Reforma estructural del Estado argentino

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La reforma del Estado incluye la desregulación, la apertura comercial externa, la reducción de la inflación y
de la incertidumbre, junto con la disminución del costo de capital, todas acciones orientadas a lograr un
proceso de crecimiento económico sostenible a lo largo del tiempo, posibilitando un aumento de la
productividad mediante la incorporación de tecnología y la modernización de la estructura económica.
El siguiente cuadro ofrece un resumen de los mayores cambios en diferentes áreas de la política, la economía
y el territorio.
ÁREAS CLAVES
Marco internacional
Relaciones económicas
internacionales de la
Argentina
Instituciones políticas
Desarrollo regional
Infraestructura
Estructura productiva y
sectores dinámicos
El Estado y la economía
Moneda y precios
Macroeconomía,
crecimiento y ciclos.
Sociedad, empleo y
distribución del ingreso
REFORMAS
Afianzamiento del predominio de los Estados Unidos, pero con un gran
desarrollo de Asia Oriental. Globalización comercial, financiera y de
inversiones, con bloques regionales. Crisis de los Estados nacionales y auge
de las reformas económicas neoliberales.
Economía abierta al comercio y a las inversiones. Predominio del
americanismo, con centro en el Mercosur en un contexto de diversificación
de las relaciones económicas internacionales e importancia creciente del
comercio con Asia−Pacífico.
Plena vigencia de las instituciones políticas de la Constitución, reformada en
1994.
Internacionalización de las economías regionales y primera posibilidad cierta
de desarrollo sostenible y "desde adentro" del Interior.
Telecomunicaciones y aeronavegación como ejes centrales de la integración
espacial. Gran desarrollo de la infraestructura urbana y regional.
Desarrollo diversificado en el sector primario y en los servicios. En la
industria crecen todas las ramas, pero más especializadas y con mayor
calidad. Cierto liderazgo de los complejos productivos basados en los
recursos naturales. Desarrollo en biotecnología y software.
Estado subsidiario, desregulación, privatización de los servicios públicos,
creciente importancia del gasto social, tendencia al equilibrio fiscal.
Servicios públicos de alta calidad en justicia, seguridad, salud−nutrición,
educación, ciencia, y técnica y políticas horizontales de competitividad.
Régimen de convertibilidad, moneda fuerte, estabilidad de los precios,
reforma del sistema financiero, desarrollo del ahorro y del mercado de
capitales.
Tendencia al crecimiento sostenidamente alto, empujado por la conjunción
de la globalización y la economía de oferta interna. Exposición a choques
externos favorables (entradas de capitales 1991 − 1994) o desfavorables
(caso del efecto tequila 1995). Posterior tendencia a mayor independencia al
resto del mundo por el aumento de ahorro público y privado.
Mejora inicial de la distribución del ingreso. Posterior desmejora por efecto
del ajuste estructural y de la crisis de 1995 con caída del nivel del empleo y
fuerte aumento del desempleo, especial impacto en los sectores medios
tradicionales.
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REESTRUCTURACIÓN TERRITORIAL DE LA ECONOMÍA:
Tanto el sector primario como los sectores secundario y terciario fueron afectados por la reforma.
Agricultura: El sector agropecuario está experimentando cambios muy importantes en los últimos años. Por
ejemplo, en la Región Pampeana, los cinco cultivos principales (trigo, maíz, sorgo, girasol y soja)
incrementaron su importancia conjunta con relación a los demás. Entre los factores que contribuyeron a ello
figuran los siguientes:
− introducción de nuevas variedades con mayor potencial genético.
− mayor uso de productos químicos y menor utilización de fertilizantes.
− empleo de maquinaria agrícola de mayor tamaño y eficacia.
− mejoramiento técnico en la administración de los predios agrícolas.
NOTA: La nueva administración agrícola
La Nación, Sección Opinión, Fecha de publicación 27.12.1999 Editorial I
La nueva administración agrícola
EL nuevo secretario de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación tiene bajo su responsabilidad
una gran variedad de asuntos de Estado que se desenvuelven a lo largo y a lo ancho del país y que
presentan situaciones difíciles, algunas de ellas de naturaleza coyuntural y otras de tipo estructural. La
administración de la cartera agrícola ha tenido en los últimos tiempos un desempeño ineficaz, sujeto a
severas críticas, que es preciso remontar a la brevedad.
