UNCTAD/DITC/TNCD/2003/3 CONFERENCIA DE LAS NACIONES UNIDAS SOBRE COMERCIO Y DESARROLLO SERVICIOS ENERGÉTICOS Y AMBIENTALES: Objetivos en las negociaciones y prioridades en materia de desarrollo Editado por Simonetta Zarrilli Prólogo de Rubens Ricupero Secretario General de la UNCTAD NACIONES UNIDAS Nueva York y Ginebra, 2003 Nota • Las signaturas de los documentos de las Naciones Unidas se componen de letras mayúsculas y cifras. La mención de una de estas signaturas indica que se hace referencia a un documento de las Naciones Unidas. • Las opiniones expresadas en este volumen son las de los autores y no reflejan necesariamente las opiniones de la Secretaría de las Naciones Unidas. Las denominaciones empleadas en esta publicación y la forma en que aparecen presentados los datos que contiene no implican, de parte de la Secretaría de las Naciones Unidas, juicio alguno sobre la condición jurídica de países, territorios, ciudades o zonas, o de sus autoridades, ni respecto de la delimitación de sus fronteras o límites, ni tampoco en relación con su sistema económico o su grado de desarrollo. • El material contenido en esta publicación puede citarse o reproducirse sin restricciones, siempre que se indique la fuente y se haga referencia al número del documento. Deberá remitirse a la secretaría de la UNCTAD un ejemplar de la publicación en que aparezca el material citado o reproducido, a la siguiente dirección: Palacio de las Naciones, 1211 Ginebra 10, Suiza. UNCTAD/DITC/TNCD/2003/3 ÍNDICE Página AGRADECIMIENTOS............................................................. v Prólogo - Rubens Ricupero........................................................ vii I. SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA . 1 Los servicios relacionados con la energía, las políticas energéticas y el Programa de Doha Murray Gibbs ................................................................. 3 Comercio internacional de servicios energéticos y países en desarrollo Simonetta Zarrilli ........................................................... 27 Un tema de debate: la definición de los servicios energéticos en relación con el AGCS Jasmin Tacoa-Vielma ..................................................... 85 Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS: Canadá - Josée De Menezes ..................................... Chile - Ana Novik .................................................... Comunidades Europeas - Jolita Butkeviciene ......... Japón, Contribución del Gobierno del Japón .......... Noruega - Rikke Eeg-Henriksen.............................. Estados Unidos - Lana Ekimoff................................ Venezuela - Elbey Borrero....................................... GE.03-50753 (S) 210605 290605 -iii- 102 105 112 119 122 125 132 ÍNDICE (continuación) Página El comercio Internacional de la energía y el acceso a las redes de energía Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst............................ 141 La reforma del mercado del gas y de la electricidad y el comercio internacional de servicios Christopher Melly........................................................... 201 La formulación de políticas en el sector de la energía: la creciente influencia de los agentes no estatales Dinos Stasinopoulos ....................................................... 219 La política de los Estados Unidos en materia de comercio de energía: las consecuencias de un año crucial Craig VanGrasstek ......................................................... 229 -iv- AGRADECIMIENTOS La presente publicación es el resultado de una actividad de colaboración basada en la experiencia de la UNCTAD en la prestación de asistencia a los países en desarrollo respecto de las negociaciones comerciales multilaterales y, más concretamente, al ayudarles en las negociaciones sobre el comercio de servicios. Los estudios incluidos en el presente volumen son, en gran parte, versiones actualizadas de los trabajos presentados en dos Reuniones de Expertos convocadas por la Dependencia de Negociaciones y Diplomacia Comerciales de la División del Comercio Internacional de Bienes y Servicios y de los Productos Básicos de la UNCTAD, una sobre los servicios energéticos y el comercio internacional: consecuencias para el desarrollo, celebrada en julio de 2001, y otra sobre el fortalecimiento de la capacidad de los países en desarrollo para promover su sector de servicios ambientales, celebrada en julio de 1998. Las Reuniones fueron organizadas por Simonetta Zarrilli, bajo la supervisión de Murray Gibbs y David Díaz. Jolita Butkeviciene, Alberto Gabriele, Emily Mburu, Rolf Traeger, Faten Azar, Sophie Munda, Josie Maximo, Fabien Dumesnil, Aurangzeb Butt e Irene Musselli prestaron una valiosa ayuda en esta labor. Laurence Tubiana presidió la Reunión de Expertos en servicios ambientales y Werner Corrales la Reunión de Expertos en servicios energéticos. En la época en que se celebraron las Reuniones, la Sra. Tubiana era miembro del Gabinete del Primer Ministro de Francia y el Embajador Corrales era el Representante Permanente de Venezuela ante las organizaciones internacionales en Ginebra. La excelente labor en la presidencia de las Reuniones de Expertos realizadas por ambos fue un importante factor que contribuyó al éxito de ambas. Un elemento crucial que permitió realizar un debate interesante, educativo e intelectualmente estimulante durante las Reuniones fue la -v- presencia de expertos de alto nivel -de la administración pública, el sector privado y los círculos académicos- que compartieron sus conocimientos y experiencia con los participantes. La secretaría de la UNCTAD desea expresar su más sincero agradecimiento a todos ellos. Simonetta Zarrilli fue la encargada de la revisión final y la edición de la obra. En esa tarea contó con la asistencia de Matthew Millan Stephenson. Josie Maximo fue el responsable del personal de secretaría y del formateado. Fabien Dumesnil preparó la versión lista para reproducción. La portada fue diseñada por Diego Oyarzun. Las opiniones expresadas en los capítulos preparados por funcionarios son las de los autores y no deben considerarse la posición oficial de la UNCTAD acerca de las cuestiones involucradas. -vi- Prólogo Los trabajos incluidos en la presente publicación tuvieron primordialmente su origen en dos Reuniones de Expertos organizadas por la UNCTAD, una sobre los servicios energéticos y el comercio Internacional: consecuencias para el desarrollo, celebrada en julio de 2001, y otra sobre el fortalecimiento de la capacidad de los países en desarrollo para promover su sector de servicios ambientales, celebrada en julio de 1998. Los Estados miembros de la UNCTAD han utilizado el mecanismo de las reuniones de expertos, establecido en la IX UNCTAD en 1996, para examinar varios sectores de servicios, inclusive los de salud, turismo, transporte aéreo, construcción y audiovisuales. La Reunión sobre los servicios energéticos fue un éxito considerable ya que despertó gran interés al exponer diversos aspectos de un sector que estaba experimentando una enorme transformación, un sector que tiene relevancia para el crecimiento económico y el desarrollo de todos los países, sean ellos desarrollados o en desarrollo, tanto los exportadores como los importadores de energía. Además, ese sector es actualmente objeto de negociaciones en la Organización Mundial del Comercio (OMC). En la Reunión se examinó la forma en que la mayor demanda de inversiones, la introducción de nuevas tecnologías y la liberalización de los mercados habían creado un nuevo dinamismo en el sector. En cambio, también se pusieron de relieve en ella las dificultades con que tropezaban 2.000 millones de personas de los países en desarrollo, que todavía no tenían acceso a fuentes de energía comercial, así como los efectos de esa falta de acceso sobre las perspectivas de desarrollo de muchos países, especialmente los menos adelantados. La Reunión también sacó enseñanzas de las satisfactorias experiencias en algunos países productores de energía en lo tocante al desarrollo de la capacidad interna en el sector de los servicios -vii- energéticos como elemento fundamental de sus estrategias de desarrollo. Las cuestiones energéticas forman parte de las negociaciones comerciales actuales y futuras, sean las relativas a la adhesión a la OMC o al nuevo Programa de Trabajo puesto en marcha en Doha en noviembre de 2001, sean las que conciernen a los acuerdos comerciales regionales y subregionales. Las actuales negociaciones sobre los servicios relacionados con la energía marcan la primera vez que las cuestiones energéticas han sido objeto de negociaciones oficiales en el marco de los derechos y obligaciones en materia de comercio multilateral del GATT/OMC. Sin embargo, las consecuencias del Programa de Doha para las políticas energéticas como parte de una estrategia de desarrollo rebasan el ámbito del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS): las negociaciones en esferas tales como las subvenciones y las medidas compensatorias, los derechos antidumping, el comercio y el medio ambiente, el acceso a los mercados, las inversiones y la política de la competencia, son relevantes para esas políticas. La energía es también un importante elemento de las actuales negociaciones sobre la adhesión a la OMC, ya que los países que no son miembros de esta organización representan casi la mitad de las exportaciones mundiales de petróleo y una proporción considerablemente mayor de las reservas energéticas. La Reunión de Expertos sobre los servicios ambientales fue uno de los primeros encuentros intergubernamentales dedicados a este sector emergente de servicios. Como sucedió en el caso de los servicios energéticos, durante las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Uruguay se prestó escasa atención al sector de los servicios ambientales, debido a que, a la sazón, era escaso el comercio internacional en el sector: los gobiernos prestaban la mayor parte de los servicios ambientales, y a los operadores privados no se les permitía entrar en el mercado, o no estaban dispuestos a hacerlo. Durante la Ronda, las negociaciones y las actividades de clasificación se concentraron en los servicios que ofrecían posibilidades inmediatas -viii- para el comercio internacional. Sectores como el medio ambiente y la energía, que entonces parecían ser candidatos que ofrecían posibilidades particularmente prometedoras para una liberalización, fueron desatendidos. Sin embargo, la situación en lo que respecta a los servicios ambientales, ha cambiado considerablemente desde el final de la Ronda Uruguay. El sector pasó por procesos de desregulación y privatización y ahora brinda oportunidades comerciales lucrativas al sector privado. La industria ambiental experimentó un enorme crecimiento en los países industrializados durante los años ochenta y la mayor parte de los noventa, con unos ingresos que ascendieron en 2000 a 522.000 millones de dólares de los EE.UU. En las negociaciones en curso sobre los servicios se están desplegando esfuerzos para hacer una mejor clasificación del sector a fin de reflejar el modo en que opera la industria en la actualidad y el cambio en su orientación prioritaria para pasar desde el control de la contaminación en la descarga a la prevención. Sin embargo, la demanda de servicios ambientales en las naciones desarrolladas se ha estabilizado ya que la demanda impulsada por la reglamentación se ha satisfecho al cumplir las normas establecidas. En cambio, los problemas ambientales que la población experimenta, especialmente en los países en desarrollo, siguen siendo sumamente graves. La población urbana en rápido crecimiento de estos países ha generado una creciente demanda de agua potable que ha superado la oferta. El acceso a agua pura es particularmente problemático en África, donde más de 300 millones de personas carecen de suficiente acceso a ella. La gran mayoría de las ciudades de 1 millón o menos de habitantes en África y Asia no tiene ningún sistema de alcantarillado. El tratamiento de residuos sólidos, o la falta de él, es un problema cada vez más grave en los países en desarrollo. La contaminación atmosférica ha sido otro problema en constante aumento en los países en desarrollo, debido a la expansión urbana, la rápida industrialización, el mayor tráfico por carretera y el creciente consumo de energía. Como se puso de relieve -ix- en la Reunión de Expertos, deberían desplegarse esfuerzos para vincular las oportunidades comerciales cada vez mayores derivadas de la reforma del sector ambiental y que están surgiendo del Programa de Trabajo de Doha -incluido el llamamiento para la liberalización adicional del comercio de bienes y servicios ambientales- con la satisfacción de las necesidades ambientales básicas de la población, sobre todo en los países en desarrollo. Hay en estos países una brecha entre sus necesidades ambientales y los recursos disponibles para atenderlas. La cooperación y la financiación internacionales son factores fundamentales para permitir a esos países hacer frente a sus problemas ambientales más acuciantes. Los sectores de los servicios energéticos y medioambientales tienen varias características en común: ambos sectores fueron objeto de una reforma estructural en el último decenio y están ahora abiertos a los operadores privados; ambos necesitan una clasificación más apropiada dentro del AGCS; ambos han sido objeto de un grado considerable de atención en las actuales negociaciones multilaterales sobre los servicios; ambos implican un volumen sustancial de inversiones que hacen la cuestión de la propiedad y el control especialmente relevante, y en el caso de ambos sectores reviste una importancia crucial la cuestión de los servicios públicos. Con todo, el rasgo más importante que tienen en común reside en el hecho de que el acceso limitado a la energía comercial, al agua pura, al alcantarillado y a los sistemas de recogida de residuos produce efectos negativos sobre la salud pública y el medio ambiente, obstaculiza el crecimiento económico de los países y, en definitiva, dificulta el desarrollo sostenible. Este es el motivo de que decidiéramos incluir en un mismo volumen los resultados de las dos Reuniones de Expertos. Rubens Ricupero Secretario General de la UNCTAD -x- Capítulo I Servicios relacionados con la energía LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Murray Gibbs* Introducción La Reunión de Expertos en servicios energéticos y comercio internacional: consecuencias para el desarrollo, celebrada en julio de 2001, fue una de las más exitosas de las muchas celebradas sobre asuntos relacionados con el comercio de servicios de la serie de reuniones de expertos de la UNCTAD. El mecanismo de reuniones de expertos se había introducido en la UNCTAD, en la Novena Conferencia, celebrada en Midrand (Sudáfrica), en 1996, como método para examinar aspectos técnicos concretos de las cuestiones más amplias incluidas en el mandato de la organización. Dentro de la esfera del comercio, el comercio de servicios ha despertado el mayor interés entre los Estados miembros, que han encargado a la secretaría que organice reuniones de expertos sobre los servicios sanitarios, ambientales, de turismo, de transporte, de construcción, energéticos y audiovisuales. La reunión sobre servicios energéticos despertó considerable interés y se tradujo en la decisión de que la UNCTAD organizara trabajos adicionales en este sector. El alto grado de interés internacional por esta reunión guardaba a todas luces relación con el hecho de haberse presentado varias propuestas para la liberalización del sector de los servicios energéticos en las negociaciones en el marco del AGCS. En la mayoría de esas propuestas se sugiere hacer una reclasificación de varios sectores en el documento básico W/120 del AGCS para definir un sector coherente de estos servicios que permitiera a los negociadores abordar la "problemática" general del comercio y de la inversión en servicios energéticos. * Asesor principal del Secretario General de la UNCTAD. Correo electrónico: [email protected]. -3- Murray Gibbs Este enfoque constituiría una de las primeras iniciativas importantes para abordar las cuestiones energéticas en el contexto del sistema de comercio multilateral. Con este trasfondo, en el presente capítulo se recuerda la historia del trato dado a las cuestiones de la energía en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) y la Organización Mundial del Comercio (OMC), y en otros acuerdos comerciales. En el capítulo se resumen las principales cuestiones planteadas en las negociaciones sobre los servicios energéticos relacionados con la energía, utilizando las exposiciones presentadas en la Reunión de Expertos, así como algunos estudios conexos. También se analizan otras áreas de lo que puede denominarse la "interfaz comercio/energía" en el contexto del sistema comercial y, en particular, el programa relativo al comercio convenido en la Cuarta Conferencia Ministerial de la OMC, celebrada en Doha en noviembre de 2001. 1. Las cuestiones relacionadas con la energía en el GATT Los países en desarrollo productores de petróleo no vieron ningún motivo para pasar a ser Partes Contratantes en el GATT; los que no obstante lo hicieron se adhirieron en virtud del artículo XXVI (es decir, sin negociaciones). En el foro del GATT no se examinaban las cuestiones relacionadas con el petróleo y la energía. Se dice que existía un "pacto de caballeros" entre los principales interlocutores comerciales en el sentido de no abordar las cuestiones relacionadas con el petróleo en el GATT, por temor a que el carácter estratégico del comercio petrolero y la magnitud de las preocupaciones en materia de seguridad respecto de los productos derivados del petróleo "politizaran" el debate. Las consideraciones en materia de seguridad influyeron mucho en la política comercial en el sector de la energía; por ejemplo, los Estados Unidos decidieron dejar sin consolidar su arancel sobre el petróleo crudo en su Arancel de Aduanas. En todo caso, sólo inmediatamente antes de y durante la Ronda Uruguay comenzaron los países en desarrollo productores de petróleo a adherirse al GATT. En la actualidad, seis miembros de la -4- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) son también miembros de la OMC, mientras otros cuatro están recabando la adhesión. Con todo, muchos otros países productores de petróleo no pertenecientes a la OPEP, principalmente las antiguas repúblicas de la Unión Soviética, están también en vías de adherirse a ella. Las consecuencias de las negociaciones sobre la adhesión se examinarán más adelante. Hasta el comienzo de las actuales negociaciones sobre los servicios energéticos, las cuestiones relacionadas con el petróleo se plantearon en el GATT y en la OMC primordialmente, sobre todo en el contexto de tres controversias, y en cada caso la medida en cuestión estaba ligada a la protección ambiental. 2. Negociaciones sobre los servicios energéticos: cuestiones principales Clasificación de los servicios energéticos Las cuestiones relacionadas con la energía se están abordando en la OMC en el marco de las actuales negociaciones en virtud del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). La Unión Europea, los Estados Unidos, el Canadá, Noruega, el Japón, Chile y Venezuela han presentado propuestas para negociaciones sobre el sector de los servicios energéticos. Estas propuestas proporcionaron los antecedentes para el debate en la Reunión de Expertos, y las describen en el presente volumen los expertos que participaron en ella. En la mayoría de las propuestas se señala el hecho de que la clasificación contenida en el AGCS no define lo que es un sector de servicios relacionados con la energía. Los escasos compromisos sobre el acceso a los mercados o el trato nacional incluidos en las listas del AGCS se inscriben como "servicios relacionados con la minería prestados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas", el "transporte por tuberías de petróleo crudo refinado, productos derivados del petróleo y gas natural", o "servicios relacionados con la distribución de energía", que reflejan lo que puede describirse como -5- Murray Gibbs los segmentos de la fase inicial, el transporte/transmisión y la fase final de la cadena energética de valor agregado. La mayoría de las propuestas para negociaciones definen el ámbito del sector de los servicios energéticos en el sentido de que abarca toda la cadena de actividades relacionadas con la energía, y en ellas se sugieren nuevas clasificaciones. Por ejemplo, Noruega especificó esto en el sentido de que abarcaba el descubrimiento de recursos, la producción, la transmisión, el transporte y la distribución, las ventas y la comercialización. Otras propuestas abarcan solamente los segmentos de la fase inicial (Canadá) o la fase final (Chile). Hay un intento de incluir tanto los servicios "básicos" como los "no básicos". En el documento de Jasmin Tacoa-Vielma se resumen los debates en el contexto del AGCS acerca de la clasificación de los servicios relacionados con la energía, en la fecha de la Reunión de Expertos. Posteriormente, hubo debates más intensivos para definir el sector de los servicios energéticos y sus subcategorías a partir de las "realidades comerciales". Ello ha dado lugar a la presentación de propuestas para un desglose del sector en las siguientes categorías: prospección geológica; perforación y terminación de pozos de petróleo y gas natural; servicios relacionados con la producción de petróleo y gas natural; diseño y construcción de instalaciones para producir, transformar y suministrar energía; funcionamiento, gestión y mantenimiento de instalaciones y redes energéticas, inclusive el transporte, transmisión y distribución de energía; servicios ambientales para la industria de la energía; comercialización de energía al por mayor, y suministro de energía al por menor. Como lo señala Christopher Melly, estas peticiones para una mejor clasificación se deben a la preocupación de los representantes de la industria de que, como los servicios energéticos están mal definidos, no aparece claro si los compromisos específicos de proporcionar acceso a los mercados y conceder trato nacional se aplican a sus actividades. La principal finalidad de esas propuestas es lograr compromisos para liberalizar el comercio y las inversiones en este sector, reconociéndose que para obtener compromisos adicionales sobre un -6- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA acceso efectivo tal vez sea necesario ir más allá de los relativos al acceso a los mercados/trato nacional. Una propuesta vincularía toda liberalización por parte de los países en desarrollo con la transferencia de tecnología y al acceso a redes, como medio para aplicar efectivamente los artículos IV y XIX del AGCS, cuya finalidad es aumentar la participación de los países en desarrollo en el comercio mundial de servicios. Dichas propuestas ponen sumo cuidado en señalar que no se tiene la intención de poner en tela de juicio los derechos de propiedad de los recursos naturales. Aun así, el acceso a y el control de los servicios relacionados con la energía, como los de prospección, exploración, extracción, transporte, transmisión, comercio y mercado, parecen ser primordiales para el acceso a la propia energía y su control. Acceso a los servicios de la etapa inicial El debate puso de manifiesto que las cuestiones de comercio y desarrollo en juego diferían considerablemente en cuanto a si se estaban abordando los segmentos de la etapa inicial, la transmisión o la etapa final del sector. Las propuestas presentadas en las negociaciones en el marco del AGCS tienen por finalidad la liberalización del sector de los servicios de la "etapa inicial" que el Canadá ha llamado sector del petróleo y gas natural1, o lo que Carlos Añez ha denominado "la industria de los servicios de yacimientos petrolíferos"2. Éstos incluyen los servicios relacionados con la exploración, extracción y transmisión de energía, fundamentalmente petróleo y gas natural, y los diversos servicios conexos, inclusive los de prospección geológica, perforación, prueba de pozos y cable de 1 OMC, comunicación del Canadá. Propuesta inicial para las negociaciones sobre los servicios relacionados con el petróleo y el gas, S/CSS/W/58, 14 de marzo de 2001. 2 Véase C. Añez, "El comercio de servicios técnicos en la exploración y producción de petróleo y gas: Observaciones de un antiguo contratista venezolano", en el presente volumen. -7- Murray Gibbs perforación, los servicios de terminación de pozos y cementación, y los de producción. El resultado global ha sido ilustrar en forma notable que los efectos de los compromisos en el sector de los servicios energéticos podrían comportar importantes consecuencias estratégicas. La búsqueda de compromisos en materia de comercio e inversión en las negociaciones del AGCS sobre los servicios energéticos se ha indicado concretamente como uno de los principales elementos de las recomendaciones del Grupo de Elaboración de la Política Energética Nacional acerca de una nueva política nacional en el sector de la energía de los Estados Unidos. Aparte de las consideraciones estratégicas, el potencial comercial del sector es impresionante. Ello se debe a la necesidad de un enorme volumen de nuevas inversiones para garantizar una producción suficiente de petróleo y gas natural a fin de satisfacer la demanda prevista en los próximos 20 años. En su artículo, Ramón Espinasa3 calcula, a partir de su modelo, elaborado para el hemisferio occidental, que las inversiones necesarias para aumentar la producción mundial en 45 millones de barriles diarios darían lugar a una demanda de servicios energéticos conexos de un valor de más de 12.000 millones de dólares de los EE.UU. anuales, tan sólo los relacionados con la inversión inicial, es decir, sin tener en cuenta los servicios utilizados en la producción y exportación diarias de petróleo y productos refinados, gas natural y energía hidroeléctrica. Como lo señala Craig VanGrasstek4, la política energética de los Estados Unidos alienta las inversiones en la producción de petróleo y gas natural en cada una de las tres principales "provincias" en materia de estos combustibles, a saber, el Caribe, el Oriente Medio 3 Véase R. Espinasa, "Comercio de petróleo y crecimiento económico: El caso del hemisferio occidental", en el presente volumen. 4 Véase C. VanGrasstek, "Política comercial relativa a la energía de los Estados Unidos: Las consecuencias de un año crucial", en el presente volumen. -8- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA y Asia central, aun cuando la producción tal vez no se exporte nunca a los Estados Unidos: esto tiene la motivación estratégica de acrecentar la seguridad del suministro de energía mediante el aumento de la producción de petróleo en todo el mundo, al tiempo que se reduce simultáneamente la influencia política de toda persona o grupo que exporte energía y se crean mercados para las exportaciones estadounidenses de bienes y servicios energéticos. Esta estrategia va acompañada de medidas encaminadas a obtener un derecho legal a recursos y mercados energéticos por medio de acuerdos comerciales, siendo el principal ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), y posiblemente el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) y otros acuerdos regionales, así como la OMC. Por tanto, es realmente importante lo que está involucrado en las negociaciones en estos subsectores, como lo es también el valor de las concesiones por parte de los países productores de energía. Algunos países productores de energía han podido aplicar con éxito estrategias encaminadas a promover un fuerte sector de servicios relacionados con la energía, un sector con eslabonamientos hacia delante y hacia atrás en la economía en torno a la extracción y exportación de petróleo y gas natural. El modelo presentado en el artículo de Ramón Espinasa5 pone de relieve el posible efecto multiplicador en la economía de la producción interna de servicios energéticos y de los bienes y mano de obra conexos. Las consecuencias relativas para la economía dependen, por supuesto, de las dimensiones del sector energético en la economía general. Con este trasfondo teórico, la exposición de los expertos venezolanos demostraba la experiencia satisfactoria de Venezuela en el desarrollo de un fuerte sector de servicios energéticos, con vínculos con el resto de la economía. La estrategia venezolana tenía por finalidad garantizar la participación de las empresas nacionales de servicios a todo lo largo de la cadena de suministro de energía, promover la industrialización en la fase final, estimular la penetración de las empresas nacionales de 5 Véase R. Espinasa, "Comercio de petróleo y crecimiento económico: El caso del hemisferio occidental", en el presente volumen. -9- Murray Gibbs servicios energéticos en los mercados extranjeros y estimular un acceso eficiente de toda la sociedad venezolana a la energía. Esta estrategia se reflejó en las propuestas presentadas por Venezuela en las negociaciones en el marco del AGCS6. La propuesta venezolana perseguiría el logro de compromisos adicionales encaminados a aplicar los artículos IV y XIX:2 del AGCS en el sector de los servicios relacionados con la energía, a fin de permitir a los países en desarrollo aplicar políticas destinadas a aumentar al máximo el efecto multiplicador del sector energético. Al mismo tiempo, ello garantizaría el acceso a las redes y los canales de distribución de las principales compañías petroleras, a fin de permitir a las empresas de los países en desarrollo prestar servicios a nivel mundial. El objetivo sería modificar el aspecto "Norte-Sur" del comercio de energía que se señalaba en varias exposiciones, ya que los países en desarrollo (y los países en transición a una economía de mercado) suministraban el petróleo crudo y el gas natural, mientras que los servicios, bienes y tecnologías relacionados con la energía provenían casi exclusivamente de las naciones desarrolladas. En medida aún mayor, esos servicios los prestan empresas especializadas que son contratadas por las principales compañías petroleras que han desmantelado gradualmente sus departamentos técnicos correspondientes, es decir, el fenómeno de la "externalización" de servicios. Estos proveedores de servicios deben hacer frente a un mercado caracterizado por enormes fluctuaciones de la demanda, en términos tanto de la demanda mundial total como de las regiones geográficas. Así pues, esos proveedores deben ser capaces de prestar una diversidad de servicios en cualquier parte del mundo, y en cualquier momento. 6 OMC, Comunicación de Venezuela. Propuesta de negociación sobre servicios de energía, S/CSS/W/69, 29 de marzo de 2001; y Propuesta de negociación sobre servicios de energía - Adición, S/CSS/W/69/Add.1, 15 de octubre de 2001. -10- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Cuestiones relacionadas con la transmisión y el tránsito Un segundo sector del mercado de servicios energéticos está relacionado con la transmisión de energía, tanto transfronteriza como dentro de las fronteras nacionales. Ello da lugar a dos tipos de barreras, las relativas al acceso a las redes (es decir, el acceso de terceros) y las relativas al tránsito transfronterizo. Varias de las propuestas para negociaciones -especialmente las de los Estados Unidos y Noruega- indican que, a este respecto, el sector de la energía da lugar a cuestiones de interconectividad análogas a las del sector de las telecomunicaciones. Dicho de otro modo, es en general poco práctico construir oleoductos o redes que compitan entre sí, y el acceso efectivo a los mercados exige compromisos adicionales para garantizar un acceso equitativo a estos canales de distribución. Como lo señala Thomas Wälde: "La liberalización del comercio transfronterizo de energía (en particular, electricidad y gas natural) no es posible sin un sistema eficaz que permita proporcionar un acceso estandarizado, fácilmente administrado y previsible a las redes de energía... El sistema de transporte es la clave. El control sobre él permite llenarlo, y, con ello, aducir que hay falta de capacidad, cargar precios excesivos de transporte y obtener información que permite debilitar a los nuevos competidores y proporciona un método para demorar y obstruir el acceso, mediante largas negociaciones, litigios y manipulación de los precios, plazos y condiciones técnicas. Así pues, el acceso de terceros es una condición indispensable para crear mercados energéticos nacionales y transfronterizos de carácter competitivo."7 Las opiniones de Wälde se reflejan en varias propuestas para adoptar el modelo de "documento de referencia" del Protocolo de Telecomunicaciones en el sector de los servicios energéticos, a fin de 7 Véase T. Wälde y A. J. Gunst, "Comercio internacional de energía y acceso a las redes energéticas", en el presente volumen. -11- Murray Gibbs garantizar un acceso equitativo por parte de terceros y hacer frente a las cuestiones del tránsito transfronterizo. Como se indica en el documento del profesor Wälde, se están desplegando esfuerzos para negociar un protocolo de tránsito en el marco del Tratado sobre la Carta de la Energía, basado en su artículo 7 (que su vez se basa en el artículo V del GATT), en el que se abordarían los problemas más concretos que plantea el tránsito transfronterizo de energía. En las exposiciones de los expertos se señalaba nuevos fenómenos que estaban transformando el sector de la energía, a saber, la desarticulación de los monopolios en los sectores de la electricidad y el gas natural, la privatización de las empresas energéticas propiedad del Estado y la liberalización general de los mercados nacionales de energía. El trabajo de Christopher Melly y el documento presentado por la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos ofrecen una visión general de la evolución de este proceso8. Ello ha creado nuevas oportunidades para el comercio de energía, con respecto a cuatro segmentos del mercado energético en su fase final generación de electricidad, transmisión, distribución y suministro al por menor- y la creación de un nuevo segmento: comercio de energía eléctrica9. Como lo subraya Norman Anderson10, la liberalización y privatización de los monopolios estatales, la creciente demanda de energía y la introducción de nuevas tecnologías que han reducido 8 Véase C. Melly, "Reforma de los mercados de energía eléctrica y gas natural y comercio internacional de servicios relacionados con la energía", en el presente volumen. 9 Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos, Electric power services: Recent reforms in selected foreing markets, Inv. Nº 332-411, publicación Nº 3370, noviembre de 2000. 10 Véase N. Anderson, "La revolución tecnológica; la nueva estructura de la industria, y las oportunidades para los países en desarrollo", exposición presentada en la Reunión de Expertos de la UNCTAD en servicios energéticos y comercio internacional: Consecuencias para el desarrollo, julio de 2001. -12- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA enormemente la escala eficiente mínima -los elementos que dieron lugar al auge del sector de las telecomunicaciones- provocará una transformación igualmente espectacular del sector de la energía. El reconocimiento de la contribución que los mercados liberalizados de energía pueden aportar a la eficiencia de la economía ha dado lugar al proceso político que se describe en el documento de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. Los representantes de las comunidades europeas han subrayado constantemente las experiencias positivas registradas al abrir el sector energético a la competencia; la aceptación de este objetivo por todos los Estados miembros fue el principal tema de la Cumbre de la Unión Europea celebrada en Barcelona, en marzo de 2002. Las propuestas para negociaciones tienen por finalidad conseguir el acceso a esos mercados liberalizados y eliminar los monopolios, o, al menos, reducir el alcance del poder monopolístico residual para frustrar la competencia. Es éste también el objetivo de la penetración en los nuevos mercados para "el comercio de energía". También en este caso, la "problemática" parece extenderse más allá de lo que pueden solucionar los compromisos relativos al acceso a los mercados y el trato nacional. Además de tratar los aspectos de la interconectividad mencionados más arriba, hay propuestas para compromisos adicionales en materia de regulación del comportamiento anticompetitivo, normas concretas acerca de la reglamentación del sector de la energía, y, en particular, la independencia de la autoridad reguladora. Se propuso que el documento de referencia fuera más allá de la cuestión de la interconectividad e incluyera compromisos adicionales para garantizar la transparencia de la formulación, promulgación y aplicación de reglas, reglamentos y normas técnicas; también podría obligar a los miembros a mantener medidas apropiadas para impedir ciertas prácticas anticompetitivas que se basarían en las actuales disposiciones de los artículo VII y IX del AGCS. La Cumbre de Barcelona citada abordó estas cuestiones a nivel de la Unión Europea, e instó a que se adoptaran medidas tales como la libertad de elección por todos los usuarios industriales europeos del -13- Murray Gibbs proveedor de electricidad y gas natural, la separación de la transmisión y la distribución de la producción y el suministro, el acceso no discriminatorio de los consumidores y productores a la red, y un sistema de fijación de tarifas en relación con las transacciones transfronterizas ligadas a la electricidad. La Cumbre pidió también que se adoptara una decisión sobre la definición de las obligaciones de los servicios públicos, la seguridad de suministro y la protección de las zonas remotas y de los grupos más vulnerables de la población. Así pues, y como sucedió en el caso de otros sectores de servicios examinados en las reuniones de expertos de la UNCTAD, es evidente que hay especificidades sectoriales que es preciso abordar si se quiere que haya una liberalización efectiva y, en particular, que las disposiciones de los artículos IV y XIX:2 en favor de los países en desarrollo se apliquen plenamente11. Cabe señalar en este contexto que las propuestas para compromisos adicionales, mediante un documento de referencia o de otro modo, entrañan dos enfoques considerablemente diferentes. El documento de referencia sobre las telecomunicaciones comportaba la aceptación, por los países que incluyeron en sus listas compromisos acerca del acceso a los mercados o el trato nacional, de compromisos adicionales, lo cual reflejaba la peculiaridad de las telecomunicaciones en cuanto a interconectividad, a fin de garantizar que esos compromisos previeran un acceso efectivo por parte de los proveedores extranjeros. Un enfoque análogo lo propone, por ejemplo, el profesor Wälde, para hacer frente a fenómenos comparables en el sector de la energía. Otras propuestas implicarían también la asunción de compromisos adicionales por los países que contraigan compromisos respecto del acceso a los mercados o el trato nacional en los servicios energéticos, a saber, los relativos a la transparencia e independencia del proceso preparatorio, a 11 Éstas se explicaban en J. Butkeviciene, D. Diaz Benavides y M. Tortora "Services performance in developing countries: Elements of an assesment", documento de la UNCTAD presentado al Simposio de la OMC sobre la Evaluación del Comercio de Servicios, 14 y 15 de marzo de 2002. -14- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA los posibles compromisos con respecto a las medidas contra las prácticas anticompetitivas o a las compras del sector público. Sin embargo, la aplicación efectiva del artículo IV del AGCS mediante la aplicación del artículo XIX:2, que especifica que los países en desarrollo, al proporcionar acceso a sus mercados a los proveedores extranjeros de servicios, pueden establecer condiciones para el acceso, cuya finalidad es alcanzar los objetivos mencionados en el artículo IV- comportaría un mecanismo algo diferente. En tal caso, los países que se beneficiaran de los compromisos relativos al acceso a los mercados o el trato nacional aceptarían los compromisos adicionales, o éstos se impondrían a las empresas y personas que se beneficiaran de ese modo. Alternativamente, podría elaborarse un anexo en el que se reafirmaran los derechos de los países en desarrollo en virtud del artículo XIX, agregando detalles completos acerca de la forma en que éstos se ejercerían en la práctica en el sector de los servicios energéticos. También se podrían establecer en él obligaciones específicas sobre los distintos sectores que fueran vinculantes tanto para los países exportadores como para los importadores con respecto a la aplicación de las disposiciones generales sobre monopolios y proveedores exclusivos de servicios (art. VIII), prácticas comerciales (art. X) y subvenciones (art. XV). En este contexto, cabe recordar el hecho de que las negociaciones en el marco del AGCS también se refieren a cuestiones horizontales. En particular, la negociación de un mecanismo de salvaguardia urgente implicaría ciertas consecuencias para el sector de los servicios energéticos, como, por ejemplo, hacer frente a situaciones en que los proveedores extranjeros consiguieran una cuota desmesurada de los mercados energéticos liberalizados. 3. Accesos a la energía Las exposiciones presentadas en la Reunión de Expertos demostraban claramente las dificultades con que se enfrentaban los países en desarrollo que carecían de suficiente energía. Mientras que en las naciones desarrolladas el sector energético ha adquirido un -15- Murray Gibbs nuevo dinamismo por las razones mencionadas más arriba, como lo señala el Dr. Naidu, más de 2.000 millones de personas no tienen acceso a energía comercial12. Esto no sólo reduce la capacidad de un país para competir en el comercio internacional, sino que también entraña consecuencias sociales y en materia de salud. Por ejemplo, alrededor del 90% de las familias rurales de la India utilizan la leña, las virutas y las tortas de estiércol como fuente primaria de energía para cocinar. Como lo indica Léonidas Ndayishimiye, en el balance energético de Burundi predominan las fuentes tradicionales, como la madera y los residuos vegetales. La electricidad sólo representa un 0,6% del balance energético final, y la tasa de electrificación es tan sólo del 2%13. Cabe señalar que en el prefacio de la Evaluación mundial de la energía, preparada por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el Departamento de Asuntos Económicos y Sociales (DAES) de las Naciones Unidas y el Consejo Mundial de la Energía (CME), se indica que: "No podemos ignorar sin más las necesidades energéticas de 2.000 millones de personas que no disponen de los medios necesarios para evitar ciclos recurrentes de pobreza y privaciones. Tampoco desaparecerán por sí mismos los problemas medioambientales, locales, regionales y mundiales ligados a las formas convencionales de utilización de la energía. Nos enfrentamos también a otros desafíos: los precios altos de los suministros energéticos en muchos países, la vulnerabilidad a las interrupciones del suministro y la necesidad de más servicios energéticos para respaldar el desarrollo continuo. La 12 Véase B. S. K. Naidu, "Servicios energéticos: Consecuencias para la India", en el presente volumen. 13 Véase L. Ndayishimiye, "Servicios energéticos: Consecuencias para la Comunidad Económica de los Países de los Grandes Lagos", en el presente volumen. -16- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Evaluación mundial de la energía afirma que son posibles las soluciones a estos problemas urgentes y que el futuro es mucho más una cuestión de elección que de destino."14 4. Las cuestiones energéticas en el Programa de Doha Como ya se ha indicado, las negociaciones en el marco del AGCS sobre los servicios relacionados con la energía son el primer intento de abordar directamente los aspectos de las políticas energéticas a fin de incorporarlos a las disciplinas del sistema de comercio multilateral. Sin embargo, muchas de las normas de la OMC, incluidas las que podían aclararse o negociarse en la Ronda de Doha, inciden directamente en las políticas energéticas. Durante la Ronda Uruguay se trató de formular normas que restringieran considerablemente el ámbito de acción de los países exportadores de energía15. Las normas de la OMC sobre las restricciones a la exportación de recursos naturales agotables y la libertad de establecer impuestos a la exportación permiten a los países productores de petróleo controlar la producción y las exportaciones, así como mantener los precios de la energía a los consumidores y productores nacionales a niveles inferiores a los de los precios mundiales. Estos "precios dobles" no infringen de por sí las normas de la OMC si son disponibles en general. Sin embargo, el suministro por el gobierno de energía a bajo precio a las industrias en función de sus resultados de exportación se consideraría una subvención a la exportación que estaba prohibida. Si esa energía a bajo precio se suministraba a algunas industrias, ello caería dentro de la categoría de subvenciones "específicas" y sería pues "recurrible", en el sentido de que los 14 Departamento de las Naciones Unidas para Asuntos Económicos y Sociales y Consejo Mundial de la Energía, La energía y el reto de la sostenibilidad, Nueva York, 2000, pág. iii. 15 Véase UNCTAD, Trade Agreements, Petroleum and Energy Policies, UNCTAD/ITCD/TSB/9, Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 2000, cap. 1. -17- Murray Gibbs productos de la fase final podrían estar sujetos a derechos compensatorios si se demostrara que tales "subvenciones" causaban perjuicios a los productores de otros países. Algunos países han utilizado la legislación antidumping y las normas de la OMC sobre el comercio de Estado para reducir la ventaja de los países productores de energía. Es importante que los cálculos artificiales de los costos energéticos no se utilicen para acrecentar los derechos antidumping, y que no se impida a las empresas estatales del sector energético desempeñar un activo papel en el proceso de desarrollo. Las negociaciones sobre las normas de la OMC tendrán por finalidad aclarar y mejorar las disciplinas en el marco del Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias y el Acuerdo Antidumping, precisamente los instrumentos que podrían tener los máximos efectos sobre las políticas energéticas. Por ejemplo, los costos de la energía se han utilizado, en algunos casos antidumping, y no puede descartarse la posibilidad de interpretaciones desfavorables del concepto de especificidad en el contexto de las subvenciones16. Las peticiones hechas a los países exportadores de energía candidatos a la adhesión a la OMC y las posiciones adoptadas por algunos países importadores de energía en las negociaciones sobre la adhesión indican que puede haber iniciativas -al igual que en la Ronda Uruguay- para hacer más rigurosas las normas a fin de restringir las posibilidades de los países exportadores de energía para utilizar sus recursos a fin de promover su industrialización y su competitividad. En cambio, ello podría ofrecer la oportunidad de esclarecer las normas a fin de evitar el hostigamiento de que se hace objeto a los países productores de energía y consolidar su libertad de acción respecto de sus políticas energéticas. 16 Véase, por ejemplo, el Reglamento (CE) Nº 950/2001 del Consejo, de 14 de mayo de 2001, por el que se establecen derechos antidumping definitivos sobre las importaciones de papel de aluminio originarias de la República Popular de China y de Rusia. -18- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Las negociaciones sobre el acceso de los productos no agrícolas a los mercados estarán encaminadas a eliminar y reducir los aranceles y los obstáculos no arancelarios. Los países productores de energía podrían utilizar estas negociaciones para tratar de alcanzar algunos de sus objetivos tradicionales, como obtener un acceso libre y garantizado para su energía y los productos energéticos de la fase final. Las negociaciones comerciales multilaterales pueden brindar a los países productores de petróleo la oportunidad de recabar un mayor acceso del petróleo y los productos químicos a los mercados y de obtener reciprocidad por toda liberalización de los mercados de bienes y servicios que lleven a cabo. Estos países también podrían insistir en la eliminación de la discriminación contra el petróleo, a diferencia de otras fuentes de energía, y obtener consolidaciones de los aranceles sobre el petróleo crudo, así como la reducción de los impuestos internos sobre la gasolina. Es notable el hecho de que, en 1998, los impuestos sobre los combustibles produjeron unos ingresos fiscales de 358.000 millones de dólares de los EE.UU. en los países del Grupo de los Siete, casi el doble que los ingresos obtenidos por los miembros de la OPEP de sus exportaciones de petróleo. En la Declaración Ministerial de Doha se prevé realizar negociaciones sobre ciertos aspectos del comercio y el medio ambiente, inclusive la relación entre las normas y procedimientos de los acuerdos multilaterales sobre el medio ambiente (AMMA) y la OMC. Sólo 20 de los casi 200 tratados sobre la protección del medio ambiente mundial y la conservación de los recursos naturales contienen disposiciones sobre el comercio -por ejemplo, esos instrumentos contemplan la posibilidad de limitar el comercio mediante, entre otras cosas, prohibiciones, contingentes y notificaciones- para la consecución efectiva de sus objetivos medioambientales. El AMMA que reviste más interés para los países exportadores de energía es el Protocolo de Kyoto, que no contiene tales disposiciones17. Sin embargo, las medidas que los países pueden 17 El Protocolo de Kyoto fue adoptado en diciembre de 1997 en la Tercera Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Las Partes convinieron en reducir el total de sus -19- Murray Gibbs adoptar para aplicar el Protocolo, como la introducción de normas en materia de eficiencia energética, impuestos sobre la energía, subvenciones, o la utilización de tecnologías ambientalmente racionales específicas, el ecoetiquetado, y las políticas en materia de compras del Estado, podrían tener importantes consecuencias para el comercio. La forma en que los gobiernos asignan las cantidades o créditos de emisiones afectará la competitividad internacional de sus sectores industriales. Algunas de estas medidas podrían impugnarse debido a su posible incompatibilidad con acuerdos concretos de la OMC, como el Acuerdo sobre Subvenciones y Medidas Compensatorias y el Acuerdo sobre Obstáculos Técnicos al Comercio, y puede haber iniciativas para modificar estos instrumentos. Además, la aplicación del Protocolo creará nuevos mercados para ciertos bienes (por ejemplo, los bienes que comportan un uso eficiente de energía) y servicios (por ejemplo, los relacionados con el intercambio de derechos de emisión) concretos, respecto de los cuales el acceso a los mercados se negociará en el marco del GATT y el AGCS. Como ya se ha indicado, las cuestiones relativas a la energía fueron objeto de tres controversias en el GATT y la OMC. En cada caso se impugnó una medida ambiental aduciendo que era incompatible con las obligaciones incondicionales del trato de la nación más favorecida o el trato nacional. Es notable el hecho de que el primer asunto sometido al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC comportara una impugnación, que tuvo éxito, formulada por un país miembro de la OPEP, Venezuela, de las medidas discriminatorias contra sus exportaciones de gasolina. El recurso al mecanismo de solución de diferencias puede ser especialmente necesario en el futuro, dada la posibilidad de que las medidas de protección ambiental se utilicen nuevamente por razones proteccionistas. Las negociaciones emisiones de seis gases de efecto invernadero a un nivel inferior en no menos del 5% al de 1990 en el período comprendido entre el año 2008 y el 2012. El Protocolo también establece el intercambio de derechos de emisión entre los países y una serie de otros mecanismos flexibles como instrumentos válidos para lograr reducciones de esas emisiones. -20- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA en esta esfera deberían contemplar un mayor grado de especificidad para asegurarse de que se pueda impugnar fácilmente esa discriminación. En particular, las negociaciones podrían garantizar que los impuestos y subvenciones ambientales se aplicaran en forma equitativa y no discriminaran contra los productos energéticos importados que sean "análogos" a los productos energéticos nacionales o "productos directamente competitivos o sustituibles". El mandato relativo al comercio y el medio ambiente de la Conferencia Ministerial de Doha da prioridad a "la reducción o, según proceda, la eliminación de los obstáculos arancelarios y no arancelarios a los bienes y servicios ecológicos". Los servicios ambientales fueron objeto de otra Reunión de Expertos de la UNCTAD, y en la segunda parte de este volumen se incluyen algunos estudios presentados en ella. El sector energético es una fuente importante de degradación ambiental y de daños al medio ambiente18. Los servicios para hacer frente a todo esto pueden clasificarse dentro de cualquiera de esos sectores, es decir, el de la energía o el medioambiental. Por ejemplo, la cambiante clasificación de los servicios energéticos incluye la subcategoría de "servicios relacionados con el medio ambiente para la industria de la energía", que abarca los relativos al desmantelamiento de instalaciones y redes de energía; la rehabilitación de las zonas e instalaciones contaminadas; la manipulación, el tratamiento y eliminación de residuos de las instalaciones energéticas, y los servicios de control y vigilancia de la contaminación. Además, algunos de los servicios no básicos, como los de construcción, pueden ser los mismos en el caso de ambos sectores. Cabe señalar que también se han presentado propuestas para reclasificar el sector de los servicios ambientales en el AGCS. Como se indica en el estudio de Dale Andrew, ciertas categorías de servicios de las nuevas clasificaciones propuestas se 18 Véase J. Holdren y K. Smith, "Energía, medio ambiente y salud", PNUD, DAES y CME, op. cit. -21- Murray Gibbs refieren directamente a la gestión de la energía, como la reducción de las pérdidas de energía y calor19. El mercado de servicios ambientales es una función reguladora en el sentido de que las leyes y reglamentos encaminados a proteger el medio ambiente crean la demanda de esos servicios. Sin embargo, esta demanda guarda también relación con el proceso de privatización y liberalización cuando se encarga a empresas privadas que presten servicios públicos esenciales, como el abastecimiento de agua, que en la mayoría de los países ha sido tradicionalmente del dominio exclusivo del sector público. En el trabajo de Grant Ferrier se describe la estructura del sector de los servicios ambientales y se ilustra la enorme demanda potencial de servicios ambientales en los países en desarrollo20. En la agricultura (como en los servicios) las negociaciones se han venido celebrando en la OMC durante más de dos años y se centran en la forma de lograr que el Acuerdo sobre la Agricultura se ajuste en mayor medida a las necesidades y realidades del sector agropecuario de los países en desarrollo. La mayoría de las economías petroleras se han caracterizado por un débil sector agrícola, lo cual ha dado con frecuencia lugar a tensiones sociales y a una excesiva dependencia respecto de las importaciones. Los países productores de energía parecen tener interés en participar activamente en las negociaciones para garantizar que en cualesquiera resultados, como, por ejemplo, un "compartimento de desarrollo", se tengan plenamente en cuenta sus preocupaciones. 19 Véase D. Andrew, "Modernización de la lista de servicios ambientales: propuestas de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE)", en el presente volumen. 20 Véase P. Bifani, "Environmental needs in developing countries and the environmental industry", documento mimeografiado, 2002. Véase también G. Ferrier, "La industria ambiental y las posibilidades de fomento de la capacidad de los países en desarrollo", en el presente volumen. -22- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA Las negociaciones en las esferas de la contratación pública, las inversiones y la competencia comenzarán en la Quinta Conferencia Ministerial de la OMC, a condición de que se pueda llegar a un acuerdo sobre unas modalidades aceptables. Las negociaciones sobre la transparencia de la contratación pública también podrían ser relevantes, habida cuenta de la importancia de las compras de bienes y servicios para consumo propio que las empresas estatales llevan a cabo en el sector de la energía. Como se ha señalado más arriba, se ha sugerido que los compromisos adicionales en el sector de los servicios energéticos incluyan compromisos sobre la contratación pública. Un posible marco multilateral en relación con la inversión podría entrañar importantes consecuencias para los países productores de petróleo, dado que éstos desearán retener el control del aprovechamiento de sus recursos naturales. En algunos países, la constitución prohíbe la inversión extranjera en el sector del petróleo. En las negociaciones sobre la inversión también se podría tratar de imponer limitaciones a los requisitos en materia de resultados de la inversión, con lo cual se reduciría el espacio o las posibilidades de formulación de políticas de los países en desarrollo. Ello crearía considerable confusión ya que el AGCS permite, y cabe incluso decir que alienta, en el contexto de su artículo XIX, los requisitos en materia de resultados. La forma en que las normas multilaterales sobre la inversión coexistirían con las disposiciones del AGCS es una cuestión que habrá que abordar si se quiere que haya negociaciones en esta esfera. Aun cuando cabría esperar que todo acuerdo sobre la política de la competencia se centrara en las prácticas del sector privado, siempre habría presiones para utilizar las normas sobre la competencia para impugnar las actividades de la OPEP. De hecho, ya ha habido cierto debate en el Congreso de los Estados Unidos acerca de la posibilidad de impugnar en la OMC el "cártel" de la OPEP21. Como ya se ha indicado, muchas de las propuestas relativas a los servicios 21 Véase "Colloquy of the House of Representatives", 22 de mayo de 2001. -23- Murray Gibbs relacionados con la energía prevén obligaciones separadas, respecto de sectores específicos, en materia de prácticas anticompetitivas, que rebasarían el ámbito de las disposiciones del artículo 9 del AGCS. 5. Cuestiones relativas a la adhesión La posición de los países en desarrollo y economías en transición productores de energía en la OMC se ve considerablemente debilitada por el hecho de que muchos de ellos no son miembros de ella y se encuentran pues en difíciles condiciones para defender eficazmente sus intereses en la organización. En la actualidad, dos países de la OPEP -Arabia Saudita y Argelia- están en vías de adherirse a la OMC, mientras que otros dos están recabando la adhesión pero no han iniciado el proceso correspondiente, a saber, la República Islámica del Irán y la Jamahiriya Árabe Libia. Importantes productores entre las antiguas repúblicas de la URSS, en particular la Federación de Rusia, Kazajstán y Azerbaiyán, también están negociando la adhesión, al igual que otros países en desarrollo exportadores de energía, como el Sudán, Viet Nam y el Yemen. Los países que están tratando de pasar a ser miembros de la OMC y otros países no miembros representan casi el 50% de las exportaciones mundiales de petróleo, y tienen una proporción aún mayor de las reservas de petróleo y gas natural. De hecho, las actuales negociaciones sobre la adhesión tomadas en conjunto podrían considerarse un proceso entre importadores y exportadores (o posibles exportadores) de energía. Así pues, las cuestiones relacionadas con la energía están siendo objeto de negociaciones en el proceso de adhesión a la OMC22. A algunos países candidatos a la adhesión se 22 Las condiciones de adhesión de los países que se han adherido recientemente a la OMC, así como las cuestiones con que se enfrentan los países en vías de adherirse, inclusive países exportadores de energía, se analizan en la publicación de la UNCTAD WTO Accessions and Development Policies, UNCTAD/DITC/TNCD/11, Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 2001. -24- LOS SERVICIOS RELACIONADOS CON LA ENERGÍA, LAS POLÍTICAS ENERGÉTICAS Y EL PROGRAMA DE DOHA les ha requerido liberalizar plenamente su sector de servicios energéticos. Esas negociaciones sobre la adhesión están siendo utilizadas por algunos países miembros importantes de la OMC para obtener de los países candidatos (por ejemplo, Arabia Saudita, Argelia y Federación de Rusia) compromisos que van más allá de las obligaciones en el marco de la OMC, sobre todo en relación con ciertos aspectos de sus políticas nacionales en materia de energía, como los sistema de doble precio y los impuestos a la exportación. La práctica de "sentar precedentes", con arreglo a la cual ciertos principios o "interpretaciones convenidas" de las normas se negocian primero en el marco de acuerdos regionales o bilaterales y después se introducen en el ámbito multilateral, ha constituido tradicionalmente un elemento fundamental de la estrategia en las negociaciones comerciales internacionales. El Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), por ejemplo, contiene ciertas "afirmaciones" e "interpretaciones convenidas" de los artículos del GATT, como, por ejemplo, respecto de la prohibición de requisitos en materia de exportaciones máximas y mínimas, que parecen ser contrarias a las normas y prácticas del GATT23. Se ha pedido a varios países candidatos a la adhesión que acepten "interpretaciones" de diversos artículos del GATT (por ejemplo, el artículo XVII sobre las empresas comerciales estatales) que no sólo restringirían el ámbito de sus políticas energéticas, sino que también sentarían un precedente que podría utilizarse en otras negociaciones sobre la adhesión, así como en la ronda de negociaciones comerciales multilaterales. Cuando el país candidato se encuentra en una posición especialmente vulnerable, las negociaciones sobre la adhesión a la OMC ofrecen amplia oportunidad para la aplicación de esa estrategia. Como se ha señalado más arriba, ya se está pidiendo a algunos países candidatos a la adhesión que acepten compromisos que podrían tener consecuencias para la posición de todos los países productores de energía en las negociaciones comerciales multilaterales. 23 Véase UNCTAD, op. cit., cap. 2. -25- Murray Gibbs Es indispensable que los países candidatos utilicen plenamente su capacidad al participar en las negociaciones, tal como se prevé en el párrafo 48 de la Declaración de Doha. La activa participación en las negociaciones sobre las normas de la OMC o sobre el comercio y el medio ambiente, por ejemplo, podría servir para contrarrestar las presiones que se ejerzan en las negociaciones sobre la adhesión para aceptar obligaciones que excedan de las previstas en los acuerdos de la OMC o que conculquen los derechos en el marco de esta organización. Conclusión En conclusión, las cuestiones relacionadas con la energía figuran ahora plenamente en el programa de las negociaciones comerciales multilaterales. Las consecuencias de las negociaciones sobre los servicios energéticos van más allá del ámbito del AGCS y pueden considerarse como parte de una negociación global sobre la energía que entraña consecuencias para las políticas energéticas de todos los países, sobre todo los que tratan de elaborar una estrategia de desarrollo basada en sus propios recursos de energía. Como se señala en la Evaluación Mundial de la Energía, "nunca debe analizarse el sector de la energía en forma aislada. No es suficiente examinar tan sólo cómo se suministra la energía, sino que el análisis debe incluir cómo y para qué fines se utiliza ésta"24. Todos los países por igual, desarrollados y en desarrollo, exportadores o importadores de energía, tendrán que estudiar las posibles consecuencias para sus políticas energéticas, así como los efectos de estas políticas sobre su posición competitiva general en el comercio internacional, con respecto a cada rubro del programa de negociaciones convenido en Doha. 24 PNUD, DAES y CME, op. cit., nota 14. -26- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO Simonetta Zarrilli* Introducción La energía determina la calidad de nuestra vida diaria y es uno de los motores más importantes del desarrollo económico. El suministro de una energía suficiente y a precios asequibles es fundamental para erradicar la pobreza y aumentar el bienestar y el nivel de vida en todo el mundo. Ahora bien, la posibilidad de obtener energía varía mucho entre los distintos países y regiones. Unos 1.000 millones de personas de los países industrializados consumen casi el 60% del total de energía suministrada y los 5.000 millones de personas que viven en los países en desarrollo consumen el 40% restante. Al menos dos mil millones de personas, principalmente en las zonas rurales de los países pobres, no disponen de electricidad, pero el número exacto puede ser mucho mayor. En algunos países africanos la tasa de electrificación es de apenas un 2 o un 3%. El consumo de combustibles de calidad inferior, como el carbón vegetal, los desechos agrícolas o el estiércol de vaca, generalmente en perjuicio de la salud humana y el medio ambiente, tal vez represente una cuarta parte del consumo total de energía del mundo y tres cuartas partes de toda la energía consumida por los hogares de los países en desarrollo. Según el Banco Mundial1, las zonas urbanas de China * Oficial jurídico, Dependencia de Negociaciones y Diplomacia Comerciales, División del Comercio Internacional de Bienes y Servicios y de los Productos Básicos, UNCTAD. Correo electrónico: [email protected]. Este capítulo es una versión actualizada del documento de la UNCTAD "Servicios energéticos y comercio internacional: consecuencias para el desarrollo" (TD/B/COM.1/EM.16/2, 18 de junio de 2001). 1 Citado en The Economist, "Power to the poor", A Survey of Energy, 10 de febrero de 2000, págs. 17 a 19. -27- Simonetta Zarrilli pierden un 20% de la producción económica potencial por los efectos de la utilización de energía sucia en la salud humana. En la India la contaminación del aire interior provocada por los combustibles sucios causa hasta dos millones de muertes prematuras por año, especialmente entre las mujeres y las niñas, que son las que preparan la mayoría de las comidas. La imposibilidad de obtener una energía moderna y sostenible es una importante causa de deterioro del medio ambiente en grandes zonas del mundo en desarrollo y un importante impedimento al desarrollo sostenible. Según el World Energy Assessment2, el actual sistema energético no es suficientemente fiable ni asequible como para servir de apoyo al crecimiento económico general. La productividad de la tercera parte de la población mundial se ve comprometida por la imposibilidad de obtener energía comercial y tal vez otra tercera parte padezca dificultades e inseguridad económicas debido a un suministro de energía poco seguro. La energía es fundamental para garantizar un crecimiento económico sostenible, ya que la posibilidad de obtener energía con eficiencia y fiabilidad es una de las condiciones del desarrollo industrial y de la captación de inversión extranjera. Los países en desarrollo no podrán resolver sus deficiencias de producción relacionadas con la oferta si no se garantiza un acceso seguro a la energía. La importancia de la energía como requisito del crecimiento económico está aumentando a raíz de la revolución digital. Tal vez la energía sea el sector más importante de la economía mundial, con su volumen de transacciones de por lo menos 1,7 a 2 billones de dólares por año3. El Consejo Mundial de Energía estima 2 Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Consejo Mundial de la Energía, World Energy Assessment: Energy and the Challenge of Sustainability, Nueva York, 2000, pág. 3. 