Sentencia de 10 de mayo de 2007, del Tribunal Supremo

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Nº de Recurso:
Nº de Resolución:
Procedimiento:
Ponente:
Tipo de Resolución:
28079120012007100371
Tribunal Supremo. Sala de lo Penal
Madrid
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10828/2006
380/2007
PENAL - PROCEDIMIENTO ABREVIADO/SUMARIO
JOSE RAMON SORIANO SORIANO
Sentencia
Resumen:
- DELITO CONTRA LOS DERECHOS DE LOS ESTRANJEROS. PROSTITUCIÓN. * Art. 318
bis C.P.: alcance interpretativo de la inmigración clandestina. Doctrina de esta Sala. * El tipo previsto
en el art. 318 bis-1º C.P., se halla en concurso real con los posibles delitos de determinación a la
prostitución, cometido con posterioridad (cada persona prostituída un delito), previsto en el art. 188-1º
C.P. * Entre el art. 188-1º y el subtipo del art. 318 nº 2 y sus cualificaciones del nº 3, no se produce
infracción del principio "non bis in idem".
SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a diez de Mayo de dos mil siete.
En los recursos de casación por infracción de ley, de preceptos constitucionales y quebrantamiento
de forma, que ante Nos penden, interpuestos por los procesados Abelardo y Edurne , contra la sentencia
dictada por la Audiencia Provincial de Alicante, Sección Séptima, con sede en Elche, que les condenó por
delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y dos delitos relativos a la prostitución y al primero
además, otro delito de lesiones, los Excmos.Sres. Magistrados componentes de la Sala Segunda del
Tribunal Supremo que al margen se expresan se han constituído para votación y fallo bajo la Presidencia
del primero de los indicados y Ponencia del Excmo.Sr.D.José Ramón Soriano Soriano, siendo también parte
el Ministerio Fiscal y estando dichos recurrentes representados por la Procuradora Sra. López Barreda.
I. ANTECEDENTES
1.- El Juzgado de Instrucción nº 5 de Torrevieja, instruyó Sumario con el número 5/2004 contra
Abelardo y Edurne , y una vez concluso se remitió a la Audiencia Provincial de Alicante, cuya Sección
Séptima con fecha veintiocho de abril de dos mil seis, dictó sentencia que contiene los siguientes HECHOS
PROBADOS:
"En fecha indeterminada de finales del año 2004, el procesado Abelardo , mayor de edad y sin
antecedentes penales, de nacionalidad rumana y sin residencia legal en España, propuso a su compañera
sentimental, María Esther (testigo protegido nº NUM000 ), viajar desde Rumanía a España ofreciéndole
falsamente un puesto de trabajo como camarera en un bar que había adquirido en la localidad de
Torrevieja, haciéndose el mismo cargo de todos los gastos del viaje y siendo la testigo acompañada durante
el trayecto por la procesada, Edurne , mayor de edad y de la que no constan en España antecedentes
penales, de nacionalidad rumana y sin residencia legal, quien actuaba de común acuerdo con el otro
procesado. Sin embargo, una vez que la citada testigo llegó a Torrevieja fue conducida por ambos
procesados al Club Skala, donde fue obligada a permanecer durante un mes y medio y mantener relaciones
sexuales con los clientes del local, siendo en todo momento sometida al control de Edurne quien no sólo
dormía con ella y la acompañaba en las pocas salidas que realizaba para efectuar compras, sino que
también le arrebató su pasaporte así como el dinero que obtenía cada día con el ejercicio de tal actividad.
En una ocasión la testigo número NUM000 , tras acabar una jornada de trabajo en el Club Skala, fue
conducida en taxi por Edurne al domicilio sito en la c/ Bergantín número 12, lugar donde se encontraba
Abelardo , quien tras haber tenido conocimiento de que la testigo había pedido ayuda a un cliente del
establecimiento para huir de la situación en la que se encontraba, la agarró del cuello y comenzó a
propinarle golpes por todo el cuerpo, tomando unas tijeras y pinchándola con ellas en la cabeza y en las
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piernas, causándole lesiones consistentes en contusión frontal, heridas y contusiones en el cuero cabelludo,
traumatismo en la región anterior del cuello por aplastamiento de tráquea, erosiones en la región lateral
izquierda del cuello, herida contusa en el mentón y en el labio superior, herida inciso punzante en la región
temporal derecha y heridas inciso punzantes en el muslo izquierdo, precisando para su sanidad de una
primera asistencia facultativa, no reclamando la perjudicada la indemnización que pudiera corresponderle
por ello. Huyendo de la agresión la testigo número NUM000 se introdujo descolgándose en el balcón de la
vivienda de Carlos Ramón (testigo protegido número NUM001 ) quien la encontró encogida en un rincón
intentando esconderse y en un estado notorio de nerviosismo, presentando heridas por diversas partes del
cuerpo, siendo las más notables las de la cabeza y cuello, por lo que como sangraba abundantemente
procedió a introducirla en el interior de la vivienda y curarle las heridas que presentaba. Que tras contarle lo
sucedido la lesionada al testigo NUM001 , procedió éste a avisar a la Guardia Civil y a los servicios
sanitarios. De regreso al domicilio y como la testigo NUM000 no tenía ninguna persona conocida que le
ayudara, el testigo NUM001 le permitió qudarse en su vivienda mientras se resolvía su situación. La noche
del día 3 de noviembre de 2004, y tras haber prestado declaración en la policía la testigo NUM000 recibió
una llamada telefónica al móvil que duró largo tiempo, manifestando una vez finalizada al testigo NUM001
que retiraría la denuncia, lo que hizo creer al testigo NUM001 que la llamada telefónica fue amenazante con
el fin de que retirara la denuncia y regresara al lugar de donde se escapó. Las llamadas amenazantes se
repitieron a diario durante el tiempo en que estuvo en el domicilio del testigo NUM001 , según le manifestó
la testigo NUM000 .
Igualmente y en las mismas fechas los procesados actuando de común acuerdo, con ánimo de
obtener ilícito beneficio económico y aprovechándose de la mala situación económica en la que se
encontraba a causa de la enfermedad de su padre, propusieron a Encarna (testigo protegido
DIRECCION000 ) viajar en autobús desde Rumanía a España ofreciéndole trabajo como dama de
compañía, asumiendo los procesados los gastos del viaje, el cual realizó acompañada por Edurne .
De igual forma una vez que la testigo DIRECCION000 llegó a Torrevieja fue conducida por los
procesados al Club Skala donde la obligaron a ejercer la prostitución durante varios días, siendo despojada
por Edurne no solo de su pasaporte sino también del dinero que obtuvo como consecuencia de tal actividad.
Edurne entregaba el dinero obtenido por ambas testigos a Abelardo ".
2.- La Audiencia de instancia dictó el siguiente pronunciamiento:
"FALLAMOS:
1.- Que debemos CONDENAR Y CONDENAMOS al procesado en esta causa Abelardo , como autor
criminalmente responsable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de dos delitos
relativos a la prostitución ya definidos, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la
responsabilidad criminal, a la pena de 10 años de prisión, accesoria de inhabilitación especial para el
ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena por el delito contra los derechos de
los ciudadanos extranjeros, y 4 años de prisión por cada uno de los dos delitos relativos a la prostitución,
accesoria de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de
condena y 20 meses de multa con una cuota diaria de 10 euros, sin responsabilidad personal subsidiaria.
