Reglas y consejos sobre la investigación científica; Santiago Ramón y Cajal

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ÍNDICE
ÍNDICE Pág 1
BIOGRAFÍA Pág 2
INTRODUCCIÓN: APROXIMACIÓN A LA OBRA Pág 3
RESUMEN DE CADA CAPÍTULO Pág 4
RESUMEN GENERAL DE LA OBRA Pág 19
JUICIO CRÍTICO Pág 20
−lo más destacado de la obra
−lo menos destacado, más criticable
FRASES DESTACADAS Pág 22
BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA Pág 25
BIOGRAFÍA
Santiago Ramón y Cajal nació en Petilla de Aragón, Navarra el 1 de mayo de 1852 y murió en Madrid el 17
de octubre de 1934.
Fue hijo de un cirujano rural que contra su voluntad decidió hacer de él un médico de más fortuna; después de
trasladarse con su familia a Zaragoza, obtuvo la licenciatura en Medicina el año 1863. Marchó a Cuba como
médico militar y tras unos fracasos en oposiciones a cátedra, obtuvo al fin la de Anatomía, de Valencia, en
1883 Inició las investigaciones del sistema nervioso que dieron como resultado el descubrimiento de la
estructura de la neurona: las células nerviosas no se unen por continuidad, sino que sus relaciones se
establecen por contigüidad. Ante el escepticismo de propios y extraños, mostró su descubrimiento en Berlín.
A partir de este momento, su dedicación a la histología va a permitirle dar una conclusión definitiva a la teoría
celular iniciada por Schleiden y Schwann y última por Virchow y que Cajal extendió a las células nerviosas
utilizando y modificando los procedimientos de tinción ideados por Golgi y Simarro. De esta forma , pudo
enunciar que también las células nerviosas constituyen una unidad morfológica, genética, funcional,
regenerativa y de reacción patológica. Aparte de otros premios nacionales e internacionales, investigaciones le
valieron la concesión del premio Nobel de Medicina que compartió con Golgi en el año 1906.
Temas: Ramón y Cajal fue catedrático en Madrid desde 1892 y además de su numerosa producción científica
sobre la histología, anatomía, biología y fotografía, cuenta también con una fecunda creación literaria:
Cuentos de vacaciones, Recuerdos de mi vida, Charlas de café y El mundo visto a los ochenta años.
INTRODUCCIÓN: APROXIMACIÓN A LA OBRA
Reglas y consejos sobre la investigación científica reproduce el discurso de ingreso del eminente histólogo
en la Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Para Ramón y Cajal todo hombre puede ser si se lo
propone, escultor de su propio cerebro y convencido de que toda obra grande es el resultado de una gran
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pasión puesta al servicio de una gran idea, ofrece en los primeros capítulos una serie de consejos y
advertencias a los jóvenes estudiantes, tratando de mover su entusiasmo por los trabajos de laboratorio. En los
finales analiza los deberes del Estado con la ciencia y sus obligaciones ante la indispensable promoción de lo
científico. El también premio Nobel Severo Ochoa enriquece esta edición con un cálido prólogo donde
expresa su admiración por don Santiago y comparte con él la preocupación por el fomento de la investigación
científica en nuestro país.
Tras esta introducción a modo de resumen nos centramos en cada uno de los puntos en que el autor enfoca su
obra.
Este folleto se dirige a la juventud, es decir, a nosotros que hemos elegido este camino, para fortalecer la
afición a las tareas del laboratorio, así como para alertar las esperanzas un tanto decaídas, después de recientes
y abrumadores desastres, de los creyentes en nuestro renacimiento intelectual y científico. También se nos
intenta quitar el miedo de los grandes genios porque éstos también tienen desdenes y momentos criticables
que nosotros podemos juzgar para poco a poco convertirnos en seres similares, o incluso mejores que ellos.
Así podríamos recoger el fruto que nuestros antepasados no recogieron para levantar una nueva bandera de
esperanza y colocar a España a la cabeza de la investigación.
Con esto se denota que tal y como su nombre dice, este libro pretende dar reglas para saber cómo actuar ante
un determinado estudio científico y los consejos para realizarlo lo mejor posible.
En segundo lugar Reglas y Consejos Sobre Investigación Científica, un análisis y una crítica de la sociedad
española de la época así como de su atraso científico. Pretende hacer un llamamiento a la sociedad para ver las
fatales circunstancias y así hacernos reaccionar y encontrar una solución a tan grave problema: el atraso
científico español.RESUMEN DE CADA CAPÍTULO
CAPITULO I
Los temas a tratar dentro de este capítulo son las consideraciones sobre los métodos generales, la infecundidad
de las reglas abstractas, la necesidad de ilustrar la inteligencia y de testificar la voluntad y la división del libro.
Comienza haciendo un análisis de los diferentes métodos científicos: intuición, inspiración, dogmatismo y
razonamiento inductivo y deductivo, desechando los primeros por su infecundidad y acogiendo los últimos.
