INTRODUCCIóN

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CAPÍTULO 1
INTRODUCCIóN
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I
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A MUCHOS de los padres de la sociología les interesaron la tendencia general de
la historia y su significado. La mayor parte de ellos buscó la explicación del
desarrollo pasado de la sociedad y a veces trató de predecir su futuro en términos de un modelo definido.
Para los pensadores del siglo XIX tales como Herbert Spencer y Augusto Ccmte. el modelo es de ascensión' lineal., Spencer vio el desarrollo de la sociedad
como un proceso evolutivo que, lo mismo que la evolución orgánica, es proceso
de crecimiento. de complejidad cada vez mayor, de creciente diferenciación de
estructuras y funciones, y de una interdependencia cada vez mayor entre las
partes diferenciadas. Creía también en la aparición de un orden industrial que
protegerla cada vez mñs los derechos del individuo, restaría importancia al Estado. aboliría las guerras. borraría las fronteras nacionales y crearía una comunidad global.
También Comte consideraba la sociedad como un proceso de evolución y progreso y definió su tarea como la determinación de las uniformidades que rigen
ese progreso. Así. formuló su famosa ley de los tres estadios del desarrollo del
pensamiento humano -el teológico, el metafísico y el positivo-e, que fueron
también las bases de las tres formas históricas de organización social.
En oposición con estas concepciones optimistas, a principios de este siglo expuso Oswald Spengler una opinión esencialmente pesimista. Para Spengler la
existencia humana es una serie interminable de vaivenes. Como las olas en el
océano, las grandes culturas aparecen. llegan a grandes alturas y después desaparecen a la vez que aparecen otras nuevas. Como los organismos individuales, cada cultura tiene su ciclo vital de nacimiento, infancia, madurez, vejez y
muerte. Los ciclos no tienen significado acumulativo. Al final de cada ciclo,
la humanidad está esencialmente donde estaba antes. Para Spengler, el Occidente ya pasó su fase de madurez, que él llama "cultura", y ha avanzado bastante en el periodo de decadencia, al que llama "civilización".
La mayor parte de las. otras teorías que se presentan aquí proceden ya del
principio lineal o del principio dclico; algunos autores unen elementos de ambos, dándoles diferente importancia.
Amold TOYI?-bee, que pertenece a un periodo posterior pero cuya obra tiene
la fuerza y la importancia de las de Spencer, Comte y Spengler, desarrolló una
~ teoría que en un sentido es cíclica, ya que es una teoría del desarrollo y la
desintegración de las civilizaciones. Según Toynbee, una civilización nace a través de una respuesta victoriosa a un reto. Crece cuando cada respuesta venturosa
a un reto provoca un nuevo reto que, a su vez, encuentra una respuesta adecuada, Esas respuestas son producidas por el genio de las "minorías creadoras".
Cuando una minoría creadora se estanca y llega a dominar. su sociedad no es
capaz- ya de dar respuestas venturosas al reto, y la civilización se desintegra. No
todas las civilizaciones recorren este ciclo completo; unas abortan, otras se detienen. Aunque hay cierta analogía con el punto de vista de Spengler, Toynbee, en contraste con los ciclos recurrentes de aquél, percibe gradaciones entre
las civilizaciones y hasta una te-ndencia a largo plazo. En primer lugar, algunas
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FUENTES Y TIPOS DE LOS CAMBIOS
INTRODUCCIÓN
civilizaciones nacen de sociedades primitivas, otras se desarrollan sobre clvilizaciones anteriores, y otras aun constituyen terceras generaciones. Las civilizaciones que nacen de la decadencia de civilizaciones más antiguas están en un nivel
más elevado que las que nacen de sociedades primitivas. aunque todas pasan
por los mismos ciclos. Por último, el potencial definitivo de crecimiento de
una civilización está definido por su capacidad para crear religiones superiores,
y no para convertir en ídolos los medios de producción o los medios de violencia. La civilización occidental, portadora del cristianismo, tiene el más alto
potencial de crecimiento. Así combina Toynbee una teoría cíclica bastante clara con una teoría del progreso definida con menos vigor.
.. También la teoría marxista es fundamentalmente una teoría del progreso, aunque no del progreso lineal. El avance hacia la sociedad sin clases se realiza me<liante conflictos "dialécticos", en cada uno de los cuales una clase subordinada
derriba a su clase gobernante (por ejemplo, la burguesía derroca a la aristocracia),
para crear una sociedad nueva en la que se forma una nueva clase subordinada
que la derriba. Pero esos ciclos no son ni interminables ni carentes de sentido.
