Régimen aplicable a los estudiantes universitarios cuando actúan como jurados de votación

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RÉGIMEN APLICABLE A LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
CUANDO ACTÚAN COMO JURADOS DE VOTACIÓN.
El problema jurídico, se circunscribe a analizar si los estudiantes universitarios,
cuando son jurados de votaciones, adquieren o no, la calidad de servidores
públicos; estableciendo en caso afirmativo, a cual clase correspondería.
Además de establecer si la procuraduría sería competente o no para
adelantarles procesos disciplinarios.
Los jurados de votación son ciudadanos seleccionados por el comité electoral
para prestar sus servicios al estado en las jornadas electorales, por lo cual es
importante mirar nuestra legislación a fin de advertir, si en los términos
previstos por nuestro ordenamiento, los estudiantes universitarios, cuando son
jurados de votaciones, adquieren o no , la calidad de servidores públicos y por
ende, si son o no destinatarios de la ley disciplinaria a cargo de la procuraduría
como órgano competente en esta clase de procesos.
En este orden, comenzaremos definiendo quiénes son servidores públicos
según lo establecido en nuestra legislación para lo cual haré el siguiente
recorrido.
Nuestra constitución política de 1991 en su artículo 123 nos expone
literalmente quienes son servidores públicos.
Indicándonos que:
“Son Servidores Públicos los miembros de las Corporaciones Públicas, Los
Empleados Y Trabajadores Del Estado Y De Sus Entidades Descentralizadas
Territorialmente Y Por Servicios.
Los Servidores Públicos están al servicio del estado y de la comunidad;
ejercerán sus funciones en la forma prevista por la constitución, la ley y el
reglamento.
La ley determinará el régimen aplicable a los particulares que temporalmente
desempeñen funciones públicas y regulará su ejercicio.”
Ahora según la ley 909 de 2004 en desarrollo del artículo 123 de la constitución
política de Colombia encontramos las diversas vinculaciones con el estado en
la que se distinguen tres (3) clases o grupos de servidores públicos, que son
los miembros de las corporaciones públicas, los empleados y trabajadores
oficiales del estado y de sus entidades descentralizadas territorialmente y por
servicios
Siendo así las cosas, encontramos que según lo expuesto en el artículo 123 de
la constitución política observamos clara mente que los particulares podrán
desempeñar temporalmente funciones públicas, pero advierte que la ley
determinará el régimen aplicable cuando estos desempeñen dichas funciones y
a su vez regulará su ejercicio. Evento que hasta ahora no ha regulado dejando
esta situación en un simple enunciado normativo.
Es así que en este orden de ideas encontramos también a otras personas, que
pueden prestar su servicio al estado, como por ejemplo a través un contrato de
prestación de servicios, y otros más; pero estableciendo que de este hecho
solo existe un vinculo con la administración como contratista de la
administración; y no como un servidor de ella por lo que no le son aplicables el
mismo régimen.
A fin de concretar sobre la situación de los jurados de votación, es necesario
que miremos a otros sujetos que también desarrollan funciones propias del
estado; pero que es ejercida por particulares llamados auxiliares de la justicia,
quienes tampoco tienen la calidad de servidores públicos según lo establecido
en los decretos 3074 de 1968 y 1950 de 1973 y que son quienes prestan
ciertos servicios ocasionales como es el caso que nos atañe de los jurados de
votación.
Dice el decreto 3074 de 1968, en su artículo segundo (2), parágrafo cuarto (4) y
el decreto 1950 de 1973 en su artículo cuarto (4).
“Quienes presten al estado servicios ocasionales como los peritos; obligatorios,
como los jurados de conciencia o de votación; temporales, como los
técnicos y obreros contratados por el tiempo de ejecución de un trabajo o una
obra son meros auxiliares de la administración pública y no se consideran
comprendidos en el servicio civil, por no pertenecer a sus cuadros
permanentes.”
ahora bien, es de analizar que según todo lo establecido en los artículos 123
de la constitución y la ley 909 de 2004, la cual entra a desarrollar este articulo,
denotamos, que el ingreso al servicio oficial, para adquirir las calidades de
servidor público está determinado por la subdivisión de empleos y la
permanencia en el servicio tal como lo consagra el artículo 37 de la ley 909 de
2004; es entonces de observar que los estudiantes cuando son jurados de
votación no están contemplados en la subdirección de empleo y mucho menos
tienen como es necesaria la permanencia en el servicio.
