Buenos días Segundo Ciclo de Educación Primaria

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BUENOS DÍAS
3º/4º/5º y 6º de Educación Primaria
LUNES
ALMORZANDO CON DIOS
Un niño pequeño quería conocer a Dios.
Sabía que tendría que hacer un largo viaje para llegar hasta donde Él vive, así que
guardó en su maleta pastelitos de chocolate y refrescos de fruta.... Y empezó su
andadura.
Cuando había caminado unas horas, se encontró con una mujer anciana. Estaba
sentada en un banco del parque, sola, contemplando en silencio algunas palomas que
picoteaban migajas de pan que ella les arrojaba.
El niño se sentó junto a ella y abrió su maleta. Comenzó a beber uno de sus refrescos
cuando notó que la anciana le miraba, así que le ofreció uno de ellos. Ella agradecida lo
aceptó y le sonrió. Su sonrisa era muy bella, tanto que el niño quería verla de nuevo,
así que le ofreció entonces uno de sus pastelillos.
De nuevo ella le sonrió. El niño estaba encantado, y se quedó toda la tarde junto a ella,
comiendo y sonriendo, aunque sin hablar una palabra.
Cuando oscurecía, el niño se levantó para irse. Dio algunos pasos, pero se detuvo; dio
vuelta atrás, corrió hacia la anciana y le dio un abrazo. Ella después de abrazarlo, le
dedicó la más grande sonrisa de su vida.
Cuando el niño llegó a su casa, su madre quedó sorprendida de la cara de felicidad que
traía. Entonces le preguntó:
-"Hijo, ¿qué hiciste hoy que te hizo tan feliz?".
El niño le contestó:"¡Hoy almorcé con Dios!"...
Y antes de que su madre reaccionara, añadió:
-"Y ¿sabes? ¡Tiene la sonrisa más hermosa que nunca he visto!"
Mientras tanto, la anciana, también radiante de felicidad, regresó a su casa. Su hijo se
quedó sorprendido de la expresión de paz que reflejaba en su cara, y le preguntó:
-"Mamá, ¿qué hiciste hoy que te ha puesto tan feliz?“.
La anciana le contestó:
-"¡Comí pastelitos de chocolate con Dios, en el parque!"...
Y antes de que su hijo respondiera, añadió:
-"Y ¿sabes? ¡Es más joven de lo que yo pensaba!”…
Muchas veces nos hablan de Dios y tratamos de entender cómo es o lo buscamos de
muchas maneras. Pero Dios se nos está dando a conocer en cosas sencillas de cada día:
en una sonrisa, en un favor, en alguien que nos da cariño… En esta semana estamos
invitados a descubrir a este Dios en nuestras vidas, y a intuir que Dios nos invita a cada
uno a ser su reflejo para los demás con nuestros gestos, con nuestras actitudes. A
través de cada uno de nosotros alguien puede que encuentre a Dios.
“Bendito seas porque has revelado estas cosas a la gente sencilla”
ORACIÓN
Padre Dios, que nos quieres sin medida,
Te damos gracias porque cada día estás a nuestro lado.
Que sepamos encontrarte en los demás
y que sepamos hacer realidad lo que tú nos pides:
llevar amor a todos y vivir como hermanos.
MARTES
EL ARCO IRIS
Los colores riñeron, todos decían ser el mejor.
El verde dijo: Soy símbolo de la vida y esperanza. Cubro el campo y las hojas.
El azul interrumpió: Tú solo piensas en la tierra, pero también debes pensar en el cielo
y el mar. El agua es el fundamento de la vida. El cielo da espacio, paz y serenidad.
El amarillo dijo: Vosotros son tan serios; yo traigo risa y alegría. El sol es amarillo; al
mirar un girasol todos sonríen, sin mí no habría diversión.
El anaranjado replico: Yo soy el color de la salud y la fortaleza. Llevo las vitaminas más
importantes, pensad en la zanahoria y naranja. Cuando lleno el cielo y el amanecer o a
la caída del sol, mi belleza es la más impresionante.
El rojo grito: Soy el que gobierna, soy la sangre de la vida. Estoy dispuesto a luchar por
la causa, traigo el fuego de la sangre, soy la pasión y el amor.
El violeta dijo: Soy de la realeza, el poder. Los reyes, comandantes y obispos siempre
me han escogido porque soy el símbolo de autoridad y sabiduría, la gente me escucha
y obedece.
Finalmente el añil habló: Soy el color del silencio difícilmente me notaré pero sin mi
todo sería más superficial. Represento el pensamiento y la reflexión.
Los colores siguieron alardeando, cuando hubo un destello sorprendente. La lluvia
comenzó a caer implacable, los colores se agacharon y con temor se acercaba el uno
con el otro para abrigarse.
