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La Tienda Encantada
(Leyenda popular de Atlixco Adaptación radiofónica por Relatos del lado Oscuro de La HR1090Am)
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¿Bueno y que otra cosa, interesante hay que visitar aquí en Atlixco Manuel?
¿Oye ya llevaste a tu prima a pescar Manuel?
¡Sí!, ya fuimos por allá Teresa.
A y también fuimos a nadar a comer helado, a los invernaderos. Y hasta ver OVNI´S en
Atlimeyaya.
Entonces vamos al cerro que esta por San Juan. Con suerte y hasta vemos la tienda.
¡Ya ves que dicen que se aparece por estas fechas!
¿Oye?, ¿pero cuál tienda eh?
Ninguna Mónica, son inventos de la gente… ya sabes
Ay, mira… Dicen que en uno de los cerros se aparece una tienda, y que las personas que
entra ya no puede volver a salir.
¡Ay!, si y ¿por qué, eh?
Ah bueno cuenta la historia, que hace mucho los españoles pusieron una tienda en ese
lugar. De esas que vendían abarrotes, frutas, licores en fin…
Y que una vez dos campesinos fueron a comprar semillas a esa tienda.
Les cargaron sus costales y pagaron, pero cuando salieron sintieron sus costales
demasiado pesados, así que se detuvieron a mitad del camino para revisarlos.
Y entonces descubrieron que en lugar de semillas, los costales estaban repletos de
monedas de oro.
Pero los campesinos no se conformaron con esas riquezas
Ulm, se llenaron de ambición. Y Decidieron regresar a la tienda para comprar más semilla.
Así que escondieron sus costales con oro, y fueron nuevamente a la tienda.
Pero entonces cuando ya tenían llenos todos sus costales, y habían pagada la cuenta la
puerta de la tienda se cerró.
Y nunca más se abrió, a pesar de que la trataron de tirar y de que gritaron pidiendo auxilio
muchas veces.
¡Ay!, ¿oye y que hiso la gente? debió de llamarles la atención, que la tienda permaneciera
cerrada, ¿no?
Bueno si, se pensó que les había ido mal, a los españoles. Y por eso habían decidido
cerrarla.
¿Y qué...? y los campesinos
Pues nunca se supo nada de ellos, los buscaron pero púes no aparecieron, incluso hasta la
tienda desapareció al pasar el tiempo ya nadie fue capaz de ubicarla.
Pero se cree que en cierta fecha del año se aparece en el cerro.
Uhm, pues suena interesante, ¿porque no vamos?
¡Ay teresa mira lo que ocasionas!
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¡Ay anda Manuel!, nosotros tampoco hemos ido por allá nunca.
Pero tampoco conocemos el lugar exacto.
Ay, ese ningún problema puedo preguntarle a mi abuelo. Él fue quien me contó la historia
Ah, está bien, está bien… Se me hace que solo vamos a ir a perder el tiempo
Pero si así lo quieren iremos.
Pasamos por ti a las cuatro Teresa, y ya estas listita, bañada y perfumada eh...
Si Manuel, así me da tiempo de ir a ver a mi abuelito.
Esa tarde Teresa, Mónica y Manuel se trasladaron al lugar señalado por el abuelo.
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Oye estas segura de que este era el sitio, Teresa.
Si Mónica, seguimos las señales que me dio mi abuelo. Este es el lugar.
Pues no se ve ninguna tienda. Y no creo que se vaya a ver eh.
Bueno de cualquier manera el paisaje desde aquí es hermoso, ¿no?
Oiga, oigan, miren, ¿esa tienda estaba aquí, cuando llegamos?
Uhmm, pues yo no lo había visto.
Ni yo tampoco.
Ehhh.. entonces es la tienda encantada.
Ay no se ve nada raro. Parece una tienda normal.
Ven, ven... vamos a verla de cerca mi abuelo no me va a creer que la vimos.
Ehh... Bueno pero no somos los únicos interesados, Teresa.
Se ve que hay gente adentro, se me hace que eso de la tienda encantada es puro cuento
eh….
Ay bueno, pues yo voy a comprar algo... de recuerdito, ¿no? Este quieren un refresco.
Ay, yo sí... gracias.
Ah órale, pero no te tardes, que ya está obscureciendo.
Teresa, ya se tardó, ¿eh?…
Oye, quizás en ese lugar no le han despachado.
Ni que hubiera tanta gente.
Hey mira, se está cerrando la puerta. Hazle señas a Teresa.
Teresa, Teresa….
Teresa, sal de ahí… Sal ven.
Mónica y Manuel vieron como la puerta de la tienda se cerraba. Corrieron para tratar de sacar a su
amiga, pero la tienda desapareció frente a sus ojos. Teresa no pareció darse cuenta de la situación.
Confundidos y exhaustos de llamar y buscar a Teresas. Manuel y Mónica regresaron a la ciudad,
fueron a casa de Teresa. Para explicar lo sucedido, pero nadie les creyó solo el abuelo de Teresa.
Teresa fue reportada como una persona extraviada, y su familia desconsolada, sufrió su ausencia.
Y así paso un año.
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¿Oye que paso Manuel apareció Teresa?
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No Mónica, estoy muy apenado por lo que paso, por no haberla podido sacar de aquella
tienda maldita.
Y luego su hermano me culpa, dice que yo fui la última persona que la vio.
Se imagina cosas horribles de mí.
Pero, si Teresa era tu mejor amiga, ¿no?
¡Como ibas a hacerle daño!
¿Oye fue hace un año justamente cuando fuimos a ese cerro?
Me acuerdo porque era el cumpleaños de mi tía Florencia.
Uhmmm tienes razón. Eso quiere decir que la tienda va a parecer hoy en el tarde.
Oye podemos ir, tal vez encontremos Teresa, ¿No?
Iré yo… No quiero que te pase nada a ti también, Mónica
Ay no, déjame acompañarte, tu eres medio despistado y no te vas acordar del lugar
Manuel.
Mira, eh.. este..
Ay no, no hay peros… Vamos en mi coche sí.
Mónica y Manuel fueron al sitio donde habían visto aparecer la tienda el año anterior, y
esperaron… Pronto la tienda se hizo visible.
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¡Mira Manuel!… Mira hay esta teresa, se ve como hipnotizada…
Es cierto, voy a entrar por ella.
Si ves que me distraigo, grítame con todas tus fuerzas pero no entres…
No, no te preocupes no dejare que te quedes ahí.
Me daré prisa antes de que se cierre la puerta.
Manuel entro corriendo a la tienda, y saco a Teresa jalándola del brazo. Justo cuando cruzaron la
puerta esta se cerró y la tienda se esfumo del paisaje.
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Ay... Manuel. Porque me sacas de esa manera, toda vía ni me despachan, no que querían
un refresco.
¡Pero si estuviste ahí adentro todo un año!
Ay, qué dices, que desesperadito eh, si acabo de entrar.
Mira a tu alrededor Teresa, tenías razón esa era la tienda encantada y estuviste atrapada
dentro durante un año.
No… no puede ser…
La tienda estaba aquí, no, no entiendo que paso.
¿Pe, pero estas bien no te pasó nada?
No, creo que no, pero no puede ser posible.
Manuel y Mónica llevaron a Teresa con su familia, quien se alegró profundamente de tenerla de
regreso. A Teresa le costó trabajo asimilar que había estado ausente durante un año. Pero logro
recuperarse.
Ahora les cuenta la leyenda de la tienda encantada a sus nietos, pero nunca les ha dado la
ubicación exacta de su aparición.
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