De este modo entonces, si no hay regulación de manera posterior a los
decretos 3074 del 68 y 1950 del 73, y tampoco los han sacado del
ordenamiento jurídico sobre estos particulares que prestan un servicio al
estado confirmamos no son servidores públicos como tal.
Ahora, con el afán de establecer también, cuál sería el régimen aplicable a
estos particulares, es meramente necesario que hagamos un análisis similar.
Así entonces encontramos que son Sujetos disciplinables los establecidos en el
artículo 25, de la ley 734 de 2002 por la cual se crea el código disciplinario
único.
Dice este:
“Son destinatarios de la ley disciplinaria los servidores públicos aunque se
encuentren retirados del servicio y los particulares contemplados en el artículo
53 del Libro Tercero del código en mención
Los indígenas que administren recursos del Estado serán disciplinados
conforme a este Código.
Donde, Para los efectos de esta ley y en concordancia con el artículo 38 de la
Ley 489 de 1998, son servidores públicos disciplinables, los gerentes de
cooperativas, fundaciones, corporaciones y asociaciones que se creen y
organicen por el Estado o con su participación mayoritaria.”
En este orden de ideas anotamos, que nos hablan sobre los particulares
contemplados en el artículo 53 del libro tercero de del código disciplinario
único; Es decir, que este nos indica literalmente que particulares pueden ser
disciplinables; encontrándonos que el artículo 53. Nos remite al 366 de la CP.
Donde nos indica que solo aplica a particulares donde el objetivo fundamental
sea el de satisfacer necesidades insatisfechas de salud, de educación, de
saneamiento ambiental y de agua potable; cuando que cumplan labores
de interventoría en los contratos estatales; que ejerzan funciones
públicas, en lo que tienen que ver con estas sin mencionar por ningún lado
cuando se trate de particulares prestando un servicio social al estado, como lo
es el de ser jurado de votación.
Por consiguiente, miremos que nos dicen estos artículos 53 de la ley 734 de
2002 y el artículo al cual nos remite, que es el artículo 366 de la constitución
política de Colombia
El Artículo 53 ley 734 de 2002, nos dice que: “El presente régimen se aplica a
los particulares que cumplan labores de interventorías en los contratos
estatales; que ejerzan funciones públicas, en lo que tienen que ver con estas;
presten servicios públicos a cargo del Estado, de los contemplados en el
artículo 366 de la Constitución Política, administren recursos de este, salvo las
empresas de economía mixta que se rijan por el régimen privado.
En observancia que el artículo 53 de la ley 734 de 2002, nos remite al artículo
366 de la constitución política: procederemos a enunciarlo el cual dice:
“El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población
son finalidades sociales del Estado. Será objetivo fundamental de su actividad
la solución de las necesidades insatisfechas de salud, de educación, de
saneamiento ambiental y de agua potable.”
Ahora, de acuerdo a este hecho expuesto en el artículo anterior, la Corte
Constitucional como salvaguarda de la constitución, nos lo confirma con la
sentencia C-037 de 2003, bajo el entendido de que el particular que preste un
servicio público, solo es disciplinable cuando ejerza una función pública que
implique la manifestación de las potestades inherentes al Estado, y éstas sean
asignadas explícitamente por el Legislador. Es decir estas potestades deben
ser desarrolladas en una ley; por lo tanto es de entender que si estas
actividades no están asignadas explícitamente por el legislador cuando se trata
de particulares solo estaríamos actuando como un simple ciudadano el cual
está en la obligación de llevar esta carga como un deber ciudadano por
imposición constitucional de acuerdo al principio de la responsabilidad
establecido en el artículo sexto de nuestra constitución política.
Es así, que según lo establecido denotamos un criterio meramente formal,
apegados a la normatividad vigente en su aspecto literal y enunciativo; mas sin
embargo, observamos que la jurisprudencia ha venido pronunciándose sobre el
respecto, no mirando la ley y la constitución de manera formal; si no más bien
su contenido material, tal como demuestra la sentencia C-286/96 de acuerdo
al Concepto Del Ministerio Publico; Donde Enuncia Que: "Servidor Público" Es
Toda Persona Natural Que Desempeña La Función Pública En Cualquiera De
Las Hipótesis Reguladas en el artículo 123 de la Carta.
