Desde el siglo XVII las costas americanas fueron escenario de

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BREVE RESEÑA HISTORICA DE LA FORTALEZA DE SAN FERNANDO DE OMOA
ANTECEDENTES
Desde el siglo XVII las costas americanas fueron escenario de ataques
recíprocos de piratas y corsarios de las grandes potencias que habían
surgido a raíz del descubrimiento y conquista de los territorios descubiertos a fines de los siglos XV y XVI.
Esparta durante el siglo XVII y gran parte del XVIII impuso a sus colo-
nias la prohibición de realizar actividades comerciales con las naciones extranjeras, creando una política monopolista-proteccionista que
impidió que sus colonias tuvieran un mayor desarrollo industrial, aún
a pesar de que la administración Espa:.Lola no podía abastecerlas ampliamente de productos manufacturados.
Esta situación dió lugar a que los ingleses, franceses y holandeses
realizaran actividades comerciales ilícitas. Entre estas potencias fue
Inglaterra la que más problemas le causó a la Corona Espa.,ola, ya que su
desarrollo industrial traería como resultado una búsqueda más amplia de
mercados consumidores de productos manufacturados y la obtención de ma-
terias primas tan valiosas y abundantes en territorios bajo el dominio
Ante las constantes presiones de estas potencias surgió la inminente necesidad de que las autoridades espeulolas fortificaran las costas para
reducir y suprimir la competencia comercial a través del contrabando, así
como para la protección de sus dominios.
Entre las fortificaciones construidas en las costas centroamericanas sobresale como obra monumental el Fuerte de San Fernando de Omoa, situado
en la costa norte de Honduras.
En 1723 se dió el primer intento de fortificación del puerto de Omoa a
iniciativa del Oidor de la Real Audiencia de Guatemala don José Rodezno
Manzolo y Rebolledo. El objeto de la erección del fuerte
trato ilícito con los enemigos de la Corona EspaAola,
fue evitar el
especialmente
-os
ingleses que con su base de operaciones en Jamaica, controlaban parte del
Caribe, Belice y gran parte de la región norte y noreste del Reino de Guatemala; así como por las ventajas que Omoa ofrecía como punto estratégico
y comercial.
El plano presentado por Rodezno era el de una fortaleza de figura cuadrangular y perteneciente al sistema abaluartado.
El Consejo de Indias puso a consideración el proyecto de fortificación ante el Fiscal, el 3 de septiembre de 1723, el que aconsejó mayor conocimiento sobre el puerto de Omoa.
Durante algún tiempo el proyecto de levantar una fortaleza en 01,oa fue relegado, pues a fines de 1740 se le encomendó al Ingeniero Luis Diez de Navarro, hacerse cargo de la construcción de un fuerte en la desembocadura
del Río Matina y otro en el Puerto de Trujillo.
de
Posteriormente Diez/ Navarro descartó la fortificación de Trujillo y propuso el puerto de Woa como el más indicado por ser el más seguro, lim pio y recogido de todas las costas de Honduras.
En 1746 don Juan de Vera, Gobernador de Honduras, tomó medidas preparatorias para la fortificación. Solicitó artillería protectora al Marquél-,
de la Ensenada, los que serian suministrados por la Gobernación de Campeche, el castillo del Golfo Dulce o el puerto de Cartagena, por ser los
lugares más apropiados para ello.
En el alío de 1752 se iniciaron los trabajos de la construcción del recinto fortificado 'EL REAL", cuya utilidad fue para la defensa de los pri meros pobladores esparíoles y trabajadores negros que iban a levantar la
Fortaleza de San Fernando. No se pretendía construir una sólida plaza
fortificada, más bien, se trataba de conseguir una simple obra de carácter militar defensiva, pero rigurosamente sometida a los principios de
los Tratados de la Fortificación Moderna Permanente Abaluartada.