2.- Igualmente DEBEMOS CONDENAR Y CONDENAMOS al procesado Abelardo como autor
criminalmente responsable de un delito de lesiones ya descrito, sin la concurrencia de cicunstancias
modificativas de la responsabilidad criminal, a la pena de 1 año de prisión, accesoria de inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de la condena y 1 año de
privación del derecho a la tenencia y porte de armas.
3.- Que debemos CONDENAR Y CONDENAMOS a la procesada Edurne como autora criminalmente
responsable de un delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y de dos delitos relativos a la
prostitución ya definidos, sin la concurrencia de circunstancias modificativas de la responsabilidad crimial, a
la pena de 10 años de prisión, accesoria de inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de sufragio
pasivo durante el tiempo de la condena por el delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros, y 4
años de prisión por cada uno de los dos delitos relativos a la prostitución, accesoria de inhabilitación
especial para el ejercicio del derecho de sufragio pasivo durante el tiempo de condena y 20 meses de multa
con una cuota diaria de 10 euros, sin responsabilidad personal subsidiaria.
Se impone a ambos procesados el pago de las costas procesales por mitad. Igualmente, de
conformidad con lo dispuesto en el artículo 57 del Código Penal se impone a los procesados la pena
accesoria de prohibición de aproximarse a las víctimas a una distancia inferior a 500 metros por un periodo
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de 5 años.
Abonamos a los procesados la totalidad de tiempo de prisión provisional sufrida por esta causa para
el cumplimiento de las expresadas penas de privación de libertad.
Requiérase a los procesados Abelardo y Edurne al abono, en plazo de quince días, de la multa
impuesta.
Conclúyase en forma las piezas de responsabilidad civil.
Notifíquese esta sentencia a las partes, conforme a lo dispuesto en el art. 248-4 de la L.O.P.J .
haciendo saber que contra la misma cabe interponer recurso de casación ante el Tribunal Supremo en el
plazo de cinco días".
3.- Notificada la sentencia a las partes, se prepararon recursos de casación por infracción de ley, de
preceptos constitucional y quebrantamiento de forma por los procesados Abelardo y Edurne , que se
tuvieron por anunciados, remitiéndose a esta Sala Segunda del Tribunal Supremo las certificaciones
necesarias para su sustanciación y resolución, formándose el correspondiente rollo y formalizándose dichos
recursos.
4.- El recurso interpuesto por el procesado Abelardo , se basó en los siguientes MOTIVOS DE
CASACIÓN: Primero.- Invocado al amparo del artículo 849 párrafo 1º de la L.E.Criminal , por aplicación
indebida del artículo 318 bis 1, 2 y 3 del Código Penal. Segundo .- Invocado al amparo del art. 849 párrafo
1º de la L.E.Criminal por aplicación indebida del artículo 188.1 del Código Penal. Tercero .- Invocado al
amparo del artículo 849 párrafo 1º de la L.E.Criminal , por aplicación indebida del art. 153.1 y 2 del Código
Penal. Cuarto .- Invocado por quebrantamiento de forma al amparo del art. 850.1 de la L.E.Cr . al haberse
denegado diligencias de prueba que, propuestas en tiempo y forma se consideraban pertinentes. Quinto.Invocado al amparo del art. 5.4 L.O.P.J . y del art. 852 LECr . por vulneración del art. 24.2 CE . que
garantiza el derecho a un procedimiento público con todas las garantías, en relación con el derecho a la
tutela judicial efectiva y al derecho de defensa. Sexto.- Invocado al amparo del art. 5 párrafo 4º de la L.O.P.J
. por vulneración de precepto constitucional, en concreto el art. 120.3 de la Constitución española que
recoge el derecho de la motivación de la sentencia en relación con el artículo 24.1 de la Constitución
española. Séptimo y Octavo .- Por infracción de Ley al amparo del artículo 849.1 L.E.Cr . por aplicación
indebida del art. 66.6 del Código Penal en relación con los arts. 188.1 y 318 bis 1, 2 y 3 del mismo texto
legal. Noveno .- Invocado por infracción de precepto constitucional al amparo de lo establecido en el art.
5-4º de la L.O.P.J . por vulneración del derecho fundamental a la presunción de inocencia consagrado en el
art. 24.2 de la Constitución española.
Y el recurso interpuesto por la representación de la procesada Edurne , se basó en los siguientes
MOTIVOS DE CASACIÓN: Primero.- Invocado al amparo del art. 849.1º L.E.Cr . por aplicación indebida del
artículo 318 bis 1, 2 y 3 del Código Penal. Segundo .- Invocado al amparo del art. 849 párrafo 1º de la
L.E.Criminal , por aplicación indebida del art. 188.1 del Código Penal. Tercero .- Invocado por
quebrantamiento de forma al amparo del artículo 850.1 L.E .Criminal, al haberse denegado diligencias de
prueba que, propuesta en tiempo y forma se consideraban pertinentes. Cuarto.- Invocado al amparo del art.
5.4 L.O.P.J . y dell art. 852 L.E.Cr . por vulneración del art. 24.2 CE . que garantiza el derecho a un
procedimiento público con todas las garantías, en relación con el derecho a la tutela judicial efectiva y el
derecho de defensa. Quinto.- Invocado al amparo del art. 5, párrafo 4º de la L.O.P.J . por vulneración de
precepto constitucional, en concreto del art. 120.3 de la Constitución española que recoge el derecho a la
motivación de la sentencia en relación con el art. 24.1 de la Constitución española. Sexto y Séptimo .- Por
infracción de Ley al amparo del art. 849.1 L.E .Criminal por aplicación indebida del artículo 66.6 del Código
Penal en relación con los arts. 188.1 y 318 bis 1, 2 y 3 del mismo texto legal. Octavo .- Invocado por
infracción de precepto constitucional al amparo de lo establecido en el art. 5.4 L.O.P.J . por vulneración del
derecho fundamental a la presunción de inocencia consagrado en el art. 24.2 de la Constitución española.
5.- Instruído el Ministerio Fiscal de los recursos interpuestos, impugnó todos los motivos alegados en
los mismos; la Sala admitió a trámite dicho recursos y quedaron conclusos los autos para señalamiento de
fallo cuando por turno correspondiera.
6.- Hecho el correspondiente señalamiento, se celebró la votación y fallo del presente recurso el día
24 de Enero del año 2007, en cuyo día tuvo lugar la deliberación correspondiente, habiendo acordado por
unanimidad dicha Sala someter para estudio del Pleno no jurisdiccional de esta Sala Segunda del Tribunal
Supremo la compatibilidad o incompatibilidad aplicativa del art. 318 bis, 1º, 2º y 3º y el 188-1º C.Penal ,
cuando el autor del hecho está incurso en ambos, dictándose auto en veinticinco de enero siguiente en el
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que se acordó prorrogar el término para dictar sentencia hasta la reunión del Pleno no jurisdiccional de esta
Sala Segunda en el que se logre un acuerdo sobre la mencionada materia objeto del recurso. Pleno
celebrado el 24 de Abril de 2007.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Los motivos de los recursos articulados respectivamente por cada uno de los acusados
deberán ser resueltos conjuntamente, pues tanto los nueve formalizados por Abelardo , como los ocho que
formula la acusada y condenada en la instancia Edurne , son sustancialmente idénticos en sus argumentos,
que en la mayoría de las ocasiones se reproducen textualmente.