3 The Economist, "The slumbering giants awake", A Survey of Energy, supra, nota 1 de pie de página, págs. 6 y 7. -28- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO que la inversión mundial en energía entre 1990 y 2020 totalizará unos 30 billones de dólares a los precios de 19924. Sin embargo, hasta hace bastante poco los gobiernos consideraban que el sector era demasiado vital como para dejarlo librado a las fuerzas del mercado. Actualmente, en todas las regiones hay países que están desmembrando las estructuras verticalmente integradas que anteriormente intervenían en las actividades enteramente interrelacionadas de la cadena de energía y en muchos casos están transfiriendo simultáneamente al sector privado la propiedad o gestión de los servicios energéticos que eran estatales. El mercado energético es un mercado segmentado en el que podrían individualizarse más de 30 tipos de servicios diferentes. Este mercado parece incluir un pequeño número de grandes empresas, especialmente activas en los servicios relacionados con yacimientos petrolíferos, y una gran cantidad de pequeñas y medianas empresas (PYMES), cada vez más activas en determinados segmentos del mercado, como la gestión o la medición de la energía. Las empresas que operan en el sector tienen que ser flexibles para suministrar distintos tipos de servicios y capaces de atender rápidamente las peticiones de servicios y de suministrar servicios en distintos lugares. La concentración del mercado y la integración vertical que experimenta el sector resultan de esos requisitos, que muy pocas empresas pueden cumplir. Los servicios energéticos son necesarios en cada fase del proceso energético, desde la ubicación de la posible fuente de energía hasta su distribución al consumidor final, y constituyen el valor añadido de la cadena energética. Los servicios energéticos incluyen los prestados en la fase inicial de la cadena energética, como la prospección, la extracción, la perforación, la erección de torres de perforación y otros servicios de construcción, algunos de los cuales figuran en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios 4 Ibíd. -29- Simonetta Zarrilli (AGCS) como "servicios relacionados con la minería realizados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas". La segunda fase guarda relación con el transporte de energía, que en algunos casos es un segmento no diferenciado del transporte marítimo pero en otros una parte específica del sector energético, categoría del AGCS definida como el "transporte por tuberías de petróleo crudo o refinado, productos derivados del petróleo y gas natural". La tercera fase, al final de la cadena energética, comprende los servicios relacionados con el suministro de energía al consumidor final, como la categoría del AGCS denominada "servicios relacionados con la distribución de energía", que se refiere a los servicios "de transmisión y distribución, a comisión o por contrata, de electricidad, combustibles gaseosos, vapor y agua caliente a los hogares, centros industriales y comerciales y otros". Por otra parte, del proceso de reforma estructural que están llevando a cabo en los sectores energéticos tanto los países desarrollados como los países en desarrollo ha surgido un nuevo conjunto de servicios energéticos5. El desmembramiento de los sistemas energéticos integrados, la introducción de la competencia y la privatización de las empresas del 5 La reforma estructural del sector energético tiene por finalidad reducir los costos y aumentar el rendimiento económico y la eficiencia de ese sector imponiendo doctrinas y criterios comerciales de libre mercado. Puede referirse a una serie de medidas normativas y adoptar diferentes formas, como la privatización (venta de una parte o la totalidad de un sistema energético de propiedad del Estado a particulares, incluso a inversores extranjeros), el aumento de la competencia, la desmonopolización (especialmente el desmembramiento de un monopolio en entidades distintas) o la desregulación, que incluye tanto la eliminación de normas reguladoras como la reevaluación de los métodos de regulación en esferas en que sigue siendo pertinente mantenerla). La reforma de la legislación reguladora forma parte de un fenómeno más amplio, a saber, el que los gobiernos están dejando de intervenir directamente en los mercados. -30- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO Estado, especialmente en las fases iniciales de la cadena de gas natural y electricidad, han provocado la externalización de servicios que anteriormente estaban integrados, como la transmisión y distribución de energía, así como la demanda de nuevos servicios para aprovechar las oportunidades de un mercado energético más libre, como la organización de bolsas de electricidad, el suministro continuo de información sobre los precios de la energía, el intercambio y corretaje de energía o la gestión energética. Otros servicios nuevos son los relacionados con la reducción de las emisiones de gases de invernadero y el mercado de los derechos de emisión. Los hechos mencionados proporcionan el marco en el que los países en desarrollo tendrán que formular objetivos de política con respecto a los servicios energéticos y tratar de alcanzar esos objetivos en las negociaciones comerciales. Se deben tener presentes dos dimensiones. La primera es la dimensión de desarrollo, en cuyo marco deben examinarse una serie de cuestiones, como la de determinar en qué medida el fortalecimiento del sector de los servicios energéticos puede contribuir a un mejor y mayor acceso a la energía en los países en desarrollo y en qué medida la aplicación de la reforma estructural por los gobiernos de los países en desarrollo en su sector energético influye en sus propias perspectivas de desarrollo. La segunda dimensión es la dimensión comercial, en cuyo marco una de las principales preguntas que se deben responder es cómo se puede aumentar la competitividad de los países en desarrollo en el mercado mundial de servicios energéticos. Esta cuestión es particularmente importante para los países en desarrollo que son importantes productores de energía. Guarda relación con esto el hecho de que los países en desarrollo deben poder evaluar de alguna medida las consecuencias que podría tener para sus mercados de bienes y servicios energéticos la desregulación de los sectores energéticos de los principales países desarrollados. Es imprescindible encontrar las respuestas apropiadas a estas preguntas para que los compromisos contraídos en el sector de los servicios energéticos en las negociaciones del AGCS favorezcan la política energética general y el desarrollo sostenible de cada país en desarrollo. -31- Simonetta Zarrilli 1. Mercados sectoriales de energía y servicios energéticos Cada una de las distintas fuentes de energía (petróleo, gas natural, carbón, energía nuclear, energía renovable, electricidad primaria y secundaria) tiene su propio mercado de servicios energéticos. A. Petróleo Las actividades relacionadas con el petróleo y el gas incluyen la determinación inicial de las posibles reservas subterráneas (ingeniería de reservorios), que muchas empresas realizan actualmente utilizando servicios de perforación por procesamiento informático muy sofisticado; la erección de torres de perforación; el entubado de pozos; la construcción especializada de oleoductos y gasoductos y de refinerías; la purificación del petróleo y la licuación y regasificación del gas natural. En 1999 las actividades realizadas por las grandes empresas petroleras en la búsqueda de petróleo y gas representaron sólo la quinta parte de sus ingresos, pero aportaron dos terceras partes de sus beneficios. En cambio, los servicios de refinado y de venta al por menor, que nunca fueron actividades muy rentables, en los últimos años han pasado a serlo aun menos a causa de la estricta reglamentación ambiental y la intensa competencia de los nuevos participantes6. Las nuevas normas ambientales también se aplican al sector del transporte marítimo, con el resultado de que la utilización de la capacidad de la flota mundial de buques cisterna fue del 97% en 2000, la cifra más alta desde 19737. 6 The Economist, "Hunting the big one", 21 de octubre de 2000. 7 Financial Times, 1º de septiembre de 2000. -32- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO Recuadro 1 Licencia de prospección petrolera La licencia de prospección petrolera confiere a su titular el derecho exclusivo de buscar petróleo y solicitar una autorización de sondeo para desarrollar el yacimiento. La exclusividad del derecho implica que ningún otro inversor podrá obtener una licencia para buscar petróleo en la misma zona durante el período de la primera licencia. Más importante aún es que la licencia otorga a su titular el derecho a transportar y disponer del petróleo descubierto y almacenado durante las operaciones de prospección. La licencia puede venderse o transferirse, pero usualmente con el consentimiento de las autoridades del país. La licencia de prospección petrolera puede incluir condiciones y restricciones impuestas al inversor en la explotación de los recursos naturales, como la obligación de conservar el recurso, proteger el medio ambiente o promover la salud y la higiene. A pesar de la dominación de los sectores del petróleo y el gas natural por las grandes multinacionales verticalmente integradas que intervienen en la extracción, refinación y distribución de productos del petróleo y del gas (véase el recuadro 1), las empresas independientes tienen mucho margen para suministrar servicios especializados, ya que las multinacionales subcontratan la mayoría de los servicios que necesitan para buscar, explotar y suministrar el petróleo y el gas. La prospección y producción de petróleo y gas están estrechamente relacionadas (véase el recuadro 2). -33- Simonetta Zarrilli Recuadro 2 Servicios relacionados con el petróleo en el Ecuador En el Ecuador el sector del petróleo sigue estando ampliamente dominado por Petroecuador, la gran empresa petrolera estatal, que representa las tres cuartas partes de la producción petrolera del país y explota el 86% de los yacimientos petrolíferos. La Constitución ecuatoriana dispone que los recursos petroleros pertenecen al Estado, pero que su extracción y aprovechamiento pueden estar a cargo de empresas públicas o privadas, nacionales o extranjeras. El grado de liberalización que se ha alcanzado realmente en virtud de la legislación nacional en el sector de los servicios relacionados con el petróleo es considerable: se autoriza la participación de proveedores de servicios extranjeros en casi todas las actividades mediante distintas modalidades contractuales. Sin embargo, la subcontratación de servicios en el sector petrolero parece haber beneficiado principalmente a los proveedores extranjeros y no ha favorecido el desarrollo de un sector nacional de servicios. La contribución cualitativa a la economía ecuatoriana de una presencia extranjera en el sector del petróleo ha sido escasa. En particular, la transferencia de tecnología, el fomento de los conocimientos técnicos y administrativos nacionales y el aumento de la capacidad industrial nacional en el ámbito de la energía mediante vinculaciones interindustriales han sido limitados debido a la falta de tecnología y de conocimientos en materia de gestión y organización a nivel nacional, así como a la necesidad de reestructurar la empresa estatal. La mayoría de los servicios más avanzados se importan o son suministrados por empresas extranjeras establecidas en el país. Además, en algunos casos, los efectos de las actividades relacionadas con los servicios energéticos en la comunidad indígena y en el medio ambiente han sido negativos. En un juicio reciente entre Texaco y un grupo de indios amazónicos se acusó a esa empresa de haber provocado daños directos a 400.000 ha de tierras e indirectamente a 1.000.000 ha. Como parte de las estrategias del Gobierno destinadas a reactivar la industria, en noviembre de 1999 se inició el plan denominado "Apertura Petróleo 2000". La aplicación de ese plan será imposible sin una mayor participación de los inversores extranjeros. Fuente: UNCTAD, Análisis de las Políticas de Inversión: Ecuador (UNCTAD/ITE/IPC/Misc.2, 2000, págs. 14 y 59). -34- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO B. Gas natural El gas natural es una fuente de energía que está experimentando una fuerte y rápida expansión en todo el mundo, principalmente a causa de su potencial contribución al logro de los objetivos de la protección del medio ambiente y la diversificación energética. El gas suele transportarse y venderse a través de gasoductos tanto dentro de un país como entre países vecinos. Sin embargo, el transporte a muy larga distancia y a otros países suele realizarse por mar y el gas se transporta en forma de gas natural licuado (GNL). Los altos costos de transporte y los complejos problemas jurídicos y logísticos que entrañan la construcción y explotación de gasoductos internacionales contribuyen a explicar por qué la parte de la producción de gas natural que se comercia a nivel internacional sigue siendo relativamente baja: 24% frente al 70% en el caso del petróleo crudo. Las tres cuartas partes del comercio internacional de gas se realiza a través de gasoductos y la otra cuarta parte mediante el transporte de GNL. Sin embargo, se prevé que el comercio internacional de gas evolucionará progresivamente hacia la integración mundial. Los países que están ubicados geográficamente entre los países exportadores y los importadores se topan con una serie de problemas y retos específicos, ya que es necesario poder disponer de partes de sus territorios para el transporte de gas por gasoductos. La construcción y explotación de gasoductos puede traer consecuencias para el paisaje y el medio ambiente. La alta intensidad de capital y los largos plazos que requieren las inversiones en la construcción de gasoductos, así como lo complejo que resulta evaluar los costos y beneficios de autorizar el transporte de gas, hacen que sea difícil para los países de tránsito negociar acuerdos ventajosos en esta esfera y muchos de esos países están particularmente mal dotados para esa tarea8. 8 Los graves problemas que tienen los países en transición de Europa oriental y Asia central se ilustran en M. Bannikov, "Energy regulators in the -35- Simonetta Zarrilli La prospección y producción de gas natural están estrechamente relacionadas con la prospección y producción de petróleo. Sin embargo, las características de la transmisión y distribución de gas natural difieren mucho de las de la transmisión y distribución de petróleo y se asemejan más a las de la transmisión y distribución de electricidad. La transmisión comprende el transporte desde el punto de compra hasta las principales zonas de demanda, el almacenamiento de gas con fines estratégicos o de equilibrado y la distribución a empresas, grandes clientes y productores de electricidad. La distribución consiste en el transporte de gas hasta los consumidores finales a través de gasoductos locales de presión baja o media. Otros servicios relacionados con la distribución son el almacenamiento, la lectura de contadores, la facturación y la contabilidad administrativa. Tradicionalmente el sector del gas ha estado dominado por empresas estatales de servicios públicos integradas verticalmente, que producen, compran o importan gas y lo almacenan, transportan y distribuyen a los consumidores finales. La introducción de la competencia en algunos países ha alterado esa tendencia y ha dado lugar a la aparición de empresas independientes. En los mercados liberalizados el transporte de gas por gasoductos, que sigue siendo un monopolio natural, se ha separado de las demás funciones, a saber, la producción, la venta al por mayor y la comercialización al por menor. El acceso reglamentado de terceros ofrece a todo productor de gas la posibilidad de transportar su producto al mercado final y permite a los clientes comprar gas a cualquier productor o mayorista. El libre acceso al transporte y a servicios como el almacenamiento ha fomentado la aparición de un gran número de operadores. Al comprar gas a uno o varios productores y revenderlo posteriormente a otros, que a su vez pueden revenderlo, esos operadores son más que simples emerging markets", International Energy Law and Taxation Review, Nº 8, agosto de 2000. -36- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO intermediarios en la cadena de suministro, ya que pasan a competir con los proveedores tradicionales9. C. Carbón El carbón es el combustible fósil más abundante. La combustión del carbón contribuye a importantes problemas ambientales, como la contaminación del aire o el calentamiento de la Tierra. Sin embargo, en muchos países el carbón sigue siendo la fuente más barata de energía. El mayor consumidor de carbón es el sector de la electricidad. El volumen de carbón que es objeto de comercio internacional representa poco más del 10% del consumo total10. El aprovechamiento de los abundantes recursos carboníferos existentes implica cada vez más hacer frente a problemas técnicos y regulatorios, ya que se debe mejorar la eficiencia de la combustión y a la vez proteger el medio ambiente. Por lo tanto, la industria del carbón se ve obligada a emplear cada vez más capital y tecnología. La mayoría de los aspectos de la industria del carbón guardan relación con los bienes. Sin embargo, hay empresas que suministran servicios de minería y procesamiento del carbón a terceros, a comisión o por contrata. Al parecer, el transporte y la distribución de carbón son similares a los de otras mercancías11. Por consiguiente, el carbón es la forma de energía que implica menos actividades de servicios y como tal se ve poco afectada por la disciplina del AGCS. Sin embargo, al requerir cada vez más tecnología, la industria del carbón puede atraer más servicios. 9 Organismo Internacional de Energía, Regulatory Reform: European Gas, OCDE/OIE, París, 2000, pág. 11. 10 A. Bisio y S. Boots, The Wiley Encyclopaedia of Energy and the Environment, vol. 1, Wiley, Nueva York, 1997. 11 OMC, Servicios de Energía: Nota documental de la Secretaría, S/C/W/52, 9 de septiembre de 1998, pág. 5. -37- Simonetta Zarrilli D. Electricidad La electricidad secundaria puede generarse mediante distintas fuentes de energía primaria, como el carbón, el petróleo o el gas natural. El sector de la electricidad primaria comprende las centrales nucleares, las centrales hidroeléctricas, las centrales eólicas y las demás fuentes de energía renovable. Dentro del sector de la electricidad cabe distinguir cuatro funciones principales. La primera es la generación, o conversión de energía primaria en energía eléctrica, que comprende la explotación de centrales eléctricas y la obtención de energía primaria. La segunda es la transmisión, o transporte de energía eléctrica al por mayor de los productores o las fuentes de importación a las compañías de distribución y a ciertos grandes clientes finales. Esta función también incluye el transporte de energía eléctrica entre redes eléctricas o entre países. La entidad administradora de la red de transmisión se encarga de gestionar la red de transmisión de alta tensión y es el centro técnico de todo sistema de electricidad. La distribución consiste en el transporte de energía eléctrica desde la red de transmisión hasta el cliente final mediante líneas de distribución de tensión media y baja. En la mayoría de los países hay una entidad administradora de la red de transmisión y varias entidades de distribución. La cuarta función, el suministro, comprende la venta de electricidad a los usuarios finales, la lectura de contadores y la facturación, así como otros servicios al cliente, como el suministro de información, el asesoramiento o la financiación. Dado que la transmisión y la distribución siguen siendo monopolios naturales en determinadas zonas geográficas, el acceso a la red sin discriminación es fundamental para los nuevos proveedores del mercado de la electricidad. Todos los planes de reforma del sector entrañan cierto grado de separación entre la gestión de la red y la generación de electricidad. A falta de un mecanismo de ese tipo, las antiguas empresas monopolistas de servicios podrían mantener un acceso privilegiado a la red para realizar sus propias transacciones eléctricas. -38- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO La compra y venta de electricidad al por mayor puede reglamentarse mediante contratos bilaterales, que se negocian entre participantes individuales, o mediante una especie de bolsa, que funciona a modo de contrato multilateral previamente pactado entre los participantes en el mercado. Las bolsas de electricidad constituyen un mercado de energía eléctrica abierto y competitivo, que funciona como un mercado bursátil que establece un rápido orden de prioridades basado en las ofertas que ha recibido. La idea de crear mercados competitivos al por mayor de electricidad está ganando impulso y actualmente funcionan bolsas de electricidad en varios países europeos, en la provincia canadiense de Alberta (véase el recuadro 3) y en Australia, Chile y la Argentina. Estas bolsas deben estructurarse cuidadosamente mediante una reglamentación oportuna para garantizar que todos los participantes puedan acceder a ellas libremente y sin discriminación y para evitar el abuso del poder de mercado. Están apareciendo proveedores de servicios que efectúan las compras al por mayor en nombre de los clientes finales. Esos proveedores pueden o no participar en la infraestructura del sector de la electricidad propiamente dicha pero pueden suministrar sólo el servicio de compra de electricidad para suministrarla a los consumidores. Tradicionalmente estos servicios de transacciones se prestaban por teléfono, pero actualmente se están desplazando a Internet. Existen varios sitios web por medio de los cuales se suministran servicios directos de comercialización y corretaje de electricidad y otros productos energéticos. Una gran empresa norteamericana ha comunicado que en 2000 efectuó en línea unos 550 millones de transacciones. -39- Simonetta Zarrilli Recuadro 3 Bolsas de electricidad: la experiencia de Alberta Desde enero de 1996 ha venido funcionando en Alberta la Bolsa de Electricidad, que opera como un mercado de valores. Para cada hora del día siguiente los proveedores ofrecen vender electricidad a la Bolsa a diversos precios y en distintas cantidades. Esos proveedores son comerciantes, productores independientes de electricidad o importadores. Al mismo tiempo, los compradores (minoristas, clientes de acceso directo y exportadores) hacen sus ofertas de compra indicando cuánta electricidad están dispuestos a comprar a distintos precios. Las ofertas de compra se clasifican de las más elevadas a las más bajas según el precio que se esté dispuesto a pagar. Sobre la base de esas ofertas de compra y de venta se prevé cuánta electricidad se necesitará en el sistema durante una hora concreta y qué centrales suministrarán la electricidad para satisfacer la demanda. Se fija un precio único para cada hora y para esa hora toda la energía se vende al precio fijado en la Bolsa. En este sistema se recurre en primer lugar a las centrales con precios más baratos y sólo en caso necesario se recurre a las más caras para atender una demanda más elevada. La Bolsa se creó con arreglo a la Ley de empresas eléctricas públicas. El Consejo de la Bolsa, que es un órgano independiente, gestiona la Bolsa y se encarga de su funcionamiento. Además, otro órgano independiente, la Administración de la Transmisión, supervisa el uso del sistema de transmisión por los compradores y vendedores para garantizar unas tarifas justas, el acceso sin discriminación para todos los participantes en el mercado y el funcionamiento seguro y fiable del sistema. Sin embargo, en el último trimestre de 2000 y el primero de 2001 los precios de la electricidad experimentaron subidas muy importantes debido a la falta de capacidad para generar energía adicional. Si bien se espera que a la larga el sector responderá aumentando su capacidad, el Gobierno de Alberta ha sido objeto de duras críticas por parte de varios sectores por su mala gestión de la transición a un nuevo mercado liberalizado. Fuente: Departamento de Desarrollo de los Recursos Naturales de Alberta, Power of Competition, sitio web: www.resdev.gov.ab.ca/electric/general/ oc-5htm; y expertos canadienses en energía. Otra empresa que relaciona compradores y vendedores de electricidad, gas y productos similares ha comunicado transacciones por unos 1.500 millones de dólares mensuales. Los comerciantes y -40- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO corredores de electricidad agrupan las ofertas de energía, intercambian una forma de energía por otras formas de energía o servicios, y suministran energía eléctrica suplementaria en las horas de mayor consumo12. Actualmente varias empresas de América del Norte ofrecen a sus clientes paquetes que incluyen bienes y servicios destinados a ahorrar energía (véase el recuadro 4). Los ahorros suelen lograrse mediante un equipo y controles más eficientes. Sin embargo, este tipo de proyecto requiere importantes inversiones iniciales, por lo que se necesitan fuentes de financiación. Recuadro 4 Ejemplo de contrato entre una empresa privada de servicios energéticos y un cliente El siguiente es un ejemplo del tipo de contrato que puede ofrecer a un cliente una empresa privada de servicios energéticos. La empresa determina y evalúa las oportunidades de ahorro de energía y luego recomienda un paquete de mejoras que se pagarán con los ahorros que se hagan. La empresa suele garantizar que los ahorros igualarán o superarán los pagos anuales destinados a sufragar todos los gastos del proyecto, generalmente por un plazo contractual de siete a diez años. Para garantizar los ahorros, la empresa también puede ofrecer capacitación al personal y servicios de mantenimiento a largo plazo. A comienzos de mayo de 2001 una de esas empresas anunció que un instituto universitario de Los Ángeles le había otorgado un contrato valorado en casi 6,5 millones de dólares. La empresa está realizando mejoras en las instalaciones de 17 importantes edificios del instituto, que reducirán los costos energéticos y permitirán ahorrar unos 9,4 millones de dólares. Según lo estipulado en el contrato, la empresa tiene que instalar un nuevo alumbrado interior y exterior en todo el campus para facilitar una mejor iluminación a un costo más bajo. La empresa sustituirá los actuales sistemas de calefacción, 12 R. Thompson, Integrating Energy Services into the World Trading System, Energy Services Coalition, abril de 2000, págs. 16 y 40. -41- Simonetta Zarrilli ventilación y aire acondicionado, de uso constante, por sistemas que se adapten a las necesidades de uso, permitiendo así que el instituto los haga funcionar según el número de personas que utilicen las instalaciones en cada momento y los cambios de horario destinados a ahorrar energía. Esa empresa privada también instalará aire acondicionado en otros cinco edificios y añadirá un dispositivo de acumulación térmica para producir agua fría durante la noche, cuando los costos de la electricidad son más bajos. El agua fría se utilizará entonces al día siguiente durante los períodos de mayor demanda de electricidad, cuando los costos son más elevados. Según el Director General de la empresa, el proyecto proporcionará al instituto una mejor iluminación e instalaciones adicionales de aire acondicionado, permitiendo a la vez un importante ahorro de energía. La creación de la mayoría de los mercados de electricidad al por mayor ha ido acompañada de la formación de mercados financieros para gestionar los riesgos inherentes al comercio de cualquier mercancía. En el mercado de la electricidad deben tenerse en cuenta riesgos tales como los cambios en los precios de los combustibles, los cambios de la demanda a corto y largo plazo, y los cambios reglamentarios y políticos. Por lo tanto, la eficacia de los mercados financieros para el sector de la electricidad se ha convertido en un instrumento fundamental en la gestión de las fluctuaciones de los precios (véanse los recuadros 5 y 6). Recuadro 5 El proyecto Dabhol En 1991 el Gobierno de la India abrió el sector de la electricidad a la inversión privada para aumentar la capacidad eléctrica a fin de que pudiesen alcanzarse los objetivos perseguidos. Un gran número de posibles inversores expresaron su interés en poner en marcha proyectos independientes en el sector de la electricidad en varias zonas del país. Un litigio entre una empresa de energía de los Estados Unidos y el Gobierno del Estado indio de Maharashtra, al que -42- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO se dio mucha publicidad, puso de manifiesto los conflictos que pueden surgir entre los inversores extranjeros y los gobiernos de los países receptores. El proyecto Dabhol se inició en 1992 con el fin de instalar en Dabhol la mayor central eléctrica privada del mundo. En 1995 el Gobierno del Estado de Maharashtra recientemente elegido decidió cancelar el proyecto a pesar de que la empresa estadounidense y las empresas asociadas a ésta ya habían invertido 300 millones de dólares. El nuevo Gobierno alegó que su predecesor había negociado secretamente el contrato en condiciones que favorecían a la empresa estadounidense y desaventajaban a los consumidores. También alegó que el procedimiento de autorización del proyecto había sido irregular. A comienzos de 1996 la empresa extranjera volvió a negociar un acuerdo con el Gobierno del Estado por el que se autorizaba la continuación del proyecto. El proyecto Dabhol incluye dos centrales, una de 740 MW que ya está en funcionamiento y otra de 1.624 MW, por un monto de 3.000 millones de dólares, cuya puesta en funcionamiento se preveía para fines de 2002. Últimamente la situación ha cambiado a raíz de la bancarrota, ocurrida en diciembre de 2001, de la empresa estadounidense que poseía la mayor parte de la Empresa de Energía Dabhol (EED). Cuando se preparó el presente texto, siete grupos importantes, tanto extranjeros como indios, habían expresado interés en adquirir una participación en la empresa. El único cliente de la central es la Junta de Electricidad del Estado de Maharashtra (JEEM), que no puede permitirse pagar la electricidad al precio impuesto por la EED. En enero de 2001 la JEEM estuvo a punto de no poder pagar 23 millones de dólares por facturas que debía a la empresa de electricidad desde octubre de 2000. La central está cerrada desde agosto de 2001, porque la JEEM no podía pagar la electricidad suministrada por la EED. Las tarifas son elevadas porque la JEEM se ha comprometido a pagar a la empresa la capacidad a plena carga sobre la base de un factor de carga de la central más elevado aunque reciba menos energía de la empresa. Si la JEEM considera que sus necesidades energéticas para determinado mes son inferiores, puede pedir a la empresa que opere con una capacidad inferior. En esos casos la JEEM tendrá que pagar el costo del combustible sólo por las unidades generadas. Sin embargo, las cargas de capacidad, que incluyen la deuda, los gastos fijos de gestión y los beneficios de la empresa estadounidense y las demás partes -43- Simonetta Zarrilli interesadas, tienen que pagarse en su totalidad. Así pues, si la JEEM obtiene más energía del proyecto Dabhol, el costo por unidad se reduce con respecto a las cargas de capacidad. Sin embargo, aunque la central esté funcionando casi a plena capacidad, la electricidad que suministra es más cara que la de otras fuentes de que dispone la JEEM. La incapacidad de la JEEM para pagar sus facturas no se debe enteramente a Dabhol. Como ocurre en otros Estados de la India, el Gobierno de Maharashtra obliga a la Junta de Electricidad a suministrar electricidad a los agricultores y otros consumidores seleccionados a un precio inferior al costo. La JEEM pierde por robo o escape la tercera parte de la electricidad que compra. Las reformas que se están debatiendo en la India podrían ser útiles. Mediante un proyecto de ley que se encuentra en el Parlamento se fomentaría un verdadero comercio de la electricidad, que permitiría a Dabhol buscar clientes distintos de la JEEM. El caso de Dabhol pone claramente de relieve algunas de las principales deficiencias que pueden presentarse en el proceso de toma de decisiones en el sector de la electricidad. Se invitó al país a productores independientes de electricidad, pero no se han introducido las reformas necesarias, como la creación de organismos de regulación independientes con suficiente competencia para cumplir eficazmente su función, a saber, regular las decisiones y operaciones del sector de la electricidad. Los problemas relacionados con el cobro de las cuotas a los clientes y el mantenimiento de los sistemas de transmisión y distribución podrían haberse resuelto mediante una reforma iniciada en la fase de distribución, para que todo proveedor de electricidad pudiera tener la seguridad de que las cuotas se cobraran y se hicieran los pagos por la electricidad vendida. Una mejor gestión de las redes podría haber garantizado el transporte de electricidad entre los Estados para corregir el desequilibrio entre la capacidad de carga básica y la capacidad de carga punta. En diciembre de 2000 y enero de 2001 toda la red septentrional de la India sufrió un importante colapso. La paralización es un síntoma de los problemas mencionados. Al abrir el mercado de la electricidad a las empresas extranjeras, la India trató de resolver el problema de la insuficiencia de inversiones y una gestión inadecuada en la generación, transmisión -44- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO y distribución de electricidad. Sin embargo, haber abierto el mercado antes de resolver una serie de cuestiones fundamentales suscita algunas dudas acerca de lo acertado de esa decisión. El caso Dabhol también pone de manifiesto las dificultades que puede tener un país en desarrollo para tratar con las grandes empresas energéticas, especialmente si éstas ejercen una gran influencia política en su propio país y, por ese medio, influyen en la política del país receptor. La situación se complica aún más cuando las empresas extranjeras se dedican a prácticas de cabildeo cuestionables para lograr contratos o sobornan a políticos o partidos. Fuentes: "Enron in India: Generation gaps", The Economist, 13 de enero de 2001; R. K. Pachauri, "Dabhol: A big mistake?", The Economic Times, 9 de enero de 2001; P. Bidway, "Lessons from Enron's collapse: The way out in Dabhol", The Daily Star, 12 de febrero de 2002. La electricidad puede considerarse a la vez como un bien y como un servicio. No puede almacenarse y tal vez éste sea uno de los factores fundamentales por los que los redactores del Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) consideraron que no debía clasificársela como un bien. Sin embargo, posteriormente varias Partes Contratantes en el GATT empezaron a considerar que la electricidad era un bien y algunas de ellas la incluyeron en sus consolidaciones arancelarias. Si bien es cierto que en el Sistema Armonizado de designación y codificación de mercancías (SA) elaborado por la Organización Mundial de Aduanas (OMA) la energía eléctrica se considera una mercancía, se trata de una partida opcional, de modo que los países de la OMA no están obligados a clasificarla como tal a efectos arancelarios, lo cual indica que algunos países no la consideran una mercancía sino un servicio13. En el Tratado de Libre Comercio entre el Canadá y los Estados Unidos y en el posterior Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) las partes 13 OMC, op. cit., pág. 3. -45- Simonetta Zarrilli despejaron toda duda que pudiera haber sobre esta cuestión sometiendo específicamente la electricidad a las disciplinas sobre el comercio de bienes. Actualmente la mayoría está de acuerdo en que la producción de energía primaria y secundaria no constituye un servicio sujeto a las normas del AGCS, sino que da lugar a bienes cuyo comercio se rige por las normas del GATT. Por otro lado, el transporte y la distribución suelen considerarse como servicios si se suministran de forma independiente, lo que podría implicar que, cuando las actividades relacionadas con la producción de energía se realizan mediante una presencia comercial en el país receptor, se aplicaría el Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio. Recuadro 6 Crisis energética de California En el primer trimestre de 2001 los californianos padecieron una serie de emergencias relacionadas con el suministro de energía porque las dos principales empresas eléctricas estatales no podían comprar electricidad a causa de restricciones financieras. Desde octubre de 2000 las empresas se han visto obligadas a comprar electricidad a precios mucho más elevados (hasta cinco veces) de los que se les permite cobrar a sus clientes minoristas, por lo que han acumulado deudas por valor de más de 12.000 millones de dólares. Los precios al por mayor aumentaron debido a la escasez de oferta y al incremento de la demanda. La limitada capacidad de transmisión dificultó la importación de electricidad desde los países vecinos. Los efectos de la disminución de la oferta se vieron agravados por normas estructurales que obligaron a las empresas eléctricas a comprar toda la electricidad en un solo mercado, la bolsa de energía del Estado, con un día de antelación como máximo. La intención era impedir que los contratos a largo plazo entre los principales agentes limitaran la competencia. El resultado fue la introducción de un elemento de volatilidad de los precios que sobrepasó las previsiones financieras. Según algunos, la situación -46- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO actual es el resultado de un proceso de liberalización que no estuvo bien planificado desde el principio. Cuando el sector de la electricidad pasó de ser una estructura reglamentada a otra basada en las leyes del mercado se hizo un esfuerzo para tener en cuenta las preocupaciones de todas las partes interesadas, principalmente las empresas proveedoras, que querían ser indemnizadas por los "gastos no amortizados" (éstos, que constituyen una característica específica de la transición entre regímenes reguladores, son los gastos no amortizados de inversiones anteriores que está previsto recuperar con las tarifas del monopolio regulado pero que no se recuperarían en un régimen de competencia); las organizaciones de consumidores, que querían que se mantuviera el trato especial que recibían grupos particulares; y las organizaciones ecologistas, que querían que se diera a las consideraciones ambientales una importancia especial y se oponían a la construcción de nuevas centrales eléctricas. Como de algún modo esos intereses se encontraban en conflicto, no fue posible que el mercado liberalizado funcionara debidamente. Por otro lado, como el sector de la energía es extremadamente sensible desde una perspectiva social y económica, resulta difícil reformarlo sin tener en cuenta las posturas de las principales partes interesadas. Otra lección que cabe extraer de la experiencia californiana es que la reforma no tiene que ver únicamente con la competencia, sino también con una inversión suficiente en la generación y la transmisión, y que debería ir acompañada de normas regulatorias cuidadosamente planificadas. Los países en desarrollo que están llevando a cabo una reforma estructural del sector de la electricidad deben tener presentes esos problemas, que pueden agravarse cuando los recursos financieros y administrativos son escasos y son muchos los hogares y las industrias que no pueden permitirse pagar la electricidad a un precio adecuado. Fuentes: "The electricity crisis in California: Causes and consequences", Oxford Analytica, 30 de enero de 2001; "California's power crisis", The Economist, 20 de enero de 2001; "When the lights go out", The Economist, 20 de enero de 2001; "Light on solutions", The Economist, 13 de enero de 2001; "Serious flaws hinder power market", Energy & Utilities Review, Financial Times Special Report, diciembre de 2000. -47- Simonetta Zarrilli E. Energía nuclear Después de las crisis petroleras del decenio de 1970 la energía nuclear pareció convertirse en una fuente estable y económica que garantizaría la seguridad del suministro. En los últimos años su crecimiento se ha estancado debido a una baja de los precios de los combustibles fósiles, que han hecho económicamente más atractiva la producción de electricidad a partir del carbón y el gas, y a una inquietud creciente entre la población14. Sin embargo, actualmente un número cada vez mayor de expertos consideran que habrá que tener seriamente en cuenta la energía nuclear si el mundo ha de satisfacer el drástico aumento que se prevé en la demanda de energía y reducir las emisiones de dióxido de carbono. En el futuro, el mayor incremento de la energía nuclear se dará en los países en desarrollo, especialmente los de Asia. Este escenario puede causar una transferencia de conocimientos especializados y equipo de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) y las economías en transición a los países en desarrollo. La energía nuclear no depende únicamente de las centrales y de los fabricantes de centrales nucleares, sino también de que haya una infraestructura importante, que incluya personal especializado, órganos de regulación, y medios e instalaciones industriales y de investigación. Tiene una relativa intensidad de capital y de servicios. Las principales actividades nucleares que pueden entrar en el ámbito de los servicios son las relacionadas con el proceso de transformación (obtención de uranio, conversión del óxido de uranio en hexafluoruro de uranio, servicios de enriquecimiento nuclear, fabricación de combustible, producción de energía secundaria a partir de la reacción nuclear); la ingeniería y los servicios de gestión de proyectos, la inspección y los servicios de mantenimiento; servicios de seguridad nuclear; servicios relacionados con la eliminación de los desechos del 14 Organismo Internacional de Energía, World Energy Outlook: 2000 Edition, OCDE/OIE, París, págs. 354 y 356. -48- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO combustible nuclear; y la investigación y el desarrollo. Los distintos servicios suelen ser suministrados por proveedores diferentes. El artículo XIV bis del AGCS incluye, entre las excepciones relativas a la seguridad, las medidas que adoptan los Miembros para proteger los intereses esenciales de su seguridad "relativas a las materias fisionables o fusionables o a aquellas que sirvan para su fabricación". No está claro si los intereses esenciales en materia de seguridad pueden estar en juego en el comercio internacional de servicios de energía nuclear con fines pacíficos15. F. Fuentes renovables de energía Las fuentes renovables de energía comprenden las fuentes renovables no hidroeléctricas, como la bioenergía, la energía heliotérmica y la energía solar fotovoltaica, la energía eólica, la energía marina mecánica y térmica, y la energía geotérmica. Las aplicaciones hidroeléctricas en pequeña y muy pequeña escala también se incluyen en la definición común de fuentes renovables de energía16. La energía no comercial representa un 2% del consumo de energía en los países industrializados y un promedio del 30% en los países en desarrollo. En algunos países en desarrollo de renta baja, la biomasa tradicional constituye el 90% o más del consumo total de energía17. En la mayoría de los países en desarrollo una parte considerable de la población vive en zonas remotas poco pobladas, con escasas posibilidades de tener un acceso rápido a redes de electricidad. En esos lugares no cubiertos por redes los sistemas de 15 OMC, op. cit., pág. 7. 16 Organismo Internacional de Energía, World Energy Outlook: 2000 Edition, pág. 291; Organismo Internacional de Energía, Renewable Energy Policy in IEA Countries, vol. I: Overview, OCDE/OIE, París, 1997, pág. 37. 17 World Energy Assessment, pág. 4 -49- Simonetta Zarrilli energía renovable suelen ser el medio más económico de suministrar alumbrado y electricidad. Las fuentes renovables de energía están distribuidas de forma más equilibrada que las fuentes convencionales y tienden a ser más favorables al medio ambiente. La actual capacidad instalada de esas fuentes de energía renovables sólo refleja una parte del potencial estimado18. Si un número cada mayor de países van a depender de las energías renovables para atender parte de su déficit energético y alcanzar los objetivos en materia de medio ambiente, cabe esperar en el sector un flujo de capital, conocimientos y tecnología. En el sector de las fuentes renovables de energía los servicios consisten en una amplia serie de actividades, desde la individualización y explotación de esas fuentes hasta la explotación del servicio. Los servicios en el sector de la energía renovable suelen guardar relación con actividades como la ingeniería, la consultoría, la investigación y el desarrollo (I+D), el diseño, los estudios de viabilidad, la evaluación del impacto ambiental y la vigilancia del medio ambiente. 2. Comercio internacional de servicios energéticos y obstáculos al comercio Los servicios energéticos pueden suministrarse con arreglo a los Modos 1 (comercio transfronterizo), 3 (presencia comercial extranjera) y 4 (movimiento de personas físicas). El Modo 1 se refiere 18 En el caso de la India, el potencial energético de la biomasa y de los desechos agrícolas es de 17 GW, con una capacidad instalada de 49 MW; el potencial hidroeléctrico en pequeña escala es de 10 GW y la capacidad instalada ha descendido a 271 MW. Las estimaciones sitúan el potencial de la energía marina en 50 GW, si bien la capacidad de producción es nula. OIE, World Energy Outlook: 2000 Edition, págs. 329 y 220 (estimaciones relativas a la capacidad y el potencial de las fuentes renovables de energía en 1999). -50- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO en particular a los servicios de comercialización y corretaje por Internet y a los servicios profesionales que pueden suministrarse por correo o electrónicamente, como los de consultoría o los jurídicos. El Modo 1 también comprende los servicios relacionados con la transmisión transfronteriza de electricidad y gas a través de gasoductos y en redes interconectadas. El Modo 3 es sumamente importante, ya que comprende todas las distintas formas de presencia comercial extranjera, como los sistemas de construcción, explotación y retrocesión (CER) y de productores independientes de electricidad (PIE)19. El Modo 4 incluye el movimiento de profesionales calificados que suministran servicios técnicos y administrativos, así como el movimiento del personal semicalificado y no calificado que se necesita, por ejemplo, para construir y mejorar instalaciones y redes. Al penetrar en los mercados extranjeros, los proveedores internacionales de servicios energéticos se topan con los mismos obstáculos tradicionales que los proveedores de servicios de otros sectores. Por ejemplo, en el caso del Modo 1 se necesita que un profesional nacional certifique la labor jurídica, de ingeniería o de consultoría que se realiza desde el extranjero. En el caso del Modo 3, los obstáculos comprenden restricciones a la participación de capital 19 En el sistema CER (construcción, explotación y retrocesión) el Estado invita a un contratista a financiar una central eléctrica, a construirla y explotarla, y a vender la producción al sistema nacional por un período lo suficientemente largo (normalmente 20 años) como para amortizar los gastos y obtener un rendimiento adecuado de su inversión. Al concluir el período estipulado, el constructor propietario retrocede la propiedad de la central al Estado donde se ha construido, que sigue explotándola. En el sistema PIE (productores independientes de electricidad) cada central generadora vende la electricidad que produce al sistema y funciona de conformidad con éste, pero no le pertenece. El propietario que explota una de estas empresas independientes no está obligado a retroceder la propiedad de la central durante la vida de ésta, ni a limitar sus ingresos a un nivel acordado previamente con el Estado, por lo que está sujeto a un control gubernamental mucho menos estricto que el que se ejerce con arreglo al sistema CER. -51- Simonetta Zarrilli extranjero, requisitos de nacionalidad para los cargos superiores o la mayoría de los directores, la limitación de las posibilidades de los extranjeros de acudir a los tribunales en caso de controversia con sus asociados nacionales, la limitación de la propiedad de instalaciones o tierras por extranjeros, la preferencia a favor de las empresas nacionales y las normas de contratación pública. En el Modo 4 los obstáculos consisten en dificultades para obtener visados y permisos de trabajo, el no reconocimiento de los títulos profesionales obtenidos en el extranjero, la imposición de límites temporales a la presencia de expertos extranjeros y la exigencia de pruebas de necesidades económicas. Hay, sin embargo, algunas barreras comerciales específicas al suministro de servicios energéticos. En el caso del Modo 1 consisten en la limitación del acceso a la red de transmisión, la limitación de los derechos de tránsito, derechos de transmisión inequitativos o no transparentes, la sujeción del comercio transfronterizo de energía a una presencia comercial, y limitaciones a la transferencia transfronteriza de capitales para financiar las transacciones relacionadas con la energía. En el Modo 3 las limitaciones específicas pueden incluir dificultades para obtener un acceso sin control, a un precio competitivo, a las redes de transmisión y distribución debido a los derechos exclusivos y monopolios preexistentes (lo mismo ocurre en muchos otros sectores de servicios, como el transporte aéreo y las telecomunicaciones). Por consiguiente, la liberalización del comercio de servicios energéticos podría requerir algunas salvaguardias en materia de competencia destinadas a garantizar el acceso a redes que son escasas (véase el recuadro 7). Una práctica que suelen utilizar los participantes establecidos en el país consiste en aplicar reducciones temporales de tarifas para impedir que nuevos participantes construyan su estrategia comercial. Una manera de combatir esa práctica es imponer a los precios un nivel mínimo en vez de un tope. Por ejemplo, el Estado de Texas, que inició el proceso de desreglamentación del sector de la electricidad en 1999, está fomentando la competencia haciendo extensiva la reglamentación tarifaria a las empresas correspondientes durante los primeros cinco -52- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO años de desreglamentación20. En general se considera que la no transparencia de los marcos reglamentarios es un obstáculo al comercio. Algunos segmentos del sector energético dependen de unas inversiones considerables que sólo pueden recuperarse a largo plazo, por lo que las limitaciones a la propiedad y el control de las empresas son importantes obstáculos al establecimiento de empresas extranjeras. Recuadro 7 El mercado único de la electricidad en la Unión Europea Durante varios decenios la producción de electricidad en la Unión Europea (UE) se ha basado en la producción monopolística y en 15 mercados nacionales separados. En diciembre de 1996, tras ocho años de negociaciones, se aprobó la Directiva 96/92 CE (Diario Oficial Nº 27, de 30 de enero de 1997) con el objeto de contribuir a alcanzar los tres objetivos de la UE en materia de política energética, a saber, el aumento de la competitividad, la mejora de la protección ambiental y el aumento de la seguridad de los suministros energéticos. La Directiva regula el acceso a la red de electricidad, los mecanismos para la entrada en el negocio de la producción de electricidad y el acceso de algunos usuarios finales a productores o proveedores de energía alternativos de la UE. Teniendo en cuenta la importante reestructuración a que deben someterse las empresas para adaptarse al nuevo entorno competitivo, la Directiva permite que los países abran sus mercados de forma progresiva. En ella se indican tres fechas para la liberalización: el 19 de febrero de 1999, en que por lo menos el 26% de la demanda nacional de electricidad tenía que estar liberalizada y los consumidores de más de 100 gigavatios por hora (GWh) anuales (como "tamaño de referencia") estaban autorizados a elegir a su proveedor; el 19 de febrero de 2000 (por lo menos el 28% de la demanda nacional de electricidad tenía que estar liberalizada, y el "tamaño de referencia" se estableció en 40 GWh); y el 19 de febrero 20 "The electricity crisis in California: The impact on deregulation initiatives in other states", Oxford Analytica, 30 de enero de 2001. -53- Simonetta Zarrilli de 2003 (por lo menos el 33% de la demanda nacional de electricidad tendrá que estar liberalizada, y el "tamaño de referencia" se establecerá en 9 GWh). Sin embargo, la mayoría de los Estados miembros están avanzando a un ritmo superior al exigido por la Directiva. Este tipo de apertura gradual puede producir unos efectos dinámicos interesantes. Ya que los usuarios de igual tamaño pueden verse sujetos a normas muy distintas en la compra de electricidad, y si la liberalización da lugar efectivamente a una importante reducción de los precios, es posible que las empresas que compitan en el mercado del producto final (el mercado de bienes) paguen precios muy diferentes por la electricidad. En la medida en que este hecho tenga efectos importantes sobre la rentabilidad en general, los usuarios de los Estados miembros menos liberalizados podrán ejercer presión para lograr una mayor liberalización interna. El mismo fenómeno podría producirse con mayor amplitud en el ámbito internacional. En la reunión del Consejo Europeo celebrada los días 23 y 24 de marzo de 2001 se respaldó el objetivo general de abrir los mercados nacionales del gas y la electricidad, pero se rechazó el plan de la Comisión Europea de fijar para 2005 la fecha en que se permitiría a todos los europeos elegir a sus proveedores de electricidad y gas. Sin embargo, los Jefes de Gobierno de la Unión Europea estuvieron de acuerdo en autorizar a la Comisión a emplear el derecho de la competencia para ejercer presión sobre los países para que liberalizaran sus mercados e impidieran que los proveedores que fueran monopolios compitieran deslealmente en los mercados liberalizados de otros países de la Unión Europea. A pesar del proceso de liberalización, existen obstáculos al comercio y la competencia real sigue siendo limitada. Ha resultado muy difícil luchar contra el poder de mercado de los antiguos monopolios y oligopolios nacionales, que siguen dominando la mayoría de los mercados nacionales. La obtención de un acceso no restringido, a un precio competitivo, a las redes de transmisión y distribución sigue siendo un problema, en particular cuando están controladas por grandes empresas integradas que tienen un vivo interés en impedir que las utilicen posibles rivales. Además, las complejas participaciones accionariales cruzadas que vinculan a las grandes empresas regionales de producción y de transmisión con las empresas de distribución controladas por los municipios también han -54- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO creado sólidas alianzas, que han resultado ser un obstáculo difícil de superar para los posibles nuevos proveedores. La armonización de las tarifas de transmisión será fundamental para que las ventas transfronterizas de electricidad aumenten y erosionen el poder de mercado de los proveedores nacionales dominantes. Los esfuerzos para sustituir las tarifas nacionales y regionales por una tarifa única se vieron frenados en noviembre de 2000 debido al desacuerdo entre los Estados miembros. La congestión de las redes de suministro nacionales y los enlaces faltantes también inhiben el libre comercio. En 2000 el comercio transfronterizo representó sólo el 7% del consumo total de electricidad y el bajo nivel de capacidad de interconexión de algunos Estados miembros limita los beneficios de la apertura de los mercados. El 20 de diciembre de 2001 la Comisión propuso un paquete de infraestructura energética destinado a optimar el aprovechamiento de la infraestructura de gas y electricidad existente y fomentar la construcción de una nueva infraestructura para aprovechar los beneficios de un verdadero mercado interno y hacer frente a los problemas de seguridad del suministro. Por último, a través de las fronteras internas de Europa se están llevando a cabo absorciones y fusiones y se están creando empresas mixtas a un ritmo muy rápido, más que en ninguna otra región, en tanto que las empresas se esfuerzan por proteger su cuota en el mercado nacional y lograr partes en los mercados de los demás Estados miembros. Existe el temor de que las fusiones en gran escala en el sector de la energía den lugar a una situación en que los monopolios y oligopolios nacionales se vean sustituidos por un mercado único dominado por seis o siete megaempresas eléctricas. A pesar de los esfuerzos de la Comisión, la reestructuración empresarial del sector de la energía de la UE parece avanzar a un ritmo más rápido que la liberalización del mercado, lo que puede disminuir sus beneficios para los consumidores y afectar la calidad y seguridad del suministro de energía. Según algunos, es probable que otros países adopten el modelo de liberalización que se ha elaborado en la Unión Europea; por ello, es posible que las empresas que estén dispuestas a explorar nuevos -55- Simonetta Zarrilli mercados tengan que enfrentarse al tipo de dificultades de acceso que se han descrito más arriba. Las empresas europeas, por otro lado, que están ganando experiencia en la ampliación de sus negocios hacia otros mercados de la Unión Europea, emplearán sus conocimientos en el sector para fortalecerse en el mercado internacional y podrán aprovechar su posición dominante en el mercado de la UE para exportar servicios a mercados extranjeros liberalizados. Fuentes: Comisión Europea, "Guide to the Electricity Directive", sitio web: http://europa.eu.int/comm/energy/en/elec_single_market/ memor. htm; Sala de Prensa de la Comisión, "Energy infrastructure: Commission proposes action to fight congestion and bottlenecks", 20 de diciembre de 2001, DN:IP/01/1890; Organismo Internacional de Energía, Electricity Market Reform: An IEA Handbook, OCDE/OIE, 1999; "Setback for single energy market plan: EU summit leaders in discord over liberalisation dates", Financial Times, 26 de marzo de 2001; "Competition proves illusive: European electricity", Energy and Utility Review, Financial Times, 13 de diciembre de 2000. 3. Los servicios energéticos en el AGCS La "Lista de clasificación sectorial de los servicios" de la OMC (documento MTN.GNS/W/120) no contiene una categoría general específica para los servicios relacionados con la energía. Aunque la Clasificación Central Provisional de Productos (CPC) de las Naciones Unidas no incluye los servicios relacionados con la energía en una categoría aparte, en su anexo I sí proporciona una lista de los productos relacionados con la energía incluidos en diferentes epígrafes de la CPC, entre ellos diversos servicios relacionados con la energía. Además, una serie de importantes servicios relacionados con la energía aparecen incluidos en las distintas clasificaciones sectoriales existentes. Los servicios de arquitectura e ingeniería, los servicios de consultoría científica y técnica, los servicios de la construcción, los servicios comerciales al por mayor y al por menor relacionados con los combustibles y el equipo energético, los servicios de transporte y varios servicios financieros figuran entre los subsectores y sectores que guardarían relación con el sector de la energía. Además, en la -56- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO lista de clasificación sectorial de la OMC aparecen mencionadas expresamente como subsectores separados tres actividades relacionadas específicamente con la energía. Dos de esas entradas están relacionadas con el petróleo y el gas. Una es el "transporte de combustibles" clasificada en la categoría general de "Servicios de transporte". La CPC lo describe como el "transporte por tuberías de petróleo crudo o refinado, productos derivados del petróleo y gas natural" (subclase 71310). La segunda entrada la componen los "servicios relacionados con la minería", que está incluida en la categoría de "Otros servicios prestados a las empresas" y abarca las actividades relacionadas con la fase inicial de la cadena del petróleo y el gas. La CPC los define como "los servicios realizados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas, como la perforación, la erección, reparación y desmantelamiento de torres de perforación, y la cementación del entubado de los pozos de petróleo y gas" (división 88). Sin embargo, los servicios de prospección de minerales, los servicios de exploración de yacimientos de petróleo y de gas y los servicios de estudios geológicos y sismográficos están excluidos de esta división y han sido clasificados dentro de los "servicios de prospección geológica, geofísica y de otros tipos de prospección científica" (subclase 86751), en el epígrafe "servicios de consultores en ciencia y tecnología relacionados con la ingeniería" (clase 8675). La tercera entrada comprende las actividades realizadas en la fase final de la cadena del gas y la electricidad: "Servicios relacionados con la distribución de energía" (subclase 88700 de la CPC), dentro de la categoría "Otros servicios prestados a las empresas". Dicha entrada incluye los "servicios de transmisión y distribución, a comisión o por contrata, de electricidad, combustibles gaseosos, vapor y agua caliente a los hogares, centros industriales y comerciales, y otros". Hay varios problemas prácticos que guardan relación con la clasificación fragmentada y no exhaustiva del sector de los servicios -57- Simonetta Zarrilli energéticos. En primer lugar, como el sector de la energía consiste en una cadena de actividades interrelacionadas, los proveedores de servicios energéticos necesitarán tener acceso al mercado en una serie de sectores de servicios conexos para poder prestar adecuadamente su servicio. Como estos servicios están repartidos por todo el sistema de clasificación, las condiciones de acceso real a un mercado determinado pueden no estar claras y crear cierta incertidumbre en lo que se refiere a la posibilidad concreta de prestar el correspondiente servicio con eficacia. Por otra parte, pueden asumirse compromisos con respecto a otros sectores que podrían tener consecuencias imprevistas para el sector de la energía. En lo que se refiere a los subsectores que se pueden identificar claramente como servicios energéticos, los compromisos que han asumido ya los miembros de la OMC son muy limitados (véase el anexo). Existen otros compromisos en distintos sectores de servicios que abarcan, entre otras, actividades relacionadas con la energía, y también los compromisos horizontales aplicables a todos los sectores. 4. Debate en curso en la OMC El Comité de Compromisos Específicos (CCE) de la OMC ha centrado su debate en la necesidad o no de crear un sector reservado específicamente a los servicios energéticos21. La propuesta sometida por los Estados Unidos en mayo de 200022 defiende una clasificación amplia de los servicios energéticos que abarque las distintas actividades que constituyen la cadena entera de estos servicios, para que sirva de base de una lista modelo que permita a los miembros de 21 El debate se recoge en los documentos de la OMC S/CSC/M/15-16-17, 18/Rev.1 y 19. 22 Comité de Compromisos Específicos de la OMC, Comunicación de los Estados Unidos. Clasificación de los servicios energéticos (S/CSC/W/27, 18 de mayo de 2000). -58- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO la OMC asumir compromisos para todo el abanico de servicios comprendidos en la lista modelo. Cuando se publicó esa nota se habían presentado siete propuestas sobre los servicios energéticos en el marco de las negociaciones en curso sobre los servicios. La propuesta presentada por los Estados Unidos se basa en otra anterior de este país y contiene un "índice de clasificación de los servicios de energía", con la finalidad de establecer las categorías que contienen servicios energéticos, tanto en la lista del documento W/120 como en la Clasificación Provisional Central de Productos. Las entradas son más bien amplias, como los "servicios de arquitectura", los "servicios de ingeniería", los "servicios de consultores en administración", los "trabajos de instalación" y los "servicios comerciales al por mayor". En la propuesta se sugiere que el índice se utilice para negociar los compromisos más amplios posibles relativos al acceso a los mercados y al trato nacional. En ella se anima a los países a permitir la entrada temporal del personal altamente especializado necesario para el suministro de servicios energéticos, liberalizar la circulación de información y transacciones electrónicas y prever la posibilidad de eliminar los derechos arancelarios aplicados a las mercancías utilizadas para suministrar servicios de energía. En una comunicación subsiguiente23, los Estados Unidos abordaron la cuestión de las actividades energéticas no abiertas actualmente a los proveedores de servicios extranjeros, como la venta al por mayor de energía, y la de los monopolios energéticos existentes. En el primer caso, la comunicación alienta a los países a programar compromisos en materia de acceso a los mercados, trato nacional y acceso no discriminatorio a la red, y en la segunda fase, a aplicar las normas pertinentes del AGCS al actual monopolio oficial o a estudiar la posibilidad de contraer nuevos compromisos. 23 OMC, Comunicación de los Estados Unidos; Servicios de energía: objetivos de las negociaciones (JOB(01)/167, 4 de diciembre de 2001). -59- Simonetta Zarrilli Las Comunidades Europeas (CE)24 han propuesto una serie de sectores y subsectores en los que consideran que los miembros de la OMC deberían contraer compromisos con respecto a todos los modos de suministro para reducir aún más los obstáculos al comercio en el sector de los servicios energéticos. La lista preliminar de sectores incluye un amplio abanico de servicios relacionados con la prospección y la producción; la construcción de instalaciones para la producción de energía; las redes; el almacenamiento; el suministro de energía; el uso final; la desactivación; y otros servicios energéticos, como la instalación, el mantenimiento y la reparación de equipo energético. Las CE proponen que se sigan manteniendo conversaciones sobre la manera de mejorar y facilitar el movimiento temporal de personas físicas para la prestación de servicios específicos, incluido el movimiento de proveedores de servicios contractuales. La propuesta del Canadá25 difiere de las propuestas de los Estados Unidos y las CE en que elude la cuestión de los mercados de servicios relacionados con la distribución de energía y se centra principalmente en los relacionados con la producción de petróleo y gas, y alienta a los miembros de la OMC a que amplíen y profundicen sus compromisos de liberalización con respecto a los cuatro modos de suministro. Además del subsector concreto de los "servicios relacionados con la minería", pueden encontrarse servicios relacionados con el petróleo y el gas en otros sectores y subsectores de la lista de clasificación existente (por ejemplo, los servicios inmobiliarios, los servicios de arrendamiento o alquiler o los servicios de consultores en ciencia y tecnología). Sin embargo, la actual 24 OMC, Comunicación de las Comunidades Europeas y sus Estados miembros. AGCS 2000: Servicios relacionados con la energía (S/CSS/W/60, 23 de marzo de 2001). 25 OMC, Comunicación del Canadá. Propuesta inicial para las negociaciones sobre los servicios relacionados con el petróleo y el gas (S/CSS/W/58, 14 de marzo de 2001). -60- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO clasificación tiene ciertos méritos y lógica, porque regula servicios de igual naturaleza y no según ámbitos de especialización, como todos los servicios de ingeniería, sin que importe si ésta es civil o relacionada con la energía. Los servicios relacionados con el sector de la energía podrían estar comprendidos en una "lista recapitulativa" que los miembros utilizarían como referencia durante las negociaciones. Noruega26 propone que, para extraer los máximos beneficios de unos servicios eficientes y competitivos en esta esfera y asumir compromisos significativos desde un punto de vista económico con respecto al acceso a los mercados y al trato nacional, se tome en consideración toda la cadena de actividades en materia de descubrimiento de recursos, producción, transmisión, transporte y distribución, ventas y comercialización. La propuesta incluye una lista preliminar de servicios energéticos, como los servicios de ingeniería, los servicios de informática y servicios conexos, los servicios de investigación y desarrollo, los servicios de consultores en administración, los servicios comerciales al por mayor y los servicios relacionados con el medio ambiente. Se propone que la lista se utilice como instrumento de negociación para ayudar a los miembros a programar sus compromisos. Sin embargo, como varios de los servicios incluidos abarcan actividades con usos finales duales o varios, en esos casos la lista se limita a mencionar el componente de esas actividades relacionado con la energía. La propuesta venezolana27, que se basa en los principios de flexibilidad y especificidad de las fuentes de energía, sugiere establecer una clasificación del sector de los servicios energéticos con arreglo a estos tres criterios: las fuentes de energía (por ejemplo, petróleo, gas, energía hidráulica); las fases del proceso energético (por 26 OMC, Comunicación de Noruega. Negociaciones sobre el comercio de servicios (S/CSS/W/59, 21 de marzo de 2001). 27 OMC, Comunicación de Venezuela. Propuesta de negociación sobre servicios de energía (S/CSS/W/69, 29 de marzo de 2001). -61- Simonetta Zarrilli ejemplo, los servicios relacionados con el transporte, la distribución y la venta); y una distinción entre servicios energéticos medulares ("core"), que serían aquellos que intervienen directamente en los procesos principales de la cadena de valor (por ejemplo, los servicios de prospección para descubrir y explotar recursos energéticos, y los servicios finales para concebir, construir, explotar y mantener las instalaciones y redes de energía), y los servicios no medulares ("non-core"), que serían aquellos asociados a los procesos de apoyo de dicha cadena. Esta detallada clasificación constituiría la condición previa para que los miembros de la OMC consignaran sus compromisos de liberalización en este sector estratégico, y además garantizaría a los países la flexibilidad necesaria para liberalizar sus mercados en función de sus estrategias nacionales de desarrollo. Las negociaciones sobre los servicios energéticos estarían vinculadas a la consecución de una serie de objetivos de desarrollo de los países en desarrollo, principalmente con su capacidad para seguir utilizando los servicios energéticos como palanca para diversificar su economía, impulsar su desarrollo y fortalecer su sector privado. Chile28 propone que las negociaciones incluyan todo el espectro de los servicios energéticos relacionados con las industrias de la electricidad y los hidrocarburos -esto es, los relacionados con la generación, transformación, transporte, distribución y suministro- y afirma que las subvenciones tienen un peso importante en el sector de la energía y limitan fuertemente las posibilidades de estructurar un mercado competitivo y abierto. La cuestión de las subvenciones debería abordarse pues en las negociaciones sobre la liberalización del sector de los servicios energéticos. 