La perforación del manto es una hazaña de tal dimensiones que

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EN BUSCA DEL MANTO TERRESTRE II - proyecto de prospección científica Mohole
La perforación del manto es una hazaña de tal dimensiones que puede considerarse tan importante
como que el hombre llegara a la Luna.
El Proyecto Mohole surge en la decada de 1950,
después de la Segunda Guerra Mundial. En concreto
propusieron este proyecto dos científicos: Harry Hess, uno
de los fundadores de la teoría de la Tectónica de Placas, y
Walter Munk, que estudió entre otros aspectos la dinámica
de las corrientes oceánicas.
Se intentaba perforar la corteza oceánica (unos 10
km de espesor de media) y llegar al manto, para recoger
muestras del mismo.
Tuvieron
muchos
problemas
para
comenzar con el proyecto, ya que la idea la
tacharon de interesante pero irrealizable.
El proyecto consistía en mantener un
buque perforador en una posición fija (el CUSS
1), perforando la corteza oceánica. Entre
marzo y abril de 1961 obtuvieron el primer
testigo que tenía 170 m de basalto (de lo que
está compuesta la corteza oceánica, a una
profundidad marina de 3800 m), gracias a las
grandes innovaciones, en cuanto a perforación
que desarrollaron Willard Bascom y su equipo.
El desarrollo del proyecto fue coincidente con
la aceptación de la teoría de la Tectónica de
Placas.
Al demostrar, mediante este proyecto, que era posible perforar el basalto, que constituye la
corteza, se han realizado otros para poder conseguir muestras del manto. Parece ser que una técnica
prometedora es la que está desarrollando el barco de investigación japonés Chikyu, fletado en el año
2002.
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