Además nos muestra su misión de mostrar el cómo y nunca el por qué. Añade que aunque las ciencias han
aclarado muchas ideas, los grandes enigmas del universo son actualmente inabordables (comienzo de la vida,
naturaleza de la sustancia, origen del movimiento... ).
Sigue con la crítica a la lógica conceptual y la alabanza a la lógica viva que es la que ha hecho que el hombre
logre sus propósitos. Esto ha hecho que observando de varias observaciones surja un solo caso particular
(heterogéneo− homogéneo).
Termina con las alabanzas hacia el sabio y hacia aquel que tuvo la fortuna de educarse con uno y, por último,
nos cuenta cómo se divide el libro.
CAPITULO II
Las preocupaciones del principiante son el origen y vida de este capítulo: admiración excesiva, agotamiento
de la cuestión, devoción a lo práctico y deficiencia intelectual.
La juventud siente gran admiración por la obra de los grandes talentos y cree que es imposible superarla. Pero
una vez que la lees y lo compruebas, estas ideas desaparecen y se es capaz de conseguirlo. Así, sabemos que
los sabios, como todos, unas veces tienen una fase creadora y otra senil; siempre son incompletos; además, en
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la historia, ideas de unos que se creían que eran válidas fueron sustituidas por otras realmente verdaderas.
Por otra parte personas que no pueden inventar más, que todo está dicho y que lo que ellos aportan no servirán
para nada; pero en ciencias cualquier dato es importantísimo, incluso los argumentos accesorios han sido los
que dieron la fama a numerosos sabios. Las ideas a la hora de inventar son infinitas.
El culto a la ciencia práctica es otro de los vicios. Sienten gran admiración hacia la búsqueda de usos prácticos
en el conocimiento científico y ves que es la única y la indispensable. Pero existe la ciencia teórica, búsqueda
del conocimiento en el contexto, a la que desprecias y es la que realmente importa porque hace que la obra
funcione. Ambas son interdependientes aunque sin duda, la ciencia aplicada no existiría sin la teórica mientras
esta última puede ser relativamente independiente.
Por último, para aquellos que creen que no sirven para inventar, o para ciencias, da una serie de consejos para
descubrir si realmente no sirven: 1º usar un método difícil y buscar la solución a un problema, y 2º estudiar un
tema científico de gran dificultad y comparar los resultados con el que ya está resuelto.
Además no hay que tener un don especial para llegar a ello, sino que basta con lo siguiente: a) el
descubrimiento viene del sentido común originado en nuestra vida.
b) La plasticidad del cerebro juvenil: tener juicios, ideas
c) Si se lee y se escribe pueden superarse las deficiencias de una actividad nativa pues el trabajo crea talento.
d) Hay dos tipos de entendimiento: lento y rápido, ambos útiles. Los primeros son capaces de resistir la
atención prolongada y los segundos son más brillantes y sugestivos, insustituibles en la conversación y en la
oratoria, pero se fatigan antes.
e) Si tenemos poca memoria tenemos que administrarla bien y desarrollarla. Por esto no hay que preocuparse
porque muchos cortos de memorización de palabras gozan de excelente retención de ideas y razonamientos.
f) Debemos desechar las ocupaciones innecesarias para fijar la atención en lo que nos ocupa y sacarlo el
mayor partido posible. Porque el saber sí ocupa lugar debemos deshacernos de lo que nos estorba.
g) El talento puede desarrollarse en el tiempo, a lo largo del cual se van aportando nuevas ideas y las viejas
quedan reducidas a otras de igual validez pero más simples.
CAPÍTULO III
El autor habla de las cualidades indispensables del investigador que son: la independencia mental, la
curiosidad intelectual, la perseverancia en el trabajo, la religión de la patria y el amor a la gloria. Añade que
los atributos intelectuales los deja aparte porque da por hecho que todos tenemos un regular entendimiento.
Un rasgo dominante en el investigador es el juicio. Éste debe juzgar todo aquello que haga; por el contrario no
serán científicos sino santos (dóciles y humildes). Para juzgar hay que leer una obra, relajarse, ver la
naturaleza y volver a leerla. Entonces surgirá en nosotros un juez y evitaremos el error acercándonos a la
verdad austera y difícil.
Añade que hay que ser perseverante en el estudio porque toda obra grande es fruto de la paciencia y la
perseverancia, combinadas con una atención orientada durante meses e incluso años hacia un objeto
particular. Además no importan los fallos porque al final nos conducen por el camino verdadero.
La psicología del investigador difiere un tanto de los demás porque aunque le alientan las aspiraciones, le
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mueven los mismos resortes, existen en él dos inusuales en otros: el culto a la verdad y la pasión por la gloria.
Pero a diferencia del héroe su gloria es silenciosa y para sí, no para las alabanzas del pueblo. Añade también
que no comprende cómo después de las grandiosas obras de arte y literatura insuperables aún se dedique a
esto con la cantidad de temas científicos; pero citando que cuando alguno alcanza la gloria es más popular que
la del sabio.