28 OMC, Comunicación de Chile: las negociaciones sobre el comercio de servicios (S/CSS/W/88, 14 de mayo de 2001). -62- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO En la propuesta japonesa29 se señala que la falta de transparencia en la regulación de los servicios energéticos reduce la previsibilidad del comercio en el sector y menoscaba la confianza en el mercado en el país concernido. Por lo tanto, a todos los miembros debe interesarles aumentar la transparencia. Se propone que, durante la preparación de una nueva clasificación de los servicios energéticos y la inclusión en las negociaciones de la totalidad de esos servicios, inicialmente se preste atención a los servicios energéticos "medulares", a saber, la venta al por mayor, la transmisión y distribución, y la venta al por menor de energía. Los servicios energéticos "no medulares", como los servicios de ingeniería y de construcción relacionados con la energía, deberían examinarse separadamente utilizando una lista con fines de referencia. La propuesta alienta a los miembros a considerar la posibilidad de negociar las concesiones más amplias posibles sobre el acceso a los mercados y el trato nacional. Estas propuestas generan una serie de cuestiones que los países en desarrollo deberán tener en cuenta al celebrar negociaciones en este sector. Las propuestas tienen algunos elementos en común. Se basan en el supuesto de que el mejoramiento del acceso al mercado del sector de servicios energéticos puede beneficiar a todos los países. Se destaca que en las negociaciones sobre la liberalización de ese sector no se debería abordar la cuestión de la propiedad de los recursos naturales y se reconoce que el sector energético seguirá estando regulado para garantizar la consecución de los objetivos de interés público. También se reconoce que, como los distintos países se encuentran en fases diferentes de desarrollo de la regulación, los compromisos que asuman reflejarán el nivel que haya alcanzado la reforma de los mercados energéticos. 29 OMC, Comunicación del Japón, Propuesta de negociación sobre los servicios de energía, Suplemento (S/CSS/W/42/Suppl.3, 4 de octubre de 2001). -63- Simonetta Zarrilli Las propuestas noruega y venezolana mencionan la necesidad de impulsar el comercio para todos y de garantizar a los países en desarrollo una parte del comercio internacional. Las propuestas estadounidense y noruega piden la elaboración de un documento de referencia similar al documento de referencia sobre las telecomunicaciones básicas relacionado con el AGCS, cuya finalidad sería garantizar la transparencia en la elaboración y aplicación de las normas, así como el acceso sin discriminación de terceros a las redes de energía y la interconexión con estas redes, e impedir las prácticas anticompetitivas en el sector de los servicios energéticos en general. La propuesta japonesa también menciona la necesidad de que exista un marco multilateral para las normas nacionales a fin de garantizar un entorno competitivo, y un acceso sin discriminación, equitativo y transparente a la red. La propuesta de la CE no menciona la necesidad de un instrumento multilateral, como un documento de referencia, pero invita a los miembros de la OMC a establecer para el sector de los servicios energéticos un marco reglamentario suficientemente transparente, objetivo y propicio a la competencia. Tanto la propuesta de la CE como las del Japón y los Estados Unidos se refieren a las actividades energéticas cualquiera sea la fuente de energía. Este enfoque no parece tener en cuenta el hecho de que algunas energías son más delicadas que otras desde los puntos de vista político y estratégico, por lo que se rigen por regímenes regulatorios diferentes. La propuesta venezolana permite una flexibilidad máxima a los miembros de la OMC para programar sus compromisos, pero a la vez puede provocar cierta imprevisibilidad en el mercado debido a la liberalización segmentada del sector. Las propuestas de los Estados Unidos y el Japón recomiendan la eliminación de los aranceles y de las barreras no arancelarias para los bienes relacionados con la energía. Este planteamiento puede crear cierta confusión entre negociaciones y compromisos en las esferas de los bienes y los servicios, que suelen ser distintas. Sin embargo, los países en desarrollo podrían utilizar los compromisos de liberalización contraídos en el sector de los servicios como palanca para obtener un mejor acceso a los mercados para sus bienes. -64- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO La propuesta de los Estados Unidos incluye el principio de "neutralidad tecnológica", que no figura en el AGCS pero se introdujo en las negociaciones sobre las telecomunicaciones básicas. Conforme a ese principio, en aquellos casos en que no se haga ninguna alusión concreta al tipo de tecnología utilizada para suministrar servicios de telecomunicaciones básicas, los compromisos específicos abarcarían automáticamente todos los medios tecnológicos empleados, esto es, los servicios transmitidos por cable, radio o satélite de cualquier tipo. Sin embargo, en los casos en los que hubo miembros de la OMC que aplicaron medidas diferentes para regular el acceso a los mercados o el trato nacional en función del tipo de tecnología utilizada, esos miembros las incluyeron en sus compromisos. Para los autores de las distintas propuestas el planteamiento sectorial es útil por diferentes motivos, ante todo el de servir simplemente de medio para facilitar una mayor coherencia en las negociaciones al ayudar a los negociadores a tener una visión más clara de las relaciones económicas y comerciales entre los distintos subsectores en el momento de contraer compromisos específicos. Algunas propuestas son más ambiciosas, pues pretenden alcanzar el máximo grado de compromisos de liberalización dentro del sector, como ocurrió, por ejemplo, en las negociaciones celebradas después de la Ronda Uruguay sobre los servicios financieros y las telecomunicaciones básicas. El planteamiento sectorial permite además negociar disposiciones reguladoras adicionales que pueden aplicarse a los compromisos contraídos dentro del grupo. El documento de referencia sobre las telecomunicaciones básicas se elaboró porque se reconoció que los compromisos de liberalización contraídos en ese sector requerían la inclusión de disposiciones adicionales referidas específicamente a las telecomunicaciones (interconectividad), con el objetivo de garantizar que esos compromisos aportasen un acceso efectivo a los mercados. Se ha dicho que la transmisión de electricidad y gas tiene muchos aspectos en común con las telecomunicaciones y que debería negociarse un documento de referencia con el mismo objetivo. También se ha dicho que la inclusión de disposiciones adicionales garantizaría la aplicación -65- Simonetta Zarrilli efectiva del párrafo 2 del artículo XIX y, por deducción, del artículo IV del AGCS, con el fin de asegurarse de que las empresas proveedoras de países desarrollados proporcionen acceso a las tecnologías y a los canales de distribución y las redes de información como condición para disfrutar del acceso a los mercados previsto en los compromisos que se asuman en el sector. También se podrían incluir en un documento de referencia las obligaciones inherentes a un servicio público. 5. Inferencias para los países en desarrollo La energía es fundamental para alcanzar los interrelacionados objetivos económicos, sociales y ambientales del desarrollo humano sostenible, y los servicios energéticos contribuyen en sumo grado al suministro de un acceso eficaz a la energía en apoyo de ese desarrollo. También constituyen el valor agregado en la cadena energética, desde la prospección hasta el consumo. Los países en desarrollo se ven pues enfrentados al reto de conseguir un acceso más seguro y eficiente a la energía y a la vez obtener una parte mayor del "negocio" energético. Conseguir ambos objetivos exige poder acceder a los conocimientos, la pericia, la tecnología y las técnicas de gestión que permitirán a los países en desarrollo mejorar constantemente su sector energético y beneficiarse de sus recursos naturales. Los productores de energía de los países en desarrollo son grandes importadores de servicios energéticos tradicionales, como la prospección de petróleo y gas, la construcción de pozos y tuberías, la perforación de pozos y la erección de plataformas de perforación. El suministro de estos servicios, que tienden a ser cada vez más complejos y a utilizar mucha tecnología, rebasa por lo general la capacidad de los países en desarrollo. Estos países han consignado pocos compromisos con respecto a este subsector en las listas que presentaron en el ámbito del AGCS, por lo que todavía les queda margen para liberalizar aquellos aspectos en los que esta liberalización les parezca más compatible con los objetivos de su política -66- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO energética nacional recíprocas. y obtener importantes concesiones Son muy pocos los países en desarrollo que han emprendido la reforma estructural del sector de la energía, por lo que todavía no han logrado crear esos nuevos servicios energéticos que suelen acompañar al desmantelamiento de los sistemas energéticos integrados y la introducción de la libre competencia, sobre todo en los subsectores del gas y la electricidad. La elaboración de una política energética nacional eficaz sería mucho más fácil para ellos si conocieran mejor la experiencia de los países que han hecho reformas en el sector energético y facilitado con ello la aparición de unos mercados energéticos competitivos. Entre esos nuevos servicios incipientes están los relacionados con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y el comercio de derechos de emisión (véase el recuadro 8). Recuadro 8 Nuevos servicios energéticos y comercio de derechos de emisión Un aspecto importante que tiene consecuencias para el sector de los servicios energéticos y para el desarrollo es el relacionado con el calentamiento atmosférico resultante del aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero y con la estrategia puesta a punto para hacer frente a esa amenaza. El instrumento fundamental de tal estrategia es el Protocolo de Kyoto de 1997, que fija límites jurídicamente vinculante a las emisiones y compromisos de reducción para los países miembros de la OCDE (con algunas excepciones, como México y la República de Corea) y para los países con economías en transición. La reducción de las emisiones debe conseguirse primordialmente con medidas adoptadas en el ámbito nacional. Además, el Protocolo autoriza a las Partes a cumplir parcialmente sus compromisos por la vía de reducciones en el -67- Simonetta Zarrilli extranjero utilizando a tal efecto uno de estos tres mecanismos: el comercio internacional de los derechos de emisión (CIDE), la aplicación conjunta y el mecanismo para un desarrollo limpio (MDL). Este último es el único instrumento para negociar derechos de emisión (llamados reducciones certificadas de las emisiones) con los países en desarrollo (comercio global). Dichos mecanismos mejorarían la relación costo-eficacia de la reducción de las emisiones porque su finalidad es aprovechar las diferencias que existen entre los países en lo que se refiere a los costos marginales de reducción. La discrepancia entre la posición de la UE y la de los Estados Unidos con respecto a la importancia relativa de las medidas nacionales y los mecanismos flexibles con el objetivo de alcanzar los compromisos de reducción fue uno de los factores que hizo que fracasara la Sexta Conferencia de las Partes en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CP 6) en La Haya, en noviembre de 2000. En marzo de 2001 el Presidente Bush declaró su oposición a los objetivos del Protocolo de Kyoto, introduciendo así una gran incertidumbre respecto al futuro de ese acuerdo. Sin embargo, las negociaciones continuaron después del rechazo de los Estados Unidos y en la CP7 (Marrakech, 29 de octubre a 9 de noviembre de 2001) se logró un acuerdo definitivo. En esa conferencia los gobiernos completaron los detalles prácticos del Protocolo y abrieron la vía a la ratificación y la entrada en vigor del instrumento. En febrero de 2002 el Presidente Bush expresó el compromiso de los Estados Unidos de poner en práctica una estrategia "agresiva" para reducir en un 18% la intensidad de los gases de efecto invernadero en los diez años siguientes. Pese a que la importancia real de ese compromiso es mucho menor de lo que parece a primera vista (ninguna reducción absoluta de las emisiones de los Estados Unidos), ese nuevo paso y la posible entrada en vigor del Protocolo tal vez permitan que surja un sector de servicios lucrativo en relación con el comercio de los derechos de emisión. La complejidad de la gestión, el seguimiento, la verificación y la puesta en práctica de los planes de comercio de derechos de emisión, así como de la elaboración y ejecución de los proyectos de créditos de emisión de carbono abren grandes posibilidades para la aparición de mercados de nuevos servicios. Se prevé que tanto el CIDE como el MDL darán lugar a mercados de tamaño considerable, y que todo el comercio de derechos de emisión se convertirá en uno de los mayores mercados de mercancías del mundo. Se ha calculado -68- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO que el tamaño potencial del mercado que originará el MDL alcanzará un flujo de recursos financieros hacia los países en desarrollo del orden de los 5.000 a 10.000 millones de dólares por año. Esto no ocurrirá inmediatamente, ya que el mercado empezará a operar con una fracción de esa suma estimada, pero pronto puede trepar a niveles superiores. Ahora bien, una gran parte de este enorme mercado potencial dependerá de las estrategias que se pongan en práctica para combatir el cambio climático. Los servicios que se prestarían en el marco del MDL consistirían principalmente en actividades relacionadas con la concepción y ejecución de los proyectos correspondientes (por ejemplo, la preparación de estudios sobre el impacto ambiental y social, la financiación de embalajes, la elaboración de referencias sobre el carbono o la obtención de la aprobación y los permisos de las autoridades del país receptor); servicios relacionados con el mecanismo de acreditación (por ejemplo, registro del proyecto para su acreditación por la respectiva entidad ejecutiva del MDL; control y mantenimiento de los registros de las emisiones netas; verificación de la reducción de las emisiones por las entidades ejecutivas del MDL; repartición de créditos y otros ingresos de los proyectos entre los inversores); y actividades de servicios destinadas a asegurarse de que los proyectos favorecen el desarrollo sostenible en el país receptor (por ejemplo, la obtención de la certificación oficial de que los proyectos promueven el desarrollo sostenible, los indicadores de transferencia de tecnología, los estudios sobre el impacto ambiental y social); y los servicios destinados al nuevo mercado secundario (por ejemplo, comercialización, intercambio o corretaje). Los primeros ensayos con el comercio de los derechos de emisión han puesto de manifiesto el papel esencial que desempeñan las grandes empresas consultoras de los países industrializados en el establecimiento de la infraestructura del mercado de estos derechos y en la organización de los contratos. Esto significa que el comercio de los derechos de emisión, aunque favorecerá la transferencia de recursos financieros considerables a los países en desarrollo, probablemente a quienes más ofrecerá oportunidades de negocios será a los proveedores de servicios del mundo desarrollado. -69- Simonetta Zarrilli La mayoría de los servicios que se prestarán son de hecho actividades complejas que requieren una gran competencia técnica que por el momento rebasa la capacidad de los países en desarrollo. El riesgo de que estos países sean receptores pasivos de flujos financieros en vez de participar activamente desde un principio en la organización del mercado de los derechos de emisión tendrá consecuencias importantes para la consecución de los objetivos del MDL, que son proporcionar a los países desarrollados modalidades de cumplimiento eficaces en relación con el costo y ayudar a los países en desarrollo a alcanzar el desarrollo sostenible. Ahora bien, es probable que la consecución equitativa de esos dos objetivos dependa mucho de cómo se configuren en la práctica las transacciones. Para ello desempeñarán un papel fundamental los servicios que se ofrezcan. La carencia de una capacidad nacional de servicios en la esfera de las emisiones y la enorme dependencia respecto del personal especializado de los países desarrollados pueden generar una situación en la que el cumplimiento y el desarrollo de los compromisos con eficiencia y a un costo razonable no se hagan con equidad. Fuentes: "Europe's air of self-righteousness", sitio FT.com, 19 de diciembre de 2000; "Hot air about global warming", FT.com, 29 de noviembre de 2000; C. Vrolijk, The potential size of the clean development mechanism, Segunda Conferencia Internacional sobre los Mercados Emergentes para el Comercio de Derechos de Emisión, Londres, 26 y 27 de abril de 1999, sitio web: http://www.riia.org/Research/ eep/eeparticle.html; UNCTAD, PNUD, PNUMA y ONUDI, The Clean Development Mechanism: Building International Public-Private Partnerships under the Kyoto Protocol: Technical, Financial and Institutional Issues, Naciones Unidas, Ginebra, julio de 2000, pág. 9, CMCC, comunicado de prensa (Los gobiernos están dispuestos a ratificar el Protocolo de Kyoto), 10 de noviembre de 2001. A los países en desarrollo se les plantean una serie de cuestiones en relación con las negociaciones multilaterales en curso sobre los servicios. Con respecto a la cuestión de la clasificación, un grado suficiente de precisión en la definición de los "servicios energéticos" facilitaría la aplicación de un enfoque que permitiría -70- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO negociar compromisos específicos de forma compatible con los objetivos de la política energética. Otra cuestión sería la de decidir si podrían agregarse a los compromisos de liberalización disposiciones adicionales que permitiesen tener en cuenta la especificidad del sector de los servicios energéticos. Tal especificidad podría estar relacionada con la interconectividad en la esfera de la transmisión y distribución de energía (ya se ha mencionado la importancia del documento de referencia sobre las telecomunicaciones básicas) y con la importancia de las disposiciones del artículo IV del AGCS, como la transferencia de tecnología y el acceso a los canales de distribución y las redes de información, con el fin de aumentar la competitividad de las empresas de los países en desarrollo en el suministro de servicios energéticos. Una nueva serie de condiciones tendría por objeto garantizar que, cuando se permitiera a empresas extranjeras operar en los mercados liberalizados de energía de los países en desarrollo, se pudiera agregar un conjunto de obligaciones de "servicio público" (véase el recuadro 7). La inclusión de esas condiciones en un anexo o en un documento de referencia aplicable al sector contribuiría a que los países en desarrollo pudieran obtener beneficios que tal vez no serían capaces de negociar con eficacia con inversores o con interlocutores comerciales más poderosos en un contexto bilateral. Los objetivos serían a) establecer unas reglas de juego uniformes para todos; b) establecer un vínculo claro entre la energía y el desarrollo, incluida la consecución de los objetivos inherentes a un servicio público; y c) impedir que los países en desarrollo compitan entre ellos para atraer inversiones en el sector energético rebajando los requisitos exigidos a los proveedores extranjeros. Recuadro 9 Servicios públicos y sector de la electricidad No se puede esperar que los mercados de energía satisfagan por sí solos las necesidades de los grupos más vulnerables de la población o protejan el medio ambiente, por lo que es necesario que los poderes públicos adopten políticas para aprovechar la eficiencia -71- Simonetta Zarrilli del mercado a fin de alcanzar los objetivos del interés público. Varios gobiernos consideran que la electricidad es un servicio público, pero cabe preguntarse qué ocurre con los servicios públicos en un sistema liberalizado en el cual las empresas (sean nacionales o extranjeras) compiten por el negocio. Varios países que han abierto su mercado de electricidad a la competencia han incluido en su legislación disposiciones sobre la protección del consumidor. El párrafo 2 del artículo 3 de la Directiva de la CE sobre la electricidad dispone que los Estados miembros pueden imponer a las empresas del sector de la electricidad obligaciones de servicio público, en aras del interés económico general, que pueden guardar relación con la seguridad, incluida la seguridad del suministro, la regularidad, la calidad y el precio de la energía suministrada, así como con la protección del medio ambiente. Los mecanismos y medidas que ponen en práctica los Estados miembros para alcanzar esos objetivos no deben restringir el comercio y la competencia más de lo necesario, deben ser objetivos y transparentes e imponerse a todos los operadores por igual, sin discriminación. En marzo de 2001 la Comisión Europea propuso una nueva serie de medidas al respecto. Para garantizar que la apertura de los mercados de la electricidad y el gas satisfagan los intereses de todos los consumidores europeos, la propuesta de la Comisión requiere que los Estados miembros, entre otras cosas, garanticen un suministro seguro a todos los consumidores; adopten medidas para amparar a las personas vulnerables y proteger los derechos de los consumidores de energía elaborando normas estrictas que rijan los contratos de suministro de energía, proporcionando una información transparente sobre los precios y aplicando procedimientos transparentes y poco onerosos para tramitar las quejas de los consumidores. Puesto que uno de los principales problemas que los países en desarrollo pretenden solucionar liberalizando el mercado nacional de la energía es la insuficiencia del suministro de electricidad, quizá les interese incluir una referencia clara a la prestación de un servicio público cuando son empresas privadas las que suministran la electricidad. Los compromisos contraídos en materia de acceso a los mercados en el ámbito del AGCS se podrían matizar añadiendo medidas destinadas a garantizar la equidad, como la fijación de -72- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO precios máximos para los consumidores, la aplicación de tarifas uniformes en todas las regiones del país cualesquiera sean los costos, y el suministro de energía eléctrica a las zonas rurales alejadas aunque no resulte rentable. Pero si los países en desarrollo compiten entre ellos para atraer inversiones privadas hacia el sector eléctrico, las empresas privadas pueden resistirse a aceptar las obligaciones de un servicio público a causa de la escasa capacidad de los países en desarrollo para incluir tales obligaciones en sus acuerdos de inversión y sus políticas de desregulación. Como se ha dicho, el crecimiento del sector de los servicios energéticos puede atribuirse a la creciente demanda de energía unida a la externalización de actividades, al comienzo en la fase inicial de la cadena energética por las empresas transnacionales y, más recientemente, en la fase final, como consecuencia de la mayor competencia y de la desmonopolización, sobre todo en los segmentos del gas y la electricidad. Algunos países en desarrollo productores y exportadores de petróleo no sólo han sido capaces de fomentar la creación de un sector de servicios energéticos, sino que además han incrementado la capacidad de suministro de otros sectores de servicios que abastecen a la industria petrolera (véase el recuadro 10). Estos enfoques podrían utilizarlos también otros países en desarrollo. En los países en desarrollo la construcción de centrales de generación de energía, como las centrales hidroeléctricas, se financia en gran parte con fondos de programas multilaterales o bilaterales de asistencia. Se suelen establecer procedimientos de licitación para atribuir los trabajos de construcción. Sin embargo, muy a menudo las empresas de los países en desarrollo se ven excluidas de los concursos porque no reúnen los requisitos de precalificación de licitadores. Por lo tanto, las obras son ejecutadas por las empresas de los países desarrollados a un costo superior al de las empresas locales. Un aspecto que interesa enormemente a los países en desarrollo es aumentar la competitividad de sus empresas para que puedan competir con éxito en los proyectos de construcción financiados con fondos -73- Simonetta Zarrilli bilaterales o multilaterales que se van a realizar en sus países. Una vez que esas empresas han adquirido experiencia y aumentado su competitividad, ello puede traducirse en capacidad de exportación30. Recuadro 10 Servicios de construcción en el sector de la energía: el caso de PEDEVESA Venezuela es el segundo productor de energía en importancia del hemisferio occidental y también el segundo consumidor en importancia de servicios relacionados con la producción de energía, como los servicios de construcciones físicas y los servicios de ingeniería. En 1980 había solamente 25 empresas de ingeniería en Venezuela capaces de ejecutar proyectos de mediana magnitud, de un costo de 100 a 200 millones de dólares. En 1992 Venezuela contaba con 200 empresas de ingeniería con esta capacidad, 25 de las cuales tenían la capacidad técnica para ejecutar proyectos complejos. Estas empresas han podido, gradualmente, ofrecer a la empresa petrolera nacional, PEDEVESA, los servicios de construcción que ésta necesita para sus actividades. En la actualidad, las empresas nacionales satisfacen el 90% de las necesidades de PEDEVESA en el sector de la ingeniería. Esta situación es el resultado de la estrategia global puesta en práctica por PEDEVESA para promover el desarrollo de la capacidad nacional en todos los sectores que necesita esta empresa para sus operaciones. En el sector de la ingeniería PEDEVESA promovió el aumento de la capacidad y experiencia técnica de las empresas nacionales y favoreció las asociaciones con las empresas extranjeras que estaban dispuestas a transferir tecnología, capacitar personal y 30 En la Reunión de Expertos de la UNCTAD en reglamentación y liberalización del sector de los servicios de la construcción y su contribución al desarrollo de los países en desarrollo (23 a 25 de octubre de 2000) se hizo referencia expresa a esto. -74- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO compartir sus sistemas de diseño y control de los proyectos con las empresas nacionales. Sin embargo, para que las empresas nacionales de ingeniería pudiesen ser asociados adecuados de PEDEVESA hubo que abordar y resolver muchos problemas, como la incapacidad de las empresas de Venezuela para hacer frente a grandes proyectos complejos, su falta de apalancamiento financiero y las graves limitaciones del sistema bancario nacional. En consecuencia, los proyectos mayores se dividieron en varios componentes "fáciles de administrar"; se establecieron empresas mixtas en las que la formación de recursos humanos constituía un elemento esencial; y se fijaron normas estrictas en materia de concepción, estimación de costos, planificación, construcción e inspección. Las empresas de ingeniería de Venezuela que suministran servicios a PEDEVESA han diversificado sus actividades y en la actualidad participan también en otros sectores industriales, como el de la energía hidroeléctrica y la industria petroquímica. Sin embargo, todavía no son protagonistas importantes en el mercado internacional de la construcción de centrales de producción de energía. Fuente: Exposición hecha por el representante de PEDEVESA en la Reunión de Expertos de la UNCTAD en reglamentación y liberalización del sector de los servicios de la construcción y su contribución al desarrollo de los países en desarrollo, 23 a 25 de octubre de 2000. En resumen, los elementos de una estrategia del sector de los servicios energéticos para los países en desarrollo incluiría la consecución de los objetivos siguientes: a) garantizar un acceso eficiente de todas las capas de la población a la energía; b) fomentar su competitividad en el suministro de servicios energéticos en las distintas fases de la cadena de energía; y c) negociar en las negociaciones multilaterales sobre el comercio de servicios compromisos y disposiciones adicionales que ayuden a alcanzar estos objetivos. -75- Simonetta Zarrilli ANEXO Cuadro panorámico de los compromisos contraídos en el ámbito del AGCS en los sectores de servicios relacionados específicamente con la producción de energía31: Presencia comercial32 Compromisos horizontales (aplicables a todas las industrias)33 República de Bulgaria - Con respecto a los servicios relacionados con la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos: Ningún compromiso para los servicios relacionados con la prospección, extracción y transformación de materias fisibles y fusionables o de las materias de las que se derivan, así como con su comercio, con el mantenimiento y 31 Basado en un análisis de 131 listas de compromisos específicos en el ámbito del AGCS. Se han excluido del cuadro los compromisos en materia de acceso a los mercados y de trato nacional que no están consolidados. Esto se aplica también a un compromiso horizontal ofrecido por Bulgaria en el sector de la energía nuclear. 32 La mayoría de los compromisos asumidos en el ámbito del AGCS en materia de movimiento de personas físicas son de carácter horizontal y se aplican solamente a unas pocas categorías de personas, principalmente a los empleados objeto de traslados dentro de una misma empresa y a los hombres de negocios. Para un análisis detallado de los compromisos relacionados con el Modo de suministro 4 véase UNCTAD/ITCD/TSB/10, págs. 193 a 207. Con respecto a los sectores concretos incluidos en estos cuadros ninguno de los países ha previsto el acceso de especialistas a su mercado en ninguna de las categorías pertinentes de servicios energéticos (con la salvedad de Turquía en lo referente a los servicios relacionados con la minería). 33 Ha expirado la medida siguiente que estaba en vigor en las Comunidades Europeas con respecto a Italia: durante un período de cinco años la adquisición de una participación accionarial elevada en empresas que operan en el sector de la energía podía estar sujeta a la aprobación previa del Ministerio de Hacienda. -76- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO reparación de equipo y sistemas de las centrales de producción de energía nuclear, con el transporte de esas materias y de desechos y los residuos de su transformación, con la utilización de radiaciones ionizantes, ni con respecto a todos los demás servicios relacionados con la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, como los servicios de ingeniería o consultoría o los servicios de informática. Se concede el trato nacional pleno en esta esfera. En Islandia se prohíbe a los no residentes adquirir plenos derechos de propiedad sobre bienes inmuebles si a estos bienes van unidos derechos inusuales, como derechos de explotación de cascadas, energía geotérmica, etc. En el Perú, en una franja de 50 km de la frontera los extranjeros no pueden bajo ninguna circunstancia comprar o poseer directa o indirectamente minas, tierras, bosques, recursos hídricos, depósitos de combustibles o fuentes de energía, ni como personas físicas ni como personas jurídicas, sancionándose al infractor con el traspaso al Estado de los derechos adquiridos sobre tales recursos en dicha franja. Transporte por tuberías de petróleo crudo o refinado, productos derivados del petróleo y gas natural Ninguna restricción sectorial Australia, Croacia, Nueva Zelandia, específica: (consolidada como República Kirguisa. "ninguna") Algunas restricciones sectoriales o Hungría: pueden prestarse servicios compromiso de alcance limitado: en virtud de un contrato de concesión otorgado por el Estado o por una autoridad local. Brasil: excluye los combustibles y los productos de hidrocarburos. Servicios relacionados con la distribución de energía: servicios de transmisión y distribución, a comisión o por contrata, de combustibles gaseosos a los hogares, centros industriales y comerciales, y otros usuarios Ninguna restricción sectorial Croacia, Estados Unidos, Georgia, específica: (consolidada como Letonia, Nicaragua, Omán "ninguna") -77- Simonetta Zarrilli Algunas restricciones sectoriales o compromiso de alcance limitado: Australia y Hungría: limitado a los servicios de consultoría. Colombia: diseño, construcción, explotación y mantenimiento de oleoductos y gasoductos. Gambia: no se especifica ninguna condición de acceso al mercado, excepto que las personas físicas y las empresas deben ser certificadas y registradas por las asociaciones profesionales o por el Registro General; acceso sujeto al pago de una tasa o la constitución de un depósito fiscal y a la cualificación profesional de la persona física. República Kirguisa: excluye la distribución de energía eléctrica. República Dominicana: no puede concederse el trato nacional. Sierra Leona: mediante una empresa conjunta únicamente. Servicios relacionados con la minería: realizados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas Ninguna restricción sectorial Albania, Argentina, Canadá, específica: (consolidada como Colombia (cobertura más amplia), "ninguna") Ecuador, Estados Unidos, Georgia, Israel, Letonia, Malawi, Mongolia, Nicaragua, Omán, Pakistán, Panamá, República Kirguisa, Sudáfrica, Turquía, Venezuela, Zambia. Algunas restricciones sectoriales o Australia, Austria, Finlandia, compromiso de alcance limitado: Hungría, República de Corea, Singapur, Suecia, Unión Europea (España y Portugal restringen el -78- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO acceso a las personas físicas en lo que se refiere a los ingenieros de minas): servicios de consultoría únicamente. Polonia: excluye la explotación de recursos naturales. Suiza, Liechtenstein: excluyen los servicios de exploración, explotación, prospección y estudios geológicos. República Dominicana: puede denegarse el trato nacional. Tailandia: se limita al 49% la participación del capital extranjero. Panorama general de los compromisos contraídos en el ámbito del AGCS en los sectores de servicios relacionados específicamente con la energía: Suministro transfronterizo Compromisos horizontales (aplicables a todos los sectores) República de Bulgaria: Con respecto a los servicios relacionados con la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos: ningún compromiso para los servicios relacionados con la exploración, extracción y transformación de materias fisionables y fusionables o de las materias derivadas, así como con su comercio, con el mantenimiento y la reparación del equipo y los sistemas de las centrales de producción de energía nuclear, con el transporte de esas materias y de los desechos y residuos de su transformación, con la utilización de radiaciones ionizantes, ni con respecto a todos los demás servicios relacionados con la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos, como los servicios de ingeniería y de consultoría o los servicios de informática. Se concede el trato nacional pleno en esta esfera. -79- Simonetta Zarrilli Canadá: En Alberta puede darse preferencia a los proveedores de servicios de la propia Alberta o del Canadá si resultan competitivos en cuanto a precio y calidad en el caso de todos los proyectos energéticos de gran envergadura que requieren autorizaciones de desarrollo industrial, explotación forestal, extracción de arenas asfálticas, construcción de centrales eléctricas o de gas y explotación de carbón. Transporte por tuberías de petróleo crudo o refinado, productos derivados del petróleo y gas natural Ninguna restricción sectorial Australia, Croacia, Nueva Zelandia específica: (consolidada como y República Kirguisa. "ninguna") Algunas restricciones sectoriales: Hungría: las condiciones de acceso al mercado no están definidas. Servicios relacionados con la distribución de energía: servicios de transmisión y distribución, a comisión o por contrata, de combustibles gaseosos a los hogares, centros industriales o comerciales y otros usuarios Ninguna restricción sectorial Estados Unidos, Gambia, Georgia, específica: (consolidada como Letonia, Nicaragua, Omán y Sierra "ninguna") Leona.. Algunas restricciones sectoriales o Australia y Hungría: limitado a los compromiso de alcance limitado: servicios de consultoría. Colombia: diseño, construcción, explotación y mantenimiento de oleoductos y gasoductos. Côte d'Ivoire, con respecto a la producción de energía: las empresas deben obtener la autorización del Estado. Los criterios que deben reunir para obtener esa autorización pueden incluir el uso preferente de servicios locales si se pueden obtener en condiciones de calidad, precio y entrega equivalentes a las de los productos similares de origen extranjero. El empleo y la formación de ejecutivos y supervisores locales. -80- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO Croacia: se exige la presencia comercial para tener acceso al mercado. Eslovenia: con respecto al gas únicamente. Malasia: servicios de asesoramiento, orientación y asistencia operacional en relación con la gestión de la transmisión de energía no convencional, mediante la constitución en el país de una empresa conjunta en asociación con personas físicas malasias o empresas controladas por capital malasio, o con ambas, y una participación accionarial bumiputra (esto es, de capital malasio) en la empresa conjunta de por lo menos el 30%. República Dominicana: puede denegarse el trato nacional. Servicios relacionados con la minería: servicios realizados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas Ninguna restricción sectorial Albania, Argentina, Canadá, específica: (consolidada como Colombia (cobertura más amplia), "ninguna") Estados Unidos, Georgia, Letonia, Malawi, Mongolia, Nicaragua, Omán, Panamá, República Kirguisa y Zambia. Algunas restricciones sectoriales o Australia, Austria, Finlandia, compromiso de alcance limitado: Hungría, República de Corea, Singapur, Suecia, Unión Europea: con respecto a los servicios de consultoría únicamente. Polonia: excluye los recursos naturales. -81- Simonetta Zarrilli República Dominicana: puede denegarse el trato nacional. Suiza, Liechtenstein: excluyen los servicios de exploración, explotación, prospección y estudios geológicos. Turquía: exige el establecimiento y la nacionalidad para las personas físicas. Exención del trato NMF en el sector de los servicios energéticos País Estados Unidos de América Con respecto al transporte por tuberías, por falta de reciprocidad Medida De conformidad con la Mineral Lands Leasing Act de 1920, los extranjeros y las sociedades extranjeras no pueden adquirir derechos de servidumbre de paso en suelo federal continental para los oleoductos o gasoductos, o las tuberías que transportan productos refinados derivados del petróleo o el gas, ni adquirir arrendamientos o intereses para la extracción en suelo federal continental de ciertos minerales como el carbón o el petróleo. Las personas que no poseen la nacionalidad estadounidense pueden tener una participación del 100% en una sociedad estadounidense que adquiere un derecho de servidumbre de paso para oleoductos o gasoductos en suelo federal continental, o que adquiere un arrendamiento para explotar recursos minerales en suelo federal continental, a menos que el país de origen del inversor extranjero deniegue privilegios similares con respecto al mineral o el acceso en cuestión a personas físicas o -82- COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS ENERGÉTICOS Y PAÍSES EN DESARROLLO Venezuela Con respecto a los servicios relacionados con el petróleo empresas estadounidenses, en comparación con los privilegios que otorga a sus propios nacionales o sociedades o a los nacionales o sociedades de otros países. La nacionalización no se considera como una denegación de privilegios similares. A los ciudadanos extranjeros o a las sociedades controladas por ellos se les prohíbe obtener arrendamientos federales sobre las reservas de petróleo de la Marina si las leyes, costumbres o reglamentos de su país deniegan a los ciudadanos o sociedades estadounidenses el privilegio de arrendar suelo público. Se aplica a todos los países. Servicios relacionados con la distribución y comercialización del petróleo y productos del petróleo, servicios de asesoramiento e intercambio de tecnología en virtud de acuerdos bilaterales, ámbitos en los cuales se conceden preferencias. Se aplica a Alemania, Francia, el Brasil y los países de América Central y el Caribe. -83- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS Jasmin Tacoa-Vielma* Introducción Ahora que las negociaciones sobre los servicios en la OMC están a punto de iniciar el proceso en el que los Estados Miembros intercambian compromisos específicos de acceso sectorial, sigue habiendo incertidumbre con respecto a lo que debe entenderse como servicios energéticos. En el presente documento se presenta un breve panorama de la situación y algunas de las cuestiones involucradas en la definición de los servicios energéticos en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). Así pues, se examina en primer lugar el marco general para la clasificación del conjunto de los sectores de servicios abarcados por el AGCS. El propósito es ayudar a los lectores a evaluar las posibles repercusiones de las cuestiones de clasificación en las negociaciones sobre los servicios energéticos. Después se abordan los aspectos específicos de la clasificación del sector de los servicios energéticos, es decir, la situación actual, los esfuerzos realizados hasta la fecha y los problemas que se han encontrado1. El trabajo de base para definición * Jasmin Tacoa-Vielma es Consejero en la División del Comercio de Servicios de la Organización Mundial del Comercio. Las opiniones que el autor expresa en el presente documento no reflejan necesariamente las opiniones de la Secretaría de la OMC, de ninguno de sus funcionarios ni de los Estados Miembros de la OMC. El autor desea agradecer a Antonio Carzaniga, Hamid Mandouh y Lee Tuthill su amable asesoramiento para la redacción de este documento. Correo electrónico: [email protected]. 1 Hasta mayo de 2002. -85- Jasmin Tacoa-Vielma y clasificación del sector fue llevado a cabo a nivel técnico y precedió al actual proceso de negociación, en el que se examinan las propuestas para la liberalización del comercio de los servicios energéticos. 1. ¿Cuál es la situación en lo que respecta a la clasificación de los servicios en general en el marco del AGCS? El marco del AGCS no contiene una definición del término "servicios" ni una clasificación en la que se determine cada uno de los elementos del conjunto de servicios abarcados y que podrían quedar sujetos a sus disciplinas de liberalización. Además, los Miembros de la OMC no han acordado hasta ahora una clasificación única que deban utilizar todos los Miembros en el contexto de la negociación y en la consignación de compromisos en sectores específicos. No obstante, durante la Ronda Uruguay se elaboró un instrumento con esa finalidad: la Lista de Clasificación Sectorial de los Servicios que figura en el documento MTN.GNS/W/120 de 10 de julio de 1991 (W/120). Este documento consiste en una lista de sectores de servicios basada en la Clasificación Central Provisional de Productos (CPC) de las Naciones Unidas, de 1991. Allí se dividen todos los servicios en 12 sectores generales, que se subdividen a su vez en unos 150 subsectores. Cada uno de los subsectores de la lista va acompañado de códigos de la CPC, que hacen referencia a la parte correspondiente de las notas explicativas de la CPC. Esta remisión a las notas explicativas de la CPC tiene el objeto de proporcionar una clara descripción de los servicios abarcados por cada uno de los subsectores consignados en la lista. No obstante, en algunos casos las notas de la CPC no son muy específicas y sus descripciones consisten en ejemplos, lo que puede requerir una tarea de interpretación respecto de lo abarcado por un código. Un caso interesante es el de la categoría "otros" del documento W/120, que en algunos sectores no va acompañado de un código mientras que en otros la nota explicativa mencionada a veces indica: "otros servicios N.C.P.". Cuando se -86- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS utiliza para determinar el ámbito sectorial de un compromiso con signado en la lista correspondiente al AGCS, la falta de especificidad o la amplia cobertura de algunas de las notas explicativas de la CPC podrían generar ambigüedades. Por ser una lista preparada por la entonces secretaría del GATT como referencia, el documento W/120 es en realidad un documento jurídicamente no vinculante, es decir, que su utilización por los Miembros de la OMC para consignar sus compromisos en el marco del AGCS no es obligatoria. Sin embargo, el documento W/120 y los códigos de la CPC se han utilizado, en todo o en parte, en el 90% de las listas que contienen compromisos sectoriales en el marco del Acuerdo hasta la fecha. Las inscripciones sectoriales que utilizan los códigos de la CPC en la primera columna de las listas nacionales, que determinan el alcance de los servicios que son objeto de compromiso, son jurídicamente vinculantes para el gobierno que las consigna. Al examinarse la posibilidad de elaborar una clasificación acordada de los servicios en relación con el AGCS, el documento W/120 ha sido objeto de examen desde 1995. Hasta ahora, tal examen parece indicar que sería necesaria una actualización en las esferas en las que los sectores de servicios han evolucionado y en las que su descripción, tal como aparece en el documento W/120, no refleja las actividades incluidas en el sector o el modo en que el sector está organizado. Aparte de los aspectos técnicos involucrados en la determinación de las modificaciones necesarias, la principal cuestión a que hacen frente los Miembros de la OMC es el alcance en que una revisión del documento W/120 sería conveniente y viable desde un punto de vista pragmático. A este respecto, es importante considerar las repercusiones, si las hubiere, que podría tener la revisión de la lista de clasificaciones en los compromisos existentes de los Miembros que la han utilizado. Las respuestas a estas preguntas dependerán del carácter que tenga la revisión, pero también de la medida en que una revisión de la lista no vinculante podría introducir automáticamente modificaciones en las consignaciones que ya figuran en las listas nacionales de los Miembros, que son el único instrumento -87- Jasmin Tacoa-Vielma jurídicamente vinculante compromisos. que determina el alcance de los Un examen de las listas demuestra que el enfoque utilizado en el documento W/120 se ha seguido en la mayor parte de los casos, aunque con diversos grados de variaciones. Por ejemplo, una lista puede tener en la mayor parte de las anotaciones de la primera columna una referencia a los códigos CPC, pero no en todas. En algunos casos, el alcance del código CPC inscrito puede estar reducido, ya que las actividades abarcadas originalmente quedan excluidas por una indicación expresa. Por consiguiente, para determinar el "alcance sectorial" exacto de un compromiso es necesario examinar la anotación que figura en la primera columna de la lista y, si se han utilizado códigos CPC con esa finalidad, se han de examinar las notas explicativas efectivamente aludidas en la referencia. En otros términos, no es el documento W/120 el que determina el alcance sectorial de un compromiso, sino la anotación que efectivamente figura en la lista y, cuando aparecen, las notas explicativas de la CPC. A este respecto, conviene tener en cuenta que, con independencia de su alcance y carácter, una posible revisión del documento W/120 no constituiría una revisión de la Clasificación Central Provisional de Productos ni de sus notas explicativas. La CPC es un instrumento completamente separado, cuya determinación es ajena a la competencia de la OMC. No se ha considerado que las revisiones introducidas recientemente en la CPC tengan repercusiones sobre el documento W/120, aunque este último se basa en la primera. No se ha estimado que esas revisiones afecten a los compromisos consignados utilizando la CPC. Quizá vale la pena tener esto presente cuando se evalúa la probabilidad de que las modificaciones introducidas en el documento W/120 ahora pueden modificar de hecho los compromisos ya consignados en una lista. Una cuestión conexa es la repercusión que tendría sobre los compromisos la revisión de la lista de clasificación existente cuando la -88- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS clasificación o las definiciones empleadas no son claras. Sería necesario en primer lugar determinar la pertinencia del documento W/120 o de cualquier otra clasificación para definir el contenido de las anotaciones existentes. A ese respecto, vale la pena mencionar que el documento W/120 se ha utilizado en otros textos jurídicos de la OMC2, como indicación del conjunto de todos los servicios. También conviene observar que, con excepción de los Miembros que se han adherido recientemente a la OMC, la mayor parte de las listas no indican si se utilizará como base el documento W/120 o alguna otra clasificación, quizá porque cuando se formularon esos compromisos no se examinaba la cuestión del desarrollo de la clasificación. Es posible que las ideas acerca de la necesidad de que se indique explícitamente la clasificación utilizada pueda variar en las actuales negociaciones. En esta etapa, parecería que existe una tendencia a mantener el documento W/120 en su forma actual, tanto como sea posible. Aunque es verdad que lo ideal sería acordar multilateralmente una clasificación o definición única de los sectores de servicios en el marco del AGCS -ya que el empleo de una redacción común para el objeto de la negociación y de los compromisos facilita el proceso y añade certidumbre y comparabilidad a los compromisos resultantestambién es cierto que esa tarea ha resultado difícil. Dado que las negociaciones se están acercando rápidamente a la etapa en la que los Miembros tienen que definir los servicios para pedir y ofrecer compromisos, y dado que la falta de una clasificación acordada no ha impedido en el pasado las negociaciones, es posible que la tarea de elaborar una clasificación acordada sobre la base de un documento W/120 actualizado o sobre otra base se pueda demorar. 2 Véase OMC, Los resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales: Los Textos Jurídicos, 1994 - Entendimiento relativo a las normas y procedimientos por los que se rige la solución de diferencias, apartado f) del artículo 22. -89- Jasmin Tacoa-Vielma 2. ¿Cómo se abordan los servicios energéticos en la lista del documento W/120? El examen del tratamiento que se da a los servicios energéticos en el documento W/120 ha revelado serias deficiencias. La primera de ellas es la laguna que existe en la lista con respecto al sector, es decir, que no hay una sección separada sobre los servicios energéticos. No obstante, el documento W/120 contiene tres subcategorías específicas que se han identificado como parte de un posible sector de "servicios energéticos", es decir, los "servicios relacionados con la minería", los "servicios relacionados con la distribución de energía" y el "transporte por tuberías de combustibles". Esas actividades constituyen categorías de otros sectores de servicios enumerados en el documento W/120, es decir, los servicios prestados a las empresas en los dos primeros casos, y los servicios de transporte en el último. Teniendo esto presente, no se debería descartar que se considerara que algunas actividades no especificadas y relacionadas con el sector de los servicios energéticos están abarcadas por otras categorías del documento W/120 y la CPC3. Tal determinación sería esencial para tratar de precisar el contenido de una nueva sección separada para los servicios energéticos. No obstante, esto sólo se podría hacer sobre la base de una clara comprensión del sector y un examen de las categorías del documento W/120 y de la CPC con el nivel más alto de desagregación, lo que podría suponer la interpretación del alcance de las notas explicativas de la CPC. Esto último no sería una tarea fácil para los Miembros de la OMC. 3 Por ejemplo, los servicios relacionados con la minería, CPC 883, se definen como "servicios realizados a comisión o por contrata en yacimientos de petróleo y de gas, como la perforación, la erección, reparación y desmantelamiento de torres de perforación, y la cementación del entubado de los pozos de petróleo y de gas". En el documento W/120 se incluyen también en este sector los "trabajos de preparación de terrenos para la minería" (CPC 5115). -90- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS Otra deficiencia que se puede observar es el hecho de que otros servicios que intervienen en la cadena de valor añadido de la energía (desde la producción hasta la venta a los consumidores finales) figuran en todo el abanico de sectores de servicios de la lista, por ejemplo la investigación y desarrollo, la ingeniería, la construcción, la consultoría en administración, los servicios relacionados con el medio ambiente y los servicios financieros y de distribución. Estos servicios se podrían denominar "servicios relacionados con la energía" porque guardan relación, aunque no de carácter exclusivo, con el sector de la energía. Se ha argumentado que esa dispersión de los servicios relacionados con la energía hace difícil determinar los compromisos existentes y negociar la totalidad de los servicios necesarios para el sector de la energía; eso tendría sentido desde un punto de vista económico. Sin embargo, esta situación no se da únicamente en el sector de la energía, ya que la mayor parte de las actividades o sectores económicos exigen una variedad de aportaciones de servicios que en muchos casos se conciben o se adaptan para distintos usos finales. Por ejemplo, hay servicios de ingeniería, financieros o de la construcción especialmente adaptados para el sector de la energía y también para el sector de las telecomunicaciones4. El disponer de una definición completa del sector de los servicios energéticos facilitaría sin duda el examen de la totalidad de los servicios involucrados en el sector, pero eso no equivale a garantizar una cobertura completa de los compromisos contraídos en el marco del AGCS. Una tercera posible deficiencia de la lista podría ser la falta de inclusión de "nuevos servicios" específicos del sector. Esos servicios podrían haber surgido como resultado de los cambios estructurales que experimentaron los mercados de la energía a partir de 1991, año 4 Para ilustrar mejor este punto, cabe mencionar que la gestión, el tratamiento y la eliminación de residuos, así como los servicios de diseño técnico para procesos y producción industrial -identificados como parte de los servicios relacionados con el medio ambiente y la ingeniería- serían actividades correspondientes a instalaciones energéticas pero también a otras instalaciones industriales. -91- Jasmin Tacoa-Vielma en que se elaboró la lista sectorial, por ejemplo la aparición de nuevas tecnologías y las preocupaciones ambientales y en materia de eficiencia. A este respecto, conviene tener en cuenta que en relación con otros sectores también se han planteado cuestiones análogas acerca de la clasificación de los servicios de reciente aparición; los servicios de Internet son el ejemplo que se menciona más a menudo. Una cuestión que guarda relación con este punto es la distinción entre "nuevos servicios", es decir las actividades que no existían realmente en el pasado y que, por tanto, no podían figurar en ninguna clasificación existente, y las "nuevas formas" de realizar o prestar servicios existentes. También sería pertinente establecer una distinción entre los "nuevos servicios" y los servicios que se prestaban desde dentro de la empresa y que ahora se subcontratan. En tal caso, se podría argumentar que lo "nuevo" no es el servicio en sí mismo sino su comerciabilidad, y que esto puede variar entre los distintos países. Podría ocurrir que las definiciones de estos servicios de "reciente comercialización" no estén ausentes en las clasificaciones existentes. 3. ¿Cómo podría relacionarse la clasificación con la negociación de compromisos? Algunas de las razones que pueden explicar por qué el sector de los servicios energéticos se ha abordado de manera insuficiente en el documento W/120 se refieren a la realidad estructural de los mercados energéticos en la época de la Ronda Uruguay. Los esfuerzos de negociación realizados en la Ronda Uruguay parecen haberse centrado en sectores de servicios independientes fácilmente identificables, en los que el comercio internacional de servicios ya era considerable y respecto de los cuales existía interés en su liberalización comercial. En cambio, los mercados de la energía se caracterizaban en esa época por estar integrados verticalmente y por la existencia de empresas estatales que operaban principalmente en mercados nacionales en posiciones de monopolio y que realizaban la mayor parte de sus servicios internamente. En otros términos, el comercio internacional en los segmentos de servicios del sector energético y el interés en la -92- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS liberalización comercial en el marco del AGCS que se derivaría de ese comercio quizá no estaban suficientemente desarrollados como para merecer atención durante la Ronda Uruguay. Al parecer, esta situación se ha modificado cuando los mercados de la energía experimentaron -o están iniciando- reformas estructurales que llevan a una mayor participación del sector privado y a la desagregación de los servicios. Esto ha permitido un cierto volumen de comercio internacional de servicios y ha generado interés en la liberalización comercial, que son condiciones previas para la inclusión del sector en el proceso del AGCS. No obstante, el enfoque del AGCS requiere que los países estén en condiciones de identificar los "servicios energéticos" que se pueden comprometer de forma independiente en el marco de su proceso de liberalización y, por tanto, no puede haber negociaciones ni compromisos sin un reconocimiento adecuado del sector por parte de los gobiernos, al menos individualmente. 4. ¿Qué se ha hecho hasta ahora con respecto a los servicios energéticos? La cuestión de la definición y clasificación del sector en el contexto del AGCS fue abordado por primera vez en 1998, durante el programa de intercambio de información preparatorio de las actuales negociaciones sobre servicios. En ese proceso, se reconocieron las deficiencias del documento W/120 que hemos mencionado anteriormente, así como la conveniencia de definir las actividades claramente abarcadas por el Acuerdo y que podían ser objeto de su programa de liberalización progresiva. Lo que se ha debatido no ha sido la cobertura del "sector de servicios energéticos" en el AGCS, sino su identidad como sector separado, que no es solo un grupo de subsectores abarcados por otros sectores de servicios. La labor técnica de clasificación del sector se inició en 1999 y, por tanto, estaba en curso cuando se presentaron las propuestas para la liberalización del sector. -93- Jasmin Tacoa-Vielma Los debates técnicos se basaron en dos iniciativas escritas en las que se trataba de identificar los servicios comprendidos en el sector y de relacionarlos con el documento W/120 y la clasificación CPC. Las actividades propuestas corresponden a todo el proceso del sector de la energía, desde la exploración o identificación de recursos hasta la venta al usuario final, aunque ambas iniciativas presentan variaciones en su terminología y en el nivel de detalle. También varían en su enfoque en relación con el documento W/120 y la clasificación CPC. Una de ellas presenta una lista preliminar en la que se trata de identificar desde el comienzo las actividades de "servicios energéticos propiamente dichos" no abarcados por el documento W/120 y se trata de evitar la superposición con otros sectores de servicios ya enumerados y con el futuro sector de "servicios energéticos". En cambio, en la otra iniciativa se comenzaba por identificar una amplia variedad de actividades incluidas en el "sector de la energía", teniendo en cuenta las realidades comerciales5. Se sugería una metodología basada en la identificación de las actividades de la "cadena de la energía", ya claramente abarcadas por otros sectores del documento W/120; las actividades aún no especificadas o que no estaban claras en la lista y que se debían incluir, y las que posiblemente estaban al margen del alcance del AGCS. Los debates sobre estas iniciativas han planteado diversas cuestiones que hasta ahora no se han resuelto: a) si se ha de crear una nueva sección de servicios energéticos o bien hay que basarse en la cobertura de actividades pertinentes que ya están abarcadas por otros sectores; b) cómo se ha de identificar el sector de los servicios energéticos, evitando la superposición en la clasificación y en los compromisos; y c) si se trata de establecer una definición 5 Utilizamos la expresión "sector de la energía" para referirnos a diversas actividades relacionadas con la energía y que participan en el conjunto de la "cadena de la energía", que se puede distinguir del "sector de los servicios energéticos", y este último es sólo una parte del primero. -94- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS independiente del sector, qué enfoque se debe adoptar para elaborarla. En los párrafos que siguen se abordan brevemente estas cuestiones. a) La creación de una nueva sección para los servicios energéticos en el documento W/120 se relaciona con diversas consideraciones, tales como en qué medida sería factible contraer compromisos en el sector con la lista actual; los beneficios de que se consignen en las listas compromisos comparables y bien circunscritos como resultado de una definición del sector que tenga amplia aceptación; y la posibilidad de que las modificaciones que efectivamente se introduzcan en el documento W/120 puedan modificar los compromisos existentes ya consignados con arreglo a dicha clasificación. De estas cuestiones, la más polémica parece ser la última. Algunas consideraciones que podrían parecer pertinentes para valorar esta cuestión se han reseñado supra en un contexto más general. Aunque estas cuestiones son importantes, sería muy difícil y quizá prematuro abordarlas adecuadamente en abstracto, esto es, sin saber antes de qué está compuesto el sector y qué supondría la revisión. Se necesita una mayor labor sobre esta cuestión, ya que las dos iniciativas mencionadas anteriormente representaban una labor que estaba en curso. Sin una mejor comprensión respecto de lo que se necesitaría para disponer de una definición clara y adecuada del sector con respecto al documento W/120, es muy difícil sopesar los pros y los contras de esa labor. b) Con respecto a la identificación del sector de los servicios energéticos, la primera cuestión es cómo distinguir los "servicios energéticos" o sea los denominados servicios energéticos "propiamente dichos" o "básicos" de los otros "servicios relacionados con la energía". Un criterio para trazar esa distinción podría ser el de la exclusión. En otras palabras, los servicios energéticos "propiamente dichos" serían los que forman parte de la cadena de la energía y que no están ya abarcados en el documento W/120 y la CPC. Otro enfoque se basaría en la función que la actividad podría desempeñar en la cadena de la energía. Esto incluiría los servicios que son una parte esencial de la cadena de suministro del sector -95- Jasmin Tacoa-Vielma energético y sin los cuales esa cadena no podría funcionar, así como los servicios que son principalmente un insumo para el sector energético, aunque podrían también ser un insumo para otros sectores. Si estos últimos incluyen elementos ya abarcados en otra parte de la lista sectorial, se plantea la cuestión de cómo abordar las superposiciones entre varios sectores de servicios. La cuestión que aquí se plantea es cómo evitar la duplicación, o quizá las omisiones, en las futuras consignaciones de compromisos, teniendo en cuenta el hecho de que los compromisos existentes en otros sectores, por ejemplo los servicios prestados a las empresas y los servicios de ingeniería y de construcción, quizá ya incluyen servicios energéticos. Se puede considerar que esta doble enumeración, o la ausencia de enumeración, socava las concesiones ya otorgadas. Al examinar esta cuestión, parece útil diferenciar entre una "definición del sector" a los fines de la inclusión en el documento W/120, por una parte, y una definición con el propósito de negociar compromisos para la totalidad de la cadena de energía, por la otra. Para evitar las superposiciones, una posible definición se podría limitar a las actividades que se pueden clasificar como servicios propiamente dichos o servicios básicos, cualquiera sea la forma en que éstos se definan. Se podría elaborar una definición que incluyera todos los servicios, a efectos de la negociación y verificación, a fin de asegurar que se tengan en cuenta las diversas actividades de servicios, pero sin requerir una reclasificación de subsectores basados en el uso final ni la separación de los sectores en los que figuran actualmente, sea en el documento W/120 o en las listas. Por otra parte, se ha planteado una cuestión más compleja por el hecho de que la "energía" como tal es por lo general considerada como una "mercancía", cuyo régimen comercial sería determinado por las disciplinas del GATT. Algunas de las actividades de la cadena de energía que se examinan para su inclusión en la definición de los "servicios energéticos", cuyo comercio está sometido al AGCS, podrían en realidad constituir o ser parte de la producción o fabricación de productos energéticos. La cuestión es cómo tratar esas actividades estrechamente relacionadas con la producción de energía -96- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS sin una definición de los "servicios energéticos" a los fines del AGCS, evitando al mismo tiempo la superposición con el marco del GATT. Entre los ejemplos de estas actividades figuran los servicios relacionados con la minería, la extracción petrolífera (perforación), la refinería de petróleo y la generación de electricidad. En este contexto conviene tener presente que el documento W/120 contiene la categoría de "servicios relacionados con la minería", en cuya amplia definición se incluye la perforación, y que podría interpretarse que incluye otros servicios que forman parte de la producción en yacimientos de petróleo y de gas6. Además, la lista incluye también los "servicios relacionados con las manufacturas", que se definen en la CPC como la manufactura a comisión o por contrato sin la propiedad de la materia prima. Estas actividades, que actualmente figuran en el subsector "Otros servicios prestados a las empresas", se han incluido en la lista de compromisos específicos de algunos Miembros7. No obstante, se han planteado cuestiones con respecto a si es apropiado considerarlos como servicios en el marco del AGCS. Se ha sostenido que asimilar la producción de energía (un proceso que para algunos entraña la producción de un bien) a un servicio podría socavar la distinción clásica entre bienes y servicios, en la que se funda la separación de los ámbitos de aplicación del GATT y del AGCS. Conviene mencionar que, mientras que las actividades de producción en sí mismas no están sujetas a las disciplinas del GATT, el Acuerdo sobre las Medidas en materia de Inversiones relacionadas con el Comercio (MIC) contiene algunas disciplinas sobre prescripciones de resultados relacionados con la inversión. También se ha aducido que, en realidad, el hecho de que el marco del documento W/120 y la CPC trate las manufacturas a comisión o por contrato con un "servicio" no obliga a los Miembros 6 Véase la nota de pie de página 3. 