Los granos, principal fuente productiva y exportadora del agro, tienen cotizaciones deprimidas que suelen no
cubrir los costos de producción. Si bien el área bajo cultivo se ha mantenido, las empresas sufren situaciones
de creciente iliquidez, exhiben un alto endeudamiento bancario y también con los proveedores de insumos,
que han contribuido a financiar las campañas agrícolas.
Producciones regionales como el arroz en el Litoral, el algodón en el Chaco, el azúcar en el Noroeste, las
lanas en la Patagonia y el Litoral y algunas producciones cuyanas presentan realidades agobiantes. La
importante producción láctea, la avicultura y la porcicultura se agregan a un listado con pocas excepciones. La
ganadería vacuna de carne ha logrado mantener su producción por inercia de precios favorables anteriores y
por su amplia base de sustentación en el consumo interno, aunque se teme por las consecuencias de la
generalización de la iliquidez.
El origen de esta situación se vincula con factores internos y externos. En lo externo, gravita
fuertemente la declinación coyuntural de los precios internacionales. Si bien las naciones asiáticas están
emergiendo de sus dificultades, ni Rusia, ni Brasil, ni otros más han dejado atrás su recesión. La devaluación
brasileña sigue afectando a nuestras exportaciones y, en algunos casos, las empresas locales son golpeadas por
las exportaciones del socio mayor del Mercosur, a menudo subsidiadas. En lo interno, se espera un aumento
de la actividad económica, todavía incipiente, pero continúa la presión de las tasas de interés y de los
impuestos, que ahora suman nuevos capítulos, fruto de la reforma en curso de aprobación. Hay
anomalías climáticas que se agregan a tan desfavorable contexto.
Existen situaciones parecidas en el mundo, aunque por uno u otro motivo los agricultores han logrado
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amortiguar su situación, particularmente en las naciones desarrolladas, mediante el concurso de tesorerías
generosas o sistemas de protección que se activan para conjurar las coyunturas desfavorables. No es el caso de
nuestro país, donde prevalece la situación exactamente contraria, tanto en el ámbito nacional como provincial.
Dos medidas acaban de anunciarse. Por un lado, un sistema crediticio destinado a la retención de la
cosecha de trigo para procurar un repunte de sus precios ahora, al estimularse la distribución posterior de
su comercialización. Por el otro, una suspensión transitoria de las ejecuciones de créditos en mora por
parte del Banco de la Nación.
Esta entidad anuncia que concentrará su cartera en el agro y en las Pyme y evitará la concesión de grandes
préstamos, cuya historia muestra casos de claro favoritismo político, que se pretende desterrar. Sin embargo,
su nuevo presidente advirtió sobre la inviabilidad de la institución si no puede recuperar sus créditos.
Sobran evidencias en el sentido de que la administración entrante ha puesto el acento en una reforma
impositiva destinada a aumentar los ingresos, en tanto la contención del gasto y el control de la evasión han
tenido menor peso a la hora de las decisiones. Cuanto más rápido pueda invertirse esta ecuación, más pronto
llegará el alivio al agro y a toda la economía. De la nueva administración agrícola se espera una
contribución para operar este cambio, así como la devolución de la representatividad del importante
sector agroindustrial en el seno del gobierno nacional.
Esta nota publicada a fines del año pasado muestra que a pesar de estar el sector agrícola en graves
condiciones, el nuevo gobierno espera solucionar estos problemas, para repuntar la economía del sector
agropecuario. Como vemos en esta nota la administración agrícola debe ser cambiada, pero dentro del
modelo de la reforma económica, que es la base de la economía argentina.
Ganadería: El sector ganadero ha perdido su importancia económica relativa en la Región Pampeana
durante la última década, como consecuencia de la reducción de mercados importadores de carne
argentina, la baja rentabilidad del ganado vacuno, y la lenta difusión de tecnologías mejoradas para
este fin. Para volver a contar con un sector ganadero estable y rentable, y reactivar la industria
procesadora de carne, habría que tener en cuenta los siguientes puntos:
− otorgar mayores incentivos financieros a los ganaderos.
− realizar esfuerzos por parte de las agencias gubernamentales encargadas de hacer cumplir la
vacunación y otras medidas.
