PDF (Tratado quinto)

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TESTADO IV,
rfrw.so ix.
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primeros i segundos Ayudantes jenerales 1 adjuntos que pueda necesitar segun las operaciones de la pena.
Art. 3.° Acompaña al Presidente, por lo Snos uno de los Secretarios de Estado, i ademas de sus funciones propias, será considerado
comoprimer Ayudante jeneral de Estado Mayo; para dar órdenes
vérbales, conducir columnas i toiñarsumando segun las 6rdens que
reciba del Supremo Director de la guerra.
Art. 4.° El Intendente jeneral de los ejércitos en operaciones hace
parte del grande Estado Mayor jeneral, ¡ como Jefe de la Hacienda
militar de dichos ejéroitos es el órgano regular del Presidente Supremo Director, como ordenador secundario para los gastos, a quien se
le harán las delegaciones por los Secretarios de Estado en los -Despachos de Quena i Marina i de Hacienda¡ para los estraordinarios en
campaña por el Secretario de Guerra.
Art 5.° Los Ayudantes jenerales del grande Estado Mayor i los
empleados de la Secretaría de Guerra que tengan carácter militar,
desempeñan las funciones de Ayudantes de campo, i ademas tendrá el
Supremo Director los que necesite de la clase de Coroneles a Capitanes, juno de ellos será Secretario privado para llevar la correspondencia confidencial con los majistrados i empleados públicos, civiles i
militares.
Art. 6.0 Habrá ademas en el grande Estado Mayor, un Auditor
jneral, que desempeñará las funciones de tal, con cualquiera de los
Jenerales en jefe que estén en el Cuartel ¡cuera¡ directivo, ¡ ejerce las
funciones de Gobernador del Cuartel jeneral para arreglar las diferencias que ocurran entre los colombianos, cuando no haya autoridades
civiles, i por falta de autoridades locales o empleados ptblioos puede
autorizar los actos civiles que ocurran en despoblados, o en territorio
que ha sido ocupado por el enemigo, iniéntras se organiza el réjimen
legal del respectivo Estado, guardando las reglas del derecho de la
guerra para tales casos.
Art. 7.° El Cirujano mayor, Inspector de hospitales, seguirá unido
al Cuartel jeneral del Supremo Director de la guerra.
TRATADO QUINTO.
De las materias de justicia. -
Iviujopa
LEYES QUE OEGflUZfli LOS TRIBUNALES MILITASES.
Le¡ 16, - 3 ,s tratado 2.' de la Reeopilacion Granadina.
• Art. 1." El conocimiento en primera instancia de todas las causas
sobre delitos militares o comunes, comprendidos por la Orden ~& ¡
leyes existentes en el fuero militar, en que incurrieren loe individuos de
las tropas de tierra i mar desde soldado basta Sarjento o aspirante
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ORDZNAJZ.&5 WLI?ÁIn.
inclusive, i que no eet& escoptuados por dicha Ordeñanza i leyes cale.
ten tea como delitos o culpas leves, corresponde a un Consejo de guerra
compuesto de siete juecesque serán el Presidente que señala la Ordenansa i seis Capitanes: en defecto de éstos entrarán lø. Tenientes¡ por
falta de Latos los Subtenientes.
Art. 2.° El conocimiento en primera instancia de todas las causas
sobre delitos militares o comunes, comprendidos por la Ordenanza ¡
leyes existentes en .1 fuero militar, enque incurrieren los Oficiales de
las U~ de tierra ¡ mar desde la clase de Subteniente inclusive hasta
la de Jeneral en jefe inclusivo, i que no estén esceptuados por dicha
Ordenanza ¡ leyes existentes como delitos o culpas leves, corresponde
a un Consejo compuesto del Comandante jeneral del Departamento o
Jefe del ejército, que será su Preádente,i de seis Jenerales mas. Si
faltare el número bastante de Jenerales, se completará el Consejo con
Coroneles, i por su falta con Tenientes Coroneles.
Art. 3.° El reo o su defensor pueden recusar libremente, incluso
el Presidente, hasta el numero de tres de los jueces que deban componer el Consejo; i sl docto eldiaántes de que se celebresele leerá la
lista de las vocales nombrados. Los recusados serán subrogados por
los Oficiales que quedaren de mayor graduacion; 1 habiendo dos o
mas de igual grado por los mas antiguos de ellos.
Art. 40 Ea los casos de impedimento del Comandante jeneral o
Jefe del ejército, éste designará, conforme a ordenanza, quién deba
presidir: por recusacion ¿eX Presidente entrará en su lugar el Jefe de
mayor graduadon; i habiendo dos o mas de igual grado, el que fuere
mas antiguo.
Art. 5.0 ke procesos de unos ¡ otros delitos se seguirán en la
forma prevenida por ordenanza; pero el reo podrá pedir en su confeSu que se enininen los testigos que creyere conveniente para su
defensa, i los que citare deberán examinarse inmediatamente ¿captes
de la confesion, i confrontaras con los del sumario sientre unos i otros
hubiere notables diferencias en los hechos que refieren. La confesion
se tomará sin juramento: los testigos prometerán decir la verdad a
nombre de la Bepública, i a nombre tambien de ella concluirá el fiscal.
Art. 6.0 Las sentencias de los Consejos de guerra ordinarios que
condenen a último suplicio a un reo, no se ejecutarán sin consultailas
previamente a la Corte Suprema para su aprobacion o reforma con
audiencia de las partes.
Art. 7. 0 Las sentencias que pronuncien los Consejos de guerra
de Oficiales jenerales que condenen a muerte, degradacion, presidio,
privacion o anapension de empleo no se ejecutarán sin consultarlas
previamente a la Corte Suprema de justicia, para su aprobacion o
reforma con audiencia de las partes.
Art. 8.1 Penecida la causa con 16 que se determinare en consulta,
no se admitirá ningun otro recurso; pero sí quedará espedito el de
queja, para el ¿nico objeto de exijir la reonsabi1idad de los jueces.
Art. 9° Antes de formarse los Consejos de guerra, ya sean ordinarios1 ya de Oficiales jenerales, se pasará el proceso al Asesor de
guerra si lo hubiere, o a otro abogado, para que manifieste por dioS.
TEATADO Y, TfrtJisO 1.
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=en escrito si se halla o no en estado de verse en consejo, o si faltan
algunas dilijencias, o si ha! que subsanares alguna miNiad,! se praoticar en este caso el parecer de dicho Asesor. Tambien asistá a los
Consejos de guerra, tanto ordinarios como de Janerales, el Asesor de
guerra si lo hubiere, o en su defecto otro abogado, con solo el objeto
de ilustrar a los jueces en los casos dudosos que ocurran; pero éstos
votaría libremente sin necesidad de ligaras a su dicMznen.
Art. 10. Para los casos en que la Alta Corte, en calidad de Alta
Corte marcial, conozca de causas de militares, coneurrirn con los ministros de ella dos jueces militares del cardcter de Jeneraln o Coroneles.
Art, 11. Para las causas de que habla el artículo 6. 1 ide que debe
conocer la Corte Suprema de justicia en calidad de Corte Suprema
marcial, concurrirán con los ministros de ellas dos jueces de la clase
de Coroneles o Tenientes Coroneles.
Art. 12. Los jueces de las Cortes marciales se sentada por el
órden de su antigüedad.
Art. 13. En campaña el Jeneral de un ejército o Comandante de
division en su caso, aprobad las sentencias de los Consejos de guerra
ordinarios; pero cuando se haya impuesto pena de la vida o presidio,
se dará cuenta con remision del proceso o sumario a la Corte Suprema,
para que, si la sentencia hubiere sido pronunciada contra ordenanza
o le! espresa, se declare la responsabilidad de los jueces.
Le¡
17, parte V, tratado 2.0 de la .Reoopilacion &anadisa.
Art. 1& Para completar los Consejos de guerra, así ordinarios
como de Oficiales jeneralee, deben consideraras como vocales para dichos Conseoa los Oficiales, ya sean del ejército pennanente o marina,
de caballeria o dragones, reformados o retirados con alguna paga,
guardándose la debida preferencia; pero no podrán ser vocales los
Oficiales de la compañía del reo, .ni los de milicias, sino en el caso de
absoluta falta de veteranos.
Art. 15. Si en algtrn Estado no hubiere suficiente número de vocales, se pasad el reo con el proceso a la Comandancia jeneral mas
inmediata donde los haya. En los lugares donde hubiere solo una
compañía, se remitirá con el reo la sumaría a su cuereo si estuviere
dentro del Estado; i si no estuviere, a la Comandancia de armas a
donde pertenezca.
Art. 16. Donde no haya Auditor do guerra lo será un Juez letrado o de primera instancia.
1418, parte 3a, tratado 2.` de la Recopilacion Granad€na.
4.rt. 17. Los Oficiales¡ tropa de tierra i mar. que se hallen haciendo el servicio de guarnicion en las plazas de la República, o que
estén acuartelados dentro de su recinto, serán juzgados sim en el caso
de deeeroion con arreglo a esta leí; debiendo corresponder la presidencia de loe Consejos de guerra al Comandante jeneral de .vmaa del
Departamento, o Jeneral en jefe del ejército.
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OEDBNÁNZAS MILITARR.
Árt. 18. Los delitos comunes en que incurran los Oficiales i tropa
de marina estando desembarcados, serán tambien juzgados en los términos que ordena el artículo anterior.
Art. 19. Los Oficiales i tropa de mar i tierra embarcados en los
buques de la armada colombiana, serán juzgados, aun en caso de desercion, segun la ordenanza de marina, en cuanto a las penasque establece. Sus Consejos de guerra, así ordinarios como de Oficiales jeneralee, se formarán con arreglo a esta le¡, i serán presididos por los
Comandantes )enerales de marinao Comandantes jenerales de escuadra o de division marítima a quienes corresponda, sin que por esta
disposicion deba alterares el gobierno interior de los cuerpos, que serán
tejidos segun las diferentes reglas de su particular instituto.
Art. 20. El conocimiento de causas sobre hurto, robos i mala versacion.de los intereses de la hacienda pública en loe arsenales i buques
de la República, o de cualquiera otro modo, pertenece privativamente
al Juez del Estado donde ocurra el caso.
Art. 21. La Corte Suprema, en calidad de marcial, decreta la
suspension en las causas criminales por delitos comunes de los Comandantes en jefe o Comandantes jenerales, así de marina como de la
Guardia colombiana.
Art. 22. En Ida Estados tendrá la atribución del artículo anterior
el Presidente del Estado.
Art. 23. El ¡efe militar que tome el mando, luego que reciba las
dihjeuciaa que motivaron la suspension, procederá a la formacion de
causa segun la Ordenanza i leyes de los juzgados militares.
Art. 24. Cualquieraque sea la autoridad de las asignadas en los
artículos anteriores, que diecrete la suspension, dará cuenta inmediatamente al Poder Ejecutivo para qué provea inmediatamente el destino,
si lo tuviere por conveniente, hasta el fenecimiento de la causa.
Art. 25. Respecto de los Comandantep de apostadero o buques de
guerra nacionales que se hallen embarcados, esto es que correspondan a la dotacion de un buque armado, se guardan lo dispuesto en
los artículos 17 a 20 de este título.
Art. 26. El Presidente que decrete la suspension de un Coman4ante en jefe o un Comandante jeneral, o que no encuentre mérito,
siempre pasará el espediente a la Corte Suprema, ah
erjuicio
p
de que
se lleve a efecto la suspension cuando la decrete i sin que se detenga
el seguimiento de la causa.
Art. 27. Cuando haya de nombrares vocal para un Consejo de
guerra ordinario o de Oficiales jenerales, a alun Jeneral, Jefe ; u Oficial que no esté en actual servicio, la autoridad que deba hacer el
nombramiento lo avisará al mapsbrado o empleado polftico respectivo
del lugar. en que reside, i éste lo llamará, al servicio sin dilaoion para
que pueda tener lugar el nombramiento.
Art. 28. Todo Jeneral, Jefe u Oficial que sea llamado al servicio
en virtud del articulo anterior, será reputado en todo, isolo mióutras
dure aquel para que ha sido nombrado, como los domas que se hallan
en servicio activo: pero no tendrá derecho por esta circunstancia a
TRATADO Y, TÍTULO 1. 129
mayór sueldo, ni ser reputado, si es Coronel o Jeneral, en el número
olos que fijan las leyes.
Art. 29. Los Consejos de guerra de Oficiales jenerales serán siempre presididos por el Jeneral o Jefe de mas graduacion, o mas antiguo, que asista al Consejo.
Art. 30. Ninguna autoridad puramente militar ejercerá mando o
funcion alguna respecto de los militares que no se hallen en servicio
activo.
Art. 31. Los Conjueces militares que se nombren para la Suprema
Corte marcial, i los Vocales que se nombren para los Consejos de guerra ordinarios o de Oficiales jenerales, serán en sus casos de las graduaciones que manden las leyes; pero el nombramiento se hará por
esto 6rden:
1.° De entre los Jenerales, Jefes u Oficiales que estén en servicio
activo;
2.° De entre los que se hallen con letras de cuartel o licencia indefinida, con peusion;
30 De entre los retirados con pension;
4.° De entre los que estén con letras de cuartel, licencia indefinida
o retiro, sin pension; i
5.° De entre los Jefes i Oficiales de la guardia nacional, cuando
estén llamados al servicio.
