JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 1 Diseño de una Prueba Piloto de Justicia Restaurativa para Estudiantes de Bachillerato Inmersos en Conflictos Escolares Mauricio Alberto Calderón Oyola Jorge Erwin Camacho Galindo Director de Trabajo de Grado Luis Alberto Quiroga Baquero Co-Director de Trabajo de Grado Universidad Santo Tomás Facultad de Psicología Posgrados en Psicología Jurídica Maestría en Psicología Jurídica Bogotá, D.C., febrero de 2015 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 2 Tabla de Contenido Resumen 7 Abstract 8 Introducción 9 Planteamiento del Problema 9 Justificación 15 Beneficios para la Sociedad Colombiana 22 Justicia Retributiva y Justicia Restaurativa 23 Antecedentes de Investigación 26 Relevancia Investigativa 33 Pregunta de Investigación 35 Fundamentación Bibliográfica 35 Caracterización General de la Justicia Restaurativa 35 Concepto de justicia restaurativa 35 Objetivos de la justicia restaurativa 38 Justicia restaurativa y reincidencia 40 Otros beneficios de la aplicación de la justicia restaurativa 42 Categorías de Análisis de la Justicia Restaurativa 43 Expresión de sentimientos, pensamientos, conductas (categoría de análisis 45 No. 1) Empatía (categoría de análisis No. 2) 50 Causas (categoría de análisis No. 3) 54 Consecuencias (categoría de análisis No. 4) 57 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 3 Responsabilidad (categoría de análisis No. 5) 58 Poder (categoría de análisis No. 6) 63 Venganza (categoría de análisis No. 7) 66 Reglas del proceso (categoría de análisis No. 8) 67 Inducción 69 Voluntariedad 71 Papel del facilitador (categoría de análisis No. 9) 72 Respeto (categoría de análisis No. 10) 75 Daño y culpa (categoría de análisis No. 11) 76 Puntos de vista (categoría de análisis No. 12) 78 Soluciones (categoría de análisis No. 13) 79 Relaciones futuras (categoría de análisis No. 14) 82 Acuerdos (categoría de análisis No. 15) 85 Generalidades 87 Espectro 88 Plausibilidad 89 Especificidad 89 Restauración (categoría de análisis No. 16) 90 Evaluación y seguimiento (categoría de análisis No. 17) 92 Dificultades en la Aplicación de la Justicia Restaurativa 95 Objetivos 96 Método 97 Resultados 101 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 4 Propuesta de análisis desde un enfoque cualitativo 103 Categorías de análisis desde el enfoque cualitativo 104 Propuesta de análisis desde un enfoque cuantitativo 104 Variable independiente 104 Servicio de mediación escolar de resolución de conflictos basado en mecanismos 104 de justicia restaurativa Variables dependientes 105 Clima emocional 105 Empatía 105 Actitudes ante la agresión social 106 Hipótesis Alterna (Hi) 106 Hipótesis Nula (Ho) 107 Tipo de investigación 107 Diseño 107 Diseño investigación-acción 108 Diseño cuasi-experimental pretest-postest con grupo control 111 Participantes 112 Instrumentos 113 Escala de ambiente social 113 Escala de actitudes ante la agresión social 114 Índice de reactividad interpersonal 114 Otras evaluaciones 116 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 5 Procedimiento 116 Ubicación de la muestra 116 Consideraciones éticas 117 Evaluación post intervención en las muestras 118 Interpretación de los datos encontrados 118 Publicidad 119 Resultados esperados a nivel cuantitativo 119 Discusión 120 En relación con la categoría de análisis reglas del proceso 121 En relación con la claridad de los hechos de agresión y conflicto 125 En relación con la categoría de análisis causas 126 En relación con las argumentaciones de los estudiantes 127 En relación con la categoría de análisis expresión de sentimientos, pensamientos 128 y conductas En relación con la categoría de análisis empatía 131 En relación con la categoría de análisis daño y culpa 134 En relación con la categoría de análisis consecuencias 135 En relación con la categoría de análisis responsabilidad 137 En relación con la categoría de análisis respeto 139 En relación con la categoría de análisis poder 140 En relación con la categoría de análisis puntos de vista 141 En relación con la categoría de análisis papel del facilitador 144 En relación con la categoría de análisis soluciones 147 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 6 En relación con la categoría de análisis acuerdos 151 En relación con la categoría de análisis restauración 153 En relación con la categoría de análisis relaciones futuras 155 En relación con la categoría de análisis venganza 156 En relación con la categoría de análisis evaluación y seguimiento 157 En relación con la participación de los padres de familia en las conferencias 158 restaurativas Conclusiones 161 Referencias 165 Apéndice A: Escala de Ambiente Social 178 Apéndice B: Escala de Actitudes ante la Agresión Social 179 Apéndice C: Índice de Reactividad Interpersonal 181 Apéndice D: Otras evaluaciones a modo de seguimiento 183 Apéndice E: Ejemplo de Acta de Conciliación 185 Apéndice F: A Modo de instructivo para participantes en un ejercicio de justicia 187 restaurativa Apéndice G: Publicidad 194 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 7 Resumen Teniendo en cuenta las estadísticas colombianas acerca de la violencia en los colegios, sumado a la promulgación de la Ley 1620 de 2013 (conocida como la Ley de Convivencia Escolar), la presente investigación fundamentada en la metodología de Marco Lógico, expone una propuesta de investigación mixta (cualitativa y cuantitativa) para la aplicación de un Servicio de Mediación Escolar con estudiantes de bachillerato inmersos en conflictos escolares, basado en 17 categorías de análisis que surgieron luego de una profunda conceptualización bibliográfica acerca de la Justicia Restaurativa. Palabras clave: conflictos escolares, justicia restaurativa, servicio de mediación escolar. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 8 Abstract Considering the Colombian statistics about violence in schools, coupled with the promulgation of the Law 1620 of 2013 (known as the Law School Coexistence), this research based on the Logical Framework methodology, presents a proposal for a mixed research (qualitative and quantitative) for the implementation of a School Mediation Service with high school students involved in school conflicts, based on 17 categories of analysis that emerged after a thorough literature conceptualization about Restorative Justice. Keywords: school conflicts, restorative justice, School Mediation Service. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 9 Introducción Planteamiento del problema Con el objetivo de hacer explícito el problema de investigación que caracteriza el presente estudio, es menester comentar que cada semana en los medios masivos de comunicación, se informa acerca de actos delictivos en los que están implicados, como víctimas y/o victimarios, menores de edad. Hurtos, lesiones personales, homicidios, violaciones, consumo y tráfico de estupefacientes, etc., son parte de la cotidianidad de los niños y adolescentes colombianos; así, según estadísticas del Consejo de Bogotá (2005, septiembre, 15), en el año 2003 se capturaron 7020 menores de edad infractores de la ley, en 2004 fueron 7748, y para septiembre de 2005 la cifra era de 9272. Cifras más recientes, suministradas por la Policía Metropolitana, citadas por el periódico El Tiempo (2008, agosto, 26), indican que en la ciudad de Bogotá a diario 30 menores de edad cometen un delito; en este sentido, entre el 15 de marzo y el 15 de agosto de 2008 han sido capturados 4740 menores de edad, quienes han cometido principalmente los siguientes delitos: “26 participaron en homicidios, 1066 atracaron a personas, 142 fueron sorprendidos con armas de fuego y 422 con drogas… 155 atracaron a comerciantes, 19 robaron viviendas y uno participó en un secuestro extorsivo” (párr. 5 y 6). Por su parte, según la misma fuente, cada fin de semana ocurren alrededor de 3000 riñas en las que están inmersos menores de edad; de esta forma, “en cuatro de cada 10 riñas callejeras está presente un menor de edad” (El Tiempo, 2008, agosto 26, párr. 8). Además, del total de menores detenidos por diversos delitos, el 86% son hombres, el 14% son mujeres; de los que el 21% son reincidentes. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 10 Ya para 2010, y siguiendo cifras de la Policía de Infancia y Adolescencia en Bogotá, en los primeros 6 meses de ese año, se presentaron 2434 casos de delincuencia juvenil, aunque, según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), en ese lapso de tiempo, 5500 menores de edad fueron arrestados (El Colombiano, 2010, Julio, 28). Sin embargo, dadas las anteriores estadísticas fuera de espacios netamente escolares, es menester ahora comentar el tipo de conflictos experimentados dentro de la escuela, comprendiendo que los comportamientos se generalizan a una variedad de espacios-tiempos cotidianos. Ahora bien, existe una investigación paradigmática acerca de la participación en conflictos escolares de estudiantes en la ciudad de Bogotá, D.C. (Universidad de los Andes y Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas citado por El Tiempo, 2008, marzo, 28). En tal estudio, se aplicó un instrumento entre marzo y abril del 2006 que con una muestra de 87750 jóvenes entre 8 y 22 años de los grados quinto a once en colegios públicos y privados de Bogotá, Cota, Chía, Funza, Mosquera, Soacha y Sibaté (Cundinamarca), el cual arrojó las siguientes cifras: 1. El 56% (49.165) de los estudiantes, han sido víctimas de hurto dentro de su colegio; en ese sentido, 2583 personas fueron robadas mediante la intimidación con armas. 2. El 14% admitió haber hurtado las pertenencias de otro compañero. 3. 28712 estudiantes (el 32%) comentaron haber sido víctimas de maltrato físico por parte de sus compañeros, es decir, haber recibido golpes, empujones y/o fuertes pellizcos. 4. 4338 jóvenes (casi el 5%) tuvieron heridas graves, luego de ser agredidos físicamente, con una variedad de armas. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 11 5. El 46% manifestó haber insultado a un compañero en el último año lectivo. 6. El 31% de los estudiantes dijo haber ofendido y golpeado a algún compañero en el mes anterior a este estudio. 7. 13089 personas (15% de los consultados) resultaron testigos, en los últimos doce meses, de una situación en la que un compañero hirió a otro de forma intencional, con armas de fuego, navajas y cuchillos, piedras y/o cadenas. 8. El 9% afirmó haber sido amenazado por un compañero de su curso de que sería víctima de una golpiza, en gallada o gavilla, es decir, entre varias personas. 9. Casi el 33% comentó haber cometido actos de vandalismo contra su propio colegio. 10. El 26% fue testigo de violencia pandillera; además, con respecto a las pandillas, 3034 jóvenes admitieron ser parte de las mismas. Sumado a ello, y ya para el año 2013, la Secretaría de Educación del Distrito aplicó a estudiantes de los grados 6º a 11º, de un total de 613 colegios entre públicos y privados, en la parte urbana de todas las localidades de Bogotá (excluyendo la localidad de Sumapaz), una encuesta que pretendía medir el clima escolar, entendido éste como la “experiencia de vida escolar que se manifiesta en percepciones, expectativas y actitudes de las y los estudiantes frente a todo lo que comprende el colegio” (p. 85). Así pues, se encuestó a 86500 estudiantes de instituciones educativas públicas y a 31400 de planteles privados, muestras que representaron a los 377.000 alumnos de colegios públicos y a los 191.000 de privados, encontrándose los siguientes datos: 1. A nivel de bromas, en el 6% de los colegios públicos y privados generalmente no se bromea; en el 18% de los colegios públicos y en el 28% de los privados no se burlan de nadie de manera grave y repetida; en el 46% de los colegios públicos y en el 43% JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 12 de los privados algunos se burlan y a los ofendidos les toca aguantarse; en el 17% de los colegios públicos y en el 16% de los privados se llega a veces a extremos que no deberían darse; y en el 12% de los colegios públicos y en el 7% de los privados, las bromas y comentarios generan situaciones violentas con frecuencia. 2. A nivel de discriminación por la orientación sexual, en el 40% de las instituciones educativas públicas y en el 30% de las privadas, más del 30% de los estudiantes encuestados reportaron haber observado aquella conducta. 3. A nivel de reportes de hurto dentro de los planteles educativos, el 23% de los hombres y el 24% de las mujeres en los públicos han sido víctimas de este delito una sola vez, y el 33% de los hombres y el 35% de las mujeres más de una vez. Por su parte, al 24% de los hombres y al 25% de las mujeres en los privados les ha sucedido una sola vez, y al 34% de los hombres y al 37% de las mujeres les ha ocurrido más de una vez. 4. A nivel de amenazas de agresiones físicas, en los colegios públicos el 11% de los hombres y el 7% de las mujeres han sido víctimas de esa conducta una sola vez, y el 10% de los hombres y el 4% de las mujeres restantes, más de una vez. Por su parte, en los colegios privados el 8% de los hombres y el 4% de las mujeres han sido víctimas de la conducta en cuestión una sola vez, y el 8% de los hombres y el 3% de las mujeres restantes, más de una vez. 5. A nivel de acoso sexual gestual y/o verbal, el 16% de los hombres y el 18% de las mujeres de instituciones educativas públicas han sufrido esa agresión, y el 17% de los hombres y el 18% de las mujeres en instituciones educativas privadas. Además, el 6% de los hombres y el 3% de las mujeres de instituciones educativas públicas, y el 3% JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 13 de los hombres y el 0% de las mujeres de las privadas han sufrido intentos forzados de tener relaciones sexuales no deseadas. 6. A nivel de reportes de peleas físicas con algún compañero o compañera, en el 70% de los planteles educativos públicos se detalla una prevalencia de peleas físicas superior al 20% de los estudiantes encuestados. En cambio, en el 60% de los planteles educativos privados la prevalencia es menor al 20%. 7. A nivel de acoso escolar (matoneo o bullying), el 10% de los hombres y de las mujeres de establecimientos educativos públicos han sido víctimas de aquel abuso, y el 12% de los hombres y el 9% de las mujeres en establecimientos educativos privados. 8. A nivel de la pertenencia a pandillas: el 13% de los estudiantes de colegios públicos dijeron que habían pertenecido a pandillas y el 8% de los estudiantes de colegios privados… En solo 9 colegios de los 613 encuestados no hubo respuesta afirmativa… Cerca de 38% de las y los estudiantes encuestados de colegios públicos manifestaron que habían visto ataques de pandillas [dentro del plantel educativo]. Para el caso de colegios privados la cifra llegó a 15 puntos porcentuales (Secretaría de Educación del Distrito, 2013, pp. 76). Así mismo, y ya específicamente hablando del acoso escolar, existen 3 investigaciones relevantes para mencionar: en primer lugar la llevada a cabo por la Fundación Universitaria de Ciencias de la Salud, en la que se halló que en Colombia el 20% de los menores de edad han sido víctimas de matoneo, es decir 1 de cada 5 niños y niñas (Caracol Radio, 2013, Junio, 8); en segundo lugar, en las pruebas SABER del año 2012, se identificó que en el grado 5° a nivel nacional el 37.6% de los estudiantes sintieron que habían sido víctimas de matoneo, el 21.5% se JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 14 asumía como matoneador, es decir como el victimario, y el 54.3% aceptó ser testigo de aquellos desmanes, sumado a ello, en los alumnos del grado 9° a nivel nacional se encontró que el 30.9% fue víctima de acoso escolar, el 22.1% fueron los agresores, y el 65% los observadores (Pandi Agencia de Comunicación, 2014, Julio, 16); y en tercer lugar, la fundación Friends United Foundation encontró que los casos de matoneo se debían en un 30% a motivos homofóbicos, en un 25% a raciales, en un 20% a barristas de fútbol, en un 10% a una situación discapacitante de la víctima, en un 10% por algún aspecto físico poco atractivo, y en un 5% por otras condiciones, además, el estudio encontró que 3 de cada 5 adolescentes matoneados afirmaron haber contemplado la opción del suicidio, y que 1 de cada 3 lo intentó en la práctica (Elespectador.com, 2013, Noviembre, 12). Son pues cifras alarmantes, si se tiene en cuenta que según Romero (1998) la