La única diferencia es el motivo 3º de Abelardo , referido al delito de lesiones, que afecta
exclusivamente a él y no a la coprocesada.
1. El primero de los motivos, se ampara en el art. 849-1º L.E.Cr . y estima aplicado indebidamente el
art. 318 bis 1º, 2º y 3º del C.Penal . Considera el censurante que no nos hallamos ante un supuesto de
inmigración clandestina por diversas razones:
a) Cuando el Pleno no jurisdiccional de esta Sala Segunda celebrado el 13 de julio de 2006 adoptó el
acuerdo de considerar constitutivo del delito de inmigración clandestina "el hecho de entrar en el país bajo la
condición de turista con el propósito de permanecer allí trabajando, careciendo de permiso de trabajo y de
residencia en España", el acuerdo se estaba refiriendo al art. 313 C.P. y no al 318 bis del mismo cuerpo
legal.
b) el bien jurídico protegido en el art. 318 bis es el interés del Estado en mantener controlado el flujo
migratorio para la protección de los derechos de los emigrantes y si eso es así no cabe pasar por alto que
en los hechos no resulta ninguna falsificación de documento al viajar los afectados con un pasaporte
legítimo, excluyendo cualquier intento de ocultar la identidad. Tampoco se utilizaron medios clandestinos
para burlar los controles administrativos y su introducción en España fue a través de un autobús, medio
regular de transporte.
c) las ofendidas por el delito acudieron voluntariamente al país y no existe ninguna prueba de que los
recurrentes tuvieran participación en el hecho, ya que ninguno intervino en la tramitación de la
documentación que, por otra parte, era correcta y tampoco el recurrente Abelardo acompañó a las mujeres
rumanas en su viaje a España.
2. La Sala de instancia analizó exhaustivamente los requisitos típicos de la conducta prevista en el
art. 318 bis y realizó un adecuado juicio de subsunción. Delimitó el concepto de emigración clandestina o
contraria a las disposiciones que la Ley de Extranjería (L. O. nº 4 de 11-2-2000 ) y demás normas
modificadoras o de desarrollo (Reglamento) establecen, para concluir que su estancia en España era
desconocida para las autoridades españolas, que nunca la habían autorizado y que, con fines fraudulentos
(finalidades turísticas) y sin control del tiempo de permanencia y medios de vida, son dedicadas
coactivamente al ejercicio de la prostitución.
A esos datos que fluyen del factum y a todos los demás que contribuyeron a perfilar el relato histórico
sentencial nos debemos acomodar por constituir el referente de un posible error subsuntivo, dada la
sumisión a los mismos impuesta por el art. 884-3 L.E.Cr . En ellos es indudable que se describe un delito del
art. 318 bis C.P .
3. Por otra parte el concepto de emigración clandestina esbozado en el Pleno no jurisdiccional
invocado por el recurrente es perfectamente trasladable al caso que nos ocupa, ya que los términos
gramaticales (inmigración clandestina) son exactos en el art. 313 y 318 bis e idéntica debe ser también su
significación jurídica, además que la diferencia no se halla en la delimitación típica, sino en el sujeto pasivo,
que en un caso es el trabajador y en el otro un ciudadano extranjero ("persona" en general), sea o no
trabajador. En la práctica la doctrina más caracterizada entiende que con la nueva redacción del art. 318 bis
por Ley Orgánica nº 11de 29 de septiembre de 2003 se ha producido una derogación tácita del art. 313-1º
C.P . y ello por cuanto a pesar de la aparente diferencia, aunque en este último precepto no se hable de
trabajador extranjero, sí se precisa que sea un inmigrante y este término solo puede predicarse de un
extranjero; los nacionales no inmigran a su propio país.
Resulta más que oportuno reflejar la jurisprudencia de esta Sala sobre esta cuestión que el propio
Fiscal trae a colación, resolviendo casos semejantes al que nos ocupa.
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Esta Sala ha dicho: "La clandestinidad a que se refiere el tipo penal no concurre exclusivamente en
los supuestos de entrada en territorio español por lugar distinto a los puestos fronterizos habilitados al
efecto, sino que queda colmada también mediante cualquier entrada en la que se oculte su verdadera razón
de ser, lo que incluye la utilización de fórmulas autorizadas del ingreso transitorio en el país (visado turístico,
por ejemplo) con fines de permanencia, burlando o incumpliendo las normas administrativas que lo
autoricen en tales condiciones (STS 1059/2005, de 28 de septiembre, 1465/2005, de 22 de noviembre,
994/2005, de 30 de mayo y 651/2006, de 5 de junio ). En el mismo sentido se pronuncia la Sentencia
1595/2005, de 30 de diciembre , que afirma: "basta con que el ingreso en nuestras fronteras se lleve a cabo
encubriendo el verdadero carácter, haciendo pasar por turistas a quienes, en realidad, venían a dedicarse al
ejercicio de la prostitución"; y la sentencia 1381/2005, de 20 de enero que establece: "el tránsito por un
puesto fronterizo no siempre encierra, según la experiencia general, un control efectivo; la utilización de tal
clase de acceso no descarta la ilegalidad en la explotación lucrativa de la inmigración con grave riesgo para
los derechos de los extranjeros, baste recordar la sumisión a la organización con desamparo para los
extranjeros que implicaba el desposeerlos de sus pasaportes y la percepción por aquélla de las
retribuciones correspondientes a los trabajos que desarrollaban los inmigrantes".
4. En atención a lo expuesto, es patente que los argumentos del motivo no pueden merecer favorable
acogida. Las ofendidas no vinieron a España voluntariamente, sino con voluntad viciada, engañadas por la
acusada Edurne , en coordinación con el otro acusado. La primera de las mujeres introducidas
ilegítimamente en el país era la compañera sentimental de aquél, y tanto ésta como la otra mujer también
sujeto pasivo del delito fueron conducidas a España para su explotación, desconocían las finalidades de los
recurrentes y aceptaron un trabajo legítimo dada la imperiosa necesidad de conseguir dinero, lo que las
colocaba en situación de especial vulnerabilidad.
Por último, la falta de pruebas que acrediten la participación en los hechos, aducido como argumento
exculpatorio por el acusado, hace referencia al derecho a la presunción de inocencia que también formula
en otro motivo, y será entonces cuando se trate la cuestión. De momento, y partiendo del intangible tenor de
los hechos probados, la introducción en España con engaño de las dos ciudadanas rumanas con fines de
explotación sexual lucrativa se realiza como consecuencia de un concierto con Edurne ("quien actuaba de
común acuerdo con el procesado" dice textualmente el factum), y todo ello después de una iniciativa de este
último cerca de la víctima María Esther "ofreciéndole falsamente un puesto de trabajo como camarera de un
bar que había adquirido en la localidad de Torrevieja", según rezan los hechos probados.
El motivo ha de ser rechazado.
SEGUNDO.- En el segundo y tercer motivos, el recurrente acude a la vía casacional prevista en el art.
849-1º L.E.Cr . (corriente infracción de ley), por estimar indebidamente aplicados los arts. 188-1º C.P.
