La lírica medieval - La senda de los Duques

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Lírica medieval
Las Jarchas representan el primer testimonio escrito de una lengua romance.
Son versitos que rematan o culminan una forma de poema llamada muaxaja,
escrito hacia el siglo X y XI, en lengua árabe o judía.
La lírica medieval
“Jarcha es una palabra árabe que significa salida o finida. Las jarchas son
unas pequeñas cancioncillas romances -los más antiguos vestigios de la lírica
popular europea- análogas a nuestros antiguos "villancicos" (en su sentido
antiguo) o a nuestras actuales coplas y cantares. Estas cancioncillas están
situadas al final de unos poemas árabes o hebreos (imitación estos últimos de
los árabes) llamados moaxajas; género inventado en la Andalucía musulmana
entre las postrimerías del siglo IX y los comienzos del X. Parece ser que las
moaxajas se construían tomando por base esas cancioncillas romances o sea
estribando en ellas, por lo cual no es extraño que la jarcha se llame también a
veces markaz, que significa "punto de apoyo" o "estribo".“(Emilio García
Gómez)
Desde la invasión musulmana en el 711, el mundo hispánico medieval
adquire caracteres peculiares. A la existencia de cristianos y musulmanes se
une la de los judíos. Una ciudad peninsular cualquiera contará con tres barrios
bien delimitados. Pero hay también otros grupos étnicos: los mudéjares,
musulmanes en territorio cristiano, y los mozárabes, cristianos en territorio
musulmán. Los reinos hispánicos constituían unidades políticas
bien
diferenciadas y de intereses a menudo contrarios; el juego de fuerzas incluía a
veces alianzas con los musulmanes. En la época de la Reconquista, hubo
largas épocas de coexistencia, mutua comprensión y tolerancia, incluso de
influencia de unos en otros.
(Introducción: http://members.tripod.com/~Maga/gargomez.html)
(Textos de las jarchas: http://maga.tripod.com/index-2.html)
En este contexto brota la lírica románica peninsular en sus varias
manifestaciones: la mozárabe, la galaico-portuguesa y la castellana. La poesía
catalana es inseparable de la provenzal y no adquiere dimensiones nacionales
hasta la aparición de Ramón Llull en el siglo XIII.
Una jarcha:
1 Ben, sidi, beni!
2 El qerer es tanto beni
3 d'est 'az-zameni
4 kon filio d'Ibn ad-Daiyeni
La lírica mozárabe – las jarchas
Está compuesta por una deliciosa colección de jarchas, breves canciones que
los poetas musulmanes y hebreos utilizaban para finalizar sus poemas cultos,
llamados muwassahat. La jarcha más vieja es anterior al año 1000.
Interpretación:
1 Ven dueño mío, ven,
2 porque el amor es un gran bien
3 que nos depara esta época
4 feliz gracias al hijo de Ibn al-Dayyan
Las jarchas representan una interpretación femenina del amor, dentro de un
simbolismo y una subjetividad llena de sensualidad. Corresponden a la
cultura urbana de las florecientes ciudades de la España musulmana, y son un
perfecto ejemplo del mudejarismo social y cultural de los tres pueblos y
religiones de la España medieval.
Tant’ amare, Tant’ amare
Habib, Tant’ amare
Enfermaron welyos nidios
E dolen tan male.
Las jarchas originales son de exclusiva temática erótica. Las sencillas
canciones de los mozárabes son recogidas y utilizadas por los grandes y
exquisitos poetas no cristianos y no románicos que las incorporan a sus
composiciones.
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Lírica medieval
“Las jarchas se escribieron en el dialecto (o dialectos) latino de la población
autóctona de Al Ándalus, cuando el castellano era un habla campesina del
área vasco-cantábrica sin literatura y dependiente de los modelos lingüísticos
de la corte leonesa. Al dialecto latino de las jarchas y a todas las hablas
latinas andalusíes se les aplica actualmente la denominación de "mozárabe",
si bien eran las hablas coloquiales de toda la población del país, musulmana,
cristiana o judía. Muy poca gente ignoraba estos dialectos, como ya sabréis
vosotros, porque los mismos intelectuales andalusíes lo comentan en sus
escritos.“ (Gorka Redondo)
La lírica galaico-portuguesa
Esta lírica es más compleja y no es anónima como las jarchas. Los autores
provienen de todas las clases sociales, desde reyes – como Alfonso X – hasta
clérigos y juglares. La influencia provenzal, por las peregrinaciones a
Santiago desde el siglo IX, se aprecia en esta lírica. Desde 1133,
aproximadamente, se documenta la presencia de trovadores provenzales en
España. A finales de este siglo, encontraremos los primeros testimonios de
poesía galaico-portuguesa. Se conservan en el Cancionero de Ajuda, de
finales del siglo XIII, y en los cancioneros Colocci-Brancuti o de la
Biblioteca Nacional de Lisboa y de la Biblioteca Vaticana, ambos copiados
en Italia, a comienzos del siglo XVI.
