Derribando el autoestigma: medios de comunicación en prisiones

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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. Derribando el autoestigma
CUADERNOS.INFO Nº 36 ISSN 0719-3661
Versión electrónica: ISSN 0719-367x
http://www.cuadernos.info
doi: 10.7764/cdi.36.708
Derribando el autoestigma: medios de
comunicación en prisiones como aliados
de la inclusión social
Breaking down self-stigma: Media in prisons as allies
for social inclusion
PALOMA CONTRERAS-PULIDO, Universidad de Huelva, Huelva, España ([email protected])
DANIEL MARTÍN-PENA , Universidad de Extremadura, Badajoz, España ([email protected])
IGNACIO AGUADED, Universidad de Huelva, Huelva, España ([email protected])
RESUMEN
ABSTRACT
La producción de medios de comunicación dentro
de prisiones puede llegar a ser una aliada importante
para la inclusión social de los presos. Este estudio
indaga sobre estas iniciativas en España. A pesar de
que los esfuerzos de alfabetización mediática como
herramientas de intervención en las prisiones siguen
siendo invisibles para la gran mayoría de la sociedad,
e incluso para las propias instituciones penitenciarias, se han contabilizado 39 experiencias diferentes
en el contexto español. A través de una metodología
cualitativa basada en entrevistas en profundidad con
29 presos y 6 educadores que participan en estos
proyectos en cárceles españolas, se concluye que
este tipo de actividades ayuda a derribar estigmas
y –aún más importante– autoestigmas. Sin pretender ser representativos, los resultados demuestran
que estas actividades pueden llegar a ser una valiosa
herramienta de inserción socioeducativa y de transformación personal.
Media production within prisons can become an
important tool for the prisoners’ social inclusion. This
research explores these initiatives in Spain. Despite the
fact that efforts of media literacy as a tool for intervention
in prisons remain invisible to the majority of society, and
even to prisons, we have counted 39 different experiences
in the Spanish context. Through a qualitative methodology
based on in-depth interviews with 29 prisoners and 6
educators involved in these projects in Spanish prisons, we
have concluded that these activities help to break down
stigmas and –even more important– self-stigmas. Without
claiming to be representative, the results show that these
activities may become a valuable social insertion tool and
also a personal transformation instrument.
Palabras clave: Cárcel, presos, comunicación, autoestigma, alfabetización mediática, España.
Keywords: Prisons, prisoners, communication, self-stigma,
media literacy, Spain.
•Forma de citar:
Contreras-Pulido,
CUADERNOS.INFO Nº
P.,36
Martín-Pena.
/ JUNIO 2015 /
D.ISSN
y Aguaded,
0719-3661
I. (2015).
/ VERSIÓN
Derribando
ELECTRÓNICA:
el autoestigma:
WWW.CUADERNOS.INFO
medios de comunicación
/ ISSN 0719-367X
en
prisiones como aliados de la inclusión social. Cuadernos.info, (36), 15-26. doi: 10.7764/cdi.36.708
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. INTRODUCCIÓN
Que una institución como la cárcel –en la que las
personas son apartadas del resto de la sociedad por
haber cometido un delito– haga llegar a través de las
ondas, del papel, de Internet o del vídeo las voces
de los presos, puede parecer una contrariedad. Pero
esto está sucediendo en algunas prisiones españolas
con el objetivo de mejorar las condiciones socioeducativas de los reclusos e incluso a modo terapia para
estas personas privadas de libertad. Un objetivo adicional de permitir que estas producciones mediáticas traspasen los muros de la cárcel1 y lleguen a la
sociedad es derribar los estigmas que existen hacia
las personas presas y las cárceles. El trabajo que aquí
exponemos emana de una tesis doctoral realizada
durante cuatro años que ha pretendido sacar a la luz
esta realidad bastante invisible para la sociedad, así
como exponer distintas formas en que la comunicación puede llegar a ser una útil herramienta para
trabajar en prisiones.
Así, en primer lugar, la investigación permitió elaborar un mapa de actividades con medios de comunicación (radio, revistas, cine, televisión e Internet)
que se vienen realizando en las prisiones españolas
desde hace unos 25 años. En este mapa, como veremos, se localizan 39 experiencias de los 68 centros
penitenciarios existentes en España. Desafortunadamente no existe un censo oficial de estas actividades y, por lo tanto, es posible que exista alguna
–o algunas– de ellas que se haya quedado afuera de
este mapa. De hecho, muchas de estas iniciativas ni
siquiera tienen trascendencia fuera de los muros de
la prisión y, por ello, para este estudio se tuvo que
realizar una indagación cárcel por cárcel o a través de
algunas publicaciones sobre estas actividades recogidas en prensa o en Internet.
En segundo lugar, se realizó una investigación de
corte cualitativo, para la cual se eligieron cinco casos
por su destacada trayectoria o por su singularidad.
Además de visitar cada uno de estos centros penitenciarios, se llevó a cabo un total de 29 entrevistas
en profundidad a presos, e igualmente se realizaron
entrevistas a los educadores encargados de dinamizar las actividades de la muestra seleccionada. De esta
manera se pretende identificar –desde la perspectiva
de estos actores– qué ventajas aportan las actividades mediáticas dentro de prisión, y determinar si la
producción de medios de comunicación en prisiones
puede mejorar aspectos psicosociales, socioeducativos y de rotura de desigualdades para las personas
privadas de libertad.
