones, pero también para reconocerla
en sus nuevas dinámicas de relaciones. Prepararse para afrontar los retos del
trabajo flexible, tener una mente abierta para aceptar el cambio y poder adaptarse
a los continuos vaivenes de la vida laboral, son aspectos a considerar en la
formación de los estudiantes.
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Se requiere que las instituciones de educación superior impartan una sólida
formación conceptual y permitan que el estudiante seleccione otras rutas de
formación de acuerdo con sus intereses, con ello se forma la autonomía del
estudiante y la capacidad para tomar decisiones, y se le dan las bases para
asumir la movilidad laboral. Formar personas autónomas debe ser una meta
obligatoria en todas las instituciones de educación superior. Ya vimos como el
trabajo independiente se viene incrementando y qué tan importante es la
autonomía cuando los individuos tienen que desplazarse por temporadas a otros
lugares geográficos. Apoyar el desarrollo de proyectos estudiantiles encaminados
a la creación de empresas y formar en emprendimiento empresarial, también
aporta para una futura vida laboral como trabajador independiente. La formación
por ciclos propedéuticos crea en el alumno una disposición favorable hacia la
movilidad, además de aportarle conocimiento del contexto laboral y de permitirle
descubrir necesidades de la comunidad y nuevas tendencias de la sociedad que lo
pueden motivar hacia líneas nuevas de investigación y conocimiento. Aprender a
trabajar en equipo es una condición imprescindible del nuevo profesional, aunque
pareciera una paradoja frente a la tendencia al trabajo individualizado; sin
embargo, son los grupos humanos coordinados e interdisciplinarios los que
obtienen los mejores resultados.
De otro lado, desde el punto de vista de las instituciones educativas como
empleadoras, la inestabilidad laboral también hace presencia, puesto que se han
aumentado los docentes contratados a término definido (ocasionales) y los
profesores hora cátedra. Con relación a este punto, las instituciones deben
cuidarse de no socavar la calidad de la educación que imparten.
LAS MIGRACIONES
El fenómeno migratorio se ha incrementado como consecuencia de la
globalización. De acuerdo con la Organización Internacional para las Migraciones,
en el año 2005 había 191 millones de personas fuera de su país natal. (OIM
página web) Las migraciones tienen repercusiones importantes en el empleo, en la
economía y en la cultura; una de las razones por las cuales las personas migran
es la búsqueda de empleo y mejores condiciones económicas para su familia.
Cuando la migración se da de los países con menor nivel de desarrollo económico
a los más desarrollados, muchos de los migrantes entran a ocupar los puestos de
trabajo rechazados por los nativos del país de destino, se someten, además, a
trabajar en condiciones inferiores y sin protección social. También podría hablarse
de la migración de personas altamente capacitadas o fuga de cerebros, que se
desplazan a los países más desarrollados en pro de mejores condiciones de
trabajo o de ambientes investigativos propicios. En lo relacionado con la cultura,
se observa que la sociedad de hoy, como consecuencia de las migraciones, es
multicultural porque concurren a la vez distintas tradiciones culturales; sin
embargo, persisten ideas de rechazo a otras culturas por lo que se debe luchar
10
por el intercambio cultural y por el crecimiento de la cultura propia con el aporte de
otras culturas.
