El Sr. Arzobispo presidió las Jornadas Nacionales de las Obras Misionales Pontificias página 6 Cáritas Diocesana de Toledo desarrolla su Área de Cooperación Internacional página 9 Donativo: 0,30 euros. AÑO XXXI. NÚMERO 1.304 9 de marzo de 2014 El Papa Francisco dirige una carta a las familias La pasada semana la Santa Sede hizo pública la Carta que ha dirigido el Papa Francisco a todas las familias, con ocasión de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para el póximo mes de octubre para tratar el tema «Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización». El Papa recuerda en ella que en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia, por eso invita a orar «todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio». Además, el Papa Francisco recibió en audienca al Sr. Arzobispo y al Sr. Obispo auxiliar, el pasado 1 de marzo, con ocasión de la Visita ad limina que han realizado los obispos españoles. Junto a don Braulio y a don Ángel recibió a los obispos de las Provincias Eclesiásticas de Toledo, Mérida-Badajoz y al Sr. Arzobispo castrense. El lunes, 3 de marzo, recibió a todos los obispos españoles. En el próximo número ofrecermos amplia información del discurso que el Papa Francisco pronunció ante ellos. PÁGINA 7 Con los Obispos de las Provincias Eclesiásticas de Toledo, Mérida-Badajoz, el Cardenal Estepa el Arzobispo castrense. 2 PALABRA DEL SEÑOR I DOMINGO DE CUARESMA PRIMERA LECTURA: Génesis 2,7-9; 3.1-7 El Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, hacia oriente, y colocó en él al hombre que había modelado. El Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles hermosos de ver y buenos de comer; además el árbol de la vida, en mitad del jardín, y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era el más astuto de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: «¿Cómo es que os ha dicho Dios que no comáis de ningún árbol del jardín?» La mujer respondió a la serpiente: «Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; solamente del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: No comáis del él ni lo toquéis, bajo pena de muerte».La serpiente replicó: «No moriréis. Bien sabe Dios que cuando comáis de él se os abrirán los ojos y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal». La mujer vio que el árbol era apetitoso, atrayente y deseable porque daba inteligencia; tomó del fruto, comió y ofreció a su marido, el cual comió. Entonces se les abrieron los ojos a los dos y se dieron cuenta de que estaban desnudos; entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron». SEGUNDA LECTURA: Romanos 5, 12-19 Hermanos: lo mismo que por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y la muerte se propagó a todos los hombres, porque todos pecaron... Pero, aunque antes de la ley había pecado en el mundo, el pecado no se imputaba, porque no había ley. Pues, a pesar de eso, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso sobre los que no habían pecado con un delito como el de Adán, que era figura del que había de venir. Sin embargo, no hay proporción entre la culpa y el don: si por la culpa de uno murieron todos, mucho más, gracias a un solo hombre, Jesucristo, la benevolencia y el don de Dios desbordaron sobre todos. Y tampoco hay proporción entre la gracia que Dios concede y las consecuencias del pecado de uno: la sentencia contra uno acabó en condena total; la gracia, ante una multitud de pecados, en indulto. Si, por la culpa de aquél que era uno solo, la muerte inauguró su reino, mucho más los que reciben a raudales el don gratuito de la amnistía vivirán y reinarán gracias a uno solo, Jesucristo. EVANGELIO: Mateo 4,1-11 En aquel tiempo, Jesús fue llevado al desierto por el Espíritu para ser tentado por el diablo. Y después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, al final sintió hambre. Y el tentador se le acercó y le dijo: «Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en panes». Pero él le contestó diciendo: «Está escrito: No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios». Entonces el diablo lo lleva a la Ciudad Santa, lo pone en el alero del templo y le dice: «Si eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Encargará a los ángeles que cuiden de ti y te sostendrán en sus manos para que tu pie no tropiece con las piedras». Jesús le dijo: «También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios». Después el diablo lo lleva a una montaña altísima y mostrándole todos los reinos del mundo y su esplendor le dijo: «Todo esto te daré si te postras y me adoras». Entonces le dijo Jesús: «Vete, Satanás, porque está escrito: Al Señor tu Dios adorarás y a él solo darás culto».Entonces lo dejo el diablo, y se acercaron loas ángeles y le servían. PADRE NUESTRO / 9 DE MARZO DE 2014 TRES POEMAS DE FIDELIDAD CLEOFÉ SÁNCHEZ MONTEALEGRE L a Cuaresma es camino que no termina. Como camino tiene sus etapas de acompañamiento a los catecúmenos, aspirantes al Bautismo y de revisión a los ya bautizados que dirigen sus pasos al gozo de la Resurrección. Este camino empieza con una serie de dúos donde campea la fidelidad –Cristo– y oscurece la marcha el Maligno en apariciones de tentación que son contestadas con la Palabra permanente de la Revelación. Poesía y drama. Vamos al contenido para meditar la situación de cada tentación deteniéndonos en la instigación del Maligno y en la respuesta de Jesús. Primera tentación. El pueblo de Israel pasa hambre en el desierto. Protesta y Dios le da el maná para que comprenda que depende de Dios. El maná es signo para que el pueblo no se olvide de Dios, cuando tenga otro pan (Dt 8,2-5; Ex 16). Estilo de Jesús: tiene hambre pero no protesta ni ejerce un poder milagroso para saciarse. Permanece fiel a la Palabra de Dios. Prefiere la Palabra de Dios al pan natural. ¿Qué actualidad tiene esta tentación en un mundo que pasa hambre? ¿No habría que pensar en caridad, pan y alimentos para los necesitados? Segunda tentación. El pueblo de Israel tiene sed y pide de beber. Dios le da agua. La tentación está en querer que Dios se manifieste como acompañante de su pueblo. ¿Está Iahvé entre nosotros o no? (Dt 6,16;Ex 17,7). El tentador pide a Jesús que manifieste, mediante un hecho espectacular, que Dios está con él. Provoca a Dios para que se haga visible en su vida. La actitud de Jesús es siempre la misma: Dios está continuamente en la vida cotidiana. Cabe preguntar ¿cuál debe ser la