LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO A JUAN, COMÚNMENTE

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LA REVELACIÓN DE JESUCRISTO A JUAN,
COMÚNMENTE LLAMADA
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
APOCALIPSIS
2012 Derechos Reservados - Andrés Menjívar
www.iglededios.org
[email protected]
A menos que se indique lo contrario, las citas bíblicas han sido tomadas de la Reina-Valera 1995.
INTRODUCCIÓN
Apocalipsis (gr. Aποκάλυψις) es el nombre del
último libro de las Sagradas Escrituras del Nuevo
Pacto, su nombre proviene de la primera palabra
con que comienza el libro. El contenido de Apocalipsis es profundo, y algunas de sus partes nunca
será conocido sino hasta que venga su cumplimiento.
Entre las cosas interesantes de su contenido
están algunas figuras cuyo significado resulta fácil
de entender pues son parecidas, o las mismas,
mencionadas en el libro de Daniel, entre ellas las
cuatro bestias, los diez cuernos, los 1260 días, los
libros del juicio.
Entender las figuras mencionadas en Daniel es
fácil pues la explicación de ellas se encuentra allí
mismo, y siendo las mismas registradas en Apocalipsis automáticamente conocemos su significado.
Sin embargo, aparte de incluir esas figuras Apocalipsis contiene otras cuyo significado no fue dado
conocer a Juan, él vio las imágenes pero no le fue
revelado a quién representaban, por lo cual entenderlas es difícil, y el exégeta se mira obligado a
tomar la historia como única fuente de investigación. Por supuesto que hay figuras que incluso el
conocimiento más profundo de la historia no garantiza un acierto legítimo, y, de esas figuras, sólo
comentarios pueden hacerse.
Así, mi interpretación aquí presentada, no pretende penetrar lo desconocido ni asegurar aquello
sobre lo cual no existen bases, sino proporcionar
información que puede servir a los lectores para
despertar aún más el interés acerca de las visiones reveladas por el Señor a Juan.
También al escribir este comentario he omitido
copiar de otros comentarios, y todo el contenido
está escrito en base en mi propio entendimiento
de Apocalipsis. Esto me ha dado oportunidad para
hablar donde la Biblia habla y callar donde ella
calla. Si de copiar de otros autores se tratara seguramente me habría ahorrado el tiempo que me
tomó escribir esta obra, más bien, me es innecesario tomar como propias las ideas ajenas.
La presente obra no favorece a organización religiosa alguna, más bien mi propósito al escribir
es presentar cuanto considero ser una exégesis
limpia, cuyo único propósito es ayudar a los lectores a entender cuanto Cristo quiso revelar a su
siervo Juan.
Por razones para nosotros desconocidas, las
visiones mostradas a Juan están en una secuencia a la cual nosotros no estamos acostumbrados.
Si se nos dijera que las cifras: 36, 0, 31, 99, 17, 1,
etc., están escritas en orden correlativo, inmediatamente rechazaríamos la idea porque universalmente entendemos lo correlativo de un modo diferente.
Este es el caso de las escenas mostradas en
Apocalipsis, pues están en orden, pero no en el
orden en que nosotros estamos acostumbrados,
sino en el orden en que el Señor quiso revelarlas a
Juan.
De allí que, desde el inicio se notará que mi
comentario no empieza a partir del capítulo 1 sencillamente porque al organizar los acontecimientos
narrados en Apocalipsis éstos no empiezan allí
sino en el capítulo 12, por lo cual he comenzado
con ese capítulo.
Si este comentario sirve al amable lector como
una fuente de información, glorifíquese a Dios y a
su Hijo Jesucristo.
Andrés Menjívar
Calgary, 2012
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
proviene del pueblo en sí sino de Dios como está declarado en Números 23.21:
No ha notado iniquidad en Jacob ni ha visto perversidad en Israel. Jehová, su Dios, está con él, y ellos lo aclaman como rey.
De esta manera, la justificación de Dios hacia el pueblo es como un vestido tan resplandeciente como el sol.
La luna donde la mujer está parada representa el
origen de los israelitas, en este caso, Lea y Raquel, las
dos esposas de Jacob simbolizadas por la luna, ellas vinieron a ser la base de donde Dios levantó al pueblo
israelita.
Las doce estrellas de la corona representan a los doce
patriarcas involucrados en el sueño de José, de lo cual
Génesis 37:9 dice:
Después tuvo otro sueño y lo contó a sus hermanos. Les
dijo: He tenido otro sueño. Soñé que el sol, la luna y once
estrellas se inclinaban hacia mí...
No se comenta en este estudio nada relacionado al
sueño de aquel joven hijo del patriarca Jacob, sino el
significado simbólico de su sueño que apunta a ser la
clave para entender a quiénes representan la luna y las
doce estrellas en la corona de la mujer que estamos comentando.
CAPÍTULO 12
La mujer vestida del sol y el dragón
Como digo en la introducción, el orden en que sucedió la historia del pueblo redimido comienza en el capítulo 12. En otras palabras, Apocalipsis capítulo 12 debiera ser el capítulo 1, porque ese capítulo 12 registra el
nacimiento del Salvador del mundo sobre la tierra. Su
nacimiento es el punto de partida, siguiendo las escenas
mostradas en ese capítulo hay que buscar en otros capítulos las escenas que continúan.
Apocalipsis 12.1-2
Apareció en el cielo una gran señal: una mujer vestida
del sol, con la luna debajo de sus pies y sobre su cabeza una
corona de doce estrellas.
Estaba encinta y gritaba con dolores de parto, en la angustia del alumbramiento.
Es evidente que esta mujer no es humana sino simbólica como simbólicos son sus dolores. Es simbólica porque Juan la ve en el cielo, con una ropa que no es material, asimismo la luna a sus pies, y la corona, evidentemente también son símbolos.
Juan no dice que la vio en el cielo donde está el trono
de Dios, él simplemente la vio en el cielo. (La Escritura
menciona tres cielos: el atmosférico, el sideral y el cielo
donde está Dios, a este último Pablo llama el “tercer
cielo”), y aunque los tres cielos son claramente expuestos en la Palabra, al lector promedio de las Escrituras le
resulta enteramente difícil entender en dónde tiene lugar esta visión.
Al levantar su mirada al cielo, Juan vio una gran señal de significado profundo; una mujer vestida del sol,
es decir un vestido purísimo, cuya pureza es tan resplandeciente como la luz del sol.
Por ser simbólica, esta mujer representa al pueblo de
Israel. (Las ciudades, con sus habitantes por supuesto,
frecuentemente son identificadas como mujeres), incluso
el libro de Revelación 17.6 menciona una mujer embriagada con la sangre de los santos, sentada sobre una
bestia la cual, por supuesto, no es material sino simbólica. Así, cuando se trata de símbolos, mujer representa
ciudades y pueblos.
Uno pudiera pensar cómo es posible que siendo el
pueblo de Israel desobediente a Dios, y pecador en extremo como cualquier otra nación del mundo, pueda
ser representado con tan digna apariencia en Apocalipsis 12:1.
Claro que pensar de esa manera es correcto siempre
y cuando se mire a Israel en la carne, vendido a sus pasiones como cualquier humano, pero cuando se le mira
en su trasfondo, entonces se mira que esa pureza no
Los dolores de parto
Esos dolores de parto tampoco eran materiales, y
para entender a qué se refieren es necesario buscar en
las Escrituras del Antiguo Pacto el estado espiritual en
que Israel vino a encontrarse a los pocos años después
de haber vuelto de la cautividad en Babilonia.
Su condición espiritual vino a ser notoriamente calamitosa, manifestada en la falta de estima a la Ley de
Dios. El primer libro de los Macabeos, y las “Guerras
de los Judíos”, de Flavio Josefo, cuentan con amplitud la
penosa situación en que el pueblo y los servidores del
templo de Jerusalén vinieron a caer.
La falta de identidad a sus principios de adoración
vino a ser notoria entre el pueblo israelita hasta llegar al
degradante y bochornoso estado de contaminar el templo del Dios Altísimo. Como si eso hubiera sido poco, la
circuncisión, que es la marca material de ser pueblo de
Dios, dejó de ser practicada. Incluso Antíoco IV Epífanes sacrificó un cerdo sobre el altar del templo de Jerusalén y colocó allí una estatua de Júpiter, y juegos olímpicos se celebraron en su honor.
El estado lamentable en que Israel cayó en ese tiempo únicamente puede ser comparado con aquél en el
cual no tuvieron capacidad de hacer diferencia entre el
Altísimo y Baal. La Santa Escritura dice que cuando
fueron retados por Elías para que decidieran a cuál de
los dos adorar, el pueblo no supo qué responder: De
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esto,1 Reyes 18.21 dice:
Entonces Elías, acercándose a todo el pueblo, dijo: ¿Hasta cuándo vacilaréis vosotros entre dos pensamientos? Si
Jehová es Dios, seguidle; si Baal, id en pos de él. Y el pueblo no respondió palabra.
Así, la penosa condición ocurrida en tiempos del profeta Elías se repitió entre el pueblo cuando faltaban
unos trescientos años para que apareciera el Salvador
de Israel. Varios siglos de pobreza espiritual, de falta de
identidad nacional, en cuyo tiempo no hubo profeta de
Dios ni guías espirituales que hicieran sentir su presencia y su decidido respeto hacia Dios. Toda esa situación
apuntaba al momento en que el Altísimo iba a enviar a
su Hijo a la tierra de Israel a nacer. Esa situación de
calamidad son los dolores de parto de la mujer.
a Israel tiempo atrás por medio de Antíoco cuando
arremetió contra los sacerdotes y servidores del templo
de Jerusalén; siendo esta una visión debe entenderse que
esta cola simbolizó a Antíoco IV Epífanes.
El diablo no estaba derribando esas estrellas en los
días del nacimiento de Cristo, ese daño ya lo había causado unos doscientos años antes, por eso es que se debe
poner atención al modo en que Apoc. 12:4 está escrito
pues no todas las escenas mostradas se relacionan tiempo del nacimiento de Cristo.
Esperando que el niño naciera
El diablo no estaba actuando directamente, más bien,
estaba personificado por el Imperio Romano, intentaba
matar al niño, lo cual está testificado en Mateo 2.13:
Después que partieron ellos, un ángel del Señor apareció
en sueños a José y le dijo: "Levántate, toma al niño y a su
madre, y huye a Egipto. Permanece allá hasta que yo te
diga, porque acontecerá que Herodes buscará al niño para
matarlo.
Herodes era rey pagano, y estaba sujeto a Roma. Éste se turbó cuando los magos vinieron a él para pedir
información dónde era que había nacido el rey de Israel. En su astucia, Herodes trató de sacar provecho de
la honestidad de aquellos hombres a los cuales pidió
volver a él cuando lo hubieran encontrado. Ellos no
volvieron a él porque el ángel les ordenó ir directamente
a sus lugares de donde provenían. José fue ordenado por
el ángel marchar inmediatamente hacia la tierra de
Egipto, y permanecer allá entretanto los días de morir
no venían sobre el malvado rey Herodes.
De esa manera Herodes perdió toda información
acerca del niño, así se cumplió Apocalipsis 12:5, el cual
reporta que el niño “fue arrebatado para Dios y para su
trono”. El diablo estaba preparado para matar al Salvador del mundo, pero Dios burló sus planes por medio
del ángel que ordenó a José salir de Israel llevando el
niño.
Apocalipsis 12.3
Otra señal también apareció en el cielo: un gran dragón
escarlata que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus
cabezas tenía siete diademas.
Aunque la mujer simboliza al pueblo de Israel, el
dragón no simboliza a nadie sino que es la forma original del diablo, porque el dragón ha sido el mismo desde
su creación. En otras palabras, la visión inequívocamente presenta al diablo yendo contra Israel.
Estas siete cabezas y diez cuernos vuelven a ser presentados varias veces más adelante para informar que se
trata de siete gobernantes y diez naciones. Apoc. 12.3 y
17.3 los menciona para informar que todos ellos tienen
al diablo como su señor.
Apocalipsis 12.4
Su cola arrastró la tercera parte de las estrellas del cielo y
las arrojó sobre la tierra. Y el dragón se paró frente a la
mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo
tan pronto como naciera.
Este texto contiene un significado bastante profundo
del cual aquí doy una pequeña explicación. Estas estrellas no son materiales, son simbólicas y representan al
sacerdocio levítico que servía en el templo de Jerusalén,
acerca del significado simbólico de estas estrellas véase
Daniel 8:10:
Creció hasta llegar al ejército del cielo; y parte del ejército
y de las estrellas echó por tierra, y las pisoteó.
Este texto habla acerca de Antíoco IV Epífanes que
en sus días arremetió en contra del templo y en contra
de los levitas y sacerdotes cuando invadió Jerusalén.
De allí que al leer Apoc. 12:3 se debe poner atención
a su contenido pues no es literal, la cola del diablo nunca arrojó a la tierra, materialmente hablando, la tercera
parte de las estrellas del cielo material. Más bien esta es
una narración simbólica de lo que el diablo había hecho
Apocalipsis 12.5
Ella dio a luz un hijo varón, que va a regir a todas las
naciones con vara de hierro; y su hijo fue arrebatado para
Dios y para su trono.
Esta mujer mostrada a Juan en visión no es María
sino el pueblo de Israel que cumplió la profecía concerniente a que de su seno iba a nacer el Mesías. No es
María sencillamente porque esta no es una mujer humana sino simbólica. Mucho menos puede ser creíble
que aquella joven mujer haya sido trasladada al cielo
para dar a luz a su hijo. Tampoco la luna sobre la cual
ella está parada estaba en el cielo. Y Jesús no nació en el
cielo sino en Belén de Judea.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
En resumen, la mujer que huyo al desierto no fue la
iglesia de Dios sino Israel, porque entretanto Israel era
dispersado entre las naciones, la iglesia se dedicaba a
predicar el evangelio en cumplimiento al mandamiento
de Cristo. Otro punto importante que se debe notar es
que la iglesia no dio a luz a Jesucristo, al contrario, Él es
su fundador y su redentor. Asimismo, quienes piensan
que la iglesia es la mujer que huyó al desierto se olvidan
que la iglesia no es madre de Cristo sino virgen.
Un asunto de controversia
Apocalipsis 12.6
La mujer huyó al desierto, donde tenía un lugar preparado por Dios para ser sustentada allí por mil doscientos sesenta días.
Existen algunas exégesis de acuerdo a las cuales sucede una metamorfosis, extraña por cierto, que no posee base en la Palabra de Dios: Esa metamorfosis consiste en que la mujer que da a luz es correctamente identificada con el pueblo de Israel, sin embargo, cuando huye al desierto, esas exégesis hacen un cambio mental
para identificarla con la iglesia ganada por Cristo. Ese
cambio es imposible y sin fuerza ni apoyo en la Santa
Escritura. Israel es Israel, y la iglesia es la iglesia, dos
entidades diferentes de las cuales en ningún momento
ha habido fusión ni material ni espiritual, prueba de ello
es que Pablo identifica tres grupos: judíos gentiles e iglesia de Dios (1 Corintios 10:32); la iglesia se compone de
redimidos, no hay judío ni griego, esclavo ni libre, sino
un cuerpo espiritual sin base en alguna raza. Otro punto muy importante de tomar en cuenta es que la iglesia
del Señor no posee sus raíces en el judaísmo sino en
Jesucristo que es su fundador. Jesucristo rechazó el judaísmo porque el mensaje que él traía era superior a la
justificación por la Ley en todo sentido, esto corrobora
que la iglesia no tiene sus raíces en el judaísmo. Por lo
tanto esa metamorfosis o cambio de identidad no existe.
Si la mujer que dio a luz al Salvador del mundo es Israel, esa misma mujer fue la que huyó al desierto, eso
dice el texto.
La palabra “huir” significa que Israel salió de su tierra; en esto también se debe alcanzar la correcta interpretación pues pareciera como que el pueblo de Israel
haya tenido la iniciativa de escapar hacia algún lugar;
aunque la traducción del griego para la palabra “huir”
es correcta, el trasfondo de esta “huida” no tuvo nada
que ver con decisiones del pueblo, pero sí tuvo mucho
que ver con la decisión de Dios de protegerlo para evitar que el diablo lo destruyera, por eso es que el texto
dice que Dios le “había preparado un lugar”. Esa huida
preparada por Dios comenzó cuando Israel fue expulsado de su tierra desde los sucesos del año 70 E. C.
Apoc. 12.6 dice que Israel huyó al desierto, ese desierto no es material, su significado se halla en el profeta
Ezequiel 20:35 donde se declara su significado:
Y os he de traer al desierto de pueblos, y allí litigaré con
vosotros cara á cara.
Aquella mujer huyó al desierto de pueblos, y significa
que Israel fue dispersado por Dios entre los pueblos del
mundo para litigar con ellos, y Dios hizo eso para evitar
que la terquedad de ellos diera motivos al Imperio Romano para destruirlos totalmente.
¿A partir de cuándo los 1.260 días?
Atreverse a declarar fechas y publicarlas es demasiado aventurado y, por así decir, sólo aficionados a la profecía se aventuran a fijar fechas. Notoriamente, quienes
dan fechas específicas lo hacen para decir que esos
1.260 días o años se relacionan con sus organizaciones,
olvidando las palabras de Pedro 2.20-21:
Pero ante todo entended que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
Esto declara que toda persona que intenta explicar
profecías de la Biblia debe evitar ideas que intenten favorecer alguna iglesia en particular. Por apartarse de las
palabras de Pedro se forman doctrinas sectarias con las
cuales cada iglesia, cada organización y pastores particulares, predican sus propias conclusiones con fechas
tan diferentes y dispares entre si que el público en general es atrapado en creencias sectarias.
De allí que proponer que los 1.260 días son “proféticos”, y que deben contarse como años de 360 días partiendo del año 538 d.C. hasta 1.798 d.C. es imaginación
sin base pues sus promotores los aplican a la iglesia de
Cristo imaginando que “huyó al desierto”. La iglesia de
Dios nunca huyó sino que fue mandada por Cristo a
predicar públicamente a todas las naciones.
De hecho, si la mujer en el desierto no es la iglesia
ganada por Cristo sino Israel, entonces esas fechas tampoco son certeras, ¿se entiende esto? Porque si una proposición es falsa la otra también lo es.
Leer la Palabra de Dios, y cotejarla con eventos distorsionados, es demasiado aventurado, y quien camina
el sendero de la distorsión no ofrece ninguna credibilidad para sus dichos.
La “regla profética”
En las Escrituras Hebreas del Antiguo Testamento no
ocurre ni una tan sola vez que Dios o los profetas conviertan días en años, más bien tal conversión es iniciativa de algunas iglesias evangélicas. La “regla profética”
es tan irreal como el “reloj profético” pues son fabricaciones sectarias tomando pasajes bíblicos donde la imaginación piensa aplicarlos. Por su condición extrabíblica
no deben ser aplicados a las profecías bíblicas.
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Por eso es inadecuado pensar que los 1.290 días (Daniel 12.11), los 1.335 días (Daniel 12.12) o los 2.300 días
(Daniel 8.14) sean años, la razón claramente dice que se
trata de días normales de veinticuatro horas, cuyas profecías se relacionaba con Israel en la época de los Macabeos.
Las palabras hebreas “yom” (día), y “yamim” (días),
se refieren en toda la Biblia Hebrea a días de veinticuatro horas; y no está definido por la Palabra que al ser
mencionados en profecía deban ser tomados como
años; hacer esa conversión es iniciativa de algunas organizaciones religiosas.
En el caso de las setenta semanas de Daniel 9.24-27
es sobradamente claro que son semanas de años literales, no hay que forzar el razonamiento para entender
que eso es así. Con todo, el modo de contar las semanas
equivaliendo a semanas de siete años no se constituye
en regla que deba ser usada para decir que en profecía
los días equivalen a años. En realidad, en la Biblia no
ocurre ninguna conversión de días “proféticos” a años
literales. De otra manera, ¿cómo se tendría que entender Jonás 3.4 siendo que es una profecía en la cual la
palabra días es mencionada? Véase el texto:
Y comenzó Jonás á entrar por la ciudad, camino de un
día, y pregonaba diciendo: De aquí á cuarenta días Nínive
será destruida.
Esta es una profecía relacionada a la destrucción de
aquella gran ciudad; Dios envió al profeta camino de
un día (yom) a anunciar que dentro de cuarenta días
(yamim) la ciudad iba a ser destruida.
Como en las profecías de Daniel, esta de Jonás habla
de días (heb. yamim). En Jonás es evidentemente claro
el tiempo de 24 horas y podría servir de ayuda para entender que la mención de días no tiene el propósito de
cambiarles la naturaleza de 24 horas a años de 360 días.
Si en la profecía de Jonás los días son de veinticuatro
horas cada uno, ¿por qué no pueden tener el mismo
significado en otras profecías? Véase el texto mencionado en Apocalipsis 11.9:
Gentes de todo pueblo, tribu, lengua y nación verán sus
cadáveres por tres días y medio y no permitirán que sean
sepultados.
¿Son estos días de veinticuatro horas, o son años? El
registro es corto y no da lugar a imaginar que los cadáveres hayan de quedar expuestos a la vista de los pueblos durante tres años y medio.
gélicas. La base que se toma está los dos textos de Ezequiel 4.6 y Números 14.34.
El primero dice,
Y cumplidos estos, dormirás sobre tu lado derecho segunda vez, y llevarás la maldad de la casa de Judá cuarenta
días: día por año, día por año te lo he dado.
El segundo dice,
Conforme al número de los días, de los cuarenta días en
que reconocisteis la tierra, llevaréis vuestras iniquidades
cuarenta años, un año por cada día; y conoceréis mi castigo.
Cuarenta días debía Ezequiel dormir sobre su lado
derecho como una referencia a cuarenta años de pecado continuo del reino de Judá; pero ese periodo no es
profecía sino una equivalencia entre los cuarenta años
de pecado y el tiempo en que Ezequiel iba a anunciar el
castigo sobre Judá. La pregunta es: La mención de esta
comparación es base para establecer que siempre que
los profetas mencionan días hayan de ser tomados como
años? Sencillamente no. Pero por no hacer ningún reparo en esto es que los 2.300 días de 24 horas cada uno
mencionados en Daniel 8.14 han sido interpretados
como 2.300 años. Todo escudriñador de las Escrituras
entiende que Daniel 8.14 no se refiere a años sino a días
literales. Es más, tomar día por año en Daniel 8.14 es
grande error pues el Texto Hebreo no menciona días
sino “tardes mañanas dos mil trescientas”, lo cual claramente significan días de veinticuatro horas. El Texto
Hebreo no dice hasta dos mil trescientos días de tarde y
mañana como algunas versiones de la Biblia dicen.
Asimismo, la declaración de Números 14.34 no es
profecía sino comparación entre el tiempo que permanecieron los espías israelitas recorriendo la tierra de
Canaán y los años en que el pueblo desobediente debía
vagar por el desierto hasta morir.
En ambos versículos el Altísimo claramente define las
razones por las cuales Ezequiel y Moisés debieron tomar los días como años, pero esos textos de ninguna
manera establecen reglas por las cuales cada vez que se
lea a los profetas se haya de hacer conversión de días
por años.
Habiendo hecho esta explicación, volvamos al asunto
que nos ocupa.
¿Fueron los 1.260 días, literales, o fueron años? Porque si fueron años, y han de contarse desde el tiempo
cuando el pueblo huyó de su tierra en la dispersión allá
por el siglo II, d. de C., (sin tomar fechas específicas),
entonces ese período alcanzaría hasta por lo año 1.460,
lo cual no encaja con ninguna de las fechas que algunas
sectas han propuesto para hacer propaganda a sus doctrinas.
Seguramente los 1.260 días, o años, deben ser estudiados a profundidad, sin hacer conversiones imagina-
¿La clave para establecer la regla profética?
Si se carece de atinada orientación en la interpretación de las Escrituras entonces la inadecuada hermenéutica conduce a serios errores, como en el caso de la
“regla profética” ingeniada por algunas religiones evan-4-
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Andrés Menjívar
rias que favorezcan doctrinas de organizaciones religiosas nacidas en Estados Unidos por el siglo XVIII d.C.
Incluso Apocalipsis 11.2-3, que menciona esos 1.260
días, es ubicado el mismo período de Daniel 7.25 y
Apocalipsis 12.4. Cuando lleguemos a Apocalipsis 11, y
comentemos el asunto de los dos testigos, se mirará claramente en qué consiste el error de ubicar esos 1.260
días en siglos pasados.
Diferentes escenas, una fecha común
Daniel 7.25 Y hablará palabras contra el Altísimo, y a
los santos del Altísimo quebrantará, y pensará en cambiar
los tiempos y la ley; y serán entregados en su mano hasta
tiempo, y tiempos, y medio tiempo.
Daniel 12.7 Y oí al varón vestido de lino, que estaba
sobre las aguas del río, el cual alzó su diestra y su siniestra
al cielo, y juró por el que vive por los siglos, que será por
tiempo, tiempos, y la mitad de un tiempo. Y cuando se acabe
la dispersión del poder del pueblo santo, todas estas cosas
serán cumplidas.
Apocalipsis 12.14 Y se le dieron a la mujer las dos
alas de la gran águila, para que volase de delante de la serpiente al desierto, a su lugar, donde es sustentada por un
tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo.
Apocalipsis 11.2 Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a
los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos
meses.
Apocalipsis 11:3 Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio.
Tómense estos cinco versículos como punto de partida para entender lo extremadamente difícil que resulta
fijar con certeza los 1.260 días.
Generalmente la interpretación de Daniel 7.25 es
colocada por el siglo IV o V d.C., uniéndola con la de
Apocalipsis 12.14. A la de Daniel 12.7 no le ha sido
asignado tiempo alguno, y la de Apocalipsis 11.2,3 se le
liga con una ocasión en que las Biblias fueron quemadas
en Francia.
De esa manera algunas creencias unen las palabras
de Daniel 7.25 con Apocalipsis 12.6, 14 para afirmar
que el papado arremetió contra la iglesia ganada por
Cristo durante 1.260 años. Nadie duda que la Iglesia
Católica persiguió y masacró a los Cristianos que no se
sometieron a sus decretos, la pregunta es: ¿Fue hasta el
538 d.C., que la Iglesia inició esa siniestra obra? Realmente no. Las persecuciones de la Iglesia Católica contra los santos no iniciaron en esa fecha sino desde siglos
anteriores. Los obispos defensores de la Iglesia mencionan iglesias herejes cuyo error era guardar el Sábado.
¿Qué hay acerca del siglo IV cuando Constantino
optó por proteger a la Iglesia Católica, permitiéndole
tomar posesión religiosa en sus dominios y declarara
abierta oposición contra las iglesias guardadoras del
Sábado? Una interpretación profética formal sobre la
mujer que huye al desierto no puede partir del 538 d.C.
en adelante para decir que la profecía de los 1.260 comenzó en esa fecha.
La guerra en el cielo y sus resultados
Apocalipsis 12.7-9 dice:
Entonces hubo una guerra en el cielo: Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón. Luchaban el dragón y sus
ángeles, pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos
en el cielo. Y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente
anti- gua, que se llama Diablo y Satanás, el cual engaña al
mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron
arrojados con él.
En la Religión Cristiana se toman estos versos como
base para confirmar que el diablo era un ángel bueno, y
que estando en tal condición se rebeló contra Dios, por
lo cual fue lanzado a la Tierra.
La pregunta es: ¿Es este texto base para confirmar lo
que la tradición enseña? Realmente no, para ver el error
en que se incurre al interpretar este texto haciéndolo
aparecer que se refiere a una supuesta expulsión del
diablo desde el cielo basta con aplicar a cada escena el
elemento tiempo para conocer cuándo se llevaron a cabo.
Además, si se dice que el diablo se hizo diablo en la
gloria de Dios, entonces hay que pensar que la gloria de
Dios es sucia en vez de ser el lugar más puro que la
mente pueda imaginar. Claro que a una mente desconocedora de la incompatibilidad del pecado con la gloria de Dios le es fácil concluir positivamente; pero eso es
sólo conclusiones con las cuales se pone en evidencia el
profundo desconocimiento de quién en realidad es el
Altísimo.
Es grave error pensar que en la gloria existe el pecado, porque lo que se conoce como gloria de Dios es la
potencia emanada de Dios en toda su fuerza y pureza; y
esa gloria inunda totalmente los cielos. La gloria de
Dios cubre todo.
Otro error es imaginar que un ángel bueno, habitando en la gloria de Dios, tuvo poder para crear el pecado
y para cambiarse a sí mismo en diablo; de hecho, imaginando un ángel en la gloria de Dios, convirtiéndose en
malvado, es blasfemar contra Dios imaginando su inmaculada gloria como el nido donde el pecado fue incubado. Por haber establecido que el diablo se hizo
malo así mismo es que la tradición mancha la dignidad
de Dios y demuestra su escasa habilidad de ver que la
gloria celestial es el estado más puro que la mente jamás
pueda imaginar.
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Andrés Menjívar
Un tercer error es imaginar que en la gloria de Dios
el diablo se haya hecho perverso, sencillamente porque
equivale a declarar que la gloria de Dios es corrupción.
No, definitivamente no, esa idea acerca de un ángel
bueno que decidió crear el mal para hacerse malo sólo
surge de la falta de conocimiento acerca de la pureza de
Dios.
Continuando en el comentario de Apocalipsis 12.7-9;
si el diablo estaba en el cielo como erróneamente se interpreta este texto, entonces hay que aceptar que allá
también estaba la mujer (Israel), y que el niño nació
allá, y la luna también estaba allá. Pero tal idea es rechazada pues es generalmente aceptado que ese niño es
Jesús que vino a nacer a la tierra. Una exégesis razonable no es compatible con la tradición cristiana.
El propósito real de Apocalipsis 12 es mostrar cómo
en su nacimiento el niño Jesús fue librado de la muerte,
pero si al leer, los lectores se desvían de ese propósito,
entonces le cambian totalmente su significado para
imaginar un supuesto momento en que el diablo se
cambió de naturaleza. Una correcta exégesis centra la
atención sobre nacimiento de Jesús y no sobre el imaginario origen del diablo.
La tradición se aparta totalmente de la Escritura, y
por eso no puede establecer cómo la mujer con dolores
de parto, o sea Israel, estaba en la gloria de Dios. Se
vale de este texto de Apocalipsis para enfatizar que fue
allá que el diablo se convirtió en tal, pero evade proponer que la mujer con dolores de parto haya estado en el
mismo lugar y que el nacimiento del niño Jesús se haya
llevado a cabo allá.
Claro que ante tal situación los defensores de la tradición tienen que arreglárselas para buscar ideas que les
ayuden a sostener su posición, lo cual hace más grave el
error de ensuciar la gloria del Altísimo. Hacen grande
su error porque no pueden probar que en ese lugar exista pecado, porque si existiera deben demostrar quién lo
creó dentro la gloria de Dios, y deben demostrar quién
tentó, o como fue tentado el diablo a aceptarlo, etc.
En síntesis, Apocalipsis 12.7-9 en adelante, nada tiene que ver con la idea tradicional de un imaginario ángel bueno que se hizo malo. Sólo el paganismo, el cual
es ofensivo al Altísimo, se atreve a ensuciar la gloria de
Dios.
Sencillamente el contenido de este capítulo en consideración no fue escrito pensando en establecer el cielo
como habitación del diablo, más bien es una visión con
contenido simbólico, mostrado a Juan relacionado al
nacimiento del Mesías en Israel. (Para una explicación
más amplia al respecto vea el estudio “Apocalipsis 12,
Una Guerra del Diablo contra Israel”
¿Qué, pues, significa que hubo guerra en el cielo? Lo
que significa es que allá fue donde se determinó impedir
que el diablo triunfara matando al niño. Los planes del
diablo quedaron burlados allá en el cielo. Esa guerra es
sólo un simbolismo para mostrarle gráficamente a Juan
las cosas reales que sucedieron aquí en la tierra.
Otro aspecto interesante en el cual la tradición guarda silencio se refiere a su incapacidad de demostrar con
textos bíblicos cómo ese imaginario ángel hermoso se
convirtió en diablo. Falla en no poder demostrarlo sencillamente porque de acuerdo al registro de Génesis 3.1
el diablo nunca fue un ángel celestial, nunca tuvo el poder de cambiar su naturaleza que se le atribuye, y siempre ha tenido la misma forma que Dios le dio; en otras
palabras, el diablo siempre ha sido la serpiente como es
desde que fue creado, tan claro es que Génesis 3:1 no
requiere de mucho para entenderlo. Aunque sea difícil
de creer, lo cierto es que el diablo fue creado al mismo
tiempo en que todos los otros animales lo fueron, ésto
dice Génesis 3. Cuando Eva respondió a Dios acerca de
su desobediencia, ella específicamente dijo “la serpiente” me engañó, señalando a la específica. Ella no dijo
“una serpiente” me engañó. El artículo la es definido y
señala a la específica, que es el diablo; en cambio el artículo una es indefinido, y señala a cualquier serpiente.
La mujer señaló a una serpiente específica, con género
específico y único, que es el diablo; ella no señaló a una
o alguna serpiente de entre todas que poseen género
diferente al diablo. De allí es que esa idea tradicional en
la cual se dice que el diablo se posesionó de una serpiente para engañar a la mujer carece de seriedad; incluso
parece que esa idea proviene de los padres de la Iglesia
de quienes valga decir no eran diestros en materia bíblica.
Por otra parte, tradicionalmente se toma Apocalipsis
12 como base para afirmar que el diablo fue lanzado
del cielo a la tierra, porque ese capítulo menciona la
derrota del diablo que no pudo impedir que el niño Jesús naciera hace unos dos mil años, ¿entonces qué, significa que el diablo se convirtió en diablo hasta hace
sólo dos mil años después que no pudo destruir al niño?
En realidad el pensamiento tradicional nunca ha hecho
un análisis de esta situación, más bien, únicamente se
aferra a enfatizar sus creencias pero sin tomar la Santa
Escritura como base.
Para una correcta exégesis es bueno tomar en cuenta
que esa batalla simbólica tuvo a dos potencias opuestas
peleando por determinar la suerte del recién nacido.
Esa batalla tuvo el propósito de determinar si el Salvador del mundo viviría o moriría al tiempo de su nacimiento.
Satanás fue vencido en el cielo no porque allá halla
vivido, sino porque allá fue donde se originó el decreto
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
de su derrota; y cuando fracasó debido a que no pudo
matar al niño, esa derrota se llevó a cabo en el cielo.
Asimismo, que “fue echado en tierra” como declara el
texto, significa que fue vencido, echar en tierra o derribar sólo significa que fue vencido, y no significa haber
sido echado desde el cielo hacia la tierra.
La frase, “Pero no prevalecieron ni se halló ya lugar
para ellos en el cielo,” significa que en la eternidad este
evento estuvo registrado, pendiente de cumplirse, pero
venido el momento, el diablo fue vencido sin permitírsele matar al Mesías, y así, aquello que estaba pendiente
vino a su cumplimiento.
De esa manera, el diablo y sus huestes de malicias
espirituales no prevalecieron, ni se halló ya lugar para
ellos en el cielo, o sea, en el registro de Dios, porque la
derrota vino a su cumplimiento. Lamentablemente, la
teología poco entendimiento tiene a este respecto.
Es de tomar en cuenta que todo cuanto sucede en la
tierra ha sido determinado en la eternidad; por ejemplo,
Jesucristo fue muerto desde el principio, en la eternidad,
es decir desde antes que la Creación existiera (I Pedro
1:20). Por lo tanto, el registro de su muerte vino a cumplimiento cuando él fue crucificado. Su redención a favor de la humanidad ya estaba determinada en la eternidad, pues todo cuanto sucede no es por casualidad ni
por improvisación del Padre.
Es de entenderse que cuando el texto dice que los
acusaba de día y de noche, no se refiere a que incluso
después de su muerte los continúa acusando. Esas acusaciones son hechas mientras ellos estaban vivos. El caso
del Sacerdote Josué y el de Job, aunque nada tienen que
ver con Apoc. 12.10, son claros ejemplos de esto que se
dice.
Apocalipsis 12.11:
Ellos lo han vencido por medio de la sangre del Cordero
y de la palabra del testimonio de ellos, que menospreciaron
sus vidas hasta la muerte.
Ellos no lo vencieron sino que Cristo lo venció en la
cruz por ellos.
¿Quiénes son estos que hacen la exclamación? Son
los redimidos durante el siglo I E.C. que para el tiempo
cuando la Revelación le es mostrada a Juan ya habían
muerto en Cristo. Pero sus palabras de ninguna manera
significa que los muertos continúen mirando lo que sucede en la Tierra, después de todo, los muertos nada
saben y su memoria es puesta en olvido, como dice
Eclesiastés 9.5; más bien debe tomarse en cuenta que
esta es una visión para que quienes leen el libro de Apocalipsis visualicen las cosas que suceden delante del Altísimo.
Apocalipsis 12.12 y 13
Por lo cual alegraos, cielos, y los que moráis en ellos. ¡Ay
de los moradores de la tierra y del mar!, porque el diablo ha
descendido a vosotros con gran ira, sabiendo que tiene poco
tiempo. Cuando el dragón vio que había sido arrojado a la
tierra, persiguió a la mujer que había dado a luz al hijo
varón.
Habiendo fracasado en su empeño de matar al Mesías, y habiendo sido despojado del imperio de la muerte del cual era señor, el Diablo iba a continuar su labor
con mucho más empeño. Lo primero era arremeter
contra la mujer (Israel); si no pudo destruir al niño ahora intentaría destruirla a ella.
La visión omite la mención del elemento tiempo, sin
embargo, entre el intento de matar al niño y la persecución de la mujer hay no menos de setenta años de distancia, pues esa persecución comenzó por el año 70
d.C. en adelante. Esa persecución se manifestó contra
Israel de diferentes modos, entre ellos la actitud insolente de las tropas romanas contra el pueblo, la intención
del Emperador romano de obligar a los israelitas a rendirle adoración, la destrucción parcial de la ciudad de
Jerusalén, la destrucción del templo, la esclavitud de que
el pueblo fue objeto en la invasión romana del año 70
d.C., y finalmente la expulsión del pueblo hacia diferentes países del mundo.
Apocalipsis 12.10
Entonces oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha
venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la
autoridad de su Cristo, porque ha sido expulsado el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de
nuestro Dios día y noche.
La palabra griega ἐκβάλλω (ekbalo=echado, expulsado) suena como que el diablo fue sacado del cielo, sin
embargo, esa no es la palabra no aparece en Apoc.
12.10 en el Texto Griego, la que aparece es καταβάλλω
(katabalo) cuyo significado es derribar o tirar al suelo, lo
cual aquivale a ser vencido. Un análisis cuidadoso facilita entender la diferencia entre ambas palabras.
Los acusados por el diablo
Se refiere este texto a los santos redimidos por Jesucristo, porque en medio de su santidad, siendo carne,
son imperfectos, y aunque venido Cristo hemos sido
lavados, la imperfección no ha sido quitada, por lo cual
el diablo es el acusador; debido a esto Pablo, en Romanos 8.33-34 dice:
¿Quién acusará a los escogidos de Dios? Dios es el que
justifica. ¿Quién es el que condenará? Cristo es el que murió;
más aun, el que también resucitó, el que además está a la
diestra de Dios, el que también intercede por nosotros.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Pero su lucha destructora no fue orientada sólo a los
Israelitas; eventualmente, como dice Apoc. 12.12 el
dragón empezaría a agitar violentamente a las naciones
de la tierra desestabilizándolas por medio de guerras y
otras manifestaciones que traen dolor y muerte.
la Iglesia para quien la intolerancia hacia los judíos y
sus prácticas religiosas y tradiciones era notoria.
Apocalipsis 12.17
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue
a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella,
contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
Lo que dice este texto es que el diablo no pudo matar
a Jesús ni tampoco pudo destruir al pueblo de Israel.
Airado con esos dos intentos fallidos, sus planes cambiaron y se fue a arremeter contra “el resto de la descendencia de ella, es decir, contra los que guardan los
mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
Obsérvese que la declaración de este texto es clave
para entender quiénes son estos. El texto se refiere específicamente a otros que pertenecen a la misma simiente
de Israel que poseen una identificación bastante notable: Guardan los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Estos son los 144.000 israelitas, que fueron redimidos
por la sangre de Cristo como primicias del evangelio
durante la predicación del evangelio en el siglo I.
Estos no son alguna tribu israelita, ni tampoco la iglesia de Dios compuesta por gentiles, no lo son sencillamente porque el texto menciona a “los otros de la descendencia de la mujer”, lo cual excluye a las doce tribus,
y a los gentiles, pues ningún gentil desciende de Israel ni
por la carne ni espiritualmente, por lo cual, hay que
buscar quiénes son estos, lo cual queda ampliamente
explicado en este comentario.
Los acontecimientos narrados en Revelación capítulo12 apenas son dichos en pocas palabras, pero el desarrollo de todo su contenido abarca un período de tiempo de varios siglos
Apocalipsis 12.14
Pero se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila
para que volara de delante de la serpiente al desierto, a su
lugar, donde es sustentada por un tiempo, tiempos y la mitad
de un tiempo.
No es que a la gran águila le hayan arrancado sus
alas para colocárselas a la mujer (esta águila es mencionada en Apocalipsis 8.13), en esta visión significa que a
la mujer le fueron dadas dos alas semejantes a las de la
gran águila; o sea, le fue dada capacidad para movilizarse de un lugar a otro. En otras palabras, el pueblo
israelita fue movilizado prestamente por la voluntad de
Dios para evitar ser destruido por el diablo.
Estando la mujer en el desierto (en la página 3 se ha
explicado lo que significa este desierto) el diablo quiso
ahogarla por medio de sus artimañas que han sido
mencionadas en el comentario sobre Apoc. 12.12-13, y
posteriormente, con persecuciones que duraron muchos
años, todo, porque el diablo quería destruirlos; dondequiera que ellos moraban los ojos del Imperio los vigilaban, pero diseminado entre los pueblos, y viviendo en
pequeñas comunidades era poco probable que se organizaran como fuerza que le diera al Imperio una razón
para atacarlos.
Apocalipsis 12.15
Y la serpiente arrojó de su boca, tras la mujer, agua como
un río, para que fuera arrastrada por el río.
A partir de su derrota, la cual ocurrió precisamente
al inicio de nuestra era cristiana, el dragón arremetió
contra el pueblo israelita, Ese río se refiere a toda clase
de políticas sociales, económicas, de subestimación y
religiosas, todo lo cual ocurrió en el siglo I y continuó
cuando el pueblo salió a la dispersión o diáspora.
CAPÍTULO 1
Tiempos de persecución
Los eventos mostrados en los capítulos 1 al 3 de Apocalipsis siguen a los eventos narrados en el capítulo 12, y
aunque es imposible fijar con precisión cuándo ocurrieron, sí se puede decir que fue a partir del siglo II d.C.,
unos cien años después que el dragón intentó matar a
Jesús. Estos eventos sucedieron cuando todos los Apóstoles del Señor ya habían muerto, y los otros de la simiente de la mujer (Apoc. 12.17) estaban siendo severamente golpeados por el dragón. Claro que para entender cómo estaban siendo severamente golpeados se
debe entender primero cómo es que el diablo golpea a
los humanos. En esta parte se expone cómo aquellos
redimidos estaban siendo perseguidos y probados.
Apocalipsis 12.16
Pero la tierra ayudó a la mujer, pues la tierra abrió su
boca y se tragó el río que el dragón había echado de su boca.
El que la tierra haya tragado el río significa que los
pueblos entre los cuales habitaban los israelitas amortiguaron la fuerza del enojo del Imperio ocultando al
pueblo; de esa manera las repercusiones que pudieron
causarles funesto daño fueron minimizadas, de manera
que los israelitas continuaron existiendo.
Ese río lanzado por el dragón duró entretanto el Imperio Romano existió, pero no paró allí, el dragón usó a
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 1.1 La revelación de Jesucristo, que Dios le dio para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto. La
declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan.
La revelación de Jesucristo, o, propiamente dicho, el
apocalipsis de Jesus Cristo, que dio a su esclavo Juan
para revelarle las cosas que han de suceder pronto.
Aunque esta revelación tiene como punto principal fortalecer las iglesias donde los “otros de la simiente de la
mujer” se congregaban, y exhortarles a no ceder ante
las dificultades a que estaban siendo sometidos por el
dragón, la revelación se extiende a eventos terribles que
involucrarán al pueblo de Dios en general a través de
los siglos. Esta revelación que va a ser considerada en
los capítulos 1 al 3 es una explicación más detallada de
Apocalipsis 12.17 que dice:
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue
a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella,
contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
No sólo los judíos que vivían bajo la Ley de Moisés
estaban siendo objeto de persecución por parte del dragón, más bien esa persecución había alcanzado a las
primicias de la iglesia del Señor, es decir los israelitas
convertidos al evangelio quienes estaban padeciendo a
manos del Imperio Romano y de las sectas pseudo cristianas, y de las sectas judaizantes. Tres enemigos incitados por el dragón contra los 144.000 judíos redimidos
por Cristo identificados en Apocalipsis 12:17 como “el
resto de la descendencia de ella, contra los que guardan
los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo”.
La visión que Juan va a recibir debía ser enviada por
carta a siete iglesias de Asia, que eran los lugares donde
se encontraban, los redimidos israelitas.
Es difícil saber durante cuanto tiempo Juan estuvo en
aquella isla de Patmos y el trato que recibió. No existen
registros de cómo él envió esos mensajes pero se podría
conjeturar que los miembros de la iglesia lo visitaban
mientras estuvo cautivo. Es imposible pensar que Juan
haya muerto en aquella isla; más bien parece que recobró su libertad.
No todas estas cosas que “han de suceder pronto”,
habrían de suceder contra aquellas siete iglesias. La frase más bien es un modo en que el Señor se refiere a las
cosas que han de suceder a su pueblo y al mundo en
general en un tiempo que estaba por venir; después de
todo las profecías abarcan a todo el mundo.
Desde sus años de juventud el siervo Juan había testificado fielmente de Jesucristo, toda una vida dedicada a
agradar a su Señor. Él escribió y envió el mensaje a las
siete iglesias. Los siete mensajes contenían las visiones
que hoy estamos comentando, dentro de las cuales está
encerrada la historia del mundo desde el nacimiento del
evangelio.
Apocalipsis 1.3
Bienaventurado el que lee y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas, porque el
tiempo está cerca.
Estas palabras son del ángel declarando una maravillosa bendición sobre los destinatarios que iban a recibir
el mensaje que pacientemente soportaran las pruebas y
tribulaciones lanzadas por el dragón.
Obsérvese que estas bendiciones no son para los millones de personas que a través de los siglos han venido
leyendo Apocalipsis, sino exclusivamente para aquellos
de las siete iglesias de Asia a quienes les fueron enviadas,
el verso siguiente lo confirma.
Apocalipsis 1.4 Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz
a vosotros de parte del que es y que era y que ha de venir, de
los siete espíritus que están delante de su trono.
El encabezamiento de la carta identifica al remitente
y a los destinatarios, y la bienaventuranza aquí pronunciada es exclusivamente para ellos. No sólo la gracia y la
paz provenían del Señor sino el sostén espiritual que les
estaba dando para que pudieran resistir el odio del dragón manifestado a través del Imperio Romano, por la
Iglesia que en el siglo II estaba comenzando a tomar
forma, e incluso por los judaizantes enemigos del evangelio y por los gnósticos. Todos estos enemigos estaban
tratando de destruir la fe de aquellos redimidos.
Los siete espíritus son siete virtudes que él posee que
le fueron dados por el Padre y están mencionados en
Isaías 11:2, son a saber:
Espíritu de Jehová:
espíritu de sabiduría,
espíritu de inteligencia,
espíritu de consejo
espíritu de poder,
espíritu de conocimiento,
espíritu de temor de Jehová.
Debe tenerse presente que esta es una visión de elementos celestiales, inaccesible al razonamiento humano,
por lo cual, el que esos siete espíritus estén frente a él en
lugar de estar en él nada tiene de imposible, pero explicar esto satisfactoriamente no es posible pues estamos
frente a elementos que se relacionan sólo a Dios.
Apocalipsis 1.2
el cual ha dado testimonio de la palabra de Dios, del
testimonio de Jesucristo y de todas las cosas que ha visto.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 1.5 y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos y el soberano de los reyes de la tierra. Al que nos ama,
nos ha lavado de nuestros pecados con su sangre.
Jesucristo es el testigo fiel de las maravillas de Dios,
pero la palabra testigo, en la lengua griega del Nuevo
Testamento, posee un significado más profundo del que
posee en la nuestra pues no sólo designa a alguien que
testifica acerca de algo sino que entrega su vida por
aquello que testifica; de esa manera, Cristo no sólo testificó sino que también murió por la causa de la salvación, y es el primero que ha resucitado dentro de esa
causa, y su sangre derramada es capaz de lavar los pecados de quienes lo buscan como salvador.
Jesucristo es el primer testigo fiel que testificó valientemente frente a los judíos cuando la Palabra de Dios
estaba siendo profanada por las tradiciones de ellos.
Enrostró a los judíos menospreciando la muerte con tal
de ser fiel al mandato de su Padre. Su fiel testificación y
martirio son puestos por él como ejemplo de haber padecido hasta la muerte.
La declaración, “que nos ama y nos ha lavado de
nuestros pecados con su sangre”, es mencionada como
poderosa fuerza de aliento para aquellos que en medio
de las tribulaciones debían pensar y sentir que no estaban solos sino que su Señor los estaba animando a no
dejarse vencer.
que lo traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán por causa de él. Sí, amén.
Algunas veces se piensa que las nubes aquí mencionadas se refiere a “nubes de ángeles”, lo cierto es que tal
cosa no tiene base en la Biblia pues no existen nubes de
ángeles sino sólo nubes materiales y huestes de ángeles.
El que el Señor haya de venir en las nubes del cielo tiene estrecha relación con el modo como él volvió al lado
de su Padre desde el monte del Olivar (Hechos 1:9).
Una nube (o las nubes) lo recibió y lo ocultó de la mirada de los apóstoles. Así, una de esas nubes que vemos en
el cielo será la encargada de transportarlo al lugar donde va a estar su trono cuando venga a establecer su reino.
Al sonido de la trompeta que un arcángel va a tocar,
Jesucristo será visto por todos los moradores de la tierra,
y entonces ese espectáculo será para los malos una de
las más horrorosas manifestaciones que inmediatamente
les advertirá que viene a pagarles por haber menospreciado su sangre cuando murió en la cruz.
Apocalipsis 1.8 Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Estas palabras claramente reafirman el inicio de existencia de nuestro Señor, pues Él fue existido por su Padre desde antes de la eternidad. En sus propias palabras,
el Señor era, es y ha de volver revestido del poder que
en la gloria le ha sido otorgado por su Padre.
Apocalipsis 1.6 y nos hizo reyes y sacerdotes para Dios, su Padre, a él
sea gloria e imperio por los siglos de los siglos. Amén.
Aunque él es el Rey de reyes y Señor de señores, esa
categoría será sensible sobre la tierra cuando su reino
milenario sea establecido sobre la tierra, cuando según
parece, muchas naciones y reinos, escucharan el mensaje de salvación y lo recibirán para alcanzar la redención.
Recuérdese que es Juan el que escribe, pero no lo
hace a toda la iglesia de Dios, sino a los 144.000 israelitas redimidos de los cuales él y los otros Apóstoles son
parte. A ellos les declara que el Dios Altísimo los había
declarado reyes y sacerdotes, cuyo título les será dado en
el reino de mil años de Cristo sobre la tierra, durante
ese tiempo el sacerdocio de la tribu de Leví será restituido. 144.000 redimidos serán reyes no porque vayan a
ser coronados como tales sino porque van a tener la
categoría de gobernar como reyes en medio del pueblo
israelita de aquel tiempo, y la tribu de Leví servirá en el
sacerdocio.
Apocalipsis 1.9
Yo, Juan, vuestro hermano y compañero en la tribulación, en el reino y en la perseverancia de Jesucristo, estaba en
la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y
del testimonio de Jesucristo.
Juan estaba preso en la isla de Patmos. No parece que
en su tiempo aquella haya sido una isla habitada. Tampoco se sabe que los guardias romanos le hayan llevado
alimentos durante el tiempo de su cautividad. Por último, nada se sabe de él por reportes que provengan de
las mismas cartas apostólicas. De su historia sólo pequeñas narraciones hay que los escritores de la Iglesia cuentan. Sin embargo, la tradición católica no concuerda en
todo; algunos dicen que Policarpo fue su discípulo, notoriamente tal nombre es desconocido en todo el Nuevo
Testamento, por lo cual más parece que ese nombre es
usado por la tradición a manera de vincular a los Apóstoles con la Iglesia Católica. Es interesante que Juan
nunca menciona ningún Policarpo como su discípulo
pues ninguno de los Apóstoles tuvieron discípulos personales ni lo menciona en sus cartas; lo cual refuerza mi
opinión. Otros dicen que Domiciano sentenció a Juan a
Apocalipsis 1.7 He aquí que viene con las nubes: Todo ojo lo verá, y los
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
morir en aceite hirviendo pero que cambió de idea y fue
desterrado a la isla desde donde volvió después de la
muerte de aquel emperador. Dicen que habiendo vuelto
continuó su labor en la iglesia de Éfeso, esto podría
concordar con la realidad. Lo cierto es que nada sólido
se sabe de él, y la tradición siempre es tradición que no
puede tomarse con fehaciencia. Incluso Papías, otro
escritor de la Iglesia Católica, afirma que murió quemado con aceite, pero su narración es desestimada por
otros escritores de la Iglesia, entre ellos Eusebio.
Siendo Juan tenido por enemigo del Imperio habían
razones para mantenerlo alejado de las comunidades
donde los redimidos se encontraban, el resultado fue
Patmos. Con todo, la verdad predomina en sentido de
que no fue el emperador quien lo envió a aquel lugar
sino el Señor Jesucristo que deseaba comunicarle su
mensaje personalmente.
Si el Señor sintió por Juan profundo amor mientras
estuvo sobre la tierra, indudablemente esa fue la razón
para darle uno de los privilegios más grandes que cualquier otro apóstol jamás recibió, es decir, ver en visión
el desarrollo y fin de la humanidad y el establecimiento
de la nueva tierra y el descenso de la nueva Jerusalén, y
más.
de escuchar, sino que escriba todo cuanto está presenciando. Seguramente, así como en Señor lo envió hasta
aquel lugar para darle la revelación así enviaría mensajeros a recoger los comunicados para distribuirlos entre
los destinatarios. Esto claramente dice que después de
haber recibido la visión él permaneció en aquel lugar
no se sabe por cuanto tiempo.
Los mensajes deben ser dirigidos sin demora a las
siete congregaciones donde estaban sus redimidos siendo flagelados por la ira del dragón.
Apocalipsis 1.12 Me volví para ver la voz que hablaba conmigo. Y vuelto,
vi siete candelabros de oro.
Contrario a las manifestaciones del pasado, en las
cuales el Señor se manifestaba a sus profetas por medio
de sus ángeles, en esta oportunidad habla a Juan sin intermediarios, cara a cara. Por cosas que nunca sabremos, esa voz no empieza a hablar frente a frente sino a
sus espaldas, ante lo cual había necesidad de volverse.
No sólo la voz era terriblemente poderosa sino que la
imagen del Señor estaba acompañada de un cuadro
maravilloso en el cual siete candelabros lo rodeaban.
Apocalipsis 1.13 y en medio de los siete candelabros a uno semejante al
Hijo del hombre, vestido de una ropa que llegaba hasta los
pies, y tenía el pecho ceñido con un cinto de oro.
En medio de los siete candelabros estaba el Hijo de
Dios cubierto de su gloria. Estar sentado en medio significaba posesión, dominio y cuidado. En su gloria, el
Señor dista mucho de aquella apariencia humilde manifestada entre los hombres; aquí es visto con la ropa majestuosa con que su Padre lo ha vestido, larga hasta sus
pies terriblemente brillante. No es posible describir cómo aquel cinto estaba colocado, de allí que para algunos el cinto corre desde su hombro hasta debajo del
brazo; hay quienes incluso lo imaginan con dos cintos
cruzados en forma de X. Personalmente pienso que ese
cinto estaba colocado horizontalmente.
Apocalipsis 1.10 Estando yo en el Espíritu en el día del Señor oí detrás de
mí una gran voz, como de trompeta.
El día del Señor es el sábado según Marcos 2:28. En
el griego del Nuevo Testamento día del Señor es poco
más o menos kyriaké jemera. Los Apóstoles nunca conocieron otro día del Señor sino únicamente el Sábado.
El significado de día del Señor es manipulado al trasladarlo del griego al latín.
La Vulgata Latina traduce esa frase como dominica
dies, lo cual es exportado a nuestra lengua como día
domingo, que es el nombre que la Iglesia ha otorgado al
primer día de la semana. Claro que por Marcos 2:28
sabemos que el día del Señor es el Sábado, pero la Iglesia no reconoce ese día como día del Señor sino el primer día de la semana.
Estar en el espíritu, como dice el verso 10, significa
haber sido tomado en éxtasis, desprendido de todo
cuanto es conciencia terrenal. Estando en ese estado
escuchó la terrible voz del Señor.
Apocalipsis 1.14 Su cabeza y sus cabellos eran blancos como blanca lana,
como nieve; sus ojos, como llama de fuego.
La bella y terrible gloria de Dios seguramente desencaja con el mal gusto estético de los humanos para
quienes el cabello rubio, o el negro profundo, son preferidos. El Señor mantiene su propia imagen, y Juan lo
vio exactamente como Él es; su cabeza y cabellos son
maravillosamente blancos, blancos en todo el significado de su pureza. Sus ojos no son de color verde, azul o
café sino de color rojo como el fuego.
Apocalipsis 1.11
que decía: Yo soy el Alfa y la Omega, el primero y el último.
Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las siete iglesias que están en Asia: a Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis, Filadelfia y Laodicea.
El señor no sólo le ordena escribir lo que está a punto
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
No debe haber confusión con el diseño con que los
dibujantes imaginan al diablo el cual imaginariamente
es dibujado con ojos rojos. La fantasía humana es sólo
eso, fantasía; en cambio la verdad de las Escrituras nos
enseña que el único con ojos rojos es el Altísimo Señor
en su gloria, cuyo color es distintivo de su terrible poder.
que lo vio y escuchó exactamente como habita la gloria
del Padre. Caer como muerto es lo mismo que padecer
desmayo como aquel de Daniel (8.27) después de haber
tenido la visión del ángel. A fin de fortalecerlo el Señor
lo tocó; eso le hizo recobrar sus fuerzas y sostenerse en
estado consciente. Ya en estado normal tuvo capacidad
para soportar la fuerza de la voz con la cual el Señor se
identificó.
Apocalipsis 1.15 Sus pies eran semejantes al bronce pulido, refulgente como
en un horno, y su voz como el estruendo de muchas aguas.
Bronce pulido luce maravilloso, delicado; sin embargo, en este texto no es posible acertar su color pues el
bronce puede tener color acerándose al de la plata o al
del oro, y pareciera que se asemeja al oro pues Juan dice
que los pies del Señor son tan brillantes como el metal
en un horno o sea, de color rojo.
Asimismo, la voz del Señor en su estado original es
terriblemente fuerte, imposible al oído humano natural
escucharla sin sufrir daño. Juan la describe como el estruendo de muchas aguas, lo cual en nuestro entendimiento significa una voz acompañada de fortísimo eco,
cuya fuerza golpea y mueve violentamente a la persona.
Juan vio al Señor como él es en su gloria, y escuchó su
voz pero notoriamente no sufrió ninguna experiencia
dolorosa sencillamente porque su estado de santidad lo
había capacitado para semejante situación. Cualquier
persona que no posea una calidad de santidad como la
de Juan inmediatamente habría muerto.
Nosotros los redimidos lo veremos en la plenitud de
su gloria porque seremos como Él es, así lo declara el
mismo Juan (1 Juan 3.2).
Apocalipsis 1.18 el que vive. Estuve muerto, pero vivo por los siglos de los
siglos, amén. Y tengo las llaves de la muerte y del Hades.
Él murió, pero el Espíritu de Dios lo levantó (Romanos 8:11), y desde allí vive eternamente y para siempre,
investido de todo poder. Él tiene el poder, o las llaves,
para desatar las cadenas de la muerte y librar a quienes
lo aceptan como su salvador, cuya maravilla será manifestada en su segunda venida, cuando los muertos resuciten para gloria eterna.
Apocalipsis 1.19 Escribe, pues, las cosas que has visto, las que son y las
que han de ser después de estas.
Las cosas que Juan había visto son las descritas en los
versículos anteriores; además, debía escribir lo que está
viendo y oyendo en ese preciso momento, (razón por la
cual estoy mencionando lo que él describió), y las cosas
que le iban a ser mostradas a partir de allí. En otras palabras, él debía escribir todo, desde el principio hasta la
conclusión.
Apocalipsis 1.20
Respecto al misterio de las siete estrellas que has visto en
mi diestra, y de los siete candelabros de oro: las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias, y los siete candelabros que has visto son las siete iglesias.
“Misterio”, es aquello que no es accesible a la razón
humana, que para entenderlo requiere de la iluminación divina. De esa manera, los siete candelabros, y las
siete estrellas, son imágenes misteriosas que el Señor
mostró a Juan, de lo cual en esta oportunidad le va a
revelar el significado.
Las siete estrellas representan a los siete ángeles, o
cuerpo de líderes a cargo de cada iglesia que debían
recibir el mensaje.
Aquellas iglesias del pasado estaban dirigidas por
hombres de edad madura, o ancianos (1 Tim. 5.17; Tito
1.5, ellos eran sus dirigentes, cada “directiva local” es
comparada por el Señor como un ángel. Los siete candelabros en medio de los cuales el Señor camina representan las siete iglesias a las cuales Juan debe enviar los
comunicados que le están siendo revelados.
Apocalipsis 1.16 En su diestra tenía siete estrellas; de su boca salía una
espada aguda de dos filos y su rostro era como el sol cuando
resplandece con toda su fuerza.
Las estrellas en su mano significan que son de su pertenencia. La espada aguda que sale de la boca del Señor
es sólo un modo de representar la terrible potencia del
sonido de su voz, que es como el sonido de muchas
aguas, más bien a Juan le fue presentada de esa manera
para informarle que la potencia de la voz del Señor es
capaz de matar a los humanos. Pablo dice que los impíos, seguramente una enorme cantidad, morirán por el
poder de la voz del Señor (2 Tesal. 2.8).
Apocalipsis 1.17 Cuando lo vi, caí a sus pies como muerto. Y él puso su
diestra sobre mí, diciéndome: «No temas. Yo soy el primero y
el último.
Lo que realmente sucedió es que tanto la potencia de
la voz del Señor como su gloria, casi matan a Juan, por-12-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
a fondo acerca de que ellos habían alcanzado la fe de
Jesucristo. Echando mano de la justificación otorgada
por nuestro Señor Jesucristo, él les dice:
Simón Pedro siervo y apóstol de Jesucristo, a los que
habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador
Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra: (2
Pedro 1:1)
No es requerida una profunda exégesis para ver en
sus palabras una clara referencia a los mismos destinatarios a los cuales antes había dirigido su primera carta,
es decir, a los israelitas redimidos, esparcidos, de los cuales Pablo había mencionado como redimidos adoradores que perseveraban día y noche (Hechos 26.7). Pedro
escribió su segunda carta a los mismos destinatarios está
testificado como sigue:
Amados, esta es la segunda carta que os escribo. En
ambas despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento, para que tengáis memoria de las palabras que antes han
sido dichas por los santos profetas, y del mandamiento del
Señor y Salvador, dado por vuestros apóstoles. (2 Pedro
3.1-2)
En ambas cartas les aconseja echar mano de la fe, y a
no dejarse engañar por los falsos enseñadores. Tómese
en cuenta que el trasfondo conque Pedro les escribe es
exactamente el mismo mensaje de Apocalipsis 2, y es el
mismo usado por Jacob, popularmente conocido como
Santiago, el cual dice:
Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las
doce tribus que están en la dispersión: Salud.
Por las palabras de Pedro entendemos que estos israelitas redimidos de las doce tribus, mencionados por
Santiago, estaban esparcidos en Asia.
Seguramente el lector nunca se habrá preguntado
acerca de las causas que Pedro y Santiago tuvieron para
escribir a los israelitas convertidos al evangelio, pero la
razón fue obvia, su nacionalidad judía, aunada a su
conversión al evangelio estaba siendo motivo de atención de parte del dragón. Debe recordarse que Apocalipsis 12:17 ha dicho:
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue
a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella,
contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
Además, la carta a los Hebreos, cuyo contexto declara a Pablo como su autor, no fue escrita a toda la iglesia
sino a los redimidos israelitas, de allí el nombre de la
carta; y fue escrita con un propósito específico, es decir,
advertirles de las tretas del diablo para confundirlos.
El lector de la Biblia generalmente no toma cuidado
del estado aflictivo que aquellos 144.000 padecieron a
causa del dragón que sobre ellos estaba ejerciendo presión. Y por decirlo así, nadie presta importancia a aque-
CAPÍTULO 2
Siete mensajes a siete iglesias. Estos son
los otros de la simiente de la mujer, o sean, los
144.000.
Conociendo la situación
Quizás el lector de la Santa Escritura nunca se haya
preguntado cuál sea la causa de que siete iglesias de
Asia sean mencionadas en este libro de Apocalipsis.
¿Por qué sólo siete y no más? ¿Por qué habiendo iglesias
en otras ciudades de Asia únicamente estas siete están
en la atención del Señor? ¿Qué importancia relevante
pudieron haber tenido esas siete para que el Señor haya
ordenado a Juan escribir un mensaje específico para
cada una? Estas preguntas y otras más pueden venir a la
mente si el lector de la Escritura pone atención a ese
tópico. La verdad de todo es maravillosa cuando es
puesta al descubierto; cuando el lector entra en concordancia con las visiones del capítulo 12.
Una pregunta interesante
Además de esto, el lector debiera preguntarse ¿a
dónde estaban aquellos 144.000 primicias del evangelio
(Apocalipsis 7) que fueron convertidos durante el siglo I
d.C mencionados en Hechos 26.7? La falta de interés
en buscar ese numeroso grupo de redimidos israelitas ha
abierto la oportunidad a algunas sectas nacidas en el
siglo XVIII d.C. para tomar la libertad de declarar que
esos son un grupo de elegidos de sus congregaciones.
Nada hay más absurdo que tomar la Palabra de Dios y
sugerir que Cristo está refiriéndose a alguna secta moderna nacida en Los Estados Unidos.
Iniciando la investigación sobre ese grupo
Es verdad que el libro de Apocalipsis es en muchas
de sus partes un misterio, pero en lo referente a las siete
iglesias no existe misterio alguno pues la información
necesaria para conocer pormenores acerca de la situación que estaban viviendo está expuesta en varios pasajes de los escritos apostólicos. ¿A quiénes dirige Pedro
sus cartas?
Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. (1
Pedro 1:1).
Los lugares mencionados aquí corresponden a la
misma región de Asia Menor en la cual las siete iglesias
se encontraban. Es claro que Pedro escribió no al pueblo judío en general, sino exclusivamente a los judíos
redimidos por Cristo. Así, estos mencionados como
“expatriados de la dispersión” no son otros sino los israelitas convertidos al evangelio.
En la segunda carta de Pedro, que también escribió a
los judíos esparcidos, comienza la salutación yendo más
-13-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
llos que fueron las primicias del evangelio. Y no se les
presta importancia porque su presencia no está a simple
vista, encontrarlos requiere de mucha atención.
Los apóstoles no descuidaron mencionarlos varias
veces. Aquellos israelitas costaban un precio demasiado
alto como para dejarlos en una posición sin importancia, y había que reforzarles su fe no sólo verbalmente
sino por medio de cartas.
Debe recordarse que en Hechos 8:1, 4 dice:
En aquel día hubo una gran persecución contra la iglesia
que estaba en Jerusalén, y todos, salvo los apóstoles, fueron
esparcidos por las tierras de Judea y de Samaria. Pero los
que fueron esparcidos iban por todas partes anunciando el
evangelio.
Esta cita corresponde al reporte sobre la muerte de
Esteban, y dice que la iglesia que estaba en Jerusalén fue
esparcida por las tierras de Judea y Samaria; notoriamente, todos iban anunciando el evangelio. El deseo del
Señor era que su evangelio fuera predicado por todos
los rincones del mundo, y los mensajeros no fueron exclusivamente los apóstoles sino la iglesia formada originalmente de israelitas, que para esos momentos ya sumaba varios miles de convertidos. Estos convertidos llevaron la buena nueva más allá de las fronteras de la tierra de Israel hasta el grado de que Pablo menciona algunas de ellas que no habían sido fruto de su labor misionera. De esta manera se ha demostrado con pruebas
bíblicas que aquellos 144.000 formados de las doce tribus de Israel estaban activos perseverando en la doctrina del Salvador.
Estos israelitas redimidos por Cristo estaban diseminados por todas las ciudades donde el evangelio había
llegado, y seguramente Asia se había convertido uno de
los refugios hacia donde los convertidos judíos habían
partido. Por eso el interés del Señor es comunicarles su
mensaje por medio de Juan a fin de prevenirles contra
los planes del dragón.
Conociendo las artimañas del diablo es fácil entender
el modo cómo ataca a las personas, ya que lo hace hostigándolos mentalmente, incitándolos a poner atención
a las cosas materiales, incitando a los gobiernos a la
persecución, levantando fuerzas religiosas contrarias, y
por fin con la muerte.
perseverante, has trabajado arduamente por amor de mi
nombre y no has desmayado. Pero tengo contra ti que has
dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, arrepiéntete y haz las primeras obras, pues si no te
arrepientes, pronto vendré a ti y quitaré tu candelabro de su
lugar. Pero tienes esto: que aborreces las obras de los nicolaítas, las cuales yo también aborrezco.
El problema de los israelitas congregados en Éfeso
tenía varias causas que el Señor encontró reprochables
aunque los miembros de esa congregación poseían buenas virtudes favorables que les son mencionadas. Una
de esas buenas virtudes era que no toleraban a los judíos
que pretendían ser apóstoles, de estos, 2 Corintios 11:13
hace mención. Por el contexto de otras epístolas parece
ser que el término falsos apóstoles es una referencia a
los judíos gnósticos que se afanaban por hacer valer sus
doctrinas.
Filón, judío natural de Alejandría, fue contemporáneo del Señor Jesús, y sus enseñanzas habían impactado
en el pueblo. Sus adherentes, activos dentro de la iglesia
de Dios, propagaban las enseñanzas de Filón en las cuales claramente queda desenmascarado que era una doctrina diabólica. Tales falsos apóstoles trabajaron fuertemente para desviar a la iglesia de la correcta enseñanza.
Otro frente diabólico estaba formado por los judíos legalistas cuyo interés era volver a los israelitas redimidos
a las enseñanzas justificativas de la Ley. Es a todos esos
servidores del dragón a los cuales la congregación de
Éfeso estaba rechazando. Otro punto favorable fue su
rotundo rechazo hacia los nicolaítas que era una secta
judío/pagano cuyo interés era sacar provecho de los
israelitas convertidos induciéndolos a pecar contra el
Altísimo. Que los nicolaítas eran una agrupación judío/
pagana se demuestra en la carta a Pérgamo.
La carta a Esmirna
Apocalipsis. 2.8-11
Escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y
el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto: Yo conozco
tus obras, tu tribulación, tu pobreza (aunque eres rico) y la
blasfemia de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que
son sinagoga de Satanás. No temas lo que has de padecer.
El diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que
seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. ¡Sé fiel
hasta la muerte y yo te daré la corona de la vida! El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias. El vencedor no sufrirá daño de la segunda muerte.
La declaración de prevención va más a fondo con
esta congregación de Esmirna, los judaizantes no sólo se
habían dedicado a servir al diablo hostigando con sus
doctrinas sino que estaban causando pena a los redimidos. Las palabras del Señor: “Yo conozco tus obras, tu
La carta a Éfeso
Apocalipsis 2:1-6
Escribe al ángel de la iglesia en Éfeso: El que tiene las
siete estrellas en su diestra, el que camina en medio de los
siete candelabros de oro, dice esto: Yo conozco tus obras, tu
arduo trabajo y tu perseverancia, y que no puedes soportar a
los malos, has probado a los que se dicen ser apóstoles y no
lo son, y los has hallado mentirosos. Has sufrido, has sido
-14-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
tribulación, tu pobreza (aunque eres rico) y la blasfemia
de los que dicen ser judíos y no lo son, sino que son sinagoga de Satanás”. Aquellos servidores del dragón
estaban golpeando de varias maneras a los redimidos,
pero el Señor les aconseja a ser fieles hasta la muerte
para alcanzar la victoria y la vida eterna.
La mención, repetida, que hago de los judaizantes
debe recibir atención de parte del lector, ya que ellos no
iban en contra de los gentiles de las siete iglesias sino
contra los redimidos de su mismo linaje. La cultura, las
raíces ancestrales, la Ley, y el sistema religioso judío,
eran factores que cual arma estaban usando para conseguir hacer prevalecer sus perversas intenciones.
Aquellos servidores de dragón eran judíos que se
empeñaban en enseñar que la salvación debía ir acompañada de la circuncisión. Jesucristo los denuncia severamente identificándolos como “falsos judíos” y “sinagoga de Satanás”. Estos individuos estaban perturbando
mucho a los redimidos, incluso unas décadas atrás Pablo
había amonestado a las iglesias de esta región de Asia
Menor (Galacia), a no dejarse engañar por esos judaizantes.
La iglesia de Esmirna fue una de las más azotadas
por la ira del diablo hasta el grado de incitar a las autoridades del imperio romano para perseguir a los redimidos, muchos de los cuales eran israelitas que guardaban los mandamientos de Dios y tenían el testimonio de
Jesucristo.
Haciendo un paréntesis he de enfatizar al amable
lector poner atención a que las siete iglesias son mencionadas porque ellas desempeñaron un papel importante en la protección de los israelitas convertidos. La
mención de ellas no es mera casualidad o simple propósito de mencionarlas, el Señor no hace nada sin tener
un propósito específico.
escondido, y le daré una piedrecita blanca y en la piedrecita
un nombre nuevo escrito, el cual nadie conoce sino el que lo
recibe.
Igual que la iglesia en Esmirna, la de Pérgamo estaba
siendo zarandeada por el diablo. Obsérvese un punto
notable que sobresale en los mensajes para estas siete
iglesias, ese punto se relaciona con aspectos bien conocidos de la historia del pueblo israelita. Falsos apóstoles,
falsos judíos, sinagoga de Satanás, y nicolaítas, todo lo
cual son aspectos claves relacionados con Israel.
A estas iglesias se les amonesta por estar prestando
atención a doctrinas de judíos paganos, de allí que este
reclamo no es para los gentiles sino que está claramente
relacionado con los israelitas redimidos.
¿Qué tenía que ver Balaam con los gentiles redimidos? Nada por cierto, pero sí guardaba estrecha relación
con los israelitas redimidos, esta característica, además
de las ya mencionadas, es una de las claves para entender que los mensajes a las iglesias de Asia eran mensajes
a los israelitas que allí se congregaban.
Aunque nada hay con lo cual comprobar, la tradición
dice que Antipas fue el líder de aquella iglesia por el año
83 d.C., en tiempos del emperador romano Domiciano.
Aun con todo y la falta de registros fehacientes, el Señor
identifica a Antipas como un testigo o mártir fiel.
El aspecto negativo de los de Pérgamo consistía en
participar de la doctrina nicolaíta la cual era la misma
que muchos siglos atrás había sostenido Balaam y con la
cual Balac había hecho tropezar a los israelitas. La forma en que el Texto Griego presenta esta lectura facilita
entender que la doctrina de los nicolaítas era la misma
que la de Balaam, es decir, inducir a los redimidos al
pecado (Números 31.16). Por consiguiente, el problema
de la iglesia en Éfeso tenía las mismas características
que la iglesia en Pérgamo.
La carta a Pérgamo
Apocalipsis 2:13-17
Escribe al ángel de la iglesia en Pérgamo: El que tiene la
espada aguda de dos filos dice esto: Yo conozco tus obras y
dónde habitas: donde está el trono de Satanás. Pero retienes
mi nombre y no has negado mi fe ni aun en los días en que
Antipas, mi testigo fiel, fue muerto entre vosotros, donde
habita Satanás. Pero tengo unas pocas cosas contra ti: que
tienes ahí a los que retienen la doctrina de Balaam, que
enseñaba a Balac a poner tropiezo ante los hijos de Israel, a
comer de cosas sacrificadas a los ídolos y a cometer fornicación. Y también tienes a los que retienen la doctrina de los
nicolaítas, la que yo aborrezco. Por tanto, arrepiéntete, pues
si no, vendré pronto hasta ti y pelearé contra ellos con la
espada de mi boca. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu
dice a las iglesias. Al vencedor le daré de comer del maná
El maná
Tómese en cuenta que la palabra maná, en Hebreo
manhu significa ¿qué es? lo cual fue la pregunta que los
israelitas se hicieron cuando lo vieron por primera vez.
Éxodo 16.31. El nombre que Dios le dio es pan del cielo. Éxodo 16.4. Este nombre es particularmente importante ya que el Señor Jesucristo se identifica como pan
del cielo. Juan 6.50-51.
