La revancha de Yoko Ono: la viuda de Lennon y su

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LATERCERA Sábado 30 de mayo de 2015
Sociedad
Cultura
La revancha de Yoko Ono: la
viuda de Lennon y su
exposición solista en el MoMA
R Por primera vez de forma
autorizada la artista japonesa
expone en el museo neoyorquino.
R Con 125 obras, la muestra es el
clímax de su nueva etapa: a los 82
años vive el reconocimiento.
Catalina Jaramillo
Nueva York
RR Yoko Ono con Apple (1966), durante el recorrido previo a la muestra en el MoMA. FOTO: RYAN MUIR © Yoko Ono.
John mordió la manzana. Es lo
que pienso cuando veo la manzana verde encima del pedestal de plexiglás con que abre
Yoko Ono: One woman show,
1960-71, la primera muestra
como solista de la artista japonesa en MoMA de Nueva York.
Un grupo de visitantes rodea
la pieza mientras una guía modera la discusión.
“Ya, pero ¿ELLA eligió la
manzana?”, pregunta casi gritando una visitante en sus 50.
“¿Es ésta SU obra?”. “Buena
pregunta”, esquiva la guía con
voz nerviosa. La audiencia del
MoMA –que poco difiere de la
de un mall- ya se ve medio
molesta. “Lo que Yoko hace
es arte conceptual. ¿Qué sabemos todos de Yoko Ono?”, se
aventura a preguntar la guía,
esperando por respuesta que
fue la mujer de John Lennon.
En cambio, una mujer dispara: “Que separó a los Beatles”.
Para muchos, Yoko Ono,
hoy de 82 años, sigue siendo
una figura difícil de entender;
y a pesar de que Paul McCartney lo negó públicamente, aún
se le achaca con prejuicios machistas ser la causante de la
separación del grupo de Liverpool. Pero Ono se levanta
silenciosamente después de
cada golpe: sigue produciendo
discos (Take me to the Land of
Hell, 2003) y sorprendiendo
con una obra que es al mismo
tiempo genial, dulce, perturbadora, poética, graciosa, intelectual y pionera.
Así lo demuestra la exposición que abrió hace dos semanas en el MoMA y que reúne
más de 125 trabajos en papel,
instalaciones, performances,
audios y videos. Precursora
del arte conceptual en los 60,
molestó desde el comienzo al
ir en contra de lo que entonces
se entendía como arte -un objeto realizado por alguien con
habilidades técnicas y estéticas
extraordinarias- y postular
que el concepto o la idea inherente en la obra antecede a su
materialidad y a su valor estético. Ahí está Marcel Duchamp
y su “urinario” de 1917. Casi
100 años después, el arte conceptual sigue picando.
Una de las gracias de la extensa obra de Ono es que provoca, y al hacerlo, incita una
respuesta casi automática del
espectador. Así, la artista busca que otro complete su obra;
un acto casi kamikaze consi-
derando su reputación.
Y en 1966 fue John Lennon
quien lo hizo. Según Yoko, el
ya famoso Beatle llegó a un
pre-estreno de la exposición
en que mostraba su manzana
verde, en la galería Indica en
Londres. Sin que ella se diera
cuenta, tomó la manzana y la
mordió. Yoko lo miró indignada, él se rió y puso la manzana de vuelta en el podio. Así se
conocieron.
En 1967 los Beatles fundaron Apple Corps, madre de
Apple Films y Apple Records;
todos usando una manzana
verde como icono. La imagen
aparece en varios de sus discos,
incluido Abbey Road del 69, y
en otros de Plastic Ono Band,
formada por Lennon y Ono el
mismo año. Pienso entonces
que la manzana verde de la
primera sala es todo un símbolo, pero la guía que no parece
conocer la anécdota lleva a los
visitantes a la siguiente sala.
Dando instrucciones
En 1971 Yoko Ono publicó
en el diario Village Voice una
invitación a una exhibición en
el “Museum of Modern (F)art”,
usando una foto de ella frente
al museo con una bolsa de papel con la letra F. La muestra
no era autorizada y la gente
que asistió no vio nada porque
era conceptual. Ono había liberado miles de moscas en el
patio del museo y la invitación era a seguirlas en su viaje por el museo y la ciudad.
Ahora el recorrido de ésta, su
primera exhibición oficial en
el MoMA, comienza en 1960,
en su loft en el 121 de la calle
Chambers en Tribeca,
Manhattan. Ono lo convirtió
en epicentro de performances
de músicos pioneros como
John Cage y La Monte Young.
La artista estaba casada con
su primer marido, el compositor Toshi Ichiyanagui. A sus
eventos venían cientos de personas, entre ellos Marcel Duchamp, Peggy Guggenheim,
Jasper Johns, Robert Raschenberg y George Maciunas , fundador del grupo Fluxus, que
luego la invitaría a hacer su
primera exposición en la galería AG en Nueva York.
Aquí se exponen páginas de
su primer libro, Grapefruit
(1964), compuesto de 151 instrucciones, reeditado en su
versión original para esta
muestra y a la venta por US$
150. Ono comenzó a producir
obras basadas en instrucciones
en Chambers, pero de a poco
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