En 1/56 esta fortaleza provisional se hallaba cerrada totalmente, 26 ca,iones de los calibres 24, 18 y 12 defendían la entrada del puerto.
La piedra para construcción se encontraba en distintas lugares, uno a
doce leguas de distancia del puerto llamado puerto chico, otro en Santo
Tomás de Castilla y otro más en la boca del rio del Golfo. La cal era
obtenida en diferentes cayos distantes doce, ocho y diez leguas.
Este recinto es el que esta situado al norte de la fortaleza y que en
los últimos alos fue usado como cementerio de la comunidad; aquí se Observa la 'puerta principal", y en el remate de la espada ;a se pintó el 'Escudo Real de Fernando VI". De esta puerta comenzaba el primer muelle
que tu-
vo este lugar. Se observan en la actualidad los restos de los muros de piedra, argamasa y estuco con medios baluartes.
Entre los &los de 1753 a 1755 hubo muy poca actividad en Omoa debido a:
1.-
La necesidad de nombrar un Ingeniero que supliera al principal en caso necesario.
2.-
Llevar negros, mejor adaptados al clima que los indios y mulatos del
interior.
3.-
Escasez de víveres.
4.-
Insuficiencia de caudales
En el ano de 1756 fue nombrado Gabriel Franco como Comandante del puerto
y Francisco Alvarez, Ingeniero Ordinario, como encargado de la Dirección
de las obras.
Luis Diez de Navarro pasó a Guatemala a encargarse de la
obra del Palacio, luego de haber dirigidoslas obras de fortificación provisional.
Durante el alio de 1756 el Ingeniero en Segundo don Francisco Alvarez,
modificó los baluartes de 'EL REAL" y a la vez intentó abrir el primer
camino hacia la Capitanía General de Guatemala. Durante
ese mismo ayo, el
Conde de Aranda hizo el plano fundacional del fuerte cuyas obras comenzaron en 1759 y cuya traza es triangular, según lo decretado el 15 de diciembre de 1756.
Para hacer los trabajos de fábrica se gravaron los añiles que se exportaban por los puertos del sur y del norte. Este impuesto creado
era de cuatro pesos sobre cada zurrón de a/lil de 214 libras. Una vez
concluida la obra este impuesto se aplicó al "Monto de piedad" cuando
se fundó en 1783.
En marzo de 1759 Alonso Arcos y Moreno visitó Omoa y comprobó el po-
co adelanto de los trabajos durante los cuatro allos que habla estado
Alvarez dirigiendolo. Solicitó la destitución de Alvarez como Comandante del puerto (Gabriel Franco habla pasado como Gobernador de Comayagua), designando a José Antonio Palma, para ese cargo.
Palma
agilizó los trabajos de la fortificación, y para diciembre de 1759
informaba haberse construido medio cimiento del frente del mar. En-
tre enero y marzo siguientes se construyeron los de la cortina y los
dos medios baluartes. Se pretendía terminar todos los cimientos a
fines de septiembre.
En 1761 Alonso Fernández de Heredia dió cuenta de la desproporción
existente entre los gastos efectuauos y el avance de las obras; en
20 arios se habla gastado casi el millón de pesos y las obras sola mente hablan llegado hasta los cimientos de la fortificación definitiva, el tiempo lo hablan pasado en discusiones, obras provisionales e ineficaces intentos de sanear el lugar. Esto último más que
todo debido a las severas condiciones climáticas del puerto de Omoa,
en
el cual gran cantidad de personas perdieron la vida.
La Fortaleza de San Fernando, llamada así en honor del rey Fernando VI
cuyo reinado abarca de 1746 a 1759, fue comenzada a constrCir en el
ano de 1759 y los principales encargados de las obras fueron Luis Diez
de Navarro, Francisco Alvarez, Antonio Murga y José Gonzalez Ferminor.