delincuencia produce un efecto acumulativo en el menor de edad en el transcurso del tiempo, es decir, mayores déficit en comportamientos convencionales, y mayores habilidades en comportamientos antisociales; además de un efecto recíproco en la cercanía o alejamiento de la sociedad delictiva y la no delictiva, en el sentido de que, por ejemplo: El desapego a los espacios convencionales influye sobre la delincuencia… pero la propia delincuencia contribuye a debilitar aún más los vínculos con esos espacios… [y] la implicación con amigos desviados aumenta la probabilidad de delincuencia en el individuo… pero, a su vez, la actividad antisocial del sujeto le llevará a implicarse, cada vez con mayor intensidad, con iguales delincuentes (Romero, 1998, pp. 38). Así pues, las consecuencias negativas que se desprenden del fenómeno antisocial infantil y juvenil, radican en que los ofensores del pasado, pueden ser los pandilleros del presente, y los JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 15 grandes capos del futuro, por lo que la cultura y el estilo de vida delincuencial se propagarán, extenderán y perpetuarán. Ahora bien, el sentido de realizar un paralelo de cifras estadísticas entre la delincuencia juvenil y la violencia escolar en Colombia, reside en que ambas temáticas pertenecen al conjunto de comportamientos no prosociales, por lo que las medidas de tratamiento de una u otra, suelen ser extremadamente similares; por tanto, y nuevamente ratificando que los párrafos anteriores describían el planteamiento del problema, de manera imperiosa surge la necesidad de investigar la forma de resolver pacíficamente los conflictos que se pueden dar en ámbitos escolares y que también se pueden generalizar a otros espacios de la vida social, siendo éste el problema de conocimiento de la investigación, como se entenderá a continuación. Justificación Cuando en el año 2008 el investigador de este estudio presentó el anteproyecto de investigación a las respectivas instancias de la Maestría en Psicología Jurídica de la Universidad Santo Tomás, se pensaba que cada institución educativa colombiana debería en el futuro próximo contar con su propio Servicio de Mediación Escolar, lo cual no existía en su momento. Entonces, pasados los años, existieron dos hitos en la historia de la orientación escolar en Colombia, rol en la educación que suele ser asumida en gran parte por psicólogos de profesión. En primer lugar, la Convocatoria 129 de 2010, proceso llevado a cabo por la Comisión Nacional del Servicio Civil (CNSC), aquella por la cual se llamaba “a concurso abierto de méritos para proveer los empleos vacantes de Docentes Orientadores de instituciones educativas oficiales de entidades territoriales certificadas en educación” (CNSC, 2010a, p.1), reglamentación que se detalla en los Acuerdos No. 151 del 30 de septiembre de 2010 y No. 152 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 16 del 14 de octubre del mismo año; convocatoria que pretendió satisfacer 1015 plazas en todo el país (CNSC, 2010b, p. 2). En segundo lugar, resultó en demasía conveniente la promulgación de la Ley 1620 de 2013, y de su Decreto reglamentario, el 1965 del mismo año (normatividad que suele ser conocida como la Ley de Convivencia Escolar); en efecto, crearon el Sistema Nacional de Convivencia Escolar y Formación para el Ejercicio de los Derechos Humanos, la Educación para la Sexualidad y la Prevención y Mitigación de la Violencia Escolar (Congreso de la República de Colombia, 2013). Por tanto, para el año 2013, casi la totalidad de los docentes orientadores se habían posesionado en propiedad, y conocían la llamada Ley de Convivencia. En este último sentido, entre los objetivos del sistema en cuestión se encuentra colocar en marcha la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar, con miras a la protección física y psíquica de los estudiantes colombianos, lo cual implica la detección, asunción y seguimiento de los casos de agresión y acoso escolar, o cualquier otra forma de vulneración de derechos fundamentales (Congreso de la República de Colombia, 2013). Así pues, la Ruta de Atención Integral para la Convivencia Escolar contempla medidas de promoción, prevención, atención y seguimiento; en específico, “el componente de promoción se centrará en el desarrollo de competencias y el ejercicio de los derechos humanos sexuales y reproductivos” (Congreso de la República de Colombia, 2013, p. 19); por ejemplo, gracias a proyectos pedagógicos transversales como los relativos a la educación para la sexualidad, las competencias ciudadanas, las aulas en paz, y la educación para el ejercicio de los derechos humanos; mientras que el componente de prevención pretende abordar al niño, niña o adolescente, disminuyendo el impacto de su contexto económico, social, cultural y familiar, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 17 como la causa de su plausible comportamiento disruptivo y violento, utilizando estrategias como la realización de talleres dirigidos a muestras específicas de la comunidad educativa que presentan determinadas problemáticas, y la remisión al respectivo servicio de salud cuando algún estudiante presenta síntomas de un probable trastorno mental, el cual afecta su desempeño convivencial. Por tanto, y con el propósito de diferenciar el componente de promoción al de prevención, aquel se aplica a la comunidad educativa en general, y éste a los sujetos particulares que puedan estar a futuro implicados en un conflicto escolar, teniendo en cuenta sus características biopsicosociales en la actualidad. Sin embargo, para efectos de la presente investigación, los componentes que de sobremanera sobresalen se tratan de la atención y seguimiento, y es que se consideran acciones de atención aquellas que permitan asistir a los miembros de la comunidad educativa frente a las situaciones que afectan la convivencia escolar y el ejercicio de los derechos humanos… mediante la implementación y aplicación de los protocolos internos (Ministerio de Educación Nacional, MEN, 2013, pp. 14), y el componente de seguimiento registrará la evolución de todo tipo de datos que caractericen el conflicto y su resolución pacífica. Es así, que los componentes de atención y seguimiento esgrimen diferentes protocolos para el abordaje de tres tipos de situaciones, a saber: Las Situaciones Tipo I corresponden a los “conflictos manejados inadecuadamente y aquellas situaciones esporádicas que inciden negativamente en el clima escolar, y que en ningún caso generan daños al cuerpo o a la salud” (MEN, 2013, p. 16); entonces, la interpretación del concepto de conflictos manejados inadecuadamente tiene que ver con “situaciones en las que los JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 18 conflictos no son resueltos de manera constructiva y dan lugar a hechos que afectan la convivencia escolar, como altercados, enfrentamientos o riñas” (MEN, 2013, p. 14). En consonancia, los pasos a seguir para atender las Situaciones Tipo I son: 1. Reunir inmediatamente a las partes en conflicto. 2. El docente actuará como mediador con estrategias pedagógicas. 3. Permitir que las partes expongan sus puntos de vista. 4. Plantear formas de solución del conflicto que resulten para las partes justas, equitativas e imparciales. 5. Propender por la reparación del daño causado. 6. Propender por el restablecimiento de derechos y por la reconciliación entre las partes. 7. Plantear y firmar compromisos. 