Según González, la migración es:
Un proceso complejo porque en la actualidad los flujos migratorios implican a personas
que tienen como procedencia y destino un amplio abanico de lugares geográficamente
distantes, y se desarrollan en un contexto mucho más globalizado en el que la tecnología y
los avances en las comunicaciones facilitan los desplazamientos y el mantenimiento de
vínculos con los lugares de procedencia y las personas del entorno familiar (González,
Rabanal y Ortega, 2003: 45)
Fácilmente se puede establecer la conexión entre el fenómeno migratorio y la
flexibilidad curricular, específicamente en lo que tiene que ver con la movilidad
estudiantil y profesoral. Como consecuencia de la globalización y de la apertura
educativa se ha incrementado notoriamente el desplazamiento de profesores y
estudiantes a otros países con el fin de desarrollar estudios de pregrado, de
posgrado, prácticas académicas y trabajos de investigación y extensión. Para
responder a estas demandas se requiere impulsar las alianzas, convenios y
acuerdos entre instituciones y países para facilitar el desplazamiento y
permanencia de los estudiantes y profesores, y el reconocimiento y homologación
de materias y de títulos; igualmente se debe avanzar en los acuerdos sobre lo
básico en las profesiones. En cuanto a la formación de los estudiantes es
importante recalcar en la autonomía, la responsabilidad, la capacidad de
adaptación, la apertura mental, el aprendizaje de lenguas extranjeras y el
conocimiento de otras culturas.
El sistema de créditos académicos facilita la movilidad estudiantil porque
estandariza la unidad de medida del tiempo dedicado por los alumnos a las
actividades académicas, y en ese sentido favorece los reconocimientos y
homologaciones; de la misma manera, la acreditación de calidad por agencias
reconocidas posibilita la movilidad ya que genera confiabilidad en los programas
acreditados. De otro lado, la flexibilidad curricular expresada en la oportunidad que
se le da al estudiante de armar su propio plan de formación, también facilita la
movilidad estudiantil porque se podrían seleccionar segmentos del plan de
estudios ofrecidos por otras instituciones.
LA SOCIEDAD DE LA INFORMACIÓN Y EL CONOCIMIENTO
Durante el siglo XX, pero más específicamente a partir las últimas décadas, el
conocimiento ha tenido un avance asombroso. En estos momentos ocupa un lugar
predominante en la sociedad, es fundamental para el desarrollo y el crecimiento
de la economía y para la solución de los problemas de la humanidad. Las
empresas lo han convertido en capital intangible y aparece como uno de los
activos más importantes de la organización, aunque valga reconocer que existen
dificultades para su medición. La competitividad lleva a las empresas a necesitar
nuevos desarrollos y a demandar conocimiento especializado. Un buen camino
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para obtener este conocimiento son las alianzas y convenios con las
universidades.
La información, que puede entenderse como un conjunto de datos, o en otras
palabras, como conocimiento difundido, marca con un sello característico la
sociedad actual, hasta el punto de reconocerla como la sociedad de la
información y el conocimiento, término que se empezó a utilizar a partir de la
década de los años ochenta del siglo XX. La tecnología, entendida como la
aplicación del conocimiento científico, ha contribuido al desarrollo de campos
como la medicina, la ingeniería, la genética, la informática, el transporte, la
biología, las comunicaciones, entre otros. Específicamente, la información y las
comunicaciones han tenido un gran avance por el desarrollo tecnológico y esto, a
su vez, ha permitido la rápida circulación del conocimiento.
Las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) han penetrado todos los
ámbitos de la sociedad y han cambiado el mundo: hoy las relaciones económicas
son más ágiles, las personas en todo el mundo se comunican con gran facilidad,
hay un mayor intercambio cultural, los avances científicos se conocen más
rápidamente, esto entre muchas otras cosas. Las TIC han hecho que la sociedad
sea más abierta y flexible como consecuencia de las características que reúnen.
Al respecto, Jordi Adell dice: “Cabero (1996) ha sintetizado las características más
distintivas de las nuevas tecnologías en los siguientes rasgos: inmaterialidad,
interactividad, instantaneidad, innovación, elevados parámetros de calidad de
imagen y sonido, digitalización, influencia más sobre los procesos que sobre los
productos, automatización, interconexión y diversidad” (1999: 125). Para Adell, las
TIC son “el conjunto de procesos y productos derivados de las nuevas
herramientas (hardware y software), soportes de la información y canales de
comunicación relacionados con el almacenamiento, procesamiento y transmisión
digitalizados de la información.” (1999: 125). Vale la pena agregar que entre las
TIC se encuentran: Internet, la telefonía móvil, el correo electrónico, los
procesadores de texto, bases de datos, navegadores de red, computadores,
cámaras digitales, televisión, entre otros.