Art. 32. Niugun Jeneral, Jefe u Oficial, que uQ se halle en servicio activo, podrá ser llamado a £1 para servir de Corijuez en la Suprema Corte marcial, o de Vocal en los Consejos de guerra ordinarios o
de Oficiales jenerales, cuando se halle sirviendo sigua destino civil,
concejil o de hacienda, o cualquiera otro que sea incompatible segun
las leyes.
Art. 33. Todo Jeneral, Jefe u Oficial que siendo citado oficialmente se escusare o no asistiere en el dia, lugar i hora que se le señale,
para asistir en calidad de Conjuez a la Suprema Coito marcial, o de
Yocal a los Consejos de guerra ordinarios o de Oficiales jenerales, será
juzgado i castigado como inobediente a las 6rdenes de sus superiores,
atendidas las circunstancias de la inobediencia; pero si comuñicado el
nombramiento en debida forma, tuviere algun impedimento legal, lo
comprobará inmediatamente para que se proceda sin demora a reemplazarle.
Lei 13, parte 1.', tratado 6.° de la Recopilacion Granadina.
Art. 34. Son delitós militares, para el juzgamiento de los individuos de la fuerza armada de mar i tierra cuando se hallen en campaña,
todos los que se califican como tales en estas Ordenanzas, i en guarnicion, aquellos que se cometan con motivo del servicio militar, o con
infraccion de las leyes que establecen la subordinácion i disciplina en
-di
1a fuerza armada, por individuos
de ésta en servicio activo.
Consejos de guerra, así ordinarios como de Oficiales
Art. 35.Los
jenerales, se compondrán, por lo ménos, de un Piesident.e i des Toca-
130
RDKNAZ4ZA8 MILITAflL
les, cuando no puedan reunirse con mayor número jor falta absoluta
de los individuos a quienes deba nombrarse al efecto;i ninguna sentencia do dichos Consejos se ejecutará sin consultarla con ef Tribunal
de segunda instancia, para los efectos prescritos en los artículos 6.° i
7.° de este título, esceptuindose únicamente las sentencias de que trata
el artículo 13 de este mismo título.
Art. 36. Para el conocimiento en segunda instancia de las causas
correspondientes al fuero militar, que se sigan contra individuos de la
fuerza armada, de Sarjento inclusive para abajo, se atribuye tal fancien a la Corte Suprema.
Art. 37. La Corte Suprema, en los casos del articulo anterior,
ejercerá sus funciones con arreglo a lo dispuesto por las leyes que reilan respecto de los Tribunales marciales que existieron en la República, cuando fueron suprimidos.
Art. 38. Los Jueces militares que debe tener la Suprema Corte
marcial, con arreglo a lo dispuesto en los arti culos 10 ¡ 11 del presente
título, no serán permanentes, sino nombrados en conformidad de lo
dispuesto en el artículo 31 de este titulo, quedando esceptuados de
prestar este servicio los Jenerales, Jefes i Oficiales que se hallen desempeñando cualquier destino civil.
Art. 39. A los Jenerales, Jefes i Oficiales vivos a quienes se encausare, se les abonará desde que se lea declare suspensos del ejercicio
de sus funciones i durante el juicio, la pensioñ que les corresponda
segun la leí óuando no están en servicio activo. A. aquellos que no tengan derecho a pension alguna, se les abonará la cuarta parte del sueldo de su empleo, durante el tiempo que permanezcan en prision.
§ tico. Los individuos de tropa que se halLen en el caso de este
artículo, recibirán la racion puramente necesaria para su subsistencia.
Art. 40. Son atribuciones de la Corte Suprema de justicia, como
Corte marcial: 1. conocer en primera i segunda instancia de las cansas de responsabilidad que -Se promuevan contra los individuos de los
Consejos de guerra ordinarios i de Oficiales jenerales, i contra los demas funcionarios que intervengan en las causas militares de que conocen dichos Consejos; i 2.* conocer en primera i segunda instancia de
las causas de responsabilidad ue se promuevan contra las autoridades militares que ejerzan jurisdiccion, por mal desempeño de sus funciones.
Art. 41. En la primera instancia conocerá un ministro togado, i
en la segunda los restantes.
TÍTULO SEGUNDO.
DEL OONSV0 DE GUERRA ORDINARIO.
Art. 1.0 Para que las tropas se contengan en aquella obediencM
i disciplina militar que conviene al decoro i estimacion de su destino,
serán juzgados por los Tribunales de pie trata el titulo anterior los
Sarjentos, Cabos, individuos de banda i soldados de la Guardia colombiana ¡108 de la milicia nacional que se bagan culpables cuando estén
TRATADO V, TfTULO
u.
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en servicio acti+o. El Consejo de guerra ha de observar las formalidades que para el acierto de un juicio i sentencia prescribe este tratado,
con apercibimiento de 9ue cuaquier Oficial que contraviniere a lo prevenido en él, concurnendo en calidad de Juez al Consejo de guerra,
será depuesto de su empleo.
Art. 2.° Cuando un Sarjento, Cabo, aspirante o soldado hubiere
cometido delito que esta Ordenanza no previene, ni tenga en ellapena
señalada, deberá ponerse el reo en Consejo de guerra, i aplicarle la
penaque para aquel crimen previenen las leyes jenerales ; pero no se
procederá a su ejecucion, i pasará el proceso al Jeneral en jefe o Jefe
superior militar con mando, para que can dictámen del Auditor le remita a la Suprema Corte marcial para que falle en última instancia.
Art. 3.° La ejecucion de la sentencia en tales casos (siempre que
la calidad de ella lo permita) ha de verificarse en el cuerpo de que fuere el reo; i a este fin remitirse copia autorizada de la sentencia al Gobernador o Comandante de la plaza o cuartel en que exista el cuerpo,
i se procederá a su ejecucion en el modo que mas conduzca al público
escarmiento.
Art. 4.° Cuando un Sarjento, Cabo, aspirante o alumno militar
o soldado de infantería, caballería, artillería o injenieros hubiere cometido alguii crimen de los que para su castigo deben ser juzgados por
Consejo de guerra, des nos de arrestado con seguridad el criminal, dispondrá el Jefe superior militar, el Coronel o ComaDdante del cuerpo,
que el Sarjento mayor forme memorial i lo presente, si es en una plaza,
al Gobernador o Comandante de ella (con escepcion de la en que resida el Comandante en jefe o Comandante jeneral, pues entónces se ha
de presentar a este Jefe el memorial): si fuere en cuartel, al Coronel o
Comandante del cuerpo, pero si (por establecimiento fijo, o accidente)
se hallare en el mismo cuartel el Comandante militar de aquel distrito
en que el cuerpo tiene su destino, deberá ser a el a quien se presente
el memorial.
Art. 5. 0 Si el Sarjento mayor se hallare mandando el cuerpo, formará i presentará el memorial el Ayudante mayor en quien recaigan sus
funciones.
Art. 6.0 Las voces del memorial deben reducirse a la relacion de
haberse preso a N. N., soldado de tal compaiía o cuerpo, por tal delito, de
que está a?u8ado: se concluirán con la petióion del permiso para hacer
lis informaciones contra él, interrogarle ¡ponerle en Consejo de guerra, para
ser Juzgado conforme a lo dispuesto en las leyes i ordenanzas; i el Gobernador o Comandante de la plaza o cuartel decretará dicho memorial,
poniendo al márjen: como lo pide, con su firma entera.
Art. 7.° Si el cuerpo se hallare en el ejército, el Sarjento mayor
presentará memorial a su Coronel o Comandante pidiendo el permiso
referido, que deberá concedérsele.
Art. 8. 0 Luego que el Sarjento mayor o Ayudante haya recibido
el espresado permiso, nombrará el soldado, Cabo o Sarjento çtie le
parezca a prop6sito para que ejerza de escribano, ipondrá por dilijencia
a la cabeza del proceso el nombramiento, en intelijencia de que han
de firmar cuanto se actile.
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oRDEflnss MarrAREs.
Art. 9.° El Sarjento mayor empezarácon el escribanQ a formar
el proceso contra el reo, poniendo por cabeza de 61 el memorial presentado i decretado del Gobernador o Comandante militar, i actnLndole siempre en el idioma español, aunque el cuerpo o reo sean estranjerosi, en cayo caso deberá asistir intérprete a las declaraciones que se
tomen, i firmará que la traduccion es legal,prccediendo juramento, e
insertándolo por dilijencia.
Art. 10. Siempre que un Ayudante (por estar enfermo o ausente
el Sarjento mayor, por hallarse de Comandante, o por estar vacante
este empleo) formare el proceso, motivará en la cabeza de 61 la razon
por que sustituye al Sarjento mayor en este encargo.
Art. 11. El proceso se ha de sustanciar i determinar en el plazo
de veinte i cuatro horas en campaña, i de tres dios si fuere en guarnicion o cuartel, a Snos que concurran razones tan considerables que
obliguen a diferirlo.
Art. 12. Siendo el fundamento de todas las causas criminales la
justificacion del delito para poder pasar a comprobar los que han sido
c6mplices en su ejecucion, i determinar la causa, con conocimiento de
las circunstancias que le agravan o disminuyen,se tendrá presente que
a proporcion de la calidad del crimen debe observarse (para las diiijencias de averiguarle) la regla jeneral que esplican los artículos siguientes.
Art. 13. Siempre que el reo haya de ser juzgado por herida o
muerte que haya dado, se procurará comprobar (en los casos que se
pueda) por la declaracion del cirujano, espresando el paraje i calidad
de la herida, el instrumento COU que fuá ejecutada, i si es mortal o de
peligro :"i si resultare la muerte, deberá el cirujano reconocer el cadi,.
ver 1 declarar si dimanó o n6 de la herida, insertando en los autos la
fe de muerte o justificacion (en la forma que fuere practicable) por dos
testigos de haberle visto muerto, con conocimiento de la persona: i si
sanare de la herida, estando aun pendiente el proceso, ha de constar
tambien po declara.cion del cirujano, la de los testigos en otra forma
que no retarde la determinacion de la causa, incorporándolo todo
en los autos.
Art. 14. En los delitos de hurto se procurará justificar el cuerpo
de ellos en la forma que fuere posible, segun la variedad de los casos,
atendiendo a que conste (si fuere dable) que la alhaja hurtada pára en
poder del robador, ya sea por declaracion del mismo dueño de ella, o
por la de los testigos, o por otros medios que fueren practicables, con
el método i brevedad que se debe observar para concluir los procesos
en los Consejos de guerra.
Art. 15. Por punto jeneral en los delitos que espresan los dos
artículos antecedentes, i los demas de que trata esta Ordenanza, se han
de examinar todos los sujetos que por indicios, declaracion de los que
hicieron la prision, noticia del acusante o conocimiento del que forma
el proceso careciera que puedan i deba4 contribuir con su declaracion,
a fin de venficar el delito sobre que debe recaer el juicio de la causa.
Art. 16. A cada testigo de los que deban examinarse le citará el
Sarjento mayor separadamente; ¡haciéndoles levantar la mano dere-
TESTADO Y, TÍTULO
u,
138
cha, les tomará juramento, uno despues de otro, en esta forma Jurais..
a Dios i prometeis per vueetra palabra & honor decir verdad en lo que se
os va apreguntar? i respondiendo cada uno sí lo juro, les preguntará
su no
apellido,
i si conoce a tal soldado, si sabe Ja causa de su
nibre
i
prision, 1 le dirá que haga la relacion mas circunstanciada que pudiere
sobre lo que sepa del delito por que se juzga al procesado; 1 si los citados para declarar fueren Oficiales, se es tomará su palabra de honor
en vez de juramento, poniendo la.mano derecha tendida sobre el puño
de su espada al tiempo de prestarle.
Art. 17. El Sarjeato mayo; al paso que fuere haciendo estas i
otras preguntas que para la mayor comprobacion del suceso le parecieron
necesarias, las hará escribir, i a contmuacion de ellas las respuestas
del declarante; i concluida su deposicion se hará leer, para que-"
haga capaz de lo que ha dicho i vea si ha puesto mas o ménos, i ratificándese en ello le preguntará su edad, i dirá que lo firme el que supiere ; i el que no, que lo señale con una cruz; i el Sarjento mayor o
Ayudante que formare el proceso, firmará en lugar preeminente, i en
el inferior el escribano.
Art. 18. Para cualquier delito de que se trate en el juicio de una
causa, llamará el Sarjento mayor a los Sarjentos de la compañía de
que fuere el reo, i preguntará si le conocen ellos u otros de la misma
compañía, los cuales hará nombrar, i de ellos enviará a buscar cuatro
o cinco soldados aquienes tomará juramento en la forma prevenida, uno
despues de otro. Prestado el juramento, les preguntará sus nombres i
patria, i si conocen al arrestado por desertor i por soldado de su comraciones i ha hecho el servicio de soldado; si ha
pañía ; si recibido
ha
pasado en ella revista: i si fuere delito de desercion, preguntará en qué
por =la dejó; siguiendo, en el
tiempo ha dejado la compañía ¡si sabe
modo. de estender su deélaracion, formalidad de leérsela para su ratificacion, interrogacion de su. edad, i firma del Sarjent.o mayor, del
declarante i del escribano, la regla dada en el artículo antecedente.