8. Llevar a cabo el seguimiento de los casos, para verificar si la solución y los compromisos fueron efectivos. Por tanto, se interpreta que este tipo de situaciones deberán ser asumidas y resueltas gracias a la mediación del docente, sea éste el director de curso, de área específica, o cualquier maestro de aula, teniendo en cuenta el aprendizaje de sus habilidades como mediador y conciliador. Ya en las Situaciones Tipo II y III, el sujeto con formación en psicología (en especial jurídica) y cuyo papel en la escuela se trata de docente orientador, puede comprender y asumir que en las Situaciones de Tipo II se enmarcan los hechos de agresión escolar, acoso escolar (bullying) y ciberacoso (ciberbullying), que no revistan las características de la comisión de un delito y que cumplan con cualquiera de las siguientes características: (a) Que se presenten de manera repetida o sistemática. (b) Que JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 19 causen daños al cuerpo o a la salud sin generar incapacidad alguna para cualquiera de los involucrados (MEN, 2013, pp. 16). Así pues, el Decreto 1965 de 2013 contempla 5 formas de agresión escolar: (1) Agresión Física (“toda acción que tenga como finalidad causar daño al cuerpo o a la salud de otra persona” (p. 15)), (2) Agresión Verbal (“toda acción que busque con las palabras degradar, humillar, atemorizar, descalificar a otros. Incluye… apodos ofensivos, burlas y amenazas” (p. 15)), (3) Agresión Gestual (“toda acción que busque con los gestos degradar, humillar, atemorizar o descalificar a otros” (p. 15)), (4) Agresión Relacional (“toda acción que busque afectar negativamente las relaciones que otros tienen. Incluye excluir de grupos, aislar deliberadamente y difundir rumores o secretos buscando afectar negativamente el estatus o imagen que tiene la persona frente a otros” (p. 15)), y (5) Agresión Electrónica (“toda acción que busque afectar negativamente a otros a través de medios electrónicos” (p. 15), incluye divulgar fotos o videos humillantes o íntimos por la internet, insultar u ofender por medio de redes sociales, correo electrónico o mensajes de texto, sea de forma anónima o no). Además, el Decreto en cuestión define el Acoso Escolar, Bullying o Matoneo como toda conducta negativa, intencional, metódica y sistemática de agresión, intimidación, humillación, ridiculización, difamación, coacción, aislamiento deliberado, amenaza o incitación a la violencia o cualquier forma de maltrato psicológico, verbal, físico o por medios electrónicos contra un niño, niña o adolescente, por parte de un estudiante o varios de sus pares con quienes mantiene una relación de poder asimétrica, que se presenta de forma reiterada o a lo largo de un tiempo determinado. También puede ocurrir por parte de docentes contra estudiantes, o por parte de estudiantes contra docentes, ante la indiferencia o complicidad de su entorno (MEN, 2013, pp. 15). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 20 Dicho en otras palabras, suele presentarse matoneo cuando: (1) la agresión es intencional, (2) ésta ha sido repetitiva y sistemática, (3) existe desequilibrio de poder entre las partes, y (4) dada la repetición frecuente de la agresión, comúnmente hay testigos. Entonces, este tipo de situaciones deberán ser asumidas y resueltas, al mismo nivel, por parte del Comité Escolar de Convivencia (en el que también participa el docente orientador), o por el Departamento de Orientación Escolar de cada plantel educativo, este último que puede prestar un Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa, el cual responde a los pasos a seguir, según el Decreto 1965 de 2013, para atender las Situaciones Tipo II: 1. Remitir a las entidades competentes en salud, cuando exista daño físico y/o psicológico en alguno de los involucrados. 2. Remitir el caso a las autoridades competentes, cuando se deban aplicar medidas de restablecimiento de derechos. 3. Utilizar los mecanismos disponibles en miras a proteger a los involucrados de posibles arremetidas en su contra. 4. Informar inmediatamente la situación a los familiares y/o a los acudientes de los implicados. 5. Generar un espacio en donde se pueda mediar, con los involucrados y sus grupos de apoyo, el conflicto, en este caso mediante un Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa. 6. “Determinar las acciones restaurativas que busquen la reparación de los daños causados, el restablecimiento de los derechos y la reconciliación… así como las JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 21 consecuencias aplicables a quienes han promovido, contribuido o participado en la situación reportada” (p. 18). 7. Llevar a cabo el seguimiento de los casos, para verificar si la solución y los compromisos fueron efectivos. 8. Reportar el caso al Sistema de Información Unificado de Convivencia Escolar. Por su parte, las Situaciones Tipo III, cuya remisión deberá realizar el Departamento de Orientación, corresponden a las agresiones escolares que constituyan presuntos delitos, es decir que se encuentren tipificados en el Código Penal Colombiano (Ley 599 de 2000), conocimiento profundo que maneja un psicólogo jurídico. Siendo los pasos a seguir para atender este tipo de situaciones: 1. Remitir a las entidades competentes en salud, cuando exista daño físico y/o psicológico en alguno de los involucrados. 2. Informar inmediatamente la situación a los familiares y/o a los acudientes de los implicados. 3. Recurrir a la Policía Nacional informándoles del caso. 4. Reunir a los integrantes del Comité Escolar de Convivencia para analizar la situación. 5. Adoptar “las medidas propias del establecimiento educativo, tendientes a proteger dentro del ámbito de sus competencias a la víctima, a quien se le atribuye la agresión y a las personas que hayan informado o hagan parte de la situación presentada” (p. 19). 6. Reportar el caso al Sistema de Información Unificado de Convivencia Escolar. 7. Llevar a cabo el seguimiento de los casos. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 22 Así pues, será el Departamento de Orientación Escolar o cualquier directivo docente, quien remitirá el caso a las instancias competentes, judiciales y de restablecimiento de derechos, a los que dé lugar, como por ejemplo el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), el Centro de Atención Integral a Víctimas de Abuso Sexual (CAIVAS), la Policía Nacional, la Policía de Infancia y adolescencia, entre otros. Dado lo anterior, la presente investigación y su interés de conceptualizar los elementos necesarios para la instauración de un Servicio de Mediación Escolar basado en el modelo de la Justicia Restaurativa en los colegios distritales y de la nación, responde a las necesidades planteadas en las Situaciones Tipo II, según la legislación colombiana imperante en educación. En concreto, el Comité Escolar de Convivencia de todos los planteles educativos de la nación (cuya participación del docente orientador resulta fundamental), debía, antes del 11 de marzo de 2014, crearse, pero sobre todo “darse su propio reglamento, el cual debe abarcar lo correspondiente a sesiones y demás aspectos procedimentales” (Congreso de la República de Colombia, 2013, p. 9); entonces, las Categorías de Análisis propuestas en la presente investigación, indudablemente pueden servir como directrices a la hora de resolver conflictos en la población estudiantil colombiana; por tanto, el presente estudio es útil a la hora de ejemplificar la forma en que el Comité de Convivencia Escolar y el Departamento de Orientación Escolar pueden asumir las situaciones conflictivas escolares Tipo II. Beneficios para la sociedad colombiana En consonancia, este trabajo de grado apoya y beneficia principalmente a todos los docentes orientadores que actualmente prestan sus servicios en las diversas comunidades educativas colombianas, y por obvias razones, a los integrantes de estas últimas (es decir, estudiantes, familiares, docentes, administrativos, personas de servicios generales, etc.), quienes JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 23 deseen asumir sus conflictos escolares mediante el modelo de la justicia restaurativa, identificando las Categorías de Análisis necesarias para llevar a buen término un proceso de tal envergadura. Por tanto, y con todas estas ideas presentes, surgen las preguntas acerca de cómo deben ser protegidos, educados, sancionados y socializados los menores de edad inmersos en conflictos escolares; así, la teoría de la Justicia Restaurativa pretende responder a estos interrogantes, como se entenderá a continuación. Justicia retributiva y Justicia restaurativa La Justicia Restaurativa es una alternativa a la justicia retributiva, aquella que pretende corregir errores generados por ésta, entre los que se encuentra la invisibilización de la víctima como ser humano (ausencia de interés por sus sentimientos), y su uso exclusivo como aportador de pruebas; la responsabilidad del infractor con una instancia superior, por