actitud del cristiano ante la creciente riqueza y el aumento de la pobreza, paro, necesidad? Tercera tentación. Se advierte a los israelitas que cuando entren en la Tierra Prometida no deben ofrecer sacrificios a los dioses cananeos. Sólo Dios es Dios, aunque estén en pobreza (Ex 32,20-35; Dt 12,13-15). A Jesús se le propone la adoración del Maligno a cambio de darle todo el poder y la gloria de este mundo. La respuesta: sólo Dios es digno de adoración. Se puede preguntar ¿dónde queda el servicio a los demás si hay pretensión de subir en el escalafón, de abultar el bolsillo y de agrandar el domicilio? El camino de Jesús lleva a la escucha de la Palabra de Dios, a la humildad de la obediencia, a atribuir todo al Padre. «Aquí están las alegría del mundo: en el pan, la concupiscencia de la carne; en le promesa de los reinos, la ambición mundana, y en la curiosidad de la prueba, la concupiscencia de los ojos» (san Agustín s. 284, BAC xxv, 1984, 106). Escenario. Cuarenta días con sus noches duró el Diluvio. Cuarenta días permaneció Moisés dentro de la nube. Cuarenta años que el pueblo de Israel peregrinó por el desierto. Cuarenta días del camino de Elías para llegar al Monte de Dios, el Horeb. Signo referencial de todas las vidas que nos indica la misión a cumplir y cómo nuestro desierto, lugar de silencio y de pobreza, lugar de tentación, puede y debe ser lugar de encuentro con Dios. Mensaje de Cuaresma. «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriqueceros con su pobreza (2 Cor 8, 9). El Apóstol se dirige a los cristianos de Corinto para alentarlos a ser generosos y ayudar a los fieles de Jerusalén que pasan necesidad. ¿Qué nos dicen, a los cristianos de hoy, estas palabras de san Pablo? ¿Qué nos dice hoy, a nosotros, la invitación a la pobreza, a una vida pobre en sentido evangélico?» (Papa Francisco). n LECTURAS DE LA SEMANA: Lunes, 10: Levítico 19,1-2.11-16; Mateo 25,31-46. Martes, 11: Isaías 55,10-11; Mateo 6,7-15. Miércoles, 12: Jonás 3,1-10; Lucas 11,29-32. Jueves, 13: Ester 14,1.3-5.12-14; Mateo 7,7-12. Viernes, 14: Ezequiel 18,21-28; Mateo 5,20-26. Sábado, 15: Deuteronomio 26,16-19; Mateo 5,43-48. Misa vespertina del segundo domingo de cuaresma. TERCERA PÁGINA 3 SR. ARZOBISPO ESCRITO SEMANAL EJERCICIOS DE LA CUARESMA (I) H ermanos míos, empezamos el gran viaje de la Cuaresma, que culminará, tras celebrar un año más el Triduo Pascual, en Pentecostés. Es el tiempo litúrgico más importante de la Iglesia. La limosna, la oración, el ayuno, las grandes obras del tiempo cuaresmal son puestas de relieve por la Iglesia para la renovación pascual. Nuestro ayuno, sin embargo, tendrá hambre y tendrá sed si no se nutre de bondad y de ternura, si no se sacia de misericordia. Nuestro ayuno tendrá frío, nuestro ayuno fallará, si la cabeza de la limosna no lo cubre, si el vestido de la compasión no lo envuelve. En nuestra programación diocesana, nuestra Iglesia celebra este sábado día 8 de marzo en la tarde un vía crucis especial por las calles de Toledo y, terminado éste, tendrá lugar el sacramento del perdón, la penitencia con confesión individual en la Catedral. Queremos expresar de este modo nuestra petición de perdón a Dios nuestro Padre; también nuestra solidaridad en el pecado y el arrepentimiento, tras haber seguido a Cristo en su vía crucis, en su agonía, porque, mientras haya pecado, esta agonía perdurará hasta el fin del mundo, porque Él está presente en el que sufre, en el pobre y desalentado. Es el ejemplo de Jesús, su persona que nos ama lo que hace de notros penitentes y nos invita en nuestro camino personal y comunitario de conversión. Así nos lo dice el Papa Francisco en su Mensaje para esta Cuaresma, «Pues conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, el cual, siendo rico, se hizo pobre por vosotros para enriquecernos con su pobreza» (2 Cor 8, 9). Son palabras que el Apóstol dirige a sus cristianos para invitarles a socorrer con su limosna a los cristianos de la Iglesia Madre de Jerusalén, que pasan una pobreza severa. «Conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo», afirma san Pablo de los cristianos de Corinto. ¿Conocemos nosotros esta gracia? Se trata de imitar el estilo de Dios en Cristo: Él no se revela mediante el poder y la riqueza del mundo, sino mediante la debilidad y la pobreza; se acercó a cada uno de nosotros «vaciándose» para ser semejante a nosotros. Es un deseo de proximidad, de generosidad, de darse. «La caridad, dice el Papa, el amor es compartir en todo la suerte del amado; porque el amor hace semejantes». «Dios no hizo caer sobre nosotros la salvación desde lo alto, como la limosna de quien da parte de lo que para él es superfluo con aparente piedad filantrópica. ¡El amor de Cristo no es eso! Cuando Jesús entra en las aguas del Jordán y se hace bautizar por Juan el Bautista, no lo hace porque necesita penitencia, conversión; lo hace para estar en medio de la gente necesitada de perdón… y cargar con el peso de nuestros pecados». Parece paradójico que sea la pobreza de Jesús la que nos enriquezca. Pero es la lógica de Dios, la lógica de la Encarnación de Cristo. Ese es su modo de amarnos, como el buen samaritano. La pobreza de Cristo consiste, dice el Santo Padre, en que se hizo carne; también en su confianza ilimitada en Dios Padre. Él es rico como lo es un niño que se siente amado por sus padres y los ama. Este es el secreto de Jesús: El Padre os ama. Tal vez piense alguno que ahora nosotros podemos salvar al mundo con nuestros «adecuados» medios humanos, de manera que sutilmente pensemos que tenemos que cambiar de táctica y buscar una planificación mejor: económica, de organización. El Papa afirma rotundamente: «Dios sigue salvando a los hombres y salvando al mundo mediante la pobreza de Cristo, el cual se hace pobre en los Sacramentos, en la Palabra y en la Iglesia, que es un pueblo de pobres». manos; en Cristo que es el modelo de cómo hemos de vivir este tiempo santo. Abramos nuestro corazón a la generosidad. Pidamos al Señor hambre de su Palabra, de su amor por el Padre y por la humanidad; vivamos la liturgia de la Iglesia, tan rica en este tiempo, como si fuera la primera vez; tengamos un tiempo mayor para la oración y la conversión en retiros, ejercicios espirituales, charlas cuaresmales; desechemos el pecado, en nuestro y el de todos los cristianos, con la confesión en el sacramento de la Penitencia. Sintamos que caminamos juntos hasta el monte de