El siguiente apartado es el patriotismo, el sentimiento hacia la patria que debe animar al hombre de ciencia
para alcanzar su propósito (entre otros).
En este punto existen discusiones por si el patriotismo es favorable para la ciencia o no. Los que no lo creen se
basan en que la ciencia no tiene patria, y los que sí, en que con este sentimiento se han conseguido grandes
logros.
Cierro el capítulo añadiendo que además de las anteriores cualidades hay que poseer una afición decidida
hacia la originalidad, poniendo de ejemplo al desnudo de Arquímides en su Eureka o al descubrimiento de
América.
CAPITULO IV
Tiene 7 apartados enfocados hacia el saber científico del aficionado:
1º CULTURA GENERAL.− El investigador no solo debe tener idea del tema a tratar, sino también de otras
materias que se relacionen con éste (Filosofía, Química, Matemáticas, Física...). Pues en realidad la ciencia es
todo.
2º ESPECIALIZARSE.− No es necesario tener un exceso de información, incluso puede ser malo porque esta
información innecesaria puede dañar la válida.
3º LECTURA ESPECIAL.− Se deben leer documentos y otros libros para saber de lo que se ha investigado,
para ello saber otros idiomas (alemán, inglés) porque en estos se ha escrito mucho.
4º ESTUDIO DE LAS MONOGRAFÍAS: Hay que fijarse en los métodos de investigación y en los problemas
pendientes, y huir de resúmenes y manuales para centrarnos en obras concretas o en nuevos resúmenes del
autor. Pero si no tenemos acceso a monografías, experimentaremos aun arriesgándonos a repetir
experimentos.
5º INSPIRACION DE LA NATURALEZA: Mucho se aprende en los libros pero más todavía de la
naturaleza, porque en ésta se basan los libros. Además, todo lo natural no se puede plasmar en ningún sitio y
la admiración por la ciencia surge por contemplación directa.
6º DOMINIO DE METODOS: Hay que dominar todos los métodos, pero a la hora de investigar se escogerán
los más recientes y más difíciles por ser los menos agotados. No importa el tiempo gastado si los métodos y el
tiempo gastado son buenos.
7º BUSCA DEL HECHO NUEVO: Una vez alcanzado el primer descubrimiento se siguen otros derivados.
No hay ninguna razón por la que a éstos se llega, es solo por intento de provocar la casualidad, el azar y todos
los logros han sido por eso. Por último, si hay dos hechos iguales, hay que elegir el de metodología conocida y
el de mayor simpatía. Y mayor aún si sentimos placer o utilidad hacia tal hecho.
CAPITULO V
Muchos que están considerados grandes ilustres y de los que se esperan cada vez más trabajos, son en realidad
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fracasados agrupados en:
Contempladores, eruditos o bibliófilos, organófilos, megalófilos, descentrados y teorizantes.
* Contempladores: (biólogos, naturalistas, químicos) Se caracterizan por la contemplación a la naturaleza,
aunque solo se fijan en los espectáculos sublimes. Además solo se fijarán especialmente en un tema donde se
quedarán estancados.
* Bibliófilos o eruditos: Estos se pasan el día entre libros y enciclopedias; viven para su biblioteca que es
monumental. Aprenden de memoria para luego contar lo aprendido a sus colegas y dejarlos absortos, aunque
en realidad sienten piedad de ellos.
* Megalófilos: Son aquellos que simpatizan, estudian, aman su trabajo personal y honran a su país con
admirables conquistas pero que abandonan los proyectos y confían más tarde en los milagros. A ellos se les
podrían unir los proyectistas que son muy optimistas pero no terminan su trabajo.
* Organófilos: Sienten mucho aprecio por los instrumentos de observación y tal es el culto que guardan el
laboratorio para evitar que trabajen sin él.
* Los descentrados: Son infortunados a quienes circunstancias adversas impusieron oficio inverso a sus
indicaciones. Por eso se meten en temas que no se relacionan mucho con su oficio.
* Los teorizantes: Son cultos y superiormente dotados pero su pereza puede más que sus aptitudes. Tienen
talento para orar, odian el laboratorio y su capacidad para formular hipótesis es buena, aunque a causa de lo
citado anteriormente no consiguen grandes logros.
Para terminar el consejo para los principiantes es no fijarse en estos modelos porque también tienen fallos y
además muchos.
CAPITULO VI
La producción del hombre de ciencia se halla rigurosamente condicionada por el medio físico y moral. Todos
se aferran a la escasez de material, aunque más bien se trata de miseria de voluntad, de entusiasmo. Esto no
quita el poseer algunos medios sin los que no sería posible el proyecto científico; pero otros muchos sobran y
creemos que son indispensables. Pero esto también ocurre en física, química, fisiología, política y todos los
demás oficios. A esto inconvenientes se les llama manía enciclopédica.