ejemplo el colegio o el Estado (que se traduce en la completitud de la pena, sea simbólica como cuando se sanciona a un estudiante aislándolo por unos días del plantel educativo, económica, privativa de la libertad, etc.) y no con la víctima directa (que se refleja en el resarcimiento); y un marco vindicativo, y no de igualdad y respeto por los derechos humanos (Ariza, 2007). Así mismo, la justicia retributiva genera el afianzamiento de la subcultura delincuencial en el menor, puesto que este último diferenciará entre nosotros (los jóvenes libres) y ellos (los adultos represores), adoptará una identidad de estudiante que suele esgrimir un comportamiento perturbador o de delincuente, y su vida girará en torno a esa etiqueta, la cual patrocinará la profecía de autocumplimiento, es decir que la identidad de alumno con problemas convivenciales acérrimos o de delincuente, impulsará al joven a ser cada vez más infractor (Mojica & Molina, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 24 Por tanto, la presente propuesta de investigación se enmarca en la posición teórica y práctica de la Justicia Restaurativa. En ella, se asume la responsabilidad (corresponsabilidad), de causas y consecuencias de los comportamientos no prosociales que exhibe un menor de edad, por toda la sociedad en su conjunto, incluyendo víctimas, victimarios, comunidad educativa, vecinos y Estado. Por lo que busca el acceso a la justicia de todos los ciudadanos, y la participación comunitaria en aquella, en oposición a la monopolización de la justicia por parte de instancias superiores (Neuman, 2005). La Justicia Restaurativa no pretende un ganador y un perdedor en las confrontaciones legales y de resolución de conflictos escolares y en general, sino la colaboración para la construcción y recuperación del tejido social lesionado por la delincuencia o infracción (en ella nadie gana, y nadie pierde; su aplicación busca evitar la competencia); patrocinando la reparación del daño causado por el victimario (en oposición al castigo), la sanación y la reconciliación de las partes (en oposición a la venganza), y la interiorización de valores, acordes con la convivencia pacífica, como son la asunción de responsabilidades, el autocontrol, la tolerancia, la empatía, y la cohesión social (en oposición al individualismo y el anonimato; Bañol & Bañol, 2006). Además, legitima el drama moral y material de las partes; pretende sancionar conductas específicas, no estigmatizar a la persona en sí; mide la sanción en daños a reparar o prevenir, no en grados de castigo infringido; insta para que la reparación sea acorde con el yerro, y con las aptitudes e intereses del ofensor; y pretende la disuasión del sujeto, no la incapacitación del mismo (Ariza, 2007). Entiende pues, que la represión no reduce los problemas sociales, que las sanciones no necesariamente reducen el comportamiento no prosocial, y que la pacificación social implica el JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 25 no uso de la violencia por parte del cualquier sistema de justicia (Neuman, 2005), incluido el relativo a las instituciones educativas. Además, busca la legitimación de los mecanismos y operarios de la Justicia Restaurativa en la comunidad en general y en las instancias legales (Ariza, 2007). Así, el objetivo último de la Justicia Restaurativa es brindar garantías necesarias para la búsqueda, consecución, instauración y mantenimiento de la paz en el territorio nacional, ésta basada en un proceso de transformación cultural y de recomposición del tejido social, que redunde en la recuperación de la confianza entre las personas, haciendo posible la realización de valores fraternales (Bañol & Bañol, 2006). Por tanto, la instauración de una cultura de paz, de convivencia pacífica y reparación, de respeto al sistema internacional de los derechos humanos, y de sentimientos de justicia y respeto por los derechos propios y del otro, deberá oponerse y ser una alternativa a la cultura de la violencia, de la venganza, de la muerte; garantizando de esta forma, la integración de la sociedad, y el bienestar físico y mental, presente y futuro de los menores de edad y de toda la sociedad en su conjunto (Mojica & Molina, 2005). En resumen, la conceptualización teórica y práctica buscará el acceso de la comunidad a los mecanismos de Justicia Restaurativa; la promoción de cambios comportamentales (cognitivos, emocionales y de acción) en relación con la justicia, la comunidad, y el bienestar general y específico; el ofrecimiento de un enfoque educativo y pedagógico en respuesta al conflicto y al delito; y la generación de garantías que ayuden a la reintegración social de la víctima y del victimario (Mojica & Molina, 2005). Así, la Justicia Restaurativa pretende aumentar las opciones de participación social, mediante su interés en la situación real de las partes (víctima, victimario, comunidad) y esferas JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 26 sociales, y legitimación de las mismas, como instancias idóneas para teorizar y hacer prácticas, medidas para el manejo de los conflictos (Bañol & Bañol, 2006). Antecedentes de investigación Pulido, Martín y Lucas (2013) explican que para el año 2013, existen 2 tendencias a la hora de resolver conflictos escolares por medio del modelo de la justicia restaurativa, dependiendo de los países que las emplean. Por un lado se encuentran Estados Unidos, Canadá y España, en donde se da un especial énfasis en los acuerdos víctima – victimario, gracias a la mediación de un facilitador entrenado quien puede ser un estudiante, un docente u otro sujeto, capacitado en un currículo académico externo o interno a la institución educativa; se trataría entonces de enseñar a los integrantes de la comunidad educativa técnicas de resolución de conflictos de manera pacífica. Sin embargo, el problema radica en que “si la formación en mediación sólo se aplica a un grupo seleccionado de entre el total… sólo estos pocos se beneficiarán del aprendizaje de dicha formación” (p. 389), y es que dado que es una propuesta más rauda de implementar, la lógica a largo plazo demanda que todos los miembros de la comunidad educativa “se beneficien de esta posibilidad, a pesar que su puesta en marcha sea más dilatada en el tiempo (incluso puede durar años), y suponga más esfuerzo (la necesidad de que todo el profesorado esté formado)” (p. 389), ya que esos elementos los deberán agregar a su planeación curricular anual. Por el otro lado, se hayan Australia y Nueva Zelanda, en donde el eje central es el establecimiento de diálogos restaurativos, en los cuales la totalidad de los sujetos implicados deben decidir cuál es el siguiente paso en el ejercicio restaurativo, en vez de llegar a acuerdos precozmente. Por tanto, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 27 dentro de esta filosofía de intervención entrarían todos aquellos programas en los que los estudiantes son entrenados para hacer de mentores, tutores, consejeros, mediadores, o incluso en ocasiones simplemente para ofrecer su amistad a otros compañeros/as… esta visión más amplia de las posibilidades de la restauración de las relaciones, en el día a día, nos permite crear un proyecto común de centro educativo que cuida de sus miembros (Pulido, Martín & Lucas, 2013, pp. 389). Así pues, y siguiendo a Basar y Akan (2013), en Turquía, en el periodo escolar comprendido entre el 2011 y el 2012, se halló que más del 60% de los estudiantes realzaban el “carácter” tolerante y justo del docente para resolver conflictos escolares mediante el modelo de la justicia restaurativa; el 36% pensaba que con ese modelo se respetaban más entre compañeros; el 56% creía que el uso de mecanismos restaurativos aumentaba el prestigio del maestro en el aula; y el 85% señalaba que las enemistades y las peleas entre compañeros disminuían dramáticamente; “30% de los estudiantes señaló que su competencia académica habría de aumentar si los profesores emplean la justicia restaurativa y la disciplina” (p. 30), así mismo, la mayoría alegó que el camino educativo no lo recorrerían “ustedes” o “yo”, sino “nosotros”. Sumado a ello, y en referencia a Sherman (2007) y Morrison (2002), ambos citados por Basar y Akan (2013), se