Según algunos autores la obra fue concluida en 1775 pero si bien es
cierto que para ésa fecha la mayor parte de la obra había sido acabada,
y que estaba en condiciones de montarse la artillería, aún faltaban algunos detalles estratégicos de importancia por construirse, especialmente los terraplenes, cuyo relleno acarrearía gastos extraordinarios
dada su importancia, el empleo de operarios y carruajes.
En 1762 durante la guerra entre Espada e Inglaterra, Alonso Fernández
de Heredia, Presidente del Reino de Guatemala, pidió refuerzos para la
defensa y seguridad del puerto de Omoa.
Informaba que mientras Inglaterra poseía una nutrida escuadra en Jamaica para la ofensiva en el mar caribe, Espata solamente contaba con una
escuadra en la Habana, las armadillas de Campeche y Veracruz para defender extensisimos territorios. Esto daba lugar a los constantes desembarcos y la proliferación de establecimientos ingleses en las costas,
quienes eran auxiliados en sus invasiones por los indios mosquitos.
En 1763 no existen noticias importantes de la obra, éstas fueron detenidas a instancia del Ing. Luis Diez/lavarro para reconocer y macizar los
cimientos.
La primera noticia que se tiene después de la suspensión de las obras
fue en noviembre de 1/64. En ese mismo año se hizo cargo de la presidencia de Guatemala don Pedro de Salazar, a quien se le dieron instrucciones precisas sobre la fortaleza de San Fernando. Para entonces,
el valor estratégico de Omoa que en un principio había sido elogiado se
descartó aunque siempre mantenía su valor como puerto comercial de la
provincia.
En 176/ a instancias de don Pedro de Salazar, el Ing. Antonio de Murga
y Joaquín Peramas fueron enviados a Omoa para atender las citadas obras.
En 1768 el presidente Salazar llegó a Omoa e informó que tres años antes las obras solamente habían llegado al 'haz de la tierra" y ya se
había gastado en ellas la suma de 1,11i,691 pesos y siete reales.
Bajo la dirección del Ing. Antonio de Murga se logró adelantar las obras
hasta el arranque de los arcos de las dos cortinas a un costo de 129,331
pesos; así mismo es durante el gobierno de Salazar que se avanzó amplia-
mente en los desmontes para sanear el puerto.
En el año de 1771 murió el Presidente de la Audiencia Pedro de Salazar
y en su lugar fue nombrado Martín de Mayorga. José Gonzalez Ferminor
fue nombrado para encargarse de la obra en 1773.
Mayorga recibió un informe de los oficiales Reales de Guatemala de lo
gastado en la Fortaleza de San Fernando de Omoa, que desde el 27 de ene-
ro de 1752 época en que se construyó El Real - hasta el 20 de julio de
1773 ascendía a 1,652,793 pesos siete y medio reales, distribuidos así:
—995,806.5
"En dinero remi'aido.
En salarios de oficiales empleados y
39,515.5 1/2
.......
reclutas
435,718.3 1/2
En dinero y fletes de su conducción
55,760.0
. .
En compra de negros
En varios útiles y fletes de su con...... 121,360.5
ducción....
4,632.4 1/2 "
En varios gastos menores....
1,652.793.7 1/2 "
En 1777 Martín de Mayorga informó al Ministro de Indias, don José Gálvez sobre el montaje de artillería
"en la cortina que mira al mar del
castillo 6 cajones de bronce de a 24 y 2 culebrinas de a 12, con lo
cual se dió inicio a preparar la defensa de la fortaleza del puerto de
San Fernando de Omoa.
