terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico Carlos Ballús-Creus, Alba Peñarroya y Jordi Pérez Hospital Clínic de Barcelona El soporte familiar es un elemento coadyuvante relevante en el manejo del dolor crónico. Puede plantearse un programa de atención a familiares de pacientes con dolor crónico mediante un taller de 4 sesiones seguido de una terapia de grupo. Este programa se basa en el trabajo multidisciplinar y coordinado entre médicos, psicólogos y enfermería. Puntos clave La familia es el primer recurso al que acude la persona con dolor crónico. l Ofrecer información, recursos y apoyo emocional y social se ha revelado como un elemento coadyuvante en el tratamiento. l Se podrían esperar una serie de cambios en la percepción del dolor, una mejor elección de las estrategias de afrontamiento y la disminución de la ansiedad en unos y en otros, eventualmente la disminución de los síntomas depresivos y, en cuanto a los aspectos médicos, alguna posibilidad que a priori es muy ambiciosa, la disminución de la prescripción de medicamentos y la disminución de visitas a la clínica del dolor. l L os familiares constituyen la primera ayuda de los pacientes con dolor crónico, y ofrecerles información, recursos y apoyo emocional y social se ha revelado como un elemento coadyuvante en el tratamiento de la situación del dolor en conjunto. Se intenta que los familiares pasen a formar parte del polo terapéutico, mientras los pacientes se benefician de un entorno preparado para prestarle atención y ayuda sin caer en la dramatización, la sobreprotección y las situaciones de “burn out”. Esta técnica de trabajo con familias en la cronicidad se viene utilizando en salud mental desde finales de los años setenta en enfermedades del grupo de las psicosis, si bien ya se conocían antecedentes del trabajo con familias en los años cincuenta en el ámbito de la poliomielitis. En dichas sesiones taller se tratan diferentes temas: el origen del dolor, los posibles tratamientos, el problema del dolor en el paciente y en la familia, lo que puede hacer la familia y técnicas para convivir con el dolor. Actualmente, los aspectos relacionales ocupan un lugar central en la explicación del dolor crónico. El desarrollo de estrategias viables para la evaluación del dolor crónico frente a las interacciones entre los miembros de la familia y la persona que lo experimenta puede permitir un avance en la investigación de los factores psicorrelacionales del dolor (fig. 1). Los patrones del dolor se relacionan con comunicaciones relevantes, la experiencia del dolor (en intensidad, frecuencia, etc.) se relaciona con disfunciones sociales, problemas laborales y con alteraciones emocionales, malas relaciones de pareja y expresión de afectos negativos. Roles familiares en el dolor crónico La familia es el primer recurso al que acude la persona con dolor crónico. Se ha comprobado que la aparición del dolor en un miembro de la familia genera angustia entre sus miembros y una serie de disfunciones que afectan al normal funcionamiento y desarrollo de ésta y, de manera individual, a sus miembros. Asimismo, los miembros de la unidad familiar se convierten en muchas ocasiones en asiduos visitantes de las dependencias de las clínicas del dolor (CLD) trasmitiendo, en muchas ocasiones, sus ansiedades y malestar www.jano.es | febrero 2011 06-tera00267Programa.indd 59 59 07/02/2011 10:23:00 terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico C. Ballús-Creus, A. Peñarroya y J. Pérez celona en el campo de las psicosis, la CLD del Hospital Clínic de Barcelona, como equipo interdisciplinar (anestesiólogos, psicólogos y enfermeras) en el tratamiento del dolor, se dispone a iniciar una nueva modalidad de tratamiento coadyuvante consistente en la atención a los pacientes con dolor de origen espinal y a sus cuidadores, generalmente familiares directos, mediante un programa que consta de un taller sobre dolor seguido de un grupo de continuación. a los profesionales y generando una presión asistencial que, en ocasiones, podría evitarse si pacientes y familiares dispusieran de una información y orientación que les ayudara en la situación que atraviesan. No hay evidencia, ni en la bibliografía ni en la experiencia clínica, de que se trate de familias disfuncionales; sin embargo, se trata de familias que sufren, por ello el objetivo de los profesionales ha de ser el de disminuir este sufrimiento sin esperar a que aparezcan las alteraciones y ofrecer un programa de orientación específico para familias con dolor. Abordaje de los pacientes con dolor espinal Antecedentes de intervenciones familiares en la cronicidad Características de los asistentes Tratándose de una actividad dirigida a adultos están excluidos los pacientes o acompañantes con dificultades para la comprensión. Es importante que los asistentes puedan entender los contenidos que se les exponen y valorar el alcance de la situación, ya