plantea que “las aplicaciones de justicia restaurativa disminuyen el sentido de la venganza y el odio… [y] promueve… la paz y la comunicación” (p. 30), y que se reduce el deseo de matonear a los demás compañeros, al tiempo que se aumentan los comportamientos de empatía y de amistad. Además, según Escolar (2006), se sabe que para 2006, en diversas escuelas de Estados Unidos y de Irlanda del Norte, se ha implantado lo que se conoce como Círculos en el Salón de Clases, en donde mediante una agenda de temas prefijada, todos los estudiantes participan, ante JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 28 un conflicto, en su ventilación, puntos de vista, y plausibles soluciones, escuchando y haciéndose escuchar de los demás, en miras de armonizar las relaciones entre compañeros. Ya para el año 2007, y siguiendo a Rul-lan (2011), en el barrio Riverside de la ciudad de Hull (Inglaterra), se puso en marcha un proyecto piloto para formar en prácticas restaurativas a algunos trabajadores de hogares infantiles, escuelas primarias y secundarias, centros de servicios familiares, sociales y de salud, comandos de policía, y otros voluntarios; obteniéndose un incremento del sentimiento de pertenencia a la comunidad, una importante mejora en la convivencia pacífica entre sus miembros, y la implantación de principios y valores restaurativos en la cotidianidad de los menores y sus familias; es decir que “no sólo se trabajan las prácticas restaurativas en la escuela, sino en todos los entornos posibles en los que se mueven los niños y jóvenes” (p. 75). Sumado a lo anterior, Suvall (2009) afirma que en la escuela secundaria de Jena (en Luisiana, Estados Unidos), en donde se aplicaron mecanismos restaurativos durante el otoño del año 2006, se encontró que “la justicia restaurativa ofrece la oportunidad de atender las necesidades de las víctimas y reforzar fuertes valores sociales positivos, al mismo tiempo… refuerza los vínculos entre el delincuente y la comunidad escolar”, y reduce la expulsión de alumnos del plantel educativo (p. 569). Además, Rul-lan (2011) comenta que desde el año 2005, en Sao Paulo (Brasil) existe un proyecto conjunto entre el sistema educativo y el sistema de justicia juvenil, es así que cuando un estudiante de secundaria comete un delito, es enviado a un proceso de círculos restaurativos, el cual puede ser realizado en el juzgado, la escuela y/u otros locales comunitarios; en esos sentidos, desde el afianzamiento del proyecto, “las remisiones de delincuentes juveniles a los juzgados han disminuido un 50%” (p. 60). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 29 Por su parte, y siguiendo a McCluskey et al. (2008), en el año 2004 se llevó a cabo un proyecto piloto de 2 años para introducir prácticas restaurativas en 18 escuelas escocesas; así pues, en una evaluación subsiguiente en octubre de 2006 se halló en 14 de ellas, que mejoraron las relaciones entre los miembros de la comunidad educativa, los alumnos se sintieron escuchados, se profundizó en valores prosociales, y la disciplina y el clima emocional mejoró. Al mismo estudio, se le hizo seguimiento en el año 2008, encontrándose que para sortear pacíficamente los conflictos escolares y la ruptura de relaciones entre estudiantes, la justicia restaurativa resultó ser el método más exitoso (McCluskey et al., 2011). Así mismo, desde el 2004 en Norrbotten, condado de Suecia, se han implementado mecanismos restaurativos en 125 colegios, cuyos resultados indican que pese a que el número total de conflictos ha permanecido constante en el tiempo, realmente su gravedad ha tendido a disminuir, ello principalmente porque ante la presencia de un brote de agresión denunciada por algún integrante de la comunidad educativa, se activan los mecanismos de justicia restaurativa con el objetivo de no permitir que la situación escale hasta convertirse en matoneo (Marklund, 2010). Finalmente, y según Chmelynski (2005), luego de la instauración de mecanismos restaurativos en 1998 en la escuela secundaria Palisades (en Kintnersville, Pensilvania, Estados Unidos), y su consecuente evaluación en el año 2003, se encontró que las remisiones a la oficina disciplinaria de la escuela pasaron de 1752 a 815 casos, los incidentes de comportamiento perturbador de 273 a 142, y las suspensiones de estudiantes de 105 a 53. En Victoria, estado de Australia, se llevó a cabo una prueba piloto de prácticas restaurativas en 18 escuelas durante los años 2002 a 2004 (Shaw, 2007), encontrándose que: 1. Un conflicto escolar debe ser visto como una oportunidad de aprendizaje. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 30 2. Las prácticas restaurativas son eficaces para reparar las relaciones lesionadas. 3. Aunque los motivos de disputa entre estudiantes no han cambiado, sí se transformó su forma de abordaje, lo cual influyó en la disminución diaria de conflictos. 4. Existe dificultad en los docentes para ver al estudiante como un interlocutor legítimo, por su minoría de edad. 5. El modelo de la justicia restaurativa cuestiona concepciones arraigadas en la comunidad escolar, como es el uso del castigo (por ejemplo, exclusión o expulsión del plantel educativo) ante un comportamiento desviado. 6. Las prácticas restaurativas requieren el apoyo de los directivos docentes, la voluntad de los profesores de aula y su tiempo, además de la condición de aplicarlas pese a la presión e inmediatez del momento. 7. El modelo de la justicia restaurativa incrementa la atención de los docentes ya no solamente sobre la educación académica de los menores, sino también sobre su bienestar en conjunto, cuestión que de alguna forma aumenta el nivel de compromiso y responsabilidad de los maestros, desgastándolos frecuentemente y cognitivamente en su cotidianidad. 8. Las prácticas restaurativas enseñan en su ejercicio, ideales referentes a la justicia, la ética, la democracia, la disciplina y la ciudadanía. 9. Los programas restaurativos debían ser apoyados mediante estrategias complementarias como los relativos a los programas de pensamiento prosocial (es decir, educación en competencias ciudadanas, autocontrol, asertividad, etc.). 10. La aplicación de las prácticas restaurativas puede amenazar a algunos maestros con una percepción de pérdida de poder y control, particularmente dentro de los marcos JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 31 que implican el cumplimiento de las reglas de la escuela reguladas por regímenes de castigo (Shaw, 2007, pp. 131). 11. La teoría restaurativa a nivel de la participación de la comunidad y de la sanación de las relaciones entre los integrantes de la misma, no es fácilmente aplicable a la realidad. Así mismo, existe un referente de estudio sobre la justicia restaurativa y su aplicación en instituciones educativas colombiana, se trata de una investigación llevada a cabo en la Localidad de Kennedy en Bogotá (Lozano & Pinzón, 2005), en la cual participaron 276 alumnos con edades entre los 11 y los 18 años (49.6% hombres y 49.3 mujeres), y en la que se encontró: En primer lugar, el género incide en la elección de comportamientos retributivos o restaurativos, siendo las mujeres más adeptas a elegir soluciones restaurativas en los conflictos que los hombres. En segundo lugar, los estudiantes, ante un conflicto, tienden a valorar más soluciones como “contribuir a la armonía de la comunidad y llegar a un acuerdo entre las partes mediante el diálogo” (p. 5), en oposición a “hacer lo posible para que los culpables sean alejados de la comunidad” (p. 5); otro ejemplo sería que otorgan mayor valor a que “el culpable repara el error con la parte afectada… y se toman acciones para que el conflicto no se presente en el futuro” (p. 5), en contraposición a “se envía a la cárcel a los culpables si es necesario” (p. 5); además, mayor importancia a “realizar talleres con los padres y los hijos en donde se hable de la problemática escolar y la forma de solucionar problemas y… exigir a los culpables realizar acciones que reparen el daño” (p. 5) en comparación con que el afectado “recurra a otra pandilla para darle un fuerte escarmiento a quienes le causaron el daño… y sancionar a los culpables con la suspensión JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 