(motivo 2º) y 153-1º y 2º C.P. (motivo 3º ), cuando el desarrollo íntegro de los motivos lo dedica a la
vulneración del derecho a la presunción de inocencia que, a su vez, en el motivo 9º con carácter genérico,
vuelve a plantear.
Por ello estimamos adecuado tratar los tres motivos (como hace el Fiscal) de forma conjunta, sin
perjuicio de reconsiderar la aplicación de los tipos penales o juicio subsuntivo atinentes al art. 188-1º que,
en relación al 318 bis, se hace en los motivos 6º y 7º con ocasión de la determinación o individualización de
la pena.
1. En el motivo 2º se analizan, en relación al delito de prostitución, las pruebas habidas en la causa,
procediéndose a una nueva consideración valorativa de las mismas, a pesar de que al finalizar el desarrollo
argumental de tal motivo se dice que la misión del tribunal de casación, en orden al control del derecho a la
presunción de inocencia, no es la de proceder a un nuevo análisis ni a una renovada valoración de la
prueba practicada en la instancia ni tampoco la de revisar críticamente la mentada valoración, sino que
únicamente le corresponde la comprobación y verificación de que la Audiencia dispuso de un mínimo de
actividad probatoria de cargo, llevada a cabo con observancia de las garantías constitucionales y
procesales, valorada conforme a criterios de lógica y de experiencia.
Sin embargo, el recurrente no asume tal autorecomendación y examina y valora la prueba. Respecto
al delito de lesiones la insuficiencia probatoria la hace radicar en la ausencia de dictámen del médico
forense que acreditara el alcance de las mismas.
2. Pasando a analizar el derecho a la presunción de inocencia, específicamente invocado en el
motivo 9º en relación al 1º, 2º y 3º, el censurante ataca la legitimidad y eficacia de la prueba en los
siguientes puntos:
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a) no existe elemento probatorio alguno que acredite que el recurrente conociera a las dos víctimas y
nadie, excepción hecha de la testigo protegida, ha podido relacionarle con los hechos. Incluso su identidad
era desconocida para los responsables del club Skala, donde supuestamente ejercieron las dos mujeres la
prostitución.
b) no debe reputarse prueba válida el testimonio de la testigo protegida DIRECCION000 . por no
haber acudido al juicio oral y presentar muchas contradicciones.
c) tampoco es prueba apta para destruir la presunción de inocencia la declaración de la testigo
protegida nº NUM000 , porque sólo depuso ante la policía y no acudió a ratificar su testimonio al juicio oral,
sin que tal déficit probatorio pueda ser suplido por lo declarado por los funcionarios intervinientes en el
atestado, o por el testigo protegido nº NUM001 , porque ninguno de ellos presenció los hechos.
d) respecto al delito de lesiones, como tuvimos ocasión de anticipar, porque no existe parte médico
del forense ni testimonio judicial de la perjudicada, que sólo depuso ante la policía sin posterior ratificación
ante el juez instructor.
3. Los reparos opuestos al bagaje probatorio utilizado por el tribunal han sido objeto de análisis
pormenorizado por la sentencia combatida en los fundamentos tercero y cuarto, justificando las pruebas de
cargo existentes y su valoración, para apuntalar la convicción definitivamente alcanzada acerca de la
culpabilidad de los acusados.
En relación a la testigo protegida nº DIRECCION000 , que se hallaba en ignorado paradero, se
procedió de modo correcto procesalmente. El testimonio fue evacuado ante la autoridad judicial instructora
con el carácter de prueba anticipada, esto es, con la asistencia del Mº Fiscal y de los abogados defensores
de los acusados, preconstituyendo la prueba mediante su plasmación en un video, que la Sala
sentenciadora pudo oir y visualizar en juicio al igual que las demás partes procesales con posibilidad de
someterlo a la debida contradicción.
En tal declarción la ofendida pone de manifiesto las amenazas y coacciones de que fue objeto desde
su país de origen, Rumanía, para de allí trasladarse a España, viaje que realizó acompañada de la acusada
Edurne , haciendo constar que fue a recibirla el otro procesado, trasladándola a un piso y después al club
Skala donde, vigilada y controlada por Edurne , fue obligada a prostituirse, retirándole el pasaporte y
entregando las ganancias obtenidas a los procesados.
4. En cuanto al testimonio de la testigo protegida nº NUM000 , se produce una aparente contradicción
en el discurso sentencial. Por un lado se descarta toda validez al mismo por haber sido prestado ante los
funcionarios policiales, sin posterior ratificación judicial, y por otro recoge sus manifestaciones por la vía de
los testigos de referencia (art. 710 L.E.Cr .), en particular el testigo protegido nº NUM001 que, ante la
ausencia del testigo directo, viene a describir un relato prácticamente idéntico a lo declarado policialmente
por aquélla.
Esta Sala en un reciente Pleno no jurisdiccional celebrado el 28 de noviembre de 2006 , llegó al
siguiente acuerdo: "Las declaraciones válidamente prestadas ante la policía pueden ser objeto de valoración
por el Tribunal, previa su incorporación al juicio oral en alguna de las formas admitidas por la
jurisprudencia".
En nuestro caso no existió contradicción argumental por parte de la Audiencia, ya que la declaración
en sí, por su intrínseco valor probatorio no surtió efectos, sino que fue la prueba testifical de referencia la
que legitimó la convicción judicial sobre los hechos contra ella cometidos, habida cuenta que nos hallamos
ante las manifestaciones de quienes directamente recibieron sus impresiones sobre lo ocurrido de la víctima
del delito ("auditio proprio") y no a través de un intermediario o tercero que a su vez cuenta y relata lo que el
testigo presencial le refiere ("auditio alieno").
5. El testigo protegido nº NUM001 explicó detalladamente lo que la ofendida dijo haberle sucedido,
apreciando "de visu" las heridas de la cara que sangraban, así como las abundantes llamadas telefónicas
recibidas y el propósito de desdecirse o no ratificar lo depuesto por las incuestionables amenazas recibidas.
El testigo no sólo pudo comprobar el alto temor que sufría la ofendida, preocupada por huir de sus
agresores, sino que incluso el tribunal de origen pudo detectar signos evidentes de ese temor en el propio
testigo, circunstancia que confirmó su madre, al afirmar que en las proximidades de su casa observaba la
presencia de rumanos sin finalidad aparente alguna.
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Tales presiones o situaciones coactivas frente a los testigos fueron inequívocamente provocadas por
el entorno de los acusados (amenazas anónimas previas) y no tenían otro objetivo que modificar su
testimonio.
6. Los tres policías actuantes que pudieron referir las primeras impresiones directas transmitidas por
la ofendida (testigo protegida nº NUM000 ), cuando fue violentamente lesionada, así como cuando le
recibieron declaración, también depusieron en su condición de testigos de referencia (art. 710 L.E.Cr .), ya
que por razones de fuerza mayor no pudo comparecer a juicio la testigo directa, víctima del delito.
7. Completan las probanzas las declaraciones del dueño y del encargado del club Skala, que
demuestran que en dicho local se ejercía la prostitución y se llevaba un libro registro de las mujeres que
utilizaban los servicios de hospedaje (prueba documental), figurando las dos ofendidas allí inscritas, lo que
constituye una corroboración periférica de las declaraciones de aquéllas.