Art. 19. En pareciendo al Sarjento mayor que ha examinado suficiente número de testigos, irá a laprision i prevendrá al reo que elija
defensor, poniendo por dilijencia el que nombrare: sucesivamente recibirá su declaracion: le preguntará cómo se llama, de qué relijion es,
de qué edad, de qué pais, desde cuándo está en el cuerpo, i si se le han
leído las ordenanzas i hecho el juramento de fidelidad a las banderas;
i si negare habérsele leído alguna cosa de Latas, no obstante la certificacion que se previene haya de insertarse en el proceso, se deberán
examinar algunos .testigos que hayan concurrido con el criminali verifiquen lo contrario; tambien deberá preguntársele cuándo desertó, i
por qué, cuyas interrogaciones ¡las respuestas que diere hará el Sarjento mayor estender i leer al reo, para que se entere de si es lo mismo
que ha dicho o n6; i contestándolo, le hará firmar o poner señal de
cruz; i ejecutada esta dilijencia, hará saber el Sarjento mayor al defensor la eleccion que de 41 ha hecho el reo para que acepte i jure,
citándole deepaes para que asista a la recolecoion o ratificacion de los
testigos.
Art. 20. Si el delito . fuere de distinta calidad que desercion, se
134
OSDINANZAS 3mJTAnn.
variará el interrogatorio a proporcion de lo que corresponda pro-e.
Art. 21. Luego que el Sarjento mayor haya acabado de tomar la
deposicion al reo, volverá a convocar los testigos en su casa, i los peri tos que hubieren declarado, segun la clase del delito, para el cuerpo
de 61; 1 llamándolas uno a uno, les hará leer sus declaraciones, i lea
preguntará si tienen alguna cosa que añadir o quitar en ellas, lo cual
podrán ejecutar; i el Sarjento mayor (tomándoles ¿rites nuevo juramente, con la solemnidad ya prevenida) hará rayar por debajo aquello
en que se retracte ¡ aumentar lo que añadieren.
Art 22. Hecha esta ratificacion de testigos por el Sarjeuto mayor,
les señalará hora para que todos estén en el paraje en que se halle
preso el reo, i recibiéndole juramento a éste, con las formalidades prevenidas, hará entrar a uno de los testigos, i careándole con £1, preguntará al reo si conoce aquel hombre, si sabe le tiene odio o mala voluntad
o se la ha esperimeutado en alguna oca2ion; ¡haciendo escribir lo que
respondiere, le leerá la deposicion del testigo; si el criminal no le sospechare, pondrá debajo del careo su aprobacion; i si le sospechare o
tachare, hará escribir la rasen que alegare para ello i las que replicare
el testigo, tomándole a éste nuevo juramento en el acto del careo: concluida esta dilijeucia, se despedirá al testigo, i se hará entrar otro, con
quien se observará lo propio.
Att. 23. Cuando el afinen militar se hubiere de justificar con testigos sujetos a juez ordinario, acudirá a él el Sarjento mayor, pidiendo
les mande que a tal hora vayan a hacer su deposicion ante éi, i el juez
dará inmediatamente la 6rden para que asilo cumplan puntualmente.
Art. 24. Cuando los soldados de cualquier arma hubieren cometido algun crimen militar en el ejército, en la guarnicion, cuartel o
marcha, sea contra los habitantes de los pueblos o con ellos juntamente, i fueren arrestados par las autoridades civiles, deberán éstas entregarlos a las militares a la primera insinuacion que se les hiciere; i
real procatnente, si las tropas hubieren preso algunas habitantes por
orímen, que no sea de los en que privativamente corresponde el conocimiento al Consejo de guerra de los cuerpos,se restituirán luego a las
autoridades civiles que los reclamen, aun miando dichos habitantes
fueren cómplices con los soldados ; pero en este caso, siendo los jueces
ordinarios requeridos eor los militares, los deberán tener en seguridad,
i a disposicion del Saqento mayor, para que pueda examinarlos como
testigos: ¡ siempre que por una u otra jurisdicciou se hicieren estas
aprehensiones, deberá inmediatamente la que la hace avisar a la que
corresponda, sinaguardar el requerimiento, para que no se dilate la
ejecucion de la justicia.
Art. 26. Finalizado el proceso bajo la regla prevenida, pondrá el
Sarjento mayor su conelusion en esta forma: vistas i leidas las infor-
maciones, cargos¿ confrontaciones contra .W., acusado de tal crimen, iSlándon st/kientemente convencido, conduyo por la República aque se ha con.
¿enado a sufrir tal pena, señalada por la ordenanza contra (os ue fueren
convictos de él; i en caso que no esté plenamente justificado el crimen,
espondrá el Sarjento mayor en su conclusion lo que sintiere, segun le
TUT&DO Y, TITULO II.
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dictare el conocimiento de lo que constare por el proceso, insertando
en el principio de £1 la fihiacion certificada, en que conste habérsele
leído al reo las Ordenanzas, i hecho el juramento de fidelidad a las
banderas, para verificar que era sabedor de la leí que le condena.
Art. 26. Luego que se haya puesto el proceso en este estado, dará
cuenta de ello al Coronel o Comandante de su cuerpo el Sarjento mayor; i el dia ántes del que se hubiere de celebrar el Consejo de guerra,
irá a pedir permiso para formarle al Comandante jeneral, en su caso,
si se present6 a 61 el memorial, o al Gobernador o Comandante de la
plaza o cuartel que debe presidirle, teniéndole en su casa; i si sucediere
el caso de estar en campaña, se pedirá el permiso al Jeneral del ejército, o al que mande el campo donde estuviere el cuerpo, quien no
podrá rehusarlo; i el Consejo de guerra se tendrá en la casa o tienda
del Coronel o Comandante del cuerpo.
Art. 27. Luego que el Sarjento mayor reciba la licencia referida,
comunicará la 6rdeii a los Capitanes del cuerpo de que fuere el criminal, para que el dia siguiente se hallen a la hora que se indique en el
paraje señalado, si fuere en campaña; i en guarnioion o cuartel, en
casa del Gobernador o Comandante.
Art. 28. Los que hubieren de asistir al Consejo de guerra, deberán
votar conforme a las leyes i Ordenanzajeneral, segun en conciencia i
honor; i lo que de las informaciones se deduzca, apartándose de todo
afecto, odio, c6lera i pasion, para no aflojar o agravar su voto, ni disminuir por suavidad la fuerza de las leyes militares; i si contravinieren
a la observancia qpe ellas les prescriben, quedarán privados de su
empleo.
Art. 29. El Capitan i Oficiales de la compañía del reo no pueden
ser jueces en el Consejo de guerra.
Art. 30. Cuando el delito fuere por infraccion de las 6rdenes de
plaza o contra la tranquilidad, seguridad i servicio de ella (en cuyo
caso corresponde a su Gobernador o Comandante la administracion
de su reservada pronta justicia), corresponde a 61 el seguimiento de
la causa para nombrar fiscal i mandar reunir el Consejo de guerra
ordinario.
Art. 31. Cuando los Vocales del Consejo nombrados hubieren llegado para formar el Consejo de guerra a la casa del que debe presidirle,
tomará éste su lugar, i sucesivamente todos los jueces por Bu antigüedad, empezando desde la derecha, figurando círculo, de modo que el
mas moderno se halle a la izquierda del que presidiere, quien tendrá
delante de sí una mesa con recado de escribir i las Ordenanzas i leyes
penales militares.
Arr. 32. Sentados ya por este órden los jueces, se pondrán sus
sombreros, i los demas Oficiales i aspirantes que entraren en ha sala
habrán de estar de pié, descubiertos i escuchando con quietud i silencio
para instruirse; pero solo podrán mantenerse allí hasta el caso preciso de votarse la causa, en intelijencia de que ha de darse por órd.en
que asistan a ver la celebridad del Consejo, hasta este caso todos los
Oficiales que en aquel dia no estén empleados de servicio.
M. 33. EL que presidiere dará la razon por qué se tiene Consejo
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oRDnsyzÁs ExLrrms.
de guerra: el Sarjenta mayor, i en su ausencia el A'udante, traed él
proceso, se sentará a la izquierda del Presidente, i a un lado de la
mesa, se cubrirá (cuya ignal distincion tendrá el Ayudante que sustituya al Sarjento mayor) i luego leerá el memorial, presentando al Gobernador o Comandante la fihiacion, las informaciones, la recoleccion
i careo de los testigos, i despues su conclusion i dictémen.
Art. 34. El Oficial defensor (que nunca podrá ser da la misma
compafiía del reo) deberá tambien comparecer ante el Consejo, i leerá
en 61 con claridad su alegato de defensa: en intelijenóia de que (para
fundarla) se le ha de permitir, despues de tomada la confesion al reo,
hablar con 61, 1 se le dará traslado, o se le entregará el proceso cuando
lo pida para fundar la defensa en razones sólidas i no sofísticas que
conspiren a embarazar caprichosamente el curso de la justicia; de
cuya inobservancia se hará al Oficial defensor que incurra en ella el
cargo correspondiente a infractor de la Ordenana
Art. 35. A la parte de afuera de la sala estaránprontos los testigos deponentes en la causa para comparecer en el Consejo, siempre.
que so ofreciere duda en 61 i pareciere conveniente hacer alguna pregunta que conduzca a disolverla.
Art. 36. Cuando esté todo leído, el que presidiere propondrá al
Consejo lo que juzgare en beneficio o perjuicio del criminal, 1 cada uno
por su 6rden i sin confusion hará sus objeciones en pro i en contra
para instruirse.
Art. 37. En este intermedio se hará venir de la prisión al criminal
en buena custodia, atados los brazos, i (concluida la conferencia) se le
hará entrar, conduciéndole un Sarjento; i desatándole los brazos se le
mandará sentar en medio de la Junta en un banquillo sinrespaldo.
Art. 38. El Presidente le preguntará de qué crímen está acusado,
si le ha cometido, qué razones le han podido inducir a ello, i qué es lo
que tiene que decir para su descargo. Los Capitanes que quisieren
interrogarle para instruirse mas bien, lo harán cada uno de por sí,
arreglándose a lo que conste de la causa con claridad i en bretes términos; i cuando no haya mas que preguntar se volved a llamar al
Barjento, el cual con la misma custodia le volverá a la yrision, i el
Presidente mandará que el concurso de los que no intervienen en la
causa deje aquel sitio despejado.
Art. 89. Habiendo salido el criminal i quedado solos los que m'
tervienen en la causa, propondrá (en cuanto a las razones del reo) el
Presidente lo que le pareciere que conduce a su cargo ó su descargo:
cada uno de los jueces (si se le ofreciere que decir) hablad por su
antigüedad, i concluida esta conferencia pedirá a cada uno Su voto el
Presidente.
Art. 40. El último juez votará el primero, el de su izquierda despues de LI, 1 así consecutivamente, subiendo hasta el Presidente, que
será el último en dar su voto, i éste valdrá por dos cuando votare a
vida, i cuando a muerte por uno soló.
Art. 41. El que diere su voto se levantará i quitándose el soníbrero, dirá en alta voz: Hallando al acusado coSenddo de tal crimen le
condeno a ser pasado por las armas, o a tal otra pena que queda ordenada
flLT.&DO Y, TÍTULO II. por este crimen; i si
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10 hallara inocente dirá: No hallando al acusado
o2nvencido de tal crimen, por el cual se le puso en (Jonsçjo de guerra, ea mi
voto que se ¿e dé por absuelto i ponga en libertad: o si la materia fuere
tan &udosa que no haya bastantes pruebas para condenarle, o muchas
para absolverle, podrá votar porque se tomen otras informaciones1
espresando sobre qué puntos deben recaer, i que en el ínterin quede
preso.
Art. 42. Si el Presidente viste que algun juez en su voto se separa de lo que prescriben estas Ordenanzas, le mandará que lo motive i
funde por escrito; pero no se suspenderá el Consejo.
Art, 43. En tratándose de otro crimen que el de desercion, como
de asesinato, robo u otro cometido en guarnicion o en el ejército, donde no hubiere confesion o prueba de testigos que se estime concluyente, o indicios vehementes i claros que correspondan a la prueba de
testigos i convenza el ánimo, se evacuará la causa con pena estraordinaria.
Art. 44. Al paso que cada uno diere su voto lo escribirá' alpié de
la conclusion del Sarjento mayor i lo firmará; i despucs que lo hayan
hecho todos, se contarán los votos para ver la sentencia que resulta en
esta forma
Art. 45. Si hubiere un voto mas a muerte que a otra pena ménos
grave, o a ser absuelto, sufrirá la muerte el reo.
Art. 46. Si estuvieren los votos divididos en trespenas o en don
i absolucion de modo que la pena de muerte tenga tantos votos como
el número que componen los de vida, ha de sufrir el reo la pena qua
tenga mas votos de aquellas que le libertan de la vida.
Art. 47. Si la mitad de votos fuere a muerte, i la otra mitad a
vida, dividiéndose esta mitad por igualdad de número de votos en dos
penas distintas, se impondrá al reo la -que de las dos penas sea mas
grave.
Art. 48. Para fundar el voto a muerte debe tener presente todo
juez que ha de haber concluyente prueba del delito en el caso de no
estar confeso el reo.