32 temporal del colegio” (p. 5); es decir que, “cuando se le pide a un joven resolver un conflicto, claramente… las alternativas de mayor escogencia fueron las restauradoras” (p. 11). En tercer lugar, y mediante la estrategia de resolución de dilemas, cuando se involucra a un amigo cercano, el 68% de las mujeres y el 52% de los hombres denotaron comportamientos restaurativos; por el contrario, si se trata de una persona lejana socialmente, el 61.8% de las mujeres y el 77.1% de los hombres, ostentaron comportamientos retributivos; es decir que “aquellos que muestran actitudes retributivas lo hacen con aquellos con los cuales no tienen una cercanía social estrecha, más que con sus amigos” (p. 9). Y en cuarto lugar, se ha identificado que en las instituciones educativas con índices de conflictividad altos, los estudiantes líderes suelen ser personas catalogadas como fuertes y agresivas, en este sentido, conseguir que aquellos se hagan partícipes de los programas restaurativos, genera un contagio emocional en los demás alumnos. Por otra parte, entre los componentes que la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (2006) señala deben ser parte del diseño de un programa restaurativo, y la consecuente planeación de su implementación, se hayan: (1) identificar las necesidades de la comunidad educativa para establecer un modelo flexible y creativo, con el objetivo que se adapte a las circunstancias cambiantes, aprendiendo de la propia experiencia; (2) poseer un abanico de plausibles acuerdos restaurativos que puedan ser implementados dependiendo del caso (por ejemplo, ofrecer disculpas, realizar diversidad de tareas, comprometerse sobre un comportamiento futuro, indemnizar, compensar, llevar a cabo un servicio comunitario, etc.), sumado a ello, tener presente cómo se procederá cuando no exista acuerdo; (3) que el Servicio de Mediación Escolar tenga legitimidad y credibilidad en la comunidad educativa, lo cual redunda en su apoyo y promoción (incluida la demanda del servicio y la remisión de los casos al mismo, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 33 es decir, su apropiación), sobre la base de no responder a una rapidez administrativa, sino a la solución profunda de los conflictos; (4) ostentar claridad acerca de los tipos de casos que serán asumidos, apegándose siempre a las disposiciones legales; (5) comunicar inequívocamente los horarios de operación diaria del programa, quién o quiénes serán los facilitadores, cuáles serán las prioridades de atención, y cómo se evaluará su desempeño; (6) evocar y respetar el consentimiento informado de los menores participantes (y/o su representante legal), al tiempo que proteger la confidencialidad de la información que se ventila en los encuentros restaurativos; (7) “los facilitadores deben recibir capacitación para asegurar que tengan la experiencia necesaria para llevar a cabo su papel y, cuando sea necesario, deben comprender la cultura local y las comunidades” (p. 47); (8) es menester comprender las necesidades y los valores de la comunidad educativa, entendida ésta como el conjunto de individuos y grupos que han sido afectados por conflictos específicos, y de los que se espera una posición de participación en la solución de los mismos; y (9) poseer criterios sólidos sobre el impacto en los participantes de los procesos restaurativos, incluida la reincidencia en conductas ofensoras. Relevancia investigativa Es por todo ello que, por un lado, el facilitador del proceso restaurativo debe comprender a cabalidad el concepto de justicia restaurativa, sus objetivos, su relación con la reincidencia en las ofensas, y sus beneficios y dificultades al aplicarse; y por el otro, debe poseer unas mínimas categorías de análisis a la hora de resolver de manera pacífica los conflictos que se presenten. En el siguiente capítulo, en primer lugar se ampliará el marco teórico relativo a la justicia restaurativa; y en segundo lugar, se organizará en categorías de análisis, la información de la literatura científica consultada que aborda los elementos a tener en cuenta cuando se desea JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 34 resolver pacíficamente los conflictos escolares mediante la justicia restaurativa u otros mecanismos alternativos similares de solución de aquellos. En efecto, según Hernández, Fernández, y Baptista (2006), cualquier tipo de investigación permite la revisión de estudios previos, principalmente para identificar conceptos útiles para el propio plan de trabajo, y para “ayudarnos a visualizar cómo han sido descritos y definidos tales conceptos por otros investigadores” (p. 526). En consonancia, la implementación del plan de intervención en una futura investigación, dependería de una descripción profunda de cada una de las categorías de análisis, para así maximizar su recreación en conflictos reales. A hora bien, de la búsqueda bibliográfica surgieron “diferentes elementos que componen el objeto, más allá de su articulación lógica” (Suárez, Del Moral & González, 2013, p.73); por ello, el punto de saturación en relación con la búsqueda de la fundamentación teórica, se dio cuando ya existían varios elementos de abordaje, los cuales se repetían, pero que no daban cabida a otros nuevos. Así pues, y pese a que existen variedad de artículos y libros que recomiendan ciertos elementos a aplicar en un ejercicio de justicia restaurativa en las escuelas de todo el mundo, realmente son escasos aquellos que explicitan un diseño metodológico a utilizar en los mismos y menos unos resultados pertinentes a presentar (asuntos que sí se manejan en esta investigación). En todo caso, y pese a la inexistencia de manuales específicos (procedimentales) fundamentados en la teoría y sobre todo en la práctica de los enfoques restaurativos, la literatura científica actual sí posee un amplio caudal que denomina y describe las categorías de análisis necesarias e importantes al momento de asumir conflictos escolares mediante el modelo de la justicia restaurativa, compilación que es una de las principales virtudes y aportes que genera el presente trabajo de grado. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 35 Entonces, lo novedoso de esta investigación resulta ser no sólo la descripción a profundidad de las categorías de análisis comentadas, sino sobre todo el diseño metodológico que se propone para ser aplicado en un estudio posterior. Pregunta de investigación Por tanto, y con todas las ideas desarrolladas anteriormente, se formula la siguiente pregunta de investigación: ¿cuáles elementos debe poseer una prueba piloto de justicia restaurativa para estudiantes de bachillerato inmersos en conflictos escolares, a nivel de sus categorías de análisis y a nivel de su diseño metodológico? Fundamentación Bibliográfica Caracterización general de la justicia restaurativa En este apartado se realiza una caracterización general de la justicia restaurativa, por lo que versa sobre los siguientes aspectos, a saber: concepto de justicia restaurativa, objetivos de la justicia restaurativa, justicia restaurativa y reincidencia, y beneficios de la aplicación de la justicia restaurativa. Concepto de justicia restaurativa. Existen variadas definiciones de justicia restaurativa, por ejemplo Marshall (1999, citado por Díaz, 2004), Roche (2003, citado por Roche, 2005), Hudson y Galaway (1996, citado por Escolar, 2005a), Van (2005), y Código de Procedimiento Penal (Ley 906 de 2004, Artículo 518); sin embargo, todas ellas pueden ser reunidas en cuatro definiciones principales. Mojica y Molina (2005) ofrecen dos definiciones. En primer lugar: La justicia restaurativa es una propuesta político criminal que pretende generar una respuesta frente al delito, cambiando la retribución y los métodos adversariales, por la JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 36 reparación del daño causado con la participación colaboradora de la comunidad, a través de métodos en los cuales el infractor de la ley reconoce su responsabilidad personal en el hecho; y la víctima (verdadera afectada con el delito) participa en el resarcimiento de una manera consensual (Mojica & Molina, 2005, pp. 113). En segundo lugar: [El] Programa de Justicia Restaurativa: se