EL EDÉN NAZI - Periódico Expreso

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Viernes 13 de Enero de 2006
E X P R E S O 19A
UN HOTEL EN RUINAS MANTIENE UNA OSCURA SOMBRA
EL EDÉN NAZI
A visitarlo
En el hotel, que hoy se puede
visitar durante tres horas por
día, aún existe el libro de visitas,
con prolíficos nombres alemanes, pero fuera de los jardines
rodeados de añejos árboles que
doña Ida Eichorn supo traer de
Alemania, en sus reiterados
viajes, las leyendas abundan.
“Hasta dicen que aquí se refugió
Hitler”, sostiene Mario Almandoz, comerciante en la avenida
Edén, que une el casco de la ciudad con lo que alguna vez fue el
hotel nazi por excelencia.
De hecho, el periodista e
Adolfo Hitler.
Hitler
a grandes
rasgos
A
El Universal / EXPRESO
dolfo Hitler nació
en Braunau am Inn,
Austria, 20 de abril
1889, fue un político y dictador alemán de origen
austríaco, que estableció
un régimen totalitario en
el que recibió el título de
Führer (líder o guía).
Como jefe del Partido
Nacional Socialista Alemán de los Trabajadores
dirigió el gobierno de ese
país de 1933 a 1945, ocupando sucesivamente los
cargos de Canciller, jefe de
gobierno y jefe de Estado,
gobernando como dictador
durante la mayor parte de
ese período.
Orador dotado y carismático, poseído por
una profunda convicción,
Hitler es considerado como uno de los líderes más
influyentes de la historia.
El sistema industrial-militar que instauró llevó a
Alemania a salir de la crisis
económica post-Primera
Guerra Mundial y, en su
apogeo, a controlar gran
parte de Europa.
Hitler ordenó la invasión de Polonia en 1939, en
lo que constituyó el factor
detonante de la Segunda
Guerra Mundial. La guerra
que el Eje (Alemania, Italia y Japón) y los Aliados
llevaron a cabo durante
ese tiempo condujo a la
destrucción de gran parte
de Europa. Durante su
gobierno, Hitler también
ejerció una política interior racista, que concluyó,
ya durante la guerra, en la
llamada ‘Solución Final’,
la cual autorizó un plan de
exterminio que dio lugar al
Holocausto y a la muerte y
desplazamiento de millones de personas.
Las ruinas del hotel “Edén” que durante muchos años albergó a miembros del Partido Nacionalsocialista.
El nazismo
N
azi o nazismo es la
contracción de la
palabra alemana ‘Nationalsozialist, que significa
nacionalsocialista.
La palabra nazi se utiliza
para todo lo que se relaciona
con el régimen que gobernó Alemania de 1933 a 1945
con la llegada al poder del
Partido Nacional-Socialista,
el autoproclamado Tercer
Reich y Austria a partir de la
Anschluss. La Alemania de
investigador Jorge Camarasa
sostiene que el FBI “tenía en la
mira a los Eichorn y al Edén,
porque se sabe que eran amigos
de (Joseph) Goebbels (el jefe de
propaganda nazi) y de Hitler”,
tal como lo asegura también
Panozzo.
Según Camarasa, en un cable del FBI fechado el 17 de septiembre de 1945, los agentes estadounidenses precisaban que
“si el Führer tuviera en algún
momento dificultades, él podría
encontrar refugio en La Falda,
donde ya se han hecho los preparativos necesarios”. No hizo
falta. Cuatro meses antes Hitler
se suicidó en Berlín.
12
AÑOS DURÓ EL RÉGIMEN
NAZI EN ALEMANIA
este periodo se conoce como
la Alemania nazi.
Fue un término acuñado
por el ministro de propaganda del régimen alemán
Joseph Goebbels, que la
usó durante uno de sus discursos para referirse a los
miembros de su partido,
la Nationalsozialistische
Deutsche Arbeiterpartei
(NSDAP) Partido Nacional
Socialista Alemán de los
Trabajadores.
La noticia de la capitulación
alemana en la Segunda Guerra
Mundial llegó al Edén a través
de la radio de onda corta que
solía difundir las noticias del
Tercer Reich y los discursos del
Führer. En su sala de cine se proyectaban viejas películas nazis
e incluso en uno de sus varios
viajes al terruño alemán, Walter
e Ida fueron condecorados por
el propio Hitler con la máxima
distinción del Reich, en 1935. En
la sede de la Cancillería, Hitler
acompañaría la distinción con
unas palabras: “Querido camarada Eichorn. Desde su ingreso
en 1924, usted y su esposa han
apoyado al movimiento nacio-
El Universal / EXPRESO
Por José Vales
LA FALDA, ARGENTINA.En un rápido recorrido por sus
grandes salones en ruinas, puede deducirse que en sus tiempos de gloria el hotel Edén hacía
honor a su fama del “hotel más
lujoso de Sudamérica”. También
denota que en esos muros, construidos en estas sierras, desde
hace años al borde del derrumbe, se atesora gran parte de la
historia de este país. Pero son
los pocos sobrevivientes, testigos de su movimiento entre los
años 1925 y 1945, los que aseguran que este palacio en ruinas,
que alguna vez fue art nouveau,
fue una de las principales sedes
del Partido Nacionalsocialista
alemán en Argentina.