− promocionar el desarrollo y la diversificación de los productos procesados de carne con miras a la
exportación.
Minería: El sector minero incluye la extracción de minerales y rocas, ambos son recursos naturales
agotables. Esta actividad económica necesita capitales dispuestos a asumir un elevado grado de riesgo,
ya que es una fuerte inversión, por eso la minería requiere de condiciones de estabilidad para
desarrollarse. Antes de la década del 90, el Estado tenía la mayor participación en la explotación de los
yacimientos mineros. Desde 1993 se sancionaron cinco leyes, particularmente la de inversiones mineras.
PRIVATIZACIONES
En los países en desarrollo, los servicios son en gran parte públicos. A raíz de la inestable situación
económica que atraviesan los países en desarrollo, es muy común que dichos servicios sean
insuficientes, obsoletos, caros para el usuario y arrojen pérdida para el ente administrador. En nuestro
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país, en agosto de 1989, el Poder Ejecutivo Nacional sancionó la ley de Reforma del Estado. Entre otras
cosas, en ella declara en emergencia la prestación de los servicios públicos. En el periodo 1989 − 1993 se
llevó a cabo un vasto programa de privatización de la mayoría de los servicios públicos nacionales.
NOTA: Luego de ganar, renegociar.
Diario Clarín, Sección Economía, Fecha de publicación 05.09.1999
PRIVATIZACIONES: LA ESTRATEGIA DE LOS GRUPOS ADJUDICATARIOS
Luego de ganar, renegociar
En ninguna privatización se cumplió con el contrato original Los cambios, en general, fueron por
decreto.
Por ANA ALE, de la Redacción de Clarín Los ganadores de las privatizaciones lograron más que un
buen negocio: la mayoría obtuvo cambios ventajosos en los contratos de concesión. La renegociación les
garantizó mercado y renta. Estos son algunos de los casos:
Aeropuertos. Ganó el grupo Eurnekian, Ogden de EE.UU. y SEA de Italia. Prometieron pagar por año
171,1 millones de dólares. Tres resoluciones del ente regulador les descontaron 60 millones del canon.
El descuento se justificó por los estudios ambientales que hará el concesionario. Como ser el
saneamiento de basurales en Ezeiza, que costaría 31 millones de dólares.
Además, el ente regulador transfirió a la empresa la responsabilidad de auditar las inversiones
prometidas. Otra renegociación tiene que ver con el cierre del aeroparque. Esta semana la empresa
haría una presentación en el ente con el siguiente argumento: el cierre del Jorge Newbery perjudica sus
ingresos y, por eso, debe revisarse el monto de la próxima cuota del canon.
Correos. Una jueza frenó un decreto que permitía al Correo Argentino dejar de pagar el canon para
compensar una supuesta deuda del Estado por 150 millones. El grupo Macri y el Banco Galicia ganaron
el servicio ofreciendo 112 millones de dólares por año.
En mayo la empresa consiguió que la ANSES (el Estado) se hiciera cargo del 6% sobre los sueldos para
la caja de jubilación complementaria. El Estado le devolvió al Correo 20 millones y pagará 15 por año
de compensación jubilatoria.Agua. Se adjudicó al grupo que prometió la mayor baja de tarifas. Fue la
francesa Lyonnaise des Eaux−Dumez con el grupo Soldati. Prometieron rebajar 26,9% las facturas. A
los ocho meses pidieron un aumento por pérdidas operativas. El precio del agua subió 13,5%. Un
decreto del 97 autorizó la renegociación del contrato y se transfirió el manejo de la concesión a la
Secretaría de María Julia. Otro decreto del 97 aprobó el nuevo contrato: se dolarizaron las tarifas y
modificaron las claúsulas para reconocer mayores costos.Rutas. Se concesionaron 10 mil kilómetros de
rutas. El negocio se fragmentó en 18 corredores que obtuvieron 13 grupos. Ganaron los que ofertaron
más inversiones y canon. A seis meses de firmados los contratos, ya hubo una renegociación. Las
tarifas, en las nubes por la híper, bajaron 1 peso cada 100 km. Pero el Gobierno les dio a los
concesionarios un subsidio anual de 70 millones. En 1992, Domingo Cavallo firmó un mecanismo de
ajuste tarifario basado en la tasa de interés internacional, a pesar de la caída de los precios locales. A
fines del 97, otro decreto abrió otra renegociación que el Gobierno quiere apurar: a cambio de una
deuda pública de 200 millones de pesos, las concesiones se prorrogarán del 2003 al 2006, no se revisarán
los peajes actuales y habrá subsidios por otros cuatro años.Ferrocarriles. Los trenes urbanos de
pasajeros se entregaron a los oferentes que pidieron menos subsidios. Los aportes estatales fueron
fijados para cubrir las pérdidas operativas y todas las inversiones en infraestructura y equipos
ferroviarios. A los tres años de los diez previstos para las concesiones, el Gobierno y los operadores
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comenzaron a definir "renegociación integral" de los contratos. Prevén aumentos tarifarios superiores
al 100% en cinco años, la extensión de los contratos hasta el 2025 y el mantenimiento de los subsidios
hasta el 2005.
