Nº En la ciudad de Venado Tuerto, a los días del mes D

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Nº
117
En la ciudad de Venado Tuerto, a los 08
días del
mes Junio del Dos Mil Diez, se reunieron en Acuerdo los
Señores Vocales de la Cámara de Apelación en lo Penal de esta
ciudad, Dres. Tomás Orso, Fernando Vidal y García Méndez con
el fin de dictar sentencia definitiva en el proceso seguido a
E. M. S., argentino, soltero, nacido el 24/01/1981 en Venado
Tuerto,
hijo
de
Héctor
Agustín
y
de
Clide
Telma
Duhart,
domiciliado en Pueyrredón Nº 617 de esta ciudad, D.N.I. Nº
28.533.184, por la presunta comisión del delito de LESIONES
CULPOSAS
en
causa
Nº
1474/07
del
Juzgado
de
origen,
equivalente a la Causa Nº 38/09 de esta Cámara.
Estudiados los autos, se resolvió plantear las
siguientes cuestiones:
1) ES JUSTA LA SENTENCIA APELADA?
2) QUE PRONUNCIAMIENTO CORRESPONDE DICTAR EN
DEFINITIVA?
Practicado el sorteo de ley, resultó que la
votación debía efectuarse en el siguiente orden: Dres. Vidal,
Orso y García Méndez.
A la primera cuestión planteada, El Dr. Vidal,
manifestó:
I) Contra el Fallo Nº 1096 del 26 de Diciembre
de 2008, obrante a fs. 236/245, del Sr. Juez en lo Penal
Correccional y Faltas de la Segunda Nominación, Dr. Jorge
Gastonjauregui, que condena a E. S., demás datos de identidad
en autos, como autor del delito de LESIONES LEVES CULPOSAS, a
la pena de TRES MESES DE PRISIÓN DE EJECUCIÓN CONDICIONAL E
INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA CONDUCIR VEHICULOS AUTOMOTORES
POR EL TERMINO DE UN AÑO DE CUMPLIMIENTO EFECTIVO Y COSTAS.
(Art. 26, 29 inc. 3º, 40, 41, 45 Y 94 del C.P. y 297, 168 y
402 del C.P.P.); el Dr. Raúl Belligotti interpuso recurso de
apelación, el que fue concedido a fs. 248 por Decreto del 20
de Febrero de 2008.
1) El Dr. Raúl Belligotti, en representación
de E. M. S., manifiesta que en cuanto a la no valoración del
cartel de “PARE”, se remite en su totalidad a lo especificado
en
los
escritos
de
defensa
técnica
y
la
formulación
de
conclusiones. El fallo impugnado, se aparta lisa y llanamente
de
la
jurisprudencia
unánime.
Se
ha
repetido
hasta
el
hartazgo, un principio judicial que reza como un latiguillo:
“el cartel de parte es igual a un semáforo en rojo, por ende
el
que
tiene
detenerse”.
ante
La
si
víctima
una
no
indicación
se
detuvo
de
y
ese
el
tipo
A-quo
debe
no
lo
responsabilizó, no aplicó la pacifica doctrina judicial, por
el contrario castigó a su defendido. Agrega que el A Quo
intentó fundar el fallo y dijo que el automotor conducido por
Omnes no tenía la obligación de esperar hasta que cruce algún
vehículo, ya que la dinámica del tránsito exige precisamente
que este sea ágil. De que agilidad en el tránsito podemos
hablar un feriado primero de año, en horas del mediodía?. Las
circunstancias
hecho
caso
de
al
este
cartel
caso,
de
indica
PARE,
el
que
si
Omnes
siniestro
no
hubiera
hubiera
ocurrido directamente.
También
se
agravia
con
la
incorrecta
interpretación de los artículos 50 y 51 de la Ley Nacional de
Tránsito. Interpreta que su defendido violó con su conducta
esas normas jurídicas. Cometió dos errores, porque S. tenía
pleno dominio sobre su conducido, circulaba por la derecha a
velocidad
normal.