En segundo lugar se habla de la gran compatibilidad existente en el trabajo profesional y la labor
investigadora que apoye a éste, las cuales, en muchos casos, no se pueden separar porque fracasarían.
Para cerrar el capítulo hacer hincapié en el científico y la familia. No cree que esto sea bueno pues es que las
ideas deben estar aparte de la familia real, o si no no se logra nada. Pero a pesar de su abnegación acerca de la
ciencia unida al amor, cree que el científico debe estar casado porque un soltero fracasaría más dado que su
preocupación sexual es mayor. Asimismo cuando elija a su mujer, que puede estar entre las siguientes, debe
hacer un aparte entre sus investigaciones y el amor, no mezclarlas.
Las clases de mujeres son:
• Intelectual.− Muy indicada porque ayuda en la labor científica, pero poco frecuente, sobre todo en
España.
• Opulenta.− Es decir rica, aunque no muy aceptable por sus vicios.
• Artista.− Muy antojosa, teatral y complicada.
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• Hacendosa y económica.− Sencilla, con carácter, dotada con salud física y mental. También es
requerida por el investigador porque le apoyará; además es abundante en nuestra sociedad.
CAPITULO VII
La operación científica debe tener tres operaciones sucesivas: observación y experimentación, suposición o
hipótesis y comprobación.
Observación.− La curiosidad es fundamental en un científico. Al observar no solo hay que mirar, sino aplicar
todos los sentidos atentamente y tratar de extraer la máxima información, tanto cuantitativa como cualitativa
del fenómeno observado. Asimismo, la observación apoyada por el dibujo nos será más fiable para el trabajo.
Experimentación.− Sobrepuja la importancia a la observación. Con la intervención del método experimental
se completa el estudio meramente estático, y sin ella los grandes logros no habrían sido posibles. Esta parte
del método es absolutamente práctica.
Hipótesis.− Es una suposición que explica un determinado fenómeno y que es posible contrastar, es decir,
puede ser aceptado o descartado por vía experimental. Para su elaboración hay que tener en cuenta lo
siguiente:
1º Que sea obligatoria; sin ella no se puede explicar el fenómeno.
2º Que sea contrastable por experimentación.
3º Que sea imaginable.
4º Que resuelva las cuestiones de calidad.
5º Que sugiera investigaciones que aunque no nos lleven a buen camino nos acerquen a él.
Las hipótesis son muy importantes y sin ellas la observación carece de sentido; además todo investigador debe
ser gran creador de hipótesis .
Aunque no haya normas para elaborarlas, he aquí una serie de ellas que servirán de recuerdo para imaginar:
• La naturaleza emplea los mismos medios para iguales fines.
• Estudio del hecho en sus formas sencillas.
• Toda disposición natural, por caprichosa que parezca, obedece a un fin utilitario.
Comprobación.− Por último, si la hipótesis no concuerda con la realidad, tras someterla a un análisis, se
sustituye ésta por otra que será, a su vez, sometida a rigurosos análisis objetivos. Si es válida tendrá
aplicaciones y ramificaciones, una vez convertida en verdad firme, a otras esferas del saber.
CAPITULO VIII
Una vez consumado el trabajo científico hay que redactarlo y publicarlo. Las pautas a seguir son:
• Justificación de la comunicación científica.
Para ello hay que presentar algo nuevo; callarse una vez presentado y dar publicación y título en orden
adecuado.
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• Bibliografía.
Antes de aportar nuestra opinión debemos hacer una lista de escritos y autores consultados con orden y lógica
par que nos ahorremos injusticias y evitables reclamaciones de prioridad.
• Justicia y cortesía en los juicios.
Al mirar los antecedentes debemos formular juicios sobre la obra ajena para evitar los juicios sobre la nuestra
dado que, en cierto modo, se basa en lo anterior.
Además hay que tener prudencia ante ataques personales o polémicas, porque aquí importa defender a l
verdad y no a uno mismo. Par evitar que esto se cumpla y el principiante se altere hay una serie de datos
como:
• Error en la observación.− Es perdonable porque se supone que la observación era difícil o porque el
material era malo. En este caso se busca lo bueno en otros apartados como los dibujos o minucias.
• Error teórico.− La hipótesis se ha hecho sin relación a la observación. Son buenos pero sin sentido, así
que se mira el mérito filosófico, literario o pedagógico.
• Exposición de los métodos.− Se debe puntualizar bien al principio, o bien al final de la monografía y el
método o métodos seguidos por el autor sin imitar a los sabios que se guarda n lo mejor par el final y de
modo escueto.
• Conclusiones.
Cerrar el trabajo con un cierto número de proposiciones, los datos positivos aportando la ciencia que ha
motivado nuestra intervención en el asunto. Es muy importante porque da a conocer nuestro juicio a otros que
quieran utilizarlo posteriormente.
• Necesidad de los grabados.
Usar grabados o dibujos acompañando al tema porque adornan mucho más que una minuciosa descripción. Si
son complicados hay que añadir esquemas aclaratorios.
