GESTOS DE PASIÓN CANTO DE ENTRADA Viernes Santo 2015 2015 SALUDO INICIAL DEL GUÍA En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. El Dios de la misericordia y del perdón nos conceda el don de su Espíritu para que al contemplar algunos gestos de la pasión y muerte de Jesucristo despierte en nuestro corazón la admiración, la gratitud y la identificación. MONICIÓN AMBIENTAL Son muchos los hombres y mujeres que en este Viernes Santo se asoman a la pasión de Cristo y viven este día especialmente unidos a Él. Son muchos los hombres y mujeres cuyos caminos se entrecruzan con ese camino de cruz. Son muchas las personas que buscan en Cristo un modelo y una esperanza. Participamos hoy en esa historia tremenda y profunda de la pasión del Señor. En ella se conjugan temor y valentía, dolor profundo y egoísmos, generosidad y compasión… Gestos y palabras que como seres humanos reproducimos muchas veces en nuestras propias vidas. Gestos, palabras y silencios que escuchamos, realizamos, proclamamos o compartimos. Ellos pueden ser también gestos de pascua, si miramos a Cristo. ORACIÓN (Recitada por todos) Señor, quiero adorarte solo a ti,... Quiero que tú seas mi Señor..., mi único Señor... Señor, quiero adorarte sólo a ti..., con toda mi mente y mi corazón, con toda mi alma y con todo mi ser... Señor, quiero amarte, servirte y adorarte... En mi salud y en mi enfermedad, En la soledad y en la convivencia, En mis dudas y en mis decisiones En mi oración y en mis trabajos, En mis éxitos y en mis fracasos, En mí, en los demás y en toda la creación.... Señor, quiero que tú seas la única pasión de mi vida... Señor, quiero adorarte sólo a ti... Señor, quiero adorarte sólo a ti... Besar sin amor 1 ¿Qué puede haber de amor falso en mi vida? ¿Aparento amar en provecho propio? «Judas se acercó enseguida, le dijo “¡Maestro!” y le dio un beso. Los otros le echaron mano y lo arrestaron» (Mc 14,45-46) MEDITACIÓN Judas pervierte un gesto que habla de amistad, de confianza, de proximidad. Lo convierte en señal de distancia. Marca un abismo, sella un abandono y una traición. Pervertir la ternura, mentir con el cuerpo, abrazar negando... es la mentira más dolorosa. Y ese beso mentiroso... ¡le hizo sentirse tan sucio que le llevó al suicidio! Jesús, todo beso vacío te destroza el corazón. Como se te rompe cada vez que proclamamos tu nombre sin llenar de evangelio nuestras vidas; o cada vez que alguien niega a su hermano el pan o la amistad. Todo beso mentiroso genera dolor y muerte. Ante tantos besos mentirosos tú callas, Señor. Y no haces nada para detener la historia. Y te entregas. A pesar de tanta mentira, te sigues entregando. GESTO Todos hemos oído aquello de “tirar una piedra y esconder la mano”. Este proverbio alude a las muecas de doblez e hipocresía con los que a veces maquillamos nuestras intenciones. En silencio, tratemos de recordar alguna situación en la que hemos sido testigos de cómo con buenas palabras, o con sonrisas o gestos amables, hemos herido y ofendido a los demás, o hemos tratado de manera injusta... a los hermanos, a los colaboradores, a los cercanos, a los distintos, a los ancianos, a los débiles... ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO Y CANTO (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Negar a Jesús 2 ¿Por qué te rechazo, Jesús? ¿Por qué en el fondo tengo miedo de ti? ¿Cómo podré aprender desde mi fragilidad? «Una hora más tarde otro insitía: “Realmente este estaba con él, además, también es galileo”. Pedro contestó: “No sé lo que dices, hombre”. En ese momento, cuando aún estaba hablando, cantó el gallo. El Señor se volvió y miró a Pedro» (Lc 22,59-60) MEDITACIÓN La historia de Pedro muestra tres gestos sombríos de pasión. En ellos sufrió su propia agonía que fue, al final, aprendizaje. La noche de fiesta, traición y entrega supuso para Pedro una dolorosa frustración; se estrelló contra su propia fragilidad. Pedro, que tanto alardeaba y prometía, falla a su maestro de tres formas fatales. Primero, se queda dormido en Getsemaní. Mientras Judas y los suyos se mueven, él duerme. Segundo, reacciona mal hiriendo al criado del centurión. Opta por el odio y la violencia. Finalmente niega a Jesús. Y no una vez sino tres. Le traiciona no porque disienta del Maestro, sino por miedo. Porque le aterra lo que le pueda sobrevenir... GESTO Ante la figura de Pedro, recordemos también nuestras propias