7 Los servicios relacionados con la minería aparecen (en todo o en parte) en 36 listas, mientras que los servicios relacionados con las manufacturas se han consignado (en todo o en parte) en 26 listas. -97- Jasmin Tacoa-Vielma de la OMC a adoptar el mismo punto de vista, ya que la CPC no es jurídicamente vinculante y no podría determinar el ámbito jurídico del AGCS. No obstante, quienes han introducido códigos de la CPC en sus listas están obligados por esas consignaciones y tales compromisos han creado derechos y obligaciones. También conviene mencionar que la idea de una separación estricta de los ámbitos de aplicación del GATT y del AGCS, que quizá predominaba en cierto momento, ha sido puesta en tela de juicio en un par de diferencias, en las que se constató que ciertas medidas podrían estar abarcadas por ambos Acuerdos. Esto podría sugerir que algunas formas de superposición entre ambos marcos pueden resultar inevitables. Además, es imposible dar una respuesta jurídica simple a esta cuestión, ya que del texto del AGCS no se puede obtener ninguna orientación, puesto que no define el término "servicios". Por consiguiente, parecería que la solución de esta cuestión es algo que deben decidir los Miembros, probablemente sobre la base de la conveniencia de obtener posibles resultados. La complejidad de esta situación se ve agravada por los compromisos sobre servicios relacionados con la minería y las manufacturas. Esto hace necesario que en toda decisión sobre la cobertura del AGCS de las actividades en cuestión se tengan que tener en cuenta esos compromisos. Las conversaciones preliminares parecen sugerir que, aunque algunos preferirían no someter las manufacturas o la producción a comisión o por contrato a las disciplinas del AGCS, otros preferirían evitar un debate en abstracto y aplicar un enfoque caso por caso. Esta cuestión se dejó al margen del debate sobre la energía sin que se llegara a ninguna conclusión, ya que se consideró que era una cuestión sistémica que afectaba a la cobertura del AGCS y requería una definición del término "servicios". No obstante, parecería importante aprovechar la oportunidad que ofrece el presente contexto de negociaciones para aclarar la cuestión antes de que se añadan o se retengan más compromisos debido a la incertidumbre que reina a este respecto. -98- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS c) En cuanto al enfoque a seguir para elaborar una definición del sector, se ha sugerido la necesidad de considerar diversas estructuras de mercado y reglamentarias -por ejemplo, los niveles de participación del sector privado, la integración vertical de los operadores y la competencia-, así como las diversas fuentes de energía. Dadas las diferencias que presentan los enfoques reglamentarios de los 144 Miembros de la OMC y el actual proceso de reestructuración e innovación existente en diversos mercados de la energía, parecería pertinente evaluar en qué medida resulta viable y conveniente recoger toda realidad particular en la definición del sector con fines de alcance multilateral. En cambio, parecería preferible considerar la elaboración de una definición del sector que sea suficientemente neutra y global, y suficientemente desagregada, que tenga la flexibilidad necesaria para adaptar los compromisos a las realidades de los distintos mercados. Un ejemplo ilustrativo sería el enfoque seguido en las negociaciones sobre el sector de las telecomunicaciones básicas, en el que las estructuras del mercado diferían ampliamente en algunos casos. El enfoque adoptado en ese contexto consistió en la elaboración de diversas categorías para cada servicio de telecomunicaciones básicas a fin de incorporar las sutilezas necesarias para facilitar los compromisos, teniendo en cuenta el nivel de liberalización en cuanto a la participación del sector privado y las posibilidades comerciales existentes en cada país. En lo tocante a la necesidad de considerar las peculiaridades de las diversas fuentes de energía, se ha sostenido que existen diferentes actividades en la cadena de la energía según el tipo de energía de que se trate. Por lo tanto, una definición del sector podría consistir en subsectores separados para cada tipo de fuente de energía. La alternativa a esta propuesta sería identificar los servicios del sector energético en su conjunto con independencia de la fuente de energía, lo que se ha denominado un "enfoque indiferente al tipo de energía". Al sopesar ambos enfoques, parecería pertinente también en este caso separar la estructura de la clasificación para el sector, por una parte, de la flexibilidad proporcionada por el AGCS para contraer compromisos, por la otra. Con independencia de si una futura -99- Jasmin Tacoa-Vielma clasificación del sector será indiferente o no al tipo de energía, los Miembros siempre tienen la posibilidad de contraer compromisos basándose en el tipo de energía de su preferencia. En otros términos, una clasificación indiferente al tipo de energía en el documento W/120 siempre se puede convertir en un enfoque basado en el tipo de energía en una lista de compromisos de un Miembro, o a la inversa. Observaciones finales Como se pone de manifiesto en los párrafos precedentes, la falta de claridad acerca de lo que son los servicios energéticos y la cuestión de si figuran o están incluidos en el documento W/120 y la clasificación de la CPC constituyen una cuestión importante en el actual contexto de las negociaciones. Aunque los debates técnicos han tratado de encontrar respuestas a las cuestiones enunciadas anteriormente, en el actual foro de negociación se han presentado propuestas para la liberalización del sector. Reconociendo el problema de clasificación existente, esas propuestas han presentado soluciones pragmáticas que aún se deben examinar y acordar. Es posible que se estén examinando nuevas estrategias para avanzar en la labor de definición, resultantes de un cambio en la dinámica del proceso. Es posible que aparezcan enfoques innovadores en la cuestión de la clasificación, resultantes de una mayor flexibilidad que presenta el contexto de las negociaciones, ya que los participantes tienen amplias facultades discrecionales para decidir lo que piden y ofrecen como compromisos, cuya cobertura puede cobrar forma en varios niveles: unilateral, bilateral, plurilateral o multilateral. Pese a la importancia y la complejidad de las cuestiones, el enfoque voluntario respecto de la clasificación, junto con la flexibilidad de que gozan los países para asumir compromisos en el marco del AGCS, parece brindar amplias posibilidades a los Miembros de la OMC, en el proceso en curso, para asegurar la adopción de compromisos sobre los servicios energéticos en el marco del Acuerdo. Por otra parte, aún sería necesario que los países determinaran individualmente las actividades en las que el comercio -100- UN TEMA DE DEBATE: LA DEFINICIÓN DE LOS SERVICIOS ENERGÉTICOS EN RELACIÓN CON EL AGCS les parece factible y en las que existe un interés en la liberalización del comercio. Por ahora, la cuestión de una clasificación más clara de los servicios energéticos sigue estando sometida a debate y es probable que las presiones para resolver la cuestión se intensifiquen en la medida en que las actuales negociaciones requieran soluciones acordadas multilateralmente. -101- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS CANADÁ Josée De Menezes* El sector de los servicios energéticos es importante para el desarrollo de todos los países, incluidos los países en desarrollo, y es sin duda importante para el Canadá. En este contexto, el Canadá presentó una propuesta en el marco de las negociaciones en curso relacionadas con el AGCS, que abarca los servicios relacionados con el petróleo y el gas. La propuesta del Canadá se centra en mejorar el acceso a los mercados extranjeros por parte de los proveedores de servicios. En ella se sugiere que las negociaciones sobre el acceso a los mercados podrían quizás utilizar una lista de servicios energéticos como aide-mémoire destinado a ayudar a los negociadores a identificar las actividades del sector de la energía que podrían ser objeto de peticiones y ofertas de compromisos específicos. La propuesta del Canadá no se refiere a la cuestión de la propiedad de los recursos naturales. Además, no se trata de instar a la desregulación. El derecho de los Miembros de la OMC a reglamentar y a introducir nuevos reglamentos sobre el suministro de servicios dentro de sus territorios, a fin de alcanzar objetivos nacionales de política está consagrado en el AGCS. La liberalización del comercio de servicios energéticos es compatible con el desarrollo de buenas prácticas reglamentarias y las apoya. El AGCS no se puede interpretar en el sentido de que exige a los Gobiernos que privaticen o desregulen los servicios. * Analista de Políticas Comerciales, División de Políticas sobre el Comercio de Servicios, Departamento de Relaciones Exteriores y Comercio Internacional, Canadá. Correo electrónico: josee.demenezes@dfait-maeci. gc.ca. -102- Josée De Menezes El sector energético se caracteriza por la existencia de empresas pequeñas y medianas (PYMES), que operan al mismo tiempo que las grandes empresas. Es pertinente a este respecto la propuesta de negociación presentada por el Canadá sobre las PYMES. En esta propuesta se destaca que la evolución técnica ha dado a las PYMES la oportunidad de participar en el ámbito internacional. El Canadá considera que es importante abordar la situación particular de los proveedores de servicios pequeños y medianos en el contexto de las negociaciones sobre acceso a los mercados en el marco del AGCS. Por ejemplo, la transparencia y la necesidad de una mayor previsibilidad de las condiciones reglamentarias son cuestiones que revisten especial importancia para las PYMES, ya que las pequeñas empresas no pueden responder tan rápidamente como las grandes empresas a las modificaciones reglamentarias. Esta última cuestión se aborda más detalladamente en la propuesta que el Canadá presentó sobre la transparencia reglamentaria. Entre los obstáculos señalados en el sector del petróleo y el gas figuran los que afectan a la entrada y estadía de profesionales. En opinión del Canadá, es importante procurar mejoras en los compromisos sobre acceso a los mercados formulados con respecto a la entrada temporal de los proveedores de servicios. Otra cuestión conexa es la admisión temporal de equipo que los proveedores de servicios a menudo necesitan. Una mayor liberalización de los mercados de servicios energéticos podría ayudar a ampliar la utilización de tecnologías que no dañen el medio ambiente y a aumentar la transferencia de conocimientos especializados. Por ejemplo, este último objetivo se podría facilitar mediante empresas mixtas y asociaciones entre compañías que actúan en el sector. Esta cuestión se podría prever en los contratos celebrados entre partes privadas. -103- CANADÁ En el AGCS se observa que la liberalización progresiva se debe llevar a cabo con el debido respeto al nivel de desarrollo de cada uno de los Miembros, y se debe facilitar el aumento de la participación de los países en desarrollo en el comercio de servicios. El Canadá está interesado en estudiar las posibilidades de abordar el interés y las preocupaciones de los países en desarrollo, especialmente los menos adelantados. -104- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS CHILE Ana Novik* Introducción Chile reconoce la función crucial que desempeña la energía en el desarrollo de los países y la importancia de fomentar un acceso más eficiente y asequible a la misma. Aunque Chile no es un importante productor de energía y en realidad depende en gran medida de la energía importada, ha presentado una propuesta sobre los servicios energéticos en las actuales negociaciones llevadas a cabo en el marco del AGCS. Un elemento fundamental de la política energética de Chile ha sido la liberalización progresiva con un marco reglamentario adecuado. Esa liberalización ha sido el producto de reformas unilaterales, pero las negociaciones multilaterales y regionales también desempeñan un papel importante. 1. El sector de la energía en Chile 1.1. Fuentes El sector de la energía de Chile incluye la electricidad, el petróleo y sus subproductos, el carbón y -en un porcentaje inferiorotras fuentes (la leña y las tecnologías energéticas limpias y no tradicionales). * Consejera, Misión Permanente de Chile, Ginebra. Correo electrónico: [email protected]. -105- Ana Novik Chile no es autosuficiente en recursos energéticos. Se importa en total el 58% del consumo de energía primaria. El principal producto energético final que se utiliza es el petróleo, seguido del gas natural. El sector industrial y el sector de la minería consumen el 27% de la energía total, seguidos por el sector de los transportes. Cuadro 1 Consumo de energía primaria, 1978-2008 1978 48% 9% 9% 18% 16% 104.370 100 Teracalorias 1988 38% 9% 12% 23% 18% 139.524 133,68 1998 40% 11% 16% 17% 16% 250.920 240,41 1999 40% 16% 16% 13% 15% 264.693 253,61 Petróleo crudo Gas natural Carbón Hidroeléctrica Leña y otros Consumo bruto Índice Tasa de crecimiento anual 2,9% 6,0% 5,5% e Estimación. Energía eléctrica con un equivalente calórico de 2.750 kcal/kWh, 2504. Kcal/kWh hasta 1997 y después 2504 kcal/kWh. 2008e 39% 33% 4% 14% 10% 448.138 429,37 6,0% Fuente: Comisión Nacional de Energía. 1.2. Evolución Chile llevó a cabo una temprana reforma económica del sector energético. Introdujo reformas estructurales en varios sectores económicos hace más de 20 años. El modelo económico hace hincapié en el papel de los inversores privados, estimula la competencia en el mercado y atribuye una función reglamentaria y de supervisión al Estado. En el sector de la energía, actualmente el sector privado representa el 91% de la inversión. -106- CHILE Cuadro 2 Consumo de energía secundaria, 1978-2008 1978 Teracalorias 1988 1998 1999 2008e Derivados del petróleo y el gas natural 54% 45% 43% 41% 39% Gas natural 6% 7% 13% 16% 28% Carbón y coque 12% 16% 17% 17% 7% Electricidad 8% 10% 11% 11% 16% Leña y otros 20% 22% 16% 15% 10% Consumo bruto 96.964 127.857 264.754 286.266 550.533 Índice 100 131,86 273,04 295,23 567,77 Tasa media de crecimiento 2,8% 7,6% 8,1% 7,6% e Estimación. Se tiene en cuenta la electricidad con un equivalente calórico de 860 kcal/kWh. Fuente: Comisión Nacional de Energía. El sector energético de Chile ha crecido durante los últimos dos decenios, y registró una desaceleración en 1998, debido a la crisis financiera asiática. Esto se relaciona directamente con la evolución de la economía en su conjunto: el PIB real creció a un promedio del 7,7% entre 1990 y 1998. También se relaciona con el proceso de privatización del decenio de 1980, que dio lugar a una mayor inversión en distintos sectores, lo que incrementó la demanda de energía. Por otra parte, Chile sufrió una crisis en la industria carbonífera y experimentó un cierto agotamiento de los recursos petroleros del país en el último decenio. Estos dos factores hicieron que Chile aumentara las importaciones de energía y aplicara una política de diversificación de la energía. Este proceso se basó en una política de precios transparente, indicadores macroeconómicos estables e iniciativas de armonización reglamentaria con los países vecinos. En cuanto a la política de precios, el sector de la energía siguió la política general de precios de la economía, es decir, un mercado -107- Ana Novik libre y competitivo. En el sector de la electricidad, en particular, los precios son libres para los grandes consumidores. En el caso de los pequeños consumidores, la Comisión Nacional de Energía fija los precios sobre la base de metodologías estrictas y transparentes que reflejan los costos de producción de la transmisión y distribución de energía de manera eficiente. En el caso del petróleo y del gas, los precios se ajustan a los mercados internacionales. 1.3. El último decenio El mercado de la energía está siendo cada vez más competitivo, mejorando la calidad y disponibilidad del suministro de energía para todas las unidades de consumo y producción. La gradual integración energética con los países vecinos ha producido un cambio de la matriz energética de Chile. El ejemplo más importante fue el aumento del consumo de gas natural debido a la instalación de tuberías de gas natural con la Argentina. El sector energético se está internacionalizando cada vez más. No sólo se han realizado nuevas inversiones extranjeras en el sector, sino que además los inversores chilenos han invertido en otros países de la región. Por último, se han realizado importantes progresos en materia de protección ambiental. La aplicación gradual del marco jurídico general de protección del medio ambiente ha tenido efectos directos e indirectos en el sector energético. Además, se ha fomentado la utilización de tecnologías limpias y la búsqueda de fuentes alternativas de energía. 1.4. Futuras tendencias y retos Uno de los retos futuros es la introducción de nuevos recursos renovables, es decir, la energía geotérmica, eólica y solar. Esto ayudará no sólo a aumentar la disponibilidad de energía para las comunidades rurales y aisladas del país, sino que también mejorará la sostenibilidad ambiental de la producción, la distribución y el -108- CHILE consumo de energía. Otro reto es el fortalecimiento de la integración energética con otros países, especialmente los de América del Sur. Esto no sólo aseguraría una mejor disponibilidad de recursos, sino que también ayudaría a conseguir mercados de energía más diversificados y competitivos. En el contexto de estos y otros retos, el Gobierno ha introducido nuevas reformas en el sistema reglamentario de la energía1. El objetivo es aumentar la eficiencia y la transparencia del mercado de la energía evitando intervenciones gubernamentales innecesarias y asegurando la disponibilidad y el respeto de los derechos de los usuarios. 2. El sector energético como parte de la propuesta de negociación chilena en la OMC 2.1. Propuesta La propuesta de negociación chilena incluye, entre otros sectores, los servicios energéticos. En ella se formula una presentación general, describiendo las razones para incluir el sector energético en las negociaciones de la OMC. También se destacan: la importancia de abarcar una amplia gama de servicios energéticos y de analizar las subvenciones en el sector energético, al menos como modo de aumentar la transparencia sobre esta cuestión. 2.2. Razones para la presentación de la propuesta En términos generales, los servicios energéticos no se han incluido en los acuerdos bilaterales y regionales de libre comercio. Sólo se formularon unos pocos compromisos durante las 1 La reforma inicial se llevó a cabo en 1982. En 20 años, el sector energético ha cambiado y se ha adquirido experiencia; en consecuencia, se necesitan nuevas reformas. -109- Ana Novik negociaciones de la Ronda Uruguay. La razón principal es que el sector energético, en la gran mayoría de los países, estaba controlado por empresas administradas por el Estado e integradas verticalmente, que en su mayoría actuaban como monopolios estatales. No obstante, en muchos países se han actualizado los instrumentos legislativos y reglamentarios; las principales características de los mercados de la energía han adquirido nuevas formas y se ha alentado la privatización y la internacionalización del sector, lo que ha dado lugar a una mayor competitividad. La introducción de reformas en el marco jurídico constituye una tendencia que probablemente continuará en el futuro. En este contexto, un número mayor de países estará en condiciones de incluir el sector energético en negociaciones futuras, no sólo en el marco de la OMC, sino también en negociaciones regionales y bilaterales. Chile, por ser una economía abierta y muy dependiente de la energía importada, está interesado en asegurar, mediante negociaciones multilaterales, un acceso eficiente y asequible a la energía. También está interesado en atraer nuevas inversiones extranjeras y en abrir los mercados de energía extranjeros a los inversores chilenos y los proveedores profesionales de servicios energéticos. Se proporciona un acceso no discriminatorio al mercado energético nacional. Mediante las negociaciones celebradas en el marco de la OMC, Chile desea fomentar mercados internacionales abiertos y competitivos para los servicios energéticos. En este contexto, Chile está interesado en la adopción de normas claras, estables y no discriminatorias en todos los mercados, con respecto a la reglamentación nacional, en particular las relativas a las políticas ambientales y sociales. Chile fomentará la negociación de una amplia variedad de servicios. Esto supone la inclusión de la generación, transformación, transporte, distribución y suministro de servicios energéticos, pero también la negociación de actividades relacionadas con el sector, es decir, los servicios profesionales. -110- CHILE En el contexto de la integración regional, Chile participa activamente en el sector de la energía. Las empresas de electricidad nacionales han realizado inversiones y han prestado servicios profesionales a la Argentina, el Brasil, Colombia y el Perú. Además, otras actividades empresariales en las que Chile ha invertido han sido los servicios relacionados con el gas natural y los servicios profesionales, que han aumentado en los últimos años. Chile desea reforzar esta tendencia mediante las negociaciones multilaterales. La cuestión de las subvenciones se ha mencionado en distintas propuestas de negociación, pero Chile es el único país que las menciona en el contexto de las negociaciones sobre el sector energético. Chile desea examinar -en la ronda de las negociaciones sobre los servicios- de qué modo las subvenciones dificultan la competencia en diferentes sectores de servicios. El sector de la energía debería ser uno de los sectores analizados. Chile no solicita en esta etapa la eliminación de las subvenciones a la energía. La idea consiste en entablar un intercambio de información para incrementar la transparencia a fin de conocer los tipos de subvención, sus cuantías, sus beneficiarios, etc. -111- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS COMUNIDADES EUROPEAS Jolita Butkeviciene* Introducción de los puntos principales de la propuesta Las Comunidades Europeas y sus Estados miembros presentaron en marzo de 2001 una comunicación al Consejo del Comercio de Servicios de la OMC, que contiene su propuesta sobre la manera de abordar los servicios energéticos en las negociaciones AGCS 20001. En la propuesta se reconocen los cambios que se han producido en los mercados de energía y de servicios conexos desde la Ronda Uruguay, inclusive las experiencias acumuladas en materia de liberalización a nivel nacional, así como la experiencia respecto de la presencia arraigada de proveedores de terceros países en los segmentos del petróleo y el gas. En la comunicación se propone fomentar las negociaciones sobre liberalización sólo con los Miembros "que han abierto su mercado interno a la competencia, o están dispuestos a hacerlo". Además, se reitera la importancia de lograr un equilibrio entre el comercio, la liberalización y los objetivos de política pública. * Oficial de asuntos económicos, Subdivisión de Negociaciones Comerciales y Diplomacia Comercial, División de Comercio Internacional de Bienes y Servicios y Productos Básicos, UNCTAD. Correo electrónico: [email protected]. 1 OMC, Comunicación de las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, AGCS 2000: Servicios relacionados con la energía, S/CSS/W/60, 23 de marzo de 2001. -112- Jolita Butkeviciene La comunicación propone una lista de servicios que son de energía y que constituirían el ámbito de las negociaciones respecto del sector de servicios energéticos en el marco del AGCS. Al mismo tiempo, las CE sugieren la posibilidad y destacan la necesidad de un trato diferente de los servicios energéticos en función de las fuentes de energía, debido a las características específicas de estas últimas, inclusive en el contexto comercial. Las CE consideran que el marco reglamentario puede ser diferente en función de la fuente de energía, inclusive la posibilidad de utilizar un enfoque por etapas en la apertura de los mercados a la competencia. Al parecer, en esta comunicación, las CE han prestado más atención a los mercados del gas natural y de la electricidad en comparación con otras fuentes de energía, dejando en claro al mismo tiempo que la energía nuclear no puede ser tratada del mismo modo que otras fuentes de energía. Mediante esta comunicación las CE se proponen lograr progresos en la OMC en dos esferas, esto es, las negociaciones sectoriales y la clasificación. Las negociaciones sectoriales tendrían el propósito de reducir (y no de eliminar) las barreras al comercio en los servicios energéticos, y se enumeran ejemplos concretos de tales barreras. Se propone una lista de sectores de servicios para su examen en la nueva categoría de servicios energéticos del AGCS. Cuestiones planteadas en la comunicación y el marco existente del AGCS La propuesta de las CE de que exista diferenciación en las negociaciones sectoriales sobre servicios según las diferentes fuentes de energía se podría adaptar adecuadamente al modo en que se formulan los compromisos específicos en el marco del AGCS. Sin embargo, desde el punto de vista del fomento de la transparencia y la compatibilidad, es importante permitir una competencia leal entre todas las formas de energía. El establecimiento de condiciones diferentes para el comercio de servicios en función de la fuente de energía crearía condiciones desiguales para la competencia entre los proveedores de servicios que operan en distintos segmentos del -113- COMUNIDADES EUROPEAS mercado de la energía y favorecería a algunos y perjudicaría a otros en su prestación competitiva de servicios. Los objetivos establecidos de la política energética en las CE consisten en asegurara la competitividad global, la seguridad del suministro de energía y la protección ambiental. Los mismos objetivos aparecen en esta comunicación en la que, además, las CE vuelven a confirmar el derecho de sus Estados miembros a imponer obligaciones de servicio público al mismo tiempo que abren el acceso a los mercados a la competencia extranjera. Hay dos puntos que merecen un examen más a fondo: las obligaciones de servicio público y la búsqueda de objetivos de política relacionados con el medio ambiente, por una parte, y la creación de un entorno competitivo en el comercio internacional, por la otra. En particular, en la propuesta de las CE se sugiere la necesidad de establecer un marco normativo transparente, objetivo y propicio a la competencia en el sector de la energía. El único caso en el que dicho marco se ha establecido es en la esfera de las telecomunicaciones básicas, mediante la adopción e incorporación del denominado Documento de Referencia a los compromisos específicos consignados en listas por los Miembros de la OMC en este sector. Las normas horizontales sobre competencia aún no se han desarrollado en el marco del AGCS; por consiguiente, la única manera de asegurar la existencia de un marco normativo propicio a la competencia es negociar disciplinas adicionales para el sector, que es lo que parece sugerir la presente propuesta de las CE. Sin duda, este es un enfoque más limitado, que hace que el acuerdo sea más complejo y menos transparente en su conjunto si se lo compara con la opción de elaborar y fortalecer disciplinas del AGCS en la esfera de las prácticas comerciales (AGCS, art. IX). La necesidad de disciplinas reglamentarias adicionales para asegurar un entorno competitivo está adquiriendo más importancia en muchos sectores de servicios, como el modo de garantizar que los beneficios derivados de la liberalización progresiva se distribuyan de manera equilibrada entre todos los actores del comercio internacional. -114- Jolita Butkeviciene En cuanto al segundo aspecto -obligaciones de servicio público y búsqueda de objetivos de política relacionados con el medio ambiente- en el AGCS se reconoce el derecho de los Miembros a reglamentar e introducir nuevas disposiciones reglamentarias dirigidas a alcanzar objetivos de política nacionales2. Las obligaciones de servicio público destinadas a proporcionar a la población un acceso seguro a la energía o la protección del medio ambiente son ejemplos de estas políticas. No obstante, el derecho de los Miembros de la OMC a aplicar dichas políticas ha suscitado preocupación últimamente, en especial para los sectores de servicios socialmente sensibles, como la salud y la educación. Una de las razones de esa preocupación es la idea de que la imposición -por ejemplo, de obligaciones universales por parte de un miembro- se evaluarían con respecto a los efectos de restricción del comercio de dicha medida. Durante las negociaciones sobre las telecomunicaciones básicas, la cuestión del acceso universal se abordó y se incluyó en el Documento de Referencia, que los Miembros de la OMC anexaron a sus listas de compromisos específicos en este sector3. Este enfoque también podría utilizarse en la esfera de los servicios energéticos. En la comunicación se reconoce el principio del AGCS de la liberalización progresiva: en primer lugar, se hace referencia a la posibilidad de utilizar un enfoque por etapas para abrir los mercados a 2 Para abordar estas preocupaciones, en la Declaración Ministerial de Doha de la OMC se reafirmó el derecho de los Miembros de reglamentar el suministro de servicios, en su párrafo 7, WT/MIN(01)/DEC/W/1, 14 de noviembre de 2001. 3 El documento de referencia se refiere al servicio universal en su párrafo 3: "Todo Miembro tiene derecho a definir el tipo de obligación de servicio universal que desee mantener. No se considerará que las obligaciones de esa naturaleza son anticompetitivas per se, a condición de que sean administradas de manera transparente y no discriminatoria y con neutralidad en la competencia y no sean más gravosas de lo necesario para el tipo de servicio universal definido por el Miembro". -115- COMUNIDADES EUROPEAS la competencia nacional y extranjera; en segundo lugar, se reconoce la necesidad de mantener condiciones respecto de la apertura del acceso a los mercados; y en tercer lugar, la propuesta tiene el propósito de reducir las barreras al comercio y no de suprimirlas lisa y llanamente. No obstante, muchos Miembros de la OMC, y especialmente los países en desarrollo, pueden verse sometidos a crecientes presiones en las negociaciones para "precomprometer" el pleno acceso a los mercados y acelerar sus esfuerzos de liberalización, así como para suprimir o a reducir los períodos de transición para la apertura de los mercados consignados en sus compromisos específicos. Esto ha sucedido en las negociaciones anteriores, debido especialmente al desequilibrio del poder negociador de los países en desarrollo y de sus interlocutores comerciales desarrollados cuando se negocian bilateralmente compromisos específicos. Para hacer frente a estos desequilibrios, la disciplina adicional propuesta destinada a crear un entorno propicio a la competencia (como se examinó supra) debería incluir disposiciones que aseguren una participación creciente de los países en desarrollo en el comercio de los servicios energéticos. Las condiciones necesarias para asegurar una situación ventajosa para todos se podrían identificar en las negociaciones sectoriales a nivel multilateral. Se subrayan las deficiencias de la clasificación existente y se propone una nueva lista basada en el principio de la indiferencia al tipo de energía. En la comunicación se destaca la importancia de evitar la doble enumeración en la clasificación de los servicios, ya que algunos servicios relacionados con la energía ya están incluidos en la clasificación existente. La lista de servicios que se sugiere para la nueva categoría de servicios energéticos incluye, empero, algunos servicios que ya están incluidos bajo diferentes epígrafes en la clasificación de servicios del AGCS. Desde el punto de vista de los Miembros de la OMC que recibirán peticiones en esta esfera, es importante saber de qué modo se relacionan los distintos servicios, a fin que se puedan evaluar las consecuencias reales de la formulación de compromisos específicos en distintos sectores de servicios. La actual clasificación de los servicios no tiene carácter obligatorio en el -116- Jolita Butkeviciene AGCS y es objeto de propuestas de negociación. Se debería alcanzar un acuerdo sobre el modo en que la lista de servicios relacionados con la energía sería tratada en el proceso de negociación: como una guía o bien como un medio de formular compromisos específicos. En este último caso, la labor adicional sobre la definición de la cobertura de los servicios energéticos podría ser útil para lograr una mayor precisión y para dar definiciones de cada subcategoría, como sucede en los otros sectores de servicios. Entre otras cuestiones, puede ser importante considerar la inclusión de la investigación y desarrollo de las nuevas tecnologías en materia de energía, a fin de que los países en desarrollo puedan tratar de negociar condiciones en las cuales podrían beneficiarse de la aplicación de nuevas tecnologías. En la comunicación también se hace referencia a cuestiones que se están examinando en los órganos pertinentes del AGCS. El resultado de esta labor tendrá un efecto directo sobre algunas cuestiones, como las mencionadas en la comunicación, en particular la transparencia y la objetividad en los procedimientos de concesión de licencias. Cabe preguntarse en qué medida la elaboración de estas u otras disciplinas en un sector podrían constituir un enfoque útil en términos generales. Por último, en su propuesta las CE no buscan una apertura significativa de los mercados para el movimiento temporal de las personas físicas y sólo reconocen que se necesita mantener más deliberaciones para "mejorar y facilitar el movimiento temporal de personas físicas para la prestación de servicios específicos". Se deberían alcanzar progresos en esta materia a fin de aportar beneficios importantes a los países en desarrollo que tratan de establecerse como exportadores de servicios relacionados con la energía. Hasta ahora, sólo el personal transferido dentro de la misma empresa y los proveedores de servicios contractuales se han incluido en los compromisos específicos ofrecidos por la CE en el marco del Acuerdo, y mucho menos en los compromisos ofrecidos por otros Miembros de la OMC. En este contexto, las negociaciones en el marco del AGCS se deberían centrar en la determinación de las -117- COMUNIDADES EUROPEAS categorías de profesionales, trabajadores calificados y otro personal técnico y de servicios que son indispensables para el suministro de energía y servicios conexos. Esto se debería hacer a nivel sectorial y podría incluir compromisos específicos con la inclusión de plazos o de contingentes. La inclusión de los servicios energéticos con su propio epígrafe en las negociaciones relativas al AGCS ampliaría el alcance del AGCS en esta nueva esfera del comercio internacional. No obstante, es necesario que se cumplan varias condiciones para que se vean beneficiados los países que abran sus mercados a la competencia, así como los que acojan nuevas inversiones, busquen nuevas oportunidades comerciales y hagan frente a nuevos retos. -118- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS JAPÓN Contribución del Gobierno del Japón Introducción En las políticas energéticas nacionales existen varios factores. Refiriéndonos a nuestro propio ejemplo, el Japón es un país que depende en gran medida de las importaciones de energía. Su experiencia con los choques petroleros ha hecho que las consideraciones predominantes en su política sean la búsqueda de un suministro de energía estable y la eficiencia energética. El Japón ha introducido nuevas consideraciones ambientales en sus políticas desde fines del decenio de 1980, con la creciente sensibilización mundial respecto de las consecuencias del sector energético en el medio ambiente y el calentamiento de la atmósfera en todo el mundo. Recientemente, la población japonesa ha mostrado interés en la liberalización y desregulación de este sector, con miras a reducir los costos de la energía industrial y mejorar la competitividad en el mercado internacional. La liberalización del comercio de servicios energéticos se relaciona directamente con este último aspecto y reviste interés para la población del Japón. No obstante, en el curso del examen de la liberalización comercial, es menester tener en cuenta otras consideraciones, ya que la liberalización del comercio constituye sólo una parte de una política energética global. Estos son los conceptos básicos en los que se inscribe la propuesta japonesa de negociación sobre los servicios energéticos. Síntesis de la propuesta de negociación del Japón El comercio de servicios energéticos, junto con la liberalización del mercado de la energía, está comenzando a desempeñar una -119- Contribución del Gobierno del Japón función importante. No obstante, en varios países las condiciones del comercio de servicios energéticos no son aún idóneas, debido a un desarrollo insuficiente de los marcos reglamentarios y la falta de transparencia en la aplicación de esos reglamentos en el sector de la energía. La falta de transparencia en la regulación de los servicios energéticos disminuye la previsibilidad del comercio en este sector. Además, un sistema que carece de una transparencia suficiente crea aprensión respecto de las posibles barreras comerciales, lo que da lugar al deterioro de la confianza en el mercado de ese país. En consecuencia, interesa a todos los países el mejoramiento de la transparencia reglamentaria de los servicios energéticos. Al mismo tiempo, como los servicios energéticos constituyen una infraestructura básica para sostener una economía moderna en cualquier país, la pérdida de confianza en un suministro estable no sólo perjudicaría los beneficios de los consumidores, sino que también tendría efectos negativos considerables en el conjunto de la economía. En particular, teniendo en cuenta los casos recientes en los que mercados liberalizados han tropezado con dificultades para mantener un suministro de energía estable, lo que supone una pesada carga para la economía, es menester realizar esfuerzos para garantizar la seguridad energética y el suministro estable de energía, ocupándose al mismo tiempo de la reforma reglamentaria y de la reorganización empresarial. Por otra parte, se han planteado cuestiones ambientales en los debates a nivel mundial desde fines de los años ochenta. Además, se están celebrando actualmente debates acerca de las cuestiones ambientales mundiales, y el Japón considera que se deben realizar esfuerzos en todos los países para armonizar las políticas energéticas y las políticas ambientales, de conformidad con las circunstancias nacionales, y que los países que adoptan esas medidas de ningún modo se deben encontrar en situación desventajosa en el comercio de los servicios energéticos. -120- JAPÓN Con respecto al establecimiento de normas en el sector de los servicios energéticos en el marco del AGCS, y a fin de tener en cuenta el interés público en esferas tales como el mejoramiento de la seguridad energética y la fiabilidad de los suministros, la protección ambiental y el mantenimiento del servicio universal y la seguridad pública, los países Miembros pueden reservarse sus derechos respectivos de adoptar medidas de reglamentación que sean transparentes, con efectos neutrales en la competencia y no más gravosas de lo necesario. La diferencia en los compromisos consignados en listas en el marco del AGCS se deberían justificar al amparo de esos derechos de los Miembros. Además, las posibles normas adoptadas en el marco del AGCS para la reglamentación interna del sector de los servicios energéticos deben reconocer la diversidad entre los países Miembros, sobre la base de que cada país tiene una historia diferente en materia de servicios energéticos (por ejemplo, si esos servicios han sido prestados por una empresa de propiedad estatal o privada), y también deben estar en conformidad con la actual estructura industrial. Sin embargo, las normas deben ser no discriminatorias en la máxima medida posible y deben asegurar un máximo de transparencia. Teniendo en cuenta las consideraciones indicadas precedentemente, el Japón presentó una propuesta sobre los servicios energéticos al Consejo del Comercio de Servicios en octubre de 2001. El Japón desearía proseguir las deliberaciones con los interlocutores de los países en desarrollo y también de los países desarrollados sobre esta cuestión sumamente importante, durante el curso de las negociaciones sobre el comercio de servicios. -121- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS NORUEGA Rikke Eeg-Henriksen* La propuesta noruega sobre los servicios energéticos establece cuatro objetivos: 1. Las negociaciones deben abarcar todos los servicios energéticos; 2. Se debe procurar un aumento de los compromisos en materia de acceso a los mercados y trato nacional; 3. Es menester abordar específicamente las cuestiones reglamentarias, quizás mediante un documento de referencia; 4. Una lista modelo o una lista de verificación para los servicios energéticos podría ser un instrumento de negociación útil. A fin de dar a conocer los antecedentes de nuestra propuesta, desearía referirme a nuestra experiencia respecto del mercado de la electricidad. El mercado noruego de la electricidad se abrió formalmente en 1991. Desde entonces, Noruega desreguló paso a paso el mercado interno de la electricidad, permitiendo a los consumidores que eligieran el proveedor de servicios energéticos, que ahora a menudo escogen por medio de Internet. El objetivo de este cambio de la política era aumentar la eficiencia en la generación y el suministro. * Consejera, Misión Permanente de Noruega, Ginebra. Correo electrónico: [email protected]. -122- Rikke Eeg-Henriksen Los clientes tienen acceso a un mercado competitivo. Sin embargo, esto no significa que el mercado esté desregulado. Debido a las características especiales del mercado de la energía, el Gobierno ha desempeñado un papel activo en el establecimiento de un marco jurídico para la competencia en materia de generación, comercialización y suministro, además de establecer el régimen reglamentario en materia de monopolios naturales, transmisión y distribución. En términos generales, Noruega ha quedado satisfecha con los resultados de los cambios de políticas introducidos en el sector de la electricidad. Hemos ido aún más lejos y ahora disponemos de un mercado común liberalizado en los países nórdicos. A fin de regular el sistema, ha sido necesario separar las distintas funciones del sector de la electricidad. En este proceso, también resultó claro que podíamos identificar diversos servicios distintos. Hasta ahora, hay un número relativamente bajo de compromisos en esta esfera, y en esta apreciación incluimos los compromisos de Noruega. Como se mencionó en nuestra propuesta, Noruega considera que una energía fiable, eficiente y de precios competitivos es una condición fundamental para el desarrollo económico y social. Consideramos que la eficiencia de los servicios energéticos es un factor fundamental del crecimiento económico y creemos que la liberalización beneficiará a las economías nacionales. Noruega está en el proceso de reorganizar sus sectores del petróleo y el gas. Nuestra experiencia ha mostrado que, a fin de obtener plenamente los beneficios de servicios energéticos eficientes y competitivos y para que nuestros compromisos tengan sentido desde un punto de vista económico, es necesario que consideremos toda la cadena de actividades involucradas. Por consiguiente, desearíamos abordar la identificación de los recursos, la producción, la transmisión, -123- NORUEGA el transporte y la distribución, las ventas y la comercialización, con independencia de que las actividades se lleven a cabo en el país o en el extranjero. Comprendemos que es menester que examinemos el mejor modo de tratar la consignación en listas de los servicios energéticos. Estos servicios no constituyen un sector distinto ni un subsector en el documento W/120, y los servicios pertinentes están incluidos en distintas partes de la clasificación. Por consiguiente, a los fines de las deliberaciones adjuntamos una lista preliminar de servicios relacionados con la energía, como parte de nuestra propuesta. Nuestra propuesta se basa en el legítimo derecho de reglamentación que tienen las autoridades nacionales y en el respeto de los objetivos de política nacionales, incluidas las consideraciones ambientales. No consideramos que la cuestión de la propiedad pública de los recursos naturales forme parte de estas negociaciones. No obstante, como los servicios energéticos son complejos y están sumamente reglamentados, será importante también que se aborden las cuestiones de reglamentación. Una manera de abordar esta cuestión sería mediante un documento de referencia. Los elementos centrales de tal documento serían normas sobre la transparencia, el acceso no discriminatorio a las redes de energía y las prescripciones que previenen las prácticas anticompetitivas. También reconocemos que los Miembros se encuentran en diversas fases de desarrollo de la reglamentación y que la competencia en materia de servicios energéticos presenta importantes diferencias entre los distintos países. Por consiguiente, prevemos que habrá diferencias a nivel de los compromisos. Para concluir, corresponde decir que Noruega se ha beneficiado de la liberalización de su mercado interno de la energía y también de la cooperación de los países nórdicos. Estimamos que el sector de la energía presenta posibilidades para todos los Miembros de la OMC, incluidos los países en desarrollo. -124- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS ESTADOS UNIDOS Lana Ekimoff* Introducción Desearía compartir con ustedes las ideas relativas a las negociaciones sobre los servicios energéticos en el marco del AGCS que los Estados Unidos presentaron como propuesta al Consejo del Comercio de Servicios de la OMC. En primer lugar, examinaré los antecedentes de la elaboración de la propuesta y describiré brevemente las cuestiones que figuran en la misma, y después describiré en qué situación estamos con respecto a las negociaciones. En la preparación para las negociaciones en el marco del AGCS, los Estados Unidos examinaron los sectores de servicios y observaron que no había una clasificación separada ni obvia para los servicios energéticos. Las empresas de energía de los Estados Unidos plantearon ante la Oficina del Representante de los Estados Unidos para Asuntos Comerciales la cuestión del vacío existente en las negociaciones realizadas en el marco del AGCS. Las empresas hicieron notar que el sector de la energía había cambiado notablemente en el último decenio y que esto había dado lugar a un considerable crecimiento de un sector de servicios en el campo de la energía. Hace más de un año comenzamos a examinar con nuestros colegas en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS la idea de que quizá era necesario reconocer el sector de los servicios * Economista de categoría superior, Oficina de Política Internacional, Comercio e Inversión, Departamento de Energía, Estados Unidos. Correo electrónico: [email protected]. -125- Lana Ekimoff energéticos como un sector separado en el marco del AGCS, como las telecomunicaciones, los servicios financieros, los servicios informáticos y los servicios ambientales. 1. Elaboración de la propuesta para las negociaciones sobre los servicios energéticos Para preparar una propuesta de negociación, teníamos en primer lugar que determinar qué eran los servicios energéticos e identificar las actividades asociadas con este sector. Examinamos toda la cadena de actividades involucradas en dar acceso a los consumidores a una energía producida eficientemente, de precios razonables y fiable. A los fines de las deliberaciones, las actividades relacionadas con la energía se dividieron en las cinco categorías siguientes: 1. Actividades relacionadas con la exploración, el desarrollo y la producción de la fuente de energía; 2. Actividades relacionadas con el funcionamiento de las instalaciones energéticas; 3. Actividades relacionadas con las redes de energía (por ejemplo, el transporte, la transmisión y la distribución de energía); 4. Servicios relacionados con los mercados mayoristas de energía, con inclusión del comercio y la intermediación; 5. Servicios relacionados con el suministro de energía al por menor, con inclusión de los sistemas de medición y las tarifas, así como los servicios de atención al cliente. Reconocemos que cada una de estas cinco categorías incluyen muchas actividades diferentes. Estas actividades se relacionan estrechamente entre sí y, consideradas en conjunto, puede decirse que -126- ESTADOS UNIDOS abarcan el "sector energético". Algunas de estas actividades están presentes en varias de las actuales clasificaciones sectoriales. Otras pueden abarcar actividades que aún no están especificadas ni incluidas en la cobertura del sistema de clasificación. Algunos servicios energéticos están actualmente incluidos en diferentes categorías, como los servicios relacionados con la distribución de energía y la minería, que se incluyen en "otros servicios prestados a las empresas", y el transporte de combustibles por tuberías, incluido entre los "servicios de transporte". La siguiente cuestión que tratamos es la necesidad de abordar el sector de servicios energéticos. Se ha observado que el mercado ha cambiado considerablemente, ya que numerosos países han privatizado y desregulado su sector energético, lo que ha dado lugar a la desagregación de servicios. Antes de esto, el sector energético en diversos países estaba dominado por empresas de propiedad estatal que operaban sobre todo en los mercados nacionales como empresas integradas verticalmente que tenían posiciones de monopolio. Además, con los adelantos tecnológicos se desarrollaron nuevas actividades en el sector de los servicios energéticos, en particular el desarrollo de Internet, métodos más perfeccionados de perforación, equipos y métodos que permiten ahorrar energía y una tecnología única para producir energía, como los microprocesadores. La necesidad y la utilización de nuevas tecnologías ha aumentado con rapidez y los gobiernos, la industria y los consumidores han comprendido cada vez más la necesidad de encontrar soluciones innovadoras para ofrecer una energía eficiente, estable y de precios razonables. Para determinar la conveniencia o no de concertar un acuerdo sobre los servicios energéticos se planteaban varias cuestiones fundamentales. Una de ellas era de qué modo se beneficiarían los proveedores de servicios energéticos de un acuerdo sobre estos servicios. Se determinó que el acuerdo podía servir como base que contribuiría a que los países formularan compromisos significativos e -127- Lana Ekimoff importantes de acceso al mercado de los servicios energéticos. A su vez, podría dar a los funcionarios gubernamentales y los proveedores de servicios energéticos una mayor certidumbre acerca de qué servicios energéticos forman parte de los compromisos de un país. Una cuestión aún más importante es qué países se beneficiarían, y de qué manera, si se adoptara una clasificación de los servicios energéticos. En primer lugar, es indudable que todos los países se beneficiarían. La energía es un elemento catalizador del crecimiento y el desarrollo económico. Es esencial para el desarrollo y el mantenimiento de sectores económicos tales como las manufacturas, la agricultura y las telecomunicaciones. Además, presta servicios sociales básicos al conjunto de la población. Según la Asociación de Energía de los Estados Unidos, se prevé que la demanda de energía aumentará un 50% en los próximos 20 años, y se necesitarán anualmente aproximadamente 200.000 millones de dólares para construir y hacer funcionar los sistemas energéticos. La apertura de los mercados permite que los países escojan los recursos, los proveedores, la tecnología, el equipo y los conocimientos técnicos. La liberalización del mercado de servicios energéticos de un país no exige que éste renuncie a la propiedad de sus recursos energéticos subyacentes. Por ejemplo, en Noruega, el Estado sigue siendo el propietario del servicio público de electricidad. No obstante, la libertad de acceso a las redes de transmisión y la competencia entre los generadores (de propiedad estatal) han dado lugar a disminuciones significativas de los precios y a mejoras del servicio a los clientes. La disponibilidad de distintas fuentes de energía a precios razonables determina de manera importante la capacidad competitiva de un país en el mercado mundial. Sin una energía fiable, eficiente, a un precio competitivo y sostenible desde el punto de vista ambiental, los sistemas de transporte aéreo y por carretera, los mercados financieros, los informáticos, los de radiotelevisión y telecomunicaciones, entre otros, no podrían funcionar. Los países que tienen un suministro de energía limitado o muy caro sufren una gran desventaja desde el punto de vista de la competencia: el alto costo de los insumos energéticos -128- ESTADOS UNIDOS afecta negativamente a las industrias nacionales y a la capacidad del país para atraer a inversores extranjeros, quienes evitan las fuentes de energía costosas en sus operaciones en el extranjero. Además, el alto costo de la energía representa una carga para los consumidores particulares y los servicios sociales, desde la calefacción hasta el alumbrado de las calles y los hospitales. En diciembre de 2000, teniendo en cuenta estos factores, los Estados Unidos presentaron una propuesta formal para su examen en la negociación de un acuerdo sobre los servicios energéticos. En resumen, hicieron notar lo siguiente: • La importancia del medio ambiente; • La importancia de la competencia para la prestación de servicios que aseguren que los consumidores tengan acceso a una energía producida de modo eficiente, a precios de mercado y fiable; • Los cambios en la estructura del sector desde la Ronda Uruguay; • El reconocimiento del derecho a reglamentar los recursos energéticos de modo que refleje las políticas nacionales, incluida la protección del medio ambiente y el desarrollo sostenible; • Las barreras existentes en numerosos países extranjeros limitan el acceso a los mercados y fomentan un acceso discriminatorio; • La propiedad de los recursos no forma parte de la negociación; • La idea de un documento de referencia en el que se esbocen las cuestiones relativas al acceso. -129- Lana Ekimoff La propuesta en la que se esbozó el examen del reconocimiento de los servicios energéticos como sector distinto en las negociaciones dio lugar a otras cinco comunicaciones -de los Estados Unidos, Noruega, Venezuela, el Canadá y Chile (después de esta conferencia el Japón presentó una propuesta)- y esperamos que se redacten muchas más. Entre las propuestas hay diversas similitudes, entre ellas las siguientes: • El reconocimiento de un sector de servicios energéticos; • La necesidad de competencia (en un régimen reglamentado); • Los beneficios para la economía; • La propiedad de los recursos no forma parte de la negociación; • La principal barrera es la entrada de equipo o de "útiles de trabajo"; • La importancia del medio ambiente; • La reglamentación debe reflejar las políticas nacionales. Naturalmente, siguen fundamentales, relativas a: pendientes • Definiciones; • Clasificación; • Ámbito de los servicios energéticos. -130- algunas cuestiones ESTADOS UNIDOS En diciembre de 2001, los Estados Unidos presentaron una comunicación (WTO, JOB (01)167, 4 de diciembre de 2001) sobre las negociaciones propuestas. 2. Situación actual Por último, ¿en qué situación estamos con respecto a las cuestiones que hemos planteado? Aún estamos examinando, debatiendo y recabando más información. Es por eso que estamos aquí para oír acerca de las preocupaciones e intereses de todos los países. Nuestra delegación considera que la interacción formal e informal que hemos mantenido con nuestros colegas participantes en el día de ayer ha sido muy provechosa e informativa. En algunos casos, hemos comprobado que había otros que se planteaban las mismas cuestiones que nosotros -por ejemplo, las diferencias en varios sectores de servicios energéticos- y que también han planteado algunas cuestiones que nosotros no hemos tratado, como la función de las pequeñas y medianas empresas. Alentamos el mantenimiento de un diálogo franco y abierto en este excelente foro, a fin de que podamos elaborar el mejor marco posible en el cual negociar. -131- Panorama general de las propuestas de negociación sobre los servicios energéticos en las negociaciones celebradas en el marco del AGCS VENEZUELA Elbey Borrero* Introducción El propósito de esta contribución es presentar el enfoque de Venezuela en las negociaciones celebradas en la Organización Mundial del Comercio (OMC) sobre los servicios energéticos, a la luz del marco particularmente atractivo ofrecido por el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). Las negociaciones comerciales no contribuyen por sí solas al desarrollo de la capacidad de suministro nacional. A fin de facilitar la participación en la economía mundial, los países en desarrollo deben elaborar y aplicar una combinación de políticas comerciales, industriales y tecnológicas compatibles con las leyes del mercado. Estas políticas deben estar dirigidas a superar las limitaciones de la oferta y a obtener un máximo de beneficios de la liberalización del comercio. En estas negociaciones, la delegación de Venezuela ha fomentado de manera dinámica entre los participantes la adopción de "una perspectiva más amplia que la meramente comercial"1. Para Venezuela, como país en desarrollo Miembro de la OMC, es * Segundo Secretario, negociador de Venezuela en el marco del AGCS, 2000. El autor agradece a Tim McKenna, Juan Francisco Misle, Carlos Añez y Jasmin Tacoa-Vielma por sus útiles observaciones y sugerencias en la redacción de este documento. Dirección electrónica: [email protected]. 1 OMC, Comunicación de Venezuela, Propuesta de negociación sobre servicios de energía, S/CSS/W/69, 29 de marzo de 2001. -132- Elbey Borrero fundamental que el resultado de las negociaciones comerciales fomente el crecimiento económico y el bienestar de su población. 1. Alcance de la propuesta de Venezuela Venezuela expresa en su propuesta que el principal objetivo buscado como resultado de esas negociaciones es el desarrollo de una capacidad empresarial nacional en materia de suministro. En la propuesta de Venezuela se señala que las negociaciones sobre los servicios energéticos deben vincularse al logro de los objetivos de desarrollo de los países en desarrollo, sobre todo su capacidad de seguir utilizando los servicios energéticos como palanca para diversificar sus economías, promover su desarrollo y fortalecer su sector privado. Además, en este contexto Venezuela también procura desarrollar su capacidad empresarial mediante la transferencia de tecnología y otros medios. La propuesta supone que un mejor acceso a los mercados en el sector de los servicios energéticos tendrá efectos beneficiosos para todos los países. Otras importantes premisas para Venezuela, que coincide con otras propuestas de negociación en esta esfera, son que las negociaciones no deben abordar la propiedad de los recursos naturales y que el sector energético debe seguir estando reglamentado para garantizar el logro de los objetivos de política nacional y las obligaciones con respecto a los servicios públicos. Otro aspecto abordado en la propuesta es la clasificación de los servicios energéticos. Venezuela recomienda que la clasificación sea flexible y responda a la especificidad de las fuentes de energía. Con esta finalidad, en la propuesta se exponen tres criterios de clasificación: en primer lugar, en función de las fuentes de energía (por ejemplo, petróleo, gas, energía hidroeléctrica); en segundo lugar, la definición de la fase del proceso energético (por ejemplo, servicios relacionados con la producción, transformación, transporte, distribución y ventas); y en tercer lugar, el establecimiento de una distinción entre los servicios energéticos "medulares", que son los que -133- VENEZUELA se integran directamente en los procesos principales, y los "no medulares", que se relacionan con los procesos que dan apoyo a la cadena de valor de los servicios energéticos. Un equipo calificado de gestores y de negociadores del sector público y expertos del sector privado han llevado a cabo la labor después de la presentación de la propuesta. Esta valiosa experiencia de equipo ha demostrado que el resultado del trabajo de clasificación debe reflejar claramente la realidad comercial de la manera en que los servicios energéticos se comercializan en el plano internacional, facilitando así la comprensión de los principales agentes, y éstos son precisamente las entidades y empresas comerciales. Además, una clasificación adecuada y una definición del sector serían elementos decisivos para la posibilidad de introducir distinciones normativas y reglamentarias en el intercambio de concesiones sobre acceso a los mercados y trato nacional. Esto ayudaría a los Miembros de la OMC a consignar en las listas sus compromisos en este sector estratégico y preservaría la flexibilidad, especialmente para los países en desarrollo, de liberalizar sus mercados de conformidad con sus estrategias nacionales de desarrollo. La delegación de Venezuela distribuyó como adición a su propuesta una lista de los servicios energéticos principales para que se tuvieran en cuenta en los futuros debates sobre este tema que se llevarían a cabo en la OMC. 2. Perspectiva de las negociaciones Las negociaciones sobre los servicios energéticos deberían representar beneficios para todos los participantes. Por una parte, los países que tienen conocimientos especializados y posibilidades de prestar servicios energéticos aumentarán sus oportunidades comerciales. Por otra parte, los países que tienen una capacidad nacional limitada tendrán la oportunidad de poner condiciones en materia de desarrollo en las aperturas de mercados que decidan -134- Elbey Borrero emprender. Estas condiciones deben estar dirigidas a beneficiar a los consumidores finales (hogares e industrias). Resulta claro que la perspectiva de "beneficios mutuos" depende del modo en que los Miembros conduzcan las negociaciones y conecten sus resultados con revisiones de las políticas nacionales y su consiguiente aplicación. Conseguir una secuencia correcta entre la negociación de los compromisos y la ejecución de las políticas no siempre es fácil. El entorno reglamentario reviste la máxima importancia para que los resultados de las negociaciones sean tan eficaces como resulte posible. El objetivo de las negociaciones en el marco del AGCS no es la desregulación ni la privatización de los sectores de servicios. La perspectiva promovida por Venezuela es que los países deben pensar en términos de "nueva reglamentación", lo que, en principio, supone una reglamentación de modo tal que estimule tanto la competencia como la eficiencia. Hasta ahora, en las negociaciones sobre servicios los distintos países en desarrollo no han estado particularmente dispuestos a dar un salto para considerar los servicios energéticos como uno de sus sectores de interés prioritarios. Los servicios de turismo y de construcción, entre otros, han recibido más atención como sectores que ofrecen posibilidades de "exportación". La labor analítica realizada por la UNCTAD y los resultados de la Reunión de Expertos sobre servicios energéticos ha arrojado nueva luz sobre la importancia de los servicios energéticos para los países en desarrollo y la mejor manera de aumentar al máximo sus beneficios mediante las negociaciones en el marco de la OMC. 3. Opciones de política Las repercusiones que las negociaciones sobre el comercio de servicios energéticos pueden tener sobre las políticas nacionales de energía dependerán en primer lugar del modo en que los compromisos se negocien y en segundo lugar de la manera en que se consoliden o se "afiancen" por parte de los Miembros. Esta es la primera ronda de -135- VENEZUELA negociaciones después de la entrada en vigor del AGCS, y no será la última. El principio más importante que los países en desarrollo deberían tener en cuenta cuando participan en estas negociaciones es la flexibilidad del AGCS para condicionar los compromisos de acceso a los mercados y trato nacional. Una vez que un país ha hecho su evaluación interna y decide formular un compromiso, la determinación de estas condiciones debe ser el resultado de una evaluación de la estructura reglamentaria existente y futura y de la actual configuración del mercado. Algunas de estas condiciones o requisitos podrían incluir las empresas mixtas, prescripciones sobre contratación de empleados locales y/o de desarrollo de la capacidad, difusión de tecnología, etc. La importancia que se atribuye en el presente documento a la posibilidad de imponer condiciones al acceso a los mercados está en consonancia con el enfoque de una "perspectiva más amplia que la meramente comercial", expuesta por Venezuela en su propuesta de negociación. También es importante tener presente que los países en desarrollo hacen frente a importantes limitaciones en materia de suministro y no satisfacen las condiciones previas para crear un sector de servicios competitivo2. En este sentido, el tener acceso a los mercados y trato nacional en otros países revestiría interés sólo para aquellos países en los sectores en los que tengan capacidad de exportación. Es por esto que uno de los primeros pasos para lograr que la liberalización aporte una contribución positiva al logro de objetivos nacionales es crear un sector de servicios energéticos competitivo. Los gobiernos pueden tener éxito en la creación de un entorno competitivo mediante la formulación de las condiciones que los agentes del mercado deben cumplir. 2 Véase Mashayekhi M., "AGCS 2000: Liberalización progresiva", en Un programa de trabajo positivo para los países en desarrollo: Temas de las futuras negociaciones comerciales, UNCTAD/ITCD/TSB/10, Ginebra, 2000, pág. 175. -136- Elbey Borrero Sería sumamente conveniente que los países en desarrollo alentaran e incluso pidieran que los países desarrollados adopten medidas con la finalidad de aumentar su participación en el comercio mundial de servicios. Esto está previsto en el artículo IV del AGCS, cuando se sugiere que esa participación "se facilitará... mediante compromisos específicos negociados... en relación con: a) el fortalecimiento de su capacidad nacional en materia de servicios y de su eficacia y competitividad, mediante, entre otras cosas, el acceso a la tecnología en condiciones comerciales; b) la mejora de su acceso a los canales de distribución y las redes de información..."3. Si todos los participantes en estas negociaciones adoptan decisiones normativas y reformas reglamentarias decididas, los resultados en el futuro serán los mejores para todos. Los servicios energéticos son un insumo clave de todas las actividades económicas, y también importantes generadores de ingresos. Es por eso que el entorno normativo nacional que acompaña a los compromisos resultantes de estas negociaciones determinará las posibilidades de éxito. 4. Una palabra sobre las PYMES Actualmente la mayor parte de los proveedores de servicios energéticos de Venezuela son empresas pequeñas o medianas (PYMES). Estas PYMES hacen frente a la competencia de grandes empresas transnacionales (ETN) de servicios, que tienen un enorme poder financiero, acceso a la tecnología más moderna, redes mundiales y una infraestructura sofisticada en materia de tecnología de la información y las comunicaciones. Hay una interesante relación entre la liberalización de los servicios y la inversión extranjera directa (IED). Esto es así sobre todo 3 Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios, en Los Resultados de la Ronda Uruguay de Negociaciones Comerciales Multilaterales: Los Textos Jurídicos, OMC, 1995. -137- VENEZUELA porque el tercer modo de suministro se define en el AGCS como "presencia comercial" (del proveedor de servicios de un Miembro en el territorio de otro Miembro). Siendo esto así, hay amplias posibilidades para la promoción de vínculos entre las empresas nacionales y las filiales extranjeras. "Las vinculaciones son un trampolín para aumentar la competitividad de las empresas extranjeras y darles la oportunidad de introducirse en las redes de producción internacional e integrar plenamente a las filiales extranjeras en las economías receptoras. ... Los programas de vinculación deben verse como parte de un conjunto más amplio de políticas de fomento de la IED y de las PYMES."4 La puesta en práctica de las vinculaciones está en consonancia con los derechos y obligaciones previstos en el AGCS y podría convertirse en parte de los compromisos negociados entre los países desarrollados y los países en desarrollo en el marco de las negociaciones sobre los servicios energéticos. Según las cifras de 1999, 6 de las 25 ETN principales del mundo y 2 de las 10 principales ETN de países en desarrollo operan en el sector de los servicios energéticos (exploración/refinería/distribución de petróleo)5. Resulta claro que existen posibilidades para crear vinculaciones en este sector. Incumbe a los gobiernos aprovechar estas oportunidades. Ideas finales La propuesta de negociación de Venezuela transmite la idea de que con estas negociaciones Venezuela tratará de lograr dos cosas importantes. En primer lugar, establecerá condiciones a fin de que los proveedores de servicios nacionales también obtengan beneficios de los compromisos consolidados y previsibles que el país decida conceder a otros interlocutores comerciales. En segundo lugar, 4 UNCTAD, Informe sobre las inversiones en el mundo, 2001: Objetivo: Fomentar las vinculaciones, UNCTAD/WIR/2001, Naciones Unidas, Nueva York y Ginebra, 2001. 