Es decir para el Ministerio Público, el concepto de función pública es
omnicomprensivo de las relaciones producto del vínculo de servicio entre los
particulares y el Estado en cualquiera de las ramas y órganos que lo
componen, sin importar si ellas tienen o no un carácter subordinado. Por lo
tanto, dice este que "la noción de función pública abarca la de función
administrativa, al tenor de lo dispuesto en el artículo 209 y siguientes de la
Carta Política".
Manifiesta además que, por función pública no sólo se entiende la actividad
que una persona natural ejerce al servicio del Estado y de la comunidad, sino
también el conjunto de disposiciones constitucionales y legales sobre la
materia, así como las instituciones que las desarrollan. Por la relación de
servicio entre el particular y el Estado, concluyendo que tal vínculo encuentra
su origen fundamentalmente en el ejercicio de ese derecho, deber ciudadano a
participar en la conformación, ejercicio y control del poder político, el cual se
materializa, entre otros, en la posibilidad de acceder al desempeño de
funciones y cargos públicos.
Afirma este, que se dan variadas modalidades de vinculación con el Estado Sin
embargo, acepta que hay casos en los cuales el vínculo puede no ser
permanente sino ocasional o transitorio y por ende así serán las funciones
públicas ejercidas. Mencionando como ejemplo, el caso de los jurados de
votación y el de los auxiliares de la justicia.
Con lo establecido observamos que las nociones de servidor público y de
particular son opuestas.
Ya que de acuerdo al artículo 123 de la Constitución, los particulares no
pueden ejercer la función pública en forma permanente porque sería un
contrasentido.
Más adelante asegura que tal diferenciación surte efectos únicamente en lo
que toca con la definición de servidor público, porque normas posteriores de la
Carta autorizan al legislador para establecer las condiciones en que los
particulares pueden desempeñar funciones administrativas, y además permite
la prestación de los servicios públicos por parte de ellos, eventos en los cuales
no podría decirse que por tal hecho adquieran propiamente la condición de
servidores públicos. Ya que el derecho disciplinario es, consustancial a la
organización política y tiene lugar preferente dentro del conjunto de las
instituciones jurídicas.
,
En síntesis el particular, no se encuentra en la condición del servidor público,
toda vez que no ha establecido un vínculo de dependencia o subordinación
frente al Estado en cualquiera de los cargos, organismos, entidades o
corporaciones que hacen parte de su estructura-, ni percibe de él asignación o
salario, está en principio exento del régimen disciplinario estatal y su
responsabilidad ante las autoridades únicamente puede surgir de las
transgresiones en que incurra en relación con los preceptos constitucionales y
legales, tal como lo pregona el artículo 6º de la Carta Política.
Ya que en nuestro sistema jurídico ha desaparecido hace mucho tiempo la
separación absoluta y extrema entre las órbitas pública y privada en lo
relacionado con las actividades que tienen por objeto la realización de los fines
perseguidos por la sociedad y la satisfacción efectiva de sus necesidades.
De allí resulta que, sin desconocer la libertad de las personas en su iniciativa y
en sus actividades económicas y laborales, la Constitución haya previsto
formas de vinculación de los particulares a la gestión de intereses y asuntos
públicos sin que en virtud de ella pierdan su condición privada.
Así lo contemplan, entre otras normas, los artículos 2, 116, 123, 131, 221 (1º
del Acto Legislativo No. 2 de 1995), 246, 267, 277-9, 318, 340 (Cfr. Sala Plena.
Sentencia C-015 del 23 de enero de 1996) y 365 de la Constitución, que
autorizan el ejercicio de funciones públicas por personas particulares, en
ciertas situaciones y previos determinados requisitos que la propia Carta o las
leyes establecen, o que les permiten participar en actividades de gestión de
esa misma índole.
De este modo observamos, que la responsabilidad del particular es material y
la aplicación del régimen disciplinario objetiva, ya que ni una ni otra atienden al
estado o condición de quien actúa sino a la función pública que le ha sido
encomendada y al interés, también público, que a ella es inherente.