Por último y respecto a las lesiones del art. 153 C.P . el alcance de las mismas fue acreditado por el
testigo protegido nº NUM001 , por los funcionarios de policía que las percibieron directamente y por el parte
de asistencia médica unido al folio 35, que acreditan la producción de heridas en la mujer, dando por
supuesta la inatacada condición de compañera sentimental del agresor.
Los motivos segundo, tercero y noveno deben rechazarse.
TERCERO.- En el motivo cuarto se alega quebrantamiento de forma, en base al art. 850-1 L.E.Cr .
por haberse denegado diligencias de prueba que, propuestas en tiempo y forma, se consideraban
pertinentes.
1. El recurrente propuso en su momento la prueba testifical directa de las testigos protegidas nº
NUM000 y DIRECCION000 , víctimas del delito. El tribunal desatendió la petición y reprodujo la prueba del
sumario respecto a la testigo nº NUM000 a pesar de no ratificar su testimonio ante la autoridad judicial.
Respecto a la que declaró en el sumario ante el juez con el carácter de prueba anticipada (intervinieron el
Fiscal y la defensa letrada de los procesados) no se interrumpió como interesó la defensa la diligencia de
visionado de la cinta de video que recogía la declaración para intentar nueva citación, denegándose la
suspensión solicitada a la que en su opinión se hallaba obligado el tribunal conforme al art. 746.3 L.E.Cr .
El recurrente es conocedor y evoca la doctrina de esta Sala relativa a la presencia de testigos en la
vista oral, que puede sustituirse por la lectura de lo declarado en el sumario (art. 730 L.E.Cr .),
prescindiendo de su asistencia personal por determinadas causas de fuerza mayor, como fallecimiento del
testigo, hallarse en ignorado paradero o residir en el extranjero sin posibilidad de hacerle comparecer ante
tribunales españoles.
2. Es indudable que las diligencias sumariales son actos de investigación encaminados a la
averiguación del delito e identificación del delincuente que no constituyen en sí mismas pruebas de cargo,
pues su finalidad específica no es la fijación definitiva de los hechos para que estos transciendan a la
resolución judicial, sino la de preparar el juicio oral, proporcionando a tales efectos los elementos necesarios
para la acusación y la defensa y para la dirección del debate contradictorio atribuido al juzgador.
No obstante es doctrina del Tribunal Constitucional, que arranca de la sentencia 31/1981 (véase, por
todas S.T.C. 38/2003 ), que la regla general sobre la reconducción y práctica de todas las pruebas al juicio
oral, tiene excepciones en las que es posible integrar la valoración probatoria de lo actuado en el plenario
con el resultado de diligencias sumariales de investigación (entre estos supuestos se pueden citar las
previsiones del art. 714 y 730 , o de prueba anticipada: art. 448 y 657 todos ellos L.E.Cr .).
3. Trasladando los criterios jurisprudenciales al caso que nos ocupa, ya anticipamos que la lectura en
juicio del testimonio prestado ante la policía de la testigo protegida nº NUM000 , que desapareció sin dejar
señas desde un principio, no puede tener valor probatorio en sí mismo, como prueba testifical,
excepcionalmente reproducida en el juicio oral.
Ahora bien, los aspectos fundamentales del contenido de tal declaración fueron introducidos en el
plenario a través de los testigos de referencia (art. 710 L.E.Cr .), al darse los requisitos precisos para su
eficaz declaración, como son, la ausencia o imposibilidad de que el testigo presencial asista a juicio y el
conocimiento de primera mano de lo depuesto por dicho testigo directo ("auditio proprio").
En tal sentido declararon el testigo protegido nº NUM001 ( Carlos Ramón ), que acogió a la víctima
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lesionada en el balcón de su casa al que se había descolgado huyendo del acusado agresor del que recibió
una brutal paliza, dándole protección por un tiempo hasta que se resolviese su situación, durante el cual le
pudo contar con detalle lo sucedido, percatándose el testigo de forma directa del aspecto que presentaba su
cuerpo lesionado.
También fueron testigos de las primeras impresiones relatadas por la ofendida los policías que la
asistieron en un principio y posteriormente le recibieron declaración.
La lectura de tal declaración policial se muestra innecesaria a la vista de lo argumentado. La alegada
reproducción en juicio de la declaración policial obedeció a la iniciativa del tribunal, que con base en el art.
729-3º y para confirmar la coincidencia y coherencia con lo dicho ante la policía por la ofendida, ordenó su
lectura. En ese limitado sentido la Audiencia atribuye a la lectura un simple valor corroborador o
complementario de otras pruebas aunque, insistimos, pudo perfectamente prescindirse de ella, en
consonancia con la devaluación probatoria declarada en la propia sentencia, que "a posteriori" pretende
subsanar por una vía procesal indirecta.
Con ello debe darse por resuelto el motivo número 5º, que es corolario de los anteriores a los que se
remite. La razón del mismo es la incorporación -a su juicio indebida- al acto del juicio oral de la declaración
prestada por la testigo protegida nº NUM000 , evacuada en sede policial sin posterior ratificación judicial,
insistiendo en la petición.
4. Respecto del visionado de la cinta de video, que contenía la prueba anticipada practicada en su
día, los impugnantes protestan por la negativa del tribunal a suspender el juicio, para intentar agotar las
posibilidades de citación personal.
La lectura de la declaración o visionado de la grabación en este caso era obligada como certeramente
apunta el Fiscal en su escrito de oposición al motivo, después de comprobar que la testigo protegida se
hallaba en ignorado paradero.
Así, en los folios 220 y 221 del rollo de sala consta un escrito de la Comisaría provincial de Alicante,
dando cuenta de la imposibilidad de citación de las dos testigos protegidas al haber abandonado el domicilio
que habían facilitado en la causa y resultar imposible el contacto telefónico. En el acto del juicio oral,
señalado en principio para el 9 de marzo de 2006, el Ministerio Fiscal solicitó la suspensión, interesando la
averiguación del paradero de las dos testigos principales, víctimas de los hechos (folios 237 y 238).
Curiosamente, las defensas que ahora sostienen que no se agotaron todas las vías necesarias para la
averiguación del paradero de dichas personas, se opusieron a la pretensión de la acusación pública
entendiendo que se habían agotado las vías posibles para la localización de las testigos protegidas.
Acordada la suspensión por el Tribunal, asumiendo la petición del Ministerio Fiscal, se envió nuevo oficio a
las autoridades policiales, contestando -folios 282 y 303- que ambas personas se encuentran en la
actualidad en Rumanía, desconociéndose su paradero, una vez abandonados sus respectivos domicilios sin
que en los archivos les conste nueva dirección. Por todo ello es visto que los intentos de conseguir la
comparecencia personal a juicio de las testigos protegidas fueron agotados.
En atención a lo expuesto los motivos cuarto y quinto deben decaer.
CUARTO.- En el sexto motivo, residenciado en el art. 5-4 L.O.P.J , se aduce vulneración del art.
120-3 de la Constitución que establece el deber de motivar las sentencias.
1. Nos dicen los censurantes que el derecho constitucional a obtener una resolución motivada abarca
tanto a la motivación jurídica, en la que se debe razonar la calificación de los hechos, participación del autor,
circunstancias y consecuencias punitivas y civiles, como la motivación fáctica, en que se analiza la prueba y
se exterioriza su valoración.