• El estilo.
El estilo debe ser sobrio, sencillo, sin afectación y sin acusar otras preocupaciones que el orden y la claridad
(si no queremos que los críticos nos tomen por soñadores). El escritor científico tiene que mostrar la realidad
objetiva.
• Publicación.
Cuando el investigador tenga la aprobación inicial y esté bien juzgado por otros podrá publicar en cualquier
revista nacional o internacional (preferiblemente), si no quiere cerrarse sobre sí y no ser reconocido en ningún
lugar.
CAPITULO IX
El Investigador como maestro.− Una vez terminada la época constructiva y dominadas las dificultades, llega
el momento de explicar: bien en solitario (en laboratorio), o bien haciendo partícipes a los demás (en escuela).
Hay difícil elección, aunque normalmente se escoge el maestro en laboratorio que continuará su trabajo y
creará descendientes que no dejarán su trabajo en el olvido. Así no hay que dejarse ganar ni quitar el trabajo
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por listo extranjeros sin escrúpulos que tienden a ello (sobre todo en españoles).
Otro problema es el de formar nuevos sabios que no se sabe si van a estar en los aplicados y serios, siempre
atentos −excepto cuando terminan la carrera cansados−, o en los que no destacaron mucho en la escuela pero
pasada ésta se interesan mucho por el saber. A pesar de estar en duda, naturalmente son los segundos los que
se convierten en altos mandos.
Por otro lado se define al joven subjetivamente: patriota, crítico, ambicioso, escéptico y objetivamente: aquel
que menospreciando las distracciones de la edad sacrifica tiempo y dinero.
El optimismo crítico es otro aspecto a tener en cuenta, dado que la creación cambia continuamente debe
cambiar todo y no estancarse como sucede en España.
Por último, para guiar al joven investigador en su camino a la enseñanza, el maestro debe mostrarle el camino
más corto y los atajos abiertos a la investigación. No importa que al principio falle, porque de los errores se
aprende y, además, cogerá una buena técnica; todo ello si cuando esté preparado para marchar has fabricado
un sabio que supere a los maestros y no un órgano dócil e intercambiable. Cuando el joven se haya convertido
en maestro, al maestro no se le habrá terminado el oficio, se habrá convertido en narrador de su historia para
darla a conocer, porque no hay nadie mejor que pueda exponer que quien haya vivido la experiencia.
CAPITULO X
Este capítulo es un análisis sobre el retraso científico de España. Para ello se miran las causas y se explican
teorías físicas, éticas y morales de dicha infecundidad, así como los remedios.
En principio la acción implica los siguientes modos de acción:
1º Elevar al máximo el nivel intelectual.
2º Proporcionar instituciones y localidades de enseñanza popular.
3º Transformar la universidad en un órgano de producción filosófica, científica e industrial.
4º Formar y cultivar profesores, eméritos y bien capacitados, por varios métodos. Pero todo esto en España no
está desarrollado.
Asimismo no hay que pensar que España es un país en decadencia, porque por el contrario es un país atrasado,
porque siempre, a lo largo de la historia, lo fue. Su descubrimiento ha sido pobre y discontinuo en
comparación con el resto de Europa. Se preocupa más por investigar que por descubrir. Por ello, para explicar
este retraso, se han formulado una serie de teorías que son:
• Teorías Físicas: Hipótesis térmica: Se achaca al gran cambio de temperatura como causante de tal
desdicha; en verano mucho calor (pereza), en invierno mucho frío (pereza), pues en los paises
europeos, donde ésta es escueta, está en máximo esplendor. Pero esta teoría no es válida dado que las
grandes civilizaciones (Griega, Egipcia, India) nacieron en lugares más calurosos que España, y ésta
misma, en la Edad Media, tuvo grandes dotes cultivadas
• Teoría Oligohídrica. Se basa en que España es tan pobre debido a las pocas lluvias que en el norte dan
buena cosecha (favorablemente), lo que apoyado en una gran densidad de población (aproximación
espacial), ayuda a tener una buena actitud y comunidad científica, que hace que consigan grandes
logros. Por el contrario, y como ocurre en España, la pobreza engendra ignorancia y esto se nota.
La teoría es cierta pero no aclara por qué muchas zonas con muy poca densidad tienen mucha cultura, o por
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qué el norte de España con sus lluvias similares a las centroeuropeas tiene la misma base científica que el
resto de España.
• Teorías Político−Morales: Teoría económico−política: Según ésta (analizada por numerosos ilustres)
el principal atraso viene dado por la pobreza de recursos y la frecuencia de guerras inútiles. A lo largo
de la historia España ha cambiado sucesivamente, de mucho esplendor (Edad Media, Reyes Católicos,
Carlos V) a períodos decadentes (Felipe II, Carlos II). Se derrochó mucho dinero y se expulsó a
mucha población culta (judíos y árabes), así como las contínuas guerras desolaron las tierras
castellanas.