5 Ibíd., cuadro III, pág. 90, y cuadro III.9, pág. 105. -138- Elbey Borrero obtendrá un aumento de ingresos por la ampliación de las oportunidades comerciales que se derivarán de las aperturas en materia de acceso a los mercados y trato nacional de otros Miembros de la OMC. Otro aspecto fundamental que Venezuela ha reafirmado en su propuesta es preservar el derecho a reglamentar los sectores de servicios energéticos de modo tal que se logren los objetivos nacionales. El AGCS es uno de los resultados de la Ronda Uruguay que claramente favorece un entorno en el que los países en desarrollo pueden sentirse más cómodos con la liberalización del comercio y obtener beneficios positivos para su crecimiento. Una importante lección que los países en desarrollo pueden obtener en estas negociaciones hasta ahora es la necesidad de participar activamente y de poner en claro los resultados que esperan. El reto que tienen delante, teniendo en cuenta el Programa de Trabajo de Doha y los puntos de referencia que se establecieron para las negociaciones sobre los servicios en su conjunto, será convertir en peticiones iniciales todo lo que se ha declarado en las propuestas de negociaciones sectoriales hasta ahora. La forma que adopten las listas finales de compromisos será el resultado de una buena preparación para la siguiente fase de las negociaciones. Con algunas de las ideas que figuran en esta contribución, los países en desarrollo podrán posiblemente encontrar nuevas maneras de participar en esta negociación y de fortalecer las posiciones en el marco dado, fomentando al mismo tiempo los objetivos de desarrollo. Tienen sin duda un gran valor el papel de la UNCTAD en el mejoramiento de la capacidad de investigación de los países en desarrollo y su liderazgo en la promoción de una red de especialistas en la esfera de los servicios energéticos. -139- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst* 1. El acceso a las redes como requisito previo para el comercio transfronterizo de energía y de servicios de energía El comercio internacional de energía ha sido poco estudiado en los debates sobre derecho comercial internacional y en la jurisprudencia de ese derecho. Ello se debe principalmente a que sólo en el último decenio la privatización seguida de la liberalización de los antiguos monopolios nacionales de la energía ha abierto unos mercados nacionales y después regionales cada vez más competitivos para la energía (entendida aquí en el sentido de electricidad y de gas). Hay que hacer también una importante distinción entre el comercio de bienes y servicios "normales" y el comercio de energía. El comercio de energía, al menos en el caso de la electricidad y del gas, es por regla general tributario de redes (la excepción, en el caso del gas, es el * Thomas W. Wälde es profesor de derecho internacional de la economía, los recursos naturales y la energía y director de programas relativos a la energía y programas comerciales internacionales en el Centro de Derecho y Políticas relativos a la Energía, al Petróleo y a los Minerales (CEPMLP), Universidad de Dundee (Escocia) (www.cepmlp.org). Es titular de la Cátedra JeanMonnet de derecho europeo de la economía y la energía, y su dirección de correo electrónico es: [email protected]. Andreas J. Gunst es profesor investigador y docente de derecho europeo de la energía y los servicios públicos en el CEPMLP; su dirección de correo electrónico es: [email protected]. Los autores agradecen las observaciones hechas, en particular sobre la interconexión de electricidad, por Robert Pritchard, de Sydney (Australia), coordinador del estudio en curso de la CEAP sobre los interconectores; su dirección de correo electrónico es: [email protected]. -141- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst transporte de gas natural licuado (GNL) por barco). La dependencia con respecto a las redes significa, en esencia, que no basta con la mera supresión de las barreras a la importación; es preciso tomar medidas proactivas para abrir las redes (y el establecimiento de redes) a la energía importada. Ahora bien, esto presupone que existen realmente redes para el transporte de energía y, como explicamos, plantea el problema de cómo atraer inversiones en la infraestructura necesaria para nuevas redes. En este artículo se analiza y explica esa característica distintiva del comercio internacional de energía y se formulan propuestas de política para su ulterior liberalización, particularmente en interés de los países en desarrollo. El libre comercio transfronterizo de energía (en particular electricidad y gas) mediante interconexiones puede reportar considerables ventajas económicas en cuanto a seguridad, flexibilidad y calidad del suministro de energía, así como una mayor competencia, lo que hará que mejore la calidad de la vida en el país mediante las ventajas que obtendrán los consumidores en los precios y en los servicios. Las razones de la interconexión pueden diferir en el caso de la electricidad y del gas. Así como puede ser indispensable vender gas internacionalmente porque un país dado no tenga recursos energéticos o no tenga suficientes recursos energéticos, el interés en intercambiar electricidad (que es una fuente de energía secundaria) puede estribar más en la utilización de las instalaciones generadoras de menor costo marginal del sistema interconectado (por ejemplo, la energía hidroeléctrica excedentaria barata)1. No obstante, los intercambios de capacidad en caso de emergencia o los intercambios de reservas inmediatamente disponibles también reportan ventajas en cuanto a la seguridad en el caso de la electricidad. Esas ventajas 1 Muchos sistemas interconectados tienen por finalidad explotar la sinergia natural que existe entre los sistemas en los que predomina la energía hidroeléctrica y los sistemas en que prepondera la energía termoeléctrica; permiten que la capacidad hidroeléctrica excedentaria se utilice plenamente en épocas de lluvia y además refuerzan la capacidad del sistema hidroeléctrico en épocas de sequía. -142- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA resultaron evidentes ya en el decenio de 1990, cuando en América del Norte y en Europa existían ya varios sistemas de energía interconectados, pero el comercio no fue nunca libre y se administraba por conducto de los monopolios estatales de importación y de exportación (o a veces por empresas privadas regionales, como en el caso de Alemania occidental). Sólo cuando llegó la ola de la liberalización de los servicios públicos redescubrieron algunos Estados el libre comercio de energía2 como medio de mejorar los mercados arcaicos de esos antiguos monopolios del gas y de la electricidad. Sin embargo, el número y la capacidad de la mayoría de los interconectores existentes se determinaron solamente en función de las exigencias de la seguridad, y había que mejorarlos considerablemente a los efectos de la competencia. Aunque la liberalización, y por lo tanto su principal componente, el acceso de terceros, ha sido criticada siempre y en todas partes por los operadores existentes y por sus empleados y aliados políticos, sostenidos por las ventajas dimanantes de la renta de monopolio, y aunque ha sido criticada desde puntos de vista sociales, económicos, culturales y jurídicos, hasta la fecha ha funcionado en todas partes. En el Reino Unido se predijo que la liberalización de la energía llevaría a una desorganización general del abastecimiento de energía. Eso no ocurrió. Los precios bajaron, fundamentalmente porque los mercados privatizados y competitivos deben funcionar más eficientemente según la teoría económica, y de hecho funcionan mejor 2 Pocos dudarían ahora de que el gas no es un producto o un bien. Esto se puso en duda, de forma no convincente, en el caso de la electricidad, pero, como señalan Pierros y Nuesch, en los acuerdos internacionales y supranacionales y, por consiguiente, en situaciones de libre comercio transfronterizo, la electricidad se considera más bien como un producto. Por otra parte, las diferencias entre el libre comercio de servicios y el libre comercio de bienes son escasas. Philip-Xenophon Pierros y Sabina Nuesch, "Trade In Electricity: Spot On", 34 Journal of World Trade, 4, agosto de 2 000, 95 a 124. -143- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst en la práctica comercial3. Las reducciones de los costos se deben no sólo a la disminución del empleo necesario y a la mayor eficiencia lograda con un mejor enfoque del desarrollo y con la aplicación de nuevas tecnologías, sino también a la reasignación de los activos de producción, mediante fusiones y adquisiciones, para obtener unas combinaciones de activos más productivos. La disminución del costo de la energía ayuda a las economías a ser más competitivas, pero también permite a los gobiernos gravar la energía con unos impuestos más elevados: buena parte del aumento de la productividad debido a la liberalización de la energía es absorbida actualmente por nuevos impuestos sobre la energía, y es probable que esto aumente. Una gran ventaja es que esto hace que unos monopolios que hasta ahora eran pesados y letárgicos y estaban estrechamente vinculados a los intereses de los políticos y de los sindicatos pasen a ser más flexibles, innovadores, internacionales y orientados al futuro: transforma unas industrias aletargadas en industrias muy competitivas. Los países que consiguen hacer esto, superando grandes obstáculos, son generalmente aquellos que son económicamente más fuertes. Ha habido casos en los que a veces se ha considerado que las políticas de liberalización han fracasado. En el verano de 2001, se mencionaron muchas veces como ejemplo de tal fracaso las crisis del abastecimiento de electricidad ocurridas en California. Ahora bien, California estaba, pero ya no está, en una situación en la que la congelación de los precios al por mayor no iba unida a la liberalización de los precios al por menor; los precios de oferta más elevados creados por el crecimiento económico, que entonces era muy fuerte, no podían repercutirse en los clientes. Faltaban todos los incentivos requeridos para invertir en nueva capacidad (por la oposición generalizada a las centrales eléctricas), 3 Una obra reciente sobre la noción de competencia en la teoría económica es la de Jack High, Competition in Economic Theory (Chelthenham, Elgar, 2001). -144- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA para construir interconectores a otros Estados y, en cuanto a la demanda, para hacer hincapié en las economías de energía4. El potencial de ventajas económicas dimanantes del comercio de energía es particularmente grande, y hasta ahora apenas se ha aprovechado, en las relaciones entre los países en desarrollo. Las barreras institucionales (legislación, impuestos, riesgo político, riesgo inherente a la reglamentación, discriminación, imposibilidad técnica de funcionamiento combinado de los diferentes sistemas e inexistencia de relaciones de buena vecindad) son, por regla general, prohibitivamente altas. Los países desarrollados han hecho en los últimos 15 años considerables progresos en la labor de facilitar el comercio transfronterizo de energía. Ahora bien, a los países en desarrollo se les ha negado tal progreso. La principal causa de ello es el subdesarrollo de la gobernanza externa e interna5. Si no se liberaliza el comercio de energía, no es probable que se liberalicen los servicios energéticos. La experiencia de los mercados de la energía que están abiertos o se encuentran en vías de apertura muestra que aparecen nuevos servicios (comercio de energía, transporte, gestión de la demanda, abastecimiento, corretaje, contratación de futuros). Esos servicios no existían de forma 4 T. Brennan, "Drawing lessons from the California power crisis", Resources for the Future (RFF) Newsletter, 144 (verano de 2001), 8 a 13 (www.rff.org); véase también The Economist, 21 de julio de 2001: siempre se cita el mal funcionamiento de la compañía British Railtrack privatizada. También en este caso se trataba de una privatización con la que se establecía un sistema de reglamentación sumamente complejo y en varios niveles, sin suficientes incentivos para que ni Railtrack ni los operadores de ferrocarriles invirtiesen en mejorar un sistema de ferrocarriles públicos debilitado por decenios de insuficiencia de las inversiones. 5 Véase además R. & A. Seidman, T. Waelde, Making Development Work: Legislative Reform for Institutional Transformation and Good Governance, Kluwer, 1999. -145- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst apreciable antes de la liberalización, salvo, hasta cierto punto, como pequeñas funciones de gestión dentro de monopolios integrados de la energía. La liberalización de los mercados de la energía significa que los monopolios existentes (así como sus apéndices políticos y sociales) pierden o se ven forzados a reestructurarse para ser competitivos, pero también significa que hay un gran potencial de creación de empleos muy calificados y de oportunidades comerciales, que en parte son nuevas y en parte son resultado de la reestructuración de los monopolios energéticos existentes hacia nuevos proveedores de servicios6. Otra ventaja de la liberalización es que hace que se reduzca considerablemente el potencial de corrupción inherente al sector de los servicios públicos, cuando éste está cerrado, a causa de la connivencia con los mecanismos estatales. Prácticamente todos los monopolios de la energía se han visto involucrados en relaciones de corrupción superiores a la media con políticos7. El estudio de 6 En cuanto a los efectos sociales y económicos de la liberalización de la energía, véase el informe de marzo de 2001 de la Comisión de la UE titulado Realización del mercado interior de la energía, así como el documento de trabajo del personal de la Comisión de diciembre de 2001 titulado Primer informe relativo a la aplicación de las Directivas sobre el gas y la electricidad, SEC (2001) 1957. 7 En todos los países europeos, la relación entre los servicios públicos de propiedad estatal, o de propiedad privada pero organizados en cárteles, por una parte, y los sindicatos y el sector público, por otra, ha sido muy corrupta. La campaña "mani pulite" italiana y las campañas de la prensa y los ministerios fiscales franceses y alemanes muestran que los monopolios de la energía, así como su protección legal por el Estado, constituían una máquina de corrupción inmensa y segura. Véase, por ejemplo, Douglas Porch, The Secret Services (Oxford, Oxford University Press, 1997); "Les comptes extraordinaires de la Maison Elf", Le Nouvel Observateur, 12 de marzo de 1998, 64 y 65; "L'Elysée de Mitterrand au coeur du système Elf", Figaro, 12 de julio de 2000. Cabe suponer, sin temor a equivocarse, que en todos los países de la Unión Europea existían tales relaciones, basadas no tanto en una cultura nacional propensa a la corrupción cuanto en la estrecha vinculación -146- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA Transparencia Internacional muestra que los sectores de la energía tienen una de las incidencias más altas de "gran corrupción"8. Esto es inevitable, ya que la renta de monopolio de los servicios públicos es apoyada por los políticos y después compartida. En prácticamente todos los países ha habido escándalos de corrupción centrados en compañías de servicios públicos que sobornaban a los políticos y a los partidos. Cuando los mercados de la energía son competitivos, la interpenetración de la política y de los sectores de la energía disminuye, al igual que, por consiguiente, el potencial de corrupción de todo el sistema político. El monopolio de la energía significa, en esencia, connivencia entre el Estado y el sector, con la corrupción como finalidad esencial (probablemente también de los dirigentes sindicales cooptados). La liberalización de la energía significa que esas estrechas vinculaciones desaparecen, que la renta de monopolio se desvanece, que los políticos son mucho menos necesarios para sostener la renta de monopolio en su forma actual y que ya no se puede disponer de una renta de monopolio para compartirla con los políticos. La competencia hace que baje la renta de monopolio, y los accionistas, siguiendo la lógica del mercado, sustituyen a los políticos y a los dirigentes sindicales. La liberalización del comercio transfronterizo de energía (en particular la electricidad y el gas) no es posible sin un sistema eficaz que permita tener un acceso normalizado, fácil de administrar y previsible a las redes de energía. Esta es la enseñanza del mercado de las telecomunicaciones, en el que el acceso de los proveedores de servicios de telecomunicaciones competidores a los clientes finales ha existente entre los monopolios protegidos por el Estado y las necesidades financieras y la avaricia de los políticos que controlaban el apoyo del Estado. 8 Véase: http:///www.transparency.org/documents/cpi/1990/bps.htm#bpi. El tercer índice más alto de incidencia de la corrupción (3,5) es el del sector de la energía, pero, como los organismos públicos que se ocupan de la energía realizan contrataciones públicas, la incidencia de la corrupción puede ser aún más alta: la más elevada (1,5) del estudio. -147- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst requerido el acceso a las líneas telefónicas, problema que en la actualidad está en gran parte resuelto en la mayoría de los países desarrollados. Es también la enseñanza que se desprende de la liberalización nacional de la energía y de la aparición de unos mercados de energía competitivos, primero en los Estados Unidos, luego en el Reino Unido y ahora, cada vez más, tanto dentro de otros Estados miembros de la Unión Europea como dentro de la UE misma. La energía confinada a redes no puede llegar a los distribuidores ni a los clientes (tanto empresas industriales como hogares). Sin aquel sistema, el importador de electricidad o de gas o el productor de electricidad no puede tener acceso en condiciones razonables a las interconexiones, el almacenamiento y las redes de transporte y de distribución preexistentes; el derecho a construir nuevas instalaciones de ese tipo es necesario, pero sólo ayudará en casos excepcionales. Las empresas existentes, generalmente de propiedad estatal (frecuentemente privatizadas) o empresas privadas establecidas en todo el país o monopolios integrados regionales o locales, harán muchas veces todo lo que puedan para impedir que los nuevos competidores tengan acceso a su sistema. El sistema de transporte es el obstáculo. El control de los sistemas de transporte hace posible afirmar que se carece de capacidad, imponer unos precios de transporte excesivos, obtener información que permita ofrecer condiciones más ventajosas que los nuevos competidores y demorar y obstruir el acceso mediante largas negociaciones, litigios y la manipulación de los precios y de las condiciones, en particular técnicas. El acceso de terceros es, pues, condición esencial para crear unos mercados nacionales de la energía competitivos y unos mercados transfronterizos de la energía igualmente competitivos. Sin acceso de terceros, los monopolios de la energía existentes funcionan, de hecho, como un puesto de peaje para la entrada en el mercado; las ventajas que reportan los nuevos suministros y la competencia benefician a las empresas existentes en vez de a los consumidores y a la economía en general. El comercio de electricidad y de gas es posible, pero sólo en las condiciones impuestas por los monopolios existentes y en beneficio de ellos, lo que de hecho puede reforzar aun más su posición monopolística al forzar a los nuevos proveedores a encauzar su -148- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA energía por las instalaciones de esos monopolios, en las condiciones fijadas por ellos y sometiéndose a su estrategia. En este artículo, en parte histórico, en parte analítico, en parte jurídico y en parte orientado a la formulación de políticas, estudiamos las principales ideas económicas en que se basa el acceso de terceros a las redes de energía; seguimos la evolución del concepto de acceso de terceros en la legislación sobre la competencia y en la reglamentación de la energía, prestando particular atención a la experiencia reciente, más pertinente y en curso de la UE; esbozamos las principales cuestiones que plantea el tránsito transfronterizo de energía, y concluimos con la propuesta de enfocar sobre la base de un "documento de referencia" la liberalización del comercio de energía y de servicios de energía en el marco de un futuro régimen del GATT9. 2. Principales conceptos: monopolio natural, economía política y regulación económica de las instalaciones de transporte de energía A. Monopolio natural El movimiento transfronterizo de energía (importaciones, exportaciones y transporte) y el suministro de energía solían considerarse como un "monopolio natural", es decir, una actividad que no puede llevarse a cabo en un contexto competitivo de forma comercialmente viable y que tiene que ser realizada por una única compañía que tenga la exclusividad necesaria, legalmente consagrada, requerida por el interés público. Ese solía ser el caso de todas las actividades relacionadas con la energía, en particular el sector de la electricidad y del gas10, aunque había inversiones privadas cuando se 9 Un trabajo reciente sobre la noción de competencia en la teoría económica es el de Jack High (véase la nota 3). 10 Véase la Comunicación de la Comisión Europea Los servicios de interés general en Europa, DO 1996 C 281/3, y el XXVI Informe sobre la política de -149- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst crearon esas industrias en el siglo XIX11. Este fuerte nexo establecido entre el suministro de energía, los monopolios y el interés público se heredó de la primera parte del siglo XX: la guerra, la inseguridad y la importancia atribuida a la seguridad nacional del abastecimiento y a la autonomía, unidas a las tendencias colectivistas de ese período, llevaron al establecimiento de monopolios públicos nacionales o de cárteles; estos temores están todavía profundamente arraigados en la mentalidad colectiva12. Se espera que el Estado, como un padre, garantice el suministro; su ausencia crea inseguridad. Los monopolios de importación y de exportación controlados por el Estado se competencia (1996), puntos 22, 113 y ss.; véase también, en general, Buendía Sierra, Exclusive Rights and State Monopolies Under EC Law (Oxford, Oxford University Press, 1999); Françoise Blum y Anne Logue, State Monopolies under EC Law (Nueva York, Wiley, 1998), y Damen Geradin (coord.), The Liberalisation of State Monopolies in the European Union and Beyond (La Haya, Kluwer Law International, 1999). 11 F. Botchway, "The Role of the State in the Context of Good Governance and Electricity Management", 27 University of Pennsylvania Journal of International Economic Law (2000), 781 y ss. 12 Estas desventajas, tal como se perciben, muchas veces no son lógicas ni están apoyadas por las indicaciones disponibles, pero están profundamente enraizadas en la cultura colectiva y no cambian más que lentamente. Por ejemplo, la Comisión Europea, tras un decenio de alegatos antimonopolio, "reconoce" en su Comunicación Los servicios de interés general en Europa (DO 1996 C 281/3) que, aunque el funcionamiento de las fuerzas del mercado produce generalmente servicios de mejor calidad a precios más bajos, esos mecanismos tienen a veces limitaciones porque las ventajas pueden no hacerse extensivas a la totalidad de la población y porque el objetivo consistente en promover la cohesión social y territorial puede no alcanzarse. Uno de los principios en los que se basa la política de la Comisión en esta esfera es, por consiguiente, que los Estados miembros deben poder adoptar las decisiones fundamentales sobre su sociedad, en tanto que la función de la Comunidad es velar por que los medios que empleen a tal efecto sean compatibles con los compromisos que han asumido en el contexto europeo. -150- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA ocupaban del intercambio transfronterizo de energía, pero sólo cuando ello se consideraba absolutamente necesario para la seguridad nacional del suministro. Todo esto ha cambiado gradualmente, no sólo como resultado de la evolución tecnológica, de la integración económica regional (principalmente en la Unión Europea) y de la mundialización económica, sino también por los cambios producidos en las percepciones y, en particular, por haber llegado a la madurez la red de infraestructuras de los sectores de la energía (generadores, redes de transmisión, instalaciones de distribución, instalaciones de almacenamiento e interconectores)13. La generación y el suministro de energía ya no se consideran como un monopolio natural, pero tal calificación continúa aplicándose al transporte y a la distribución de electricidad. La creación de redes alternativas de energía entraña grandes costos. Hay consideraciones ambientales que militan en contra de la creación de redes competidoras, y por razones de eficiencia económica se piensa que es mejor utilizar y ampliar las instalaciones existentes que construir una red competidora. No obstante, incluso esto puede cambiar a medida que evolucionen la tecnología y las percepciones. Por ejemplo, para el transporte de gas natural se han construido gasoductos competidores, y esto puede orientar al sector hacia una mayor competencia. Los monopolios naturales no sólo tienen que ser regulados para minimizar la renta de monopolio no productiva y proteger a los consumidores, sino también para fomentar la competencia y una mayor diversidad de proveedores, así como el acceso de los productores o importadores extranjeros de energía (electricidad y gas) a las instalaciones de energía (interconectores e instalaciones de transporte, 13 Christopher Foster, Privatisation, Public Ownership and the Regulation of Natural Monopoly (Oxford, Blackwell, 1992); Piet Jan Slot y Andrew Skudder, "Common features of community law regulation in the network bound sectors", 38 Common Market Law Review 1 (2001), 87 a 129; James Mark Naftel, "The natural death of a natural monopoly: Competition in EC telecommunications after the Telecommunications Terminals Judgement", 14 European Competition Law Review 3 (1993), 105 a 113. -151- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst almacenamiento y distribución) poseídas y controladas en forma de monopolio natural. Subsiste la idea tradicional de que el hecho de que la propiedad sea pública, por sí solo, hará que se tengan en cuenta ideas tales como las de regulación y servicio público, pero las compañías estatales desarrollaron un interés propio. Incluso en el caso de los monopolios integrados de propiedad pública (por ejemplo, en Francia), resultó necesario separar, por una parte, la propiedad y, por otra, la regulación estatal, distinta desde el punto de vista de la organización. No obstante, hay que tener cuidado de no confundir tal regulación de los monopolios naturales con la competencia "real". La regulación es sólo la segunda o tercera mejor solución. La supresión de las restricciones legales formales de la competencia puede ser necesaria, pero raras veces es suficiente, para que se instaure la competencia. La regulación del acceso en el caso de un monopolio natural de la energía es casi siempre imperfecta. Lo que en último término se necesita es una estructura del sector y de la propiedad con la que se concilien los intereses comerciales de los propietarios de las instalaciones con los intereses de los usuarios que tratan de conseguir acceso a ellas. Por consiguiente, la plena competencia sólo puede establecerse si la red, es decir, el elemento de monopolio natural, está completamente disociada del abastecimiento. Este objetivo, consistente en la disociación obligatoria de la propiedad, no se ha alcanzado todavía en la liberalización de la UE, en la que en realidad hay más "gestión" que "disociación" de la propiedad. Nada lleva a una mayor competencia que el establecimiento de redes competidoras14. Esto significa muchas veces que hay que 14 En Europa hay muchos ejemplos que subrayan la importancia de las redes competidoras. Cuando los antiguos monopolios estatales poseen y explotan todas las instalaciones de interconexión, las restricciones e impedimentos a la importación pueden no ser legales, pero subsisten de hecho; véase, por ejemplo, el informe, centrado en el monopolio de hecho del ENI, sobre una investigación oficial del mercado interno del gas en Alessandro Bossi, "Italy: Gas Market Report", 16 Journal of Energy & Natural Resources Law 4 (1998), 430 y 431. -152- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA conciliar los intereses a corto plazo (la liberalización del mercado mediante el libre acceso obligatorio a todas las redes de energía) y los intereses a plazo medio y a largo plazo (una competencia fuerte y madura y una intervención mínima con arreglo a una regulación nacional poco rigurosa pero económicamente eficaz). La experiencia de los países en los que el sector privado participa en la financiación de instalaciones de energía de gran densidad de capital en un entorno que muchas veces es de alto riesgo lleva a pensar que, en la fase inicial del establecimiento de tales instalaciones por primera vez en una región "inmadura", puede ser necesario admitir exenciones a los regímenes de acceso obligatorio a fin de hacer posible la inversión. Lo que cabe esperar entonces, a plazo medio y a largo plazo, es que se establezca una competencia feroz mediante redes competidoras15. La clave es armonizar la duración y el alcance de la exclusividad permitida con la duración y el alcance de los requisitos establecidos en materia de financiación por los inversionistas y por los bancos, y no dejar que la protección vaya más allá de lo que sea necesario. Esto obliga a hacer una distinción difícil y crítica entre las peticiones razonables y las peticiones excesivas de exclusividad a largo plazo, a fin de facilitar la financiación. 1. Acceso de terceros El acceso de terceros significa16 que los terceros, muchas veces competidores de las divisiones de generación, suministro y 15 Esto se estudia más a fondo en una comparación de los regímenes de acceso transfronterizo a los interconectores en la Unión Europea, los Estados Unidos y Australia en Sam Hamilton, "The regulation of Trans-European Networks", en Laura MacGregor, Tony Prosser y Charlotte Villers (coords.), Regulation of Markets Beyond 2000 (Dartmouth, Ashgate, 2001), págs. 43 a 57. 16 Hay que proceder con cautela cuando se utilizan en el plano mundial términos y expresiones relativos al concepto de acceso. Para el transporte por cuenta de otro, en los Estados Unidos se exige que se conceda acceso a todos los solicitantes, incluso si ello significa que hay que reducir la -153- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst distribución del propietario de las instalaciones de transmisión, tienen legalmente derecho a utilizar tales instalaciones, bien solamente en lo que se refiere a la capacidad no utilizada (concepto opaco), bien compartiendo equitativamente la capacidad existente, por una retribución razonable y en condiciones técnicas prácticas17. Siempre se resisten a dar acceso a terceros las empresas que se ocupan de la transmisión y, al mismo tiempo, del abastecimiento, ya que el control que ejercen sobre la transmisión ayuda a su monopolio del abastecimiento o a su posición dominante en el abastecimiento. Por consiguiente, para dar acceso a terceros hay que establecer por ley un derecho y unos procedimientos que den efecto práctico a tal derecho18. La posición extrema es la del transporte por cuenta de otro, utilización por los usuarios existentes. Esta última parte del concepto no existe en la legislación europea sobre la energía, aunque la expresión se ha utilizado frecuentemente. Lo mismo cabe decir de los requisitos para el acceso a unas instalaciones esenciales; la limitación de aplicar el Tratado impuesta al Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, especialmente en el contexto del artículo 86, ha llevado a una "doctrina europea de las instalaciones esenciales" que entraña unas prescripciones y tiene un alcance diferentes de los de la doctrina que se desprende las decisiones de los tribunales federales de los Estados Unidos. Véase una opinión sumamente completa y concluyente en B. Doherty, "Just what are essential facilities?", Common Market Law Review (2001), 397 a 436. Véase una instructiva opinión en Jurgen Grunwald, "Common carriage-a reassuring view from Brussels", 8 Oil & Gas Law & Taxation Review 3" (1989/90), 55 a 61. 17 En lo que se refiere a Australia, véase Andrew Thompson y Matthew Callahan, "Australia: Gas pipelines access legislation 1998", 16 Journal of Energy & Natural Resources Law 4 (1998), 414 y 415; Kirsten Webb, "Australia - Competition policy: Privatisation of utilities", 3 International Trade & Regulation 5 (1997), 94 a 97. 18 Si las instalaciones de transporte pierden su carácter de monopolio legal, principalmente por la aparición de una competencia entre redes que sea suficiente, la regulación debe pasar a ser menos rigurosa y tal vez no sea necesario mantener un derecho jurídicamente vinculante. -154- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA consistente en que, después de la completa disociación de otras funciones comerciales, el transportista por cuenta de otro presta exclusivamente los servicios de transporte, como monopolio natural, aplicando tarifas abiertas19. En líneas generales se pueden distinguir dos grupos de regímenes de acceso: aquellos en que las propias partes establecen la mayoría de los términos y condiciones vinculantes aplicables al acceso (acceso negociado) y aquellos en que tales términos y condiciones son fijados por una autoridad externa (organismos reguladores independientes, tribunales, ministerios, órganos administrativos, especialmente las autoridades de defensa de la competencia, y asociaciones del sector) que vigila su aplicación (acceso regulado)20. A causa de la actual situación de existencia de un 19 Alexander J. Black, "Common carriage of European natural gas and relevant Canadian experience", 8 Oil & Gas Law & Taxation Review 7 (1990), 195 a 207. 20 Nuevamente hay que proceder con cautela cuando se examinan las nociones de acceso negociado y de acceso regulado: muchos de los análisis hechos y de las conclusiones formuladas están llenos de ideas erróneas. Es excepcionalmente instructiva la situación germanoeuropea. Alemania ha elegido un régimen de acceso con arreglo al cual las condiciones de acceso son fijadas por códigos del sector de la energía que no son vinculantes pero que generalmente se cumplen. Véase un análisis del sistema alemán en Achim R. Boerner, "Negotiated third party access in Germany; Electricity and gas", 20 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (2002). Esos códigos van acompañados de disposiciones legislativas generales sobre el acceso y la competencia, así como de la jurisprudencia resultante. Por consiguiente, la mayoría de las condiciones de acceso son fijadas por "autoridades" externas. No obstante, conforme a la definición tanto de la Directiva de la CE de 1996 sobre la electricidad como de la Directiva de la CE de 1998 sobre el gas (DO L 27, 30/01/1997, pág. 20, y DO L 204, 21/07/1998, pág. 1, con la Rectificación DO L 245, 04/09/1998, pág. 43), el sistema alemán se considera en la mayor parte del comentario como un sistema de acceso negociado. Ahora bien, en el plano europeo la mayor parte de los comentarios son ingleses y, por consiguiente, están dominados por una percepción británica del problema. Gran Bretaña tuvo su propia historia problemática con la liberalización, inicialmente bloqueada, del monopolio de -155- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst monopolio natural, el acceso negociado suele ser ineficaz, dados los incentivos económicos que el gestor de una red de transporte integrada tiene para denegar y entorpecer un acceso equitativo, por la mejor posición en que se encuentra en las negociaciones y por la mayor información que tiene como empresa que explota una red. La intervención de una autoridad exterior en el acceso regulado de terceros puede contribuir a equilibrar las posiciones en las negociaciones, especialmente si las normas que se promulguen son jurídicamente vinculantes, pero también tienen sus insuficiencias: en general lleva a prolongados litigios, lo que en sí mismo constituye una táctica de obstrucción, y puede ser costosa en los países en los que la propiedad de las redes es heterogénea. Por consiguiente, la fase siguiente es la eliminación de las estructuras comerciales que entorpecen el acceso de terceros: la disociación de la contabilidad (haciendo que los gestores de la red de transporte revelen sus operaciones por separado para eliminar las subvenciones cruzadas), la disociación de la gestión (para impedir que una división ayude a otra entorpeciendo el acceso de terceros u obteniendo información sobre las operaciones de los competidores desde la división de transporte) y, British Gas (BG) y el acceso negociado, y, habiendo adoptado unos códigos de acceso mucho antes de que las dos Directivas pertinentes de la CE se incorporasen en la legislación interna, los términos, la definición y el enfoque general de los códigos de acceso británicos tienden a ser bastante diferentes de los de la legislación de la CE. Gran parte de las críticas formuladas sobre los sistemas de acceso de Alemania parecen provenir de una conclusión generalizada en el sentido de que, como Alemania utiliza el acceso negociado y como el acceso negociado no ha funcionado en el caso de la BG, el sistema alemán es ineficiente, sin analizar debidamente la regulación del acceso en el caso de la BG y de Alemania. Como apenas hay ninguna regulación administrativa similar en Europa, hay que evitar tal analogía, que se acepta fácilmente pero que por lo general induce a error. Véase la comparación que se hace en Catherine Redgewell, Martha M. Roggenkamp, Anita Ronne e Íñigo del Guayo, "Energy law in Europe; Comparisons and Conclusions", en Martha M. Roggenkamp y otros (coords.), Energy Law in Europe, National, EU and International Law Institutions (Oxford, Oxford University Press, 2001), cap. 14. -156- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA finalmente, la disociación de la propiedad y la reducción de la posición de los gestores de la red de transporte a algo muy similar a la de un transportista por cuenta de otro, es decir, a una empresa que se dedica exclusivamente al transporte aplicando tarifas reguladas, con el principal objetivo comercial de maximizar los ingresos y los beneficios dimanantes del transporte y sin ninguna inclinación o interés, por el hecho de tener una propiedad común, en contribuir a que mejoren los beneficios y la posición competitiva de otras empresas que compiten con la compañía que opera en el sector de la energía utilizando la red de transporte21. 2. La regulación y los organismos reguladores La regulación del acceso se ha convertido en una de las principales funciones de los organismos reguladores de la energía, recién creados. Como resultado de esa regulación, el monopolio natural ofrece un acceso equitativo, no asocia sus actividades competitivas con sus actividades monopolísticas (es decir, las subvenciones cruzadas, la obtención de información competitiva y la obstrucción del acceso), y los precios del monopolio natural no contienen renta de monopolio, es decir, reflejan el costo real o el costo posible de referencia. Sin tal regulación, el acceso de terceros es, en gran medida, ineficaz. Han surgido diferentes modelos de regulación22. El principal modelo es el organismo regulador independiente inspirado en la 21 Véase un análisis de la pertinencia de las formas cada vez más rigurosas de disociación requerida o recomendada en Comisión de la UE, Realización del mercado interior de la energía, marzo de 2001, COM (2001) 125 final, y, en particular, el memorando explicativo sobre la modificación propuesta de las Directivas 96/98 sobre la energía; véase también el Second Report to the Council and the European Parliament on Harmonisation Requirements, SEC (1999) 470, págs. 12 y 13. 22 Christopher Foster, "The future of regulation", 4 Utilities Law Review 3 (1993), 110 y 111; Colin D. Long y Michael J. Rhodes, "The nature, -157- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst Comisión Federal Reguladora de la Energía (FERC), de los Estados Unidos, y en los organismos reguladores del gas y la electricidad del Reino Unido (unidos actualmente en la OfGEM)23. Los organismos de ese tipo disfrutan de gran independencia en lo que se refiere al presupuesto y al nombramiento a largo plazo de expertos reguladores que no pueden ser despedidos por las autoridades políticas y que tienen considerables facultades reguladoras, mientras que los ministerios conservan unas facultades mínimas. A los ministerios y a los políticos en general no les gusta ese modelo, que les resta fuerza y posibilidades de conceder favores. Sin embargo, ese modelo ofrece algunas ventajas a los políticos. De la misma forma, en gran parte, que los bancos centrales independientes, buena parte de la responsabilidad política de los ministros se traslada ahora a organismos independientes más técnicos, profesionales y, por consiguiente, respetados. Si éstos consiguen cumplir su mandato independiente y ganarse el respeto público, los políticos quedan a salvo y las decisiones del organismo se respetan en gran medida. Si los organismos reguladores se granjean el respeto de la prensa profesional y de la comunidad profesional, su independencia formal se convierte en independencia material, protegida por los grupos políticos y profesionales que los apoyan. La independencia del organismo regulador es siempre una cuestión delicada. No todo lo que se califica de independiente es por fuerza políticamente independiente (por ejemplo, en la Federación de Rusia)24. application and enforcement of regulation: public duties and private rights", 1 Communications Law 2 (1996), 62 a 70, y Redgewell y otros (nota 20). 23 "Green Paper on utility regulation", 19 Business Law Review 5 (1998), 125 y 126. 24 John Stern, "Utility reform, privatisation and regulation: lessons from central and eastern Europe and from China", 27 International Business Lawyer 11 (1999), 510 a 512. -158- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA Con considerables facultades discrecionales para armonizar la regulación del sector de la energía25, se han establecido diversos mecanismos reguladores en Europa26. No en todos los casos se ha establecido una autoridad reguladora similar a la OfGEM del Reino Unido. En algunos casos, las sensibilidades nacionales hicieron que se establecieran comisiones para reunir a las entidades que prestaban servicios públicos, a los consumidores y a los gobiernos regionales y locales a fin de regular el acceso y los precios, o que se designase para el desempeño de funciones reguladoras a departamentos administrativos generales de ministerios de la energía. Alemania, por ejemplo, se ha negado a establecer un organismo regulador del sector de la energía de carácter independiente, aunque su organismo regulador de las telecomunicaciones, que es independiente, ha funcionado de forma notable. Aquí, las consultas oficiales del sector de la energía, de los consumidores y de los ministerios pertinentes llevó a la adopción de códigos de acceso específicos. Éstos son adoptados después en las operaciones de contratación por los gestores de la red. Una autoridad especializada en la defensa de la competencia y los tribunales ejercen un control a posteriori si se niega a los competidores un acceso razonable. Se han formulado algunas críticas en el sentido de que este modelo no es tan eficaz como el modelo del organismo regulador independiente. Un sistema que, hasta cierto punto, se basa más en la connivencia adolece de deficiencias cuando hay que ajustar o modificar las normas; parece que un organismo regulador proactivo es más eficaz para obtener en 25 Véase el artículo 22 tanto de la Directiva de la CE de 1996 relativa a la electricidad como de la Directiva de la CE de 1998 relativa al gas (DO L 27, 30/01/1997, pág. 20, y DO L 204, 21/07/1998, pág. 1, Rectificación DO L 245, 04/09/1998, pág. 43). Ese artículo obliga a los Estados Miembros a crear "mecanismos adecuados y eficaces para la regulación, el control y la transparencia". 26 Redgewell y otros, págs. 984 a 989. -159- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst breve plazo una respuesta positiva de las empresas de que se trate27. Sin embargo, un sistema de autorregulación de todo el sector, una vez que esté razonablemente establecido, puede ser menos caro de mantener; el costo de las autoridades reguladoras independientes es aceptable y tiene que ser sufragado por el público (mediante impuestos o mediante el precio de la energía). Las consideraciones relativas al costo de la regulación no deben tener mucho peso en el proceso oficial de adopción de decisiones. Las decisiones sobre la regulación están, evidentemente, sujetas a revisión por los tribunales y se centran en la legislación y en el procedimiento, pero raras veces en la calidad del análisis económico. Los tribunales también reconocen, por regla general, que tiene que haber un espacio no susceptible de decisión por los tribunales para la evaluación económica y la adopción de decisiones sobre la regulación, siempre que se pueda probar que no se han cometido errores graves y manifiestos de fondo o de forma28. Los organismos reguladores también están obligados a comunicar sus actividades de regulación a 27 La cuestión de si una regulación específica del sector es preferible a la aplicación de la legislación general de defensa de la competencia a las empresas que prestan servicios públicos, desde el punto de vista de las barreras a la entrada, las estructuras de los costos, las inversiones, las relaciones con los clientes y la oportunidad política, se examina en T. Van Dijk, "General or specific competition rules for network utilities?", 2 Journal of Network Industries 1 (2001), 93 a 111. Para un estudio de los antecedentes institucionales y culturales del éxito de los diferentes organismos reguladores proactivos de la electricidad y del gas en el Reino Unido en la fase de liberalización, véase T. Wälde, "Die Regulung der britischen Energiewirtschaft nach der Privatisierung", en Peter Tettinger (coord.), Strukturen der Versorgungswirtschaft in Europa (Stuttgart, Boorberg, 1996), págs. 59 a 95. 28 El Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, en su examen de las actividades reguladoras de la Comisión y de las autoridades nacionales, ha establecido estos criterios. Véase un estudio al respecto en Comisión c. Francia y otros, fallo de octubre de 1997. -160- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA la asamblea legislativa y a rendir cuentas de ellas a la asamblea legislativa, pero sin que ésta pueda imponer su voluntad a esos organismos29. El modelo a este respecto es el banco central independiente. Un problema que hay que resolver es de la posibilidad de que haya superposiciones parciales y competencia entre los organismos reguladores que se ocupan del sector de la energía y las autoridades nacionales que se ocupan de la regulación económica general, por ejemplo las autoridades de defensa de la competencia. Actualmente no hay (casi) ningún precedente de un organismo regulador internacional, aunque las corrientes transfronterizas de energía se están acelerando30. En el contexto transfronterizo europeo, la Comisión Europea tiene algunas modestas facultades reguladoras que ejerce interpretando y aplicando coercitivamente la legislación de defensa de la competencia con arreglo al tratado de la CE, así como decidiendo si está justificado establecer derogaciones o exenciones temporales del modelo normal de liberalización establecido directamente en la legislación primaria de defensa de la competencia y en las directivas de 1996-1998 relativas a la energía31. La Comisión 29 Véanse las modificaciones recientes, de 2001, de la legislación del Reino Unida relativa a la obligación de la OfGEM de rendir cuentas al Parlamento (Denton Wilde Sapte Energy Newsletter, 2001). 30 Esto plantea la difícil cuestión de qué es un organismo regulador internacional. Las autoridades nacionales trabajan cada vez más en colaboración para definir y armonizar las normas; ¿las convierte esto en autoridades reguladoras internacionales? En cuanto a la función de los organismos reguladores en la regulación del tráfico transfronterizo, véase Lise H. Jordan, "The role of State regulators in United States/Canadian energy trade", 10 Journal of Energy & Natural Resources Law 4 (1992), 380 a 386. Las consecuencias de la falta de una política federal o de unos mecanismos federales para resolver los problemas transfronterizos se examinan en Leigh Hancher, "Energy regulation and competition in Canada", 15 Journal of Energy & Natural Resources Law 4 (1997), 338 a 365. 31 Véase P. M. Roth (coord.), Bellamy and Child European Community Law of Competition (quinta edición, Londres, Sweet and Maxwell, 2001), cuyo -161- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst trata de conferir a los Estados mayores facultades reguladoras con la propuesta modificación de las dos directivas concernientes a la energía32, pero la función de la Comisión como organismo regulador internacional depende de la forma en que se entienda la propia regulación de los interconectores. Parece que la Comisión continuará influyendo en que la competencia sea efectiva, en que el acceso a las redes sea equitativo y viable y en que sus regímenes se armonicen mediante la aplicación de la legislación primaria (especialmente las disposiciones que sobre la competencia figuran en los artículos 81 y 82), así como de las directrices y reglas para la interpretación, y seguirá encauzando la autorregulación y el diálogo mediante el Proceso de Madrid y Florencia. Esa institución consultiva para las instituciones reguladoras del gas y de la electricidad incluye las autoridades reguladoras nacionales, los Estados miembros, la Comisión Europea, los gestores de redes de transporte y de transmisión, las empresas vendedoras de gas y de electricidad, los capítulo 1 da un panorama general y cuyo capítulo 16 trata de problemas específicos de la energía. Véase también B. Develin y C. Levasseur, "Energy chapter", en J. Faull y A. Nickpay (coords.), The EC Law of Competition (Oxford, Oxford University Press, 2000). Los problemas de la legislación de defensa de la competencia se examinan también en M. Roggenkamp, A. Ronne, C. Redgewell e I. del Guayo, Energy Law in Europe, National, EU and International Law and institutions (Oxford, Oxford University Press, 2001); P. D. Cameron, Competition in Energy Markets (Oxford, Oxford University Press, 2002); T. Wälde, EU Energy Law, from Plan to Market (Londres, Longman, de próxima publicación, 2002), y R. Tudway (coord.), Energy Law and Regulation in the European Union (Londres, Sweet and Maxwell, publicación de hojas móviles, desde 1998). 32 Véase la Comunicación de la Comisión titulada Realización del mercado interior de la energía, COM (2001) 125, final. El nuevo artículo 22 propuesto en ambas Directivas obligaría a los Estados miembros a crear autoridades reguladoras nacionales que serían "las únicas responsables de [...] la definición de las normas de gestión y adjudicación de capacidad de interconexión, en colaboración con las autoridades reguladoras nacionales de los Estados miembros con los que existan interconexiones". -162- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA consumidores, los usuarios de redes, los intercambios de energía eléctrica y los ahora incipientes intercambios de gas. Ha sido creada por la Comisión para estudiar el comercio transfronterizo, la tarificación y la asignación y gestión de una capacidad de interconexión escasa33, y se han acordado las primeras directrices sobre las medidas que hay que tomar en caso de congestión34. La mayor parte de los trabajos de redacción en curso sobre disposiciones detalladas relativas a las tarifas y al acceso, así como su aplicación, parece haberse reservado a los esfuerzos conjuntos de las organizaciones del sector de la energía (por ejemplo, la Asociación Europea de Gestores de la Red de Transporte) y de las autoridades reguladoras nacionales, con una coordinación mínima de la Comisión, principalmente por razones de subsidiariedad, escasez de recursos humanos y financieros y consentimiento de todo el sector35. 33 En cuanto a la conclusión del Foro de Florencia (electricidad), véase http://europa.eu.int/comm/energy/en/elec_single_market/florence/index_en.html; en cuanto a la del Foro de Madrid (gas), véase http://europa.eu.int/comm/energy/en/gas_single_market/madrid.html. 34 Véase un resumen de las directrices sobre las medidas para caso de congestión acordadas en el sexto Foro de Florencia, en noviembre de 2000, en la comunicación de diciembre de 2001 de la Comisión al Consejo y al Parlamento Europeo sobre la infraestructura energética europea, págs. 18 y ss. Véase un anterior informe sobre los requisitos en materia de armonización para la regulación de los interconectores en Second Report to the Council and the European Parliament on Harmonization Requirements, SEC (1999) 457, págs. 5 y ss. 35 Así, por ejemplo, la Asociación Europea de Gestores de la Red de Transporte está examinando actualmente las directrices sobre la transparencia y las medidas para caso de congestión, a fin de proponer una revisión y formular recomendaciones sobre los requisitos mínimos comunes. También en la esfera de las normas técnicas y administrativas aplicables al funcionamiento de los interconectores, se ha pedido a la Asociación que asuma la iniciativa de proponer, redactar y revisar directrices. Se pide a las autoridades reguladoras nacionales que velen por que se apliquen las -163- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst Como los regímenes de acceso equitativo a las redes transfronterizas tales como los interconectores requerirán muchas veces unos procedimientos detallados de regulación y supervisión, es difícil y laborioso concertar un acuerdo internacional sobre la regulación del comercio transfronterizo de energía que funcione eficazmente y establecer un órgano apropiado para la supervisión y para la solución de controversias. Una alternativa es dejar esa labor exclusivamente en manos de la autoridad reguladora nacional. En la mayoría de los casos, el interconector está situado en el territorio de un solo Estado. Las facultades reguladoras pueden entonces delimitarse según el principio de la jurisdicción territorial. Sin embargo, hay casos en que las instalaciones de los interconectores (o los gasoductos o redes de transmisión) cruzan las fronteras nacionales (por ejemplo, los Europipes I y II, el interconector de gas entre el Reino Unido y Bélgica y el interconector de electricidad entre el Reino Unido y Francia), por lo que más de un Estado podrá reivindicar la jurisdicción territorial. En Europa esto ha llevado muchas veces a que se concierten acuerdos bilaterales por los que se confiere a un solo Estado la facultad reguladora exclusiva, pero se exige la celebración de consultas con el otro Estado que tenga jurisdicción. En cuanto a la solución de diferencias, es corriente que se establezca un comité de solución de controversias en el que ambos Estados estén igualmente representados, con un arbitraje final si fracasa el Comité36. También se puede crear un régimen regulador directrices; esas autoridades tienen la "obligación" de informar de los resultados a la Comisión. Véase la comunicación sobre la infraestructura energética (ibíd., pág. 9). A este respecto es intrigante que, en el plano de la regulación europea, la Comisión haya adoptado este método de consulta y de redacción, mientras que en el plano de la Comunidad se siga criticando oficialmente el método, esencialmente idéntico, seguido en Alemania para la redacción de las normas de regulación del acceso y su aplicación. 36 Véase un análisis más detallado en Martha M. Roggenkamp, "The Gas Directive implications for offshore pipelines in the North Sea", International Energy Law & Taxation Review 6 (2001), 120 y ss. -164- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA para los interconectores (dentro de las fronteras nacionales o transfronterizo) mediante la concesión de las licencias apropiadas. Si intervienen dos países, esas licencias pueden negociarse e imponerse conjuntamente a la empresa que explote el interconector; asimismo constituyen precedentes las disposiciones sobre interconectores no relativos a la energía, como, por ejemplo, el túnel del Canal de la Mancha37. Análogamente, instituciones tales como la Conferencia sobre la Carta Europea de la Energía y el sistema de solución de diferencias de la OMC tienen posibilidades, hasta la fecha bastante tenues, de ejercer facultades reguladoras indirectas; pueden influir en el acceso de terceros y en el tránsito transfronterizo mediante el diálogo, dando publicidad a las situaciones anómalas, mediante el arbitraje formal, estableciendo condiciones modelo, realizando exámenes por países y mediante otros sistemas de solución formal o informal de controversias38. Aparte de las condiciones modelos (por ejemplo, los 37 24 International Businesss Lawyer 1 (enero de 1996); asimismo, Matthias Herdegen, "Der Konzessionsvertrag aus offentlich-rechtlicher Sicht: das Beispiel des Kanaltunnelprojekts", en F. Niclisch (coord.), Rechtsfragen privatfinanzierter Projekte, Nationale und internationale BOT-Projekte (Heidelberg, C. F. Mueller, 2000). 38 Por ejemplo, el artículo 7 del Tratado sobre la Carta de la Energía, que incluye un mecanismo de "conciliación" vinculante. El artículo 10 de la Carta prohíbe a los gobiernos discriminar contra los inversionistas extranjeros; los gobiernos han de asegurarse (arts. 22 y 23) de que las empresas estatales y las compañías privadas que tienen derechos "exclusivos o especiales" cumplen esa obligación. Esta norma, tal como la interpretamos, puede servir de base para que el derecho a un acceso no discriminatorio por los inversionistas extranjeros (establecidos) se aplique coercitivamente contra los Estados receptores (invocando su obligación de regular en favor de un acceso no discriminatorio), y posiblemente incluso (por aplicación directa del tratado en la legislación nacional) contra los monopolios privados que se dedican al transporte de energía. T. Wälde, "International investment under the 1994 Energy Charter Treaty", 29 Journal of World Trade 5 (1995), 5 a 72. -165- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst acuerdos modelo sobre el tránsito resultantes del Tratado sobre la Carta de la Energía), estas influencias reguladoras son a posteriori, no a priori. B. Economía política No es posible entender los efectos prácticos de la introducción de la competencia, de la liberalización y del acceso de terceros sin comprender la economía política de esa transición, muchas veces dolorosa. Las empresas que prestan servicios públicos relacionados con la energía figuran entre las industrias más próximas al Estado39. Muchas veces son el arquetipo de la corrupción y del favoritismo. Tienen un número excesivo de empleados y favorecen a los dirigentes sindicales. Mantienen relaciones protegidas con los proveedores nacionales. Tienden a centrarse en los mercados nacionales, con muy pocos "intercambios" transfronterizos de electricidad, realizados como entre asociados, con monopolios análogamente estructurados. Las vinculaciones políticas funcionan en todos los niveles: nacional, regional y local. Los municipios alemanes, por ejemplo, recaudaron un cuasiimpuesto oculto con la propiedad de compañías municipales de suministro de electricidad, así como con los derechos percibidos por las concesiones. Los políticos, por regla general, obtienen un segundo empleo, una vez que han finalizado sus carreras políticas, ocupando puestos en el consejo de administración de las compañías de abastecimiento de gas o de electricidad. En Colombia, reflejando la tradición particular de esa sociedad, los planes de privatización llevaron a que se hicieran amenazas de muerte contra sus autores40. La aplicación en Francia de la Directiva de la UE sobre la electricidad se ha visto frenada por la fuerte política influencia de los sindicatos comunistas que dominan la EDF y el Gobierno. La principal 39 Esto se refleja en el análisis de Cosmo Graham "Taking politics out of regulation and competition", 10 Utilities Law Review 3 (1999), 87 y 88. 40 CEPMLP/Dundee sirvió de refugio temporal al Director General de Energía, amenazado así. -166- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA compañía petrolera estatal francesa sirvió durante decenios como mecanismo favorito para el soborno de políticos en los países en desarrollo, pero posiblemente también en Alemania y en Francia41. Un presidente de la compañía energética estatal italiana ENI se suicidó cuando estaba en la cárcel acusado de corrupción. Es sabido que las operaciones de contratación de Pertamina, compañía petrolera estatal de Indonesia, estaban plagadas de corrupción42. Según la información disponible, algunas compañías de gas y electricidad de Alemania pagaron unos emolumentos y una remuneración adicionales, a veces ocultos en precios inferiores a lo normal, a políticos cuyo apoyo se consideraba necesario. Todos esos intereses y comunidades están amenazados por la liberalización y por la competencia. El empleo excesivo se ve considerablemente reducido por la competencia; los políticos pierden el control, y los sindicatos pierden influencia. Los proveedores nacionales protegidos se encuentran repentinamente con que ya no son competitivos cuando los criterios aplicados para la contratación son técnicos y comerciales, en vez de políticos. El "margen de protección" de los políticos del pasado se financiaba con la renta de monopolio, pero ya no es fiable en un mercado competitivo. En un contexto internacional, los intereses nacionales amenazados pueden oponerse a la liberalización presentándola como una adquisición de control desde el extranjero, movilizando así sentimientos xenofóbicos siempre presentes: la explotación por una compañía energética extranjera es más fácil de atacar que la explotación por una alianza nacional de compañías, sindicatos y políticos. El elemento xenofóbico natural de los movimientos 41 "Les comptes extraordinaires de la Maison Elf", Le Nouvel Observateur, 12 de marzo de 1998, 64 y 65; "L'Elysée de Mitterrand au coeur du système ELF", Figaro, 12 de julio de 2000. 42 N. Machmud, The Indonesian Production-Sharing Contract (La Haya, Kluwer Law International, 2000); Edward Jay Epstein, The Secret History of Armand Hammer (Nueva York, Random House, 1996). -167- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst dirigidos contra las inversiones extranjeras y contra la mundialización se combina así fácilmente con la simple protección de privilegios económicos. La inversión extranjera también entraña muchas veces, en sistemas que no son abiertos, el pago de una especie de peaje a personas y entidades nacionales prominentes (compañías, políticos), y el inversionista extranjero tiene que asociarse con personajes nacionales influyentes ("capitalismo de compadrazgo", como en Indonesia) para introducirse en el mercado o se ve absorbido en el corrupto entorno de las compañías nacionales de gas y electricidad. La corrupción por compañías extranjeras suele recibir una publicidad mucho más negativa que la corrupción existente corrientemente en el país. Una estrategia que se sigue frecuentemente es la adopción puramente formal de modelos contemporáneos (privatización, liberalización, establecimiento de un organismo regulador independiente) sin que cambien mucho las relaciones reales43. La liberalización legal no significa, muchas veces, que se cree una competencia real. El derecho a comprar electricidad en el extranjero no ha significado, en el contexto de la UE, que las compañías nacionales compren efectivamente en el extranjero y que se establezca una competencia real, en vez de una mera posibilidad formal y teórica de competencia. Las compañías nacionales establecidas se verán favorecidas muchas veces, durante largo tiempo, por los sistemas legales y reglamentarios, la administración, las prácticas comerciales establecidas, la cultura y las vinculaciones44. No obstante, la liberalización legal y formal y la introducción del acceso de terceros parecen ser un primer paso necesario, aunque no suficiente en sí mismo, para instaurar la competencia. 43 T. Wälde y C. von Hirschhausen, "The end of transition: An institutional interpretation of energy sector reform in Eastern Europe and the CIS", 11 MOST (2001), 91 a 108. 44 Véase P. Brenton, "What are the limits to economic integration?", Journal of World Investment, 3 (1) (2002). -168- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA La liberalización también perturba las relaciones comerciales y políticas existentes entre los productores de energía eléctrica y los clientes. Es frecuente que no se pague la electricidad. La falta de pago es endémica en los países en desarrollo y en los países en transición. También es corriente que se roben grandes volúmenes de electricidad en muchos países en desarrollo y países en transición. Esto socava la reinversión y la estabilidad del sistema de abastecimiento de energía eléctrica, si bien constituye una subvención de hecho de las personas de ingresos modestos, pero también de los poderosos (por ejemplo, los militares o las compañías que tienen conexiones políticas privilegiadas). Un inversionista comercial, nacional o extranjero, no puede tolerar ese entorno ni sobrevivir en él. Tiene que cobrar unas tarifas razonables y tiene que evitar las pérdidas por robo. En esos casos, el Gobierno raras veces sustituye las anteriores subvenciones implícitas por subvenciones explícitas, orientando la cólera social hacia la compañía de suministro de electricidad, que ha pasado a ser de propiedad privada. Esto constituye un grave impedimento para la inversión y, por consiguiente, un obstáculo para que el sector de la energía funcione bien. 3. Métodos y conceptos legales relativos al acceso de terceros La idea de un derecho de acceso a las instalaciones de transporte de energía de un competidor no es natural. El propietario de unas instalaciones construidas con gran costo y con gran riesgo a fin de que sirvan para sus actividades empresariales no comprenderá en absoluto la afirmación de que los competidores deben tener "fácil acceso" a esas instalaciones, sin haber hecho inversiones y sin haberse enfrentado a un posible fracaso. Los propietarios de tales afirmaciones afirman siempre, inevitablemente, que se los expropia si la ley les impone el acceso de terceros. La base de la idea del acceso de terceros es que el Estado tiene la responsabilidad de intervenir a veces en la economía para hacerla competitiva o para mantenerla competitiva; en tales casos, se pide a los propietarios de las instalaciones existentes que asuman y soporten la pérdida porque se -169- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst considera, con muy buenas razones, que la competencia hace que las economías sean más competitivas, más fuertes y más prósperas. No obstante, siempre hay que conciliar los legítimos derechos de propiedad de los propietarios de las instalaciones (y ninguna economía ha prosperado jamás sin un gran respeto de los derechos de propiedad) y la intervención del Estado para dar más oportunidades a los nuevos competidores. Se trata no sólo de los derechos de acceso en principio, sino también de las tarifas correctas (que reflejen los costos y posiblemente también las inversiones hechas y los riesgos asumidos), de la conciliación entre la utilización actual y la nueva utilización que se solicite y del funcionamiento combinado de los diferentes sistemas. Finalmente, para que la reforma de la regulación sea eficaz hay que tomar medidas para luchar contra la manipulabilidad de todos estos criterios por las empresas actuales, que ocupan posiciones de fuerza. Esas empresas desearán no sólo que se vea que respetan la legislación nueva, totalmente deplorable para ellas, sino también hacer que sea ineficaz en la práctica. La Ley antitrust de los Estados Unidos (interpretando el artículo 1 de la Ley de Sherman) introdujo la idea del acceso de terceros competidores a instalaciones esenciales45 que no podían reproducirse en la práctica. Esa idea fue introducida posteriormente en el contexto europeo, pero cuenta claramente con menos aprobación en los Tribunales de las Comunidades, que sólo se han referido a ella 45 Véase United States v. Terminal Railroad Association 224 US 383 (1912). En los Estados Unidos, la regulación de las redes, tanto en el plano estatal como en el plano federal, difiere notablemente según el sector de actividad de que se trate. La doctrina de las instalaciones esenciales es un elemento común de la regulación de diversos sectores industriales, y en ella se han basado tradicionalmente los derechos de acceso. Además de la aplicación de la doctrina en los tribunales, la mayoría de los sectores que operan con redes tienen políticas de acceso específicas para el sector que permiten el acceso de terceros (en el caso del sector de la electricidad, véase la orden de la FERC Nº 888). A. Lipsky y G. Sidak, "Essential Facilities", 51 Stanford Law Review (1999), 1187 y ss., y Doherty (véase la nota 16). -170- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA indirectamente46. Sin embargo, de forma muy similar a la doctrina de los Estados Unidos, el Tribunal formuló en una serie de asuntos la opinión de que una empresa dominante que se reserva una actividad secundaria que podría ser llevada a cabo por otra empresa, con la posibilidad de eliminar toda la competencia de esa empresa, abusa de su posición47. Esto se ha ampliado en una serie de decisiones sobre la obligación de una compañía de comerciar (doctrina de la "negativa a comerciar") si es necesario que se sigan unas prácticas comerciales leales en relación con suministros esenciales y si la negativa se consideraría como un abuso de posición dominante48. Australia 46 En un obiter dictum del Tribunal de Primera Instancia en los asuntos T-374, etc., 94 European Night Services c. Comisión (1998) ECR II-3141, en 3223, sostuvo que "un producto o servicio sólo puede considerarse esencial o indispensable si no existe ningún sustituto real o potencial", y en el asunto C-7/97, Oscar Bronner c. Mediaprint (1998) ECR I-7791, en 7830, el Tribunal de Justicia dejó escapar la palabra "esencial" cuando señaló que procede verificar si "dicha negativa priva al [...] competidor de una modalidad de distribución que se considera esencial"; véase R. Lane, EC Competition Law (Londres, Longman, 2000), pág. 157. 47 Asunto 311/84 CBEM c. CLT e IPB (Telemarketing) (1985) ECR 3261, en 3278; véase también el asunto 18/88, Régie des Télégraphes et des Téléphones c. GC-Inno-BM (1991) ECR I-5941, en 5979; también las decisiones 94/19 (Sea Containers c. Stena Link) (Sealink I) DO 1994 L 15/8; 94/119 (Rodby Port) DO 1994 L 55/52, y 98/190 (Flughafen Frankfurt/Main) DO 1998 L 72/30. 