El maná escondido es una referencia a aquel maná
que ninguno podía ver por estar guardado en la urna,
en el lugar santísimo. Durante el tiempo en el desierto
Dios alimentó a Israel con con su poder. Así, el Señor
Jesucristo prometió a los vencedores de la iglesia de Esmirna alimentarlos con maná, es decir, con su poder,
con su gloria, para lo cual el requisito que debían tener
siempre presente era la firmeza de fe.
-15-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
mujer, pero se deduce que oculta su nombre para identificarla con aquella malévola mujer que influyó en su
marido, el rey Ajab, para inducir a los israelitas a la idolatría.
Esa mujer, cuyo nombre es omitido, era idólatra, estaba en la iglesia tomando liderazgo pagano, por eso el
Señor la identifica como fornicaria (v. 21), porque la
idolatría es identificada como fornicación. Además, no
es difícil entender que se trata de una mujer material
que estaba influyendo en la congregación haciéndose
pasar por profetiza del Señor. Quienes habían caído en
el engaño estaban a punto de ser castigados por el Señor
para hacerlos volver del error en que habían caído. Y los
hijos de ella serían aniquilados.
Otra vez se debe poner atención a que el nombre
Jezabel no tenía ninguna relación con los gentiles redimidos pero sí la tenía en gran manera con los israelitas
redimidos, porque ellos sabían cómo aquella mujer había inducido al pueblo israelita a idolatrar.
Aunque la situación de la iglesia en Tiatira era penosa, no toda la congregación estaba siendo presionada
por el diablo; un número considerable de ellos conocían
“las profundidades de Satanás”, es decir, conocían cómo
el dragón actuaba, y no habían caído en pecado como
los otros congregantes.
Las últimas palabras del mensaje dicen: “Pero a los
demás que están en Tiatira, a cuantos no tienen esa doctrina y no
han conocido lo que ellos llaman ‘las profundidades de Satanás’,
yo os digo: No os impongo otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo
hasta que yo venga. Al vencedor que guarde mis obras hasta el fin,
yo le daré autoridad sobre las naciones; las regirá con vara de hierro y serán quebradas como un vaso de alfarero; como yo también
la he recibido de mi Padre. Y le daré la estrella de la mañana. El
que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’.”
Estas palabras no se refieren a los gentiles redimidos
sino exclusivamente a los 144.000, porque durante el
Reino de Cristo ellos tendrán gran participación, que es
precisamente a lo que Apocalipsis 14:4 se refiere al decir:
Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va.
Estos fueron redimidos de entre los hombres como primicias
para Dios y para el Cordero.
Estas palabras: “siguen al Cordero por dondequiera
que va”, no son literales, más bien se refiere a la labor
administrativa que el Señor les va a encomendar durante su reino.
La frase yo le daré autoridad sobre las naciones, es
interesante pues se refiere al trabajo que los 144.000
tendrán al inicio del reinado de Cristo sobre la Tierra,
gobernando con verdadero rigor a todos los sobrevivientes que estén vivos en el mundo cuando Cristo inicie su
reinado sobre la tierra. Para esa clase de gente no habrá
La piedrecita
No es literal, más bien es una identificación exclusiva
con el nombre personal de cada uno. Es como decir su
tarjeta de identidad, con un nombre persona exclusvo.
La carta a Tiatira
Apocalipsis 2.18-28
Escribe al ángel de la iglesia en Tiatira: “El Hijo de
Dios, el que tiene ojos como llama de fuego y pies semejantes
al bronce pulido, dice esto: ‘Yo conozco tus obras, tu amor, tu
fe, tu servicio, tu perseverancia y que tus obras postreras son
superiores a las primeras. Pero tengo contra ti que toleras que
esa mujer Jezabel, que se dice profetisa, enseñe y seduzca a
mis siervos para fornicar y para comer cosas sacrificadas a
los ídolos. Yo le he dado tiempo para que se arrepienta, pero
no quiere arrepentirse de su fornicación. Por tanto, yo la
arrojo en cama; y en gran tribulación a los que adulteran con
ella, si no se arrepienten de las obras de ella. A sus hijos
heriré de muerte y todas las iglesias sabrán que yo soy el que
escudriña la mente y el corazón. Os daré a cada uno según
vuestras obras. Pero a los demás que están en Tiatira, a
cuantos no tienen esa doctrina y no han conocido lo que ellos
llaman las profundidades de Satanás, yo os digo: No os
impongo otra carga; pero lo que tenéis, retenedlo hasta que
yo venga. Al vencedor que guarde mis obras hasta el fin, yo le
daré autoridad sobre las naciones; las regirá con vara de
hierro y serán quebradas como un vaso de alfarero; como yo
también la he recibido de mi Padre. Y le daré la estrella de
la mañana. El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a
las iglesias.
De nuevo el mensaje claramente señala a los israelitas
convertidos; un mensaje directo para recordarles el tropiezo de que Israel fue objeto en tiempos de aquella mujer Jezabel (1 Reyes 16.31) de nacionalidad pagana que
introdujo la idolatría en Israel. Comer alimentos ofrecidos a cualquier ídolo no es pecado siempre y cuando la
persona no crea en ídolos y sienta plena seguridad que
los ídolos carecen de total capacidad de influir en las
ofrendas que se les ofrece, eso es lo que Pablo dijo cuando escribió a los Corintios (1 Cor. 8.). Pero si la persona
es débil, y aun habiendo salido del paganismo para entregarse a Cristo, continúa creyendo que los ídolos tienen poder para influir en la comida, entonces lo más
acertado es que no coma ese tipo de alimentos, porque
si los come peca porque su conciencia se contamina por
creer que los ídolos tienen poder. Ese era el caso de la
iglesia en Tiatira pues entre ellos habían israelitas débiles hacia la idolatría, y las intenciones de aquella “Jezabel” eran de influir en sus conciencias para sacarlos de
la luz del conocimiento adquirido en Cristo y volverlos
al error de creer en los ídolos. Son desconocidas las razones por las cuales el Señor oculta el nombre de esa
-16-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ninguna compasión, ninguna segunda oportunidad sino
profundo menosprecio, indiferencia e ira porque habiendo antes tenido oportunidad de salvación la habrán
despreciado. Bajo ese rigor de hierro morirán, e irán a
la tumba sin ninguna esperanza.
Filón, de Alejandría (20 a.C.- 50 d.C. aprox.) y sus seguidores. A los gnósticos se deben las enseñanzas extrabíblicas sobre los ángeles.
Ambas corrientes —judaísmo legalista y gnosticismo— eran poderosas, pero el gnosticismo probó serlo
más, pues si bien los judaizantes promovían un mensaje
evangélico mezclado con elementos justificativos de la
Ley, el gnosticismo lo mezclaba con elementos esotéricos, angeleológicos, apocalípticos, y daba gran importancia a la literatura apócrifa que por cierto nunca ha
tenido nada que ver con las verdades de la Palabra de
Dios.
La simplicidad evangélica ha sido un campo fértil
donde la semilla diabólica del gnosticismo y esoterismo,
ha tenido un crecimiento asombroso; hasta el día de
hoy, el gnosticismo está completamente enraizado en el
mundo cristiano sin que nadie ponga reparos en lo peligroso de su contenido.
De allí que el mensaje a Sardis es uno de los más críticos pues la pureza del mensaje, como lo habían recibido originalmente, había sido contaminado y las prácticas en esa iglesia habían venido a ser totalmente detestables para el Señor.
Aquella iglesia debía retroceder hasta el punto original, debía retomar la senda correcta, debía deshacerse
de toda contaminación de doctrinas paganas; ese era el
requisito demandado por el Salvador.
CAPÍTULO 3
Continuación del capítulo 2
La carta a Sardis
Apocalipsis 3.1-6
Escribe al ángel de la iglesia en Sardis: El que tiene los
siete espíritus de Dios y las siete estrellas dice esto: Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives y estás muerto. Sé vigilante y confirma las otras cosas que están para
morir, porque no he hallado tus obras bien acabadas delante
de Dios. Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído;
guárdalo y arrepiéntete, pues si no velas vendré sobre ti como
ladrón y no sabrás a qué hora vendré sobre ti. Pero tienes
unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus
vestiduras y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque
son dignas. El vencedor será vestido de vestiduras blancas, y
no borraré su nombre del libro de la vida, y confesaré su
nombre delante de mi Padre y delante de sus ángeles. El que
tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El mensaje es fácil de entender, se refiere exclusivamente a asuntos doctrinales, después de todo, el Señor
tenía puestos sus ojos en el modo cómo la congregación
de Sardis estaba conduciendo su vida espiritual, de allí
que las palabras: “Acuérdate, pues, de lo que has recibido y oído; guárdalo”, se refieren a la enseñanza del
evangelio original que había sido predicado por los
Apóstoles. ¿Por qué original? Sencillamente porque para
el tiempo en que este mensaje fue enviado la apostasía
estaba desarrollándose con verdadera fuerza. Esto incluso fue notorio para Juan que conocía bien la situación
aunque estaba cautivo en aquella isla; de modo que él
estaba enterado de aquella penosa situación no sólo en
Sardis sino en todas las iglesias.
Debe recordarse que fue precisamente durante el
tiempo cuando la iglesia se componía exclusivamente de
israelitas que la apostasía comenzó, la cual fue promovida por judíos legalistas que se introdujeron al seno de la
iglesia para incitar a los convertidos diciéndoles que la
salvación por Cristo sólo era efectiva si la persona se
circuncidaba y guardaba la Ley de justificación ritual.
Inmediatamente al legalismo judaizante siguió el gnosticismo, que viendo la sencillez de los convertidos aprovechó la oportunidad para introducir en las congregaciones una doctrina fantasiosa o imaginaria, carente de
fundamento bíblico, enemiga de Jesucristo. El principal
precursor de esa doctrina diabólica fue, como ya se dijo,
La carta a Filadelfia
Apocalipsis 3.7-13
Este es el mensaje más largo de entre todos los enviados a las siete iglesias. Son palabras de encomio y de
estímulo. De encomio porque aquellos creyentes estaban
peleando la buena batalla, la batalla que agrada al Señor. Aquí no hay reproches sino alabanza. De estímulo
debido a la fortaleza con la cual estaban manteniéndose
firmes. En Filadelfia no se mira contaminación doctrinal
sino pureza.
Apocalipsis 3.7
Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: Esto dice el
Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que
abre y ninguno cierra, y cierra y ninguno abre.
El ángel de la iglesia, como es propio de todas las
demás iglesias, se refiere al cuerpo de ancianos que dirigían la congregación; a ellos les es dirigida esta carta. Y
la llave de David no es literal sino el símbolo de autoridad del Señor como hijo de David, es una referencia a
Isaías 22:22, y denota la autoridad para permitir la entrada o para negarla; en relación a Filadelfia, la llave
significa autoridad para permitir la entrada a la iglesia si
la persona era digna o para negarla si era indigna.
-17-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 3.8
Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una
puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque
tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.
¿Quién sino el Salvador nos conoce? Puesto que somos su pueblo él nos identifica como suyos, lo cual es el
mensaje dirigido a los de Filadelfia.
Esa puerta de escape debe entenderse como una solución proporcionada por el Señor para escapar de la
penosa situación en que ellos se encontraban. Y eso que
nadie puede cerrar se refiere a que era un modo seguro
de escapar de las dificultades.
El diablo, y nadie más, es el autor de las aflicciones y
dolores del pueblo de Dios, y aquella iglesia estaba siendo golpeada por el dragón (Apoc. 12:17), y tanto golpe
por fin los estaba debilitando.
La debilidad no significa abandono de la doctrina del
Señor, sino debilidad para continuar la testificación
acerca de la salvación; pareciera que aquella congregación estaba entrando en miedo, pero por el modo en
que el Señor les habla claramente se mira que su debilidad no se debía a desobediencia ni a contaminación de
fe sino a falta de fuerzas para continuar testificando.
Apocalipsis 3.10
Por cuanto has guardado la palabra de mi paciencia, yo
también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir
sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre la
tierra.
No es que el Señor les haya anunciando la venida del
castigo final sobre los moradores de la tierra en días inmediatos al envío de la carta; lo que les está diciendo es
que, por estar guardado la paciencia y la obediencia,
serían librados de castigo cuando la hora del juicio venga sobre todos los moradores de la tierra. Esto lo comprueba el texto siguiente.
Apocalipsis 3.9
He aquí, yo entrego de la sinagoga de Satanás a los que
se dicen ser judíos y no lo son, sino que mienten; he aquí, yo
haré que vengan y se postren a tus pies, y reconozcan que yo
te he amado.
En el evangelio el verdadero judío no lo es sólo por
ser descendiente de Abraham, sino que el verdadero
judío es aquel nacido dentro de la promesa bajo la cual
nació Isaac, o sea, es verdadero judío el nacido dentro
de la gracia (Romanos 9.5-8).
Aquellos contra los cuales este mensaje se refiere eran
embusteros, eran judíos según la carne mas no según la
promesa. Que eran detestables está demostrado por la
referencia a ellos como sinagoga de Satanás; esto indudablemente comprueba que no adoraban a Dios, más
bien mentalmente fraguaban males contra el cuerpo de
redimidos. En sus corazones no habitaba Dios sino
maldades, y su líder era el dragón.
Para Jesucristo, la mejor manera de fortalecer la fe de
la iglesia en Filadelfia era humillar públicamente a ese
grupo de malvados; y la mejor manera era humillarlos
frente a los redimidos a quienes estaban hostigando. Por
supuesto que esa humillación de ninguna manera significaba convertirlos al evangelio. Seguramente aquella
lección debió servir como eficaz refuerzo para la fe de
todos los que estaban siendo golpeados por la tribulación causada por aquella gente.
Apocalipsis 3.12
Al que venciere, yo lo haré columna en el templo de mi
Dios, y nunca más saldrá de allí; y escribiré sobre él el nombre de mi Dios, y el nombre de la ciudad de mi Dios, la
nueva Jerusalén, la cual desciende del cielo, de mi Dios, y
mi nombre nuevo.
En otras palabras, a los redimidos israelitas radicados
en Filadelfia que alcanzaran la victoria contra las pruebas provenientes del dragón, el Señor les promete hacerlos acreedores de estar siempre en el templo de Dios
cuando venga el reinado milenario.
Tómese en cuenta que permanecer dentro del templo
significaba un enorme privilegio.
Muchos siglos antes David había mostrado cuán deseable era estar un día en el templo:
Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de
ellos: Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi
Dios, Que habitar en las moradas de maldad. (Salmo
84.11).
Para los israelitas que amaban a Dios tal cosa era una
honra elevada; y en esta oportunidad el Señor promete
a los de Filadelfia regalarles tan grande galardón.
Esta declaración de Apoc. 3.12, aunque es corta, encierra bastante significado, la explicación no lo es; aquí
doy algunos comentarios breves.
Este templo va a ser edificado durante el reinado de
Cristo, y continuará existiendo hasta el fin de los tiem-
Apocalipsis 3.11
He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que
ninguno tome tu corona.
Para el Señor mil años son como un día, de allí que
sus palabras las dijo desde esa perspectiva y no según la
nuestra. De allí que al decir “yo vengo pronto” no debe
entenderse que Él está diciendo a la iglesia de Filadelfia
que su venida ocurriría por aquel tiempo. Entendiendo
el modo en que Él dice las cosas, nosotros podemos concluir en el correcto significado de sus palabras y asentir
que en verdad él está a las puertas.
-18-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
pos. Durante ese prolongado periodo los creyentes de
Filadelfia serán galardonados con la inefable alegría de
estar dentro del templo, gozando de la gloria que allí va
a morar.
La segunda parte de Apoc. 3.12
Sí, el mensaje a Filadelfia (Apocalipsis 3:12) es una
promesa exclusiva para esos 144.000 israelitas, porque
ellos eran parte de ese número, además, Apocalipsis
14:1-4, los presenta activos, “siguiendo” al Cordero. Los
líderes de ese enorme grupo serán los 12 apóstoles, considere Mateo 19:28.
Jesús les dijo: De cierto os digo que en la regeneración,
cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis seguido, también os sentaréis sobre
doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Es probable que todo cuanto estoy diciendo respecto
a los 144.000 cause sorpresa, sin embargo, debe tomarse
en cuenta que, aunque la participación de ellos en el
reino de Cristo es bastante activa, no hay teología en el
cristianismo que les haya prestado atención. Siendo esa
ausencia tan notoria, de su propio peso cae entender
por qué nadie menciona a estos que son el resto de la
simiente de la mujer. Sencillamente pasan inadvertidos
en la lectura aun cuando son mencionados en diferentes
capítulos.
Estos, que son los otros de la simiente de la mujer, de
ninguna manera se refiere a un grupo de redimidos gentiles, porque ningún redimido gentil ha sido intitulado
por Cristo para tener participación activa en el gobierno del Señor en su reino.
Seguramente esos 144.000, que son los otros de la
simiente de la mujer, serían mejor conocidos si se prestara atención a la relación que Apoc. 12.17 tiene con
otros pasajes bíblicos, entre ellos los caps. 1-3, el cap. 7,
el cap. 12.17 y el cap. 14.1-5. Por hoy, ese grupo privilegiado permanece en las sombras como ha permanecido
en los últimos veinte siglos, sin embargo, tengo la esperanza que este comentario que estoy haciendo pueda
algún día servir de motivación a predicadores, profesores y editores de libros a ahondar en este tópico.
La carta a Laodicea
Apocalipsis 3:14-21
Y escribe al ángel de la iglesia en Laodicea: He aquí el
Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación
de Dios, dice esto:.
El encabezamiento de la carta es interesante; lo es
por varias razones, entre ellas, porque el mismo Señor se
declara como el ἀρχή, (arkjé), o sea “el principio” de la
creación de Dios. Esto significa que de entre todo Él es
el primero que existe. Sin embargo, tardíamente se comenzó a decir que la frase no significa lo que Él declara
ser, o como dice el comentario de James, Fausset y
Brown: “no aquel a quien Dios creó primero”, así, la
declaración de estos comentaristas es confusa puesto
que el Señor sí se identifica como el primero a quien
Dios creó, mientras que ellos declaran que Él no fue el
primero.
Lo que se cree es apoyo a esa interpretación tardía
son las palabras de Colosenses 1.16, “porque en él fueron
creadas todas las cosas”, cuya declaración paulina es verdadera y sin contradicción pues la Creación existe porque Dios la trajo a existencia por medio de Cristo, tal
como dice la segunda parte de ese mismo verso: “todo fue
creado por medio de él y para él”, con todo, esta notoria verdad no anula lo dicho en Col. 1.15: “Cristo es la imagen
del Dios invisible, el primogénito de toda creación, lo
cual concuerda perfectamente con Apoc. 3.14. Por lo
tanto, la palabra “principio de la creación de Dios”, de
Apoc. 3.14, debe ser interpretado como el primero a
quien el Padre existió.
Pero por muchos argumentos que existan, las palabras del Señor no poseen otro significado que el de haber sido el primero traído a existir. El Señor se declara a
sí mismo como el principio, después de Él viene todo lo
demás que el Padre hizo por medio de su Hijo; así deben tomarse sus palabras.
Apocalipsis 3.15
Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá
fueses frío o caliente!
Laodicea fue la iglesia del reproche: ninguna palabra
de aliento, de estímulo, de satisfacción del Señor; sino
palabras de dureza, de advertencia; las palabras del Señor reflejan entera insatisfacción por el modo cómo
aquella congregación estaba conduciendo su vida espiritual.
No ser frío ni caliente significa estado de inercia espiritual donde no existe ninguna preocupación o motivación a avanzar hacia el premio eterno, ni existen fuerzas
para luchar contra la debilidad de ánimo, contra el desgano, contra el peligro de ser sorprendidos por el peligro
en el cual se encontraban inadvertidamente. Los laodi-
Apocalipsis 3.13
El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.
El mensaje se cierra con una recomendación del Señor a fin de que aquella congregación estuviera atenta a
entender el contenido, pues de eso dependía que la solución prometida tuviera toda la efectividad con que el
Señor se había propuesto estimularlos.
Actualmente, esas palabras pudieran ser interpretadas como: “Pongan atención a la voz del Espíritu cuando les habla a la conciencia”.
-19-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
censes habían perdido el empeño de luchar por la salvación; indudablemente el dragón estaba teniendo éxito
en su trabajo cual no tenía en ninguna otra iglesia. El
deseo del Señor respecto a ellos era: Ojalá no poseyeras
el Espíritu para que no lo mancharas con tu modo de
ser (ojalá fueras frío), o, en el otro extremo, ojalá fueras
ferviente en el Espíritu (caliente) para darle honra en
medio de las tribulaciones.
de la vida piadosa. Por las palabras del Señor se puede
ver que los laodicenses vivían cómodamente. Vivían el
evangelio al estilo personal de cada quien, un evangelio
en el cual la prioridad la tenían las cosas materiales, un
evangelio en el cual las oraciones más se hacían por
simple costumbre que por el deseo profundo de buscar
el rostro del Señor para humillarse delante de él, un
evangelio en el cual el compromiso social tenía prioridad sobre la genuina adoración al Altísimo.
Los laodicenses creían estar bien delante del Señor,
pero la verdad les era totalmente contraria. Su situación
material era buena, pero la espiritual dejaba mucho que
desear. Por lo que se puede ver, pensaban que la prioridad a las riquezas podía alternar junto con la adoración
al Señor.
En fin, con su estrategia el diablo estaba alcanzando
gran triunfo y aquella iglesia no lo había notado. Las
palabras del Señor fueron:
Apocalipsis 3.16
Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.
Por esa actitud indiferente que estás mostrando en
medio de la situación en que te encuentras, te declararé
maldito en el día postrero (Mateo 25.41).
Apocalipsis 3.17
Porque tú dices: Yo soy rico, y me he enriquecido, y de
ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Hay situaciones en las cuales al humano le es difícil
mirar las artimañas con las cuales el diablo lo está apartando de las cosas santas, y entre más sometido a su voluntad se encuentra, más difícil le es abrir los ojos del
entendimiento para ver que está siendo víctima del maligno.
En el caso de los laodicenses, el diablo los estaba atacando con una estratagema totalmente diferente a las
usadas contra las otras iglesias; pues entretanto a aquellas las atacaba con persecuciones, aflicciones y con falsas doctrinas, a estos los estaba atacando por medio de
la comodidad social y económica. A ellos los estaba atacando con toda clase de holgura material hasta el grado
de alejarlos de la consagración, de la oración ferviente,
del ayuno, de la fe y de la vida piadosa.
Laodicea, la última de las siete iglesias a las cuales el
Señor dirige un mensaje. A diferencia de las iglesias de
Éfeso y Filadelfia a las cuales el Señor encomia por el
cuidado que tenían respecto a la doctrina, la de Laodicea no recibe ninguna palabra halagüeña, ni siquiera
una de estímulo, más bien el mensaje es una seria advertencia sobre las consecuencias que les sobrevendrían por
ser débiles en su lucha contra el diablo. La iglesia en
Laodicea casi había sucumbido ante la fuerza del dragón.
Contrario a la estrategia utilizada por el dragón para
destruir a las otras seis iglesias por medio de la prisión,
de la persecución y del martirio, contra los laodicenses
había empleado una estrategia diferente, y como se
puede ver, le había dado magníficos resultados.
El diablo les había prodigado de mucho bienestar y
comodidades con lo cual les había desviado su atención
Apocalipsis 3.18
Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado
en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge
tus ojos con colirio, para que veas.
La oportunidad para el arrepentimiento estaba abierta. La sentencia de castigo todavía no estaba pronunciada sobre ellos.
El Señor les recomienda que en lugar de estar atesorando riquezas materiales, les era mejor preocuparse
por atesorarlas en el cielo. En vez de vestirse de finas
telas materiales les era mejor vestirse de santidad. Y el
colirio no era otra cosa sino una recomendación a abrir
los ojos del entendimiento para detectar lar artimañas
del diablo con las cuales los tenía atados.
Apocalipsis 3.19
Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete.
Por último vienen palabras de advertencia: el deseo
del Señor no era castigarlos ni mucho menos entregarlos
en manos del dragón para destrucción, pero les advierte
cuáles serían los resultados en caso de que la indiferencia por la santidad persistiera.
Apocalipsis 3.20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi
voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
Aunque estas palabras son a menudo tomadas como
que el Señor las está pronunciando a favor de todo el
cristianismo, en realidad son una promesa hecha a la
iglesia de Laodicea.
-20-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Yo estoy a la puerta y llamo: Es decir, Él estaba parado frente a la puerta de aquella congregación, llamando
para entrar y hacer fiesta de santidad, de alegría espiritual con ellos. En otras palabras, Cristo no estaba con
ellos sino esperando ser recibido.
La última parte del mensaje nuevamente confirma
aquello que vengo diciendo a lo largo de este comentario, es decir, que el mensaje a las siete iglesias fue un
mensaje para tocar exclusivamente a aquellos de los
144.000 que estaban refugiados en Asia como parte de
los “otros” de la simiente de la mujer, de allí que las siguientes son palabras de promesa hechas a ellos exclusivamente, obsérvese:
acerca de aquel grupo mencionado en Apocalipsis
12:17. Cuyos mensajes fueron preparados por el Señor
Jesús, y fueron escritos por Juan y enviados a las siete
iglesias de Asia.
Apocalipsis 3.21
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono,
así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su
trono.
Entiéndase primero que estas palabras no significan
que el Señor se va a levantar de su trono para permitir
que cada uno de esos vencedores lo ocupe aunque sea
por unos instantes. Lo que él está prometiendo a los
vencedores es un trono o silla junto con él en el reino
desde donde van a ejercer autoridad sobre las doce tribus de Israel en los cargos que Él les asigne.
En resumen, este es el mensaje dirigido a los otros
descendientes de la mujer (Apoc. 12.17), a aquellos que
guardaban los mandamientos de Dios y tenían la fe de
Jesús. Estos fueron mensajes directos, con destinatarios
específicos (las siete iglesias de Asia), sobre asuntos en los
cuales estaban mostrando debilidad ante el dragón que
los estaba combatiendo. Cada iglesia es real, con nombre tomado de la ciudad en la cual se encontraba. Cada
nombre no es simbólico ni espiritual ni tampoco cada
iglesia significa un período de tiempo en la historia.
A falta de una interpretación basada en la Palabra de
Dios, no es extraño que frecuentemente se distorsionen
estos mensajes aduciendo que las siete iglesias de Asia
son siete épocas que corresponden con la vida de la iglesia gentil a través de los siglos; no hay error más grande
que ese. ¿Cuál es la base para afirmar que cada iglesia
representa una época? ¿De cuánto tiempo es cada una y
en base a qué se establece su duración? El error de interpretación va más a fondo si se toma ese modo de entender imaginando que alguna organización actual ha
atravesado por siete épocas diferentes hasta el presente.
Tampoco la fantasía debe fabricar significados para los
nombres de cada una de aquellas siete iglesias, imaginando, por ejemplo, que Laodicea significa tibieza,
frialdad y hasta hipocresía, etc.
En resumen, todo el contenido del mensaje a las siete
iglesias es una descripción completamente detallada
Apocalipsis 4.1
Después de esto miré, y vi que había una puerta abierta
en el cielo. La primera voz que oí era como de una trompeta
que, hablando conmigo, dijo: ¡Sube acá y yo te mostraré las
cosas que sucederán después de estas!
Comienza la narración de este capítulo informando
que después de haber recibido la orden de escribir el
mensaje a las siete iglesias de Asia, a Juan le fue mostrada otra visión, él dice: “después de esto miré”.
Lo que vio fue una puerta abierta, en el cielo, le fue
mostrada en la eternidad, o sea, en un estado donde no
existen rumbos. Esta puerta no da paso hacia adentro o
hacia afuera, porque la vio en la eternidad donde no
hay adentro o afuera, por eso es que simplemente le fue
presentada abierta.
De la puerta abierta salió “la primera voz”, lo cual
significa que después de esta habían otras que le iban a
hablar. Era una voz tan potente como el sonido de una
trompeta cuando es tocada con fuerza. Un sonido tan
potente, capaz de perturbar el oído, aquella voz lo llamó
diciéndole: Sube acá; la voz era de mando: Inmediatamente Juan fue elevado hasta la gloria; pero él no fue
transportado en estado material, sino en éxtasis, en el
mismo estado en que subió Pablo (Hechos 22.17; 2 Corintios 12.2).
CAPÍTULO 4
La gloria de Dios
Desde mi punto de vista, los capítulos 4 al 7 de Revelación son exactamente la parte que continúa a las escenas del capítulo 3. Los acontecimientos lo corroboran
pues los sucesos involucran a los otros de la simiente de
la mujer (Apocalipsis 12.17).
Apocalipsis 4.2
Al instante, estando yo en el Espíritu, vi un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado.
Siendo esto una condición extática, significa que Juan
no subió corporalmente. La razón para que eso haya
sido de esta manera se debe a que nunca humano alguno ha subido, ni puede subir, hasta el tercer cielo donde
se encuentra la gloria de Dios Él lo corrobora al decir
que estaba en espíritu, o sea, en un estado en que las
cosas materiales no cuentan. Allí vio al Altísimo sentado
en su trono, pero omite decir que vio su rostro, porque
nadie lo ha visto jamás excepto los seres celestiales.
-21-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 4.3
La apariencia del que estaba sentado era semejante a una
piedra de jaspe y de cornalina, y alrededor del trono había
un arco iris semejante en su apariencia a la esmeralda.
Por sus palabras se puede entender que Juan no vio el
rostro, sino solo el cuerpo de Dios.
Aunque aquella visión ha sido única en toda la historia de la humanidad porque él vio al Altísimo, no pudo
verlo detalladamente; sus palabras sugieren que la descripción que hace es sumamente limitada a los colores
que lo rodeaban.
No siendo posible fijar con precisión su apariencia
recurre a la comparación; así, dice que el que estaba
sentado era semejante al jaspe y a la cornalina. La descripción no es concreta, porque es imposible determinar
a qué color se refiere al mencionar ambas piedras preciosas. Una aproximación es hecha aquí tomando el
jaspe como de color rojizo fuerte, delicadamente pulido
hasta semejar una superficie cristalina. La cornalina
viene siendo de color anaranjado rojizo.
¿Por qué esos colores? porque la apariencia del ser de
Dios es potencia de fuego que sobrepasa la capacidad
humana de medirla, y la única manera de tener una
idea es comparándola con el color de estas piedras.
En contraste con el color rojizo dice que hay un [arco] iris, alrededor del trono, semejante al color esmeralda. Ese iris (como dice el texto griego a lo que llamamos
arco iris) está alrededor del trono, lo cual es un halo o
luz de forma circular. El arco no emana del trono, más
bien es el Altísimo el que lo irradia.
murieron y están en el sepulcro esperando el toque de la
trompeta que los va a despertar de su sueño. Si están en
el sepulcro entonces nunca serán llevados al cielo porque nadie jamas irá al cielo.
Juan está frente a una realidad que existe solamente
allá en la gloria de Dios de la cual no tenemos noticia
alguna. El asunto se vuelve aún más curioso pues cada
anciano tiene una corona sobre su cabeza. Seguramente, lo mejor es no tomar ninguna conjetura acerca de
esos ancianos que están sentados sobre doce tronos con
coronas en sus cabezas.
Apocalipsis 4.5
Del trono salían relámpagos, truenos y voces. Delante del
trono ardían siete lámparas de fuego, que son los siete espíritus de Dios.
Esta descripción corresponde a la terrible fuerza que
emana de Dios (el color de su apariencia, mencionada
en el verso 3, encaja con esto), y esas “voces” o sonido,
ha de entenderse que no se refiere a personas o seres
hablando a su alrededor, más bien es sonido producido
por esa potencia. Por consiguiente, los relámpagos,
truenos y voces, no emanan del trono propiamente sino
de la gloria del Altísimo.
Frente al trono Juan está mirando siete lámparas, o
quizás siete candelabros, esas lámparas son los siete espíritus de Dios.
Los siete espíritus de Dios han sido mencionados por
Isaías Isaías 11:2, son a saber:
Espíritu de Jehová:
espíritu de sabiduría,
espíritu de inteligencia,
espíritu de consejo
espíritu de poder,
espíritu de conocimiento,
espíritu de temor de Jehová.
Los humanos poseemos un espíritu que a la vez se
manifiesta de muchas maneras, entre ellas espíritu de
paz, espíritu de entendimiento, espíritu de iniciativa,
espíritu de movimiento, etc., aunque son miles de manifestaciones en realidad es un solo espíritu.
Aunque en la visión Juan ve que los siete espíritus
están frente a él de ninguna manera significa que sean
separados de él, esta es una visión en la cual el Altísimo
quiso representar como lámparas algunas de sus virtudes.
Apocalipsis 4.4
Alrededor del trono había veinticuatro tronos, y en los
tronos vi sentados a veinticuatro ancianos vestidos de ropas
blancas, con coronas de oro en sus cabezas.
La identificación de estos veinticuatro ancianos no
fue revelada a Juan, tampoco está revelada en ninguna
parte de las Escrituras, eso significa que al presente no
hay acceso a su identificación. Incluso si se quisiera describir las categorías de seres celestiales; posiblemente
Pablo los mencione en Colosenses 1.16 al decir, “sean
tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades”, sin
embargo no es posible determinar con precisión quiénes
son pues las Escrituras únicamente identifican específicamente ángeles, arcángeles, querubines y serafines;
ningún conjunto de ancianos es mencionado excepto en
Apocalipsis.
Algunas conjeturas han propuesto que esos veinticuatro ancianos son los doce patriarcas y los doce apóstoles,
pero eso carece totalmente de valor. El hecho de ser doce y doce, que suman veinticuatro, de ninguna manera
es una clave para identificarlos con seres humanos que
Apocalipsis 4.6
También delante del trono había como un mar de vidrio
semejante al cristal, y junto al trono y alrededor del trono
había cuatro seres vivientes llenos de ojos por delante y por
detrás.
-22-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Ese “mar de vidrio” no ha de entenderse como teniendo la extensión de los mares terrenos, ni debe imaginarse ser un mar de agua; más bien esa expresión sólo
significa una superficie plana, de vidrio, de regular tamaño; es lo cual se puede identificar como el piso o superficie donde está el trono; una superficie finamente
pulida, tan resplandeciente como el cristal.
2 Reyes 25:13 menciona que en el templo de Jerusalén había un mar de bronce, lo cual es una referencia a
una área dedicada al servicio en el templo que ayuda a
entender el significado de ese mar de vidrio.
El año en que murió el rey Uzías vi yo al Señor sentado
sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el
templo. Por encima de él había serafines. Cada uno tenía
seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus
pies y con dos volaban. 3 Y el uno al otro daba voces
diciendo: ¡Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos!
¡Toda la tierra está llena de su gloria!».
La primera característica mencionada por Isaías se
refiere a que estos seres están por encima de Dios, lo
cual de ninguna manera significa estar sobre los hombros o sobre la cabeza de Dios, más bien su significado
es similar al mencionado por Juan que los describe rodeando el trono de Dios. La segunda característica se
refiere a que tanto en la visión de Isaías como en la de
Juan, los querubines cantan Santo, Santo, Santo aunque
la segunda parte del canto en Juan e Isaías es enteramente diferente.
Juan menciona el rostro de cada uno mientras que
Isaías no los vio porque con dos alas cubrían sus rostros,
aun así, la descripción ofrecida por Juan e Isaías claramente los define, son serafines.
Curiosamente ni Juan ni Isaías los describen con brazos.
Por otra parte, entre los serafines y los querubines,
aunque poseen algunas características en común, en
otras son totalmente diferentes. Ezequiel describe el
cuerpo de los querubines teniendo cuerpo de hombre y
piernas con pezuñas y cuatro alas.
Tanto los querubines como los serafines son seres con
seis alas, pero la diferencia entre los dos es que los serafines poseen una cara mientras que los querubines
poseen cuatro. Ezequiel 1:5-11 los describe diciendo:
Y en medio de todo vi la figura de cuatro seres vivientes.
Esta era su apariencia: había en ellos un parecido a seres
humanos. Cada uno tenía cuatro caras y cuatro alas. Sus
piernas eran rectas, y la planta de sus pies como pezuñas de
becerro que centelleaban a manera de bronce muy bruñido.
Debajo de sus alas, a sus cuatro lados, tenían manos humanas. Sus caras y sus alas estaban por los cuatro lados. Con
las alas se juntaban el uno al otro. No se volvían cuando
andaban, sino que cada uno caminaba derecho hacia adelante. El aspecto de sus caras era como una cara de hombre
y una cara de león al lado derecho de los cuatro, y como una
cara de buey a la izquierda de los cuatro. Además los cuatro
tenían una cara de águila. Así eran sus caras. Cada uno
tenía dos alas extendidas por encima, las cuales se tocaban
entre sí, y con las otras dos cubrían sus cuerpos.
Mas adelante, Ezequiel 10.20 dice que estos eran
querubines.
Acerca de los serafines la Santa Escritura habla muy
poco, apenas Isaías identifica algunas de sus características lo cual es suficiente para concluir qué clase de seres
Los cuatro [seres] vivientes
Junto al trono y alrededor del trono, es una expresión
para referirse a las cuatro esquinas del trono; en cada
esquina había un ser viviente.
Cuatro seres vivientes. La Reina Valera Antigua los
llama “animales”. La versión inglesa del Rey Jacobo los
llama “bestias”. La Reina Valera del 95 los llama “seres
vivientes”. El Texto Griego del Nuevo Testamento los
llama ζῶα (zoa=vidas). En verdad resulta difícil identificar quiénes son estos seres si no se han leído con anterioridad los profetas del Antiguo Pacto que los identifican.
Otra particularidad es que estos seres están llenos de
ojos. No se menciona cuántos ojos, tampoco se menciona si los tienen en todo el cuerpo o hasta cierto límite,
yo podría suponer que los tienen en el pecho y en la espalda.
Apocalipsis 4.7
El primer ser viviente era semejante a un león; el segundo
era semejante a un becerro; el tercero tenía rostro como de
hombre; y el cuarto era semejante a un águila volando.
Cuatro seres, cada uno con una cabeza diferente a la
de los otros tres; una particularidad exclusiva de los cuales vamos a buscar su identificación.
Apocalipsis 4.8
Los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y
alrededor y por dentro estaban llenos de ojos, y día y noche,
sin cesar, decían: ¡Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es y el que ha de venir!
Los ojos aquí mencionados están colocados en ambos
lados de las alas, con lo cual se explica que no sólo el
cuerpo está lleno de ojos sino las alas también.
Aunque Juan omite identificarlos específicamente,
todas las probabilidades apuntan a que estos son serafines (los serafines no poseen figura de niño como los artistas los imaginan), a esta conclusión se puede llegar al
comparar la descripción de los serafines ofrecida por el
profeta Isaías 6:1-3:
-23-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
son los mencionados en Revelación 4:6-8.
Otra cosa, maravillosa por cierto, es que sólo son
mencionados cuatro serafines y cuatro querubines, y
estos ocho seres están bastante cerca del Altísimo, no lo
tocan pero están cerca de Él, y por lo que parece ser,
nunca se separan de Él. Ningún otro ser, sea arcángel o
ángel están tan cerca al Altísimo con estos ocho seres.
Juan describe el loor de los serafines de la manera
siguiente:
Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que
era, el que es y el que ha de venir.
Y Ezequiel declara el loor de los querubines:
Santo, Santo, Santo, YHVY de los ejércitos, toda la tierra está llena de tu gloria.
El loor de los serafines, en Juan, indudablemente se
refiere al Señor Jesucristo, eso es así por la declaración:
“el que era, el que es y el que ha de venir”, (comp.
Apoc. 1:8). En otras palabras, estando de pie en los cuatro lados del trono, los serafines loan al Señor Jesucristo
que ya está revestido de gloria y poder.
Con relación al que está sentado en el trono, Juan
dice:
CAPÍTULO 5
Continuación del capítulo 4
El libro abierto
Apocalipsis 5.1
Vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono
un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos.
La descripción de Juan acerca de lo gloria de Dios es
la más completa que puede encontrarse en toda la Sagrada Escritura. Sencillamente, ningún otro siervo de
Dios la describe con tantos detalles como él.
Después de esa maravillosa descripción, pasa a narrar
una escena de las más estremecedoras que se relaciona
con el plan de salvación, lo cual hace comenzando por
mencionar el libro. Es estremecedora porque está relacionada con el sufrimiento del Hijo de Dios que se hizo
carne para venir a la Tierra a padecer el dolor que cada
humano debía padecer por el pecado.
Juan ve que en la [mano] derecha del que está sentado hay un libro (βιβλίον=biblion (librito o rollito) que no
había visto sino hasta el momento dado. El librito no es
como esos que en la actualidad se conocen, más bien es
un rollo, escrito a ambos lados y sellado con siete sellos.
Estar sellado significa que es un documento oficial
sumamente importante, que no es cualquier persona la
que está autorizada para recibirlo y abrirlo. Pero hay
algo muy curioso en esto pues al tiempo que el librito
está sellado con esos siete sellos a la vez primero tiene
que ser abierto para después desatar sus sellos. Esto significa que los sellos no están atando el librito sino que
atan el contenido de cada evento narrado en él.
Apocalipsis 4.9-11
Cada vez que aquellos seres vivientes dan gloria y honra
y acción de gracias al que está sentado en el trono, al que
vive por los siglos de los siglos. Los veinticuatro ancianos se
postran delante del que está sentado en el trono y adoran al
que vive por los siglos de los siglos, y echan sus coronas delante del trono, diciendo: Señor, digno eres de recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas, y
por tu voluntad existen y fueron creadas.
Estos tres versos requieren de mucha atención pues
no están diciendo que el que está sentado sobre el trono
es el mismo de Apocalipsis 4:8 a quien loan diciendo:
“que es y que ha de venir”. Si se lee con la debida atención
se notará que la alabanza del verso 8 es para el Cordero,
mientras que del 9 al 11 se refiere al Altísimo Padre,
porque todo existe por su voluntad, y por su voluntad
fueron creadas todas las cosas. Esa es la alabanza que le
cantan.
Como puede verse, la visión mostrada a Juan es una
de las más completas acerca de la gloria de Dios que
está rodeado de seres especiales.
Maravillosamente, Juan describe lo que ningún otro
siervo de Dios describió, porque si bien Pablo fue arrebatado hasta el tercer cielo (2 Corintios 12.2), él no declara haber visto algo, simplemente escuchó. Pero en
relación a lo maravilloso y terrible de la gloria de Dios,
el único a quien el Señor permitió ver, oír y hasta dialogar con los ángeles fue Juan, quien en breves palabras
nos ha descrito la gloria de Dios.
Apocalipsis 5.2
Y vi un ángel poderoso que pregonaba a gran voz: ¿Quién
es digno de abrir el libro y desatar sus sellos?
Juan dice que el ángel es poderoso debido a la fuerza
de la voz con que pregona el mensaje, de esta manera,
el propósito es resaltar la importancia del mensaje, no la
calidad del ángel que buscaba a uno que reuniera los
requisitos para abrir el librito.
Apocalipsis 5.3
Pero ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la
tierra, podía abrir el libro, ni siquiera mirarlo.
¿Qué contenía el librito que ninguno de los veinticuatro ancianos, ni los ángeles en el cielo, arcángeles, querubines y serafines, ni ninguno de los millones de humanos en la Tierra reunía los requisitos demandados por el
Altísimo para abrirlo?
Porque debe entenderse que abrir el libro no significaba solamente leerlo sino tomar para sí la responsabilidad de su contenido. La frase: “ni siquiera mirarlo” su-24-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
giere que el contenido era extremadamente delicado
hasta el grado de no haber siquiera uno digno que al
menos pudiera mirarlo, ni mucho menos leerlo, porque,
como se dice, leerlo significaba tomar para sí la responsabilidad del contenido.
El contenido de ese pequeño libro era de inmenso
valor, de inmenso significado, y se refiere al plan de salvación que Dios había preparado para rescatar a la humanidad del pecado que la tenía condenada.
También contiene detalles precisos acerca de acontecimientos que sobrevendrán a la tierra. Por todo esto,
abrirlo era una labor que debía ser encomendada a uno
que reuniera todos los requisitos demandados por el
Altísimo Dios.
El indicado para abrirlo debía ser digno, esto es, alguien que reuniera los requisitos correspondientes, o
relación directa con el hombre en sus tres etapas: antes
de su caída, en su caída y después de su caída. Obviamente ningún ángel, ni mucho menos los querubines o
los serafines eran los indicados pues ninguno de ellos
tiene particularidades que lo liguen al hombre; y en la
tierra tampoco había alguien porque todos son pecadores, y el pecador no se puede redimir a sí mismo.
Al decir “antes de su caída, en su caída y después de
su caída”, me refiero a que el digno, o indicado para
abrir el rollo, debía ser puro tal como el hombre fue
creado; a la vez, tenía que venir a la Tierra a participar
del estado de muerte en que el hombre cayó, para que
estando en semejante posición tuviera capacidad de levantarlo de allí y redimirlo; y después de redimirlo, tener
poder para volverlo a la posición que tenía cuando fue
creado en Edén.
hijo. Así, las palabras del anciano: “No llores, porque el León
de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el
libro y desatar sus siete sellos”, nacen de la determinación
del Padre de escoger a su propio hijo como el digno de
morir.
De esa manera, Juan halló consuelo sabiendo que sí
había uno digno—Cristo.
Apocalipsis 5.5
Entonces uno de los ancianos me dijo: No llores, porque
el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido
para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
“No llores”, o quizás, no te lamentes de que ni entre
los ángeles, arcángeles, querubines y serafines en el cielo, ni ningún hombre en la Tierra, haya que califique
para tomar la responsabilidad del librito; pero hay uno
que no pertenece a la categoría de los ángeles ni de los
hombres caídos, ése sí puede abrirlo y romper sus sellos.
Ninguno calificaba, y los seres angélicos lo sabían.
No olvide el lector que estas escenas corresponden a
la eternidad como lo vengo diciendo; y llamo la atención a ello porque estas escenas no se deben tomar en el
orden en que este versículo los presenta; porque para
que este Uno sea identificado como el León de la tribu
de Judá, y la raíz de David, era necesario que primero
cumpliera la primera parte del contenido del librito.
El hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios
(a imagen de “Elojim”), y a ese estado debía ser vuelto.
El asunto era una relación directa entre Dios y el hombre, de allí que en el cielo no había nadie de los ya mencionados que calificara, porque el hombre no fue creado
a imagen de los ángeles sino de Dios, por eso los seres
celestiales no eran dignos, o sea, por eso no eran los indicados.
Apocalipsis 5.4
Y lloraba yo mucho, porque no se hallaba a nadie que
fuera digno de abrir el libro, ni siquiera de mirarlo.
La palabra llorar de este texto también puede tener
sentido de lamento, y proporciona la posibilidad de entender que Juan no estaba derramando copiosas lágrimas sino que se lamentaba profundamente viendo que
aun cuando hay muchos ángeles y muchos hombres,
nadie calificaba para tomar la responsabilidad de abrir y
tomar para sí el contenido del librito. Maravillosamente,
los Apóstoles hablan de eso, pero sólo el lector con experiencia consigue descubrirlo, para evitar esa dificultad
en el lector promedio es que he escrito este Comentario.
¿Qué sucedió cuando no se encontró uno digno de
abrir el librito? Hebreos 10.5,7 dice:
Sacrificio y ofrenda no quisiste, mas me diste un cuerpo”.
Entonces dije: He aquí, vengo, Dios, para hacer tu voluntad.
Esto es lo que sucedió: No habiendo uno digno, el
Altísimo Padre tomó la decisión de elegir a su propio
Apocalipsis 5.6
Miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres
vivientes y en medio de los ancianos estaba en pie un Cordero
como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, los cuales
son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.
En otras palabras: estaba el Altísimo sentado en su
trono, y los serafines uno en cada esquina del trono, a
partir del trono los veinticuatro ancianos formaban un
círculo.
En el centro de ese círculo estaba la escena que más
grande respeto merece de los espíritus humanos y angélicos, allí estaba en pie el Cordero de Dios, “como inmolado”, es decir, resucitado, pero teniendo en su cuerpo
las marcas del dolor y muerte que sufrió cuando hizo la
remisión a favor de la humanidad. Los lectores de la
Palabra de Dios han leído repetidas veces cómo el Hijo
de Dios se ofreció a sí mismo para morir la muerte que
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
los humanos merecemos, pero quizás ninguno ha puesto
atención al cordero en medio del círculo de ancianos;
resucitado victorioso, pero golpeado fuertemente de tal
manera que en la visión que le es mostrada a Juan el
Señor aparece con las muestras aún vivas de su sacrificio. En esta visión Jesucristo recién había resucitado por
lo cual todavía es mostrado “como inmolado”, lo cual
significan las señas de los golpes que lo martirizaron
para conseguir la remisión del mundo.
Otra vez digo que la voz del ángel diciendo: ¿Quién
es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? trata acerca de los requisitos que debía llenar el que calificara para morir a favor de la humanidad para redimirla de la
muerte eterna y para brindarle la oportunidad de la salvación eterna.
Es de tomar en cuenta que entre los versos 5 y 6 hay
bastantes años contados a partir del nacimiento de
Cristo hasta su ascenso a los cielos, hasta después de eso
le fue mostrado el librito, el Hijo de Dios se hizo cargo
de abrirlo, pero para abrirlo primero tenía que venir a la
tierra a padecer y morir; habiendo ido a la tumba fue
necesario que fuera resucitado por el Espíritu Santo; su
resurrección lo acreditó como victorioso, como digno de
desatar los sellos. En realidad el verso 6 está rodeado de
bastante información acerca de todo cuanto el Señor
hizo para ser merecedor de abrir los sellos.
Apocalipsis 5.8
Cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y
los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero.
Todos tenían arpas y copas de oro llenas de incienso, que son
las oraciones de los santos.
Imagínese el amable lector ¡qué espectáculo tan glorioso! Todos mirando al rostro del Altísimo Dios plenamente satisfecho de que su hijo había cumplido a cabalidad con la misión que le había encomendado. El Padre
estaba sumamente orgulloso de su Hijo que habiendo
sido reducido a la pobre y miserable condición de hombre, cumplió brillantemente su misión.
Todos los ancianos y ángeles profundamente satisfechos de ver a su Señor triunfante, habiendo vencido el
dolor y la muerte y todas las desventajas a que los humanos estamos expuestos alcanzó una victoria sin precedentes.
Finalmente, el Cordero victorioso, habiendo sido declarado digno por haber cumplido los requisitos, ahora
estaba autorizado para abrir el libro y revelar cada uno
de sus contenidos, ante eso los presentes testificaban que
él era el digno de activar todos los pormenores, uno de
los cuales era comenzar la predicación del evangelio a
las masas acerca de la oportunidad de salvación eterna
ofrecida por el Padre.
Apocalipsis 5.9
Y cantaban un cántico nuevo, diciendo: Digno eres de
tomar el libro y de abrir sus sellos, porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo
linaje, lengua, pueblo y nación.
Este cántico no se refiere a cantar en el sentido como
hoy en día se entiende sino a alabar o dar loores con
arpas al victorioso por haber vencido y haber sido coronado digno de comenzar a cumplir el contenido del libro. Un coro formado por poderosas voces semejantes a
muchos truenos a la misma vez, un sonido cuya potencia era capaz de matar a miles de hombres. Indudablemente Dios había preparado a Juan para soportar tan
terrible sonido.
Por razones más tradicionales que gramaticales, la
Reina Valera traduce la frase “καὶ ἠγόρασας τῷ θεῷ”
(kai egorasas to theo) (y compraste/redimiste para Dios)
como “nos has redimido para Dios”, lo cual no es correcto porque los ancianos de la visión no son hombres,
ni mucho menos fueron redimidos por el sacrificio de
Cristo; en cambio otras versiones de la Biblia traducen
correctamente diciendo, “redimiste para Dios”; así, en
la traducción correcta del texto los ancianos no se incluyen sino que hablan acerca de los humanos, de todo
linaje, lengua, pueblo y nación.
Apocalipsis 5.7
Él vino y tomó el libro de la mano derecha del que estaba
sentado en el trono
Sólo hasta después de haberse ofrecido como el único
capaz de abrir el librito o rollito y de haber sido inmolado es que pudo declarar: “Toda potestad me es dada en
el cielo y en la tierra”. Mateo 28.18. Esto está estrechamente unido a la autoridad de abrir el librito.
Y por su excelsa condición de vencedor es que Pablo,
en Filipenses 2.6-11, declara de él:
Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a
Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí
mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los
hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se
humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y
muerte de cruz. Por eso Dios también lo exaltó sobre todas
las cosas y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para
que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que
están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda
lengua confiese que Jesucristo es el Señor.
A partir de su sacrificio, no sólo sería adorado en
condición de Hijo de Dios, sino también como triunfador sobre la muerte habiendo sido sometido a todas las
desventajas a que los humanos estamos sujetos hasta
llegar a una muerte sumamente atroz y haber triunfado.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 5.10
Nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, y
reinaremos sobre la tierra.
Si el verso 9 habla acerca de terceras personas, este
verso 10 hace lo mismo, es decir, en Texto Griego omite
el “nos”, de modo que dice: “has hecho para nuestro
Dios un reino de sacerdotes y reinarán sobre la tierra”,
que por cierto es lo correcto.
Esta escena del verso 10 se refiere al reino de Cristo
sobre la tierra; porque a su debido tiempo él será otra
vez enviado de su Padre a la Tierra, pero no para volver
a padecer y morir sino para reinar durante mil años.
En realidad, el reino de sacerdotes aquí mencionado
nada tiene que ver con los gentiles sino con los israelitas
redimidos. En ninguna porción del mensaje apostólico,
o del Maestro, es mencionado que los gentiles vayan
alguna vez a ser sacerdotes. 1 Pedro 2.9-10, que es una
carta dirigida a los redimidos israelitas dice:
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, ahora
sois pueblo de Dios; en otro tiempo no habíais alcanzado
misericordia, ahora habéis alcanzado misericordia.
Esta es la única mención en todo el Nuevo Testamento respecto a lo especial que son los israelitas redimidos
mencionándolos como linaje escogido y como real sacerdocio refiriéndose a la función del sacerdocio que
ellos tendrán cuando Cristo vuelva a la Tierra. Durante
ese glorioso reino habrá un templo en Jerusalén, y los
sacrificios serán restablecidos, y habrá un personal a
cargo de ese ministerio formado por la tribu de Leví.
A los gentiles redimidos se les ha prometido reinar
con Cristo, es decir, gozar con él, pero no se les ha prometido que van a tener funciones relacionadas al templo, porque estas están reservadas a los israelitas que
tendrán bastante trabajo durante ese tiempo.
Apocalipsis 5.12
Y decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es
digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
El Cordero de Dios fue sacrificado o inmolado en
plena obediencia y gozosa voluntad a su Padre para redimir de la muerte a la humanidad de todos los tiempos
la cual estaba necesitando desesperadamente la solución
para su dolor, para su desventaja y muerte.
Por haber vencido al dolor y la muerte en estado físico como el hombre, fue hecho acreedor a la adoración
de todos los ángeles y arcángeles. A esto se refiere Hebreos 1.6 cuando dice:
Y otra vez, cuando introduce al Primogénito en el mundo,
dice: Adórenlo todos los ángeles de Dios.
Es decir, el Padre introdujo a su Hijo ya victorioso,
declarado Salvador después de haber triunfado sobre la
muerte. Él venció una lucha que ninguno de los humanos presenció sino únicamente los seres celestiales, y al
haber triunfado se hizo digno de recibir alabanza. Entretanto, aquí en la tierra lo que los humanos presenciaron fue a un hombre flagelado, coronado con espinas y
crucificado como un criminal, muerto en medio de dolorosas convulsiones.
Casi dos mil años después su gloriosa muerte hoy en
día es vista como algo que abre la entrada a la vida
eterna. Pero en lo que no se piensa es en el peligro en
que la humanidad estuvo cuando el terror se apoderó
del Señor faltando pocas horas para su sacrificio, de lo
cual Mateo 26.42 dice:
Otra vez fue y oró por segunda vez, diciendo: Padre mío,
si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase
tu voluntad.
Aquellos billones de ángeles contemplaban en silencio expectativo, un silencio de profundísimo respeto
viendo a su Creador en estado agónico, padeciendo una
culpa que no era suya.
Paradójicamente, su muerte no produjo tristeza sino
enorme alegría: él había triunfado, y por haber triunfado era digno de recibir las siete alabanzas mostradas en
el verso 12.
Apocalipsis 5.11
Miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono,
de los seres vivientes y de los ancianos. Su número era millones de millones.
Aunque el orden de los sucesos está claro, pareciera
como que a Juan se le revelan las imágenes sólo hasta
cuando viene el momento preciso, de allí es que al llegar
a este punto aparecen en la visión millones de millones
de ángeles. No parece que él haya tenido capacidad de
contar tan enorme cantidad, de hecho, al mencionar ese
número elevado significa que le fue revelado.
Todos los ángeles presentes, todos al mismo tiempo,
elevando sus voces tronantes genuino respeto y adoración a Aquél que había salido victorioso de la prueba.
Apocalipsis 5.13
A todo lo creado que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que hay en
ellos, oí decir: Al que está sentado en el trono y al Cordero,
sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos
de los siglos.
La humanidad quedó excluida de esta alabanza porque ni siquiera tuvo conocimiento acerca del acto grandioso de redención que se llevó a cabo a su favor; los
incluidos son los seres celestiales y la Creación terrena,
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
pero no parece que los humanos estén incluidos; los
humanos vienen a ser incluidos sólo hasta cuando reconocen que sin el santísimo sustituto no podemos alcanzar la vida eterna. A partir de este acto redentor la creación está esperando la redención de la cual va a participar en la libertad gloriosa de los hijos de Dios como
menciona Pablo en Romanos 8.21.
los acontecimientos anunciados a lo largo del libro; y
habiéndolo tomado, empieza a describirle a Juan siete
visiones proféticas sobre acontecimientos repletos de
ruinas y pesares que han de enlutar a los moradores de
toda la tierra.
CAPITULO 6
Los siete sellos
Apocalipsis 5.14
Los cuatro seres vivientes decían: ¡Amén! Y los veinticuatro ancianos se postraron sobre sus rostros y adoraron al que
vive por los siglos de los siglos.
Ante aquel coro de billones de voces angélicas los
serafines, con voz de trueno, respondieron Amén, y los
veinticuatro ancianos se postraron con su rostro hasta la
superficie donde estaban sus tronos, y adoraron al Cordero de Dios que estaba en medio del círculo (Apoc.
5.6), con las marcas del dolor todavía visibles en su
cuerpo, pero victorioso.
En síntesis, el capítulo 5 de Revelación es la descripción conmovedora del Hijo de Dios en la eternidad tomando la responsabilidad del castigo que el hombre
merecía por su transgresión. Nadie en el cielo ni en la
tierra era digno, o sea, nadie era capaz, de abrir el librito sino sólo el Hijo de Dios.
Después, en medio del círculo formado por Dios sentado en su trono rodeado por los cuatro serafines y los
veinticuatro ancianos, aparece el cordero “como inmolado”, aparece allí porque ha triunfado. Estar en el centro es un sitio de honor.
Resulta enternecedor saber que el texto Griego no lo
llama cordero sino corderito (αρνίον =arnion=cordero
pequeño o corderito). Juan el Bautista lo identifica como
cordero de Dios, pero en Revelación 5 es mencionado
como un cordero tierno. Esto recuerda que en la Ley de
Dios está establecido que para muchos de los sacrificios
el cordero a ofrecer en sacrificio debía ser tierno, de un
año, y en verdad, el Hijo de Dios fue ofrecido en sacrificio expiatorio por la humanidad.
Jesucristo es presentado vencedor, y los loores, pienso
yo, hacen al Padre Altísimo sentirse orgulloso y profundamente satisfecho de su hijo triunfante, y de la alabanza de victoria con que los serafines, ángeles y ancianos
lo loan.
Por su victoria alcanzada sobre la muerte es declarado digno de tomar el librito, o rollito y de desatar sus
sellos, gracias a lo cual hoy podemos conocer los grandes eventos que se han estado sucediendo a lo largo de
las centurias, así como aquellos que están por venir en
los cuales la humanidad contemplará estupefacta el terrible error de menospreciar el sacrificio de Cristo.
Cada uno de esos sellos del librito descorre el velo de
El primer sello
Apocalipsis 6.1 Entonces vi que el Cordero abrió uno de los sellos, y oí a
uno de los cuatro seres vivientes decir con una voz como de
trueno: ¡Ven!
Habiendo sido declarado vencedor, el Cordero de
Dios estaba ahora en capacidad de romper los sellos del
libro para revelar el contenido de cada uno, por lo cual,
Juan es llamado por uno de los serafines; es llamado para ver unas escenas misteriosas e intrigantes; son escenas
que al comenzar a leerlas mueve a la curiosidad por conocer su significado. Cuatro caballos con sus jinetes que
nada bueno presagian aun cuando el primero aparece
vestido de blanco y es presentado como vencedor. Interesante es notar que cada caballo y su jinete, como se
verá, poseen el mismo propósito, no son independientes.
Y quienes los montan no son hombres sino cuatro situaciones que han venido y están sobre la humanidad. Estas cuatro situaciones fueron anunciadas en el sermón
profético (Mateo 24) de nuestro Señor Jesucristo, pero el
Maestro no dio amplias explicaciones; seguramente los
detalles serían dados a Juan para que nos los diera a conocer.
En otras palabras, lo que Juan va a ver gráficamente,
es lo mismo que décadas atrás había escuchado de labios del Señor en lo que popularmente es conocido como el sermón profético. La diferencia es que en esta
oportunidad le serán presentados con más detalles.
El caballo blanco: paz inestable
Apocalipsis 6.2
Miré, y vi un caballo blanco. El que lo montaba tenía un
arco y le fue dada una corona, y salió venciendo y para vencer.
El primer caballo es presentado de color blanco, no
es mencionado el color de la ropa del jinete lo cual algunos comentarios suponen ser también del mismo color lo cual no se puede comprobar. Tampoco en este
texto el color blanco significa pureza como pudiera pensarse sino paz.
Este caballo es un movimiento que no define su condición, porque la humanidad nunca a estado en situación estable por mucho tiempo, a veces es estable y a
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
veces inestable. Pero de este jinete se dice que salió
“venciendo y para vencer”, es decir, siempre alcanza su
propósito porque ha salido para batallar hasta alcanzar
el propósito para el cual fue creado.
Dentro de las Escrituras, el caballo es símbolo de
fuerza, de rapidez, y en varios casos se le liga con batallas o guerras.
El arco aquí mencionado no es como el arco iris que
rodea al Altísimo (Apoc. 4:3), más bien este es un arco
de guerra, para lanzar flechas; así, tanto el caballo como
el arco significan propensión para la paz y la guerra; y
lleva el arco listo para ser usado siempre que sea necesario sin importar en contra de quien.
El color blanco del caballo se presta a confusión hasta
el grado que frecuentemente se piensa que por ser caballo blanco el jinete que lo monta debe ser el Señor Jesucristo, lo cual es un horrible error de interpretación
porque el color de la ropa del jinete no es mencionada.
Notoriamente, ni el rostro del jinete ni el color de sus
vestiduras son descritos, lo cual lo convierten en un ser
misterioso. En cambio nuestro Salvador no forma parte
de ningún conjunto de cuatro jinetes portadores de malos presagios. A él se le presenta más adelante (Revelación 19.11-16) en un caballo blanco, y sus vestiduras son
blancas, y su rostro es descrito claramente; en cambio
este jinete bajo consideración es misterioso y no se da
ninguna descripción de sus rasgos personales porque
junto con su caballo es un movimiento que se impone
sobre la tierra, de hecho, el caballo blanco y su jinete no
representan a alguien personal sino a algo, son manifestaciones que no se ven pero sus efectos son sensibles en
todo el mundo.
El texto dice: “El que lo montaba tenía un arco y le fue dada
una corona”. Arco, corona y triunfo son características del
jinete, sin embargo, estas tres no representan la características de la justicia del Cordero victorioso sino acciones
propias de los alcances de este movimiento.
En el conjunto caballo blanco y jinete, blanco significa paz, tranquilidad, sosiego, mientras que arco significa
armas de guerra, y la corona significa triunfo, un triunfo
alcanzado por medio de la guerra.
En la visión se le ha dado una corona, o sea que se le
ha concedido el triunfo pero no se le ha coronado;
obsérvese que el jinete no ha sido coronado (esto es diferente de Jesucristo que por su triunfo no se le ha dado
ninguna corona sino que ha sido coronado con muchas
coronas en el cielo, y está sentado en su trono (Apoc.
19:12).
Si se busca este movimiento en la historia, este caballo y su jinete, primeramente, personifican a un tiempo
en que el Imperio Romano alcanzó la paz, una paz que
se alcanzó y se sostuvo por la fuerza de su poder. Todas
las naciones bajo su dominio estaban obligadas a obedecer, y sus habitantes vivían bajo las leyes del Imperio.
Nadie en sus dominios debía temer mientras estuviera
regido por su autoridad, y quienes se rebelaban, como
hicieron los judíos, eran castigados de varias maneras
incluso con la muerte. Era una paz impuesta a las gentes
por medio de la guerra, de la intimidación y de la represión.
Hablando de Roma, la historia dice:
“La Paz romana (en latín, pax romana), llamada también Pax augusta, constituye un largo periodo de paz impuesto por el Imperio romano a los pueblos por él sometidos.
La expresión proviene del hecho de que la administración y el
sistema legal romanos pacificaron las regiones que anteriormente habían sufrido disputas entre jefes, tribus, reyes o ciudades rivales (por ejemplo, los interminables conflictos entre
ciudades griegas o tribus galas).
El estado de paz se refería sólo al interior de las fronteras
del imperio, mientras que se siguió combatiendo a los pueblos
de la periferia [germanos], [partos] etc... Fue un periodo de
relativa calma, durante el cual no hubo que hacer frente ni a
guerras civiles del calibre de las del siglo I a. C. ni a grandes conflictos con potencias extranjeras, como en las Guerras
Púnicas (siglos III y II a. C.).
César Augusto cerró las puertas del templo de Jano, que
permanecían abiertas en periodos de guerra, cuando creyó
haber vencido a cántabros y astures en el año 24 a. C.
Realmente esta guerra se prolongaría hasta el 19 a. C., pero
se suele aceptar como fecha de inicio de la paz romana el 29
a. C., cuando Augusto declara el fin de las guerras civiles, y
su duración hasta la muerte de Marco Aurelio (año 180).
Pax romana, periodo de orden y prosperidad que conoció
el Imperio romano bajo la dinastía de los Antoninos (96192) y, en menor medida, bajo la de los Severos (193235). Marcó la edad de oro de Occidente y el despertar de
Oriente...”
Esta nota histórica (tomada de la wikipedia) refuerza
lo que estoy diciendo en el sentido de lo que representa
el caballo blanco, es decir, una paz impuesta.
Basta con leer la historia para conocer las políticas
del Imperio y cómo llegó a dominar a los pueblos hasta
el grado que algunos adinerados compraban la ciudadanía por considerarla como un privilegio. Claro que
ese privilegio claramente significaba ser vasallo defensor
de las leyes de Roma.
Después de Roma, este caballo blanco personifica al
poder eclesiástico de la Iglesia romana que le sucedió.
La historia describe a este poder algunas veces usando
los ejércitos de los pueblos para castigar a quienes no
aceptaban someterse a sus doctrinas y a otros que se
rebelaban contra su autoridad; de esa manera, en nom-29-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
bre de Cristo la religión cristiana, o Iglesia, (ambas son
lo mismo) ha masacrado pueblos, ha humillado reyes y
ha impuesto sus decretos en las naciones, y se ha valido
de los ejércitos para presentarse como portador de paz.
Siendo que este caballo y su jinete representan paz
inestable, represión, convulsión y el imperio de la imposición y la zozobra, uno se queda maravillado cómo el
Señor Jesucristo lo menciona al decir en Mateo 24:6-7:
“Oiréis de guerras y rumores de guerras”.
Los gobernantes y reyes procuran que sus naciones
vivan en paz, sin embargo, la inestabilidad está siempre
presente porque no depende de los hombres alcanzar
tan ansiada situación porque las malicias espirituales
que desestabilizan al mundo están esparcidas por todo el
mundo, y se encargan de dar vida al caballo blanco y su
jinete.
Siempre, desde que el hombre optó por dominar al
hombre, ha habido guerras y rumores de guerras, el Señor no lo ignoraba, pero sus palabras (Mateo 24.6-7)
alcanzan significado tomándolas a partir de la predicación del evangelio, porque las guerras y rumores de guerras marcan el principio y, eventualmente, el fin, del
tiempo en que el evangelio ha de ser predicado.
Obsérvese lo siguiente, las palabras proféticas del Señor Jesucristo comenzaron a cumplirse cuando Roma
invadió Jerusalén y la destruyó por el año 70 d. C., imponiendo la paz en sus dominios; y vendrán a su total
cumplimiento con otra guarra que el dragón (el diablo)
y la bestia (Roma) que sale del abismo, prepararán para
volver contra Jerusalén. ¿Curioso, no? La primera guerra, y la última, serán contra Jerusalén. De esta manera
puede mirarse que el Primer Sello corresponde con el
aparecimiento y manifestaciones del caballo blanco.
escena en la que aparece otro caballo, aunque este segundo es diferente en algunos aspectos, guarda semejanza con el primero.
Antes de comentar brevemente al respecto he de decir que las visiones dadas al apóstol no le fueron explicadas, eso ha promovido en muchos la idea de que Apocalipsis es un libro misterioso e impenetrable. Aunque
eso podría ser así, no todas las visiones están enmarcadas dentro de esa imposibilidad; varias de ellas, o quizás
la mayoría, pueden ser entendidas si se está familiarizado con algunas profecías del Antiguo Pacto y con las
Escrituras Griegas del Nuevo Pacto, pues ambas fuentes
proporcionan información abundante que ayuda a descorrer el velo que las cubre, tal es el caso de los cuatro
caballos bajo consideración cuyo significado fue explicado por nuestro Señor Jesucristo en Mateo 24.
Es interesante observar que los dos primeros caballos
(el blanco y el rojo) se relacionan con la política mundial, con la estabilidad e inestabilidad de los pueblos,
mientras que los otros dos, más adelante comentados, se
relacionan con la inestabilidad económica mundial, y
con calamidades, pestes y enfermedades incurables.
Aún cuando el primer caballo se relaciona a rumores
de guerras, la paz impuesta predomina, después de todo, el color del caballo y la descripción del jinete señalan paz inestable.
El segundo caballo y su jinete nada tienen que ver
con la paz sino específicamente con la guerra, con el
crimen, con las matanzas en masa, su propósito es destrucción, desolación, sufrimiento, orfandad, mutilación
y muerte. Su misión es hender su larga espada en el corazón de los pueblos para desangrarlos y destruirlos.
Históricamente, el caballo rojo y su jinete se han manifestado en la formación de las naciones que han tenido como recurso principal la sublevación de los núcleos
sociales en desventaja; la lucha de los desposeídos contra
los poderosos, el sueño de libertad y prosperidad de
unos contra la opresión de otros; los cambios políticos
en las naciones traen destrucción de bienes y de la economía así como la sublevación a las instituciones de las
autoridades, y más. Todo esto ha hecho que la sangre
corra por las calles de las ciudades, pueblos y aldeas en
grandes cantidades.
La religión, principalmente la Religión Cristiana (no
me refiero al pueblo de Dios sino a la Religión como
institución), y el Islamismo, han tenido como recurso
principal la espada. Notoriamente, ambas proclaman
tener a Dios como el centro de adoración, y en su nombre, en siglos pasados, se trabaron en sendas batallas
donde muchos miles murieron.
Los conquistadores (Napoleón y Hitler) que soñaron
con someter al mundo enviaron sus tropas a conquistar
El segundo sello
Apocalipsis 6.3
Cuando abrió el segundo sello, oí al segundo ser viviente,
que decía: ¡Ven!
La apertura del segundo sello de ninguna manera
quiere decir que los efectos del primer sello han pasado
o terminado, al contrario, aún en nuestros días continúan, y van hacia el futuro, significando que el caballo
blanco y su jinete con el arco están activos entre las naciones; a este se le une el segundo caballo. Este segundo
sello es abierto para dar paso a la siguiente escena.
El caballo rojo: Guerras y masacres
Apocalipsis 6:4
Salió otro caballo, de color rojizo. Al que lo montaba le
fue dado poder para quitar la paz de la tierra y hacer que se
mataran unos a otros. Y se le dio una espada muy grande.
El segundo serafín llama a Juan a contemplar otra
-30-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
naciones sin importar los miles y miles de inocentes que
sufrieron las atrocidades de la guerra.
¿Y qué se puede decir de las dos guerras mundiales
en las cuales se estima que en la Primera Guerra Mundial murieron aproximadamente diez millones; y en la
Segunda Guerra Mundial se estima que entre 50 y 70
millones de personas murieron en una batalla de la cual
nada obtuvieron sino luto y dolor para las familias.
Todavía más, ¿qué puede decirse de la actividad de
este segundo caballo con su jinete a partir del siglo XX
en adelante, en cuyo tiempo estas malicias espirituales
van cabalgando aceleradamente dejando a su paso ríos
de sangre en muchos países del mundo, lo cual quienes
estamos vivos testificamos?
En el Sermón profético, Mateo 24:7, el Señor se refirió a este caballo de esta manera:
Se levantará nación contra nación y reino contra reino.
Como se dice arriba, guerras siempre ha habido desde que el hombre ideó enseñorearse del hombre, pero
no debe haber confusión acerca de las palabras del Señor, pues las guerras y rumores de guerras que Él menciona deben ser enmarcadas dentro de la época de la
predicación del evangelio.
El cumplimiento de las palabras del Señor, dichas en
Mateo, y repetidas a Juan en Revelación, claramente
dicen que el tiempo de la Segunda Venida cada día está
más próximo. Tristemente, por diferentes razones, el
asunto no está siendo visto con la seriedad requerida, y
el peligro al cual el mundo cristiano esta expuesto es de
enormes consecuencias hasta el grado que millones y
millones están en grave peligro de hacer vana su carrera
hacia la vida eterna.
Nadie posee la capacidad de mirar estas malicias espirituales porque a los humanos no nos está permitido,
pero todos sentimos el efecto de su galopar.
El caballo negro: Hambre e inestabilidad del
comercio
Apocalipsis 6.6-7
Miré, y vi un caballo negro. El que lo montaba tenía una
balanza en la mano. Y oí una voz de en medio de los cuatro
seres vivientes, que decía: Dos libras de trigo por un denario
y seis libras de cebada por un denario, pero no dañes el aceite
ni el vino.
Escasez de alimentos y hambre son algunos de los
efectos de esta bestia y su jinete. La tierra ha sido sometida a producir al máximo, sin darle reposo; está siendo
obligada a rendir cuanto más posible para satisfacer las
necesidades de la población; la tierra cultivable está envenenada con químicos mortales que a su vez son absorbidos por los humanos a los cuales les sobrevienen
enfermedades algunas de las cuales son incurables. Aún
así, el resultado es pobre producción de cosechas y plagas a los cultivos. La tierra no puede producir en algunas regiones debido a la grave sequía y a la explotación
incesante a que está sometida.
La economía hogareña es incapaz de proporcionar
oportunidad de sostener un presupuesto familiar balanceado porque la escasez de alimentos fácilmente sobrepasa el poder adquisitivo del ingreso familiar.
La mención de dos libras de trigo por un denario y
seis libras de cebada por un denario da a entender lo
difícil que ha venido a ser para las masas laborales alcanzar un salario suficiente con el cual proporcionar
suficiencia alimenticia a sus familias, por consiguiente, la
adecuada alimentación es privilegio de pocos, mientras
que las familias de escasos recursos económicos apenas
alcanzan a adquirir alimento quedando sin acceso a
otros productos de su canasta básica.
El desequilibrio mundial respecto al alto costo de la
vida no fue problema sólo de las naciones del pasado, es
notorio incluso en estos tiempos que, aun cuando algunas naciones ricas regalan alimentos a las naciones pobres, semejante ayuda es apenas insignificante, y enorme cantidad de personas muere cada día por no tener
tan siquiera un bocado de pan.
La sequía en regiones densamente pobladas impide la
producción de alimentos y castiga severamente hombres, mujeres y niños por igual, viniendo a concluirse
que nadie escapa de ser pisoteado por este caballo en su
galopar. La política del mundo está en desequilibrio,
porque mientras los pueblos sufren desnutrición por falta de alimentos sus gobiernos se afanan por comprar, o
fabricar, toda clase de armamento de guerra.
Los gobiernos están más preocupados en construir
armamento altamente destructivo que en alimentar a su
población, todo, porque este caballo y su jinete van por
el mundo causando destrucción.
El tercer sello
Apocalipsis 6:5
Cuando abrió el tercer sello, oí al tercer ser viviente, que
decía: ¡Ven!
Dos sellos ha removido el Cordero, y la situación
mundial no promete paz, gozo ni bienestar a los moradores de la tierra, al contrario, los efectos de los caballos
blanco y rojo, en su recorrido mundial a través de los
siglos, van dejando tras ellos, primero, sujeción de los
pueblos débiles a los fuertes. Esto significa que siempre
que los pueblos fuertes se lo proponen rompen la paz
de los pueblos pequeños para imponer su poder por
medio de fuerte armamento. Por su parte el segundo va
trillando las diferentes regiones del mundo, desangrando
la humanidad. A continuación vienen las secuelas de la
actividad de los otros caballos.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
En Lucas 21.11 el Señor lo dijo así:
habrá grandes terremotos y, en diferentes lugares, hambres y pestilencias; y habrá terror y grandes señales del cielo.