Pero esta teoría no explica por qué en otros lugares (Ej. Francia) en migraciones y guerras se recuperan tan
pronto y hoy en día están en primer lugar.
• Hipótesis del fanatismo religioso: La causa principal de l decadencia política y científica es la
exageración del principio religioso y singularmente la INQUISICIÓN. Se mataron genios, hombres
sabios, todos los que encauzaban el país hallaron la muerte y esto fue un retraso, todo se fiaba a Dios.
Y ahora, como antes, los hombres más ocupados en los problemas del mundo, los que alcanzan
grandes logros son los menos preocupados por la beatitud celestial.
Esta hipótesis ex un poco exagerada, pero es en cierto modo real. Aunque en España en la época inquisitoria
la ciencia progresó, y es Francia donde también hubo sentimientos inhumanos y agresivos no ha influido en el
progreso. Así mismo actualmente paises más aferrados a la religión que España viven mas o menos en el
mismo plano cultural.
• Hipótesis del orgullo y la arrogancia: Según otros, las causas de la decadencia fueron solo síntomas de
una enfermedad que devoraba la sociedad. España se creía el centro, sólo se preocupaba por defender
la patria y no por explotar la ciencia. Y aunque se centró en la economía procedente de América tras
el descubrimiento la cual podría ser utilizada posteriormente para nuevos experimentos, los
extranjeros se adelantaron.
• Teoría de la segregación intelectual: Además de las citadas anteriormente, a nuestro atraso contribuyó
también en cerrarnos en nosotros. Nos aislamos de Europa y luego Europa nos aisló. Además todos
los que lograban algo eran exiliados a otros paises, donde lograban todo lo que España no les había
dado.
REMEDIO DEL ATRASO. METODO HISTORICO DE ELEVACION CIENTIFICA Y CULTURAL.
El florecimiento cultural será el producto del contacto de civilizaciones diferentes. Primero habrá que asistir a
los grandes focos culturales y luego recogerse en sí mismo para sistematizar lo aprendido.
Si dicha panacea se cumple, se alcanzará lo propuesto.
CAPITULO XI
Para conseguir la reconstrucción, tratada en el capítulo anterior, hacen falta los siguientes órganos sociales:
pensionados en el extranjero, importado de profesores y creación de colegios españoles en las principales
ciudades universitarias de Europa.
• Para las pensiones se propone: 1º el envío de pensionados al extranjero para que mejoren su labor; 2º
un servicio de información y divulgación; 3º envío de jóvenes al extranjero; 4º creación de centros de
investigación tanto en España como fuera de ella, y 5º aumento de instituciones educativas.
Aunque se han producido algunos avances aún hay problemas porque las pensiones son escasas, tanto en
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dinero como en gente; el tiempo de la pensión es mínimo, cuando comienzan los buenos resultados termina la
duración de ésta; la preparación del candidato a pensión es mala porque su maestros no están bien preparados.
• Es necesario preparar al pensionado antes de marchar. Para ello es preciso crear un ambiente
intermedio entre España y el nuevo medio cultural y enviar los mejor adaptados. Aún así continúa el
retroceso mental, con esto vemos que cualquier precaución es poca.
• Otro órgano social es la creación de colegios en el extranjero para así promulgar las investigaciones,
todo ello si la preparación es media o buena.
• Por último se deben crear catedráticos, a partir del maestro que se transforma y remonta
progresivamente, para incrementar la cultura e incorporarnos a Europa.
Además de esto también se pueden traer a las universidades ilustres de otros paises para que enseñen. Este
método se impartió en lugares como Italia y dio muy buenos resultados, pero en España, con Carlos III, no
produjo muchos adelantos (ahora la cultura es mayor que en la época y contamos con sabios extranjeros).
Sus inconvenientes son: mala adaptación al país, que el instructor sea de carácter cerrado y la dificultad de
adaptarse a otra lengua.
Si todo esto se hace bien, pueden obtenerse excelentes resultados que prepararían a una España de porvenir
que cancelará 4 siglos de estacionamiento en el pasado.
CAPITULO XII
POST SCRIPTUM
Este capítulo es un epílogo donde se analiza el fruto de la ciencia española.
Primero expone todo lo que nos ha hecho caer (sentimiento e ilusiones, ignorancia), pero como no tiene
sentido comienza a buscar otras para levantarnos (mirar hacia delante, ser optimistas, así como el dolor).
Exalta la idea de superación a nosotros mismos y con ello al extranjero para que no nos aplaste. Aquí también
aplica las ideas de mejora que se han contado en los otros capítulos (aumento de la población, riquezas,
fuerza). Él quiere transmitir su entusiasmo creador a todos para que creen: a los maestros, a los padres
pedagogos para que transformen las ideas de sus hijos, a los jóvenes, a los ingenieros.
Para terminar hace un llamamiento a varias clases sociales que pueden contribuir en la mejora de España:
*Obreros e industriales: deben trabajar pero antes deben instruirse para que su trabajo alcance la perfección y
la originalidad y no sea atacado por el extranjero. Además no deben perder el ideal por el que están ahí pues
cualquier cosa que hagan mal será oro y vida perdida.