48 A. Palasthy, "Third party access (TPA) in the electricity sector: EC competition law and sector-specific regulation", 20 Journal of Energy & Natural Resources Law 1" (2002); L. Flynn, "The essential facilities doctrine in the Community courts", 6 Commercial Law Practitioner 9" (1999), 245 a 248; F. Weingarten, "La théorie des infrastructures essentielles et l'accès des tiers aux réseaux en droit communautaire", PCJEG 549 (diciembre 1998). Anteriormente, C. D. Ehlermann, "Role of the EC as regards national energy policies", Journal of Energy & Natural Resources Law (1994), 342 y 349; Ruediger Dohms, "Die Entwicklungs eines wetbewerblichen Europäischen Elektrizitätsbinnenmarktes" ["El desarrollo de un mercado europeo -171- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst también incorporó la doctrina de los Estados Unidos en su legislación sobre la competencia, con arreglo a la cual un tercero puede obtener acceso a unas instalaciones esenciales pidiendo que se declare que esas instalaciones son esenciales o negociando con la empresa que esté explotando esas instalaciones esenciales y que esté sometida a un código de acceso aplicable a todo el sector industrial49. Conforme a, esencialmente, la misma idea que ahora se utiliza contra Microsoft Windows50, las instalaciones industriales (en particular, las instalaciones de transporte y la infraestructura) que se consideren esenciales para explotar un negocio y que sean propiedad de un competidor que ocupe una posición dominante o monopolística tienen que ser abiertas si de otro modo no cabe razonablemente esperar que el nuevo competidor inicie esas actividades comerciales y empiece a competir. El abuso de una posición dominante en un contexto competitivo es la base de la idea del acceso equitativo de terceros a instalaciones esenciales51. Hay considerables debates sobre qué constituye una instalación esencial y sobre cuándo la negativa a dar acceso a ella es un abuso de competitivo de la energía"], en Aktuelle Rechtsprobleme der Elektrizitätswirtschafts, (1995) (Linz, Universitaesverlag Rudolf Trammer, 1995), y, más críticamente, S. Klaüe, "Zur Rezeption der amerikanischen Essential-facility-doctrine in das europäische und deutsche Kartellrecht", Recht der Energie 2 (1996), 51 a 57. 49 Véase Sam Hamilton, "The regulation of Trans-European networks", en Laura MacGregor, Tony Prosser y CharlotteVillers (coords.), Regulation of Markets beyond 2000 (Dartmouth, Ashgate, 2001), págs. 43 a 57. 50 K. Auletta, Microsoft and Its Enemies (Londres, Profile Books, 2001). 51 En el contexto europeo, véase Roth, en la nota 31. Véase también Develin y Levasseur en la nota 31. Como Alemania se basa firmemente en su autoridad de defensa de la competencia para dar acceso coercitivamente a terceros, los conceptos de comportamiento abusivo y de excepciones necesarias están muy desarrollados en la jurisprudencia alemana. -172- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA posición dominante. En la legislación de defensa de la competencia, tanto de la Unión Europea como de los Estados Unidos, no hay una distinción fácil entre una competencia "fuerte" por una empresa potente que utilice sus ventajas, por una parte, y el "abuso" de su posición dominante con respecto a los competidores, por otra. Si cabe razonablemente suponer que el competidor puede construir unas instalaciones por sí mismo, esas instalaciones no son "esenciales"; los tribunales y las autoridades de defensa de la competencia parecen mostrarse mucho más reacios a aceptar el argumento de las instalaciones esenciales cuando las actividades comerciales no son tan estratégicas (por ejemplo, la distribución de diarios en Austria), cuando hay competencia, cuando las instalaciones son razonablemente nuevas y cuando las barreras a la entrada son temporales y no abrumadoras. El establecimiento de nuevas instalaciones de transporte de energía (interconectores en particular) en zonas en las que la infraestructura energética está subdesarrollada requerirá mucha mayor tolerancia de la exclusión, limitada en el tiempo, del acceso de terceros por razones de viabilidad comercial y financiera que los gasoductos o redes de transmisión totalmente amortizados y bien implantados dentro de sistemas establecidos. Cuando las instalaciones no sólo son difíciles de reproducir (por ejemplo, por razones financieras, ambientales o relacionadas con la legislación sobre la planificación), sino que además están legalmente protegidas mediante concesiones exclusivas, derechos especiales y privilegios, el acceso de terceros a instalaciones esenciales se acepta más fácilmente que en el caso de las ventajas comerciales temporales creadas por una mayor perspicacia para los negocios. El caso de Microsoft constituye un excelente ejemplo de los argumentos en favor y en contra de conceder a los competidores igualdad de acceso a instalaciones muy importantes. Una justificación de las instalaciones esenciales y de las restricciones de acceso ha sido siempre que el monopolio, con las restricciones de acceso consiguientes, sea absolutamente necesario para prestar un servicio público legítimo (por ejemplo, distribución fiable de electricidad en condiciones equitativas y no discriminatorias -173- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst en todo un país, incluso en lugares en que los costos son elevados y a consumidores de ingresos modestos; servicio de correos y de suministro de electricidad para todos). Ahora bien, este argumento está perdiendo fuerza, porque cabe demostrar que unos sistemas liberalizados y competitivos pueden, mediante la imposición de condiciones para la obtención de licencias y mediante la regulación económica general, desempeñar igualmente, si no mejor, tales funciones relativas a servicios sociales y públicos52. Aunque la jurisprudencia ha progresado lentamente, ha habido oleadas de actividad reguladora, desarrollada generalmente por organismos reguladores independientes. Ahí se han establecido criterios muy similares a los de la doctrina de las instalaciones esenciales creada judicialmente. Conforme a esos criterios, se faculta a los organismos reguladores para ordenar que se conceda acceso a terceros a precios equitativos. Esto se hace a veces de forma explícita y directa mediante regulación (por ejemplo, las regulaciones nacionales que pusieron en práctica las Directivas de la UE de 1996-1998 sobre la energía53), a veces mediante el establecimiento de condiciones para la obtención de licencias, a veces mediante acuerdos entre las asociaciones del sector aprobados por el Gobierno y a veces utilizando como medio de presión la regulación vigente (por ejemplo, aprobación de adquisiciones, autorización de operaciones) de forma un tanto dudosa a fin de obtener compromisos en relación con el acceso a terceros para los que, si no, se necesitaría una regulación expresa. El acceso de terceros tiene un elemento de acción positiva, es decir, la discriminación contra las empresas monopolísticas existentes para compensar la ventaja que para ellas supone el estar ya establecidas y crear mayor igualdad de oportunidades, pero tal acción 52 Esto se analiza en el documento de la Comisión de la UE titulado Realización del mercado interior de la energía, marzo de 2001, COM (2001) 215 final. 53 Véase un análisis detallado de estas cuestiones en Palasthy (en la nota 48) y Boerner (en la nota 20). -174- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA positiva suscita profundos resentimientos, por lo que debe ser transitoria y reflejar la fuerza cada vez menor de las empresas establecidas y la fuerza creciente de las nuevas empresas que crean nuevas posiciones dominantes mediante fusiones y adquisiciones. La regulación del acceso de terceros, sea cual fuere la forma en que se efectúe (mediante el control administrativo o judicial a posteriori de pretendidas prácticas abusivas de una empresa que explote instalaciones esenciales contra una empresa que intente introducirse en el sector de la energía tratando de concertar contratos de acceso, o mediante la fijación a priori de las condiciones de acceso, los procedimientos de acceso y la comunicación del acceso) obliga a resolver los complejos problemas de las condiciones de acceso, los procedimientos de contratación, las tarifas y la adopción de medidas en caso de congestión y falta de capacidad. También es preciso que los sistemas técnicos sean capaces de funcionamiento combinado, y tienen que establecerse las condiciones necesarias y un sistema de vigilancia para que no se aduzca la incompatibilidad técnica como razón para rechazar las solicitudes de acceso de terceros. En particular, hay que resolver los siguientes problemas: Falta de capacidad. ¿Se debe hacer un reparto a prorrata entre las empresas con las que se ya se han contraído compromisos y las nuevas empresas (lo que obligaría a intervenir en los contratos existentes, aunque posiblemente manipulados y concertados por empresas afiliadas)? ¿O sólo se debe dar acceso a la capacidad disponible, que tendría que ser determinada objetivamente? De las varias opciones disponibles (selección en función del orden de presentación de las solicitudes, selección en función de las ventajas, prioridad renovable, prioridad específica según las fuentes y, por último, licitaciones), estas últimas parecen ser en general las preferidas. Además, se debe considerar la posibilidad de imponer la obligación de ampliar la capacidad si la nueva demanda lo exige y si existe la voluntad de proporcionar unas garantías -175- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst financieras aceptables para financiar las nuevas inversiones. Un problema conexo es la adopción de medidas en caso de congestión. Las empresas existentes ocupan generalmente toda la capacidad y los interconectores disponibles, a fin de tener un argumento para denegar el acceso. Por consiguiente, es menos eficaz aceptar las objeciones de falta de capacidad que exigir, tal vez de forma acumulativa, que la capacidad de transporte y de interconectores existente se reparta equitativamente entre todos los solicitantes de acceso que estén técnica y financieramente calificados. Cuando es necesario formular reservas a largo plazo para alentar la inversión, esas reservas deben limitarse al derecho a la utilización prioritaria de la línea con la obligación de dejar disponible para los mercados a corto plazo la capacidad no utilizada; en ese caso, se puede luchar contra la utilización anticompetitiva de la reserva previa de la capacidad aplicando el principio de pérdida en caso de no utilización. Las prescripciones en materia de transparencia en cuanto a los compromisos de rotaciones/envíos efectivos cada hora (que generalmente se hacen en plataformas de Internet, por ejemplo el sistema OASIS de los Estados Unidos) ayudan a obtener información sobre la capacidad disponible. Muchas veces, las prescripciones sobre las medidas que hay que adoptar en caso de congestión establecen también cierto nivel de compensación o superposición de corrientes en sentido contrario, envío de energía, comercio compensatorio y reexpedición para reducir aún más los problemas de congestión54. Tarifas. ¿Deben basarse solamente en los costos acumulativos o marginales (muchas veces muy bajos), o en los costos del capital no amortizado todavía o, en el caso de instalaciones más antiguas, totalmente amortizadas, en algún 54 Véanse las directrices sobre las medidas en caso de congestión de electricidad adoptadas en el sexto Foro de Florencia. -176- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA elemento que tenga en cuenta la inversión inicial y el riesgo (aunque tal vez éste ya esté compensado por la renta de monopolio)? Las tarifas deben prepararse de tal manera que no entorpezcan el paso de las instalaciones de una empresa a las de otra, particularmente en el contexto del comercio transfronterizo (problema de la adición de los derechos por concepto de transmisión). En lo que se refiere a la electricidad, las instituciones reguladoras tratan actualmente de lograr que las tarifas no se basen en las transacciones. ¿Deben publicarse las tarifas? Probablemente sí en el caso de las empresas que explotan monopolios naturales, pero tal vez no en el caso de las nuevas instalaciones construidas en un contexto competitivo55. Condiciones. Las condiciones deben ser razonables, no favorecer a las empresas ya establecidas y no ser discriminatorias; las empresas ya establecidas no deben tener la posibilidad de obstaculizar el acceso. Por otra parte, las condiciones deben estar normalizadas y deben estar públicamente disponibles. Procedimientos. El peor, desde todos los puntos de vista, es la concesión de acceso a terceros mediante simples negociaciones, ya que la negociación misma entraña un considerable costo de transacción y da oportunidades de obstrucción. Con unas tarifas y unas condiciones aprobadas y públicamente disponibles, la negociación debe estar normalizada y aproximarse a una negociación automática, de forma parecida a la del caso del transporte público. Las negociaciones para la concesión de acceso a terceros sólo tienen sentido en el caso de las grandes transacciones a largo plazo, en particular cuando se establecen instalaciones nuevas 55 Véase la propuesta de la Comisión de la UE de 13 de marzo de 2001 sobre la regulación del comercio transfronterizo de electricidad en COM (2001) 125 final, así como la Comunicación de diciembre de 2001 sobre la infraestructura de la energía. -177- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst competitivas y cuando desaparece el carácter de monopolio natural. Cuando se va a instituir el acceso de terceros, es frecuente que se aduzca el argumento de que ello equivale a expropiar a los propietarios de las instalaciones existentes. Los derechos constitucionales, el derecho internacional consuetudinario y el derecho internacional convencional (en particular, los tratados modernos bilaterales y multilaterales sobre inversiones, por ejemplo el TLCAN y el Tratado sobre la Carta de la Energía) protegen contra las medidas de regulación que sean "equivalentes/asimilables" a una expropiación formal56. Se puede sostener, y se ha sostenido, que la instauración del acceso de terceros equivale a una expropiación ("desposeimiento por la reglamentación") que exige una plena indemnización57. Todavía no se ha planteado ningún asunto de esta índole, y esa posición no ha sido aplicada ni aceptada hasta la fecha en el contexto de los Estados Unidos, del Reino Unido o de la Unión Europea. El argumento en contrario es que la legislación sobre la competencia, como parte integrante de las facultades del Estado en materia de política económica, circunscribe la utilización de la propiedad y que, por consiguiente, las limitaciones de la utilización de la propiedad privada a fin de dar entrada a la competencia y luchar contra el abuso de posiciones dominantes no constituyen una reglamentación excesiva que equivalga a un desposeimiento, sino, antes bien, a una utilización legítima y moderada de las facultades de regulación del Estado (artículo 1, protocolo I, relativo a la propiedad, del Convenio Europeo 56 T. Wälde y A. Kolo, "Environmental regulation, investment protection and regulatory taking in international law", 50 International and Comparative Law Quarterly (2001), 811 a 848. 57 Correspondencia entre los autores y el difunto profesor SeidlHohenveldern (2001). Se han expresado opiniones similares en el contexto del derecho constitucional alemán; véase Uwe Hueffer, Knut Ipsen y Peter Tettinger, Die Transitrichlinien für Gas und Elektrizität (Stuttgart, Boorberg, 1991). -178- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales). Probablemente es difícil convencer a un tribunal de que ha habido una expropiación si un monopolio del transporte de energía existente desde hace largo tiempo, legalmente protegido y, mediante la renta de monopolio, sumamente rentable se ve ahora obligado a conceder acceso en condiciones razonables58. El argumento de la expropiación podría ser más convincente en los casos en que las condiciones de acceso no permitan la plena amortización de los gastos, en que las instalaciones se basen en nuevas inversiones sin tener en cuenta el costo de la inversión ni el riesgo, en que las instalaciones se abran a la competencia de un competidor dominante, en que se infrinjan los compromisos asumidos por el Gobierno al privatizar la infraestructura del sector de la energía y en que haya indicios de proteccionismo nacional y de discriminación contra una empresa (en particular extranjera) que empiece a operar en el sector y contra el nuevo propietario de tales instalaciones. 4. Problemas transfronterizos y de derecho internacional A. Acceso de terceros Es difícil hallar en el derecho internacional (exceptuando las Directivas de las UE sobre la energía y las normas primarias del Tratado sobre la Carta de la Energía, que no se consideran aquí como derecho internacional propiamente dicho) una norma que imponga el acceso de terceros59. En Europa hay algunos acuerdos sobre oleoductos o gasoductos transfronterizos en los que se requiere que se 58 S. Rose-Ackerman y J. Rossi, "Disentangling deregulatory takings", Virginia Law Review (2000), 1441, 1451 y 1480 a 1485. 59 A. M. Klom, "Liberalisation of regulated markets and its consequences for trade: The internal market for electricity as a case study", 14 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1996), 1 a 13; Martha M. Roggenkamp, "Implications of GATT and EEC on network bound energy trade in Europe", 12 Journal of Energy of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 59 a 82. -179- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst dé acceso a terceros en la zona de producción frente a las costas, bien desarrollada, del Mar del Norte60. En los acuerdos gubernamentales bilaterales sobre instalaciones transfronterizas de transporte (por ejemplo, el túnel del Canal de la Mancha y los gasoductos e interconectores de electricidad y de gas) es también cada vez más probable que se incluyan al menos algunos principios programáticos sobre el acceso de terceros61. La cuestión se planteó también en la negociación del Tratado sobre la Carta de la Energía62. La Carta Europea de la Energía de 1991 y los proyectos anteriores del Tratado sobre la Carta de la Energía tenían pasajes que podían interpretarse en el sentido de que se obligaba a los gobiernos a instituir el acceso de terceros. Esto se eliminó bajo la presión de los monopolios de la energía (EDF, Gazprom, Ruhrgas), y el Acta final de la Conferencia sobre la Carta Europea de la Energía contenía un "entendimiento" por el que se confirmaba que no se tenía la intención de imponer el acceso de terceros63. Sin embargo, la obligación de no discriminar impuesta por la Carta Europea de la Energía (art. 10, párr. 1), junto con la obligación de velar por que las compañías estatales y las empresas especiales y privilegiadas cumplan la Carta (arts. 22 y 23), lleva inevitablemente a una situación en que se prohíbe a tales compañías (principalmente las compañías especiales y privilegiadas que explotan 60 Wolfgang Wiese, Grenzüberschreitende Landrohrleitungen und seeverlegte Rohrleitungen im Völkerrecht (Berlin, Duncker & Humblot, 1997). 61 En un proyecto de la CEAP dirigido por el abogado australiano Robert Pritchard se está preparando actualmente un informe sobre los interconectores en la legislación nacional e internacional, informe que se centra en el caso límite de cómo, cuando no existen interconectores, se pueden atraer inversiones hacia ese tipo esencial de infraestructura del transporte. 62 T. Wälde (coord.), The Energy Charter Treaty (Londres, Kluwer, 1996); Olivia Q. Swaak-Goldman, "The Energy Charter Treaty and trade: A Guide to the Labyrinth", 30 Journal of Word Trade 5 (octubre de 1996), 115 a 164. 63 Reimpreso en Wälde, ibíd. -180- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA monopolios del transporte de energía) discriminar contra los inversionistas extranjeros al no conceder acceso o al no conceder acceso más que con disposiciones discriminatorias64. Esto no es un acceso general de terceros (que se aplicaría a todas las compañías tanto nacionales como extranjeras), pero se acerca al acceso de terceros, que en último término se basa en la idea de la no discriminación aplicada a las compañías que ocupan una posición de mercado dominante porque controlan el monopolio natural del transporte de la energía. Podrían interpretarse de la misma forma las disposiciones similares sobre la no discriminación existentes en los tratados bilaterales sobre inversión. Hasta la fecha no se conoce ningún caso de una solicitud de acceso de terceros basada en el Tratado sobre la Carta de la Energía o en tratados bilaterales sobre inversión, aunque algunas compañías petroleras occidentales han denunciado la discriminación de que les hace objeto Gazprom cuando tratan de conseguir que se les conceda acceso en condiciones equitativas a los gasoductos de Gazprom, que son esenciales para hacer llegar el gas ruso (y de Asia central) producido por inversionistas extranjeros al mercado ruso y a los mercados extranjeros65. Un obstáculo a la posibilidad de que surta efecto práctico una norma de derecho internacional sobre el acceso de terceros es que las obligaciones relativas al acceso se imponen a entidades privadas, en 64 T. W. Wälde y P. Wouters, "State responsibility in a liberalised world economy: State, privileged and subnational authorities under the 1994 Energy Charter Treaty, an Analysis of Articles 22 and 23", 27 Neth Yearbook of International Law (1996), 143 a 194. 65 Gazprom, compañía rusa que explota el monopolio del transporte de gas, es el oponente principal y más eficaz de la ratificación del Tratado sobre la Carta de la Energía en la Federación de Rusia. Durante años se ha hablado de reestructurar Gazprom para crear un mercado del gas y del transporte de gas más competitivo en la Federación de Rusia, pero hasta 2001 no se había puesto en práctica ninguna propuesta. -181- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst tanto que el derecho internacional se ocupa primordialmente del comportamiento de los Estados. Esto no quiere decir que los particulares no puedan ser objeto o sujeto del derecho internacional. Hay un número creciente de ejemplos que demuestran lo contrario (por ejemplo, el derecho penal internacional, el derecho relativo a los derechos humanos y el arbitraje entre inversionistas y un Estado). Sin embargo, es muy difícil establecer un régimen de acceso coherente y específico por el "efecto directo" que los pocos principios generales formulados en, por ejemplo, el artículo 10 del Tratado sobre la Carta de la Energía tienen en el derecho nacional. Otra posibilidad consistiría en crear, partiendo de la regulación nacional, cada vez más frecuente, de las instalaciones de transporte de energía con regímenes de acceso de terceros, bien una práctica estatal en el sentido del derecho internacional consuetudinario, bien una práctica de comercio internacional. Los contratos entre empresas privadas y los acuerdos intergubernamentales podrían después estudiarse para determinar si son conformes a esa práctica estatal transnacional y/o a esa práctica comercial. También se debería examinar si no se podría conseguir un acceso no discriminatorio mediante el alcance extraterritorial de la legislación nacional sobre la competencia. Esto debería ser posible, en principio, porque la legalidad, limitada, de la aplicación extraterritorial de la legislación nacional sobre la competencia está ahora reconocida por el derecho internacional o se ha puesto en práctica en cuestiones relacionadas con la energía, como en el caso de la Ley Helms-Burton de los Estados Unidos, por la que se sancionan las inversiones extranjeras en Cuba, y la Ley D'Amato, dirigida contra las inversiones hechas en el sector de la energía en la República Islámica del Irán y en la Jamahiriya Árabe Libia66. La denegación del acceso de terceros a un importante interconector de electricidad o a un importante gasoducto podría muy bien repercutir sobre la competencia 66 Antoine Caillard, "EU: US extraterritorial jurisdiction - EU/US agreement", 4 International Trade Law & Regulation 4 (1998), 54 y 55; T. Wälde, "Managing the risk of sanctions in the global oil and gas Industry", 36 Texas International Law Journal (2001), 184 a 230. -182- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA en el tercer país. Esto podría crear, en el tercer país afectado por tal limitación del comercio de electricidad, una jurisdicción legítima para imponer extraterritorialmente una norma de acceso. Es notable a este respecto que ya exista en todo el mundo una doctrina relativamente armonizada sobre las instalaciones esenciales. Los Estados Unidos y la Unión Europea son exportadores netos de sus regímenes antitrust, y, como ambos regímenes contienen prácticamente una doctrina en materia de instalaciones esenciales, las prescripciones básicas sobre el acceso de terceros han sido incorporadas implícitamente en la legislación nacional antitrust de muchos países. Sin embargo, todavía no está completa la interpretación de las normas de acceso con arreglo a la legislación sobre la competencia. La Comisión de la UE no ha hecho más que empezar a desarrollar su legislación sobre la competencia para regular el acceso a redes transfronterizas. Se necesitará algún tiempo para redefinir los elementos comunes de una doctrina sobre las instalaciones esenciales, y habrá que mantenerse informado sobre la evolución que se produzca en los Estados que se basan en la legislación relativa a la competencia para regular las cuestiones relativas al acceso a redes (por ejemplo, Alemania), así como sobre la evolución de los regímenes de acceso de terceros sometidos a regulación económica en aplicación de las Directivas de la UE de 1996-1998 sobre la energía. Las organizaciones internacionales tales como la OCDE, el OIE, la OMC y la UNCTAD podrían también considerar la posibilidad de elaborar un instrumento modelo para el acceso no discriminatorio a las instalaciones de transporte de energía. Sólo cuando no exista un régimen antitrust habría que considerar la aplicación extraterritorial. En los Estados Unidos, en respuesta a las inquietudes expresadas en otros países por la aplicación de la legislación antitrust estadounidense, los tribunales y los especialistas han formulado la tesis de que el ejercicio de una jurisdicción extraterritorial puede ser limitado para tener en cuenta importantes intereses de política de otro Estado en el que se -183- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst desarrollen las actividades en cuestión67. La jurisprudencia de la Comisión Europea refleja ese enfoque68. Después de todo, una aplicación casi internacional de la legislación antitrust del tipo de la de los Estados Unidos o de la Unión Europea tiene la ventaja de que, con las disposiciones nacionales sobre el mantenimiento coercitivo de la competencia (incluyendo mandamientos judiciales), ya existen unos mecanismos eficaces para la solución de las controversias relativas al acceso, y de que se requiere alguna cooperación en el plano internacional, que podría prestarse mediante acuerdos de cortesía internacional. B. Tránsito transfronterizo de energía El tránsito de energía es un importante factor en el comercio transfronterizo de energía (electricidad, petróleo y gas). Es totalmente distinto del acceso de terceros. Por tránsito de energía se entiende corrientemente la situación en que la energía originaria de un país (exportador) transita por al menos un segundo país (país de tránsito) y después entra en el país de destino (importador). Es un sector del derecho internacional que está ahora desarrollándose rápidamente, reflejando la evolución técnica e institucional que, alejándose de los mercados nacionales de la energía que estaban aislados, se orienta hacia los mercados regionales y quizá en algún momento mundiales de la energía (tales como el que ya existe en relación con el petróleo). Los convenios de Barcelona sobre el tránsito, tanto el de 1921 (general) como el de 1923 (específico sobre la electricidad), establecieron el principio de que el tráfico debe facilitarse, no entorpecerse, y de que no debe dar lugar a una "renta de tránsito" al utilizar el tránsito como un mecanismo de dominación, pero sólo si se 67 Véase, en particular, Timberlane Lumber Co. c. Bank of America 549 F. 2d 597, así como Restatement (Third) of the Foreign Relations Law of the United States, § 403. 68 Véase Importaciones de aluminio de Europa del Este, DO 1985 L 92/81 [1987], 3 Common Market Law Review 813. -184- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA perciben unos derechos razonables que sean función de los costos69. Sin embargo, no había ninguna obligación de construir nuevas instalaciones, y ni siquiera de utilizar las facultades del Estado para facilitar la construcción de nuevas líneas de transmisión. El artículo V del GATT se basa en gran parte en el Convenio de Barcelona70. Autoriza solamente a imponer unos derechos razonables 69 Martha M. Rogenkamp, "Transit of network bound energy: A new phenomenon? Transit examined from the Barcelona Transit Convention to the Energy Charter Treaty", 19 World Competition 2 (1995), 119 a 146. 70 Sobre la aplicación del GATT y del AGCS al comercio transfronterizo de energía, especialmente electricidad, véase Philip Pierros, "Exploring certain trade-related aspects of energy under GATT/WTO: Demarcation questions regarding electricity", 5 International Trade Law & Regulation 1 (1999), 26 y 27; Francis N. Botchway, "International trade regime and energy trade", 28 Syracuse Journal of International Law and Commerce (2001), 1 y ss.; Kepa Sodupe y Eduardo Benito, "Pan-European Energy Cooperation: Opportunities, Limitations and Security of Supply to the EU", 39 Journal of Common Market Studies 1 (2001), 165 a 177; David S. Mac Dougall, "Trade in energy and natural resources: The Role of the GATT and developing countries", 12 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 95 a 116; David S. MacDougall y Peter Cameron, "Trade in energy and natural resources: Trade-Related investment measures-Focus on Eastern Europe", 28 Journal of World Trade 3 (junio de 1994), 171 a 180; "Energy and international law, development, litigation and regulation" 36 Texas International Law Journal (2001), 1 y ss. En cuanto al TLCAN y al comercio de energía, véase Jorge Jiménez, "The great impact of NAFTA in the energy sector: A Mexican perspective", 18 Journal of Energy & Natural Resources Law 2 (2000), 159 a 194; J. Owen Saunders, "Energy, natural resources and the Canadá-United States Free Trade Agreement", 8 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1990), 3 a 19; H. J. H. Reinier, Symposium: Mexico-United States Energy Trade and NAFTA, 1 United States-Mexico Law Journal (1993), 235 y ss., y "The Canada/US Free Trade Agreement and energy: Some implications for international energy trade and EC 92", 7 Oil & Gas Law & Taxation Review 1 (1988/89), 5 a 12; Alexander J. Black, "Regulatory relations; United States-Canada free-trade in energy", 8 Connecticut Journal of International Law (1993), 583 y ss.; Barbara K. -185- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst que sean función de los costos (sin derechos de aduana) y exige, mediante la evolución del estatuto de la nación más favorecida, un trato similar a la no discriminación. Consagra, en teoría, la libertad de tránsito. No hay ningún precedente (es decir, casos en que se hayan solucionado controversias) de la aplicación del artículo V del GATT71, aunque ha habido muchos casos en que el Estado de tránsito ha utilizado el tránsito, en particular de energía, para imponer unos derechos excesivos o de otra forma entorpecer una operación relacionada con el petróleo o con el gas, particularmente en el caso de los países sin litoral que son absolutamente dependientes del tránsito. El tránsito ha sido una cuestión espinosa en la antigua Unión Soviética, donde el tránsito de gas ha pasado prácticamente a depender de la buena voluntad de Gazprom, buena voluntad que muchas veces se niega, por ejemplo en las solicitudes de tránsito de Uzbekistán, Kazajstán y Turkmenistán72. Análogamente, hay numerosas controversias sobre el tránsito entre la Federación de Rusia y Ucrania; se roba regularmente el gas que transita por Ucrania. Hay que tener presente que muchos de los Estados en los que se producen problemas de tránsito no son (todavía) Miembros de la OMC. El hecho de que no hayan surgido controversias con respecto al tránsito en el GATT y ahora en la OMC tal vez se deba a que la mayoría de tales problemas no afectan a los miembros de la OMC. El problema Bucholtz, "Coase and the control of transboundary pollution: The Sale of Hydroelectricity Under the United States-Canada Free Trade Agreement of 1988", 18 Boston College Environmental Affairs Law (1991), 279 y siguientes; Arturo Gandara, "United States-Mexico Electricity Transfers. Of Alien Electrons and the Migration of Undocumented Environmental Burdens", 16 energy Law Journal (1995), 1 y ss. 71 Véase el terso análisis que se hace en J. Jackson, World Trade and the Law of GATT (Indianápolis (Indiana), Bobbs-Merrill, 1969), pág. 51, párr. 19.3. 72 Se tropezó con problemas similares en el transporte de petróleo procedente de, en particular, Azerbaiyán y Kazajstán, pero estos problemas parecen haber disminuido en los últimos años. -186- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA estriba asimismo en que, frecuentemente, quien entorpece el tránsito no es el Estado en sí, sino unas poderosas compañías energéticas que muchas veces no dependen del Estado más que formalmente y que, de hecho, muchas veces son más potentes que el ministerio estatal que se ocupa de la energía. El artículo V del GATT no se ha desarrollado todavía, como quizás debiera hacerse, para imponer al Estado una obligación efectiva de velar por que las compañías estatales, privilegiadas y especiales (es decir, las empresas que explotan monopolios naturales) cumplan la obligación impuesta por el GATT en materia de tránsito. Ahora bien, eso se acercaría mucho a pasar desde la dimensión interestatal de la obligación impuesta por el GATT en materia de tránsito a lo que de hecho sería una obligación estatal de imponer el acceso de terceros, por regulación, a sus monopolios de transporte de energía. Esto es lógico si se trata de hacer efectivo el principio del artículo V del GATT, pero políticamente es muy difícil. Los países con problemas de tránsito son precisamente aquellos que tienen dificultades políticas para formular y aplicar coercitivamente los derechos de tránsito y los derechos de acceso de terceros contra sus compañías privilegiadas más potentes. El artículo 7 del Tratado sobre la Carta de la Energía, artículo que es uno de los elementos más innovadores y, conociendo los acontecimientos ulteriores, más importantes del Tratado, intenta colmar esa laguna73. No sólo reconfirma la libertad de tránsito de 73 En relación con el artículo 7 del Tratado sobre la Carta de la Energía, véase M. Roggenkamp, "Transit under Article 7 ECT", en T. Wälde (coord.), The Energy Charter Treaty (Londres, Kluwer, 1996); A. Fatouros, "TransitEnergy Charter Treaty", Revue Hellénique de Droit International (1997), 185; R. Liesen, "Transit under the Energy Charter Treaty", 17 Journal of Energy & Natural Resources Law (1999). El análisis de Hancher de la relación entre el artículo 7 y el artículo 26 del Tratado sobre la Carta de la Energía, así como la observación que hace en el sentido de que ese Tratado no tiene nada que decir sobre el acceso a gasoductos y oleoductos, son discutibles: no tienen en cuenta el potencial inherente al artículo 10 y a los artículos 22 y 23 del Tratado; Leigh Hancher y Susann Wolgram, "The ECT -187- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst conformidad con el artículo V del GATT, sino que además exige que el Gobierno facilite y tome las medidas necesarias para hacer que el tránsito sea factible, incluyendo la obligación de al menos facilitar la construcción de nuevos gasoductos, oleoductos y líneas de transmisión. Esto significa que el Gobierno no tendría muchas excusas para denegar su autorización y su apoyo a la construcción de nuevos gasoductos si el futuro inversionista estuviera dispuesto a pagar y a cumplir unas obligaciones razonables y no discriminatorias en relación con el medio ambiente y con otras cuestiones conexas. El tratado exige la no discriminación; los Estados tienen que alentar a las entidades pertinentes (por ejemplo, los gestores de la red de transportes y las empresas que exploten gasoductos) a cooperar, particularmente en la modernización o establecimiento de nuevas instalaciones e interconectores. Tienen la obligación de no interrumpir el tránsito de energía por razones políticas, algo que ocurre frecuentemente en la antigua Unión Soviética. El Tratado establece además un procedimiento de "conciliación" que incluye elementos para la adopción de decisiones vinculantes temporales sobre las tarifas provisionales por el conciliador, y, de ese modo, contribuye a reducir las tensiones y a despolitizar las controversias relativas al tránsito de energía. El artículo 26, sobre el arbitraje entre un Estado y un inversionista extranjero en instalaciones destinadas al tránsito de energía, protege las inversiones. Ese artículo sobre el tránsito, aunque establece principios importantes y de gran alcance, es bastante flojo en lo que concierne a problemas específicos de importancia práctica. Por ejemplo, no establece directrices, criterios ni normas específicas sobre las tasas de tránsito, que se han convertido en una espinosa cuestión en varias controversias relativas al tránsito. Su cálculo es complejo, y en las tasas pueden estar ocultos algunos elementos de renta de tránsito (prohibida). En el artículo no se especifica la obligación (ni la transit conciliation rules and procedures", Oil & Gas Law & Taxation Review (1999), 364 a 367. -188- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA responsabilidad del Estado) de regular los gestores de la red de transporte y las empresas que exploten gasoductos, si no es por remisión a un opaco principio de no discriminación (párrafo 3 del artículo 7). No hay ningún procedimiento para que la obligación sin restricciones de "facilitar" y no discriminar con respecto al tránsito pueda hacerse valer ante los tribunales mediante el ejercicio de una acción por compañías privadas, como es posible, conforme al artículo 26 del Tratado sobre la Carta de la Energía, en caso de comportamiento reprensible con respecto a inversionistas extranjeros. Los gobiernos asumen la gestión de las controversias sobre el tránsito. El artículo 7 habría mejorado si se hubiera establecido un procedimiento especial en caso de controversia internacional sobre las peticiones de los exportadores de energía (compañías y Estados) en el sentido de que los gestores de redes de transporte o las empresas explotadoras de gasoductos que, ocupen una posición dominante les proporcionen capacidad de tránsito a precios internacionalmente equitativos, tal como un procedimiento de arbitraje formal iniciado por los comerciantes de energía que soliciten tránsito. A ese respecto, constituyen un ejemplo las Directivas de la UE de 1996-1998 sobre la energía, al imponer obligaciones específicas, establecer un mecanismo independiente de solución de controversias e instituir la vigilancia por la Comisión de la UE, así como al conceder algunas facultades de intervención a esta última. No obstante, el artículo 7 encierra un potencial considerable si los Estados miembros están dispuestos a apoyar las denuncias de las compañías a las que se haya denegado el tránsito: el método de arbitraje interestatal establecido en el artículo 27 es plenamente aplicable a las controversias sobre el tránsito en el marco del artículo 774. 74 El artículo 27 es aplicable a todas las controversias interestatales que se planteen en el contexto del Tratado, salvo que estén expresamente excluidas. El artículo 29 excluye las controversias relacionadas con los artículos 5 y 29, pero no las relacionadas con el artículo 7. Parece que Hancher y Wolgram no han tenido esto en cuenta (nota 73). -189- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst Durante los últimos cinco años, se han celebrado negociaciones para elaborar, partiendo del artículo 7 general del Tratado sobre la Carta de la Energía, un protocolo de tránsito más específico en el que no sólo se enuncien los principios generales y se establezcan procedimientos para solucionar las controversias, sino que también se incluyan, tal vez como anexos, unos modelos de acuerdos de tránsito75. Esta estrategia de negociación es comparable a la experiencia adquirida en la aplicación de las Directivas de la UE, en relación con la cual la Comisión señala ahora la necesidad de organismos reguladores especiales de la energía, de normas y métodos específicos sobre las tarifas transfronterizas, de disociación de la administración de los gestores de las redes de transporte, de funcionamiento combinado de sistemas diferentes y de normas técnicas, pero también de la participación equitativa en los interconectores y en las instalaciones de almacenamiento. No se descarta que algunas de estas ideas puedan utilizarse también en algún momento para reestructurar la empresa Gazprom rusa a fin de que se convierta en un gestor de tamaño razonable de la red de transporte, centrada en la transmisión, en vez de ser una compañía monopolística, todopoderosa e integrada de explotación de gas, pero tales cambios dependen de la política interna de Rusia. Dentro de la UE, las Directivas de tránsito de 199176 impusieron una obligación en materia de tránsito a los Estados miembros de la UE. Esas directivas: - 75 Establecen unos principios de procedimiento para facilitar las negociaciones sobre el tránsito: derecho a que se celebren negociaciones equitativas y serias; En cuanto a las novedades recientes, véase www.encharter.org. 76 Directiva 90/547/CEE, relativa al tránsito de electricidad, publicada en (1990) DO L 313/30, y Directiva 91/296/CEE, relativa al tránsito de gas, publicada en (1991) DO L 147/37. -190- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA - Se limitan a las principales compañías enumeradas en el anexo; - Establecen un órgano de "conciliación" presidido por la Comisión; - Establecen, como principios para las negociaciones, los siguientes: el carácter no discriminatorio y equitativo de las negociaciones; la seguridad del suministro; la calidad del servicio, y la eficiencia de las operaciones; - La Comisión de la UE tiene la obligación de tomar medidas, previa denuncia o por propia iniciativa, para el cumplimiento coercitivo de la legislación de la Comunidad. Las Directivas, aunque actualmente se considera que han sido sustituidas en gran parte por las Directivas de 1996-1998 sobre la energía, pueden todavía servir de modelo para acuerdos internacionales sobre el tránsito de energía y para la interpretación del artículo 7 del Tratado sobre la Carta de la Energía. Aún no se ha apreciado debidamente el potencial de las Directivas de tránsito para llevar a un modelo legal ya preparado. C. Restricciones de la importación de energía En principio, conforme al GATT o a la legislación comercial interna de la UE, no hay derechos de aduanas ni otras restricciones a la importación, fundamentalmente porque el comercio de energía (aparte del petróleo, del carbón y del uranio) se realiza sólo en la forma muy limitada de, principalmente, intercambios o canjes entre los monopolios nacionales de la energía controlados por los gobiernos. Las restricciones del comercio se iniciaron en el plano de los productos refinados del petróleo (por ejemplo, gasolina reformulada) y de los productos petroquímicos77. Con la liberalización y los nuevos 77 Órgano de Apelación de la OMC: Informe del Órgano de Apelación sobre el asunto Estados Unidos - Pautas para la gasolina reformulada y -191- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst mercados de la energía, todo esto cambia. El comercio de energía liberalizado significa que la regulación nacional y los impuestos nacionales pueden distorsionar la competencia, al favorecerse o perjudicarse a los importadores con la ayuda estatal, las subvenciones a la importación o una regulación más favorable en el país productor. Los países importadores, con el acicate representado por los grupos de presión de los productores nacionales de energía, tienen ahora que decidir sobre la adopción de políticas proteccionistas o la adopción de las normas de libre comercio impuestas por los regímenes del GATT o de la UE (o TLCAN). Como las cuestiones ambientales desempeñan una función cada vez mayor, las ayudas estatales prestadas por razones relacionadas con el medio ambiente pueden distorsionar la competencia; análogamente, el comercio de los futuros derechos de emisión o los certificados verdes78 crearán problemas en el comercio, ya que los importadores de energía pueden resultar indebidamente favorecidos o indebidamente perjudicados79. convencional, 35 International Law Material 603 (1996); véase http://www.wto.org/wto/dispute/gas1.htm. C. Valentsien y D. Hembrey, "The WTO gasoline dispute", Oil & Gas Law & Taxation Review (1996), 332 a 338. 78 Véase Towards an international trade in green certificates, ENDS 301 (2000), 18; "Green power contracts offer lifeline to renewable energy schemes", ENDS 282 (1998), 5 y 6. 79 Las cuestiones relativas al medio ambiente y al comercio de energía se estudian (brevemente) en un comunicado del Comité de Política Ambiental de la OCDE, reimpreso en 26 Environmental Policy & Law 2/3 (1996), 130 a 133. En relación con las exportaciones, véase Alexander J. Black, "Environmental impact assessment and energy exports: Part I, 13 Oil & Gas Law y Taxation Review 5 (1995), 173 a 185. Véase además Antonia Layard, "The European Energy Charter Treaty: Tipping the balance between energy and the environment", 4 European Environmental Law Review 5 (1995), 150 a 156; Catherine Redgwell, Energy, "Environment and trade in the European Community", 12 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 128 a 150; Irene McConnell, "North American Free Trade Agreement: Trading -192- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA Las restricciones de la importación de energía, aparte de los monopolios de importación80, no han desempeñado hasta la fecha una función importante, pero esto está cambiando. En Austria y Alemania, los agentes están pidiendo al Gobierno que prohíba la importación de "energía sucia", es decir, de electricidad pretendidamente producida en centrales nucleares cuyas normas en materia de seguridad no son satisfactorias81. El argumento en que se basan es que la electricidad nuclear importada compite deslealmente con la electricidad alemana, producida conforme a unas normas ambientales mucho más rigurosas. ¿Es eso compatible con el GATT o, si la electricidad procede de un Estado de la UE (o un Estado en vías de adhesión), con el principio de la libertad de movimiento natural resource goods and protecting the environment", 12 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 151 a 174; Alastair R. Lucas, "Natural resources trade under NAFTA: The international environmental treaties", 12 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 175 a 185. En cuanto a los impuestos ambientales y al comercio de energía, véase Marco Duerkop, "Trade and environment: International trade law aspects of the proposed EC Directive introducing a tax on carbon dioxide emissions and energy", 31 Common Market Law Review 4 (1994), 807 a 844. 80 Patrick Blanchard, "French electricity sector: ECJ decision on monopolies for the import and export of electricity", 17 Journal of Energy & Natural Resources Law 3 (1999), 265 a 280; Peter D. Cameron, "European Union: Electricity and gas-Import and export monopolies", 16 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1998), 110 y 111. 81 Véase, por ejemplo, la Ley de electricidad de Austria, que obliga a los proveedores austríacos a obtener la aprobación administrativa de los contratos de compra de electricidad que concierten con instalaciones de producción de energía eléctrica de terceros países (Estados no miembros de la CE). La aprobación se deniega generalmente en el caso de las instalaciones de generación de electricidad que no cumplan las normas comunes (probablemente austríacas o de la UE) o no respeten el medio ambiente. Esa ley se describe sucintamente en Christopf H. Hackl, "Update on opening of Austrian electricity market", IELTR 4 (2001), 63 a 65. -193- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst interno?82 Se debe tener presente que, así como el GATT no es aplicable al comercio de energía entre países Miembros de la OMC y países no miembros de la OMC, el capítulo del Tratado sobre la Carta Europea de la Energía relativo al comercio hace aplicables las normas del GATT a todos los Estados Partes en ese Tratado (es decir, en particular, las antiguas repúblicas soviéticas que todavía no son miembros de la OMC). Los principios establecidos en el GATT autorizan la imposición de restricciones a la importación basadas en razones legítimas relacionadas con el medio ambiente si el producto mismo causa daños al medio ambiente, pero no si el proceso de producción es insatisfactorio desde el punto de vista ambiental (por ejemplo, el asunto Atún-Delfín I)83. El Órgano de Apelación de la OMC suavizó un tanto esa norma en el asunto Camarones-Tortugas, en el que se llegó a la conclusión de que los daños causados por los métodos de producción al medio ambiente mundial o, indirectamente, al medio ambiente nacional pueden, en ciertas condiciones, justificar la imposición de restricciones a la importación, siempre que éstas sean proporcionadas, lo menos restrictivas posible, idóneas para alcanzar el legítimo objetivo ambiental, no unilaterales y basadas en directrices internacionales y en esfuerzos por llegar a un acuerdo. Con tales normas, la electricidad producida por centrales nucleares sólo podría quedar excluida si la exclusión fuera el medio más eficaz y menos restrictivo de mejorar la seguridad de la central nuclear (lo que dista de ser cierto). Es probable que la legislación comercial interna de la UE opere con arreglo a normas similares que, dada la existencia de unas normas mínimas aplicadas en toda la UE, es probablemente aún 82 Se puede ver un análisis (inicial) de las excepciones al comercio de energía en el marco del GATT en Donald N. Zillman, "Energy, trade and the national security exception to the GATT", 12 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1994), 117 a 127. 83 Véase un análisis de los asuntos que consideramos análogos a la situación de la importación de "electricidad nuclear" en J. Cameron y K. Gray, "Principles of international law in the WTO Dispute Settlement Body", International Comparative Law Quarterly (2001), 248 a 299. -194- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA menos permisiva con respecto a las restricciones nacionales a la importación basadas en razones ambientales84. Sin embargo, es probable que la presión para que se impongan restricciones a la importación aumente y tal vez se ejerza mediante acuerdos bilaterales concertados con el país exportador, utilizando la amenaza de medidas unilaterales y la presión económica de la UE85. Conclusión Este breve estudio demuestra la necesidad de normas muy específicas para establecer un mercado competitivo mediante la liberalización en la práctica86. La actual campaña de la UE hacia la creación de un mercado interno de la energía, campaña que se inició en 1995 y que está encaminada a la liberalización completa para 2007, refleja no sólo las dificultades sino también las soluciones que probablemente darán resultados. Para los países en desarrollo, la liberalización de la energía presenta grandes ventajas, tanto en el plano nacional como en el contexto regional, que no deben sustituirse por una concepción simplista, del tipo de suma nula. La liberalización 84 Dirk Vandermeersch, "Restrictions on the movement of oil in and out of the European Community: The Campus Oil and Bulk Oil Case", 5 Journal of Energy & Natural Resources Law 1 (1987), 31 a 54, y Leigh Hancher, "The adjustment of State petroleum monopolies in the EC: A note on Commission v. Greece (1990)", 10 Journal of Energy & Natural Resources Law 2 (1992), 197 a 202. 85 Chris Sanderson, "Reciprocity as a condition precedent to Canada-US Trade in Electricity", 13 Journal of Energy & Natural Resources Law, 1 (1995), 1 a 13; Angus Johnston, "Maintaining the balance of power: Liberalisation, reciprocity and electricity in the European Community", 17 Journal of Energy & Natural Resources Law 2 (1999), 121 a 150. 86 Peter Glossop, "Recent US trade restrictions affecting Cuba, Iran and Libya: A view from outside the US", 15 Journal of Energy & Natural Resources Law 3 (1997), 212 a 247. -195- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst de la energía promete una energía más barata, una mayor competitividad de las economías nacionales y una mejor utilización de las ventajas comparativas nacionales en el comercio de energía tanto interno como transfronterizo y en el comercio de productos de gran consumo de energía. La liberalización puede también promover las ventajas comparativas mediante el comercio Sur-Sur. Todas las indicaciones apuntan a que hay considerables sinergias, pero, a causa de las insuficiencias institucionales y de la falta conexa de una estructura de redes esencial, esas sinergias están poco aprovechadas o no están aprovechadas en absoluto. Hay pocos países en desarrollo que no pudieran beneficiarse si exportasen o importasen energía en el comercio con sus vecinos (muchas veces haciendo ambas cosas mediante el desarrollo del comercio fronterizo, particularmente de electricidad). Ahora bien, las oportunidades comerciales requieren normas claras. Los gobiernos tienen grandes dificultades para ponerse de acuerdo sobre tales normas en un contexto bilateral. Nuestra propuesta es, por consiguiente, que se tome como modelo el Documento de referencia para el Protocolo de Telecomunicaciones87 y que se elabore una serie de normas para el comercio transfronterizo de electricidad y de gas. Esas normas tienen que centrarse en primer lugar en el tránsito y en el acceso de terceros. Deben abarcar el tránsito de electricidad, de petróleo y de gas, deben incluir normas específicas sobre el acceso y deben establecer procedimientos en relación con los interconectores y con las instalaciones de almacenamiento y de transporte. Tal anexo podría negociarse como un instrumento interpretativo del artículo 5 del GATT. Las cuestiones sumariamente analizadas en este documento y reguladas en detalle en las Directivas de la UE de 1996-1998 relativas a la energía, así como en modificaciones más recientes y en las regulaciones propuestas del comercio transfronterizo, aportarían gran parte de la experiencia y de la metodología que se necesita para la regulación. Análogamente, el 87 Disponible en el sitio de la OMC en la Web, www.wto.org. -196- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA Protocolo relativo al tránsito del Tratado sobre la Carta de la Energía88 (que se espera esté ultimándose) debería servir de precedente para un documento de referencia relativo al tránsito de energía, en el marco del GATT. Hay que distinguir entre dos situaciones diferentes: por una parte, la situación de los países desarrollados que tienen una infraestructura de interconectores y transporte de energía más o menos desarrollada y, por otra, la situación de los países en desarrollo en los que tal infraestructura es en gran parte inexistente. Buena parte del análisis que se hace en este documento sobre las normas aplicables al comercio parte de la hipótesis de que de hecho existen redes de energía con una capacidad adecuada para absorber unos niveles de comercio superiores a los actuales. Ahí estriba la dificultad: si no pueden atraer inversiones hacia ese tipo esencial de infraestructura para transporte, el aumento del comercio continuará siendo una mera ilusión para muchos países. A los países en desarrollo les interesaría muchísimo atraer inversiones al sector de la energía; ahora bien, aparte de unas normas claras que regulen el comercio de energía, hay que estudiar la necesidad de establecer unos marcos estables para la inversión y unas garantías de la inversión en una infraestructura de la energía que aún no está plenamente desarrollada. Además, tal vez sea necesario adoptar algunas disposiciones sobre una exclusividad limitada y sobre contratos a largo plazo para atraer a los primeros inversionistas cuando con la infraestructura que sería de desear (interconectores, redes de transmisión y gasoductos) no se podría obtener ayuda de los bancos. A medida que la interconexión energética y la infraestructura de transporte llegue a la madurez, la exclusividad tendrá que ceder paso a un régimen de acceso de terceros no discriminatorio. Esto pone de relieve el crítico nexo entre las normas sobre el comercio internacional 88 Véase un análisis actualizado en K. P. Waern, "ECT Transit Protocol", 20 Journal of Energy & Natural Resources Law 2 (2002). -197- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst y las normas sobre las inversiones internacionales. Las normas sobre el comercio (regímenes de acceso equitativo) son necesarias para alentar el comercio de energía, pero las normas sobre las inversiones son necesarias para fomentar el establecimiento de instalaciones de infraestructura de gran densidad de capital, sin las cuales no hay conductos para realizar el comercio de energía. No hay duda de que las compañías de los países desarrollados se beneficiarían si se estableciese un régimen más transparente, mejor regulado y más previsible para el comercio de energía dentro de los países y a través de las fronteras, al igual que las compañías de los Estados Unidos se han beneficiado de la liberalización de la energía en la UE. Sin embargo, no se debe considerar esto como un factor para negociar el acceso a la energía y las normas sobre las inversiones como una "concesión" de los países en desarrollo a los países desarrollados. El mejoramiento del régimen por el que se rigen el comercio de energía y las inversiones interesa principalmente a los países en desarrollo. En muchos países en desarrollo, el sector de la energía se encuentra en mal estado, no produce lo suficiente para atender las crecientes necesidades de la industria y de la población, y produce de forma ineficiente y cara, con demasiadas pérdidas, demasiada corrupción, demasiado favoritismo, demasiados robos y demasiados problemas para el cobro. Esos países necesitan más que nada inversiones, que, en las actuales condiciones de elevado riesgo político, incertidumbre e insuficiencia de las bases jurídicas, no están próximas a realizarse. Por consiguiente, redunda en interés sobre todo de los países en desarrollo crear un entorno legal e institucional para fomentar las inversiones en una infraestructura energética trasfronteriza. Es probable que el comercio transfronterizo de los países en desarrollo revele unos beneficios comerciales muy grandes que actualmente no están explorados, a causa de la obstrucción política, de la politización de las relaciones energéticas y comerciales y de la inexistencia de un marco legal e institucional con suficiente credibilidad. Si hay una contrapartida que negociar, esa contrapartida -198- EL COMERCIO INTERNACIONAL DE ENERGÍA Y EL ACCESO A LAS REDES DE ENERGÍA debería probablemente estar relacionada con el acceso de los productos energéticos de los países en desarrollo a los países desarrollados, pero también con la inexistencia de restricciones que encubran el proteccionismo y entrañen tendencias culturales y ambientales neocolonialistas. Sin embargo, los debates de la OMC sobre la oposición entre los acuerdos comerciales y los acuerdos ambientales, así como la práctica de la OMC en materia de controversias, constituyen un precedente suficiente para encontrar unas soluciones razonables y comúnmente aceptadas. A diferencia de las Directivas de la UE sobre la energía, un documento de referencia sobre la energía preparado como protocolo de la OMC o como anexo a un protocolo de la OMC sobre el comercio de energía y de servicios energéticos debería abarcar, por consiguiente, no sólo las normas relativas al comercio, al tránsito y al acceso de terceros, sino también las normas concernientes a la inversión. El estudio de la situación en cuanto a los interconectores emprendido actualmente para la CEAP indica que existen considerables oportunidades, pero que, en la mayoría de los casos, esas oportunidades no se aprovechan. En consecuencia, la solución consiste en crear un sólido marco legal, institucional y cultural para que se puedan hacer unas inversiones económicamente ventajosas en tales interconectores. El Tratado sobre la Carta de la Energía, de 1994, y en particular su capítulo III, que trata de la protección de las inversiones, constituye un conjunto de medidas más o menos listas que servirían de base para los trabajos. Por consiguiente, el documento de referencia sobre el comercio de energía que proponemos aquí incluiría, idealmente, el capítulo III del Tratado sobre la Carta de la Energía. Ese Tratado es un instrumento multilateral sofisticado, cuidadosamente negociado y elaborado, para la protección de las inversiones en el sector de la energía. No parece que sea eficiente tratar de "reinventar la rueda", particularmente teniendo en cuenta que tales negociaciones multilaterales encierran siempre un gran riesgo de fracaso. Por otra parte, la importación del régimen de inversión establecido en el Tratado sobre la Carta de la Energía no sería una medida que respondiese primordialmente a los intereses de los inversionistas de los países desarrollados, sino una medida que redundaría principalmente en interés de los países en -199- Thomas W. Wälde y Andreas J. Gunst desarrollo que tienen la oportunidad de establecer interconectores pero no disponen de las inversiones necesarias para hacerlo. El documento de referencia propuesto debería incluir también normas sobre la competencia (ayudas estatales, subvenciones, discriminación y normas mínimas) para el comercio de derechos de emisión, en el caso de que surja ese comercio en el marco del Acuerdo de Kyoto o de alguna disposición posterior a Kyoto. -200- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS Christopher Melly* Introducción En este documento1 se examina la relación entre la reforma de la regulación y el comercio internacional explorando la naturaleza de esa reforma, analizando sus efectos sobre las condiciones del mercado y considerando sus repercusiones sobre el comercio internacional de servicios. Las industrias del gas y de la electricidad, que prestan importantes servicios en relación con la infraestructura, tienen * Director de Programas, División de Servicios e Inversiones, Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. Las opiniones y conclusiones formuladas son del autor. No son necesariamente las de la Comisión, en su conjunto, ni las de ninguno de sus miembros. Correo electrónico: [email protected]. 1 Este documento se basa en gran parte en las investigaciones y análisis contenidos en dos estudios dirigidos por el autor en nombre de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. Los informes de la Comisión, titulados Electric Power Services: Recent Reforms in Selected Foreign Markets (Investigación Nº 332-411, publicación 3370 de la Comisión, noviembre de 2000) y Natural Gas Services: Recent Reforms in Selected Markets (Investigación Nº 332-426, publicación 3458 de la Comisión, octubre de 2001), pueden obtenerse de la sección de publicaciones del sitio de la Comisión en Internet (www.usitc.gov). Se puede obtener un ejemplar impreso llamando al número 202-205-1809 o escribiendo a la Office of the Secretary, U.S. International Trade Commission, 500 E Street SW, Washington, DC 20436. La publicación también puede pedirse por fax al Nº 202 205 2104. Cualquier pregunta sobre este documento o sobre las publicaciones originales debe dirigirse a Christopher Melly (tel.: 202 205 3461, fax: 202 205 3161, correo electrónico: [email protected]). -201- Christopher Melly considerable influencia sobre la evolución económica y sobre la competitividad internacional. Los precios elevados del gas y de la electricidad se propagan por toda la economía, haciendo que suban los precios de todos los bienes y de todos los servicios y desviando recursos de otros sectores. En el plano internacional, cuando los precios de la energía son altos en comparación con los de otros países, suben los precios de las exportaciones de bienes y de servicios, lo que frena la competitividad. La importancia fundamental de las industrias del gas y de la electricidad crea un poderoso incentivo para que los gobiernos pongan en práctica políticas encaminadas a fomentar la eficiencia. En respuesta a ese incentivo, los gobiernos se están orientando cada vez más a los principios del mercado competitivo, en vez de a los instrumentos de regulación o al control directo por el Estado, porque estiman que las señales dadas por los precios del mercado y la elección de los consumidores son mecanismos más eficaces para igualar la oferta a la demanda y para adoptar decisiones sobre la inversión. Sin embargo, las industrias del gas y de la electricidad se consideran desde hace largo tiempo como monopolios naturales, con altos costos de desarrollo y con limitaciones técnicas que favorecen la prestación de servicios por una sola entidad en vez de por empresas competidoras. Esa hipótesis no ha empezado a cambiar hasta fecha reciente. Las reformas de política emprendidas en los Estados Unidos, en el Reino Unido, en Chile y en otros países han demostrado que, aunque las condiciones propias de un monopolio natural subsisten en los sectores de la transmisión y de la distribución, es posible y evidentemente ventajoso dar entrada a la competencia en los sectores de la producción y de la comercialización, es decir, en ambos extremos de la infraestructura de una red común2. Por ejemplo, 2 En los sectores de la transmisión y de la distribución, el elevado costo de la adquisición de derechos o servidumbres para instalar gasoductos o construir redes de energía eléctrica puede hacer que no resulte económico crear redes competitivas. Como mínimo, una empresa que ya haya adquirido tales derechos o servidumbres tendrá una ventaja competitiva duradera sobre las -202- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS Doove y sus colegas examinaron una muestra de 50 países y estimaron que, dando entrada a la competencia en la industria de la energía eléctrica, se podrían reducir los precios de la electricidad en más de un 30% en algunos países y en un 13% por término medio3. Al cobrarse conciencia de que los principios del mercado competitivo pueden aplicarse a las industrias del gas natural y de la electricidad, un número creciente de países han empezado a aplicar programas de reforma de la regulación. Esos programas han llevado a la introducción de grandes cambios en la estructura del mercado, han creado considerables oportunidades comerciales para las empresas nacionales y extranjeras y han dado lugar a vigorosas corrientes de comercio e inversiones internacionales. 1. Naturaleza de la reforma de la regulación La reforma de la regulación entraña la introducción de la competencia en los sectores de la industria que anteriormente estaban controlados por monopolios regulados de propiedad privada, por empresas estatales o por organismos públicos. Se da entrada a la competencia alentando activamente a las empresas a introducirse en el mercado y suprimiendo algunos controles de los precios, con lo que se hace posible que las empresas compitan entre sí sobre la base de los precios. Como se eliminan los precios regulados, este proceso se denomina muchas veces desregulación. Ahora bien, en el caso de las industrias del gas y de la electricidad, ese término es un tanto equívoco porque sólo se desregulan algunos precios: los del gas y la empresas que quieran introducirse en el mercado, puesto que será menos costoso simplemente ampliar la capacidad a lo largo de las rutas existentes. 3 Samantha Doove, Owen Gabbitas, Duc Nguyen-Hong y Joe Owen, "Price effects of regulation: Telecommunications, air passenger transport and electricity supply", Documento de investigación del personal de la Comisión de Productividad, AusInfo, Camberra, octubre de 2001, pág. 100, encontrado en http://www.pc.gov.au/research/staffres/peor/peor.pdf. -203- Christopher Melly electricidad como productos. Los precios percibidos por transmitir físicamente esos productos por las redes de transmisión y de distribución siguen estando regulados generalmente. Además, la supervisión de la regulación no se suprime, sino que cambia de orientación, dejando de centrarse en la fijación de los precios de los productos y pasando a la aplicación de políticas que fomenten la competencia. En consecuencia, un término más apropiado para designar la reforma podría ser re-regulación. Las reformas de política que fomentan la competencia pueden dividirse en tres elementos clave: 1) la privatización, 2) los ajustes estructurales y 3) el libre acceso a las instalaciones esenciales. En los países en que los sectores de la electricidad y del gas han estado tradicionalmente dominados por empresas estatales o por organismos públicos, la privatización es un primer paso necesario para dar entrada a la competencia. El control de esa industria por los poderes públicos suele transferirse al sector privado mediante un proceso de licitaciones. Esa transformación, en sí misma, parece reportar considerables ventajas económicas. Por ejemplo, Souza y Megginson, utilizando una muestra de 85 compañías privatizadas en 28 países, hallaron pruebas de que había habido considerables aumentos de la rentabilidad, de las ventas reales, de la eficiencia del funcionamiento y de los dividendos pagados4. Boubakri y Cossett obtuvieron resultados similares partiendo de una muestra de 21 países en desarrollo5. Ahora bien, el simple hecho de que la propiedad de un gran monopolio que explote unas instalaciones de infraestructura pase del gobierno al sector privado no contribuye mucho a fomentar la 4 Juliet Souza y William Megginson, "The financial and operating performance of privatized firms during the 1990s", The Journal of Finance, agosto de 1999, págs. 1397 a 1448. 