La balanza en la mano del jinete no significa otra
cosa sino clara referencia al comercio, y la mención del
trigo, la cebada, el aceite y el vino señalan a la dieta familiar. Millones de personas cada día se acuestan con el
estómago vacío, sin esperanza de que al despertar dispondrán al menos de un poco de agua para beber, y los
cuerpos de los adultos y de los niños van siendo lentamente consumidos, totalmente vulnerables a la intemperie de la vida y a las enfermedades.
Seguramente millones de personas leen las palabras
de Señor en Mateo 24, pero quizás muy pocos, o quizás
nadie, mira que sus palabras se convierten en una visión
mostrada a Juan en Apocalipsis.
De esta manera, a las guerras, al hambre, a las enfermedades incurables, y muchos otros males más que
agobian a la humanidad le sigue la muerte como resultado.
Con relación a este caballo y su jinete, nuestro Señor,
en el sermón profético de Mateo 24:7-8, dice:
... y habrá pestes, hambres y terremotos en diferentes lugares. Pero todo esto es solo principio de dolores.
De esta manera, El sermón profético de nuestro Señor Jesucristo es una fuente excelente de información
sobre la cual entender el significado de los cuatro caballos y sus jinetes que a grandes rasgos hemos venido considerando. Entender cómo Mateo 24 y Apoc. 6 están
estrechamente relacionados es la llave para abrir las
puertas del conocimiento respecto a esos enigmáticos
caballos que han estado asolando al mundo de diferentes maneras, todas exponiendo cómo caminar sin Cristo
no sólo es fatal para la vida espiritual sino para la física.
El cuarto sello
Apocalipsis 6:7
Cuando abrió el cuarto sello, oí la voz del cuarto ser viviente que decía: ¡Ven!
Se enfatiza aquello que ya ha sido mencionado arriba, es decir, los rostros de los jinetes y sus cuerpos, no
son descritos, lo cual podría sugerir que a Juan no le
fueron mostrados, eso ha dado oportunidad a pintores y
a productores de películas a imaginar cualquier figura
para sacar provecho económico de millones de personas
que miran ese tipo de películas, imaginando que en medio de su indiferencia al evangelio pueden entender
quiénes son estos jinetes.
El quinto sello
Apocalipsis 6.9
Cuando abrió el quinto sello, vi debajo del altar las almas de los que habían muerto por causa de la palabra de
Dios y del testimonio que tenían.
La apertura del quinto sello le permitió a Juan ver
aquello que escapa a los ojos y entendimiento humanos.
La visión contenida en este quinto sello es bastante profunda; es un arcano no revelado a muchos que en esta
oportunidad vamos a exponer.
A Juan le es mostrado el altar, debajo del cual vio las
almas de los hijos de Dios muertos a manos de sus verdugos. “Debajo del altar” debe ser entendido tomando
como base la descripción que la Ley de Moisés dice relacionado a la sangre de los sacrificios que era derramada a los lados del altar:
Luego el sacerdote tomará con su dedo de la sangre, la
pondrá sobre los cuernos del altar del holocausto y derramará el resto de la sangre al pie del altar. Levítico 4.30.
Juan no dice dónde se encuentra ese altar, pero siendo esta una visión, se refiere al altar que está allá en los
cielos a cuyo lugar él fue trasladado para serle mostradas estas visiones (Apoc. 4.1). Asimismo, siendo una visión, esas almas no deben entenderse literalmente, más
bien hay que buscar su significado correspondiente con
las realidades físicas terrenas, pues es aquí donde los
redimidos del Señor han sufrido la muerte por martirio.
Tómese en cuenta que esta es una visión como las otras
que a Juan le fueron mostradas cuyo significado debe ser
buscado aquí en la Tierra.
Para entender esta visión del verso 9 no se debe mirar
el alma desde el punto de vista en que Platón la imaginaba, que es por cierto el concepto predominante den-
El caballo amarillo: Enfermedades, pestes,
muerte
Apocalipsis 6.8
Miré, y vi un caballo amarillo. El que lo montaba tenía
por nombre Muerte, y el Hades lo seguía: y les fue dada
potestad sobre la cuarta parte de la tierra, para matar con
espada, con hambre, con mortandad y con las fieras de la
tierra.
No se piense de este color amarillo en sentido de ser
amarillo fresco, reciente, o agradable a la vista, más bien
la palabra Griega kjlorós identifica un color amarillo
verdoso. En otras palabras este color amarillo es como el
de un cuerpo en descomposición.
Este es el único jinete que recibe nombre, y por cierto
desagradable. El sepulcro iba tras él, siguiéndolo de cerca, y el jinete recibió poder para matar por todos los
medios disponibles: armas, hambre, pestes y hasta con
fieras salvajes. Pero esto es apenas una breve descripción
de todo aquello que conlleva sufrimiento, muerte y desolación, sin olvidar las horribles repercusiones para las
personas que ven partir a sus seres queridos.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
tro del cristianismo, porque para él, el alma venía siendo
como un ser independiente del cuerpo, un ser que se
determina y actúa, encerrado en una prisión que es el
cuerpo humano, que cuando el cuerpo muere, pensaba
él, el alma queda libre, como habiendo escapado de esa
prisión. Esa por cierto, es la concepción por la cual se
piensa que cuando la persona muere el alma va hacia el
cielo, y desde allá mira a sus seres queridos; lo cual, por
cierto, nada tiene que ver con la Palabra de Dios.
En la Sagrada Escritura alma es aplicada en varios
sentidos: persona, sangre, y las facultades sensitivas del
humano. Por ejemplo, en Génesis 9:4, dice:
Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
En el Texto Hebreo original este texto se lee poco
más o menos así: Pero carne con su alma, que es su sangre, no comeréis; y en ese significado se usa repetidas
veces en otros pasajes. Algunas versiones antiguas de la
Biblia como la Nácar-Colunga traducen el texto correctamente apegadas al Texto Hebreo.
Tomando este ejemplo se entiende que al mencionar
las almas debajo del altar, significa que Juan vio la sangre de los mártires.
En siglos pasados muchos murieron, y aún ese número
no ha sido completado, pero será completado cuando la
bestia se levante contra el pueblo de los santos y con sus
garras de hiero destroce a quienes no le obedecen.
Más adelante, en Apocalipsis 19:2, una gran multitud, entre los cuales están aquellos que murieron por la
causa de Jesucristo en el pasado, alaba a Dios por la
venganza pues que a la gran ramera y a la bestia en que
está sentada les ha llegado su tiempo de padecer.
Así, tómese en cuenta que Apocalipsis 6.9 es una visión; sólo siendo una visión es que se puede entender
cómo el altar, estando en el cielo, haya sido manchado
con la sangre de los justos muertos aquí en la tierra.
El derramamiento de sangre sobre el altar en el templo de Jerusalén es importante para entender la porción
de Apocalipsis 6.9 en consideración, por que aunque los
asesinos han matado al pueblo de Dios a través de los
siglos, eso es tomado por el Altísimo como un sacrificio
sobre su altar, pues es igual a sus hijos que ofrendan sus
vidas para honrarlo. Todos los santos sin excepción yacen en el sepulcro, pero Juan vio en visión la sangre de
ellos y escuchó aquello que dijeron y aquello que les fue
dicho. Al tiempo señalado, todos los santos que yacen en
el sepulcro serán despertados para recibir la vida eterna,
vestidos de ropas blancas, puras; mientras que sus verdugos van a comparecer ante el Gran Juez para ser declarados malditos y ser lanzados al lago de fuego.
Apocalipsis 6.10
Clamaban a gran voz, diciendo: ¿Hasta cuándo Señor,
santo y verdadero, vas a tardar en juzgar y vengar nuestra
sangre de los que habitan sobre la tierra?
Por cosas que no entendemos, la sangre de los mártires posee la virtud de comunicarse con Dios, un ejemplo
puede verse en Génesis 4:10 que dice:
La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la
tierra.
Un grito, un clamor percibido solamente por el
Creador: ¿Hasta cuándo Señor, santo y verdadero, vas a
tardar en juzgar y vengar nuestra muerte?
El sexto sello
Apocalipsis 6:12
Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto. El sol se puso negro como tela de luto, la luna entera se
volvió toda como sangre.
Hemos llegado al sexto sello, el penúltimo, y contiene
escenas espantosas, que nada bueno presagian a los habitantes de la Tierra. Esta visión está para cumplirse en
los días cuando la segunda venida de Cristo esté casi por
venir. Estos tres fenómenos es clara demostración de
cómo Dios mostrará su ira contra los menospreciadores
del evangelio.
Tres acontecimientos expone este texto: Un terremoto de enormes consecuencias, el sol se pondrá negro y la
luna roja como sangre. Todo esto no necesariamente
habrá de venir en este orden. El terremoto se refiere a la
espantosa sacudida que vendrá durante la séptima plaga
poco antes de que el Señor venga por segunda vez a la
tierra. El sol se va a poner negro totalmente. Las manchas negras en el sol, las cuales por algunos días aparecen y luego desaparecen, son un aviso del gran fenómeno por venir. El mundo actual las mira sin ninguna
preocupación, ignorando que son el aviso de algo de
terribles magnitudes que está por venir. Poco a poco esas
Apocalipsis 6.11
Entonces se les dio vestiduras blancas y se les dijo que
descansaran todavía un poco de tiempo, hasta que se completara el número de sus consiervos y sus hermanos que también
habían de ser muertos como ellos.
Miles y miles han muerto por el testimonio de Jesucristo, y claman a Dios por venganza contra quienes los
mataron. Ante ese clamor, aquellas ropas viles, manchadas por su propia sangre les fue removida y se les dio
una limpia, blanca, una cuyo color es señal clara de su
justificación alcanzada por haber testificado fielmente
hasta la muerte.
Una voz fue escuchada diciéndoles que debían esperar un poco más porque la hora de la venganza no podía llegar pues todavía faltaban otros más que debían
alcanzar el reino padeciendo sufrimientos como ellos.
-33-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
manchas se irán haciendo más grandes y de más larga
duración, hasta que por fin vendrá el cumplimiento de
las palabras proféticas del sexto sello: El sol se pondrá
negro, totalmente negro, llenando de tinieblas la faz de
la Tierra.
Asimismo, la profecía dice que la luna se pondrá roja,
como sangre. Al tiempo de escribir esto ya han habido
momentos en que la luna ha mostrado un color rojizo
despertando admiración y despliegue de noticias en los
periódicos, pero cuando el sexto sello se cumpla, el espectáculo que ofrecerá la luna totalmente roja será verdaderamente aterrador, sin que la ciencia pueda explicar las razones de semejante fenómeno.
Para cuando este sello sea desatado el evangelio habrá dejado de ser predicado en el mundo porque la
oportunidad de salvación habrá llegado a su fin, de manera que no existirá un “refugio contra las emergencias”
que albergue a quienes piensen librarse de las angustias
que les vendrán.
Apocalipsis 6.12 dice que el sol se pondrá negro,
mientras que Mateo 24:29 dice que el sol se oscurecerá,
ambos textos significan lo mismo, es decir, que la fuerza
del sol va a menguar. En esto hay un fenómeno curioso
pues durante el derramamiento de las plagas el sol va a
calentar más de lo normal porque le será concedido
quemar a la humanidad tal como dice Apocalipsis 16:8,
después de eso, pero faltando un poco para el regreso de
Cristo, veo al sol cubriéndose de negro, o como dice la
declaración “el sol se oscurecerá” no sé por cuanto
tiempo. También la luna no brillará como hoy, más
bien, los efectos sobre el sol vendrán sobre ella hasta
convertirla en un aspecto rojizo oscuro, como el color de
la sangre. En Mateo 24:29 dice:
Inmediatamente después de la tribulación de aquellos
días, el sol se oscurecerá, la luna no dará su resplandor, las
estrellas caerán del cielo y las potencias de los cielos serán
conmovidas
Y en la visión mostrada a Juan lo repite:
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra.
las personas incrédulas. Actualmente los científicos se
encuentran alarmados debido a que una fuerza misteriosa hace que algunos asteroides de gran tamaño se
desvíen de su órbita con la posibilidad de que en cualquier momento golpeen la tierra. Esto significa que la
ciencia ya ha comenzado a ver lo que va a suceder en
aquellos días, sin tomar en cuenta esta profecía y su terrible anuncio.
Más efectos del sexto sello precedentes a
la segunda venida de Cristo.
Es claro que un evento tan grandioso como el de la
Segunda Venida no puede detallarse en un espació tan
pequeño, por lo cual sólo algunos comentarios son dados aquí mientras por separado el lector puede leer las
profecías relacionadas con la segunda venida de Cristo
para conocer más eventos.
Apocalipsis 6.14
El cielo se replegó como un pergamino que se enrolla, y
todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares.
Este evento ocurrirá cuando el Señor Jesucristo venga
por segunda vez a la Tierra, lo cual ocurrirá al final de
la séptima plaga. Incluso el gran terremoto de la séptima plaga anuncia que los montes y las islas serán movidos de sus lugares. Cuando tal cosa acontezca los redimidos que estén vivos saltarán con indescriptible regocijo sabiendo que el regreso del Señor será de un momento a otro. La venida del Señor será precedida por la
trompeta, a cuyo toque Pedro llama “grande estruendo”
(2 Pedro 3:10).
Revelación menciona que el cielo se va a replegar
para dar paso al Señor en su venida; eso no debe tomarse literalmente. Hoy en día es fácil de entender cómo tal
cosa puede darse al considerar cómo las naves espaciales
rompen y apartan el cielo atmosférico en su ingreso a la
Tierra. Otro modo de entender esto es lanzando una
piedra al agua; la piedra rompe el agua para penetrar.
Así será cuando los cielos se replieguen o aparten para
dar paso al Señor que viene.
Cuando su venida sea inminente, entonces la humanidad habrá llegado a la conclusión de que todo está
perdido, pues no quedará tiempo para corregir errores
morales ni mucho menos para intentar establecer buenas relaciones con el Altísimo, porque los tiempos de
oportunidad ya se habrán ido para siempre. Esa oportunidad se irá cuando las plagas vayan a comenzar a ser
derramadas.
Dejar las cosas para última hora no parece ser idea
correcta, y si esto es aplicado a la relación con Dios entonces debe servir para reflexionar que las buenas relaciones con Él requieren de máxima prioridad, porque
Apocalipsis 6.13
y las estrellas del cielo cayeron sobre la tierra, como la
higuera deja caer sus higos cuando es sacudida por un fuerte
viento.
¿A que se le llama estrellas en este texto? No es posible precisarlo, porque si se tratara de las estrellas que
vemos durante las noches despejadas entonces sería imposible que cayeran a la Tierra pues el tamaño de cada
una, según la ciencia, es muchas veces más grande que
nuestro planeta. Posiblemente aquí se hable de asteroides (Griego: figura de estrellas). De todos modos, cualquiera que sea su significado, el propósito es castigar a
-34-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
hay un límite de tiempo, pasado ese límite toda probabilidad se cerrará, y entonces vendrán las amargas consecuencias.
ese entonces los presidentes, los reyes, los ministros y
todos los gobernantes junto con los habitantes de las
naciones estarán en medio de un terrible caos en el cual
la risa de otros tiempos desaparecerá de sus rostros porque el tiempo de retribución ya habrá llegado y los dolores angustiosos serán el plato del cual todos los reprobados por Dios comerán.
Cuando el sexto sello sea abierto el ardor de la ira de
Dios ya habrá empezado a sentirse en el mundo, y nada
ni nadie será capaz de convencer al Altísimo para que
detenga su mano, más bien, serán momentos en los cuales, como dice la Palabra: “el que es sucio ensúciese más
todavía”, porque Dios no es Dios de hipócritas que sólo
cuando ven que el mal viene se arrodillan a clamarle.
Los tiempos de guerra de nación contra nación en
ese momento habrán cesado. El que viene será tiempo
cuando la altivez de los jefes de poderosas naciones será
abatida no sólo por las plagas que vendrán sobre ellos
sino también por este horroroso tiempo de convulsión
en las virtudes de los cielos.
Allí echarán de ver que la Religión no salva, porque
lo que salva es la obediencia estricta a la Palabra de
Dios. Entonces se echará de ver que la asistencia a las
capillas, centros, iglesias y demás lugares de reunión
donde las multitudes se reúnen para escuchar sermones
no será la respuesta que calme la terrible angustia que
cual sombra oscura estará puesta sobre el mundo entero.
Cuando el contenido de este sello venga, una parte
de las siete plagas postreras ya habrá estado cayendo,
por eso digo que las naciones estarán en medio de un
terrible caos.
Todo humano que desprecie el sacrificio expiatorio
del Señor se va a llevar la gran sorpresa de su vida al
verlo venir. No sólo porque él viene, sino por los acontecimientos que acompañan a su venida, es decir, el terrible impacto de su presencia, porque no viene a perdonar sino a matar a unos con el resplandor de su gloria, y
a regir con vara de hierro a otros. Estos que van a morir
debido a terrible resplandor de su gloria (2 Tesal. 2:8),
no van a terminar allí para siempre, más bien van a estar presentes en el día del gran juicio final del cual ningún impío escapará.
Si los dolorosos estragos de las plagas estarán en
aquellos días golpeando severamente, y estarán sembrando profunda confusión, pánico y desfallecimiento
de ánimo sobre los moradores de la tierra, hay que
agregar aquello que en el presentimiento humano estará
agitándose fuertemente, porque la situación indescriptible debido a los varios fenómenos que a la vez estarán
sobre la tierra en esos días romperán las conciencias de
los más insensibles, advirtiéndoles que a las puertas está
Apocalipsis 6.15
Los reyes de la tierra, los grandes, los ricos, los capitanes,
los poderosos, todo esclavo y todo libre, se escondieron en las
cuevas y entre las peñas de los montes.
Este será tiempo de terror para los impíos, para los
incrédulos, para los insensibles, para los abominables y
para todos los que en este momento ya hayan recibido
las primeras seis plagas que están anunciadas en Apocalipsis 16. Hoy no hay tiempo para pensar en adorar al
Señor, por el contrario, la burla, el menosprecio y la
blasfemia son el alimento con el cual millones alimentan
su alma, mas tales manifestaciones desaparecerán cuando vengan las plagas, entonces la insolencia mostrará
sus consecuencias.
Apocalipsis 6.16
y decían a los montes y a las peñas: Caed sobre nosotros
y escondednos del rostro de aquel que está sentado sobre el
trono, y de la ira del Cordero,
Los hombres ansiarán la muerte como la única alternativa para escapar de las grandes tribulaciones a que
van a ser sometidos. Debe recordarse que esto se llevará
a cabo durante el derramamiento de las plagas. Si la
muerte será el gran deseo, entonces el lector puede advertir lo terrible de los efectos de esas plagas; sin embargo, su deseo será infructuoso porque la muerte huirá de
ellos como como declara Apocalipsis 9.6.
Apocalipsis 6.17
porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá
sostenerse en pie?
Mientras que el contenido de los cinco sellos anteriores ha estado entre la humanidad desde el siglo I, d. C.,
el contenido del sexto está por venir; ha sido proyectado
por el Altísimo para tiempos que están más adelante del
nuestro.
Con ese sello las cosas comenzarán a ser diferentes
porque para el tiempo cuando venga su cumplimiento la
balanza de la justicia de Dios ya habrá empezado a medir y pesar la maldad de la humanidad en sus aspectos
secular y religioso; a pesar en su balanza las políticas
doctrinales y litúrgicas de aquellos que no quieren aceptar la Palabra de Dios como está escrita sino que la toman bajo sus propias perspectivas de entendimiento
para acomodarla a sus iniciativas pecaminosas.
El tiempo para las naciones del mundo viene, para
que empiecen a ver el error de haber tomado con indiferencia el llamado de Dios a obedecerle, porque para
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
el inminente aparecimiento del Rey de reyes y Señor de
señores.
Gran tribulación, angustia, ansiedad y terror, será el
pan que la humanidad va a comer en aquellos días. Para
este tiempo está reservado aquello que Apocalipsis 9:6
declara:
En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no
la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
Las plagas vienen como consumación de la ira de
Dios para hacer sufrir a los insensatos, a los reacios e
insensibles que rechazan el evangelio. Aquellos serán
días de retribución, días en los cuales el evangelio habrá
dejado de ser predicado entre las naciones. Día de venganza. Día en el cual dos rostros diferentes serán vistos,
el de los hijos de Dios que sabrán alegremente que el
gran momento de ver al Rey de reyes estará a las puertas, y el de los otros, hundidos en terrible pánico.
No importa la indiferencia, ni el rechazo ni la incredulidad actual, a su debido tiempo los burladores mirarán cuán alta será la paga a recibir, eso es así porque su
indiferencia e incredulidad de ninguna manera altera el
designio del Altísimo, y entonces mirarán cuán caro habrá sido su error. Es cosa de tiempo.
Es interesante observar, como ya he dicho antes, cómo en Revelación las escenas cambian repentinamente
sin poner cuidado a ningún seguimiento cronológico;
así, el sexto sello presenta escenas que sucederán en el
futuro, y también presenta escenas que sucedieron en el
siglo I, E. C., a esto se le agregan escenas que han estado ocurriendo a lo largo de los siglos; en otras palabras,
abarca el tiempo entre el inicio de la predicación hasta
el tiempo en que vengan los estragos sobre los vivos que
menosprecien el mensaje; o sea, abarca un tiempo de
más de dos mil años.
Cristiana, los más fuertes han sido:
El del 526, en Antioquía, Siria, en el cual murieron
250.000 personas.
El del 856, en Corinto, Grecia, en el cual murieron
45.000.
El de 1268, en Cilicia, Asia Menor, en el cual murieron 60.000.
El de 1290 en Chihli, China, en el cual murieron
100.000.
El de 1556 en Shaanxi y Kansu, China, en el cual
murieron 850.000
El de 1735 en Lisboa, Portugal, en el cual murieron
60.000
El de 1737 en Calcuta, India, en el cual murieron
300.000
El de 1905 en Kangra, India, en el cual murieron
370.000
El de 1927 en Nan-Shan, China en el cual murieron
200.000
El de 1923 en Tokyo/Yokohama, Japón, en el cual
murieron 200.000
El de 1932 en Kansu, China, en el cual murieron
70.000
El de 1948 en Ashgabat, Turkmenistan, en el cual
murieron 86.926.
El de 1976 en Tangshan, China, en el cual murieron
400.000 El de 2010 en Haiti, en el cual se estima que
murieron unas 320.000 personas.
El del 2011 en Japón ha sido hasta este momento el
más fuerte alcanzando una magnitud de 9 grados, confirmado por la Agencia Meteorológica de Japón, con
terribles consecuencias debido a las olas de diez metros
de altura del mar (tsumani) que inundaron la región Noreste con un saldo que sobrepasó los 18.000 muertos.
Estos terremotos han sido algunos de los más devastadores hasta el momento de escribir este comentario,
sin embargo, no cabe la menor duda que el número de
muertos de los próximos grandes terremotos sobrepasara la cifra del ocurrido en Japón.
En fin, el número de terremotos sucedidos en los últimos 1.500 años ha sido considerable no sólo por el
número de víctimas sino por las cuantiosas pérdidas
económicas que han causado. Cada uno es una voz de
alerta que anuncia el momento en el cual la más poderosa sacudida, a la cual personalmente identifico como
el padre de todos los terremotos, ha de venir.
Una cosa es altamente notoria, y es que al revisar la
historia puede mirarse que este tipo de fenómenos cada
vez va siendo más frecuente.
Hambre, miseria, dolor y muerte es el resultado de
cada terremoto, esto es así porque los cuatro caballos ya
mencionados no se detienen; desde que se les dio la or-
El gran terremoto que se avecina
Apocalipsis 6.12
Miré cuando abrió el sexto sello, y hubo un gran terremoto... y todo monte y toda isla fueron removidos de sus lugares.
En su sermón profético (Mateo 24), Jesucristo anunció que vendrían terremotos por todos los lugares.
Como dije antes, guerras, hambres, enfermedades,
terremotos y sucesos semejantes, han habido desde antes
que el Señor viniera a nacer a la Tierra, sin embargo,
todo cuanto él anunció son señales que deben contarse
desde que él vino a morir hasta la culminación de todos
los tiempos.
Los terremotos de los siglos pasados causaron severos
daños a los pueblos, y algunos de ellos fueron tan devastadores que fácilmente sobrepasaron a otros por la cantidad de personas que perecieron y el daño que causaron; así, al mirarlos a través de la historia en la época
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
den de galopar no van a parar hasta que hayan consumado la obra que se les ha encomendado.
¿Qué más falta por venir en los próximos años? Nadie puede saberlo si no lee la Palabra de Dios, pero las
convulsiones que la humanidad está sufriendo anuncian
que el gran terremoto anunciado en el Sexto Sello está
por venir.
hombre existe. Uno cuya fuerza será sin precedentes.
Uno sobre el cual no habrá tiempo para escribir en las
páginas de la historia porque es el anuncio de que Cristo
viene. Uno por cuya importancia es mencionado dos
veces en el mismo libro. Uno puede conjeturar sobre
cuán horrible será la sorpresa que está por venir sobre
los habitantes de algunos países en los cuales nunca
temblado. En verdad no sólo el efecto de las seis plagas
será terrible sino la séptima, la cual se refiere a este terremoto.
El mensajero que ruge
Quizás pocos sean los habitantes del mundo que desconocen el más poderoso mensajero preparado por Dios
para avisar a los habitantes lo que está por venir. Es un
mensajero que cuando alza su voz hace a la tierra estremecerse con horrible violencia y a los humanos sentir
angustia profunda en el alma. Ese mensajero es conocido como el “Cinturón de Fuego”.
“El Cinturón de Fuego ubicado en el Océano Pacífico
abarca las costas de: Chile, Perú, Ecuador, Colombia, Panamá, todos los países centroamericanos (Costa Rica, Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala) México, los
Estados Unidos, Canadá, luego dobla a la altura de las
Islas Aleutianas* y baja por las costas e islas de Rusia,
China, Japón, Taiwan, Filipinas, Indonesia y Nueva Zelanda. La mayoría de los volcanes activos en el mundo, se
encuentran en esta cadena del cinturón de fuego que rodea al
Océano Pacifico”. (Documento tomado de Wikipedia).
(*Las islas Aleutianas se asemejan a un pico o arco, en
Alaska, que empalman con Rusia).
Pero el cinturón de fuego no sólo hace a la tierra estremecerse, sino que las ondas marinas que levanta son
tan enormes y de terrible fuerza que fácilmente inundan
grandes extensiones de tierra arrasando cuanto encuentran a su paso. Ese fenómeno es conocido como Tsunami, palabra japonesa que equivale a “onda de puerto”.
Cualquier nación con acceso al mar enfrenta el peligro
de Tsunamis cuando las violentas sacudidas tienen su
epicentro en los mares.
Los científicos suponen y exponen, en sus comentarios lo que consideran ser la causa de los terremotos, la
verdad es que las terribles fuerzas volcánicas se encargan de estremecer extensas porciones de la superficie
causando cuantiosas pérdidas ante la imposibilidad humana de evitar el desastre.
Como quiera que sea, el Creador no formó ese cinturón de fuego para comentarios científicos sino para funcionar en determinado momento. El día viene cuando
la reacción volcánica en cadena creará un espectáculo
nunca antes visto desde que el hombre ha estado sobre
la tierra. El texto Apocalipsis 6.12,14 dice:
Miré cuando abrió el sexto sello, y he aquí hubo un gran terremoto... y toda isla se removió de su lugar.
Un terremoto cual nunca ha habido desde que el
Apocalipsis 16.18 dice:
Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás
desde que los hombres existen sobre la tierra.
Apocalipsis 6:12-14 y 16:18 se refieren al mismo terremoto que vendrá como cumplimiento de la Sexta
Plaga. Como se dice, ”uno del cual no habrá tiempo
para escribir en las páginas de la historia” porque cuando éste venga la segunda venida de Cristo estará ya
asomándose.
La magnitud de esta sacudida sólo podrá medirse por
lo espantoso de sus resultados que por cierto de antemano son conocidos sólo por el registro bíblico: “y todo
monte y toda isla fueron removidos de sus lugares”.
¿Qué tanto serán movidos los montes más altos del
mundo?, eso vamos a saberlo hasta después que el terror
en los corazones de los moradores de la tierra haya disminuido. ¿A qué distancia de sus lugares originales serán movidas las islas?, eso también lo sabremos a su debido tiempo.
Al presente no parece haber una lista en la cual se
enumere el número exacto de islas, algunas personas
sugieren que sobrepasan las cien mil, como quiera que
sea, la geografía mundial definitivamente dejará de ser
la misma actual cuando las enormes masas de hielo polar, o témpanos, si es que todavía existen, sean desprendidas de sus lugares originales para ser depositados en
otros lugares o para que queden vagando.
Nadie quedará excluido de estos efectos, ni siquiera
los hijos de Dios, porque aunque este terremoto y las
plagas postreras vendrán sobre la humanidad como castigo, el pueblo santo padecerá no porque vaya a ser castigado sino por las calamidades y demás repercusiones
que golpearán al mundo; con todo, aún las palabras del
profeta, dichas a Israel, serán cumplidas sobre los redimidos: “Jehová será la esperanza de su pueblo” Joel
3:16.
Lo que ha de venir vendrá al tiempo señalado, y ese
enorme movimiento telúrico está programado contra los
indiferentes a la voluntad del Altísimo, para recompensarles su indiferencia al evangelio sin contaminación.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Si los dolorosos estragos de las plagas estarán en
aquellos días golpeando severamente, y estarán sembrando profunda confusión, pánico y desfallecimiento
de ánimo sobre los moradores de la tierra, hay que
agregar aquello que en el presentimiento humano estará
agitándose fuertemente, porque la situación, indescriptible debido a los varios fenómenos que a la vez estarán
sobre la tierra en esos días, romperán las conciencias de
los más insensibles, advirtiéndoles que a las puertas está
el inminente aparecimiento del Rey de reyes y Señor de
señores.
Gran tribulación, angustia, ansiedad y terror, será el
pan que la humanidad va a comer en aquellos días. Para
este tiempo está reservado aquello que Apocalipsis 9:6
declara:
En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no
la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
Es interesante observar cómo en Apocalipsis las escenas cambian repentinamente sin poner cuidado a ningún seguimiento cronológico; así, el sexto sello presenta
escenas que sucederán en el futuro, y también presenta
escenas que sucedieron en el siglo I, E. C., véase el siguiente capítulo
Se dice que las escenas se llevaron a cabo antes que
los cuatro caballos recibieran la orden de salir por toda
la tierra, porque la primera inestabilidad, producto de
ellos tuvo lugar por el año 70 d.C., cuando Jerusalén fue
destruida por los Romanos. Esto significa que el tiempo
en que los cuatro ángeles estuvieron deteniendo los cuatro vientos abarcó, aproximadamente, unos treinta y seis
años contados a partir del momento en que Pedro predicó entre los judíos reunidos el día de Pentecostés hasta
el año 70 d.C. cuando el ejército romano invadió Jerusalén para destruirla. A este período de paz se refiere la
Pax Romana ya antes mencionada en la página 31. En
algún momento, en medio de ese período, el evangelio
produjo las primicias o primeros frutos para Dios; y la
acción de los cuatro ángeles, deteniendo los cuatro vientos, fueron una clara demostración de la paciencia y
buena voluntad de Dios hacia la simiente de Abraham.
Por consiguiente, las escenas de esta visión corresponden, en el orden del tiempo, a eventos que fueron
llevados a cabo cuando todos los apóstoles estaban juntos en Jerusalén, robustos, y seguramente la mayoría de
ellos eran jóvenes, a los cuales todavía no les había llegado el momento de comenzar a obedecer el mandamiento de Cristo de ir por todo el mundo a predicar el
evangelio.
Fue durante ese tiempo de su juventud cuando, sin
que ellos lo supieran, los cuatro ángeles estaban deteniendo todo movimiento de inestabilidad guerrera que
pudiera estropear los planes decretados por Dios. Durante aquel tiempo Juan estaba joven; por decir algo,
posiblemente andaba por los veinte años de edad.
CAPÍTULO 7
Conclusión del sexto sello
Los 144 mil sellados
Después de anunciar los terribles acontecimientos
que acompañarán la segunda venida del Señor, y las
angustias sobre los moradores de toda la tierra, ahora a
Juan le es mostrada una visión correspondiente a la iglesia de Dios del siglo I de nuestra era, con un número
bastante considerable de Israelitas, de todas las tribus de
los hijos de Israel. La visión es como sigue:
Apocalipsis 7.2
Vi también otro ángel, que subía desde donde sale el sol y
que tenía el sello del Dios vivo. Clamó a gran voz a los cuatro ángeles a quienes se les había dado el poder de hacer
daño a la tierra y al mar.
En la visión aparece otro ángel, el quinto de esta escena; viniendo del Oriente, portaba el sello del Dios
vivo con el cual los creyentes de todas las tribus de Israel
debían ser sellados para ser reconocidos frutos de la
predicación del evangelio. El sello es un símbolo, y representa al Espíritu Santo dado en el bautismo.
Apocalipsis 7.1
Después de esto vi cuatro ángeles de pie sobre los cuatro
ángulos de la tierra, deteniendo los cuatro vientos de la tierra
para que no soplara viento alguno sobre la tierra ni sobre el
mar ni sobre árbol alguno.
Esta escena se llevó a cabo antes de que los cuatro
caballos (Apocalipsis 6) recibieran la orden de salir por
toda la tierra a causar daño; era necesario que el ambiente fuera adecuado para predicar las buenas nuevas
al pueblo de Israel; paz estable, no amenazas de invasión, economía estable, no guerras, no sequías, cosechas
normales, no pugnas entre miembros de las diferentes
sectas del pueblo, en fin, el ambiente en general debía
ser apropiado para la gran labor apostólica de predicar
el evangelio primeramente a las ovejas perdidas de la
casa de Israel.
Apocalipsis 7.3
diciendo: «No hagáis daño a la tierra ni al mar ni a los
árboles hasta que hayamos sellado en sus frentes a los siervos de nuestro Dios.
Es decir, no perturben la estabilidad del ambiente
hasta que hayamos hecho el trabajo. Nadie, ni siquiera
los Apóstoles, conocía el siguiente paso después que el
Señor fue alzado hacia los cielos desde el monte de las
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Olivas. Lo único que debían hacer era quedarse en Jerusalén para ser investidos del poder de lo alto. Así, el sellamiento daría inicio con el primer mensaje dado por
Pedro en el día de Pentecostés.
En el campo de las realidades eternas, esta escena de
sellarlos, es real, pero en el campo de las realidades terrenas ha de entenderse que no fueron sellados literalmente en sus frentes, más bien el sellamiento ocurrió en
el bautismo en el cual recibieron el Espíritu Santo; ese
fue el reconocimiento de Dios para aquellos que aceptaron el mensaje de salvación, bien que por eso está escrito en Efesios 4.30:
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual
fuisteis sellados para el día de la redención.
Toda persona que acepta la enseñanza de Cristo es
sellada por el Altísimo con su Espíritu al momento de su
bautismo, y su nombre es escrito en el libro de la vida.
En sí, ese sello es el reconocimiento de ser parte del
pueblo especial que va a heredar la vida eterna. Y los
primeros en ser sellados fueron los primeros frutos del
evangelio, es decir, los 144.000 israelitas.
Las palabras de Apoc. 7 3: “a los siervos de nuestro
Dios”, son bastante significativas porque la costumbre
en el antiguo tiempo era marcar a los esclavos o siervos
para ser reconocidos como personas no libres sino pertenecientes a un amo o señor; cuando algún israelita se
entregaba voluntariamente a servir a otro, le era horadada una oreja en acto público, a partir de allí pasaba a
pertenecer a ese amo para siempre. Así sucede con los
siervos o esclavos de Dios, él los sella públicamente, los
reclama de su pertenencia y les da responsabilidades,
pero también les regala muchas bendiciones y por fin la
vida eterna.
cido grupo de primicias. Se debe tomar en cuenta que
esto no significa que ambas tribus hayan sido desechadas para siempre, Ezequiel 48, del 1 en adelante, nombra a Dan y Efraín con sus hermanos en el reino futuro
de Cristo. Como estoy diciendo, la exclusión de aquellas
dos tribus se relacionó con la selección de los 144.000
debido a su actitud rebelde contra el Altísimo ocurrida
siglos antes de venir Cristo. Su exclusión en Apoc. 7.4-8
podría sugerir que su herencia idólatra había continuado después de la cautividad asiria y babilónica. Si eso
fuera así, entonces las cartas de Hebreos, Santiago y
Pedro dirigidas a los redimidos de las doce tribus incluirían a José y Manasés y excluirían a Dan y Efraín. Voy
a parar este tópico para continuar con el comentario.
La orden de frenar cualquier crisis política y la orden
de sellar a las personas es clara y sin ninguna dificultad
para entender que se trata del pueblo de Israel del siglo
primero de nuestra era.
Primicias son primeros frutos, lo cual, claramente
significa una labor llevada a cabo en los albores del
evangelio, cuando apenas la iglesia de Dos estaba comenzando en el siglo I E.C.
La multitud vestida de ropas blancas
Apocalipsis 7.9
Después de esto miré, y vi una gran multitud, la cual
nadie podía contar, de todas las naciones, tribus, pueblos y
lenguas. Estaban delante del trono y en la presencia del Cordero, vestidos de ropas blancas y con palmas en sus manos.
El número de primicias de todas las tribus de Israel,
que fueron 144.000, había sido completado. El siguiente
paso de los apóstoles fue ir por todo el mundo y hacer
discípulos de todas las naciones, lo cual ciertamente fue
un rotundo triunfo porque las naciones han estado recibiendo el mensaje de salvación desde hace unos mil novecientos años, generación tras generación, a través de
los siglos, continuarán escuchándolo hasta el tiempo en
que la gracia se cierre para el mundo, como está dicho
por Pablo (Romanos 11:25 “hasta que haya entrado la
plenitud de los gentiles”), y el mensaje vuelva a Israel
para salvación.
El mundo gentil habla diferentes lenguas, lo cual explica la razón por la cual fue necesario que los misioneros de la iglesia del primer siglo fueran dotados por el
Espíritu Santo del don de lenguas; de otra manera su
trabajo habría sido infructuoso. A Juan le fue mostrada
una gran multitud que a los humanos es imposible contar, una multitud sacada de todas las naciones, de todas
las razas, de todas las condiciones sociales a través de los
siglos.
Siendo que todos los mostrados a Juan en la visión
sostienen palmas en sus manos, es señal de haber sido
Apocalipsis 7. 4 -8
Y oí el número de los sellados: ciento cuarenta y cuatro
mil sellados de todas las tribus de los hijos de Israel. De la
tribu de Judá, doce mil sellados. De la tribu de Rubén, doce
mil. De la tribu de Gad, doce mil. De la tribu de Aser, doce
mil. De la tribu de Neftalí, doce mil. De la tribu de Manasés, doce mil. De la tribu de Simeón, doce mil. De la tribu
de Leví, doce mil. De la tribu de Isacar, doce mil. De la
tribu de Zabulón, doce mil. De la tribu de José, doce mil.
De la tribu de Benjamín, doce mil sellados.
En esta lista José es nombrado como tribu, pero se
refiere a su hijo Efraín. Parece que la honra que debió
poseer Efraín le fue retirada por su rebeldía y por su
idolatría, y el nombre de José fue honrado. La tribu de
Dan fue sustituida por la de Manasés que fue el otro hijo
de José; la sustitución tiene que ver con las profundas
tendencias idólatras de Dan (Jueces 18.30). De esa manera, dos tribus fueron sustituidas dentro de este bende-39-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
declarados vencedores, y es señal que esta visión se refiere a los últimos tiempos puesto que el mensaje hoy en
día continúa rindiendo mucho fruto.
hay modo de conocerlos pues en ninguna parte de las
Escrituras son mencionados excepto en el libro de Apocalipsis, y aun ese libro no toma cuidado en introducirlos para ser identificados. Pero aunque nada se sabe de
ellos, poseen una categoría que no poseen los ángeles, ni
arcángeles, ni serafines, ni querubines, pero claro, tal
como las multitudes celestiales, así ellos tienen al Altísimo y al Hijo como sus creadores. Los veinticuatro están
sentados cada uno en un trono o silla, y Dios los ha coronado; al igual que todos los seres celestiales, ellos miran el rostro de Dios, y se postran delante de él y delante
del Cordero.
La pregunta que formulan a Juan: “¿de dónde han
venido?” no debe entenderse como que esa gran multitud ha llegado al cielo, más bien posee el mismo significado de “¿de dónde han salido?, y está claro que es así
como debe entenderse pues el versículo 14 lo declara.
Apocalipsis 7.10
Clamaban a gran voz, diciendo: ¡La salvación pertenece
a nuestro Dios, que está sentado en el trono, y al Cordero!
Las voces juntas son semejantes a un potente trueno,
que dan loores al Todopoderoso, y a su Hijo, por haberles regalado la salvación y la vida eterna. Este es un grito de acción de gracias y de alegría. Me atrevo a pensar
que muchos de los lectores que tienen en sus manos este
libro están contados en esa multitud alabando al Altísimo por su misericordia, y al Cordero por haberlos redimido, y alcanzaron la victoria llegando al final de sus
días en plena obediencia a la Palabra de Dios.
Apocalipsis 7.11
Y todos los ángeles que estaban en pie alrededor del trono
y de los ancianos y de los cuatro seres vivientes, se postraron
sobre sus rostros delante del trono y adoraron a Dios.
Los ángeles presentes están en aquella reunión en la
cual está el Altísimo sobre su trono rodeado de los cuatro serafines mas los ancianos formando un círculo, los
ángeles elevaron su voz de alabanza al tiempo que los
serafines y los ancianos se postraron. Es interesante que
la posición de todos los seres no es de rodillas sino postrándose sobre sus rostros, similar a como nuestro Señor
Jesucristo lo hacía cuando estuvo sobre la tierra. La adoración es de gratitud por el sellamiento de judíos primicias y por la gran muchedumbre de gentiles que a través
de todas las edades han estado entrando a formar parte
de los bautizados que alcanzarán la salvación.
Apocalipsis 7.14
Yo le dije: Señor, tú lo sabes. Él me dijo: Estos son los
que han salido de la gran tribulación; han lavado sus ropas
y las han blanqueado en la sangre del Cordero.
Es interesante que Juan mira esos ancianos con respeto, y aunque no hay indicios de que se haya postrado
ante ellos, al que le habla lo identifica como un señor
que de antemano conoce la procedencia de la enorme
cantidad de seres vestidos de blanco (literalmente, envueltos en mantos blancos).
Las primicias fueron completadas mientras los cuatro
ángeles estaban deteniendo los cuatro caballos como se
ha visto arriba, y es claro que mientras se predicó el
evangelio las primicias no estuvieron involucrados en
ninguna tribulación; la pregunta y respuesta del anciano no los incluye en la gran muchedumbre. Maravillosamente, de la persecución, sea material o espiritual
ningún temeroso de Dios escapa, después de todo, escrito está que el que quiere vivir en santidad padecerá persecución, como está declarado en 2 Timoteo 3.12.
Esto es interesante de observar con cuidado, porque
el verso 14 menciona la gran tribulación que es causada
por los cuatro caballos ya mencionados anteriormente.
Con todo, Apocalipsis no menciona que esos cuatro
movimientos hayan sido organizados por el diablo, pero
aun así, él obtiene gran ganancia engañando a la humanidad para impedirles aceptar el evangelio.
Debe entenderse que esta tribulación no señala a una
situación aflictiva futura como se pudiera imaginar, su
significado es mucho más amplio y abarca todos los siglos en que el pueblo de los santos ha sido perseguido y
masacrado tanto por el dragón, como por la bestia, y el
falso profeta, en otras palabras, por el mismo Satán manifestado en esos tres seres.
Apocalipsis 7.12
diciendo: ¡Amén! La bendición, la gloria, la sabiduría, la
acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza sean a
nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!
Obsérvese que la reunión mostrada a Juan en esta
visión pertenece al futuro es decir, no es que esta escena
mostrada pertenezca al pasado. Incluso al presente los
gentiles continúan siendo sellados pues la cantidad de
creyentes que han de triunfar no se ha completado; pero
en la visión mostrada a Juan esa multitud ya ha sido
completada.
Apocalipsis 7.13
Entonces uno de los ancianos habló, diciéndome: Estos
que están vestidos de ropas blancas, ¿quiénes son y de dónde
han venido?
Como se ha dicho antes, la identidad de los veinticuatro ancianos nunca será conocida, sencillamente no
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Tribulación es una palabra con significado bastante
amplio y significa congoja, pena, tormento o aflicción
moral, y persecución física, moral y espiritual. Esto
quiere decir que la persecución es sólo una parte de los
resultados involucrados en el significado de “tribulación”.
En siglos pasados esos tres espíritus perversos, manipulando a los poderes terrenales, han hecho sufrir al
pueblo de Dios físicamente en los centros de tortura y
lugares públicos en donde con verdadera demostración
de odio contra Dios fueron sometidos a los más crueles
tormentos con el propósito de obligarlos a desistir de su
empeño de adorar al que vive por los siglos de los siglos.
El falso profeta (la segunda bestia) ha estado sirviendo
a los propósitos de la la primera bestia, y por cierto, tienen por domicilio común el abismo.
diablo, los cuales significan los diversos modos en que el
diablo ataca a la persona ya sea con hechos, pensamientos y sentimientos.
Es cierto que la tribulación de los siglos pasados fue
horrorosa, pero los que murieron mutilados o quemados
o ahorcados alcanzaron la victoria porque en su mente y
corazón estaba viva la llama de la victoria. En medio del
horrible dolor cerraron sus ojos, quizás inundados de
lágrimas debido al dolor causado por sus verdugos, pero
semejante dolor no fue capaz de eclipsar la enorme satisfacción de haber vencido y alcanzado la victoria sobre
el dragón y la bestia.
En la época moderna el ataque está dirigido al espíritu y al alma. Véase esto: Una de las armas más poderosas contra los creyentes es el entretenimiento. ¿Acaso no
es cierto que millones de cristianos complacidamente
pagan para mirar películas en las cuales el Cordero de
Dios, que dio su vida para redimir de la muerte a la
humanidad es degradado, ridiculizado, inundado con
improperios, y visto con desdén?
¿Acaso no es cierto que actualmente algunos gobiernos del mundo airadamente se oponen a que los creyentes oren en las escuelas, centros públicos y lugares de
trabajo? ¿Acaso no es cierto que algunos gobiernos del
mundo prohíben a los cristianos manifestar públicamente su fe, mientras que al mismo tiempo a miembros de
otras religiones sí se les permite manifestarse públicamente? ¿Acaso no es cierto que algunos gobiernos
prohíben los Diez Mandamientos en centros públicos?
¿Acaso no es cierto que algunos gobiernos prohíben la
lectura de la Sagrada Escritura en centros públicos?
¿Acaso no es cierto que algunos gobiernos del mundo
son la causa de que los hijos tomen caminos equivocados cuyo fin es su propia destrucción? ¿Acaso no es cierto que mucha de la música actual son claras blasfemias
contra el Cordero de Dios? ¿Acaso no es cierto que mucha de esa música va cargada con mensajes de violencia,
y de incitación diabólica a probar manifestaciones de la
carne contrarias a la voluntad de Dios? ¿Acaso no es
cierto que desde la década de los años de 1960 la música mundana estridente y la música cristiana fueron fundidas en una sola? Acaso no es cierto que el mundo impone las reglas sobre el cristianismo cómo debe interpretar la Biblia? ¿Acaso no es cierto que actualmente el
cristianismo está totalmente debilitado en lo referente a
aplicación de doctrina bíblica? Todo esto, y muchas
otras manifestaciones similares son las armas conque el
dragón está llevando a cabo su labor. Sin embargo, nadie tiene los ojos abiertos para ver el peligro.
¡Esto es tribulación contra el alma y espíritu! Y los
tres espíritus inmundos están venciendo a la religión
cristiana, excepto a aquellos que conocen que Dios y su
¿Hay tribulación en este tiempo?
Probablemente la respuesta común sea no. Y ciertamente los días en los cuales el falso profeta aterrorizaba
al mundo por medio de sus amenazas y demostraciones
de fuerza despiadada han pasado, al menos por el momento, pero volverán en el futuro. Hoy no hay tribulación física para el pueblo de Dios, nadie es perseguido;
ningún hijo de Dios está siendo privado de sus libertades, nadie tiene que esconderse y vivir en anonimato,
nadie teme que de un momento a otro alguna comisión
comandada por algún enviado del falso profeta llame a
la puerta para arrestar a los moradores de esa casa acusándolos de herejía. Nadie es subido a un cadalso para
ser ejecutado públicamente por contradecir al falso profeta que es la misma segunda bestia.
Pero no se debe olvidar que el dragón nunca
descansa sabiendo que le queda poco tiempo. Su trabajo
nunca ha parado y nunca parará sino hasta que venga el
momento en que sea encadenado y encerrado en su lugar de morada que es el abismo. Hasta entonces va a
suspender su actividad, la cual va a continuar después
que mil años hayan pasado (Apoc. 20.7).
En ningún momento de la historia de la humanidad
ha dejado de haber tribulación para quienes aman a
Dios y obedecen su palabra; lamentablemente, muchos,
quizás la mayoría de cristianos, no ha detectado cómo es
que el dragón hoy en día desarrolla su trabajo.
La tribulación actual no tiene como blanco la parte
física de las personas sino la espiritual y la psicológica, es
decir, al espíritu y al alma. Esta es la razón por la cual
millones piensan que hoy no hay tribulación. Semejante
inadvertencia está proporcionando al dragón enorme
ventaja sobre los confiados pues no pueden ver el peligro en el cual se encuentran o en que han caído. 2 Timoteo 2.26 hace referencia a los lazos, o trampas del
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Hijo no son cambiadizos ni se adaptan a los dictámenes
del paganismo, sino que se sostienen firmes en medio de
esa persecución lanzada por el diablo contra el alma y el
espíritu humano.
Entiéndese que la gran tribulación mencionada por el
anciano (Apoc. 7.14) no sólo ha repercutido sobre la
humanidad por medio del dolor físico, sino, actualmente, atacando al alma y al espíritu. Hoy no son tiempos
en los cuales el pueblo de Dios “no podrá comprar o
vender”, como dice Apocalipsis 13, sino tiempos difíciles
en los cuales la gran tribulación está siendo llevada con
tácticas diferentes; tan diferentes que muy pocos han
tenido capacidad de notarlo, la mayoría está sucumbiendo.
Quienes reclaman que el cristianismo debe evolucionar y que debe ser visto desde el punto de vista del pensamiento moderno, no se dan cuenta que su inspiración
y fuerza para tales posturas proviene del dragón a quien
sirven.
Dichosos los que se sostienen invariables en su obediencia a la Palabra de Dios, porque al tiempo señalado
obtendrán un rotundo triunfo del cual está escrito:
Eventos para el futuro
Leer el libro de Apocalipsis es interesante porque pone al alcance de sus lectores una serie bastante amplia
de escenas en las cuales la humanidad va a padecer duras consecuencias debido a fenómenos sobrenaturales
que vendrán.
Pero esos padecimientos está preparados para venir
en el tiempo de las siete plagas e incluso después del
reinado de Cristo de mil años sobre la tierra. Todo eso
es expuesto en los siguientes capítulos.
Los capítulos 8 al 11 de Apocalipsis tratan acerca de
anuncios de grandes calamidades que vendrán sobre la
humanidad en días lejanos, tan lejanos como que vendrán después del reino de Cristo sobre la Tierra.
CAPÍTULO 8
El Séptimo Sello, último de los siete del librito
(Apoc. 5.1)
Apocalipsis 8.1
Cuando abrió el séptimo sello, hubo un silencio en el
cielo por espacio como de media hora.
No es el ángel quien está calculando la media hora,
mas bien es Juan. Esto significa que sus palabras no se
deben tomar como motivo para imaginar que él está
mencionando “media hora profética”. Ni los profetas
del Antiguo Pacto ni los Apóstoles y profetas del Nuevo
conocieron que existiera un “reloj profético”. El silencio
calculado por Juan como de media hora inmediatamente después de que el Señor ha abierto el último sello significa que se trata de algo inquietante. Las visiones aquí
mostradas se refieren a eventos postmileniales.
Apocalipsis 7.15-17
Por eso están delante del trono de Dios y lo sirven día y
noche en su templo. El que está sentado sobre el trono extenderá su tienda junto a ellos.
Todos los de la gran muchedumbre que a través de
las edades han salido victoriosos de la tribulación, manifestada de diferentes maneras, a que fueron sometidos
por el diablo están frente al trono. Estar frente al trono
significa ser dignos de estar en la presencia del Señor
gozando con él.
Ya no tendrán hambre ni sed, y el sol no caerá más
sobre ellos, ni calor alguno,
Efectivamente, quienes alcancen las delicias del Reino serán como los ángeles del cielo, lo cual significa no
estar sujetos a las mismas necesidades y padecimientos
de los humanos. Sin que el calor o el frío los sofoque.
Sin que el desgaste físico esté presente
porque el Cordero que está en medio del trono los pastoreará y los guiará a fuentes de aguas vivas. Y Dios enjugará
toda lágrima de los ojos de ellos. Apoc. 7.17.
Mejor dicho, “el Cordero sentado en el trono los gobernará” Estos últimos tres versos se cumplirán en la
primera resurrección, cuando los victoriosos sean levantados para vivir eternamente, sin preocupaciones de
ninguna clase, sin temor a las artimañas del diablo; despertados al toque de la final trompeta para nunca más
volver a experimentar la muerte. Después de ese glorioso período de mil años pasarán a vivir en la eternidad,
en un ambiente de paz eterna.
Apocalipsis 8.2
Vi siete ángeles, que estaban en pie delante de Dios, a los
cuales fueron dadas siete trompetas.
Habiendo transcurrido ese tiempo, que a Juan le pareció como de media hora, las escenas vuelven a ser
acompañadas por los sonidos que él ha descrito en los
capítulos anteriores. Asimismo, vio siete ángeles que,
estando frente a Dios, les fueron dadas siete trompetas.
La lectura de los versos siguientes es interesante para
quienes se afanan por obedecer las enseñanzas del
Maestro, pues las visiones que a Juan le van a ser mostradas tienen que ver con la ira divina sobre las naciones
que existirán después del reinado de Cristo.
Apocalipsis 8.3
Llegó otro ángel, y púsose en pie junto al altar, con un
incensario de oro, y fuéronle dados muchos perfumes para
unirlos a las oraciones de todos los santos sobre el altar de
oro, que está delante del trono.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Un octavo ángel apareció junto al altar, en su mano
tenía un incensario. La frase muchos perfumes no necesariamente significa amplia variedad de perfumes, más
bien significa abundante perfume agradable a Dios; esta
escena sirve para recordar la orden del Altísimo dada a
Moisés de fabricar el incienso para el templo dedicado a
su adoración tomando cuidado en seleccionar las especias que debía utilizar, pero no limitó la cantidad de perfume a producir (Éxodo 30.34-38). Por otra parte, las
oraciones de los santos suben desde la tierra hacia el
trono de Dios (Apoc. 5.8) tal como David lo sabía al decir: Suba mi oración delante de ti como el incienso, el don de mis
manos como la ofrenda de la tarde. Salmo 141.2.
Esa cantidad de perfume es agregada a las oraciones
del pueblo santo, pues que sus oraciones son tan agradables como el perfume del incienso que el ángel va a
quemar frente a Dios. Oraciones de acción de gracias,
oraciones por los enfermos, por los ancianos y niños,
por viudas y huérfanos, y por todos aquellos casos que
tocan el alma humana; oraciones de intercesión a favor
de quienes todavía no han llegado al conocimiento de la
verdad, oraciones por las autoridades, etc.
pues aquella gente va a recibir la justa recompensa por
haber desaprovechado la gran oportunidad de ser pueblo de Dios.
El profeta Isaías (32:5-6) habla de ese tipo de personas de la manera siguiente:
El ruin nunca más será llamado generoso ni el tramposo
será llamado respetable. Porque el ruin habla ruindades y su
corazón maquina iniquidad, para cometer impiedad y para
decir blasfemias contra Jehová, dejando vacío al que tiene
hambre y privando de beber al sediento.
Todo lo cual claramente señala la razón justificada de
Dios para traer sobre ellos una serie de demostraciones
por las cuales echarán de ver el costo que tendrán que
pagar por su falta de interés ante la divina generosidad
de salvación y gozo eterno.
En aquel tiempo en el cual el diablo estará atado, sin
poder para influir, será la persona la que decida por sí
misma aceptar o rechazar a Dios; entonces nadie pondrá sobre el diablo una culpa que no se corresponderá.
Apocalipsis 8.6
Los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.
Los eventos correspondientes al toque de estas trompetas ocurrirán después del reino de mil años de Cristo,
en un tiempo cuando el diablo sea liberado de las cadenas y su poder le sea restituido y las naciones vuelvan a
padecer su fuerte presión.
El toque de estas trompetas no debe ser confundido
con el derramamiento de las siete plagas postreras
(Apoc. 16) que vendrán antes de comenzar el reinado de
Cristo sobre la tierra.
Apocalipsis 8.4
El humo de los perfumes subió, con las oraciones de los
santos, de la mano del ángel a la presencia de Dios.
Desde el siglo I de nuestra era todas las oraciones de
los santos han estado subiendo hasta el trono, y así continuarán hasta que venga el momento en que toda oración intercesora haya de cesar; porque el tiempo está
determinado en el cual el pueblo de Dios no podrá orar
a favor de nadie. Nosotros lo sabemos, y el Espíritu de
Dios anunciará en aquel tiempo a los redimidos que el
momento de parar toda oración intercesora habrá llegado.
Apocalipsis 8.7
Tocó el primero la trompeta, y hubo granizo y fuego mezclado con sangre, que fue arrojado sobre la tierra; y quedó
abrasada la tercera parte de las tierra, y quedó abrasada la
tercera parte de los árboles, y toda hierba verde quedó abrasada.
Estos sucesos, como se está diciendo, vendrán después de los mil años del reinado de Cristo. Ese largo
período habrá terminado, y ninguno de los pecadores lo
sabrá, y en semejante condición de ignorancia, el tiempo de dolor les habrá llegado. Terrible sorpresa la que
van a tener en aquel tiempo; Y por las palabras repetidas varias veces, claramente la tercera parte de la Tierra
va a padecer las consecuencias.
El primer ángel tocará su trompeta, y granizo y fuego
mezclado con sangre va a caer para quemar la tercera
parte de la vegetación, eso señala tiempos de grande
carestía alimenticia puesto que las cosechas van a sufrir
terrible impacto. Los humanos no van a mirar el grani-
Apocalipsis 8.5
Tomó el ángel el incensario, y lo llenó del fuego del altar,
y lo arrojó sobre la tierra; y hubo truenos, voces, relámpagos
y temblores.
La visión sugiere que el ángel lanzó el fuego desde el
cielo a la tierra, significando con eso que algo terrible
está determinado sobre la humanidad en un tiempo
cuando nadie presagiará sucesos anormales, después de
todo, habrán estado viviendo mil años de gozo, paz, y
progreso, libres de fenómenos naturales de esos que causan dolor y angustia. Quienes durante ese tiempo hayan
despreciado la oportunidad de aceptar a Cristo como
salvador pronto conocerán cuán grave habrá sido su
error.
De esa manera, el plan de Dios de castigar la indiferencia hacia su Palabra habrá comenzado a cumplirse
-43-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
zo ni el fuego mezclado con sangre, porque esta es una
visión mostrada a Juan con lo cual se le describen los
terribles sucesos que en ese tiempo han de venir pero sí
van a sentir los efectos mortales.
Apocalipsis 8.10
El tercer ángel tocó la trompeta, y cayó del cielo una gran
estrella ardiendo como una antorcha. Cayó sobre la tercera
parte de los ríos y sobre las fuentes de las aguas.
El toque de la tercera trompeta anuncia que los moradores de la tierra van a padecer sequía. Pero esta sequía no se debe a escasez de agua, sino a un asombroso
fenómeno que va a impedir que el agua pueda beberse.
Apocalipsis 8.8
El segundo ángel tocó la trompeta, y fue arrojada en el
mar como una gran montaña ardiendo en llamas, y convirtióse en sangre la tercera parte del mar.
No está escrito cuánto tiempo va durar el efecto de
cada trompeta, pero sus efectos son para causar pánico,
angustia y dolor sobre la gente que viva en ese tiempo.
Lo notorio es cuánto va a abarcar esa plaga, ya que el
texto menciona la tercera parte del mar, y la humanidad
de aquel entonces se va a llevar la sorpresa de su vida
viendo no sólo la tercera parte de la vegetación abrasada, sino también cambio en el del agua de los mares.
Enfatizo que estas trompetas no son lo mismo que las
copas de la ira de Dios mencionadas en el capítulo 16
de Apocalipsis del cual oportunamente comentaremos,
porque las trompetas que hoy nos ocupan serán tocadas
después del reino de Cristo de mil años, y sus efectos
serán parciales; mientras que las siete plagas postreras
serán derramadas antes del reino milenario.
Durante el toque de las siete trompetas la tercera parte de la tierra habrá de sufrir; en cambio durante las
siete plagas el castigo es a nivel mundial.
El toque de la segunda trompeta tendrá repercusiones sobre el mar y obviamente sobre la fauna marina, lo
cual claramente dice que los estragos apuntarán hacia el
transporte marítimo y hacia los animales muchos de los
cuales forman parte de la dieta alimenticia de los humanos.
Apocalipsis 8.11
El nombre de la estrella es Ajenjo. La tercera parte de las
aguas se convirtió en ajenjo y muchos hombres murieron a
causa de esas aguas, porque se volvieron amargas.
Los efectos de la tercera trompeta vendrán sobre el
agua para consumo humano; habrá agua en abundancia pero nadie podrá beberla, en otras palabras, la sed
causará terribles estragos. Quien haya tenido oportunidad de probar agua con ajenjo puede tener una idea de
lo que va a ser esa plaga.
Es claro que esta, aunque es una estrella, no es literal
como esas que se ven en el firmamento, más bien se debe tener en mente que esta es sólo una visión mostrada
a Juan acerca de estragos que los hombres de aquel entonces tendrán que padecer; además, tiene un nombre
específico, y sus efectos son también específicos; y está
preparada para alterar el agua de uso personal. Sus
efectos alterarán solamente la tercera parte de las aguas.
Apocalipsis 8.12
Tocó el cuarto ángel la trompeta, y fue herida la tercera
parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte
de las estrellas, de suerte que se oscureció la tercera parte de
las mismas, y el día perdió una tercera parte de su brillo, y
asimismo la noche.
Los efectos de la cuarta trompeta están apuntados
hacia el sol, la luna y las estrellas, y el texto no parece
reflejar que se trate de un período de pocos días, por
que el propósito es mostrar a la gente cuán cara les va a
costar su insensibilidad hacia las cosas de Dios.
Durante el tiempo que va a durar el efecto los días no
serán iguales a los nuestros, sino días en los cuales la
fuerza de la luz y el calor que recibe la Tierra proveniente de los astros será reducida a poco más o menos
un 66%. Después de todo, esa reducción será suficiente
para causar estragos sobre el mar, sobre las cosechas y
sobre la vida animal del mundo de aquel entonces pues
el calor proveniente del sol será insuficiente. Cualquiera
que sea el resultado está destinado a ser una demostración de la reacción de Dios sobre la indiferencia conque
los hombres habrán recibido la invitación que por medio de sus mensajeros les habrá hecho a participar del
gozo eterno.
Apocalipsis 8.9
Y murió la tercera parte de las criaturas que hay en el
mar de las que tienen vida, y la tercera parte de las naves fue
destruida.
El claro que ninguno de los que van a sufrir estos padecimientos va a mirar alguna enorme mole cayendo
del cielo como una montaña ardiendo, tampoco van a
mirar el granizo y el fuego mezclado con sangre provenientes de la primera trompeta, más bien van a sentir
los efectos.
Las visiones fueron exclusivas para Juan, no para los
pecadores que van a padecer, después de todo ellos serán indignos de mirar esos fenómenos pero van a sufrir
sus efectos.
De la manera en que otras visiones para tiempos lejanos han sido mostradas, así este registro es una información de Jesucristo a nosotros hoy sobre eventos muy
lejanos por venir.
-44-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 8:13
Miré, y oí un ángel que volaba en medio del cielo y decía
a gran voz: ¡Ay, ay, ay de los que habitan en la tierra, a
causa de los otros toques de trompeta que están para tocar los
tres ángeles!
Es bastante interesante saber que el texto griego del
Nuevo Testamento no menciona un ángel sino un águila. Según el texto griego, el águila es la que advierte lo
que vendrá sobre los moradores de la tierra. Pero esta
no es un águila común, más bien se trata de un serafín.
Debe recordarse que entre los serafines que rodean el
trono del Altísimo (Revelación 4:6-7) uno de ellos posee
cabeza de águila; éste, o uno como este es el que Juan
vio declarado lo que resta por venir.
to está destinada a caer sobre la morada del diablo, pero
el Altísimo ha preparado una especial para ese propósito.
El texto dice que a esa estrella le fue dada una llave
especial. Es especial porque por llave ha de entenderse
el impacto de su caída con lo cual va a abrir el pozo.
Por otra parte, aunque lo he mencionado varias veces, conviene continuar enfatizando lo que la Santa Escritura dice respecto a ese abismo; porque algunos pasajes de ella identifican las profundidades del mar llamándoles abismo. Pues bien, en ese abismo profundo, hay
un pozo (cueva) que la estrella va a abrir con el impacto
de su caída. ¿Suena esto ridículo, o imaginario? No importan las opiniones, el mejor respaldo acerca de cuanto
digo lo proporciona la Palabra de Dios.
Los tres ayes
El serafín que voló frente a Juan iba gritando:, «¡Ay,
ay, ay de los que habitan en la tierra, a causa de los otros
toques de trompeta que están para tocar los tres ángeles!». Estos tres ayes son tres sentencias de castigo que
van a venir en su debido tiempo.
El primer ay tiene que ver con quienes sobrevivan las
consecuencias de las primeras trompetas.
El segundo hay vendrá contra los que tienen a la bestia como su líder contra Dios.
El tercer ay se refiere al castigo final en el lago de
fuego, con lo cual se va a cerrar el último capítulo de la
historia de la humanidad que empezó con la caída en el
Edén.
Curiosamente, el ángel que está mostrando la visión a
Juan, sólo le muestra el contenido de dos ayes, del tercero nada dice, pero estar familiarizado con el contenido
de este libro profético facilita entender que su cumplimiento se relaciona con aquellos a quienes el Señor Jesucristo dirá: “apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles” (Mateo 25:41). La sentencia, o ayes, está puesta; escapar de sus consecuencias no
será opción porque la oportunidad para ese escape habrá pasado.
Apocalipsis 9.2
Abrió el pozo del abismo, y del pozo subió humo como
humo de un gran horno, y el sol y el aire se oscurecieron por
el humo del pozo.
Por el impacto el pozo del abismo será abierto a su
debido tiempo. De ese pozo Juan vio salir humo como el
que sale de un enorme horno. Saldrá hacia la superficie
para causar estragos sobre los humanos.
Claro que esa estrella no será vista por nadie, más
bien a Juan le fue mostrada cayendo y abriendo el pozo
para que él describiera para la posteridad lo que va a
acontecer en una realidad que a nadie le está facultado
mirar sino solo a él. Y si bien esa escena va a acontecer,
la humanidad únicamente sentirá los efectos que están
descritos como espeso humo.
Ese espeso humo en la realidad humana significa
confusión mental, inestabilidad social, dificultades económicas, etc., todo lo cual será promovido por el diablo,
cuyos efectos son descritos aquí como espeso humo que
cubrirá la tierra, después de todo, el pozo de donde ese
humo saldrá es la morada del diablo, y él no desperdicia
oportunidad para sembrar caos entre las naciones; estando la gente en tal situación el diablo atacará con sus
huestes de malicias espirituales. Recuérdese que las siete
trompetas sonarán en tiempos bastantes lejanos al nuestro, más específicamente, después del reino de Cristo
sobre la tierra. Debe tomarse en cuenta que durante ese
glorioso reinado, y después de él, la procreación humana no se detendrá, y la reacción de la gente será exactamente igual a la actual, es decir, unos aceptando a
Cristo como salvador y otros rechazándolo. Adviértase
que es a este segmento de la humanidad a la cual se refiere el Señor Jesucristo en Mateo 25.34,41, en cuyo pasaje anuncia que los salvos heredarán la eternidad y los
malditos irán al fuego eterno a pagar el precio de su
indiferencia hacia la Palabra de Dios.
CAPÍTULO 9
Continuación de las trompetas
Apocalipsis 9.1
El quinto ángel tocó la trompeta, y vi una estrella que
cayó del cielo a la tierra. Y se le dio la llave del pozo del
abismo.
Esta estrella no es literal sino similar a la mencionada
en Apoc. 9.10-11, tampoco se debe pensar que representa a personaje humano como un líder o algún estadista, etc., los efectos de su caída lo comprueban. Ninguna estrella de esas que se pueden ver en el firmamen-45-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 9.3
Del humo salieron langostas sobre la tierra, y se les dio
poder, como el poder que tienen los escorpiones de la tierra.
Estas langostas son huestes espirituales de maldad de
las cuales Pablo hace referencia en Efesios 6:2, y son
comandadas por el diablo; estas son la misma simiente
de la serpiente antigua mencionada en Génesis 3:15,
cuyo propósito a través de los siglos ha sido, es y será,
causar inestabilidad a los moradores de la tierra por
medio de angustias, desesperación, horror y tribulaciones a causa del pecado.
mente les abate en gran manera, cuyos efectos ocasionan más angustia que el dolor físico.
Basten estos pequeños ejemplos para tener idea acerca del dolor que causarán los espíritus identificados como langostas, los cuales no son otra cosa sino la simiente
de la serpiente, que en aquellos días van a hundir a la
humanidad en horribles situaciones de lo cual nadie
podrá escapar. Claro que cuando menciono la simiente
de la serpiente no estoy diciendo que el diablo posee
capacidad de producir otros seres; más bien me refiero a
su capacidad de actuar de múltiples maneras al mismo
tiempo.
Claro que el pecado tiene una enorme cantidad de
manifestaciones, y lo dicho aquí sirve brevemente para
tener una idea acerca de cómo esas langostas van a afligir o atormentar a la humanidad cuando aparezcan.
Tan angustiosa será la situación hasta el grado de cumplirse el verso siguiente.
Apocalipsis 9.4
Se les mandó que no dañaran la hierba de la tierra, ni
cosa verde alguna ni ningún árbol, sino solamente a los
hombres que no tuvieran el sello de Dios en sus frentes.
A esas huestes espirituales de maldad nadie las puede
mirar, pero sí se pueden sentir sus efectos; y en el tiempo
en que van a aparecer provenientes del humo tendrán
permiso del Altísimo para dañar exclusivamente a los
humanos disolutos, a aquellos que no lo quieren como
gobernador de sus vidas. En ese tiempo la humanidad,
que habrá estado viviendo mientras el diablo ha estado
atado, conocerá el modo despiadado con el cual trata a
los humanos.
Apocalipsis 9.6
En aquellos días los hombres buscarán la muerte, pero no
la hallarán; ansiarán morir, pero la muerte huirá de ellos.
Algunos piensan que esta muerte mencionada se refiere a que aquella gente deseará el bautismo, y dan a
este texto una interpretación como que en medio de esa
tribulación la humanidad buscará bautizarse, pero este
texto habla de muerte material debido al azote de la
carne que van a padecer. El texto claramente habla de
morir físicamente no de morir al pecado. En aquellos
días el tiempo de predicación del evangelio ya desde
tiempos habrá desaparecido, y los días para el juicio
final se habrán acortado. La muerte no operará porque
el mundo tiene que padecer la ira de Dios para que entiendan cuán lamentable habrá sido desestimar la oportunidad de escapar de esos horribles momentos de angustia.
Por lo que se puede mirar, no importa qué medios se
busquen para morir, si lanzarse de lugares altos, o ingerir veneno, o ahorcarse; todo intento será fallido porque
aquellos serán tiempos de retribución, en los cuales la
muerte no será quien libre a los humanos del castigo.
Apocalipsis 9.5
Pero no se les permitió que los mataran, sino que los
atormentaran cinco meses; y su tormento era como el tormento del escorpión cuando hiere al hombre.
¿Cómo es que las malicias espirituales van a afligir a
la humanidad en aquel tiempo? Esto es interesante y
necesario saberlo, y se puede conocer por medio de saber cómo es que el diablo hoy en día aflige a la humanidad. Véanse estos ejemplos: Normalmente se piensa que
una persona adicta al alcohol o a las drogas siente placer
en su consumo, pero la verdad detrás de esa adicción es
diferente, es una situación de aflicción de alma y espíritu, de soledad, de impotencia ante el sufrimiento, de
frustración ante la incapacidad de no poder ser libre, de
miseria moral. En semejante situación la persona siempre es obligada al consumo de aquello que le causa adversidad. Lo mismo sobreviene a los adúlteros, porque
faltar a la fidelidad conyugal es contradecir a Dios y exponerse a su reprobación, a las enfermedades y a la degradación moral y al desprecio de sí mismo.
Similar a esto y al dolor causado por gran número de
circunstancias, pero elevando sus manifestaciones al
máximo, será el padecimiento causado por las langostas,
llenando de espanto y terror al mundo por medio de sus
muchas maneras de angustiar el humano. Tómese en
cuenta que aquello que los humanos sienten interna-
Apocalipsis 9.7-10
El aspecto de las langostas era semejante a caballos preparados para la guerra; en las cabezas tenían como coronas
de oro, sus caras eran como caras humanas, tenían cabello
como cabello de mujer y sus dientes eran como de leones;
tenían corazas como corazas de hierro y el ruido de sus alas
era como el estruendo de muchos carros de caballos corriendo
a la batalla; tenían colas como de escorpiones, y también
aguijones, y en sus colas tenían poder para dañar a los hombres durante cinco meses.
-46-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
La organización Testigos de Jehová coloca estas langostas en el siglo XX, y por cierto, son los únicos que en
su literatura declaran que esos horribles bichos que salen del pozo del abismo para atormentar al mundo son
ellos mismos o “la clase Juan” como se han autoidentificado (“Apocalipsis, Se acerca su magnífica culminación”, páginas 144-147) ¡Vaya cosa!
Las imágenes vistas por Juan son grotescas, repugnantes, y son reales aunque no físicas. Esas langostas son
una descripción de las huestes de maldad que son, y
serán invisibles a la vista de la humanidad; el tormento y
angustia que van a causar cuando sean soltadas será al
máximo.
Todo espíritu posee forma, y estas malicias espirituales no son la excepción, pero no está permitido a los
humanos mirarlos sino sentir el dolor, aflicción, terror y
tormento que causan. Juan pudo describirlas porque a él
le fue permitido mirarlas y mirar el espeso humo saliendo del abismo.
El texto dice que los hombres serán atormentados
durante cinco meses, que según parece, es el tiempo de
vida de una langosta natural. La duración del tormento
es de cinco meses literales, y la teoría de tomar día por
año no parece ser la mejor idea para medir ese tiempo,
porque si como algunas interpretaciones erróneamente
convierten días en años cada vez que leen profecías, entonces estos cinco meses tendrían una extensión de 150
años aproximadamente, lo cual es improbable.
Quiero enfatizar lo que he dicho en otras ocasiones
en el sentido de que el diablo no es enemigo de Dios
sino enemigo del pueblo de Dios. Dios no tiene enemigos ni rivales porque él es el Creador Todopoderoso, Él
es el creador de todo incluyendo al diablo.
Dios es el Creador, y todo funciona como él lo diseñó, y creó al diablo, para que los humanos decidan por
voluntad propia vivir al lado de Dios o seguir el camino
de Adán y Eva.
El diablo es destructor porque así fue creado, y el
momento viene cuando su poder manifestado por esas
langostas van a castigar severamente a los humanos que
no acepten a Cristo como su salvador.
Apocalipsis 9.12
El primer ay pasó; pero vienen aún dos ayes después de
esto.
Aunque los versos en los cuales el primer ay son pocos, su contenido es terrible y de sorprendentes consecuencias sobre quienes habiendo gozado de paz y prosperidad sin par, porque en medio de esa clase de vida
nunca pensarán que las cosas hayan de cambiar. De
verdad aquella será una verdadera sorpresa.
Así vendrá y pasará el primer ay o sentencia contra
quienes en aquel tiempo del toque de la quinta trompeta
estén vivos y hayan subestimado el mensaje de redención.
Apocalipsis 9.13
El sexto ángel tocó la trompeta, y oí una voz de entre los
cuatro cuernos del altar de oro que estaba delante de Dios.