Los trenes de carga fueron transferidos a los concesionarios que ofrecieron los cánones más altos y la
mayor cantidad de inversiones. Desde el inicio de los contratos no se hicieron las obras pautadas y no se
pagó el canon. A pesar de que correspondía rescindir los contratos, el Gobierno decidió renegociarlos a
partir de 1997. Los nuevos contratos, que se quieren aprobar en los próximos meses, "perdonan" los
incumplimientos, reducen las inversiones a un porcentaje de las facturaciones y liberan a los privados
de seguir pagando el canon original.Teléfonos. Se privatizaron en dos monopolios regionales con
exclusividad de mercado durante siete años, prorrogables por otros 3. Las tarifas debían garantizar
una rentabilidad mínima del 16% anual. A pedido de las empresas ese criterio varió: por decreto el
pulso se ató al dólar, se eliminaron pulsos libres, subió el abono familiar. Otro decreto de enero del 97
aprobó un rebalanceo tarifario. Esa medida aumentó el costo medio de las familias en 7,4%. Un decreto
del 98 acotó el libre ingreso de otras empresas al mercado una vez terminado el período de exclusividad
que, se prorrogó hasta fin de este año.
Un aspecto importante para la reforma de la economía fueron las privatizaciones de los servicios. Esta
nota muestra la estrategia de los grupos a los que se les otorga las concesiones de los servicios, como
aeropuertos, correo, agua, rutas, ferrocarriles, y teléfonos. En cada caso se muestra como luego de
firmado el contrato los grupos adjudicatorios intentan renegociar con el gobierno para mayores
beneficios. Esta nota hace ver consecuencias negativas de las privatizaciones hechas en nuestro país, ya
que al final terminan perjudicando al gobierno.
NOTA: La ola privatizadora.
Diario Clarín, Suplemento Zona, Fecha de publicación 05.12.1999
La ola privatizadora
MARCELO CANTON
El 8 de noviembre de 1990, Carlos Menem transfirió ENTel a Telecom y Telefónica. El 19 de ese mes,
Aerolíneas Argentinas pasó a manos de Iberia. Ese fue el comienzo. Luego siguieron SEGBA, YPF,
Ferrocarriles y Gas del Estado, entre otras, en una carrera que dejó al Estado 39.000 millones de
dólares e impactó sobre la gente. Las privatizaciones cambiaron el mapa económico. En 1985, el Estado
representaba el 33% del producto bruto nacional. En 1994, con las mayores empresas ya traspasadas,
ese porcentaje era del 27%. Hoy, las tres primeras empresas del país en ventas tienen que ver con las
privatizaciones: YPF y Telefónica son herederas directas de ese proceso y el grupo Techint fue el
comprador de Somisa, además de participaciones en luz, trenes y teléfonos. Fue el comienzo de una
tendencia que marcó la década: las mayores compañías fueron compradas por empresarios extranjeros.