Según lo vio Marx, la rueda -ha dado ahora su última vuelta. Con la revolución
proletaria, la historia está a punto de llegar a su fin. La victoria del proletariado
dará nacimiento a una sociedad sin clases, una sociedad en hr que no hay conflicto y, por lo tanto, tampoco hay revoluciones.
. La teoría marxista de la historia difiere de la del progreso lineal no sólo en que
concibe la historia cerne una serie de conflictos violentos y no como un progreso
suave a planos superiores, sino también en su opinión acerca del estadio inicial.
La teoría típica de la "ilustración" relativa al progreso (por ejemplo, la de Ca.
dorcet) consideraba que la humanidad pasaba gradualmente de un estadio primo..
tivo, brutal, ignorante y tenebroso, a otro de razón, virtud y felicidad. Para
Engels, el estadio inicial era análogo al estadio final; generalizando las investigaciones etnográficas de Lewis H. Margan, consideraba a la sociedad primitiva como
una comunidad sin clases, a la cual está el hombre destinado a volver. La analogía básica de esta concepción con la común a muchas religiones ha sido señalada
.con frecuencia. Hubo un jardín del Edén; hay un estado de pecado; habrá el regreso al Reino de Dios.
Un aspecto importante de la teoría de M~ Weber se aproxima mucho en cierto
modo al punto de vista cíclico. Según Weber, cuando se agota la legitimidad de
una vieja estructura histórica, aparece un jefe carismático fuera de la estructura
y le da el golpe de gracia. El jefe y sus se~aces toman el poder y construyen una
estructura nueva sobre las ruinas de la antigua. La subsiguiente "rutinización del
carisma" constituye la base de la estructura nueva, la cual se encontrará más tarde
o más temprano ante la misma carencia de legitimidad, la misma subversión carismática, una nueva rutinización, y así sucesivamente.
Otro aspecto de la teoría de Weber se acerca al punto de vista del desarrollo
lineal, -pues considera el desarrollo de la cultura como un proceso de racionalización constantemente creciente, de una congruencia y una coherencia internas cada
vez mayores. Esto aparece con la mayor evidencia en la transición de la magia
a la ciencia: el paso de la religión del politeísmo al monoteísmo se interpreta
también en ese sentido, y Weber observó la misma tendencia en el desarrollo de
la música.
Así, pues, la actitud de Weber en cuanto al cambio social tiene dos caras: combina una teoría cíclica del desarrollo social con una teoría lineal del desarrollo de
la cultura. Aunque Weber no relaciona nunca plenamente los dos temas, insinúa
que la estructura social se pone al nivel del desarrollo cultural bajo la acción de
los periodos carismáticos; en esos momentos la' estructura social está abierta a la
reorganización por sistemas culturales cada vez más "racionalizados". El papel de
Calvino y de otros grandes reformadores al introducir una "ética protestante"
es un ejemplo de primer orden.
La obra de Toennies sólo cede a la de Weber por el alcance y la profundidad
de su influencia sobre la sociología contemporánea. Toennies, como Spencer, cree
que la sociedad se hace cada vez más compleja, en un proceso lineal: Las estructuras pequeñas y sencillas se vuelven grandes y complicadas. Para él, la tendencia
de lo que llama Gemeinschaft hacia la Gesellschaft como aquel proceso en que
las comunidades primitivas, tradicionales, apretadamente unidas; se rompen y descuajan, para ser reemplazadas por una sociedad industrial grande y urbanizada en
la que las relaciones humanas son impersonales e instrumentales. Como los teóricos de la ascensión lineal, Toennies ve una tendencia clara, irreversible; pero,
a diferencia de ellos, es ambivalente al valorar esa tendencia. La sociedad moderna ha dado al hombre muchas libertades nuevas, dimensiones nuevas del saber y
opulencia material; pero también trajo enajenación. atomización e impersonalidad.