5 Narjess Bouvakri y Jean-Claude Cossett, "The financial and operating performance or privatized firms: Evidence from developing countries", The Journal of Finance, junio de 1998, págs. 1081 a 1110. -204- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS competencia si la nueva empresa conserva la estructura y la posición dominante del antiguo organismo público. Por esta razón, la privatización ha de ir acompañada de ajustes estructurales para redistribuir el poder de mercado. Los ajustes estructurales entrañan la modificación de la estructura del mercado escindiendo en varios componentes los participantes que dominan el sector a fin de limitar las posibilidades de abusos del poder monopolístico o del poder de mercado. Las firmas dominantes pueden reestructurarse tanto vertical como horizontalmente. La reestructuración vertical, denominada muchas veces disociación, entraña el fraccionamiento de una empresa verticalmente integrada en componentes separados de producción, transmisión, distribución y comercialización. El establecimiento de una clara separación entre los diversos sectores de esa industria permite crear una barrera entre las actividades monopolísticas y las actividades competitivas, logrando así que la empresa no pueda explotar el poder monopolístico que tiene en los sectores de la transmisión o de la distribución para subvencionar o de otro modo favorecer sus actividades en los sectores competitivos de la producción y de la comercialización. La fuerza de esa barrera varía en función del método utilizado para poner en práctica la reestructuración vertical. La reestructuración vertical completa impide que los propietarios de las instalaciones de transmisión y de distribución posean interés alguno en los sectores competitivos del mercado. Las formas más débiles de separación requerirían que se separasen legalmente las funciones monopolísticas, por una parte, y las funciones competitivas, por otra, mediante la adopción de una estructura de sociedad de cartera, o simplemente que se mantuvieran cuentas separadas para cada actividad. Los métodos más débiles de reestructuración pueden no ser suficientes para inducir a las empresas a no abusar de su poder monopolístico6. 6 Rauf Gonenc, Maria Maher y Giuseppe Nicoletti, "The implementation and the effects of regulatory reform: Past experience and current issues", Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, Economics Department Working Paper Series Nº 251, 2000, pág. 22. -205- Christopher Melly La reestructuración horizontal está orientada a hacer frente al poder de mercado de una empresa dominante dentro de un solo sector del mercado, tal como el de la producción o el de la comercialización. El poder de mercado se reduce fragmentando la empresa dominante en componentes más pequeños, que después compiten en condiciones de mayor igualdad con las nuevas empresas que se introducen en el mercado, así como entre sí. La reestructuración horizontal puede realizarse vendiendo parte de una empresa durante la privatización, subastando concesiones de algunos de los activos de la empresa dominante o mediante otras medidas legales o de regulación. Como el dominio del mercado es un objetivo intrínseco de las empresas competitivas, la reestructuración horizontal ha de ir seguida de una supervisión permanente para vigilar la concentración del sector de que se trate y luchar contra el abuso del poder de mercado. El libre acceso a las instalaciones esenciales constituye el tercer requisito previo de un modelo de mercado competitivo. Una vez que la participación privada es posible y que las reformas estructurales introducidas han reducido el poder de mercado de las empresas dominantes, los mercados del gas y de la electricidad se enfrentan con la existencia de una única red de transporte que de algún modo ha de ser compartida por varias empresas competidoras. Para que la infraestructura común sea asequible en pie de igualdad para todos los competidores es necesario formular y aplicar coercitivamente normas que regulen la interconexión, el acceso y la utilización de las redes. Esas normas han de regular, entre otras cosas, las condiciones (incluyendo las normas técnicas) aplicables a la conexión a las instalaciones existentes y las tasas que se cobren por esa conexión. Sobre todo, las normas sobre el libre acceso han de hacer que todas las políticas y procedimientos relacionados con la utilización de las redes sean transparentes y razonables. Las dificultades para introducir la reforma estructural y conseguir el libre acceso parecen constituir actualmente unos impedimentos considerables y permanentes al desarrollo de la competencia. Cuando la reestructuración vertical es incompleta, las -206- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS empresas que ya están prestando servicios pueden controlar la red, al tiempo que ostensiblemente compiten con las empresas que intentan introducirse en los sectores de la producción y de la comercialización. Cuando la reestructuración horizontal es insuficiente, los productores y comercializadores ya establecidos continúan ocupando una posición dominante y tienen el poder de mercado suficiente para influir en los precios del mercado. En cuanto al libre acceso, los obstáculos más corrientes son las tasas de acceso abusivamente elevadas y la asignación discriminatoria de recursos de la red por el gestor de la red de transporte. Estos problemas parecen ser más graves en los casos en que las condiciones de cálculo de las tasas de acceso y las condiciones de utilización no son muy transparentes. El funcionamiento del propio organismo regulador es un factor crítico para hacer frente eficazmente a esos obstáculos permanentes a la competencia. En la mayoría de los casos, el organismo regulador es una entidad recién creada que está tratando tanto de formular las políticas y procedimientos apropiados como de establecer su propia autoridad. Como se trata de una organización incipiente que se enfrenta a toda una serie de nuevos problemas, es lógico que haya algunos tanteos y algunos errores. Además, el organismo regulador tendrá inevitablemente que adaptar sus políticas en el curso del tiempo, a medida que evolucione el mercado competitivo. Ahora bien, como la autoridad reguladora tiene que proceder a una supervisión permanente y tiene que intervenir directamente para crear un entorno propicio al mercado competitivo, la independencia y la objetividad del organismo regulador son de la máxima importancia. Por esta razón, la mayoría de los programas de reforma incluyen disposiciones destinadas a mantener al organismo regulador aislado de toda influencia indebida de los participantes en el mercado y de los elementos políticos. 2. Efectos de la reforma sobre el mercado Con la reforma de la regulación de las industrias del gas y de la electricidad se pasa de un mercado caracterizado por la existencia de -207- Christopher Melly unos pocos proveedores de servicios y de clientes cautivos a un mercado en el que hay toda una serie de opciones y de participantes. Esto, a su vez, crea inmensas oportunidades nuevas para la participación del sector privado; las mayores oportunidades comerciales surgen en los sectores competitivos de la producción y de la comercialización. En el Reino Unido, por ejemplo, en el decenio que siguió a la iniciación de la reforma del sector de la energía se pasó de 7 monopolios regionales verticalmente integrados a 42 compañías productoras y 29 distribuidores licenciados7. Con la introducción de la comercialización competitiva del gas y de la electricidad, los clientes pueden elegir a sus proveedores de servicios basándose en los precios y en la calidad. La libertad de elección de los clientes se instituye por lo general gradualmente, autorizando primero a los distribuidores a vender sólo al por mayor a grandes consumidores industriales y a otros distribuidores. Con el tiempo, la competencia puede hacerse extensiva a consumidores cada vez más pequeños, hasta que en último término todos puedan elegir a su distribuidor. En el Reino Unido, la comercialización competitiva se introdujo en tres etapas: a los grandes consumidores, en 1990; a los consumidores de tamaño medio, en 1994, y a los consumidores domésticos en 1998. Para 2000, casi el 81% de los grandes consumidores y el 38% de los consumidores domésticos habían cambiado a un nuevo distribuidor de energía eléctrica al menos una vez8. Como la experiencia que se ha adquirido con los mercados competitivos del gas y de la electricidad es relativamente breve, es 7 Electricity Association, Introduction to the UK Electricity Industry, encontrado en la dirección de Internet http://www.electricity.org.uk el 28 de enero de 2002. 8 Electricity Association, Introduction to the UK Electricity Industry, encontrado en la dirección de Internet http://www.electricity.org.uk el 28 de enero de 2002. -208- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS difícil cuantificar con alguna certidumbre los efectos económicos de la reforma de la regulación. No obstante, se dispone de información empírica que tal vez permita comprender mejor la situación. Según la información disponible, en el sector de la energía eléctrica ha habido considerables bajas de los precios después de ponerse en práctica los programas de reforma; en particular, hubo reducciones del 30% en el Reino Unido entre 1990 y 2000, del 20% en España entre 1997 y 2000, del 15% en Australia entre 1990 y 1998 y del 50% en la Argentina entre 1990 y 19979. En el sector del gas natural, los precios bajaron más del 20% en el Reino Unido entre 1990 y 2000 y en Australia descendieron el 22% en el sector industrial y el 11% en el sector residencial entre 1997 y 199810. Sin embargo, la reforma de la regulación no siempre va seguida de bajas de los precios, porque los precios basados en el mercado pueden en último término ser superiores a los precios fijados con arreglo a un régimen subvencionado por el Gobierno. Por ejemplo, en la Argentina la supresión de los controles de los precios del gas natural y la introducción de la competencia llevó, de hecho, a un 9 Hay que señalar, no obstante, que no se ha determinado hasta qué punto esas variaciones de los precios se deben a la introducción de la competencia y no a otros factores tales como los progresos tecnológicos, los cambios del tiempo o los precios de otros combustibles alternativos. Electricity Association, Introduction to the UK Electricity Industry, encontrado en la dirección de Internet http://www.electricity.org.uk el 28 de enero de 2002; Ana Nogales, España: "New competitive pressures for electric utilities", en EU Electricy Directive Sparks Market Reforms Across Europe (Londres, Standard & Poor's, febrero de 2000), págs. 30 y 31, y Departamento de Energía de los Estados Unidos, Administración de Información sobre la Energía, Electricity Reform Abroad and U.S. Investment, 1997, encontrado en la dirección de Internet http://www.eia.doe.gov. el 10 de marzo de 2000. 10 Gas Liberalization in Europe, Petroleum Economist (Londres, 2000), encontrado en la dirección de Internet http://proquest.umi.com el 1º de junio de 2001, y Australian Gas Association, Gas Statistics Australia 2000, agosto de 2001, encontrado en la dirección de Internet http://www.gas.asn.au. -209- Christopher Melly aumento del 15% de los precios en boca de pozo entre 1993 y 199511. Al subir los precios del gas natural se estimuló, a su vez, la inversión en la exploración y el desarrollo, así como en la capacidad de transmisión y de distribución12. Esta experiencia hace pensar que los precios vigentes antes de la reforma estaban artificialmente fijados bastante por debajo del valor a que habrían llegado en un mercado competitivo, y que el control ejercido por el Gobierno sobre el sector había impedido que subieran. De hecho, incluso después de la subida, los precios del gas natural en la Argentina continuaron estando por debajo de los aplicados en otros grandes mercados, entre ellos el de los Estados Unidos y el del Reino Unido, y el consumo de gas natural aumentó en un 50% entre 1992 y 199713. 3. Repercusiones sobre el comercio internacional de servicios El desarrollo de mercados competitivos para la electricidad y el gas natural tiene considerables repercusiones sobre el comercio internacional de servicios. Es de todo punto evidente que la evolución hacia la participación del sector privado y hacia los mercados competitivos está creando nuevas oportunidades para que las empresas privadas participen internacionalmente en los servicios relacionados con la producción de gas natural y la generación de energía eléctrica, así como en los servicios de transmisión, distribución y comercialización de gas y de electricidad. Tanto si la participación 11 Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos, Organismo Internacional de Energía, Regulatory Reform in Argentina's Natural Gas Sector, pág. 56. 12 El número de pozos que se perforaron aumentó de 14 en 1993 hasta un máximo de 72 en 1994, antes de retroceder a 40 pozos nuevos en 1997. La capacidad de transmisión y de distribución aumentó en más de un 36% entre 1992 y 1997. Ibíd., págs. 48 a 51. 13 Ibíd. -210- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS extranjera adopta la forma de inversión directa como si adopta la modalidad de transacciones transfronterizas, esas nuevas perspectivas comerciales constituyen nuevas oportunidades de acceso a los mercados. Los datos relativos a la inversión directa de los Estados Unidos y a sus ventas por conducto de empresas afiliadas extranjeras demuestran cómo los programas de reforma aplicados durante el decenio de 1990 llevaron a enormes corrientes de inversión directa que, a su vez, impulsaron el crecimiento de las ventas de servicios por conducto de empresas afiliadas extranjeras. Como se muestra en el gráfico 1, las ventas de servicios por empresas afiliadas extranjeras de compañías estadounidenses en el sector de los servicios de suministro de gas y de electricidad aumentaron en bastante más del 100% al año, pasando de sólo 357 millones de dólares en 1993 a más de 25.000 millones de dólares en 199814. Este rápido aumento de la inversión y del comercio de servicios coincidió directamente con las grandes reformas de la regulación emprendidas en el Reino Unido, Australia y América Latina que permitieron que las empresas estadounidenses se introdujeran en el mercado. El hecho de que la reforma de la regulación influya en el comercio plantea la cuestión de qué función deben desempeñar las negociaciones comerciales internacionales, tales como las que están teniendo lugar con arreglo al Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS) de la Organización Mundial del Comercio (OMC)15. ¿Deben las negociaciones comerciales, que tienen por 14 Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Dirección de Asuntos Económicos, U.S. Direct Investment Abroad: Operations of U.S. Parent Companies and their Foreign Affiliates, and U.S. Direct Investment Abroad, Detail for Historical-Cost Position and Related Capital and Income Flows, encontrado en la dirección de Internet http://www.bea.doc.gov. 15 El AGCS, cuando entró en vigor en 1995, incluía un programa incorporado para llevar a cabo unas rondas progresivas de liberalización. Conforme a esa -211- Christopher Melly Gráfico 1 Ventas de servicios por empresas afiliadas extranjeras de compañías de los Estados Unidos en los servicios de suministro de gas natural, agua y electricidad Ventas de servicios Inversión extranjera directa Fuente: Departamento de Comercio de los Estados Unidos, Dirección de Análisis Económico, U.S. Direct Investment Abroad Series, 1993-1998. por finalidad expandir el comercio, tratar de que se reforme la regulación? Algunos estiman que esto sería llevar demasiado lejos el mandato en materia de política comercial. Como la reforma de la regulación representa una iniciativa tan importante en la esfera de la política interna, la medida en que un acuerdo internacional pueda impulsar ese proceso parece ser limitada. En consecuencia, no es probable que instrumentos comerciales tales como los contenidos en el AGCS puedan utilizarse para promover explícitamente la reforma disposición, los miembros de la OMC iniciaron una nueva ronda de negociaciones en el marco del AGCS el 1º de enero de 2000, con el objetivo de expandir el comercio y de ese modo promover el crecimiento económico mundial. Organización Mundial del Comercio, General Agreement on Trade in Services and Related Instruments, abril de 1994, pág. 3. -212- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS de la regulación en otros países. De hecho, la Comisión Europea se ha opuesto formalmente a que se utilicen las negociaciones en el marco del AGCS para poner en práctica la desregulación16. Las negociaciones comerciales, aunque no parecen ser un medio apropiado de conseguir que se reforme la regulación, pueden ser un instrumento para apoyar los programas de reforma. Para que tengan éxito, los programas de reforma de la regulación han de facilitar la entrada en el mercado de todos y cada uno de los participantes potenciales. Cuando aumentan el número de participantes y las fuentes de inversión, se refuerza la competencia y se consiguen unos servicios de mayor calidad y menor costo. Por consiguiente, el círculo de las empresas que pueden introducirse en el mercado debe ser lo mayor posible y debe incluir empresas extranjeras. Sin embargo, las empresas extranjeras pueden enfrentarse con un riesgo mayor cuando operan internacionalmente, ya que las empresas nacionales tienen muchas veces mejor acceso al sistema de regulación local y a los sistemas político y judicial locales, así como mayor influencia sobre ellos. La aceptación internacional de un conjunto de principios sobre la participación extranjera y la solución de controversias puede contribuir a reducir ese riesgo, al dar seguridades de que las empresas extranjeras serán tratadas de manera no discriminatoria. En el marco del AGCS, los Miembros de la OMC ya han asumido algunos compromisos relacionados con los servicios de gas y de electricidad. Esos compromisos pueden dividirse en dos categorías: compromisos generales y compromisos específicos. Los compromisos generales se aplican a prácticamente todos los sectores posibles de servicios17 e incluyen amplias obligaciones relativas al 16 Organización Mundial del Comercio, Comunicación de las Comunidades Europeas y sus Estados miembros, AGCS 2000: Servicios relacionados con la energía, documento S/CSS/W/60, de 23 de marzo de 2001, presentado al Consejo del Comercio de Servicios en su serie de reuniones extraordinarias. 17 La única excepción son los servicios de transporte aéreo. -213- Christopher Melly trato de la nación más favorecida, a la transparencia, a la regulación nacional, a los monopolios y a los proveedores exclusivos. Los compromisos específicos se aplican solamente a los sectores de servicios específicos designados expresamente por cada país en su Lista de compromisos específicos. Al incluir compromisos sobre el acceso a los mercados y el trato nacional en relación con servicios específicos, los Miembros de la OMC partieron de una lista de sectores de servicios que incluía remisiones a las definiciones contenidas en la Clasificación Central Provisional de Productos de las Naciones Unidas (CPC)18. Los compromisos específicos incluyen obligaciones en materia de acceso a los mercados y de trato nacional. Sin embargo, dos importantes cuestiones no resueltas concernientes a la aplicación de los compromisos dimanantes del AGCS a los servicios de suministro de gas y de electricidad crean considerable incertidumbre tanto para las empresas como para los gobiernos. Primero, el actual sistema de clasificación de los servicios tal vez no permita que los países asuman compromisos serios en relación con los servicios de distribución de gas natural y de electricidad en sus Listas de compromisos específicos. Los representantes del sector han expresado su preocupación por el hecho de que, como los servicios relativos a la energía están mal definidos en el sistema de clasificación, no está claro si los compromisos específicos de conceder acceso a los mercados y trato nacional son aplicables a sus actividades19. De hecho, el sistema de clasificación hace solamente una referencia indirecta a los servicios de gas y de electricidad en dos categorías: Servicios relacionados con la distribución de energía, subcategoría de Otros servicios prestados a las empresas, y Servicios de transporte por tuberías, subcategoría de los Servicios de transporte. En ninguna parte se mencionan expresamente 18 La lista de sectores de servicios preparada por la Secretaría de la OMC tiene la signatura MTN.GNS/W/120. 19 Rachel Thompson, "Integrating energy services into the world trading system", Washington - D.C., 10 de abril de 2000, pág. 1. -214- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS el comercio y la comercialización de gas natural y de electricidad. Como no está claro dónde están clasificados esos servicios, los representantes del sector no están seguros de si los compromisos asumidos por los Miembros de la OMC son aplicables a sus actividades, y los gobiernos no están seguros del pleno alcance de los compromisos que ya han asumido. Por ejemplo, si la comercialización de gas natural y de electricidad es simplemente un servicio de distribución al por mayor o al por menor, similar a la distribución de piezas para automóviles o de zapatos de tenis, los compromisos específicos contraídos por los países en relación con los servicios de distribución serían extensivos a la comercialización de gas y de electricidad. Ahora bien, no es probable que los muchos países que ya en 1994 contrajeron amplios compromisos en relación con los servicios de distribución tuvieran realmente la intención de que esos compromisos se aplicasen a la energía eléctrica, dado que en aquel momento había relativamente pocos países que tuvieran mercados competitivos del gas y de la electricidad. La clasificación de la comercialización de gas y de electricidad como un nuevo servicio de suministro de energía permitiría después a todos los países estudiar la forma óptima de asumir compromisos relacionados específicamente con esa actividad20. La segunda cuestión sin resolver es si las obligaciones existentes dan suficientes garantías de un acceso efectivo a los mercados a las industrias del gas natural y de la electricidad. La disciplina de acceso a los mercados del AGCS se define en el sentido de que incluye solamente seis tipos de restricciones, la mayoría de las cuales consisten en limitaciones cuantitativas. Las políticas que restringen el comercio pero no están incluidas en esa 20 Se podría estudiar si otras actividades de ese sector podrían recibir un trato similar como nuevas categorías sometidas a nuevos compromisos. Por ejemplo, no está claro si los servicios de transmisión y distribución de gas y de electricidad están incluidos en la categoría de Servicios relacionados con la distribución de energía, porque parece que un servicio no puede estar relacionado con sí mismo. -215- Christopher Melly lista son, pues, admisibles con arreglo al Acuerdo. Por ejemplo, una empresa extranjera puede obtener acceso al mercado y puede, así, establecer una compañía afiliada para la comercialización de gas y de electricidad, pero después, al tratar de conseguir acceso a la red de transmisión, puede tropezar con unos obstáculos que le impidan el acceso efectivo al mercado. Por otra parte, las disciplinas generales del AGCS concernientes a la transparencia y a la reglamentación nacional pueden no tratar suficientemente elementos de crítica importancia para las industrias del gas y de la electricidad, tales como las medidas específicas aplicadas por las autoridades reguladores del sector de la energía al acceso a las redes. No obstante, el AGCS da flexibilidad para negociar normas adicionales que respondan a las necesidades específicas de un sector. De hecho, las negociaciones del AGCS sobre las telecomunicaciones establecieron un precedente de tales disposiciones al formular normas adicionales sobre el acceso a redes y la utilización de redes y al reforzar las normas generales del AGCS sobre la transparencia y la no discriminación en la medida en que se aplican a políticas y prácticas reguladoras específicas21. Las disposiciones adicionales sobre los servicios de gas natural y de electricidad podrían incluir algunas o la totalidad de las normas siguientes: normas más rigurosas sobre el comportamiento anticompetitivo de los monopolios, normas sobre la interconexión no discriminatoria a redes, normas sobre el acceso a redes y sobre la utilización de esas instalaciones, y normas más rigurosas sobre la regulación de los sectores de la energía en lo que se refiere a la transparencia, la no discriminación y la independencia de 21 El artículo XVIII del AGCS dispone que se podrán negociar compromisos adicionales con respecto a medidas que afecten al comercio de servicios que no estén comprendidos en las disposiciones sobre el acceso a los mercados y el trato nacional. Como resultado de las negociaciones sobre los servicios de telecomunicaciones básicas y los servicios de telecomunicaciones con valor añadido, se agregaron al AGCS algunos compromisos adicionales mediante dos instrumentos distintos: el anexo sobre telecomunicaciones y el Documento de Referencia sobre telecomunicaciones básicas. -216- LA REFORMA DEL MERCADO DEL GAS Y DE LA ELECTRICIDAD Y EL COMERCIO INTERNACIONAL DE SERVICIOS la autoridad reguladora. Los compromisos adicionales selectivos tales como éstos podrían servir para aumentar la credibilidad de los programas de reforma de la regulación y para contribuir al establecimiento de un mercado competitivo. Conclusión La tendencia a la reforma de la regulación de los sectores del gas natural y de la energía eléctrica parece estar manteniéndose internacionalmente, con el objetivo de reducir los costos y elevar la calidad de esos importantes servicios de infraestructura. La naturaleza del programa de reforma es, en líneas generales, coherente entre los distintos países y se caracteriza por la participación del sector privado, la reforma estructural y el libre acceso a las redes. Los efectos de la reforma parecen ser considerables en cuanto a la creación de nuevas oportunidades comerciales y el mejoramiento del bienestar del consumidor. Como la reforma de la regulación hace posible el comercio internacional y las inversiones internacionales, parece que la política comercial tiene una función que desempeñar en ese proceso, pero esa función ha de servir para apoyar la reforma, más que para iniciarla. Los compromisos asumidos en virtud de acuerdos comerciales internacionales pueden reforzar la credibilidad de los programas de reforma, pero los programas mismos han de ser impulsados por las prioridades de la política nacional. Los acuerdos comerciales internacionales vigentes sirven de marco para asumir compromisos en relación con los servicios de gas y de electricidad, pero puede ser necesaria alguna adaptación para aclarar cómo se aplican las obligaciones a servicios específicos y para lograr que los compromisos aborden efectivamente las cuestiones del acceso a las redes y de la utilización de las redes. -217- LA FORMULACIÓN DE POLÍTICAS EN EL SECTOR DE LA ENERGÍA: LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS AGENTES NO ESTATALES Dinos Stasinopoulos* Introducción En esta nota se estudia la función de los agentes no estatales1 en la formulación de políticas internacionales en el sector de la energía y se plantea la cuestión de la necesidad de adaptar las disposiciones vigentes para reflejar la creciente influencia de esos agentes en los asuntos relativos a la energía en el plano mundial. Esto se ha convertido en una cuestión de gran actualidad, especialmente desde las Conferencias Ministeriales de la OMC celebradas en Seattle en 1999 y en Doha en 2001, durante las cuales los agentes no estatales, y en particular los representantes de la sociedad civil, confirmaron de nuevo su importancia en el plano mundial. La tecnología en rápido crecimiento y la liberalización gradual de los mercados contribuyen en gran medida a la expansión de la mundialización1 de las actividades relacionadas con la energía y se * Dinos Stasinopoulos es administrador principal de la Dependencia de Relaciones Internacionales de la Dirección General de Energía y Transportes de la Comisión Europea. Está encargado de formular opciones en materia de política estratégica para la dimensión externa de la política de la Comunidad. Correo electrónico: [email protected]. 1 La expresión "agentes no estatales" es más amplia que, por ejemplo, "organizaciones no gubernamentales" e incluye las asociaciones profesionales, sindicatos y corporaciones, que se ocupan de la energía. 2 La mundialización puede definirse de varias formas diferentes, según el nivel en el que decidamos centrarnos. Podemos hablar de la mundialización de la Tierra, de un país o de un sector específico tal como el de la energía. -219- Dinos Stasinopoulos manifiestan en alianzas comerciales que entrañan la propiedad y el control más allá de las fronteras nacionales. El sector de la energía está regulado en el plano internacional mediante acuerdos bilaterales principalmente, pero ya hay vigentes acuerdos multilaterales y se están estudiando otros acuerdos de esa índole. El sector de la energía se ha caracterizado por la apertura gradual de los mercados, lo que contrasta con la rapidez con que se ha abierto la competencia comercial en el plano mundial en ese sector. En otras palabras, las presiones comerciales mundiales llevan a una rápida liberalización que está adelantando a la apertura, cuidadosamente planeada pero lenta, de los mercados de la energía. Más específicamente, los cambios producidos en el sector de la energía reflejan rápidamente las circunstancias cambiantes de tal evolución: 1. • La aparición de nuevas tecnologías tales como los ordenadores, la telemática, la navegación por satélites y la tecnología del posicionamiento, que tienen extensas ramificaciones en lo que se refiere a la energía y especialmente a su exploración, producción y distribución; • La aparición, como importantes motivos de inquietud en el sector de la energía, del desarrollo sostenible y de consideraciones ambientales, y • La liberalización del comercio internacional de la energía, impulsada por las políticas de la Unión Europea, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), el Organismo Internacional de Energía (OIE), la Comisión Económica para Europa, de las Naciones Unidas (CEPE), y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Presencia de los agentes no estatales en la escena internacional Además de los cambios estructurales habidos en el sector de la energía, se están produciendo cambios en la formulación de políticas -220- LA FORMULACIÓN DE POLÍTICAS EN EL SECTOR DE LA ENERGÍA: LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS AGENTES NO ESTATALES en virtud de los cuales el control y la adopción de decisiones están empezando a ser más difusos. A medida que se desarrolla el mercado mundial de la energía, las empresas transnacionales actúan como empresas locales dondequiera que operan. La tecnología ha sido una fuerza impulsora que ha hecho que la influencia en materia de política pase gradualmente de los Estados a los agentes no estatales y a los mercados. Los gobiernos, cuando formulan políticas en la esfera de la energía, tienen, cada vez más, solamente la apariencia de elegir libremente. A medida que los mercados establecen unas normas que se aplican coercitivamente por la propia fuerza del mercado, los agentes no estatales intervienen cada vez más en la formulación de políticas en el sector de la energía. En un momento en que los mercados cambian rápidamente, los agentes no estatales responden a las nuevas oportunidades más rápidamente que los gobiernos. Los agentes no estatales van siendo cada vez más capaces de realizar actividades en gran escala a través de las fronteras nacionales, con lo que contribuyen a desarticular el monopolio gubernamental de la reunión y gestión de información sobre los mercados de energía y las infraestructuras. El acceso a esa información permite a los agentes no estatales realizar amplios estudios y formular posiciones de política bien documentadas sobre los distintos problemas. Además, la mundialización ha creado unos problemas ambientales transfronterizos que los gobiernos no pueden abordar tan eficazmente como los agentes no estatales. Los agentes no estatales estaban antes relegados a los pasillos en las organizaciones internacionales, y lo único que podían hacer era trabajar por conducto de los gobiernos. En cambio, actualmente los delegados de los agentes no estatales forman parte de las delegaciones de los países e intervienen en la adopción de decisiones sobre la energía asistiendo a las reuniones de los grupos de trabajo técnicos. Varias organizaciones internacionales fijan las normas en los diversos sectores de la energía, y los mercados pasan a actuar como entidades oficiales encargadas de hacerlas cumplir cuando adoptan las -221- Dinos Stasinopoulos normas establecidas en tratados como base para los juicios del mercado. 2. Influencia creciente de los agentes no estatales en el sector de la energía Aunque el derecho internacional no los reconoce formalmente, los agentes no estatales han organizado influyentes campañas y han tomado iniciativas de política en el sector de la energía, particularmente en lo que se refiere a la eficiencia energética y a las cuestiones relacionadas con el medio ambiente. Los gobiernos nacionales, las instituciones internacionales y la Comunidad Europea consideran cada vez más a los agentes no estatales como colaboradores indispensables en el sector de la energía. Más específicamente, la OMC, la CEPE de las Naciones Unidas y el OIE han abierto gradualmente sus puertas a los agentes no estatales. Las Naciones Unidas han acreditado a gran número de agentes no estatales. Las negociaciones sobre la nueva economía mundial, incluyendo la energía, tienen lugar en otras organizaciones. La OMC invita a los agentes no estatales a que asistan como observadores a las grandes reuniones, y también se los invita a que asistan a los debates de los grupos de expertos de la OCDE y del OIE, aunque hasta la fecha no se ha establecido ninguna estructura formal para las consultas. Por lo que se refiere a la Unión Europea, en el Tratado de Amsterdam no se hizo referencia al diálogo civil, pese a los esfuerzos de la Comisión Europea. Sin embargo, los agentes no estatales europeos han solicitado y obtenido una función consultiva en relación con las instituciones europeas. La Comisión consulta regularmente a los agentes no estatales durante la fase de propuesta de política y organiza audiencias del sector de la energía para la elaboración de instrumentos de política de importancia paneuropea. En 2000 se publicó un documento de trabajo de la Comisión sobre las relaciones -222- LA FORMULACIÓN DE POLÍTICAS EN EL SECTOR DE LA ENERGÍA: LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS AGENTES NO ESTATALES con las organizaciones no gubernamentales3. El 12 de julio de 2001, la Comisión Europea decidió crear un Foro Europeo de la Energía y el Transporte. El Foro constituirá un marco único para el diálogo entre la Comisión y los agentes no estatales y permitirá abordar más eficazmente los aspectos interdependientes de la energía y del transporte. Su mandato consistirá en lo siguiente: • Expresar su opinión sobre todas las iniciativas de la Comisión concernientes a la política en materia de energía y de transporte; • Actuar como observador de las políticas en materia de energía y de transporte, y • Ayudar a la Comisión en la celebración de debates y en la adopción de medidas en el marco de las políticas en materia de energía y de transporte. En el programa del Foro figurará la reestructuración de los sectores de la energía y del transporte, teniendo presentes las inquietudes por motivos ambientales, sociales y de seguridad. El Foro estará compuesto por empresas que operan en el sector de la energía (empresas productoras de energía eléctrica y empresas industriales), empresas que explotan infraestructuras y redes (gestores), usuarios y consumidores, sindicatos, representantes de grupos ambientales y de grupos que se ocupan de la seguridad, y universidades. Esta diversidad debería hacer posible que la Comisión tuviera una visión más amplia al formular propuestas de política, y permitir que un número cada vez mayor de profesionales del sector, consumidores y otros elementos de la sociedad civil refuercen las redes transfronterizas, generen nuevas ideas, movilicen el apoyo público, realicen análisis y supervisen las políticas. 3 "La Comisión y las organizaciones no gubernamentales: el refuerzo de la colaboración". -223- Dinos Stasinopoulos El examen de la labor de los foros internacionales que se ocupan de la energía ha revelado que los agentes no estatales aportan al proceso mundial de promulgación de políticas una voz de capital importancia que complementa y amplía los debates de política. A los agentes no estatales se les suele dar un acceso general en las primeras fases del proceso de formulación de políticas y un acceso limitado en la elaboración final de las decisiones de política. Esos agentes han disfrutado de fácil acceso a las conferencias cuando el resultado de éstas no es vinculante, y han tenido un acceso restringido cuando se adoptan decisiones jurídicamente vinculantes. Los agentes no estatales participan de forma extraoficial pero efectiva, junto a los gobiernos, en la preparación de los programas y de las conclusiones. Las organizaciones internacionales cuentan con los agentes no estatales para la formulación de ideas innovadoras sobre conceptos y normas, y los gobiernos reconocen que la colaboración con esos agentes da credibilidad a sus decisiones públicas. Los agentes no estatales han experimentado problemas e incluso reveses en sus relaciones con los foros internacionales, a causa de la renuencia de los Estados miembros a concederles formalmente derechos de consulta. También se enfrentan muchas veces con medidas negativas y restrictivas adoptadas por las secretarías de los foros internacionales. La formulación de políticas en el plano mundial y en el plano de la Unión Europea en el sector de la energía se ve influida sobremanera por las ONG y por la industria de la energía. Se ha ideado otra forma de hacer frente a los problemas de la energía, modalidad que entraña la interacción de la industria mundial, de la Unión Europea y de los Estados miembros. El peso relativo del mercado con respecto a la política ha cambiado considerablemente. El ritmo y el contenido de la liberalización de los mercados en la Unión Europea están influidos actualmente por ideas mundiales que subrayan la funcionalidad del mercado. Los grupos y organizaciones de defensa del medio ambiente, tales como Amigos de la Tierra y Greenpeace, están influyendo en la -224- LA FORMULACIÓN DE POLÍTICAS EN EL SECTOR DE LA ENERGÍA: LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS AGENTES NO ESTATALES orientación de la política para que se tengan en cuenta consideraciones ambientales. Oilwatch, red internacional, pidió que se declarase una moratoria de la exploración de petróleo y de gas a fin de situar las consecuencias del cambio climático en el contexto de la política internacional en materia de energía. Se espera que esto influya en el actual debate sobre la exploración del Ártico en los Estados Unidos. Finalmente, no se puede negar la función movilizadora de los grupos de empresas que operan en el sector de la energía al iniciar y mantener los debates multilaterales sobre la energía en la OMC. Conclusiones El sector de la energía ha sufrido tremendos cambios en los dos últimos decenios. Entre las causas de los cambios y de la incertidumbre figuran el aumento de la competencia debido a la desregulación y a la privatización, la aparición de agentes mundiales integrados y los cambios habidos en la tecnología. Los acontecimientos económicos, la evolución del mercado y los cambios producidos en la organización, mencionados más arriba, tienen un efecto considerable sobre la formulación de políticas en el sector de la energía. En este nuevo entorno, la formulación de políticas en el sector de la energía plantea un verdadero problema. Obliga a adoptar un enfoque fundamentalmente diferente en las consultas y negociaciones internacionales dentro de un marco de gobernanza mundial4. Los analistas han sostenido que se requiere una nueva arquitectura de política y que se deben tratar de hallar nuevos conductos de cooperación para reconocer la influencia revolucionaria de la nueva 4 La mejor forma de definir la "gobernanza" es como el conjunto de las normas, procesos y prácticas que afectan a la forma en que se aplica una política. La Unión Europea puede considerarse como un componente regional de la gobernanza mundial. -225- Dinos Stasinopoulos tecnología de la información y la influencia creciente de los agentes no estatales. Se requieren adaptaciones que pueden entrañar cambios en los mandatos de las organizaciones internacionales a fin de que éstas puedan responder mejor a las necesidades del sector de la energía y del público en general. También pueden ser necesarias nuevas instituciones y nuevos organismos de política que estén a la altura del alcance transnacional de los problemas de hoy día y que respondan a las exigencias de los ciudadanos europeos de que se instaure un desarrollo sostenible. El refuerzo de la relación entre los agentes no estatales y las organizaciones internacionales podía ser provechoso para la puesta en práctica de acuerdos, resoluciones y otros instrumentos jurídicos. Ya no basta con suponer que los gobiernos cumplirán las promesas hechas y los compromisos asumidos colectivamente en las conferencias. Los agentes no estatales, en el plano nacional y en el plano internacional, tienen una función crucial que desempeñar al ayudar y alentar a los gobiernos a tomar las medidas que han apoyado. Al ir cambiando las funciones de los agentes estatales y de los agentes no estatales y al ir produciéndose modificaciones radicales en la tecnología de las comunicaciones, es necesario desarrollar una visión a largo plazo de la función de los agentes no estatales en el plano internacional. Las modalidades de las consultas deben ampliarse para incluir toda una amplia serie de interacciones tales como audiencias y grupos de trabajo. También se considera un paso en la dirección correcta el logro de una mayor transparencia y de un mejor acceso a la documentación. Aunque el alcance de las actividades de las organizaciones internacionales ha aumentado, sus estructuras administrativas no han cambiado. El resultado es la falta de eficacia en la formulación -226- LA FORMULACIÓN DE POLÍTICAS EN EL SECTOR DE LA ENERGÍA: LA CRECIENTE INFLUENCIA DE LOS AGENTES NO ESTATALES mundial de políticas. Es necesario adaptar gradualmente las estructuras de esas organizaciones para mejorar las consultas con las partes interesadas y racionalizar su formulación de políticas. La Comunidad Europea está trabajando en estrecha colaboración con todos los interlocutores importantes y con las organizaciones internacionales a fin de establecer un marco para la gobernanza mundial en el sector de la energía; esto se hace asociando efectivamente a todos los interesados y fomentando el establecimiento de asociaciones con las empresas, los sindicatos y las autoridades públicas. Para resumir, en un momento en que la mundialización de las cuestiones relativas a la energía y al medio ambiente mundial hace que el mundo sea cada vez más interdependiente, la Unión Europea está contribuyendo a buscar nuevas formas de gestionar esa interdependencia y de hacer frente a los problemas que se plantean en el sector de la energía. La gobernanza mundial en la energía y en el transporte exige que se creen nuevas asociaciones entre todos los interesados para establecer mejores mecanismos de consulta entre los encargados de la formulación de políticas, los representantes del sector y la sociedad civil. Asimismo es preciso que las organizaciones internacionales adapten mejor sus consultas y estructuras para la formulación de políticas a fin de responder eficazmente a los nuevos problemas. Nuestros esfuerzos por mejorar la forma en que funciona la Unión Europea (gobernanza de la Comunidad)5 constituirán un modelo para una mejor gobernanza en otras regiones del mundo. La participación activa en la labor de las organizaciones internacionales promoverá una mayor coherencia entre los foros y facilitará la búsqueda de soluciones sostenibles a los problemas mundiales de la energía. 5 Libro Blanco sobre la Gobernanza, COM (2001) 428. -227- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Craig VanGrasstek* Introducción El año 2001 fue un año crucial. No fue el año que Arthur C. Clarke y Stanley Kubrick previeron hace una generación: todos los acontecimientos clave tuvieron lugar en el planeta Tierra. Tampoco fue verdaderamente revolucionario, como 1492 ó 1776: los últimos acontecimientos pueden tener importantes consecuencias durante sólo años, no durante generaciones. Sin embargo, ese año fue mucho más memorable que la mayoría, y terminó con una nota muy diferente de aquella con la que empezó. A principios de 2001, la economía de los Estados Unidos parecía encontrarse al final de una prolongada expansión (había indicios de recesión), los resultados de la elección presidencial de 2000 parecían irregulares, los Estados Unidos estaban en paz, los precios del petróleo eran altos, el país parecía encontrarse al borde de una nueva crisis energética (especialmente en California) y las perspectivas de que se iniciara una nueva ronda de negociaciones comerciales bilaterales parecían dudosas. Todos y cada uno de estos puntos cambiaron o incluso se invirtieron para fines de año. La nueva Administración esperaba hacer de la política energética una de sus máximas prioridades y había publicado el informe de un grupo especial en el que se pedía que se tomasen medidas de gran alcance para fomentar la producción en el país y en el extranjero. Aunque la política energética continuaba ocupando un lugar destacado en la lista * Director Ejecutivo del Programa sobre Comercio y Negociaciones, Kennedy School of Government, Universidad de Harvard, y Presidente de los Washington Trade Reports. Correo electrónico: [email protected]. -229- Craig VanGrasstek de prioridades de la Administración a fines de año, las bases políticas y económicas en que se fundaba el plan había cambiado radicalmente. En este capítulo examino las consecuencias que los acontecimientos de 2001 han tenido al contribuir a definir el enfoque adoptado por los Estados Unidos en lo que se refiere a la política en materia de comercio de energía en la nueva ronda de negociaciones de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y en otros foros. La tesis aquí subyacente es que la nueva ronda de negociaciones es solamente la última de una serie de oportunidades de que los Estados Unidos promuevan sus intereses como importadores y como exportadores de bienes, servicios y capitales relacionados con la energía. Esos intereses, aunque han sido bastante coherentes a largo plazo, también responden a acontecimientos exógenos. En 2001 tuvieron lugar tres de tales acontecimientos. Por orden descendiente de importancia y de permanencia, se trata de los ataques terroristas del 11 de septiembre, del derrumbamiento del gigante de la energía Enron y de la aparición (y posible retroceso) de una recesión económica. Esos acontecimientos, a menos que se produzcan otros de aún mayor trascendencia en un futuro próximo, van a influir de manera decisiva en la situación durante al menos los tres o cuatro años próximos. El calendario político de los Estados Unidos se centra en 2004, año en que se celebrará la próxima elección presidencial. El calendario de la política comercial se centra en 2005, año en que está previsto que concluyan las negociaciones tanto regionales como multilaterales. Los acontecimientos clave ocurridos en 2001 influirán vigorosamente en los debates de política que tengan lugar en los Estados Unidos entre 2002 y 2004, así como en las negociaciones que se celebren con los interlocutores comerciales de los Estados Unidos entre 2002 y 2005. La iniciación de una nueva ronda de negociaciones no se hará haciendo abstracción de los acontecimientos que se producen en el mundo. Las hipótesis básicas de este capítulo son las siguientes: 1) los Estados Unidos continuarán siendo primus inter pares entre los países Miembros de la OMC (aunque cada vez hay más oposición -230- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL tanto a la primacía de los Estados Unidos como a la influencia de los países industrializados en general), y 2) los negociadores de los Estados Unidos considerarán a la OMC como solamente uno de varios foros en los que pueden tratar de promover los intereses de su país en lo que se refiere al comercio de energía. Entran en juego tanto las medidas unilaterales como las negociaciones bilaterales y regionales. Desde el punto de vista de la política estadounidense en materia de comercio de energía, la propuesta Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA) podría, en último término, ser la opción más importante. En este capítulo se actualiza un anterior análisis en el que examiné la interacción de las tres fuerzas principales que actúan en la esfera de la política comercial1. Las principales características de la política de los Estados Unidos merecen ser expuestas de nuevo para comprender cómo los últimos acontecimientos encajan en los esquemas establecidos. Mi argumento es que la política de los Estados Unidos en lo que se refiere al comercio de bienes y servicios relacionados con la energía tiene tres dimensiones distintas: la economía, la seguridad y el medio ambiente. El peso de cualquiera de esas influencias aumentará o disminuirá según la orientación del momento y según el partido que esté en el poder. Por regla general, la importancia relativa de la economía y de la seguridad dependen de la vulnerabilidad percibida de los Estados Unidos a las amenazas externas. Los objetivos económicos tienden a prevalecer sobre las inquietudes debidas a la seguridad cuando el mundo está en paz, pero ocurre lo contrario en momentos de guerra o cuando las tensiones se han exacerbado. Análogamente, la prioridad relativa atribuida a las consideraciones ambientales depende de qué partido tenga las riendas del Gobierno. El Partido Demócrata tiende a atribuir más importancia a los objetivos ambientales que el Partido Republicano y está más dispuesto a utilizar la fuerza del Gobierno para alcanzar ese objetivo 1 Véase "The energy trade policy of the United States", cap. 3, de Trade Agreements, Petroleum and Energy Policies, UNCTAD/ITCD/TSB/9 (Nueva York y Ginebra, UNCTAD, 2000). -231- Craig VanGrasstek que el Partido Republicano. Lo mismo cabe decir de las iniciativas del Gobierno en los planos nacional e internacional. La tensión entre la seguridad, la economía y el medio ambiente informa casi todas las cuestiones que se plantean en esta esfera de la política pública. Las dos primeras dimensiones tienen una historia especialmente larga: los Estados siempre han tenido que conciliar sus objetivos en materia de economía y de seguridad para alcanzar sus objetivos comerciales. El sector de la energía, dada la función especial que desempeña en la seguridad nacional, es particularmente resistente a su plena integración en las normas y disciplinas del régimen del comercio mundial. Las crisis energéticas del decenio de 1970 constituyen un recuerdo vívido y amargo para los dirigentes estadounidenses, que a veces consideran los mercados mundiales de la energía desde el punto de vista del equilibrio del poder, tratando de impedir que se concentren excesivamente los recursos energéticos en una sola región. La seguridad energética de los Estados Unidos no sólo repercute en la necesidad de mantener un acceso seguro a un producto de importancia estratégicamente capital, sino que también suscita preocupación por los medios de presión que los productores de petróleo pueden emplear en sus relaciones con los Estados Unidos. Las inquietudes por razones de seguridad, aunque son de gran importancia, no siempre son cruciales. El sector de la energía es también un sector económico de inmensa importancia y un sector en el que los Estados Unidos no pueden permitirse desperdiciar las oportunidades que ofrece el mercado. La dependencia de los Estados Unidos con respecto a las fuentes extranjeras de hidrocarburos está compensada por su situación como exportador de bienes, servicios y capitales utilizados para producir energía. La seguridad y la energía no están necesariamente en conflicto entre sí; son perfectamente complementarias cuando se trata del aprovechamiento de nuevas formas de energía en países amigos de los Estados Unidos. Las cuestiones ambientales están también en primer plano en la política comercial contemporánea. En ninguna esfera es más evidente esto que en los sectores de la energía y en los sectores conexos, que -232- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL muchas veces se consideran como los principales causantes de problemas ambientales tales como los derrames de hidrocarburos, el calentamiento de la Tierra y los posibles desastres nucleares. Los debates sobre la política energética en los Estados Unidos siempre entrañan un conflicto entre quienes estiman que el suministro de energía de bajo costo es la solución de los problemas energéticos y quienes consideran que la energía barata es una importante causa de problemas ambientales. Ese conflicto se ha convertido últimamente en un importante elemento de la política comercial de los Estados Unidos, ya que el Partido Demócrata insiste en que las cuestiones ambientales se examinen en las negociaciones comerciales, en tanto que el Partido Republicano insiste en que esas cuestiones son consideraciones carentes de pertinencia que deben estudiarse en otro lugar. La importancia de los grandes acontecimientos ocurridos en 2001 debe juzgarse en el contexto de la tensión entre esas tres corrientes de la política. Lo que es sorprendente en los últimos acontecimientos es que simultáneamente llevan a los dirigentes a actuar en diferentes direcciones. consideremos, por ejemplo, su efecto sobre las persistentes peticiones de que se restrinjan las importaciones de energía para reducir la dependencia de los Estados Unidos. Si el único gran acontecimiento ocurrido en 2001 hubiera sido el estallido de la guerra contra el terrorismo, habría sido de suponer que aumentase notablemente la preocupación por la seguridad energética; si el único acontecimiento hubiera sido la aparición de la recesión, con su efecto de depresión de los precios de la energía y del consumo de energía, el efecto habría sido exactamente el contrario. En un año en que ambos acontecimientos ocurrieron simultáneamente, junto con el derrumbamiento de Enron (que ha reforzado el escepticismo del público con respecto a las reivindicaciones del sector de la energía), es más difícil juzgar el efecto final. Para dar otro ejemplo, los nuevos acontecimientos tienen, al parecer, repercusiones contradictorias sobre la política estadounidense en lo que se refiere a las sanciones contra los países exportadores de petróleo. La guerra contra el terrorismo ha detenido el movimiento hacia la reforma de las sanciones como -233- Craig VanGrasstek cuestión de principio, pero también ha acelerado la supresión de las sanciones por razones prácticas. La iniciación de la nueva ronda de negociaciones y el principio de la recesión pueden dar nuevos medios y nuevos motivos para suprimir las sanciones, pero el asunto de Enron tal vez reduzca la capacidad del sector de la energía para explotar políticamente esas oportunidades. En este momento es difícil saber cuál de esos acontecimientos tendrá, en último término, la mayor influencia sobre la política de los Estados Unidos. La recesión es el candidato más débil a esa distinción; los indicios de que se dispone en 2002 apuntan a que esa recesión puede ser una de las contracciones más breves y más débiles ocurridas en la experiencia reciente de los Estados Unidos. Desde el estrecho punto de vista de la política energética, la principal consecuencia de esa recesión es su contribución a poner fin a lo que parecía una crisis energética incipiente. A principios de 2001, California y otros Estados del oeste de los Estados Unidos se vieron afectados por la penuria de electricidad y por fuertes subidas de los precios. La Administración Bush y otras entidades subrayaron esos acontecimientos cuando presionaron para que se adoptase una nueva política energética. Ahora bien, la crisis desapareció casi tan rápidamente como había surgido, y la recesión contrajo la demanda hasta el nivel de la oferta. (La investigación sobre Enron tal vez permita también descubrir pruebas que apoyen las afirmaciones de los críticos en el sentido de que la crisis aparente fue explotada o incluso causada por manipulaciones del mercado). Todavía es demasiado pronto para juzgar la guerra contra el terrorismo o el asunto Enron con la debida perspectiva. En lo que se refiere a los ataques del 11 de septiembre y a la respuesta de los Estados Unidos, los primeros indicios apuntan a que las consecuencias sobre el sistema de comercio serán importantes pero limitadas. La seguridad es ahora más rigurosa en los puertos y en otras instalaciones, y los acontecimientos ocurridos han reforzado la posición de quienes insisten en que los Estados Unidos han de tomar medidas para reducir su dependencia con respecto a las importaciones -234- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL de energía de regiones inestables y potencialmente hostiles. No obstante, los datos de que se dispone hacen pensar que las nuevas medidas no han hecho que aumente considerablemente el costo del transporte internacional de mercancías, ni han situado al comercio por debajo de los niveles que cabría esperar una recesión2. En este momento, las consecuencias de mayor alcance de la guerra parecen ser los efectos que tiene en la redefinición de la relación entre los Estados Unidos y algunos de sus interlocutores comerciales más importantes. En algunos casos, la guerra lleva a los aliados a unirse aún más y a los antiguos adversarios a mostrarse más cooperativos. Además, ha alentado el proceso de integración económica y de seguridad con el Canadá, ha contribuido a hacer que se superen los últimos vestigios de las restricciones comerciales impuestas en la Guerra Fría contra los Estados de la ex Unión Soviética y ha hecho que se reduzcan o se supriman las sanciones impuestas a algunos países que no exportan petróleo (en particular el Pakistán). Al mismo tiempo, parece probable que agrave el conflicto con el Iraq y con la República Islámica del Irán, además de crear nuevas fricciones en la relación entre los Estados Unidos y la Arabia Saudita. El desenlace del asunto Enron es más difícil de prever. Depende de que el asunto resulte ser, en último término, poco más que una bancarrota de proporciones extraordinariamente grandes, o de si las primeras indicaciones de un posible escándalo se convierten en algo mucho mayor. En este momento, es evidente que ese gigante de la energía adoptó algunas prácticas contables que eran de naturaleza muy dudosa, al tiempo que gozaba de una influencia extraordinariamente grande en Washington. Su derrumbamiento podría indicar una profunda regresión de la fortuna política de un sector que parecía tener una posición de influencia y fuerza sin precedentes. El Presidente, el Vicepresidente y el Secretario de Comercio están todos estrechamente unidos a ese sector. La figura más visible de ese grupo es el Vicepresidente Dick Cheney, que anteriormente trabajaba en la Compañía Halliburton (importante 2 "Globalisation: Is it at risk?", The Economist (31 de enero de 2002). -235- Craig VanGrasstek proveedor de servicios relacionados con el petróleo) y presidía el grupo de trabajo de la Administración que se ocupaba de la energía. Sus diversos cargos no se pueden ejercer debidamente al mismo tiempo. A principios de 2002, la Oficina General de Cuentas (órgano de investigación del Congreso) inició un proceso contra Cheney, para obligarlo a que entregase los documentos relativos a las deliberaciones del grupo de trabajo. Los investigadores quieren saber qué influencia pueden haber tenido Enron y otras empresas en la formulación de la política energética de la Administración por el grupo de trabajo. Esa investigación, aunque no está claro que vaya a tener grandes consecuencias, desvía una atención y unos recursos que de otro modo podrían dedicarse a la promulgación y aplicación de nuevas disposiciones legislativas sobre la energía. Las desagradables connotaciones de ese asunto podrían también afectar a la voluntad de los interlocutores comerciales de los Estados Unidos de proseguir la desregulación negociada de los mercados de la energía. El análisis que sigue se centra en tres sectores principales de la política estadounidense en materia de comercio de energía: las sanciones contra los países exportadores de petróleo, los acuerdos y programas comerciales discriminatorios, y la nueva ronda de negociaciones de la OMC. Estos tres aspectos de la política de los Estados Unidos pueden considerarse como la opción unilateral, la opción regional y la opción multilateral, respectivamente. Estas opciones no son mutuamente excluyentes, y la política de los Estados Unidos en esta esfera se ha aplicado desde hace largo tiempo en múltiples foros. No obstante, crean algunas tensiones en la política, dado que los Estados Unidos tratan en algunos casos de discriminar a favor de ciertos países y en contra de otros, al tiempo que toman algunas medidas no discriminatorias. 1. Opción unilateral: sanciones Las sanciones son una importante herramienta de la política de los Estados Unidos, aunque quedan fuera del alcance de la política comercial, tal como se entiende ésta generalmente. Generalmente se -236- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL imponen, no para alcanzar objetivos económicos, sino para imponer una pena a los países que son hostiles a los intereses de los Estados Unidos. Así pues, han de distinguirse de las barreras ordinarias a la importación, que son abiertamente proteccionistas, aunque en el caso del petróleo esa distinción puede ser un tanto confusa. Por ejemplo, el incidente de Suez de 1956 y las crisis del petróleo del decenio de 1970 llevaron a la imposición de contingentes de importación, pero no de sanciones efectivas. Desde el decenio de 1980, los Estados Unidos han estado más seguros, por lo que no han restringido las exportaciones más que en el caso de las procedentes de ciertos países. Esas restricciones son auténticas sanciones y se basan en consideraciones de política exterior que se refieren específicamente al país al que se aplican las sanciones, en vez de en inquietudes generales por la seguridad energética de los Estados Unidos. La exigencia de que se modifiquen las sanciones ha pasado a ser una potente fuerza política desde que finalizó la Guerra Fría. Por razones tanto políticas como económicas, diversas entidades interesadas de los Estados Unidos piden que se reduzcan o se supriman las sanciones actualmente vigentes y que se impongan límites legales a la imposición de nuevas restricciones. Se han suprimido o reducido las sanciones impuestas a países tan distintos como Sudáfrica, la República Popular Democrática de Corea, las repúblicas de la ex Unión Soviética, China y Viet Nam. Los defensores de la reforma de las sanciones lograron al menos una victoria simbólica al promulgarse la Ley de reforma de las sanciones comerciales y de fomento de las exportaciones de 2000, cuyo principal efecto es hacer más difícil que los presidentes impongan en el futuro sanciones que afecten a las exportaciones de productos médicos y agropecuarios estadounidenses. Las sanciones económicamente más importantes que continúan vigentes son las impuestas a los países exportadores de petróleo del Oriente Medio. Los máximos dirigentes de la Administración Bush apoyan la idea de que las sanciones generalmente no permiten alcanzar el resultado que se pretende obtener. El Secretario de Estado Colin -237- Craig VanGrasstek Powell es uno de los principales defensores de la idea, muy extendida, de que las sanciones son generalmente ineficaces para alcanzar los objetivos fijados. En la audiencia del Senado en la que se le confirmó en su cargo, en enero de 2001, Powell dijo "yo alentaría al Congreso a que esperase un poco, contase hasta diez y me llamase" antes de imponer una nueva sanción3. Se afirma que la acción directa con respecto a los adversarios actuales o potenciales será generalmente un medio más eficaz de fomentar la introducción de cambios positivos. Esta posición se ve reforzada por el argumento concerniente a la política energética. El principal medio con el que la Administración espera hacer frente al actual problema energético de los Estados Unidos consiste en alentar nuevas fuentes de suministro, tanto nacionales como extranjeras. Con arreglo a esa lógica, las sanciones que impiden el desarrollo de nuevos yacimientos petrolíferos o la importación de sus productos son contraproducentes para los Estados Unidos. Los acontecimientos de 2001 ejercen gran influencia sobre la política estadounidense en materia de sanciones. Ese es especialmente el caso de la guerra contra el terrorismo, que tiene un efecto un tanto paradójico: en principio puede significar el fin de la reforma de las sanciones como política general, pero también puede significar, en la práctica, que algunas sanciones vigentes aplicadas a países estratégicamente importantes se supriman o incluso se substituyan por preferencias comerciales. El resultado final será que los Estados de primera línea se inclinarán más a la apertura que al cierre de los mercados. El derrumbamiento de Enron puede tener repercusiones menos directas sobre la política. Enron fue miembro activo de coaliciones que promovían la reforma de las sanciones y la liberalización del comercio. Como mínimo, el hundimiento de esa compañía significa una pérdida de recursos para las organizaciones que la habían apoyado. 3 David Sands, "Powell's s'criticisms buoys trade groups", Washington Times (30 de enero de 2001). -238- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL 1.1. La reforma de las sanciones como medio de promover las exportaciones Los círculos comerciales y agropecuarios de los Estados Unidos han promovido la reforma de las sanciones desde hace más de un decenio, sosteniendo que las restricciones de las exportaciones y de las importaciones, cuando están basadas en razones políticas, imponen un precio demasiado alto a los diversos sectores de actividad estadounidenses. Esta cuestión fue antiguamente importante sobre todo para los exportadores de productos agropecuarios, para los que el embargo de las exportaciones de cereales impuesto por la Administración Carter a la Unión Soviética fue una experiencia instructiva. Sin embargo, tras la caída del Muro de Berlín, los fabricantes y otros sectores de los círculos comerciales han empezado a ocuparse activamente de la cuestión. La industria de la energía es una parte clave de la coalición antisanciones en los Estados Unidos. Aparte de unos pocos sectores proteccionistas, tales como los productores de petróleo y de carbón que operan en territorios que no se sabe que sean productivos, esa industria figura entre las más cosmopolitas de las industrias estadounidenses. Como tal, comparte la inclinación antisanciones de los círculos agropecuarios. Estas y otras entidades que favorecen el comercio trabajan actualmente en coaliciones. Dos organizaciones comerciales de los Estados Unidos llevan la iniciativa en la oposición a las sanciones. Una de ellas es USA*Engage, coalición de más de 670 compañías y organizaciones. Ese grupo fue establecido en 1997 y se ocupa principalmente de la cuestión de la reforma de las sanciones. Entre sus miembros figuran el Instituto Estadounidense del Petróleo y varias compañías petroleras. Análogamente, el Consejo Nacional de Comercio Exterior propugna una economía mundial basada en normas. Este grupo es mucho más experimentado, ya que se fundó en 1914, en un momento en que otras organizaciones comerciales de los Estados Unidos todavía defendían el proteccionismo. Los argumentos del sector privado en favor de la reforma se basan generalmente en la tesis de que las sanciones imponen unas -239- Craig VanGrasstek limitaciones contraproducentes a las industrias estadounidenses que son competitivas y están orientadas a la exportación. El levantamiento de las sanciones, se afirma, creará nuevas oportunidades de fomentar las exportaciones. Por ejemplo, USA*Engage argumenta que las sanciones "sólo han servido para excluir del Irán a compañías estadounidenses, mientras que otros países de todo el mundo están atendiendo las necesidades de inversiones, tecnología civil y bienes de capital del Irán"4. No obstante, hay que señalar que, en la mayoría de los casos recientes en que los Estados Unidos han reducido o suprimido sanciones, el principal efecto ha consistido en aumentar las importaciones en vez de las exportaciones. Los datos consignados en el cuadro 1 demuestran esta afirmación. Los Estados Unidos tomaron considerables medidas para atenuar las sanciones comerciales contra varios países en el decenio de 1990. El resultado final ha sido que los Estados Unidos han pasado de tener un pequeño superávit comercial con esos países a tener un déficit relativamente grande. Esto no inquieta a los partidarios del libre cambio, para quienes los desequilibrios simplemente indican que el mercado está funcionando, pero hace pensar que los llamamientos neomercantilistas de los partidarios de la reforma de las sanciones parten de una premisa falsa. Este fenómeno es universal: en todos y cada uno de los casos en que ha habido un levantamiento parcial o una reducción general de las sanciones, las importaciones efectuadas por los Estados Unidos del país en cuestión han aumentado más rápidamente que las exportaciones de los Estados Unidos a ese país. En varios casos, las exportaciones disminuyeron. Los únicos países a los que las exportaciones de los Estados Unidos aumentaron fueron aquellos en el caso de los cuales los Estados Unidos no atenuaron las sanciones hasta el año 2000. 