Las TIC se han convertido en un medio que transforma los sistemas de enseñanza
y aprendizaje facilitando la flexibilidad curricular, ya que mediante ellas se puede
tener acceso fácil al conocimiento y a las tendencias sociales para que las
instituciones de educación superior adapten sus currículos. Así mismo, los actores
del proceso educativo pueden interactuar sin tener que depender de los
encuentros en un espacio y tiempo determinados; la información se puede
almacenar eficientemente, reproducir con excelente calidad y distribuir en tiempo
real. La información está disponible en grandes bases de datos, bibliotecas
electrónicas y en la red, al acceso de cualquier persona sin tener que depender
del profesor y, además, las TIC posibilitan el diseño de distintas estrategias
didácticas que se acomoden a la situación particular de los grupos de estudiantes.
Ferraté señala que las nuevas tecnologías están cambiando la universidad debido
a la cantidad de posibilidades que ellas ofrecen y que lo más probable es que en
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el futuro se llegue al concepto de “hiperuniversidad”. Este autor define así el
concepto: “una entidad que cumpla con la genuina función formativa propia de la
universidad liberándose de las limitaciones espacio-temporales de la universidad
presencial y que se caracterice por estar centrada en el usuario, en todos y cada
uno de los usuarios” (1998: 190). Dice además, que en la universidad son
funciones básicas las relacionadas con la producción, el almacenamiento, la
transmisión y la crítica de la información y que las TIC necesariamente cambiarán
estas funciones.
Para concretar la incidencia de las TIC en la flexibilidad de la educación superior,
podemos referirnos a los siguientes aspectos:
Los continuos progresos de la ciencia y el acelerado cambio de la sociedad
hacen que el conocimiento y la información se multipliquen constantemente y
que, como resultado, se desactualicen rápidamente los profesionales, y aún los
estudiantes. Las TIC pueden jugar un papel muy importante en la actualización
y educación permanente.
Hoy es fundamental y necesaria la autonomía del estudiante en el proceso de
aprendizaje. Los alumnos deben asumir su formación de manera activa y las
TIC contribuyen a ello porque le brindan al estudiante información ilimitada, le
dan la posibilidad de intercambiar ideas con grupos y personas expertas, les
permiten visitar sitios de interés como: museos, ferias, galerías, laboratorios,
bibliotecas electrónicas, entre otros. Además, se pueden utilizar medios de
enseñanza como los tutoriales, la multimedia y el hipertexto, donde el
estudiante pueda resolver problemas, experimentar y entrenarse. Mediante las
TIC, el estudio puede ser autodirigido y es factible trabajar temas que, incluso,
no estén contemplados en el currículo del programa académico en el cual está
matriculado el alumno.
Mediante las TIC se pueden controlar las variables tiempo y espacio, de tal
forma que se le puede ofrecer a los estudiantes la facilidad de acomodar su
estudio al tiempo que tienen disponible y a los espacios que les sean más
cómodos, esto implica flexibilidad para las personas que trabajan o que tienen
otras actividades familiares o personales, en otras palabras, propician el
acceso a la educación de personas en situación económica inferior.
Desde el punto de vista administrativo, las TIC facilitan los procesos
relacionados con lo académico, como: las matrículas, el reporte de
calificaciones, la expedición de certificados, la consulta de la hoja de vida
académica, entre otros, lo cual significa flexibilidad administrativa.
Hemos advertido acerca del crecimiento desmedido de información y de la
posibilidad que ofrece la tecnología para acceder a ella, lo cual es una ventaja
para el estudiante actual; sin embargo, ante ese cúmulo de datos es fácil perderse
y también es muy fácil elegir el camino más cómodo a la hora de tener que
responder por una tarea o consulta. Así que es necesario desarrollar en el alumno
13
la competencia para seleccionar información útil y para procesarla
adecuadamente; de la misma manera, se le debe inculcar el valor de la honestidad
y el respeto por los derechos de autor, invitándolo a construir a partir de lo que se
consulta y rechazando con energía la apropiación indebida de los escritos ajenos.