La lluvia dijo: Vosotros colores necios luchan entre sí cada uno tratando de dominar al
resto. ¿No saben que cada uno fue hecho con un propósito especial único y diferente?
Cogeros de las manos y venid a mí.
La lluvia continuó: De ahora en adelante cuando llueva os uniréis y cruzareis el cielo
formando un gran arco de color como recuerdo que todos pueden vivir en paz.
Si cada uno sólo piensa en sí mismo, en destacar, en quedar bien, se crea un ambiente
desagradable. Es una situación de competición, de envidia, incluso de ponernos trabas
para quedar por encima del otro.
En cambio, cuando cada uno aporta lo que sabe, lo que tiene, lo que vale, y lo hace con
ánimo de colaborar, entonces entre todos logramos mucho más, porque la unión de
todos es mucho más que la suma independiente de cada uno. Todos nos
enriquecemos con todos y creamos un ambiente de amistad y de cooperación.
“No os dejéis llamar Maestro, porque uno solo es vuestro Maestro. No os dejéis llamar
Señor, porque uno solo es vuestro Señor”
ORACIÓN
Te damos gracias, Padre, por todo lo bueno que nos das.
Gracias por nuestras cualidades, por nuestra inteligencia,
gracias porque podemos aprender de los demás
y porque podemos colaborar con todos
para hacer realidad el mundo que tú quieres.
MIÉRCOLES
EL PAQUETE DE GALLETAS
Cuando aquella tarde llegó a la vieja estación le informaron que el tren en el que ella
viajaría se retrasaría aproximadamente una hora. La elegante señora, un poco
fastidiada, compró una revista, un paquete de galletas y una botella de agua para
pasar el tiempo. Buscó un banco en el andén central y se sentó preparada para la
espera. Mientras hojeaba su revista, un joven se sentó a su lado y comenzó a leer un
diario. Imprevistamente, la señora observó como aquel muchacho, sin decir una sola
palabra, estiraba la mano, agarraba el paquete de galletas, lo abría y comenzaba a
comerlas, una a una, despreocupadamente.
La mujer se molestó por esto, no quería ser grosera, pero tampoco dejar pasar aquella
situación o hacer de cuenta que nada había pasado; así que, con un gesto exagerado,
tomó el paquete y sacó una galleta, la exhibió frente al joven y se la comió mirándolo
fijamente a los ojos. Como respuesta, el joven tomó otra galleta y mirándola la puso en
su boca y sonrió. La señora ya enojada, tomo una nueva galleta y con ostensibles
señales de fastidio, volvió a comer otra, manteniendo de nuevo la mirada en el
muchacho. El dialogo de miradas y sonrisas continuo entre galleta y galleta. La señora
cada vez más irritada, y el muchacho cada vez más sonriente. Finalmente, la señora se
dio cuenta de que en el paquete solo quedaba la última galleta. "No podrá ser tan
descarado ", pensó mientras miraba alternativamente al joven y al paquete de galletas.
Con calma el joven alargó la mano, tomó la última galleta, y con mucha suavidad, la
partió exactamente por la mitad. Así, con un gesto amoroso, ofreció la mitad de la
última galleta a su compañera de banco.
- ¡Gracias! - Dijo la mujer tomando con rudeza aquella mitad.
- De nada. - Contesto el joven sonriendo suavemente mientras comía su mitad.
Entonces el tren anunció su partida...
La señora se levantó furiosa del banco y subió a su vagón.
Al arrancar, desde la ventanilla de su asiento vio al muchacho todavía sentado en el
andén y pensó:
-"¡Qué insolente, qué mal educado!"
Sin dejar de mirar con resentimiento al joven, sintió la boca reseca por el disgusto que
aquella situación le había provocado. Abrió su bolso para sacar la botella de agua y se
quedó totalmente sorprendida cuando encontró, dentro de su cartera, su paquete de
galletas INTACTO.
En muchas ocasiones juzgamos a los demás de un modo negativo, pensamos mal de
ellos, porque no nos paramos a pensar las cosas con calma. Muchos malentendidos
son fuente de enfados, de disputas, por no pararnos a hablar. Si antes de juzgar a los
demás fuésemos un poco más críticos con nosotros mismos, seguramente
entenderíamos mejor a los otros y aprenderíamos a perdonar más.
Dios, que es infinitamente generoso con nosotros y nos perdona siempre, nos invita a
mirarnos y a mirar con cariño, con misericordia a todos.
“Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios”
ORACIÓN
Respondemos todos diciendo: GRACIAS, PADRE, POR TUS REGALOS

Padre, tú nos regalas cada día personas que nos quieren y con las que podemos
convivir, Por eso te decimos: GRACIAS, PADRE, POR TUS REGALOS

Padre, tú nos regalas medios para aprender, para conocer, para poder
prepararnos para el futuro. Por eso te decimos: GRACIAS, PADRE, POR TUS
REGALOS

Padre, tú nos regalas la vida y nos invitas a que la aprovechemos para hacer el
bien a todos. Por eso te decimos: GRACIAS, PADRE, POR TUS REGALOS
JUEVES
EL CLAVO
Una Iglesia nueva fue construida y las personas fueron de todas las partes para
admirarla. Pasaban horas a mirar la belleza de tal obra.