Por
el
contrario
Omnes,
conducía
un
vehículo gigantesco y modelo 1954, con 52 años de uso; que
mantenimiento tenía? En que estado se encontraba? Estaba en
condiciones de circular?. Es un vehículo demasiado grande y
difícil de maniobrar. También consideró que su defendido iba
a una velocidad superior a los 30 km. Y Omnes a que velocidad
iba? Tenía que circular muy despacio por ser su vehículo de
gran porte y tener que extremar los recaudos.
También se agravia en la falta de garantías en
la extracción de muestra de orina para análisis de su pupilo.
Al Sr. S. lo hicieron orinar funcionarios policiales, quienes
le tomaron una muestra. Y los bioquímicos? Y las condiciones
de seguridad? La muestra fue precintada?
Etc. Todas esas
falencias hacen que la prueba sea nula, de ningún valor,
violatoria totalmente de las garantías del debido proceso y
de defensa en juicio. No puede ser tenida en cuenta a la hora
de dictar fallo. Cita Doctrina al respecto.
Se
aparecieron
a
agravia
por
“posteriori”,
las
no
presuntas
constatadas
lesiones
por
que
personal
médico al momento del hecho. Su defendido, ante la proximidad
de la Asistencia Pública Municipal, acompañó a la familia
Omnes a dicho centro y aguardó la revisación y estudios de
médicos
a
cargo
del
personal
del
nosocomio.
Ante
los
resultados negativos se retiró. Ante la ausencia de lesiones
retornó tranquilo a su hogar. Acota que al cabo de tres días
aparecieron algunos integrantes de la familia “lesionados”.
Que garantías se tiene de que esto fuese así?.
Entiende
que
no
existen
elementos
objetivos
para condenar a su defendido por todas y cada una de las
razones que se han desarrollado. Por lo expuesto solicita que
se revoque la sentencia de baja instancia.
2) El Sr. Fiscal de Cámaras Subrogante, Dr.
Fernando Palmolelli, contesta los agravios formulados por el
apelante.
Dice
que
accidente
ocurrió
no
el
se
encuentra
primero
de
en
enero
discusión
del
que
el
en
la
2006,
intersección de calles Saavedra y Brown. S. manifiesta en
sede judicial que cuando llega a la intersección de calle
Saavedra
y
conducido
va
por
a
cruzar
Omne,
la
en
un
misma
auto
se
cruza
antiguo,
otro
que
vehículo
realizó
una
maniobra para esquivarlo pero igualmente lo colisiona en la
parte
trasera,
que
circulaba
a
unos
40
km,
que
el
otro
vehículo lo hacía a una velocidad parecida y describe que el
estado
del
tiempo
y
la
visibilidad
eran
normal.
De
las
fotografías surge claramente que el vehículo conducido por
Omnes
había
prácticamente
finalizado
el
cruce
de
calles,
cuando fue embestido en la parte trasera lado izquierdo, por
el conducido del hoy imputado. Surge también de las mismas,
que
de
atento
haber
al
permitiera
conducido
tránsito
tener
y
pleno
S.,
a
por
una
dominio
la
mano
velocidad
de
su
derecha,
adecuada,
conducido,
estando
que
no
le
queda
ninguna duda que el hecho se hubiera evitado. La velocidad
con la que se conducía no era la adecuada, ya que no pudo
controlar su vehículo, esa velocidad se ve reflejada en la
violencia del impacto. También quedó demostrado la magnitud
de los daños ocasionados en ambos vehículos. Fue otro el
factor que incidió en la producción del accidente, el estado
de alcoholuria al momento del suceso. Esto indica que S.
tenía disminuido los reflejos tanto auditivo como visuales,
ello lo hace responsable por incumplir con las obligaciones
que tiene todo conductor de preservar su estado físico para
prestar la atención debida en la conducción del vehículo que
tiene a su mando. Respecto de la embriaguez no se requiere
prueba química, basta el examen clínico. Cita Jurisprudencia
y Doctrina al respecto.