sea propia o de su familiar así como expresarse libremente. Por ello se evita la asistencia de menores que podrían verse expuestos a contenidos dramáticos y de ancianos que podrían no entender lo que se les expone (en ambos casos el equipo está capacitado para atenderlos de forma individual). Desde los años cincuenta, en el tratamiento de la poliomielitis, y desde mediados de los setenta, en el de la esquizofrenia y otras patologías no psiquiátricas, se utiliza el trabajo con familias en las situaciones en las que aparecen problemas graves, con tendencia a la cronicidad, que afectan su estructura y su funcionamiento. Desde hace unos años, este tipo de intervención se está aplicando en las CLD con efectos beneficiosos. Aprovechando la experiencia del Hospital Clínic de Bar- Figura 1 Factores psicorrelacionales del dolor. Trabajo Familia Dolor Ocio Pareja Amigos 60 febrero 2011 | www.jano.es 06-tera00267Programa.indd 60 07/02/2011 10:23:00 terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico C. Ballús-Creus, A. Peñarroya y J. Pérez Tratamiento Taller psicoeducativo Un taller (workshop en inglés) es una técnica grupal que combina los recursos propios de la andragogía, con la prescripción de tareas prácticas a realizar tanto en el aula como en el hogar. Se utiliza, en este caso, la palabra “prescripción” porque se trata de un taller de tipo psicoeducativo y, por tanto, terapéutico. Es decir, las prescripciones que en él se dan van más allá de las meras “prácticas” para la adquisición de unas determinadas habilidades, se pretende que mediante su realización haya implicado un proceso de reflexión, evaluación y replanteamiento de la situación que favorezca los cambios en las conductas que relacionan dolor, paciente y otros miembros de la familia. El formato de taller, como actividad grupal, además de resultar un ahorro de tiempo y de esfuerzos por parte de los terapeutas, también facilita la creación de una dinámica grupal que más tarde será útil para realizar las sesiones del grupo de continuación. Está comprobado que este tipo de formato es útil y resulta efectivo en más de un 85% de las familias cuando se trabaja con familias de enfermos mentales, el reto es trasladar su eficacia al campo del dolor. El objetivo primordial de un taller como el de este programa es informar. Cuando un paciente o su cuidador está convenientemente informado de la dolencia que afecta a un familiar o a sí mismo cambia su percepción de la situación, mejora la comprensión y favorece el cambio de actitud. Si se consigue este cambio de actitudes disminuye la tensión en la relación, la ansiedad y la conflictividad. Otro de los objetivos consiste en instrumentalizar al familiar, eso es acercarlo al polo terapéutico, tratar de conseguir que sea un aliado en el tratamiento, alguien que facilite la convivencia, en lugar de una fuente de complicaciones o de quejas (fig. 2). También hay que ofrecerles recursos para esta situación, que puedan entender que es mejor desmenuzar los problemas a la hora de afrontarlos en lugar de verlos como un gran problema único, dar recursos para disminuir la tensión en el hogar y facilitar la comunicación. Éstos son elementos que ayudan a prevenir la sobrecarga de la familia. Ofrecer apoyo, tanto a los pacientes como a sus familiares, es otro de los objetivos marcados. En las situaciones de cronicidad, a menudo el profesional es percibido como un expendedor de prescripciones, cuando ello no es posible es conveniente explicar por qué y mantenerse a su disposición para atenderles en momentos de angustia. A menudo, los pacientes se sienten culpables por los problemas que crean y por las limitaciones que imponen a sus familiares, otras veces son los familiares los que experimentan la culpa por no poder solucionar el problema de la persona con dolor. Conviene intervenir aquí para frenar esas corrientes de sentimientos negativos, que serán perniciosos en la evolución del dolor y de su tratamiento. Finalmente, el tratamiento porque nunca se explica lo suficiente. Los profesionales tendemos a omitir las explicaciones por falta de tiempo, por comodidad o por la dificultad que ello, a veces, entraña. Se confía en que habrán sido otros profesionales (otros médicos, psicólogos, enfermería, fisioterapeutas) los que habrán llevado a cabo esta tarea confiando en una coordinación que suele ser insuficiente. Con ello, sólo se contribuye a aumentar la desorientación, la ignorancia y los malos entendidos, y ello no contribuye para nada a una evolución satisfactoria. Muchos pacientes viven convencidos de ser usados como conejillos de Indias, otros viven sumidos en la desesperación porque piensan que no se puede hacer absolutamente nada por ellos cuando muchas veces no es así. Por no mencionar las situaciones en las que se producen discusiones por todo lo contrario, cuando un paciente sostiene que se le había planteado un tratamiento que luego resulta no llegar