Juan omite decir de quién es esa voz, sencillamente
porque no vio al que hablaba, sin embargo, esa voz podría ser la voz de Dios mismo si se toma en cuenta que
en la orden dada a Moisés, cuando construyó el altar, le
fue ordenado hacer dos querubines sobre el altar (Éxodo
25.22) desde donde Él iba a manifestarse al pueblo. Juan
vio el altar en el cielo, lo cual significa que el lector de
las Escrituras sabe de qué se trata puesto que todo lo
que contenía el templo de Israel fue hecho en base al
modelo que le fue mostrado, ese modelo, siendo original, está en el cielo y es el que Juan está mencionando.
Apocalipsis 9.11
Sobre ellos tienen como rey al ángel del abismo, cuyo
nombre en hebreo es Abadón, y en griego, Apolión.
Esos espíritus inmundos que van a azotar a la humanidad no pueden salir de otra parte sino de su lugar de
morada que es el pozo que se encuentra en el abismo
(como ya dije, yo entiendo que ese abismo está en el
mar). En ese pozo habita el diablo. Talvez esto que estoy
diciendo cause sorpresa a mis lectores, con todo, yo no
estoy inventando nada ni agregando nada a lo dicho por
los escritores inspirados, simplemente estoy enfatizando
lo que ellos dicen. Y digo que esto puede causar sorpresa porque dentro del cristianismo se sostiene fuertemente la idea de que el diablo era un ángel bueno y que por
su propia iniciativa se rebeló contra Dios convirtiéndose
en su enemigo, por cierto las leyendas acerca de eso han
sido basadas en literatura, apócrifa judía, escrita, quizás,
por el siglo II a. de C., que nada tiene que ver con las
Escrituras Hebreas.
El rey o señor de esas huestes espirituales de maldad
vive allí en ese pozo, y su calificativo tanto en Hebreo
como en Griego significan “destructor”, porque esa es
su misión.
Apocalipsis 9.14
La cual decía al sexto ángel que tenía la trompeta: ¡Desata a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río
Éufrates!
La voz es específica: Desatar los ángeles, o sea, permitir que esos cuatro ángeles cumplan la orden que les
ha sido dada. La identificación de ángeles sugiere que
son seres de origen celestial, Juan no sugiere que sean
“ángeles malignos” de esos que la leyenda cristiana su-47-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
pone fueron derribados desde el cielo. Así entonces,
estos cuatro ángeles son de Dios, preparados para obedecer la orden de Dios.
El que ellos estén junto al río Éufrates es interesante
de observar ya que esa ruta será usada por las naciones
que en el conflicto de Armagedón (sexta plaga) irán en
contra de Israel.
Ahora explico esto más ampliamente: En la Sexta
Plaga ese río dará paso a los reyes de Oriente para ir a
pelear a la par de Gog y Magog con el propósito de destruir Israel en una batalla que no es de ellos sino de
Dios. Todas las naciones convocadas asistirán a Armagedón porque serán convocadas por el Altísimo, y allí
serán juzgadas. Después del reino de Cristo de mil años,
los cuatro ángeles comandarán un enorme ejército que
va a masacrar la tercera parte de los vivos en la tierra.
humanidad mediante la orden que darán a ese numeroso ejército. Posiblemente esa actividad se desarrollará
con pestes, guerras, conflictos entre naciones, hambre,
etc. Notoriamente, los jinetes no realizarán esa mortandad, sino los caballos.
Apocalipsis 9.18
Por estas tres plagas fue muerta la tercera parte de los
hombres: por el fuego, el humo y el azufre que salía de sus
bocas.
Sólo el Altísimo sabe la clase de pestes o plagas que
vendrán sobre la humanidad, porque si bien Juan vio
fuego, humo y azufre que salía de la boca de los caballos, él vio una visión, pero el significado de esos tres
elementos no fue revelado.
Apocalipsis 9.19
Pues el poder de los caballos estaba en sus bocas y en sus
colas, porque sus colas, semejantes a serpientes, tenían cabezas y con ellas dañan.
Otra vez se enfatiza que la muerte la causarán los
caballos que no sólo con sus bocas van a matar sino que
en sus colas tienen misteriosas cabezas para el mismo
cometido. Siendo estas representaciones figuras para las
cuales no existe ninguna explicación en toda la Escritura, omito dar mi propia opinión puesto que lo que trabajaría sería mi imaginación, lo cual evito, pues mi comentario a Apocalipsis no es dogmático ni se vale de
ideas sectarias de esas que pretenden conocer lo que no
está revelado.
Ciertamente los hombres buscarán morir para escapar de aquel horrible tiempo de terrible dolor e insoportable angustia e inestabilidad social y económica, pero
intentar quitarse la vida será infructuoso porque será
tiempo de sufrimiento, y nadie podrá morir aunque sus
cuerpos sean horriblemente castigados.
De esta manera la tercera parte de la vegetación, la
tercera parte del mar, la tercera parte del agua destinada
al consumo humano, y la tercera parte de la humanidad, sufrirán por igual. Por razones conocidas sólo por
Dios, el efecto de cada trompeta habrá de dañar únicamente la tercera parte del contenido sobre la tierra pero
no se dice por cuanto tiempo.
Apocalipsis 9.15
Fueron desatados los cuatro ángeles que estaban preparados para la hora, día, mes y año, a fin de matar la tercera
parte de los hombres.
El propósito de desatar los ángeles es que cumplan
una orden específica, es decir, matar la tercera parte de
habitantes de la tierra. Otra vez digo que es necesario
conocer que las siete trompetas señalan castigos por venir, pero nada tienen que ver con las siete plagas (Apoc.
16), que han de venir antes de la segunda venida de
Cristo a la tierra a causar estragos a nivel mundial, el
efecto de las siete trompetas concierne sólo a la tercera
parte de la tierra, de las cosechas, de las aguas, de los
hombres, etc.
Apocalipsis 9.16
Y el número de los ejércitos de los jinetes era de doscientos
millones. Yo oí su número.
Los cuatro, ángeles mencionados en el versículo 14
van a comandar enormes ejércitos invisibles para llevar
a cabo esa matanza. Obsérvese que digo invisibles pues
nadie va a mirar doscientos millones de seres cabalgando en determinada dirección, esta es una visión, como
todas las demás, que le fueron mostradas a Juan.
Apocalipsis 9.17
Así vi en visión los caballos y sus jinetes, que tenían corazas de fuego, zafiro y azufre. Las cabezas de los caballos
eran como cabezas de leones, y de sus bocas salía fuego,
humo y azufre.
Este ejército obviamente no es material, y nadie, excepto Juan, es el único que los vio en la visión que le fue
mostrada. Él describe con grandes rasgos a los jinetes y
sus caballos que realizarán esa matanza; de esa manera,
los ángeles tienen orden de matar la tercera parte de la
Apocalipsis 9.20-21
Los demás hombres, los que no fueron muertos con estas
plagas, ni aun así se arrepintieron de las obras de sus manos
ni dejaron de adorar a los demonios y a las imágenes de oro,
plata, bronce, piedra y madera, las cuales no pueden ver ni
oír ni andar. No se arrepintieron de sus homicidios, ni de sus
hechicerías, ni de su fornicación, ni de sus robos.
Aunque las pestes provenientes del toque de las trom-48-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
petas van a causar increíbles destrozos, los malvados,
aun en medio de su dolor, no se van a arrepentir de su
maldad, porque semejante obstinación será producto
del dragón cuyo odio por los humanos en incontenible e
ilimitado.
Apocalipsis 10.5
El ángel que vi de pie sobre el mar y sobre la tierra levantó su mano hacia el cielo.
Literalmente, levantó su mano derecha al cielo, eso
significa que cuanto va a decir es de gran solemnidad.
Apocalipsis 10.6
Y juró por el que vive por los siglos de los siglos, que creó
el cielo y las cosas que están en él, y la tierra y las cosas que
están en ella, y el mar y las cosas que están en él, que el
tiempo no sería más.
Mejor dicho: Después del cumplimiento de las cosas
escritas en el librito el tiempo de la humanidad llegará a
su final; no habrá más que cumplirse porque todo habrá
llegado a su fin. Esto es interesante, porque el ángel está
diciendo que lo último de las cosas escritas en ese librito
se refiere a la destrucción de todo lo terreno, incluyendo
el lago de fuego.
El juramento da por seguro que eventos tan horribles
como los que antes han sido descritos, y otros pocos que
para ese entonces falten por cumplirse, darán por terminada la historia de la humanidad que siempre se
identificó con el pecado.
En otras palabras, el ángel está informando a Juan
que las señales que está a punto de conocer ya marcan
el fin de todo.
CAPÍTULO 10
El librito
El contenido de este capítulo tiene que ver con escenas que sucederán inmediatamente después de cumplirse los mil años del reinado de Cristo.
Apocalipsis 10.1
Vi descender del cielo otro ángel fuerte, envuelto en una
nube, con el arco iris sobre su cabeza. Su rostro era como el
sol y sus pies como columnas de fuego.
De por sí los ángeles son poderosos porque poseen la
gloria de Dios, pero aparte de eso, este ha sido vestido
con otros aspectos de la gloria de Dios lo cual tiene que
ver con la importancia del mensaje.
Apocalipsis 10.2
Tenía en su mano un librito abierto; puso su pie derecho
sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra.
El ángel traía consigo, en su mano izquierda, un rollito (o librito). No es que este ángel y todos los demás hayan sido creados con una altura descomunal, puesto que
ni el Creador posee enorme estatura, lo que sucede es
que esta es una visión, en ella los tamaños o las dimensiones no cuentan y por consiguiente al ángel le fue fácil
colocar un pie en el mar y el otro en tierra.
Apocalipsis 10.3
Y clamó a gran voz, como ruge un león; y cuando hubo
clamado, siete truenos emitieron sus voces.
El ángel habló con poderosa voz, no se dice qué dijo,
posiblemente lo que hizo fue llamar a otros a hablar; a
estos otros siete Juan los identifica como truenos debido
a lo fuerte de sus voces.
Apocalipsis 10.7
Sino que en los días de la voz del séptimo ángel, cuando
él comience a tocar la trompeta, el misterio de Dios se consumará, como él lo anunció a sus siervos los profetas.
Por fin el séptimo ángel aparece. Los seis primeros
comenzaron a ser mencionados en Apocalipsis 8.6. Este
séptimo trae un mensaje con el cual la historia de la
humanidad habrá llegado a su final.
A los días que se refiere el ángel que está hablando a
Juan, que son los mismos cuando el ángel termine de
tocar la séptima trompeta, ya no habrá más historia de
rebeldías ni de idolatrías ni de más ofensas contra el Altísimo, porque la hora del juicio final habrá llegado.
Apocalipsis 10.4
Cuando los siete truenos hubieron emitido sus voces, yo
iba a escribir; pero oí una voz del cielo que me decía: Sella
las cosas que los siete truenos han dicho, y no las escribas.
Esto significa que Juan escuchó el mensaje de las siete
voces tronantes; se infiere que cada ángel dijo un mensaje diferente al de los otros. Después que los hubo escuchado inmediatamente intentó escribir cuanto oyó, pero
no se le permitió escribir. Entretanto, en la mano izquierda del ángel estaba el rollito cuyo contenido es conocido porque Juan habla de ello.
El librito
Apocalipsis 10.8
La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve
y toma el librito que está abierto en la mano del ángel que
está en pie sobre el mar y sobre la tierra.
Ahora al apóstol le es ordenado ir hacia el ángel que
está de pie sobre el mar y sobre la tierra, que tiene el
librito en su mano izquierda.
En parte, lo maravilloso de esta escena consiste en la
capacidad de Juan de moverse en el espacio y tiempo
con extrema facilidad como si las distancias no existie-49-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ran. En verdad las visiones de los siervos de Dios están
ubicadas fuera del tiempo, por eso es que todo sucede
sin el menor contratiempo, sin importar el tiempo que
tomen las cosas en ser desarrolladas.
Juan, está en visión, y en una situación desconocida
para los humanos, sin moverse del lugar donde está, va
hacia el ángel.
ravilloso para conocer con algunos pormenores las
escenas del Juicio Final.
Así, Juan conoció unas escenas en las cuales están
incluidas maravillas nunca vistas. Gracias a que a Juan
le fue permitido escribir lo que vio y lo que se le dijo es
que hoy nosotros podemos conocer lo que vendrá después del reino de Cristo sobre la tierra.
Ahora Juan está listo para profetizar al mundo: a
pueblos, lenguas y reyes. Se sobreentiende que el mundo
no va a escuchar sus palabras; más bien hemos de entender que todo cuanto va a decir atañe directamente al
mundo.
Todo cuanto va a profetizar no se relaciona con eventos a sobrevenir sobre el pueblo de Israel ni sobre la iglesia de Dios ganada por la sangre de Cristo, sino sobre
las naciones del mundo que en aquel tiempo se habrán
colocado en abierta contraposición a Dios a los cuales
no les importará el flagelo de las plagas de las langostas
que van a abatir a la humanidad durante cinco meses y
aquellas otras en las cuales la tercera parte del sol, la
tercera parte del mar, la tercera parte de las aguas para
beber, la tercera parte de los hombres será fuertemente
estremecida.
Apocalipsis 10.9
Fui donde el ángel, diciéndole que me diera el librito. Y él
me dijo: Toma y cómelo; te amargará el vientre, pero en tu
boca será dulce como la miel.
Siendo una visión, le fue fácil comer ese librito, comerlo no fue simbólico sino una acción literal, porque él
estaba en visión, y el librito, aunque real, no era material. Los efectos que iban a causarle también eran reales
en la visión aunque no materiales.
Apocalipsis 10.10
Entonces tomé el librito de la mano del ángel y lo comí.
En mi boca era dulce como la miel, pero cuando lo hube
comido amargó mi vientre.
Lo dulce y lo amargo tienen dos significados diferentes y opuestos entre sí. Lo dulce significa la grata sensación de recibir del Altísimo el conocimiento de su palabra. Lo amargo significa que el contenido del mensaje
recibido hablaba de cosas enteramente desagradables.
Como tal, la orden del ángel vino hacia él informándole
qué debía profetizar.
CAPÍTULO 11
El Templo
Apocalipsis 11.1
Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de
medir y se me dijo: Levántate y mide el templo de Dios y el
altar y a los que adoran en él.
Se le dio una caña o vara para medir el templo de
Dios, para medir el altar y para medir la superficie del
lugar donde los adoradores son permitidos entrar.
Siendo esto una visión profética, debe ponerse atención a la mención de este templo, porque no se refiere a
algún templo simbólico ni tampoco se refiere a aquel
que fue destruido por los romanos en el año 70 d. de C.,
sino al templo que será edificado en Jerusalén durante el
reinado de Cristo. El profeta Ezequiel menciona ese
templo futuro en los capítulos 40-41, y los detalles son
en alguna medida diferentes a los del primero y segundo
templos.
Tómese en cuenta que para el tiempo del cumplimiento de esta profecía los israelitas ya habrán salido de
Armagedón, y habrá quedado una nación pobre, devastada por la guerra. Pero aunque las cosas serán de esa
manera, los que queden habrán dejado atrás los ídolos,
el pecado con el cual imitan a las naciones paganas, y
serán un pueblo humilde, un pueblo que va a dar exactamente la medida que el Altísimo quiere de ellos. Será
Israel un pueblo para el cual por fin habrá llegado el
Apocalipsis 10.11
Él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre
muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes.
Ahora, habiendo comido el librito, debía profetizar, o
sea, debía anunciar aquello escrito en el libro que va a
acontecer en tiempos futuros al nuestro, tan futuros que
se se cumplirán después del reino milenario.
Valga enfatizar que el reino de mil años de Cristo con
su pueblo en la tierra de ninguna manera significa la
culminación de la historia de la humanidad. Terminado
ese glorioso tiempo Satán será soltado, y la situación
entre la humanidad volverá a ser tan violenta como en
la actualidad; pero parece que eso no va a durar mucho
tiempo.
Debe recordarse que estos capítulos del 8 hasta el 11
son referencias a eventos que ninguno de los terrenos
actuales va a presenciar porque se refieren a eventos
postmileniales.
Lo interesante del caso es que parte del contenido de
Apocalipsis es como una ventana abierta hacia el futuro
a través de la cual hoy podemos conocer aquello que
está por acontecer en un tiempo lejano, incluso es ma-50-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
momento de reconocer a aquel de quien Zacarías (13:6)
ha profetizado:
Y le preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos?
Y él responderá: Con ellas fui herido en casa de mis amigos.
Israel por fin será un pueblo que tendrá la oportunidad de escuchar el mensaje de salvación que le fue negado por el Altísimo desde principios de nuestra era
cuando les cerró la puerta para dar oportunidad a los
gentiles de escucharlo primero, cuya oportunidad ha
estado en el mundo, desde hace unos dos mil años.
Será aquel tiempo futuro de grande regocijo porque
conocerán a adorarán a Jesucristo, a su Mesías, al Shiló
mencionado por Jacob en la bendición dada a su hijo
Judá (Génesis 49:10); a Aquél que en este tiempo actual
les está vedado reconocer y adorar porque la salvación
está abierta a los gentiles.
Así pues, aquella caña con la cual el ángel midió el
templo (Ezequiel 40:5) posiblemente haya de ser la
misma que le fue dada a Juan para volverlo a medir. Al
mismo tiempo le fue dada una orden específica:
Los 42 meses
Esta cantidad de tiempo, mencionada en Apoc. 11.2,
es igual a 1.260 días, a 3 años y medio, y a tiempo,
tiempos y la mitad de un tiempo y a cuarenta y dos meses; sin embargo, debe tomarse en cuenta que el hecho
de ser la misma cantidad de tiempo mencionada en varias ocasiones en diferentes citas, de ninguna manera
significa que su mención tenga que ver con un mismo
evento o con un mismo período. Esto ya ha sido comentado en la página 5 de este Comentario.
Algunas interpretaciones opinan que este período
equivale a 1.260 años de 360 días cada uno. En realidad, ese modo de contar los días es enteramente controversial pues la mayoría de esas citas se refieren a eventos
diferentes. Como digo en la página 4 de este Comentario, hacer de Ezequiel 4.6 y Números 14.34 una base o
regla “profética” es discutible, y lo mejor, para un estudio formal, sería estudiar por separado el tiempo según
aparece en los diferentes textos donde se le menciona.
Mi punto de vista es literal, es decir, se refiere a tres
años y medio; pienso en ese período porque la gente que
quedará de las naciones después de Armagedón no será
una enorme multitud, y para su muerte no transcurrirá
tanto tiempo. Además de no ser enorme el número de
sobrevivientes, también debe tenerse en mente que en
su venida, la gloria del Señor causará otra mortandad
que Pablo ya ha mencionado en 2 Tesal. 2.8.
Apocalipsis 11.2
Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte y no
lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles. Ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses.
El templo destruido por los romanos tenía a su alrededor un patio comúnmente conocido como atrio de los
gentiles; la mención que el ángel hace de un patio claramente dice que la parte externa del futuro templo volverá a contar con esa área para los gentiles que en el
reino de Cristo van a usarlo.
Esto necesariamente será así, porque por Zacarías
14:16 está escrito:
Todos los que sobrevivan de las naciones que vinieron
contra Jerusalén, subirán de año en año para adorar al Rey,
a Jehová de los ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Claro que no debe haber confusión en los lectores de
esta profecía, porque si bien los gentiles subirán cada
año a Jerusalén a celebrar la fiesta de las cabañas durante el reino de Cristo, eso será a manera de castigo pues
así le declara Zacarías 14.16-18. En aquel tiempo será la
gran oportunidad para Israel de volver a celebrar todas
las solemnidades porque va a existir el templo, y el sacerdocio levita será restituido, y el evangelio les será
predicado. Sin embargo, los gentiles inmundos, obligados por Dios, deberán subir a celebrar lo que no les corresponde porque ninguna festividad de Dios dada a
Israel es para ellos, de allí se infiere que su presencia es
la razón por la cual Apoc. 11.2 previene a Juan medirlo,
porque los gentiles con su presencia la van a profanar
durante 42 meses.
Los dos testigos
Apocalipsis 11.3
Y ordenaré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos con ropas ásperas.
Seguramente es demasiado difícil, o imposible, explicar una escena que va a llevarse a cabo después del reino de mil años de Cristo. El error de algunas creencias
actuales comienza al decir que estos dos testigos existieron en siglos pasados, en tiempos cuando la Iglesia Católica imperaba con brazo de hierro sobre quienes no
querían sujetarse a sus órdenes. Esas enseñanzas dicen
que estos dos testigos murieron y volvieron a vivir. El
problema, imposible de resolver, está en demostrar cómo sucedió tal cosa, porque en verdad nunca sucedió.
Nunca sucedió pues el aparecimiento de estos dos seres
está para después del reinado de Cristo.
De estos dos seres intrigantes hay varias propuestas:
algunos suponen que pueden ser Enoc y Elías, otros suponen que pudiera tratarse de Moisés y Elías, otros
imaginan que son el Antiguo y el Nuevo Testamento
que fueron quemados en acto público en Francia en
1793, y otras más.
Estas suposiciones, al igual que todas las demás no
reúnen los requisitos de identidad con esos dos testigos
-51-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
mencionados en la visión, la Biblia expone algunas razones claras por medio de las cuales queda demostrado
por qué esos dos seres no pertenecen al pasado.
a manera de informar que así como en el pasado aquellos dos hombres fueron mencionados en relación con el
templo antiguo, así los dos testigos son mencionados en
Apoc. 11.3 en relación con el tercer templo el cual va a
ser construido durante el reinado de Cristo.
El Señor no reveló a Juan la identidad de esos dos
seres, eso significa que ni él, aun siendo el gran bendecido con conocer la historia de la humanidad incluyendo
el final de los tiempos, conoció el significado de las visiones que le fueron reveladas, debido a eso, toda cuanta identificación hoy en día se proponga acerca de ellos
no pasa de ser simple imaginación que nada tiene que
ver con la realidad.
Es interesante conocer que Apoc. 11.3 ha venido
siendo objeto de comentarios desde hace siglos. Proponer que se trata de Enoc y Elías que van a descender del
cielo es parte de narraciones de la literatura apócrifa
católica que, aún cuando no hay certeza para fecharla,
se supone fue escrita por el siglo IV d.C. A partir de esa
literatura apócrifa han surgido otros comentarios de los
cuales sus autores no declaran que sus comentarios están basados en lo que escritores anónimos del pasado
escribieron. Posiblemente algunos comentaristas actuales ignoran que proponer que los dos testigos son Enoc y
Elías es repetir lo que otros han dicho en el pasado.
IX (XXV)
Id, pues, camino del paraíso teniendo asido de la mano al
primer padre, a Adán. [Y al llegar] hizo entrega de él, así
como también de los demás justos, al arcángel Miguel. Y
cuando entraron por la puerta del paraíso, les salieron al
paso dos ancianos, a los que los santos padres preguntaron:
¿Quiénes sois vosotros, que no habéis visto la muerte ni habéis bajado al infierno, sino que vivís en cuerpo y alma en el
paraíso? Uno de ellos respondió y dijo: Yo soy Enoc, el que
agradó al Señor y a quien Él trasladó aquí; éste es Elías el
Tesbita; ambos vamos a seguir viviendo hasta la consumación de los siglos; entonces seremos enviados por Dios para
hacer frente al anticristo, y ser muertos por él, y resucitar a
los tres días, y ser arrebatados en las nubes al encuentro del
Señor (Aurelio de Santos. Los Evangelios Apócrifos. BAC.
Apócrifos de la pasión y resurrección.-Actas de Pilato o
Evangelio de Nicodemo. Pág. 453).
Por supuesto que este tipo de literatura, carece de
toda credibilidad, sin embargo, los comentarios que de
tiempo en tiempo aparecen a disposición del público
deseoso de conocer la identidad de los dos testigos, no
vacilan en repetir cuanto los apócrifos dicen. Esta narración así como mucha otra de su misma clase es el
apoyo para el acceso de los humanos al cielo, lo cual la
Santa Escritura no apoya.
Similar error demuestra la idea de suponer que esos
dos testigos son el antiguo y el nuevo testamentos. Aun-
Apocalipsis 11.4
Estos testigos son los dos olivos y los dos candelabros que
están de pie delante del Dios de la tierra.
Llama la atención que estos dos testigos no son identificados como seres angelicales ni tampoco como personas que alguna vez hayan vivido sobre la faz de la tierra sino como dos árboles de olivo y como dos candeleros que están en la presencia de Dios. Esto es intrigante,
porque la mención de esas figuras ocurre en Zacarías
3:1-8; 4:11-14 y en el Libro de Revelación.
Zacarías 3:1-8 dice:
Luego me mostró al Sumo sacerdote Josué, el cual estaba
delante del ángel de Jehová, mientras el Satán estaba a su
mano derecha para acusarlo. Entonces dijo Jehová al Satán:
"¡Jehová te reprenda, Satán! ¡Jehová, que ha escogido a
Jerusalén, te reprenda! ¿No es este un tizón arrebatado del
incendio?
Josué, que estaba cubierto de vestiduras viles, permanecía
en pie delante del ángel. Habló el ángel y ordenó a los que
estaban delante de él: "Quitadle esas vestiduras viles". Y a
él dijo: "Mira que he quitado de ti tu pecado y te he hecho
vestir de ropas de gala". Después dijo: "Pongan un turbante
limpio sobre su cabeza". Pusieron un turbante limpio sobre
su cabeza y lo vistieron de gala. Y el ángel de Jehová seguía
en pie. Después el ángel de Jehová amonestó a Josué diciéndole: "Así dice Jehová de los ejércitos: "Si andas por mis
caminos y si guardas mi ordenanza, entonces tú gobernarás
mi Casa y guardarás mis atrios, y entre estos que aquí están
te daré lugar. Escucha pues, ahora, Josué, Sumo sacerdote.
En el mismo momento al profeta le es mostrada
la profecía referente a Zorobabel:
Hablé una vez más y le pregunté: –¿Qué significan estos
dos olivos que están a la derecha y a la izquierda del candelabro? Y aún le pregunté de nuevo: –¿Qué significan las dos
ramas de olivo que por los dos tubos de oro vierten su aceite
dorado? Él me respondió: –¿No sabes qué es esto? Yo dije: –
No, Señor mío. Y él me respondió: –Estos son los dos ungidos que están delante del Señor de toda la tierra.
Notoriamente, en el Antiguo Pacto los dos olivos y los
dos candeleros representaban al sacerdote Josué y al
Gobernador Zorobabel a quienes Satán acusaba de ser
pecadores y por lo tanto indignos de servir a Dios. Ambos son mencionados juntos por el Altísimo respecto a la
reconstrucción del Templo y la ciudad y a la restitución
del servicio en el Templo varios siglos antes de Cristo.
Pero aunque los dos olivos son mencionados por Zacarías, de ninguna manera significa que ellos sean los
dos testigos de Apoc. 11.3. Mencionar a Zacarías es sólo
-52-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
que tal proposición pareciera como que en verdad encaja con el relato bíblico, la realidad no permite que tal
idea sea acertada. La división de los Escritos Sagrados
en antiguo y nuevo testamentos no proviene de Dios. Ni
el pueblo de Israel, ni la iglesia de Dios del siglo I E. C.
conocieron que el conjunto de libros de las Escrituras
Hebreas hayan sido conocidas en Israel como antiguo
testamento. incluso tal cosa no fue conocida por la iglesia apostólica, más bien tal denominación es tardía y
surgió después que Apocalipsis fue escrito. El nombre,
antiguo testamento, proviene de los escritores de la Iglesia Católica.
Por otra parte, los Apóstoles nunca tuvieron el propósito de que sus escritos un día vinieran a ser conocidos
como nuevo testamento.
¿Cómo puede ser entonces que una profecía relacionada al Altísimo pueda ser entendida en base a una disposición de los escritores de la Iglesia Católica? Seguramente quienes simpatizan con la idea de incorporar
los dos testigos a una idea Católica tienen dificultades en
explicar razonablemente la base de sus creencias.
Aún más, enseñar que el tiempo de su aparecimiento
sobre la tierra ya se cumplió no encaja con las escenas
descritas en la Palabra de Dios en las cuales los dos testigos y el templo en Jerusalén aparecerán en tiempos tan
lejanos al actual. ¿Cómo es posible identificar a dos seres que están demasiado alejados de nosotros en el
tiempo?
Posterior al reino de Cristo aparecerán los dos testigos. No está explicado el motivo de su presencia, lo único que se mira es parte de sus acciones y el terrible modo en que van a reaccionar en contra de sus enemigos.
Apocalipsis 11.5
Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos y
devora a sus enemigos; si alguno quiere hacerles daño, debe
morir de la misma manera.
El hecho de que el texto diga: “si alguno quiere dañarlos”, es clara evidencia que su aparecimiento será en
un tiempo cuando Satanás estará agitando violentamente al mundo sabiendo que le queda poco tiempo para
ser lanzado al lago de fuego, entonces los dos testigos
estarán bajo amenaza, y su presencia maravillosa en el
mundo será notoria.
Aunque son varios los versículos que mencionan a
estos dos testigos, nada se dice del tiempo exacto que
habrán de permanecer activos, ni de su forma corporal,
ni de sus vestiduras, ni del tiempo que habrán de estar
sobre la tierra, ni del propósito exacto de su presencia.
Aparecerán, como se ve en el verso 5, para tratar a
los humanos sin ninguna misericordia, sin compasión,
hasta matarlos; pero no para matarlos librándolos del
juicio eterno, sino para mandarlos a la tumba desde
donde tendrán que resucitar para recibir su castigo final.
Apocalipsis 11.6
Estos tienen poder para cerrar el cielo a fin de que no
llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las
aguas, para convertirlas en sangre y para herir la tierra con
toda plaga cuantas veces quieran.
Aunque están dotados por Dios para hacer maravillas
con las cuales aterrorizar a los habitantes de la tierra, no
dice el relato que vayan a ejercitar todas esas facultades,
después de todo, los versículos que los mencionan nada
dicen de cuál será el propósito principal de su aparecimiento sobre la tierra. De ellos el versículo 3 repentinamente los menciona declarando que Dios les ordenará profetizar, vestidos con ropas ásperas durante 1.260
días, pero no está dicho específicamente su mensaje profético, tampoco se dice si esas profecías son contra las
dos bestias. Todo relacionado con su labor está en pleno
misterio excepto por algunas manifestaciones.
Tiempos asombrosos
El pueblo de Israel del antiguo tiempo tuvo la oportunidad de mirar terribles milagros de parte del Altísimo: Las plagas sobre Egipto, el paso por el Mar Rojo, el
terrible espectáculo de Dios hablando con Moisés en el
monte Sinaí, su alimentación en el desierto, etc.
Aquel tipo de maravillas se dio para mostrar al pueblo la gloria de su Dios. Pero hoy, aproximadamente
3.500 años más tarde, ese tipo de milagros no sucede, y
los redimidos creemos en Dios por fe, no porque él se
nos manifieste como hizo con Israel.
Pero las manifestaciones de Dios volverán a ser visibles al mundo entero cuando las siete plagas postreras
(Apoc. 16) aparezcan sobre la tierra. Esas en verdad serán terribles manifestaciones, de mucha mas repercusión
que las que cayeron en Egipto. Aun con todo y lo terrible que serán, vendrán como una parte de la manifestación de la gran ira del Altísimo sobre el mundo.
Después de esas terribles manifestaciones vendrá el
glorioso reino de Jesucristo de mil años sobre la tierra,
allí será mostrada la gloria de Dios por medio de manifestaciones sobrenaturales, de maravillas nunca jamás
vistas por el mundo.
Apocalipsis 11.7
Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube
del abismo hará guerra contra ellos, los vencerá y los matará.
Pareciera como que después de cumplida su misión
quedarán sin ningún poder de los mencionados en el
verso 6, lo cual significaría quedar a merced del poder
-53-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
de la bestia para arremeter contra ellos. Dos cosas interesantes hay aquí: 1. Ellos van a profetizar por 1.260
días; mismos que sin lugar a dudas son días literales,
equivalentes a 3 años y medio de 12 meses literales de
30 días cada uno. Si esos días se contaran como años
habría que concluir que su labor profética duraría 1.260
años, lo cual, para el tiempo de su aparecimiento no es
posible pues el tiempo de la humanidad ya casi termina.
2. Aquí se menciona la bestia, pero obsérvese cuidadosamente que el modo en que de ella se habla sugiere
que los lectores de esta porción ya saben de qué bestia se
trata. Asimismo, el tiempo en que es ubicada en este
versículo 7 es futuro, es decir, en el tiempo postmilenial,
en tiempos cuando el tercer templo estará construido.
Esta bestia es el nuevo Imperio Romano a quien la ramera mantiene viva por medio de mantener vivos sus
decretos y organización de los cuales ya antes se ha hablado como establecer el domingo como día de reposo,
la saturnalia cristiana, la curia, el sumo pontífice, etc.
Es verdad que en algunas de sus partes la Biblia menciona a la bestia en el pasado, pero eso de ninguna manera significa que el aparecimiento de los dos testigos se
haya cumplido en el pasado. Tómese en cuenta que la
bestia nunca ha desaparecido sino que se mantiene viva
como Apocalipsis lo muestra, y en este tiempo actual su
actividad se vale de diferentes políticas; pero el momento vendrá, en el futuro, cuando resurgirá literalmente
como existió en el pasado, y volverá a usar sus garras de
hierro contra quienes considere que son sus enemigos;
prueba de ello es que después que los dos testigos hayan
acabado su trabajo, la bestia va a guerrear contra ellos,
los va a vencer y los va a matar.
rio Romano del cual tampoco existe seguridad de que su
ciudad vaya a ser la actual capital de Italia.
Apoc. 11.8 la identifica espiritualmente como Sodoma y Egipto: Es comparada con Sodoma por ser cuna de degeneración moral y espiritual; y es comparada
con Egipto por ser cuna de idolatría. Es interesante que
Apoc. 11.8 declara que en esa ciudad el Señor fue crucificado; por supuesto que el Señor no fue crucificado en
el Vaticano, sino en Jerusalén, con todo, la referencia no
se refiere a un lugar geográfico o topográfico, más bien
el texto está haciendo referencia a significados espirituales; así, la designación de esa ciudad señala al mundo,
pues es en el mundo donde el Señor murió. Ciudad y
mundo son sinónimos en este versículo.
Apocalipsis 11.9
Gentes de todo pueblo, tribu, lengua y nación verán sus
cadáveres por tres días y medio y no permitirán que sean
sepultados.
La tecnología actual permite a la gente mirar por
televisión en tiempo actual cualquier evento o suceso
aún en lugares remotos; ¿qué más tecnología va a existir
en aquél tiempo? Las palabras de Apocalipsis 11.9 tienen sentido y todo mundo mirará esos cuerpos inertes
en esa gran ciudad. Cuando esta visión se cumpla el
nuevo Imperio Romano estará en la cima de su poder,
dominando completamente al mundo impío y ejerciendo total hegemonía.
Esto es necesario conocer porque arroja luz acerca de
la suerte destinada a la ramera la cual con toda seguridad reaparecerá. Ya antes he dicho que las dos bestias
son dos malicias espirituales a las cuales el único con
poder para destruirlas es el Señor. Aunque durante el
reinado de Cristo estarán sin poder para actuar, el tiempo vendrá cuando el dragón será desatado; entonces
esas dos malicias espirituales resurgirán.
La ramera, o segunda bestia, exhibirá su alarde y
blasfemias contra el Altísimo colaborando con el Imperio no permitiendo que los dos testigos de Dios sean enterrados. Pero claro que, para ese tiempo, ella habrá
dejado de ejercer predominio mundial, porque tal predominio será tomado por la primera bestia bestia; más
bien su posición será secundaria.
Otra vez digo que, la Santa Escritura ha rodeado de
silencio completo la identidad de estos dos seres, por lo
cual a nosotros los lectores no nos está permitido conocerlos. El tiempo vendrá cuando hayan de aparecer, y
los comentarios actuales no existirán más porque habrán terminado antes del segundo advenimiento de
nuestro Salvador, de esa manera ninguna persona, santa
o pagana, que viva en aquel tiempo, conocerá los comentarios apócrifos en torno a los dos testigos.
Apocalipsis 11.8
Sus cadáveres estarán en la plaza de la gran ciudad que
en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado.
Después de haber matado a los dos testigos, sus cuerpos serán expuestos al público en la plaza de la gran
ciudad.
Seguramente al leer este texto la mirada de los lectores apunta hacia el centro religioso mundial del cristianismo actual, es decir, hacia la ciudad del Vaticano. Sin
embargo, nada hay que apoye esa idea, y no lo hay sencillamente porque la interpretación de Apoc. 11.8 tomando esa ciudad como referencia es hecha en base al
tiempo actual, lo cual no tiene sentido. El texto está hablando de una gran ciudad que va a existir en aquel
tiempo en vez de una del siglo XXI. La idea de que el
orden religioso actual vaya a resurgir pasados los mil
años del reino de Cristo no parece probable. No es probable porque el dominio le será devuelto al nuevo Impe-54-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 11.10
Los habitantes de la tierra se regocijarán sobre ellos, se
alegrarán y se enviarán regalos unos a otros, porque estos dos
profetas habían atormentado a los habitantes de la tierra.
Grande regocijo sentirá del mundo pagano (que está
destinado al lago de fuego) viendo aquella escena: los
dos hostigadores que tanto mal causaron por fin dejaron
de vivir. Tiempo de regocijo y fiesta mundial con muchos regalos, viendo que sus dos atormentadores yacen
muertos, vencidos, porque la bestia, aquel poder al cual
Dios no le permite morir hasta que venga el juicio final,
habrá triunfado sobre ellos con una resonante victoria
por la cual la humanidad la exaltará grandemente, y el
dragón, será adorado por haberle dado poder.
lipsis: nada se sabe de ellos; descenderán del cielo, y
tomarán cuerpo materiales —de otra manera les sería
imposible morir; al ascender al cielo serán despojados
de esos cuerpos materiales. Lo que es realmente seguro
acerca de ellos es que no se trata de dos seres nacidos
por voluntad de hombre, no son Enoc y Elías quienes
por primera vez fueron propuestos por el autor del escrito apócrifo conocido como Actas de Pilato. De Enoc
estamos a unos 3.500 o más años desde que murió, y es
imposible entender lo que significó Moisés al escribir
Génesis 5.24: “Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció,
porque lo llevó Dios”. La palabra hebrea laqaj (traducida
por la ReinaValera como llevó), es entendida tradicionalmente desde el punto de vista popular de creer que
los humanos pueden ser conducidos al cielo.
A decir verdad, carece de razón concluir que Moisés
haya tenido en mente ese significado popular si se toma
en cuenta que nadie subió al cielo (Juan 3.13). Con relación a Elías el asunto tradicional es sólo cuestión de mala interpretación del texto pues el carro de fuego no lo
condujo al cielo o “paraíso” como popularmente se
cree.
Los redimidos que estén viviendo con Cristo después
de los mil años de paz conocerán quiénes son los dos
testigos, pero para el mundo presente su identificación
está vedada.
Apocalipsis 11.11
Pero después de tres días y medio el espíritu de vida enviado por Dios entró en ellos, se levantaron sobre sus pies y
cayó gran temor sobre los que los vieron.
Este tópico es sumamente maravilloso pues esos dos
testigos profetizarán y golpearán al mundo durante tres
años y medio, en cuyo tiempo harán grandes portentos.
Terminado ese tiempo morirán, pero después de tres
días y medio van a resucitar a vista de todo el mundo.
Pero la gran sorpresa no va a parar allí, por el contrario, el mundo festejante se va a llevar la gran sorpresa
viendo que aquellos dos seres han vuelto a la vida. De la
manera en que los mirarán echados en la plaza de la
gran ciudad así los verán levantarse. Ante tal situación el
Imperio no podrá arremeter contra ellos porque para
eso no tendrá poder.
Como si eso sea poco, el siguiente acto que seguirá a
su resurrección llenará a todo el mundo con indescriptible terror viendo cómo no sólo habrán vuelto a la vida
sino que estarán de pie, moviéndose. Apoc. 11.11 dice
que cayó gran temor sobre los que los vieron. Sí, verdaderamente, los últimos días de la humanidad testificarán de
grandes maravillas provenientes del Altísimo, después de
todo, el juicio final estará ya casi tocando a las puertas.
Apocalipsis 11.13
En aquella hora hubo un gran terremoto y la décima
parte de la ciudad se derrumbó. Por el terremoto murieron
siete mil hombres. Los demás se aterrorizaron y dieron gloria
al Dios del cielo.
Este terremoto será pequeño en comparación a aquél
que precederá a la segunda venida de Cristo, pero será
suficiente para causar considerable daño a la ciudad.
Recuérdese que esta ciudad es la capital del Imperio
y no la capital actual donde se asienta la cabeza de la
Religión Cristiana. Como se acaba de decir, es imposible ver esta profecía tomando como punto de referencia
la geografía actual, pues con la venida de Cristo y su
reino, la situación cambiará. Y cambiará todavía más en
el nuevo orden mundial en que la bestia, que es el Imperio Romano, vuelva a tomar dominio sobre el mundo.
A causa del terremoto morirán siete mil hombres, lo
cual confirma que no se trata del Vaticano que apenas
posee una población de unos mil habitantes, aquella es
identificada como la gran ciudad.
Los sobrevivientes de ese terremoto darán gloria a
Dios pero debe entenderse que esa gloria no es de regocijo sino motivada por el terror. Obsérvese que ese gran
terremoto no vendrá sobre todo el mundo sino sobre esa
ciudad que al parecer será de notoria importancia, tan
Apocalipsis 11.12
Entonces oyeron una gran voz del cielo, que les decía:
¡Subid acá! Y subieron al cielo en una nube, y los vieron sus
enemigos.
No dice el texto que los paganos hayan de escuchar
esa potente voz, más bien dice que los dos testigos la
escucharán. Lo que sí es claro, como dice aquí, es que
todos los moradores de la tierra los verán resucitar y
ascender. Así, del modo misterioso en que aparecerán,
así desaparecerán, y nada volverá a saberse de ellos.
Estos dos testigos son tan misteriosos como los veinticuatro ancianos mencionados en el capítulo 4 de Apoca-55-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
notoria que los ojos de todo el mundo estarán sobre ella.
Para cuando los eventos descritos en Apocalipsis 11
estén llevándose a cabo, la humanidad estará viviendo
los últimos tiempos de su edad. El gran período de mil
años del reinado del Señor Jesucristo desde tiempos habrá concluido, y un nuevo orden mundial estará a punto
de terminar con el juicio final.
Apocalipsis 11.16
Los veinticuatro ancianos que estaban sentados en sus
tronos delante de Dios, se postraron sobre sus rostros y adoraron a Dios.
Esta alabanza está dedicada a engrandecer el poder
del Altísimo que a través de la historia ha tenido en su
mirada el destino de los humanos, ya sea para recompensarlos con el gozo eterno por haber aceptado la salvación, o con la muerte eterna en caso de menospreciar
el sacrificio de Cristo.
Como ya se dijo oportunamente, estos veinticuatro
ancianos sentados en tronos son enteramente desconocidos, pues las Escrituras únicamente hablan de ángeles,
arcángeles, querubines y serafines. Si en ninguna parte
de las Escrituras estos seres son mencionados, entonces
de su peso cae entender que cualquier explicación con
la cual identificarlos es desacertada.
Lo que he dicho relacionado a Enoc y Elías se aplica
a estos ancianos, es decir, quienes creen que pueden ser
los 12 Patriarcas de Israel y los 12 Apóstoles dicen eso
apoyándose en la literatura apócrifa la cual enseña que
los seres humanos vivos pueden ser llevados al cielo a
vivir.
Apocalipsis 11.14
El segundo ay pasó. He aquí que el tercer ay viene pronto.
El segundo ay terminará con el terremoto que va a
sacudir a la gran ciudad y con los resultados que hayan
de sobrevenir.
Como dije anteriormente, aunque el tercer ay es
mencionado que vendrá, y obviamente sus efectos comienzan inmediatamente después de haber terminado
los efectos del segundo, no se dice cuándo va a terminar.
Apocalipsis nos dice que el segundo ay ha pasado, pero
no dice cuándo el tercer ay terminará.
El sentido mismo conduce a entender que la conclusión del tercer ay no es mencionado sencillamente porque concluye con el pago final en el lago de fuego de
todos los enemigos del Altísimo.
Apocalipsis 11.17
Diciendo: Te damos gracias, Señor Dios Todopoderoso, el
que eres, que eras y que has de venir, porque has tomado tu
gran poder y has reinado.
Pareciera que las voces se dirigen al Padre Altísimo,
pero él no encaja en la declaración “que eres, que eras y que
has de venir”, quien encaja es nuestro Señor Jesucristo. El
Padre nunca ha estado sujeto al tiempo, en cambio el
Salvador sí, y él ha vencido, y todo poder le ha sido dado en el cielo y en la tierra. De esta manera, aunque la
frase “Señor Dios Todopoderoso” pareciera estar dirigidas al Padre, más apunta al Hijo. Aún más, al leer Apoc.
1:4, 8 lo confirma:
Juan, a las siete iglesias que están en Asia: Gracia y paz
a vosotros de parte del que es y que era y que ha de venir,
Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor,
el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso.
Él es declarado Dios Todopoderoso sencillamente
porque después de haber vencido a la muerte, y haber
redimido a la humanidad, toda autoridad le fue dada en
el cielo y en la tierra.
La séptima trompeta
Apocalipsis 11.15
El séptimo ángel tocó la trompeta, y hubo grandes voces en el
cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro
Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos.
El toque de la séptima trompeta es como invitando a
poner atención a una proclamación, esa proclamación,
sonora es una voz confirmando la acción salvadora para
todas las naciones y reinos que habrán sido salvos durante la predicación del evangelio en el reinado de
Cristo. Porque en verdad el reinado de Cristo en la Tierra va a ser la gran oportunidad que tendrán quienes
nazcan en ese tiempo. Estando atado el diablo naciones enteras serán salvas; esas naciones son las mencionadas por la gran voz. Es obvio que quienes se conviertan a Cristo pasarán a gozar para siempre no sólo en el
reino sino que su gozo quedará asegurado para la eternidad. Estando el diablo encadenado y arrojado a su
cueva en el abismo, su capacidad de distraer al humano
estará anulada; cada persona será libre para tomar sus
propias determinaciones en el sentido de obedecer la
voluntad de Dios o desobedecer. En tal condición será la
persona en sí la que decida aceptar la salvación o rechazarla, pero claro, no estando el hostigador interfiriendo, la salvación será aprovechada por naciones enteras, por algo en Apocalipsis 11.15 puede observarse reinos enteros adorando al Señor.
Apocalipsis 11.18
Las naciones se airaron y tu ira ha venido: el tiempo de
juzgar a los muertos, de dar el galardón a tus siervos los
profetas, a los santos y a los que temen tu nombre, a los
pequeños y a los grandes, y de destruir a los que destruyen la
tierra.
-56-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Recuérdese que este capítulo 11 menciona eventos
sorprendentes que nadie de nuestro tiempo va a presenciar pues van a llevarse a cabo en un futuro totalmente
lejanos al nuestro, es decir se llevarán a cabo en, y después de los mil años del reinado de Cristo sobre la tierra.
Así, las palabras de este versículo declaran varias cosas, entre ellas es anunciado la proximidad del momento
en que Dios, por medio de su Hijo, dará la recompensa
en el día final a toda la humanidad según hayan sido sus
obras. Los profetas y los santos, es decir los que temen el nombre
de Dios, es un modo de identificar a todos los redimidos
que habrán de nacer durante el reinado de Cristo y después; entre estos no están contados los redimidos que
van a resucitar, o a ser transformados cuando el Señor
sea visto viniendo a la tierra (1 Tesal. 4.16-17).
Estos mencionados en Apoc. 11.18 son todos aquellos
de quienes el Señor ha declarado: Entonces el Rey dirá a los
de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo, (Mateo
25.34). El lector de las Escrituras no debe confundir los
dos grupos de redimidos que van a gozar de vida eterna
pues el tiempo que media entre ambos es más de mil
años.
La segunda parte del versículo 18 también involucra
a los despreciables, a los malditos, para quienes el lago
de fuego está reservado. Estos son contados en conjunto,
desde la fundación del mundo, hasta el último que entre
en esa categoría justamente antes de iniciarse el castigo
final.
Cuando Apoc. 11.18 se cumpla, lo escrito acerca de
la historia de la humanidad casi habrá terminado, y no
habrá ninguna esperanza de escapar del castigo final
que ya casi estará por venir. Momentos de angustia, de
horror, sin esperanza de escapar de todas las convulsiones imperantes ya que el diablo estará dando sus últimos
golpes al mundo sabiendo que le va quedando extremadamente poco tiempo de vida, y conociendo de antemano el fin que le espera.
Israel pero contienen una pequeña referencia en el sentido de que la apertura del templo y el arca del pacto
significan que la presencia del Altísimo va a intervenir
como lo hacía en el antiguo pacto, de allí es que a su
presencia le acompañan relámpagos, voces y truenos.
Los efectos de esta visión suceden en el tiempo cuando
los dos testigos vuelven al cielo, lo cual es mencionado
en Apoc. 11.13
Inmediatamente después de las visiones del versículo
19 se rompe el hilo de las narraciones proféticas correspondiente a los últimos minutos de la humanidad, y las
visiones que continúan retroceden miles de años hasta el
siglo I d. C. mostrando las visiones descritas en el capítulo 12; pero como ese capítulo ya ha sido comentado
abundantemente el principio de este libro, me limitaré a
pequeños comentarios, ¿pues para qué habría de repetir
cuanto ya he dicho? De allí que los comentarios son limitados.
CAPÍTULO 12
La mujer vestida del sol
Hemos llegado al capítulo 12, en él la atención especial está puesta en la mujer cuyas ropas son maravillosamente resplandecientes; posee una corona y la luna
está a sus pies, y está punto de dar a luz al Salvador del
mundo que ha de regir a todas las naciones.
Hay un asunto que, siendo necesario conocer por el
mundo cristiano actual para ver de cerca a la iglesia de
Dios ganada de entre el pueblo judío en el siglo I d.C.,
al presente no es comentado. Comentaristas y predicadores prefieren no explorar el asunto para evitar comentarios sobre aquellos a quienes el diablo trató de destruir
cuando no pudo destruir al niño que la mujer dio a luz.
Si el lector desea conocer los pormenores referentes a la
mujer puede leer el inicio de este Comentario.
Los otros de su descendencia
Apocalipsis 12:17
Entonces el dragón se llenó de ira contra la mujer y se fue
a hacer la guerra contra el resto de la descendencia de ella,
contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el
testimonio de Jesucristo.
Siendo que la mujer simboliza al pueblo de Israel de
donde nació nuestro Señor Jesucristo, conviene buscar
quiénes son estos otros que son de su misma descendencia. Véanse los capítulos 1-3 que ya he comentado. Este
otro segmento posee una particularidad que la mujer
que huye al desierto no posee, estos guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo;
este es el distintivo especial por el cual hay que buscarlos
dentro de las páginas de las Escrituras Griegas del Nue-
Revelación 11.19
El templo de Dios fue abierto en el cielo, y el Arca de su
pacto se dejó ver en el templo. Hubo relámpagos, voces, truenos, un terremoto y granizo grande.
Es decir, quien vio el cielo, el templo abierto y el arca,
fue Juan, pues él es quien está teniendo la visión.
En el tiempo cuando el antiguo pacto gobernaba a
Israel, la accesibilidad al templo quedaba prohibida
cuando la gloria de Dios descendía al lugar santísimo,
cualquier individuo que desobedeciera acercándose a
ese lugar moría inmediatamente. En esta visión las cosas
no son similares a las escenas en el tabernáculo entre
-57-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
vo Pacto. Posiblemente en la actualidad nadie pone
atención a tan grande identificación, y parece que eso es
evitado debido a que siendo de la misma descendencia
de la mujer necesariamente están ligados a la observancia de los mandamientos de Dios y poseen la fe y testimonio de Jesucristo.
Estos dos rasgos notorios claramente dicen que la
iglesia del primer siglo poseía esa característica tan especial, no sólo observaban los mandamientos de Dios
sino vivían en la fe de Cristo, con lo cual son fácilmente
identificables como redimidos por el evangelio. Lo sabemos porque Apoc. 12.17 lo declara, lo cual es un testimonio fehaciente e inviolable.
A partir del siglo II d.C. toda información en detalle
acerca de la iglesia de Dios de las Escrituras se pierde
porque quienes se encargaron de escribir la historia del
cristianismo fueron los escritores conocidos hoy como
padres de la Iglesia, los cuales, dicho de otra manera,
fueron los fundadores de la Iglesia Católica Apostólica y
Romana, y todo cuanto escribieron fue su propia historia, al tiempo que la historia de la verdadera iglesia ganada por Cristo nadie la contó, o al menos al presente,
no se conocen datos de su desarrollo. Apenas, incidentalmente, algunos escritores eclesiásticos mencionan
congregaciones cuya fe era diferente a lo que aquellos
enseñadores establecieron como dogmas, parte de esas
congregaciones diferentes incluían a la verdadera iglesia
de Dios, se exceptúan las sectas ebionita, nazarena,
gnóstica y otras que surgieron por el siglo II d.C. en carácter de grupos disidentes de la iglesia Católica.
La iglesia de Dios de la primera mitad del siglo primero estaba compuesta de judíos convertidos a Cristo, y
hasta después que la oportunidad de recibir el evangelio se les cerró es que el evangelio pasó a los gentiles; sin
embargo, el número de redimidos israelitas fue significativamente grande, 144.000 señalados, a los cuales hay
que agregar sus descendientes, los cuales si bien no son
contados entre las primicias, sí continuaron siendo parte
de los otros descendientes de la mujer que guardaban
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Yendo un poco más adelante en esto, uno pudiera
preguntarse qué pasó con esa gran cantidad de israelitas, ¿son mencionados por las Escrituras? ¿fueron ignorados totalmente? No, sencillamente ninguna especulación de estas u otras similares tienen sentido; y no la
tienen sencillamente porque ese numeroso pueblo de
redimidos, junto con sus descendientes, continuó siendo
la base sobre la cual las iglesias gentiles fueron levantadas. Incluso por el modo en que los apóstoles escriben
sus cartas se puede ver a esos redimidos congregándose
en algunas iglesias de Roma y Asia. Sobre ellos y su descendencia es que se debe poner toda la atención.
Identificando el resto
Como es sabido, Apoc. 12 es un capítulo bastante
popular en el ambiente evangélico, sin embargo, el verso
17 siempre es dejado sin comentarios; siempre es dejado
en un rincón porque es considerado aislado, una declaración de la cual aparentemente no hay contexto del
cual echar mano para explicar esos “otros”, pero en este
oportunidad se hace un estudio a fondo para poner al
descubierto la realidad.
La descripción dada en este verso 17 es sumamente
clara para identificarlos; y a la verdad, como se sugiere
al inicio de este subtítulo, no ha habido nadie que haya
sido parte de esa mujer sino los 144.000 mencionados
en el capítulo 7 de Apocalipsis.
¿Quiénes más podrían encajar plenamente dentro de
esa particularidad sino aquellos que son declarados primicias del evangelio? Esto es así porque el evangelio fue
primeramente anunciado a Israel, de esa nación fueron
escogidos 12.000 de cada tribu que son mencionados en
Apoc. 7.4-8.
De este grupo formaron parte los apóstoles. Ellos
salieron del sistema de justificación ritual para pasar a
ser justificados por el sacrificio del Cordero de Dios.
Abandonaron el sistema de justificación por el cual era
demasiado difícil vivir siempre justificados, para pasar a
ser justificados de una vez por todas. De ellos está declarado en Apocalipsis 14:1-5:
Después miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el
monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que
tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente. Oí
una voz del cielo como el estruendo de muchas aguas y como
el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como de arpistas que tocaban sus arpas. Cantaban un cántico nuevo
delante del trono y delante de los cuatro seres vivientes y de
los ancianos. Nadie podía aprender el cántico, sino aquellos
ciento cuarenta y cuatro mil que fueron redimidos de entre los
de la tierra. Estos son los que no se han contaminado con
mujeres, pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por
dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los
hombres como primicias para Dios y para el Cordero. En
sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
Algunas particularidades de este grupo son: Siguen al
Cordero por dondequiera que va. Esto no significa ir
tras él cada vez que camina. Se dice que lo siguen dando a entender que serán sus colaboradores en el Reino
de mil años.
Estos fueron redimidos de entre los hombres por
primicias del evangelio, o sea, fueron los primeros que
escucharon las buenas nuevas de salvación. Primicias
significa primeros frutos, y en sentido espiritual, ellos
fueron los primeros frutos del evangelio.
-58-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Estos no se contaminaron con mujeres, es decir, no se
contaminaron con religiones paganas, sino que salieron
del sistema dado por Dios a Israel para salvación bajo el
antiguo pacto para formar el pueblo de redimidos por
Cristo.
En sus bocas no fue hallada mentira sencillamente
porque ellos vivían y enseñaban a sus hijos la observancia de la Ley, la cual es perfecta, lo cual es notoria diferencia puesto que las religiones paganas son un infesto
de mentiras.
Para conocer a estos, sugiero al lector volver su atención a los capítulos 1 - 3 de Apocalipsis en este mismo
Comentario, pues de ellos allí se comenta abundantemente.
Por tanto, se debe entender entonces que el poder y
actividad de ambas, mencionado en este capítulo 13, no
pertenece únicamente al pasado sino al presente y futuro.
Identificando las bestias
Estas dos bestias son imposibles de identificar pues no
son materiales, más bien son dos malicias espirituales
que trascienden los siglos de manera que no mueren
porque son influencias del diablo que valiéndose de la
capacidad humana ha impuesto su señorío sobre los
moradores de la tierra. Así entonces, no se debe esperar mirar materialmente a ninguna de las dos, pero adviértase que su influencia es poderosa sobre los hombres,
además, tal influencia trasciende los siglos.
El momento vino, hace muchos siglos, cuando Satán,
por medio de sus malicias espirituales, se posesionó de
dos organizaciones que impusieron su voluntad sobre
una gran parte del mundo. De estas dos organizaciones
más abajo se dan algunos detalles.
CAPÍTULO 13.
Las dos bestias
Posiblemente el amable lector ya haya notado que mi
interpretación del libro de Apocalipsis en muchas de sus
partes es totalmente diferente a las interpretaciones de
otros escritores; esto es así pues me he propuesto exponer ideas propias, sin copiar las conclusiones de otros
escritores. Además, si mi intención fuera repetir ideas
ajenas, seguramente me habría ahorrado cientos de horas invertidas en escribir este Comentario.
Siendo ideas propias, éstas han surgido de mi propio
modo de entender las profecías de Apocalipsis, aunque
esto en alguna manera significa coincidir con otros comentaristas en algún punto de vista. Así pues, todo este
Comentario, exceptuando algunas fuentes de las cuales
es dado el debido crédito, es cuanto entiendo del libro
de Apocalipsis.
Así, aunque las dos bestias mencionadas en el capítulo 13 surgieron en el pasado, ambas continúan activas
en el tiempo actual adaptadas a la sociedad. El modo
activo de las dos bestias puede ser detectado sólo si la
persona dedica parte de su tiempo a escudriñar la historia religiosa y política del pasado en comparación con el
presente. Aunque la primera bestia (Imperio Romano)
hoy en día no existe literalmente, su influencia sí continúa activa. La segunda bestia está viva y activa, es la
ramera, el falso profeta y la mujer que cabalga sobre la
primera bestia; pero su modo de trabajar es diferente a
como lo fue en siglos atrás cuando intimidaba al mundo
con su terrible poder y hacía temblar a reyes y líderes
mundiales y masacraba a los santos de Dios con verdadero odio y sus decretos religiosos eran temidos.
El momento vendrá cuando ambas bestias volverán a
levantarse sobre todos los moradores de la tierra para
restablecer el dominio pleno que tuvieron en el pasado.
La fuerza les será devuelta para esos propósitos.
Apocalipsis 13.1
Me paré sobre la arena del mar y vi subir del mar una
bestia que tenía siete cabezas y diez cuernos: en sus cuernos
tenía diez diademas, y sobre sus cabezas, nombres de blasfemia.
En la visión, Juan se para a la orilla del mar para ver
surgir una bestia bastante extraña y de aspecto horrible,
agresiva, que causa estupor, y sobre la cual hay mucho
que comentar. Es una bestia con siete cabezas y diez
cuernos, cada cuerno posee una corona, y sobre sus cabezas tienen escrito nombres de blasfemias contra el
Altísimo. Siendo una representación simbólica, esta bestia representa al Imperio Romano (Daniel 7.7). Obsérvese que digo que la bestia representa a Roma con lo
cual concuerdo con la interpretación general, pero mi
interpretación no sigue todas las ideas que interpretan a
Roma como existiendo sólo en el pasado, ni tampoco
pienso que esas siete cabezas y diez cuernos pertenecen
al tiempo pasado. Tampoco veo esas siete cabezas como
gobiernos sucesivos que gobernaron los destinos de
Roma.
Es claro que siendo esta una visión, el mar de donde
sube la bestia es el mundo, específicamente, pueblos,
naciones y lenguas (Apocalipsis 17.15), que es precisamente el lugar de donde a su debido tiempo surge la
segunda bestia.
Actividad de la bestia en diferentes tiempos
Esta bestia (Imperio Romano) desarrolló, en el pasado, su actividad blasfema contra Dios estableciendo en
sus dominios el primer día de la semana como día de
-59-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
adoración, en cuyo día adoraba al sol. Asimismo, arremetió contra el pueblo de los santos partir del tiempo
cuando la iglesia de Dios comenzó a extenderse a varios
países del mundo, esa actividad contra la iglesia de Dios
terminó sólo hasta cuando el Imperio terminó.
Pero tal actividad impositiva no sólo ocurrió en el
pasado, más bien volverá en un futuro totalmente lejano
a nuestro tiempo, de allí es que ubicar esa actividad únicamente en el tiempo pasado es desacertado ya que
Apoc. 13.1 se refiere a eventos futuros, que sucederán
hasta después del reino de mil años de Cristo.
Aguas, o mar, en profecía, significan pueblos; así, la
bestia aquí descrita emergió de entre los humanos, o
sea, siendo una malicia espiritual se posesionó del Imperio Romano al cual el revelador vio como una horrible
bestia.
En Apoc. 11:7 esta misma bestia es presentada subiendo del abismo, cuyo lugar es la morada del diablo,
mientras que en Apoc. 13:1 emerge de entre la humanidad. En esto no hay contradicción pues estoy diciendo
que estas dos bestias son dos malicias espirituales que se
posesionan ya sea de naciones o de personas. De manera que, cuando Apoc. 13:1 la presenta subiendo del mar,
allí está posesionada del imperio romano, y cuando
Apoc. 11:7 la menciona subiendo del abismo, significa
que ese es el real origen del espíritu del cual estaba posesionado ese Imperio. Incluso en Apoc. 17:3, 7-13 es vista emergiendo del abismo con una mujer ramera embriagada.
no es correcto. Es más, en Europa existieron más que
diez tribus, y la selección que se hace para equipararlas
con los diez cuernos carece de apoyo histórico.
Otras interpretaciones
Otras interpretaciones tratan de formar estas siete
cabezas de la manera siguiente: Babilonia (una cabeza)
Medo-Persia (otra cabeza), Grecia no es tomada en
cuenta sino la división entre los cuatro generales de Alejandro (4 cabezas), y Roma, total, siete. Sin embargo, tal
interpretación carece de fundamento porque la visión
de Daniel 7 toma a Grecia como una cabeza y no toma
las cuatro divisiones del reino de Alejandro.
Si se quiere validar esa manera para obtener siete
tomando al imperio griego dividido en 4 y no como un
reino, entonces también habría que tomar a Media y a
Persia (Darío el Medo y a Ciro el Persa) como dos cabezas, pero eso nos aleja aún más de la profecía de Daniel.
Por lo tanto, esa interpretación no pasa la prueba porque para alcanzar el número de siete anula a Grecia la
cual la profecía valida.
Otras interpretaciones van aún más lejos al seleccionar a Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Grecia, Roma, el
séptimo no lo toman porque es desconocido, porque,
dicen, aún no ha venido.
En otras palabras, según estas interpretaciones, las
siete cabezas de la bestia (Roma) significan que primero
tuvo una cabeza (Egipto) que a su tiempo murió, después le nació otra (Asiria) que después de cierto tiempo
murió, y así sucesivamente. Por razones obvias ese tipo
de interpretación es incorrecta ya que la bestia (Roma)
no tuvo a Egipto, ni a los otros grandes reinos, como la
base de donde surgió.
Roma nunca estuvo en el pasado organizada en siete
formas de gobierno sucesivos; ni esos diez líderes, independientes de Roma, existieron en el pasado.
Asimismo, esas diez tribus europeas que algunas veces se dice que surgieron con la caída de Roma es desacertado porque la historia del Imperio Romano, y cómo
llegó a su fin, es enteramente diferente.
Parece que el primero que interpretó los diez cuernos
como siendo diez reyes que ya pasaron fue Isaac Newton, quien en su interpretación de las profecías de Daniel dice que esos diez cuernos representan a los Vándalos, Suevos, Visigodos, Alanos, Burgundios, Francos,
Británicos, Hunos, Lombardos y Ravenos. Partiendo de
su idea otras interpretaciones han surgido y han ido
modificando la lista.
Pero con todo y la diversidad de opiniones que tratan
de identificar quiénes podrían ser esos diez cuernos, al
leer cuidadosamente Apoc. 13.1, arriba transcrito, no se
mira que la bestia (Roma) primero haya muerto para
Siete cabezas, diez cuernos
Las siete cabezas significan un conjunto de dirigentes,
y los diez cuernos simbolizan a diez naciones o reinos.
Tanto las cabezas como los cuernos están sobre la bestia. Esto va a existir en tiempo futuro. Colocar esas siete
cabezas para tiempos pasados, y decir que fueron siete
formas de gobierno sucesivos, no coincide con la historia la cual no dice que Roma haya tenido siete diferentes
formas de gobierno sucediendo uno tras otro. Apoc.
13.1 más bien sugiere que esas siete cabezas están juntas
al mismo tiempo; sólo si esas cabezas aparecieran en
línea, una detrás de la otra, podría indicar que son sucesivas, pero el verso no sugiere eso.
Tampoco históricamente se puede comprobar que a
la caída de Roma hayan surgido de ella diez cuernos o
naciones, o que Roma haya sido dividida en diez naciones. Estar sobre su cabeza significa depender de ella
mientras está viva.
Las tribus que algunas veces se dice emergieron en su
lugar, ya existían al mismo tiempo de Roma independientes de ella, por lo tanto, el punto de vista referente a
que cuando Roma cayó diez naciones tomaron su lugar
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
dar lugar al surgimiento de esos diez cuernos, tampoco
el relato dice que esos cuernos mataron a la bestia. Ni
tan siquiera dice que surgieron en sustitución de ella.
Leyendo cuidadosamente se mira que la bestia está viva,
y que en su cuerpo hay siete cabezas y diez cuernos.
Esto significa que Apoc. 13.1 se refiere al Imperio Romano que en el futuro va a resurgir; hasta entonces esas
cabezas, coronas y cuernos serán conocidos.
En realidad, estas siete cabezas nunca existieron en el
pasado, por eso su identificación son intentos fallidos,
que se contradicen y ninguno acierta.
En verdad, la cabeza que es herida no pertenece al
pasado. Más bien Apoc. 13.3 pertenece al futuro, a un
futuro lejano al nuestro, siendo esa la razón por la cual
nadie conoce qué o quiénes serán esas siete cabezas, y
cual de ellas va a ser herida y cómo.
Aunque Juan ve que una de sus cabezas fue herida de
muerte, o degollada; en realidad el texto no dice que la
cabeza muere y que es sustituida por otra; sino que esa
cabeza estando herida de muerte, recibe sanidad y continúa siendo la misma, de manera que no habrá necesidad de sustitución.
Toda la tierra (como dice este verso 3) bajo la autoridad o influencia de la bestia (Roma) mirará en aquel
tiempo cómo la crisis interna de ese sistema romano, en
cuya acción una de sus cabezas estará a punto de terminar su presencia junto a las otras seis, será solucionado,
es decir, esa crisis será solucionada hasta el grado de
continuar trabajando las siete en armonía.
La habilidad para sanar esa cabeza pertenece al dragón o sea al diablo quien motivará a la bestia a reorganizarse y a reajustar los errores organizativos que estarán teniendo, de manera que el sistema volverá a la
normalidad; por esa razón el verso siguiente dice:
Apocalipsis 13.2
La bestia que vi era semejante a un leopardo, sus pies
eran como de oso y su boca como boca de león. El dragón le
dio su poder, su trono y gran autoridad.
Que esta bestia es el Imperio Romano lo testifica la
referencia hecha por el profeta Daniel en el capítulo 7.7;
y su cuerpo de leopardo, sus patas de oso y su boca de
león significa que el imperio romano antiguo poseyó
rasgos característicos de los tres primeros reinos mundiales que le antecedieron: Babilonia (león), Medo-Persia (oso), Grecia (leopardo). Pero poseer esas características no significa que el Imperio Romano haya sido una
fusión de los tres anteriores; la descripción sólo significa
compartimiento de características.
El distintivo característico de los cuatro imperios fueron la idolatría y la agresividad; sin embargo, Roma
poseyó una característica tenebrosa que no es señalada
en los otros reinos, esa característica es la malicia espiritual de la cual estuvo poseída. Dicho de otra manera,
según Apoc. 13.2 esta bestia fue única, y por el modo en
que es descrita no sólo fue superior en tamaño, poder y
agresividad que los tres reinos anteriores sino también
en que la fuente de su poder es el dragón; en cambio, la
Escritura no dice que el dragón haya sido la fuerza que
movió a los tres reinos anteriores.
El dragón, o sea el diablo, alimentó al Imperio Romano en el pasado con poder y capacidad de exportar
su paganismo por todos sus dominios, y el dragón volverá en el futuro a darle vida, y volverá a darle el gran poder como se lo dio en el pasado. Esto significa que
Apoc. 13 es una visión profética para el futuro.
Apocalipsis 13.4
y adoraron al dragón que había dado autoridad a la
bestia, y adoraron a la bestia, diciendo: ¿Quién como la
bestia y quién podrá luchar contra ella?
Habiendo solucionado la crisis interna las cosas volverán a su cause normal, ante lo cual el mundo se alegrará grandemente viendo cómo aquella enorme organización resuelve el problema, cuya solución será dada
por el diablo, o dragón.
Esa adoración aquí mencionada no significa postrarse literalmente frente a ella, más bien significa la enorme alegría de la gente de aquel tiempo sentirá viendo
cómo la bestia soluciona su problema esa es doración al
Imperio y al dragón.
Apocalipsis 13.3
Vi una de sus cabezas como herida de muerte, pero su
herida mortal fue sanada. Toda la tierra se maravilló en pos
de la bestia.
Algunas enseñanzas dicen que esta cabeza era Nerón,
otras, que fue el imperio germánico, y así, la lista podría
continuar, todo lo cual significa desconocimiento de
quién es en realidad el ser representado por ese cuerno.
Aún más, este verso 3 es claro al decir que “una de sus
cabezas fue herida de muerte”, lo cual significa que las siete
cabezas existen al mismo tiempo como se dice arriba.
Adoración ayer, hoy y mañana
Como digo al inicio del comentario sobre el capítulo 13,
las dos bestias no mueren, o no pueden morir porque
son malicias espirituales que trascienden los siglos; esas
malicias espirituales son el mismo dragón o diablo; y
aunque la bestia (Imperio Romano) de la cual estaba
posesionado desapareció hace ya muchos siglos, en realidad continúa viva porque sus decretos que en su tiempo estableció aún hoy en día continúan siendo fielmente
obedecidos.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
¿Cómo el mundo ha venido adorando al dragón?
Véase como: Tal adoración se da cuando la persona se
complace en obedecer a las órdenes que él dragón emitió por medio del Imperio Romano que era la representación del dragón entre la humanidad. Fue el Imperio
quien introdujo la reverencia al día del sol, hoy conocido como domingo en el mundo, lo cual miles de millones fielmente obedecen.
En la actualidad, más de un historiador muestra cómo muchas creencias paganas del pasado han continuado existiendo porque la religión cristiana les da vida,
entre ellas el 25 de Diciembre que era el día de inicio de
la saturnalia, una festividad romana en la cual el pecado
era el principal huésped (a la fiesta de navidad algunos
llaman saturnalia cristiana); el título de “reina del cielo”
que los paganos tributaban a la luna hoy es tributado a
María, el primer día de la semana, dedicado a adorar al
sol, hoy es dedicado a adorar a Cristo, etc.
De esta manera el mundo ha venido adorando al
dragón y a la bestia. Pues así como en el pasado y presente ambos han estado recibiendo adoración, así será
en el futuro cuando el dragón vuelva a ser adorado por
quienes estarán viviendo en aquel tiempo, después que
los mil años del reinado de Cristo hayan terminado.
Aunque la humanidad ha estado adorando al dragón
desde principios del siglo II de nuestra era después que
no pudo destruir a la mujer vestida del sol, nadie lo advierte, nadie logra entender en qué consiste esa adoración.
Nadie en aquel tiempo por venir se va a arrodillar
literalmente delante del dragón (el diablo), tampoco lo
harán frente a la bestia, pero se debe entender que adorar a esos dos espíritus inmundos no necesariamente
requiere de arrodillarse, más bien esa adoración será
posible por el alto aprecio, admiración y devoción que el
mundo tendrá a esos dos espíritus como líderes en oposición al Altísimo.
tiempo es el mismo tiempo referente a los dos testigos
(Apoc. 11.3). El permiso de hablar arrogantemente y de
proferir blasfemias contra el Altísimo encaja exactamente con la actitud que va a mostrar cuando mate a los dos
testigos y exponga sus cuerpos muertos al mundo y el
mundo se complazca viéndolos expuestos en la plaza de
la gran ciudad. Tanto el permiso que se le dará para
matar a esos dos seres como la arrogancia mostrada
coinciden con el mismo período de tiempo de 1.260 días
o cuarenta y dos meses.
El nuevo Imperio va a dominar al mundo como en el
pasado, y la segunda bestia le servirá como ocurrió en el
pasado. Pero una cosa debe saberse: el tiempo en que
ese nuevo Imperio va a dominar no será largo como en
el pasado, sencillamente el tiempo estará llegando a su
fin, por lo cual al leer los acontecimientos de aquel entonces no se debe pensar que el Imperio durará siglos.
Apocalipsis 13.6
Y abrió su boca para blasfemar contra Dios, para blasfemar de su nombre, de su tabernáculo y de los que habitan
en el cielo.
No sólo le será permitido blasfemar contra Dios y su
santo nombre, sino que volverá su mirada contra el tabernáculo el cual por cierto será construido durante el
reinado de paz y perdurará hasta los tiempos del fin. Es
interesante recordar lo dicho antes en el sentido de que
desde la destrucción del templo de Jerusalén en el año
70 d.C. no ha vuelto a existir otro, pero existirá en el
futuro reino de Cristo; a ese tabernáculo se refiere este
texto.
El colmo de esta bestia es que debido al señorío que
tendrá sobre los moradores de la tierra en aquel entonces, repetirá el cúmulo de blasfemias con las cuales ha
venido a través de los siglos blasfemando el santo nombre del Todopoderoso. Asimismo este verso dice que
también va a blasfemar contra el templo ¿qué significa
eso? Recuérdese que en tiempos de Israel el templo era
el lugar donde habitaba la gloria de Dios; en aquel
tiempo por venir en el nuevo templo va a habitar la gloria de Cristo tal como los profetas del antiguo pacto lo
han declarado. Si la bestia no tomará cuidado en blasfemas contra el Padre y contra el Hijo, mucho menos lo
tomará en blasfemar contra todos los seres celestiales.
Las blasfemias de la bestia serán vistas y oídas en todo el mundo donde los habitantes nada más estarán
esperando el momento en que el juicio llegue y el gran
juez sea visto por todos.
De esta manera se puede ver que la osadía del diablo,
realizada en el pasado, volverá a repetirse usando los
mismos elementos que usó en el pasado, es decir, a sus
adoradores, pero el lago de fuego les espera a todos.
Apocalipsis 13.5
También se le dio boca que hablaba arrogancias y blasfemias, y se le dio autoridad para actuar por cuarenta y dos
meses.
En el nuevo orden mundial que será establecido después de los mil años del reinado de Cristo, esa malicia
espiritual que cobró fuerza por medio del antiguo Imperio Romano, volverá a surgir; en ese entonces levantará
un gobierno poderoso como lo hizo con el Imperio Romano del pasado, y estando fortalecido por la adoración
y beneplácito de la humanidad, proferirá blasfemias
contra el Altísimo.
A esta bestia le será permitido blasfemar durante
cuarenta y dos meses. Yo entiendo que esta cantidad de
-62-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 13.7
Se le permitió hacer guerra contra los santos, y vencerlos.
También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua
y nación.
Recuérdese lo dicho al principio del comentario de
este capítulo, es decir, que esta bestia existió en el pasado y existirá en el futuro. Así, esto corresponde al pasado cuando Roma inundó Jerusalén y arremetió contra
los redimidos. Arremeter contra los santos y vencerlos
significa perseguirlos y castigarlos por desobedecerle
“También se le dio autoridad sobre toda tribu, pueblo, lengua y
nación”. La historia testifica cómo la bestia, o sea, el Imperio Romano en este caso, en el pasado, tomó señorío
sobre millones de personas en su basto dominio, imponiendo su voluntad, y castigando con la muerte a quienes le desobedecían. Pero la autoridad mencionada en
este verso no pertenece únicamente al pasado, sino
también al futuro; el momento ha de venir cuando esa
malicia espiritual volverá a ser activada para dominar al
mundo como hizo en el pasado. Roma no volverá a
maltratar al pueblo de Dios como lo hizo en el pasado,
en ese tiempo allí va a estar Cristo dedicado a limpiar o
restaurar todas las cosas (Hechos 3.21), esta labor de
limpieza incluye destruir a la bestia en el lago de fuego.