4 Carta de 18 de abril de 2001 al Senador Trent Lott (Partido Republicano, Mississippi). -240- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Cuadro 1 Efectos de la reducción de las sanciones comerciales sobre las importaciones y exportaciones de los Estados Unidos Letra normal: Importaciones estadounidenses destinadas al consumo, valor en aduana, en millones de dólares Letra cursiva: exportaciones nacionales, valor franco al costado del buque, en millones de dólares Porcentaje del total de las exportaciones mundiales Países exportadores de petróleo Federación de Rusia República Islámica del Irán Iraq Viet Nam Jamahiriya Árabe Libia 1993 1995 1997 1.732,9 3.518,5 1.732,7 2.894,2 0,2 613,2 4.224,2 3.278,0 4.019,9 2.753,7 0,2 274,5 4.848,5 3.560,7 4,290,6 3,205,0 0,1 1,1 9.272,0 2.158,4 5.705,8 1.823,5 2,4 48,1 11.420,9 3.024,5 6 178.1 2 567.3 143.0 8.1 Yugoslavia Cuba Camboya Afganistán 2001 El trato NMF se concedió en 1992, y el SGP en 1993 Las sanciones se intensificaron y se redujeron en varios momentos 1.65 El programa "petróleo por alimentos" se inició a fines de 1996 El embargo se levantó en 1994; el trato NMF se aprobó en 2001 La terminación del asunto Lockerbie podría hacer que se aminorasen las sanciones 0.30 0,0 4,0 0,0 0,2 167,4 81,9 2.961,9 9,5 4 073.4 46.3 0.23 0,0 6,9 0,0 0,2 204,1 249,6 0,0 0,0 390,4 272,7 0,0 0,0 601,9 277,3 0,0 0,0 1 026.4 393.8 0.0 9.0 Las sanciones se levantaron en 1991; el SGP se concedió en 1994 Las sanciones se levantaron en 2001; las preferencias están pendientes Los esfuerzos en favor de la reforma realizados en 2000 llevaron a pocos cambios El trato NMF se concedió en 1996, y el SGP en 1997 El trato NMF se ha denegado desde 1986 En 1997 se llegó a un acuerdo sobre el trato NMF, pero ese acuerdo está aún pendiente El embargo se levantó en 2000; todavía se deniega el trato NMF 0.47 1.851,0 2.144,5 2.229,7 2.741,1 2.209,6 2.696,5 2.633,1 3.018.6 2,495,5 2,926,4 3.812,5 2.507,3 3.192,8 2.394,0 5.405,7 2.921,3 4 429.5 2 822.4 0.03 0,1 1,3 0,0 2,0 10,2 48,4 4,8 58,6 5.4 55.0 0.03 0,0 2,6 0,0 5,8 0,0 9,3 0,6 4,7 0.0 6.9 0.01 0,7 15,5 2,9 9,5 8,1 5,3 4,7 26,1 5,4 4,1 10,0 1,6 101,7 17,9 11,4 11,5 14,3 2,7 592,3 19,5 9,3 17,7 12,7 1,5 964.2 28.1 2.7 5.7 3.9 2.5 0,0 2,0 0,0 5,0 0,0 2,4 0,0 11,3 0.0 0.7 3.595,7 6.453,9 7.481,6 13.084,5 16.826,6 5.699,2 6.019,1 6.579,3 4.665,7 5.945,8 2.103,5 -434,8 -902,3 -8.418,8 -10.880,8 0.47 0.22 Otros países Sudáfrica 1999 República Democrática Popular Lao República Popular Democrática de Corea Total — — — Importaciones de los EE.UU. Exportaciones de los EE.UU. Saldo Fuente: Calculado a partir de datos de la Organización Mundial del Comercio y de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. El porcentaje de las exportaciones mundiales es el porcentaje de las exportaciones de mercancías a todo el mundo efectuadas por un país en 2000. - No se dispone de datos, o el país representó menos de 0,01%. -241- Craig VanGrasstek Los ataques del 11 de septiembre renovaron el interés oficial por la utilización de todas las herramientas, económicas y militares, como medio de ejercer presión sobre los países en la guerra contra el terrorismo. Es difícil encontrar hoy en Washington un dirigente importante que se oponga incondicionalmente a la utilización de sanciones comerciales y de otras sanciones económicas como herramienta de la diplomacia. La cuestión que se plantea actualmente es si la guerra contra el terrorismo hará que el movimiento en favor de la reforma de las sanciones se acelere, se frene o se reoriente. Es posible que en el caso de algunos países se impongan nuevas sanciones o se refuercen las sanciones vigentes. Sin embargo, esos países podrían ser pocos y tener poca importancia económica. La mayoría de los candidatos del Asia central y del Oriente Medio son ya objeto de sanciones o representan pequeños volúmenes de comercio con los Estados Unidos. Ya se han impuesto sanciones comerciales y otras sanciones económicas a los países que están vinculados de una forma u otra con al-Qaeda y con los movimientos conexos. Cualquier ulterior refuerzo de las restricciones comerciales aplicadas a esos países y a esos movimientos podría ser el equivalente comercial de "matar moscas a cañonazos", aunque puede haber algún margen para imponer nuevas restricciones a la inversión y a los movimientos de capital. No obstante, aún más importantes que las nuevas restricciones pueden ser los incentivos que se ofrezcan a algunos países que ya están sometidos a sanciones. Así como el movimiento en favor de la reforma habría llevado a levantar las restricciones por razones económicas, los nuevos cálculos podrían llevar a suprimirlas por razones estratégicas. El principal beneficiario de esta tendencia es el Pakistán, que no es productor de energía. Sin embargo, la misma tendencia podría afectar a otros países que exportan hidrocarburos y productos derivados. 1.2. El Oriente Medio La República Islámica del Irán, el Iraq y la Jamahiriya Árabe Libia figuran entre los países económicamente más importantes a los que los Estados Unidos han sometido a sanciones. Esos tres países -242- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL representan en conjunto el 23,2% de las reservas mundiales de petróleo y el 10,8% de la producción de petróleo en 20005, pero sólo el Iraq, en virtud del programa "petróleo por alimentos", vende actualmente petróleo a los Estados Unidos. Las relaciones con los tres países están complicadas actualmente por la guerra contra el terrorismo, que también plantea nuevos problemas en la relación entre los Estados Unidos y la Arabia Saudita. No se han hecho ni se han propuesto oficialmente cambios formales en las relaciones económicas, diplomáticas y de seguridad entre Washington y Riad, pero el futuro rumbo de esa asociación es objeto de activas especulaciones. Antes del 11 de septiembre, parecía que las sanciones podrían atenuarse o suprimirse para fines de año. Todavía hay algunas posibilidades de que se aminoren las restricciones impuestas a la Jamahiriya Árabe Libia, según la evolución del asunto Lockerbie, pero, a causa de la guerra, no es probable que se haga lo mismo con la República Islámica del Irán ni con el Iraq. El Secretario de Estado Powell propugnó a principios de 2001 la reforma de las sanciones impuestas al Iraq. Su plan de "sanciones inteligentes" haría que se pasase de la actual política de amplias restricciones del comercio en general (con la excepción del programa "petróleo por alimentos") a unas limitaciones más centradas en productos de crítica importancia militar. Con la apertura de las hotilidades, es muy improbable que los Estados Unidos vuelvan a comerciar libremente con el Iraq en un futuro próximo; la cuestión más inmediata que se plantea es si las tensiones militares llevarán, una vez más, a una verdadera guerra. El problema relativo a las sanciones más digno de mención con el que la Administración Bush se enfrentó al principio de su mandato era la Ley de sanciones contra el Irán y Libia, Ley de 1996 que estaba previsto que expirase a mediados de 2001. Esa ley tiene por finalidad ejercer presión sobre los terceros países imponiendo sanciones a las 5 Datos de BP Amoco. -243- Craig VanGrasstek compañías no estadounidenses que inviertan más de 40 millones de dólares al año en los sectores de la energía de la República Islámica del Irán o de la Jamahiriya Árabe Libia. La Unión Europea y sus Estados miembros se oponen firmemente a la imposición de sanciones a sus empresas y a sus ciudadanos que mantienen relaciones económicas con la República Islámica del Irán y con la Jamahiriya Árabe Libia. Esa oposición, respaldada por la amenaza de represalias contra los Estados Unidos, ha llevado a los Estados Unidos a proceder con cautela al aplicar esa ley. También se han intensificado las presiones internas contra las sanciones, ya que las compañías del sector de la energía y otras entidades instaban a que se dejase expirar la ley. Inicialmente, la Casa Blanca parecía deseosa de que esa ley expirase, y lanzó un globo de ensayo a tal efecto a principios de 2001. La reacción negativa fue tan rápida y tan fuerte que el Presidente Bush se vio obligado a aclarar su posición inmediatamente. Bush declaró en una conferencia de prensa que, aunque "es importante que el país estudie todas las políticas aplicadas en materia de sanciones para asegurarse de que son eficaces", no tenía "ninguna intención, por el momento, de levantar las sanciones impuestas a países como el Irán o Libia"6. En su versión definitiva, el informe del grupo de trabajo encargado de estudiar la política energética, tan esperado, recomendó prudentemente que "el Presidente disponga que los Secretarios de Estado, del Tesoro y de Comercio inicien un estudio general de las sanciones"7. El informe, aunque señalaba que "La seguridad energética debe ser uno de los factores que se tengan en cuenta en tal examen"8, no colocaba ese objetivo por encima de los demás. La posición a la que se replegó la Administración, según anunció ésta 6 "Bush: "'No intention' to lift sanctions", noticia de la Associated Press (19 de abril de 2001). 7 Grupo de Desarrollo de la Política Energética Nacional, Energy Policy (Washington, D.C., U.S. Government Printing Office, 2001), págs. 8 a 18. 8 Ibíd. -244- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL oficiosamente a mediados de 20019, no consistía ni en promover la expiración de la Ley de sanciones contra el Irán y Libia ni en apoyar una plena reautorización por cinco años. En vez de ello, la Administración indicó que trataría de obtener una renovación por dos años. Ahora bien, incluso esa posición fue inaceptable para los críticos en el Congreso. El proyecto de ley de renovación de la Ley de sanciones contra el Irán y Libia, promulgado en agosto de 2001, reautorizó la ley por cinco años. En las semanas que siguieron al 11 de septiembre, hubo algunos indicios de que la guerra contra el terrorismo podría reactivar y acelerar el examen por la Administración Bush de la política seguida con respecto a la República Islámica del Irán, llevando posiblemente a la renovación de los esfuerzos para llegar a un acercamiento. Estas expectativas se vieron reforzadas aún más por la cooperación tácita entre Washington y Teherán en la lucha contra los talibanes. Según una escuela de pensamiento, los Estados Unidos deben alentar a los elementos moderados de la República Islámica del Irán y aproximarse a ese país como aliado potencial en la guerra contra el terrorismo. Otra escuela completamente diferente considera que el Irán es uno de los Estados patrocinadores del terrorismo y afirma que ese país debe figurar entre los próximos objetivos de la guerra. Este último grupo estaba ganando terreno a fines de 2001, y en el mensaje sobre el estado de la Unión pronunciado por el Presidente Bush en 2002 se reveló que ese grupo había ganado el debate interno. Bush identificó la República Islámica del Irán -junto con el Iraq y la República Popular Democrática de Corea- como parte de un "eje del mal" que se está "armando para amenazar la paz del mundo"10. Se puede afirmar, 9 La Administración no anunció formalmente la política, pero dejó claramente sentadas sus intenciones por conducto de la prensa. Véase, por ejemplo, Alan Sipress, "Bush seeks reduction of sanctions for Iran, Libya", Washington Post (9 de junio de 2001), pág. A20. 10 George W. Bush, "The President's State of the Union Address" (29 de enero de 2002). -245- Craig VanGrasstek sin temor a equivocarse, que no es probable que los Estados Unidos y la República Islámica del Irán establezcan en un futuro próximo una relación diplomática o económica de cooperación. 1.3. La cuenca del Caspio Los actuales esfuerzos de los Estados Unidos por promover el desarrollo de yacimientos petrolíferos en los Estados de la ex Unión Soviética responden bien al deseo más amplio de los Estados Unidos de reforzar su seguridad energética. La finalidad principal no es extraer petróleo que vaya directamente a los Estados Unidos. Sin embargo, la capacidad adicional responderá a los intereses estadounidenses al hacer que aumente el suministro mundial de energía, al hacer que bajen los precios y al reducir la influencia de los adversarios que tienen grandes reservas de petróleo, al tiempo que se darán lucrativas oportunidades a las empresas estadounidenses. Al mismo tiempo, es de capital importancia para Washington que los oleoductos de esos yacimientos petrolíferos no pasen por o cerca de los territorios de países que se consideran hostiles a los Estados Unidos (especialmente la República Islámica del Irán). La guerra contra el terrorismo sirvió para reforzar estos cálculos estratégicos y también puede llevar a que se deje de aplicar la Ley Jackson-Vanik a la Federación de Rusia y a varias otras repúblicas de la ex Unión Soviética11. Estas disposiciones de la Ley de comercio de 1974 son resultado de la Guerra Fría. La ley, promulgada inicialmente en un momento en que la Unión Soviética restringía la emigración de los judíos, tenía por finalidad ejercer presión sobre la Unión Soviética vinculando su condición de nación más favorecida (NMF) a la libertad de emigración. Los Estados Unidos y la Federación de Rusia se conceden mutuamente en la actualidad el trato NMF (conocido actualmente en la legislación estadounidense como 11 Armenia, Azerbaiyán, Kazajstán, República de Moldova, Tayikistán y Ucrania. -246- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL relaciones comerciales normales), pero lo hacen en los términos condicionales de la Ley Jackson-Vanik. Esa situación crea una gran complicación para la adhesión de Rusia a la OMC. Es un principio bien establecido de la política de los Estados Unidos que, cuando ingresa en la OMC cualquier país comprendido en la Ley JacksonVanik, se invoca la no aplicación de esa ley, lo cual permite a ese país adherirse a la OMC pero de hecho significa que las relaciones bilaterales con ese país se realizan como si no fuera miembro de la OMC. Para superar esa limitación se requiere una ley del Congreso. La Asamblea Legislativa ha tomado medidas en el curso del último decenio para superar esa limitación en el caso de varios países de Europa oriental y antiguas repúblicas de la Unión Soviética, y se espera que decida sobre la nueva iniciativa a principios de 2002. Estos acontecimientos podrían afectar a las sanciones impuestas a otros países. Por ejemplo, a principios de 2002 el Presidente Bush anuló las sanciones que se habían impuesto a Azerbaiyán tras su conflicto con Armenia. Las compañías petroleras estadounidenses venían pidiendo desde hacía largo tiempo que se tomase esa medida. 2. Opciones bilaterales y plurilaterales: regionalismo y discriminación La visión realista de las relaciones internacionales se basa en la tesis de que los países no tienen amigos o enemigos permanentes, sino sólo intereses permanentes. Sin embargo, esta idea puede confundirse fácilmente en la geopolítica del petróleo, porque los países tienen ubicaciones geográficas permanentes y recursos más o menos permanentes. La proximidad física significa que las líneas de comunicación son más cortas y pueden defenderse más fácilmente contra las perturbaciones debidas a fuerzas exteriores. Los Estados Unidos, como importador de petróleo, tienen intereses permanentes en los suministros de ciertos países, especialmente los de su propia vecindad, por lo que a los Estados Unidos les conviene promover una amistad permanente con esos países. En el mundo impersonal del comercio, esas amistades revisten generalmente la forma de discriminación positiva. Esto puede hacerse, bien sobre la base de la -247- Craig VanGrasstek reciprocidad, como en los acuerdos de libre comercio o en las uniones aduaneras, bien en la forma no recíproca de los programas comerciales preferenciales. La concesión de un trato discriminatorio positivo a los aliados ricos en petróleo ha sido una de las principales características de la política comercial de los Estados Unidos durante la última generación. Es la imagen invertida de la política de sanciones estudiada en la sección anterior. Los acontecimientos de 2001 podrían servir para acelerar ese proceso, ya que la intensificación de la inquietud por la seguridad de los suministros no puede sino reforzar el interés de los Estados Unidos en las medidas regionales. 2.1. Importancia estratégica de la discriminación Se estima que las importaciones de energía crean una amenaza a la seguridad nacional cuando llegan a un nivel que hace que los Estados Unidos sean vulnerables a las perturbaciones del suministro o cuando gran parte de esas importaciones procede de países que son hostiles, activa o potencialmente, a los intereses estadounidenses. Dos principios generales regulan la composición preferida de las importaciones de energía: la proximidad y la diversificación. Con arreglo al primer principio, las mejores fuentes de petróleo importado serían los países que están próximos, tanto geográfica como políticamente, a los Estados Unidos. Con arreglo al segundo principio, sería preferible tener una cartera diversificada de proveedores, a pesar de lo que exigiría el primer principio, para que el país no dependa excesivamente de sólo una o dos fuentes. Los suministros de petróleo procedentes de un solo país o de una sola región pueden ser vulnerables a las perturbaciones, se deban éstas a accidentes, a desastres naturales o a las políticas nacionales. Basándose en estas dos consideraciones, los Estados Unidos han tratado de no recurrir excesivamente a proveedores situados fuera del continente americano. Ese es especialmente el caso de los países que se consideran hostiles a los intereses estadounidenses o cuyo petróleo ha de pasar por puntos de estrangulamiento que están distantes y son -248- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL difíciles de defender. A la Marina de los Estados Unidos le resulta mucho menos difícil defender el golfo de México que mantener abierto a la marina mercante el golfo Pérsico. Las tendencias en el curso del tiempo han estado orientadas a una mayor seguridad del suministro, como se desprende de los datos del gráfico 1. Esa distribución cambiante del suministro no es resultado de las meras fuerzas del mercado ni de la pura casualidad, sino que se debe a los incentivos y barreras utilizados tanto por los Estados Unidos como por sus proveedores. La naturaleza y el alcance de la intervención estadounidense en el mercado ha atravesado cuatro períodos, que pueden resumirse como sigue: 1. Antes del decenio de 1950, los Estados Unidos importaban relativamente poco petróleo. Fueron exportador neto en la mayoría de esos años y no hicieron ningún esfuerzo por influir en el origen de las importaciones. 2. La crisis de Suez de 1956 cambió la forma en que los Estados Unidos percibían la seguridad energética y llevó a los dirigentes a alentar las importaciones procedentes del continente americano y no del Oriente Medio. El Presidente Eisenhower impuso en 1959 el Programa de Contingentes Obligatorios para las Importaciones de Petróleo, por el que se rigieron las importaciones de petróleo de los Estados Unidos hasta que el Presidente Nixon le puso fin en 1973. 3. Entre las dos crisis del petróleo de 1973 y 1979, los Estados Unidos no alentaron ni desalentaron las importaciones procedentes de ningún proveedor específico. Tanto el Presidente Ford como el Presidente Carter consideraron la renovación de las restricciones a la importación, pero sus políticas fueron de corta duración o fueron revocadas por el Congreso. -249- Craig VanGrasstek Gráfico 1 Porcentajes representados por las importaciones de petróleo efectuadas por los Estados Unidos de distintos países y regiones 100% Otros países de Oriente Medio Arabia Saudita 80% Resto del mundo 60% Nigeria Otros países de América 40% Canadá 20% Venezuela 0% 1949 1954 1959 México 1964 1969 1974 1979 1984 1989 1994 1999 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. 4. El choque petrolero de 1979 que siguió a la revolución iraní llevó a los Estados Unidos a adoptar una nueva orientación consistente en fomentar las importaciones procedentes de los países vecinos. En vez de emplear la herramienta negativa de los contingentes, esta nueva política alienta la negociación de acuerdos de libre comercio. En comparación con la situación existente en períodos anteriores, la distribución actual de las importaciones muestra un equilibrio casi ideal entre la proximidad y la diversificación. La gran medida en que se recurrió a las importaciones procedentes de Venezuela durante los decenios de 1950 y de 1960 infringió el principio de la diversificación, pero se hizo en un momento en que las importaciones cubrían sólo una pequeña parte del consumo de petróleo de los Estados Unidos, mientras -250- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL que en el decenio de 1970 el continente americano representaba una parte muy pequeña de las importaciones. La seguridad llegó a su nadir con la crisis del petróleo de 1979, momento en que los Estados Unidos importaban más petróleo del Oriente Medio que del continente americano. Desde mediados del decenio de 1980, una parte cada vez mayor de las importaciones estadounidenses ha procedido del continente americano, y se han diversificado las importaciones procedentes tanto de dentro como de fuera de la región. El cuadro 2 da una idea más detallada de las importaciones actuales de petróleo y de otras fuentes de energía efectuadas por los Estados Unidos. El cuadro muestra que, en 2001, el Oriente Medio representaba menos de la quinta parte del total de las importaciones de energía efectuadas por los Estados Unidos, y una parte aún menor de las importaciones de petróleo y de gas. El continente americano representaba más de la mitad de la totalidad de las importaciones de energía. La relación de los Estados Unidos con el Canadá, país que es, con mucho, el proveedor más importante, muestra el resultado final de las medidas de política a largo plazo tomadas por los Estados Unidos. Ese vecino del norte no sólo proporcionaba la mayor parte de las importaciones de energía, que representaron más de un tercio del total en 2001, sino que también exportaba toda una serie de combustibles. Entre los países que suministraban a los Estados Unidos las seis categorías de productos que se indican en el cuadro 2, el Canadá ocupa, bien el primer lugar (petróleo y gas, productos refinados y electricidad), bien el segundo lugar (gas licuado y uranio), bien el tercer lugar (carbón). Esta posición única se debe, en primer lugar, a la riqueza del Canadá en hidrocarburos y otros combustibles, pero también a la especial relación económica que se ha instaurado entre los dos países en el curso de la última generación. La negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) impulsó aún más la integración de los mercados energéticos de América del Norte, al ser México el cuarto proveedor más grande de energía a los Estados Unidos. El comercio de energía en América del Norte se realiza en ambos sentidos. Si bien los Estados Unidos importaron energía por valor de 44.800 millones de dólares del -251- Craig VanGrasstek Canadá y de México en 2001, esa suma se vio parcialmente compensada por las exportaciones estadounidenses de combustibles al Canadá y a México (5.600 millones de dólares), así como por las exportaciones de productos utilizados para la producción y la distribución de energía (9.200 millones de dólares). Los Estados Unidos también exportaron electricidad por valor de 1.300 millones de dólares al Canadá en 2001. 2.2. Acuerdos de libre comercio Los acuerdos de libre comercio deben, pues, considerarse en su debido contexto. Son resultados de decenios de deliberaciones internas y de negociaciones internacionales, a partir de los sondeos hechos por los Estados Unidos en el Canadá y en México a fines del decenio de 1970. El descubrimiento de grandes yacimientos petrolíferos nuevos en México coincidió con la segunda crisis del petróleo e hizo que tres presidentes sucesivos de los Estados Unidos militasen a favor de la integración. México rechazó las primeras propuestas hechas por el Presidente Carter, pero, cuando el Presidente Reagan consiguió negociar el acuerdo de libre comercio con el Canadá, tomó la iniciativa de proponer que se celebrasen negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio con el primer Presidente Bush. El Presidente Clinton y después el Presidente Bush mantuvieron esa continuidad y propusieron y realizaron negociaciones sobre el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Esas negociaciones regionales, si concluyen con éxito en 2005, constituirán la culminación de un proceso mediante el cual los Estados Unidos han concertado con sus países vecinos unos acuerdos comerciales preferenciales que han representado, sucesivamente, primero más de una cuarta parte de las importaciones de energía de los Estados Unidos, después más de un tercio de sus importaciones y finalmente más de la mitad12. 12 Esas proporciones se expresan como porcentajes de las importaciones de energía realizadas por los Estados Unidos en 2001, como en el cuadro 2, y no como porcentajes de las importaciones en el momento en que se concertaron los acuerdos respectivos. -252- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Cuadro 2 Importaciones de energía realizadas por los Estados Unidos, 2001 Importaciones generales, valor en aduana, en millones de dólares América Partes en el TLCAN Canadá México Resto de la región Venezuela Colombia Trinidad y Tabago Brasil Argentina Aruba Ecuador Otros países Resto del mundo Oriente Medio Arabia Saudita Iraq Argelia Kuwait Otros países Todos los demás países Nigeria Reino Unido Noruega Angola Federación de Rusia Gabón Indonesia Australia Malasia China Otros países Total Porcentaje Petróleo y gas 42.774 Gas licuado 8.933 Petróleo Electricidad refinado 12.722 2.680 31.018 22.812 8.206 5.480 4.133 1.347 5.132 4.484 648 11.756 8.622 1.347 3.453 1.555 1.070 240 97 436 0 855 159 22.693 11.151 6.687 2.588 496 1.122 258 11.542 4.728 1.351 1.649 1.742 0 882 246 192 55 78 619 65.467 52,5 Uranio Carbón Total Porcentaje 331 572 68.012 54,5 2.680 2.680 0 331 331 0 115 115 0 44.756 34.555 10.201 35,9 27,7 8,2 7.590 3.151 502 0 0 0 0 0 0 457 125 330 23.256 13.453 3.249 18,6 10,8 2,6 739 17 63 0 6 3 20.324 10.976 5.574 3.207 1.136 586 473 435 1.049 602 1,028 110 713 11.902 1.566 334 5 1.020 164 43 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 0 1.673 0 0 0 0 0 0 0 0 0 2 0 0 97 0 0 0 0 0 0 1.414 1.163 1.101 1.030 971 875 56.689 23.693 12.595 5.800 2.652 1.872 774 1,1 0,9 0,9 0,8 0,8 0,7 45,5 19,0 10,1 4,7 2,1 1,5 0,6 9.348 1.005 1.378 1.248 10.336 351 1.015 415 103 0 0 0 0 0 1,673 0 206 0 0 97 0 3 1 0 32.996 8.756 3.580 3.443 3.093 26,5 7,0 2,9 2,8 2,5 0 740 130 217 68 43 842 29.257 23,5 874 0 160 57 267 127 6,967 24.624 19,7 0 0 0 0 0 0 0 2.680 2,1 922 0 0 26 0 12 507 2.004 1,6 7 0 38 11 0 1 36 669 0,5 1.803 1.622 574 503 390 261 8,971 124.701 100,0 1,4 1,3 0,5 0,4 0,3 0,2 7,2 100,0 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. Las cifras se basan en las categorías 1221, 1311, 1321 y 2911 de la Clasificación Industrial Uniforme de los Estados Unidos, así como en las partidas del Arancel de Aduanas Armonizado de los Estados Unidos correspondientes al uranio y a los productos conexos (partida 2844) y a la energía eléctrica (partida 2716). -253- Craig VanGrasstek Una de las principales ventajas de los acuerdos de libre comercio vigentes, desde el punto de vista de los Estados Unidos, es el carácter legal que confieren a las reivindicaciones de los Estados Unidos sobre esas reservas de energía vitales de América del Norte. El TLCAN es un acuerdo que va más allá que los instrumentos de la OMC, en el sentido de que entraña mayores compromisos tanto de los exportadores de energía como de los importadores de energía. Todavía no está claro si el ALCA irá tan lejos como el TLCAN al hacer que ni los exportadores ni los importadores puedan emplear restricciones del comercio como herramienta de su política exterior. Un tercio de las importaciones de energía de los Estados Unidos están ya incluidas en el TLCAN, y el ALCA sometería una quinta parte adicional de esas importaciones a condiciones especiales susceptibles de cumplimiento coercitivo. Tanto política como económicamente, la cuestión más importante que plantea el comercio de energía en el marco del ALCA es cómo afectará ese comercio a la relación entre los Estados Unidos y Venezuela. Venezuela ya no ocupa la posición dominante en las importaciones de petróleo de los Estados Unidos que puede verse tan espectacularmente en el gráfico 1, pero continúa siendo un proveedor de importaciones de energía de los Estados Unidos de mayor peso que México o la Arabia Saudita. Por otra parte, las exportaciones de Venezuela no se limitan a los combustibles; el país es también un importante inversionista en el sector del refinado de petróleo de los Estados Unidos. Desgraciadamente, Washington y Caracas han tenido una historia difícil. La Organización de Países Exportadores de Petróleo fue una iniciativa de Venezuela, y Caracas ha mostrado un malestar creciente con la propuesta ALCA. La guerra contra el terrorismo ha creado una nueva fuente de fricción, y altos funcionarios de los Estados Unidos han respondido airadamente a las observaciones que el Presidente de Venezuela Hugo Chávez ha hecho sobre la actuación de los Estados Unidos en el conflicto. Las controversias sobre la política en materia de comercio de energía, así como sobre otros asuntos políticos, pueden ser una creciente fuente de fricción entre los Estados Unidos y Venezuela en los próximos años. -254- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL 2.3. Preferencias no recíprocas Los Estados Unidos pueden recurrir, además de a la opción recíproca de los acuerdos de libre comercio, a preferencias no recíprocas como medio de fomentar las importaciones procedentes de algunos proveedores. Esta es una evolución relativamente reciente en lo que se refiere a las importaciones de energía, ya que los Estados Unidos han excluido desde hace largo tiempo el petróleo del Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) y de otros programas de comercio preferencial. Esto cambió cuando el Congreso promulgó la Ley de comercio y desarrollo de 2000. Aunque el petróleo continúa estando fuera del ámbito de aplicación de los privilegios de entrada en franquicia inherentes al SGP, se concede acceso preferencial al petróleo importado de los países beneficiarios de la Iniciativa de la Cuenca del Caribe y de la Ley para el fomento del crecimiento y las oportunidades en África (AGOA). Los resultados pueden verse en el gráfico 2. Antes de fines del decenio de 1990, el Canadá y México eran las únicas fuentes de las importaciones de petróleo y de otros combustibles que entraban en franquicia en los Estados Unidos. En 1997, se añadieron al SGP algunos productos energéticos, tras la entrada en vigor de las nuevas preferencias regionales. Una cuarta parte de la totalidad de las importaciones de combustible efectuadas por los Estados Unidos se realizan actualmente con carácter preferencial, y ese número puede aumentar en el futuro. El petróleo es especialmente importante para algunos países africanos del sur del Sáhara. En 2001, los Estados Unidos importaron con arreglo a la AGOA productos por valor de 7.600 millones de dólares, cifra en la que el gas natural licuado representó 3.700 millones de dólares, el petróleo bruto 2.800 millones de dólares y los productos refinados 271,5 millones de dólares. Todos los demás productos representaron menos del 10% del total13. Hasta la fecha, Nigeria ha aportado la mayor parte de las importaciones efectuadas con arreglo a la AGOA. 13 Estas cifras se han calculado a partir de datos de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. -255- Craig VanGrasstek Gráfico 2 Trato arancelario dado por los Estados Unidos a las importaciones de combustibles Distribución porcentual de las importaciones de petróleo bruto, petróleo refinado, gas natural y carbón entre los programas de importación 100% Partes en acuerdos de libre comercio Preferencias regionales (África y el Caribe) 80% Sistema generalizado de preferencias 60% 40% Importaciones gravables 20% 0% 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos de la Comisión de Comercio Internacional de los Estados Unidos. 3. Opción multilateral: la energía en la nueva ronda de negociaciones de la OMC En el análisis que precede se indica que la nueva ronda de negociaciones de la OMC no es el único foro en el que los Estados Unidos tratarán de alcanzar sus objetivos en lo que se refiere al comercio de energía. De hecho, no es ni siquiera el foro principal. Las negociaciones multilaterales, aunque pueden llevar a nuevos compromisos en el sentido de liberalizar el comercio de productos y servicios relacionados con la energía, pueden considerarse como un solo aspecto de un esfuerzo polifacético de los Estados Unidos por mejorar su seguridad energética y sus oportunidades económicas. La -256- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL OMC es el principal foro solamente en lo que se refiere a los aspectos de la política en materia de comercio de energía de los Estados Unidos que se quiere que no sean discriminatorios, especialmente los esfuerzos por abrir los mercados extranjeros a las exportaciones de bienes y servicios estadounidenses. Los aspectos más importantes de la política en materia de comercio de energía de los Estados Unidos se basan en mecanismos discriminatorios, bien positivos (preferencias), bien negativos (sanciones), y a este respecto se actúa fuera de aquella institución multilateral. Gráfico 3 El comercio estadounidense de bienes y servicios relacionados con la energía (En miles de millones de dólares corrientes) $140 Importaciones de combustibles (petróleo, gas, productos refinados y carbón $120 $100 Exportaciones de servicios de ingeniería, minería, arquitectura, etc. Exportaciones de combustibles $80 $60 $40 Exportaciones de bienes utilizados por las industrias de la energía eléctrica y de los hidrocarburos $20 $0 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos de la Comisión de Comercio Internacional y del Departamento de Comercio de los Estados Unidos; todavía no se dispone de datos sobre las exportaciones de servicios en 2001. Los Estados Unidos se consideran principalmente como un importador de energía. Su consumo de petróleo por habitante es -257- Craig VanGrasstek alrededor de cinco veces mayor que el del mundo en su conjunto, y el consumo del país representa aproximadamente la cuarta parte del consumo de petróleo mundial. No obstante, es importante recordar que los Estados Unidos tienen grandes intereses de exportación en este sector, especialmente en lo que se refiere a los bienes y servicios relacionados con la producción y la distribución de energía. Este punto se representa gráficamente en el gráfico 3, en el que se ilustra la evolución reciente de las importaciones y exportaciones de los Estados Unidos en el sector de la energía. Los datos muestran que las importaciones de petróleo y de otros combustibles, aunque son grandes y van en aumento, están compensadas en buena medida por las exportaciones estadounidenses de combustibles brutos y refinados, así como de bienes y servicios utilizados en los sectores de la energía y de la minería de otros países. Uno de los principales objetivos de los Estados Unidos en las negociaciones comerciales tanto regionales como multilaterales es aumentar esas exportaciones consiguiendo que se reduzcan las barreras extranjeras a los bienes y servicios relacionados con la energía. Esta idea quedó claramente sentada en el informe publicado en 2001 por el grupo de trabajo del Vicepresidente Cheney encargado de la energía. En el informe se recomendó que: "El Presidente ordene a los Secretarios de Estado, de Comercio y de Energía que continúen apoyando a las empresas estadounidenses del sector de la energía que compiten en los mercados del extranjero y que utilicen nuestra condición de miembro de organizaciones multilaterales tales como la Cooperación Económica de Asia y el Pacífico (CEAP), la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), la Organización Mundial del Comercio (OMC), en particular las negociaciones sobre los servicios relacionados con la energía, y el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), así como nuestras relaciones bilaterales, para poner en práctica un sistema de normas y procedimientos claros, abiertos y transparentes que regulen la inversión extranjera, para dar igualdad de -258- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL oportunidades a las compañías estadounidenses en el extranjero y para reducir las barreras al comercio y a la inversión."14 El sector de la energía ocupa en el sistema del GATT/OMC una posición un tanto similar a la que tenía el sector agropecuario antes de la Ronda Uruguay: no está totalmente exento de disciplinas multilaterales, pero tampoco está plenamente comprendido dentro de esas normas. Ilustra la práctica seguida en el pasado el acuerdo informal, no escrito y no reconocido pero sin embargo real, que en gran parte ha mantenido el petróleo fuera del campo de aplicación de las normas. Esta excepción no es exclusiva de los Estados Unidos. Tanto los países importadores de energía como los países exportadores de energía han utilizado restricciones del comercio para alcanzar sus objetivos diplomáticos o de seguridad, y ninguna parte ha optado por emplear las normas de esa institución para impugnar las principales medidas tomadas por sus interlocutores comerciales. La nueva Ronda puede lograr unas reducciones limitadas de las barreras al comercio relacionadas con la energía, pero no es probable que se traten de alcanzar objetivos más ambiciosos si no se llega a un mayor entendimiento entre los principales actores y el grupo cada vez mayor de los exportadores de petróleo. Hay buenas razones para dudar que las partes interesadas estén dispuestas a concertar tales acuerdos en un foro multilateral y no discriminatorio. Si no están dispuestas a ello, cabe prever que los foros regionales o plurilaterales tales como el ALCA y la OPEP continuaran siendo más importantes que la OMC. Los acontecimientos de 2001 pueden reforzar la tendencia a basarse en alternativas a la OMC. La guerra contra el terrorismo intensifica las inquietudes por la seguridad y hace que se perciba mejor la necesidad de cooperar más estrechamente con los proveedores regionales. También es posible que el derrumbamiento de Enron reduzca la presión que se ejercía para que se contrajeran nuevos compromisos en relación con los servicios energéticos. 14 Grupo de Desarrollo de la Política Energética Nacional, Energy Policy (Washington, D.C., U.S. Government Printing Office, 2001), págs. 8 a 18. -259- Craig VanGrasstek 3.1. Adhesión esde los principales países productores de petróleo La situación y la influencia de los países exportadores de petróleo en el sistema comercial puede cambiar a medida que un mayor número de ellos se adhieran a la OMC. Aunque el conjunto de los Miembros actuales de la OMC representa la inmensa mayoría del comercio de productos distintos del petróleo, la situación es totalmente diferente en lo que se refiere al petróleo. Pronto se puede llegar a un momento decisivo en el que los países que representan más de la mitad de las exportaciones mundiales de petróleo sean Miembros de la OMC, y cabe prever que el "bloque del petróleo" de esa Organización irá siendo cada vez mayor e irá dejando oír su voz cada vez más en los años venideros. Como puede verse por los datos reflejados en el gráfico 4, el GATT empezó con pocos productores de petróleo, y muchos de los principales exportadores de energía del mundo permanecieron fuera del GATT hasta el decenio de 1980. Esta situación cambió con la adhesión de países de América Latina y del golfo Pérsico ricos en petróleo, en particular México, los Emiratos Árabes Unidos y Venezuela. Ahora puede decirse que el "barril" de la OMC está medio lleno o medio vacío. Como se ve en el cuadro 3, algunos importantes exportadores de petróleo, sobre todo la Arabia Saudita, están fuera de la OMC. No obstante, están negociando activamente para ingresar en la OMC. Los 11 países del cuadro representan más de la mitad de las reservas mundiales de petróleo y más de un tercio de la producción de petróleo. Diez de esos países están en proceso de adhesión o han expresado su interés en adherirse. El Iraq es el único gran productor que ni es todavía miembro, ni está tratando de adherirse, ni se sabe que esté considerando la posibilidad de adherirse. Dentro de unos años, los países Miembros de la OMC pueden representar la gran mayoría de la producción y de las exportaciones mundiales de petróleo. Parece razonable suponer que el acuerdo no escrito que prevaleció en el pasado será puesto en entredicho cuando en el club haya un bloque creciente de países ricos en petróleo. -260- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Gráfico 4 Parte de la producción de petróleo representada en el sistema del GATT/OMC Países que no se han adherido a la OMC 100% 80% Países en proceso de adhesión a la OMC 60% Partes Contratantes en el GATT o Miembros de la OMC 40% 20% 0% 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos de BP Amoco y basadas en la producción de petróleo en 2000, no en los años que se indican. El camino por el que esos países entran en la OMC es bidireccional. Al igual que los exportadores de petróleo confían en utilizar las normas de la OMC en su beneficio, los Estados Unidos aprovechan las oportunidades que ofrece la negociación (tanto en las rondas generales como en el proceso de adhesión a la OMC) para conseguir que se acepten compromisos que respondan a sus intereses económicos. Así ocurrió en las negociaciones para la adhesión de México y Venezuela al GATT en el decenio de 1980, y así ocurre igualmente en las negociaciones actuales para la adhesión de los países del Oriente Medio exportadores de petróleo y para la adhesión de la ex Unión Soviética. Es posible que las adhesiones de algunos de esos países se vean afectadas por los cambios del entorno político causados por la guerra contra el terrorismo. -261- Craig VanGrasstek Cuadro 3 Situación de algunos países exportadores de petróleo que todavía están fuera de la OMC Los datos relativos al petróleo son porcentajes de los totales mundiales correspondientes a 2000 Arabia Saudita Participación en Las reservas La producción mundiales mundial de de petróleo petróleo 25,0 12,3 Argelia 0,9 1,9 Azerbaiyán 0,7 0,4 Federación de Rusia 4,6 9,0 Año en que se inició el Situación de la adhesión y política proceso de de los Estados Unidos adhesión 1993 Se está estudiando el proyecto inicial de informe del grupo de trabajo. La posición de los Estados Unidos se ve complicada por una directiva del Congreso de 1994 que se opone a la adhesión de los países que participan en el boicot de Israel por la Liga Árabe. 1987 Se están estudiando las ofertas iniciales sobre el acceso de los bienes y servicios al mercado. 1997 Todavía no se han hecho ofertas sobre el acceso al mercado. La posición de los Estados Unidos se ve complicada por la persistente controversia del país con Armenia (que también está en proceso de adhesión), pero se ha atenuado una anterior prohibición de que los Estados Unidos prestasen asistencia técnica a Azerbaiyán, y los Estados Unidos han asignado 1 millón de dólares para proyectos relacionados con la adhesión. Al igual que a la Federación de Rusia, a Azerbaiyán se le aplica la Ley Jackson-Vanik, pero la Administración Bush ha propuesto que se le deje de aplicar en 2001. 1993 El proyecto inicial de informe del grupo de trabajo se distribuirá a principios de 2002. La Administración Bush propuso en 2001 que el Congreso aprobase el establecimiento de relaciones comerciales normales permanentes -262- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Participación en Las reservas La producción mundiales mundial de de petróleo petróleo Año en que se inició el proceso de adhesión Iraq 10,8 3,6 - Jamahiriya Árabe Libia 2,8 2,0 - Kazajstán 0,8 1,0 1996 República Árabe Siria 0,2 0,8 - República Islámica del Irán 8,6 5,2 - Uzbekistán 0,1 0,2 1994 Viet Nam 0,1 0,4 1995 -263- Situación de la adhesión y política de los Estados Unidos (anteriormente Trato NMF) eximiendo al país de la aplicación de la Ley Jackson-Vanik. Así sería innecesario que los Estados Unidos invocasen la cláusula de no aplicación (artículo XIII de la OMC) al adherirse el país. Se espera que el Congreso vote sobre la cuestión en 2002. No ha mostrado interés en adherirse, y, si solicitase la adhesión, cabe presumir que ésta quedaría bloqueada por las sanciones de las Naciones Unidas. Solicitó la adhesión en 2001. Los Estados Unidos podrían tomar medidas para bloquear la formación de un grupo de trabajo. Se espera que en 2002 se presenten ofertas revisadas sobre el acceso al mercado. Al igual que a la Federación de Rusia, a Kazajstán se le aplica la Ley Jackson-Vanik, pero la Administración Bush ha propuesto que se le deje de aplicar en 2001. Solicitó la adhesión en 2001. Los Estados Unidos podrían tomar medidas para bloquear la formación de un grupo de trabajo. Ha tratado de adherirse desde 1996, pero los Estados Unidos e Israel han bloqueado la formación de un grupo de trabajo. Se le aplica la Ley Jackson-Vanik, y no figura entre los países para los que la Administración Bush ha propuesto que se les deje de aplicar en 2001. Todavía no se han hecho ofertas sobre el acceso al mercado. Las negociaciones sobre el acceso al mercado se iniciaron recientemente. El establecimiento de relaciones comerciales Craig VanGrasstek Participación en Las reservas La producción mundiales mundial de de petróleo petróleo Año en que se inició el proceso de adhesión Situación de la adhesión y política de los Estados Unidos normales (Trato NMF) con los Estados Unidos en 2001 con carácter condicional facilitará el proceso. Sin embargo, los Estados Unidos invocarán la no aplicación a menos que el Congreso conceda aquella condición con carácter permanente al disponer que se deje de aplicar a Viet Nam la Ley Jackson-Vanik. Viet Nam no figura entre los países para los que la Administración Bush ha propuesto que se deje de aplicar esa ley. Fuente: Datos de BP Amoco relativos al petróleo. Las adhesiones están también vinculadas a la política seguida en materia de sanciones, al menos en la práctica de los Estados Unidos. Los negociadores estadounidenses han tomado medidas repetidamente para impedir la formación de un grupo de trabajo para la adhesión de la República Islámica del Irán a la OMC, y podrían hacer lo mismo para la Jamahiriya Árabe Libia y para la República Árabe Siria. La norma del consenso de la OMC equivale a que cada país tenga un veto, y los Estados Unidos podrían hipotéticamente bloquear indefinidamente la adhesión de estos países. Sin embargo, este aspecto de la política de los Estados Unidos puede ser objeto de críticas cada vez más fuertes, y los representantes de la Unión Europea han expresado ya alguna decepción por la política seguida por los Estados Unidos en relación con la adhesión del Irán. 3.2. Acceso de los bienes y servicios a los mercados El aspecto más tradicional de la política comercial es la imposición o supresión de barreras arancelarias y no arancelarias al movimiento de mercancías. Las negociaciones sobre el acceso a los mercados forman parte de la nueva Ronda y son la cuestión menos -264- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL controvertida que se ha planteado. Los negociadores de los Estados Unidos esperan establecer un sistema en el que todos los países Miembros de la OMC estén abiertos a los bienes y servicios exportados por las empresas estadounidenses del sector de la energía, bien para su importación permanente, bien para su importación temporal como "herramientas del ramo", pero los Estados Unidos siguen teniendo libertad para utilizar los medios que sean legales desde el punto de vista de la OMC a fin de restringir las importaciones de energía por razones de seguridad nacional. Los Estados Unidos han conservado sus opciones al no haber consolidado los derechos arancelarios aplicables al petróleo. Conforme a esas normas, nada impediría que los Estados Unidos impusieran contingentes, aranceles u otras restricciones si se produjera una nueva emergencia relacionada con el petróleo. La mayoría de los demás productos relacionados con la energía que importan los Estados Unidos están sometidos a derechos consolidados a tipos bajos o nulos. Esto implica que los negociadores estadounidenses tendrán que hacer concesiones en otros sectores cuando traten de conseguir que se reduzcan o se eliminen las barreras establecidas por otros países a los productos relacionados con la energía. Los servicios tienden a ser más controvertidos que los bienes, y además constituyen cuestiones más complicadas de negociar. Los servicios relacionados con la energía no son una excepción a esa norma general, dado que entrañan algunas de las cuestiones que tan difícil hicieron que se llegase a un acuerdo sobre los servicios de telecomunicaciones. Al igual que en el caso de las telecomunicaciones, en este sector se está produciendo una importante evolución tecnológica que socava la antigua doctrina de los "monopolios naturales", y las negociaciones tienen lugar en un momento en que un mayor número de países están liberalizando o privatizando totalmente sus monopolios nacionales. Los negociadores estadounidenses esperan alentar ese proceso y bloquear las medidas unilaterales de los países en forma de compromisos susceptibles de cumplimiento coercitivo asumidos en el marco del Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (AGCS). Las propuestas que los -265- Craig VanGrasstek Estados Unidos han formulado sobre los servicios de energía son, de hecho, muy similares en su finalidad y en su formulación a las propuestas que los negociadores estadounidenses hicieron en años anteriores para los servicios de telecomunicaciones. Los servicios relacionados con la energía son de especial interés para los Estados Unidos. Desgraciadamente, no se dispone de datos completos y fiables sobre el comercio estadounidense en ese sector, pero en el gráfico 5 se recogen datos recientes de la categoría general que engloba la energía. Los datos son un tanto equívocos, porque se han contado excesivamente algunas actividades y se han contado insuficientemente otras. Esa categoría incluye algunas actividades que están relacionadas con la energía (especialmente la minería y la ingeniería) y otras que no lo están (especialmente la arquitectura). Esas actividades están contadas insuficientemente en el sentido de que las cifras parecen incluir servicios que se exportan de los Estados Unidos (en la terminología del AGCS, Modo 1), pero no incluyen algunas formas importantes de servicios relacionados con la energía que se prestan por otros medios. Entre ellos figuran los servicios de educación proporcionados por las escuelas estadounidenses a estudiantes extranjeros en esferas relacionadas con la energía (servicios que están comprendidos en el Modo 2 del AGCS), las operaciones en el extranjero que son total o parcialmente propiedad de empresas matrices estadounidenses (Modo 3) y el empleo de ciudadanos estadounidenses como ingenieros u otros profesionales por empresas extranjeras que trabajan en el sector de la energía (Modo 4). Incluso con estas deficiencias, los números dan algunas indicaciones interesantes. Gran parte de los ingresos que los Estados Unidos reciben por esos servicios procede de países exportadores de petróleo, especialmente del Oriente Medio. Lo que es más notable de esos servicios es que el nivel de los pagos (equivalente a las importaciones) es muy inferior al nivel de los ingresos (equivalente a las exportaciones). Este es evidentemente un sector en el que las empresas estadounidenses son muy competitivas y en el que los negociadores estadounidenses tienen fuertes incentivos para tratar de conseguir compromisos de otros países Miembros de la OMC. -266- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Gráfico 5 Comercio estadounidense de servicios de construcción, ingeniería, arquitectura y minería, 2000 En millones de dólares México Chile China Venezuela Canadá Indonesia Pagos (importaciones) Otros países de América Ingresos (exportaciones) Unión Europea Singapur Resto del mundo África Oriente Medio $0 $200 $400 $600 $800 $1000 Fuente: Cifras calculadas a partir de datos del Departamento de Comercio de los Estados Unidos. Los dirigentes estadounidenses esperan que las nuevas negociaciones sobre el AGCS hagan que aumenten las oportunidades que se ofrecen a los exportadores estadounidenses de servicios relacionados con la energía. Esas conversaciones, conocidas como negociaciones del AGCS 2000, están ahora incluidas en la Ronda de Negociaciones, más amplia. Los Estados Unidos han presentado dos documentos15 y una propuesta16 relativos a los servicios de energía, así 15 Véase Organización Mundial del Comercio, Comunicación de los Estados Unidos: Servicios de energía (S/C/W/58, 20 de octubre de 1998), y Comunicación de los Estados Unidos: Clasificación de los servicios energéticos (S/CSC/W/27, 18 de mayo de 2000). -267- Craig VanGrasstek como otras observaciones hechas sobre la cuestión en una reunión de octubre de 2001 del Consejo del AGCS17. El documento presentado en 2000 hacía pensar que las negociaciones debían tener por finalidad aumentar las oportunidades de que los proveedores de servicios de energía vendiesen y distribuyesen sus servicios, sin discriminación, por los cuatro modos de suministro, suprimir los aranceles aplicables a los bienes relacionados con la energía, establecer un derecho de entrada temporal para el personal esencial de las compañías que prestan servicios de energía y permitir el libre movimiento de información electrónica y el comercio electrónico (por ejemplo, para el comercio y el corretaje, el análisis de datos, etc.). En la propuesta se indicaban unos pocos sectores en los que los Estados Unidos no tratarían de que se introdujeran cambios en la legislación internacional o nacional vigente. Los Estados Unidos declararon expresamente que no proponían que se abordasen las cuestiones relativas a la propiedad estatal de los recursos naturales, y en el documento se preveía la imposición de restricciones destinadas a proteger el medio ambiente y a conservar los recursos naturales. No se hacía ninguna mención de restricciones impuestas por razones de seguridad nacional. La liberalización del comercio es el complemento internacional de la desregulación, y los negociadores estadounidenses esperan evidentemente que en los mercados internacionales de la energía se repita la experiencia de la desregulación del sector de las telecomunicaciones. Este punto se deja claramente sentado en un documento de los Estados Unidos en el que se afirma que: "Los compromisos relativos al acceso a los mercados y el trato nacional pueden quedar vacíos de significado si no se lleva 16 Véase Organización Mundial del Comercio, Comunicación de los Estados Unidos: Servicios de energía (S/CSS/W/24, 18 de diciembre de 2000). 17 Véase el documento no publicado aún titulado "Comunicación de los Estados Unidos: Servicios de energía: Objetivos de las negociaciones" (4 de diciembre de 2001). -268- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL a cabo una reforma de la reglamentación. Al mismo tiempo, en el plano práctico, el establecimiento de un marco reglamentario favorecedor de la competencia promueve muy poco la liberalización del comercio si no se eliminan las restricciones relativas al acceso a los mercados y el trato nacional."18 No obstante, vale la pena preguntarse si los acontecimientos de 2001 pueden reducir la voluntad tanto de los Estados Unidos como de sus interlocutores de avanzar en esa dirección. A principios de año, parecía que la crisis incipiente de la energía en California era un ejemplo de cómo la desregulación no siempre produce los efectos deseados de aumento del suministro y de baja de los precios. La recesión resolvió pronto ese problema, pero, tras el derrumbamiento de Enron, puede haber nuevas presiones en contra de la desregulación. Muchos sospechan que la supuesta crisis puede atribuirse más a las manipulaciones del mercado de Enron y de otras empresas que a los errores de los organismos reguladores y de las empresas de la electricidad. Estas preocupaciones podrían afectar a diversos aspectos de la política energética de los Estados Unidos. Las acusaciones de "capitalismo de compadrazgo", de corrupción y de explotación llevan a algunos dirigentes estatales y federales de los Estados Unidos a preguntarse si la energía es un sector demasiado importante como para dejarlo al libre juego de los mercados, especialmente cuando unas pocas empresas grandes pueden utilizar su influencia política y su información asimétrica para socavar el funcionamiento de esos mercados. Es posible que esas inquietudes lleven a algunos gobiernos estatales y locales a reforzar sus sistemas de regulación, al tiempo que, en el plano federal, el Congreso ve ahora con más escepticismo las propuestas encaminadas a hacer que la política energética se oriente más al mercado. Es perfectamente posible que las propuestas de la Administración Bush sobre una nueva ley de la energía queden reducidas a la nada. No parece probable que los partidos lleguen a 18 Véase Organización Mundial del Comercio, Comunicación de los Estados Unidos: Servicios de energía (S/CSS/W/24, 18 de diciembre de 2000), pág. 2. -269- Craig VanGrasstek una solución conciliatoria entre la preferencia del Partido Republicano por los incentivos de la producción y la preferencia del Partido Demócrata por la regulación, la conservación y la protección del medio ambiente. Probablemente prestarán más atención a la investigación del escándalo de Enron. Aunque la Cámara de Representantes aprobó la propuesta Ley de seguridad de la futura energía de los Estados Unidos (SAFE) en 2001, ese proyecto está en punto muerto en el Senado. En el momento en que se escriben estas líneas, muchos observadores que conocen de cerca la situación crean que la Cámara de Representantes, controlada por el Partido Republicano, el Senado controlado por el Partido Demócrata, y la Administración Bush no podrán llegar a un acuerdo sobre los términos de un nuevo proyecto de ley relativo a la energía. Incluso si llegan a un acuerdo, no es probable que éste contenga disposiciones importantes sobre el comercio. La idea esencial del proyecto de ley es regular las importaciones de energía por el medio indirecto de alentar la producción nacional en vez de mediante los instrumentos de la política comercial per se. Desde el estrecho punto de vista de las negociaciones del AGCS, la cuestión es si otros países compartirán la nueva renuencia de los Estados Unidos a desregular. Esto depende en parte de que ello empañe la desregularización en general y en parte de que socave a la Administración Bush en particular. El escándalo de Enron llevó a un destacado periodista estadounidense a llamar a George W. Bush "capitalista de compadrazgo" y a declarar que las prioridades de la Administración tienen "menos que ver con el principio del mercado que con recompensar a quienes prestan ayuda"19. Esas fuertes palabras tienen especial resonancia precisamente en algunos de los países con los que los Estados Unidos esperan negociar nuevos acuerdos comerciales. Si los dirigentes y las personas que influyen en la opinión en otros países llegan a compartir la opinión de ese escritor, 19 Sebastian Mallaby, "When the Business of business is Politics ...", Washington Post (28 de enero de 2002, pág. A21). -270- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL esto no puede sino minar el prestigio y la eficacia de los negociadores estadounidenses, especialmente cuando tratan de conseguir que se asuman compromisos en la esfera de los bienes y servicios relacionados con la energía. No obstante, hay que resistir la tentación de hacer audaces previsiones basándose en datos muy preliminares. La experiencia habida con los servicios financieros es una historia aleccionadora que milita en contra de la formulación de previsiones prematuras. A fines del decenio de 1980 y a principios del decenio de 1990, los Estados Unidos experimentaron un gran escándalo que tuvo su origen en la inepta desregulación del sector del ahorro y el préstamo. El Congreso y la Administración Reagan habían decidido, en su sabiduría colectiva, suprimir muchas de las restricciones impuestas en la regulación de esa parte del sector financiero, al tiempo que mantenían un programa federal muy generoso de seguro de los activos del sector del ahorro y el préstamo. Conociendo los acontecimientos ocurridos posteriormente, los resultados del riesgo vinculado a la integridad de los interesados eran de todo punto previsibles: con las "reformas" que les permitían invertir en prácticamente cualquier cosa y con el seguro que los liberaba de las consecuencias de sus decisiones erróneas, los propietarios de entidades de ahorro y préstamo se dedicaron a conceder préstamos sumamente temerarios e incluso ilegales. Esto llevó al derrumbamiento del sector y a una operación oficial de rescate, sumamente cara, de los depositantes. Basándose en esa experiencia, se podría muy bien haber previsto que ni los negociadores estadounidenses ni sus homólogos extranjeros tendrían gran interés en promover la ulterior desregulación y liberalización del comercio en el sector de los servicios financieros. Ahora bien, tal predicción habría sido completamente errónea. Los servicios financieros figuran entre los pocos sectores en los que las negociaciones del AGCS han llevado hasta la fecha a que se asuman importantes compromisos. -271- Craig VanGrasstek 3.3. Objetivos ambientales y autorización conferida por los Estados Unidos para las negociaciones Otro factor que hay que considerar es que a los negociadores estadounidenses no se les ha conferido plena autorización para las negociaciones. A este respecto desempeña una importante función el tercer aspecto de la política energética estadounidense: el medio ambiente. Como se señala al principio de este capítulo, la importancia que Washington atribuye a las consideraciones ambientales es función del partido que ocupe el poder: los Demócratas atribuyen más importancia a esta cuestión que los Republicanos. Los conflictos entre los partidos por los problemas ambientales impidieron la consecución de dos de los objetivos de la Administración Bush. Uno es el plan energético que el grupo de trabajo de Cheney preparó en 2001, gran parte del cual tiene por finalidad reforzar la seguridad energética dando incentivos a la producción interna. Los demócratas argumentan que esa forma de proceder tendrá consecuencias ambientales nefastas. El otro es la petición de la Administración de que se le conceda lo que ahora denomina autorización para la promoción del comercio, conocida anteriormente como autorización para la tramitación acelerada, que permite que la Administración negocie un acuerdo no susceptible de modificación por el Congreso. Por la autorización para la promoción del comercio se establecen procedimientos especiales para el examen de los acuerdos comerciales por el Congreso. Esa autorización facilita las negociaciones al dar seguridades a los interlocutores de los Estados Unidos de que el Congreso votará, dentro de un plazo limitado y sin modificaciones, sobre las disposiciones legislativas para la aplicación de los acuerdos comerciales. La autorización para la tramitación acelerada se utilizó anteriormente para aprobar los resultados de las Rondas de Negociaciones de Tokyo y de Uruguay del GATT, así como los acuerdos de libre comercio concertados con Israel (1985), el Canadá (1988) y México (1993). La última autorización de esa índole expiró en 1994, y tanto el Presidente Clinton como el Presidente Bush han pedido al Congreso que renueve esas facultades. -272- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL Los problemas ambientales y laborales son la principal razón de la renuencia del Congreso a renovar la autorización para la promoción del comercio. A partir del TLCAN, a principios del decenio de 1990, esas dos cuestiones, políticamente litigiosas, ocupan el centro de la política comercial de los Estados Unidos. Aunque el Partido Demócrata insiste en que las prácticas comerciales leales exigen que se tengan en cuenta las normas ambientales y laborales, el Partido Republicano sostiene que esas cuestiones no son comerciales y deben abordarse por otros medios. La incapacidad para dirimir las diferencias entre los dos partidos bloqueó los repetidos esfuerzos de la Administración Clinton para conseguir que se diese una nueva autorización en 1994-2000. El Presidente Bush tuvo éxito finalmente donde su predecesor fracasó, y logró que se concediese una nueva autorización en la Ley de comercio de 2002. Esa ley incluye una renovación de la autorización para negociar, al tiempo que refuerza los procedimientos para que se celebren consultas entre el poder legislativo y el poder ejecutivo. Esa victoria debería permitir que avanzasen las negociaciones comerciales pendientes, pero ese episodio también encierra una advertencia. La Cámara de Representantes aprobó su versión del proyecto de ley de renovación de la autorización a fines de 2001 por un margen de un solo voto. Además, el resultado de la votación fue sumamente desequilibrado: los republicanos prestaron casi todo el apoyo. Ese contratiempo evitado por escaso margen puso de relieve la naturaleza cada vez más difícil y partidista de la política comercial en los Estados Unidos. Ello no es un buen augurio para el futuro, especialmente si el Congreso procede de forma igualmente partidista al examinar los acuerdos comerciales que el Presidente someta a la aprobación de la Asamblea Legislativa con arreglo a la nueva autorización para la promoción del comercio. Conclusiones: después de 2001 En 2001, Washington tuvo que hacer frente a los grandes problemas de la guerra y la paz, la recesión y la recuperación, y el -273- Craig VanGrasstek escándalo. Todavía estamos sufriendo las secuelas de los acontecimientos clave de ese año, y es probable que tengamos que seguir haciéndolo durante algún tiempo. La principal cuestión que se plantea ahora a los negociadores comerciales es si los dirigentes estadounidenses pueden mantener el tenue consenso interno que es necesario para llevar a feliz término las conversaciones regionales y multilaterales. El año 2002 no ha concluido todavía cuando se escriben estas líneas, pero en un importante aspecto aclaró las incertidumbres que quedaron pendientes del año anterior. Con la aprobación de la Ley de comercio de 2002, que incluye la concesión de una nueva autorización al Presidente de los Estados Unidos para celebrar negociaciones, se elimina un obstáculo que ha entorpecido el progreso de las negociaciones comerciales desde 1994. Los interlocutores comerciales con los que negocian los Estados Unidos, en el plano multilateral o en el plano regional, pueden ahora tener la seguridad de que los acuerdos que concierten serán examinados con la misma rapidez que otros grandes acuerdos celebrados en las Rondas de Negociaciones de Tokyo y de Uruguay del GATT. Eso no quiere decir que el Congreso vaya a aprobar inexorablemente cualquier instrumento que firme el poder ejecutivo, pero da a las delegaciones una importante garantía de objetividad procesal. Por importante que sea la promulgación de la Ley de comercio de 2002, su trascendencia estará determinada, en último término, por los efectos persistentes de los tres grandes acontecimientos de 2001. Al escribirse estas líneas, no ha concluido ninguno de los procesos desencadenados por esos acontecimientos. Los ataques terroristas del 11 de septiembre provocaron una respuesta militar que puede afectar a los mercados del petróleo durante años; el derrumbamiento de Enron y otros escándalos empresariales continúan sacudiendo los mercados, y la recesión económica no ha desaparecido aún. Cada uno de esos acontecimientos moldeará el entorno de la política en materia de comercio y energía durante años. Esos acontecimientos repercutirán en la importancia relativa que los Estados Unidos atribuyan a las -274- LA POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS EN MATERIA DE COMERCIO DE ENERGÍA: LAS CONSECUENCIAS DE UN AÑO CRUCIAL iniciativas regionales por oposición a las iniciativas multilaterales, y afectarán también a las peticiones que los negociadores estadounidenses hagan a los interlocutores comerciales de los países ricos en energía y a las ofertas que reciban en respuesta a esas peticiones. Asimismo afectarán a la ecuación política interna de los Estados Unidos, incluyendo el control del Congreso estadounidense y la relación entre el poder ejecutivo y el poder legislativo. Esa relación contribuirá a determinar el valor real de la nueva autorización para negociar concedida en la Ley de comercio de 2002. La preocupación por la guerra, los escándalos empresariales y la recesión podrían complicar las perspectivas de que el Congreso apruebe los futuros acuerdos comerciales. -275-