A continuación menciona tres sentencias del Tribunal Supremo donde se recoge esta doctrina, para
terminar afirmando que, según su criterio, en este caso la motivación no cumple con los estándares
constitucionalmente exigidos.
2. El motivo carece del más mínimo sustento argumental.
El derecho a la motivación como integrante del derecho a la tutela judicial efectiva comporta, dentro
de su complejo contenido, el derecho a obtener una resolución fundada (motivada) que dé respuesta a las
pretensiones que se plantean, después de tener la oportunidad, en igualdad de condiciones, de intervenir en
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el proceso, ejercitando el derecho de defensa, y una vez pronunciada la resolución definitiva se facilite la
posibilidad de entablar los pertinentes recursos y ejecutar lo resuelto dándole plena efectividad. Lo que no
puede pretenderse es una decisión favorable de la causa, esto es, acorde en todo con las pretensiones
ejercitadas que pueden ser fundadamente rechazadas.
El recurrente no dice qué aspecto o cuestión no está motivada o no lo está suficientemente, lo que
hace imposible concretar la vulneración denunciada.
Por lo demás, la simple lectura de la sentencia conduce a la conclusión contraria, pues tanto los
extremos fácticos como jurídicos son tratados y resueltos de forma extensa y minuciosa en la misma.
El motivo no puede prosperar.
QUINTO.- Los motivos 7º y 8º atacan la individualización de la pena, que no ha respetado lo
dispuesto en el art. 66-6º C.P ., alegación que amparan en el art. 849-1º L.E.Cr .
La aplicación indebida de preceptos sustantivos se predica del art. 66-6º en relación a los 188-1º y
318 bis, 1º, 2º y 3º todos del C.Penal, lo que permite analizar el juicio de subsunción realizado por el tribunal
y que fue también invocado en los motivos número primero y segundo.
1. Considerando en esos términos amplios la protesta, la respuesta ha de subdividirse en dos
cuestiones. Una la relativa a la compatibilidad de los tipos relativos a la prostitución con los referentes a
vulneración de derechos de los ciudadanos extranjeros, en lo concerniente al subtipo agravado previsto en
el número segundo y su cualificación del número tercero.
Por otro lado habrá que examinar si es correcta una individualización de la pena, hecha de tal suerte
que la decisión judicial ciegue las posibilidades de matización o ponderación punitiva, para caso de concurrir
alguna circunstancia agravante, teniendo en cuenta que se impuso la pena máxima posible.
Hemos de tener presente que la reforma del Código Penal producida por la Ley Orgánica nº 11 de 29
de septiembre de 2003 sacó del art. 188.2 para llevarlo al 318 bis la conducta que en el precepto antes de
ser modificado integraba el nº 2 , en el que se decía: "Será castigado con las mismas penas el que directa o
indirectamente favorezca la entrada, estancia o salida del territorio nacional de personas, con el propósito
de su explotación sexual empleando violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de
superioridad o de necesidad o vulnerabilidad de la víctima", pasando el precepto de tener cinco números a
sólo cuatro .
Por su parte el art. 318 bis, relativo a los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros
que se estructuraba en cinco números aumenta ahora a seis. A la conducta nuclear del art. 318 bis-1º , que
se amplía ahora ("tráfico ilegal" e "inmigración clandestina"), se añade un subtipo que se comete cuando
tales comportamientos tienen como objetivo la explotación sexual (art. 318 bis-2º ) y una cualificación (ap.
3º) que se proyecta simultáneamente al apartado 1º y 2º de ese mismo artículo, incluyendo entre sus
previsiones exasperativas la ejecución del hecho a través de medios o mecanismos comisivos que
coinciden en esencia con la totalidad de los que prevé el art. 188-1º y alguno más.
Se impone como primer paso, establecer la distinción o individualización entre el delito base del art.
318 bis y el art. 188-1º y posteriormente analizar si las cualificaciones derivadas de la intención de dedicar a
los ciudadanos extranjeros a la prostitución deben consumirse en uno y otro delito, por coincidir su esfera de
ilicitud o el campo de la antijuricidad de cada tipo o, por el contrario, castigarse separadamente en concurso
real. Por un lado el art. 318 bis 1º, 2º y 3º y por otro el art. 188-1º .
El primer paso, como tenemos dicho, es la caracterización de las figuras delictivas marco. Para ello
habrá que indagar los antecedentes legislativos y bien jurídico lesionado en el art. 318 bis-1º, que es el tipo
de más reciente introducción en el Código penal , pues la Sala II del Tribunal Supremo en sus distintos
pronunciamientos, posteriores a la reforma producida por la L.O. 11 de 29-09-2003, que entró en vigor el 1
de octubre de ese mismo año, no ha encarado la específica hipótesis que ahora nos ocupa (véanse SS.T.S.
nº 1381/2004, de 20-01-2005; nº 994 de 30-05-2005; nº 1059 de 28-09-2005; nº 1465 de 22-11-2005; nº
1595 de 30-12-2005 y nº 1080 de 02-11-2006 ). Ninguna de tales sentencias aborda el conflicto entre el art.
188-1º y 318 bis-3º del C.Penal .
Las más próximas son las nº 994/2005, en la que en un voto particular se viene a sostener la
exisencia de un concurso de normas a resolver por la vía del art. 8-3º y 4º y la nº 1080/2006 , que estima el
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recurso por no considerar aplicable el nº 3 del art. 318 bis, quedando reducido el conflicto entre el art.
188-1º y 318 bis nº 1º y 2º , calificando los hechos como un concurso medial de delitos, con aplicación de la
pena del más grave (art. 318 bis) en su mitad superior (7 años, 6 meses y 1 día de prisión).
2. El origen del art. 318 bis, hemos de hallarlo en la Convención de la O.N.U. celebrada en Palermo el
15-Diciembre de 2000 contra la Criminalidad Organizada Transnacional y sus dos protocolos para prevenir
la "trata de personas, especialmente mujeres y niños" y "el tráfico ilícito de emigrantes por tierra, mar o aire",
ambos ratificados por España el 1 de marzo de 2002, donde se ha distinguido:
a) tráfico ilícito de inmigrantes, como favorecimiento de la entrada, tránsito o permanencia ilegal de
persona en un país.
b) "trata de personas", como tráfico dirigido a las explotación laboral, sexual, extracción de órganos,
etc.
Dentro de la propia Unión Europea, si nos remitimos al Convenio Schengen de 1995, incorporado al
acervo comunitario por el Tratado de Amsterdam de 1997 , se pone de manifiesto el compromiso de los
Estados de establecer sanciones que penalicen "el cruce no autorizado de las fronteras externas" y
especialmente a sancionar rigurosamente "a cualquier persona que, con fines lucrativos, ayude o intente
ayudar a un extranjero a entrar o permanecer en el territorio de los Estados signatarios".