En la década de 177u las relaciones entre Espada e Inglaterra se habían vuelto criticas, especialmente por los problemas de posesiones
territoriales. En notificación del 13 de agosto de 1/79 emitida por
don Matías de Gálvez, Gobernador y Capitán General de la provineia de
Guatemala informaba que el rey había declarado la guerra
Bretalla y que se notificara por bando que:
" Todos sus vasallos...se pongan en defensa
contra los enemigos y procuren ofenderlos
armando sus naves en corzo, con la seguridad de que su majestad les concede enteramente todas las presas que hicieren, sobre
los súbditos de Inglaterra y que además premiar t después a los que se distingan contra
ellos en ésta guerra. Y supuesto que durante
a la Gran
ella se deben auxiliar eficaz y mutuamente
las dos naciones Española y Francesa como
amigas y aliadas..."
En esta época Omoa fue atacada por el enemigo inglés, el cual tomó la
fortaleza en octubre de 1779; logrando la rendición de sus defensores
e incendiando la población,
luego de un ataque por mar y tierra.
El número de los invasores fue de 2,500 e hicieron un botín de más de
tres millones de pesos, tomados de los buques surtos en Omoa.
Conociendo estos sucesos Matías de Gálvez pidió auxilio al Gobernador
de Cuba, Yucatán y al Virrey de México (Martín de Mayorga) quien en-
vió tropas y 500,000 pesos. Matías de Gálvez pasó a dirigir las operaciones de guerra al mando de el batallón fijo de infantería y una
escuadra de dragones, algunos presidiarios y un cuerpo de soldados de
Chiquimula.
El 30 de noviembre de 1779 los filibusteros fueron sorprendidos y obligados a retirarse a sus buques; luego pasó Matías de Gálvez a Roatán
para sacar a los ingleses allí refugiados.
Es de suponer que entre fines del siglo XVIII y comienzos del XIX el
puerto de Omoa entró en una etapa de decadencia en todo sentido. Por
un lado las condiciones en que quedó sumergido luego de la toma de la
fortaleza por los ingleses, y por otro el proceso de desintegración
política administrativa de la Corona espahola en América.
-1 0 En los albores de la Independencia, en el aao de 1820, la fortaleza
se vió amenazada por el pirata Luis Aury al mando de una flota compuesta por un bergantín, dos goletas y un paquebot.
El 26 de abril intentó un primer desembarco, pero fue impedido por
su desconocimiento de los manglares aledaaos a la fortaleza, que formaban una estratégica barrera natural.
Dos días después logró el primer desembarco al mando de una fuerza
de 100 hombres que encontraron resistencia en el poblado, lo que le
obligó a reembarcarse. Aury envió un parlamentario pidiendo la entre-
ga de la plaza, ofreciendo premios y consideraciones a la guarnición
pero su petición fue denegada; ante tal circunstancia Aury atacó la
fortaleza pero la llegada de refuerzos procedentes de San Pedro Sula
y Comayagua ocasionaron la intensificación de los combates que hicieron que Aury abandonara la lucha y se hiciera a la mar rumbo a Puerto
Caballos.
En la época de la Federación Centroamericana, a fines de 1831, Centro
América aún se debatía en constantes luchas hegemónicas entre las fuerzas liberales y conservadores; éstas últimas tratando de recuperar el
antiguo poder ostentado durante la colonia.
El 30 de noviembre de 1831 Ramón Guzmán integrando un grupo de facciosos, enemigos de la federación, tomaron la fortaleza y la mantuvieron
en su poder varios meses especialmente por el apoyo brindado desde La
Habana; uno de los últimas posesiones espaaolas en América.
El gobierno federal ante este atentado reclutó una fuerza capaz de
combatir al enemigo, y el 12 de septiembre de 1832 se logró firmar
una capitulación ante las fuerzas federales.
El 23 de agosto de 1853, intimidada la población de Omoa por fuerzas
guatemaltecas comandadas por Víctor Zavala, se vió forzada a entregar la fortaleza de San Fernando. Esta era una época en que las
fuerzas conservadoras habían adquirido fuerza, y Guatemala había logrado mantener hegemonía politica sobre los demás gobiernos centroamericanos para afianzar, en los mismos a través de la cooperación
económica y militar, gobernantes conservadores.