Arriba, en lo alto, en las maderas del tejado, un pequeño clavo era testigo de todo lo
que estaba ocurriendo. Y oía a las personas cómo elogiaban todas las partes de tan
encantadora estructura. !Hablaban de todo, menos del clavo!
Ni siquiera sabían que estaba allí, y se sintió irritado y con envidia.
-
¡Si soy tan insignificante, nadie echará de menos mi falta!
Entonces el clavo, cansado de su vida, dejó de hacer presión sobre la madera y se fue
deslizando hasta caer al suelo.
Aquella noche llovió mucho. Luego, donde faltaba el claro, el tejado comenzó a ceder,
separando las tejas. El agua corrió por las pareces y los bonitos murales. El yeso
comenzó a caerse, el tapete estaba manchado y la Biblia se quedó arruinada por el
agua.
Todo esto porque un pequeño clavo desistió de su trabajo.
¿Y el clavo?
Al asegurar las maderas del tejado, era pequeño y pasaba desapercibido, pero era útil.
Ahora, enterrado en el barro, no sólo continuó siendo pequeño, sino que también se
volvió un completo inútil y acabó comido por el óxido.
Aunque parezca que nuestra tarea es menos importante porque no se ve, todos
tenemos un papel que cumplir en esta vida y todos somos importantes. Seguramente
hay personas que destacan más, hay tareas que llaman más la atención, pero no serían
posibles sin otras muchas personas que, de manera más callada, cumplen con otras
tareas. Todos aportamos algo a la sociedad. Todos somos importantes.
“No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”
ORACIÓN
Padre nuestro.
VIERNES
EL CARGADOR DE AGUA.
"Un cargador de agua en la India tenía dos grandes vasijas que colgaban a los extremos
de un palo que él llevaba encima de los hombros. Una de las vasijas tenía una grieta,
mientras que la otra era perfecta y entregaba el agua completa al final del largo
camino a pie, desde el arroyo hasta la casa de su patrón. Cuando llegaba, la vasija rota
solo contenía la mitad del agua.
Por dos años completos esto fue así diariamente.
Desde luego la vasija perfecta estaba muy orgullosa de sus logros, perfecta para los
fines para lo cual fue creada. La pobre vasija agrietada muy avergonzada de su propia
imperfección, se sentía miserable porque sólo podía conseguir la mitad de lo que se
suponía debía hacer.
Después de dos años le hablo al aguador diciéndole:
"Estoy avergonzada de mi misma y me quiero disculpar contigo..."
"¿Por qué?" Le pregunto el aguador.
"Porque debido a mis grietas, solo puedes entregar la mitad de mi carga, debido a mis
grietas, solo obtienes la mitad del valor de lo que deberías”.
El aguador se sintió muy apesadumbrado por la vasija y con gran compasión le dijo:
"Cuando regresemos a la casa del patrón quiero que notes las bellísimas flores que
crecen a lo largo del camino”.
Así lo hizo y en efecto vio muchísimas flores hermosas a todo lo largo, pero de todos
modos se sintió muy apenada porque al final solo llevaba la mitad de su carga.
El aguador le dijo:
"¿Te diste cuenta de que las flores solo crecen en tu lado del camino?, siempre he
sabido de tus grietas y quise obtener ventaja de ello, sembré semillas de flores a todo
lo largo del camino por donde tú vas y todos los días tú las has regado. Por dos años yo
he podido recoger estas flores para decorar el altar de mi maestro. Sin ser
exactamente como eres, él no hubiera tenido esa belleza sobre su mesa".
Si nos miramos con atención, todos podemos descubrir que tenemos muchas
cualidades y también defectos. Si sólo nos fijamos en una de las dos cosas, tenemos
una visión equivocada de nosotros mismos. Con todo lo que somos podemos aportar
muchas cosas a los demás.
Dios, nuestro Padre, que nos conoce totalmente y sabe cómo somos, no desprecia
nuestros defectos, sino que nos quiere así como somos y nos invita a poner en juego
todo lo que somos, ayudándonos a mejorar y potenciando nuestra vida para que la
pongamos al servicio de todos.
“Vosotros sois la sal de la tierra”
ORACIÓN
Señor, haz de mí un instrumento de tu paz.
Que donde haya odio, yo ponga amor,
donde haya ofensa, ponga yo perdón.
Que donde haya discordia, ponga yo armonía,
donde haya error, ponga yo verdad,
donde haya duda, ponga yo la fe,
donde haya desesperación, ponga yo esperanza,
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
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