La Unión Europea a impulsos del Consejo de Tampere (15 y 16 de octubre de 1999) sobre la
creación de un espacio de libertad, seguridad y justicia en la Unión, ha determinado la aparición de dos
Decisiones Marco:
a) la 629/02, de 19 de julio de 2002 sobre "trata de personas" que identifica con todo acto de
captación, transporte, traslado, acogida o recepción de una persona, incluído el intercambio o el traspaso
del control sobre ellos, cuando concurran medios comisivos o finalidades que la propia Decisión establece.
b) la 946/2002 de 28 de noviembre de 2002, que define el tráfico ilícito de inmigrantes como "la ayuda
intencionada a la entrada, a la circulación y a la estancia irregulares siempre que no concurran razones
humanitarias". La Directiva 2002/90 / CE de 28 de diciembre de 2002 , define lo que debe entenderse por
entrada, circulación y estancia.
A todo este bagaje normativo internacional también ha contribuido los diversas Recomendaciones
hechas por el Consejo de Europa, especialmente la 1328/97 de 23 de abril sobre trata de seres humanos.
3. De acuerdo con los antecedentes normativos habremos de distinguir como bienes jurídicos
protegidos en el tráfico ilícito de emigrantes:
a) los derechos que el ciudadano extranjero podría llegar a disfrutar en caso de que su entrada o
tránsito por Europa se hubiere realizado en condiciones de legalidad.
b) los derechos individuales que se ponen en peligro por los riesgos inherentes al proceso de entrada,
tránsito o establecimiento ilegal: vida, libertad, seguridad, etc.
c) el interés estatal en reforzar la efectividad de las prohibiciones de entrada a efectos del control de
los flujos migratorios por su influencia en el mercado de trabajo y en su estructuración social.
Por su parte, en la "trata de personas" lo que se protege no son ya intereses estatales, sino un
conjunto de derechos que el ordenamiento jurídico reconoce a los extranjeros como colectivo específico de
ciudadanos, amparándoles frente a los abusos de terceros propiciados por la situación de ilegalidad, lo que
supone la instrumentalización del sujeto en aras del beneficio económico que puede proporcionar,
resultando en última instancia fundamentalmente atacada la dignidad humana.
Frente a tales bienes jurídicos protegidos es patente que el art. 188-1º C.P . trata de salvaguardar
otros diferentes, pues lo que se castiga en él es el constreñimiento o coacción para el ejercicio de la
prostitución con propósitos lucrativos, doblegando la voluntad de la víctima. Es un delito contra la libertad
sexual, como se desprende de la rúbrica en que se halla ubicado (T. VIII: Delitos contra la libertad e
indemnidad sexuales).
Pero todavía existen otras diferencias estructurales entre el tipo del art. 318 bis-1º y el 188-1º C.P..
Así, en el primero de los citados el sujeto pasivo del delito pueden ser varias personas, esto es, se configura
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un sujeto pasivo plural, aunque también se comete tal delito cuando la conducta ilícita se refiere a una sola
persona. El delito del art. 188-1º C.P ., a su vez, se comete contra un sujeto pasivo individual, de tal suerte
que por cada una de las personas a las que se obliga a ejercer la prostitución debe computarse la comisión
de un delito, como ha tenido ocasión de declarar esta Sala (véase, por todas, S. 1045 de 18-07-2003 ).
Además el injusto tipificado en el art. 318 bis-1º es de peligro, a diferencia del previsto en el 188-1º ,
que se caracteriza por ser de resultado.
4. En definitiva podemos afirmar que en la concurrencia entre el nº 1 del art. 318 bis y el 188-1º C.P ,
se producirá un concurso real de delitos.La jurisprudencia de esta Sala (v.g. SS. nº 1465/2005 de 22 de
noviembre y nº 1080/2006 de 2 -noviembre) reafirma esta idea, razonando del siguiente modo:
a) la conducta típica del art. 318 bis del C.Penal se consuma con la ejecución de actividades de
promoción, favorecimiento o facilitación de la inmigración clandestina o del tráfico ilegal, con la agravante
del apartado segundo cuando la finalidad de esas actividades fuera la explotación sexual. Para la
consumación es bastante la ejecución de aquellas conductas con la referida finalidad, sin necesidad de un
acto posterior, esto es, no es preciso que la explotación sexual llegue a tener lugar y ni siquiera que las
víctimas hayan sido compelidas de alguna forma a prestarse a ello.
b) por su parte la conducta típica contenida en el art. 188.1 C.P ., requiere la ejecución de actos que
determinen a una persona mayor de edad a ejercer la prostitución o a mantenerse en ella. Se trata, pues, de
una conducta necesariamente posterior e independiente de la relativa a la promoción de la inmigración
clandestina o del tráfico ilegal de personas, aún cuando ésta se realice con la finalidad de explotación
sexual.
5. Ante la disparidad de bienes jurídicos protegidos, vista la diferente estructura de los tipos penales,
es obvio que la conducta enjuiciada no es susceptible de ser comprendida por un precepto u otro
exclusivamente (art. 318-bis-1º o 188-1º C.P .) ante la imposibilidad de abarcar la total significación
antijurídica del hecho cada uno de ellos.
Partiendo de la individualidad o desconexión de tales acciones hemos de concluir que la inmigración
(acción) con el fin de explotación sexual (ánimo) ya supone la consumación del delito del art. 318 -bis (delito
antecedente), mientras que el mantenimiento coactivo de la prostitución implica la aparición de otro delito
posterior distinto (188-1º C.P.).
Consecuentes con lo expuesto cada uno de los delitos deberá castigarse separadamente y el primero
de ellos (contra los derechos de los ciudadanos extranjeros) con sus específicas cualificaciones del nº 2
(subtipo agravado) y del nº 3º, que limita el recorrido de la pena a la mitad superior. Sobre reste punto ya
han recaído sentencias de esta Sala de las que son exponente las nº 1465 de 22 de noviembre de 2005 y la
nº 1080 de 2 de noviembre de 2006 , amén de haber sido confirmada la compatibilidad entre el art. 318 bis
1º, 2º y 3º y el art. 188-1º del Código Penal en un reciente Pleno no jurisdiccional de esta Sala de 24 de abril
de 2007 .
6. Todavía se podría suscitar algún problema en la línea de ensamblar ambos delitos, cuando es el
mismo autor quien incurre en ellos, dentro del concurso real a que nos referimos, en orden a la
determinación de si nos hallamos ante un concurso real puro o ante un concurso medial o instrumental,
modalidad del real que se somete a las sanciones propias del concurso ideal (art. 77 C.P .).
Para apreciar la existencia de concurso medial no basta el propósito de una relación de medio a fin
existente simplemente en el ánimo del sujeto, sino que entre los diversos hechos constitutivos de diferentes
delitos ha de haber una conexión de necesidad de carácter objetivo, a deducir en cada supuesto de los
distintos elementos concurrentes en el caso, de modo tal que pueda decirse que uno de ellos fue
imprescindible para la comisión del otro. Aunque pudiera existir una relación de medio a fin en el propósito
del sujeto, no existirá concurso medial si falta el nexo objetivo de necesidad entre los delitos apreciados.
Desde este punto de vista, no cabe estimar una relación objetiva entre ambos delitos, aunque pueda
existir en el ánimo del sujeto activo una preordenación psíquica de un delito respecto de otro. Y es que no
se puede sostener que para mantener a una persona en el ejercicio de la prostitución contra su voluntad,
sea preciso objetivamente un previo favorecimiento de su entrada ilegal en el territorio nacional, al que
puede haber accedido por sus propios medios (con el carácter de turista, por razón de estudios, etc.). En
cualquier caso la cuestión no se plantea de forma específica, lo que hace que se mantenga entre ambos
delitos una relación de concurso real puro.