negaciones. Tal vez nosotros no nos atrevemos a decir un “no” de forma abierta. Pero lo decimos de otra manera. Negamos retrasando decisiones, o con excusas y disculpas, o con coartadas y autojustificaciones... en el intento de no dañar en exceso nuestra conciencia tan delicada como deformada. Ante el Señor reconozcamos nuestras negativas a entregarnos. Podemos compartir nuestra oración diciendo: “Perdóname, Señor, porque yo también te niego cuando...” ORACIÓN DE ABANDONO Y CANTO (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Ser coherente 3 ¿Qué afirman mi vida, mis opciones? ¿Hablan mis gestos, mis palabras y mis silencios de un Dios de vida? « Los ancianos del pueblo, los sumos sacerdotes y letrados le preguntaron: Entonces, ¿eres tú el Hijo de Dios? Jesús contestó: “Como decís: Yo soy”» (Lc 22, 70) MEDITACIÓN Hemos de confesar la fe siempre y ante quien haga falta. No negarla, ni acallarla. Tú, Cristo, diste testimonio de coherencia y libertad. Expusiste tu vida ante Caifás al decirle: «Tú lo has dicho»: ante Pilato con tu corrección: «si mi Padre no te hubiera dado poder…» y ante la frivolidad y mundanidad de Herodes con tu silencio valiente. Tú, Señor, nos pides también ser coherentes, siempre y ante todos, como Tú lo has sido. Quieres que nuestras palabras, gestos y silencios sean esplendor de la verdad. Que hablemos del amor auténtico y aparente. Que alcemos la voz y la vida para oponernos a los que matan y hieren, a los que excluyen y desprecian. Que aprendamos de tu libertad y seamos coherentes hasta el final. GESTO Invitamos ahora a recordar el nombre y el rostro de personas –reales y cercanas, adultos o jóvenes, hombres o mujeres- que han sido para nosotros testigos del Cristo vivo con sus palabras, con sus actitudes de vida, con sus decisiones valientes... Se dice el nombre y una brevísima razón que indique por qué ha sido un testigo de Cristo, con esta fórmula: “Nombre... porque...” Después de una serie de intervenciones, prosigue la celebración. ORACIÓN DE SÚPLICA Y CANTO (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Lavarse las manos 4 ¿Soy consciente de las consecuencias de las opciones que tomo? ¿De las relaciones que establezco? ¿De los caminos que elijo y los que desecho? 1 “Pilato pidió agua y se lavó las manos ante la gente diciendo: “No soy responsable de la muerte de este inocente. Allá vosotros” (Mt 27,24) MEDITACIÓN Pilato es de los evitan problemas. Se aparta del justo que sufre. Rechaza hacerse responsable de su cobarde abstención y se refugia en la excusa y en la inhibición. No da la cara por Ti. No quiere que Tú le causes problemas y salpiques su reputación. Se da cuenta de que, para alcanzar la gloria de este mundo, al fin y al cabo, hay que huir de Ti, Señor. Es lo que hace Pilato: Defenderse de la verdad y consentir en el abuso, aún sabiendo que es injusto,... para evitarse contrariedades. Nosotros, a veces, repetimos también su gesto de lavarse las manos. Con gestos parecidos a los suyos eludimos nuestra responsabilidad y no nos complicamos la vida. No queremos hacernos cargo de los otros. ¡Mientras tus hijos, Señor, nuestros hermanos, siguen muriendo clavados en tantas cruces injustas y solos! GESTO El guía motiva el gesto. Consiste en reconocer que también nosotros nos tapamos los ojos o los oídos, como signo de la propia indiferencia, o de la huida ante situaciones de la vida cotidiana (con personas, servicios, necesidades, problemas...) que nos exigirían una mayor sensibilidad y compromiso personal. El gesto, realizado de forma espontánea, puede ir encabezado con frases como éstas: “Yo me lavo las manos cada vez que...”; “Yo cierro mis ojos cuando...” ORACIÓN DE LAMENTACIÓN Y CANTO (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Repartir sus ropas 5 ¿Por qué mirar al que sufre? ¿Cierras los ojos, el corazón y las entrañas ante los crucificados? 