Esta ola privatizadora impactó en el empleo: sólo entre 1992 y 1993, el número de empleados en
empresas públicas cayó de 110.000 a 48.000. Uno de los argumentos para privatizar fue que las
empresas públicas eran deficitarias. En 1985, SEGBA representó al Estado un quebranto equivalente al
0,20% del PBI; ENTel agregó otro 0,32%. En 1998, Edenor, Edesur y Edelap sumaron ganancias por
175 millones; Telefónica y Telecom, 884 millones. Con la salvedad que las pérdidas eran para el Estado
y las ganancias para los privados. Esas cifras remiten a los precios que se pagaron por esas mismas
empresas: por Edenor, Edesur y Edelap: 65 millones en efectivo y 1.012 en títulos de deuda. Por
Telecom y Telefónica, 120 millones en efectivo y 5.000 en bonos. Entonces los papeles de deuda
cotizaban a una tercera parte de su valor nominal: por SEGBA y ENTel sus nuevos dueños pagaron 2
veces lo que ganaron con ellas en el 98.
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Para los usuarios, el cambio en la calidad de servicio fue importante. El nivel de satisfacción, en la
mayoría de las encuestas, se mantiene arriba del 80%. Pero en 1986 los servicios públicos
representaban el 9% de los ingresos de las familias más pobres. En 1996, esos servicios costaban a esas
personas un 17,4% de lo que ganaban.
Ferrocarriles:
NOTA: Los usuarios de ferrocarriles quieren ver cambios antes de pagar más
Sección Economía, Fecha de publicación 19.12.1999, Autor: Adriana Linares.
Opinan los consumidores
Los usuarios de ferrocarriles quieren ver cambios antes de pagar más
El servicio mejoró, pero dista mucho de ser el ideal
Los usuarios de trenes reconocen que la calidad de los servicios de transporte ha mejorado desde las
privatizaciones, pero quieren que el Gobierno ejerza controles más profundos sobre las prestaciones, y
critican una posible suba en el valor de los pasajes.
Las conclusiones surgen de una recorrida que realizó La Nación por las principales líneas de
ferrocarriles.
En cuanto al servicio, Ernesto Gavilán, de 67 años, dijo que "que las privatizaciones no han sido todo lo
que esperábamos". Para el usuario "mejoró la limpieza de las estaciones, aparecieron algunos trenes
nuevos, pero lo demás sigue igual. Deberían existir más controles por parte del Gobierno". En
infraestructura, continuó, "todo sigue exactamente igual, se viaja a 20 km por hora. Entonces, después
de cinco años, (en este aspecto) no hemos avanzado nada".
"Si estamos en una sociedad globalizada debe existir el riesgo empresario. Pero en la Argentina, lo
pagamos todo nosotros. ¿Qué clase de riesgo es ése? Ninguno. Si las empresas están desactualizadas,
después de que hagan las obras discutimos", concluyó.
Manuel Vetrone, de 40 años, fue más crítico: "La seguridad que en un principio existió con cuadrillas
contratadas, correspondientes a una empresa privada, ya no existe más y, de noche, las estaciones son
peligrosas".
Además, el usuario no acepta ser el aportante del capital necesario para las mejoras: "Que la inversión
de riesgo la haga la empresa, y después recién consideraría pagar más caro el boleto".
El valor de los cambios
Hoy, las tarifas de los recorridos se dividen en secciones: hasta 8 o 12 km se paga entre 40 y 60 centavos,
suma que va aumentando entre 20 y 30 centavos cada 8 km adicionales.
Para las compañías, esos valores no alcanzan para cubrir sus costo y justifican sus reclamos de aumento
argumentando que hubo un solo incremento desde que comenzaron a prestar el servicio, y que un
pasaje de colectivo de 3 km en la Capital Federal cuesta 65 o 70 centavos
Juan Pablo Fernández Hurcade, de 26 años, aseguró que si el aumento sirve para una mejora en el
servicio, lo pagaría. "Hay más frecuencias, más vagones y no se viaja tan apretado desde que se
privatizó −dijo−. Ultimamente se viaja más dignamente."
Las mejoras para quienes se trasladan en ferrocarriles son parciales. En algunas empresas los cambios
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positivos son notables, mientras que en otras, el deterioro del servicio es una constante. María De
Lorenzis, de 20 años, estimó que "las mejoras deben ser generales. Luego de que haya cambios en todos
los frentes aceptaría un aumento". Para la pasajera es importante que cada parte realice un esfuerzo:
"Nosotros como sociedad y ellos como empresas".