Al convertir en dominio suyo el tipo y la dirección de la historia humana, los
primeros sociólogos'tenían por seguro que sus teorías influirían directamente sobre las cuestiones más fundamentales de la vida social. Lo mismo puede' decirse
de su interés por las fuerzas que mueven la historia. ¿Pueden los hombres hacer
su propia historia, o sólo ser llevados por la historia como se va encima de una
ola? La mayor parte de los pensadores representados aquí son deterministas hasta
cierto punto: si la pura contingencia de un impulso fortuito fuese todo lo que
hace girar al mundo, difícilmente podría ser su curso tan previsible, tan "racional"
como .ellos creen que es. Por Otra parte, todos esos pensadores conceden un minimo de libertad al hombre para que intervenga en su destino. aunque difieren
mucho en el grado de libertad que le conceden.
Spengler considera el curso de la historia más o menos determinado, como la
infancia, la madurez y la ancianidad del cuerpo humano. Es poquísimo lo que
el hombre puede hacer para modificarlo. También Spencer deja poco espacio para
la intervención del individuo. Pero, mientras que Spengler esboza la inevitabilidad de la ruina de nuestra cultura, Spencer cree en la inevitabilídad del progreso
humano. El espíritu del hombre y su historia apuntan en la: misma dirección; no
hay contradicción entre uno y otra. Marx adopta posiciones diferentes en diversos escritos, pero en lo fundamental considera predestinado el sino del hombre.
La clase gobernante, utilizando el Estado y la Iglesia, medios de violencia y la
ideología, puede retardar en cierta medida el proceso histórico: el proletariado,
si está bien organizado y actúa de acuerdo, puede acelerarlo. Pero, en definitiva,
las ruedas de la historia siguen girando, y nadie puede detenerlas ni invertir su
curso.
weber considera la historia más abierta a la intervención humana. El hombre
está, sin duda, atrapado en la red institucional que él mismo creó; pero, en
los momentos carismáticos, la rompe, y vuelve a formarla acercándola más a su
deseo. En el plano cultural, .el proceso de racionalización creciente indica una sumisión mayor del universo a lamente del hombre; pero. al mismo tiempo, no hay
señales de que el hombre tenga libertad para trastrocar ese proceso aunque cambien sus ideas acerca de él.
Las teorías aquí expuestas creen que las fuerzas de la historia se originan den,
tro de la sociedad humana, en su estructura económica y en su cultura. En este
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sentido, sientan realmente las bases de la sociología contemporánea, que ha rechazado totalmente otras teorlas que consideran a la sociedad y a sus cambios como
determinados por fuerzas que se originan fuera del sistema social. Han perdido
crédito todas las teorías que explican el curso de la historia humana predominantemente por fuerzas sobrenaturales, por factores ambientales (por ejemplo, el clima) o por factores biológicos (por ejemplo, la raza). Las teorías sobrenaturales
fueron desechadas basándose en que los factores de que tratan no son propios
para la investigación científica; y las teorías ambientales y biológicas porque los
factores de que trata~ diílcilmente podrían explicar los cambios de la sociedad
humana, que en ocasiones son extraordinariamente rápidos. La cantidad de precipitaciones pluviales en Rusia y su composición racial no han cambiado de 1817
a 1917 y en consecuencia no pueden explicar adecuadamente el paso del régimen
zarista al régimen comunista. A diferencia de las teorías clásicas que se exponen
en este volumen -muchas de las cuales ejercieron fuerte influencia sobre la sociología contemporánea-e, las teorías ambientales y biolégícas han sido rechazadas de
manera tan completa, que hoy no tienen ya más que un interés histórico.
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Dentro del campo de las teorías que subrayan que los determinantes de los cambios sociales nacen en el seña de la sociedad misma, se suscitó la controversia más
larga. profunda e importante entre las que ven las fuerzas motrices más importantes de la historia humana en las. esferas "espirituales" y las que las ven en las
esferas "materiales"; entre las que subrayan el papel de las ideas y las que subrayan el papel de los factores económicos; entre las que destacan el papel de la cultura y las que destacan el papel de la tecnología.
Así, Comte, aunque apelaba a la sociología no en busca de .las causas y los efectos de la historia, sino más bien en busca de uniformidades, sin embargo atribuye
implícitamente en su obra la primada causal a la esfera cultural al sostener que
los tres estadios sucesivos del pensamiento humano originan tres estadios sucesivos
de organización social.
Por el contrario. Marx cree que "el método de producción en la existencia material condiciona la evolución social, política y mental en general". Como el marxismo ha sido con frecuencia excesivamente simplificado, debe señalarse que concede cierto margen de independencia a las diversas esferas no económicas; pero, como
dice EngeIs: "•• .las causas finales [el subrayado es nuestro] de todos los cambios
sociales hay que buscarlas... en los modos de producción e intercambio".
