REVISTA UNIVERSIDAD DE SONORA Dos poemas Sucede que en algunas ocasiones, muy de vez en cuando, no llevo registro del suceso, ni creo que merezca nota alguna (a pesar de tal creencia escribo esto para decir que:) Algunas veces El llanto es un desierto Que me roba la humedad Mientras me moja El llanto en esas raras veces es arroyo mar laguna río brisa lluvia soledad es pergamino pútrido olor papel seco pétalo escupido Pero es sólo a veces Ya casi ni lo digo anoche dejé de quererte de improviso ahora estoy como tortuga liberada del caparazón al descubierto sin ese fardo encima pero expuesta, desvalida desde anoche no tengo escudo ya no te quiero más Josefa Isabel Rojas 27 IMAGINARIO La voz viene del desierto Para Luis Rey Moreno La voz viene del desierto y trae un paisaje alucinado en sus alas: un coralillo escribiendo cartas de amor a sus muertos: una pitaya en forma de corazón: unas manos-fuente que reflejan una luna ausente: un zentzontle extraviado en el delirio de sus arpegios: un crepúsculo-arco iris. La voz se quiebra en la distancia y marca una ruta de senderos en un desierto que se sueña en una cama de hielo con alondras fosforescentes alumbrando un laberinto de sahuaros: vigilantes silenciosos y robustos: anatomía de la resistencia: sangre de un dios-diosa —o viceversa— proyectando sombras púrpuras sobre la blanca piel de arena milenaria. La voz viene de un desierto donde una asamblea de cachoras invoca unas cuantas gotas de lluvia. La voz cruza el océano y llega a otro desierto donde una estampida de canguros juega carreras con un tren a toda marcha. Mario Licón Cabrera Sombras en el desierto No puedo evitarlo. El desierto me pone nervioso. Tres o cuatro años cruzándolo y sigo sin acostumbrarme a él. Es imposible. Temo las sombras en el desierto. Cuando ella. Venía conmigo y todo era distinto. Breve viaje con sus palabras, con sus caricias. A fin de cuentas todo viaje, incluso el más largo, no es sino una suma de pequeños pasos. Le repetía. ¿Y eso?, preguntaba. Lo leí en algún lado. Cuando venía conmigo yo era brillante. Ella era mis pequeños pasos. La vida como. Nunca nadie me ha preguntado cómo fue. Es extraño. O quizá lo más extraño es que siempre he querido que me pregunten ¿Qué pasó? ¿Qué le pasó? Quiero contestar que el desierto es un espejismo puro, una trampa, el rompecabezas que extraña una pieza. Un accidente del tiempo. La vida, la vida juntos, fue como un accidente del tiempo. Breve. Nada. Si tan sólo. Regresar el tiempo. La posibilidad de volver atrás, de recorrer de nuevo esa carretera, ese desierto con los sentidos todos. Evitar este destino de sombras. Mi desierto en el alma. Cada día. Es peor. Cada viaje es inicio y fin. Cada viaje es la memoria. El vértigo. Sigo viajando. Derrotado por las sombras en el desierto. Sylvia Aguilar Zéleny 32 REVISTA UNIVERSIDAD DE SONORA Poemas para sobrevivir en el desierto 1. Paradiso De todo esto quedará para ti la memoria de un árbol Hoja que se desprende para dejar el tacto gastado de raíz Ausencia que habitamos con los huesos ennegrecidos por el fuego Agua del torso, desnuda flexión del brazo que sostiene a la estatua En espera del reino por venir, fluye tu gracia confundida con el oro Al margen de la niebla, mi olvido es un relámpago —equivoca el sitio donde cae He aquí los nombres comunes al invierno: He aquí la canción del gavilán extasiado en la belleza del Diluvio Aforismos sobre Hermosillo Sin sol, Hermosillo se desvanece en la oscuridad. * 2. Palma sola En esta palma sola cabe toda la lluvia, oscilación del fuego heracliteano Esta palma resuena en las capas más nítidas del aire Engendra y destruye paisajes con la idea del mar Enuncia, bajo signos vitales, la existencia de un mundo anterior al lenguaje Solitaria raíz volcada al pensamiento esta palma se mece entre dos aguas La frialdad de la aurora la baña; luz pura sin vibración de calor Su presencia en la tarde lluviosa es un enigma La conciencia no llega a descifrarla Solamente la vemos transcurrir, dócilmente Sin esta palma sola el universo entero sería inhabitable El sol coloca sus ojos en Hermosillo. Lo persuade para que su presencia llegue intacta a sus habitantes. Coloca su energía en el asfalto y se proyecta con rudeza en los cristales. Avanza silenciosamente por toda la ciudad para entrar a cualquier rincón en su papel de guardián. Nadie se salva. * Hermosillo no construye barreras alrededor de la ciudad para defenderse del extranjero ni organiza ejércitos para cualquier tipo de guerra. El arma que utiliza para defenderse de sus enemigos es el sol. * 3. Apocalipsis cum María Zambrano De toda ruina emerge algo divino, de toda connotación del verbo asoma un Santo Grial Cada tantos minutos un hombre muere por haber deseado regiones del No-Ser, esencias dóciles al sol que los arraiga Un dios indestructible se destruye a sí mismo y en ese abatimiento encuentra / funda /expresa / incluye / pierde / acecha acepta / contiende / proyecta / sostiene / cambia resiste / circunda / muestra / persigue / olvida /añade nombra / sucede / concreta / recoge ignora / existe Aquello que hemos dado en llamar realidad se vuelve una forma invisible Extraños a la luz avanzan los palacios, piedras hendidas por la nieve El paraíso de Hermosillo es el agua. Cada trago y cada chapuzón es tentar con las yemas de los dedos ese jardín. Josué Barrera Leonardo Varela 33