Resumen: Las jarchas son cancioncillas populares, la mayoría de
las veces conocidas; sobre su contenido creaba el autor árabe culto la
moaxaja. Las descubiertas por Stern 1948 son veinte y hasta la fecha se
conocen 64, compuestas entre los siglos XI-XIII.
El prólogo del Cancionero Colocci-Brancuti establece cuatro tipos de cantiga:
de amigo, de amor, de escarnio y de maldecir.
Las de amigo presentan rasgos comunes con las jarchas: son canciones de
mujer que añora a su amante. A menudo, muestran el paralelismo en su
composición: mínima variación léxica entre versos o grupos de versos.
Las cantigas de amigo apuntan así a una lírica tradicional, no siempre fácil de
rastrear por el barniz literario de estas composiciones. Destacan las de
romerías o mayos y las que tratan del mar.
- el dolor por la ausencia del amado,
- el pudor femenino que rehúsa la caricia,
- el temor por el retraso del amado,
- ingenuos lamentos de ausencia,
JARCHAS - apasionadas confidencias a la madre o hermana,
expresan
- dolorosas súplicas al amado;
- o bien, se puede encontrar en las jarchas de carácter árabe
burlas,
- lo sensual y, a veces, lo obsceno, aludiendo al amor
físico.
Las cantigas de amor son de temática similar, pero de mayor elaboración, por
lo que disminuyen los estribillos y paralelismos. Su contacto con la lírica
provenzal está demostrado, aunque sea difícil concretar rasgos.
Más próximas entre sí son las cantigas de escarnio y maldecir. Contienen
alusiones directas a personas, con nombres propios y hechos concretos, que
permiten fecharlas, en ocasiones. A este grupo pertenece la primera
composición conservada: Ora faz ost o senhor de Navarra (h.1200) de Johan
Soarez de Pavha.
Nos encontramos ante una lírica en la que participan los tres
pueblos de la Edad Media peninsular: árabe, cristiano y hebreo. La jarcha
era, por tanto, una canción popular perteneciente al ámbito de las tres
culturas en la que se inspiraba un poeta culto árabe, que la recogía de una
tradición oral, cantada y viva. Las jarchas son, probablemente, la
manifestación lírica más antigua en romance de la península y, tal vez, de
toda la Romanía.
Entre sus autores marca toda una etapa el rey castellano Alfonso X el Sabio
(1221-1284), con sus cantigas de amor, de escarnio y de maldecir. Sobre estas
destacan las Cantigas de Santa María, colección de 427 poemas sobre
milagros -356- o loores -las restantes- a la Virgen, transmitidos por cuatro
códices: dos escurialenses, uno toledano y otro florentino.
(El problema de la influencia y orígenes de la lírica es muy discutido: para
unos la primera lírica fue la provenzal; para otros, la hispano-musulmana).
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Lírica medieval
folklórica que, enlazando con la Alta Edad Media, aparece en lengua
romance en el siglo X-XV.
Se acepta que el propio rey debe ser autor de gran parte de ellas. Su estructura
coincide con estrofas castellanas como el zéjel o la glosa de estribillos, pero
es extraordinariamente variada. La música que conservamos enriquece su
estudio. Alfonso X apreció especialmente sus cantigas y utilizó las fuentes
más variadas en ellas: latinas -Vincent de Beauvais-, vernáculas -Gonzalo de
Berceo, Gautier de Coinci- o populares -leyendas locales-. Las miniaturas con
que adornó sus códices son una fuente de conocimientos sobre musicología y
tradiciones medievales.
López Estrada nos dice que el contenido, "la letra", de estas composiciones
requiere "un entorno" que se encuentra en dependencia con la situación social.
Este entorno lo constituye el ambiente en el pueblo: “La gente del pueblo se
reúne por algún motivo, y según sea el caso, así es la canción o baile... ".
Estas canciones pasan de generación en generación, aprendidas de
memoria de otros intérpretes manteniéndose de esta manera, en palabras de
Menéndez Pidal, "en estado latente" a lo largo de la Edad Media.
De la segunda mitad del siglo XIII son la mayor parte de los poetas galaicoportugueses: Martín Codax, cuyas composiciones paralelísticas recuerdan a
Vigo y al mar; Ayras Nunez, cortesano de Sancho IV; Nuno Fernandes,
famoso por una cantiga de amigo emparentada con el alba provenzal. De
Xohan Zorro conservamos once cantigas, barcarolas algunas de ellas,
elaboradas con la técnica de leixa-pren.