la Pascua, para llegar a gozar de la libertad y de la alegría de la fe. X Braulio Rodríguez Plaza Arzobispo de Toledo Primado de España La pobreza de Cristo consiste, dice el Santo Padre, en que se hizo carne; también en su confianza ilimitada en Dios Padre. E l mensaje del Papa merece volver sobre él en otra ocasión en esta Cuaresma. Así lo haremos. Al iniciar, pues, este tiempo de preparación a la Pascua, no pensemos únicamente en hacer unos ejercicios piadosos necesarios (vía crucis, lectura de la pasión de Cristo, ayuno el miércoles de Ceniza o el Viernes Santo o abstinencia los viernes cuaresmales); pongamos nuestra mirada en Cristo que sufre en nuestros her9 DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO 4 COLABORACIONES CONCILIOS de la iglesia RESTAURACIÓN José Carlos Vizuete P oco antes de su derrota y abdicación, en enero de 1814 Napoleón permitió que el papa Pío VII –cautivo en Génova desde 1809– regresara a Roma; y en marzo le devolvió la soberanía sobre los Estados Pontificios hasta entonces ocupados por los franceses. Pese a la restauración del poder temporal del Pontífice los tiempos no eran nada favorables para el papado, aunque el cardenal Secretario de Estado se sentara con los vencedores en el Congreso de Viena. En la capital austriaca las potencias pretendían «restaurar» el viejo orden sin darse cuenta de que era imposible volver a la situación anterior a la convulsión que había supuesto para todo el Continente la ola revolucionaria, que introdujo profundos cambios sociales e ideológicos en Europa de los que la Iglesia salió enormemente debilitada. En todas las naciones, también en los Estados Pontificios, se manifestaba la división entre los partidarios de la restauración del Antiguo Régimen y los que veían una ocasión para acometer reformas liberalizadoras. El triunfo aparente de la restauración se vio sacudido por una serie de movimientos revolucionarios (en 1820, 1830 y 1848) a los que siguieron otros conservadores. En este marco se desarrollaron los pontificados de León XII (1823-1829), Pío VIII (1829-1830) y Gregorio XVI (1831-1846). Nada más ser elegido Gregorio XVI, la revolución estalló en los Estados Pontificios y el Papa se vio en la necesidad de recurrir a Austria para pacificarlos. Una conferencia de las cinco potencias, celebrada en Roma, impuso al Pontífice la obligación de realizar reformas en la administración de sus Estados. Pero el hecho más significativo del pontificado fue la condena del liberalismo mediante la encíclica «Mirari vos» (15-VIII1832), motivada por el enfrentamiento entre los obispos franceses y los redactores del periódico católico «L´Avenir» dirigido por el sacerdote Félicité Lamennais (1782-1854). La encíclica levantó un aluvión de críticas en toda Europa y Lamennais respondió con «Palabras de un creyente», un libro que también fue condenado por Gregorio XVI con la encíclica «Singulari nos» (24VI-1834). Mientras, en Italia –nación dividida– se acrecienta el deseo de unidad política obstaculizada por la existencia de los Estados Pontificios. PADRE NUESTRO / 9 DE MARZO DE 2014 LAS TENTACIONES José Díaz Rincón N os encontramos en el tiempo «fuerte» de la Cuaresma, que Dios nos regala por su Iglesia a sus hijos, para fortalecer la fe, estimular la conversión y ejercitar la penitencia como la mejor terapia para vencer el mal y crecer en la virtud. Todos los cristianos, desde el Papa al último bautizado, debemos agradecer a Dios y asumir esta nueva oportunidad, cargada de gracia y de bendición. En la apertura cuaresmal, la liturgia, nos presenta las tentaciones de Jesús, en el inicio de su vida pública. Es una pedagogía por la que se nos previene y enseña a vivir la vida cristiana, conociendo los engaños, escollos y obstáculos que «el padre de la mentira», Satanás nos suele poner y que es obligación superar. Lo cual es fácil conseguir con la gracia de Dios, el ejemplo y enseñanza de Jesucristo, el Maestro. Las tres tentaciones son claves y ejemplos para entender el Reino de Dios, la Persona de Jesucristo y el mensaje de la Buena Nueva, que es Sabiduría de Dios. La primera tentación está en preferir los bienes materiales a la Palabra de Dios. Poner las apetencias materialistas como lo esencial y principal, haciendo que los criterios cristianos se supediten al egoísmo. Es todo lo contrario: la fe debe iluminar, orientar, dar sentido y razón a toda nuestra vida. La respuesta de Cristo al diablo es contundente y clarificadora: «No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabras que sale de la boca de Dios» (Mt 4, 4). La segunda tentación trata de suscitar con sutileza y engaño, la soberbia, fuente de los demás pecados. Es traspasar el límite infranqueable que la criatura tiene con el Creador. Es una nueva versión del pecado original en el Paraíso, cometido por nuestros primeros padres. «Seréis como Dios» (Gen 3, 4) les dice allí el tentador. Es inadmisible poner condiciones a Dios, ni intentar engañarle. Recuerdo que en uno de los momentos de mayor sufrimiento de mi esposa, en su hora final, oyó decir junto a su lecho: «¿Por qué hará Dios estas cosas?» Frunció el ceño, como signo de reprobación, y advirtió: «No digáis esas cosas. Yo no le ajusto las cuentas a Dios». Esta es la certera actitud cre- yente. La auténtica libertad está en vivir la verdad de nuestro ser como personas humanas. Libertad y verdad son algo indisoluble. Esto nos lleva a la confianza en Él. La contestación de Jesús a Satán es todo un programa para el verdadero creyentes: «No tentarás al Señor, tu Dios» (Mt 4, 7). La tercera tentación está en preferir los ídolos, las cosas terrenas, al mismo Dios, Creador, Padre y Señor. Somos muy propensos a llenarnos, recrearnos, seguir, idolatrar a muchas cosas que no son nada más que apariencia y miseria. El primer mandamiento es la clave de los demás. Por eso Jesús dice con autoridad: «Vete, Satanás, porque está escrito: al Señor, tu Dios, adorarás y a él solo servirás» (Mt 4, 10) El demonio es el gran ángel caído, el cual no pudiendo nada contra Dios, embiste contra la creación visible. Y contra su jefe, el hombre, buscando que toda criatura se rebele contra el Señor del cielo y la tierra. Su influencia en nosotros es muy grande, porque tiene una naturaleza superior a la nuestra, pero siempre le vencemos con Jesucristo y los medios que Él nos da. Las tentaciones las sufrimos todos los discípulos de Cristo. Por eso, Jesús, quiso enseñarnos