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7. La segunda de las censuras articuladas dentro de este planteamiento conjunto de los motivos 7º y
8º, hace referencia a la individualización de las penas.
Los recurrentes atacan la inconsistencia de los criterios utilizados por la Audiencia en la cuantificación
de las penas, que la sentencia contiene en el fundamento jurídico sexto en el que señalan tres esenciales
razones:
a) la existencia de un grupo de personas que califica de verdadera organización con potencialidad
suficiente para cometer los delitos enjuiciados.
b) adjetivación del comportamiento de los acuasdos como "mafioso", en cuanto se dedican a la
explotación sexual ajena, equivalente a la exclavitud del siglo XXI.
c) no mostraron arrepentimiento alguno ni colaboraron con la administración de justicia.
La gravedad de las penas previstas en nuestro texto punitivo obliga a analizar someramente, en
funciones de control, la facultad del tribunal de instancia en la individualización practicada, en orden a la
comprobación de la racionalidad de los criterios utilizados, especialmente si se ha tomado en consideración
los referentes de la gravedad del hecho y circunstancias personales del autor a los que hace mención el art.
66 C.P . (arbitrio normado).
8. Respecto al carácter de organización, es patente que no se imputa tal cualificación ni tampoco se
desprende de los hechos probados. La consorciabilidad en esta clase de delitos es lo usual, dadas las
características de la dinámica comisiva y sobre todo teniendo en cuenta que la pretensión lógica del
delincuente es prolongar en el tiempo la situación antijurídica de explotación de las ofendidas. Por tanto el
criterio es inconsistente.
Tampoco tiene predicamento o relevancia alguna calificar la conducta con un adjetivo, si el daño que
ocasiona al bien jurídico protegido es el que ha tenido en cuenta el legislador para reaccionar punitivamente
del modo riguroso en que lo ha hecho. En cualquier caso reprochar el grave daño causado por el delito al
bien jurídico protegido, no añade ningún complemento desvalorativo a la conducta que se enjuicia.
Por último, el no mostrar arrepentimiento o colaboración en la justicia, es la norma en un imputado en
el ejercicio de su derecho de defensa. La colaboración o arrepentimiento determina en su caso una
atenuación legal común o analógica, pero su ausencia no debe reputarse un demérito o una actitud negativa
ponderable a efectos de intensificar la pena, sin perjuicio de que en especialísimos supuestos pueda ser
atendible el argumento, que no es el caso.
Por todo ello el motivo debe estimarse parcialmente, procediendo a una adecuada
proporcionalización de las penas, francamente graves, que se imponen en la sentencia. Los argumentos
que acabamos de exponer tampoco determinan la imposición de las penas mínimas legales, respetando en
este punto la valoración general del tribunal de origen acerca del merecimiento de pena de las conductas
que castiga.
SEXTO.- Las costas procesales deberán declararse de oficio por la estimación parcial de los motivos
séptimo y octavo, conforme establece el art. 901 L.E .Criminal.
III. FALLO
Que debemos DECLARAR Y DECLARAMOS HABER LUGAR a los recursos de casación
interpuestos por las representaciones de los procesados Abelardo y Edurne , por estimación parcial de los
motivos séptimo y octavo del primero y de sus equivalentes de la segunda, con desestimación de todos los
demás alegados por los dos procesados, y en su virtud casamos y anulamos la sentencia dictada por la
Audiencia Provincial de Alicante, Sección Séptima, con sede en Elche, de fecha veintiocho de abril de dos
mil seis, en esos particulares aspectos, y con declaración de oficio de las costas ocasionadas en los dos
recursos planteados.
Comuníquese esta resolución y la que seguidamente se dicte a la Audiencia Provincial de Alicante,
Sección Séptima, con sede en Elche, a los efectos legales procedentes, con devolución de la causa.
Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección Legislativa lo pronunciamos,
mandamos y firmamos Joaquín Delgado García Joaquín Giménez García Julián Sánchez Melgar José
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Ramón Soriano Soriano José Manuel Maza Martín
SEGUNDA SENTENCIA
En la Villa de Madrid, a diez de Mayo de dos mil siete.
En el Sumario instruído por el Juzgado de Instrucción nº 5 de Torrevieja con el número 5/2004 y
fallado posteriormente por la Audiencia Provincial de Alicante, sección Séptima, con sede en Elche, contra
los procesados Abelardo , hijo de Frusim y de Viiorica, nacido el 5/1/1984, natural de Fetesti (Rumanía) y
vecino de CALLE000 número NUM002 - NUM001 - NUM003 de Torrevieja, de estado soltero, profesión
desempleado, sin antecedentes penales, con instrucción, de solvencia no acreditada y Edurne , hija de Ionel
y Georgeta, nacida el 20/5/1977, naturasl de Braila (Rumanía) sin domicilio y a efectos de notificacinoes el
de su abogada, de estado soltera, profesión desempleada y sin que consten antecedentes penales en
España, con instrucción, de solvencia no acreditada; y en cuya causa se dictó sentencia pro la mencionada
Audiencia Provincial, que ha sido casada y anulada por la pronunciada por esta Sala Segunda del Tribunal
Supremo en el día de la fecha, bajo la Presidencia del primero de los indicados y Ponencia del Excmo.Sr.D.
José Ramón Soriano Soriano, hace constar lo siguiente:
I. ANTECEDENTES
ÚNICO.- Se admiten y dan por reproducidos los que se contienen en la sentencia revocada y anulada
dictada por la Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con fecha veintiocho de abril de dos
mil seis, incluso su relato de hechos probados.
II. FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- Los de la mencionada sentencia de instancia, salvo en aquéllo que contradigan los
argumentos de este Tribunal, en los concretos extremos relacionados con los motivos que parcialmente se
estiman.
SEGUNDO.- De acuerdo con lo razonado en la sentencia rescindente procede señalar a los acusados
por el delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros (art. 318-1º, 2º y 3º C.P .) la pena de Ocho
años de prisión, y por cada uno de los delitos de prostitución del art. 188-1º C.Penal la de Dos años y Seis
meses de prisión, manteniendo las multas impuestas, por considerar tales sanciones mas equilibradas y
proporcionadas a la conducta desplegada por aquéllos.
III. FALLO
Que debemos REDUCIR Y REDUCIMOS las penas a imponer a ambos acusados Abelardo y Edurne
, por el delito contra los derechos de los ciudadanos extranjeros a OCHO AÑOS de prisión y por dos delitos
de determinación coactiva de la prostitución DOS AÑOS y SEIS MESES de la misma pena por cada uno de
ellos, con mantenimiento de las multas y todos los demás pronunciamientos de la sentencia recurrida.
Así por esta nuestra sentencia, que se publicará en la Colección Legislativa lo pronunciamos,
mandamos y firmamos Joquín Delgado García Joaquín Giménez García Julián Sánchez Melgar José
Ramón Soriano Soriano José Manuel Maza Martín
PUBLICACIÓN.- Leidas y publicadas han sido las anteriores sentencias por el Magistrado Ponente
Excmo. Sr. D. José Ramón Soriano Soriano, mientras se celebraba audiencia pública en el día de su fecha
la Sala Segunda del Tribunal Supremo, de lo que como Secretario certifico.
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