Art. 49. En estando condenado el reo, hará el Sarjento mayor
estender la sentencia poco mas o inénos en estos términos: rwto el
mesnori4pyeaentado tal día por H 1V, Sarjento mayor o Ayudante &c.,
al señor ,N (Mulo1 título de la autoridad militar que mandó seguir la
causa) en ¿rilen a. que pennitíese tomar informaciones contra tal soldado,
de tal compa*la ¡ cuerpo, dicho memorial decretado como se pide el proceso
contra ¿lidio acusado por ity'ormacion, recoleccion i confrontacion; i ?abiM¿ose hecho r~de todo al Coitado de puerta, i comparecido en di el
reo en al dia de tal mesiaiio, de preatdiaelseñor tal, todo bien exami-
nado, con la condusion ¡ dictámen del aMor tal, Sarjento Mayor de dieho
cuerpo; ha condenado el Cotudo de guerra i condena al rçferido reo a tal o
tal pena. Todos 108 jueces firmarán al pié aunque no hayan votado la
pena que esresa la sentencia, respecto de que la pluralidad de votos
la ha de decidir; pero no se propalarán los, votos fuera del CousejoArt. 50. En estandq acabado el Consejo de guerra, si es encam-
138
ORDINANZAS MW.&3B8.
paña, el Sarjento mayor irá a dar oneata al ¡eneSl de lo que en 61se
hubiere resuelto: si está condenado a muerte o a una pena corporal,
se le pedirá permiso para hacer tomar las armas a fin de que se ejecute el castigo a la cabeza del cuerpo formado en batalla, i el Jeneral
deberá concedérsela, 1 se nombrarán las guardias de pretencion de
ejército para asistir a 41: si es en tiempo de paz, se pasará el espediente al respectivo superior para 9ue se consulte la pena de muerte, con.
arreglo a lo dispuesto en el articulo g•0 del título 1.0 de este tratado, i
se arreglen be procedimientos a loe artfculos 17, 18, 1 .9 ), 21 122 del
título 4.° de este tratado.
Att. 51. El Jefe superior militar o Comandante jaieral, tendrá
facultad de suspender la ejecocion de la sentencia solaniénte cuando
entienda que ha¡ conocida injusticia en ella, en cuyo caso podrá pedir
el proceso en el mismo dia para examinarle con la brevedad posible: i
si verificare comprobado su recelo de injusticia por el dictámen de su
Auditor o Asesor militar, deberá devolver el proceao al Coronel o Comandante del cuerpo, poniendo al pi4 su 6rden de ansjiensibn de Ja
sentencia, con espresion individual del motivo en que la funda1 prevencion al mismo Coronel o Comandante, de que lo remita todo a la
Suprema Corte marcial, lo que deberá ejecutar sin dilacion el Corono[; i el Jefe superior o Comandante dará cuenta de esta novedad
al Secretario del Despacho de la Guerra.
Art. 52. La censura del Con jaudante militar sobre si ha¡ o no injusticia en la sentencia, deberá ceñirse a solo lo que previene esta Or
denanza segun el delito de que e trate, con sujecion a las reglas que
se dan en ella misma para el juicio i decision de la causa; i siempre
tendrá el Comandante jenerci la autoridad de suspender de su empleo.
al Oficial que por suavidad haya aflojado o agravado por rige; su voto,
disminuyendo o alterando la fuerza de la Ordenanza.
Art. 53. Despues do haber obtenido .l permiso del Comandante
jeneral o Jefe superior militr, pasatá el Sarjeuto saaj'oi o Ayudante a
la prision con el Sarjento o soldado que sirviere de escribano, quién
firmará la nutificacion, i se 4ar4 leer la.senteaeia: ajeS sbsuajto le
hará salir, si sentenciado a pena que no sea capital, quedá Ca su
arresto hasta cumplirla; i a estuviere condenado g muerte le dejará
en la prision, i llamando confesor para que se prepare ct4stáánamente,
no se ejecutará la sentencia hasta el inmediato día, si hero cii gura
nicion o cuartel; pero, en campaña se abreviará sepu exijierea la circunstancias, sin que nadie pueda variar el cumplimiento de 10 que el
Consejo de guerra hubiere ordenado.
Art. 54. Cuando llegue la hora señalada para la ejeencion se enviará a buscar el criminal a la prision con buena custodia; i cuando
se acerque al paraje donde estuvieren las tropas en batalla, sé jnntt.
Mii los Sarjentos .i Tambores del cuerpo del reo al co9tk10 del paraje
por dónde le traigan, i el Jefe de Estado Mayor de la dltlSíóñ en guarDicion, en cuartel el del cuerpo de que fuere eLrs, pubNcará al frente
¿e su rejimiento o batallon un bando que hm de toCar loe tambores
juntas a este fin, i esplicarse con estas voces: Por ¿a ReØWcxz; a esta
TRATADO Y, TfTULO u.
139
'voz el Mayor¡ O.$$ØA i Saxjentça de toda la •tropa se quitarán los
sawbreros.
4 cualquiera que levante la voz apellidando graçia, se iwpone pena de
la vida.
Art. 55. A la publicacion del bando deberá estar la tropa con las
armas presentadas, i los Oficiales i Sarjentos en sus puestos de parada, habiendo precedido que al tiempo de llegar el reo se dé la voz
(como previene el tratado de ejercicio) para que los tomen ; i concluido
el bando volverán al 6rden de batalla, advertidos igualmente por la
voz que corresponde.
Art. 56. En los casos que para la ejecucion del castigo de aigun
delincuente concurran destacamentos del ejército, formarán sobre los
costados del cuerpo enque se hubiere de hacer la justicia, sin reparar
en su antigüedad ni preferencia.
Art. 57. Conducirá el crimuial a la cabeza de las tropas el destacamento que le guardare, llevándole en medio de él delante de las banderas o estandartes, se le hará poner de rodillas, el escribano leerá la
sentencia en alta voz, i se le llevará al paraje donde hubiere de ser
ejecutada, acompañándole el capellan para exhortarle.
Art. 58. El destacamento que le hubiere conducido se pondrá en
tres filas enfrente del reo; i cuando el Sarjeuto mayor hiciere la seña,
la primera fila se acercará a tres o cuatro pasos del reo ile hará su
descarga; i si acaso no hubiere muerto, la segtinda fila repetirá hasta
rematarlo.
Art. 59. Verificada la muerte, tocarán marcha todos los tambores,
i las tropas vendrán a pasar por delante del cadáver, a quien llevarán
deapues a enterrar los soldados de su misma compañía.
Art. 60. Cuando un militar cometiere delito i se ausentare, toca
al fiscal fijar los edictos llamándolo, i practicar las dilijencias que las
- leyes comunes disponen para la aprehension de los reos.
TÍTULO TERCERO.
CONSEJO DE QUERRÁ DE OFICIALES JENEBALES.
Art. 1? Tooa los Oficiales del ejército o de la milicia nacional
que cometieren algun delito militar seránjuzgados por el Consejo de
Oficiales jenerales mandado crear por la lei; i en campaña por todos
los delitos que cometan conforme a la disposicion del artículo 172 de
la Constitucion de 1832,que está lente por la diBposicion del artículo
22 de la leí 13, parte 1., tratado 6. de Ja Becopilacion Granadina.
Art. 2.° El Jeneral en jefe, Comandante en jefe o Comandante
jenaral o de armas es la autoridad correspondiente para someter a
jnicio.a un Oficial, ya sea por querella o demanda, ya de oficio o por
Lrden del Gobierno. El jefe que da la órden del juicio o el que la recibe dispondrá que sea arrestado el Oficial i se nombrará fiscal a un
Oficial del Estado Mayor jeneral que tenga rango de jefe i en falta de
Latea otro jde del ejército o de la milicia nacional en servicio. El
nombramiento se hará en los términos siguientes:
140
ORDINANZÁS MILITARES.
HaU6n&rne N. N. (con espresion de su nombro i carácter) arrestado en esta plaza, por indicio de haber cometido tal delito, panvá usted
luego a tomar las informaciones i declaraciones que convengan, hasta poner la causa en estado de juzgarte por el Consejo de guerra de Oficiales
•jenerales.
(Fecha).
(Firma rasa).
Señor X. N.
• Art. 3.1 Formada así la órden del Jeneral, i hecho por Late el
nombramiento de Secretario en Oficial que considere capaz para esta
encargo, empezará el fiscal elpyoceso, citando a casa del Jeneral en
jefe o Comandante jeneral los Oficiales que hubieren de servir de testigos en la causa, desde Sariento mayor inclusive arriba; ¡ a su posada los Oficiales desde Capitan inclusive abajo, ¡ demas individuos
que deban comparecer al mismo efecto.
Art. LO Interrogará separadamente a cada testigo sobro los puntos que conviene averiguar; i tomándole ántes juramento sobre su
palabra de honor de decir verdad, hará escribirlo que cadaurio dijere;
Í concluida, firmarán la declaxacion el testigo i el fiscal.
Art. 5.° Evacuado el exámen de testigos, tomará el fiscal declaracion al Oficial reo, i le advertirá ántes que elija Oficial que le defienda, concediéndolo la libertad de hablar con 41 siempre que el reo lo
pidiere o el defensor necesitare; despu.es de hecha su declaracion.
Art. 6.° Sucesivamente señalará el fiscal dia en que concurran a
su casa los testigos, para ratificar sus declaraciones o añadir o quitar
lo que juzgaren conveniente; i en otro día los citará para que concurran con el reo al acto del careo, asistiendo el defensor (por citacion)
al juramento de los testigos, su ratificacion ¡ careo.
Art. 7.° Finalizado el proceso, pondrá su vista fiscal i dará cuenta
de hallares ya concluido al Comandante jeneral o Jefe superior militar; ¡ éste, en el dia anteceiente al que resuelva formar el Consejo de
guerra de Oficiales jenerates, citará a su casa los jueces que deban
componerle, con aviso por escrito a cada uno, señalándolea la hora.
Art. 8.0 Congregados los Jueces, Fiscal, Auditor o Asesor militar
en casa del Presidente, se cubrirán i sentarán con éen el 6rden que
corresponda, de modo que a su. izquierda esté inmediato el Auditor o
Asesor militar, siguiendo a Late el fiscal, despues de éste el Oficial
Snos caracterizado o mas moderno ; i el mas graduado o mas antiguo tomará su lugar en el último del círculo a la derecha del Presidente, quien tendrá delante de sí una mesa con escribanía i campanilla, ¡las Ordenanzas¡ leyes militares.
Art. 9.° Despues qué el Presidente haya dado la razon por que
ha sido convocado el Consejo, leer¿ el fiscal la Lrden que se le comunicó para formar el proceso, i las dilijencias que en 61 se contienen a
la letra.
Art. 10. Antes de celebrarse el Consejo de guerra. de Oficiales
jenerales, estarán prontos los testigos para comparecer en él, si fueren
neoegarios, a fin de satisfacer las dudas que sobre sus declaraciones
puedan ofrecerse.
TESTADO Y, TITULO II!,
141
Art, 11. Si el Consejo creyere absolutamente necesario que conparezca el reo, o lo pidiere 41 mismo, será conducido por un Ayudante;
i entrando sin espada, i acompaisdo de su procurador, espondrá sentado en un taburete raso las razones que tuviere que alegar en su
defensa.
Art 12. El Presidente primero, i despues cada uno de los Jueces
que tuviere que preguntarle para instruirse mas, i aclarar la dadaque
le ocurra, le rnterrogarin por su órden, i sucesivamente leerá su defenea el Oficial procurador.
Art. 13. Leída la defensa, el Oficial procurador ¡ el reo se retirarán, ¡ el Presidente del Consejo mandará que cada uno de los Jueces
dé su voto, precediendo la conferencia que parezca precias pan aclarar el caso.
Art. it Votará primero el Oficial mdnos caracterizado o mas
moderno,¡ seguirán por su 6rden a este respecto los damas hasta el
Presidente, que ha de votar el último, dando cada uno su parecer sin
pasion, 1 segun conocimiento, honor i conciencia.
Art. 15. El voto del Presidente valdrá por dos en favor de la vida
i del honor; ¡ en votando a muerte, tendrá como los demos la fuerza
de uno solo.
Art. 16. La sentencia que resultare de los votos (contándolos el
Presidente) se arreglará al mayor niSmero siguiendo el método que se
previene en el Consejo de guerra ordinario para graduarla segun los
votos, i se estenderá por el fiscal en estos t6rminos:
Habiéndose formado por el señor H R (aquí su nombre i carácter)
el proceso que precede contra N. N. (aquí su nombre i empleo) indiciado
de tal delito: en consecuencia de la órden inserta por cabeza de ¿4 que le
comunicó-el señor Jenenzi en jefe o (Jomandantejeneral, ¿ h&hose por dicho
señor relacion de todo lo actuado al Consejo de guerra de Oficiales jenerales, celebrado en tal dia en casa de dicho señor Jeneralo Comandante jeneraqueleriresidió, dojueaa&dñorea1VJJ.N.lQt,(espresando di nombre i carácter de todos) i Asesor, el Auditor . guerra
£ £, compareció en el mencionado tribunal el referido reo, ¿ oidos sus
le ha
des argos con la defensa de su procurador, ¿ todo bien examinado,
c
condenado ioondena el Con4o a tal pena, arr4ándoseaestas Ordenanzas.
(fecha).
(Lugar de la firma del Presidente).
Aquí se seguirán como corresponde las de los jaeces, en el concepto de que han de firmar todos, segun su £rden, aunque algunos
no hayan sido del dictámen a que se arregla la sentencia, porque la
pluralidad de votos es la que da le¡.