Porque así como mató despiadadamente a miles de
santos, así será su pago. Y a los santos les es recomendado tener paciencia y no desmayar en la obediencia. A
Dios no se le olvida nada, todas las acciones llevadas a
cabo por Roma serán castigadas a su debido tiempo.
La segunda bestia
Apocalipsis 13.11
Después vi otra bestia que subía de la tierra. Tenía dos
cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como
un dragón.
Esta bestia es todavía más intrigante que la anterior.
Porque si bien de aquella se dice que resurgirá a su debido tiempo, esta es polifacética, y no ha muerto desde
que surgió, y los lectores de las Escrituras deben poner
atención al modo en que se le describe y actúa porque
con su astucia engaña fácilmente a los hombres.
En este verso 11 se le describe teniendo cuernos como los de un cordero, pero su hablar es como el dragón.
Esta descripción significa que aunque su apariencia de
mansedumbre mueve a los hombres a acercársele confiadamente y vivir bajo su sombra, sin embargo, su voz
siniestra claramente indica su procedencia. La hipocresía, la falsedad y su política son elementos que domina y
explota con verdadero arte. A su modo de presentarse y
actuar se le debe poner mucha atención para entender
esos rasgos muy interesantes de ella.
Pero lo intrigante de su apariencia no para allí, ya
que esta bestia aparece en otras partes de Apocalipsis
bajo la forma de falso profeta (Apoc. 16:13, y ramera
(Apoc. 17:1). Su apariencia mansa de cordero y su condición de falso profeta son atributos de engaño.
Juan la mira subir de la tierra, eso tiene que ver con
el modo cómo esta bestia surgió, nació o fue organizada.
Siendo una bestia simbólica, se debe buscar en la historia su correspondencia. También es interesante observar
que esa bestia aún no había surgido en los días en que
Juan la vio; pero comenzaría a surgir a partir del siglo II
E. C.
Después de la muerte de los apóstoles hubo predicadores a quienes no les interesaba en lo mínimo continuar en el camino trazado por aquellas grandes columnas, y optaron por establecer sus propias creencias en las
congregaciones a las cuales pertenecían. Es notorio cómo Eusebio de Cesarea, a partir de su libro I, describe
la actividad de tales hombres, describiéndolos como si
en verdad ellos hubieran sido los auténticos sucesores de
los Apóstoles. Narra cómo Víctor, por el 198 d.C., autoritariamente se atrevió a excomulgar a las congregaciones que celebraban la Cena Del Señor el 14 de Nisán, y
aunque sus intentos fueron frenados por otros obispos,
fácil es ver cómo la segunda bestia estaba comenzando a
Apocalipsis 13.8
La adoraron todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no estaban escritos desde el principio del mundo en el
libro de la vida del Cordero que fue inmolado.
Esta adoración a la bestia se llevó a cabo, se ha estado llevando a cabo y se llevará a cabo cuando resurja,
no postrándose literalmente frente a ese animal pues es
simbólico; más bien esa adoración consiste en la obediencia a sus decretos y lealtad a su autoridad. Aunque
actualmente Roma no existe, la segunda bestia hace que
los moradores de la Tierra la adoren y se postren ante
ella obedeciendo fielmente las leyes que dictó cuando
existía.
De todos esos idólatras claramente está dicho que sus
nombres nunca han estado escritos en el libro de la vida.
Apocalipsis 13.9
Si alguno tiene oído, oiga.
Es decir, los que oyen esto sepan lo que está reservado
para los servidores de la bestia.
Apocalipsis 13.10
Si alguno lleva en cautividad, a cautividad irá. Si alguno
mata a espada, a espada será muerto. Aquí está la perseverancia y la fe de los santos.
Así como Dios decretó en su Ley “ojo por ojo, diente
por diente”, así retribuirá a la bestia en el día del juicio.
-63-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
dominar multitudes por medio de una piedad fingida.
En fin, con apariencia de mansedumbre y de piedad
la segunda bestia fue arrogándose el derecho de quitar
de muchas congregaciones las enseñanzas apostólicas
para imponer una enseñanza surgida de quienes no tenían a Cristo como su Señor aunque reclaman tenerlo.
Los hombres que dieron forma a esa bestia fueron, en
su mayoría, líderes de procedencia pagana, que mezclaron el cristianismo, con cultos paganos y filosofías. Su
apariencia de cordero quedó manifestada por el modo
suave como se introdujo en el mundo religioso, tomando
muchas iglesias de genuinos convertidos a Cristo, engañándolos con su fingida piedad y modo tergiversado de
interpretar la Santa Escritura hasta alcanzas su propósito.
Cuernos de cordero significa fingida mansedumbre y
fingida piedad. A esto hay que agregarle su calidad de
falso profeta. En el antiguo tiempo, profeta no sólo significaba uno que profetizaba, sino uno que representaba
a Dios, por ejemplo, Abraham era profeta de Dios (Génesis 20.7) no porque profetizara sino porque dondequiera que iba representaba al Altísimo. Así, en su calidad de falso profeta, la bestia ha hecho creer al mundo
que es la representante de Dios sobre la Tierra.
Así, tras ese modo fingido de piedad y de falso conocimiento de los Escritos Sagrados han estado sus palabras altivas en oposición a la voluntad de Dios estableciendo un esquema religioso opuesto al de Dios, pero a
la vez haciendo creer que tales enseñanzas son el modo
correcto de entender las Escrituras de Dios.
Cuernos de cordero sugieren un fingido carácter religioso. Su voz de dragón claramente indica lo que fueron
sus decretos en contra de las enseñanzas de la iglesia
genuina.
Su pretendida apariencia de mansedumbre no significa otra cosa sino la astucia con la cual esta bestia ha
actuado desde su formación; porque para engañar a las
multitudes ha fingido piedad, santidad y profundo conocimiento de la Palabra de Dios hasta el grado que en el
pasado hizo aparecer a los judíos como grandes ignorantes y a los obispos que discutieron contra ellos hizo
aparecer como campeones y perfectos conocedores de la
Ley, que enseñaron a los ignorantes judíos la “correcta”
interpretación de la Ley que les fue dada por Dios a través de Moisés.
Petulancia crasa, por cierto, la de pretender conocer
las profundidades de una Ley con la cual nunca habían
estado en relación, con todo, hoy en día el mundo cristiano favorece en todo los argumentos de aquellos obispos y les da el triunfo sobre los judíos.
Curioso es observar cómo un equipo de filósofos paganos que nunca antes habían conocido nada referente
al Altísimo, de repente se convirtieron en maestros de la
Ley de Dios; al menos de esa manera hoy son presentados popularmente, aunque la verdad innegable es enteramente discutible, porque antes de agregarse a la Iglesia vivían en el paganismo. Hoy el mundo les otorga una
imaginaria sabiduría que sobrepasó a la de los judíos.
De igual manera esta bestia arrolló a los redimidos
por Cristo, a los cuales el Imperio de Roma miraba y
consideraba sospechosos por el hecho de ser observadores del Sábado, de quienes se dice fueron señalados como culpables del incendio de Roma; eventualmente el
momento vino cuando el nuevo esquema eclesiástico,
siguiendo los mismos pasos de la Roma imperial, identificó como herejes y los lanzó al anonimato. Apenas escasas referencias acerca de las iglesias de Dios hacen las
historias eclesiásticas. El resultado final fue que, aquellos
que venían siguiendo la doctrina de los apóstoles, vinieron a perder su estado de iglesias de Dios y a caer en el
anonimato, mientras que la Iglesia (con I mayúscula) se
tomaba el derecho de quitarles el lugar proclamándose a
sí misma ser la verdadera, la genuina iglesia. El mundo
cristiano apoya a la Iglesia Católica y demerita la genuina iglesia por la cual los Apóstoles trabajaron.
Apocalipsis 13.12
Ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia
de ella, y hace que la tierra y sus habitantes adoren a la
primera bestia, cuya herida mortal fue sanada.
Es decir, esta bestia con cuernos de carnero es el poder religioso que nació en representación del Imperio
Romano después de su disolución. Las historia cuenta
cómo en los siglos pasados miles y miles de personas
murieron cruelmente a manos de esta bestia por no haber obedecido sus decretos religiosos, por no haberse
sometido a sus dogmas. Sus garras están manchadas con
la sangre de miles y miles de inocentes que prefirieron
las horribles torturas de que fueron objeto porque prefirieron morir con sus conciencias limpias de blasfemias
en contra del Altísimo. Cuando este verso 12 dice: Ejerce
toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, está
diciendo que esta bestia o falso profeta ha seguido los
pasos establecidos por el Imperio Romano en su trato
brutal contra quienes se rebelaban contra sus decretos
civiles y religiosos.
Más de un historiador ha registrado las masacres que
en nombre de Dios esta brutal bestia ha cometido en su
malintencionada actitud de destruir cualquier oposición.
De esa manera es como el mundo adora a la primera
bestia que no está viva literalmente hablando, pero que
lo está porque esta segunda bestia la hace vivir por medio de continuar dando vida a sus leyes, sobre todo en lo
referente a la religión.
-64-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
La primera bestia, aunque terminó hace muchos siglos, está por reaparecer en el futuro, en estos momentos
es un monstruo que está siendo incubado por la segunda bestia; pero para su resurgimiento aún falta bastante tiempo. Lo que sí es cierto es que nadie en las generaciones que siguen a esta testificará como cierto esto
que estoy diciendo pues no habrá tiempo para ello, pero
será testificado por aquellos millones que estarán poblando la Tierra en aquel tiempo, después del reinado
de Cristo, cuando ambas bestias hayan de retomar su
poderío.
Cuando ese tiempo venga, el mundo se gozará mirando no una bestia, sino dos, cada una trabajando en el
propósito para el cual el dragón las va a usar; pero ese
compañerismo, durará poco tiempo, porque la primera
bestia retomará todo su poder del pasado y se impondrá
sobre la segunda bestia y la humillará como se verá más
adelante.
Hablando de la segunda bestia, la segunda parte de
Apoc. 13.12 dice:
hace que la tierra y sus habitantes adoren a la primera bestia,
cuya herida mortal fue sanada.
Esto no se entiende de manera literal sino espiritualmente, porque ni en el presente esta segunda bestia
obliga a los moradores de la tierra a doblar sus rodillas
ante la primera bestia literalmente ni tampoco lo hará
en el futuro al que este capítulo 13 se refiere. Esta adoración es un asunto que debe entenderse examinando
de cerca cómo es que los objetos, las cosas o las personas
pueden ser adoradas sin necesidad de doblar las rodillas.
Por otra parte, el texto dice que la segunda bestia da
vida (o continúa dando vida) a las disposiciones paganas
que la primera bestia estableció, y cuando los moradores
de la tierra obedecen el orden religioso establecido por
esta segunda bestia, automáticamente están adorando a
la primera bestia.
Millones ignoran, o se resisten a creer, que la observancia del primer día de la semana, es un homenaje que
rinden a la primera bestia que lo instituyó en sus dominios y que la Iglesia abrazó desde su fundación por el
siglo II d.C.
La cristiandad ha estado demasiado lejos de entender
que la enseñanza de la Santa Escritura desde el siglo II
E. C., fue distorsionada para anular el genuino día de
reposo y darle cabida al “venerable día del sol” con el
pretexto de ser guardado porque en ese día Cristo resucitó.
De esa manera la segunda bestia honró a la primera
bestia al incluir entre sus dogmas la observancia de un
día que Dios nunca ha santificado. Al defender los decretos de la segunda bestia el mundo está de esa manera
adorando a la primera.
Apocalipsis 13.13
También hace grandes señales, de tal manera que incluso hace
descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres.
He aquí cómo la segunda bestia es expuesta ante
quienes leen Apocalipsis, presentándola como el falso
profeta mencionado en Apoc. 19.20.
Este tiempo mencionado aquí aún está demasiado
lejos. Aún no ha llegado porque todavía no es necesario
que esta segunda bestia haga señales tan portentosas
como la de hacer descender fuego del cielo. Con todo, si
está escrito a su debido tiempo vendrá; lo que sucede es
que, para que las cosas profetizadas se cumplan, la humanidad debe estar en un punto crítico en donde esas
señales hayan de tener el más grande éxito, y qué mejor
tiempo que cuando el reino de maravillas de Cristo haya
terminado; entonces el dragón va a aprovechar para
hacer creer que las señales de la segunda bestia provienen de Dios.
Estas señales se convertirán en un serio tropiezo para
los genuinos redimidos. Recuérdese que la apariencia de
esta bestia es engañosa, y la sutilidad de sus palabras es
la misma del dragón que engañó a Eva en el Edén. Así,
hablando suave, de modo cautivador y paternalista, millones creerán vehementemente que sus actuaciones serán hechas para honra y gloria de Dios, ignorando que
el dragón está detrás de todo cuanto los hombres presenciarán. En Mateo 24:24, el Señor ha profetizado:
Porque se levantarán falsos cristos y falsos profetas, y
harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si es posible, aun a los escogidos.
Las palabras del Maestro señalan tiempos de peligro
aun para los redimidos, porque cuando le sea dado
permiso a la bestia para hacer las señales los redimidos
estarán en peligro de ser engañados.
Cristo ha dicho: “el que lea entienda”, y sus palabras
son más que suficientes para concluir que esos falsos
cristos y falsos profetas, incluyen a la bestia.
Lo preocupante para los redimidos que vivan cuando
estas grandes señales sean hechas, es que el peligro de la
confusión les habrá rodeado y, si es posible, como dice el
Señor, caerán en el engaño viendo señales tan portentosas que serán hechas en nombre de Dios.
La dificultad de entender el origen de los portentos se
debe a que esta segunda bestia va a actuar engañosamente, fingiendo que el origen de sus actuaciones es
celestial, de Dios.
Apocalipsis 13.14
Engaña a los habitantes de la tierra con las señales que
se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, diciendo a
los habitantes de la tierra que le hagan una imagen a la
bestia que fue herida de espada y revivió.
-65-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Comenzando con la última parte de este texto, se
debe poner atención al modo en que está escrito, pues es
para el el momento en que la primera bestia, es decir,
aquella de la cual una de sus cabezas fue herida de
muerte y sanó, ya esté funcionando.
El engaño de parte de la segunda bestia, aquí mencionado, se refiere a las señales que va a hacer como
honra a la primera bestia. No serán señales falsas sino
reales, a vista de todos los moradores de la tierra, lo cual
le asegurará la fidelidad de sus seguidores que mirarán
maravillados el poder que posee. El engaño consistirá en
dar a entender que el poder de hacer esas señales viene
de Dios después de todo, poseerá apariencia de cordero
pero la verdadera naturaleza de esas maravillas provienen del dragón, o sea del diablo. La pregunta es ¿Quién
podrá imaginar que semejantes señales tendrán procedencia satánica cuando que serán hechas en nombre de
Dios?
Lamentablemente la humanidad está acostumbrada
a imaginar que todo lo bueno y agradable a sus ojos
tiene procedencia celestial, ignorando que la serpiente
antigua, el diablo o dragón, ha recibido permiso para
engañar a los que están destinados al lago de fuego.
Con semejante engaño, las multitudes del pasado y
presente, que van tras la bestia, han estado imaginando
que al obedecer la voz de la segunda bestia están adorando a Dios cuando que en realidad están adorando a
la primera bestia; y en el futuro, cuando esta segunda
bestia se levante para hacer sentir su poder y autoridad,
la reverencia hacia ella volverá a ser como lo fue allá por
el siglo IV d.C.
Lo que será enteramente difícil de entender es que el
propósito de la segunda bestia será afianzar la adoración
hacia la primera bestia, induciendo a los moradores de
la tierra a fortalecer su obediencia a cuanto el imperio
romano del pasado instituyó.
las creencias paganas que estableció para la cristiandad
bajo sus dominios, y estará viva durante el tiempo cuando esta profecía del verso 15 haya de cumplirse!, “infundir aliento”, como dice este texto, significa hacer que
la bestia vuelva a la vida.
La segunda bestia, la de apariencia mansa e inocente,
no tiene otro propósito sino el de castigar duramente a
quienes no le obedezcan en su propósito de hacer que
adoren a la primera bestia.
En siglos pasados el nombre de Dios fue usado por
esta engañosa bestia, la cual, fingiendo ser su representante, destrozó al pueblo de Dios matando inocentes con
las más cueles torturas, porque la obediencia que demandaba significaba obedecer la fe pagana de la primera bestia. Por algo esta segunda bestia tiene apariencia
mansa, pero en sí, habla y actúa como el dragón mismo.
Cuando venga el momento en que le será permitido
hacer grandes señales, su propósito no tendrá otro fin
sino el de fortalecer entre los hombres la adoración fiel a
la primera bestia, pero, como se dice arriba, para ese
tiempo el escenario estará preparado para que el impacto sea impresionante y el mundo vaya tras ella, es decir,
le obedezca.
Dos bestias, un número, una identidad, un propósito
Apocalipsis 13.16
Y hacía que a todos, pequeños y grandes, ricos y pobres,
libres y esclavos, se les pusiera una marca en la mano derecha o en la frente.
Este asunto en nuestros días ha venido a ser motivo
de sensacionalismo al grado que muchos juegan al número de la bestia tatuándose partes de su cuerpo con el
666. Películas acerca de ese número son producidas de
vez en cuando para desorientar a las multitudes que ignoran el verdadero significado de poseer ese número. Lo
cierto es que semejante marca no es exclusiva para el
futuro, más bien ha estado siendo colocada sobre millones a lo largo de muchas centurias sin que la gente lo
hay notado; de esa manera, la segunda bestia los ha estado sellando con el número de la bestia a la cual sirve.
Como digo en el Estudio “666 el Número de la Bestia”, la popularidad comercial hilvana historietas sensacionalistas y las divulga para obtener grades beneficios
económicos, haciendo con ello que el público se sobresalte y atemorice al vivir momentos de horror frente a
una bestia de figura imaginaria. Por cierto, no saben
quién es la bestia pero imaginan que va a ser un personaje de figura grotesca, físicamente visible cuya voz imperiosa será escuchada por aquellos a quienes va a maltratar.
Apocalipsis 13.16 menciona a pequeños y grandes lo
Apocalipsis 13.15
Se le permitió infundir aliento a la imagen de la bestia,
para que la imagen hablara e hiciera matar a todo el que no
la adorara.
Recuérdese lo que he venido enfatizando en el sentido del significado y propósito de estas bestias y sus diabólicos planes, y que sus actuaciones no pertenecen a un
tiempo específico, del modo en que la segunda bestia
trabajó bajo la protección de la primera, así esta segunda bestia continúa fiel en su trabajo; y como hicieron en
el pasado, lo están haciendo en el presente y lo harán en
el futuro. ¡Aquí está la verdad acerca de todo lo que se
viene diciendo: La primera bestia, aunque actualmente
está muerta, en realidad continúa viva porque esta segunda bestia de la vida al hacer que el mundo obedezca
-66-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
cual no se refiere a estatura corporal sino a categoría
social y profesional, de donde se toma que todos por
igual han sido sellados como adoradores de la bestia,
incluyendo reyes, presidentes y primeros ministros. Pero
todo cuanto se está diciendo de ninguna manera significa que el sellamiento haya sido sólo cosa del pasado,
más bien en este tiempo actual las generaciones cristianas que van naciendo van siendo selladas sin que la gente adulta se dé cuenta de lo que está sucediendo. De esta
manera las cosas continuarán sucediendo hasta el día en
que las plagas sean derramadas.
Pero las cosas no pararán cuando vengan las plagas y
cuando el reino de Cristo sea establecido sobre la tierra,
puesto que la labor de la segunda bestia volverá a surgir
después de ese glorioso tiempo con la misma agresividad
mostrada en los siglos que nos han antecedido, imponiéndose sobre los habitantes del mundo para quienes
toda esperanza de salvación se habrá ido para siempre.
El momento vendrá cuando la segunda bestia dará órdenes para que sus seguidores sean censados para reconocerlos.
Sí, la humanidad va a ser censada para ser identificada; de esa manera será definido quién está alistado para
la vida eterna y quien será declarado adorador de la
bestia. En cada metrópoli, en cada ciudad, en cada aldea; sin importar el número de habitantes ni el tiempo
que tome ese censo. La curia recibirá órdenes para realizar este trabajo.
“(Una curia, en los tiempos de la antigua Roma, era una
subdivisión del pueblo, más o menos identificada con una
tribu. El término curia también indica el lugar donde esta
tribu discutía sus asuntos...
La Curia Romana o Curia Vaticana es el conjunto de
órganos de gobierno de la Santa Sede y de la Iglesia Católica. Está compuesta por un grupo de instituciones, denominadas dicasterios, bajo la dirección del Papa, que ejercen las
funciones legislativas, ejecutivas y judiciales. Se coordina y
proporciona la necesaria organización central para el correcto funcionamiento de la Iglesia y el logro de sus objetivos.
(Tomado de Wikipedia).
La enorme organización, cual máquina bien sincronizada, será echada a andar para realizar el trabajo de
poner en claro quién adora a la bestia o a su imagen.
Reyes, Presidentes, Primeros Ministros, trabajadores
gubernamentales; gente en las fábricas, en las oficinas y
en cualquier centro de trabajo, en ciudades, pueblos y
villas, será censada para conocer su posición. Es decir,
para ser conocido como “cristiano obediente a dios”,
pero la realidad escondida detrás del ese sello será identificarlo como adorador de la primera bestia.
Pero... ¿Cuál es esa marca? ¿Qué es su figura? O, mejor dicho, ¿en qué consiste ese sello? La única manera
de entender a qué se refiere es poniendo atención a las
palabras de Apoc. 13.16.
La cristiandad ha estado siendo sellada con esa marca desde cuando el Imperio Romano (la primera bestia)
dio la orden, sin embargo, aunque los siglos han estado
transcurriendo absolutamente nadie ha dado la voz de
alerta denunciando en qué consiste esa marca.
Aunque Roma imponía su voluntad, en cierto modo
permitía que los adoradores de Dios continuaran reposando el Sábado, séptimo día de la semana hasta que
despertó su incomodidad viendo a los desobedientes. El
sellamiento, oficialmente, comenzó el 7 de marzo del
año 321, cuando el Emperador Constantino decretó la
santidad del día del sol, o domingo, como día de descanso en todo su imperio, y que todos los habitantes en sus
dominios debían obedecer, incluyendo los cristianos
guardadores del sábado.
Con ese edicto Constantino estaba haciendo que los
adoradores de la bestia romana se identificaran como
obedientes a la dedicación de ese día; pero la cosa fue
todavía aún más a fondo, ya que con ese edicto la segunda bestia recibió tremendo apoyo del emperador
para reforzar la observancia de ese día, el cual desde el
siglo II E. C., estaba empeñada en instituir entre sus
seguidores.
Lo que viene al caso y se vuelve notorio, es que detrás
del edicto proclamado por Constantino estaba poner en
claro quién era obediente a la adoración al dios sol y a
la observancia del día domingo dedicado a su adoración, e identificar los herejes desobedientes, es decir, a
los judíos, quienes para ese tiempo eran totalmente detestables por su obstinación a continuar empeñados en
mantener viva la Ley de Moisés. Pero no sólo los judíos,
sino que las iglesias que continuaban guardando las leyes morales de Dios fueron involucradas en carácter de
desobedientes, de herejes, insidiosos, sublevados, etc.
De esa manera, aunque el día de adoración de la bestia era el primero de la semana, por primera vez, allá
por el siglo III E. C., estableció la ley por medio de la
cual conocer quienes eran sus fieles adoradores y quienes eran desobedientes.
De esta manera la cristiandad a través de los siglos ha
venido rindiendo homenaje a la primera bestia la cual es
el imperio romano.
El número 666 no es literal sino religioso
Sí, lo que se desconoce por las muchedumbres religiosas es que el 666 no es cosa material. Muchos yerran
imaginando que se trata de una “chip”, o diminuto circuito electrónico que futuramente será colocado bajo la
piel de cada persona.
Otros imaginan que podría tratarse de un sello inde-67-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
leble que será estampado en alguna parte visible del
cuerpo, ya sea en la frente o en la mano derecha. Otros
imaginan que será una tarjeta de identidad personal que
la persona deberá mostrar cada vez que compre o venda. Otros imaginan que se trata de una computadora
que de alguna manera identificará a las personas. Etc.
Otros van todavía más a fondo de la imaginación
pensando que ese sellamiento ocurrirá cuando venga un
ser imaginario al cual llaman anticristo, el cual, según
quienes lo han imaginado, se trata de un superhombre
capaz de convencer o de humillar a quien se le oponga;
siendo su principal propósito la blasfemia en contra del
Dios Altísimo. Otros lo imaginan de aspecto grotesco,
de forma como Bafomet, que es un ser imaginario con
cuerpo y brazos de hombre y con cabeza y extremidades de cabra, cuya adoración en el pasado fue atribuida
a los caballeros templarios.
Como quiera que sea, el mundo religioso divaga pensando vanidades, imaginando cosas que nunca van a
ocurrir. Sin darse cuenta que todo ese tipo de imaginaciones, de las cuales de vez en cuando se editan libros y
se producen películas, no son más que simple treta del
dragón para mantener a la gente entretenida, para que
no consigan entender lo que en realidad significa la
marca. Mientras tanto, no se dan cuenta que millones,
en los siglos anteriores al nuestro, y en el siglo presente,
ya han sido sellados, y quienes hayan de vivir en lo futuro, serán sellados, con la misma marca. Así como el Altísimo reconoce a los suyos, así el dragón conoce a los
suyos, y los conoce porque tienen esa señal de la bestia
ya sea en su mano o en su frente.
Frente es un modo de decir “subordinación mental”,
y mano es un modo de decir “dependencia”. Y entretanto que esto es así, millones imaginan que se trata de
un sello material que cada subordinado va a portar.
rador Constantino llevó a cabo una acción bastante
notoria, la cual consistió en poner una señal clara y evidente de quiénes le eran obedientes y quiénes desobedientes. Pero en aquel tiempo no hubo ningún sellamiento material en alguna parte del cuerpo de los obedientes a la bestia, más bien la señal consistió en serle
obedientes a su decreto de venerar el día del sol y observarlo. ¡Esa es la marca!
Quien haya leído a los padres de la Iglesia fácilmente
habrá notado cómo ellos escribieron abundantemente
en defensa de la institución de ese día en la Iglesia. Más
notorio aún es ver cómo las organizaciones evangélicas
decididamente defienden esa institución pagana. De ese
modo, la cristiandad ha venido a tomar el primer día de
la semana como su día especial de adoración, disimulando voluntariamente la historia que narra cómo la
observancia de ese día les fue instituido.
Apocalipsis 13.18
Aquí hay sabiduría. El que tiene entendimiento cuente el
número de la bestia, pues es número de hombre. Y su número
es seiscientos sesenta y seis.
Como ha sido mencionado en el subtítulo arriba colocado, el asunto en este verso 18 se refiere a dos bestias,
un número, una misma identidad.
Respecto a la identificación del número de la bestia
existen varias exposiciones de las cuales algunas señalan
a Nerón como el individuo cuyo nombre identifica los
tres 6, con todo, una cosa se debe tomar en cuenta, y es
que el nombre no se refiere a una persona en particular
sino a la bestia.
Ireneo (130-202 d. C. aprox.) dice:
“...Entonces también Lateinos (ΛΑΤΕΙΝΟΣ) tiene el
número seiscientos sesenta y seis; y es una muy probable
[solución], siendo este el nombre del último reino [de los
cuatro vistos por Daniel]. Porque los Latinos son los que al
presente tienen el mando”. (Ireneo. Contra los Herejes. Libro
5. Capítulo 30. Párrafo 3).
“Lateinos”, o Latinos es el nombre para identificar a
los romanos, o sea, al imperio romano. Así, usando las
letras griegas del nombre se obtiene el 666
Λ Α Τ Ε Ι Ν Ο Σ
30 1 300 5 10 50 70 200=666.
En lo personal, pienso que Ireneo acertó al identificar
correctamente a la primera bestia bajo su gentilicio de
Lateinos (Latinos). El número es una clave para entender a quién se refiere semejante identificativo, y claramente denota que la primera bestia es el imperio romano. Aunque Ireneo menciona a otras posibles personas
que también encajan en ese nombre, Lateinos o Latinos,
para identificar a Roma, seguramente es la más certera.
Apocalipsis 13.17
y que ninguno pudiera comprar ni vender, sino el que
tuviera la marca o el nombre de la bestia o el número de su
nombre.
Media vez poseyendo esa marca, o identidad, la persona podrá dedicarse libremente al ejercicio de todas sus
labores cotidianas. Pero quienes se resistan a ser identificados como adoradores de la bestia padecerán toda
suerte de estrecheces sociales y económicas.
La marca o nombre de la bestia
Media vez conociendo quién es la primera bestia, la
cual es el imperio romano, el segundo paso consiste en
identificar a qué se refiere el texto al mencionar la marca.
Como ya se dijo, allá por el siglo III, E. C., el Empe-68-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Los siglos continuaron transcurriendo desde que Ireneo acertó al identificar a quién corresponde el 666 con
cuyo número han venido siendo marcados millones de
personas. Pero esa identificación, aunque fue hecha por
el siglo II, de ninguna manera significa que existió y no
volverá a existir, después de todo, no debe olvidarse que
esa bestia continúa viva porque la segunda bestia la representa. Y no sólo la representa sino que ejerce todo su
poder y autoridad.
Notoriamente, el día del sol que es la señal de la bestia, o sea de Roma, continúa triunfante, nada ni nadie
va a hacer que las cosas cambien, porque a esta bestia le
ha sido dado imponer su voluntad sobre los hombres, y
ante su presencia, o ante su voz, incluso los hombres en
posiciones eminentes, alrededor del mundo, no se atreven a modificar la orden recibida.
Es fácil entender que, quien obedece a la observancia
del domingo obedece a Roma y posee el 666 que es la
clave de su identificación.
Algunas iglesias protestantes (al parecer la Iglesia Adventista es la principal) sostienen que la segunda bestia
es un símbolo de la Iglesia Católica. Aunque tal identificación es correcta, como se mira más adelante, no es
original de esa organización. Parece que el alemán Andreas Helwig [or Helwich] (1572-1643) fue el primero
en identificar a la Iglesia con ese número.
Helwig propuso que Vicarius Filii Dei, que por cierto
es una título adoptado por la Iglesia, encaja con el 666.
Tómese en cuenta que nuestra U es correspondiente
con la V Latina:
V I C A R I V S
5 1 100
1 5
F I L I I
1 50 1 1
D E I
500 1 = 666
Por asombrosa coincidencia el 666 encaja con esta
gran organización religiosa, y aunque la Iglesia siempre
ha reclamado que el Papa no el vicario del Hijo de Dios
sino vicario de Cristo, la diferencia de calificativos (vicario del hijo de Dios, y vicario de Cristo) en nada modifica el significado que le atribuye a su máximo líder.
Así, tanto la primera bestia, como la segunda, vienen
a quedar identificadas con el mismo número.
El emperador romano poseía el título de Pontifex
Maximus, o Sumo Pontífice. Eventualmente el título
pasó a ser pertenencia del líder de la Iglesia Católica, el
cual es conocido y honrado con ese título.
En resumen, el propósito, de acuerdo a este capítulo
13 de Apocalipsis, es informar cómo ambas bestias se
identifican en un mismo número, y por ser la segunda
de menor importancia, obedece a la primera imponien-
do a los hombres la voluntad de la primera.
El tiempo vendrá cuando el horrible poder de esta
segunda bestia se volverá a hacer sentir como se sintió
en siglos pasados cuando muchos miles a quienes catalogó de rebeldes herejes fueron torturados y quemados
por permanecer fieles a Dios.
En conclusión, la visión de las dos bestias continúa
viva. Todo un horrible espectáculo con escenas pertenecientes al pasado y otras que todavía faltan por venir
han sido mostradas al siervo Juan.
Pero aunque la visión ocurrió en el pasado, sus efectos no han terminado. Como se ha dicho antes, el sellamiento continúa, y de la manera como la primera bestia
imponía su autoridad sobre los moradores de sus dominios que se resistieron a obedecer sus idolatrías, incluyendo la adoración en el primer día de la semana al cual
Constantino identificaba como “el venerable día del
sol”, así ese sellamiento continúa sin ser notado por el
mundo.
Al presente, la primera bestia ha vuelto a su lugar de
origen que es el abismo, allí va a permanecer hasta que
venga el tiempo en que le volverá a ser permitido resurgir para retomar su dominio sobre los moradores de la
tierra. Esto falta por cumplirse, y no está preparado para los tiempos actuales.
Cuando esta bestia estaba para ser llamada a su lugar
de origen, otra estaba apareciendo en el horizonte de la
humanidad, una que iba a continuar dominando a los
humanos, castigando ferozmente a cuantos fueran rebeldes a sus disposiciones.
Una bestia con apariencia de cordero, cuyo salvajismo en siglos pasados en nada fue diferente a la primera
bestia: castigando con el azote, torturando y matando a
quienes se resistían a obedecerle.
La mal llamada santa inquisición, la noche de san
Bartolomé, la persecución contra los Lollarditas, Valdenses, Hugonotes, etc., son tristes y célebres ejemplos
de cómo esta segunda bestia ha manchado sus garras
con la sangre de miles y miles de inocentes.
Su fiereza y crueldad la oculta con apariencia de cordero. Ha fingido ser mansa y humilde pero sus afilados
colmillos y garras han estado listos para despedazar a
sus víctimas.
Esta bestia está viva, y si bien es cierto que en siglos
pasados manchó sus garras con sangre humana, actualmente no manifiesta su terrible poder porque el
tiempo todavía no ha venido. Hay que esperar para el
tiempo futuro, porque actualmente las condiciones no le
son favorables; pero cual bestia depredadora, está agazapada en la obscuridad de la indiferencia mundial, hasta que venga el momento en que le sea dado poder para
actuar.
-69-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Lo que va del presente siglo XXI está presentando
manifestaciones humillantes en su contra debido a que
le ha sido imposible continuar encubriendo a sus servidores que, valiéndose de su posición religiosa, han atropellado la dignidad de muchos miles de niños. La bestia
está desprestigiada, pero el mundo cambia y los errores
cometidos pasarán al olvido; entretanto su autoridad no
decrece, y continúa ocupando un lugar elevado entre las
diferentes políticas del mundo. Pero esto no es todo, lo
horrible del pasado está por volver, porque a su debido
tiempo volverá a estremecer al mundo religioso bajo sus
dominios y entonces volverá a ser la misma que fue en
los tiempos pasados.
Está escrito que su poder le será devuelto, y cuando
eso sea, entonces habrá llegado el momento de preparar
la escena para el resurgimiento de la primera bestia,
aquella de la cual está escrito que fue y no es aunque es.
De esta manera este capítulo informa acerca de las dos
bestias.
nido producido por las arpas, las cuales compara con el
sonido de una fuerte corriente de agua que choca violentamente contra una superficie sólida; asimismo la
compara con el sonido de un trueno. La voz, como le
llama el profeta, es música de acompañamiento.
Apocalipsis 14.3
Cantaban un cántico nuevo delante del trono y delante de
los cuatro seres vivientes y de los ancianos. Nadie podía
aprender el cántico, sino aquellos ciento cuarenta y cuatro
mil que fueron redimidos de entre los de la tierra.
Es decir, cantaban un cántico que nunca antes alguien ha cantado ni en el cielo ni en la tierra; y la declaración “nadie podía aprender el cántico”, no significa
que el cántico no era entendible, sino que nadie más
estaba autorizado para cantarlo sino sólo ellos.
Describir la visión podría ser enteramente complicado desde el punto de vista material, porque el grupo está
cantando delante del trono del Altísimo al cual acompañan los cuatro serafines, mientras, al parecer, están de
pie sobre el monte de Sión.
Ante el razonamiento humano esto no es posible pues
el monte Sión o Moriah no está en el cielo sino en la
tierra de Israel, mientras que el trono del Santísimo está
en el cielo; sin embargo, si las cosas se toman desde el
punto de vista de la eternidad entonces todo se vuelve
posible porque en la eternidad no existen distancias ni
separación, ni abajo ni arriba, ni lejos ni cerca.
Eso es lo que sucede pues las visiones de Apocalipsis
le están siendo mostradas a Juan en la eternidad, por eso
es que muchas de ellas no pueden ser descritas desde el
modo en que nosotros los humanos razonamos los asuntos materiales; sólo si se conoce cómo alterna la eternidad con el tiempo (al menos parcialmente), entonces las
cosas se tornan fáciles de entender porque eso excluye
todo razonamiento sobre lo material.
Estos 144.000, como dice el texto, “fueron redimidos
de entre los de la tierra”; o sea, fueron comprados como
cualquier otro redimido, con la diferencia que ellos fueron los primeros escogidos de entre todos los redimidos
para estar trabajando con el Cordero en su reino, de
esto ya se ha hablado anteriormente. En la realidad, esta
visión corresponde con el trabajo que ellos realizarán al
lado del Cordero en el reino milenario.
CAPÍTULO 14
Los 144.000 sellados
Apocalipsis 14.1
Después miré, y vi que el Cordero estaba de pie sobre el
monte de Sión, y con él ciento cuarenta y cuatro mil que
tenían el nombre de él y el de su Padre escrito en la frente.
Una visión de paz, de felicidad, en la cual la violencia
no existe. Esto es lo que Juan está presenciando como
escena siguiente a la de las dos bestias.
En este verso 1 son presentados los 144.000 que fueron sellados, como primicias del evangelio (Apoc. 7),
junto a su Señor. De ellos es dicho tener escritos en sus
frentes los nombres del Padre y del Hijo; sin embargo, la
escritura en sus frentes no debe entenderse literalmente,
más bien se refiere a que cada uno está plenamente
identificado con el Padre y con el Hijo, después de todo,
son los colaboradores del Rey de reyes y Señor de señores. También es interesante entender que estar de pie
sobre el monte tampoco es literal, más bien estar en pie
significa estar a las órdenes de su Señor trabajando activamente en su reinado de mil años. El nombre Sión es
usado intercambiablemente para referirse al monte Moriah. De manera que mirarlos de pie en ese monte significa mirarlos activos junto a su Señor en Jerusalén,
pues la ciudad está asentada sobre ese monte.
Apocalipsis 14.4
Estos son los que no se han contaminado con mujeres,
pues son vírgenes. Son los que siguen al Cordero por dondequiera que va. Estos fueron redimidos de entre los hombres
como primicias para Dios y para el Cordero.
La segunda gran razón por la cual acompañan al
Cordero es que todos estos no salieron del paganismo,
Apocalipsis 14.2
Oí una voz del cielo como el estruendo de muchas aguas y
como el sonido de un gran trueno. La voz que oí era como de
arpistas que tocaban sus arpas.
Es decir, no es voz de personas lo que oye sino el so-70-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
sino que salieron del Antiguo Pacto y pasaron al Nuevo;
ninguno de ellos desechó nunca al Altísimo para adorar
ídolos. Ninguno de ellos perteneció antes al mundo gentil, más bien son hijos del pacto concertado en el Sinaí.
La frase “no se han contaminado con mujeres” no
significan mujeres materiales, sino religiones. El matrimonio entre humanos es institución del Altísimo y no
constituye contaminación. “Vírgenes”, en este contexto
significa sin contaminación de religiones e ídolos.
Para Dios sólo existen dos pueblos: Israel y los gentiles o paganos, de allí que los Apóstoles en sus cartas remarcan esa diferencia siempre que la oportunidad se
presenta. Esto es importante entender para evitar confusiones sectarias, porque existen sectas estadounidenses
que pomposamente imaginan que de su organización es
que Dios está sacando los 144.000. Ninguna persona de
origen pagano fue contado entre las primicias del siglo I
cuando los Israelitas recibieron el evangelio. Dios no ha
cambiado sus pensamientos como para que hoy sectarios modernos nacidos en el siglo XVIII imaginen tener
derecho a una posición que fue ocupada durante el nacimiento de la iglesia en el siglo I.
criatura, y las casas editoras de Biblias están haciendo
un excelente trabajo reproductor, pero no sólo eso, algunas de esas casas invierten millones de dólares cada
año para sostener económicamente al personal que tiene a su cargo verter el texto sagrado a todas las lenguas
existentes alrededor del mundo.
Aparte de Juan que lo vio, nadie más posee la capacidad de mirar ese ángel volando por todos los rincones
del mundo llevando el evangelio, pero vemos los resultados de su misión que está alcanzando hasta las regiones más distantes de nuestro planeta.
Apocalipsis 14.7
Decía a gran voz: ¡Temed a Dios y dadle gloria, porque
la hora de su juicio ha llegado. Adorad a aquel que hizo el
cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas!
El mensaje es claro, y por cierto, es la esencia del
mensaje evangélico: Adorar al Padre Altísimo y a Aquél
que hizo la Creación de todo, es decir, su Hijo, nuestro
Salvador. Esta es la esencia del santo evangelio que está
siendo predicado a todo pueblo, lengua y nación.
Como ha sido enfatizado desde el principio de este
Comentario, las escenas de Apocalipsis no están en orden, y eso se puede ver al relacionar las escenas de este
capítulo con las de capítulos anteriores, muchas de las
cuales nos hablan de eventos que han de venir en tiempo bastante distante al nuestro, mientras que éste se refiera a los tiempos de la predicación del evangelio desde
su inicio.
Apocalipsis 14.5
En sus bocas no fue hallada mentira, pues son sin mancha delante del trono de Dios.
La enseñanza que ellos impartieron a sus hijos fue sin
engaño porque provenía de la Ley de Dios. Fue una enseñanza sin contaminación, por lo cual, ellos fueron personas limpias ante los ojos de Dios. Siempre hablaron de
acuerdo a la Ley.
El mensaje del segundo ángel
Apocalipsis 14.8
Otro ángel lo siguió, diciendo: Ha caído, ha caído Babilonia, la gran ciudad, porque ha hecho beber a todas las
naciones del vino del furor de su fornicación.
El segundo mensaje se refiere al castigo que está por
venir sobre la segunda bestia a la cual aquí se le identifica con una ciudad del pasado, es decir, Babilonia.
¿Por qué la ciudad mala y pecadora es identificada
con Babilonia? Sencillamente, Babilonia (hebreo Babel)
viene de Balal, que es confusión. Confusión es lo mismo
que perturbación, y eso es precisamente lo que la Babilonia simbólica ha hecho entre las naciones al haber
mezclado el paganismo con el santo evangelio, y ha enseñado a los hombres una rara mezcla que el Altísimo
de ninguna manera acepta.
El lector de la Palabra puede mirar que el Señor usa
de misericordia cuando la persona comete cualquier
pecado, pero hay uno que no es perdonado a menos que
la persona desista totalmente de cometerlo, ese pecado
es el de la idolatría, porque con adorar ídolos la persona
ofende la persona del Altísimo. Esa ofensa es la que la
El mensaje de los tres ángeles
El mensaje del primer ángel
Apocalipsis 14.6
En medio del cielo vi volar otro ángel que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los habitantes de la tierra, a toda
nación, tribu, lengua y pueblo.
Los tres ángeles aquí mencionados tienen varios propósitos, entre ellos está el de marcar el principio y el fin
de la gracia a las naciones y el de declarar el resultado
que los humanos alcanzarán debido a sus tendencias
idólatras, porque idolatría no sólo se refiere a adorar
ídolos sino de adorar a la bestia que hace a los moradores de la tierra adorar a la primera bestia.
El evangelio eterno comenzó a ser predicado pocos
días después de la muerte del Salvador del mundo, y ha
estado siendo predicado a todas las naciones previniéndoles de las consecuencias de rechazarlo. Aproximadamente dos mil años lleva ya este anuncio.
Los sistemas de reproducción de Biblias están facilitando enormemente la predicación del evangelio a toda
-71-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ciudad pecadora ha estado haciendo desde que se entronizó en el corazón de miles de millones de personas a
las cuales con sus idolatrías e intentos de cambiar la Ley
de Dios (Daniel 7:25) ha hecho adorar a la primera bestia para la cual el primer día de la semana era su día de
adoración al sol.
El mensaje de este segundo ángel aún está por venir;
esta Babilonia hoy en día está en pie, ufana, pretendiendo tener una posición que Dios nunca le ha dado; engañando al mundo haciéndole creer que es la iglesia sucesora de la iglesia por la cual trabajaron los santos Apóstoles. Apoc. 14.8
“porque ha hecho beber a todas las naciones del vino del
furor de su fornicación”
Su destrucción es evidente, y será debido a su acción
de inclinar al mundo a la idolatría. Es de tomar en
cuenta que cuando se refiere al campo espiritual, fornicación significa idolatría. Esta Babilonia es enemiga de
Dios, y con sus mentiras y astucia ha hecho al mundo
beber del vino del furor de su idolatría.
Ya ha sido mencionado en qué consiste adorar la
bestia y cómo ella, estando al presente en el abismo
donde vive su señor el diablo, vive y está activa, porque
la segunda bestia, la cual inició su existencia más o menos a finales del siglo II, E. C., tildando de herejes a los
santos del Señor y entronizándose en el corazón de millones a quienes ha hecho obedecer la voluntad de la
primera bestia, le da culto y la hace vivir; y hace a los
moradores de la tierra unirse a ella para hacer fuerte esa
primera bestia.
El mundo alegremente obedece a la ramera, la cual
con sus fornicaciones (idolatrías) mantiene embriagada a
la cristiandad. Ninguno de esos embriagados piensa estar en el error, al contrario, con verdadero ahínco defienden su obediencia, ignorando que al defender los
dictámenes de los cuales la ramera reclama infalibilidad,
están reservando una porción de la ira divina.
Lo notorio del caso es que si bien estos versos 9 y 10
bajo comentario apuntan hacia el futuro cumplimiento
de esta profecía, a la humanidad le está reservada una
devastadora demostración de esa ira en la manifestación
y derramamiento de las siete plagas postreras. Porque
debe saberse que para los adoradores de los dictámenes
de la bestia está reservado un terrible momento en el
cual (como ya ha sido mencionado en el capítulo 5 de
Apocalipsis, en medio de terror desearán la muerte, y la
muerte no vendrá, porque es tiempo de retribución para
los idólatras, para quienes hacen lo contrario de lo que
el santísimo Señor dice en su Palabra.
El mensaje del tercer ángel es de prevención y de advertencia, para que los avisados salgan de la Babilonia
espiritual, y de esa manera eviten el castigo que comenzará con la venida de esas plagas mundiales, cuyas manifestaciones dejarán estupefactos a los científicos adoradores de la bestia y materialistas que desdeñan el valor
de la Palabra y restan toda importancia al mensaje que
anuncia horribles enfermedades y horrible inestabilidad
mundial en la cual los alimentos escasearán increíblemente, y los servicios comunitarios se verán impedidos
debido a las enfermedades que sobrevendrán a la tierra.
Adorar a la bestia, como dice el verso 9, de ninguna
manera significa doblar las rodillas ante ella. Más bien
significa asentir con lo que ella ha dispuesto; el mundo
evangélico guarda silencio en señal de sujeción y cuando
se presenta el momento decididamente apoyan la adoración que les ha sido demandada. Para los adoradores
de la bestia, el mensaje del tercer ángel advierte:
“será atormentado con fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero”.
La mención de fuego y azufre señala al castigo eterno
donde serán lanzados todos los enemigos de Dios. Será
un espectáculo que entre humanos podría adquirir un
El mensaje del tercer ángel
Apocalipsis 14.9
Y un tercer ángel los siguió, diciendo a gran voz: Si alguno adora a la bestia y a su imagen y recibe la marca en su
frente o en su mano.
Apocalipsis 14.10
él también beberá del vino de la ira de Dios, que ha sido
vaciado puro en el cáliz de su ira; y será atormentado con
fuego y azufre delante de los santos ángeles y del Cordero.
Básicamente, este mensaje de los versos 9 y 10 es de
advertencia del horrible castigo que ha de sobrevenir
sobre hombres y mujeres que alegremente y con orgullo
siguen los mandatos de la segunda bestia, o sea de la
Babilonia espiritual, ignorando que su obediencia está
estrechamente ligada al diablo, el cual también es el
gran impulsor de la primera bestia.
Aquellos que a lo largo de los siglos han venido obedeciendo las órdenes provenientes de la ciudad espiritualmente identificada con Babilonia tienen asegurada
la recompensa que consiste en beber puro el contenido
del cáliz de la ira de Dios, porque voluntariamente han
venido creyendo que la madre de las abominaciones es
la esposa del Cordero cuando que en realidad esa ciudad es la ramera que está sentada sobre la bestia.
El mensaje del tercer ángel no es otra cosa sino el
anuncio de horribles consecuencias en contra del mundo pagano que conociendo qué es lo que el Padre Altísimo demanda de sus adoradores, prefieren elevar su
voz frente a él presentándole una ofrenda que él nunca
les ha mandado ofrecer.
-72-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
sentir lastimero, viendo cómo los que han sido declarados malditos aguardan el momento en que la terrible
voz del Autor del evangelio tronará diciéndoles: “apartaos
de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles” (Mateo 25.41). ¿Qué sensación podrían tener los
espectadores humanos si les tocara presenciar ese doloroso espectáculo? Con todo, allí no existirán espectadores humanos que se puedan compadecer, sino ángeles,
que con mirada serena mirarán cómo millones son lanzados al lago de fuego.
aunque el lago de fuego acabe su obra y deje de ser, su
labor nunca va a parar porque la consumación de la
maldad es eterna, o sea, los pecadores serán consumidos
totalmente en estado continuo. Si el Altísimo los va a
condenar, entonces nunca alcanzarán el perdón, y dejarán de existir en la mente de Dios sin alcanzar el perdón; porque si al ser consumidos por el fuego su culpa
terminara, entonces significaría que su perdón por fin
les llegó, pero eso no será así. Esto significa que Dios los
borrará de su memoria sin ser perdonados. Así, el proceso de su castigo terminará sin parar, por eso es que a
su castigo se le llama eterno, o sea sin límite.
Apocalipsis 14.11
El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos.
No tienen reposo de día ni de noche los que adoran a la bestia y a su imagen, ni nadie que reciba la marca de su nombre.
Es decir, el humo es eterno, aunque vendrá el momento en que va a desaparecer pues no habrá razón
para que continúe existiendo. La frase El humo de su tormento sube por los siglos de los siglos, significa un proceso que
finaliza en estado continuo, y de ninguna manera significa que en la eternidad, en la cual el tiempo no va a
existir, haya de medirse su existencia en siglos. La segunda parte del texto es similar a la primera parte, y
requiere ser entendido en base a la inexistencia de tiempo en la eternidad. La frase dice:
“No tienen reposo de día ni de noche”.
Una lectura sin reparos puede conducir a creer que
los condenados van a estar por siempre retorciéndose
del increíble dolor de las quemadas por estar en el lago
de fuego, sin embargo, eso no es lo que el texto significa.
Tanto el fuego eterno, como el castigo eterno son
reales y continuos pero no literales, no existen en el sentido en que nosotros entendemos el concepto de continuidad, sino en el concepto que surge de entender el
significado de la continuidad en la no existencia. ¿Suena
esto confuso? Posiblemente sí, pero voy a tratar de explicarlo con las siguientes palabras:
Después del castigo viene todo un estado de pureza
sin par en la cual el sol no va a existir, y en donde no
habrá día ni noche. Aquello será pureza, porque será la
eternidad. Al venir los cielos nuevos y la tierra nueva
viene también la nueva Jerusalén y viene el Padre Eterno a morar con sus hijos como dice Apoc. 21:3. En ese
“momento” la Creación será absorbida por la eternidad
de donde salió cuando el Creador la hizo existir.
Si todo volverá a ser puro como al principio, entonces
no hay lugar en ningún rincón de la pureza para que
exista el lago de fuego en que la maldad continúe siendo
consumida.
Ahora bien, aunque la maldad será consumida en
pocos minutos, el efecto de continuidad es eterno, y
Apocalipsis 14.12
Aquí está la perseverancia de los santos, los que guardan
los mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
Este texto es la más clara evidencia de quién en verdad es pueblo de Dios. Dos requisitos inviolables, inquebrantables, inmodificables. Una evidencia que ningún humano puede cambiar: Guardar los mandamientos de Dios, y tener la fe proveniente del Cordero.
Este texto es una poderosa muralla donde se estrella
el razonamiento vacío de las tendencias antinomianistas
que piensan que levantar la mano para aceptar a Cristo,
alabarle con algarabía, y con lágrimas, gritar que “solo
Cristo salva”, etc., son elementos suficientes para establecer un sistema de justificación nuevo y “mejor” para
sustituir la observancia de las leyes del Altísimo.
Dios conoce su pueblo redimido por la sangre de su
Hijo, todo, porque poseen esta doble identificación que
nadie puede modificar.
A quienes viven bajo esta identificación el texto los
llama santos, o sea que nadie puede alcanzar esa categoría si omite cualquiera de estos dos identificativos.
A estos se les recomienda tener paciencia, sin ceder a
las angustias o a las tentaciones a lo largo de sus vidas.
Paciencia en la perseverancia es la clave del éxito.
El pueblo redimido por Cristo nunca ha vivido en
tranquilidad a partir de finales del siglo II de nuestra era
cuando la confusión promovida por la segunda bestia
comenzó a hostigarlos por no ceder a sus pretensiones.
Nunca, después del siglo II, E. C., los redimidos gozaron el estado de paz que el Señor les otorgó, más bien
les fue negado, y aun siendo el legítimo pueblo de Dios
la historia los continúa tildando de herejes.
A todos ellos se les recomendó tener paciencia y no
ceder. Ellos entendieron plenamente el significado de las
palabras del Maestro: “el reino de los cielos sufre violencia, y
los violentos lo arrebatan”; porque para alcanzar el reino se
requiere de definición, de verdadero empeño en medio
de la adversidad, se requiere de poderosa fuerza de
ánimo. Sufrieron por ser poderosos. De haber sido débi-73-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
les habrían desistido de caminar el camino angosto.
Fueron perseguidos, fueron martirizados, vivieron en
extrema pobreza, pero miraban hacia el futuro, hacia el
premio eterno que les será dado por su paciencia y perseverancia.
En los siglos actuales no existe persecución ni aflicción física; el tiempo para esto no ha venido, pero vendrá futuramente cuando la primera bestia resurja y la
segunda bestia le sirva, entonces el martirio volverá a
aparecer.
Pero el hecho de que los redimidos no padezcan el
flagelo material en los siglos actuales de ninguna manera significa que las cosas sean mejores que ayer. Todos
los lectores de las Escrituras saben muy bien que el diablo nunca descansa, nunca cesa de cumplir su propósito
de engañar a la humanidad y de hacerle la vida imposible a los hijos de Dios. Como ayer así hoy.
La persecución nunca ha cesado, la diferencia es que
la persecución actual no se refiere al aspecto físico sino
espiritual. Satanás, como he dicho en otras oportunidades, hoy está atacando al espíritu humano, es decir, al
pensamiento, al razonamiento, a las ideas. Su propósito
es sembrar confusión para sacar provecho. Actualmente
no hay agrupaciones o comités que se dediquen a investigar la vida de los habitantes en sus comunidades con el
propósito de descubrir si son “herejes” o infieles a la
bestia. Ninguna persona necesita vivir en el anonimato
para evitar ser objeto de vejámenes y persecución.
Los métodos diabólicos actuales son tan sofisticados
que detectarlos requiere de un espíritu alerta para entender cómo es que el diablo está actuando.
Así, las compañías productoras de películas y de música, los medios noticiosos, los canales de televisión, los
centros escolares, los gobiernos, y demás canales de alcance multitudinario son las mejores herramientas al
servicio de los propósitos del maligno: Todos sembrando
confusión, todos empeñados en alejar a los humanos del
temor a Dios.
Lástima que muchos hijos de Dios no se dan cuenta
de esto y alegremente concentran su atención, y dan su
aprobación, a aspectos inmorales y actuaciones contrarias a la voluntad del Santísimo.
Esto, medianamente, es un ejemplo de cómo el diablo está trabajando contra los santos. Ante esto, Apoc.
14:12 es la mejor recomendación a mantener un sentido
de alerta para no caer en confusión, para evitar que
nuestros ojos sea expuestos a películas en las cuales las
principales escenas las ocupan el crimen, los actos privados entre parejas, el gnosticismo, espiritismo, la Nueva
Era, y toda suerte de actos blasfemos contra el Santísimo Salvador y contra el Padre Celestial.
Paciencia, es la recomendación a la cual todos debe-
mos poner la debida atención para no sucumbir.
Apocalipsis 14.13
Y oí una voz que me decía desde el cielo: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el
Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen.
Mejor dicho: “bienaventurados los que mueren, pero
que mueren en el Señor”. A diferencia de quienes mueren en el paganismo, que están en el sepulcro sin ninguna esperanza de resucitar para gozar de la gloria eterna,
los santos sí la tienen, ellos saben que en la primera resurrección sus cuerpos volverán a la vida pero no en
estado natural como el actual sino con la operación milagrosa de cambiar todo lo corruptible por un estado
incorruptible; en el preciso momento en que la trompeta
sea tocada sus cuerpos comenzarán a conformarse y
justamente en ese momento el proceso de transformación hacia la incorruptibilidad será realidad.
Son bienaventurados porque su esperanza posee fundamento en la promesa de Señor que desde los altos
cielos los mira y conoce sus padecimientos, y su decisión
se servirle sin importar el costo.
Al morir descansan de su actividad terrena pues han
llegado al final de sus días en obediencia, nada más les
queda por hacer, y en la resurrección irán a gozar para
siempre al lado de su Señor.
Aún muertos sus obras continúan vivas en la memoria del Señor aunque ellos estén en el sepulcro. No importa los siglos que hayan de permanecer en el sepulcro,
todos están alistados en el libro de la vida, con registro
encomiable.
Estos, aunque fallecieron, y su trabajo terminó, sus
obras están vivas ante Dios, en otras palabras, su trabajo
terminó en estado continuo.
El tiempo de la gran cosecha
Apocalipsis14.14
Miré, y vi una nube blanca. Sentado sobre la nube, uno
semejante al Hijo del hombre, que llevaba en la cabeza una
corona de oro y en la mano una hoz aguda.
Esta visión se refiere a la segunda venida de Cristo.
Después del mensaje de los tres ángeles continúa otra
visión impresionante que se relaciona con el día en que
los santos, por encontrarse escritos en el libro de la vida,
hayan de ser vueltos a la vida, y los que estén vivos hayan de ser transformados en un abrir y cerrar de ojos.
Es interesante observar que antes de ser mencionado
en Apocalipsis, este evento ya ha sido descrito por el
Señor Jesucristo y por los apóstoles Pedro y Pablo mediante narraciones amplias y bien detalladas.
La visión de Apoc. 14:14 se refiere al momento en
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
que el Señor vendrá en las nubes del cielo, precedido
por la voz de un arcángel, con trompeta de Dios, como
lo ha descrito Pablo en 1 Tesalonicenses 4:16:
El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y
con trompeta de Dios, descenderá del cielo.
Pablo describe lo que Juan omite, y Juan describe lo
que Pablo omite, porque si bien es cierto que ambas
escenas se refieren a lo mismo, Pablo no dice que el Señor viene sentado en una nube, tampoco dice que trae
una hoz en su mano, Juan sí lo dice. El Señor quiso mostrarlo a sus siervos de dos maneras diferentes.
De allí que en la visión el Señor es visto con una hoz
afilada en su mano, representando el momento en que
él viene a la tierra a recoger a cosecha, o sea, cuando
viene a levantar los suyos.
En la parábola el Señor envía sus ángeles por todo el
mundo a “recoger” la cosecha, o sea, a levantar a todos
sus hijos. Mateo 13:39 dice:
“La siega es el fin del mundo, y los segadores son los ángeles”.
La voz del arcángel que viene adelante del Señor da
la orden a los ángeles para que vayan y toquen la trompeta con la cual los muertos resucitarán y los vivos serán
transformados en un abrir y cerrar de ojos.
Apocalipsis 14.17
Otro ángel salió del templo que está en el cielo, llevando
también una hoz aguda.
El evento no es deseable, porque el trabajo hará a
todos los moradores de la tierra sufrir indescriptible horror. Sí, el tiempo de pagar a los burladores habrá llegado. Allí los incrédulos serán convencidos del error de
mirar sin interés el mensaje que tanto tiempo escucharon.
Este ángel tiene órdenes de despertar, en la segunda
resurrección, a los muertos que no tienen ninguna esperanza por haber rechazado al Salvador y la salvación
que por siglos ha estado ofreciendo sin costo. Estos no
son merecedores de ser despertados por el Señor, el encargado de eso será un ángel. Pero no sólo corresponderá a los muertos comparecer, los que estén vivos serán
sumados para formar un solo grupo.
Apocalipsis 14.18
Y salió del altar otro ángel, que tenía poder sobre el fuego, y llamó a gran voz al que llevaba la hoz aguda, diciendo: ¡Mete tu hoz aguda y vendimia los racimos de la tierra,
porque sus uvas están maduras!
Por lo que se puede mirar en este texto, este ángel
que da la voz es el encargado de quemar todos los desperdicios humanos que fueron rebeldes al llamado de
salvación. Todos estos son identificados como uvas que
serán echados en el lagar de Dios, o lago de fuego, para
ser castigados cuando la voz del Juez dé la orden para
que todos sean lanzados al lago de fuego.
Apocalipsis 14.15
Y otro ángel salió del templo gritando a gran voz al que
estaba sentado sobre la nube: ¡Mete tu hoz y siega, porque la
hora de segar ha llegado, pues la mies de la tierra está madura!
Otro ángel en los cielos alza su voz y dice al Señor
que debe comenzar a usar su afilada hoz para iniciar la
cosecha, la cual se lleva a cabo por medio de los ángeles
que irán por el mundo llamando a los redimidos. Pablo
omite esta parte, la cual está bastante amplia en la parábola de Mateo 13 y en esta visión.
Apocalipsis 14.19
El ángel metió su hoz en la tierra, vendimió la viña de la
tierra y echó las uvas en el gran lagar de la ira de Dios.
Apocalipsis 14.20
El lagar fue pisado fuera de la ciudad, y del lagar salió
sangre que llegó hasta los frenos de los caballos en una extensión de mil seiscientos estadios.
El lagar posee doble significado, es decir, literalmente
es el lugar donde las uvas son pisadas para extraer el
vino, y, segundo, significa el lago de fuego al cual serán
lanzados todos los malditos.
Apocalipsis 14.16
El que estaba sentado sobre la nube metió su hoz en la
tierra y la tierra fue segada.
Así la cosecha se lleva a cabo. En realidad, nadie sabe
cuánto tiempo tomará a los ángeles convocar a vivos y
muertos para ir a las nubes a recibir a su Señor, pero
seguramente será en fracciones de segundos puesto que
al Señor no le tomará tiempo realizar la gran resurrección y la gran transformación. Así será lo concerniente a
los redimidos. Aparte de eso, en la visión inmediatamente otra orden es dada, esta vez a otro ángel, cuya orden
tiene que ver con la cizaña de la parábola, mientras que
en la visión las uvas están a punto de vendimia; Juntar a
todos los redimidos y levantar del sepulcro a los malos
no se llevará a cabo en el mismo momento, más bien,
hay un período de más de mil años de diferencia.
CAPÍTULO 15
Anuncios contra la humanidad
En los capítulos precedentes han sido mencionadas
las atrocidades cometidas por la primera bestia (Roma),
y cómo la segunda bestia (el falso profeta) se ha encargado de continuar el legado la primera bestia, de tal
manera que ambas son la representación del poder diabólico encargado de hacer sufrir al pueblo de Dios.
-75-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Se ha comentado brevemente acerca de varios acontecimientos históricos de ambas bestias, y se ha dicho
que la primera bestia terminó su primera fase cuando la
Roma Imperial fue incapaz de contener los ejércitos
enemigos que la desestabilizaron y finalmente ese imperio se disolvió.
Pero como el diablo nunca cesa su labor por habérsele permitido actuar durante determinado periodo el
cual está aprovechando al máximo; conociendo que el
tiempo de la primera bestia había de terminar, con anticipación había preparado un segundo frente de batalla
el cual es la segunda bestia.
El encargado, entre los humanos, de dejar todo arreglado para que la segunda bestia continuara cumpliendo los planes del diablo fue el Emperador Constantino.
Este emperador hizo del cristianismo la religión principal en su imperio. Él no destruyó ni erradicó el paganismo, más bien permitió que la Iglesia alternara con
esa corriente para lo cual no hubo dificultad pues que
todas hacían sus cultos en el día del sol en obediencia al
imperio romano.
Pero no sólo eso, Constantino edificó templos, e incluso autorizó que del tesoro del imperio se le asignara
una partida mensual a los clérigos (sacerdotes). Hizo que
el clero recibiera los mismos honores que los altos oficiales. Al clero lo exceptuó del pago de impuestos. Etc. (Para una amplia información al respecto, véase el libro
“¿Cristianismo Pagano?”, por el autor Frank Viola. Artículo «Constantino y la Glorificación del Clero», pág.
120).
Quizás debido a todas las concesiones de Constantino a la Iglesia es que existe un documento que se dice
apareció por el siglo IX d. C. identificado como Donatio Constantini (Donación de Constantino), el cual se
encuentra en la Biblioteca Nacional de Paris. Es un documento que la Iglesia rechaza y cataloga como falso.
(Véase un artículo bastante extenso al respecto en la
Enciclopedia Católica, Ed. en Inglés, bajo el mismo título).
El documento según está escrito en él, fue dirigido
por Constantino al Papa Silvestre I (314-335).
Entre su contenido, aparte de las concesiones ya
mencionadas arriba que son comprobadas por historiadores, dice que el Papa iba a gozar de los mismos honores y derechos del Emperador.
No se discute aquí la veracidad o falsedad de esta
“Donación de Constantino”, pero las concesiones que el
Emperador hizo a la Iglesia sí guardan bastante parecido a las mencionadas en ese documento.
Como quiera que sea, la historia testifica, de una manera u otra, que antes que la primera bestia fuese quitada de entre los humanos, el diablo preparó con antici-
pación el siguiente eslabón de la cadena con la cual
continuaría ejerciendo fuerza sobre la religión cristiana.
Esta segunda bestia no sólo validó en sus dominios el
sistema idolátrico de la primera bestia (templos paganos
convertidos en iglesias, título de sumo pontífice, curia,
etc), sino que cumplió la profecía de Daniel 7:25, proponiendo cambios oficiales para la observancia del primer día de la semana en sustitución del Sábado ordenado por Dios, persiguiendo y asesinando al pueblo de
Dios.
De esa manera, hoy en día puede mirarse cómo todo
el cristianismo ha obedecido y ha defendido ardorosamente los cambios. Y lo más notorio de todo es que toda
la cristiandad saluda reverentemente los cambios llevados a cabo.
¿Qué tenemos de todo esto? Tenemos el cumplimiento de las palabras de Apocalipsis en el sentido de que
con su modo de proceder la segunda bestia da vida a la
primera; así, aunque la primera bestia actualmente está
muerta, la segunda la sostiene, y los moradores de la
tierra la adoran (Apoc. 13:12).
El tiempo vendrá cuando todo esté debidamente preparado, entonces la segunda bestia volverá a traer a la
vida a la primera, y el mundo entero contemplará el
resurgimiento de aquella bestia que tomó posesión del
antiguo imperio romano.
Apocalipsis 15.1
Vi en el cielo otra señal grande y admirable: siete ángeles
con las siete plagas postreras, porque en ellas se consumaba
la ira de Dios.
La siguiente visión en el orden en que le van siendo
mostradas al profeta, se refiere a la preparación de los
siete ángeles que están por derramar el contenido de los
siete vasos, o tazones que les han sido dados.
“Grande y admirable” son dos palabras que ponen
en relieve la notoria importancia de aquello que va a
llevarse a cabo; porque los siete ángeles han sido ordenados estar preparados para vaciar sobre la tierra el
contenido de cada uno de los recipientes, o tazones, que
les han sido entregados.
El lector debe saber que esa orden a los ángeles tiene
que ver con todos los humanos que estén viviendo en
aquellos tiempos en los cuales el tiempo de esta visión
vendrá a su cumplimiento. Serán esos días de mucho
pecado e indiferencia hacia la voluntad de Dios.
Apocalipsis 15.2
También vi como un mar de vidrio mezclado con fuego, y
a los que habían alcanzado la victoria sobre la bestia y su
imagen, sobre su marca y el número su nombre, de pie sobre
el mar de vidrio, con las arpas de Dios.
-76-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Este mar de vidrio es el mismo que le ha sido mostrado a Juan anteriormente (Apoc. 4:6), la diferencia
entre ambas escenas es que en el 4:6 le fue mostrado sin
ocupantes, en cambio en esta escena aparecen todos los
que han alcanzado la victoria sobre las dos bestias. Mar
de vidrio es una expresión que denota una superficie
plana. Compárese 2 Reyes 25:13:
Los caldeos quebraron las columnas de bronce que estaban en la casa de Jehová, las basas y el mar de bronce que
estaba en la casa de Jehová, y se llevaron el bronce a Babilonia.
La diferencia entre el mar de bronce destruido por
los Caldeos y el que le fue mostrado a Juan es que en la
visión no es mencionado el material de la superficie en
que los redimidos están parados; lo único que se ve es
una superficie pulida con esmero hasta el grado de semejarse al cristal.
La semejanza a vidrio mezclado con fuego podría
sugerir que es bronce refinado y brillante, y no debe
pensarse que esa superficie es vidrio líquido mezclado
con fuego.
Es interesante observar la victoria total de los vencedores, porque no sólo no sucumbieron ante la primera
bestia (Imperio Romano), sino que tampoco sucumbieron ante la imagen de esa bestia, cuya imagen no es otra
cosa sino la segunda bestia.
Cuatro cosas son aquí mencionadas: “Victoria sobre
la bestia” , “Victoria sobre su imagen” , “Victoria sobre
su marca”, “El número de su nombre”.
Todas significan alcanzar la victoria sobre los designios de ambas bestias. Esa victoria es de vida o muerte,
y todos aquellos que alcanzaron en el pasado esa victoria no estimaron sus vidas preciosas más que el glorioso
sacrificio del Cordero, y prefirieron morir mediante las
más variadas formas de torturas inventadas por la segunda bestia.
No hay dudas: De estos, Dios no se avergüenza de ser
su Dios, porque menospreciaron las angustias, menospreciaron los horribles dolores cuando eran descuartizados vivos. Estos alcanzaron la victoria porque aunque
fueron sumidos en terrible convulsión nerviosa sabiendo
que el momento final en el cual iban a poner a prueba
su fe había llegado, pidieron fuerzas para no ceder. Alcanzaron la victoria porque su fe se agigantó en esos
momentos.
El diablo se ensañó sobre ellos con el ardor de su ira,
pero ellos lo vencieron con la mansedumbre del Cordero de Dios. Esa mansedumbre fue una espada afilada
contra el diablo, porque lo hirieron de muerte al no haber cedido a sus pretensiones.
Pero los vencedores aun hoy en día continúan, porque vencedores no sólo fueron aquellos del pasado, sino
que los vencedores son todos los que en la actualidad no
se dejan vencer por las tácticas del diablo que hoy en día
están encaminadas a atacar el alma y espíritu de los santos.
Esto significa que para el diablo, su empeño hoy en
día es el mismo aunque con métodos diferentes; para los
hijos de Dios a través de los siglos ha sido diferente situación, y lo es porque los cuerpos de nuestros hermanos mártires de siglos pasados fueron horriblemente destrozados, pero su fe no fue destruida, su espíritu nunca
perdió la visión de la vida eterna al lado del Cordero de
Dios.
En nuestro tiempo el diablo está usando diferentes
tácticas porque sabe que no puede en estos momentos
usar violencia física como en el pasado, sin embargo, sus
tácticas están destinadas a desequilibrar los sentimientos
y los pensamientos.
Su ataque contra los santos es usando confusión, así,
ha hecho que sus huestes invadan los hogares con varios
mecanismos, y está alcanzando éxito sin precedentes,
por ejemplo, fundiendo la música mundana con la religiosa, confundiéndoles a millones el entendimiento para
que no hagan diferencia alguna. Una cantidad de sermones está diseñada a evitar desenmascarar el pecado,
usando la verdad de que Cristo salva, se evita hablar de
la Ley de Dios. La trampa exitosa en la cual muchos
predicadores han caído es preparar sermones insulsos,
tibios, de estilo “hablar sólo del amor de Cristo”, lo cual
no es otra cosa sino evitar formar convertidos robustecidos con la verdadera enseñanza de Cristo que en verdad
es doctrina sólida. El diablo sabe que mientras el poder
del evangelio esté ausente, su victoria está asegurada.
Basten estos ejemplos para mostrar de qué maneras
el diablo está atacando; pero los victoriosos no sucumben, y de ellos es que Apoc. 15.2 habla, pues que los
victoriosos no solo pertenecen al pasado sino a la actualidad.
En fin, el lector puede preguntarse a sí mismo si se
encuentra entre aquellos parados sobre el mar de vidrio
que le fueron mostrados a Juan en la visión.
Apocalipsis 15.3
Y cantan el cántico de Moisés, siervo de Dios, y el cántico del Cordero, diciendo: Grandes y maravillosas son tus
obras, Señor Dios Todopoderoso; justos y verdaderos son tus
caminos, Rey de los santos.
Apocalipsis 15.4
¿Quién no te temerá, Señor, y glorificará tu nombre?, pues
solo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán y te
adorarán, porque tus juicios se han manifestado.
El lector de estos versos puede observar que el canto
que los redimidos cantan es el “canto de Moisés” sin
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
embargo, al comparar el canto de Moisés, que se encuentra en Éxodo 15:1-19, notará que no hay similitud
entre ambos.
Esto significa que el canto no significa repetir la misma letra, más bien es una referencia al significado; porque así como Moisés alabó y bendijo el santísimo nombre de Dios por la redención del pueblo israelita cuando
fueron librados de las plagas que cayeron sobre Egipto,
así hacen los redimidos parados sobre el mar de vidrió
por la redención y por haber sido librados de las plagas
que están para ser derramadas sobre la tierra. El canto
es un loor inspirado en la gracia y misericordia de Dios
por haber hecho posible la salvación de su pueblo.
Apoc. 15.4 es difícil de entender si no se posee conocimiento del orden en que las cosas van a suceder y del
honor que las naciones de la tierra deben rendir al Altísimo. Se debe entender que la frase por lo cual todas las
naciones vendrán y te adorarán no está diciendo que en el
tiempo de las plagas las naciones del mundo comparecerán ante Dios para darle honra; la declaración significa
que darle honra debiera haber sido la obligación de todos a través de los tiempos, pero no lo hacen. Todos debieran sentir agradecimiento por las bendiciones provenientes de sus manos, sin embargo el mundo no se interesa por reconocer a Dios como la fuente de todo bien.
De esa manera los juicios de Dios vendrán sobre las naciones cuya indiferencia a sus juicios ha sido notoria.
Apocalipsis 15.6
Del templo salieron los siete ángeles con las siete plagas,
vestidos de lino limpio y resplandeciente y ceñidos alrededor
del pecho con cintos de oro.
Es decir, estos ángeles han sido designados por el Altísimo como los portadores de los terribles castigos que a
su debido tiempo golpearán a todos los que no quisieron
tener comunión con el Creador.
Apocalipsis 15.5
Después de estas cosas miré, y fue abierto en el cielo el
santuario del tabernáculo del testimonio.
El modo en que esta porción está redactada se presta
a confusión, puesto que el santuario y tabernáculo son
lo mismo. Una lectura más fácil de entender podría ser:
“vi que el santuario, o tabernáculo, fue abierto en el
cielo”.
Cuando a Moisés se le ordenó construir el tabernáculo en el desierto, le fue mostrado este tabernáculo con
sus medidas y con todos los utensilios. Éxodo 26:30 dice:
“Erigirás el Tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte”. Moisés debía mirarlo en todos sus detalles, después de lo cual debía proceder a construir uno
similar en el desierto, con medidas específicas.
El significado de Apoc. 15.4 de ser abierto el templo
para que de él salieran los siete ángeles es interesante y
se le debe poner atención pues por algo es abierto, en
Apoc. 15.8 se habla de esto, porque así como el tabernáculo en el desierto tenía el propósito de manifestar la
presencia del Altísimo en medio del pueblo, así la apertura del santuario celestial tiene el mismo significado,
con la diferencia que en esta visión siete ángeles de los
millones que están frente a Dios reciben una orden.
Apocalipsis 15.8
Y el templo se llenó de humo por causa de la gloria de Dios y
por causa de su poder. Nadie podía entrar en el templo hasta que se
cumplieran las siete plagas de los siete ángeles.
Para entender este texto es necesario retroceder a las
páginas del Antiguo Pacto y ver algunos aspectos del
Tabernáculo. Por ejemplo, Éxodo 40:35 dice:
Moisés no podía entrar en el Tabernáculo de reunión,
porque la nube estaba sobre él, y la gloria de Jehová lo llenaba.