Derribando el autoestigma
MARCO TEÓRICO
La legislación fundamental que regula la vida de
los presos en España es la Ley Orgánica 1/1979, General Penitenciaria (LOGP)2, de 26 de septiembre. En su
Preámbulo, se recoge un aspecto primordial que da
fundamento a este trabajo:
Al defender en primer término la finalidad resocializadora
de la pena, la Ley pretende significar que el penado no es un
ser eliminado de la sociedad, sino una persona que continúa
formando parte de la misma, incluso como miembro activo,
si bien sometido a un particular régimen, motivado por el
comportamiento antisocial anterior de aquel y encaminado a preparar su vuelta a la vida libre en las mejores condiciones para ejercitar socialmente su libertad. (LOGP1/1979)
En este contexto legal en el que se encuentran inmersas las prisiones españolas, surgen experiencias de
comunicación basadas en la producción de contenidos,
en diferentes formatos (radio, revistas, blogs, etcétera),
realizados por personas privadas de libertad que, acompañadas por uno o varios educadores, ponen voz al día
a día en las prisiones. Estas producciones en muchos
casos “salen” fuera de los muros y llegan a la sociedad,
pero con poca o ninguna visibilidad. Cuando lo hacen,
es porque son los educadores los que difunden esos
materiales, principalmente vía Internet, bien a través
de blogs, redes sociales u otros soportes, obteniendo
un feedback por parte de la audiencia que, como veremos, ayudará al refuerzo de estas actividades y al reconocimiento de las personas participantes. Todo esto se
enmarca en un tipo de intervención que cuenta con la
comunicación como herramienta, una comunicación
vinculada al cambio social y que, además, repercute
directamente en un intento de romper prejuicios sociales y el autoestigma de las personas presas involucradas.
DERRIBANDO ESTIGMAS A TRAVÉS DE LA
COMUNICACIÓN
Ser preso marca un potente etiquetaje social y, por
tanto, un estigma que perseguirá a la persona aun
cuando haya cumplido con su pena y, por tanto, con
la sociedad. Ya lo afirmaba Howard Becker (1963), por
ejemplo, que sostuvo en sus trabajos que “el desviado
era aquel a quien la reacción de la sociedad había aplicado con éxito la etiqueta de desviado” (p. 35), lo cual,
sin duda, tendrá repercusiones en su vida familiar,
afectiva, laboral y de integración social. Son ecos que
perdurarán por mucho tiempo, ya que, por lo general,
se practica una discriminación que mermará la capacidad de posibilidades de mejora en la vida de esas
personas. Pero también será la misma persona la que
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. interiorice ese estigma, en un proceso que la llevará a
creer que su identidad es tal y como la ven “los otros”.
Entre otras cosas, esto sucede por aquel mecanismo
que Goffman (1989) explica de la siguiente forma:
Derribando el autoestigma
[a la cual perteneció el prisionero] lo habilitan para mante-
mos que la puesta en marcha de un proyecto de alfabetización mediática en el ámbito de prisiones debe
partir de varias premisas. En un primer caso, hemos
de tener presente un aspecto que incide en los derechos de las personas, y que Gil-Cantero (2013) plantea
de la siguiente forma:
nerse íntimamente alerta frente a lo que los demás conside-
El derecho a la enseñanza y a la educación se identifica au-
ran como su defecto, hecho que lo lleva de modo inevitable,
tomáticamente con un derecho a acceder a los bienes cultu-
aunque solo sea esporádicamente, a aceptar que, por cier-
rales de la sociedad, a la alfabetización, a la alfabetización
to, está muy lejos de ser como en realidad debería. (p. 17)
virtual, a los grados formales de la enseñanza, a los estu-
Las pautas que ha incorporado de la sociedad más amplia
dios profesionales, etc. (p. 54)
De ahí que Goffman reconozca que junto al estigma
de las personas excluidas, en este caso las presas, se
da también el autoestigma, es decir, las personas interiorizan el estigma y llegan a pensar que su identidad
es realmente como la que ven los otros. Pero, por otro
lado, añade Goffman más adelante, también está la
necesidad de negarse definitivamente como excluidos sin vuelta atrás: “Esa sensación de estar fuera de
lo normal lo llevará a sentir que merece una oportunidad y ese puede ser uno de sus más profundos sentimientos acerca de su identidad” (p. 24). Por último, el
autor afirma que la no retroalimentación, el aislamiento
total, hace que la persona sienta temor de lo “ajeno”, se
acentúe su desconfianza y, por tanto, la resocialización
se vea seriamente afectada.
Mantenerse permanentemente en una dicotomía
de roles, de lo que debe ser a lo que quiere ser, o a lo
que puede aspirar, también marcará la actitud vital de
la persona presa, haciéndose parte de su identidad.
Reconstruirse constantemente ante la frustración que
representa aceptar y acallar sin posibilidad alguna
de contraargumentar razonamientos y decisiones, va
calando lentamente en su vida.
Teniendo en cuenta estos condicionantes, podemos
suponer que una buena fórmula para romper tanto
con el estigma como, sobre todo, con el autoestigma es
realizar actividades que den visibilidad a otros aspectos y habilidades que estas personas tienen y que en
muchos casos hasta para ellos mismos están aún por
descubrir. Específicamente, la producción de medios
de comunicación que tengan eco en el exterior y, por
ende, el desarrollo de una alfabetización mediática
(que incluye la digital) dentro de la prisión, podrían
ser de gran ayuda contra estigmas y autoestigmas. Es
así como Cabrera (2005) apunta a que “desarrollar proyectos para la inclusión social de colectivos excluidos
significará contribuir a familiarizarlos con las herramientas, los procedimientos y los entornos que acompañan la expansión imparable de las tecnologías de la
información y la comunicación” (p. 17). Por ello cree-
Por otra parte, para el trabajo socioeducativo con
presos es necesario “convertir a los reclusos en ciudadanos activos, participativos y comprometidos con
iniciativas que favorezcan su reeducación y su reinserción social” (Caride & Gradaílle, 2013, p. 41) En la
medida en que favorezcamos que los internos se integren a través de sus propuestas, reflexiones o críticas
en nuestros proyectos de intervención, conseguiremos
que adquieran un mayor compromiso con el mismo.
Por último, la privación de libertad no debería extenderse a los demás derechos del individuo, ni tan siquiera
limitarlos: “Todo aquello que pueda servir para garantizar esos derechos o para que la situación del recluso
sea más digna debe ser, además de deseable, legítimamente exigible” (Del-Álamo, 2002).
El enfoque hasta aquí planteado emana de un tipo
de comunicación que solo puede tener un carácter de
cambio social, es decir, se materializa en proyectos
que no están pensados con la fórmula de los grandes
medios, sino que pretenden utilizar la comunicación
como herramienta para la transformación de este colectivo, el de las personas en prisión. En este caso, preferimos enmarcarlo en el ámbito de la educomunicación
para el cambio social.