nunca o que no surte el efecto deseado. Por ello, una buena explicación de los tratamientos que se ofrecen en cada clínica o unidad es otro de los objetivos de un taller sobre el dolor. Durante el taller la duración de cada sesión no excede los 90 min semanales, se dedica aproximadamente La familia y el paciente se acercan al polo terapéutico para participar en la atención al dolor; a su vez, el equipo terapéutico es más consciente de las necesidades de la unidad paciente-familia. Figura 2 Dolor Paciente Familia Equipo terapéutico Consultas de dolor www.jano.es | febrero 2011 06-tera00267Programa.indd 61 61 07/02/2011 10:23:00 terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico C. Ballús-Creus, A. Peñarroya y J. Pérez Tabla 1 Contenidos del Taller sobre el Dolor Sesión 1 Fisiología de las lesiones de espalda El significado del estímulo nociceptivo “¿Qué es el dolor?” Diferencia entre el dolor agudo y crónico Áreas afectadas por el dolor Factores que influyen en el curso del dolor Sesión 2 Informar sobre Tratamiento Global (multidisciplinar y con la ayuda de los pacientes y familia) “¿Qué tratamientos existen?” Tipos de tratamientos para el dolor (de la Clínica del Dolor o externos a ella) Conceptos básicos de farmacología Otros tratamientos coadyuvantes para el dolor y aspectos relacionados (estado de ánimo, sueño, tensión muscular…) Sesión 3 Reacciones a la cronicidad en paciente y familiar “La experiencia del paciente y la familia” Proceso de duelo por la pérdida de la salud en los pacientes y en la familia Estilos de afrontamiento de la situación Cambios vitales personales y familiares (autoimagen, rol, responsabilidades, etc) Sesión 4 Reacciones frecuentes en los pacientes y en la familia “¿Qué podemos hacer?” Dificultades ante la cronicidad Reactivación de recursos personales y familiares la mitad del tiempo a la exposición del tema del día y la otra mitad a responder las preguntas de los asistentes, si bien se les ha invitado a interrumpir libremente las explicaciones durante la primera parte para solicitar aclaraciones o exponer dudas. El número de asistentes puede oscilar entre 14 y 20, un número mayor no permitiría la atención debida a los asistentes. Un número inferior no optimizaría los recursos del equipo. Captar el interés y la atención de los asistentes puede ser laborioso. Limitar los encuentros a 1 o 2 puede trivializar la ayuda que se les puede brindar. Si los encuentros didácticos se prolongan más allá de las 4-6 sesiones puede resultar tedioso, si los contenidos están bien impartidos y los asistentes motivados a partir de las 4 sesiones van a desear manifestarse, dialogar entre ellos, comparar y hacer más peguntas al equipo (tabla 1). Para esto, el formato “taller” no es el más apropiado. 62 Grupo de continuación El grupo de continuación permite que los asistentes se expresen, intercambien ideas, problemas y soluciones y que pregunten a los terapeutas acerca de los temas que más les preocupan. El grupo se prolonga durante 6 meses, lo que da tiempo para que se elabore y se procese adecuadamente la información y a que los asistentes se adapten a la situación que se les plantea (tabla 2). En los estudios previos sobre el tema se encuentra que las intervenciones de carácter informativo-psicoeducativo son útiles mientras duran, pero que su efecto se extingue al poco tiempo de su finalización. No se pretende resolver una situación compleja con un taller de 4 sesiones sobre dolor, el formato de terapia de grupo de una cierta duración, como es el caso de 6 meses, garantiza un aprendizaje y refuerzo de los elementos aprendidos en el taller de forma que se asegura una mayor perdurabilidad en el tiempo. En la experiencia en el campo de la salud febrero 2011 | www.jano.es 06-tera00267Programa.indd 62 07/02/2011 10:23:00 terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico C. Ballús-Creus, A. Peñarroya y J. Pérez Tabla 2 Objetivos del Grupo del Dolor Áreas de trabajo Puntos clave Grupo de Dolor (pacientes y familiares) Cambio de focalización: Cognitivo Intensificar “cuidarse” Desintensificar “mejorar” Relajación Conductual Promoción de hábitos saludables Promoción del ejercicio físico adecuado Negociación del cambio de roles y responsabilidades Comunicación más efectiva Relacional Empatía con el otro Comprensión del proceso de duelo por la pérdida del proyecto en común y promoción del nuevo mental, los efectos de un taller de este tipo pueden llegar hasta 5 años. Terapia grupal Una terapia grupal puede tener múltiples objetivos, pero uno de los objetivos constantes en todo grupo es el de poner en común información, expresar sentimientos acerca de un tema determinado y aumentar la red social, que en esta condición es especialmente interesante puesto que en muchos de los asistentes, debido a las limitaciones a causa de su situación, es un aspecto que suele descuidarse. En este grupo se repasan además los contenidos del