Una reflexión de Manuel Area nos complementa este punto:
El nuevo reto para la docencia es ayudar a reconstruir dicha información con la finalidad de
convertirla en un conocimiento comprensible y con significado. Esta meta educativa
requiere que en las aulas se potencien y se desarrollen en el alumnado las habilidades y
competencias relacionadas con la búsqueda de información, con saber discriminar lo que
es información útil y de interés para ciertos propósitos, analizar y contrastar datos
obtenidos de diversas fuentes, así como aprender a organizarla, reconstruirla y difundirla.
En definitiva, es enseñar a utilizar la enorme información disponible y ofertada por las TICs
de forma inteligente y crítica. (2005: 45).
Otro punto de análisis es el nuevo rol del profesor frente a las nuevas tecnologías,
puesto que su papel como fuente primaria de información se pierde y se convierte
en guía del estudiante, asesor, interlocutor, facilitador del aprendizaje, tutor;
desempeños estos no tan fáciles como parecen ser, ya que se exige del docente
una mejor preparación, habilidades en el diseño de unidades de aprendizaje bajo
las nuevas tecnologías, mucha dedicación y centrarse en la conceptualización,
para con todo esto ayudar al estudiante en la construcción del conocimiento. Este
nuevo rol implica acabar con una tradición y abrir la mente al cambio y también
supone para las instituciones invertir en capacitación docente.
La incorporación de las nuevas tecnologías a la educación puede convertirse en
una meta difícil de alcanzar si no se dispone de recursos económicos para ello,
sobre todo en las universidades públicas donde el Estado poco a poco viene
dejando en cabeza de las mismas instituciones la obligación de financiarse.
También se pueden encontrar tropiezos por parte de los estudiantes que carecen
de los recursos para adquirir las nuevas tecnologías o para acceder a ellas, bien
sea por la poca disponibilidad que les ofrece la institución o por la falta de tiempo.
Aparte de lo anterior, es bueno mencionar que en el documento “Educación: visión
2019” del Ministerio de Educación Nacional, publicado para debatir las metas que
se deben fijar con relación a la educación al año 2019, cuando se cumpla el
segundo centenario de la independencia, se contempla como programa
estratégico para mejorar la calidad y la competitividad de las personas y del país la
incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) a los
procesos educativos. Se dice lo siguiente:
No cabe duda de que saber manejar computadores es una competencia esencial en el
mundo de hoy, pero mucho más importante es saber utilizarlos con sentido: para aprender,
para solucionar problemas, para mejorar la productividad del trabajo. Las TIC no sólo
ponen al alcance de docentes y estudiantes grandes volúmenes de información, sino que
promueven el desarrollo de destrezas y habilidades esenciales como son la búsqueda,
selección y procesamiento de información, así como la capacidad para el aprendizaje
autónomo. También amplían las fronteras del aprendizaje al poner a disposición nuevos
recursos así como la forma para aprender con otros, incluyendo comunidades remotas (…)
14
Dicho de otra manera, las TIC son una herramienta esencial para tener acceso a la
sociedad del conocimiento. El grado en que los países incrementen su infraestructura de
TIC y se apropien de ellas contribuirá a determinar la calidad de vida de los ciudadanos,
las condiciones de trabajo y la competitividad global de la industria y los servicios. (Peña,
2006: 49)
También es interesante conocer lo que el documento presenta como avances en
educación superior con relación a las TIC, al año 2006, fecha de publicación del
documento:
También ha habido avances en educación superior. En general existe una alta
disponibilidad de equipos de cómputo y conectividad para docentes y estudiantes (del
90%) y el número de estudiantes por PC está entre 11 y 20. La mayoría de los docentes y
estudiantes universitarios tiene cuenta de correo electrónico (93%), pero la proporción es