Respecto lo manifestado por la defensa sobre
la falta de garantías en la extracción de la muestra de
orina,
no
hay
motivo
para
sospechar
que
esa
muestra
no
pertenezca al mismo o que no sea correcto dicho examen. La
defensa no aporta elementos probatorios que permitan inferir
cualquier violación a una garantía constitucional. Por todo
lo expresado solicita que se rechacen los agravios formulados
por la defensa y se confirme el fallo apelado.
II)
En
las
presentes
actuaciones
el
Sr.
Defensor, Dr. Raúl Alberto Beligotti, ha presentado agravios
contra el fallo dictado por el titular del Juzgado en lo
Penal Correccional de la Segunda Nominación de la ciudad de
Venado
Tuerto,
Dr.
Jorge
Raúl
Gastonjauregui,
por
el
que
condenó a E. M. S. como autor penalmente responsable del
delito de Lesiones Leves Culposas -artículos 45 y 94 ambos
del Código Penal- a la pena de Tres Meses de Prisión de
Ejecución Condicional, Un Año de Inhabilitación Especial para
conducir vehículos y costas -artículos 5, 26, 29 inc. 3ero.,
40 y 41 todos del mencionado cuerpo jurídico-.
La
Defensa
no
cuestiona
que
ocurrió
un
accidente de transito. Se agravia, principalmente, en virtud
a que el A Quo no valoró correctamente que por la calle que
circulaba la víctima existía un cartel que dice “pare”. El
Magistrado
dinámica
merituó
del
dicha
tránsito,
prueba
que
y
exige
sostuvo
que
sea
que,
por
la
no
es
ágil,
necesario que la detención sea total. Pese a considerar que
el
cartel
de
“pare”
debe
ser
respetado
por
quienes
se
enfrentan al mismo, no es correcto el ejemplo brindado por el
recurrente
al
compararlo
con
un
semáforo,
pues
son
dos
objetos distintos. Este posee señales lumínicas que hacen que
cuando
el
mismo
obligatoriamente
está
detener
en
la
rojo
el
conductor
marcha,
no
permite
debe
ninguna
apreciación subjetiva y en su lugar autoriza el pasó de quien
circula por la otra calle y que posee el semáforo en verde,
quien lo puede hacer con total tranquilidad pues sabe que
ningún vehículo se le puede interferir. Por su parte, como es
lógico, el cartel de “pare” obliga, como textualmente dice, a
parar el automóvil, pero la mecánica es distinta, pues luego
de
hacerlo
debe
observar
si
por
la
calle
que
corre
perpendicular a la que el circula viene algún vehículo y en
ese caso no debe reiniciar la marcha hasta que este pase. La
diferencia
radica
que
en
este
caso
el
accionar
de
quien
“para” es subjetivo pues debe efectuar un calculo si quien
circula en distinto sentido a él puede interferir o no en su
marcha
y
sólo
pasar
si
el
mismo
es
negativo,
pero
no
desobliga de la atención a quienes atraviesan la calle que
atraviesa la que él circula.
Conforme a todo lo expresado en el párrafo
anterior y más allá de la responsabilidad de quien no para
ante la indicación del cartel o luego de hacerlo intenta
tranpasar el cruce de calles, el que circula por la otra
arteria también debe tomar todas las precauciones necesarias
al conducir para evitar accidentes, máxime que en el derecho
penal no existe la compensación de culpas.
En este caso debe advertirse que el vehículo
Chevrolet
conducido
por
el
acusado
embistió
al
automóvil
Dodge manejado por el Sr. Nicolás Omnes en el guardabarro
trasero izquierdo -ello surge de numerosas pruebas obrantes
en
autos
como
las
fotografías
existentes
en
autos,
los
propios dichos de los intervinientes en el hecho, croquis
demostrativo, actas de inspección ocular, exámenes mecánicos
de
los
hechos,
etc.,
lo
que
es
demostrativo
de
que
no
conducía con la debida atención.