*Aristocracia: en vez de gastar su dinero en vicios y ocios podrían usarlo en instituciones y equipamiento útil
para la ciencia consiguiendo con ello una gran aceptación social.
*Clero: Debe olvidarse de intolerancias y dejar aparte todas las injusticias que cometió para centrarse en la
cultura en un principio. También parte de sus bienes podrían salvar la ciencia.
*Juventud: en cuanto a éstos repite lo que contó a lo largo del libro: aprender, superar al maestro y a sí mismo,
analizar las causas de la caída y preocuparse por levantarnos, conquistar la honra de la patria para recoger el
fruto que los otros no pudieron y en fin, postrarse ante el microscopio y hallar la victoria y la verdad para
levantar la nueva bandera de España.
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RESUMEN GENERAL DE LA OBRA
Tal y como su nombre indica, Reglas y consejos sobre investigación científica es un libro metodológico sobre
investigación con el argumento presentado a continuación.
Después de varios prólogos donde nos sitúan y nos presentan al autor comienza la historia que se expone en
doce capítulos.
Los ocho primeros se centran en la preparación de los jóvenes investigadores para que no fracasen en el
terreno científico, así como en los ideales que deben moverlos, lo que no deben hacer, cómo tienen que actuar
ante un proyecto tanto propio como ajeno y otras muchas más reglas, para que al final quede preparado para
profanar como maestro.
Como es de suponer, los cuatro últimos desarrollan el tema de los maestros: de los que enseñan y de sus
enseñanzas. Aquí al principio da consejos de cómo deben prodigar dichos maestros para continuar con lo que
realmente los llena: el atraso científico en España. El autor se preocupa mucho por este aspecto y tras
analizarlo intenta buscar métodos para acabar con tan antiguo problema que nos sitúa al final de la mayoría de
los países de Europa.
CRITICA
En su totalidad el libro es didáctico, metódico y elemental para unos estudiantes de ciencias naturales como
somos nosotros.
Las numerosas pautas y ejemplos nos muestran que no es imposible ser lo que queremos ser, que con esfuerzo
y esperanza se consigue todo.
Un punto interesante es el de los sabios e investigadores de otros tiempos, a los que tenemos como ídolos
insuperables. Pero como dice el libro, una vez que analicemos su obra nos será fácil acceder a todo e incluso a
ser como ellos. Además son seres reales: tienen sus puntos buenos y malos, eso sí, saben aprovechar cada
situación y eso es algo admirable.
Otra cuestión fascinante es en la que el autor pretende hacernos ver la realidad de España: atrasada, fría,
cerrada. No nos damos cuenta, pero apenas hay científicos; los medios son mínimos y, aunque han pasado
más de 100 años de la publicación del libro, el atraso continúa. Creemos que no hay temas, que somos
incapaces , que todo está descubierto y nos aferramos a estas ideas y nos aliamos a la pereza (muy presente
siempre en los españoles). En realidad lo que sucede es una mezcla de todas las teorías expuestas: fanatismo
religioso, económico−hídricos, térmicos, etc.
Aunque sea duro para nosotros, tenemos que aceptarlo porque así están las cosas; bueno, en realidad han
mejorado desde que se escribió el libro, pero a la vez d nuestra mejora está la mejora del extranjero.
Me angustia un poco la idea de que los buenos en la escuela, los amigos de los profesores en la vida, son los
que menos llegan, no alcanzan todos los ideales que se propusieron y, por el contrario, los que no destacaban
allí son los que más consiguen. Espero que esto que se comenta en uno de los capítulos del libro sea una
generalización, porque resultaría ser vano pasarme al bando contrario.
En cuanto a la parte en la que se refiere al método científico, no hay mucho que comentar, está todo claro,
excepto que el toque filosófico que lo da Cajal es una gran novedad y hace el método más profundo, y a mi
parecer más fecundo (simplemente porque la idea que tenemos, la que nos mueve, puede estar más meditada
con filosofía).
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Me ha gustado la puntualización que hace Cajal en el capítulo II sobre el saber; nunca lo dí en pensar, pero es
muy cierto, no podemos llenarnos de información innecesaria porque nos bloquea lo estudiado nueva
información, lo que necesitamos realmente. Además, ¿por qué queremos saber cosas inútiles habiendo
universo enteros de otros intereses? En cualquier caso no se cumple el dicho de que el saber no ocupa lugar
porque, por el contrario, sí lo ocupa.
Tras comentar, eso sí, brevemente el método nos centramos en un apartado más personal: la mujer.
Nadie puede estar de acuerdo con Cajal en este apartado porque la situación de la mujer ha cambiado mucho;
eso sí, en los paises occidentales, porque aún sigue sin estar valorada en los paises tercermundistas.