EDUCOMUNICACIÓN PARA EL CAMBIO SOCIAL EN
PRISIONES
En la perspectiva de la comunicación para el desarrollo, la comunicación alternativa o la del cambio
social (Freire, 1970; Kaplún, 1998; Gumucio-Dagron,
2010; Tufte, 2012), se entiende la comunicación desde
un prisma de participación, activismo, colectividad
y desarrollo, todo lo cual adquiere mayor sentido,
sobre todo en la actualidad, si incluimos la mirada
de la educomunicación. Sin duda, que la ciudadanía sea partícipe, se apropie y empodere gracias a
la construcción de discursos a través de los medios,
tendrá un mayor eco si se hace desde el conocimiento, desde un ejercicio de alfabetización y desde
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determinante el producto final, lo que importa es el
proceso, el camino, la adquisición de habilidades tales
como la comunicativa o el trabajo en equipo; y, por
supuesto, la mejora de la autoestima y la búsqueda de
una mejor y mayor inclusión social.
Por todo lo anterior, merece la pena detenerse a estudiar qué tipo de experiencias se realizan en las cárceles españolas con medios de comunicación. Algunas
cuentan con más de veinticinco años de veteranía y
otras emergen con perspectivas más recientes, como
el fomento de la alfabetización digital, esto último
desarrollado práctica y exclusivamente en las prisiones catalanas. Conocer qué supone este tipo de experiencias, cuántas existen y las ventajas que aportan en
las personas que participan en ellas, será lo que ocupe
las siguientes páginas.
la mirada crítica. Todo esto se logrará con una verdadera vocación de educar en medios de comunicación para el cambio social.
La necesidad de alfabetizar hoy día a la ciudadanía
desde el punto de vista mediático (que incluye tanto
medios de comunicación tradicionales como las tecnologías de la información y la comunicación) se hace
acuciante. Organismos como la Unesco, la Comisión
Europea o la ONU han promovido diferentes declaraciones3 y documentos para defender dicha alfabetización
y alertar a los Estados a realizar programas de alfabetización mediática tanto en entornos formales (escuelas)
como no formales (familia, centros cívicos, etcétera).
En estas materias, Barranquero (2007, p. 17) aporta
una serie de premisas relativas a la educomunicación
para el cambio social, las que también deberían marcar la intencionalidad de proyectos como la creación
de medios de comunicación en prisiones que aquí
exponemos. Entre ellas, destaca que lo importante de
la experiencia no sea el producto final, sino el camino
que se realiza para conseguirlo, donde confluyen enormes posibilidades de desarrollo de habilidades, de
competencias, de construcción y de mejora que pueden ser planificadas de manera transversal a lo largo
del proceso. Esto es importante, pero no lo es menos
el hecho de que sea el propio colectivo necesitado de
esos cambios el que protagonice dicha actividad. Así
se favorece su verdadero empoderamiento a través de
la participación. El respeto a la cultura, costumbres,
situaciones de vida de las personas involucradas frente
a la imposición de los educomunicadores, se torna fundamental. De la misma manera, la empatía, la labor
de escucha y de confianza deben ser actitudes permanentes en el desarrollo del trabajo.
Otro de los factores necesarios de tener en cuenta es
la mirada global, la construcción de redes, el intercambio, en definitiva, que hará que el proceso educomunicativo y su resultado sean mucho más enriquecedores.
Ello implica la utilización de una tecnología adecuada,
donde exista un periodo de formación para que sean
los propios usuarios los que conozcan y manejen los
instrumentos; y que la actividad se planifique a un
mayor plazo, sin tener como medida de presión constantes las dinámicas que sí afectan a los grandes medios,
con una mirada más cortoplacista. Todos ellos son, en
resumen, factores que facilitarán un mayor grado de
éxito en este tipo de actividades.
Características de la educomunicación para el cambio social como las mencionadas encajan en los proyectos comunicativos pensados para ser desarrollados
en prisiones, ya que, sobre todo en ellos, más que ser
OBJETIVOS, METODOLOGÍA Y MUESTRA
En la presente investigación se plantea como objetivo general, y tras la realización de un total de 29
entrevistas a presos y 6 a educadores, exponer las
experiencias mediáticas que se estén llevando cabo
en la actualidad en los centros penitenciarios españoles, así como comprobar si estos talleres son útiles
para las personas presas, favorecen su autoimagen
positiva y sus expectativas de futuro. Ya como objetivos específicos, nos planteamos: (1) exponer los
talleres de producción de medios de comunicación
que se realizan en centros penitenciarios españoles;
(2) conocer la relevancia y utilidad de los talleres con
medios de comunicación en prisiones para presos y
educadores; e (3) identificar cómo la participación
en medios de comunicación que se desarrollan en el
contexto de la prisión, aporta expectativas positivas
en los presos sobre su futuro.
La metodología seleccionada para realizar esta investigación ha sido cualitativa, atendiendo especialmente
al contexto de la pesquisa y al perfil de las personas
sujetos de investigación. Las entrevistas tienen un formato semiestructurado y para el análisis posterior de
las mismas se utilizó el software NViVo 8. Para llevar
a cabo las entrevistas se procedió, en primer lugar, a
solicitar los permisos necesarios a la realización de las
mismas. En un primer momento, la investigación fue
rechazada por la Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias porque, según esta institución, no le
constaba que en esas cárceles se estuvieran llevando a
cabo dichas actividades. Tras aportar información al
respecto, se procedió a otorgar el permiso. Las entrevistas, que tuvieron una duración de 45 minutos a una
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cuatro años, tras un proceso de formación en el
ámbito de la alfabetización y educomunicación
para el cambio social, estas personas presas realizan íntegramente su propio programa desde el
Centro Penitenciario, llevando a cabo labores de
guionización, producción, locución y realización
técnica. El equipo actual está conformado por un
total de ocho internos, que cuentan con el apoyo
de una educadora. De los ocho internos, siete se
dedican a las labores de locución y uno de ellos al
control técnico. El programa lleva por nombre “El
Zapato Roto” y, además de ser emitido en UniRadio,
cuenta con difusión a través de Facebook, Twitter y
la plataforma Ivoox para la emisión del mismo en
formato podcast (http://goo.gl/m1bhhM).