taller, los asistentes comparten experiencias, ideas y soluciones, y se trata de generar un espacio para “lamentos”, de esta manera se intenta disminuir la ansiedad de los asistentes. Se presta atención a los hechos recientes y se refuerza el mantenimiento de las mejorías. Además, este equipo considera que una terapia de grupo es un espacio de reunión temporal dedicado a los asistentes y que, como actitud terapéutica, debe ser, ante todo, puesto a disposición de los asistentes, lo que les facilitará la identificación con éste y la vivencia de estar haciendo algo que les es útil y necesario. Conclusión Como en todo nuevo proyecto, se esperan resultados óptimos. La experiencia previa en el campo de la psicosis así lo avala. Pero, obviamente, no se trata del mismo problema ni del mismo momento familiar. En las psi- cosis se suele abordar la familia cuando los hijos son adolescentes. En el dolor los padres son generalmente mayores y los hijos han abandonado el hogar paternal, por lo que habitualmente el paciente está acompañado únicamente por su cónyuge, y ésta es otra de las diferencias, aquí se abordan conjuntamente pacientes y familiares. El planteamiento del trabajo es sustancialmente diferente, en especial en lo que al manejo del lenguaje se refiere. Las finalidades de este programa son las de informar a los asistentes (pacientes o familiares) y ayudarles a la convivencia con el dolor. Se podría esperar una serie de cambios en la percepción del dolor, una mejor elección de las estrategias de afrontamiento y la disminución de la ansiedad en unos y en otros, eventualmente la disminución de los síntomas depresivos y, en cuanto a los aspectos médicos, alguna posibilidad que a priori es muy ambiciosa, la disminución de la prescripción de medicamentos y la disminución de visitas a la CLD. Sólo el trabajo, el tiempo y los resultados de la investigación, que serán descritos próximamente en otros artículos, lo dirán. J BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA Ballús-Creus C. Diez años de orientación terapéutica familiar en la esquizofrenia. Rev Psiq Fac Med (Barc). 1998;25:172-6. Goldstein M. Psychoeducational family interventions in psychotic disorders. New Trends Exp Clin Psych. 1996;2:71-9. Kaapa EH, Frantsi K, Sarna S, Malmivaara A. Multidisciplinary group rehabilitation versus individual physiotherapy for www.jano.es | febrero 2011 06-tera00267Programa.indd 63 63 07/02/2011 10:23:01 terapéutica Atención a familiares de pacientes con dolor crónico C. Ballús-Creus, A. Peñarroya y J. Pérez chronic nonspecific low back pain: a randomized trial. Spine. 2006;31:371-6. Kerns RD, Otis JD. Family therapy for persons experiencing pain: evidence for its effectiveness. Seminairs in Pain Medicine. 2003;2:79-89. Kopp M, Richter R, Rainer J. Differences in family functioning between patients with chronic headache and patients with chronic low back pain. Pain. 1995;63:219-24. Laqueur HP. Mechanisms of change in multiple family therapy. En: Sagar CJ, Caplan HS, editors. Progress in group and family therapy. New York: Brunner & Mazel; 1972. Leff J, Kuipers L, Berkowitz R, Eberlein-Vries R. A controlled trial of social intervention in the families of schizophrenic patients. Brit J Psych. 1982;141:121-34. Lemmens G, Eisler I, Heireman M, Van Houdenhove B, Sabbe B. Family discussion groups for patients with chronic pain: a pilot study. ANZJFT. 2005;26:21-32. Lemmens G, Verdegem S, Heireman M, Lietaer G, Van Houdenhove B, Sabbe B, et al. Helpful events in family discussion groups with chronic pain patients: a qualitative study of differences in perception between therapists/observers and patients/family members. Fam Sys Health. 2003;21:37-52. 64 Linton SJ, Andersson T. Can chronic disability be prevented? A randomized trial of a cognitive-behavior intervention and two forms of information for patients with spinal pain. Spine. 2000;25:2825-31. Llovet JM, Ballús-Creus C, Boada-Port JC. Aspectos sociofamiliares en el tratamiento y rehabilitación de la esquizofrenia. Monografias de Psiquiatria. 1991;2:25-34. Naidoo P, Pillay P. Correlations among general stress, family environment, psychological distress and pain experience. Percept Motor Skills. 1994;78:1291-6. Paulsen JS, Altmaier EM. The effects of perceived versus enacted social support on the discriminative cue function of spouses for pain behaviors. Pain. 1995;60:103-10. Pfingsten M, Hildebrant J, Leibing E, Franz C, Saur P. Effectiveness of a multimodal treatment program for chronic lowback pain. Pain. 1997;73:77-85. Romano JM, Schmaling KB. Assesment of couples and families with crhonic pain. En: Turk DC, Melzack R, editors. Handbook of pain assessment. New York: Guilford Press; 2001. Sales-Vázquez R, Ballús C. Los problemas psicosociales en poliomielitis y su orientación asistencial. Acta Pediátrica Esp. 1959;201:493-507. febrero 2011 | www.jano.es 06-tera00267Programa.indd 64 07/02/2011 10:23:01