Además como bien lo manifiesta el magistrado
el
automóvil
conducido
por
el
embistente
circulaba
a
una
velocidad superior a la permitida según la ley 24.449 que
establece en el artículo 51 punto 4 “e): Límites especiales,
1.- en las encrucijadas urbanas sin semáforos la velocidad
precautoria, nunca superior a los 30 Km/h.” y el propio S.
reconoció que circulaba aproximadamente a 40 km/h, velocidad
que es superior a la permitida y por lo tanto entiendo que
tiene responsabilidad en el hecho.
Más allá de los propios dicho del imputado
considero
-como
ya
lo
manifestara
el
Juez
de
Primera
Instancia- que la velocidad que con que llevaba el chevrolet,
que este conducía era superior a la que el imputado menciona.
Ello queda demostrado, no sólo con la versión con las pruebas
mencionadas en el párrafo pre anterior de las que surge que
el Automóvil Dodge, luego de ser embestido hizo un “trompo” y
quedó en dirección casi opuesta a la que llevaba. Esto no
ocurriría si los vehículos se conducieran a escasa velocidad
Más allá de de que también pudo haber algo de
responsabilidad en la víctima -como explica la Defensa en el
punto 2.-2-, lo que fue considerado por el Magistrado, tengo
presente que en el Derecho Penal no existe compensación de
culpas y por ello considero correcta las argumentaciones del
a quo, por lo que adelanto mi opinión al respecto, en virtud
a
que
el
acusado
condujo
su
vehículo
con
imprudencia
e
inobservando los reglamentos.
La Defensa también se agravia por la falta de
seguridad en la prueba realizada que determine la cantidad de
sangre
en
la
orina.
Efectivamente
considero
que,
por
lo
menos, y atento a la no urgencia del caso, se debió tomar los
recaudos mínimos para evitar la posible contaminación de la
prueba, como la presencia de un bioquímico y el lacrado del
recipiente
donde
se
guardaba
la
orina.
Pero
como
ya
lo
sostuve en los párrafos que preceden, pese a no valorarse
esta prueba, atento a lo ya manifestado considero que existió
responsabilidad de E. M. S. en el hecho.
El último agravio que realiza la Defensa se
refiere
“a
las
presuntas
lesiones
que
aparecieron
a
posteriori, no constatadas por personal médico al momento del
hecho”
(textual)
aparecieron
y
algunos
agrega
que
integrantes
sólo
de
la
a
los
familia
tres
días
lesionados.
Expresa que no existen garantías de que las mismas no sean de
un
hecho
extraño
al
que
se
juzga.
Este
tema
debió
ser
presentado como primer agravio pues hace a la materialidad
del hecho delictivo, mientras que los demás se refieren a la
participación del acusado en el mismo y por lógica debería
tratarse primero la materialidad y luego la participación en
virtud a que de no probarse la primera se torna innecesario
tratar la segunda, pero como la Defensa la presenta en último
lugar lo trataré de esa manera.
No existen informes médicos del día del hecho
que demuestren lesiones sobre Samira Dibene, Morena Omnes y
Martina Omnes, pero a fs. 24 y 26 consta fractura de hueso de
nariz en la primera y traumatismo de caneo en la tercera -de
acuerdo al informe médico realizado tres días despues del
accidente-. Tampoco consta informe y esos examenes fueron
realizados a sólo tres días del hecho. Además el mismo día
del accidente el médico de policía revisó a
Nicolás Omenes e
informó lesiones en el mismo producida por el accidente de
transito.
Todas
informe
médico
lesiones
se
esas
lesiones
forense.
refieren
a
Debe
todos
fueron
tenerse
los
corroboradas
presente
ocupantes
del
con
que
el
las
automóvil
-Sería mucha casualidad que todos posean lesiones por otros
hechos- y que los exámenes se efectuaron poco días después
del hecho, lo que lleva al convencimiento que las mismas se
produjeron por el golpe violento que el automóvil recibió,
por lo que el agravio debe rechazarse. También debe tenerse
en cuenta que por el estado de nervios los lesionado pudieron
creer
que
los
dolores
eran
consecuencias
de
los
golpes
recibidos pero con el paso del tiempo aparecer las secuencias
del hecho.
