Yocum 1 La familia de Pascual Duarte: Análisis de Pascual Duarte En La familia de Pascual Duarte el narrador-protagonista, un pobre campesino de nombre Pascual Duarte es un hombre de inestabilidad. Él es una víctima de la fatalidad y la desgracia, dominado por la violencia en su vida. Sin embargo, Pascual también es asesino que mata cinco personajes; por lo tanto, en la novela Pascual es víctima, pero es víctima de su propio error, no del destino. Es verdad que Pascual tiene una vida terrible. Él cría en una casa hostil donde brutalmente su padre, Esteban Duarte, le golpea a Pascual y su madre es alcohólica y adúltera. Aunque Esteban Duarte les pega a Pascual y a su marida, Pascual dice que, <<Yo tenía un gran respeto [a mi padre] y no poco miedo [de él]>> (Cela 18). Este comentario muestra que como un niño, Pascual tiene respeto para la autoridad estricta y violenta. Como la novela progresa, Pascual tiene personalidad que se parece a su padre. Cuando se siente acorralado, la violencia es instinto. Aunque muchos acontecimiento son controlables, Pascual no trata bien con las circunstancias. Es exactamente como su padre, <<en general tengo observado que el carácter de mi padre sólo lo ejercitaba en asuntillos triviales>> (Cela 21). Por ejemplo, la escena donde Pascual le encuentra con Zacarías. Él reconoce al final de capítulo ocho que <<en esos momentos una precipitación, un fallo, puede sernos de unas consecuencias funestas>> (Cela 60). Pascual admite que hay consecuencias para sus acciones; por lo tanto, él reconoce lo que hice ser malo. Además, él demuestra que decide hacer un acto malo. Otro ejemplo de la decisión mala y la impetuosidad así como la primera víctima de Pascual es la muerte de la yegua de Pascual. Él la mata después la yegua le desmonta Yocum 2 a la primera marida de Pascual (Lola), causándole abortar su bebé aún no nacido. El accidente causa Pascual cae en la depresión porque su matrimonio es mejor que el matrimonio de sus padres. Pero ahora, a Pascual, Lola se parece más la madre de él. Queriendo echar la culpa a alguien, Pascual elige la yegua, y la mata en la misma manera que él cree que merece. Él reconoce antes de matarla que <<La rabia que llevaba dentro no me dejó ver claro>> (Cela 63). Pascual permite que la furia sale a la superficie. Este incidente muestra la mente de Pascual especialmente cuando dice que <<Fue cosa de un momento. Me eché sobre ella y la clavé; la clavé lo menos veinte veces…>> (Cela 64). Veinte veces prueba que Pascual escoge clavarla muchas veces. Un esfuerzo intencional necesitaría para clavar alguna cosa veinte veces. La segunda víctima de Pascual es su perra, Chispa. Pascual le quiere a Chispa; sin embargo, la depresión del aborto y la mirada de Chispa a Pascual, le molestan. Chispa, también, pare tres cachorros nacido muertos que coincide con el aborto de Lola. Cuando Chispa mira a Pascual, él cree que <<como si fuese a culparme de algo de un momento a otro>> (Cela 17). No queriendo echar la culpa a él mismo, la dispara. Otra vez, Pascual decide disparar la escopeta por libre albedrío. Nadie está haciéndole, y sus acciones empiezan a ser peores y con más intención. La tercera víctima de Pascual es un hombre que se llamaba El Estirao. Estirao es chulo de Rosario, la hermana de Pascual. Al principio de la novela, Estirao deshonra a Rosario como una prostituta, pero Pascual elige hacer nada a él. Es sólo después cuando Pascual descubre que Lola tiene amorío con Estirao que Pascual lo mata. Lola le pide un favor: que no mate a Estirao, pero no hace caso de ella. Este muestra que Pascual tiene control sobre su ambiente porque él decide cuando quiere matar. Yocum 3 La cuarta víctima de Pascual es su madre. Al final de la novela, su madre es mujer amarga, cruel y sola. Ella echa la culpa a Pascual por la muerte del hermano medio de Pascual. Su madre <<no podía reprochar mi dolor, el dolor que en mi pecho