31.4. Las construcciones causales

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31. Las oraciones adverbiales
(17) a.{Aun ∼ incluso} si está borracho, baila maravillosamente
el tango.
b.Ni terminada la guerra, mejoró la situación de esa gente.
c.Borracho y todo, baila muy bien el tango.
d.Hasta borracho, baila muy bien el tango.
Los ejemplos de (17) muestran que el significado concesivo se reconoce no solo en las subordinadas canónicas, como en (17a), o en
las oraciones absolutas (17b), sino también en estructuras menores
a la oración como las de (17c) y (17d).
Como en todos los tipos de adverbiales impropias, la relación entre
prótasis y apódosis puede establecerse a nivel del enunciado, o bien
en términos del acto de enunciación. En el primer caso, como ya se
ha señalado, la prótasis indica la causa ineficiente y la apódosis, el
cumplimiento del hecho que contraría la expectativa. Las de la enunciación, como en las condicionales, son de dos tipos: las epistémicas,
como en Aunque la cosecha fue buena, debe de haber llovido poco,
y las elocutivas, como en Aunque no me lo creas, Carlitos baila muy
bien el tango, borracho y todo; A pesar de que no es la expresión más
adecuada, la oficina la dejaron patas arriba.
31.4. Las construcciones causales
Las oraciones subordinadas causales, como las subrayadas en
(18), expresan la causa cuyo efecto manifiesta la oración principal:
(18) a.Falté porque estaba enferma.
b.No pudo venir a causa de que hubo paro de locomoción.
c.Salvó el examen a fuerza de estudiar ocho horas por día.
Prototípicamente van introducidas por porque, aunque también,
como muestran los ejemplos, pueden ir encabezadas por diversas
locuciones conjuntivas de valor causal: a causa de, en razón de, ya
que, en la medida que, dado que, puesto que, entre otras.
Estas oraciones se construyen en indicativo y en infinitivo. El subjuntivo solo aparece inducido por algunos elementos externos a
la oración causal como la negación (No voy a creerlo porque ella
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Sintaxis - III. La oración y sus clases
lo haya dicho), la interrogación (¿Tengo que creerlo porque ella lo
diga?), la duda (Tal vez aceptó un trabajo tan complicado porque no
sepa decir que no).
Pueden distinguirse dos grandes tipos de oraciones causales: las internas al predicado o del enunciado y las externas al predicado o de la
enunciación, que se ilustran en (19):
(19) a.Se retiró antes porque estaba engripado / por estar
engripado.
b.No hubo goles, porque no se escucharon gritos.
c.Como somos tan pocos, comemos en la mesa chica.
d.Apurate, que perdemos el ómnibus.
Las internas al predicado, como (19a), son modificadores que ponen de manifiesto la causa del estado de cosas que expresa el predicado del cual dependen: el hecho de estar engripado motivó que
se retirara antes.
Por el contrario, las causales externas al predicado, como la de (19b),
no expresan la causa del estado de cosas descrito por el predicado de
la oración principal, sino la razón que le permite al hablante inferirlo: el
hecho de no escucharse gritos no puede ser la causa de que no haya habido goles, pero sí la razón por la cual el hablante infiere o conjetura que
no hubo goles (‘Supongo que no hubo goles porque no se escucharon
gritos’). El carácter más externo de estas oraciones se corresponde con el
hecho de que vayan separadas de la principal por una pausa, representada por la coma en la escritura.
También van separadas de la principal por una pausa las oraciones
causales que se denominan explicativas. Estas pueden ir antepuestas (19c) o pospuestas (19d).
Las causales explicativas antepuestas introducen información que el
hablante da por conocida, es decir, presentan el motivo como información temática (cf. § 24.4). La conjunción como solo puede introducir explicativas antepuestas, pero estas también pueden ir encabezadas por porque (Porque te dormiste, llegamos tarde) o por locuciones
conjuntivas dado que, en la medida que, puesto que, entre otras.
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31. Las oraciones adverbiales
Las causales explicativas pospuestas constituyen una justificación
por parte del hablante del contenido de la oración a la que preceden,
y aportan información nueva: Me leés este papel, que no traje los
lentes; Ojalá que haga calor, porque así puedo estrenarme la solera
nueva. La conjunción que se usa preferentemente cuando la principal
expresa una orden, un pedido, un deseo. También pueden ser introducidas por porque y las locuciones conjuntivas es que, puesto que.
31.5. Las construcciones finales
Las oraciones subordinadas finales indican el propósito o finalidad del estado de cosas expresado en la principal, por lo que característicamente modifican a predicados de acción cuyo sujeto es un
agente. Se vinculan con las oraciones causales ya que constituyen la
causa final que motiva una situación. Así, si se dice Salieron temprano para llegar en hora, el segmento subrayado, que corresponde a
la oración final, indica el propósito por el cual salieron temprano,
pero este propósito es también la causa que motiva el hecho de
salir temprano. Por eso mismo se distinguen de las causales por su
orientación temporal prospectiva, es decir, ubicadas en un tiempo
posterior al expresado por el verbo de la principal.
Estas oraciones van introducidas prototípicamente por para que
con verbo flexionado en subjuntivo o por para con verbo en infinitivo, como se muestra en (20):
(20) a.Lo citaron para que diera explicaciones.
b.Salí un rato para tomar un poco de aire.
También pueden ser introducidas por locuciones conjuntivas como
a fin de (que), con (el) objeto de (que), con vistas a (que), entre otras:
Convocaron al ministro a fin de que responda los cuestionamientos
de la oposición; Concurrió al parlamento a fin de dar respuesta a los
cuestionamientos de la oposición.
Cuando el verbo de la oración final es un infinitivo, el sujeto tácito (cf. § 23.3) puede correferir con el sujeto de la principal,
como en (21a), con el objeto directo, como en (21b), con el objeto
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