Conforme a todo lo antedicho considero que se
deben rechazar los agravio y confirmarse el fallo recurrido.
En relación a la pena aplicada a E. M. S.,
ella no fue motivo de agravios de la defensa, la que se
limitó a sostener que su pupilo no es responsable del hecho.
Además el magistrado para aplicar la pena de Tres meses de
prisión
para
de
ejecución
conducir
condicional,
vehículos
por
el
inhabilitación
término
de
especial
Un
Año
de
cumplimiento efectivo y las costas del proceso ha tenido en
cuenta correctamente la naturaleza del hecho, la extensión de
los daños, el peligro causados, la entidad gravosa de las
consecuencias
sufridas,
la
edad
del
imputado,
falta
de
antecedentes penales del acusado, sus condiciones personales,
la carencia de antecedentes personales y las demás pautas
establecidas en los artículos 40 y 41 del Código Penal, por
lo que la pena aplicada también debe ser confirmada.
A la misma cuestión el Dr. Tomás Orso dijo:
Estimo
correcta
la
solución
que
da
el
Dr.
Vidal a la cuestión planteada, por lo que adhiero a la misma
y voto en consecuencia, de igual forma.
A
la
misma
cuestión,
el
Dr.
Gustavo
D.I.
García Méndez, dijo:
Estimo
correcta
la
solución
que
da
el
Dr.
Vidal a la cuestión planteada, por lo que adhiero a la misma
y voto en consecuencia, de igual forma.
A la segunda cuestión el Dr. Vidal sostuvo:
Conforme a lo expresado al tratar la primera
cuestión, considero que se debe confirmar íntegramente la
sentencia apelada y condenar a E. M. S. como autor penalmente
responsable del delito de Lesiones Leves Culposas -artículos
45 y 94 ambos del Código Penal- a una pena de Tres Meses de
Prisión
de
Ejecución
Condicional,
inhabilitación
especial
para conducir vehículos automotores por el término de un Año
y las Costas del Proceso -artículos 5, 26 y 29 inc. 3ero
todos del Código Penal-.
A la misma cuestión el Dr. Tomás Orso dijo:
Estimo
correcta
la
solución
que
da
el
Dr.
Vidal a la cuestión planteada, por lo que adhiero a la misma
y voto en consecuencia, de igual forma.
A
la
misma
cuestión,
el
Dr.
Gustavo
D.I.
García Méndez, dijo:
Estimo
correcta
la
solución
que
da
el
Dr.
Vidal a la cuestión planteada, por lo que adhiero a la misma
y voto en consecuencia, de igual forma.
En definitiva, oídas las partes, la Cámara
de Apelaciones en lo Penal de Venado Tuerto RESUELVE: 1)
Confirmar
demás
la sentencia apelada y condenar a E. M. S., con
datos
de
identidad
obrantes
en
autos
como
autor
penalmente responsable del delito de LESIONES LEVES CULPOSAS
-artículos 45 y 94 párrafo ambos del Código Penal- a una pena
de TRES MESES DE PRISIÓN DE EJECUCIÓN CONDICIONAL, UN AÑO DE
INHABILITACIÓN ESPECIAL PARA CONDUCIR VEHÍCULOS Y LAS COSTAS
DEL PROCESO -Artículos. 26, 29 inc. 3ero, 40, 41 45 y 94
todos del Código Penal -. 2) Regular los honorarios del Dr.
Raúl
Alberto
Belligotti
por
su
actuación
segunda instancia en el 50 % de lo que
profesional
en
se le regule en
primera instancia.
Insértese, agréguense copia autorizada, hágase
saber y bajen.
Dr. Fernando Vidal
Dr Tomás Orso
Dr. Gustavo García Méndez
Dr. Sergio Fenice
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