dejara el hijo muerto>>; por lo tanto, Pascual odia su madre porque ella nunca le da una vida mejor o nunca le entiende a él (Cela 76). Él cree que <<era algo fatal que había de venir y que venía, que yo había de causar y que no podía evitar aunque quisiera, porque me parecía imposible cambiar de opinión>> (Cela 119). Cuando Pascual va a matar su madre, él no puede y dice, <<Me era completamente imposible matar>> (Cela 122). Él reconoce que no puede matarla, no porque ella es su madre, sino porque él no quiere matarla mientras ella está durmiendo. Pascual decide darle vuelta para marcharse, pero desafortunadamente su madre se despierta. La decisión para matar su madre es planteado para Pascual. Él piensa por su plan que en palabras legales constituye un asesinato premeditado. <<Estaba todo bien preparado; me pasé largas noches enteras pensando en lo mismo para envalentonarme (Cela 119)>>. La última persona que muere por las manos de Pascual es don Jesús González de la Riva, Conde de Torremejía. Pero en este caso la descripción en la novela es borrosa porque Pascual usa la palabra rematar, no matar. Además cuando don Jesús muere, Pascual le describe en la dedicatoria del cuento, <<le llamó Pascualillo y sonreía>> (Cela 10). La muerte no es del mismo tipo porque no lo hace con la intención cruel de otros asesinatos. Aquí hay ironía porque la muerte de don Jesús es la razón que Pascual va a ser ejecutado. También es porque él escribe sus memorias <<a algunos de aprender lo que yo no he sabido hasta que ha sido ya demasiado tarde>> (Cela 6). Yocum 4 En el caso de los personajes que Pascual mata, con la excepción de don Jesús, Pascual espera un poco antes de eventualmente matarlos. Él odia a Estirao porque Estirao le humilla a Pascual sobre su masculinidad y Rosario. También Pascual odia a su madre desde el principio hasta el fin de la novela. Él planea su muerte lentamente, eventualmente tratando de justificarla por su carácter. El único error que Pascual reconoce es <<mi huida, mi mayor pecado, el que nunca debí cometer>> (Cela 90). Aunque Pascual va a Madrid para empezar de nuevo, él dice páginas anteriores, <<que huir lejos del pueblo…donde podamos empezar a odiar con odios nuevos>> (Cela 78). Él es llena de violencia y crueldad; es un proceso natural para él. Aún Pascual sabe que tiene problemas con su odio al principio de capítulo cinco, <<que llegué a tener miedo de mí mismo>> (Cela 37). Mientras Pascual está en la cárcel, esperando su ejecución, finalmente empieza a entender sus errores. Él escribe, <<si el esfuerzo de memoria que por estos días estoy haciendo se me hubiera ocurrido años atrás, a estas horas, en lugar de estar escribiendo en una celda>> (Cela 43). Pero todavía él echa la culpa a Dios, diciendo que él es víctima del destino. Al final del capítulo seis, Pascual ve una mujer y un niño, y le recuerdan de su hermano medio y su madre. Aquí él siente culpable para la muerte de su madre que él dice al lector, <<Usted me perdonará, pero no puedo seguir. Muy poco me falta para llorar>> (Cela 45). Esta frase recuerda al lector de la frase anterior, <<¡Misterios de la manera de ser de los mortales que tanto aborrecen de lo que tienen para después echarlo de menos!>> (Cela 25). En conclusión, Pascual no es víctima del castigo de Dios. Él decide su propio destino por sus acciones. Aunque alguien puede decir que las cinco personajes que él Yocum 5 mata le provocan, la última resulta es la decisión de Pascual. Las cartas ponen al principio y al final de la novela recuerdan al lector que ni la iglesia ni el estado, como agentes del hombre, puede prevenir la destrucción del hombre cuando el hombre no se toma la responsabilidad. Es la opción del hombre: tiene que aceptar lo que pasó/pasa/pasará en su propia vida.∗ ∗ Cela, Camilo José. La familia de Pascual Duarte. Ed. Boudreau, Harold L. And John V. Kronik. New Cork: Appleton Century-Crofts, 1961.