No'rs—.Si no hubiere comparecido el reo en el Consejo; no se ha
de hacer mencion de esta circunstancia en la estension dé la sentencia.
Art. 17. La facultad de la ejecucion de la sentencia corresponde
al Consejo de guerra de Oficiales jenerales para solo aquellas sentencias que impusieren al Oficial reo pena que no sea de degradacion,
privacion de empleo o muerte, pues datas en que la conservacion del
142
ORDENANSÁS MILITSUS.
honor o vida se ioteigsa deben consultaras a la Corte Suprema marcial con remiain e la aausaj quedándose el Presidente del Conejo
con copia autorizada por el iIsoJ.
Art. 18. Si de la pluralidad de votos resultare absolucion, 80 le
pondrá luego al reo en libertad; ¡ tanto de las cansas cuyas sentencias haga por sí ejecutar el Consejo de guerra de Oficiales jenerales,
como de las que deban consultarse a la Corte Suprema, se remitirán
por conducto de la Secretaria de Guerra los procesos orijinales para
conocimiento del Gobierno i que se archiven los procesos ejecutoArt. 19.,Ecasodesalir absuelto el reo o reos procesados, se
hará pública en todos los Estados la declaraoion de su inocencia para
indenlni7aciou de su opinion.
M. 20. Los procesos en que se someta la sentencia a la Corte
Suprema,.serán devueltos al Jefe militar que inicid la causa, para que
haga ejecutar lo resuelto por la Corte Suprema ¡ se archivará en la
Secretaría del Presidente o Gobernador del Petado en que ha tenido
lugar el inicio; i la sentencia se publicará en !a ¿rden jenaral del ejército i por la imprenta.
Art. 21. Las sentencias que puede mandar ejecutar el Consejo
de Oficiales jeneralea se pasarán en copia certificada por el fiscal al
Jefe superior militar para que las mande llevar a efecto, i Si en ellas
se dispusiere algo que tenga relacion al haber i sueldos del Oficial
absuelto o condenado, se pasarán en copia al Intendente u Ordenador
respectivo para lo de su cargo.
Art. 22. Cuando la sentencia de la Corte Suprema ha condenado
a muerte o depadacion. el Jefe militar convocad do nuevo el Co~
para que el mismo Consejo mande ejecutarla, i el Comandante .jencral
dará las 6rdenes para llevar a efeoto la sentencia. El Consejo puede
mandar ejecutar esta sentencia aunque falte alguno o algunos de sus
vocales, reen*planoae con otros de igual clase.
TITULO CUARTO.
CAUSAS DE BE8PONkAtTflAD QUE DEBEN 3UZGAB POS EL CONStO DE
OPWTAT
Art, 1.' Para que el Consejo de guerra de Oficiales jenerales
pueda formar juicio i fundar reflexivamente su dictAmen determinando
las penas respectivas e. los Oficiales reos segun la calidad.de sus delitos porfaltas graves de su obligacion en materias del servicio de
guerra, se observará lo que prescriben los artículos siguientes.
Art. 2. El O&oial (de cualquier .graduaoion) qué mandara ,plaza,
fuerte opuesto guarnecido con proporcion de disputarle, estará obligado a defenderlo. cuanto lo permitan sus fuerzas a correspondencia
de la de los enemgos que le atacaren, a m4nos que tenga órdenes (de
cuyo cumplimiento se le haga responaab'le sin arbitrio) que disculpen
su conducta; isi alguno faltare en esto será privado de su empleo:
¡ encaao que ladefensa haya sido tan corta que haya entregado la
TESTADO Y, fwto
IV.
148
plaza, fuerte o puesto indeçoroamente, podrá estenderse la sentencia
hasta la de muerte, precediendo la degradacion.
Art. 8.0 Cuando se trate de examinar la conducta de algun oficial que hubiere entregado (en los términos últimamente referidos) la
plaza, inerte o puesto que mandaba, deberá tambien hacerse cargo a
su Cabo subalterno o Comandante en segundo, i a los demos que hubieren votado la entrega en caso de que el Jefe superior militar con
mando los hubiere convocado, i conformándose con su diet4met
Art. 4•0 Si el Comandante ~aro (aunque se considera caso
remoto) haber rendido (violentado de sus Oficiales i tropa) la plaza,
fuerte o puesto que mandaba porque alguno hizo, sin sil 6rden, llamada a los enemigos por no querer la guarnicion mantenerse en sus puestos, o por otras causas que 61 no pudo remediar, quedará libre de cargo; i el -Oficial u Oficiales delincuentes (por comprendidos en aquel
crimen de que quede absuelto el Comandante) serán condenados a privacien de empleo 1 pública degradacion, o a pena de muerte, segun la
malicia que en el hecho se justifique.
itt. 5.0 Se prohibe a todo Oficial que mantenp correspondencia
con los enemigos sin 6rden o noticia del dineral o Comandante, en jefe
bajp cuyas 6rdedes sirviere, pena de suepeusion de empleo i destierro
aun presidio, aunque solo trate de materias indiferentes, ¡ pena de la
vida si Se mezclare en las que tengan coiiexion con el servicio.
Art. 6.0 El Oficial que en cualquiera accionde gUÚLLA o marchando a ella, abandonare su puesto deliberadamente sin nrjente motivo
4tIe fe obligue a ejecutarlo, perderá su empleo, será declarado- Incapaz
de obtener otro en el servicio, precediendo degradacion; i si de este
defecto 'cometido con talicia ó óontra todas'las reglas zfiilitares'resulSrs pérdida dé la funciono perjuicio de los progresos que las armas
pudieran conseguir si el Oficial culpado hubiera tenido mas constancia, podrá estenderse hasta la pena de muerte la sentencia;
Art. 7.° Las pérdidas de batallas, de plazas, fuertes o puestos
por sorpresa, ae'seatenoiarán.seguii se,váiflcareL
Art. 8.° El Oficial comandante dó'un cuerpo destacado, que sin
lejftifno motivo que le disculpe, desamparare alguna tropa de 61, será
enminado en' el Consejo de guerra de Oficiales jénerales ¡ juzgado
Segnñ las razones que justificare haberle movido a esta determinacion
ó las accidentes de que la separftdion haya procedido; 'i si resultare
culpable su conducta, se le liupóndrá a proporcion de la culpa pena
privacion
de empleo, i aun podrá estenderse hasta la
de suspelsion
o
de muefle, si el'desamparo proviniere de notoria malicia. ¿
Arte 9. 1 El Qficial a quien ss fiare reservadamente una comisioui
en asunto del serwioio nacional, si revelare alguna circunstancia en que
se le mande guárdar secreto, será condenado'a privacion de empleo 1
destierro por el tiempo que fije &a sentencia , ;,¡ si de'habe±la revelado
restút$rs makgnrsø la difluencia, sufrirá la pena de muerte.
144
ORDENANZAS MILIT*R.
DE 1.40 YORMATLLTDADPS QUE HAN DE OBSEBIABSE EN LA DEGEADAQION
DE UN OFICIAl.
M. 1.0 Cuando un Oficial hubiere cometido tan detestable delito
que por LI merezca con la pena de muerte la de ser degradado de sus
honores militares, se ejecutará el acto de su degradacion en esta forma: tomará las arma todo rejimiento de que fuere el reo, i marchará
con sus banderas o estandartes a formar en el paraje que se prevenga.
Art. 2.° De todos los demos cuerpos del ejército que hubiera en
el paraje de la ejecucion, bien sea en campana o en guarnicion, irán
una compañía por batallon i una de cada rejimiento de caballería con
sus corresondjóntes Oficiales, cuyos destacamentos formarán a derecha e izquierda para figurar el cuadro.
Art. 3.° Cuando todo esté arreglado i que las tropas se hallen en
sus puestos, irá uná compañía de granaderos con un Ayudante a la
prision, i conducirá al criminal, que deberá ir vestido de su uniforme
completo; i su sombrero i espada le llevarán los soldados que le conduzcan.
Art. 4.° Así que haya llegado al puesto donde la tropa está formada, i que el Sarjento mayor haya promulgado el bc.ndo que debe
pieceder al público castigo de todo delincuente, mandará al reo que
se ponga de rodillas delante de las banderas o estandartes, se le. leerá
la sentencia
i se ejecutará la degradacion en la forma siguiénle i M. 5. Dispondrá el fiscal que le pongan el sombrerQ i ciMn
la espada. Art. 6.° ]Preparado así el reo, mandará al Mayor al Tambor de
órden que toque un redoble largoque servirá de prevencion para que
todos observen silencio; i así que haya, rematado, se encarsid el
jento mayor al reo, ile dirá en voz alta i comprensible:.,,
El Gobierno nacional os concedió que delante ¿-e sus banderas 2udiesds
cubrir vuestra cabeza con el sombrero, en el oo*cepto de que vuestro honor
podr€a hacerla digna de esta dietincks; pero ahora
us manda qu&
«si se os quite (y se le mandará quitar i arrojar al suelo).
su`*"
Esta esjpada (y se la mandará quitar) que cefiistáia Palro sea (-oracer
(conservando vuestro honor) al que la Hacion os hizo conóedzéndoos que cosSra 81W enemigos esgrimieseis en defensa de su autoridad ¡justicia; 8en*á
rota (por lafealdad de vuestro delito) para 4emplo de todos ttonnento
vueStro (i la mandará arrojar para que se romea.)
• Desp4jesele de ese .unvorme (i hará la accion de mandar quó se le
quiten) que sirvió de equivocarle esteriormente con los que dignamente le
visten para contribuir a la mayor e2altaoion de la gloria nacional; (1 encarándose a los granaderos oontinur4 diciendo) fi puaja vindicta nacional no permite que el deltto tan grave de este hombre quede sin oastigp,
li-ivenle a qug pádezca su cuerpo, que. Dios tendrá piedad de su- alma.
Yo
Art.
bicho esto, Be le coduo5rá al lugar destinado para Ja
ejecucion, 1 dejándole sigua breve rato coii el confesor para reconci-
TRATADO V, TiTULO Y. 145
U~, en el supuesto de que ya debe estar preparado para disponerse
a morir, ws ejecutará allí mismo la sentencia.
Art. 8. 0 Si fuere la sentencia de pasarlo por las armas sin preceder
degradacion, se conducirá el Oficial reo al patíbulo, en la forma ordinaria, con su uniforme, segun práctica con los soldados delincuentes, i
me procederá a la ejecucion como con los damas reos que sufren
esta pena.
Art. 9.° Si despues de degradado hubiere de consignarse el reo a
disposicion de otra autoridad, se prevendrá que estén inmediatos al
paraje los ministros comisionados a entregarse de ¿1.
Art. 10. Si el reo fuero Oficial que no tuviere cuerpo de que dependa en el paraje de la ejecucion de la sentencia, deberá ser tropa
del mas aiiti0uo de los que allí tuvieren su destino la que le conduzca
1 sirva a la ejecucion de su castigo; i el despojar al reo de su uniformo
i espada corresponderá precisamente (mandado del Mayor) al Sarjento
de la guardia que lo escolte.
TVTULO SESTO.
GRIkENES flA3E8 1 COMUNES DE QUE CONOCEN LOS TRIBUNALES MILITAno, 1 PENAS QUE A ELLOS CORRESPONDEN.
Inolxdknck.
M. 1.0 Todo soldado, Cabo o Sarjento que, en Jo que precisamente fuere del servicio militar, no obedeciere a todos i cualesquiera
Oficiales del ejército, será castigado con pena de presidio de uno a
dos años.
Art.' 2.° Todo segundo Sarjento que no obedezca a los primeros
de su cuerpo en lo que fuere del servicio, será depuesto de su jineta, no
estando de faccion; ¡ si lo hiciere estando en ella, tendrá pena de pro.
sidiode un aio a dos.
Art. 3.° Todo soldado i Cabo que en lo que precisamente fueie
del servicio, no ebedeciere a los Sarjentos de sus compahías, será castigado con pena de presidio de uno a dos años.
Art. 4. Todos los soldados i Cabos que en igual caso del servicio
no obedecieren a los Seientos de sus cuerpos cuando se hallaren de
faccioni en actual servicio, mandados por ellos, serán castigados con
pena de presidio de unoa diez i ocho meses; i fuera del caso de estar
de actual servicio, serán castigados con baquetas.
Art. 6.° Todos los soldados i Cabos primeros i segundos que, en
lo que toeare al servicio, no obedecieren a los Sarjeutos do los cuerpos
4uo se hallaren en el mismo campo, guarnicion, cuartel, tránsito o
marcha, hallándose mandados por ellos ¡ do faccion, serán castigados
conpende presidio de uno a dos años, i fuera de este caso con pena
atbitraria,
Art. 6.° Todo segundo Cabo que no obedeciere a los primeros
04% de.su.ouerpo en lo que pertenezca al servicio, estando en fao-
146
OSDUAflLS M1L1PÁR.
ciou, tendrá pena de presidio deseis atliez i ocho tnnr,;.ike,ad.
faccion, la arbitraria que ~las circunstancias del caso corzespeads
Art. 7.° Todos loe soldados, bajo la n'iazns peus de preáliQ, deberán obedecer a los Cabos de sus respectivas CompsMsa, siempre 9M
cualquiera de éstos les mando algo concerniente al servicio mihtari u
hallaren con ellos en guardia, partida o cualquiera otra faocion, ¡k~
de este caso sed la inobediencia castigada con pena coiporaL
Art. 8.° Todo soldado debed obedecer, bajo la misma pena de
presidio, a los domas Cabos de su cuerpo, siempre que se k~ naodado por ellos en actual servicio.