y dejarnos en el evangelio las tentaciones más significativas que Él también experimentó, para librarnos a nosotros de ellas. En el desierto, desde el principio, queda claro que «el príncipe de este mundo no tiene ningún poder sobre Él». (Jn 14, 30). Entre las diversas formas que Jesús se nos manifiesta está la de exorcista. Quien no cree en Cristo como exorcista no cree en el Evangelio. La expulsión de demonios es parte habitual de su ministerio, claramente diferenciada de la sanación de enfermos. Que la Cuaresma con su derroche de gracia y de luz nos prevenga y haga fuertes ante el diablo. Que confiemos en Dios y que sepamos que Él nos escucha siempre que lo invocamos: «No nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal». COLABORACIONES 5 obispos en el cONCILIO Vaticano II Karol Wojtyla (3) Juan Carlos Mateos GonzÁlez P articipó en las cuatro sesiones del Concilio (1962-1965): «Cuando comencé a tomar parte en el Concilio, era un joven obispo. Recuerdo que mi puesto al principio estuvo cerca de la entrada de la basílica de San Pedro, pero desde la tercera sesión, es decir, desde que fui nombrado arzobispo de Cracovia (13 de enero de 1964) fui colocado más cerca del Altar de la confesión». Al poco de ser nombrado, había dicho: «En Cracovia, normalmente los arzobispos son elegidos entre los aristócratas. Por eso, fue una sorpresa cuando fui nombrado yo, un ‘proletario’». Durante el primer periodo, las dos intervenciones de Wojtyla en el Aula (se debatía sobre la liturgia y las fuentes de la revelación) tuvieron una gran repercusión. El 7 de noviembre de 1962 tomó la palabra para referirse a la liturgia de los sacramentos de iniciación cristiana, solicitando una sólida catequesis postbautismal. Una alocución que retomaba las principales cuestiones de su votum dedicado al tema litúrgico. El 21 de noviembre, intervino para oponerse al uso de la palabra «fuentes», en plural, referida a la revelación divina: «El origen de la revelación no está en la Tradición o en la Escritura, sino en Dios que habla». Su intervención oral del 21 de octubre de 1963 estuvo centrada en algunas cuestiones eclesiológicas. Abogó para que lo referido al pueblo de Dios constituyera el capítulo segundo de la futura constitución sobre la Iglesia. La Comisión de coordinación había aprobado un esquema «De Ecclesia» compuesto de cuatro capítulos: El misterio de la Iglesia; la constitución jerárquica de la Iglesia, en particular del episcopado; el pueblo de Dios, y especialmente los laicos; y la vocación a la santidad en la Iglesia. A iniciativa del cardenal Suenens, el capítulo tercero se desglosa en dos: el pueblo de Dios y el laicado. Así las cosas, la Comisión de coordinación aprueba que el capítulo sobre el pueblo de Dios anteceda al de la jerarquía. Esta –así llamada– «revolución copernicana» fue sometida al juicio de los Padres y Wojtyla prestó su voto afirmativo, aduciendo cuatro argumentos: 1) La noción pueblo de Dios incluye a todos, incluidos los ministros de la Iglesia. 2) «La constitución jerárquica de la Iglesia supone la constitución del pueblo de Dios». 3) De esta forma, «la constitución jerárquica aparece más claramente al servicio del pueblo de Dios». 4) La división de la comunidad eclesial en los distintos estados: clérigos, laicos y religiosos, presupone la constitución del pueblo de Dios. En la Iglesia, a su juicio, es más correcto hablar de ‘vocaciones’ que de ‘estados’. En aquella alocución el obispo polaco tocó un tema esencial: la distinción entre el sacerdocio universal («la participación del sacerdocio de Cristo por todos los fieles en virtud de los sacramentos») y el sacerdocio ministerial, recibido por algunos miembros del Pueblo de Dios, gracias al sacramento del Orden. Y esta importante intervención la concluyó con una reflexión sobre el «apostolado» de los laicos, que surge de su vocación bautismal cristiana. Esta aportación de Wojtyla, posteriormente quedará refrendada en el decreto sobre el apostolado seglar, «Apostolicam Actuositatem». En los debates sobre el esquema «De Ecclesia» adquirió un papel importante la cuestión mariológica. ¿Qué lugar debería ocupar: un capítulo de la futura constitución sobre la Iglesia o un documento independiente? La decisión fue «que forme parte de la constitución sobre la Iglesia». El episcopado polaco había sido partidario de un capítulo aparte. Una vez tomada la decisión, Wojtyla, presentó por escrito un texto para que el esquema mariológico no quedara relegado al último capítulo, como un apéndice, sino que apareciera en conexión con el capítulo I, sobre el misterio de la Iglesia, presentada como cuerpo místico de Cristo. Así se haría más inteligible la consideración de María como «Madre de la Iglesia». En los debates conciliares de septiembre de 1964 hubo diferentes posturas entre los padres. El futuro Papa volvió a solicitar el desplazamiento del octavo capítulo: «La Bienaventurada Virgen María en el misterio de Cristo y de la Iglesia» al segundo, dentro de la constitución sobre la Iglesia. Por las actas conciliares sabemos que hubo otras dos intervenciones escritas: una, referida a los medios de comunicación social y otra, una defensa del título Madre de la Iglesia. n 9 DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO 6/7 IGLESIA EN EL MUNDO ACTUALIDAD Jornadas de OBRAS MISIONALES PONTIFICIAS El desafío de saber transmitir la fe en una Iglesia misionera Las recientes Jornadas Nacionales de las Obras Misionales Pontificias fueron presididas por el Sr. Arzobispo como presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias, quien recordó que «la perfección de nuestros ojos europeos necesita descentrarse». Fernando Redondo Benito La Delegación Diocesana de Misiones de Toledo ha participado en las recientes jornadas de formación para empleados y voluntarios de Obras Misionales Pontificias, que en esta ocasión han centrado su mirada en Asia y Oceanía como territorios de misión. Las jornadas estuvieron presididas por don Braulio, como presidente de la Comisión Episcopal de Misiones y de Cooperación con las Iglesias, y contaron con la presencia del Prefecto apostólico de Battambang (Camboya), monseñor Enrique Figaredo, y del Director Nacional de OMP, don Anastasio Gil. Don Braulio, que estuvo acompañado por el delegado diocesano de misiones y por un grupo de voluntarios y misioneros de Toledo, agradeció el trabajo que desarrollan todas las personas involucradas en