También considérese 1 Reyes 8:10-11:
Al salir los sacerdotes del santuario, la nube llenó la casa
de Jehová. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para
ministrar a causa de la nube, porque la gloria de Jehová
había llenado la casa de Jehová.
Tanto Éxodo como 1 Reyes mencionan la imposibilidad humana de acercarse a la gloria del Altísimo debido
a su terrible fuerza imposible de soportar.
Cuando la gloria llenaba el santuario, entonces la
comunión de los humanos hacia Dios se interrumpía.
Nadie podía entrar; nadie podía comunicarse con el
Altísimo, nadie podía ofrecer ningún tipo de sacrificios.
Considérese la lectura de estos dos pasajes como una
pequeña explicación del significado de Apoc. 15:8, el
Apocalipsis 15.7
Uno de los cuatro seres vivientes dio a los siete ángeles
siete copas de oro llenas de la ira de Dios, quien vive por los
siglos de los siglos.
Es decir, uno de los cuatro serafines que rodean el
trono del perfectísimo Dios, mencionados en Apoc. 4:6.
A éste le ha sido concedido tomar las copas para entregarla a los siete ángeles.
La palabra “copa” no corresponde con las copas que
generalmente son conocidas, más bien su semejanza
podría ser comparable a tazones sin agarradero en ningún lado. Estos tazones poseen un tamaño suficiente
como para ser tomados con ambas manos.
Se dice están llenas con “la ira de Dios”, lo cual significa que el contenido de cada una es una demostración del gran enojo del Eterno en contra de los blasfemos que lo han menospreciado, que han menospreciado
el sacrificio de su Hijo.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
cual reporta que “el templo se llenó de humo por causa de la
gloria de Dios y por causa de su poder”.
La segunda parte de este verso 8 es todavía más interesante debido a su significado: “Nadie podía entrar en el
templo hasta que se cumplieran las siete plagas de los siete ángeles”.
Para entender esta parte se hace necesario regresar al
tabernáculo construido por los israelitas y considerar
que el propósito de los sacerdotes de entrar era con el
fin de presentar sacrificios y ofrendas de intercesión y
para perdón de pecados del pueblo.
Este significado debe tenerse en mente al momento
de leer este verso 8, y así puede entenderse que, el texto
está diciendo que cuando las plagas vayan a ser derramadas, y mientras estén siendo derramadas, ninguno de
los redimidos podrá llegar hasta el trono del Altísimo en
oraciones a favor de los pecadores; porque ese será
tiempo de retribución según cada persona la merezca.
Aquello de : “por favor ore por mí para que Dios me
ayude”, será infructuoso, porque durante ese tiempo
nadie podrá entrar al templo por medio de sus oraciones, porque las puertas del templo estarán cerradas.
Para los burladores, para los indiferentes al mensaje,
para los desobedientes, para los profanos y blasfemos, y
para todos los que hacen maldad, su tiempo de recibir
una muestra de la ira de Dios habrá llegado.
Y ciertamente para que esto sea realidad no habrá de
transcurrir mucho tiempo, es decir, esto se va a llevar a
cabo en el futuro, pero ese futuro no está tan distante
como para vivir sin preocupación. Lo que se requiere de
los pecadores e impíos es abrir los ojos del entendimiento para conocer cuán cerca está el peligro al cual por su
desinterés están expuestos.
Cuando las plagas vengan nadie podrá evadir la responsabilidad de recibir su porción correspondiente. Nadie habrá que en medio de la dolorosa y angustiosa situación que se avecina pueda escapar. El gemido, el lloro lastimero, el grito de dolor y demás manifestaciones
de los incrédulos serán incapaces de enternecer la voluntad del Altísimo para suavizar el castigo. Y las oraciones intercesoras de los santos no ayudarán porque el
templo estará cerrado, es decir, los hijos de Dios no podrá´n´interceder por nadie.
El tiempo para evitar esos terribles momentos es hoy
porque el tiempo es propicio y la oportunidad está
abierta; porque cuando ese derramamiento venga, entonces será demasiado tarde, no habrá lugar para arrepentimiento.
En ese entonces quien reciba la primera sabrá que no
va a escapar de las otras seis, y que el momento habrá
llegado de comenzar a sentir en carne propia los efectos
y las consecuencias de su error.
CAPÍTULO 16
Las siete plagas
Apocalipsis 16.1
Entonces oí desde el templo una gran voz que decía a los
siete ángeles: Id y derramad sobre la tierra las siete copas de
la ira de Dios.
Ciertamente las cosas como suceden en la eternidad
son difíciles de explicar, y lo es porque el asunto no forma parte de las enseñanzas del cristianismo. Pero puedo
decir que aun cuando Juan escuchó esa poderosa voz, ya
hace casi dos mil años, en la eternidad esa voz está resonando como si la orden acabase de ser dada, y eso va a
continuar de esa manera hasta que llegue el justo momento en que los ángeles hayan de obedecer la orden
derramando el contenido de sus copas.
Cuando el momento llegue, cada uno de los ángeles
irá cumpliendo la orden, y con cada derramamiento la
humanidad, cual león herido, rugirá a causa del dolor
de la herida de cada plaga en turno.
Apocalipsis 16.2
Fue el primero y derramó su copa sobre la tierra, y vino
una úlcera maligna y pestilente sobre los hombres que tenían
la marca de la bestia y que adoraban su imagen.
Una úlcera no significa que a cada persona le atormentará una sola. Lo que el texto está diciendo es que
ese tipo de úlcera es de tipo maligno, pero se infiere que
la úlcera aparecerá en todo su cuerpo.
Consigo trae mucho dolor y olor pestilente debido a
la descomposición. Como si eso fuera poco, la infección
provocada por ese tumor va a elevar la temperatura del
cuerpo hasta volverla en fiebre, una fiebre que causa frío
y estremecimiento violento al cuerpo.
Lo difícil de la situación es que no habrá medicina
capaz ni siquiera de aliviar el profundo malestar ni mucho menos sanar los cuerpos llagados. No la habrá sencillamente porque es la ira de Dios la que va a ser derramada ¿y quién posee capacidad para descubrir una
medicina para apaciguar la ira del Altísimo?
Y como si eso fuera poco, los intentos de curación
nunca vendrán, porque los científicos también estarán
padeciendo los efectos de esos tumores, con las mismas
convulsiones y dolores que todo el mundo. Es una plaga
no sólo para los consumidores de productos sino para
los productores.
Si toda la gente va a padecer los efectos de esta plaga,
los medios de transporte colectivo pararán, las oficinas y
el comercio en general pararán sus funciones, la producción en las fábricas también parará, las comunicaciones pararán. No habrá producción de productos alimenticios porque no habrá mano de obra disponible.
No habrá quien siembre la tierra porque esta plaga to-79-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
cará horriblemente a todos. En fin, el derramamiento de
esa primera plaga golpeará a la humanidad con grandes
estragos.
No turismo, no viajes de placer en cruceros o aviones
o autobuses confortables. No políticos tratando de conseguir simpatizantes en sus campañas. No producción
de películas porque los actores estarán padeciendo dolorosamente. No naciones enviando tropas al extranjero,
porque la fiebre, el dolor y el hedor insoportable harán
imposible el desempeño humano.
Las personas cuyas cuentas bancarias suman enormes cantidades mirarán que ante la ira de Dios el dinero es incapaz de calmar el dolor. Además, las diferentes
bolsas de valores del mundo serán inoperantes, y los
estragos financieros echarán por el suelo las economías
de las grandes potencias.
Entonces quienes rechazan obedecer la Ley moral de
Dios que abarrotan los centros religiosos estarán en cama, incapaces de elevar su voz ante Aquél que en ese
momento les estará pagando su indiferencia hacia la
obediencia a las leyes del santo evangelio. Allí las grandes organizaciones religiosas cristianas echarán de ver
que sus puntos de fe no les valdrán para nada. Allí echarán de ver que alabar a Cristo y adorarlo prescindiendo
de obedecer la Ley de Dios fue una idea desafortunada.
Allí las modernas interpretaciones de la Ley de Dios en
las cuales el pecado es acariciado será el mendrugo que
sus mismos defensores rehusarán comer.
En aquel entonces, cuando la primera plaga sea derramada, el cristianismo y el resto de religiones estarán
superpoblando la superficie de la tierra, pero eso no será
problema, el poder del Altísimo es ilimitado, y los tumores alcanzarán para todos en la misma cantidad y con
los mismos horribles efectos.
La segunda parte de Apoc. 16:2 declara sobre quiénes vendrán las plagas: “sobre los hombres que tenían la marca
de la bestia y que adoraban su imagen”.
Ya se ha dicho quién es la bestia, quién es su imagen
y cuál es su marca. Ahora sólo queda enfatizar que la
señal de la bestia (Imperio Romano) es su sistema religioso idolátrico, cuya influencia es mundial por tener su
origen en el diablo o dragón.
Varios son los editores de libros que denuncian una
lista extensa de procedimientos paganos que hoy en día
están incluidos en la religión cristiana; eso, naturalmente, incluye el primer día de la semana a cambio del Sábado del Señor; (Marcos 2:27-28). Curiosamente, a los
Cristianos poco o nada les impacta que el Sábado sea
del Señor. Tal pareciera que la idea es formar un frente
sólido de miles de millones de cristianos para ver si de
esa manera el Altísimo se ve obligado a modificar lo que
decretó desde el principio de la Creación. Lamentable-
mente, nada de eso va a suceder, Dios es Dios, y nunca
cambia o modifica sus pensamientos.
La primera bestia hoy ruge de satisfacción desde el
abismo que es su morada; de igual manera la segunda
bestia hoy ruge de satisfacción porque ha conseguido
dominar al mundo; pero el día viene cuando sus adoradores y seguidores van a rugir de dolor cuando a causa
de obedecerle tengan que padecer el horrible sufrimiento de la primera plaga.
Todo es cosa de tiempo para que las cosas que hoy he
escrito sean realidad, pero entonces será demasiado tarde. Y cuando los miembros de cada familia tengan todo
su cuerpo, incluyendo manos y pies, llagados hasta el
grado de ser enteramente dificultoso caminar o sostener
con las manos cualquier objeto, entonces mirarán cuán
caro será el costo a pagar por no haber querido obedecer la enseñanza del evangelio sin contaminación.
Todo es cosa de tiempo, tarde o temprano vendrá, y
la incredulidad burlesca desaparecerá de los labios de
quienes ni abrir su boca podrán por el dolor de esos tumores.
En aquel momento se cumplirán las palabras del profeta Malaquías 3:18:
Entonces os volveréis y discerniréis la diferencia entre el
justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Las palabras de este profeta no se refieren explícitamente al momento del derramamiento de las plagas,
con todo, la reacción del Altísimo, y la del mundo, serán
la misma, y el resultado también será visible. Porque en
ese tiempo sólo los reconocidos por el Altísimo como su
pueblo no serán tocados por las plagas, mientras que los
demás padecerán las consecuencias. Bien que en aquel
tiempo habrá notoria diferencia entre aquellos aprobados por Dios y los reprobados.
Aquellos serán momentos de definición, pero esa definición será hecha por el Altísimo y no por los creyentes.
Actualmente los religiosos evangélicos tienen libertad
de escoger a qué iglesia asistir, a qué iglesia pertenecer;
qué creer y qué rechazar. Estos son tiempos en los cuales
los humanos se han tomado la libertad de configurar sus
creencias sin importar si son apegadas a las Escrituras o
contrarias.
La paciencia de Dios todavía no ha llegado hasta los
límites, debido a lo cual la confianza humana, nacida de
su propia libertad de adorar, les hace creer que, sin importar cómo han configurado su fe, sin importar si obedecen a Dios como él dice, sin importar rechazar la Palabra de Dios, van a alcanzar la salvación.
El mundo ha olvidado que Jesucristo no es ministro
de pecado, es decir, no se presta a consentir el capricho
humano de creer como quiera, sino que justamente juz-80-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ga, e intercede únicamente a favor de su pueblo, de la
gente que le obedece, pero mantiene profunda indiferencia hacia quienes no le oyen sino que oyen sus propios pensamientos. De estos en aquel momento, todas
sus esperanzas serán frustradas, y las plagas con sus consecuencias les sobrevendrán, y entonces se echará de ver
que no sirvieron a Dios.
Notoria diferencia habrá entre unos (pocos por cierto), a quienes las plagas no tocarán, y otros (miles de
millones) a quienes las plagas castigarán, porque en
aquel tiempo se echará de ver la gran diferencia “entre los
que sirven a Dios y los que no le sirven”.
Dolor, incomodidad, fiebre y demás padecimientos
habrá en miles de millones de casas, mientras que oración, paz y alabanza al Altísimo habrá en otras, porque
Dios será escudo contra el mal; y su pueblo estará exento de padecimiento.
porciones. Aún más, los cuerpos muertos de millones de
animales, de todos tamaños, serán depositados por las
aguas en la playa, transportando así su profundo olor
desagradable a las ciudades grandes y pequeñas con el
consabido aumento de pestes.
No habrá nación en el mundo capaz de limpiar sus
playas de toneladas y toneladas de animales muertos en
descomposición, y uno puede tener una pequeña idea
del gran desastre medioambiental que la segunda plaga
va a ocasionar.
Los humanos no sólo inhalarán el mal olor del agua
putrefacta de los mares sino el proveniente de los animales muertos en descomposición.
Si la primera plaga no va a terminar para que la segunda venga, entonces significa que al hedor insoportable causado por los tumores que han de herir a los impíos e inconversos, hay que agregar la fuerte hediondez
de las aguas marítimas y el de los animales muertos.
Es verdad que la ciencia y los avances tecnológicos
causan maravilla, pero en aquel momento de angustia y
dolor ni la ciencia ni la tecnología serán suficientes para
proporcionar solución a los terribles problemas. Y no lo
habrá sencillamente porque los hombres de ciencia serán incapaces de encontrar la solución que aplaque la
ira de Dios; además, doctores, científicos e ingenieros
estarán padeciendo las mismas dificultades de los demás. En otras palabras, la ciencia será incapaz de solucionar las consecuencias de los tumores de la primera
plaga, y las consecuencias provenientes de la segunda
plaga.
Todo es cosa de tiempo, y lo que está profetizado que
ha de venir, vendrá, justamente en el momento en que
la ciencia será la confianza del mundo.
Mientras eso sucede, el pueblo de Dios habrá estado
preparándose con santidad, paciencia, obediencia; y el
mal no tocará sus moradas.
Apocalipsis 16.3
El segundo ángel derramó su copa sobre el mar, y este se
convirtió en sangre como de muerto, y murió todo ser viviente
que había en el mar.
Como he dicho en otras oportunidades, Apocalipsis
no dice que hasta después que haya pasado una plaga
haya de venir la siguiente. Más bien parece que tras una
sigue la otra sin que haya de transcurrir tiempo intermedio.
Un asunto importante en bueno mencionar, y es que
Apoc. 16:3 en consideración, no tiene ninguna relación
con Apocalipsis 8:9 que dice:
Murió la tercera parte de los seres vivientes que estaban
en el mar y la tercera parte de las naves fue destruida.
No la tiene porque 8:9 se refiere a un evento que ha
de venir mil años después del derramamiento de las siete plagas tal como expliqué en su oportunidad.
Apoc. 16:3 vendrá antes de cumplirse la segunda venida de Cristo a la tierra. Mientras que Apoc. 8:9 se
cumplirá después que el reino de Cristo haya terminado.
Es interesante notar que el Apoc. 16.3 no menciona
sangre, sino “sangre como de muerto”, lo cual significa
sangre en descomposición, sangre que no es roja como
la sangre fresca.
Ha de entenderse que este “mar” no se refiere a uno
en particular, más bien el nombre es genérico para referirse al agua de todos los mares. Esto tiene sentido ya
que el propósito de Dios es castigar a todos los habitantes de la tierra por igual y no a determinada región.
Cuando esta plaga venga, el agua de los mares va a
heder horriblemente; a esto hay que agregarle que la
descomposición de las aguas matará la fauna marítima,
lo cual hará que el hedor aumente a considerables pro-
Apocalipsis 16.4
El tercer ángel derramó su copa sobre los ríos y sobre las
fuentes de las aguas, y se convirtieron en sangre.
Pero debe saberse que la ira de Dios es completa hasta en los más mínimos detalles, y absolutamente ningún
impío será dejado exento de sufrimiento.
Con los tumores que horrorizarán al mundo, y el
agua de los mares en completa descomposición, viene la
tercera plaga.
Algunos científicos y algunos teólogos reaccionarios
han buscado una razón natural con la cual explicar a
qué se debió que el agua de los ríos de Egipto (Éxodo
7.19) se haya convertido en sangre cuando Aarón extendió su vara. Aunque tales especulaciones no pasan de
ser vanos intentos de desvirtuar la intervención del Altí-81-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
simo sobre el pecado, la verdad en nada es alterada,
Dios convirtió las aguas en sangre; no fueron elementos
naturales que en alguna época del año hayan vuelto roja
el agua de las fuentes como los impíos suponen.
El resultado de aquella plaga en Egipto imposibilitó a
los egipcios saciar su sed; y la historia de ese suceso, único en la historia de la humanidad, permanece como un
poderoso estandarte testificando cómo el poder de Dios
es suficiente para humillar la soberbia humana.
Aquella plaga fue local, sin que las naciones vecinas,
ni aquellas que el río Nilo atravesaba, hayan padecido
estrago alguno.
Pero la tercera plaga mencionada en Apoc. 16.4 tendrá efectos devastadores a nivel mundial, no se sabe por
cuanto tiempo.
Lo interesante de todo es saber de la horrorosa sorpresa de los moradores de la tierra al momento de querer beber agua y cómo la ira del Altísimo se los impedirá, todo porque los depósitos de agua serán tocados por
el derramamiento de la copa del ángel preparado para
llevar a cabo su misión. La naturaleza de las aguas será
totalmente cambiada no por el contacto de otros elementos naturales que hayan de modificar su composición química, sino por decreto del Altísimo. Entonces
las aguas serán convertidas en sangre.
En ese tiempo no será posible instalar filtradores de
agua con capacidad de volver las aguas a su estado natural pues su cambio de naturaleza será el resultado de
la ira de Dios.
Apocalipsis 16.7
También oí a otro, que desde el altar decía: ¡Ciertamente,
Señor Dios Todopoderoso, tus juicios son verdaderos y justos!
El altar es el mismo sobre el cual yace la sangre de los
santos que claman a Dios por justicia (Apoc. 6.9).
Con el derramamiento de las primeras dos plagas el
dolor para el mundo apenas habrá comenzado; y éste se
irá sintiendo cada vez más agudo a medida que las siguientes plagas van siendo derramadas, eso, porque las
defensas psicológicas poco a poco irán cediendo. Y no
sólo eso sino que el pánico y la angustia será el pan que
va a alimentar a los sufrientes. Porque ese será tiempo
de castigo.
Al dolor que se está manifestando fuertemente le será
agregada la angustia de no disponer tan siquiera de un
pequeño sorbo de agua pura para calmar la sed.
Lo peor de todo es que si las plagas son la manifestación del castigo de lo alto, entonces no habrá lugar para
la muerte. Porque si la muerte fuera el medio para librar
a los humanos del dolor, entonces significaría que habría remedio contra las plagas, pero ese remedio no va a
existir, porque a la muerte no le será permitido cumplir
su propósito sencillamente porque aquellos van a ser
tiempos de retribución.
Ese impedimento será igual al evento que vendrá
después en el aparecimiento de las langostas (Apoc.
9:5-7) en cuyo tiempo los hombres ansiarán morir, pero
la muerte huirá de ellos.
Sólo entendiendo la magnitud de la ira del Altísimo
sobre los burladores indiferentes al sacrificio de Jesús en
la cruz, es que se puede entender que la muerte no será
la ansiada solución.
La siguiente plaga, es decir, la cuarta, no es diferente
de las tres anteriores, ha sido diseñada para complementar el dolor insoportable del mundo sometido a castigo.
Apocalipsis 16.5
Y oí que el ángel de las aguas decía: Justo eres tú, Señor,
el que eres y que eras, el Santo, porque has juzgado estas
cosas.
No es que haya un ángel de las aguas, más bien aquí
se refiere al ángel enviado a derramar su copa sobre las
aguas; él bendice que glorioso Altísimo por haber emitido un juicio justo, adecuado al pecado cometido en su
contra por los hombres para quienes el tiempo de terrible sufrimiento habrá llegado.
Apocalipsis 16.8
El cuarto ángel derramó su copa sobre el sol, al cual le
fue permitido quemar a los hombres con fuego.
Cada plaga está diseñada para causar angustia y dolor, pero eso no es todo, la siguiente es complemento de
la anterior de modo que el dolor vaya en aumento, esto
lo testifica la cuarta plaga
Si la Tierra dejara su órbita, y se alejara del sol, todo
tipo de vida moriría por congelación, porque la distancia a que se encuentra del sol es exactamente la necesaria para mantener el equilibrio de la vida en general.
Se debe entender que la vida, en cualquiera de sus
manifestaciones, únicamente es posible porque está en
el ambiente correcto. La temperatura para las plantas
no puede ser mayor o menor sino justamente la que el
Apocalipsis 16.6
Por cuanto derramaron la sangre de los santos y de los
profetas, también tú les has dado a beber sangre, pues se lo
merecen.
No a unos hombres específicamente hablando, más
bien el término hombres es genérico, que incluye a todo
el género humano sobre el cual pesa la carga del pecado
de haber derramado la sangre de los siervos del Altísimo. De esa manera, la retribución a la humanidad es
similar al delito que a través de los siglos se ha cometido
contra los hijos de Dios.
-82-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Creador le ha asignado, y esa fue la que él les dio sencillamente porque esa es la correcta. Lo mismo puede
decirse de la humanidad, porque la temperatura en la
que nos encontramos es justamente la exacta para el
normal desarrollo de todas nuestras actividades.
Así como el frío en la temperatura correcta está determinado por Dios para favorecer el desarrollo orgánico, así determinó la temperatura del calor. Porque la
distancia de la tierra en relación al sol es correcta hasta
el grado que si estuviera más cerca tanto la vida humana, como la animal y la vegetal, serían imposibles; el
ambiente sería insoportable, porque él no nos creó para
soportar temperaturas más bajas o más altas, sino la
temperatura que es correcta.
Así las cosas han transcurrido desde el principio de la
Creación, sin nada que sea alterable por sí mismo, y
hasta el día de hoy miles de millones de humanos no
piensan que las cosas vayan a cambiar a niveles críticamente peligrosos, ignorando que en los planes del Altísimo está determinado un tiempo cuando las temperaturas van a ser alteradas.
Un ejemplo de cómo los efectos devastadores del recalentamiento del sol causará grandes estragos puede
verse actualmente en aquellas áreas donde había hielo
en cual ya se ha derretido o se está derritiendo, eso está
promoviendo el aumento del nivel del mar; y en otras
regiones la sequía se ha agravado mucho más. Los
hombres de ciencia, y varias organizaciones a favor del
medioambiente, están alzando su voz, previniendo acerca de las consecuencias nefastas que van en aumento
debido al recalentamiento de la superficie del planeta.
El nivel del mar poco a poco va cubriendo zonas, y la
sequía es un fantasma que va avanzando por todo el
mundo, impidiendo que la tierra sea cultivada. He aquí
una pequeña demostración de los estragos del recalentamiento global.
¿Qué va a suceder cuando la cuarta plaga venga?
Isaías 30:25-27, menciona un tiempo cuyo significado es
bastante curioso y seguramente hay que ponerle mucha
atención:
25 Y sobre todo monte alto, y sobre todo collado subido,
habrá ríos y corrientes de aguas el día de la gran matanza,
cuando caerán las torres.
26 Y la luz de la luna será como la luz del sol, y la luz
del sol siete veces mayor, como la luz de siete días, el día que
soldará Jehová la quebradura de su pueblo, y curará la llaga
de su herida.
27 He aquí que el nombre de Jehová viene de lejos: su
rostro encendido, y grave de sufrir; sus labios llenos de ira, y
su lengua como fuego que consume.
No parece que esto se haya cumplido, de allí que cabe la posibilidad que se cumpla en el tiempo de la cuar-
ta plaga, después de todo, dentro de las siete plagas está
una en la cual el Altísimo, como dice Isaías, “soldará la
quebradura de su pueblo, y curará la herida de su llaga” el cual
será cuando venga Armagedón, el cual es la sexta plaga.
Seguramente la palabra “día”, mencionada por el
profeta, no se refiere a uno de veinticuatro horas, sino a
un período indeterminado; ese período indeterminado
posiblemente corresponda a partir de la cuarta plaga, ya
que es allí donde el sol va a aumentar su calor hasta hacer hervir las aguas.
La temperatura elevada destruye aparatos de aire
acondicionado debido al recalentamiento, de allí se entiende que ningún hogar estará a salvo de los estragos
del calentamiento del sol. Los enfriadores de agua convertida en sangre serán inútiles debido a la misma situación. La transpiración va a golpear duramente a los
humanos aumentando las enfermedades y el flagelo de
las tres plagas anteriores.
El lector ahora puede tener una pequeña idea de cómo será la angustia de aquel tiempo, en el cual la humanidad estará padeciendo los dolores provenientes de
los tumores infectados; cómo el mundo estará padeciendo fiebre, y cómo el hedor del agua de los mares convertida en sangre como de muerto, matará la vida marina
causando insoportable hedor debido a miles de toneladas de animales muertos flotando sobre las aguas y
acumulados en las playas.
¿ Y en la cuarta plaga, quién podrá apagar su sed
bebiendo sangre hirviendo? Porque no sólo los mares
serán convertidos en sangre como de muerto, sino también el agua de los ríos. Pues esa será el agua que la gente va a beber en aquel tiempo: Con desagradable olor,
viscosa, e hirviendo.
Con todo y los golpes provenientes de estas cuatro
plagas, el dolor apenas habrá comenzado, y la ira del
Altísimo apenas estará a la mitad. Con cuánta razón se
puede entender por qué en aquel tiempo los hombres
buscarán la muerte, y la muerte huirá de ellos; porque
serán días de castigo a causa de haber menospreciado al
sacrificio redentor del Hijo de Dios que vino a morir
para dar a todos salvación y vida eterna.
El pueblo de Dios estará protegido, porque el ángel
de cada plaga no le va a tocar, porque le ha sido ordenado dañar a los rebeldes e insensibles cuya ceguera
nunca les permite mirar hacia el futuro, hacia aquellos
días de dolor y angustia. Pero el pueblo de Dios se prepara con anticipación, conociendo que tarde o temprano vendrá la gran sorpresa que hará estremecerse de
espanto a quienes no creen que ese momento vendrá.
Serán días en los cuales Dios será la esperanza de su
pueblo, y ninguna de las plagas y sus dolores les causarán daño.
-83-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 16.9
Los hombres fueron quemados con el gran calor y blasfemaron el nombre de Dios, que tiene poder sobre estas plagas,
y no se arrepintieron para darle gloria.
Quizás pocas sean las personas que nunca han sentido el ardor de una quemada en alguna parte de su
cuerpo. Esa experiencia bien puede servir como aviso de
lo que serán los efectos de la alta temperatura del sol en
aquellos momentos porque la deshidratación del cuerpo
alcanzará sus más altos niveles.
Dolor de cabeza, mareos, vómito, diarrea, calambres,
falta de concentración, y otro significante número de
consecuencias provienen de la deshidratación; y en
aquellos días en que el calor será insoportable miles de
millones de humanos estarán al mismo tiempo padeciendo estos efectos.
Tan incómodo será el sufrimiento que los hombres
van a blasfemar contra el Altísimo. Esto significa que
todos los que están excluidos del libro de la vida del
Cordero no serán ignorantes acerca del origen de las
plagas. Todos conocerán su origen, y van a renegar contra Dios.
La alabanza al Altísimo sólo forma parte del vocabulario del pueblo de Dios, del resto está excluido, y mientras tanto los redimidos se dedican a glorificar al Todopoderoso por estarlos protegiendo contra los efectos devastadores del castigo, los otros elevarán sus blasfemias,
añadiendo con ello más sufrimiento a sus vidas.
En resumen, las huellas de las primeras plagas, y los
efectos de las siguientes, cubrirá todo el globo terráqueo
de incomodidad y sufrimiento.
¿Tiene esto sabor a fantasía? Para algunos posiblemente sí, para otros seguramente no; pero para unos y
otros el tiempo traerá los resultados, y quién sabe qué
reacción de terror va a inundar a los incrédulos viendo
que aquello que parecía imposible ha llegado. Es cuestión de tiempo; muy lamentable es saber que cuando el
mundo piense en enmendar sus pasos la oportunidad no
estará disponible pues se habrá ido.
se refiere a la organización religiosa más grande del
mundo, que es la segunda bestia.
El propósito de la quinta plaga es mover a la bestia
para que imponga castigo a sus propios seguidores.
Quienes en aquel tiempo estén siendo cubiertos por la
marca de la bestia, con la cual reconoce a sus adoradores, serán sometidos a duro trato por ella misma.
El texto dice que “su reino se cubrió de tinieblas”. Estas
tinieblas no son literales sino simbólicas, y significan
confusión, inquietud, inseguridad, inconformidad, tirantez, amenaza, liderazgo despótico, y muchas otras manifestaciones provenientes del espíritu de sus líderes que
serán lanzados a la confusión, sin encontrar cómo encauzar su liderazgo hacia la normalidad.
El tiempo al cual se refiere esta plaga, será suficiente
para dar a los moradores de la tierra una pequeña demostración del dolor y aflicciones que esta bestia y sus
adoradores infligieron en el pasado a los santos del Altísimo a los cuales afligió terriblemente.
En aquel momento no serán sus adoradores quienes
gozarán haciendo sufrir a los hijos de Dios, sino ellos
mismos van a padecer, porque la confusión, o tinieblas,
que vienen sobre el trono de la bestia le hará volverse en
contra de sus mismos adoradores.
Por la inseguridad a que va a ser sometida, a la bestia
le parecerá que sus mismos adoradores son sospechosos
de conspirar en su contra, y arremeterá contra todos los
que considere dignos de sospecha.
También se debe entender que este “trono de la bestia”,
o silla, no se refiere al trono donde se sienta el jefe principal de esa organización, porque la bestia no es una
sola persona sino una organización, más bien significa la
cabeza de la organización, el asiento o base desde donde
emanan sus órdenes para todo el mundo bajo su dominio; los efectos de esta plaga vendrán sobre los cerebros
que son el motor que hace funcionar a esa poderosa
máquina.
Esta quinta plaga hará lúgubre, o sombrío, el ambiente, porque los adoradores de este poder que siempre
le han sido fieles serán sometidos a presión por el sistema que han defendido a lo largo de muchos siglos y por
el cual han matado millones de inocentes. Porque el
momento de volver a la bestia en contra de sus adoradores habrá llegado. Incluso aquellos que con orgullo
triunfal proclaman ser sus siervos serán vigilados de cerca porque a la bestia le parecerá que esas demostraciones de lealtad no serán sino excusas en las cuales la
conspiración estará escondida.
Confusión, abatimiento y aflicción de carne van a
padecer los billones de seguidores del sistema que a lo
largo de su existencia se ha proclamado con autoridad
de cambiar lo que Dios ha decretado.
Apocalipsis 16.10
El quinto ángel derramó su copa sobre el trono de la
bestia, y su reino se cubrió de tinieblas. La gente se mordía
la lengua por causa del dolor.
De dos partes se compone este verso 10 que aquí son
comentadas. Debe recordarse que en capítulos anteriores han sido mencionadas dos bestias, la primera simboliza al Imperio Romano, la segunda simboliza a la Iglesia.
Siendo que para el tiempo cuando las plagas hayan
de ser derramadas la primera bestia, aún no ha reaparecido, la bestia que es mencionada en esta quinta plaga
-84-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
La segunda parte de este verso dice que la gente se
mordía la lengua a causa del dolor; ese dolor no es producto de la reacción de la bestia en su contra, sino de las
plagas que están sobre ellos.
De acuerdo a la insensibilidad de las mentes ateas, lo
que estará sucediendo es cosa natural, producto de fenómenos naturales.
Apocalipsis 16.12
El sexto ángel derramó su copa sobre el gran río Éufrates, y el agua de este se secó para preparar el camino a los
reyes del oriente.
El río Éufrates, conocido en las Escrituras Hebreas
como Uferrát, uno de los cuatro ríos en que se divide el
enorme río que sale de Edén, es, por así decir, la puerta
de entrada, o ruta, que en las profecías bíblicas está señalado para ser el río que los reyes del oriente van a
atravesar en su camino hacia la tierra de Israel, que es el
pueblo que habita en el ombligo, o centro de la Tierra.
En esta visión el río se seca literalmente tal como lo
vio Juan; pero secarse, literalmente, posee diferente significado puesto que esta es una visión, como tal en la
página siguiente se explica lo que significa secarse.
Seguramente muy pocos lectores de la Palabra prestan atención a la importancia que el Altísimo da a la
tierra que dio a su pueblo como lugar de habitación; y
quizás esta sea la oportunidad para hablar unas pocas
palabras al respecto.
Hubo un tiempo cuando esa tierra fue habitada por
los descendientes de Canaán, de los cuales, sus vecinos
eran Sodoma y Gomorra y otras pequeñas ciudades
comarcanas. Pero esa tierra no era para los cananeos, el
hecho que ellos la hayan habitado primero no significa
que Dios se las haya dado en heredad, porque Dios la
había reservado y prometido a Abraham y a sus descendientes. Por razones que los humanos nunca conoceremos, ese pequeño territorio en el cual hoy Israel se encuentra, según el Creador, es el centro de la tierra (Ezequiel 38:12 Reina Valera Antigua).
Varios capítulos del libro de Ezequiel, incluyendo el
38 hablan de la guerra que viene contra Israel, a ese
lugar se refiere Apocalipsis 16:12 aquí mencionado.
Esto significa que la sexta plaga que viene es la gran
guerra del mundo contra un pueblo pequeño, contra un
pueblo al cual el Altísimo ha tomado para ser su propiedad por ser los descendientes de Abraham.
Israel no es un pueblo aceptado en el mundo árabe, y
no lo es porque es el pueblo exclusivo de Dios. Los árabes rechazan esa exclusividad, pero quizás lo hacen por
un resentimiento milenario que está alojado en lo más
profundo de sus sentimientos ya que el problema comenzó con Sara y su esclava Agar. Así, por razones ancestrales porque, dicen algunos de ellos, el primogénito
de Abraham es Ismael (Ishmael). El mundo árabe rechaza que el pueblo de Israel sea el pueblo de las promesas. Para los pueblos árabes, ese pueblo es una man-
Apocalipsis 16.11
y blasfemaron contra el Dios del cielo por sus dolores y
por sus úlceras, y no se arrepintieron de sus obras.
Este verso 11 puede entenderse de dos modos: Podría
referirse a que la gente, habiendo sufrido los efectos de
las primeras plagas tengan en su mente el recuerdo del
sufrimiento que padecieron. O podría significar que en
medio del abatimiento causado por la bestia, la humanidad vaya a estar padeciendo las consecuencias de las
cuatro plagas ya derramadas, lo cual significa dolor sobre dolor sobre dolor en un tiempo de gran angustia y
confusión mundial.
Siendo que la bestia domina política y religiosamente
a muchas naciones del mundo bajo su dominio, y ejerce
presión sobre naciones del mundo, las repercusiones de
la quinta plaga serán mundiales, cuyos alcances serán
similares al efecto de las plagas anteriores.
En tiempos que pudieran ser considerados normales,
toda persona afligida por las circunstancias de la vida lo
primero que hace es invocar el nombre de Dios pidiendo socorro. Pero en aquella ocasión las cosas serán totalmente diferentes: Gritos, insolencias y blasfemias saldrán de las bocas de quienes estén padeciendo. Curiosamente, el propósito de tal manifestación está encaminado a hacer más fuerte el dolor y la intranquilidad,
porque cuando el alma está agitada, el sufrimiento se
vuelve más intolerable. En ese tiempo nada habrá que
mitigue el dolor, por el contrario, la ira de las naciones
contra el Altísimo les hará aún más viva la angustia.
Nada habrá que mitigue los padecimientos.
“No se arrepintieron de sus obras”, no significa que arrepentirse vaya a ser la solución para escapar de las plagas, después de todo, nada habrá que pueda detenerlas,
y el dolor resultante de las otras que ya estarán siendo
derramadas se unirá al causado por esta otra; en este
contexto, esa declaración significa que ninguno de ellos
asentirá en que las plagas le están cayendo debido a la
mala condición en que se encuentran delante de Dios.
Esto también significa que la insensibilidad humana en
aquel tiempo estará por encima de las posibilidades de
pensar que las plagas son castigo de Dios debido al rechazo de que fue objeto el sacrificio del Cordero de Dios
para proporcionarles salvación.
Así, en medio de sus blasfemias, de su enojo y desprecio por el Altísimo, muy improbable es que la humanidad vaya a pensar que cuanto están padeciendo sean en
verdad las plagas anunciadas en el libro de Apocalipsis.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
cha en medio de su mundo, cuya mancha hay que limpiar para que en su lugar habiten los filisteos o palestinos a quienes Dios no les dio esa tierra sino una pequeña porción al lado de Israel, actualmente conocida como la Franja de Gaza.
Penosamente, el mundo, en los días en que esto escribo, se ha quitado el antifaz para dar a conocer su real
rostro contra Israel al cual directa o indirectamente están presionando para que conceda a los palestinos todos
los derechos de ser nación con Jerusalén como su capital. En otras palabras, lo que no se dice a viva voz, pero
se insinúa, es que Israel no tiene derecho de vivir en la
tierra que Dios les ha dado pero que el mundo árabe le
ha asignado a los palestinos.
Es notorio que cuando son lanzadas bombas contra
los israelíes en su tierra, todo mundo guarda silencio,
pero cuando Israel responde del mismo modo, entonces
todo mundo inmediatamente se levanta para condenarlo. ¿Curioso? Parece que no, más bien es una verdad
pronunciada a gritos acerca de la intolerancia hacia ese
pueblo.
El momento viene cuando la sexta plaga será derramada, entonces las naciones van a apoyar a las naciones
beligerantes en su intento de destruir a Israel. Las naciones del oriente, y las que están al norte de Israel están
señaladas como principales protagonistas de esta guerra
de exterminio.
El Éufrates se va a secar ¿Se va a secar literalmente?
No; como digo arriba, secarse el río no es necesariamente literal sino un modo de explicar que Turquía, Siria e
Iraq, naciones por las cuales atraviesa ese río, serán el
asiento desde donde las naciones enemigas lanzarán sus
ataques contra Israel. Ese río y esas naciones están unidas por la profecía. De allí que “secarse” significa que
esos gobiernos permitirán que las naciones del oriente
lances sus ataques contra Israel.
“Reyes de oriente” es un término para designar a los
gobiernos de los países ubicados al oriente de Israel,
numerosos por cierto. Aparte de Turquía, Siria e Iraq
están: Irán, Afganistán, Pakistán, India China, Korea,
Japón, y otros más. Por supuesto no se omite mencionar
al jefe que va a encabezar a los ejércitos de esas naciones
cuyo nombre es Gog.
Todos estos países están incluidos en la lista de los
que en aquel tiempo se van a aliar en una guerra que
desde su punto de vista tendrá el propósito de exterminar por completo a esa pequeña nación que es intolerable por ser única en su género.
Como puede verse, el panorama profético referente a
la sexta plaga anuncia gran movimiento bélico de muchas naciones contra un pueblo relativamente pequeño
en geografía y habitantes.
Apocalipsis 16.13
Vi salir de la boca del dragón, de la boca de la bestia y
de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos semejantes a ranas.
Pero los reyes de oriente no estarán solos. Después de
todo, la lucha no es de ellos únicamente contra ese pequeño pueblo, sino de muchas otras naciones incitadas
por el diablo. Si únicamente las naciones de oriente estuvieran involucradas el costo para Israel no sería notorio y los planes del Altísimo no se llevarían a cabo, pero
ese costo lo será porque esta guerra involucra a los ejércitos de las naciones de la tierra.
¿Por qué el mundo estará contra Israel? Esto se puede
ver de dos maneras, ambas son verdaderas: La primera
está mencionada por el profeta Ezequiel 38:11-14
(RVA). El punto principal será la codicia como esta cita
afirma:
11 Y dirás: Subiré contra tierra de aldeas, iré á gentes
reposadas, y que habitan confiadamente: todos ellos habitan
sin muros, no tienen cerrojos ni puertas:
12 Para arrebatar despojos y para tomar presa; para
tornar tu mano sobre las tierras desiertas ya pobladas, y
sobre el pueblo recogido de las gentes, que se hace de ganados
y posesiones, que mora en el ombligo de la tierra.
13 Seba, y Dedán, y los mercaderes de Tarsis, y todos
sus leoncillos, te dirán: ¿Has venido á arrebatar despojos?
¿has reunido tu multitud para tomar presa, para quitar plata y oro, para tomar ganados y posesiones, para tomar grandes despojos?
14 Por tanto profetiza, hijo del hombre, y di á Gog: Así
ha dicho el Señor Jehová: En aquel tiempo, cuando mi pueblo Israel habitará seguramente, ¿no lo sabrás tú?
Este capítulo 38 menciona una cantidad bastante
considerable de naciones que, comandadas por Rusia, la
gran nación de las regiones del norte de Israel, serán
movidas por el deseo de tomar grandes riquezas en posesión de Israel.
La segunda razón para la sexta plaga, está en cumplir
el plan de Dios relacionado al recibimiento del pueblo
que por causa de los gentiles ha estado apartado de
Dios. Esto es bastante amplio de explicar y este espacio
no es suficiente, el amable lector puede leer el estudio
«Armagedón», en el cual detallo un poco más lo que
será el gran encuentro entre el Altísimo y el pueblo israelita, el cual será un tiempo cuando los cimientos de la
fe de muchos pueblos serán fuertemente estremecidos
porque Israel nunca más volverá a estar solo sino que el
Todopoderoso los tomará y los defenderá de sus agresores, y el pueblo adorará a su Dios como nunca ojo humano de los últimos dos mil años lo ha visto.
Dichosos los redimidos por la sangre de Cristo que
estén vivos en aquel tiempo, porque van a presenciar un
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
espectáculo de enorme sublimidad.
Los tres espíritus mencionados en Apoc. 16.13 es el
diablo mismo manifestado en tres malicias espirituales,
entiéndanse así: el dragón, o sea el diablo; los otros dos
espíritus inmundos son: el poder político, y el poder religioso de la segunda bestia; porque ésta no sólo influirá
sobre los gobernantes políticamente sino sobre la gente
en general valiéndose de su religión. De manera que la
segunda bestia es astuta en gran manera, y lo demostrará utilizando sus dos poderes los cuales incluso en la actualidad los tiene activos en el mundo.
Algunas interpretaciones piensan que de los tres espíritus inmundos uno representa al diablo, otro a la bestia
o Iglesia, y el tercero al protestantismo e iglesias evangélicas. Sin embargo, el libro de Apocalipsis sólo reconoce
a la segunda bestia, misma que a la vez es presentada
con cuernos de cordero (Apoc. 13.11) y como falso profeta (Apoc. 19.20), así, la segunda bestia abarca toda la
religión pues aunque la religión se compone de muchas
organizaciones, en realidad todas caminan bajo el mismo patrón establecido por la Iglesia.
El sistema incluye dogmas y festividades, y de esas
festividades se pueden citar la saturnalia, una festividad
romana, a la cual se le identifica con la Navidad. El domingo es su día sagrado en vez del Sábado ordenado
por Dios. Etc.
No debe olvidarse que esta bestia está formada de
dos brazos, el político y el religioso, los cuales aquí aparecen como dos espíritus inmundos pero ambos espíritus
son uno y el mismo con el diablo.
Apocalipsis 16.15
Yo vengo como ladrón. Bienaventurado el que vela y
guarda sus vestiduras, no sea que ande desnudo y vean su
vergüenza.
Este texto es un paréntesis que el ángel hace en la
narración de los acontecimientos contenidos en las plagas. pero nada tiene que ver con los acontecimientos
relacionados con esta sexta plaga, más bien el Señor
quiere recordar a su pueblo que mientras el derramamiento de las plagas está llevándose a cabo, no deben
desviar su atención de su propósito santificador, sino
que deben permanecer en alta calidad de santidad,
orando y consagrándose para resistir los efectos que habrán de venir sobre ellos.
¿Estoy diciendo que las plagas les van a tocar? Sencillamente no, lo que estoy diciendo es que las consecuencias de los males que han de venir sobre la humanidad
en alguna medida les van a repercutir con carencia de
alimentos y manifestaciones del diablo manipulando al
mundo que estará siendo castigado para arremeter en su
contra. Debido a ese tipo de manifestaciones es que les
será necesaria fuerza
El pueblo de Dios deberá cumplir las palabras del
profeta Isaías (26:20-21):
Anda, pueblo mío, entra en tus aposentos, cierra tras de ti
tus puertas; escóndete un poquito, por un momento, en tanto
que pasa la indignación. Porque he aquí que Jehová sale de
su lugar para castigar al morador de la tierra por su maldad
contra él; y la tierra descubrirá la sangre derramada en ella,
y no encubrirá ya más a sus muertos.
No estoy diciendo que este texto fue escrito para los
redimidos por el evangelio, lo que estoy diciendo es que
este texto aplica a ellos en el sentido de que deberán
tener paciencia y permanecer en completa alerta para
no dejar su consagración aun en medio de las grandes
dificultades; porque aquellos, en verdad, serán días de
aflicción para los moradores de toda la tierra, porque el
contenido de los vasos de la ira de Dios estará siendo
derramado, y el Señor Jesucristo advierte a su pueblo
estar vigilante para evadir las tretas del diablo quien
estará trabajando intensamente engañando en todo
sentido al mundo.
Apocalipsis 16.14
Son espíritus de demonios, que hacen señales y van a los
reyes de la tierra en todo el mundo para reunirlos para la
batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Este verso 14 confirma esto que se dice en el sentido
de que siendo demonios se refieren al mismo diablo
manifestado de tres modos.
La capacidad de influencia del dragón es de sobra
conocida por el modo como el mundo va caminando en
abierta rebeldía a Dios; y las señales aquí mencionadas
no necesariamente se refieren a demostraciones sobrenaturales con las cuales maravillar a los gobiernos del
mundo. Mas bien significa que su influencia incitará a
las naciones llenándolas de egoísmo y deseos de apoderarse de los avances y riquezas de Israel.
Con pretextos van a justificar su participación en la
guerra. Maravillosamente, todos los gobiernos del mundo estarán ignorando que su iniciativa de participar en
ese gran movimiento bélico no será propia, sino que
serán llevados allí por los espíritus inmundos para caer
en una horrible masacre.
Apocalipsis 16.16
Y los reunió en el lugar que en hebreo se llama Armagedón.
El texto es sumamente interesante, y quienes no sólo
leen la Palabra sino que la escudriñan se deleitan conociendo los alcances de significado que la palabra «Armagedón» posee; porque no se trata de algún significado espiritual como algunos imaginan, sino de algo literal, real y con alcances materiales.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Un pequeño vistazo nos lleva a lo siguiente:
El texto de la Reina-Valera escribe la frase “y los reunió”, pero el Texto Griego es más certero al decir “y los
reunieron”, lo cual, de acuerdo al contexto de ese verso, es
correcto, porque se refiere a la obra de los tres espíritus
inmundos, pues ellos irán a incitar a los reyes del mundo. Claro que, usando nuestro razonamiento puede
concluirse en que el Señor permitirá a los espíritus inmundos que vayan a engañar a las naciones, pero Apoc.
16.16 informa que los encargados de reunirá a las naciones del mundo en Armagedón serán los tres espíritus
inmundos.
Apocalipsis 16.17
El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió una
gran voz del santuario del cielo, desde el trono, que decía: ¡Ya
está hecho!
Por la descripción que este texto da pareciera como
que esa voz es la de uno de los cuatro serafines alrededor del trono.
Por supuesto que Dios es el único que sabe cuánto
será el tiempo que va a tomar el desarrollo de la sexta
plaga que dejará millones de viudas, millones de huérfanos y millones de padres sin sus hijos; millones de mutilados, millones de hombres contaminados por los gases
emanados de los armamentos químicos.
Pero aunque los daños seguramente van a ser cuantiosos, lo que menos vendrá a la mente de aquellos es
que fueron a la guerra debido al engaño proveniente de
los tres espíritus inmundos, conducidos a un lugar donde
el Dios de los ejércitos los estaba esperando para enjuiciarlos y declararlos derrotados.
¿Qué es Armagedón?
Armagedon es palabra hebrea. “Har” o Jar, posee el
significado de monte o montaña.
«Meguido» se refiere a una planicie, o llanura, localizada en la tierra Israel. Esto entonces viene significando
algo así como Har-Meguido (Jar Meguido), o sea, el
monte que está en el valle Meguido.
Pero hay algo que es aun más importante de observar, y es que ninguna profecía menciona que vaya a haber una “guerra de Armagedón”, más bien Armagedón
es un modo de identificar el lugar en el cual Dios convocará a las naciones para enjuiciarlas, no para pelear
contra ellas; la guerra en sí será en toda la tierra de Israel, pero el juicio a las naciones participantes será en
esa montaña, considérese Joel 3:14, que dice:
Muchos pueblos en el valle de la Decisión; porque cercano está el día de Jehová en el valle de la Decisión.
Es decir, ese es el valle donde la suerte de las naciones
será decidida por el Altísimo. Es el valle del juicio, no el
valle donde se haya de pelear alguna guerra como fue
en el pasado. Algunas sectas equivocadamente piensan
que la guerra mencionada en la sexta plaga no es literal
sino simbólica, por que dicen, Meguido es demasiado
pequeño, y no es posible que todas las naciones participantes quepan allí en guerra. Dicen esto porque cuando
leen Armagedón, mentalmente le agregan la idea de
guerra, y al unir ambas ideas les resulta “guerra de Armagedon”.
Así, lo que el texto dice (Apoc. 16:16) es que en el
monte de Meguido, o Jar Meguido será decidida la suerte de las naciones que pelearán contra el pueblo de Israel.
Apocalipsis menciona dos importantes guerras; la
primera es esta en la cual el mundo guerreará contra
Israel; la segunda, que oportunamente será comentada,
será una en que el mundo volverá a alzar armas contra
la cuidad amada de Dios, pero el registro dice que estando preparadas esas naciones para la guerra, Dios
hará descender fuego para consumirlos, Apoc. 20:9.
Apocalipsis 16.18
Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás
desde que los hombres existen sobre la tierra.
La historia cuenta acerca de los terremotos sucedidos
en varias naciones del mundo, en algunos de ellos las
muertes han sobrepasado el cuarto de millón de personas, esto, sin mencionar las cuantiosas pérdidas económicas y las personas que sufrieron daños físicos. Si esos
han sido enormes desastres ¿cuánto más puede decirse
del terremoto que está por venir? Después de todo, el
número de habitantes del mundo futuro de ninguna
manera se puede comparar con el relativamente reducido número de habitantes del pasado.
La ciencia ha avanzado grandemente, y actualmente
se trabaja en estudiar todo lo relacionado a saber cuándo es que los terremotos van a acontecer. Maravilloso e
interesante; y eso significa que en lo futuro podríamos
saber cuándo y en qué lugar de la tierra va a suceder
una violenta sacudida. La pregunta es, ¿servirá de algo
saber que un terremoto viene, y en qué lugar va a golpear con más fuerza? Porque aunque la ciencia llegare a
alcanzar un alto nivel de conocimientos en el propósito
de predecir terremotos, no parece que algún día pueda
ser capaz de dominar las terribles fuerzas de la naturaleza para evitar que los terremotos sucedan. De allí que,
llegar a conocer cuándo sucederán terremotos sólo servirá para aumentar las angustias.
El gran terremoto que se avecina no será regional, ni
está destinado a causar daños en una ciudad determinada; más bien ese terremoto está preparado para sacudir terriblemente toda la tierra, y no habrá lugar al cual
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
escapar para evadir el desastre. Nadie saldrá ileso excepto el pueblo de Dios. Espérese a que ese momento
venga, y entonces se verá que el pueblo de Dios no padecerá las terribles consecuencias preparadas para la
humanidad.
mar el alto valor del sacrificio de Cristo que pudo librarlos de las angustias de aquel momento. Entretanto el
pueblo que con anticipación se haya preparado para
evitar las angustias, orará a Dios agradeciéndole por
eximirlos de aquella terrible situación, a la vez no orará
por los desastres que estarán asolando a las naciones
porque está escrito que en aquel momento el templo de
Dios estará cerrado, lo cual, como ya oportunamente se
comentó, estar cerrado significa que las oraciones intercesoras de los santos a favor del mundo, no llegarán hasta donde se encuentra el trono del Altísimo.
El momento de examinar la condición humana desobediente fluirá sin contención hasta consumar el derramamiento de la ira de Dios. A las seis plagas se le sumará la séptima, la que consumará el castigo contra los
enemigos de Dios. Apocalipsis 16:17 dice:
El séptimo ángel derramó su copa por el aire. Y salió una
gran voz del santuario del cielo, desde el trono, que decía:
«¡Ya está hecho!
El derramamiento de la séptima plaga va a marcar el
fin de la ira temporal del Altísimo; digo temporal sencillamente porque el juicio final todavía estará pendiente.
Los efectos de esa última plaga, es decir, los estragos
del gran terremoto, inmediatamente comenzarán a herir a todos los moradores de la tierra con diferentes manifestaciones, hasta el grado que las islas serán arrancadas de sus lugares y lanzadas en diferentes direcciones.
¿Parece esto improbable? Un poco de paciencia nos llevará hasta ese momento, entonces se verá que lo que
hoy se pudiera pensar que es improbable al sentido humano, será una horrible verdad. Asimismo, los majestuosos montes que adornan la tierra serán poderosamente sacudidos y, parece ser, que se desplomarán totalmente hasta el grado de perder su figura original. A
esto se refieren los versos del 18 al 20.
Entonces hubo relámpagos, voces, truenos y un gran temblor de tierra, un terremoto tan grande cual no lo hubo jamás
desde que los hombres existen sobre la tierra.
La gran ciudad se dividió en tres partes y las ciudades de
las naciones cayeron. La gran Babilonia vino en memoria
delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su
ira.
Toda isla huyó y los montes ya no fueron hallados.
Debido a que los acontecimientos de esta plaga se
juntan tan estrechamente pareciera que inmediatamente
después de este terremoto, el Señor Jesucristo hará su
aparición en las nubes del cielo; aunque las cosas parecieran que van a ocurrir de esa manera, en realidad ese
punto de vista no es acertado. Es cierto que el terremoto
es señal de que el regreso es inminente, pero aún falta
un poco de tiempo más. De hecho, falta el granizo que
habrá de caer, del cual el texto dice:
Apocalipsis 16.19
La gran ciudad se dividió en tres partes y las ciudades de
las naciones cayeron. La gran Babilonia vino en memoria
delante de Dios, para darle el cáliz del vino del ardor de su
ira.
Esta gran ciudad no es la misma mencionada en
Apoc. 11.8 la cual va a existir después del reinado de
Cristo mientras que la de Apoc. 16.19 se refiere a una
premilenial.
Por el contexto (Apoc. 16.10) esta ciudad es el centro
desde donde el cristianismo es conducido (Vaticano). Es
cierto que esa ciudad es pequeña en extensión, pero su
calidad de grande proviene de su poder e influencia a
nivel mundial. De esa manera, aunque es pequeña en
extensión, sus edificios serán sacudidos en extremo y
destruidos. En este terremoto las ciudades de todas las
naciones, todas a la vez, van a padecer terribles estragos;
cuando eso sea, la gran Babilonia, la cual fue destruida
para siempre por su mucho pecado idolátrico vendrá a
la memoria de Dios.
Apocalipsis 16.20
Toda isla huyó y los montes ya no fueron hallados.
La violencia del terremoto hará que las islas, que suman muchos miles, de todos tamaños, sean lanzadas en
diferentes direcciones, y la geografía mundial cambiará.
Muchas serán destruidas para siempre, otras irán a
formar parte de los límites territoriales de otras naciones.
Los altos montes no escaparán, porque también serán
violentamente sacudidos, y muchos serán destruidos.
En verdad el terremoto que se avecina vendrá para
complementar el dolor causado por los estragos de la
guerra.
Dios ha dicho por medio de Malaquías 3.10:
Entonces os tornaréis, y echaréis de ver la diferencia entre
el justo y el malo, entre el que sirve á Dios y el que no le
sirve.
Si bien el profeta no se refiere al momento de dolor y
angustia del mundo por un lado, y la condición ilesa de
los santos por el otro, el significado de esta declaración
ayuda a proyectar el pensamiento hacia la diferencia
que en aquellos momentos prevalecerá entre el mundo
pagano y el pueblo de los santos. Porque ciertamente
aquel será el tiempo cuando las plagas van a abatir la
soberbia e indiferencia del mundo que nunca supo esti-89-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 16.21
Del cielo cayó sobre los hombres un enorme granizo, como del peso de un talento. Y los hombres blasfemaron contra
Dios por la plaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande.
El texto no define si el granizo va a caer inmediatamente después del terremoto o cuánto tiempo pasará
para que caiga.
También, no se conoce exactamente a cuánto equivale el peso de un talento; la opinión más generalizada ha
concluido que su peso equivale a unas 90 libras. Sean
unas libras más, o menos, no es el caso, lo importante es
que el lector puede tener una idea aunque sea aproximada del peso de los trozos de hielo que están para ser
derramados sobre los moradores de la tierra.
¿De qué tamaño habrán de ser esas piezas de hielo?
Tampoco lo sabemos. Hasta este momento, el tamaño
que algunas veces ha caído en Norte América ha sido el
de una toronja. El daño ocasionado a vehículos y techos
de casas que son alcanzados es considerable. Una pieza
de hielo de ese tamaño descendiendo con fuerza sobre
las personas requiere tratamiento médico.
El texto dice que: “los hombres blasfemaron contra Dios por
la plaga del granizo, porque su plaga fue sumamente grande”, lo
cual significa dos cosas: Que nadie morirá, porque la
muerte huirá de ellos, porque es tiempo de retribución
pues esta es la ira de Dios manifestándose al mundo.
También significa conocimiento mundial de la procedencia u origen de ese fenómeno. Gente golpeada, seguramente con sus huesos rotos, incapaz de moverse para
evitar el horrible dolor.
A partir de este intenso dolor, poco habrá que esperar, porque la ansiada segunda venida de nuestro Santísimo Señor estará por ocurrir de un momento a otro.
He de admitir que todavía no alcanzo a ver los todos
eventos que van a ocurrir entre el final de las siete plagas y el momento en que nuestro Rey haya de ser enviado por el Altísimo Padre a levantarnos para entrar en su
reino de mil años.
como la mujer sentada sobre la bestia, la cual también
es mencionada como una prostituta.
Hasta aquí han transcurrido muchos siglos, y la ramera a mostrado, con gran despliegue de alarde su odio
contra quienes no le obedecen. Sus manos están manchadas de sangre inocente de creyentes que han ofrendado sus vidas al Señor siéndole fieles hasta la muerte.
Su alarde es tal que incluso sus servidores, sin ambages,
y con orgullo, declaran que la Iglesia tiene poder para
cambiar aquello que Dios ha determinado en su Palabra. Con aires triunfales enfatizan el cambio de la observancia del Sábado por el domingo.
Aunque romper las leyes de Dios es muerte, a la ramera le tiene sin cuidado, pues desestima los momentos
difíciles que a su debido tiempo le vendrán.
Apocalipsis 17.1
Vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas y
habló conmigo, diciendo: Ven acá y te mostraré la sentencia
contra la gran ramera, la que está sentada sobre muchas
aguas.
El texto es claro y conciso, uno de los ángeles encargados de derramar las copas de las plagas, ahora va a
narrar a Juan, brevemente, el detalle del juicio a la ramera.
En Apocalipsis están claramente definidos dos pueblos, no tres ni cuatro ni muchos, sino únicamente dos:
El pueblo de Dios, y la ramera. El pueblo de Dios son
los que guardan los mandamientos de Dios y tienen la fe
de Jesús (Apoc. 14:12), mientras que todo lo demás, incluyendo naciones y organizaciones religiosas, son identificados como “muchas aguas sobre las cuales se sienta
la ramera” (Apoc. 17:15), es decir, las aguas sobre las
cuales la ramera tiene dominio, después de todo, quienes no poseen la doble identificación de Apoc. 14.12 no
son tomados en cuenta como pueblo de Dios.
Apocalipsis 17.2
Con ella han fornicado los reyes de la tierra, y los habitantes de la tierra se han embriagado con el vino de su fornicación.
El término ramera no es literal sino espiritual, es una
referencia a la gran organización idólatra que se ha autodenominado como de pueblo de Dios.
Por temor, por conveniencia, o por herencia idólatra,
los reyes, presidentes, primeros ministros, estadistas, políticos y naciones enteras han bebido del mismo vino de
idolatría con lo cual se han enemistado con Dios.
Esta idolatría no está oculta sino a la vista de todos
los moradores de la tierra; tan visible y notoria es que
más de un autor sobre historia, en sus libros, declaran
que el origen de muchas de las prácticas religiosas de la
CAPÍTULO 17
La ramera sentada sobre la bestia
Otra cosa interesante, que he venido mencionando
en los comentarios anteriores es que las visiones mostradas a Juan no están en orden correlativo, esto está demostrado por el orden en que la narración de las plagas
y el juicio a la ramera son mencionados, porque su juicio vendrá después que el nuevo orden establecido por
Cristo en su reino de mil años termine.
Este capítulo fue diseñado para informar acerca del
juicio que está por venir sobre la organización conocida
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
cristiandad fácilmente pueden trazar sus orígenes desde
las prácticas paganas del ayer. Esto naturalmente incluye
la adoración, la veneración y respeto a imágenes con las
cuales se pretende agradar a Dios en contraposición a su
mandamiento por el cual declara que solo él es digno de
adoración. Además de eso están muchas prácticas que
fervorosamente son defendidas como dogmas del cristianismo.
“Beber del vino de su fornicación” significa compartir
aquello que la ramera ha establecido como práctica, lo
cual Dios detesta. Este significado se amplía al comentar
Apoc. 17.4. Aunque la declaración presentada por
Apoc. 17.2 debiera servir como seria advertencia para
evitar ese tipo de contaminación, parece que el mundo
no está interesado en entender las palabras de prevención manifestadas por las palabras del ángel.
Apocalipsis 17.3
Me llevó en el Espíritu al desierto, y vi a una mujer sentada sobre una bestia escarlata llena de nombres de blasfemia, que tenía siete cabezas y diez cuernos.
En la visión Juan es transportado a un desierto. ¿Qué
mejor escenario sino un lugar solitario en el cual mostrarle un cuadro sorprendente en el cual la primera bestia, ya antes comentada, es mostrada con una mujer que
la monta.
Esta bestia escarlata es la misma primera bestia mencionada en Apoc. 13:12, y la mujer ramera está sentada
sobre la bestia significando que esa bestia es la base o
fuente que la ha sustentado a través de los siglos y también es la fuente de su fortaleza. El hecho de estar sentada sobre la bestia no significa que la ramera la vaya
guiando, más bien es al contrario, es decir, que la ramera es sostenida por la primera bestia. Ya ha sido comentado cómo tiempo antes de desmoronarse el imperio
romano preparó el panorama para que la segunda bestia tomara posesión de la autoridad religiosa que Roma
tenía sobre las naciones dominadas.
más atinado es estudiar a Daniel por separado, evitándose de esa manera ubicar sus profecías únicamente en
tiempos pasados.
Al comparar Apocalipsis con Daniel fácil es ver algunas diferencias. Por ejemplo, en Apocalipsis la bestia
tiene siete cabezas y diez cuernos, mientras que en Daniel sólo tiene diez cuernos más uno pequeño diferente
de los demás. Apocalipsis menciona una mujer ramera
sentada sobre la bestia, mientras que Daniel menciona
un cuerno que parecía más fuerte que los demás (Dan.
7.20).
Algunos enseñadores, viendo la diferencia entre ambas profecías, le agregan a Daniel lo que no dice, es decir, a la bestia le agregan las siete cabezas, de esa alteración es que surgen interpretaciones equivocadas, una de
las cuales se refiere a colocar ambas visones en el mismo
tiempo histórico.
Daniel 7:25 presenta al cuerno como una entidad
que activamente blasfema contra el Altísimo, mientras
que Apoc. 17.3 la bestia esta llena de blasfemias.
Estas pequeñas comparaciones conducen a entender
que las profecías de Daniel y Apocalipsis aunque se refieren en parte, a las mismas malicias espirituales, la actuación de ambas no siempre se refiere al pasado, pues
ambas han de resurgir en el futuro, a lo cual Apoc. 17 se
refiere.
Ciertamente la bestia de Apoc. 17.3 es el nuevo Imperio Romano, el cual, como ya he dicho, resurgirá después que los mil años del reinado de Cristo hayan terminado. Y la mujer que en esta visión aparece sentada
sobre la bestia, es el mismo falso profeta, la ramera, la
bestia con cuernos de cordero y segunda bestia.
Interesante es notar que Apocalipsis siempre presenta
esta bestia con siete cabezas y diez cuernos. Sin embargo interpretar los diez cuernos como habiendo surgido
en el pasado es error de interpretación, porque como se
mira aquí, esa bestia aparecerá en un futuro demasiado
lejano al nuestro.
Siete cabezas y diez cuernos
Lo notorio de esta bestia es que posee siete cabezas y
diez cuernos. Aunque ya en Apoc. 13.1 esta bestia ha
sido mencionada y comentada, el espacio aquí se presenta como parte del comentario al presente capítulo.
La correcta exégesis requiere de poner cuidadosa
atención acerca del tiempo en que la bestia y la ramera
han de cumplir lo que de ambas está dicho en Apoc.
17.1. Asimismo, mi recomendación es no fundir el contenido de esta visión con las profecías de Daniel, principalmente con Daniel 7.7-8, porque hacerlo irremediablemente conduce al lector a fundir en uno solo eventos
y escenas que nada tienen que ver entre sí. Lo mejor y
Identificando los diez cuernos
La Iglesia Adventista ha explicado a quiénes representan esos diez cuernos, proponiendo un listado de naciones que considera ser las que surgieron después de
Roma. Siguiendo su iniciativa, otras organizaciones
han tomado prestadas esas naciones con alguna que
otra modificación. Como quiera que sea, todas las organizaciones religiosas concuerdan en que los diez cuernos, pertenecen al pasado, y son diez naciones que surgieron, según dicen, cuando el Imperio Romano desapareció.
Un comentario de «Ministerio Adventista de Información Profética» propone los siguientes nombres:
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
dominio sobre determinadas regiones del imperio y de
ese modo nacieron cuatro reinos. Tal cosa no sucedió
con Roma como para decir que el Imperio Romano fue
dividido o fragmentado y que dicha partición dio origen
a Europa. Es más, en esa interpretación puede notarse
que Ostrogodos, Lombardos y Hérulos son identificados
con Italia, con lo cual dejan de ser diez reinos o naciones para convertirse en ocho.
Otro expositor adventista de nombre Uriah Smith, en
su libro «Las Profecías de Daniel y de Revelación» Capítulo II, «Los Sueños del Rey de Imperios Mundiales».
propuso la siguiente lista:
Hunos,
Ostrogodos,
Visigodos,
Francos,
Vándalos,
Suevos,
Burgundios,
Hérulos,
Anglo-Sajones,
Lombardos.
Este pionero adventista del siglo XVIII omite a los
Alemanes y coloca a los Hunos. Como se puede ver, la
organización adventista no posee una sola posición al
respecto.
Asimismo, resulta interesante saber que antes del señor Smith vivió Isaac Newton (1642-1727) quien en su
interpretación de las profecías de Daniel propuso la siguiente lista:
1 Vándalos
2 Suevos
3 Visigodos
4 Alanos
5 Burgundios
6 Francos
7 Bretones
8 Hunos
9 Lombardos
10 Ravenos
Pareciera que el señor Smith copió la lista de Newton
y la modificó. En fin, no importa cuántas listas puedan
proponerse; si se refieren a naciones del pasado entonces
su veracidad no es comprobable.
La verdad de todo es que los diez cuernos en la actualidad no pueden ser identificados pues el tiempo en
que han de surgir todavía está demasiado distante al
nuestro, y nadie puede saber aquello que a Juan no le
fue revelado.
Entretanto los esfuerzos se centren en establecer diez
naciones que pertenecieron al pasado entonces todos
serán infructuosos.
351 d. C. Alemanes (Alemania)
351 d. C. Francos (Francia)
406 d. C. Burgundios (Suiza)
406 d. C. Suevos (Portugal)
406 d. C. Vándalos (Africa)
408 d. C. Visigodos (España)
449 d. C. Sajones (Bretaña)
453 d. C. Ostrogodos (Italia)
453 d. C. Lombardos (Italia)
496 d. C. Hérulos (Italia)
El comentario agrega:
“El Imperio Romano fue dividido o fragmentado. De eso
no hay duda, pues como podemos ver en el cuadro, dicha
partición dio origen a lo que hoy conocemos por Europa.
Sorprendentemente, esta división coincide con la estatua de
Daniel 2 (los 10 dedos de la estatua, mezcla de barro y
hierro), como una continuación del hierro (Roma). Elena de
White también ha confirmado el cumplimiento de dicha
interpretación. Históricamente podemos decir con certeza que
posteriormente al año 476 DC, Roma política había dejado
de ser un imperio. Como veremos más adelante, Justiniano
aún tenía control sobre una pequeña parte, pero ya no era la
potencia que había sido, tal que ya no podía ser considerada
una "bestia". Roma política daría paso a un sucesor de
envergadura: "el cuerno pequeño", cuyas obras la Biblia
describe en detalle.”
Es cierto que aquí son mencionados diez conglomerados, pero eso de ninguna manera significa que sea una
interpretación acertada, más bien esta lista es vaga y
adolece de inconsistencia histórica. Una de esas inconsistencias está en afirmar que el imperio romano fue
dividido en diez reinos; sencillamente tal cosa nunca
sucedió.
Lo primero que se omite en ese comentario es la división del Imperio Romano en Imperio Romano de
Oriente y el de Occidente. Tampoco el Imperio Romano fue la base para la fundación de Europa pues la
misma Italia, asiento del Imperio Romano, se dice, fue
fundada por el 753 a.C., es decir, muchos siglos antes de
la disolución del Imperio.
El expositor, o expositores, de este comentario adventista no señala cuál fue la fuente histórica que tomó para
afirmar “pues como podemos ver en el cuadro, dicha partición dio
origen a lo que hoy conocemos por Europa”.
Lamentablemente, algunas personas que piensan
ahorrarse el pesado trabajo de estudiar la historia del
Imperio Romano, han preferido copiar de la organización adventista su interpretación sin reparar si es exacta
o inexacta.
Lo cierto es que el imperio romano no repitió la historia del imperio griego de Alejandro, que cuando Alejandro murió cuatro de sus generales alcanzaron pre-92-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
prostituta. Ahora bien, tratándose de una mujer simbólica su prostitución no es material sino que significa adoración de ídolos. La prostitución espiritual surge cuando
la persona deja al único Dios y procede a adorar ídolos.
Inequívocamente la ramera espiritual que lidera al cristianismo ha sostenido esa práctica a lo largo de los siglos, y ha exportado parte de esa actitud hacia sus ramas u organizaciones religiosas que, aunque no están
bajo su liderazgo administrativo sí le obedecen en lo
religioso.
Siete cabezas
La dificultad que hay en identificar los diez cuernos
sucede con las siete cabezas, es decir, es imposible identificarlas porque todavía no han existido en ningún momento de la historia. Por eso, aunque esfuerzos bastantes se hacen identificarlas, tales esfuerzos carecen de validez; el problema de falta de certeza siempre persistirá
porque el tiempo en que han de aparecer está demasiado distante del nuestro, de manera que no podemos conocer lo que aún no existe.
Los teólogos y enseñadores de la Biblia desconocen
los eventos bíblicos que van a acontecer después del reinado de Cristo de mil años los cuales serán los días
cuando la “ramera” va a ser castigada por el Altísimo.
De modo que cualquier explicación que proporcione
listas de nombres como las ya mencionadas, no se basa
en elementos históricos sino en imaginaciones arregladas, como tal, ese tipo de exposiciones, aunque abundantes, carecen de bases. Naturalmente que a muchos
lectores ávidos de conocer el contenido de Apocalipsis
les apasiona la idea de descubrir la identidad de esos
cuernos y de esas cabezas, pero el arcano está cerrado
para nosotros, porque esos personajes ni siquiera existen
todavía sino que van a existir para los que estén vivos en
aquel tiempo lejano. Referente a la identificación de las
siete cabezas vea la página 62 de este Comentario donde se hace un comentario al respecto.
Apocalipsis 17.5
En su frente tenía un nombre escrito, un misterio: Babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra.
La ramera tiene en su frente un nombre escrito. Su
nombre es Babilonia, cuyo nombre significa confusión;
confusión porque mantiene un amplio catálogo de santos a los cuales venera. El único digno de veneración es
Dios lo cual para ella carece de importancia. Es la “Madre de las rameras” lo cual significa que hay otras rameras, o religiones idólatras, menores que son identificadas
como hijas.
Apocalipsis 17.6
Vi a la mujer ebria de la sangre de los santos y de la
sangre de los mártires de Jesús. Cuando la vi quedé asombrado con gran asombro.
Esta embriaguez se refiere a la excitación que en el
pasado le causó la satisfacción de matar despiadadamente a los siervos de Dios en actos sanguinarios; pero
debe entenderse que en este verso están incluidos los
asesinatos que va a cometer en el futuro. Debe incluso
recordarse que el momento viene cuando a los moradores de la tierra les va a ser requerido identificarse con la
marca de la bestia, y quien no la posea padecerá las
sanciones que esa poderosa ramera le va a infligir.
En otras palabras, los mártires aquí mencionados no
son solo los que murieron horriblemente martirizados
en siglos pasados, sino que también son contados aquellos a quienes todavía no les ha llegado el momento de
padecer.
La embriaguez del espíritu que manipula a esa mujer
no tiene límites. Tan altiva es esa ramera que de sus
atrocidades realizadas contra miles de inocentes nunca
ha mostrado remordimiento; con indiferencia se mueve
en el mundo aunque sus actuaciones son de sobra conocidas por todos.
Su altivez le ha inducido a la blasfemia porque en
nombre de Dios ha masacrado al pueblo de Dios. Y sus
adherentes gozosamente celebran la matanza de quienes
ofrendaron sus vidas honrado a Dios desafiándola.
Apocalipsis 17.4
La mujer estaba vestida de púrpura y escarlata, adornada de oro, piedras preciosas y perlas, y tenía en la mano un
cáliz de oro lleno de abominaciones y de la inmundicia de su
fornicación.
La identificación de la bestia cede lugar a la identificación de la mujer. Los colores púrpura y escarlata tienen relación con el Imperio Romano y con las altas jerarquías de la Iglesia. El oro y las piedras preciosas son
una invocación a los tesoros y riquezas de los cuales esos
poderes gozan.
Entre las abominaciones de esa ramera se pueden
contar haber fabricado su propia ley y haberla colocado
por sobre la Ley de Dios, también decretar la validez del
domingo por sobre el día que Dios ha declarado santo,
es decir, el Sábado, y el santoral dentro del cual a cada
santo por ella instituido le ha sido asignado un día para
honrarlo.
“La inmundicia de su fornicación”, esta declaración es
más apropiada si se cambia la palabra fornicación por
prostitución ya que la palabra griega porneias usada en
este texto se refiere precisamente a prostitución o degeneración sexual y no a simple fornicación; el verso 5 de
este capítulo identifica a esta mujer como ramera o
-93-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
El espectáculo puesto ante los ojos de Juan era sobremanera horrible por lo cual él se asombró profundamente.
soberanía, de allí en adelante el imperio romano de
occidente no volvió a ser el mismo. Siglos después surgiría Carlomagno con el Sacro Imperio Romano Germánico.
Por su parte, el imperio de oriente, gobernado desde
Constantinopla, pasó a ser conocido como imperio bizantino (Turquía, Grecia, Macedonia y Bulgaria.) y se
sostuvo por varios siglos hasta que en 1453 cayó bajo la
fuerza de los Otomanos.
Aunque los intentos por sobrevivir continuaron fuertes, la capacidad de los líderes nunca llegó a ser como la
de aquellos a quienes siglos antes el Altísimo había permitido mantener unido el Imperio y poderoso.
El sacro imperio romano (Alemania, Holanda, Bélgica, Austria, Checoslovaquia, Eslovenia, Suiza, Italia,
Francia y Polonia.) fue fuerte, nadie lo venció, más bien
el tiempo lo venció y eventualmente fue disuelto a principios de la época moderna (siglo XVIII d. de C.)
De esa manera, aquella bestia, la cual la visión de
Daniel la muestra en la estatua del sueño de Nabucodonosor parte de hierro y parte de barro, puso de manifiesto la fragilidad del barro, llegando a su final, y las dos
piernas de la imagen representan al imperio dividido en
dos.