hora aproximadamente y se realizaron entre los meses
de marzo de 2012 y enero de 2013, se grabaron únicamente en audio y posteriormente procedimos a su
transcripción. Esta tarea se convirtió en un proceso
que consumió bastante tiempo, teniendo en cuenta
las dificultades con las que en algunos casos se habían
realizado las grabaciones, sobre todo por el espacio
facilitado por algunas prisiones para entrevistar a los
internos y educadores. En algunos momentos las entrevistas eran casi inaudibles por la propia estructura de
la habitación donde se grababa, con puertas metálicas
o con rejas por donde se colaba el intenso ruido provocado por el trasiego del pasillo de los módulos. Como
consecuencia, se requirió de un proceso de limpieza
de ruido y de mejora del archivo para poder transcribir de manera fiel toda la conversación.
En este artículo se ha optado por seleccionar una
muestra que no va a ser probabilística y cuyos datos
tampoco pueden ser generalizables a la población
estudiada. Es decir, realizamos un muestro dirigido o
intencional, debido a las características de la población
estudiada y del contexto en el que se encuentra. Cabe
destacar que para este estudio no se recogieron datos
específicos de las personas entrevistadas en cuanto a
edad, sexo, causa por la que se encuentra en prisión,
tiempo de condena, etcétera. De hecho, las entrevistas
no tuvieron como punto de partida ninguna premisa
relativa a los internos como requisito para participar
en ellas, más allá de la voluntad y compromiso de los
mismos para con la actividad. En cuanto a los educadores, todos ellos prefirieron que se mantuvieran en
anonimato sus datos sociodemográficos, aunque sí
cabe destacar que fueron los impulsores de los distintos proyectos de producción de medios y en la actualidad continúan con dicha actividad. Por último, es
necesario apuntar que la cantidad de entrevistas entre
presos y educadores varía, debido a que el número de
educadores por talleres suele ser solo entre uno y dos,
hecho que demuestra la dificultad para poner en marcha y, sobre todo, para mantener este tipo de proyectos.
Para conformar la muestra se seleccionaron cinco
centros penitenciarios (C.P.) españoles, los que se describen brevemente a continuación:
b) C.P. El Dueso (Santoña). Este centro tiene uno
de los proyectos de radio más antiguos de las
prisiones españolas, pues cuenta con 25 años de
existencia. En la actualidad se realizan dos programas que son emitidos en Radio Santoña y en
Radio Alto Campoo. El primer programa lleva
por título “Abre la muralla” y dura 45 minutos.
Es semanal y se centra en las actividades que se
realizan dentro de la prisión, contando en ocasiones con invitados de fuera. El segundo de los
programas radiofónicos lleva por título “Bailando con lobos”, dura una hora, y se emite por
la noche, una vez al mes, coincidiendo con la
luna llena. Es un fanzine literario musical. En la
actualidad la emisora cuenta con cinco internos
que colaboran habitualmente en los programas
bajo la supervisión de un educador.
c) C.P. Quatre Camins (Barcelona). Este proyecto nació
en 2002 bajo el paraguas de la Dirección General de
Justicia de la Generalitat de Catalunya, que creó un
programa que se llamó “Internet, programa de convivencia”. En principio era una revista en formato
papel que, con la creación en 2007 de la denominada Comunidad de Educadores Sociales en Cataluña, tomó mayor impulso. A través de la plataforma
Moodle, creada para los educadores, comenzó un
intercambio de experiencias y de materiales a los
que también pueden acceder los propios internos.
Normalmente se realizan pequeños magazines en
formato podcast. Actualmente estas producciones
están alojadas en un blog (https://espaitic.wordpress.
com/dmagazines/). Uno de los hitos más importantes para el equipo de personas que participa en
este taller es la posibilidad de que los presos tengan
acceso a Internet, gracias a la ubicación de un Punto
a) C.P. Huelva. En este centro se viene llevando a
cabo un proyecto de radio desde hace ocho años.
Durante los primeros años se emitía un programa
en directo, en cuya locución participaba un equipo
de presos que realizaba la conexión desde la prisión hasta la emisora de radio universitaria UniRadio (www.uniradio.es). Hoy en día, y desde hace
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En la exposición de los resultados se ha optado,
para salvaguardar el anonimato de los participantes, por utilizar la siguiente nomenclatura: en primer
lugar, la “P” para identificar que es preso o la “E” para
indicar que es un educador. La “P” o la “E” van seguidas del número asignado al entrevistado (dentro de su
categoría) y de una letra que hace referencia al centro
penitenciario (Hospital Psiquiátrico C.P. de Sevilla =
P….). Mostramos a continuación una tabla explicativa de cómo quedaría distribuida la muestra según
las siglas elegidas.
Òmnia, un proyecto impulsado desde la Generalitat de Cataluña, con el objetivo de formarlos para
evitar su exclusión social en el ámbito de las nuevas tecnologías. Este proyecto se lleva a cabo en la
prisión con la colaboración de distintas ONG y de
otro tipo de asociaciones.
d) C.P. Albolote (Granada). La revista La Voz del
Mako, tal y como la definen los propios internos,
es “una revista hecha por internos para internos”.
La publicación emergió de la iniciativa primero
de los educadores y después de los internos, que
a veces con enormes dificultades –sobre todo de
recursos materiales, tales como impresoras o el
mismo papel para imprimir la revista– hacen todo
lo posible por mantener esta actividad. Esta revista
ha pasado por diversas fases. Su edición se viene
haciendo desde hace más de veinte años en formato papel y se distribuye en el Centro Penitenciario de Albolote, pero gracias a la colaboración
de colectivos externos, también sus realizadores
han tenido la oportunidad de exponerla y sacarla
a luz fuera de los muros de la prisión, a través del
blog http://lavoz-delmako.wordpress.com/. Así, los
artículos reciben las opiniones de lectores externos. El proyecto de La Voz del Mako fue seleccionado para esta investigación por representar, en
primer lugar, al formato revista en papel dentro de
la muestra; pero, además, por haber sido uno de
los proyectos pioneros en trasladar dicho formato
al blog, abriéndose a la colaboración de colectivos
externos en el objetivo de lograr la formación de
las personas presas participantes.