Art. 9.° Asimismo, i bajo la misma pena de presidio, deberá todo
soldado obedecer, en lo que solo fuere del servicio, a los Cabos de okoa
cuerpos, o a los que, estando de faccion, le destinaren por Cabos.
Insidio contra ¡09 superiores.
Art. 10. Todos los Sarjentos, Cabos i soldados que maltrataren de
obra a cualquier Oficial del ejército, o que los insultaren o amenazaren
poniendo mano a cualquier arma ofensiva, de cualquier modo que pueaa ser, i aun cuando lo ejecutaren por haber sido castigados o maItra.
tados por dichos Oficiales, serán castigados con la pena de muerte u
otra mas suave, segun las circunstancias que hayan mediado.
Art. 11. Todo Cabo i soldado que maltratare de obra al Sarjento
de su compañía o que hiciere Ja accion de echar mano a las armas
para ofenderle, aunque lo ejecute por haber sido castigado poreldicho
Sarjento, será castigado de muerte.
Art. 12. Todo Cabo ¡soldado que maltratare do obra, o iøiwe
accion de tomar arma ofensiva contra loe Sarjentos de su cuerpeo de
cualquiera otro del ejército, hallándose a sus órdenes en actual. servicio
o de fa.coion, será castigado de muerte: i no estando de actual servicio
será condenado a presidio por tres años; pero si del maltrato resultare
mutilacion de miembro o herida peligrosa, será pando por las armas
aunque no se halle en actual servicio ni de facción, ni mandado por el
ofendido el ofensor.
Art. 13. Asimismo, todo soldado qn maltratare do obraa los
Cabps de su compañía hallándose en faoc&on o de servicio mandado
por ellos, sufrirá la pena.de muerta; i no estando de actual servicio, será
castigado con seis años de presidio con grillete, a induce que del maltrato haya resultado al Cabo muerte, matálaoion de miembro o herida
peligrosa, porque en este caso será pasado por las armas.
Art. it El soldado que hallándose da faceiono de servido maltratare de obra.a los Cabos que le estuvieren mandando, sal de su
cuerpo como de cualesquiera otros,. o 5 los que le destinarezi por Cabosj
sufrid la pena de. muerte.
.±
Art. it Siempre que los sollados cometieren sigan da&da,
todos los Oficiales (de cualquiera cuerpo que sean,agregadosa Estado
Mayor o de otra clase que tengan carácter de Oficial) prócnaráa contener a los culpada caetigndolos si lo creyeren conveniente, ohacik
dolos prender: i si los delincuentes se pusieren a la defensa contra los
TASTADO V, TITULO VI. 147
Oficiales de modo que se verificpie la accion de ofenderles con arma de
cualquiera especie que sea, piedra o palo dirijida a herir con accion de
impulso conocido, se les pondrá en Consejo do guerra¡ condenará a
muerte, aunque haya un tcstigo que deponga lo contrario, con solo la
deposicion del Oficial que forme la queja, quien será responsable en
su honor ¡ conciencia; pero si hubiere dos testigos de vista imparcialesi de satisfaccion que den por inoierta la queja del Oficial, preferirá
a la declaracion de Ñte la de loe testigos.
M. 16. Es prohibido absolutamente a los Oficiales que maltraten
ni castiguen con palo ni espada aunque sin vaina, ni con accion o palabra en quejaedan quedar injuriados a los Sarjentos, pena de ser
suspene
sus empleos; i cuando hubieren cometido alguna falta
didos
por la que debieren ser reprendidos o castigados, se lea proporcionará
la pena con prision, u otra en que no quede ajada su estimacion 1 Si
la taita fuere considerable, o mala su conducta, el Comandante del
cuerpo le depondrá de su empleo, i dará cuenta al Inspector con sumaña, inforinaéion, que retendrá en sí pira satisfacer al cargo que se le
haga en óseo de recurso; pero en los delitos capitales serán los Batientes juzgados por el Consejo de guerra ordinario, i sujetos a las mismas
pftIkU que los soldados.
Art. 17. El súbdito militar de cualquiera calidad que fuere que
faltare al debido respeto a sus superiores, bien sea con razones descompuestas, o con insulto, amenaza u obra, sufrirá irremisiblemente la
pena que corresponda a las circunstancias de la culpa ¡ calidad de las
personas inobediente i ofendida, sujetándose al Consejo de guerra que
corresponda, segun la calidad del delincuente; i para evitar estos casoS, se encarga a los superiores que no abusen de su autoridad en sus
reprensiones i reconvenciones.
Injuria e insulto centra (a8 autoridades.
Art. 18. Todo Oficial militar i de cualquier tropa que esté subordinado, deberá dar auxilio i mano fuerte a las autoridades en loe casos
ejecutivos, dando cuenta despues al superior de quien depende; pero
en los que den tiempo debe dirijirse la autoridad que pide el auxilio al
Comandante de las armas para que de Li reciba la Lrden el súbdito
militar que haya de dímelo; ¡ todo Oficial que se halle empleado que
no ataje por sí mismo (en cuanto le sea posible) el desórden que ocurriere, será responsable de los dañosque resulten.
Áfl 19. El que con mano armada embarazare a las autoridades
civiles en sus funciones, seré sentenciado por la jurisdiccion a quien
agravia en la pena que corresponda; pero no se ejecutará la sentencia, ¡ deberá la autoridad civil dirijir los autos al Jefe superior militar
de quien dependa, quien tomando conocimiento los remitirá puntualmente con su diotámen al Secretario de la Suprema Corte marcial, para
que por este tribunal se declare, en vista de todo, si está o no comprobada la resistencia sobre que se funda la escepcion para el despojo
del fuero.
148
ORDENANZAS MILITARES.
&dicion.
Art. 20. Los que emprendieren cualquiera sedicion, coispirsoion
o motin, o indujeren a cometer estos delitos contra la nacion i el buen
servicio, seguridad de las plazas i países de los Estados Unidos, contra
la tropa, su Comandante u Oficiales, serán pasados por los armas en
cualquier número que sean; i los que hubieren tenido noticia i no los
delaten luego que puedan, sufrirán la misma pena.
Art. 21. El que con fuerza, amenaza o seduccion a otros embarazare el castigo de los tumultos i desérdenes, tendrá pena de muerte:
i todos los cuerpos de guardia darán cuantos auxilios puedan para Ja
tranquilidad i el arresto de los malhechores: i cualquier Comandante
de guardia que fuero omiso en el desempeño de esta obligacion será
puesto en Consejo de guerra i sentenciado segun las resultas de su
ueglijencia.
Art. 22. El que indujere, o que ilícitamente juntare ¡ente por cualquiera otra causa que no sea de las eaprepadas en el artículo 21 que
precede, será castigado con pena arbitraria.
Art. 23. Los que levantaren la voz en grito tumultuario sobre
cualquier asunto, sea para pedir el prest, pan u otra asistencia, serán
diezmados para ser pasados por las armas; i el que se averiguare ser
el primera, sufrirá la misma pena sin entrar en suerte; pero si no se
pudiere verificar quién fué el primero, entrarán todos en suerte para
que muera uno, i los domas que queden libres sortearán despues para
morir de cada diez uno.
Art. 24. Aunque no lleguen a diez los tumultuantes, el motor
siempre ha do morir, i los demas han de sortear para ser uno condenado a seis años de presidio, i los que quedaren libres tanto de la pena
deyresidio como de la de muerte, han de perder el tiempo de su cmpeno, i los que no tuvieren tiempo se remitirán para servir sin él a un
presidio de los que señale el Poder Ejecutivo nacional.
Art. 25. Todos los militares recibirán las radones que se les dieren en dinero, pan o vianda, segun la menor cantidad o inferior calidad
que pueda suministrárseles por las actuales urjoncias en aquel tiempo,
i elqüe lo rehusare sufrirá la pena de ser pasado por las armas; pero
en el caso de no dárseles las raciones en la especie, cantidad i calidad
señaladas por los reglamentos de contabilidad i 6rdenes jenerales, pQdrán solo cuatro o cinco soldados juntos representarlo ton sumislon
al Comandante del cuerpo: i si éste no les hiciere justicia, recurrirán
al Gobernador o Comandante de la plaza o cuartel, i en campa3a al Jeneral que mandare el ejército, destacamento o canto», el cual les hará
justicia i será responsable de cualquier daño i perjuicio que resultare
de su omision.
Art. 26. El militar que promoviere especies que puedan alterar la
obediencia i disciplina, sufrirá la pena de baquetas, i se le destinará
debpnes a las obras o trabajos de la plaza como presidiario, por el término que restare a cumplir el plazo de su empeño.
Art. 27. El Cabo .o Sarjento. que entendiere u oyere .a 0,ldados de
su compañía o de cualesquiera otras, aunque sean de distintos cuerpos,
'Ii
TRATADO Y, TfflTLo
vi.
149
especies contrarias a la conformidad con que deben recibir el pan,
prest, víveres, vestuario i domas asistencia en el modo que se les suministre, i a la subordinacion con que deben comportarse en todo, i
no los arrestare (pudiendo o no diere cuenta inmediatamente a sus
Oficiales i Jefes para ulteriores providencias, serán castigados arbitrariamente a proporcion de la gravedad do las resultas que haya causado su omision o tolerancia, formándose a este efecto Consejo de guerra
de Oficiales.
Art. 28. Los Oflciale3 (de cualquiera clase que sean) que oyeren
o entendieren de soldados de sus compañías o de otras, aunque de distinto cuerpo, conversaciones o especies que puedan órijinar trascendencia o mal ejemplo a la subordinacion i disciplina i no binaren por
si las prontas providencias que puedan para arrestarlos, o no dieren
inmediatamente cuenta a sus Jefes para que atiendan al remedio de
las consecuencias, serán depuestos de sus empleos mediante una sumaria formal hecha por el Barjento mayor o Ayudante del cuerpo del
Oficial omiso, que se pasará al Secretario de Guerra cuando se dé cuenta de la deposicion, de cuyo cumplimiento serán responsables los Jefes.
Art, 29. Si estando un rejimiento, batallon, escuadron, destacamento u otra tropa sobre las armas, o junta para tomarlas saliere de
entre los soldados alguna voz o discurso sedicioso o que incite a la
desobediencia, es un deber imprescindible de todos los Oficiales que se
hallaren presentes que se encaminen a la parte donde hubieren oxdo la
voz i prendan a cinco o seis soldados, poco mas o Snos, poniéndolos
a la cabeza del rejimiento o tropa que allí se halle; i mandándoles
nombren al que hubiere gritado, si le descubrieren será éste pasado
allí mismo por las armas, precediendo la justifloacion que lo compruebe, i si no le hicieren, se les obligará a echar suertes para que sufra la
misma pena el uno de ellos.
Art. 30. El que hubiere proferido o escrito en campaña cualesquien palabras que inclinen a sedicion, motin o rebelion, p que habiéndolas oído no diere cuenta a sus superiores inmediatamente, sufrirá la pena de muerte o corporal segun las circunstancias que agraven
o minoren su delito.
Art. 31. Si una patrulla, destacamento o guardia en el caso de un
tumulto o cualquiera otro tuviere érden de aprebender.los culpados, i
no la cumpliere exactamente, o que habiéndolos aprehendido dejare
que se huyan o se los quiten, se pondrá en prision toda la tropa encargada de su custodia, i se tomarán las informaciones que corresponden;
Í si de ellas resultare que los soldados ño hicieron buena defensa, o
que hubo intelijencia entre unos i otros, sufrirán los culpados la pena
que por ordenanza correspondia al reo libertado o fuptivo; i si se
verificare que la fuga procedi6 de falta del Oficial que mandaba el
destacamento, patrulla o guardia, sufrirá éste la pena de privacion de
empleo.
Tolerancia o auxilio a reo pr4fugo.
Art. 32. Cuando el Coronel o cualquier Comandante de tropas
150
O3DENÁNZAS E1LITÁRR.
pidiere un soldado que hubiere hecho sigan exceso, el que dejare que
se escape o le ocultare será castigado en lugar del fujitivo.
1.
Ait. 33. Fi que en tiempo de guerra tciviere.intelijencia con los
enemigos, correspondencia por cscnto o verbal en cualquier puesto,
sufrirá la pena de muerte con ejecucion de ella en el momento que
corresponda a la calidad i carácter del delincuente.
Art. 34. El que a los enemigos revelare el santo, seña o contraseña o la órden reservada que se le hubiere dado de palabra o por escrito, será castigado de muerte, i corporalmente, segun la entidad del
perjuicio que pudiera seguirse, el que la revelare & otra persona.
Faltas i Mitos contra la disciplina.
Art. 35. Todo Oficial que pusiera mano a cualquiera arma ofensiva contra los Jenerales u Oficiales particulares, bajo cuyas órdenes,
así en campaña como en guarnicion, cuartel o marcha, se hallare en
actual servicio¡ contra su Coronel o Comandante, será castigado de
muerte o a otra pena znénos rigorosa, si hiciere constar haber sido
gravemente ofendido en su honor por el Oficial superior contra quien
hubiere delinuido.