Por el modo en que el ángel habla acerca de esta bestia sugiere que reviste de gran importancia, pero esa
importancia no está relacionada con la extensión territorial que consiguió dominar ni a su poder para subyugar pueblos ni a sus riquezas; más bien su renombre se
debe a que está relacionada con el sufrimiento del pueblo redimido de Cristo, y a su sistema idolátrico.
En el libro de las memorias de Dios esta bestia ocupa
un lugar predominante a la par del dragón o diablo y a
la par de la mujer embriagada con la sangre de los santos pues su lugar de recompensa final será el lago de
fuego.
Se entiende que el propósito del ángel es informar a
Juan que aunque esa bestia cayó vencida de ninguna
manera significa que fue derrotada hasta el exterminio.
Como ha sido dicho antes, detrás de esas figuras se esconden espíritus diabólicos que proceden de su amo que
es la serpiente antigua, por esa razón nadie los puede
aniquilar completamente y al tiempo señalado les será
permitido volver a influir sobre la humanidad para que
las cosas vuelvan a ser como en el pasado.
La frase continúa diciendo: y está para subir del abismo e
ir a perdición. Una lectura rápida podría llevar a concluir
que el regreso de la bestia sería en breve, pero poniendo
atención a cómo las profecías de Apocalipsis detallan su
actividad entonces se concluye que su reaparecimiento
está preparado para tiempos bastante lejanos, tan lejanos al nuestro que resulta imposible bosquejar un cua-
Apocalipsis 17.7
El ángel me dijo: «¿Por qué te asombras? Yo te diré el misterio
de la mujer y de la bestia que la lleva, la cual tiene siete cabezas y
diez cuernos.
¿Por qué te asombras? La palabra griega (taumadzo) usada
aquí, al ser vertida a nuestra lengua, puede entenderse
como asombrarse, maravillarse, admirarse, y por el contexto puede extenderse a sorprenderse, espantarse.
Ver aquella mujer sentada sobre una horrible bestia,
con una copa llena de blasfemias y embriagada con la
sangre de los santos, le causó fuerte sorpresa e impacto,
de allí que la “maravilla”, como traduce la Reina-Valera
Antigua ha de entenderse como un fuerte impacto negativo.
Yo te diré el misterio de la mujer. Esto es igual a decir “yo
te explicaré el significado de esta mujer, porque ese significado no está a la vista de todos ni su explicación está
para ser entendida por todos”.
En otras palabras, esta mujer es un misterio, pero ese
misterio no consiste en que se ignore a quién representa,
porque a la verdad hoy en día posiblemente sean pocos
quienes ignoran a quién simboliza, pero lo maravilloso
es que aún sabiendo a quién simboliza miles de millones
van tras ella y le obedecen adorando y defendiendo sus
blasfemias religiosas con que ha blasfemado contra el
Altísimo de las cuales Daniel 7:25 menciona algunas.
Detalles de la primera bestia
Apocalipsis 17.8
La bestia que has visto era y no es, y está para subir del
abismo e ir a perdición. Los habitantes de la tierra, aquellos
cuyos nombres no están escritos en el libro de la vida desde la
fundación del mundo, se asombrarán viendo la bestia que era
y no es, y será.
El ángel dice que esa bestia “era y no es”, o sea, existió y ya no existe. Como ya ha sido visto en comentarios
anteriores, esta bestia simboliza al Imperio Romano, el
cual estaba en su apogeo cuando Juan fue enviado cautivo a la isla de Patmos; en ese tiempo a Roma le faltaban varios siglos para caer, pero en el diálogo entre el
ángel y Juan se da como que si estuvieran hablando
después que Roma ha caído.
Su caída fue gradual y comenzó a manifestarse por el
año 395 cuando el Imperio se dividió en dos surgiendo
de esa manera el Imperio de oriente y el de occidente.
En el 476 d. de C., los Érulos, comandados por Odoacro combatieron al de occidente derribando del poder a
Rómulo Augústulo, perdiendo Roma de esa manera su
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
dro exacto de cómo, dónde y cuándo reaparecerá. Algunos comentarios suponen que reaparecerá en lo que
hoy conocemos como Europa, pero es imposible asegurar que la geografía de hoy y los nombres actuales de las
naciones hayan de ser los mismos después del reinado
de Cristo de mil años.
Algunos comentaristas sugieren que el Sacro Imperio
Romano Germánico volverá a ser establecido en Europa. Esa opinión se basa en los eventos actuales en los
cuales la comunidad europea está trabajando por establecer una moneda común entre ellas. Con todo por el
momento es demasiado prematuro pensar que por el
hecho de estar teniendo esa moneda común, y haber
abolido el pasaporte para viajar por todo el continente,
y estarse dando otras facilidades para el intercambio
general deba pensarse que el Sacro Imperio Romano
Germánico pueda resurgir. La actividad actual de los
gobiernos europeos no son señales de una posible mancomunidad ni religiosa ni política. Además, la profecía
menciona diez poderes o reinos, no más, sin sugerir fusión alguna, que convergerán en dar poder a la bestia.
Dar poder y autoridad significa darle apoyo para que su
poder sea aún mayor.
Se debe observar que en la descripción dada por el
ángel, esta bestia no está formada por diez naciones o
cuernos sino que ambos, la bestia y los diez cuernos son
entidades activas al mismo tiempo, y la bestia estando
viva, es la base.
Las palabras del ángel y está para subir del abismo e ir a
perdición, significa que la bestia resurgirá futuramente
pero durará corto tiempo, después de lo cual el Señor la
lanzará al lago de fuego.
bestia que es Roma a la vez esté sentada sobre los siete
montes? Muy sencillo, la mujer está sentada sobre esos
mismos siete montes porque está sentada sobre la bestia.
La Iglesia no fue fundada sobre el monte Vaticano el
cual está frente a esos siete montes, sino precisamente en
la ciudad de Roma lo cual está testificado por el obispo
Víctor quien allá por el siglo II d.C., hizo de Roma la
cede de la Iglesia. Saber cómo entender esto es la razón
por la cual el ángel dice: Esto, para la mente que tenga sabiduría. O sea, esto debe ser estudiado profundamente para entender cómo esa mujer sentada sobre la bestia que
es el Imperio Romano al tiempo que está sentada sobre
los siete montes. Las personas u organizaciones que dicen que la Santa Sede (Vaticano) está sentada sobre siete
montes sujetan sus comentarios a contradicción.
Como contraataque a este misterio, existen corrientes
que para desvirtuar la identificación de esta mujer sostienen que la gran ramera es Jerusalén y el monte donde
se asienta es Moriah, pero lo que no pueden arreglar es
que esa ramera embriagada de la sangre de los santos
está sentada sobre la bestia que es el Imperio Romano.
Este tipo de exposiciones muestran que la intolerancia
hacia Israel de los obispos conocidos como padres de la
Iglesia continúa.
Apocalipsis 17.10
y son siete reyes. Cinco de ellos han caído; uno es y el otro
aún no ha venido, y cuando venga deberá durar breve tiempo.
La identificación de estos siete reyes no es posible de
alcanzar aunque algunos intentos han venido haciéndose. Una exposición ya comentada en Apoc. 12.3 y 13.1
propone que esos cinco reyes caídos podrían ser Asiria,
Babilonia, Grecia, Media-Persia, Roma; también se dice
que el sexto es el Sacro Imperio Romano; del otro nada
se sabe porque (dice) aún no ha venido. Otros comentarios suponen descubrir la identidad de esas siete cabezas
modificando brevemente esta lista proponiendo a Egipto
en lugar de Asiria.
De esa manera el arreglo supone haber resuelto la
identidad proponiendo que los cinco primeros reyes son
imperios del pasado lo cual es contradictorio pues aquellos imperios nada tuvieron que ver con el imperio romano.
Si el asunto tuviera que ver con reinos mundiales al
estilo de la imagen vista por Nabucodonosor cuya imagen, siendo una, estaba formada por cuatro imperios,
entonces en Apocalipsis sería la bestia la que estaría
formada por reinos pero la narración no sugiere tal cosa sino que la bestia es un cuerpo con siete cabezas en el
cuello; de allí que una explicación más cercana a la correcta interpretación tiene que estar basada estrictamen-
El misterio de la mujer
Apocalipsis 17.9
Esto, para la mente que tenga sabiduría: Las siete cabezas son siete montes sobre los cuales se sienta la mujer.
La mujer ramera (la Iglesia) es vista sentada sobre la
bestia, eso significa que la base sobre la que existe es el
Imperio Romano porque fue ese Imperio que la fortaleció, la dignificó y engrandeció dándole dominio sobre
los pueblos.
Ahora préstese suma atención a esto porque es un
misterio que aquí es revelado: Esa mujer está sentada
sobre siete montes que son: Capitolio, Palatino, Aventino, Celio, Esquilino, Quirinal, Biminal. Sin embargo, el
asunto se puede volver imposible de explicar pues la
mujer se sentaba sobre Roma siendo difícil corroborar
que haya estado asentada sobre esos siete montes.
Con todo, se puede comprobar que la capital del Imperio Romano sí los incluía. ¿Cómo entonces se entiende que la ramera, al tiempo que está sentada sobre la
-95-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
te sobre Roma sin fusionarla con otros imperios.
La segunda propuesta, que es seguramente la más
antigua y la que podría suponerse ser la correcta, la
proporciona Cicerón (106 a.C. - 43 a.C.), quien mucho
antes que Apocalipsis fuera escrito, escribió las “Epístolas o cartas de Marco Tulio Cicerón vulgarmente llamadas familiares”; proporciona la siguiente lista: Reyes, Cónsules,
Decemviros, Tribunos militares, Dictadores y Emperadores, en total seis incluyendo al Imperio. La lista es corta y faltaría una cabeza; por lo cual no puede ser la solución a la visión.
Desde mi punto de vista, la mayoría de interpretaciones no ponen atención al hecho de que tales figuras
simbólicas no pertenecen al pasado sino que están preparadas para el futuro, prueba de ello es que en Apoc.
13.3 una de esas cabezas es herida de muerte, y sanada,
y todo el mundo alabó (alabará) al dragón y a la bestia.
En Apoc. 13.1 la bestia con siete cabezas domina al
mundo mientras que la Roma mencionada por Cicerón
apenas se estaba consolidando, y no consiguió dominar
a todo el mundo sino una parte relativamente pequeña.
En comparación, El Imperio Romano futuro ayudado
por la segunda bestia, dominará el mundo entero.
Otro aspecto importante es que las siete cabezas trabajan juntas lo cual se corrobora viendo que una de
ellas será degollada pero sobrevivirá (Apoc. 13.3) ante lo
cual el mundo reaccionará con verdadero regocijo adorando al diablo, pues la sanidad de esa cabeza será por
intervención diabólica. Es demasiado improbable que
eso haya acontecido en algún tiempo de la Roma imperial.
Según mi interpretación, el hecho de que las palabras
de Apoc. 17.10 aparecen como habiendo sucedido, eso
no debe tomarse como que sucedieron hace muchos
siglos en tiempos cuando el Imperio Romano antiguo
no estaba consolidado. Más bien, las palabras del ángel
se refieren a tiempo pasado pero en un tiempo que todavía falta por venir.
Apocalipsis 17.12
Los diez cuernos que has visto son diez reyes que aún no
han recibido reino; pero recibirán autoridad como reyes por
una hora, juntamente con la bestia.
Como se ha venido diciendo, es imposible identificar
a cada uno de estos diez cuernos, como también es imposible apuntar hacia la Europa actual para enfatizar
que de las naciones de la Europa actual hayan de formarse esos diez reyes, es imposible identificarlos, sencillamente, porque no han existido todavía. Se puede comentar acerca de eventos y rasgos particulares de personas o naciones del pasado, pero es imposible comentar
acerca de algo que no existe, porque desconocemos
dónde, cómo y cuándo se formarán. Por esto se ha expuesto antes lo infructuoso que es tomar arbitrariamente diez tribus antiguas y con ellas conformar diez reinos
de los cuales—según algunos dicen, se dividió el Imperio Romano. La explicación del ángel en Apoc. 17.12 es
para tiempos futuros, no para tiempos pasados.
En lo futuro, cuando esta generación y muchas otras
por venir dejen de ser contadas, vendrá un tiempo
cuando el orden mundial será enteramente diferente al
nuestro. Será un orden en el cual la tecnología y la ciencia serán tan maravillosas como maravillosas les pudo
haber parecido la nuestra a las generaciones del pasado.
Hasta entonces es que la bestia va a resurgir y dará vida
a esos diez cuernos o gobiernos.
Aunque actualmente se dice que los diez reyes o
cuernos surgieron después de Roma, en contraposición
Apoc. 17.12 presenta a la bestia y a los diez cuernos
trabajando juntos. Esto lo confirma el ángel al decir recibirán autoridad como reyes por una hora, juntamente con la bestia,
y claramente significa que ambos, es decir los diez cuernos y la bestia existirán al mismo tiempo. Entretanto
algunas exposiciones piensan que los diez cuernos le
quitaron el poder a Roma hasta destruirla, el ángel dice
todo lo contrario, es decir, los diez cuernos le darán su
poder a la bestia.
Apocalipsis 17.11
La bestia que era y no es, es también el octavo, y es uno
de los siete y va a la perdición.
Mi interpretación, como he señalado al comentar
Apoc. 12 y 13, es que esas siete cabezas trabajarán como un conjunto cuando el nuevo Imperio resurja, de las
cuales las diferentes situaciones a que la bestia será enfrentada hará que las siete cabezas cedan su dominio a
una sola de entre ellas, probablemente esto ocurrirá
cuando se cumpla Apoc. 11.11, en el tiempo cuando la
gran manifestación del Altísimo levantara a sus dos testigos, de esa manera, quedando solo una ocupará el lugar de una octava cabeza.
Apocalipsis 17.13
Estos tienen un mismo propósito: entregarán su poder y
autoridad a la bestia.
Siendo diez poderes o reyes, van a darle su fuerza a la
bestia, o sea, colaborarán con ella estrechamente, pero
la fuerza de ellos junto con el de la bestia va a durar
“una hora”, es decir, breve tiempo. Durante ese breve
tiempo la bestia se considerará a sí misma invencible
hasta el grado de proferir ofensas contra el Altísimo como está declarado en Apoc. 11.7-10.
Todo esto se va a llevar a cabo después de terminar el
reino de mil años de Cristo, y lo que irá quedando de la
-96-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
historia de la humanidad será poco tiempo pues casi
todas las profecías se habrán cumplido y los eventos que
van quedando será unos pocos, más bien, para ese entonces el lago de fuego estará para ser develado.
Apocalipsis 17.16
Y los diez cuernos que viste, y la bestia, aborrecerán a la
ramera, la dejarán desolada y desnuda, devorarán sus carnes
y la quemarán con fuego.
La historia del mundo presenta al Imperio Romano
abriendo las puertas a la Iglesia para tomar dominio
sobre su basto territorio. Posteriormente, el imperio tuvo
grandes dificultades para continuar unido y dominando
su territorio, pero la religión continuó trabajando sin
cesar, consolidando su presencia y sus decretos y tomando bajo su potestad la conducción religiosa de los
ciudadanos del imperio.
El paso del tiempo ha mostrado cómo aquel enorme
imperio terminó a la vez que muestra cómo la religión
se fortaleció hasta el grado tomar su lugar.
Pero no todo será siempre igual, porque viene el
tiempo cuando el Imperio resurgirá y los diez cuernos
serán una fuente poderosa de poder, notablemente, las
cosas serán diferentes porque en aquel tiempo esos diez
reinos junto con la bestia unirán sus fuerzas, y unidos
menospreciarán a aquella que se ha jactado diciendo
estoy sentada reina, no soy viuda y no veré llanto (Apoc. 18.7).
El tiempo vendrá cuando la ramera será desolada, será
escarnecida, humillada y será despojada de sus riquezas
y de su poder (Apoc. 18). Ese tiempo será de dolor para
la mujer embriagada con la sangre de los santos de
Dios.
Los diez reinos o poderes juntamente con el nuevo
Imperio van a humillar a la ramera, la van a despojar de
sus riquezas y la expondrán al vilipendio público hasta
hacer notoria su denigración. Claro que el ángel dice a
Juan que esos poderes devorarán a la ramera (o segunda
bestia) y la quemarán con fuego, con todo, eso no debe
entenderse literalmente, sino que esa consumación contra ella será dentro del campo político y social hasta reducirla a cenizas, o sea hasta reducirla a una posición
sin importancia, pero claro que eso no debe entenderse
como que ellos acabarán con ese poder sencillamente
por que al igual que ellos, la ramera es también una malicia espiritual que nadie puede destruir sino sólo el Altísimo. En verdad aquellos días serán de grandes revueltas
entre los hombres porque el tiempo, habiendo sido acelerado mucho más por el Creador, correrá aun más veloz de lo que hoy estamos presenciando, y la convulsión
mundial va a ser extremadamente violenta y para ese
entonces el evangelio de salvación será una historia que
posiblemente pocos recordarán.
Apocalipsis 17.14
Pelearán contra el Cordero, y el Cordero los vencerá, porque es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con él
son llamados, elegidos y fieles.
La unión de los diez más la bestia, como se está diciendo, producirá un enorme poder, a esto hay que
agregarle la participación de la segunda bestia, o sea, de
la mujer embriagada con la sangre de los santos cuya
copa está llena de blasfemias.
Habiéndosele permitido matar a los dos testigos, y
viendo que ellos son resucitados, pensará consolidad su
poder yendo directamente contra el Cordero de Dios
que vencerá a todos.
Apocalipsis 17.15
También me dijo: Las aguas que has visto, donde se sienta la ramera, son pueblos, muchedumbres, naciones y lenguas.
En otras palabras, las aguas donde la ramera apoya
su trono son los pueblos del mundo sin importar razas ni
lenguas ni condición social. El significado de este texto
aplica al pasado, al presente y al futuro, porque quien la
fortalece y llena de poder es el dragón.
Actualmente la ramera es la señora del mundo cristiano, cuando ella habla el mundo calla y le obedece
porque ella manda en lo político y religioso, y ha desobedecido su voz ha recibido demostraciones para recordarle que debe estar en sumisión.
A decir verdad, quien desconoce el poder de la religión es incapaz de medir la fuerza arrolladora de esta
mujer espiritual. La religión atrae multitudes y las domina. La religión domina el mundo hasta volverlo abominable ante los ojos de Dios. La religión rompe corazones y los doblega, y pienso que la primera fuerza más
poderosa que existe en el mundo es la religión, porque
por ella el hombre es capaz de cambiar la amistad por
odio, torna el amor de los padres a los hijos en rencor y
viceversa, la religión promueve guerras y justifica crímenes, etc.
Por algo esta mujer es presentada teniendo su silla
sobre pueblos, naciones y lenguas. Pero su dominio
mundial será interrumpido cuando venga el reino de
Cristo. Terminado ese glorioso período la malicia espiritual que da vida a esa mujer volverá a surgir y la mujer
resurgirá para trabajar junto al Imperio, pero eso no
será por mucho tiempo porque el Gran Juez la está esperando para juzgarla y lanzarla al lago de fuego.
Apocalipsis 17.17
Dios ha puesto en sus corazones el ejecutar lo que él quiso: ponerse de acuerdo y dar su reino a la bestia hasta que se
hayan cumplido las palabras de Dios.
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Toda la libertad de la cual la ramera ha gozado a
través de los siglos ha provenido de Dios, pero el momento viene esa libertad se le termine, y las cosas comenzarán a revertirse.
Así como el Imperio dio a la segunda bestia toda su
autoridad religiosa, así el nuevo Imperio se encargará de
despojarla de toda autoridad, así como el Imperio le
donó títulos, propiedades y riquezas, así el nuevo Imperio actuará despojándola de todo.
De la manera en que en el pasado el Altísimo permitió que el Imperio rodeara de todo poder a la ramera
(segunda bestia) así en el nuevo orden cuando el tiempo
esté para terminar, las cosas serán diferentes, serán
opuestas a la historia que hoy conocemos.
Aquellos serán tiempos en los cuales la ramera va a
comenzar a pagar la enorme cuenta que ha acumulado
ante los ojos de Dios al haber torturado abominablemente al pueblo de los santos. Comenzará a pagar a
manos de quien la enriqueció. Entonces comenzará a
saborear la amargura y terrible aflicción con la cual se
ensañó sobre muchos inocentes.
En aquel tiempo las naciones del mundo dejarán de
respetarla y de temerle, porque toda su atención estará
centrada sobre el nuevo Imperio con los diez cuernos.
Una descripción sumamente amplia se encuentra en
el capítulo 18 que sigue a este comentario.
lo cual podría definirse como pasado presente.
En verdad algunas veces es difícil establecer si algunas visiones deben ser analizadas desde el punto de vista
pasado presente o como futuro presente, lo cual conduce frecuentemente a malinterpretar las visiones.
CAPÍTULO 18
Juicio a la ramera
El capítulo 18 no es una profecía aislada, más bien es
la continuación del capítulo 17 en el cual se anuncia el
castigo que a la ramera le será infligido. La escena es tan
importante para el Altísimo hasta el grado de describirla
en forma bastante pormenorizada. Pero debe entenderse que la narración de este capítulo 18 de ninguna manera significa que correspondan al día del juicio final;
este es un juicio parcial en el cual la ramera será vejada
por el nuevo Imperio Romano que está por venir.
Apocalipsis 18.1
Después de esto vi otro ángel que descendía del cielo con
gran poder, y la tierra fue alumbrada con su gloria.
Es decir, después que el anterior ángel le había mostrado la visión del surgimiento de la bestia de siete cabezas y diez cuernos o poderes, viene otro para continuar
con el relato. Esta vez van a ser descritas con detalle las
situaciones por las cuales la ramera se lamentará amargamente.
Apocalipsis 17.18
Y la mujer que has visto es la gran ciudad que reina sobre los reyes de la tierra.
Cuando la visión le fue dada a Juan la ramera estaba
todavía a varios siglos de alcanzar su enorme poder entre los hombres. Juan no conocía el esplendor de esa
mujer espiritual sobre la cual escribió. Los siglos siguientes testificaron que las palabras del ángel fueron realidad
pues la segunda bestia, o sea la mujer embriagada con la
sangre de los santos alcanzó su esplendor y para millones de humanos era un verdadero privilegio estar sometidos a su dominio.
El momento vino cuando esta mujer espiritual alcanzó tal poder que incluso hizo temblar reyes quienes para
evitar la deshonra y la pérdida de todo poder le rendían
tributo y adoración, y la voluntad de esa mujer era una
orden a la cual se debían someter incondicionalmente.
Apocalipsis 18.2
Clamó con voz potente, diciendo: ¡Ha caído, ha caído la
gran Babilonia! Se ha convertido en habitación de demonios,
en guarida de todo espíritu inmundo y en albergue de toda
ave inmunda y aborrecible,
Aunque las palabras del ángel se refieren a la Babilonia antigua que fue destruida por Dios para nunca más
volver a ser reedificada, sus palabras deben tomarse como referencia a la Babilonia espiritual, a la ramera embriagada con la sangre de los santos a la cual el momento de comenzar a padecer le habrá llegado.
La voz que dice: “¡Ha caído, ha caído la gran Babilonia!”,
no significa que en esos momentos la babilonia espiritual será completamente destruida en el juicio final, más
bien es el anuncio del principio de sus padecimientos
que van a durar varios años y han de llevarse a cabo
después del reinado de Cristo, pero estos padecimientos
apenas son una mínima parte de aquel gran castigo que
le está reservado cuando vaya a ser lazada al lago de
fuego.
“Se ha convertido en habitación de demonios, en guarida de todo
espíritu inmundo y en albergue de toda ave inmunda y aborreci-
Del tiempo en que las visiones se cumplen
Llamo la atención al modo en que las visiones de
Apocalipsis se suceden, porque sin que las escenas hayan acontecido son anunciadas como que están sucediendo; esto puede definirse como futuro presente. Lo
mismo es con aquellas visiones sobre escenas pasadas,
mismas que son declaradas como que están sucediendo,
-98-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ble”. Las ruinas de la Babilonia antigua eventualmente
se convirtieron en refugio de toda clase de bestias inmundas. Ahora, referente a la ramera el mensaje no está
diciendo que hasta el momento en que su ruina llegue es
que la ciudad se va a convertir en guarida de espíritus
inmundos; más bien el ángel está señalando lo que ha
sucedido desde el tiempo en que esta mujer se entronizó en el mundo como entidad religiosa, pues desde ahí
los espíritus inmundos, o malicias espirituales han encontrado cálida acogida cual aves inmundas que encuentran un nido.
Apocalipsis 18.4
Y oí otra voz del cielo, que decía: ¡Salid de ella, pueblo
mío, para que no seáis partícipes de sus pecados ni recibáis
parte de sus plagas!
Salid de ella, no debe entenderse literalmente, después de todo, el pueblo de Dios no está dentro de esa
ciudad pecaminosa; la frase debe entenderse en el sentido en que Pablo lo dice en 1 Corintios 5:9-11:
Os he escrito por carta que no os juntéis con los fornicarios. No me refiero en general a todos los fornicarios de este
mundo, ni a todos los avaros, ladrones, o idólatras, pues en
tal caso os sería necesario salir del mundo. Más bien os
escribí para que no os juntéis con ninguno que, llamándose
hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con el tal ni aun comáis.
En estas palabras Pablo aconseja a los redimidos que
no compartan sentimientos, ideas, asociaciones, fiestas,
hechos, ni nada psicológico y espiritual con los paganos,
lo cual es exactamente igual a decirles que se aparten de
ellos, o, que salgan del círculo en el cual ellos se desenvuelven.
Si se entienden las palabras de Pablo entonces es fácil
entender el significado de la voz que manda al pueblo
de Dios salir de la Babilonia espiritual, lo cual equivale a
que ellos no deben alternar con los paganos por medio
de ideas, actividades religiosas ni ninguna otra actividad
cualquiera que sea su significado.
Ser participantes de sus pecados se entiende de dos
maneras, 1, asentir con los idólatras a participar de su
paganismo, y 2, aprobar con su presencia, sentimientos,
pensamientos o palabras lo que los paganos hacen. Los
hijos de Dios son totalmente definidos contra el pecado.
Cualquier manifestación favorable, ya sea en palabras, hechos o presencia equivale a estar dentro de la
ciudad pecaminosa que, en palabras del ángel, a su debido tiempo comenzará a padecer los horribles dolores
del desprecio, burla, despojamiento de riquezas a manos
de sus perseguidores que serán el Imperio y los diez
cuernos; todo, porque Dios ha decretado que debe comenzar a padecer.
Los decretos de castigo del Altísimo no llegan en
cualquier momento sino al momento señalado, cuando
las circunstancias para los individuos son más desfavorables, cuando el impacto del castigo es más severo, los
resultados demoledores y el dolor más intenso. Esto significa que los eventos concernientes a la ramera no vendrán pronto, más bien vendrán cuando la humanidad
sin Cristo haya alcanzado la cúspide del progreso en
todos los campos del saber, lo cual será después del reinado de Cristo. Para entonces le está reservado el escarnio a la ramera, notorio a nivel mundial y de grande
humillación.
Apocalipsis 18.3
Porque todas las naciones han bebido del vino del furor
de su fornicación. Los reyes de la tierra han fornicado con
ella y los mercaderes de la tierra se han enriquecido con el
poder de sus lujos sensuales.
Aunque la palabra furor significa ira o cólera, en este
contexto no equivale a eso, más bien tiene significado de
lujuria exaltada o desenfreno por el efecto del vino que
la ramera ha bebido del cual a dado a las naciones. Este
texto no significa vino material sino al efecto del placer
que le ha causado contraponerse a la voluntad de Dios
como he dicho arriba.
En la Biblia Reina-Valera fornicación es traducción
incorrecta de la palabra griega “porneia”, cuyo significado se relaciona con relajación sexual, prostitución. La
mujer espiritual sentada sobre la bestia ha sido identificada como ramera, lo cual significa que su oficio es la
prostitución idolátrica, y ha sido identificada de esa manera debido a su actividad con los gobernantes del
mundo o reyes de la tierra con los cuales se ha prostituido idolátricamente, como dice el texto.
Adviértase que reyes de la tierra no necesariamente
significa individuos en lo particular, más bien el término
es usado para identificar a hombres en eminencia, a
reyes, presidentes, primeros ministros, a gente en puestos
de eminencia y pueblo en general.
El significado se amplía al considerar que la ramera
se ha prostituido con los reyes o reinos de la tierra al
haber absorbido, desde sus comienzos por el siglo II
d.C. las costumbres, fiestas e ídolos de las naciones. Esto
no está oculto sino expuesto a la mirada de quienes conocen historia, porque repetidas veces ha sido dicho que
en su afán de conquistar a las multitudes paganas, la
Iglesia usó políticas entre las cuales estuvo la de “cristianizar” paganos sin que abandonaran sus creencias y
cultos a sus dioses, eventualmente surgió un intercambio
interesante ya que la Iglesia exportó su religión al tiempo que importó las religiones paganas. En parte a esto se
refiere la última parte del verso 3: “se han enriquecido
con el poder de sus lujos sensuales”.
-99-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Apocalipsis 18.5
Porque sus pecados han llegado hasta el cielo y Dios se
ha acordado de sus maldades.
La ramera ha estado pecando desde el momento en
que comenzó su formación allá por el siglo II d.C., sus
fundadores, los obispos, eran personas que nunca conocieron la Ley de Dios para obedecerla y lo que escribieron acerca de ella denota un trasfondo de mucha incoherencia; ellos más bien priorizaban en repetidas ocasiones discursar acerca de Dios basados en la filosofía,
de allí que con su llegada a la Iglesia fortalecieron el
paganismo dándole carácter de cristianismo; hasta el día
de hoy las cosas no han cambiado.
La frase “Dios se ha acordado”, no significa que a él se le
haya olvidado tan ofensiva actitud, más bien acordarse
significa que el momento de comenzar a pagarle habrá
llevado.
Apocalipsis 18.6
Dadle a ella tal como ella os ha dado y pagadle el doble
según sus obras. En el cáliz en que ella preparó bebida,
preparadle el doble a ella.
Quizás usando de paráfrasis pueda este texto ser mejor entendido, presento esa paráfrasis de la siguiente
manera:
“Págale a ella con la misma moneda conque ha pagado a tus santos, pero págale doblado. Y la copa amarga de dolor y angustia que dio a beber a tus santos llénenla dos veces y dala a ella para que la beba”.
Además de sus innumerables idolatrías y culto a los
ídolos, la ramera, como la historia muestra, se ha ensañado contra los los inocentes a como ha querido, con
verdadero lujo de crueldad, utilizando los más grotescos
instrumentos de tortura con los cuales descuartizó hombres y mujeres por el hecho de ser pueblo de Dios. Su
embriaguez con la sangre de los santos está escrita el el
libro del juicio y el Altísimo Dios le dará su justa recompensa.
Pero como ya ha sido dicho en otra oportunidad, el
martirio hacia el pueblo de Dios no es cosa del pasado,
en tiempo futuro volverá, y su perversa y burlona risa
diabólica volverá a llenar el ambiente cuando vuelva a
tomar dominio sobre reyes, presidentes, primeros ministros junto con sus pueblos.
Pero todo cuando ha hecho, y hará, va siendo registrado, y el castigo por sus maldades será prolongado
tanto como los siglos en los cuales destrozó a los santos
de Dios.
Cuando el momento llegue entonces comenzará a ser
notorio que su hipocresía no volverá nunca jamás a estar encubierta sino a la vista de todos.
Esa ira de Dos no será manifestada por él directa-
mente, sino que serán la bestia y los diez cuernos quienes van a despojarla y a darle golpes hasta derribarla de
su pedestal en el cual ella misma se ha colocado y al cual
millones de personas a través de los siglos han mirado
en reverente adoración.
Será aquel tiempo testigo de una enorme lucha de
poderes, la ramera contra la bestia que ella misma mantiene viva, pero la ramera perderá, además, la bestia no
estará sola sino con los diez cuernos mencionados en el
capítulo 17.
Que la ramera será más poderosa de lo que en la actualidad es no hay dudas, pero la fuerza del poder de la
bestia, o sea del nuevo Imperio, aunado con el de los
diez poderes que la acompañarán, harán que la balanza
de la victoria se incline en contra de ella hasta ubicarla
en condiciones lastimeras. Será un despojamiento de
clase, de categoría, de poder, de liderazgo de multitudes
y de riquezas hasta tornar miserable y ridícula a la mujer que por tantas centurias ha doblegado el orgullo de
grandes y poderosos líderes mundiales.
Apocalipsis 18.7
Cuanto ella se ha glorificado y ha vivido en deleites, tanto
dadle de tormento y llanto, porque dice en su corazón: Yo
estoy sentada como una reina, no soy viuda y no veré llanto.
Nadie desconoce la alta posición política de la ramera y su influencia entre las naciones del mundo; nadie
desconoce su poder, porque aun en nuestros días su poder de persuasión sobre altos líderes gubernamentales es
altamente notorio.
Nadie desconoce que para los gobernantes de las naciones es un alto privilegio ser recibidos por el líder,
quien por lo general los espera sentado en su silla aunque otras veces los recibe de pie, y ante el cual con verdadera reverencia saludan cuando les extiende la mano
para que le muestren dependencia. Ante la visita a ese
líder los periódicos más importantes del mundo reportan complacidos el encuentro con fotos y artículos en los
cuales se tiene cuidado en lo que se escribe a fin de evitar aquello que pueda sonar como un reportaje de mala
calidad. Con cuanta razón es que el verso 7 dice:
“Cuanto ella se ha glorificado”.
En verdad siglos vienen y siglos van, y esa gloria no
decae sino que se sostiene poderosa. Todos los hombres
dirigentes que forman esa ramera lo saben y lo disfrutan, y los moradores de la tierra que la adoran se gozan
con eso.
La voz que escucha Juan define el trato que va a recibir cuando llegue su momento: “de la manera en que se
ha glorificado, y ha gozado imponiendo su presencia, y
ha humillado pueblos y masacrado al pueblo de Dios,
así debe ser su castigo”.
-100-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
No es que en voz alta haya alguna una vez dicho: “Yo
estoy sentada como una reina, no soy viuda y no veré llanto", ¿pero acaso es necesario oír semejante petulancia?, en verdad no, nada más se le debe observar para mirar el alto
nivel de arrogancia del cual hace gala.
Recuerdo que cuando su líder visitó mi país de origen: cientos de miles de personas formaron una enorme
procesión, y las pancartas con terrible blasfemia decían
“bendito el que viene en el nombre del Señor”. Terrible
blasfemia porque esas fueron palabras proféticas para el
Salvador del mundo; con todo, posiblemente a nadie se
le ocurrió pensar que a ese hombre le estaban otorgando lo que sólo pertenece al Hijo de Dios.
Descripción comparativa
Una porción de lo que sigue de este capítulo, es decir,
de los versos 8 en adelante no va a suceder literalmente,
más bien es una descripción minuciosamente detallada
de la reacción mundial cuando la ramera esté siendo
castigada por el Imperio; otras sí serán literales.
Por ejemplo, el verso 8 menciona que sus males vendrán en un solo día, lo cual no debe entenderse como
un día de veinticuatro horas, sino un período ininterrumpido, asimismo, lo dicho en los versos siguientes
sirve para entender lo detallado que será su castigo.
Apocalipsis 18.8
Por lo cual, en un solo día vendrán sus plagas: muerte,
llanto y hambre, y será quemada con fuego, porque poderoso
es Dios el Señor, que la juzga.
En un solo día vendrán sus plagas, es una expresión por la
cual entender que todas las manifestaciones de dolor,
desprestigio, pérdida de poder y demás vendrán todas
juntas; pero no significa que vendrán en corto tiempo
sino, más bien durarán todo el tiempo determinado por
Dios.
Apocalipsis 18.9
Los reyes de la tierra que han fornicado con ella y con
ella han vivido en deleites, llorarán y harán lamentación
sobre ella cuando vean el humo de su incendio.
Los gobernantes de las naciones grandes y pequeñas,
con las cuales la ramera habrá formado y fortalecido su
alianza idólatra y política en aquellos días serán los
grandes perdedores pues toda su gloria se derrumbará
hasta quedar en la misma posición miserable de la ramera. Debe recordarse que este gran suceso vendrá hasta después del reinado milenario de Cristo.
Como se dice al principio de este subtítulo, las cosas
no sucederán exactamente como está escrito, más bien
el detalle aquí mencionado es un modo de anunciar las
profundas consecuencias que vendrán sobre esa mujer
espiritual. Esto significa que los reyes y demás gobernantes no van a derramar lágrimas de lamentación,
tampoco ha de entenderse literal que ellos vayan a ver el
humo del incendio de la ciudad, porque este humo sólo
significa que su alta posición está siendo reducida a miseria.
Apocalipsis 18.10
Poniéndose lejos por el temor de su tormento, dirán: ¡Ay,
ay de la gran ciudad, de Babilonia, la ciudad fuerte!, porque
en una sola hora vino tu juicio.
Todos los que en aquel entonces hayan estado idolatrando y deleitándose con las buenas relaciones políticoreligioso-idólatra, no desearán continuar adulterando
(idolatrando con ella) porque conocerán que los días de
su gloria han comenzado a derrumbarse, y ante semejante situación sabrán que el nuevo orden que el Imperio estará implantando no permitirá que la ramera a la
cual en el pasado rodeó de gloria continúe gobernando.
Ninguno de los hombres poderosos que sacaron provecho de las buenas relaciones con la ramera intervendrá a favor de ella por temor a que la ruina devastadora
a que estará siendo sometida los involucre.
Las buenas relaciones de otro tiempo no tendrán
fuerza suficiente para mover a los reyes de la tierra a
intervenir a favor de ella; presidentes, primeros ministros
y demás hombres prominentes del mundo preferirán
abstenerse de cualquier intervención por temor de ser
involucrados en la ruina de la ramera.
Apocalipsis 18.11-14
Los mercaderes de la tierra lloran y hacen lamentación sobre ella, porque ninguno compra más
sus mercaderías:
12 mercadería de oro y plata; de piedras preciosas y perlas; de lino fino, púrpura, seda y escarlata;
de toda madera olorosa, todo objeto de marfil y
todo objeto de madera preciosa; de cobre, hierro y
mármol;
13 canela y especias aromáticas; incienso, mirra
y olíbano; vino y aceite; flor de harina y trigo; bestias y ovejas; caballos y carros; esclavos y almas de
hombres.
14 Los frutos codiciados por tu alma se apartaron de ti, y todas las cosas exquisitas y espléndidas
te han faltado y nunca más las hallarás.
El modo en que el ángel describe estas escenas sirve
para tener una idea de la reacción mundial que vendrá
cuando el nuevo Imperio Romano limite el poder y autoridad de la ramera y la despoje de toda la gloria que
vanidosamente estará exhibiendo en todo el mundo. Por
consiguiente, los cuadros presentados no deben ser en-
-101-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
tendidos literalmente; estos “mercaderes” es una referencia a los hombres prominentes que se lamentarán
viendo la ruina de la ciudad tanto en lo económico como en lo político y religioso, pues el apoyo o respaldo
provenientes de sus relaciones caerá a niveles inservibles.
Lo mismo es con los diferentes productos mencionados;
la gran ciudad, o la ramera, se ha dedicado a vender y
exportar sus políticas por todo el mundo, y sus agentes
vendedores son los gobernantes que se encargan de
vender el producto, que se refiere a las idolatrías, políticas, influencias y prácticas religiosas producidas por la
gran ciudad.
Apocalipsis 18.15
Los mercaderes de estas cosas, que se han enriquecido a
costa de ella, se pondrán lejos por el temor de su tormento,
llorando y lamentando.
Ponerse de lejos no significa literalmente ubicarse a
cierta distancia, más bien significa no intervenir a favor
de ella por ningún medio por temor a ser involucrados
en las humillantes acciones que se estarán desarrollando
en contra ella.
Aquellos serán momentos difíciles para la religión
cristiana, o sea, para la segunda bestia y ramas dependientes, porque la primera bestia, o sea el nuevo Imperio Romano, apoyado por los diez cuernos estarán imponiendo su presencia entre los habitantes de todo el
mundo atropellando a la ramera. En ese tiempo la ramera no será más la autoridad cuya presencia imponía
sus decretos entre las naciones. La dignidad de sus altos
jefes será menospreciada totalmente y su humillación
será pública en todo el mundo. Porque así como en el
pasado la Roma imperial la elevó a una categoría sin
precedentes, así en aquel tiempo por venir la despojará
de todo rango elevado. Viendo semejante situación,
ningún “mercader” querrá comentar a su favor ni mucho menos intervenir a su favor por temor a reprimendas por parte del Imperio.
Apocalipsis 18.16
diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad, que estaba vestida
de lino fino, púrpura y escarlata, y estaba adornada de oro,
piedras preciosas y perlas!
Los ayes aquí mencionados no son de sentencia sino
de lamento al contemplar la ramera en miserable condición, humillada y despojada de toda autoridad. Pero
esos ayes lastimeros no serán públicos sino hechos en
privado.
La mención de la ciudad no significa sólo los edificios
en sí, más bien se refiere a sus funcionarios ya que son
ellos quienes visten ropas confeccionadas con telas cuyos
colores son peculiares; la púrpura y escarlata son colores
peculiares usados por los poderosos dignatarios que desde la ciudad comandan sus huestes mundiales para controlar cuanto sucede en lo político y religioso.
Los tesoros con los cuales la ramera se adorna actualmente no son usados en lo personal, más bien son
referencia a sus numerosos tesoros de joyería y obras de
arte, influencia, posesiones y economía.
Sus tesoros actuales, que no serán los mismos de
aquel tiempo cuando venga su castigo, están expuestos
al público como una demostración de su poderío; sugiriendo con eso que ninguna nación del mundo, por poderosa que imagine serlo, es capaz de superar su poderío.
Apocalipsis 18.17-19
17 porque en una sola hora han sido consumidas tantas
riquezas. Todo piloto y todos los que viajan en naves, los
marineros y todos los que trabajan en el mar, se pusieron
lejos,
18 y viendo el humo de su incendio dieron voces, diciendo: ¿Qué ciudad era semejante a esta gran ciudad?
19 Y echaron polvo sobre sus cabezas y dieron voces,
llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay de la gran ciudad,
en la cual todos los que tenían naves en el mar se habían
enriquecido de sus riquezas! ¡En una sola hora ha sido desolada!
La agudeza este lamento es similar al del anterior, y
como tal, las escenas tampoco debe ser entendidas literalmente sino como muestra de la dureza con que la
ramera va a ser tratada y cuál va a ser la actitud de
aquellos que se beneficiaban con su amistad. La pregunta que pudiera hacerse, es: ¿Cuál va a ser
la reacción de la ramera viendo cómo sus aliados de
otros tiempos le dan la espalda cuando más los va a necesitar. Extender sus manos en busca de apoyo será algo
que por primera vez la ramera hará. Ella nunca ha pedido apoyo ni favores sino que siempre ha ordenado,
pero las cosas le van a cambiar porque el nuevo Imperio
Romano le va a negar y sustraer todo cuanto el antiguo
Imperio le otorgó y con lo cual la engrandeció. Todos
estos son decretos que el Altísimo tiene preparados para
que beba el horrible cáliz de amargura que ella ha dado
a beber al pueblo de los redimidos.
Apocalipsis 18.20
Alégrate sobre ella, cielo, y vosotros santos, apóstoles y
profetas, porque Dios os ha hecho justicia en ella.
La narración acerca del castigo y consecuencias que
le han de venir es brevemente suspendida para glorificar
la justicia del Altísimo. Es obvio que la invitación que se
hace a los cielos, y a los apóstoles y profetas es para que
quienes leen el juicio a la ramera sepan que ese juicio
tiene el propósito de vengar la muerte de los santos
-102-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
mencionados en Apoc. 6.9.
Apocalipsis 18.21
Un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, y la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo
ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, y nunca
más será hallada.
El mal que está reservado para esta organización hará a sus miembros padecer el doble de los padecimientos
que a lo largo de la historia ha hecho padecer a los redimidos. Nadie va a mirar al ángel arrojando semejante
piedra, más bien a Juan le fue mostrada la escena.
Debe recordarse que sobre la ramera vienen tres castigos: El primero son las siete plagas, cuyo efecto vendrá
poco antes del establecimiento del reino de Cristo; el
segundo es éste mencionado en Apoc. 17 y 18; y el último será el lago de fuego.
Todo el mal descrito en este capítulo 18 es por mandato de Dios, pero será ejecutado por medio del nuevo
Imperio que ella misma está incubando.
Ya antes Apocalipsis ha mencionado que la segunda
bestia (la cual es la misma Babilonia, la ramera, el falso
profeta y la bestia con cuernos de cordero) es la organización que en ausencia de la primera bestia (Imperio
Romano) la está representando y está haciendo que los
hombres la adoren por medio de hacer que obedezcan
sus decretos religiosos, y es la misma a la cual a su debido tiempo dará vida material, lo cual será realidad
cuando la malicia espiritual que la mueve salga del pozo
del abismo para estar nuevamente entre los hombres.
El nuevo imperio la aplastará totalmente pero no la
matará, porque su destrucción será en el día del juicio;
ye he explicado que ambas bestias son malicias espirituales. El verso 21 declara que “nunca más será hallada”, lo cual no significa destrucción de consumación
sino que le va a quitar el poder y autoridad entre los
grandes de la tierra de modo que la religión cristiana no
existirá más. Asimismo, la frase “Dios ha hecho justicia
en ella”, es una declaración para significar que el decreto de Dios está puesto y nada lo detendrá.
Apocalipsis 18.22-23
Voz de arpistas, músicos, flautistas y trompetistas no se
oirá más de ti. Ni se hallará más en ti artífice de oficio alguno, ni ruido de molinos se oirá más en ti. 23 Luz de lámpara no alumbrará más en ti, ni voz de
esposo y esposa se oirá más en ti, porque tus mercaderes eran
los grandes de la tierra y por tus hechicerías fueron engañadas todas las naciones.
Los versos 22 y 23 no son literales, todo cuanto dicen
sirve para detallar la destrucción de toda la pomposidad
con que durante muchos siglos la ramera se ha engalanado; porque de la manera como se enseñoreaba sobre
el mundo castigando a cuantos se rebelaban a sus decretos, con lo cual engalanada y manifestaba risas de
satisfacción, así será castigada, y la sociedad existente
durante el tiempo en que esto acontezca contemplará
estupefacta cómo sus pensamientos: “estoy sentada reina, no soy viuda y no veré llanto” serán todo lo contrario, porque el luto le llegará tarde o temprano.
La última parte del verso 23 “y por tus hechicerías
fueron engañadas todas las naciones” no es literal sino
un modo de referirse a sus políticas e influencia que
emplea para persuadir a sus adoradores. Esto sirve como voz de alerta por todos los que han sido obedientes a
sus decretos doctrinales, porque ese engaño se refiere
precisamente a eso, a haber establecido su liderazgo el
cual, por cierto, es liderazgo religioso y político.
Apocalipsis 18.24
En ella se halló la sangre de los profetas y de los santos y
de todos los que han sido muertos en la tierra.
Esta es la culpa por la cual va a pagar doble, porque
sus pecados se refieren a haber castigado brutalmente a
los escogidos de Dios. No es que la ramera haya matado
a los profetas de Israel, más bien este verso 24 es una
referencia la brutalidad con la cual la malicia espiritual
de la cual está poseída mató a los siervos de Dios, a los
redimidos por Cristo.
CAPÍTULO 19
El Cordero de Dios triunfante
Es capítulo 19 es una continuación de las escenas
relacionadas al juicio contra la ramera, pero el lector
debe poner atención a que esa continuación no sigue
inmediatamente después que ella sido humillada. Entre
el juicio que se le hará a la ramera, la visión de los ángeles glorificando al Altísimo, y las bodas del Cordero,
hay un intervalo de tiempo bastante largo durante el
cual encajan otras visiones mostradas a Juan en este capítulo; hacer diferencia es difícil pero en este comentario
trato de explicarlas de la manera más sencilla que me es
posible a fin de que al leerlas se vea todo el panorama
de una manera bastante amplia.
Apocalipsis 19.1
Después de esto oí una gran voz, como de una gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación, honra, gloria
y poder son del Señor Dios nuestro.
Las escenas del desastre que viene contra la ramera
han cesado, ahora todo cambia y la gloria de Dios vuelve a ser mencionada. Los millones de ángeles en el cielo
se regocijan porque la justicia por fin a empezado a alcanzar a la organización que por miles de años ha pro-
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
vocado a Dios por medio de la idolatría.
La multitud alaba a Dios porque el tiempo del castigo
ha comenzado en contra de quienes valiéndose de su
nombre nombre lo han blasfemado.
Apocalipsis 19.2
Porque sus juicios son verdaderos y justos, pues ha juzgado a la gran ramera que corrompía la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de
ella.
La gloria a Dios se debe a que sus juicios no son arbitrarios, sino “verdaderos”, es decir, basados en principios estrictamente morales en donde la imparcialidad es
la principal base. La declaración “pues ha juzgado a la
gran ramera” no significa que con la humillación que va
a sufrir a manos del Imperio y de los diez cuernos quedará saldada la cuenta que tiene pendiente de castigo,
más bien los ángeles alaban al Altísimo que desde la
eternidad ha decretado ese terrible juicio el cual tendrá
su culminación cuando la ramera sea lanzada al lago de
fuego.
Apocalipsis 19.3
Otra vez dijeron: ¡Aleluya! El humo de ella ha de subir
por los siglos de los siglos.
Este verso debe ser entendido no como que la ramera
estará siendo quemada en la eternidad sin consumirse.
El castigo eterno que está preparado en el lago de fuego
no se refiere a que los malos pasarán eternamente padeciendo increíbles dolores causados por el lago de fuego.
Ya he explicado que el castigo, aunque va a terminar
físicamente su efectividad permanece eternamente pues
es una acción que termina en estado continuo. En tal
condición, aunque el fuego hará consumación total su
efecto nunca terminará, porque si terminara significaría
que en algún tiempo alcanzarían perdón, lo cual es imposible. Por ser materia, los malos serán consumidos
enteramente por el fuego, como dice Malaquías 4:1:
Ciertamente viene el día, ardiente como un
horno, y todos los soberbios y todos los que hacen
maldad serán estopa. Aquel día que vendrá, los
abrasará, dice Jehová de los ejércitos, y no les dejará ni raíz ni rama.
Hecha la consumación el lago de fuego dejará de
existir puesto que en la eternidad todo será gozo sin que
exista algún rincón donde ese lago haya de estar castigando a los malos. Con todo y que esto es así, es oportuno explicar brevemente Marcos 9:43-44 que dice:
Si tu mano te es ocasión de caer, córtala, porque mejor te
es entrar en la vida manco, que teniendo dos manos ir al
infierno, al fuego que no puede ser apagado, donde el gusano
de ellos no muere y el fuego nunca se apaga.
Estas palabras requieren de explicación, la cual es
como sigue: 1- La palabra infierno, refiriéndose al lago
de fuego, es significado tradicional de la Iglesia, el texto
griego menciona la Gehena, cuyo lugar, se dice, en
tiempos antiguos era como un basurero público de Jerusalén, donde se quemaba la basura; el fuego no se apagaba porque era alimentado diariamente por los desperdicios lanzados. Así, la Gehena, como lugar para
quemar desechos, es una referencia al lago de fuego. 2El contenido del verso 44 no es original, más bien es
una inserción tardía; los manuscritos más antiguos, como el Códice Vaticano del siglo IV lo omiten.
La causa de tal inserción al parecer estuvo en la costumbre de los copistas de agregar frases o palabras indiscriminadamente como el caso de Mar. 9.44.
Por supuesto que el humo del tormento consumidor
será realidad en el día postrero, pero eso de que va a
perdurar por los siglos de los siglos como sugiere ese
agregado carece de sentido.
Apocalipsis19.4
Entonces los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba
sentado en el trono. Decían: ¡Amén! ¡Aleluya!
El punto principal de tan grande alegría de todos los
moradores de la gloria celestial se debe a la alta moral
de Dios que de ninguna manera hace juicios imparciales, y del modo en que las bendiciones las da en la exacta medida así el castigo.
La frase sabia “Dios tarda pero no olvida” testificará
que todo el tiempo en el cual se le permitió a la madre
de las abominaciones adulterar con los ídolos en abierta
ofensa al Altísimo, en aquellos momentos estará llegando a su final.
Toda la hipócrita osadía con la cual ha mentido a sus
adoradores haciéndoles creer que adorar ídolos es adorar al Altísimo, y que los ídolos en sí no se adoran sino
que se veneran o se respetan, por fin vendrá a su fin.
Tanto los veinticuatro ancianos como los cuatro serafines que están en las cuatro esquinas del trono de Dios
tronaron con terrible sonido alabando a su Dios porque
nada escapa de sus juicios, y todo lo tiene preparado
para ser cumplido a su debido tiempo.
Apocalipsis 19.5
Y del trono salió una voz que decía: Alabad a nuestro
Dios todos sus siervos, y los que lo teméis, así pequeños como
grandes.
No se declara a quién pertenece esa voz, pero es una
invitación hecha a todos los redimidos a glorificar al
Altísimo por haber fijado el plazo en el cual la ramera
va a beber del mismo cáliz de dolor, angustia y aflicción
-104-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
que ha dado a beber a los santos.
Apocalipsis 19.6
Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo
de muchas aguas y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya!, porque el Señor, nuestro Dios Todopoderoso,
reina.
Ese coro no será audible para ningún humano excepto para Juan; a él le fue permitido escuchar ese poderoso
coro que decía: “el Señor, nuestro Dios Todopoderoso,
reina”. En ese tiempo todavía el Grandísimo Padre no
estará reinando, tampoco es eso lo que debe entenderse
de la exclamación sonora; más bien, la alabanza quiere
decir que el único que reina por sobre todo es Dios y su
reino es sempiterno.
Las Bodas del Cordero
Apocalipsis 19.7
Gocémonos, alegrémonos y démosle gloria, porque han
llegado las bodas del Cordero y su esposa se ha preparado.
Lo primero que se debe tomar en cuenta es que la
boda será una sola. El término plural de este versículo 7
no significa que haya de tratarse de más de una.
Por otra parte, no es que inmediatamente después
del juicio a la ramera y de la humillación de que va a ser
objeto es que hayan de venir las bodas del Cordero. La
visión de la humillación a la ramera, y las bodas del
Cordero han sido colocadas una después de otra debido
a la relevancia que ambas escenas tienen, en este caso
las bodas del cordero, por ser mencionadas después del
castigo, ocupan la principal atención.
Respecto a las bodas del Cordero es necesario especificar el tiempo exacto cuando va a ser realizada, porque
aunque algunas explicaciones han surgido, todas fallan
al no acertar correctamente cuándo es que han de llevarse a cabo. Generalmente se piensa en que tan grandioso evento va a tener lugar inmediatamente cuando el
Señor regrese a nosotros por segunda vez para iniciar su
reinado, sin embargo, ninguna profecía en la cual se
menciona la venida del Señor menciona esas bodas, lo
cual significa que esas bodas no van a llevarse a cabo en
ese tiempo.
Para entender correctamente esta situación primero
se debe establecer qué es lo que en realidad significan
las bodas del Cordero, porque si se espera que tal evento
sea similar a las bodas entre humanos entonces el asunto
no está siendo entendido correctamente; el asunto es
eminentemente espiritual, y como tal ha de entenderse.
La novia
La primera cosa que se debe entender es que la novia
es una referencia al grupo que abarca a todos los redimidos; en otras palabras, la novia es el pueblo de Dios, y
por lo tanto esa novia es una mujer simbólica. Pablo la
menciona en 2 Corintios 11.2.
El novio
El novio es nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto él es
un novio simbólico que a su debido tiempo habrá de
reunirse con su pueblo para vivir juntos por siempre.
La boda
Boda es el nombre, comparativo, dado al momento
en que su pueblo se junte a su Señor en la eternidad,
cuando todo este mundo lleno de maldad haya sido totalmente saneado de toda mancha de pecado. En otras
palabras, esta boda no debe entenderse materialmente
pues es el nombre dado al encuentro que esperamos con
Cristo al final de los tiempos cuando la eternidad absorba a la Creación, o sea, cuando todos los que conformamos el pueblo de Dios seamos reunidos para estar
con el Señor para siempre.
El momento será en el Reino de Dios.
Nuestro Señor dijo unas palabras a las cuales hay que
poner la debida atención. Él menciona dos reinos:
Mi Reino no es de este mundo; si mi Reino fuera de este
mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi Reino no es de aquí. Juan 18:36.
En este texto el Señor menciona tres veces “mi Reino”, no es difícil entender que él habla del Reino milenario que los redimidos estamos esperando y que él va a
establecer en su segunda venida; pero aquí, como digo
arriba no habrá ninguna boda sino más adelante.
Sin embargo, pocas horas antes de haber sido traicionado por Judas, él mencionó otro reino. Obsérvese:
Os digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la
vid hasta aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el
reino de mi Padre. Mateo 26:29.
Este es el reino eternal, que va a ser instalado cuando
todo este mundo junto con el universo terminen y la
tierra vuelva a ser absorbida por la eternidad de la cual
salió.
Las palabras de Mateo 26:29 no deben ser confundidas con las de Juan 18:36 pues no se refieren al mismo
reino sino a dos enteramente diferentes, uno es limitado
y el otro es eterno. Esta diferencia, aunque importante
para el correcto entendimiento de las promesas contenidas en el evangelio poca atención recibe y por eso no es
explicada ampliamente como debiera.
Las bodas del Cordero con su pueblo se va a llevar a
cabo cuando el mundo presente haya terminado, cuando los redimidos entren a la eternidad que es precisamente cuando el reino del Padre será instalado. Sí, la
fiesta de bodas vendrá a ser realidad hasta que venga el
reino eternal.
Es importante enfatizar el significado del término
-105-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
boda(s) sencillamente porque las palabras del ángel y las
del Señor Jesucristo en el evangelio, de ninguna manera
significan que ese grandioso evento haya de realizarse
literalmente. El término es usado únicamente para dar a
entender que, así como las bodas son de entera alegría
para los contrayentes y para los invitados, así será de
feliz el momento cuando el Señor regrese y tome a su
pueblo, el cual es asemejado a una novia.
Los excluidos
Ahora véase lo siguiente, proponer que las bodas del
Cordero se vayan a llevar a cabo en su segunda venida o
en el reino de mil años ocasiona exclusión de una parte
de redimidos, esto es lo que no se toma en cuenta cuando se propone que la boda será cuando el Señor regrese
por segunda vez.
Aclaro la situación: La predicación del Evangelio no
va a terminar cuando el Señor regrese sino que va a
continuar durante su reinado. Es verdad que la oportunidad de la salvación habrá terminado para todos los
que antes de su venida lo hayan rechazado; para esa
gente la oportunidad se habrá ido para siempre y morirán para resucitar en el día del juicio final. Pero para
aquellos que van a nacer en el Reino la cosa es totalmente diferente. Isaías 66:18 (y similares) dice:
Porque yo conozco sus obras y sus pensamientos; tiempo
vendrá para juntar a todas las naciones y lenguas: vendrán y
verán mi gloria.
Todos esos millones que van a aceptar al Señor como
su salvador en ese tiempo también son identificados como la novia del Cordero; esto significa abarcar no sólo a
los redimidos durante el tiempo premilenario sino a todos cuantos hayan de aceptar al Señor como su salvador
en aquel tiempo futuro.
Apocalipsis 19.8
Y a ella se le ha concedido que se vista de lino fino, limpio y resplandeciente (pues el lino fino significa las acciones
justas de los santos).
La tela de lino, fino, limpio y resplandeciente representa la alta calidad de la santidad alcanzada por los
redimidos. En Efesios 5:27 Pablo la define así:
...una iglesia gloriosa, que no tuviera mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuera santa y sin mancha.
La iglesia de Dios, que es la misma iglesia de Cristo,
es limpia por la sangre de Cristo; toda esa limpieza o
santidad forma el vestido de la novia del Cordero.
Apocalipsis 19.9
El ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son
llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo:
Estas son palabras verdaderas de Dios.
Aquí el ángel enfatiza a Juan la bella verdad del
carácter del Altísimo: Sus palabras son fieles y verdaderas. Con esto cierra la explicación acerca del destino que
aguarda a la ramera y el destino reservado para el pueblo de los santos.
En estas palabras del ángel pareciera como que está
diciendo que habrá dos clases de personas: unos invitados a participar y otros que son la novia. Sin embargo,
esto es sólo un modo de escribir. Lo cierto es que en esa
boda por venir no habrá dos clases de personas sino una
sola, porque esos llamados son los mismos que forman
el cuerpo espiritual de la novia del Cordero.
La cena
El ángel declara que son bienaventurados, o dichosos,
todos los que van a participar de ese evento. No se piense que por ser identificado como una cena ese grandioso
evento haya de celebrarse en horas de la noche. Es de
aclarar que en la eternidad no habrá sol ni luna, astros
que por cierto nos sirven para demarcar los días y las
noches. En el tiempo cuando esa cena haya de celebrarse días y noches no existirán más; más bien parece que
ese horario es una referencia al tiempo en que las bodas
se hacían en Israel, lo cual era en horas de la noche. El
término cena sólo identifica a una comida festiva especial.
Seguramente Mateo 26:29 es un texto bastante familiar para el lector de la Biblia, pero pienso que únicamente es tomado para recordar lo que popularmente es
conocido como “la última cena” omitiendo explorar el
significado de la frase “hasta aquel día en que lo beba
nuevo con vosotros en el reino de mi Padre”, pues el
Señor no se refirió a un momento de tristeza futura sino
a uno de mucha felicidad que Apocalipsis llama la cena
de las bodas del Cordero.
Así, las palabras del Maestro en Mateo 26.29 tienen
relación con aquel evento al cual el ángel llama bodas
del Cordero.
Apocalipsis 19.10
Yo me postré a sus pies para adorarlo, pero él me dijo:
¡Mira, no lo hagas! Yo soy consiervo tuyo y de tus hermanos
que mantienen el testimonio de Jesús. ¡Adora a Dios! (El
testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.)
La gloria de Dios estaba en el ángel que hablaba mas
no estaba representando a Dios como en otros pasajes
de las Escrituras podemos ver; sin conocer la situación
Juan convenientemente se postró ante su presencia como otros siervos de Dios lo hicieron en el pasado. Ante
esa acción inmediatamente el ángel le aclara que el único que merece adoración es el Altísimo, y le enfatiza que
entre ambos no existía ninguna diferencia puesto que
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
ambos eran siervos del mismo Dios, esto dice que aun
cuando hablaba enviado de Dios, en ese momento no lo
representaba como en otras ocasiones.
El espíritu de profecía
Con las palabras El testimonio de Jesús es el espíritu de la
profecía, el ángel está diciendo a Juan que “testificar acerca del regreso de Jesús es poseer el espíritu de profecía”.
Esa testificación fue llevada a cabo por los Apóstoles y
por profetas de la iglesia; el mensaje incluía, principalmente, el anuncio de la venida de Cristo por segunda
vez a la tierra. Después de la muerte de los Apóstoles
nadie posee ese espíritu, lo único que se hace es interpretar cuanto los siervos de Dios del pasado han profetizado; a esa interpretación usualmente los intérpretes
le agregan sus ideas ya sean acertadas o desacertadas.
Pero como estoy diciendo, nadie, posterior a Juan que
escribió Apocalipsis, posee el espíritu de profecía, lo que
abundan son intérpretes pero nadie puede garantizar
que tales interpretaciones hayan de cumplirse como los
interpretes declaran.
No, en realidad el espíritu de profecía de Dios fue
exclusivo para los Apóstoles y profetas de la iglesia de
Dios del siglo I porque les era necesario profetizar para
protección de la iglesia que durante el siglo I apenas
estaba naciendo. Aparte de aquellos profetas (como
Agabo y las hijas de Felipe) muchos intentos proféticos
se han continuado haciendo por miles de predicadores,
pero lo que en realidad hacen es repetir cuanto los verdaderos profetas inspirados dijeron. Notoriamente,
cuando el sensacionalismo se apodera de algunas personas para profetizar sus dichos no se cumplen. Los santos
profetas de Dios poseían el testimonio de Jesús, por eso
profetizaron acerca de él, como dice 1 Pedro 1:11:
...escudriñando qué persona y qué tiempo indicaba el Espíritu de Cristo que estaba en ellos, el
cual anunciaba de antemano los sufrimientos de
Cristo y las glorias que vendrían tras ellos.
Por mucho que hoy en día se reclame, nadie posee el
espíritu de profecía.
La escena cambia
Ahora viene otra visión, una en la cual el cordero
inmolado que está en medio de los veinticuatro ancianos
y del trono de Dios, cede lugar al Santo Señor Jesucristo
en carácter de todopoderoso ejecutor contra el mal.
Ahora se le presenta como un jinete montado sobre
un caballo blanco.
Apocalipsis 19.11
Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco. El
que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia
juzga y pelea.
Este jinete no debe ser confundido con aquel mencionado en Apocalipsis 6:2:
Miré, y vi un caballo blanco. El que lo montaba tenía
un arco y le fue dada una corona, y salió venciendo y para
vencer.
Apoc. 19.11 claramente identifica al jinete como una
persona, en cambio el de Apoc. 6:2 es un movimiento
que cabalga por toda la tierra junto con otros de su
misma identidad. Incluso ninguno de esos jinetes es descrito como poseyendo rasgos personales. En cambio al
tratarse del Señor Jesús se dan amplios detalles.
Lo que sucede con Apoc. 6.2 es que el color blanco
generalmente es tomado como una identificación de
pureza pero en esa visión jinete blanco que cabalga con
los otros tres, es señal de paz como ya se comentó oportunamente. Jesucristo no forma parte con esos otros siniestros mensajeros.
Apocalipsis 19.12
Sus ojos eran como llama de fuego, en su cabeza tenía
muchas diademas y tenía escrito un nombre que ninguno
conocía sino él mismo.
Los ojos del Señor son impresionantes, no son de
color celeste, negro, o café sino rojos, rojos como el color del fuego. Esos en verdad son los ojos del Señor en
su gloria. Ojos que fulminan el pecado pero que acarician a los redimidos. Esta es la imagen que Satán prefiere ignorar porque son los ojos que fijamente lo mirarán cuando sea lanzado al lago de fuego.
Esas muchas diademas, o coronas, no son literales,
más bien son simbólicas, entre otras: Corona de triunfo
frente a la muerte, corona de triunfo frente a Satán, corona de Señor en el cielo y en la tierra, corona de Rey
de reyes, etc.
La frase “tenía escrito un nombre que ninguno conocía sino él mismo”. Esto posee doble significado, el primero es fácil conocerlo, y se refiere a que ese nombre es
exclusivo de él, sólo a él le corresponde, él es el único
que lo ostenta porque sólo en él encaja. El segundo significado es de profundidad insondable al cual los humanos no tenemos acceso. Ni los hombres de hoy ni los del
pasado poseen capacidad para entender ese nombre
sino solo su poseedor como dice el texto. De este segundo significado habla el siguiente verso:
Apocalipsis 19.13
Estaba vestido de una ropa teñida en sangre y su nombre
es: La Palabra de Dios.
“La Palabra de Dios” es el nombre del Señor. En
Griego es Logos. Claro que generalmente se concluye
en que, gramaticalmente hablando, logos significa “pa-
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
labra”, con todo, al referirse a nuestro Salvador esa expresión identifica su nombre personal, y posee un significado profundo al cual los humanos no tenemos acceso.
Por eso el ángel dice que nadie conoce ese nombre, o
sea, nadie conoce el significado de esa palabra.
Sangre de guerra
Asimismo, el verso Apoc. 19.13 dice que él estaba
vestido con ropa teñida de sangre. Esto también posee
un significado del cual hay mucho qué hablar, porque
esta imagen no es material, y la sangre que mancha su
vestido es una representación con significado que va
más allá de lo que la letra dice. Se refiere a la guerra
futura que él va a pelear a favor de su pueblo, en esa
guerra los ejércitos de las naciones serán terriblemente
castigados. Esta gran batalla de las naciones será contra
la nación de Israel en cumplimiento de las profecías
anunciadas por los profetas Ezequiel y Zacarías a lo cual
también se refiere Apocalipsis 16:16.
Apocalipsis 19.14
Los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y
limpio, lo seguían en caballos blancos.
Ningún terreno será capaz de mirar esta maravillosa
escolta que sigue a la Palabra de Dios, el único a quien
se le dio ese privilegio fue al siervo Juan. Lo que los humanos verán serán los enormes destrozos que el Señor
hará en esa guerra así como las enormes pérdidas materiales que resultarán.
Apocalipsis 19.15
De su boca sale una espada aguda para herir con ella a
las naciones, y él las regirá con vara de hierro. Él pisa el
lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
Tres escenas diferentes hay aquí: La espada aguda
que sale de su boca es un modo de decir que él no necesita guerrear físicamente, una sentencia que sale de su
boca bien puede ser una bendición o una maldición,
esto segundo es la espada con la cual él va a herir a las
naciones, y los resultados serán materiales, visibles al
mundo.
La segunda frase se refiere a lo que él hará con las
naciones después que hayan sido derrotadas en esa guerra, es decir, él las regirá cono verdadero rigor hasta que
toda esa gente llegue al fin de sus días y vaya a tumba a
esperar el día del juicio. Como ya se ha dicho la gente a
la cual Él regirá con vara de hierro entraran al reino
milenario pero para sufrir castigo, y permanecerán en
tal condición hasta que mueran.
La tercera frase es una comparación entre lo que hacen los trabajadores en el lagar para extraer el jugo o
zumo de las uvas y la terrible matanza que él hará en
aquellos terribles días.
Apocalipsis 19.16
En su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre:
Rey de reyes y Señor de señores.
Nadie más ha ostentado tan alto calificativo, porque
la categoría del Señor abarca desde que él triunfó sobre
la muerte y sobre el diablo, y su triunfo perdurará entretanto el mundo actual termine.
En el antiguo tiempo hubo reyes que subyugaron a
otros reyes, pero eso sólo fue por cortos períodos de
tiempo como en el caso de Nabucodonosor; a él, Daniel
(2:37) identificó como “rey de reyes” por la grandeza
que el Altísimo le concedió, pero su reino no perduró
debido a que la muerte lo venció. Después de Nabucodonosor se han levantado otros reyes y conquistadores
de naciones, con todo, ninguno ha conquistado a la
muerte. Por eso, el único digno de llevar el título de Rey
de reyes y Señor de señores es Cristo que venció al diablo y a la muerte.
Las palabras de Apoc. 19:16 significan que a su debido tiempo él vendrá a subyugar a los poderosos de la
tierra y a regirlos con verdadero rigor, o sea, con vara de
hierro.
La otra fase de ese glorioso reinado de Cristo será
para gozo de los redimidos que a lo largo de los siglos
han aceptado la redención de sus pecados, esa fase es la
que todo el pueblo de Dios estamos aguardando. Pero
no todo en los primeros años de ese reinado será alegría,
los millones de personas que no mueran por las plagas
ni por el impacto de su gloria en su segunda venida, serán duramente tratados (con vara de hierro) hasta que
sus días de vida terminen; porque para ellos la oportunidad de gozar con Cristo ya de tiempos se habrá ido, y
ser gobernados con verdadero rigor será la única opción
hasta que lleguen al final de sus días para ir a la tumba a
esperar la gran resurrección y el juicio final.
Apocalipsis 19.17
Vi un ángel que estaba de pie en el sol, y clamó a gran
voz diciendo a todas las aves que vuelan en medio del cielo:
«¡Venid y congregaos a la gran cena de Dios!
Aunque los autores de novelas a menudo causan distorsión a los escritos sagrados por medio de inventar
nombres para los ángeles, el lector de la Palabra debe
tomar mucho cuidado para no dejarse engañar imaginando o creyendo que los nombres atribuidos a ángeles
en libros apócrifos, de cuentos o novelas sean sus nombres verdaderos.
La Palabra de Dios en ningún momento proporciona
nombres de ángeles, excepto los de Miguel y Gabriel.
Llamo la atención a esto por que a Milton, en su “Paraíso Perdido”, se le ocurrió identificar a este ángel, que
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
está parado sobre el sol, con el nombre de “Uriel”.
Sin lugar a dudas, Milton estaba familiarizado con la
literatura apócrifa producida por los gnósticos del pasado y dio crédito a ese nombre que en la gloria de Dios
no existe.
Por otra parte, el lector de las Escrituras no debe olvidar que esta es una visión que a Juan le es mostrada;
sólo teniendo en mente que es una visión es posible mirar al ángel parado sobre el sol.
Aparece aquí el término cena de Dios, su significado se
explica al hablar de las bodas del Cordero, de manera
que no lo comento aquí.
Apocalipsis 19.18
Para que comáis carnes de reyes y capitanes y carnes de
fuertes; carnes de caballos y de sus jinetes; carnes de todos,
libres y esclavos, pequeños y grandes.
En la visión, el ángel convoca a todas las aves de rapiña para que se preparen a saciar su hambre con los
cadáveres de millones de hombres y mujeres.
En la Santa Escritura, el que los cadáveres sean devorados por los animales de rapiña es señal de menosprecio profundo de parte de Dios.
En el Israel de la Biblia hay algunos ejemplos de personas a cuyos cadáveres por orden de Dios no se les
proporcionó sepultura, en lugar de lo cual los animales
se encargaban de devorarlos. Esto era una de las más
graves afrentas que alguien podía sufrir (1º Reyes 16.4.
1º Reyes 21.23); por el contrario, enterrar a alguien era
señal de haber llevado una vida aceptable ante los ojos
del Altísimo.
Así entonces, los ejércitos enemigos no sólo serán
despreciados por el Altísimo, y sus cadáveres, siendo en
cantidad enorme, no todos serán enterrados sino que
quedarán expuestos a la descomposición y a servir de
comida para los animales de rapiña.
Apocalipsis 19.19
Vi a la bestia y a los reyes de la tierra y sus ejércitos,
reunidos para guerrear contra el que montaba el caballo y
contra su ejército.
Esta batalla no es aquella popularmente conocida
como la Guerra de Armagedón, la cual vendrá poco
antes de la segunda venida de Cristo, por el contrario,
esta será la final de los tiempos, cuando el reinado de
mil años de Cristo haya pasado; después de esta guerra
nunca jamás volverá a haber intentos de otra; sencillamente no habrá más tiempo para eso por que los días
del mundo estarán llegando a su fin.
La bestia aquí mencionada es el nuevo Imperio Romano que para ese entonces estará en la cúspide de su
poder y gloria. Los reyes de la tierra congregados para
esta batalla no son sólo los diez cuernos (reinos) que
darán su autoridad a la bestia, sino todos los mandatarios del mundo que estarán bajo la influencia del diablo.
Que esta bestia aquí mencionada no es la Iglesia sino el
nuevo Imperio Romano se comprueba en el versículo 20
en el cual es mencionado el falso profeta, que como ha
sido mencionado antes es la misma segunda bestia.
Apocalipsis 19.20
La bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que
había hecho delante de ella las señales con las cuales había
engañado a los que recibieron la marca de la bestia y habían
adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos dentro
de un lago de fuego que arde con azufre.
Como se dice en el comentario del verso anterior, esa
bestia es al Imperio Romano; el falso profeta es el mismo mencionado en Apoc. 13.14. El resultado final de
esta última guerra de antemano está mencionado como
un rotundo éxito del Señor Jesucristo que no sólo va a
humillar a esas dos malicias espirituales sino que pocos
días después las va a lanzar al lago de fuego para consumación perpetua.
No hay que olvidar que el orden en que las visiones
están colocadas es el orden que el Señor las colocó, y
que el lector, mediante el conocimiento bastante familiar de la lectura de Apocalipsis, debe colocarlas en la
secuencia en que los eventos han de ocurrir; así, obsérvese que el contenido de los versículos 17 al 20 debe ser
colocado de la manera siguiente:
Primero viene la guerra mencionada en el verso 19
en la cual la bestia es el líder a quien el falso profeta,
que es la Iglesia, pondera, ensalza y sirve. Esta bestia
junto con sus ayudantes se lanzará contra el pueblo de
Dios en una batalla que de ninguna manera podrá ganar.
Segundo, siguiendo a la guerra viene la derrota de los
ejércitos comandados por la bestia mencionada en los
versos 17-18) ante cuyos resultados un ángel llama a
todas las aves de rapiña a juntarse a saciarse con la multitud de cadáveres.
“Cenar” es un término que no necesariamente identifica a una comida vespertina, más bien es un término
usado para referirse a una convocación festiva, a un
agasajo. Esto significa que la abundancia de cadáveres
para ser devorados por las bestias y por las aves de rapiña será abundante.
Tercero, después de haber perdido la guerra, y que
las aves se hayan saciado comiendo la carne de los cadáveres vendrá el cumplimiento del versículo 20 aunque
no inmediatamente, es decir, la bestia y el falso profeta
serán lanzados al lago de fuego, pero para esto todavía
vendrán otros eventos que habrán de cumplirse previos
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
al Día del Juicio.
Apocalipsis 19.21
Los demás fueron muertos con la espada que salía de la
boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron
de las carnes de ellos.
La bestia y el falso profeta son mencionados como
primera prioridad de parte del Altísimo porque son esas
malicias las que han perturbado el mundo a lo largo de
muchas centurias, después son mencionados los ejércitos
de las naciones a los cuales el ángel identifica como “los
demás”. Esos demás son tan culpables de la muerte de
los santos como las dos bestias pues que han sido guiadas por esos poderes malévolos.