Tabla 1: Siglas usadas para la exposición de
resultados por sujetos
Centro Penitenciario
Presos
Educadores
P1P
P2P
Hospital Psiquiátrico C.P.
de Sevilla
P3P
E5P
P4P
P5P
P6Q
C.P. Quatre Camins
(Barcelona)
P7Q
P8Q
E3Q
P9Q
P10A
P11A
e) Hospital Psiquiátrico del C.P. de Sevilla. En España
solo existen dos Hospitales Psiquiátricos Penitenciarios: el de Sevilla y el de Alicante. En Sevilla, se
encuentran internadas 185 personas con trastorno
mental grave, u otras alteraciones psíquicas, y que
han cometido algún tipo de delito tipificado en
el Código Penal, pero que han sido considerados
inimputables , es decir, exentos de responsabilidad
criminal. Concretamente, la experiencia objeto de
nuestro estudio es Onda Cerebral. Esta emisora está
realizada íntegramente por los internos de este centro, con la coordinación de su educador. Emite en
el 107.8 FM en Sevilla, con un alcance de apenas
tres kilómetros. En total, son seis horas semanales
de programación propia, que incluye entrevistas,
información deportiva, humor y música. La radio
emite desde un pequeño estudio montado en una
habitación situada junto a uno de los patios del
penitenciario psiquiátrico.
C.P. Albolote (Granada)
P12A
E6A
P13A
P14A
P15D
P16D
C.P. Dueso (Santander)
P17D
E4D
P18D
P19D
P20H
C.P. Huelva (Huelva)
P21H
E1H
P22H
E2H
P23H
Fuente: Elaboración propia.
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. RESULTADOS
Exponemos en primer lugar los resultados arrojados
tras la búsqueda de experiencias con medios de comunicación en cárceles de España. En total se contabilizó un
total de 39 experiencias en todo el país, que se distribuyen
en 14 revistas, 3 programas televisivos o experiencias con
cine, 1 de fotografía, 6 experiencias con TIC y 15 con radio.
Tras averiguar más sobre los programas, comprobamos que son actividades que van teniendo mayor presencia en las cárceles de España, aunque siguen siendo
muy puntuales las dedicadas a la alfabetización digital,
las cuales solo se realizan en Cataluña. Poco a poco se
observan visos de cambio, sobre todo con medios de
radio, que en algunos casos cuentan con más de 25
años. Una de las cuestiones que arroja esta investigación
es que este tipo de proyectos se mantiene gracias a la
voluntariedad de los educadores, ya que no se trata de
actividades regladas dentro del ámbito de tratamiento
desarrollado ni por las instituciones penitenciarias ni
por los centros directivos de las prisiones. Por ejemplo,
como no es posible el acceso a Internet desde prisión,
su colocación en la red se realiza también de manera
voluntaria por los educadores y, por lo general, fuera
del horario laboral. Esto obviamente ha supuesto un
refuerzo para las mismas, destacado tanto por educadores como presos, sobre todo por la posibilidad que
ofrece este medio de registrar comentarios –“me gusta”,
etcétera–, los cuales hacen patente que “al otro lado”
hay alguien leyéndolos o escuchándolos. Como afirma
Correa-Urquiza (2010, p. 244): “El feedback es parte del
Derribando el autoestigma
fenómeno de consolidación del sentido, un sentido que
genera el estar allí para un alguien que escucha, que responde, que contrapone. En otras palabras, es esa certeza
de que hay un otro al otro lado y de que la comunicación
se materializa, lo que recompone y da sentido al proceso”.
En cuanto a los resultados que arrojaron las entrevistas donde se les preguntaba a prisioneros y educadores sobre los aportes de este tipo de actividades,
un ejemplo claro es el de una persona presa y un educador que destacaron su valor para conectarlos con
el exterior y con su familia, sobre todo en el caso de
presos extranjeros que cumplen condenas en cárceles españolas.
P20H: Porque, primero, es el único contacto exterior que
tiene mucha gente. Porque es verdad que a mí me viene a visitar mi familia, pero es verdad que a mucha gente es el único contacto con fuera. Segundo, porque la gente que lo escucha que está aquí dentro se sienten importantes, porque
no solo las cinco o seis personas que puedan hacer programas, sino la gente que está en su celda, que ha transmitido
su mensaje, y se ha oído. O, mira, esto está saliendo en la
radio, pero lejos de Huelva, o mi familia lo está escuchando, y mi familia me está escuchando.
E2H: La interactuación, de cómo interactúan, y me encanta que la familias escriban y me encanta que las familias escuchen y me encantaría que las familias viesen. Entre otras
cosas, para que ya de alguna forma quitáramos los prejuicios que tenemos, y seguimos teniendo en algunas cosas, y
no son ciertos, de las cárceles.
Figura 1. Mapa de medios de comunicación en cárceles españolas
Radio
Revista
TIC
Cine y TV
Fuente: Elaboración propia.