1 «Cuando llegaron al lugar llamado La Calavera, los crucificaron a Jesús y a los malhechores: uno a la derecha y otro a la izquierda. Jesús dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”. Después se repartieron su ropa sorteándola entre ellos» (Lc 23, 33-34) 1 MEDITACIÓN El gesto de los soldados refleja un durísimo sarcasmo. Se reparten tus ropas manchadas. Dentro de la coreografía brutal del calvario parece una rutina más. No pueden escuchar los lamentos y gritos de los crucificados. Con una venda en sus ojos, los soldados se inmunizan ante la muerte cruda e injusta. Para ellos, todo se reduce a sacar algo de provecho. Se han vuelto despiadadamente crueles con su juego de azar. El sarcasmo es un mecanismo de protección (para ahorrarnos sufrimientos inútiles) o es consecuencia de la saturación (¡Estamos ya tan acostumbrados a ver tantas tragedias, heridas y problemas...!) o es fruto de nuestras prioridades (andamos absortos en lo nuestro y no dejamos espacio para los demás con sus problemas). Y cuando el sufrimiento ajeno nos visita, nos dedicamos a divertirnos. GESTO Hoy podemos elevar al cielo esta oración: «Señor, que me duela el mundo». Pidamos el no permanecer indiferentes, fríos, ajenos a otras vidas... Pedimos la valentía de mirar los rostros de los que sufren y comprender las implicaciones de nuestra decisión, de nuestro silencio, o de cada gesto nuestro... ORACIÓN DE PERDÓN Y CANTO “Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermanos solo y desamparado, ayúdanos a mostrarnos disponibles ante quien se siente explotado y deprimido” (Plegaria eucarística Vb) (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Contemplar la Cruz 6 Miro en silencio al Señor en cruz, ¿qué veo? «Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María la Magdalena» (Jn 19,25) MEDITACIÓN En el calvario hay tres crucificados: El Inocente, el arrepentido y el obstinado. Hay personas que sucumben bajo a cruz y otras que nacen bajo ella. Hay cruces que aplastan, destruyen, deterioran.... y cruces victoriosas que vencen, que dan vida, que resucitan. Tal vez la cruz sea una sola: Todas las cruces están hechas de la misma madera como la de Jesús y la de los malhechores, crucificados a su derecha e izquierda. Todo depende de quién está en ella crucificado. Se podría decir que no hay diferentes cruces, sino diferentes crucificados; o tal vez mejor, el Inocente Crucificado cambia de signo la propia cruz. Hay una sola cruz que es la expresión del pecado del hombre, consecuencia de su malicia en un mundo enmalecido. Hay otra que es signo de entrega y amor hasta la muerte en un mundo sin amor. ¿Cuál es la tuya? GESTO Después de la breve reflexión, se entroniza un Cristo crucificado que se coloca cerca y a la vista de los participantes. Y se hace un “coloquio compartido con Cristo crucificado” en base a tres preguntas que proclama el guía y que deja que respondan en alta voz y de manera espontánea: «¿Qué has hecho Tú, Jesús, por mí?» «¿Qué he hecho yo hasta ahora por Tí?» «¿Qué debo hacer por Tí?» ORACIÓN DE CONTEMPLACIÓN Y CANTO (Se elige del repertorio de cantos conocidos) Instrucciones para la celebración Cuidar el espacio de la celebración; la iluminación debe ser tenue; los signos serán sencillos y bellos; el ritmo y duración cuidados (no debe prolongarse excesivamente ni resultar pobre la participación...). Ello depende de la motivación y seguimiento por parte del guía. En la meditación compartida sobre cada gesto intervienen dos lectores junto con el guía. Sus intervenciones deben ser cuidadas, claras. Han debido prepararse con antelación: Primer lector: Lee el título del Gesto. Luego, lee también las preguntas (deja un espacio de silencio despueés de cada una de ellas) y el texto evangélico. Segundo lector: Lee la meditación. Guía: Motiva e invita a realizar el gesto sugerido (que puede ser sustituido por otro que parezca más adecuado) y la oración al final de cada gesto. Tener preparados con antelación los signos que se van a necesitar para realizar los gestos: GESTO DIAPOSITIVA PROYECTADA Besar sin amor Un corazón con una tachadura. O una máscara Negar a Jesús Negarse... Ser coherente Lanzar piedras y esconder la manos Lavarse las manos Lavándose las manos Repartirse las ropas Jugarse las ropas Contemplar la cruz Un Crucificado grande La oración final de cada una de las partes la realiza el guía... La puede realizar de forma espontánea recogiendo algunas de las intervenciones expresadas por los participantes con la orientación que se indica en cada una de ellas (súplica, acción de gracias, contemplación,...etc.). El final de la celebración es contemplativo... Propiamente no se termina en un momento, sino que se deja un espacio de silencio y contemplación ante el Cristo en la Cruz (o ante el Monumento) y cada cual va terminando cuando lo desee... cuidando mucho de que en el lugar de la celebración haya mucho silencio...