Así termina la explicación del ángel referente a todos
los elementos correspondientes a la visión del capítulo
19.
CAPÍTULO 20
Viene el Reino de Cristo
Algunos eventos mencionados en este capítulo vendrán antes de los eventos mencionados en el capítulo 19,
mientras que otros de este capítulo 20 han de venir
cuando el Día del Juicio esté cercano.
Apocalipsis 20.1
Vi un ángel que descendía del cielo con la llave del abismo y una gran cadena en la mano.
Este ángel va a descender después que las siete plagas
postreras hayan pasado, justamente antes que el Señor
Jesús descienda para comenzar su reinado milenario.
Esto significa que estando la humanidad en medio de
horrorosa desolación el ángel va a descender trayendo la
llave para abrir el abismo y la cadena.
Obsérvese que el ángel va a descender del cielo a la
Tierra, desciende del cielo trayendo la llave del abismo y
una poderosa cadena. En palabras sencillas y sin contradicción, el abismo no está en ningún otro lugar sino
precisamente aquí en la Tierra, ese abismo está en las
profundidades insondables del mar.
Apocalipsis 20.2
Prendió al dragón, la serpiente antigua, que es el Diablo
y Satanás, y lo ató por mil años.
Esta serpiente antigua, identificada también como
dragón por sus características diferentes a las de las serpientes normales, habita precisamente aquí en la Tierra
que es el lugar donde fue creada según Génesis 3:1,14.
Esta serpiente nunca ha cambiado de forma pues no
tiene poder para cambiar, tampoco Dios se la ha cambiado; desde su creación siempre ha sido serpiente, pero
no una físicamente similar al resto de serpientes, sino
una enteramente diferente, es decir, un dragón; esto se
puede comprobar leyendo el texto de Génesis 3:1, 14.
En ningún pasaje de la Santa Escritura se presenta al
diablo con forma de ángel con alas puntiagudas sino
siempre con su forma original de serpiente o dragón.
Claro que la tradición cristiana lo engalana y adorna
hasta idearlo como un ángel de una imaginaria “corte
celestial”.
De acuerdo a este verso 2, la venida del ángel trayendo una llave y una cadena no será para entablar una
lucha contra el diablo como aquella simbólica mencionada en Apocalipsis 12, puesto que la orden recibida es
atarlo y arrojarlo a su lugar de habitación que es el
abismo.
Apocalipsis 20.3
Lo arrojó al abismo, lo encerró y puso un sello sobre él,
para que no engañara más a las naciones hasta que fueran
cumplidos mil años. Después de esto debe ser desatado por
un poco de tiempo.
Las palabras de Juan no tienen otro sentido sino el
literal, por lo tanto el texto debe entenderse como está
escrito. El ángel posee la autoridad del Creador y por
eso atará a la serpiente con una cadena para que pare
de hacer daño en todo el mundo. Por supuesto que no
estoy diciendo que esa cadena ha sido hecho de algún
metal; no es material pero sí es literal. Después de atarlo
con esa cadena lo echará en el abismo que es su morada
y cerrará ese lugar con llave para que su inactividad sea
completa. Allí estará, y su influencia o malicias espirituales no trabajarán porque estar atado significa estar
sin poder actuar.
Cuando haya sido atado entonces el momento será
propicio para que el Señor aparezca viniendo en las nubes del cielo a establecer su reino, y la Tierra entera gozará de paz, de quietud, de tranquilidad. No odio, no
venganzas, no asesinatos, no guerras ni impulsos malévolos de nación contra nación. La ciencia será aumentada al máximo.
La paz que el reino de Cristo trae será extendida para tres clases de personas como sigue: 1 será la paz que
gozarán los redimidos que tengan el privilegio de resucitar con cuerpos inmortales en la venida del Señor. 2,
será la paz que gozarán los israelitas mortales a quienes
habrá llegado el momento de recibir la predicación del
evangelio. 3, será la paz que gozarán todos los gentiles
que tengan la dicha de nacer durante ese período. Estos
tres grupos verdaderamente gozarán lo que en la actualidad es solo utopía. Un cuarto grupo se refiere a todos
aquellos que durante ese período serán regidos con vara
de hierro, los cuales son todos los que habrán quedado
como remanente del mundo pecaminoso que habrá pa-
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
decido las plagas postreras poco antes de la venida del
Señor; para estos ya no habrá otra oportunidad.
De estos cuatro grupos debe entenderse lo siguiente:
el segundo grupo y el tercero van a escuchar las buenas
nuevas de salvación, ya sea para que acepten a Jesucristo como salvador o para que lo rechacen. El profeta
Isaías (65:20) ha dicho:
No habrá más allí niño que muera de pocos días ni viejo
que sus días no cumpla, sino que el niño morirá de cien años
y el pecador de cien años será maldito.
La muerte existirá durante el reino de Cristo pero no
será prematura. Allí habrá vida abundante hasta alcanzar larga vejez. Morir de cien años será morir en edad
como de niño; y la persona que después de cien años de
escuchar la predicación rechace a Cristo será declarado
pecador bajo maldición.
Durante ese tiempo de paz el tiempo límite para
aceptar a Cristo será de cien años, a partir de ese tiempo la persona, sea judío o gentil, será declarada bajo
maldición, lo cual significa que habrá perdido para
siempre la oportunidad de la salvación.
La declaración del profeta se puede parafrasear así:
“morir de cien años será morir de tierna edad; pero
la persona que alcance los cien años sin haber aprovechado la oportunidad de la salvación será declarada
maldita”.
La situación es razonable sencillamente porque ese
será tiempo de paz sin precedentes; el diablo estará atado, sin capacidad de moverse y sin capacidad de lanzar
sus malicias espirituales a inundar a los moradores de la
tierra con vanos pensamientos. Nadie será influenciado
por el diablo para rechazar la salvación, allí será la persona en sí la que decidirá aceptar o rechazar a Cristo.
Apoc. 20:3, bajo comentario, dice que por mil años el
diablo estará encadenado en el abismo que es su lugar
de morada, pasado ese tiempo será desatado y libertado
para que continúe en su labor de levantar el ánimo de
las gentes que habrán rechazado el evangelio. Entonces
el odio, las inestabilidades emocionales, los preparativos
para la guerra y demás males, volverán a dominar a la
gente.
El verso 3 declara que pasados los mil años del reinado de Cristo, al diablo se le permitirá continuar en su
labor sólo durante poco tiempo, porque los días del
mundo casi estarán terminando.
Apocalipsis 20.4
Vi tronos, y se sentaron sobre ellos los que recibieron facultad de juzgar. Y vi las almas de los decapitados por causa
del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no
habían adorado a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la
marca en sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron
con Cristo mil años.
Este texto se compone de dos partes: la primera es el
maravilloso cumplimiento de la promesa hecha por el
Señor Jesucristo a sus apóstoles en Mateo 19:28:
Jesús les dijo: —De cierto os digo que en la regeneración,
cuando el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria,
vosotros que me habéis seguido, también os sentaréis sobre
doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Así, Mateo 19:28 es la promesa, mientras que Apocalipsis 20:4 es la realización de esa promesa.
Claro que eso de recibir facultad para juzgar no debe
entenderse en el sentido de ser comisionados como jueces sobre asuntos de litigio o para dictar sentencia, mucho menos se refiere a que ellos vayan a ser jueces en el
día del juicio. Más bien, el que los apóstoles hayan de
juzgar a las doce tribus debe entenderse bajo el mismo
sentido en que los Jueces de Israel en lo antiguo sirvieron de líderes al pueblo entre el período de la muerte de
Josué y el establecimiento del reinado de Saúl.
Aquellos jueces del pasado fueron los guías espirituales del pueblo para conducirlos hacia la obediencia a
Dios. De esa misma manera serán los Apóstoles durante
el reinado de Cristo, pues ellos serán comisionados para
evangelizar a los israelitas en aquellos días por venir.
La segunda parte de Apoc. 20:4, Juan dice:
Y vi las almas de los decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios, los que no habían
adorado a la bestia ni a su imagen, ni recibieron la marca en
sus frentes ni en sus manos; y vivieron y reinaron con Cristo
mil años.
Estos seres ya han sido mencionados en Apoc. 6.9, a
ellos se les dio ropas blancas y se les dijo que reposaran
por un poco de tiempo. Ahora aquí en Apoc. 20.4 vuelven a aparecer cuando el tiempo que debían reposar ha
terminado y están por recibir el premio del gozo eterno.
Una parte de estos fueron mártires en el pasado, y
otros lo serán en el futuro; mártires o testigos por testificar acerca del poder de Cristo. Todos dando preferencia
a la muerte en cualquiera de sus manifestaciones, con tal
de adorar al Salvador. Tanto la bestia, como el falso profeta detestan eso pues su propósito es que los moradores
de la tierra los adoren a ellos en vez de que adoren a
Jesucristo.
El premio será dado a todos los vencedores, y ese galardón es reinar con Cristo durante mil años. Pero por
supuesto que las cosas maravillosas no van a parar. Después de ese período algún tiempo va a transcurrir, no se
sabe cuán largo, lo que sí es seguro es que aunque ellos
continuarán con el gozo del reino aún después de los mil
años, las cosas a nivel mundial van a cambiar pues el
diablo será libertado, y la bestia, el falso profeta y los
reyes de la tierra serán empujados hacia la guerra con-
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
tra el pueblo de Dios como se ha comentado arriba.
Apocalipsis 20.5
Pero los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se
cumplieron mil años. Esta es la primera resurrección.
El modo en que el texto está redactado puede ser motivo de confusión para las personas que no tienen experiencia en la lectura de la Palabra de Dios, ya que pudieran pensar que la primera resurrección corresponde
a quienes hayan de resucitar después de mil años.
Lo cierto es que la primera resurrección corresponde
a los mencionados en el versículo 4, y son bienaventurados quienes tengan parte en ella. La segunda resurrección vendrá después de los mil años, el versículo 5 se
refiere a ellos.
Los de la primera resurrección serán levantados al
toque de la final trompeta en la segunda venida de
Cristo para gozo eterno como dice 1 Tesal. 4.16. Los de
la segunda resurrección serán levantados después de los
mil años para comparecer en el Juicio Final para ser
declarados malditos y ser lanzados al lago de fuego.
Apocalipsis 20.6
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera
resurrección; la segunda muerte no tiene poder sobre estos,
sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo y reinarán con
él mil años.
Dichoso, feliz o bienaventurado quien tenga parte en
la primera resurrección, porque a partir de ese momento tendrá asegurada la vida eterna; una vida libre de
todas las dificultades presentes, una vida en donde las
enfermedades no existirán, en donde la vejez no existirá,
en donde el agotamiento no existirá, en donde las aflicciones para cubrir el presupuesto mensual no existirá,
en donde las guerras no existirán. Etc.
La declaración: “serán sacerdotes de Dios y de
Cristo” no se refiere a los redimidos gentiles sino exclusivamente a los 144.000 sellados de todas las tribus de
Israel, de ellos ya se ha hablado en varios capítulos, entre ellos el 7, el 14. Ellos serán los encargados de juzgar
a las doce tribus de Israel, mencionados en Apoc. 20.4.
Apocalipsis 20.7
Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de
su prisión.
Quizás sea oportuno hacer volver a hacer referencia,
en esta parte, a aquello que he venido enfatizando en
varias ocasiones referente a los eventos que vendrán
después de haberse cumplido el período de mil años del
reinado de Cristo. Tales eventos, aunque son mencionados por los profetas, permanecen ocultos para cientos de
millones de Cristianos, porque a decir verdad, entender
y cotejar ordenadamente esos eventos no es fácil pues
requiere esfuerzo mental y experiencia en escudriñar las
Escrituras.
Considero lamentable que el cristianismo no posea
una enseñanza sólida que exponga ampliamente cuanto
los profetas han dicho respecto a los asombrosos tiempos
por venir, que si la tuvieran seguramente los asistentes a
los servicios serían grandemente beneficiados conociendo las maravillas por venir en lugar de creer que irán al
cielo a morar con Dios.
Ya hemos visto en el verso Apoc. 20.3 que la serpiente, ampliamente conocida como diablo y Satanás, será
encadenada y lanzada a su cueva en el abismo, y su habilidad de engañar a los humanos le será suspendida.
También hemos visto que eso sucederá poco antes de
la segunda venida de Cristo a fin de que ese período sea
verdaderamente especial, de paz, de prosperidad, de
muchas manifestaciones gloriosas provenientes de Jerusalén que es la ciudad donde estará el trono del Señor
Jesucristo.
El propósito de encadenarlo es quitarle toda habilidad para engañar y de persuadir al mundo hacia el pecado.
Terminado ese glorioso período, el ángel que descendió para atarlo, lo desatará y romperá el sello de la cueva donde habrá permanecido atado, entonces el diablo
saldrá con la terrible fiereza y crueldad con que destroza
a los humanos que le brindan su amistad.
Por ser un ser terreno, es decir, creado aquí en la tierra a la par de todos los animales, como dice Génesis
3:14, el tiempo cuenta para el diablo, no estoy diciendo
que se hace viejo a medida que el tiempo transcurre, lo
que quiero decir es que conoce el orden en que los eventos se van dando hasta el grado de saber que haber estado atado le ha impedido su actividad destructora, y
que sus días se están acabando; por eso saldrá de su
encierro teniendo grande ira.
Apocalipsis 20.8
y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro
ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos
para la batalla. Su número es como la arena del mar.
Aunque este verso contiene gran cantidad de información, aquí sólo me limito a unas pocas escenas, lo
cual es como sigue:
Al ser desatado inmediatamente empezará a influenciar a los hombres de aquel tiempo. Quiero repetir lo
que he dicho antes respecto a quienes estarán viviendo
en aquel tiempo: La gente a quien el diablo va a engañar es aquella que nacerá durante el reinado de Cristo,
que habrán rechazado convertirse en hijos de Dios por
la predicación que van a escuchar. Otros a quienes el
diablo va a engañar son una porción de aquellos que
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
van a nacer después del Reino de Cristo. Digo una porción porque otros sí van a aceptar a Jesucristo y con eso
van a sellar su triunfo de alcanzar la vida eterna que,
para esos momentos estará ya a las puertas. Como en la
actualidad así será en aquel tiempo, es decir, la labor del
diablo continuará siendo a nivel mundial, por eso es que
el texto menciona a las naciones que están en los cuatro
ángulos de la tierra.
Gog y Magog
En el comentario hecho a Apocalipsis 16:16 en cuya
porción bíblica son mencionados estos dos personajes,
hice referencia a que estas son dos malicias espirituales a
quienes humano alguno no puede matar, porque el único que las puede aniquilar totalmente es el Creador.
Esas malicias, o espíritus inmundos, se apoderarán de
humanos impíos como lo hicieron en el pasado con el
Imperio Romano, que venido el tiempo, resurgirá porque a esas malicias se les permitirá actuar por su medio.
Ese capítulo 16 de Apocalipsis menciona a Gog y a
Magog, a quienes el profeta Ezequiel capítulo 38 menciona de un modo bastante amplio haciendo referencia
a multitudes que habitan en las partes del norte de Israel.
Cuando ese gran conflicto venga, las huestes de Gog
y Magog serán llevadas por esas malicias espirituales a
esa reunión donde les espera una catastrófica derrota a
manos del Altísimo. Pienso que este Gog y Magog son
una referencia al mismo Imperio Romano con sus huestes que en determinado momento pensará arremeter
contra el pueblo de Dios como hizo en el pasado, la bestia el único poder futuro que se levantará contra el pueblo de Dios.
En Apoc. 20.8 que estamos comentando, dice que
después de los mil años el diablo será desatado y su labor continuará. Volverá a inundar de inestabilidad a los
moradores de las naciones que habrán perdido toda
esperanza de salvación por Jesucristo.
Repito, este versículo 8 bajo consideración vuelve a
mencionar a Gog y Magog. Esto confirma lo que digo
en el sentido de que ambos son dos espíritus inmundos o
malicias espirituales a las cuales ningún hombre puede
destruir sino sólo nuestro Dios; a esas malicias se les
permitirá volver a engañar a los moradores de la Tierra.
Los líderes de la bestia, o sean las siete cabezas (Apoc.
13.1) en aquel momento tendrán las características de
Gog y Magog para tramar contra el pueblo de Dios
postmilenial. El texto sagrado no proporciona ninguna
identificación en qué lugar geográfico esos líderes habitarán, lo único que hace es mencionarlos yendo en batalla contra el Altísimo.
En Apocalipsis 16:16 está dicho que los espíritus in-
mundos como ranas van a levantar el ánimo de la gente
para congregarlos para la destrucción. Apoc. 20.8 menciona directamente al diablo, pero se entiende que el
engaño lo hará por medio de sus malicias espirituales.
Apocalipsis 20.9
Subieron por la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de Dios descendió fuego del cielo y los consumió.
Cuando los ejércitos comandados por estos Gog y
Magog repitan su error de intentar pelear contra Jerusalén y contra los santos del Altísimo, volverán a ser conducidos a una imaginaria victoria, con todo, esa batalla
no será peleada, no habrá lugar para repetir Armagedón, sencillamente para ese entonces el tiempo dado a
la humanidad casi habrá llegado a su fin.
En la gran guerra antes del reino milenario, al cual
popularmente llaman la Guerra de Armagedón, los
ejércitos de las naciones sufrirán horriblemente; sufrirán, como dice el profeta Zacarías (14:12):
Esta será la plaga con que herirá Jehová a todos los pueblos que pelearon contra Jerusalén: su carne se corromperá
cuando aún estén con vida, se les consumirán en las cuencas
sus ojos y la lengua se les deshará en la boca.
Pero en la segunda ocasión el castigo será diferente
porque esos ejércitos serán aniquilados por el fuego que
desde los cielos lloverá sobre ellos sin tener oportunidad
de lanzar su ataque. Pero esa gente no morirá eternamente, poco tiempo después serán levantados para
recibir la muerte definitiva en el lago de fuego.
Apocalipsis 20.10
Y el diablo, que los engañaba, fue lanzado en el lago de
fuego y azufre donde estaban la bestia y el falso profeta; y
serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos.
Con esto se dará por terminado por siempre y siempre el tiempo permitido al diablo para matar humanos.
Su labor de enemigo de los hombres habrá acabado
para siempre. Sólo faltará el terrible día del juicio universal. Los primeros huéspedes de aquel horrible lugar
ya habrán sido lanzados, es decir, el Imperio Romano
(la primera bestia) y la ramera, la madre de las abominaciones, el falso profeta (la segunda bestia), el fuego
consumidor que todo lo limpia abrazará todos los desechos que le sean lanzados.
El lago de fuego
Conviene aquí mencionar algunos aspectos de los
cuales nadie habla debido a la falta de autoridad para
hacerlo. El lago de fuego y azufre aquí mencionado no
vendrá de ninguna parte; ni los profetas del antiguo pacto ni los del nuevo lo mencionan excepto Apocalipsis,
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
pero su mención no sugiere procedencia de ninguna
parte sino que está aquí en la Tierra. Observando cuidadosamente su descripción se notan tres elementos en
uno: lago, fuego y azufre, cuyos elementos se encuentran en regiones volcánicas. Estos tres elementos son
clara referencia a un lago de lava, cuyo elemento es
abundante en las entrañas de la Tierra.
¿Parece esto difícil de creer? Posiblemente sí, sin embargo, la descripción proporcionada por Apocalipsis es
determinante para su identificación. En Mateo 18.8 y
25.41 el Señor menciona el fuego eterno, pero en Apoc.
20.10 la descripción es enteramente amplia. El Señor
omite mencionar la procedencia de ese fuego, con todo,
para que sea lago debe estar formado de algún material
extremadamente candente como la lava volcánica en
combustión.
Apoc. 20.10 dice que el diablo será lanzado a ese lago. ¿Acaso el diablo va ser lanzado a un lago de lava
ardiente para ser consumido? Por supuesto que sí. ¿Acaso el gran Juez, que a la vez es su creador no posee poder para destruirlo en el mismo lugar como hará con
los humanos? El lago de fuego será descubierto para ser
echada en él la gente desagradable, y a ese mismo lugar
será lanzado el diablo para ser destruido. Incluso la
muerte y el sepulcro serán allí lanzados ¿Pueden la
muerte y el sepulcro ser destruidos en el lago de fuego?
¡Por supuesto que sí! Revelaciones lo confirma.
El juicio del trono blanco
Apocalipsis 20.11
Vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de
delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se
halló ya para ellos.
Aquí dice que delante del que estaba sentado sobre el
gran trono blanco huyeron el cielo y la tierra, ¿cómo se
entiende esto que huyeron? porque seguramente el lector sentirá curiosidad por conocer el significado.
Esto será lo último que Dios hará cuando el tiempo
termine, cuando la Tierra actual manchada por el pecado se haya ido, es decir, haya sido transformada en
pureza como fue en su estado original; cuando la eternidad vuelva a absorber la Tierra limpia, para ese entonces los cielos no serán más, es decir, no habrá separación entre el lugar del trono de Dios y la Tierra. A esto
se refiere Juan al decir “delante del cual huyeron la tierra y el cielo y ningún lugar se halló ya para ellos.”
Para que esto venga es necesario que primero venga
el juicio final en el cual serán lanzados primeramente la
bestia y el falso profeta, es decir, el Imperio Romano del
cual ya hemos hablado varias veces, y el falso profeta, es
decir, la religión falsa con sus dirigentes. Después, como
dice Apoc. 20.11, será lanzado el diablo con todas sus
influencias.
Allí será castigado el dragón, la serpiente antigua que
es el diablo y Satanás. A partir de eso nunca jamás volverá a existir porque el Todopoderoso no le dejará ni
raíz ni rama. Además, en esos momentos ya todo lo que
ahora nos compete incluyendo la muerte, estará para
terminar.
Este gran trono blanco es el mismo mencionado por
el profeta Daniel (7:10):
Un río de fuego procedía y salía de delante de él; miles de
miles lo servían, y millones de millones estaban delante de él.
El Juez se sentó y los libros fueron abiertos.
El Juicio no será un acto insignificante, pues el juez
no será otro sino el santísimo Señor Jesucristo, el mismo
a quien los malos rechazaron aunque murió para darles
oportunidad de salvación. Allí estará él con todo el poder de su majestad, con su voz natural tronante, con su
mirada de fuego de terrible autoridad puesta sobre los
humanos comparecientes para recibir el castigo final.
Nadie conoce la gloria del Señor, lo que ahora los
cristianos conocen son figuras imaginadas por pintores,
es decir, una imagen distorsionada, lastimera del Cristo
crucificado, herido en un costado y coronado con espinas. Millones prefieren aferrarse a continuar mirándolo
en semejantes condiciones, prefiriendo ignorar voluntariamente que el Cristo vivo está rodeado de la misma
terrible gloria de su Padre y que nunca jamás volverá a
ser sacrificado.
El profeta Daniel 7:10 describe una pequeña parte de
esa gloria al decir “Un río de fuego procedía y salía de
delante de él; miles de miles lo servían”. Éste es el Señor
Jesucristo que subió a los cielos después de haber resucitado: Poderoso, Altísimo, con autoridad terrible, sin precedentes, autorizado por su Padre para limpiar la Tierra
de tanta inmundicia de pecado.
El día del juicio no involucra únicamente al diablo
con sus habilidades o malicias espirituales, sino a todos
los humanos indignos de alcanzar la vida eterna, desde
Adán y Eva, que desecharon la vida eterna en Edén,
hasta el último humano existente cuando el juicio sea
hecho. Nadie va a escapar de recibir el pago que sus
acciones merecieron.
Apocalipsis 20.12
Y vi los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios.
Los libros fueron abiertos, y otro libro fue abierto, el cual es
el libro de la vida. Y fueron juzgados los muertos por las
cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Dos libros son mencionados por Juan, son los mismos
mencionados por Daniel 7.10, “El Juez se sentó y los
libros fueron abiertos”. Uno contiene los nombres de los
justos; el otro el de los injustos. Unos recibirán la vida
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
eterna, los otros serán lanzados al lago de fuego.
Notoriamente, millones de personas poseen el mismo
nombre: Millones tienen por nombre Juan, Pedro, Antonio, Jorge, etc. Pero tener el mismo nombre no será
motivo de confusión pues cuando cada uno sea llamado
sabrá que es a él y no otro a quien llaman. Allí no habrá
aquello de “oye, te están llamando”. A quien le vaya
tocando en turno comparecer sabrá que es a él a quien
están llamando. Allí se cumplirán las palabras que el
Señor dijo a sus discípulos en Mateo 25:31-33:
Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los
santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las
ovejas de los cabritos. Y pondrá las ovejas a su derecha y los
cabritos a su izquierda.
En notorio, y enteramente definido, que el juicio será
hecho aquí en la tierra. Los comparecientes no serán
llevados a ningún otro lugar, sino que estarán aquí, y
aquí estará el Gran Juez rodeado de millones de ángeles
y una enorme multitud de enjuiciados que suman miles
de millones.
Estos dos libros son literales, no digo materiales sino
literales. Es cierto que Dios no necesita libros de ninguna clase para registrar la vida de cada humano, pero al
mismo tiempo conocemos que él todo lo hace en forma
ordenada por lo cual cada persona posee su registro personal, el cual va siendo escrito mientras vive.
¿Pueden existir libros que no sean confeccionados
con materiales de esos que nosotros usamos? Por supuesto que sí; del mismo modo en que la cadena con la
cual el dragón será atado, que siendo cadena no está
hecha de materiales de esos que los humanos usamos,
así estos libros. Dos rollos o libros conteniendo la vida de
cada persona, uno con los nombres de quienes alcanzaron la vida eterna, el otro con los que serán lanzados al
lago de fuego.
Acerca de los redimidos
Parece que por lo general existe confusión acerca de
la primera resurrección la cual tendrá lugar cuando
Cristo aparezca en las nubes de cielo y cuando al toque
de la final trompeta los santos sean vueltos a la vida con
cuerpos incorruptibles, y junto con los redimidos que
estén vivos sean transformados en un abrir y cerrar de
ojos (1 Tesal. 4.15-17).
La confusión se debe a que en el día del juicio quienes se encuentran escritos en el libro de la vida serán
colocados a la derecha mientras que los malos serán
colocados a la izquierda. ¿Si los redimidos serán levantados cuando venga Cristo por segunda vez para ir a
gozar con él, entonces ¿quiénes son estos mencionados
en este Apoc. 20.12, que se hallan escritos en el Libro de
la Vida? ¿Acaso los santos redimidos que serán levantados en la venida del Señor no estarán gozando en el reino?
Aunque el asunto para muchos se presta a confusión,
en realidad lo que se necesita es leer a fondo el asunto.
Pablo, en 1 Tesalonicenses 4:15-17, habla de la primera resurrección:
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que
nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida
del Señor, no precederemos a los que durmieron. El Señor
mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en
Cristo resucitarán primero. Luego nosotros, los que vivimos,
los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente
con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así
estaremos siempre con el Señor.
Se debe evitar confusión pues los mencionados por
Pablo resucitarán antes de comenzar el reinado de mil
años, mientras que los mencionados en Apoc. 20.12
estarán presentes en el día del juicio final, a ellos se refiere el Señor en Mateo 25:31-34, 41:
y serán reunidas delante de él todas las naciones; entonces
apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las
ovejas de los cabritos. 33 Pondrá las ovejas a su derecha y
los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de
su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el Reino
preparado para vosotros desde la fundación del mundo...
Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de
mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles.
De entre las personas que van a nacer en, y después
del reinado de Cristo, unos no comparecerán ante el
juicio sino que serán colocados a la derecha sencillamente porque están escritos en el libro de la vida, pero
los malos comparecerán para oír su sentencia.
Esto quiere decir que en los libros del juicio están
escritos sólo la gente postmilenial.
Aclarando un asunto
Es necesario aclarar en esta ocasión dos pasajes escritos por Pablo en los cuales una declaración común a
ambos puede llevar a confusión. Tales palabras se encuentran en Romanos 14.10, y 2 Corintios 5.10: “porque es necesario que todos nosotros comparezcamos
ante el tribunal de Cristo”. Estas palabras no se refieren
a que los redimidos que se levanten al venir el Señor
hayan de comparecer ante el gran tribunal al final de los
tiempos puesto que de antemano ellos se habrán levantado en la primera resurrección e irán a las nubes a recibirlo como dice 1 Tesalonicenses 4:15-17. Si a 2 Corintios 5:1-11 se le pone la debida atención se notará
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
que Pablo está hablando acerca de nuestras imperfecciones y desventajas físicas en comparación con la excelencia del cuerpo glorificado que en el reino vamos a
poseer. Así, comparecer ante el tribunal se refiere al
momento de la transformación cuando lo corruptible
sea vestido de incorruptibilidad, es decir, de cuerpo
mortal a inmortal.
Apocalipsis 20.13
El mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y
el Hades entregaron los muertos que había en ellos, y fueron
juzgados cada uno según sus obras.
Lo que en pocas palabras está diciendo este texto es
que ninguno de aquellos que han muerto va a quedar
excluido del juicio. Los que perecieron en el mar, o
aquellos que murieron cuyas cenizas fueron lanzadas al
mar serán vueltos a la vida. El término “la muerte y el
Hades entregaron los muertos que había en ellos”, significa que la muerte y el sepulcro no tienen poder para
impedir la resurrección, de buenos y de malos. Nadie
quedara sin resucitar, nadie quedará en el sepulcro
El registro personal llevado en los libros es tan minucioso que incluso el Señor, en Mateo 12:36, dice:
Pero yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los
hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
El término ocioso, usado en este texto, cubre todos
los significados implícitos, entre ellos, las palabras que se
usan para ofender, para herir la susceptibilidad, para
demeritar, para menospreciar, para hablar mentira, profanidades, etc., todo eso está implícito en las palabras
ociosas.
Nada queda en el olvido sino que va siendo anotado
en el registro personal, y en el día del juicio todo será
traído a cuentas.
El orden en que la maldad será destruida en el lago
de fuego es el siguiente: La bestia y el falso profeta que
también es la segunda bestia y la ramera encabezan la
lista, van primero, seguido va la serpiente antigua que es
el diablo, después siguen los humanos, después el sepulcro y por último va la muerte.
Lo último en ser destruido será el lago de fuego. Después de todo eso dará inicio la vida eterna.
Apocalipsis 20.14
La muerte y el Hades fueron lanzados al lago de fuego.
Esta es la muerte segunda.
¿Significa que la muerte va a morir? No precisamente, sino que va a ser destruida del mismo modo en que
lo será el diablo. Todo cuanto es terreno (y la muerte es
terrena) está sujeta a destrucción. La muerte es un espíritu que se mueve y sobreviene a todo cuanto posee vida. Su labor terminará cuando el último de los malos
sea lanzado al lago de fuego.
Apocalipsis 20.15
El que no se halló inscrito en el libro de la vida, fue lanzado al lago de fuego.
Este texto es un resumen de todo cuanto se refiere a
la suerte de los malos. Así concluye, en breves palabras
lo dicho concerniente al día del juicio final. De aquí en
adelante no vuelve a ser mencionado.
CAPITULO 21
La nueva Jerusalén
La humanidad tiene en este capítulo una descripción
bastante amplia de aquello que está reservado al pueblo
de los santos. Pero el pueblo de los santos no sólo puede
leer lo que le está reservado al final del tiempo sino que
lo va a gozar a plenitud, los demás lo pueden leer para
conocer lo que han menospreciado y van a perder.
Ninguna persona excluida de los pactos de la promesa (Efesios 2:11-14) estará viva cuando los eventos mencionados en este capítulo 21 se lleven a cabo pues para
ese entonces todo cuanto les atañe habrá terminado. El
juicio final ya habrá concluido, la muerte habrá sido
destruida y el lago de fuego habrá cumplido su misión y
dejará de existir para nunca jamás volver.
La nueva Jerusalén es el galardón final para los redimidos que Apocalipsis presenta con mucho esplendor:
Calles de oro finísimamente pulido hasta semejar vidrio,
puertas fabricadas de piedras preciosas junto con su
fundamento fabricado con igual material. El relato de
este capítulo empieza diciendo:
Apocalipsis 21.1
Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el
primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar ya
no existía más.
Este texto claramente dice que la nueva Jerusalén
vendrá hasta que la Creación sea absorbida por la eternidad en donde fue creada.
Un cielo, o expansión, sin cuerpos celestes; ni sol ni
luna. Seguramente Dios creó los astros con propósitos
que no están al alcance del humano promedio conocer
(quizás la Astronomía tenga una idea), lo único, y extremadamente bello, es contemplar durante las noches
despejadas el firmamento adornado de luces multicolores; pero todos esos miles de millones de estrellas volverán a la nada de donde fueron creadas porque su función habrá terminado.
Una tierra nueva, es decir, no otra que vaya a ser
creada para poner fin a la actual, sino que nuevo significa enteramente purificada y libre de pecado, porque
ciertamente lo que la ensució fue el pecado que inició su
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
terrible labor en el jardín de Edén. Nueva tierra significa despojada de la violencia que torna a los humanos en
seres peligrosos. Una tierra que volverá a ser paraíso
como era al principio en la cual la paz será la paz de
Dios.
Y el mar dejará de existir. El propósito de haber sido
creado será sustituido por una tierra de belleza sin par.
No volcanes propensos a hacer erupción, ni lava, puesto
que semejante materia no será necesaria pues nunca
jamás volverá a existir otro lago de fuego que arde con
azufre.
Apocalipsis 21.2
Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa
hermoseada para su esposo.
El regalo más grande que jamás Apóstol alguno pudo
recibir mientras cumplían la labor de servir a su Señor,
fue preparado para Juan, el apóstol que guardó especial
cariño por su maestro.
El trasfondo con que Juan escribió claramente habla
de la profunda influencia que el amor del Señor causó
en él a lo largo de su vida, lo cual manifiesta en sus cartas. En respuesta a eso, el Señor le regaló una visión popularmente conocida como Apocalipsis, en ella Juan
pudo mirarse revestido de inmortalidad gozando al lado
de su Señor.
Pero además de eso, el Señor le mostró todo el panorama de la humanidad desde el inicio del evangelio hasta el final de los tiempos, todo en forma detallada. Como si eso no era suficiente, le mostró varias escenas pertenecientes a la eternidad como las presentadas en este
capítulo. De verdad Juan fue amado en grande manera
por su Señor. Claro que eso de ninguna manera significa
que el amor hacia los otros Apóstoles haya sido inferior,
pero significa que Juan desde los primeros años de vida
se lo mostró más vivamente, por lo cual Él lo recompensó con esta revelación.
La nueva Jerusalén no pertenece a este mundo actual
sino a la eternidad, y va a descender sólo hasta que la
tierra esté completamente limpia, es decir, cuando el
último enemigo de la humanidad, que es la muerte, sea
lanzada al lago de fuego y el mismo lago de fuego sea
desaparecido. Hasta entonces la santa ciudad descenderá, para ser vista por los salvos y para que tomen posesión de ella.
Apocalipsis 21.3
Y oí una gran voz del cielo, que decía: «El tabernáculo de
Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos
serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios.
No está declarado de quién proviene esta potente voz
que escuchó Juan, quizás sea de un ángel o de uno de
los cuatro serafines que rodean el trono de Dios.
Puesto que Apoc. 21.22 dice que en la ciudad no habrá templo, entonces la frase “el tabernáculo de Dios
está ahora con los hombres”, debe entenderse que se
refiere al trono de Dios, después de todo, el tabernáculo,
en la antigua Jerusalén, siempre es una referencia al lugar donde se manifestaba la presencia de Dios.
La última parte de este verso es base para confirmar
esto que se está diciendo: “Él morará con ellos, ellos
serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su
Dios”. El nuevo mundo es apenas vislumbrado por algunas escenas del libro de Génesis capítulo 1, en el cual
Adán era visitado por el Creador para platicar con él
(Génesis 3:8-10). En la eternidad, el Altísimo no vendrá
a la Tierra a visitar a su pueblo sino que va a estar a su
lado por siempre y siempre. Entonces todo será gozó,
tranquilidad.
Todos los redimidos poseyendo cuerpos inmaculados,
tan limpios como los ángeles; despojados del cuerpo
biológico actual sujeto a dolores, aflicción, aburrimiento,
vejez y muerte.
Allí la gloria de Dios inundará completamente todo,
incluyendo a los redimidos, lo cual será el clímax de la
espera actual en que sólo imaginamos en pequeña proporción aquella enorme realidad que está aguardando a
quienes actualmente oran y oran al Altísimo deseando
vivir en su presencia; en lo porvenir ese deseo no existirá
porque estaremos con él, gozándonos en su presencia
con la misma felicidad con la cual los ángeles habitan la
gloria.
Apocalipsis 21.4
Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no
habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor,
porque las primeras cosas ya pasaron.
Este texto debe ser entendido colocando cada cosa en
su lugar. Tómese en cuenta que Juan ha dicho que las
primeras cosas ya pasaron, estas cosas pasadas tienen
relación con las angustias y limitaciones a que los redimidos estuvieron sometidos durante vivieron en cuerpos
sujetos a muerte. Murieron sujetos a enfermedades,
padecimientos y toda suerte de estrecheces y limitaciones. Pero cerraron sus ojos con la esperanza de revertir
esa penosa condición volviendo a la vida en triunfo
eterno. En otras palabras, Dios va a enjugar las lágrimas
de sus hijos por medio de borrar de su memoria las cosas pasadas que les causaron dolor.
Y así, en su resurrección serán vestidos de inmortalidad, quedando en el olvido la vida que hoy estamos viviendo. ¿Para qué nos podría servir acordarnos de la
vida actual? Si Dios nos va a limpiar nuestra mente es
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
porque desea que nuestro gozo sea completo, libre de
cosas pasadas. Algunas personas que anhelan entrar a la
vida eterna imaginan que cuando resuciten continuarán
teniendo los mismos recuerdos de la vida mortal, sin
embargo, Pablo en 1 Corintios 15.47-50 declara:
El primer hombre, es de la tierra, terreno: el segundo
hombre, que es el Señor, es del cielo. Cual el terreno, tales
también los terrenos; y cual el celestial, tales también los
celestiales. Y como trajimos la imagen del terreno, traeremos
también la imagen del celestial. Esto empero digo, hermanos:
que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios;
ni la corrupción hereda la incorrupción.
La vida, incluyendo nuestra naturaleza frágil, enfermiza y con problemas contra el pecado, y escenas pasadas será cambiada totalmente. Jesucristo dijo que en la
resurrección no habrá matrimonio ni familia qué recordar (Mateo 22.23-30), lo cual significa que la memoria
de las cosas pasadas no volverá; y en verdad, ¿valdrá la
pena recordar amarguras pasadas?
Apocalipsis 21.5
El que estaba sentado en el trono dijo: Yo hago nuevas
todas las cosas. Me dijo: Escribe, porque estas palabras son
fieles y verdaderas.
Éste, sentado en el trono, es el Hijo de Dios en toda
su gloria, exactamente como él es, como está al lado de
su Padre.
¿Por qué es que Él y no su Padre hará nuevas todas
las cosas? La razón es la siguiente? El diseño de la Creación fue hecho por el Padre. Una Creación en pureza
que fue ensuciada por el humano. Fue necesario que el
Hijo viniera a rescatar a la humanidad para hacerle accesible la entrada al nuevo mundo, esto significa que
quien acepta el sacrificio de Cristo se hace acreedor a la
nueva tierra. Pero como la Creación quedó manchada
por el pecado y padece las consecuencias del pecado
(Romanos 8:19), se ha hecho necesario una labor de
limpieza, siendo esa la razón por la cual Pedro dice que
el Señor en su segunda venida va a restaurar (limpiar) la
tierra (Hechos 3:21). Esa labor de limpieza terminará
después del juicio, por lo cual Pablo informa que el último enemigo de la humanidad que será deshecho será
la muerte (1 Corintios 15:25). Incluso 1 Cor. 15.28 dice:
Pero, luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces
también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas
las cosas, para que Dios sea todo en todos
He aquí que las palabras del Señor, en Apocalipsis
20:5, aunque lacónicas, encierran una maravillosa verdad de la cual sus santos apóstoles hablaron varias veces:
“Yo hago nuevas todas las cosas”.
Terminado su trabajo de limpieza, en Hijo entregará
a su Padre la Tierra limpia como Él se la entregó. De
esa manera Dios reinará sobre todos.
Apocalipsis 21.6
Y me dijo: Hecho está. Yo soy el Alfa y la Omega, el
principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de
la fuente del agua de vida.
Hecho está, significa sencillamente, “está determinado que así será”, el programa de renovación total de las
cosas culminará con la destrucción de la muerte, después de eso, el Señor entregará a su Padre la Creación
totalmente limpia como la recibió de Él en la eternidad.
De esa manera el Padre Altísimo será el todo en todo,
y su Hijo habrá cumplido su trabajo y, a la vez que será
adorado por su pueblo, él mismo junto con ellos adorarán al Padre (1 Corintios 15:28) quien es el Padre, Rey y
Señor del Rey de reyes y Señor de señores.
Sí, nuestro Señor se compara con las letras Alfa y
Omega, que en el alfabeto griego ocupan el primero y
último lugar, lugar que para nosotros ocupan la A y la
Z. La teología cristiana tiene serio tropiezo de interpretación de estas palabras, porque el texto es tomado bajo
una interpretación dentro de la cual se sugiere que el
Señor no tiene principio. Esa explicación quiere dar a
entender que principio significa que de él emana todo,
que él es el causa ser, cuya interpretación dista mucho
de la realidad. El Señor es el primero (Alfa) porque procede del Padre lo cual el dogma de la trinidad rechaza.
La iglesia de Dios del siglo I E.C. no tuvo dificultades
en entender y aceptar que el Señor proviene del Padre,
y Él lo confirma al decir que él es Alfa (o sea, el primero).
Él también es como la Omega porque su labor terminará cuando su Padre tome el Reino, como está escrito: en 1 Corintios 15:28:
Pero, luego que todas las cosas le estén sujetas, entonces
también el Hijo mismo se sujetará al que le sujetó a él todas
las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Por último, el Señor declara lo que ya ha dicho en
Juan 4:14, es decir, a los sedientos les está dando un
agua especial que los capacita para entrar en la vida
eterna. La declaración puede ser correcta si se interpreta como “al que esté teniendo sed le daré a beber de la
fuente del agua de la vida”, lo cual simplemente significa que Él nos dará vida abundante con él en su gloria;
vida abundante lo cual incluye el deseo de estar cerca
del Señor.
Apocalipsis 21.7
El vencedor heredará todas las cosas, y yo seré su Dios y
él será mi hijo.
Este declaración es tan amplia de significado que incluso es imposible enumerarlas en un corto espacio. Y a
decir verdad, la frase “todas las cosas” abarca todas
-118-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
aquellas que no vienen a nuestra mente.
Los que venzan las tentaciones del Satán (o sea del
adversario), los que sean fieles a la enseñanza del Señor
hasta la muerte; esos van a heredar la vida eterna ricamente adornada de innumerables maravillas.Y en la
eternidad el Hijo será adorado por los santos como adorarán al Altísimo.
Apocalipsis 21.8
Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los
mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y
azufre, que es la muerte segunda.
Este texto menciona varias características (no todas)
de quienes no heredarán el reino de Dios:
Los cobardes, es decir, los que carecen de un carácter
fuerte para no dejarse intimidar por el peligro, o por los
deseos de la carne. Los incrédulos, es decir, quienes leyendo la Palabra no la reciben como es sino que la
acomodan a sus pensamientos.
Los abominables, es decir, aquellos cuyos hechos son
aborrecibles por el Altísimo
Los homicidas, es decir, los criminales.
Los fornicarios, la Versión Reina Valera es demasiado
eufemística en verter la palabra griega pornois (πόρνοις)
como fornicarios cuando que su significado es enteramente horrendo, pues identifica incluso a personas que
se unen en actos inmorales con otros otras personas de
su mismo género; otras versiones dicen “depravados,
inmorales sexuales, corrompidos”, etc.
Los hechiceros, es decir, los brujos, los que practican
encantamientos, ocultismo, etc.
Los idólatras, es decir, los adoradores de imágenes.
Los mentirosos, es decir, los que con conocimiento de
la verdad la falsean, la tergiversan.
Este tipo de personas son una pequeña lista de todos
aquellos que serán lanzados al lago de fuego.
La escena que se repite
Apocalipsis 21.9
Entonces vino a mí uno de los siete ángeles que tenían las
siete copas llenas de las siete plagas postreras y habló conmigo, diciendo: Ven acá, te mostraré la desposada, la esposa del
Cordero.
Es normal que los escritores de la Palabra hayan escrito sus narraciones una y dos veces; esto hicieron porque las ideas les fueron proporcionadas sin que ellos hayan reparado en refinar sus escritos con ideas coherentes, prueba de esto es el relato de la Creación narrada
en Génesis 1 y 2 la cual, siendo una historia, el relato
fue hecho de modo que al lector actual le podría parecer
como que fueron dos personas diferentes las que escri-
bieron. Esto mismo sucede con Apocalipsis 21 en donde
Juan menciona dos veces el descenso de la Nueva Jerusalén, con la diferencia que a partir del verso 9 hace una
narración más completa acerca del momento en que vio
la ciudad descender.
Apocalipsis 21.10
Me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto y me
mostró la gran ciudad, la santa Jerusalén, que descendía del
cielo de parte de Dios.
En aquel momento, porque en verdad fue un momento en el cual Juan recibió todas las visiones de una
vez, esta visión no le llenó de asombro como sucedió
cuando vio la bestia, más bien esta debió haberle llenado de entera felicidad porque, como se dice antes, él vio
su nombre escrito en uno de los cimientos de esa ciudad.
La ciudad que todos los redimidos anhelamos poseer
descenderá. Descenderá cuando el tiempo no sea más,
cuando los días, las noches, los meses y años se hayan
ido para siempre jamás. Cuando la tierra por fin haya
sido totalmente renovada en total y absoluta limpieza de
suciedad material y espiritual.
Descenderá y entonces las palabras gloriosas del
himno se cumplirán: “entonces me despediré feliz de ti,
dulce oración”.
Apocalipsis 21.11
Tenía la gloria de Dios y su fulgor era semejante al de
una piedra preciosísima, como piedra de jaspe, diáfana como
el cristal.
La gloria, en este texto, significa la fuerza resplandeciente que emana del Altísimo. Los que conocen de piedras preciosas describen el jaspe cristalino como una
piedra de singular hermosura. El brillo, según dice aquí,
será tal que incluso algunas versiones cambian la palabra jaspe cristalino por diamante; y es que en verdad la
transparencia del diamante y su fineza lo hacen de un
brillo transparente extremadamente maravilloso.
Actualmente la humanidad tiene ante sus ojos la gloria de Dios plasmada en los cielos bellamente adornados
por estrellas de colores y en lo extenso del firmamento.
Y ciertamente la gloria del Padre está manifestada en
cada uno de los elementos terrenos. Pero el momento
viene cuando esa gloria será manifestada en todo su esplendor, porque se manifestará entre su pueblo ya vestido de inmortalidad, en total limpieza. Esa gloria inundará a la nueva Jerusalén hasta el grado que la fineza de
sus calles de oro, sus puertas y cimientos de piedras preciosas resplandecerán con fulgor hasta aquí desconocido
por los humanos. Un resplandor que los ojos humanos
sin incapaces de soportar. Por ese brillo es necesario
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
primero la transformación de los redimidos.
Apocalipsis 21.12
Tenía un muro grande y alto, con doce puertas, y en las
puertas doce ángeles, y nombres inscritos, que son los de las
doce tribus de los hijos de Israel.
Las medidas del muro parecen inquietar a los humanos que leen la descripción de la ciudad, más eso nada
tiene de inquietante siendo que se trata de una ciudad
en la eternidad, en donde las dimensiones, cualquiera
que sean, no cuentan porque está dentro de la eternidad donde todo es maravilloso hasta el grado de que su
exuberancia no cabe en la imaginación de los humanos.
La perfección de Dios ha diseñado una ciudad que desencaja en la mente humana, mas su perfección es sin
par.
Posiblemente los nombres aquí mencionados se refieran a los fundadores de las doce tribus de Israel y no a
los nombres que aparecen en el capitulo 7 donde se
menciona los doce mil señalados de cada tribu. Pienso
que los nombres originales son aquí mencionados.
A cada puerta le ha sido asignado un ángel.
Apocalipsis 21.13
Tres puertas al oriente, tres puertas al norte, tres puertas
al sur, tres puertas al occidente.
Tres puertas a cada lado, lo cual significa estar construidas a una misma distancia entre ellas. Es de notar
que cuando hablamos de la eternidad nos es necesario
valernos de aspectos físicos y materiales. En este caso
Juan tiene necesidad de acudir a valerse de ellos al mencionar en oriente, el norte, el sur y el occidente; pero es
obvio que en la eternidad no existen rumbos.
Apocalipsis 21.14
El muro de la ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos
los doce nombres de los doce apóstoles del Cordero.
No parece que los Apóstoles, mientras vivían, hayan
tenido conocimiento acerca de la honra a la cual serán
acreedores de parte de su Señor, excepto Juan; él tuvo la
dicha inefable de ver su nombre escrito sobre la gloriosa
Jerusalén, y también de verse entre los príncipes que
colaborarán con el Señor en el reinado sobre la tierra.
Apocalipsis 21.15
El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro,
para medir la ciudad, sus puertas y su muro.
Si esto hubiera sucedido en nuestros días el ángel habría tenido en sus manos un metro de oro o una regla de
oro; la tiene en sus manos porque va a medir la ciudad.
Apocalipsis 21.16
La ciudad se halla establecida como un cuadrado: su
longitud es igual a su anchura. Con la caña midió la ciudad: doce mil estadios. La longitud, la altura y la anchura
de ella son iguales.
Esta figura es la que hoy conocemos como un cubo,
de oro, adornado con piedras preciosas. Si este relato de
Juan no sufrió alteraciones por parte de los copistas que
posteriormente hicieron sus propias copias, entonces es
genuino que la altura es similar a la longitud y anchura.
Es interesante observar que la mente humana es incompatible con el diseño de la ciudad, de allí que doce
mil estadios de ancho, y largo no despiertan ninguna
sensación, pero que tenga doce mil estados de altura sí
la despierta. La incompatibilidad existe debido a que los
doce mil estadios según se dice, vienen siendo unos 2200
kilómetros aproximadamente. Claro que en la eternidad, esa altura no causa ninguna sensación, y no la causa pues el registro bíblico la toma sin ningún comentario.
Apocalipsis 21.17
Y midió su muro: ciento cuarenta y cuatro codos, según
medida de hombre, la cual era la del ángel.
También el registro dice que la medida del muro es
de 144 codos, se infiere que aquí se trata del ancho de
los muros, esto es unos 65 metros. Extremadamente delgados tratándose de la altura de cada muro. Sin embargo, otra vez tenemos que tomar en cuenta que en la
eternidad todo es fácil pues el creador es Dios, de modo
que cuanto nos es incomprensible, en la eternidad todo
puede ser explicado razonablemente por el Arquitecto.
Por otra parte, el modo en que el texto está redactado
podría prestarse a confusión, sin embargo, lo que dice es
que el ángel midió el muro usando medidas humanas.
Apocalipsis 21.18
El material de su muro era de jaspe, pero la ciudad era
de oro puro, semejante al vidrio limpio.
Calles de oro y habitaciones de oro y unos muros de
jaspe transparente, cada uno de los materiales bellamente pulido, todo lo cual alterna maravillosamente con el
resplandor de la gloria del Altísimo. El color anaranjado
encendido alterna con el color de oro de la ciudad.
Apocalipsis 21.19
Los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados
con toda clase de piedras preciosas. El primer cimiento era de
jaspe, el segundo de zafiro, el tercero de ágata, el cuarto de
esmeralda,
Apocalipsis 21.20
el quinto de ónice, el sexto de cornalina, el séptimo de
crisólito, el octavo de berilo, el noveno de topacio, el décimo
de crisopraso, el undécimo de jacinto y el duodécimo de ama-
-120-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
tista.
Un muro formado de doce divisiones cuya composición en verdad no está al alcance de la mente humana
describir, ¿cada división del muro formado por una sola
piedra?, ¿cada división colocada en posición vertical una
junto a la otra?, ¿nadie lo sabe pues Juan no lo dijo.
Lo interesante de este muro es que representa una
honra a la gran labor de los doce apóstoles (Apoc.
21.14) por medio de los cuales el Señor estableció su
iglesia y divulgó el santo evangelio por todos los rincones de la tierra. Aunque la base de la salvación es la
sangre de Cristo, él determinó dar a sus mensajeros el
privilegio de ser los fundamentos desde donde construyó
su pueblo; y plasmó su sello de aprobación a la obra de
cada uno escribiendo sus nombres en cada sección del
muro.
Apocalipsis 21.21
Las doce puertas eran doce perlas; cada una de las puertas era una perla. Y la calle de la ciudad era de oro puro,
como vidrio transparente.
El registro dice que en las puertas están escritos los
nombres de las doce tribus de Israel. Privilegio grande
por cierto, porque sus nombres pasarán a la eternidad
según el Creador quiso premiarlos por haber sido la raíz
desde donde surgió cada tribu israelita.
Mirando detenidamente el panorama se llega a la
conclusión de que fue a través de Israel que la venida
del Salvador se hizo posible, y con ello la salvación vino
a todo el mundo. Por eso, las puertas tienen un hermoso
significado, aunque el privilegio mayor de ser las bases le
fue otorgado a los siervos del Señor.
Estos últimos pasajes de Apocalipsis 21 continúan
abriendo las puertas hacia un conocimiento bastante
amplio y brillante que permite a los lectores ver algunas
escenas de cómo va a ser la eternidad, mientras que el
capítulo 22 lo confirma mostrando otras escenas que
serán reales en la eternidad este capítulo 21 es como
una invitación a presenciar aquello que será el gozo
eterno de quienes alcancen el triunfo contra el pecado.
Apocalipsis 21.22
En ella no vi templo, porque el Señor Dios Todopoderoso
es su templo, y el Cordero.
Seguramente este texto impactó a Juan mucho más
de lo que puede impactar a las personas no israelitas.
Esto es así puesto que él, desde su niñez, estaba enteramente familiarizado con el servicio diario en el templo
hasta que fue destruido por el ejército romano.
Juan sabía que dos cosas eran importantes como símbolo del judaísmo, son a saber, la ciudad de Jerusalén y
el templo. Por ello, su declaración es de satisfacción, por
una parte, y de admiración por otra. De satisfacción
porque tuvo la gran oportunidad de ver cómo en el
futuro los redimidos israelitas volverán a tener una ciudad propia, eterna, totalmente diferente a aquella que
fue destruida. De admiración porque el templo, el cual
por unos mil quinientos años fue la morada de Dios entre ellos, habrá dejado de existir para siempre.
Algo notorio referente a Jerusalén es que para cuando
la ciudad descienda la geografía de Israel habrá cambiado totalmente, mejor dicho, habrá desaparecido; pero no sólo ese lugar sufrirá cambios sino el mundo entero; la división de naciones y fronteras no serán más.
No está declarado que los ríos hayan de desaparecer,
pero sí sabemos que los mares no existirán más, esa inexistencia podría sugerir que los ríos no serán más. Incluso la no existencia del mar significa que la geografía
mundial será enteramente diferente a como es en la actualidad.
Juan dice que el Señor Dios Todopoderoso es su templo, y el Cordero, o sea, el Padre y el Hijo sustituirán ese
lugar de adoración pues por estar ellos con su pueblo
será innecesario. Los israelitas acudían al templo porque
allí se manifestaba Dios, pero en la eternidad no será
necesario el templo pues el Altísimo y su Hijo, personalmente, serán nuestra adoración. ¡Qué días más gloriosos los que nos esperan al final del camino!
Apocalipsis 21.23
La ciudad no tiene necesidad de sol ni de luna que brillen
en ella, porque la gloria de Dios la ilumina y el Cordero es
su lumbrera.
Los astros que hoy prestan sus incalculables servicios
a la humanidad se irán para siempre, y las estrellas también dejarán de existir. El adorno que engalana las noches con luces multicolores no será más porque en la
eternidad no existen el día y la noche como existen en la
actualidad sobre la tierra.
Los humanos desconocemos la gloria de Dios en su
plenitud, y por no estar entre nosotros en toda su manifestación es que el sol y la luna nos son necesarios como
fuente de iluminación, pero cuando el tiempo se haya
acabado y la eternidad absorba la Creación entonces la
gloria del Altísimo y la de su Hijo iluminará toda la
eternidad.
Apocalipsis 21.24
Las naciones que hayan sido salvas andarán a la luz de
ella y los reyes de la tierra traerán su gloria y su honor a
ella.
Se debe poner atención al modo en que Juan describe
estos aspectos de la eternidad porque ayuda a entender
correctamente el significado de sus palabras; en primer
-121-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
lugar sabemos que en la eternidad no existirán naciones
sino únicamente el pueblo de Dios. De manera que
¿cuáles son esas naciones?
Los salvos vivirán juntamente con los ángeles, arcángeles, querubines y serafines en un ambiente de igualdad, todos adorando al Altísimo Padre y al Hijo y gozando de la gloria de Dios.
Las divisiones étnicas, las culturas, el color de la piel y
del cabello, los gobiernos, reinos y demás, no existirán,
todo esto nos existe a nosotros los humanos, pero en la
eternidad todo eso será borrado y los humanos no existirán, después de todo, “carne y sangre no pueden heredar el reino” (1 Cor. 15:50).
¿Cómo pues se ha de entender que “las naciones que
hayan sido salvas, y los reyes de la tierra traerán su gloria y honor a ella”?
Esto ha de entenderse retrospectivamente. Es decir, al
mencionar las naciones y reyes se refiere a las naciones y
reyes que aceptaron a Jesucristo como su salvador durante el reinado milenario en cuyo tiempo les fue predicado el evangelio.
Aunque su condición de naciones y reyes redimidos
por Cristo durante su reino va a desaparecer, esa calidad
es mencionada por Juan como que continúa vigente,
pero como se dice aquí, esto se debe entender retrospectivamente tomando en cuenta que en la eternidad no
existirán naciones ni reyes humanos sino sólo el pueblo
redimido gozando junto con Cristo y el Padre.
Apocalipsis 21.25
Sus puertas nunca serán cerradas de día, pues allí no
habrá noche.
Siendo que el sol y la luna no existirán más de su peso cae entender que día y noche no existirán, allí existirá
lo que hoy nosotros desconocemos, es decir, la potente
gloria de Dios en todo su esplendor, una luz que por el
momento solo los ángeles conocen. Una luz que los
humanos somos incapaces de soportar debido a su fuerza pero que la soportaremos sin la menor dificultad en
la eternidad cuando nuestra naturaleza sea cambiada
para ser semejantes a Él. Pablo ha dicho: Antes bien,
como está escrito: Cosas que ojo no vio ni oído oyó ni han subido al corazón del hombre, son las que Dios ha preparado para los
que lo aman (1 Corintios 2.9).
Apocalipsis 21.26
Llevarán a ella la gloria y el honor de las naciones.
Este verso es continuación del verso 24 y se refiere a
que la gloria que las naciones poseyeron en el reinado
de Cristo será un tributo para la nueva Jerusalén. En
otras palabras, los redimidos, en conjunto, sumarán millones y millones pues son contados aquí como un resu-
men abarcando a todos en todos los tiempos.
Apocalipsis 21.27
No entrará en ella ninguna cosa impura o que haga abominación y mentira, sino solamente los que están inscritos en
el libro de la vida del Cordero.
Este texto también contiene escenas retrospectivas, es
decir, lo sucio y abominable será consumido en el lago
de fuego antes que venga la gran ciudad de Dios, de
hecho, no entrarán en la ciudad porque con anticipación habrán sido destruidos.
De esta manera, las escenas narradas en el capítulo
21 se cierran con la conclusión de la historia de la humanidad, cuando la eternidad absorbe la creación después de lo cual desciende la nueva Jerusalén.
Esta escena se repite con algunas modificaciones al
final del siguiente capítulo.
CAPITULO 22
Conclusión del libro
Este capítulo marca el fin del libro de Apocalipsis así
como el fin de las Escrituras Griegas del Nuevo Pacto y
el fin de la Biblia. Este libro expone toda la historia de la
humanidad desde Cristo hasta la aniquilación del pecado que ha ensuciado a la creación.
Como se acaba de decir, este capítulo contiene varias
escenas ya mostradas en el capítulo anterior, y las contiene a manera de énfasis y para ampliar con más información lo que ya ha sido dicho.
Es cierto que los escritores inspirados recibieron sus
mensajes pero no recibieron habilidad para plasmar las
ideas para que fueran entendidas por diferentes culturas
y lenguas en diferentes tiempos, de allí es que la traducción de sus escritos requiere de interpretación.
Esta es la causa por la cual Apocalipsis frecuentemente contiene repeticiones como las que han sido expuestas
a lo largo del comentario que he venido haciendo pues
es el el exégeta quien debe poner en orden las visiones
para formar ilación.
Apocalipsis 22.1
Después me mostró un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios y del
Cordero.
Este río ha sido mencionado por Ezequiel 47 y Zacarías 14:8, aunque en ambos profetas los orígenes del río
son diferentes, una mirada atenta y observadora conduce a entender que entre Juan, Ezequiel y Zacarías no
existe contradicción alguna, más bien cada visión debe
ser entendida en el sentido de que el río sale del trono
porque es río de vida. Y las escenas mostradas por los
tres se refieren a la eternidad.
-122-
APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
Otro aspecto interesante relacionado a ese río se refiere a que estará allí por lo especial de sus aguas, pero
no serán bebidas por los redimidos como requisito para
continuar teniendo vida eterna. Los redimidos tendrán
vida eterna sencillamente porque la muerte ya habrá
sido destruida en el lago de fuego. El Altísimo hará que
esas aguas continúen brotando como parte de la eternidad.
Esas aguas son eternas y no brotan de la tierra sino
directamente del trono de Dios; y son de vida porque
para eso las creó Dios, pero servirán en su momento
correspondiente, en el reino de Cristo, como declaran
los profetas Ezequiel y Zacarías.
Apocalipsis 22.2
En medio de la calle de la ciudad y a uno y otro lado del
río estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando
cada mes su fruto; y las hojas del árbol eran para la sanidad
de las naciones.
La visión es complicada para nuestro razonamiento,
pero no significa que sea irreal; las cosas que a nosotros
nos parecen imposibles para Dios son posibles y correctas y sólo son entendidas poniendo atención a la idea.
El árbol de la vida es uno y el mismo que fue creado
por Dios en el Edén. Claro que la ciudad descenderá
del cielo, pero no significa que el árbol haya de venir
con ella. Ese árbol está aquí en la tierra, lo que sucede
es que las maravillas del Edén hoy por hoy no nos están
visibles pues se perdieron de vista desde que vino el diluvio.
Ahora, siendo un árbol, el lector podría confundirse,
pues siendo uno aparece adornando ambos lados una
de las calles de la ciudad. Se entiende que su naturaleza
es una manifestada en muchos árboles, por ejemplo el
árbol de mangos es uno pero existen incontables árboles, así es con el árbol de vida.
Apocalipsis 22.3
Y no habrá más maldición. El trono de Dios y del Cordero estará en ella, sus siervos lo servirán.
La tierra nunca más volverá a caer bajo maldición
debido a errores humanos cometidos contra Dios como
lo fue con Adán sencillamente porque allí no existirá el
mal, y donde no existe el mal no hay propensión ni peligro. La infelicidad, que es producto de la maldición desaparecerá. El dolor causado por los conflictos familiares
no existirá. En fin, la maldición, que es producto del
desequilibro humano nunca más se manifestará porque
el Padre y su Hijo van a limpiarlo todo hasta volverlo
todo a su más pura condición.
Dios estará con su pueblo, y todos lo adoraremos en
plenitud. El texto dice que sus siervos le servirán, mejor
dicho, lo adorarán.
Apocalipsis 22.4
verán su rostro y su nombre estará en sus frentes.
El texto claramente habla de estar escrito el nombre
de Dios en la frente de cada redimido, esto dice que el
privilegio de los salvos será tan alto hasta el grado de ser
adornados con el nombre del Creador en sus frentes. La
escritura será de Dios lo cual significa que no se refiere a
los caracteres o letras hebreas que hoy conocemos.
Quiero agregar que la atmósfera no existirá porque en
la eternidad tampoco existe, y los seres que la habitaremos no la vamos a necesitar.
Aparte de poseer el nombre en sus frentes, otro gran
privilegio les está reservado, uno que nunca nadie entre
los humanos disfrutó jamás, esto es, ver el rostro del Altísimo. Para unos hoy esto parecerá sin importancia,
pero para nosotros los redimidos será uno de los privilegios más grandes.
Apocalipsis 22.5
Allí no habrá más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara ni de luz del sol, porque Dios el Señor los iluminará y reinarán por los siglos de los siglos.
Esto es una ampliación de lo dicho en Apocalipsis
21:25.
El estado eterno no es conocido por los humanos, de
allí resulta la imposibilidad de acertar cómo será la ausencia de día y noche, lo que sí sabemos es que el resplandor irradiado por el Padre y el Hijo lo iluminarán
todo.
La mención de siglos de los siglos es sólo una pequeña idea cómo comparar la ausencia de tiempo. En la
eternidad no existe el tiempo, por lo tanto no existen los
años y los siglos.
Aunque hablar acerca de la eternidad se nos dificulta
en todo sentido porque no hay pasado, presente ni futuro, y no podemos hablar de la eternidad sin incluirlos, la
imaginación se esfuerza por encontrar un modo cómo
describir lo que allí sucede.
Por eso digo que la eternidad es movimiento sin estar
supeditado a tiempo y espacio y vacío, porque eso,
tiempo, espacio y vacío sólo nos competen a los humanos, prueba de ello son las cifras en kilómetros o millas
que se toman como referencia para medir distancias. En
la eternidad no hay distancias, no hay transcurrir de
tiempo, no hay espacio, por lo cual siempre nos es cuestionable cómo funciona la eternidad. Aunque nunca lo
sabremos porque sólo compete al Creador, el momento
viene cuando los redimidos la habitaremos gozosos, y las
cosas que hoy despiertan curiosidad allí no la despertarán. Para finalizar el conjunto de visiones presentadas
por el ángel del Señor a Juan, las siguientes palabras
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
sirven de epílogo.
Apocalipsis 22.6
Me dijo: Estas palabras son fieles y verdaderas. El Señor,
el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su ángel
para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto.
En otras palabras, “estas palabras que has estado escuchando son confiables, son irreversibles y han de
cumplirse exactamente como se te ha dicho”.
“...el Dios de los espíritus de los profetas”, es decir, el
Dios que da el espíritu de profecía a los profetas ha enviado su ángel para mostrar a Juan (uno de sus siervos)
las cosas que han de suceder pronto.
Las palabras de Dios son fidedignas en todo tiempo
en las conciencias de quienes usan el sentido común
para evaluar las situaciones; sus palabras no son fieles
para quienes bloquean su sentido común con pensamientos distorsionados que ellos mismos tienen que sufrir. Ese pronto mencionado por el ángel no significa en
breve tiempo sino a su debido tiempo, después de todo
ya llevamos varios miles de años de historia y todavía
falta tiempo para que la eternidad retome su posición
original.
Apocalipsis 22.7
¡Vengo pronto! Bienaventurado el que guarda las palabras de la profecía de este libro.
Otra vez, la frase no debe ser entendida como significando que él prometió volver dentro de breve tiempo,
más bien se entiende que con cada evento que sucede su
venida se acorta, de manera que vengo pronto significa
que Él volverá al tiempo señalado.
Dichoso el que presta atención a las advertencias contenidas en Apocalipsis porque su fe y esperanza se fortalecen conociendo que el momento viene cuando las
amarguras, dolor y muerte terminarán para siempre.
Apocalipsis 22.8
Yo, Juan, soy el que oyó y vio estas cosas. Después que
las hube oído y visto, me postré a los pies del ángel que me
mostraba estas cosas, para adorarlo.
Las palabras de Juan significan que él testifica haber
escrito con fidelidad todo cuanto le fue dicho y mostrado.
Se postró ante el ángel porque frecuentemente el Altísimo habla directamente por medio de ellos, como
cuando habló en el monte Sinaí cuando dio sus leyes.
En aquél momento aquél ángel dijo Yo Soy porque Dios
estaba en Él. Pero en esta oportunidad, cuando Juan
quiso adorar al ángel, Dios no estaba hablando por medio de él sino solamente lo había enviado para entregar
el mensaje a Juan, por lo cual inmediatamente lo detie-
ne para que no lo adore.
Apocalipsis 22.9
Pero él me dijo: ¡Mira, no lo hagas!, pues yo soy consiervo tuyo,
de tus hermanos los profetas y de los que guardan las palabras de
este libro. ¡Adora a Dios!
Ante la adoración de que iba a ser objeto, el ángel
inmediatamente le dice que no lo adore porque él único
digno de adoración es Dios. En la calidad de santidad
alcanzada por Juan en nada difería del ángel, por lo cual
le confirma que eran consiervos.
Apocalipsis 22.10
Y me dijo: No selles las palabras de la profecía de este
libro, porque el tiempo está cerca.
Es decir, no hagas de este libro un arcano, porque de
serlo nadie habría sido capaz de entender cuanto había
sido escrito. Esto se entiende claramente en el contexto
en que otro ángel habló a Daniel (12:9) informándole
que aquella profecía que recibió estaba oculta al entendimiento humano.
Juan debía enviar su mensaje a las iglesias previniéndoles acerca de las cosas que en aquel tiempo estaban
por acontecer, y de aquellas que acontecerían en tiempo
futuro, por lo cual no debían quedar selladas o cerradas
al entendimiento.
Apocalipsis 22.11
El que es injusto, sea injusto todavía; el que es impuro,
sea impuro todavía; el que es justo, practique la justicia todavía, y el que es santo, santifíquese más todavía.
Es decir, el momento viene cuando no habrá más
lugar para arrepentimiento ni para pedir perdón por el
desinterés personal de obedecer la Palabra de Dios.
Cuando el castigo proveniente de Dios se empiece a hacerse sentir por medio de las plagas, la misericordia de
Dios habrá cesado, aquellos momentos serán de castigo
contra la indiferencia. Esto tiene que ver con quienes
debido a su dureza perderán la oportunidad de la salvación y les sobrevendrán las plagas, involucra también a
aquellos indiferentes durante el reinado de Cristo en los
cuales el pecador de cien años será maldito, perdiendo
toda posibilidad de salvación. Si fueron sucios cuando el
tiempo les fue favorable, entonces continuar así es la
única opción pues la oportunidad de escapar ha dejado
de existir. Esto incluso atañe a la gente postmilenial.
Por otra parte, el que es santo mantenga su calidad,
porque si bien el mal viene sobre los impíos y pecadores,
ese castigo va a repercutir contra los santos de varias
maneras; de esto ya se habló en el comentario hecho a
Apocalipsis 16, pero ante tales repercusiones no debe
ceder. De manera que la santidad deberá permanecer
invariable en aquellos momentos en que la humanidad
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APOCALIPSIS
Andrés Menjívar
comience a ser castigada. La misma recomendación es
dada a aquellos santos que vivan después de ese reinado,
cuando el diablo lance su última ofensiva en su contra.
Apocalipsis 22.12
¡Vengo pronto!, y mi galardón conmigo, para recompensar
a cada uno según sea su obra.
El momento viene cuando en las nubes del cielo una
poderosa trompeta va a ser tocada por un arcángel
anunciando que Cristo está regresando a la tierra. El
galardón no es otra cosa sino la gran resurrección de
todos los santos y la gran transformación de los santos
que estén vivos. El mismo galardón incluye a los redimidos después del reino milenario
Posteriormente, el día del juicio vendrá para pagar la
maldad de los moradores de la tierra sin que haya escape para alguno.
Apocalipsis 22.13
Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero
y el último.
Como ha sido comentado anteriormente, Alfa y
Omega son la primera y la última letra del alfabeto
griego. El Señor no sólo hace referencia a esas letras
sino que enfatiza su significado diciendo que él es el
primero y el último.
Él es el primer ser que el Padre trajo a existencia aun
antes que la nada existiera. La nada es la materia prima
que el Creador y su Hijo usaron para traer a existir todas las cosas. Esta nada nos es desconocida, y lo que
nosotros conocemos por nada es sólo espacio desocupado, vacío, pero la nada de Dios es diferente.
Apocalipsis 22.14
Bienaventurados los que lavan sus ropas para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas en la
ciudad.
En el Códice Sinaítico, al parecer del siglo V, d.C., y
la Vulgata Latina, de Jerónimo, el texto menciona a “los
que lavan sus ropas”.
La Versión Siriaca, o Peshita, la Cóptica y el Códice
Vaticano, al parecer del siglo IV d.C., desconocen esa
declaración en lugar de la cual aparece “bienaventurados los que guardan sus mandamientos”.
Es interesante que la Peshita es, por el momento, la
versión del Nuevo Testamento más antigua que se conoce; y entre los manuscritos griegos, el Códice Vaticano
es reconocido de mayor autoridad que el Sinaítico, por
lo tanto, su texto prevalece como de más autoridad, y
por lo tanto “bienaventurados los que guardan sus
mandamientos” prevalece sobre los demás manuscritos.
Lamentablemente, la teología cristiana de hoy en nada
difiere de aquella de los fundadores de la Iglesia Católica, la cual restaba importancia a la Ley, por lo cual hoy
en día se da prioridad a manuscritos tardíos en los cuales se declara que quienes lavan sus ropas son bienaventurados.
Apocalipsis 22.15
Pero los perros estarán afuera, y los hechiceros, los fornicarios, los homicidas, los idólatras y todo aquel que ama y
practica la mentira.
Como ya dije antes, todas esas personas indeseables
no entrarán por las puertas de la ciudad porque con
anterioridad habrán sido destruidas en el lago de fuego.
En el comentario ya hecho arriba se hace referencia a
que la Reina Valera usa eufemismo al decir “fornicarios” cuando que el significado de “pornoi” es inmorales
sexuales”; Todos los que aman y practican el pecado
con anterioridad al descenso de la santa ciudad habrán
sido aniquilados en el lago de fuego.
Apocalipsis 22.16
Yo, Jesús, he enviado mi ángel para daros testimonio de
estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.
Es decir, yo soy aquel de quien fue dicho por Isaías el
profeta: “Y saldrá una vara del tronco de Isaí, y un vástago retoñará de sus raíces”. Todo cuanto es dicho aquí
son identificaciones personales y exclusivas del Señor.
Apocalipsis 22.17
El Espíritu y la Esposa dicen: «¡Ven!» El que oye, diga:
¡Ven! Y el que tiene sed, venga. El que quiera, tome gratuitamente del agua de la vida.
Es decir, el Espíritu Santo está en el mundo mostrando a los moradores su pecado (Juan 16.8), y la esposa, es
decir, la desposada o señalada como la futura esposa del
Señor, o sea la iglesia de Dios, está predicando el arrepentimiento. De manera que todo aquel que tenga
hambre y sed de justicia, es invitado a dejar la maldad, y
después de dejar el mundo debe continuar predicando
con sus consiervos. La salvación es abundante y gratis
entretanto la puerta de la salvación está abierta.
Apocalipsis 22.18
Yo advierto a todo aquel que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a estas cosas, Dios traerá
sobre él las plagas que están escritas en este libro.
La advertencia es contra los falsos enseñadores que
desde los inicios de la predicación apostólica han llevado
discípulos tras sí y han distorsionado la doctrina del
Maestro. La advertencia es seria, y significa que adulterar la enseñanza apostólica como lo hicieron los judai-
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Andrés Menjívar
zantes, los gnósticos, los nazarenos, los ebionitas, los
marcionitas, los navacianos, los obispos que instituyeron
sus creencias, y otros falsos enseñadores, es quedar expuestos al castigo final.
A lo largo de los siglos la segunda bestia se ha jactado
de haber cambiado la Ley y de condenar a sus oponentes hasta hacerlos acreedores a terribles castigos corporales y con la muerte despiadada. Pero nada queda impune, el momento viene en el cual será retribuida con
doble paga.
Apocalipsis 22.19
Y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del libro de la vida y de la santa
ciudad y de las cosas que están escritas en este libro.
Cualquiera que adultere las profecías de este libro ha
quedado desarraigado del libro de la vida; Tal sentencia
ha venido siendo aplicada a los falsos profetas que desde
el siglo I E.C. han existido, ya sea modificando el significado de cada una o tomando las profecías para engañar
diciendo que sus mensajes son referencias a organizaciones cristiana tardías.
Apocalipsis 22.20
El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente
vengo en breve. ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!
Jesucristo es quien da testimonio acerca de la verdad
de sus palabras. Él ha declarado que pronto volverá. Y
los santos con verdadera fuerza le rogamos que vuelva
pronto para estar con el por los siglos de los siglos
Apocalipsis 22.21
La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén.
De esta manera el Señor Jesús regaló a su siervo Juan
el privilegio único de presenciar una combinación de
revelaciones relacionadas al sufrimiento de su pueblo a
manos de organizaciones manejadas por el diablo, y
además le mostró el destino que el pueblo redimido alcanzará al lado de su Señor por siempre y siempre, así
como el destino final de los malvados en el lago de fuego.
FIN DE ESTE COMENTARIO. GRACIAS BENDITO SEÑOR POR TU INSPIRACIÓN. AMÉN.
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