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. Tradicionalmente, los medios de comunicación
masivos han servido para perpetuar estigmas sociales a través de sus discursos. Así lo afirma Van Dijk
(1984), uno de los estudiosos que ha analizado esta
cuestión referida al racismo, la xenofobia y otro tipo de
formas de exclusión que se pueden extrapolar también
al ámbito que nos ocupa, el de las personas presas y
las cárceles. Sin embargo, en las palabras de las personas entrevistadas, se destaca precisamente cómo estos
ejemplos de producciones mediáticas pueden ser una
eficaz herramienta para desbancar estereotipos de la
sociedad hacia ellos y la vida en la prisión:
Derribando el autoestigma
E3Q: Las tecnologías son unas herramientas que hemos de
darles desde aquí. Si las tecnologías son necesarias hoy día
para la reinserción, tienen que existir, ¿no? La Constitución
lo dice así y el Reglamento Penitenciario dice que tenemos
que darle salida a esto, el que se pongan de espalda las tecnologías, no cumple para mí este precepto.
calle. La gente nos ve diferentes. La gente de la calle no sabe
Con respecto a las aportaciones personales y los
cambios que produce en las personas presas la realización de la actividad mediática, dos de los entrevistados en la cárcel de Albolote destacan que sirve como
evasión, para mejorar su formación, para crear lazos de
amistad, e incluso para aminorar el automenosprecio
–autoestigma– que les suele afectar:
cómo nosotros nos sentimos. La gente cree que la cárcel es
P12A: Antes solo pensaba en cómo hacer un agujero para
¡Uhhh! y tú ves que aquí nosotros nos movemos... No cree
salir del muro... es verdad. Y después ya tenía un agujero
la gente que aquí hay personas de todos los ámbitos sociales.
por donde salir y te quedabas satisfecho y los pensamien-
P10A: Es muy bonito, porque llega a todos los presos y a la
tos que tú expresaras, que la gente los entendiese. Y eso te
P23H: Para mí, que estoy en un módulo terapéutico, tam-
da una gran satisfacción.
bién es terapéutico. Dejo de estar en el patio, dejo de tener
hábitos que antiguamente tenía, y ahora me relaciono con
P14A: De que ya no soy el clásico preso, que hace lo que le
otro tipo de gente y, la verdad, me hace más llevadera la es-
da gana porque somos presos. Ese menosprecio propio. Esta
tancia en prisión y a la vez estoy aportando ¿no?, dándole
es una buena oportunidad.
una visión distinta de la prisión a la gente del exterior, qui-
cación e interacción, los conflictos que se pueden trabajar
En el gráfico en forma de nube (figura 2) –elaborado
gracias mediante el programa informático de análisis
cualitativo– podemos observar qué palabras son las que
más se repiten en el discurso de las personas presas
entrevistadas cuando se les preguntó por los cambios
personales producidos al realizar la actividad aquí descrita: cambio, hablar, conocer, vida, capaces... denota
sobre todo un discurso más esperanzador que el que
cabe esperar en un contexto prisionizante.
Los argumentos que ofrecen para responder a la
pregunta sobre si esta actividad les ha supuesto algún
cambio, son siempre positivos. Destacamos aquí el
caso del siguiente preso de Quatre Camins, que pasó
de pertenecer a una banda juvenil a utilizar su programa para educar a personas jóvenes como él; de ser
“el malo” a intentar ser un referente, lo que denota un
enorme cambio en su propia forma de verse:
a través de la amistad. Es un instrumento que da muchísi-
P8Q: Yo antes no me apuntaba a estas actividades, porque
mas, muchísimas posibilidades.
era el malo. No me gustaba, me gustaba competir con todo el
zás sea la mayor… quizás sea lo que más me gratifica, eso,
a nivel personal.
Para el siguiente educador del Hospital Psiquiátrico
del C.P. de Sevilla, por ejemplo, la importancia del proyecto comunicacional en el que participa radica en el
carácter terapéutico, sirviendo la radio, en este caso,
como una herramienta útil para su trabajo.
E5P: Yo creo que la radio cubriría un poco lo que sería un
módulo de respeto. Se engancharía con toda la filosofía de
los módulos de respeto, y creo que es un instrumento muy
válido para ese tipo de módulos y yo creo que se podría implantar en todos... en la forma de trabajar un montón de
cosas a través de la radio: el respeto a la opinión del otro...
la confrontación de ideas, el respeto a la palabra, el turno,
la escucha activa, todo lo que son los procesos de comuni-
mundo... estaba en el patio... No, pero yo no era por nada…
Hemos subrayado en las páginas anteriores la importancia de incluir la alfabetización digital en prisiones
para que en la actualidad se produzca una verdadera
reinserción social. Esto precisamente es lo que destaca
el siguiente educador perteneciente a la cárcel de Quatre Camins (Barcelona), que sí cuenta con este servicio,
quien no comprende cómo no se generaliza.
antiguamente no me dejaban ni hablar contigo. Ahora puedo
hablar contigo... Mi propia gente y todo esto… mi banda... No
podría hablar con la gente y menos por la grabadora. Estaba
mal visto. Ahora ya cada uno sabe qué decir. Supongo que habrás oído mi programa de las bandas. Lo hice yo, porque yo
fui miembro. Claro, estaba dirigido a los chavalitos estos que
son jóvenes y tienen la oportunidad de salvarse, y advertirles.
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. Figura 2. Cambios aportados por la realización de
esta actividad para las personas presas
Derribando el autoestigma
P20H: [Aprendemos] que la vida que cogimos anteriormente no es la única, porque la mayoría de la gente lo cree y no,
se puede vivir de otras muchas maneras y se puede ser mucho más feliz, porque el final no va a ser la cárcel, sino que
el final va a ser con tu familia, durmiendo a gusto, y mirando para atrás y estando orgulloso de lo que has hecho.
Las respuestas de los educadores están referidas
a la mejora del autoconcepto en las personas presas
y a los valores que están adquiriendo. Por ejemplo,
para el caso de los enfermos mentales, donde ha
sido fundamental:
E5P: No es que nadie vaya a trabajar en la radio [en el futuro]. Este no es el objetivo de esto, todo lo contrario; el objetivo es que si un paciente dice “yo soy un enfermo mental”
y lo dice a través del micro, es como que empieza a tomar
conciencia de lo que es, lo que se llama “adherencia al tratamiento”, mejora. (…). Yo tengo una enfermedad que se llama
esquizofrenia, que se manifiesta de esta manera y que tengo
Fuente: Elaboración propia.
que hacer esto para que no se manifieste o para que tengamos menos posibilidades de que se manifieste... Es todo un
En el caso de los educadores, destacan la implicación con el proyecto, la responsabilidad, el
empoderamiento, todo ello gracias a las actividades reseñadas, que se han convertido en motor
de cambio para los prisioneros, e incluso para
ellos mismos.
trabajo terapéutico... Primero soy una persona.