menor en las instituciones técnicas (23%) y tecnológicas (57%). La mitad de las IES han
incorporado las TIC a sus procesos educativos en forma de cursos para el uso de
herramientas de productividad y en un menor porcentaje como cursos virtuales (elearning). Algunas se están integrando a redes nacionales e internacionales de
investigación en el marco de la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada
RENATA, una red de nueva generación que conecta a las universidades y los centros de
investigación del país entre sí, y a estos con las universidades y los centros más
desarrollados del mundo. Con el apoyo del Gobierno Nacional a través de la Agenda de
Conectividad, el Ministerio de Educación y Colciencias, RENATA impulsa iniciativas para
generar proyectos conjuntos de investigación y vinculación a redes especializadas que
posibiliten a los participantes adquirir, compartir y desarrollar conocimientos y aplicaciones
de alcance cada vez mayor [Estudio de RAMBOLL para el MEN sobre TIC en instituciones
de educación superior]. (Peña, 2006: 52)
CONCLUSIONES
La flexibilidad educativa ha surgido como una respuesta a las condiciones de
apertura y de cambio vividas en las últimas décadas. Las transformaciones en la
economía y en la sociedad han inducido a la educación a considerar la flexibilidad
como un principio curricular, a tenerla en cuenta en los diseños de los programas
académicos de los últimos tiempos. Las tecnologías de la información y la
comunicación propician la implementación de dicho principio. A manera de
conclusión podríamos resumir en los siguientes párrafos los cambios sociales y
económicos más notorios que jalonan la flexibilidad curricular en las instituciones
de educación superior.
La globalización, caracterizada por la universalización de las relaciones, la
eliminación de restricciones en la economía, la apertura y el rompimiento de
fronteras, convoca a la educación a dejar su rigidez y encierro para volverse más
flexible y aumentar sus vínculos con la sociedad. La apertura y el incremento de
relaciones son condiciones de flexibilidad; no puede olvidarse que la flexibilidad es
un problema relacional.
El avance creciente del conocimiento conlleva a las instituciones educativas a
actualizar los currículos, e implica para profesores y estudiantes la necesidad de
15
acceder a nuevos desarrollos de una manera ágil. Por esto, los currículos deben
ser flexibles para que tengan la capacidad de adaptación a los cambios.
El mundo globalizado ha generado una corriente de movilidad de personas,
trabajadores, bienes, servicios y capitales, entre otros; hecho que se ha reflejado
en la educación en los programas de movilidad estudiantil y profesoral, tomados
como expresión de flexibilidad.
La flexibilidad laboral, es decir, la capacidad de ajustar el trabajo a los cambios de
la economía, induce a la educación a reforzar la formación básica de las
profesiones y disciplinas, a desarrollar la creatividad, la disposición al cambio, la
autonomía, la vocación hacia la formación permanente, entre otras; para ello se
diseñan distintas alternativas educativas con lo cual se aporta a la flexibilidad.
El mercado laboral requiere especialistas en diversos frentes. Las posibilidades de
formación para los estudiantes podrían ser muchas si se les permitiera conectarse
con otras disciplinas, otras universidades y otros programas académicos, para
armar su propio plan de formación. Esto implica flexibilidad curricular.
Las tecnologías de la información y la comunicación brindan un sinnúmero de
posibilidades que facilitan la flexibilidad curricular, como: clases no presenciales,
acceso inmediato y amplio a información, estrategias didácticas dinámicas y
autodirigidas y versatilidad en el manejo de espacios y tiempos de aprendizaje,
Después de esta mirada al contexto socioeconómico en relación con la flexibilidad
curricular, terminemos formulándonos la pregunta que Mario Díaz repite varias
veces en su libro Lectura Crítica de la Flexibilidad: ¿En interés de quién y para qué
propósitos la flexibilidad?
BIBLIOGRAFÍA
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