Art. 36. Todos los Oficiales del ejército i la milicia en servicio
que tomen la pistola o espada en la mano los unos contra ¡esotros,
así en las plazas 1 en la campaña como en cuartel o marcha, sufrirán
la pena de ser privados de 'sus empleos; .i el que primero hubiere
hecho la accion, tendrá a mas de esta pena la de dos años de destierro
a un presidio; pero si de la contienda resultare muerte, será el matador castigado con pena de la vida u otra estraordinsria atendidas las
circunstancias del caso.
.1
Art. 37. Dl soldado que estando de guardia a la órdezz o empleado en cualquier acto del servicio, ultrajare de palabra o hiciere ademan
de ofender de obra sin causa ni motivo a otro a quien no esté subordinado, será castigado corporalmente sobre el nmim o hecho, i si estuviere de centinela, se le hará mudar para que sufra la pena que le
corresponda.
Art. 38. El soldado que hallándose en el campo, 6uarniclon, cuartel, marcha o en cualquiera otro paraje o establecimiento que tenga»
las tropas, pusiere mano a las armas para ofender a otro en presencia
de la guardia, dentro del cuartel o delante de un cuervo de tropa armada, de modo que pueda ocasionar un des6rden en ella, o alterar la
quietud publica, sufrirá la pena que el Consejo de guerra le aplique
en ronsideracion a las circunstancias que hayan mediado.
Art. 39. Siempre que ca acciones de guerra, en los ejercicios o
en cualesquiera otros casos en que los soldados se hallen con las atinas
de fuego o blancas en la mano, sucediere entre ellos mismos o entre
los Oficiales algon desgraciado accidente de muerte o heridas en sus
peraonns u otras que puedan halla~ presentes, si se juaficare haber-
MATADO Y, TfTULO vi.
151
race&da jjiestra intencicu i fin determinado de ofender al maltratado o herido, será el agresor castigado de muerte, i si reconociere
haber procedido el daño por descuido i neglijencia del agresor, será
Late castigado con pena arbitrúia proporcionada a la entidad del
daño i circunstancias del descuido p neghjencia que le motivó.
Art. 40. A todo Sarjento, Cabo, soldado o Tambor que en una
pendencia llamare o apellidare en att ayuda a una na4n, rejirniento,
compañía, piqete o guardia, se le basará por las armas.
Art. 41. El que tuviere pendencia con alguno, i llamare en en
ayuda a otro que le acompañe a sostenerla, sufrirá la pena de ser
pasa4o por las armas; i en la misma incurrirán los que llamados le
acampanen.
Áit Z. Se prohibe a los Oficiales i soldados de cualquier arma,
que puedan pedir i obligar a sus patrones (con el pretesto de utensilios
o en otra forma) a que les suministren otra cosa que lo prevenido en
la presente Ordenanza, pena de suspension de empleo i confiscacion
de paga al Oficial, 1 de castigo corporal a los soldados, con restitucion
a favor del paisano damnificado de cuenta del culpado, anticipándola
el cuerpo, i cargándola despues a éste.
Art. 43. El soldado que en guatuicion, marcha o cuartel maltratara de palabra u obra a sus patrones o familia, o a cualquiera otra.
peona de uno u otro sexo, será castigado corporalmente o con otra
pena mas grave, segun la entidad del daño que hubiere ocasionado,
pero si- cid maltrato resultare muerte o mutilacion de rniembro, será
pasado por las armas; 1 a ñu de-que la ejeancion pronta de la menor
peas no lo. redima de lamas grave, se suspenderá el castigo corporal
hasta que reconociendo un cirujano a la persona maltratada, dL fe de
que no es la herida de aquellas circunstancias.
Art. 44. El soldado que rompiere o maltratare por voluntaria
vojacion mueble alguno, derramare o destruyere las provisiones domésticas en casa de sus patrones o de cualquiera otro paisano, sufrirá
un mes de priaion L pagará (de sus alcances o con la mitad de su racion
diaria basta la entera satisfaceion) el perjuicio que hubiere causado,
adelantándolo el cuerpo i oargando el importe al soldado.
Art. 45. El que insultare de obra al Preboste o al Gobernador del
Cuartel jeneral, Director de hospitales, Intendente o sus ministros,
cuando éstos ejercen sus funciones o por haberlas ejercido, sufrirá la
nena de presidio por don años, i si el insulto no excediere de valabras
1 amenazas, sufrirá la pena de baquetas i destino a obras públicas por
el tiempo de su empeño.
Art. 46. El soldado que separado del cuerpo i distrito del lugar
en qua" se baila o destacamento del de que depende., marchando
seo-oca pasaporte o- sin él, ultrajare, robare, hiriere o matare a algun
ciudadano u otra cualquiera persona, deberá ser aprehendido por las
autoridades del territorio en que corneta el delito, i lo entregarán a su
respectivo Jefe si se hallare dentro del mismo Estado; i en caso de
estar mas 16 os, sustanciará la causa la autoridad que lo hubiere
apreh.endidohasta ponerla en estado L de sentencia, lo que deberán
práclácar ea el término deqçho dios i.>remitirel proceso al Jefe militar
152
ORDENANZAS MILITARfl.
superior de que dependa para que la determine, cuidando este Jefe
de hacer conducir con seguridad el reo; i si el soldado isresor que me
aprehendiere hubiere sido despachado con pliego del servicio nacional,
çuedará a cargo de la autoridad civil el cuidado de di Í * a su destino sin la menor dilacion.
Art.. 47. EL que vaya (sin ser mandado) a cortar, desgajar o
arrancar árboles en bosques i cotos nacionales, de los Estados, municipios o de particulares, o a desaguar los estanques, será severamente
castigado segun las circunstancias que agraven su delito.
Art. 48. El que tirare contra las palomas, conejos, gallinas u otros
animales d3m6sticos, sufrirá un mes de prision; i para el pago del
daño se le retendrá la mitad de su racion diaria hasta la entera aMisfaccion; pero si este descuento no alcanzare a completarla en cuatro
meses, se le impondrá la pena estraordinaria que consulte el castigo
de la falta; i el que sin autoridad para ello mandare ejecutar lo que se
prohibe en este artículo i el antecedente, indemnizará el daño i sufrirá
la pena de que, segun las circunstancias, fuere digno.
Art. 49. Será castigado severamente todo soldado que en campaña, guarnicion, cuartel o marcha (no estando de ordenanza o destinado
de escolta por sus superiores) se separe de su tropa o compnfl1a para
ir acompañando a algun Oficial, o que se empleo en su servicio como
criado; i el Oficial que se lo mandare o que se sirviere de di, será privado de su empleo.
Art. 50. El que sin justo motivo en el campo, guarnicion, cuartel
o tropa puesta en marcha hiciere nido capaz de excitar una confusion
en la tropa o en el pueblo, será castigado corporalmente; i a la misma
pena estará sújeto elque en las marchas o en campaña disparare sin
permiso del que manda; pues cuando convenga ejecutarlo por descargar las armaspor la lluvia u otro motivo, deberá el Comandante disponer que lo practique delante de un Oficial.
Art. 61. El soldado que no se hallare en un alarma, campo de
batalla u otra cualquiera funcion con la misma prontitud que sus Oficiales, sin .justiflcacion de causa lejfthna que se lo haya embarazado,
serápasado por las armas.
Art. 52. Las salvaguardias personales o por escrito seránrespetadas, de modo que el que entrare o les hiciere violencia para entrar
en los parajes donde las hubiere, sufrirá pena de muerte; i el mismo
respeto se guardará a las de los enemigos recíprocamente.
Centinela que abandona su puesto.
Art. 53. Toda centinela que abandonare stk puesto sin drden del
Cabo de escuadra que se la haya ido a entregar, o del que se le diere
a reconocer por Cabo, será pasado por las armas.
Centinela que se deja mudar por quien no sea su Cabo.
Art. 54. A las centinelas que se dejaren mndaÁ por otros que su
Cabos de escüadra o que les estuvieren destinados porOsbos, se les
TRATADO 1, TITULO VI-
153
pasad por las armas; i a losque no siguieren a sus Cabos, cuando
vayan a apostarse o vuelvan, se les castigad corporalmente.
Centineta que n halla dormido.
Art. 56. Cuando un soldado estando de centinela se hallare dormido, se mudará inmediatamente, ¡ asegurado en el cuerpo de guardia,
se lo castigará con dos carreras de baqueta por doscientos hombree, 1
se destinará a obras públicas por el tiempo que le falte que cumplir;
pero si solo cometiere la falta de distraerse trib ajan do, sentarse, fumar
o dejar su arma de la mano ántes de ser relevado, sufrirá la pena de
dos meses de prision, pagando su servicio.
Centinela que no avisa la novedad que advierte.
Art. 56. La centinela que viere escalar o saltar porla muralla,
pared, foso o estacada, tanto para salir como para entrar en la plaza,
fuerte o recinto cerrado, i no disparare o diere parte, será pasado por
las armas.
Art. 57. El soldado que estando de centinela en algun puesto
viere que se arriman a él los enemigos i no lo avise a la voz o disparando, o se retirare sin 6rden, será castigado de muerte.
Inautto8 contra centinela.
Art. 58. El que atacare a cualquier soldado que estuviere de centinela, sea con arma blanca o apuntando con arma de fuego o golpe
de piedra, de palo o de manos, será condenado a muerte; ial no fuere
militar se pondrá preso i entregará a la autoridad civil, i en campaña
será juzgado ¡ castigado por disposicion del Jeneral en jefe, a virtud
de las facultades que le corresponden.
A levasía.
Art. 59. El que con alevosía, premeditacion o caso pensado matare a otro o le hiriere, si resultare la muerte, será pasado por las
armas: si de la herida no resultare la muerte, pero fuere grave o hubiere mutilacion de miembro u otro daño de consideracion, sufrirá el
reo la pena de diez años de presidio. Si la herida fuere leve se impondrá la pena de uno hasta cinco años de presidio, senu las circunstancias que concurran a la perpetracion del delito, a JUIO10 del Consejo
de guerra.
Conardir4iento o abrigo & un Mito.
Art. 60. El que fuere convencido de haber abrigado o favorecido
con auxilio cooperativo al efecto la ejecucion de un delito, será castigado con la pena que a la calidad del crimen corresponda; ¡ el que
viéndole cometer i pudiendo no lo procurare embarazar con su fuerza
o a la voz, sufrirá la mortifloacion de que (segun las cironnetancias del
caso) sea digno.
154
ORDENANZAS VILITAUL
Art. 61. Los colombianos o los estranjeros que en tiempo de
guerra, i bajo el carácter de amigos o neutrales, sirvieren de espías al
enemigo, empleándose de acuerdo con él en recojer 1 trasmitirle informes i datos que puedan servirle de regla para sus operaciones i movimientos, o en seducir Ja tropa para que se deserte, se subleve o se
desorganice, esparcir rumores falsos o ejecutar otros planes o combinaciones favorables a sus designios, sufrirán la pena de muerte. Si los
reos fuerce colombianos, o est€anjeros ezn$eados al servicio de Colombia, serán ademas castigada como traidores ¡ declarados infames.
Ro&8 es campafta.
Art. 62. El que robare alguna cosa dentro del cuartel, tienda de
campana, casa de Oficial o dependientedel ejército o la de paisano ni
que esté alojado, sufrirá la pena de ser pasado por las armas.
Art. 68. El que robare a vivandero o comerciante de los que tra¡ eran víveres u otros jéneros al campamento, será castigado hasta cm
a pena de muerte sigua loe bandos .del ¡eneral en jefe.
bit. 64. El que robare en cualquiera -otro paraje donde no concurrieren tan graves circunstancias, Sede con seis carreras
de baqueta, restituyendo la alhaja a su dueño o mi valor, siempre que
pueda verificaras su recobro.
Incendiarios.
Art 65. Loe que en tiempo de guerra Meren convencido* del
crIme, de ¡acendiarios, tanto en el temtorio de la República como en
pSIfJIqa estranjeros, serán PMMIO$ por las armas.
Vwhicia a
Art. 66. El que en campaña forzare mujer casada, viuda ó doncella será pasado por las armas; pero si fuere a simple soltera será
condenado a diez años de presidio, ¡ cuando solo conste de la hitenclon deliberada i esfuerzos para conseguirlo, será castigado conpena
arbitraria segun las circunstancias, debiendo justificarse que no haya
intervenido actual amenaza de armas de cualquiera suerte, pues en
este caso o en el de que la mujer ofendida haya padecido algun daño
notable en su persona, será condenado a muerte u otra pena Snos
grave segun la circunstancia del caso, que la impondrá el Consejo de
guerra. Testigo/aleo.
• M. 67. El que- sirviere de testigo falso será, condenado un
caaafiapor el Conüejo de guerra a las penas impuestas en los ardenlos siguientea
.Art. 68. Los que en clase de testigos o peritos declaren bajo de.
juramento falsamente en negocio civil, serán declaradas infamen condonados a presidio por tres a nueve a&& -
TESTADO Y, TfTULO
vi.
155
Art. 69.. Los que bajo de juramento, en clase de testigos o peritos, depongan falsamente en negocio criminal que se siga sobre delito
por el cual debiera imponerse pena corporal, serán declarados infames
1 condenados a trabajos forzados por cuatro a doce años. Si el negocio
criminal se versare sobre delito a que debiera imponerse una pena no
corporal, serán tambien declarados infames,¡ sufrirán la. pena dedos
a ocho años de presidio.