Después de las jarchas, la lírica tradicional nos ofrece las
composiciones más exquisitas de la poesía española. La letra de estas
canciones la usa el pueblo en momentos significativos unas veces (bodas,
bautizos, fiestas del patrón o festividad religiosa) o también durante las horas
del trabajo, muy frecuentemente en los gremios o en las labores agrícolas. Se
han conservado canciones relativas al buen trigo, al molinero, a la panadera,
a la vendimia, al barquero, a canciones de vela, a canciones de siega, a
discusiones juglarescas, a canciones de burlas o en fin, ingenuas canciones
amorosas.
Mejor transmitidos fueron los 138 poemas del rey lisboeta Don Denís (12611325), autor de cantigas de amigo y pastorelas de gran belleza. Bastardo suyo
fue Pedro de Portugal (1289-1354), conde de Barcelos. Su muerte marca el
ocaso de la lírica galaico-portuguesa.
Inicialmente, se consideró el paralelismo un recurso casi exclusivo de esta
poesía; pero esta técnica, tan frecuente en ella como el estribillo, la
encontraremos igualmente en poemas castellanos.
Asimismo, existe un considerable número de composiciones
relativas a la poesía femenina, en las que aparecen temas relativos a la
confidencia de la joven con su madre ("El mi corazón, madre, robado me lo
han-e-), la espera del amado (“Si la noche hace oscura/ y tan corto es el
camino,/¿ como no venís, amigo?”); el gallo anuncia la separación (“ya
cantan los gallos,/ amor mío, y vete :/ cata que amanece”; la queja de la mal
casada (“yo soy casado y vi vo en pena:/ ¡ojalá fuera soltera!”)...
La lírica castellana
Está formada por canciones y villancicos tradicionales, que no constan por
escrito hasta finales del siglo XV o XVI. Las coincidencias generales con las
jarchas y las canciones gallegas son evidentes, especialmente en lo que se
refiere al simbolismo erótico y a la naturaleza.
La lírica tradicional vuelve a tener una pujanza especial en el siglo
XV, cuando se recogen en Cancioneros y aparecen ya por escrito.
Pertenecientes a la lírica del XV aparecen los Cancionero de Baena,
Cancionero de Stúñiga, Cancionero de la Vaticana, Cancionero de Ajuda…
El Cancionero de Herberay des Essarts (h.1463), el Cancionero musical de
Palacio (fines del XV-principios del XVI) y otros cancioneros y romanceros
de los siglos siguientes, como el Cancionero de Uppsala (1556), recogerán
El principal problema de esta lírica popular o tradicional consiste en
averiguar hasta qué punto lo conservado refleja lo que realmente cantó el
pueblo y hasta dónde intervinieron los poetas cultos al transmitirlo.
Menéndez Pidal nos habla de una lírica popular que arranca desde "los
mismos orígenes latinos". Ya en el Imperio Romano hubo una tradición
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Lírica medieval
una avalancha de canciones tradicionales. Desde ahora, Juan del Encina, Gil
Vicente y un sinfín de poetas -y músicos, como Luis Milán o Francisco
Salinas- glosan y recogen sus villancicos favoritos, como los poetas
hispanoárabes glosaron sus jarchas en moaxajas. Una revelación en el género
ha sido la recopilación de cantares sefardíes, transmitidos oralmente por los
judíos que abandonaron España en 1492. Aunque ellos cultivaban una lírica
propia, imitan a menudo las estructuras paralelísticas de la cristiana o
elementos de la árabe. Añaden a nuestra tradición eslabones que se creían
perdidos.
Antología
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Lírica medieval
1. Aquel caballero, madre,
4. Al alba venid, buen amigo
que de mí se enamoró,
al alba venid.
6. Villancico de Juan del Encina
No te tardes que me muero
pena él y muero yo.
Amigo el que yo más quería
carcelero
venid al alba del día.
no te tardes que me muero.
también siento sus dolores
Amigo el que yo más amaba,
Apressura tu venida
porque dellas mismas muero;
venid a la luz del alba.
porque no pierda la vida
Madre, aquel caballero
que va herido de amores,
que la fe no está perdida
su amor tan verdadero
Venid al alba del día,
carcelero
non trayáis compañía.
no te tardes que me muero.
Venid a la luz del alba,
Bien sabes que la tardanza
no mates a quien te miraba.
non trayáis gran compaña.
trae gran desconfianza
Casada, pechos hermosos,
5. ¿Con qué la lavaré
carcelero
abaja tus ojos graciosos;
la flor de la mi cara,
no te tardes que me muero.
no mates a quien te miraba,
con qué la lavaré,
merece que diga yo:
pena él y muero yo.
2. Abaja los ojos, casada,
ven y cumple mi esperanza
que vivo mal penada?