la pastoral misionera, destacando las palabras del Papa Francisco en la Exhortación Apostólica «Evangelii Gaudium», que recuerda la necesaria transformación misionera de la Iglesia, y de manera particular, en el número 24 afirma que «la Iglesia en salida es la comunidad de discípulos misioneros que primerean, que se involucran, que acompañan, que fructifican y festejan». El Sr. Arzobispo también recordó que «transmitir la fe en una Iglesia misionera será por mucho tiempo nuestro más forPADRE NUESTRO / 9 DE MARZO DE 2014 midable desafío y prueba de si nuestro seguimiento de Cristo es real o ficticio». En relación con la temática de las jornadas, don Braulio también recordó que «la perfección de nuestros ojos europeos necesita descentrarse», constatando, sobre el trabajo de las OMP y de sus equipos de voluntarios y empleados, «¡cuánto bien se hace sin que se conozca!». Mons. Figaredo Monseñor Enrique Figaredo, Prefecto apostólico de Battambang también agradeció el «apoyo anímico, espiritual y económico de los amigos en la retaguardia», porque «lo que hacemos en las misiones es gracias a vosotros». Sobre las misiones, dijo que «Dios ya estaba Marisa López presentó el proyecto de nuestra archidiócesis de «acompañamiento de los misioneros re allí, Dios llega antes que los misioneros, así lo experimente al llegar a Camboya», pero que «vamos a descubrirlo, a encontrarlo», por lo que «no podemos dejar pasar el momento». Figaredo también explicó su trabajo en Camboya, donde «la mayoría de las personas son jóvenes, en un mundo en cambio y lleno de contradicciones». Figaredo, a quien también se conoce como el «obispo de la sillas de ruedas», explicó precisamente que «me conocen como el obispo de las silla de ruedas, porque me preguntan por eso en los medios de comu- El Prefecto apostólico de Battambang, Mons. Enrique Figaredo y el Sr. Arzobispo. nicación, pero no preguntan por cuánta gente bautizo». En ese sentido, dio a conocer su trabajo con discapacitados, afirmando que «fe y caridad con discapacitados van unidas, no por estrategia de la Iglesia, sino porque así es en el Evangelio, somos fermento». Además explicó el motivo por el que su cruz pectoral es un Cristo mutilado, señalando que es el «sufrimiento asumido por Cristo, el de Cristo que acoge y el Cristo incompleto, es el Cristo misionero». Dirigiéndose finalmente a los voluntarios y empleados de Carta del Papa Francisco a las familias El pasado 25 de febrero, la Santa Sede hizo pública una carta que el Papa Francisco ha dirigido a todas las familias del mundo. Q egresados». OMP les recordó que también aquí «tenemos que ser amigos de los pobres». Experiencia en Toledo Durante las diferentes intervenciones realizadas por los servicios diocesanos de Cooperación Misionera, la Delegación de Misiones de Toledo presentó su experiencia sobre el acompañamiento de los misioneros regresados. La secretaria de la delegación, Marisa López Sánchez, explicó cómo en Toledo la Delegación de Misiones es el «hogar de acogida para los misioneros», porque los que en ella trabajan y colaboran «están al servicio de los misioneros, para escuchar, acompañar y facilitar lo que necesiten». Presentó también las actividades y realidades en las que son incorporados los que regresan, además de recordar que en este año se celebra el XX aniversario de la presencia en Lurín y el X Aniversario de la Prelatura de Moyobamba, ambas en Perú. Concluyó recordando que «la carta de presentación de la Delegación de Misiones es la vida de los misioneros» ya que «ellos nos ayudan a vivir la misión en nuestra vida y en la vida de la Iglesia». ueridas familias: Me presento a la puerta de su casa para hablarles de un acontecimiento que, como ya saben, tendrá lugar el próximo mes de octubre en el Vaticano. Se trata de la Asamblea general extraordinaria del Sínodo de los Obispos, convocada para tratar el tema «Los retos pastorales de la familia en el contexto de la evangelización». Pues la Iglesia hoy está llamada a anunciar el Evangelio afrontando también las nuevas emergencias pastorales relacionadas con la familia. Este señalado encuentro es importante para todo el Pueblo de Dios, Obispos, sacerdotes, personas consagradas y fieles laicos de las Iglesias particulares del mundo entero, que participan activamente en su preparación con propuestas concretas y con la ayuda indispensable de la oración. El apoyo de la oración es necesario e importante especialmente de parte de ustedes, queridas familias. Esta Asamblea sinodal está dedicada de modo especial a ustedes, a su vocación y misión en la Iglesia y en la sociedad, a los problemas de los matrimonios, de la vida familiar, de la educación de los hijos, y a la tarea de las familias en la misión de la Iglesia. Por tanto, les pido que invoquen con insistencia al Espíritu Santo, para que ilumine a los Padres sinodales y los guíe en su grave responsabilidad. Como saben, a esta Asamblea sinodal extraordinaria seguirá un año después la Asamblea ordinaria, que tratará el mismo tema de la familia. Y, en ese contexto, en septiembre de 2015, tendrá lugar el Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia. Así pues, oremos todos juntos para que, mediante estas iniciativas, la Iglesia realice un auténtico camino de discernimiento y adopte los medios pastorales adecuados para ayudar a las familias a afrontar los retos actuales con la luz y la fuerza que vienen del Evangelio. Les escribo esta carta el día en que se celebra la fiesta de la Presentación de Jesús en el templo. En el Evangelio de Lucas vemos que la Virgen y San José, según la Ley de Moisés, llevaron al Niño al templo para ofrecérselo al Señor, y dos ancianos, Simeón y Ana, impulsados por el Espíritu Santo, fueron a su encuentro y reconocieron en Jesús al Mesías (cf. Lc 2,22-38). Simeón lo tomó en brazos y dio gracias a Dios porque finalmente había «visto» la salvación; Ana, a pesar de su avanzada edad, cobró nuevas fuerzas y se puso a hablar a todos del Niño. Es una hermosa estampa: dos jóvenes padres y dos personas ancianas, reunidas por Jesús. ¡Realmente Jesús hace que generaciones diferentes se encuentren y se unan! Él es la fuente inagotable de ese amor que vence todo egoísmo, toda soledad, toda tristeza. En su camino familiar, ustedes comparten tantos momentos inolvidables: las comidas, el descanso, las tareas de la casa, la diversión, la oración, las excursiones y peregrinaciones, la solidaridad con los