Weber. en La ética protestante y el esplritu. del capitalismo.. puso en cuestión esa
primada al demostrar la importancia decisiva de la esfera espiritual en la determinación de la estructura económica misma. Pero tuvo cuidado en señalar que
éste era sólo un aspecto de la cadena -causal, que en otras circunstancias los factores económicos podrían determinar los factores culturales, y que in toto las fuentes del cambio no son exclusivamente económicas ni exclusivamente culturales.
Bajo la influencia de Weber, la sociología comienza a superar la controversia
rechazando todas las teorías deterministas. Todos los esfuerzos para explicar los
cambios sociales considerándolos originados en un solo factor social han fracasado
por completó, en tanto que los esfuerzos para demostrar que son muchos los factores que ejercen alguna influencia resultaron mucho más satisfactorios, y la sociologIa contemporánea adoptó casi unánimemente el punto de vista de la multiplicidad de. Iacrores.
Se sostiene actualmente que los cambios sociales pueden. originarse en una zona
institucional, produciendo cambios en otras zonas, los cuales a su vez provocan
nuevas adaptaciones en la esfera originaria del cambio. Los factores tecnológicos,
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económicos, políticos, religiosos. ideológicos, demográficos y estratlficacionales, son
considerados como variables potencialmente independientes que se influyen entre
sí 10 mismo que en el curso de la sociedad.
Es grande el atractivo de las teorías clásicas, en especial para el lector poco cultoo Su alcance es enorme, sus posibilidades de aplicabilidad ilimitadas, y su lenguaje no es técnico y sI sugestivo. Sin embargo, la sociología tendió a alejarse del
esfuerzo para formar y perfeccionar dichas teorías, principalmente a cama de un
inconveniente que presentaban, directamente relacionado con sus virtudes: aun.
que proporcionaban ideas valiosas. vistas en su integridad, no podían comprobarse.
y.en consecuencia eran científicamente inaceptables o. en el mejor caso, sólo parcíalmente verdaderas.
Así, pues, es evidente que la humanidad no viaja suavemente de un estadio de
ilustración menor a un estadio de ilustración mayor, como dijo Cornte. Hasta
ahora la soci~ad industrial no borró las fronteras nacionales ni trajo la creación
de la comunidad global ,que Spencer preveía, y como no especificó cuándo esperaba que eso ocurrida, la teoría no puede ser refutada nunca, lo cual la hace
incapaz de comprobación.
Se ha demostrado, de una manera análoga, que Marx se equivocó en casi todos
los asuntos sobre los que hizo una predicción bastante específica para poder comprobarla: la revolución no tuvo lugar en países muy industrializados, sino en países
industrialmente "atrasados"; no produjo la sociedad sin clases ni eliminó los conflictos y las contradicciones internas; y.la clase media no disminuye. en un proceso
de polarización, sino que. por el contrario, aumenta constantemente, etc. Por otra
parte, tampoco puede comprobarse la proposición de que las camas "finales" de
los cambios sociales radican en la esfera económica. Como no se hizo ninguna
especificación acerca del concepto "final", todo impulso originado en la esfera económica puede considerarse como 'una causa final, mientras que hay que considerar
como no final cualquier impulso originado en otra esfera. Además. cuando profetizó la desaparición del Estado en la sociedad sin clases. Marx. 10 mismo que Spencero no especificó las circunstancias ni el momento en que esperaba que eso habría de suceder. Por lo tanto, tampoco es comprobable esta tesis.
weber, como vimos, insiste mucho acerca del papel de los levantamientos carismáticos en la producción de cambios sociales; su teoría no tiene en cuenta los cambias lentos, reformadores, que se producen gradualmente y sin crisis. Cambios de
este tipo tuvieron lugar. por ejemplo. en la Inglaterra y los Estados Unidos modernos, que, de sociedades rurales, religiosas y cerradas. se convirtieron en sociedades urbanas, industriales y de gran movilidad; de 10 que estaba muy cerca de
ser un estado de laissez-ioire, en sociedades controladas en grado considerable por
los gobiernos centrales, sociedades en las que el bienestar de la población así como
el desarrollo del país, son guiados por la comunidad ,y sus instrumentos políticos,
todo ello sin trastornos revolucionarios.