Sácame desta cadena
Lávanse las casadas
que recibo con gran pena
3. ¿De dónde venís, amore?
con agua de limones,
pues tu tardar me condena
Bien se yo de donde.
lavóme yo, cuitada,
carcelero
Caballero de mesura,
con ansias y dolores.
no te tardes que me muero.
no venís a la postura;
¿Con qué lavaré,
bien se yo de donde,
que vivo mal penada?
abaja los ojos, casada.
¿De dónde venís, amore?
Bien se yo de donde.
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Lírica medieval
7. De los álamos vengo, madre,
10. ¿Cómo queréis, madre,
de ver cómo los menea el aire.
que yo a Dios sirva,
De los álamos de Sevilla,
siguiéndome el amor
que no le dijese “no”:
mal enemiga le só.
de ver a mi linda amiga;
a la contina?
12. (Cantiga de amigo de Martín Codax)
de ver cómo los menea el aire.
Cuanto a Dios más sirvo,
Quantas sabedes amar amigo
De los álamos vengo, madre,
amor más me sigue;
de ver cómo los menea el aire.
cuando a él más me llego,
Quantas sabedes amar amigo,
más me persigue.
treides comig´ a lo mar de Vigo:
8. En la fuente del rosel
Tal vida como ésta
E bannar nos emos nas ondas!
lavan la niña y el doncel.
no sé quién la vive,
En la fuente de agua clara
siguiéndome el amor
con sus manos lavan la cara,
a la contina.
él a ella y ella a él,
¿Cómo queréis, madre,
lavan la niña y el doncel.
Quantas sabedes amare amado,
treides comig´ a lo mar levado:
E bannar nos emos nas ondas!
que yo a Dios sirva,
Treides comig´ a lo mar de Vigo:
siguiéndome el amor
9.Vos me matastes,
e veeremo´ lo meu amigo:
a la contina?
E bannar nos emos nas ondas!
niña en cabello,
vos me habéis muerto.
11. Enemiga le soy, madre,
Riberas de un río
aquel caballero yo,
vi moza virgo,
mal enemiga le só.
E veeremo´ lo meu amado:
E bannar nos emos nas ondas!
niña en cabello;
vos me habéis muerto.
En quererme es él de sí
Vos me matastes,
tan enemigo cruel,
niña en cabello,
vos me habéis muerto.
Treides comig´ a lo mar levado
como yo enemiga dél
por ser amiga de mí:
nunca en cosa pidió “sí”
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Lírica medieval
Si se dormirá
13.Calabaça, No sé, buen amor
Calabaça, No sé, buen amor, que te faça.
14.Avrix mi galanica
No te puedo más faser,
- Avrix mi galanica.
Pedrelde la pendolica
Si s´echerá.
por rrasón del bien querer,
Que ya va´manecer.
Qu´en la boca te meter
- Avriv no vos avro
igualmente con mi taça.
mi lindo amor.
15. Niña, erguídeme los ojos
-La noche yo no durmo
que a mí enamorado me han.
Que el Señor que te crió
Pensando en vos.
No los alces desdeñosos
Tan bruñida te sacó,
sino ledos y amorosos,
Qu´en ti sola no dexó
-mi padre ´sta meldando
Un pelo ni una rraça.
Mos oyerá.
que mis tormentos penosos
-Amatalde la luzezica
en verlos descansarán.
Pues te dio naturalesa
Si se dormirá,
En tu ser tan lindesa,
Amatalde la luzezica
De los muertos haces vivos
Que de tu gran bellesa
Si s´echerá.
y de los libres cativos:
no me los alces esquivos,
Quien te vee s´enbaraça.
-Mi madre ´sta cuziendo
qu’en vellos me matarán.
Pero más haré contigo
Mos oyerá.
Como verdadero amigo,
-Pedrelde la algujica
Niña, erguídeme los ojos
Que te llevaré comigo
Si se dormirá
que a mí enamorado me han.
Quando quiera que vaya a caça.
Pedrelde la algujica
Si s´echerá.
Para ir en romería
O en otra cualquier via,
-Mi hermano ´sta ´scriviendo
Ante la Virgen María
Mos oyerá.
Podrás pareçer en plaça.
-Pedrelde la pendolica
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Lírica medieval
16.Villancico
del que más quería:
so ell encina.
So ell encina, encina,
so ell encina.
Pesóme cuitada
de que amanecía,
Yo me iba, mi madre,
a la romería;
por ir más devota
porque yo gozaba
del que más quería:
so ell encina.
fui sin compañía:
so ell encina.
Muy bendita sía
la tal romería:
Por ir más devota
so ell encina
fui sin compañía.
Tomé otro camino
dejé el que tenía:
so ell encina.
17. LAS ESTRELLAS DE LOS CIELOS
Halléme perdida
Las estrellas de los cielos,
en una montaña,
una y una se hacen dos,
echéme a dormir
no tenéis tanta firmeza
al pie dell encina:
como tenemos los dos.
so ell encina.
A la media noche
recordé, mezquina;
halléme en los brazos
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