necesitados… Sin embargo, si falta el amor, falta la alegría, y el amor auténtico nos lo da Jesús: Él nos ofrece su Palabra, que ilumina nuestro camino; nos da el Pan de vida, que nos sostiene en las fatigas de cada día. Queridas familias, su oración por el Sínodo de los Obispos será un precioso tesoro que enriquecerá a la Iglesia. Se lo agradezco, y les pido que recen también por mí, para que pueda servir al Pueblo de Dios en la verdad y en la caridad. Que la protección de la Bienaventurada Virgen María y de San José les acompañe siempre y les ayude a caminar unidos en el amor y en el servicio mutuo. Invoco de corazón sobre cada familia la bendición del Señor. Vaticano, 2 de febrero de 2014 Fiesta de la Presentación del Señor 9 DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO 8 IGLESIA EN TOLEDO ANÁLISIS LA CUARESMA RUBÉN CARRASCO RIVERA I mpulsados por el Espíritu, como el mismo Cristo (cf. Mt 4,1), somos introducidos en la Cuaresma, tiempo de esperanza. Silencio, oración, penitencia, ayuno, limosna son herramientas que Cristo y su Iglesia nos recomiendan para que a través de este itinerario interior se realice «algo nuevo» en nosotros (cf. Is 43,19; Ap 25,1). Este tiempo se encontraba ya en Egipto en los siglos III-IV. Nicea lo concibe como una preparación a la Pascua; pronto en Roma se considera como un tiempo ascético-penitencial. Constituyó un itinerario precioso para los catecúmenos, que durante este camino se disponían a recibir el Bautismo en la noche santa de la Resurrección. Las catequesis mistagógicas que más tarde recibirían los ya bautizados sobreabundan en el morir con Cristo para resucitar con Él. La instauración del ordo de los penitentes hizo que también este camino fuese un tiempo de penitencia y purificación, en el que al final del mismo (jueves santo) los penitentes eran reconciliados con el fin de que pudiesen recibir la Eucaristía en la Vigilia pascual. Estas dos líneas confluían en un punto común: el Misterio pascual: muertos con Cristo resucitamos con Él (cf. Rom 6,110). El Bautismo y la Eucaristía celebrados en «la madre de todas las Vigilias» (san Agustín) no eran sino mímesis de la muerte y resurrección de Cristo realizadas en los recién bautizados y en los que eran reconciliados y se acercaban a recibir el Cuerpo del Señor. La Cuaresma, cuarenta días que evocan la tipología bíblica veterotestamentaria (los días del diluvio, los de Moisés en el Sinaí, los años de travesía del pueblo de Israel por el desierto, los días de peregrinación de Elías, los de penitencia de los ninivitas) que es llevada a cumplimiento en la persona de Cristo quien finalmente va al desierto para ser tentado durante cuarenta días. Él mismo, un año más, vuelve a abrir a su Iglesia el camino de un nuevo éxodo a través del desierto cuaresmal, para que, llegados a la montaña santa, con el corazón contrito y humillado, reavivemos nuestra vocación de pueblo de la alianza, convocado para bendecir su nombre, escuchar su Palabra, y experimentar PADRE NUESTRO / 9 DE MARZO DE 2014 con gozo sus maravillas (cf. V Prefacio de Cuaresma). Este tiempo comenzaba con el I Domingo, pero pronto comenzaría el miércoles, denominado de ceniza. El antiguo sacramentario Gelasianum Vetus señala cómo se van a introducir estos días que preceden al I Domingo de Cuaresma con el fin de computar cuarenta días de penitencia y ayuno, para así evidenciar el carácter pascual de los Domingos de este tiempo, en los que se ausenta aquel carácter ascético. La imposición de la ceniza sobre nuestras cabezas, que era un signo identificativo de los penitentes, a partir del siglo XI al desaparecer la penitencia pública se extenderá a todos los fieles. Es un gesto que nos recuerda la precariedad de nuestra vida y cómo hemos de vivir en Dios agrandándole en todo. L a Cuaresma se articula en torno a los evangelios que son proclamados en sus cinco Domingos. Los dos primeros son fijos: Las tentaciones y la transfiguración, tomados de los evangelistas Mt, Mc y Lc para cada uno de sus ciclos A, B y C. La Iglesia es introducida con Cristo en el desierto, que siendo Dios se deja tentar, para enseñarnos cómo vencer al demonio en ese triple paradigma de tentación: poder, éxito, placer. Jesús, privándose de todo alimento, recurre a la Escritura con la que ora y hace frente a satanás. La transfiguración de Cristo en el Tabor es un anticipo de su gloria participada a sus íntimos, para introducirlos en el camino necesario hacia Jerusalén, a la cruz. Sin embargo, la temática de los tres Domingos restantes varía. El ciclo A es eminentemente catecumenal, el B sigue un itinerario cristocéntrico-pascual y el C subraya más el carácter penitencial. N os centraremos en el itinerario sacramental-bautismal que ofrece el ciclo A que estamos celebrando. Los evangelios que la Liturgia nos propone son los de la samaritana (Jn 4,5-42); el ciego de nacimiento (Jn 9,1-41) y la resurrección de Lázaro (Jn 11,1-45). Cristo se presenta como el agua viva, la luz del mundo y la resurrección y la vida. Los dos primeros evangelios hacen referencia a la fe recibida en el Bautismo. El agua es capaz de borrar nuestros pecados y conferirnos el ser hijos de Dios; la luz tomada del cirio pascual es capaz de iluminar las tinieblas de nuestro pecado e ignorancia y hacer germinar una relación íntima con Cristo, Sol que nace de lo alto. En el evangelio de la resurrección de Lázaro el Señor aviva en nosotros cómo con sus sacramentos nos hace pasar de la muerte a la vida (cf. 1Jn 3,14). Es lo que ocurre en todos los sacramentos, donde se actualiza el Misterio pascual de Cristo, de modo particular en el Bautismo y la Eucaristía. Por tanto se abre ante nuestros ojos, recuperando el sentido primitivo de este tiempo, un camino catecumenal, un proceso interior en el que a través del ayuno corporal que refrena nuestras pasiones y eleva nuestro espíritu (cf. IV Prefacio de Cuaresma), somos conducidos a la oración sincera donde podemos tener conocimiento íntimo de Cristo. Al final de este itinerario, en la noche de la Pascua -como nos recordará la monición a las promesas bautismales de la Vigilia- lo que se ha de volver a realizar en nosotros es una renovación profunda de nuestra vida en Cristo. Así la Cuaresma, lejos de ser un tiempo triste y oscuro, es una oportunidad maravillosa de nuestro Buen Dios, para volver a nacer del agua y del Espíritu (cf. Jn 3,5) y vibrar con «la alegría del Evangelio». n ACTUALIDAD