Cambia así sustancialmente la lectura del artículo 6º de la Constitución Política,
que ya no admite una interpretación literal sino sistemática: a la luz del conjunto
de principios y preceptos constitucionales, el particular que se halla en
cualquiera de las situaciones en las que el orden jurídico lo faculta para cumplir
papeles que en principio corresponderían a organismos y funcionarios
estatales, no puede ser mirado de modo absoluto bajo la óptica de una
responsabilidad igual a la de los demás particulares, circunscrita apenas a su
condición privada, ya que por razón de la tarea que efectivamente desarrolla,
en la medida de ésta y en cuanto toca con el interés colectivo, es públicamente
responsable por su actividad, sin que llegue por eso a convertirse en servidor
del Estado desde el punto de vista subjetivo.
Estímese necesario precisar que el ejercicio de funciones públicas por
particulares, según lo visto, no incluye, para los fines de la Ley Disciplinaria, las
relaciones contractuales entre el Estado y personas privadas, pues éstas son
independientes en cuanto no las liga al ente público lazo alguno de
subordinación.
Por otra parte, la Corte debe advertir que la norma objeto de proceso fija
apenas el ámbito de aplicación de la normatividad disciplinaria e incluye allí a
los particulares que ejerzan funciones públicas, lo cual no implica que el mismo
precepto se haya ocupado en la definición íntegra del régimen disciplinario que
el Estado puede aplicar a tales personas.
De estos hechos mencionados, encontramos que los problemas se presentan,
a diario, vienen a ser por aplicación indebida de la norma o por interpretación
errónea tal y como se los plantearemos a continuación:
Un primer caso sería el de establecer si Los estudiantes universitarios cuando
actúan como jurados de votación son o no servidores públicos: en este caso
se alcanza a vislumbrar un problema de apreciación o interpretación ya que de
este hecho pueden actuar como jurados personas que se vinculan a el estado
para realizar estas funciones ,los cuales también a su vez producto de este
vinculo obtienen una remuneración como es el caso de los escrutadores que de
efecto cumpliendo con estos requisito. Logra establecer un vínculo de
dependencia o subordinación frente al Estado en uno de sus cargos,
organismos, entidades o corporaciones que hacen parte de su estructura,
percibiendo de él una asignación o salario; caso contrario sucede con los
estudiantes universitarios cuando son llamados a ser jurados de votación,
puesto que estos no tienen ningún vinculo de dependencia o subordinación con
el estado, como tampoco perciben por esa actividad una asignación salarial; ya
que simplemente estos son unas personas particulares que solo están
cumpliendo con un deber ciudadano , es decir estos están en ese momento
simplemente cumpliendo con una carga que todos los ciudadanos debemos
soportar en beneficio de toda la colectividad para la satisfacción de los
intereses generales como imposición constitucional.
Ahora, otro segundo problema que se presenta se da a la indebida aplicación
de la norma; un ejemplo claro lo encontramos cuando dicen algunas entidades,
que los particulares cuando actúan como jurados de votación son sujetos
disciplinables según lo establecido en el artículo 25 de la ley 734 de 2002.
Interpretación errónea que le dan. Ya que según lo planteado por el articulo 53
nos indica literalmente que particulares son pasibles de de esta ley de acuerdo
a ciertas funciones especificas; lo cual implica que solo los indicados por este
articulo pueden ser disciplinados a la luz de mencionado código disciplinario.
Por otro lado encontramos también eventos en que se ha escrito lo siguiente:
http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=251817
Colombia , noviembre 6 de 2009
¿Cuál es el alcance de la Responsabilidad de los jurados de votación?
Desde el punto de vista penal la conducta del jurado que se encasille en alguna
de las figuras previstas como delito, pueden ser sujetos de responsabilidad
penal y por ende susceptible de imponérsele sanciones por parte de la
autoridad competente. Así mismo, es importante advertir que en los términos
previstos por el Código Disciplinario Único (Ley 734 de 2992), son destinatarios
de la Ley Disciplinaria todos los servidores públicos y los particulares que
ejercen funciones públicas permanentes o transitorias. En este orden, serán
sujetos disciplinables los ciudadanos vinculados a un proceso electoral en
calidad de provisionales, supernumerarios, contratistas y jurados de votación,
entre otros.