Cómodamente sentado en un vagón, Juan Carlos Delgado, de 49 años, reconoció que hay mejoras en
cuanto a la calidad. "Si bien han quitado asientos en los coches, como punto a favor hay aire
acondicionado. Viajo muy temprano, tomo el tren de las 4:31 todas las mañanas en Victoria, de lunes a
viernes, y el horario se cumple", relató. "Antiguamente, cuando los ferrocarriles eran nacionales, no se
cumplían los horarios. Si había un partido de Argentina o una pelea al otro día, anulaban una
frecuencia. Con la privatización, como cliente me siento mejor."
Pero a pesar de los elogios, el cliente del Ferrocarril Mitre aseguró: "El aumento quizá se necesite, pero,
sólo lo pagaría si me aumentaran el sueldo".
La situación del pasajero Asunción Mazzari, de 41 años, es especial: "Si me aumentan el pasaje me
complican la vida más de lo que está. Estoy desempleado y necesito viajar para buscar trabajo
−comentó desalentado−. No soy el único, hay millones de personas que tienen el mismo problema."
Esta nota muestra las diferentes opiniones de la gente en relación a los ferrocarriles. La mayoría de
ellos está de acuerdo en que el servició mejoró, sin embargo, podría ser mejor. Pero a pesar de las
mejoras hay mucha gente que no está de acuerdo con el aumento del boleto.
Teléfonos:
NOTA: Teléfonos: Los chicos se pelean con los grandes.
Diario Clarín, Sección Economía, Fecha de publicación 05.06.2000
DESREGULACION DE LOS SERVICIOS
Teléfonos: los chicos se pelean con los grandes
Las empresas de telefonía que apuntan a competir en el negocio con la desregulación del mercado a
partir de noviembre, presentarán hoy un documento "alertando sobre los peligros" de este proceso.
La convocatoria surgió de un grupo de compañías telefónicas que miran con preocupación la letra chica
del texto desregulatorio. La convocatoria de hoy está organizada por, entre otros, Movicom Bellsouth,
CTI, Metrored, Consad, Impsat, Iplan Netword, Global Crossing, Nextel y PsiNet.
Estas compañías buscan que la Secretaría de Comunicaciones les garantice que en la redacción de las
futuras reglas de juego haya una libre competencia real. Y temen que el texto incluya algunas cláusulas
que en la práctica les reserven una porción del mercado a las empresas más grandes: Telefónica y
Telecom.
El apuro se explica porque, según trascendió, esta semana se definirían los principales lineamientos de
la desregulación telefónica, ya que en 10 días se anunciarían oficialmente las nuevas reglas de juego.
Los puntos centrales de esta discusión pasan por el proceso de reglamentos de las licencias, el servicio
universal y la interconexión además de la administración del espectro radioeléctrico.
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La desregulación telefónica llegaría a partir del 9 de noviembre, es la fecha que está pautada en los
contratos de privatización de la ex ENTEL. El Gobierno impulsa la liberalización de este servicio como
parte de su estrategia para bajar el precio de las tarifas de los servicios públicos y para atraer nuevas
inversiones.
Según la Secretaría de Comunicaciones que piloteó hasta ahora las discusiones entre todos los
jugadores, actuales y posibles futuros la mayor competencia producirá una rebaja de hasta el 80% en
las tarifas internacionales y del 60% en las comunicaciones de larga distancia interna.
Hasta ahora sólo hay competencia en larga distancia nacional e internacional, un servicio donde
compiten cuatro empresas: Telecom, Telefónica con sus respectivas empresas de celulares Personal y
Unifón además de las compañías de telefonía móvil Movicom y CTI.
Según las proyecciones oficiales, a partir de noviembre llegarán nuevas empresas y la tendencia será
dar servicios integrados: paquetes que incluyan telefonía, Internet y TV por cable. La pelea sería por
dar más servicios a igual precio.
Esta nota habla de la próxima desregulación del sector telefónico en Argentina. Muchas empresas
pequeñas es comparación con las dos que dominan el sector (Telefónica y Telecom) estarán disponibles
a partir de noviembre. Esta medida fue tomada por el gobierno para bajar los precios de las
comunicaciones telefónicas, como también para atraer inversiones extranjeras.
CONCLUSIÓN:
La reforma territorial de la economía trajo grandes cambios en nuestro país. Como toda reforma
económica, trajo controversias, especialmente con las privatizaciones, pero en mi opinión, la reforma
trajo bienestar, y mejoró muchos servicios, así como también trató de mejorar el sector primario.
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