Acerca de las imágenes

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QUIERO SABER / ESPÍRITU DE PROFECÍA – Agosto 2009
Acerca de las imágenes
¿Cuál es la posición del Espíritu de Profecía con relación al uso de imágenes?
La posición de Elena G. de White no difiere de enseñanza bíblica sobre este
importante tema. El segundo mandamiento de la Ley de Dios (Éxo. 20:4) dice: “No te
harás imagen, ni ninguna semejanza [...] No te inclinarás a ellas, ni las honrarás [...]”. El
pecado de la idolatría consiste en suplantar la adoración al Dios verdadero, transfiriendo los
afectos a los ídolos u otros objetos de culto. La idolatría está claramente condenada en las
Escrituras (Lev.19:4; Isa 42:17; Ezq. 20:18; 1 Cor. 6:9; 10:14; Apoc. 21:8). El Nuevo
Testamento incluye como idolatría a la glotonería (Fil. 3:19) y la codicia (Ef. 5:5). En el
mismo sentido también se expresa Elena G. de White (Consejos para los maestros, p. 226;
A fin de conocerle, p. 324; Cada día con Dios, p. 48; 18/2; Consejos sobre salud, p. 267).
Otro aspecto no menos importante de este tema, es comprender con claridad la
diferencia entre “imagen” con fines de adoración e imágenes ilustrativas con fines
didácticos. A la luz de la Palabra de Dios, hay una notoria diferencia entre hacer una
imagen, ya sea una pintura o una escultura, arrodillarse delante de ella y adorarla, y el uso
de ilustraciones que Dios mismo indicó que se colocaran en el Tabernáculo, con fines
didácticos. Allí no sólo había imágenes de ángeles sobre el altar, sino que había figuras
diversas de ángeles en el cortinado. Oportunamente Dios indicó a través de Moisés, que se
hiciera una imagen de una serpiente y se la colocara en un asta, para que los que fueron
mordidos por la serpiente venenosa y la miraran con fe, como representación del Mesías
venidero, pudieran vivir. En suma, en la Biblia se hace una distinción clara entre adorar
imágenes y utilizar figuras para fines didácticos. El uso de ilustraciones nunca fue
prohibido, sino más bien indicado por el Señor.
Para una mejor compresión de este tema, transcribimos una declaración de Elena G.
de White sobre las imágenes empleadas por Dios mismo: “El segundo mandamiento
prohíbe el culto de las imágenes; pero Dios mismo utilizó imágenes y símbolos para ilustrar
las lecciones dadas a los profetas con el fin de que éstos las transmitieran al pueblo, y así
fuesen comprendidas mejor que si se las hubiese dado de cualquier otro modo. Estimuló la
comprensión a través del sentido de la vista. La historia profética fue presentada a Daniel y
a Juan mediante símbolos, y éstos debían representarse nítidamente en cuadros para que el
que leyera pudiese comprender.
Es cierto que se gasta demasiado dinero en cuadros; y no son pocos los recursos que
deberían darse a la tesorería de Dios y que en cambio se pagan al artista. Pero el daño que
la conducta de estos extremistas causará a la iglesia es mucho mayor del que pretenden
corregir. A veces resulta difícil establecer dónde debe trazarse la línea, en qué momento la
confección de cuadros se convierte en un pecado. Pero los que aman a Dios y desean de
todo corazón observar sus mandamientos, serán dirigidos por él.
Dios no desea que
dependan de ningún hombre para que este actúe como una conciencia para ellos. El que
acepta todas las ideas y las impresiones de las mentes desequilibradas llegará a estar
confundido y perplejo. Satanás se propone apartar la atención del mensaje del tercer ángel
y dirigirla a cuestiones secundarias, para que las mentes y los corazones que deberían
crecer en la gracia y en el conocimiento de la verdad, queden enanos y debilitados, con el
fin de que Dios no sea glorificado por ellos” (Historical Sketches of the Foreign Missions
of the Seventh-day Adventists [Apuntes acerca de las misiones extranjeras de los
adventistas], págs. 211, 212. Publicado en Mensajes selectos, tomo 2, p. 369).
Como se puede apreciar en la cita precedente, Elena G. de White tenía muy clara la
diferencia entre adoración de imágenes y el uso de ellas con fines didácticos. Lo mismo se
aprecia en las declaraciones que siguen: “Mediante el empleo de figuras y símbolos, las
lecciones dadas eran ilustradas y grabadas así en la memoria más firmemente. Por medio
de ese conjunto de imágenes animadas, el niño era, casi desde los primeros años, iniciado
en los misterios, la sabiduría y las esperanzas de sus padres y encauzado en una manera de
pensar, sentir y prever que alcanzaba más allá de lo visible y transitorio: hasta lo invisible y
eterno” (La educación cristiana, p. 260).
Obviamente podrían citarse muchos más ejemplos que demuestran que la posición
de los escritos de Elena G. de White, están en plena armonía con la postura de la Biblia
sobre el tema. Para una investigación más amplia sugerimos la utilización del CD de la
Biblioteca Electrónica Fundamentos de Esperanza y las notas adicionales sobre el culto a
las imágenes, que aparece en el libro El conflicto de los siglos.
Responde Pastor Ernesto J. Bernhardt, integrante del Ministerio de Apoyo al Centro de
Investigación White.
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