Tampoco Toennies tuvo bastante en cuenta la supervivencia de elementos de la
Gemeinschaít en la Gesellschait -como la familia nuclear o las amistades- y no
previó el desarrollo de los que podrían llamarse elementos de la Gemeinschaft o
cuasi-Gemeinschaft en la sociedad moderna. que se manifiestan, por ejemplo, en
suburbios. clubes y comunidades profesionales florecientes.
Aun así, el hecho es que la sociología nació de esas teorías. ElIas sentaron los
cimientos de la sociología moderna al llamar la atención hacia los diferentes campos de investigación (por ejemplo, Marx hacia la estratificación) y al suministrar
muchos de los conceptos usados como cosa sabida en la soclologla actual. Pero él
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FUENTES Y TIPOS DE LOS CAMBIOS
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carácter totalista de esas teorías hubo de ser abandonado pronto; para progresar,
la sociologfa tuvo que renunciar en gran parte a la busca de tipos generales y de
causas "ultimas" de los cambios sociales. Aunque en general esta reacción estaba
muy justificada, posiblemente fue exagerada por sociólogos que pasaron al otro
extremo, evitando no sólo el estudio de la historia en su sentido más amplio, la investigación en el estudio de los cambios de todos los tiempos, sino también los
cambios de sociedades específicas en momentos particulares. Es de esperar que
los conceptos y los instrumentos creados recientemente servirán de sillares para
una teoría nueva del cambio que sea no sólo grande sino también comprobable,
y que al ser sometida a prueba resulte verdadera.
CAPiTULO 2
HERBERT SPENCER
LA EVOLUCIóN DE LAS SOCIEDADES •
Una sociedad es un organismo
El crecimiento es común a los conjuntos sociales y a los conjuntos orgamcos.
No excluimos por completo la comunidad con los conjuntos inorgánicos. Algunos
de éstos, como los cristales, crecen de una manera visible, y todos ellos, según la
hipótesis de la evolución, nacieron por integración en algún momento. No obs[ante, comparados con las cosas que llamamos inanimadas, los cuerpos vivos y las
sociedades presentan de manera tan notoria el aumento de masa, que podemos
pensar justamente que esto caracteriza a unos y otras. Muchos organismos crecen
a lo largo de toda su vida, y los demás crecen durante partes considerables de su
existencia. El crecimiento social suele continuar hasta, el momento en que las sociedades se dividen o se hunden.
ÉSte es, pues, el primer rasgo por el cual las sociedades se alían con el mundo
orgánico y se diferencian sustancialmente del mundo inorgánico.
Evolución de las estructuras
También es un carácter de los cuerpos sociales, como de .los cuerpos vivos, el
que, mientras aumentan de tamaño, aumentan también de estructura. Como
un animal inferior, el embrión de un animal superior tiene pocas partes diíerendables; pero, a medida que adquiere mayor masa, sus partes se multiplican y diferencian. Lo mismo sucede con una sociedad. Al principio las desemejanzas
entre sus grupos de unidades son imperceptibles en número y grado; pero. al aumentar la población, se hacen más numerosas y más sefialadas las divisiones y subdivisiones... Cuando pasamos de grupos pequeños a grupos mayores, de grupos
simples a grupos compuestos, de grupos compuestos a grupos doblemente compuestos, aumenta la desemejanza entre las partes. El agregado social, homogéneo
cuando es pequeño, suele ganar en heterogeneidad."con cada etapa de crecimiento,
y para adquirir un gran tamaño tiene que adquirir gran complejidad. Echemos
una mirada a las principales etapas.
Naturalmente, en un estado corno el de los cayaguas Q indios del bosque de
América del Sur, tan poco social que "una familia vive alejada de las otras", es
imposible toda organización social; y aunque haya alguna ligera asociación de familias, no nace la organizaci6nmientras son pocas y, errabundas. Los grupos de
esquimales, de australianos, de bosquimanos, de fueguinos, carecen hasta de la diferenciación primaria de partes que implica la jefatura consagrada. Sus individuos
no están sujetos a ningún otro control que el que puede adquirir temporalmente
el más fuerte, o el más astuto, o el más experimentado; no existe ni siquiera' un
núcleo permanente. Habitualmente, cuando existen grupos sencillos mayores, en-
• De Sociology, por Herbert Spencer (Nueva York, AppIeton and -Co., 1892). vol. r,
pp" 437"439. 459"46g, 473"475. 584"585"
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