22 feb. 15

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Primer Domingo De Cuaresma B
Génesis 9:8-17; San Marcos 1:9-15; 1 Pedro 3:18-22
Rvda. Leslie Nuñez Steffensen
22 feb. 15
Problema en el Texto
La semana pasada, mi sermón fue sobre la estación de cuaresma como una invitación de Dios a nosotros a de
silenciar y enfocarnos cada uno en nuestra relación personal con Dios. La Cuaresma es un regalo verdadero de
Dios a nosotros – la bendición de sentarnos presentes en su santidad, amados y necesitados de su misericordia.
La lectura del Evangelio de San Marcos nos llevó otra vez a la orilla del rio Jordán y el bautismo de Jesús por
Juan. ¿Porque visitamos esa escena otra vez en el primer domingo de cuaresma?
La primera carta de Pedro vinculó la barca de Noé y el bautismo de Cristo. En los días antiguos, Dios mostro su
ira contra la gente a causa de su pecado. Los aguas limpio la tierra de todo pecado y de toda la humanidad,
menos las ocho personas en la barca de Noé. Aquellos ochos tenían el perdón de Dios y el instrumento de la
barca a llevarles a una nueva vida. Pero la situación entre la humanidad no cambió en respecto a los pecados.
Dios mandó un nuevo Pacto en que prometió a la humanidad que “no volverá a haber ningún diluvio que los
destruya.”
El señal perpetuo de su promesa generosa es el arco iris entre los nubes. Pero la naturaleza del ser humano no
cambió – el pecado todavía le había ataba al mundo a y les condenaba a la muerta. Todas las generaciones
antiguas fueron condenadas así.
Claro que hablamos del pasado – somos salvados. Pero en la historia de nuestra salvación: ¿qué pasó en el rio
Jordán y que tiene que ver con Noé y la Pascua? ¿Qué cambió?
Problema en el Mundo
Creo que todavía hay gente que vive como si fuera en los tiempos antes del diluvio de Noé. No sabe que tiene
acceso a una vida libre sin temor de la muerte, a una vida llena de bendición, y una vida de abundancia. No
saben el mensaje de Cristo, el mensaje de salvación y amor infinito.
El mundo por tal tipa de gente está lleno de oscuro. Es un mundo que no vale la vida. Se comporte baja la ley de
dioses que no tienen compasión y misericordia. Podemos decirlo de gente de otras religiones, pero lo peor de la
verdad es que la mayoría de gente que vive así son nuestros prójimos y se creen que son cristianos.
Son las personas que valen las cosas del mundo – lo que compran, lo que les pongan cómodas, lo que pongan
sobre otros en las filas del mundo. Esa mañana había leído un artículo del periódico que describía una casa que
se vende en Georgetown por más de cuatro millón dólares. La familia se vende la casa porque, aunque tenga
seis dormitorios y cuatro cuartos de baño, es demasiado pequeña.
La mujer está embarazada con su segundo niño y no sabe dónde van a estacionar todos los coches. Hoy hay tres
miembros de la familia y tres criadas. El nacimiento que viene significa que será un barrón nuevo y una criada
nueva para él.
Esa familia no siente cómoda en su casa de más de cuatro millón dólares. Predicho yo que no va a sentirse
cómoda en la nueva casa tampoco. Es porque la pareja busca lo que va a darle satisfacción, pero nunca lo
encontrara en las cosas que compra. Se hace su diluvia propia de compras, de todo que podría comprar con sus
bolsas ilimitadas, llenas de dinero.
Casa, ropa, joyería, coches, etc. Nunca se satisfecha. Por el montón de compras, no pueden ver ni la barca, ni el
arco iris.
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La Gracia en el Texto
Algo pasó el día en que Cristo fe bautizado que cambio la relación entre los seres humanos y Dios.
Creo que la santificación y el perdón y el poder del cielo entró en el cuerpo humano de Jesús. San Marcos nos
contó que, “el cielo se abría y que el Espíritu bajaba sobre él como una paloma. Y se oyó una voz del cielo, que
decía: “Tú eres mi Hijo amado, a quien he elegido.”
Fue en ese momento en que Jesús llegó a ser la barca de salvación. Es lo que el escritor de la primera carta de
Pedro nos dijo también: “Dios esperaba con paciencia mientras [Noé] se construía la barca, en la que algunas
personas…fueron salvadas por medio del agua. Y aquella agua representaba el agua del bautismo, por medio
del cual somos ahora salvados.” Fijamos en cómo pasó la salvación por los ocho, la familia de Noé.
Lo que paso entre Dios y los seres humanos durante el bautismo de Jesús fue parecida. Dios le dio a Jesús el
Espíritu Santo y anunció al mundo la relación familiar y de la herencia como el padre y el hijo. Jesús recibió
los dos regalos y los llevaba por los tres años de su ministerio hasta la cruz. Eran los suyos a llevar.
Jesús era la nueva barca de salvación por el mundo. En su muerte por la cruz, Jesús nos dio todo lo que tenía: y
ahora son nuestros a elegir. Como dice en la carta de Pedro, “El bautismo no consiste en limpiar el cuerpo, sino
en pedirle a Dios una conciencia limpia; y nos salva por la resurrección de Jesucristo.” Entonces somos parte de
la historia de la salvación.
La Gracia en El Mundo
Gente siempre pregunta, "¿Qué hace usted?" cuando se encuentran con una de la otra. La semana pasada he
visto un video por YouTube de un pastor, que siempre había temido de la cuestión “Que hace usted?” y nunca
se estaba seguro de qué decir porque entonces la gente siempre hacía suposiciones sobre él al aprender que él es
un pastor. Hasta que un día, cuando viajaba en un avión, el pasajero junto a él comenzó una conversación.
Habían hablado los dos de “a dónde está volando?" para cada uno y llegaban a la cuestión inevitable, " ¿Qué
hace Usted?" Ella le dijo acerca de su negocio. Entonces ella le preguntó, " ¿Qué haces usted?" Hizo una pausa,
y el pastor continuo, "Bueno, yo trabajo para una empresa global." Ella dijo, "¿De veras?"
El dijo, "Sí, de vero.” Siguió, “Que tenemos puntos de venta en casi todos los países del mundo. Ella dijo: "
¿De veras?" Él le dijo, "¡Sí! Tenemos hospitales y hospicios, y albergues para personas sin hogar. Hacemos
trabajo para que los matrimonios funcionen, tenemos los orfanatos, y tenemos programas de alimentación, y los
programas educativos. Trabajamos por todo tipo de justicia y para la reconciliación… Básicamente, cuidamos a
las personas desde el nacimiento hasta la muerte y nos ocupamos en la zona de alteración de la conducta
personal." Ella exclamó, " ¡Guau!" era tan alto, su "¡guau!" que mucha gente se giró en las sillas y miró a los
dos. Ella le preguntó, "¿Que se llama la empresa suya?" El pastor le dijo: "es llamado, ¡LA IGLESIA!"i
Recuento esa pequeña historia a ustedes porque me encantó la idea de que somos parte de algo más grande que
nosotros presentes aquí esa mañana. Es una buena descripción de quien somos. Somos parte de una empresa
global que busca el bienestar y dignidad de todo el ser humano.
Somos parte de la historia de salvación por nuestros bautismos y por la muerte de Cristo en la cruz. Podemos
construir el reino con nuestras vidas, trabajando por la empresa global de cristo. Invitamos a nuestros prójimos
a subir el barco de salvación en Cristo que nos lleva con gozo por el mundo.
Amen.
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i
https://www.facebook.com/video.php?v=815124448524086&fref=nf , Trinity Broadcast Network 2015.
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