CONCLUSIONES
Después de realizar una exhaustiva búsqueda e
investigación sobre actividades que se llevan a cabo en
las prisiones españolas vinculadas a producir medios
de comunicación por parte de personas presas, promoviendo la alfabetización mediática o digital, observamos que en España existe un nutrido número de
experiencias dedicadas a ello, a pesar de no estar visibilizadas ni censadas de alguna manera. En total, se
han recogido 39 experiencias en toda España, que se
distribuyen en 14 publicaciones en formato revista,
3 experiencias de televisión o cine, 1 de fotografía, 6
experiencias con TIC y 15 de radios. Recordemos que
en España hay 68 centros penitenciarios, con lo que
en más de la mitad de ellos se realizan estas prácticas.
En muchos casos cuentan con una destacada y continuada trayectoria. Además, podemos concluir que tienen un importante impacto en la población reclusa.
Sin embargo, la mayoría de estas experiencias no están
reconocidas suficientemente por los órganos competentes, y ni siquiera por el equipo directivo de sus propios centros, lo que resulta en una falta de recursos y de
mayor implicación de la sociedad en dichos proyectos.
A través de la investigación, también hemos indagado sobre si son relevantes y útiles los talleres dedicados a proyectos de medios de comunicación en
E4D: Yo creo que hay cambios a todos los niveles. Lo
más inmediato es la expresión verbal, que todo esto cambia. Pero luego hay otros cambios más sutiles en cuanto
a autoestima, en valoración de él mismo y de los otros.
Hay también cambios en cuanto a la capacidad de diálogo, de negociación, de emprender. La capacidad de emprender es alucinante, porque al principio no se atreven
con nada y luego no hay quien los pare. Las experiencias que viven aquí y la gente que viene aquí, hace que
ellos vean cosas distintas que en su vida no han tenido
la oportunidad de conocer, y en algún caso la radio les
ha proporcionado la experiencia de conocer medios de
vida alternativos, que ellos ni siquiera imaginaban que
existían. Se trata de eso, de ofrecer oportunidades, eso
es lo que se hace.
Por último, en cuanto a las contribuciones que les
aporta de cara a sus expectativas futuras, en el caso de
las personas presas destacan los beneficios emocionales, actitudinales, de conducta, de expresión, de comunicación y, sobre todo, la capacidad que descubren en
ellos en cuanto a cambiar sus vidas.
P7Q: Sí, [me ha ayudado] a expresarme, a ser una persona
mejor, a no volver a delinquir.
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. prisiones, tanto para presos como para educadores.
Las conclusiones generales que podemos extraer tras
conocer el discurso de estas personas son muy positivas. En ningún caso han hablado de aspectos negativos. Esta actividad ha sido muy bien valorada por
todos los entrevistados. Las mejoras que tanto presos
como educadores observan se dan en la autoestima y
en la valoración personal en cuanto a las capacidades
propias. También hemos podido comprobar cómo
algunas de las personas presas entrevistadas hablan
del sentimiento positivo que les acarrea poder sentirse
útiles, ayudar y generar un sentimiento de colectivo
de grupo, donde en muchos casos la solidaridad entre
ellos está presente. El empoderamiento, la capacidad
de emprendimiento, la mejora a la hora de expresar
emociones o el sentimiento de responsabilidad están,
en suma, entre los muchos factores que se extraen en
cuanto a la relevancia que tiene este tipo de actividades
para los internos. Por otra parte, ganan en seguridad,
una seguridad que hasta ese momento le había sido
casi impensable sentir en el contexto en que transcurre
su vida actual. Son más abiertos, flexibles y valoran las
amistades. Todos estos valores, al igual que otras actividades también de carácter socioeducativo, son totalmente contrarios a los que se generan en otros lugares
dentro de la prisión. Así lo señala Arnanz (1988), al
apuntar que “la condición destructora número uno de
las prisiones españolas es el tiempo penitenciario: los
internos, la inmensa mayoría, están todo el día tirados
en el patio (…), su tiempo es un tiempo de nihilismo,
de destrozo psíquico” (p. 29).
Son destacables también los beneficios específicos
que participar en programas mediáticos tiene para las
personas que padecen enfermedad mental. Frente a
sus compañeros, que se encuentran inmersos por su
patología en una apatía y desgana generalizada, en
una parálisis emocional e intelectual casi constante,
los que participan en la emisora Onda Cerebral ven
completada con la radio su terapia habitual. Precisamente Correa-Urquiza (2010), en su trabajo sobre
Radio Nikosia, afirma que “no solo recuperan un lugar
y vuelven al proceso de la identidad en movimiento,
sino que se transforman en seres más poderosos, más
autónomos, más fuertes en relación a sí mismos y a la
constante fricción que es lo social” (p. 206).
Respecto de cómo la participación en medios de
comunicación en el contexto de la prisión afecta las
expectativas futuras de los presos, los entrevistados
coinciden en que genera en ellos la idea de un futuro más
esperanzador. Hablan de la importancia del cambio de
actitud, destacada igualmente por los educadores. Los
Derribando el autoestigma
programas mediáticos les ayudan a cambiar rutinas, así
como a aprender a comunicarse y expresarse mejor, con
lo que entienden que esto les vendrá muy bien en las
relaciones tanto personales como laborales. Esto, por
tanto, es una ventaja, frente a lo que Valverde-Molina
(2002) describe como el día a día en prisión, cuando
habla de la “cotidianización de la vida”, refiriéndose
a ese vivir al día al que se acogen las personas presas.
Esa forma de vivir, dice Valverde-Molina, en el futuro
les puede traer problemas importantes de socialización, de aprendizaje, de integración laboral, etcétera,
aunque ahora les ayude a sobrevivir, “estando horas,
días y años sin nada que hacer y sin poder hacer nada,
limitándose al aquí y ahora” (p. 21).
Por otra parte, hay presos que consideran también
importante haber aprendido las dinámicas internas
de los medios de comunicación. Esto está muy ligado
con el ejercicio de una sana educomunicación y alfabetización mediática, ya que les otorgará una mayor
autonomía y conciencia crítica. Para los educadores,
otro de los aspectos necesarios de tener en cuenta es
la posibilidad que este programa les ofrece a las personas presas en cuanto a estar en contacto con el mundo,
estar actualizados, buscar información y opinar sobre
lo que sucede fuera de los muros.