La mujer no puede ser un estorbo para el científico, pues ella da el apoyo que necesita. Un hombre casado
(tanto ahora como antes) llega más alto que otro soltero, porque mientras el primero solo tiene que
preocuparse por su trabajo, el otro además tiene el problema de la compañía. Y sí, puede recibir el apoyo de
su madre, pero como vemos también es una mujer.
Tampoco me parece bien la clasificación, aunque la parte que nos corresponde a las mujeres de ciencia es
buena, porque cada persona es un mundo y los intereses de cada uno son muy particulares, nadie por muy
parecido que sea a otro no es igual, entonces esa clasificación hay de desecharla. No se puede generalizar de
ese modo.
Por todo lo demás, puede decirse que es una gran obra de consulta para nosotros antes de ponernos a
investigar una labor científica, y que su carácter moralizante e instructivo seguro que ha movido en nosotros la
rascilla que a veces sentíamos por hacer determinados trabajos.
Por último, este señor que tanto hizo por las ciencias españolas, sigue haciéndolo en su muerte, porque con
este libro, que también nosotros podemos difundir, somos conscientes de lo que sucede, y haremos como él,
todo lo más que se puede hacer para solucionar tal problema y crear una nueva sociedad ilustrada y con
ideales. Hasta el momento permaneceremos en silencio pero eso sí, tallando nuestra vida y esculpiendo
nuestro cerebro para dar lo mejor de cada uno, tanto a nosotros mismos como al mundo.FRASES
DESTACADAS
Pág 13 Todo hombre puede ser, si se lo propone, escultor de su propio cerebro.
Pág 14 El caso de Courtois, del cual ha dicho un ingenioso escritor que no se sabe si fue él quien descubrió el
yodo, o si el yodo l descubrió a él.
Pág 16 El secreto para llegar es muy sencillo; se reduce a dos palabras: trabajo y perseverancia.
Pág 28 Condorcet: Las medianías pueden educarse, los sabios se educan por sí solos.
Pág 34 Rouseau: No existe sabio que deje de preferir la mentira inventada por él a la verdad descubierta por
otro.
Pág 37 Puede afirmarse que no hay cuestiones agotadas, sino hombres agotados en las cuestiones. −Saint
−Hilaire: Delante de nosotros está siempre el infinito. −Carnoy: la ciencia crea, pero nunca está creada.
Pág 57 Poco basta cada día si cada día logramos ese poco.
Pág 73 Cicerón: Dubitando ad veritatem pervenimus.
Pág 79 En Ciencia, como en la vida, el fruto viene siempre después del amor.
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Pág 89 El azar afortunado suele ser casi el premio del esfuerzo perseverante.
Pág 98 Una de las causas de la prosperidad de Inglaterra, consiste en que entre nosotros cada cual ocupa su
puesto.
Pág 114 Gerhard: Apuntad a u fin elevado, y al fin los honores y riquezas llegarán sin que tenga uno que
tomarse el trabajo de buscarlos.
Pág 129 Peisse: El ojo no ve en las cosas más que lo que mira en ellas, y no mira sino lo que está en idea en el
espíritu.
Pág 135 Varío porque estudio.
Pág 140 Gracián: Los sabios fueron siempre mal sufridos; quien añade ciencia añade impaciencia. Pág 144
Lo bueno si breve dos veces bueno
Pág 159 Cuando sus manos débiles no pueden sostener el pico del minero, ocúpese en refinar el mineral
arrancado por otros. (La Naturaleza ha otorgado al cerebro de excelso privilegio de resistir más que ningún
órgano al implacable proceso de la degradación.) Y escriba en la quietud de su jubilación la historia o la
filosofía de la ciencia.
Pág 163 La semibarbarie no es la decadencia, como el estado embrionario no es la decrepitud.
Pág 168 La pobreza engendra ignorancia.
Pág 209 El dolor nos será útil, porque el dolor es el gran educador de almas y creador de energías.
Pág 214 Que la riqueza representa el sobretrabajo del proletariado, y que el placer del capitalista es la
transfiguración del dolor y de las lágrimas del pobre.
Pág 216 Aquel sol que no se ponía nunca en nuestros dominios, no fue jamás el sol de la ciencia y de la
verdad, sino la hoguera del fanatismo y de la intolerancia religiosa.
Pág 218 Tú sabrás palidecer ante el libro, la retorta y el microscopio; que no darás paz a la mano ni tregua al
pensamiento hasta que la ciencia se enriquezca con nuevas verdades y la bandera patria se ilustre con nuevos
blasones.
BIBLIOGRAFÍA
Enciclopedia ACTA 2000 Tomo 4: Historia y Biografías
Ediciones RIALP, Madrid
Apuntes de CIENCIAS NATURALES 1º Bachillerato
Libro REGLAS Y CONSEJOS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
Autor: Santiago Ramón y Cajal Ediciones :Espasa Calpe
Libro de FILOSOFÍA 1º Bachillerato
Autor: Adela Cortina Ediciones: Santillana
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