IGLESIA EN TOLEDO 9 TRES PROYECTOS AL SERVICIO DE LAICOS Y CONSAGRADOS Cáritas Diocesana de Toledo desarrolla su Área de Cooperación Internacional La actividad de Cáritas no se reduce a atender a los más necesitados de nuestra archidiócesis, sino que quiere abordar también, en lo posible, algunas de las pobrezas existentes en un mundo tan globalizado. José María Cabrero Abascal Delegado Episcopal de Cáritas La caridad de Dios es universal y nos hace hermanos de todos los hombres. Dado el desarrollo de los medios de comunicación, hoy conocemos cuál es la situación de vida de muchos hermanos nuestros en todo el planeta. El conocimiento de las condiciones de pobreza extre- ma en las que viven muchos hombres y mujeres suscita en cada cristiano y en toda la Iglesia la necesidad de socorrer esas necesidades. De ahí que la actividad de Cáritas no se reduce a atender a los más necesitados de la Diócesis de Toledo sino que quiere abordar también, en lo posible, algunas de las pobrezas existentes en un mundo tan globali- zado. A ello responde el área de Cooperación Internacional de Cáritas Toledo, que comprende los tres proyectos siguientes. 1. Proyecto de emergencia: Cáritas favorece la ayuda de emergencia en caso de catástrofes naturales. 2. Proyecto de Cooperación y Desarrollo a través del cual se realizan ayudas directas a poblaciones de Hispanoamé- Encuentro formativo del voluntariado Ciento veinte voluntarios de distintas Cáritas parroquiales se reunieron el pasado 10 de febrero en la Casa de Ejercicios en un encuentro formativo convocado por Cáritas Diocesana para reflexionar en común a partir de la Exhortación «Evangelii Gaudium» del Papa Francisco. Se inició el encuentro con el saludo de Javier García Cabañas, Secretario General. A continuación tuvo lugar la celebración de la Palabra, para pasar a la formación espiritual a cargo de don José María Cabrero, delegado de Cáritas Diocesana. El tema central de su exposición giró en torno a la exhortación apostólica desde la perspectiva inclusiva de los pobres, con una invitación final a participar en la atención a los más desfavorecidos. Después hubo tiempo para para compartir ideas y expe- riencias entre los voluntarios asistentes. Y finalmente, Diego Gafo, trabajador social en el programa de voluntariado disertó sobre «Acompañamiento e Itinerarios de Inserción». La organización de estos espacios donde compartir experiencias y saberes desde un punto de vista diocesano, es una de las principales herramientas de formación de Cáritas Diocesana. rica, donde desarrollan su labor misioneros diocesanos de Toledo, destinando a tal efecto el l% del presupuesto anual de Cáritas. En 2013 se apoyaron siete proyectos. 3. Proyecto de cooperación y de voluntariado internacional: por el que se ofrece la posibilidad de realizar una experiencia caritativo-social en el mes de agosto, en las parroquias encomendadas a sacerdotes diocesanos de Toledo, en la Prelatura de Moyobamba, cuya atención pastoral ha sido encomendada a la archidiócesis toledana, y en la Diócesis de Lurín. Vocación laical Ponemos así en práctica lo que el mismo Concilio Vaticano II recomienda: «Los laicos, por fin, presten de buen grado su cooperación económico-social a los pueblos en vías de desarrollo; cooperación que es tanto más de alabar, cuanto más se relacione con la creación de aquellas instituciones que atañen a las estructuras fundamentales de la vida social, y se ordenan a la formación de quienes tienen la responsabilidad de la nación.» (AG 41). Respeto y acompañamiento Cáritas trabaja en cooperación internacional con total fidelidad a su modelo de cooperación fraterna en los países en vías de desarrollo en los que tiene presencia directa, basado en el respeto a las Cáritas nacionales y en el acompañamiento personalizado a cada uno de ellos desarrollando sus actividades en ellos y fortaleciendo la presencia de las Cáritas locales. 9 DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO 10 / IGLESIA EN TOLEDO CRÓNICA EL MARTIRIO DE LOS DOMINICOS DE ALMAGRO Cuatro actores toledanos en la película «Bajo un manto de estrellas» Jorge López Teulón Son cuatro los actores nacidos en la provincia de Toledo que han dado vida a los frailes dominicos de la película: dos de Fuensalida, uno de Santa Cruz de la Zarza y otro de Santa Cruz del Retamar El pasado 16 de febrero La Casa de la Cultura de Fuensalida acogió la presentación de esta película. Al acto acudieron, entre otros, el director, Óscar Parra de Carrizosa, y los jóvenes actores fuensalidanos Álvaro Palomo (Fray Ricardo) y Víctor Octavio (Fray Paulino). La recaudación iba destinada a la campaña contra el hambre llevada a cabo por Manos Unidas Fuensalida. Luego, el 21 de febrero, tuvo lugar el estreno en Santa Cruz de la Zarza, en una abarrotada Casa de la Cultura. De allí es natural Sergio Raboso (el maestro de novicios, el padre Pedro). Algunos de los actores, y nuevamente el director, acudieron a arropar al actor en su pueblo natal. Finalmente, Víctor Merchán (Fray Fernando) es de Santa Cruz de Retamar. La película, cuyo director es Óscar Parra y la coguionista Gema G. Regal, ha tenido una gran acogida, con más de cuatro mil espectadores durante la primera semana. Por deferencia con el actor Álvaro Palomo, en breve se realizará un pase privado para los alumnos y compañeros en su Colegio de Nuestra Señora de Infantes. La película de «Bajo un manto de estrellas» nos sitúa en el verano de 1936 y narra una épica historia de sacrificio, sufrimiento, fe, amor y perdón: el relato del martirio de la comunidad de padres dominicos de Almagro. n CENA FRATERNA Y SOLIDARIA EN SAN JOSÉ OBRERO.- Primero tuvo lugar la celebración de la Eucaristía, donde todos los voluntarios y simpatizantes de Manos Unidas pudieron participar. Terminada ésta, el coro músico vocal «La Voz del Barrio” interpretó un escogido elenco de canciones que fueron el deleite de las cerca de 200 personas que asistieron. A continuación se pasó al salón parroquial, donde se degustó el fraterno bocadillo, mientras se rifaban pequeños regalos que a todos alegraron. La mitad de los asistentes eran chicos y chicas jóvenes que se sienten atraídos por la solidaridad con los más pobres. PADRE NUESTRO / 9 DE MARZO DE 2014 En la fotografía superior, de derecha a izquierda:Víctor Octavio, Álvaro Palomo, el actor sevillano Antonio Meléndez y Víctor Merchán, en una escena grabada en la huerta del Colegio «Compañía de María2, de Talavera de la Reina. Debajo, el actor Sergio Raboso. n convenio entre el arzobispado y caja rural de clm.