Con la derrota del General José María Medina, por la intervención
militar de Guatemala y El Salvador se proclamó un nuevo gobierno en
Honduras bajo la presidencia de Coleo Arias en 1872.
Los conservadores trataron de alcanzar el dominio político perdido
y para ello llegaron a Trujillo a bordo del barco 'General Shermanr
y se tomaron la población, al mismo tiempo, un, oficial miembro de
la guarnición de la fortaleza de San Fernando de Omoa se subleba en
contra del Comandante de la plaza.
La derrota de los sitiadores al tratar de obtener la fortaleza ocasionó que la fragata mercenaria inglesa Niobe, comandada por Sir
Lambton Loraine apoyara la acción de los conservadores y el 19 de
agosto de 1873 ordenó el bombardeo de la fortaleza la cual tuvo que
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soportar los fuegos simultaneos de ambas fuerzas.
La fortaleza fue tomada y un convenio fue escrito, en el cual se
aceptaron los puntos siguientes:
Indemnización por un valor de 100,000 pesos en oro y plata para satisfacer las pérdidas sufridas por los súbditos
británicos en el saqueo de la población de Omoa.
Entrega de los prisioneros ingleses.
La fortaleza de San Fernando de Omoa, desde la época colonial prestó además servicios como presidio, pero fue a partir del decreto de
23 de abril de 1909 y bajo la presidencia de Miguel R. Dávila que
fue destinada oficialmente como penitenciería de la república en la
cual purgaban sus penas los reos condenados especialmente por delitos mayores; e incluso sirvió para mantener encerrados en sus celdas
a prisioneros políticos.
Fue hasta mediados del presente siglo que la fortaleza fue clausurada como centro penitenciario nacional, mediante decreto No.88 emitido por el gobierno del Dr. Ramón Villeda Morales, siendo declarada monumento nacional mediante decreto Nó.93 del 20 de marzo del mismo año, con lo cual quedó cerrado ese capitulo negro de la historia
de la fortaleza.
De esta manera, hemos dejado reflejado de manera breve los sucesos
más relevantes de la fortaleza de San Fernando de (lupa, monumento na-
-1 3 -
cional, orgullo del pueblo hondurchio llamado a conservar de la mejor
manera posible para el conocimiento de las futuras generaciones.
BIBL.IOGRAFIA
1.- Calderón (uijano, José Antonio. 'El fuerte de San Fernando de
Omoa: Su historia e importancia que tuvo en la defensa del Golfo de Honduras.'
2.- Zapatero, Juan Manuel. 'Las fortificaciones de Omoa" (Obr. s.).)
3.-
Rubio Sánchez, Manuel. 'Historia de la Fortaleza y puerto de
San Fernando de Orna" (Obr. s.p.)
4.- Cáceres Lara Victor. 'Gobernantes de Honduras en el siglo 19'
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5.- Vives, J. Vicens. Historia de Espa,a y América, Social y Económica. 'Vol. III, IV Edit. Vicens-Vives 197 .
6.-
Historia Universal.- El tránsito al mundo contemporáneo, Tomo I
Ediciones Nauta, Madrid 1982.
Ferrer, J. Arostegui, J. "Historia de Espa,a 4 . Información y Revistas, S.A. Madrid, abril 1982.
8.-
Documentos Ramo Intendencia de Santa Bárbara, Archivo Nacional de
Honduras.
9.-
Maradiaga, de Salvador. 'El auge y el ocaso del Imperio Espanol en
América." Espasa- Calpe, S.A. Madrid 1971.
10.- Documentos varios Archivo General de Centro América, Guatemala.
11.-
Atlas cronológico de Historia.- Biblograf, S.A. Barcelona 1980.
Instituto Hondureno de Antropología e Historia
Departamento de Investigaciones Científicas
Sección de Historia.
Apdo. Postal No.1518
Tegucigalpa, D.C.
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