Circular conjunta de la registraría nacional del estado civil y de la
procuraduría general de la republica
www.procuraduria.gov.co/.../CIRCULAR_CONJUNTA_052.doc
Es importante advertir que en virtud de lo dispuesto en el artículo 25 del Código
Disciplinario Único (Ley 734 de 2002) son destinatarios de la ley disciplinaria
todos los servidores públicos y los particulares que ejercen funciones públicas,
permanentes o transitorias. En este aspecto, serán sujetos disciplinables los
registradores de los distintos niveles y los funcionarios públicos adscritos a sus
despachos, así como aquellos vinculados en calidad de provisionales,
supernumerarios, contratistas, jurados de votación, los delegados del Concejo
Nacional Electoral, las comisiones escrutadoras y los interventores particulares
de los contratos que haya suscrito la Registraduría Nacional del Estado Civil
cuyo objeto tenga relación directa e indirecta con el desarrollo del debate
electoral.
Según lo escrito, podemos apreciar que de acuerdo a lo que nos enuncia el
artículo 25 , 53 de la ley 734 de 2002 y lo establecido en la constitución en su
artículo 366; estas entidades le dan un alcance desproporcionado a la norma;
además de una aplicación indebida de la norma ya que cuando nos hacen el
planteamiento nos establecen, no el contenido del articulo 25 de la ley 734 de
2002, sino mas bien el articulo 20 de la ley 200 del 95 del anterior código
disciplinario único, donde si dejaba abierta la norma para todos los particulares que
ejercieran funciones públicas en forma permanente o transitorias, contrario a lo que
ocurre con el art 25 de la ley 734/02 la cual es una norma cerrada y abarca a un
número determinado de particulares con funciones especificas.
ANALICEMOS
Articulo 20 ley 200/95
DESTINATARIOS DE LA LEY DISCIPLINARIA. Son destinatarios de la Ley Disciplinaria
los miembros de las corporaciones públicas, empleados y trabajadores del Estado y de
sus entidades descentralizadas territorialmente y por servicios. Para los mismos efectos
se aplicará a los miembros de la fuerza pública, los particulares que ejerzan funciones
públicas en forma permanente o transitorias (sic), los funcionarios y trabajadores del
Banco de la República, los integrantes de la Comisión de Lucha ciudadana contra la
corrupción y las personas que administren los recursos de que trata el artículo 338 de la
Constitución Nacional.
Articulo 25 ley 134 de 2002
Después de este largo recuento podemos decir, según el planteamiento del
problema que:
Primero: los estudiantes universitarios, cuando son jurados de votaciones, no
adquieren la calidad de servidores públicos; toda vez que estos particulares
solo ejercen esa función por imposición constitucional; ya que es una carga que
todos los ciudadanos estamos obligados a llevar.
Segundo; en lo referente a si la procuraduría seria competente o no para
adelantarles procesos disciplinarios, podemos decir que si pero por su carácter
material, mas no por el contenido formal de la ley ya que esta no se ha
regulado para este tipo de situaciones tal como lo explicamos en el desarrollo
de la temática.
BIBILOGRAFIA
COSTITUCION POLÍTICA DE COLOMBIA
CÓDIGO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO
LEY 909 DE 2004
LEY 734 DE 2002
LEY 489 DE 1998
LEY 200 DE 1995
DECRETO 3074 DE 1968
DECRETO 1950 DE 1973
ACTO LEGISLATIVO NO. 2 DE 1995
SENTENCIA C-037 DE 2003
SENTENCIA C-015 DEL 23 DE ENERO DE 1996
SENTENCIA C-280 DEL 25 DE JUNIO DE 1996
RODRÍGUEZ, GUILLERMO, LA ORGANIZACIÓN ESTATAL EN COLOMBIA
DERECHO ADMINISTRATIVO
CAICEDO MORA, ESTEBAN, DERECHO PROCESAL ADMINISTRATIVO
http://www.caracol.com.co/nota.aspx?id=251817
www.procuraduria.gov.co/.../CIRCULAR_CONJUNTA_052.doc
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