Este estudio sugiere que para crear un medio de
comunicación en prisiones se debe contar con mucha
perseverancia y voluntad. Como cualquier otro proyecto de estas características, tendrá que tener en cuenta
la inestabilidad a la hora de conservar un equipo de
personas que se mantenga en el tiempo. En este caso,
la itinerancia de la población penitenciaria, las salidas y los permisos, en muchas ocasiones resultan en
la necesidad de rehacer un equipo en circunstancias
de que ya se había conformado uno estable. Unidas a
esta situación de inestabilidad, están la falta de recursos
o, en ocasiones, la poca predisposición de las propias
directivas de los centros penitenciarios. Como afirma
la educadora del Centro de Quatre Camins: “[me gustaría que] estos proyectos estuvieran más avalados por
las direcciones y que dieran más espacios, fueran más
promovidos desde arriba y que tuvieran un valor. Porque yo pienso que ya no quizá tanto de la gente que
trabaja en la prisión, sino ya las instituciones generales o profesionales de otros ámbitos, pienso que los
entienden como proyectos de entretenimiento y no
se entiende el valor educativo que conllevan”. Todo lo
anterior supone finalmente el abandono del proyecto4.
Tan solo si se cuenta con un equipo de profesionales
que mantengan la constancia, las energías y la fuerza
de voluntad, el proyecto seguirá adelante.
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CONTRERAS-PULIDO, P., MARTÍN-PENA, D. y AGUADED, I. En cuanto a las TIC, mientras que, en Cataluña, las
instituciones penitenciarias tienen su propia autonomía
y llevan realizando proyectos de alfabetización digital
con un importante impacto social y éxito en su desarrollo, en el resto de España sigue existiendo miedo a
incorporar estas herramientas en el ámbito penitenciario. Tal vacío constituye una forma de desigualdad y una
merma en la formación y participación de los reclusos
de fuera de la comunidad autónoma catalana, tal y como
afirman Franganillo, Burgos, García y Tomás (2006):
“Una persona retenida en prisión durante varios años
tendrá enormes dificultades para reincorporarse a la
sociedad y comprender los cambios acontecidos en el
ámbito tecnológico si no tuvo la oportunidad de experimentarlos y asimilarlos durante su reclusión” (p. 103).
Por último, como línea futura de investigación, se
considera necesario, en primer lugar, realizar un análisis
similar de experiencias con medios de comunicación a
Derribando el autoestigma
nivel internacional, para poder plasmar que este tipo de
actividades tiene una importante trayectoria en el caso
de algunos países. De la misma manera, parece importante llevar a cabo una investigación comparativa entre
los distintos países en relación con sus políticas en el
ámbito que nos ocupa, y la repercusión de estas no solo
en la población penitenciaria y su reinserción, sino en
la sociedad en general. Igualmente, el estudio invita a
seguir analizando el impacto que puede tener la utilización de las TIC en prisiones, observando cómo ellas
están insertas en otras cárceles del mundo y, si es posible, extrapolarlas al resto. Para finalizar, esta investigación propone que tanto las políticas y las investigaciones
encaminadas a reivindicar la inserción de programas de
alfabetización mediática, que sobre todo por ahora han
puesto su foco de acción en la educación reglada, abran
sus expectativas a ámbitos donde la exclusión social es
explícita, como en el caso de las prisiones.
NOTAS
1. Cabe reseñar que no todas las producciones mediáticas son difundidas necesariamente fuera de las prisiones. Esto
va a depender generalmente de la voluntad de los educadores, que en todos los casos analizados en este estudio
son los encargados de promover dicha difusión, o bien a través de Internet o con la colaboración de un medio de
comunicación local.
2. Se puede encontrar completa en http://goo.gl/WGGLj5 (17/03/2015).
3. Desde la Declaración de Grunwald de1982 (http://goo.gl/wlCSD2) hasta la reciente Declaración de París de 2014
(http://goo.gl/yBnK4I).
4. Uno de los últimos proyectos que no ha conseguido mantenerse, precisamente por la falta de apoyo y recursos, ha
sido el caso de “Radio Legal”, realizada por jóvenes del Centro de internamiento Bahía de Cádiz (Puerto Real-Cádiz).
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SOBRE LOS AUTORES:
Dra. Paloma Contreras-Pulido, Doctora en Comunicación y Educación por la Universidad de Huelva.
Contratada FPI-MINECO de la Universidad de Huelva. Periodista y Educadora Social. Miembro del Grupo
de Investigación Ágora. Docente del Máster de Comunicación y Educación Audiovisual (UHU-UNIA) y del
grado de Educación Social de la Universidad de Huelva de la asignatura Medios, control social y conciencia
crítica. Sus líneas de investigación están centradas en la alfabetización mediática y la comunicación para
el cambio social
Dr. Daniel Martín-Pena, Doctor en Educomunicación por la Universidad de Huelva. Personal Investigador
de la Universidad de Extremadura. Miembro del grupo de investigación ARDOPA. Profesor del Grado
de Comunicación Audiovisual en la Universidad de Extremadura. Director de la Radio de la Universidad
de Extremadura (Onda Campus). Ha realizado conferencias en Colombia, Argentina e Italia. Sus líneas
de investigación están centradas en las Radios Universitarias y sus relaciones internacionales para la
creación de redes de trabajo.
Dr. Ignacio Aguaded, Catedrático de Universidad de Educación y Comunicación en la Universidad de Huelva.
Preside el Grupo Comunicar, colectivo veterano en España en “Media Literacy”. Director del Grupo de
Investigación “Ágora” dentro del Plan Andaluz de Investigación (HUM-648), Editor de la Revista científica
JCR/Scopus Comunicar, Director del Máster Internacional de Comunicación y Educación (UNIA/UHU) y
coordinador UHU del Programa Interuniversitario de Doctorado en Comunicación (US, UMA, UCA, UHU).
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