OSTEOMUSCULAR Artritis reumatoide Nuevas aportaciones con infliximab Los resultados del último ensayo clínico llevado a cabo con infliximab, un anticuerpo monoclonal anti-TNFα, en pacientes con artritis reumatoide que no presentaban una buena respuesta al metotrexato, revelan que la administración de la dosis más baja estudiada, de 3 mg/Kg, a las 0, 2, 6 y 14 y 22 semanas, conduce a una mejoría significativa en estos pacientes a las 30 semanas, con las ventajas frente a dosis superiores de presentar mayor seguridad, mejorar del cumplimiento y suponer un menor coste del tratamiento. La artritis reumatoide es una patología de naturaleza inflamatoria, en que el tratamiento se reduce prácticamente al control de los síntomas, con poco o ningún efecto sobre la evolución de la enfermedad. El metotrexato es uno de los denominados fármacos modificadores de la enfermedad, que constituye, ya sea solo o asociado a otros, el tratamiento más habitual de este proceso. Sin embargo, este tratamiento no resulta eficaz en todos los pacientes ni todos los pacientes presentan una buena tolerancia al mismo. La observación de que existía un incremento de los niveles del factor de necrosis tumoral (TNF) en procesos inflamatorios, abrió nuevas perspectivas farmacológicas orientadas a bloquear de alguna manera esta citoquina proinflamatoria. Hasta ahora, se han barajado dos alternativas en este sentido, facilitar receptores para el TNF (etanercept), o bien, anticuerpos monoclonales anti-TNFα. El infliximab es uno de estos anticuerpos monoclonales. La obtención del mismo es compleja y a la vez apasionante. Puesto que para conseguir anticuerpo es necesaria la producción de TNF en grandes cantidades. Es imposible por tanto la obtención de anticuerpos de origen humano. Se recurrió entonces a la obtención de anticuerpos de origen murino. Sin embargo la antigenicidad de los mismos impedía su aplicación en humanos. La forma de salvar este inconveniente fue la creación, mediante ingeniería genética, de quimeras, en que se mantiene las zonas variables del anticuerpo, de origen murino, asociadas a fracciones invariables de inmunoglobulina humana. Comienzan a publicarse los resultados de los primeros ensayos clínicos con infliximab. Dos son las indicaciones para las que se ha estudiado: el tratamiento de la enfermedad de Crohn y la artritis reumatoide. En España se ha comercializado recientemente una especialidad indicada en el tratamiento de a enfermedad de Crohn activa grave y el Crohn fistulizante, y comienza a presentarse en otros países su utilización en el tratamiento de la artritis reumatoide. Su eficacia en esta patología, en asociación a metotrexato en pacientes que no respondían a este último en monoterapia, ya había sido demostrada en ensayos clínicos precios, pero en el último ensayo clínico realizado se ha intentado determinar la eficacia y seguridad de diferentes dosis y pautas de administración de este producto, en pacientes que no presentaban una buena respuesta al metotrexato. En este ensayo clínico a doble ciego se han estudiado la seguridad y eficacia frente a placebo de dosis de 3 y 10 mg/Kg de infliximab, administrados en infusión intravenosa a lo largo de 2 horas, según distintas pautas: inicialmente todos los grupos fueron tratados en las semanas 0, 2 y 6 y posteriormente se administraron dosis adicionales cada 4 u 8 semanas, efectuando el control y tratamiento de los pacientes cada 4 semanas hasta un total de 30 semanas. Todos los pacientes implicados en el estudio presentaban artritis reumatoide activa, y estaban siendo tratados con metotrexato durante los últimos 3 meses, manteniendo una dosis estable durante las 4 semanas previas y a lo largo del estudio. Según los resultados, de acuerdo con los criterios del American College of Rheumatology, el porcentaje de pacientes que alcanzaba una mejoría del 20% era significativamente mayor los grupos tratados que en el grupo placebo: el 53% de los pacientes tratados con 3 mg/Kg cada 4 semanas presentaban una mejoría del 20%, este porcentaje se reducía la 50% en los tratados con 3mg/Kg cada 8 semanas; alcanza un 58% en los pacientes tratados con 10 mg/Kg cada 4 semanas y un 52% si se les administraban 10 mg/Kg cada 8 semanas, frente a tan solo un 20% en el grupo placebo. También resultaba significativamente mayor el porcentaje de pacientes que alcanzaban un 50% de mejoría en los grupos tratados que en el placebo. Infliximab presenta por añadidura una buena tolerancia y el índice de abandono debido a efectos adversos fue similar al del grupo placebo. La incidencia de infecciones aumentó ligeramente en los grupos tratados con la dosis más alta, pero a dosis bajas no parece afectar a la respuesta inmunitaria del paciente a las infecciones, aunque debería evitarse su utilización en pacientes con enfermedades infecciosas. Según los datos de este estudio, la farmacocinética del infliximab es estable y a juzgar por el bajo índice de aparición de anticuerpos humanos antiquimera, la antigenicidad del complejo es baja. Todos ello, favorecerá el seguimiento de este producto a más largo plazo, imprescindible para garantizar su seguridad en cuanto a incidencia de infecciones o aparición de linfomas. Maini R, StClair EW, Breedveld F, et al. Infliximab (chimeric anti-tumour necrosis factor α monoclonal antibody) versus placebo in rheumatoid arthritis patients receiving concomitant methotrexate: a randomised phase II trial. Lancet 1999; 354: 1940-7.