- El presidente de Caja Rural de Castilla-La Mancha y el Sr. Arzobispo renovaron el convenio de cooperación entre ambas instituciones, a través del cual la entidad financiera apoya los proyectos y actividades en materia social y comunicativa de la Archidiócesis toledana. El presidente de Caja Rural Castilla-La Mancha y el Sr. Arzobispo subrayaron el alcance de este acuerdo. En la firma del convenio estuvieron el director general de la entidad, don Víctor Manuel Martín López, además del ecónomo diocesano, don Anastasio Gómez Hidalgo. CRÓNICA IGLESIA EN TOLEDO 11 bendecida por el obispo auxiliar TALAVERA DE LA REINA El Obispo auxiliar, don Ángel Fernández Collado, ha bendecido en la Capilla Mayor del Seminario Menor una nueva imagen de su santo titular, santo Tomás de Villanueva, que ha sido regalada por un grupo de sacerdotes y algunos seminaristas de nuestra diócesis. La talla ha sido realizada por el imaginero Antonio José Martínez y policromada por Juan José Casenave, que participaron también de la eucaristía y El pasado día 17 de febrero y con motivo del 40 aniversario del hospital Nuestra Señora del Prado, de Talavera, se celebró la eucaristía para dar gracias a Dios por todos estos años. En este hospital trabajan 1.500 trabajadores, atiende a casi 130 pueblos y a una población cercana a los 200.000 habitantes. La misa estuvo presidida por el Sr. Obispo auxiliar, don Ángel Fernández Collado, que estuvo acompañado por otros Nueva imagen de santo Tomás de Villanueva en el Seminario Menor del acto de bendición. Por este mismo motivo y con el deseo de que los seminaristas menores crezcan en el conocimiento y el deseo de imitación de su santo patrón, los alumnos del Seminario Menor han peregrinado al lugar de su nacimiento, Fuenllana y Villanueva de los Infantes, entre los días 28 de febrero y 4 de marzo, compartiendo un día de convivencia con los seminaristas de la diócesis de Ciudad Real. Santa Misa en el 40 aniversario del hospital «Ntra. Señora del Prado» diez sacerdotes, entre los que se encontraban el Vicario, don Felipe García, el arcipreste don Luis Mariano Gómez, el capellán del hospital, don Agustín Brasero, don José Arriero y todos los sacerdotes que han pasado por el hospital durante estos 40 años. La misa estuvo además cantada por el coro del hospital, dirigido por el también sacerdote de dicho hospital don Ricardo Vargas. Jornada diocesana de monaguillos El pasado 22 de febrero tuvo lugar en el Seminario Menor de Toledo la Jornada diocesana de monaguillos, a la que asistieron alrededor de doscientos monaguillos de más de cincuenta parroquias de nuestra diócesis, acompañados de sus sacerdotes. El lema de la convivencia fue «Llamados a la santidad», en sintonía con el Plan Pastoral Diocesano. Ese mismo fin de semana se celebró la segunda convocatoria de Preseminario de este curso, a la que acudieron 21 chicos, para conocer el Seminario y plantearse su posible ingreso de cara al curso próximo. 9 DE MARZO DE 2014 / PADRE NUESTRO Director: Juan Díaz-Bernardo Navarro. Adjunto a la dirección: José María Díaz Alejo. Redacción: Marga G. Heras. Toledo: Jesús Javier Merchán. Talavera de la Reina: Jorge López Teulón. La Mancha: Juan García Martín. Edita: Secretariado Diocesano de Medios de Comunicación Social. C/ Trinidad, 12. 45002 Toledo. Teléfono: 925 250012. Fax: 925 253288 e-mail: [email protected]; [email protected]. http: www.architoledo.org Impresión: Ediciones Toledo S.L. Depósito legal: TO. 1641/1983 NUESTROS MÁRTIRES (197) Santiago Fernández López (4) Jorge López Teulón 18 de agosto de 1936. Los hermanos Fernández López fueron conducidos a prisión el día de la Asunción. Ramón Perea Bravo, en su libro «Historia de la Muy Noble, Leal y Antigua Villa de Orgaz, Toledo», Talleres tipográfico Gómez-Menor, 1964, en su página 84, refiere de esta manera los acontecimientos del asesinato: «18 de agosto. Reverendo señor don Santiago Fernández López, presbítero. Don Pedro Perea Cid, agricultor. Don Basilio Perea Cid, agricultor. Don Francisco Salgado Ruiz-Tapiador, estudiante. Don José Fernández López, empleado de Hacienda. Don Fernando Pinillos Medrano, estudiante. Don Luis Ruiz de los Paños, guarda mayor de campo. Con ellos, uno de Sonseca que detuvieron en ésta.Este grupo tuvo el gran consuelo de llevar como magnífico preparador para bien morir a un joven sacerdote, don Santiago Fernández, que confesó a todos sus compañeros de martirio, y, una vez en tierra, en las inmediaciones del pueblo de Mazarambroz, pidió a sus asesinos le permitieran morir el último para cumplir con cada uno de sus hermanos la santa misión del sacerdote. Consta que fue bendiciéndoles, cerrando sus ojos y administrándoles los últimos sacramentos. Una vez cumplida su misión para con los demás, al grito de ‘¡Viva Cristo Rey!’, entregó su vida a Dios y a la Patria.» Trasladados sus restos, tras el fin de la contienda, a la iglesia parroquial de Orgaz; después -como ya quedó dicho- su familia los llevó al Valle de los Caídos, con fecha de 6 de mayo de 1964. Don Juan Francisco Rivera explica que respecto al templo de Totanés, «saqueado, quedó destrozado el armónium y los cinco altares que había. Por entonces las imágenes fueron guardadas entre un montón de astillas, en la iglesia, pero muy entrada la guerra, en venganza contra las derrotas que cada día eran mayores, por el mes de mayo de 1938 fueron quemadas». Lápida que se conserva con los nombres de los dos hermanos en la cripta de la parroquia de Orgaz. Conciertos para la Cuaresma en Talavera La parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Talavera de la Reina ha organizado seisconciertos de órgano durante la Cuaresma y uno el Domingo de Ramos. Los conciertos, todos a las 20:30 h., son los siguientes: -8 de marzo, a cargo de Javier Serrano Godoy. -15 de marzo, a cargo de Eusebio Guidano Laborda. -22 de marzo, a cargo de Juan Montero Aparicio. -29 de marzo, a cargo de Amador Dueñas Esteban. -5 de abril, Música medieval, a cargo de la Escuela Eusebio Rubalcaba. -12 de abril, a cargo de Antonio Palencia Congregado. -Concierto de Semana Santa, el Domingo de Ramos. Cofradías de Semana Santa. EJERCICIOS ESPIRITUALES PARA SEGLARES Dirigidos por el Sr. Arzobispo, don Braulio Rodríguez Plaza. Del 14 al 16 de marzo Casa Diocesana de Ejercicios Más Información: 925 251050