Art. 70. Si loa falsos testigos hubieren dado sus declaraciones
por soborno o cohecho, sufrirán el ,nLrim de las penas señaladas, i
P; una multe iflal al duplo de lo que hubieren recibido o egorado recibir por el soborno o cohecho.
Art. 71. Los que sobornaren a alguno o algunos para Sine declaren falsamente, sea como testigos o como peritos, serán castigados con
la mitad a las das terceras partes de la pena prescrita contra el testigo sobornado.
Art. 72. Los que en cualquier otro caso que se les exija juramento depongan falsamente, sufrirán la pena de uno a cuatro años de
presidio.
Art. 73. Los que siendo preguntados legalmente en juicio o fuera
de 61, pero en algun acto oficial, por autoridad lejítima, aunque sin
juramento, faltaren a la verdad, serluapercibidos i arrestados por uno
ados meses.
Art. 74. El Oficial que en cualquiera causa en que tuviere que
declarar por citacion competente faltare a la verdad del juramento,
por este solo hecho será depuesto de su empleo i despedido del servido sin perjuicio de la causa.
Ikgatidad de proveedora ¿ dependiens de vívene.
Art. 75. Los proveedores¡ azunicióneroeque cometieren el delito
de falsificar el peso i medida de los jdueroe que distribuyen a la froRa.
serán condenados a seis años de presidio,
i se les ambargárón lós.bieneo, para satisfacer con ellos a las partes lo que lejítimamonte hieloron constar que se les hubiere defraudado; pero si malIciosamente
adulteraren 108 víveres mezclando en ellos alguna especie notoriamente dañosa a la salud pública, serán castigados ellos i los cómplices &
diez años de presidio i a los daños i perjrnoios que hubieran cansado
a las partes; i la misma pena se le impondrá si se verificare que siendo los j4neros por of mismos de calidad dañosa iperjudicial a la salud
pibHca lo disimularen dolosamente con el fin deutihzarse en beneficio de su distribucion, i ántes de repartirlos no lo advirtieren al Ministro de Hacienda de quien dependan, o al Jefe militar que en el
mismo paraje residiere, los cuales, en el caso de ser advertidos, serán
responsables (en supropio nombre) del daño que de su omislon resultare, i el conocimiento de este delito corresponderá al Intendenta: si
éste no tomare providencia, se recurrirá al Comandante militar: i si
de sus dilijéncias no resultare remedio, se acudirá al Secretario delDespacho de la Guerra.
Art, 7$. Todo vivandero de los qn signen al ejdrolto 0 a cual-
156
ORDENANZAS MILITARES.
quiera cuerpo o piquete de tropa en paz o en guerra que se justifique
haber alterado las pesas, pesos i medidas oficiales, o a sabiendas use
de pesas, pesos ¡ medidas falsas o alteradas, pagará una multado cinco
a cincuenta pesos 1 sufrf rá un arresto de uno a seis meses. Los vivanderosque vendieren a la tropa víveres adulterados, mezclando en
ellos alguna especie que los haga perjudiciales a la salud pública, seria sometidos a juicio i sufrirán la pena que les corresponda de las
comprendidas en los artículos 650 a 657 de] Código Penal. En campaña corresponderá el conocimiento de ese crimen al Auditor o al Jefe
de Estado Mayor jeneral o al Gobernador del cuartel jeneral o al Comandante del cuartel o campamento en que se corneta tal delito.
Robo con muerte.
Art. 77. Los qué cometieren cualesquiera hurtos con muerte serán pasados por las armas.
Robo de armas i municiones.
Art. 78. El que se verificare haber hurtado las armas o municiones de sus camaradas, o estraídolas del almacen nacional o de Estado, parque o depósito, sufrirá pena de presidio. Segun la gravedad se
fijará el tiempo.
Desernon,
Art. 79. Los que desertaren en campaña, saliendo de los límites
que para consumar la desercion prescribieren los bandos del ejército,
sufrirán la pena de muerte en el modo que éstos señalaren i en cualquier número que sean no debiéndose entender esta pena solo para
los que se bailen en el ejército de campaña, sino tambien para los que
deserten de plazas o puestos dependientes de él.
Art. 80. Los que desertaren dentro d los Estados Unidos en
tiemiio de guerra, habiendo escalado muralla, estacada o camino enbierto, forzado puerta de plaza o puesto de guardia o abandonado
centinela, serán pasados por las armas en cualquier número que
fueren.
Art. 81. El que estando preso hiciera fuga, 1 con ella incurriere
en las circunstancias que califican la desorcion, será tratado por reo
de ella, como si la hubiere cometido estando en libertad.
Art 82. El desertar do primera vez sin circunstancin agravante,
de las que vanprévenfdaa, que cometiere este delito en tiempo de paz,
i fuere aprehen&d, será conducido a ea cuerpo j sufrirá el castigo de
cuatro meses de prision, perdiendo el tiempo de su empeño pata servir sin él, quedando sin derecho a la gracia de inválidos hasta que diez
años dé buena coúducta revaliden sus servicios anteriores para morocer su cé5ula en el término sefialado a los domas, pero quedará para
siempre sin derecho alguno a los premios i gracias concedidas a ¡olí
que no hubieren cometido este delito.
Art. 83. El desertor de primera vez sin circunstancia agcatante,
TESTADO
y, tituLo vi.
157
que no hubiere enajenado prenda alguna del vestuario ni armamento
con que se ausenté, iúitesde ser descubierto se delatare ipresentare
en su cuerpo o a cualquiera autoridad en el t6rmino de ocho dias contados desde el de su fuga, perderá el tiempo que hubiere servido, sin• pezándose a contar el de su empeño desde el dia en que se presentó,
será acreedor a la gracia de inválido, ¡ no le perjudioad para los premios: i el que en igual caso de primera desercion simple hubiere enajenado alguna prenda del vestuario o armamento con que se ausenté,
se mantendrá preso cuatro meses a media racion, i se le duplicad el
• tiempo de su empeño, quedándole solo opoion a los inválidos; pero si
el <tus estuviere en uno u otro caso de los esplicados en este artículo
volviere a desertar, será reputado su crimen como de segunda vez, i
así se le advertirá cuando se presente, notándolo en su fihiacion.
Art. 84. El que desertare segunda vez ¡ fuere aprehendido, sufrirá
•
el doble de la pena.
Art. 86. El que se empeñare a servir voluntariamente en el ejército, o el que le tocare por suerte igual destino, ¡ desertare ántea de
haberse incorporado en su comrMa, justificándose que ha sido legal
i debidamente reclutado o sorteado, i que se le han Mido las ordenanzas a que quedé sujeto por su contrate o destino, sufrirá la pena señalada a la simple desercion en el attícnlo 82.
Art 86. Cualquiera que haya sido aplicado al servicio de las armes por disposicion de Juez competente, i desertare despues de entregado a la tropa que debe conducirlo a su destino, o estando ya lucor• porado en su propio cuerpo, i se Jo hubiere prevenido en la debida
forma de la pena que corresponde al delito de desercion, sufrirá la
pena que a la calidad de su desercion perteneciere segun Ja señalada
en los artículos precedentes.
Desercion de soldado cumplida
Art. 87. El que hubiere sentado plaza por tiempo limitado 1 l
tuviere ya cumplido i se le retardare su licencia por órden del Gobierno, será tratado como desertor si se ausentare sin ella, i sufrirá la pena
correspondiente a la calidad de desercion que cometiere.
Conato de desercion.
Árt. 88. Todo soldado que se hallare dentro de la guarnioion o
lugar de cuartel o fuera de 61, dentro de los limites, disfrazado, sin
consumar la desercion, pero con indicio que dé sospecha a cometerla,
o en euslquier otro modo que verifique su intenoipnde la fuga con
algun acto esterior, se le recargarán cuatro años de servicio en el mismo cuerpo sobre los que le faltaban para cumplir su tiempo.
Art. 89. El que cometiere desercion i ¿espites de aprehendido
justificare para su defensa que incurrió en este delito por no bab6rsele
asistido puntualmente con el presi, pan o vestuario que fe pertenezca,
quedará relevado de la pena correspo»diente, i constituido a servir en
la propia compañia seis años mas, ram grándosele dé lo que se le
debiere haber suminfítrado.
£58
onDnr MILITAZIS.
Encubrir o ausillar la daercion.
Art. 90. El Sarjento, Cabo, tambor o soldado por cuyo auxilio,
intelijenois o disimulo hubiere desertado alguno de su cuerpo u otro
del ej6roito o milicia nacional, sufrirá la pena señalada al desertor segun los artículos anteriores, cuya sentencia se dará por el Consejo de
guerra del cuerpo de que fuero el desertor, a cuyo juicio se declara
que haya de corresponder privativamente el conocimiento arreo estraüo sin diatcion de cuerpos.
Cobardía.
Art. 91. $fl que por cobardía fuere el primero en volver la espalda
sobre accion de guerra, bien sea empozada ya o a la vista del enemigo,
marchando a buscarle, o esperándole en la defensiva, podrá en el mismo acto ser muerto pura su castigo i ejemplo de loe damas.
Art. 92. Todo militar que estando en faccicu de guerra, o marcuando a.,ella se escondiere, buyere, retirare con protesto do herida o
- contusion, que no le imposibilito el hacer su deber, o ea s]gun modo
se escusare al combate en que debiere hallaras, será puesto en Consejo
de guerra ¡ condenado en 41 a lo pena que merezca su delito segun las
circunstancias.
Art. 93. El Oflalal que diera palo o bofeton a otro, será despedido
¿él serviéfo ¡ destinado a encierro por el tiempo que se le condene en
uñ caStillo o cuartel eón estrecha reclusion.
• Art. 94. Para ninguno de loe delitos esplicados -ea este título
pódré servir de escusa 1a 'embriaguez, cuyo vicio deberá ser culilado
de los Jefes militares el corrojirle i castigarle con penas arbitrarias,
batiendo entender a la tropa 4e su cargo que el alegato de estar privado no le relevará del castigo que merece por el delito que corneta.
&didon ¿ co&rdía.
• Art.. 95. l4ingun individuo militar sufrirá pena alguna, ni será
privado de su grado, sino en virtud de sentencia judicial. Se eeceptúan
las penas correenjonales, ¡ lea delitos do sedicion en formacion, en
cuartel o. en ausiquiera ofro servicio militar. i los ¿e cobardía en sesion
de guerra4 que podrán ser castagados en el acto por los respectivos
supeda Queda abolida la pena de palos.
• .dnioo. Los militares de cualquiera arma i graduacion sentenciado15 conforme a la leipor la autoridad civil a la pena da muerte, presidio u otra in faman te, quedan pr el mismo hecho, privados de ¡a empico militar. (tasi V. parte 1.' tratado 6.° Recopilación Granadina.)
TRATADO
y,
TITULO VII.
159
TITULO SÉTIMO.
DE LOS AUDITORES DE GUERRA.
Art, 1.0 Los Auditores jeneralea de un ejército, i los particulares
de division, colnmna, lejion o guanzicion, son 108 Asesores para todas
las cansas militares en los Consejos de guerra, as! de Oficiales jeáerales como ordinarios, i los permanentes que se formen en campana para
el juicio de las personas que conforme al derecho de la guerra puedan
ser sometidas a la jurisdiccion del Jeneral en jefe, Comandantes en
jefe o Comandantes jeneralee.
Art. 2.° El Auditor, con el respectivo Jeneral, forman el tribunal
que conoce de tales delitos, cuando no se puedan someter a los tribanales de los Estados por estar en operaciones, i haberse perpetrado
delito en consecuencia de la guerra, ya sea en territorio nacional o
estranjero.
Art. 3.° Corresponde a los Auditores, es -union delr•spetivo jefe
de Estado Mayor, hacer los investarios de los bieses muebles, semovientes i valores que dejan los militares que mueren en campeAs, pan
asegurarlos para en familia 1 herederos.
§ Cuando no haya Jefe de Estado Mayor corresponde aoompaftar
al Auditor al respectivó Mayor o encargado del detall, i éstos, como
los Jefes de Estado Mayo; procederán a formar los inventarios por sí,
cuando no haya Auditor en donde ocurre el caso.
Art. t Los Auditores pueden autorizar en campeEs todos los
actos civiles de loe individuos del ejército, i se ¿tendría como si faaaa
hechos ante un Notario público, los cuales.se.rejistraria luego que se
llegue a ua lugar en donde lo hoya icon arreglo alas leyes.del.respectivo Estado.
Art. 5. 0 Cuando se tome una plaza, ciudad o campamento interviene, con el Jefe del Estado Mayor respectivo i el Intendente o Comisario, en la formacion del inventario de todos los efectos de guerra,
caballos, mulas, ganados i dinero de las cajas del ejército enemigo, i
dará cuenta de lo que se haya verificado al Poder Ejecutivo, por conducto del Secretario de Guerra, sin perjuicio de lo que hicieron 1Intezidezzte i jefe de Estado Mayor jeneral.
Art. 6.0 En nnnfl del Jefe que señale eFlennal elhmandaMe
a ¡su ,distñbsbS:eL botin qáe se tome . ab eacigo entre: todos los
iatbvidas de tropa del ejército, i. reeoSrí las dispSa qus$døu
ocurrir, en el particular entra lot qna hayan tomsdo 4ms con, 1
privará-del goce del boda, despnes da un juicio sumario, al militar que
no hubiere continuado la perseazcion por quedarse tomazslobotinjin
perjuicio del juzgamiento a que quede responsable ".va Oanjo ch
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