De su letrero en el frente con
la inscripción “Edén Hotel” sólo quedan dos letras. Tampoco
está el águila imperial alemana
que relucía en el medio de la
inscripción.
Dicen aquí que los partidarios de los aliados la destruyeron en septiembre de 1945,
después de la capitulación alemana en Reims y del anuncio
del suicidio del Führer, Adolf
Hitler, y su esposa, Eva Braun,
en el búnker berlinés.
Hoy el Edén yace en ruinas,
a la espera que el municipio de
La Falda, una ciudad serrana y
turística por excelencia, logre
licitarlo para que se lo refaccione de tal forma que pueda ser
explotado. Con ese fin en 1988 se
lo declaró patrimonio histórico
provincial, para que no desaparezca y con él uno de los últimos
vestigios nazis en Argentina.
La primera parte del hotel
se construyó en 1897 y se inauguró en 1898. La Falda era un
paraíso de montañas, donde los
primeros turistas sanitarios,
afectados por la tuberculosis
y el asma, eran enviados por
sus respectivos médicos para
esconderlos de las ciudades o
gozar de su inmejorable clima
seco. Desde sus orígenes sus
dueños fueron alemanes, hasta
que en 1912 los hermanos Walter y Bruno Eichorn, junto a sus
respectivas esposas, Ida y Margarita, se convirtieron en sus
propietarios para convertirlo
en lo que fue: en un esplendoroso hotel cinco estrellas, con
usina eléctrica propia que podía
autoabastecerse, y que recibía a
miembros de la realeza europea
y a miembros de las familias patricias argentinas. Entre otros,
a los ex presidentes Manuel
Quintana, Julio A. Roca (el primer genocida argentino), el duque de Saboya y hasta al poeta
nicaragüense Rubén Darío, que
llegó a dedicarle algunos versos:
“Los unos creen que con fi rma
inocente/ pasarán de seguro a la
posteridad./ Los otros confían
que musa clemente/ no los mate
al ver tanta barbaridad...”.
Y si de barbaridades se trata,
Darío fue un visionario. Por estas salas en las que aún quedan
rasgos del empapelado inglés y
mármol de Carrara o pisos de
roble de Eslabona, no se cometieron crímenes pero se ayudó
a financiarlos. Los Eichorn, con
frau Ida como jefa de la facción
nazi en el Edén, no sólo administraban el hotel en que una noche
costaba ocho monedas de oro,
sino que organizaban fiestas, en
su interior, donde funcionaba el
club alemán, “para financiar el
ascenso al poder de Adolfo Hitler”, explica el historiador cordobés Carlos Panozzo, autor del
libro El hotel Edén de La Falda.
“La Falda, al fi nal de la guerra, era un centro neurálgico
de los nazis. Allí, al finalizar
la guerra no sólo encontraron
refugio cónsules japoneses, sino también buena parte de la
tripulación del Graf Speef”, el
acorazado de la Armada alemana hundido por los aliados en las
costas uruguayas.
Especial / EXPRESO
de Argentina
Fachada principal del lugar que piden sea considerado histórico.
nalsocialista con enorme espíritu de sacrificio y acertada acción, y a mí personalmente, ya
que fue su ayuda económica la
que me permitió seguir guiando
la organización”.
Fue tras la desaparición del
Führer y la capitulación alemana, cuando el Edén entró en un
cono de sombras. Sus dueños lo
vendieron, después de que las
casas de los fanáticos nazis de
La Falda fueran pintadas con la
“V” de la victoria que Winston
Churchill había popularizado.
El gobierno militar de entonces
lo expropió, después de declararle la guerra al Eje en los días
fi nales de la contienda bélica.
Acabado el conflicto volvió a
manos de sus antiguos dueños,
quienes se desprendieron de él.
Sus futuros propietarios nunca
pudieron reflotarlo.
En parte porque ya se había
inventado la medicina adecuada para combatir la tuberculosis, y por la historia negra que
el hotel alberga. A pesar de los
esfuerzos, al desmantelarlo de
su mobiliario y decoración, para
cercenar la memoria histórica,
el Edén está aún en pie, en medio del bosque importado desde Alemania y en medio de las
sierras. Guardando sus propios
fantasmas de una historia que
se resiste a ser olvidada.
56
AÑOS TENÍA HITLER
CUANDO MURIÓ
611
NAZIS FUERON
ACUSADOS DE GENOCIDIO
1898
SE INAUGURÓ
EL HOTEL
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