caracteriza por facilitar el encuentro entre víctimas, delincuentes y personas de la comunidad interesadas en colaborar; por la reparación del daño causado con la conducta delictiva; por la reinserción a la sociedad de los miembros del proceso restaurativo. [El] Proceso restaurativo: Brinda la posibilidad de resolver el conflicto en diferentes ámbitos con el acompañamiento de la familia, la sociedad, el gobierno y/o las personas capacitadas que ayuden a lograr un acuerdo con el cual el victimario se comprometa a reparar el daño y la víctima comprenda las razones que éste tuvo para delinquir. [Y el] Resultado restaurativo: es el acuerdo voluntario entre víctima y victimario (Mojica & Molina, 2005, pp. 98). Por otro lado, de acuerdo con el Restorative Justice Consortium: Se trata de un proceso mediante el cual todas las partes interesadas en un conflicto, infracción o delito, participan conjuntamente en la resolución de cuestiones derivadas del mismo, así como también en sus implicaciones futuras. En ella, los agresores tienen la oportunidad de reconocer el impacto de lo que han hecho y repararlo, y las víctimas tienen la oportunidad de que el daño o la pérdida sea reconocida y reparada (Escolar, 2005b, pp. 57). Finalmente, según las Naciones Unidas (2002, citado en Neuman, 2005) por programa de justicia restaurativa se entiende: JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 37 Todo programa que utilice procesos restaurativos e intente lograr resultados restaurativos… Por proceso restaurativo se entiende todo proceso en que la víctima, el delincuente y, cuando proceda, cualesquiera otra persona o miembro de la comunidad afectados por un delito, participen en forma activa en la resolución de cuestiones derivadas del delito, por lo general con la ayuda de un facilitador… Por resultado restaurativo se entiende un acuerdo alcanzado como consecuencia de un proceso restaurativo. Entre los resultados alcanzados se pueden incluir respuestas y programas como la reparación, la restitución y el servicio a la comunidad, encaminados a atender las necesidades y responsabilidades individuales y colectivas de las partes y a lograr la reintegración de la víctima y del delincuente (Neuman, 2005, pp. 209). Ahora bien, para efectos de la presente investigación, la definición que se utilizará pretende reunir varios elementos que se desprenden de las definiciones más conocidas, a saber: la justicia restaurativa es un proceso de reconocimiento, análisis, valoración y tratamiento del conflicto en general; de sus orígenes, causas y razones; lo mismo que de sus consecuencias, daños e implicaciones; que mediante el encuentro y la participación voluntaria, activa y conjunta de la víctima, el victimario, sus grupos de apoyo, la comunidad y la sociedad, pretende resolver las problemáticas sociales, satisfacer necesidades e intereses, resarcir y reparar el daño causado, y evitar la comisión futura de delitos u ofensas; teniendo en cuenta la corresponsabilidad de las partes en el impacto pasado, presente y futuro del conflicto, y la cultura del contexto en que se presentaron los hechos. Con estas definiciones en mente, en seguida se describen los principales objetivos que pretende satisfacer la justicia restaurativa. Objetivos de la justicia restaurativa. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 38 La justicia restaurativa busca la armonía del grupo (Merino & Romera, 1998); es decir, pretende instaurar una cultura de diálogo, dialéctica, responsabilidad y recuerdos sanados, en una palabra, de pacificación (Betancur, 2006); ello, mediante la reconstrucción de las relaciones deterioradas por el daño que produce el conflicto en general, el fortalecimiento de las relaciones prosociales que se mantienen, y la generación de nuevas relaciones que unan a las partes (Bazemore, 2006). Por tanto, es clave identificar la forma en que se resuelven los conflictos en una sociedad determinada, lo mismo que su respuesta al crimen (Díaz, 2007); así, la justicia restaurativa pretende resolver colectivamente los efectos pasados, presentes y futuros de las infracciones (Domingo, 2008); proceso que busca reducir o anular el uso de la violencia para resolverlos (Díaz, 2004); se trata entonces de solucionar el conflicto, o por lo menos de mutarlo a uno de violencia menor (Márquez, 2008). En estos sentidos, la justicia restaurativa no únicamente persigue que las partes vuelvan al estado original en el que se encontraban antes del hecho conflictivo (Díaz, 2007); sino que si es posible, se presente un enfoque transformativo, es decir que, las partes y sus relaciones mejoren, en consonancia a lo que eran antes del conflicto (Domingo, 2008). Así pues, aparte de la reconstrucción de relaciones (Merino & Romera, 1998), es decir, que en las prácticas cotidianas las partes se reconecten cada vez más (Bazemore, 2006), y que se promueva la reconciliación, la sanación y el bienestar de personas y relaciones (Díaz, 2004); también se encuentran, entre los objetivos del proceso de justicia restaurativa: la conciliación de intereses (Merino & Romera, 1998); el agenciamiento de las propias historias de las partes (Domingo, 2008); que los hechos sean resignificados por cada una de ellas (Echeverri & Maca, 2006); que el victimario experimente culpa por los daños generados (Echeverri & Maca, 2006); JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 39 la reducción de la sensación de vulnerabilidad de las partes, de los temores sobredimensionados acerca del victimario, y de las consecuencias estigmatizantes para aquellas (Riva, 2005); el aumento de la conexión con el sufrimiento del otro (Riva, 2005); la identificación de ambientes de conflicto donde se presentan circunstancias de vulnerabilidad, pobreza y exclusión social, al tiempo que la instauración de políticas sociales que las combatan (Marcón, 2008); la reeducación y la integridad social (De la Cuesta, 2008), por medio de la generación de comunidades de cuidado mutuo (Díaz, 2004); y finalmente, la teorización acerca de la prevención y el tratamiento de la delincuencia juvenil y de sus conflictos en general (De la Cuesta, 2008). Por tanto, no se trata de no hacer, ante la conducta inapropiada del joven, nada por él, o hacer algo contra él, sino de hacer algo con él y sus circundantes (Wachtel, 1999); es decir, potenciar la manera pacífica en que se afrontan los conflictos y los problemas, todos ellos inherentes a la existencia (Domingo, 2008); por medio de la restauración de la dignidad de los actores, de los valores morales, y de la equidad social (Díaz, 2007); lo mismo que mediante la asunción de responsabilidades, la prevención de la incidencia y de la reincidencia, la restitución, y la reparación moral (Merino & Romera, 1998); teniendo en cuenta que se busca no sólo la reparación material, sino también la restauración de los lazos comunitarios, es decir, la reparación simbólica (Vásquez, 2005); y que la justicia restaurativa pretende la paz social no sólo a nivel local, sino también a nivel global (Padovani, 2006). En resumen, los objetivos que se propone la aplicación de la justicia restaurativa son: la experimentación de empatía y de responsabilidad, la experimentación de culpa y arrepentimiento, y la experimentación de perdón y no venganza; la reparación objetiva y subjetiva del malestar causado; la conceptualización de las causas y consecuencias del crimen y del conflicto en general, y la conceptualización del respeto a la diferencia; el fortalecimiento de JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 40 la interacción pacífica, incluyendo las formas pacíficas de resolución de conflictos, la búsqueda de una cultura de paz, y la conciencia política; y finalmente, el control al crimen y al conflicto en general (incluyendo el escolar). En este último sentido, se pretende reducir la incidencia y la reincidencia en el crimen y en la violencia en general (incluidas las agresiones escolares); objetivos que ha logrado satisfacer la aplicación de la justicia restaurativa, como se verá a continuación. Justicia restaurativa y reincidencia. La reincidencia se puede evaluar mediante la medición del número de conflictos antes y después de la respectiva intervención (Díaz, 2008); ahora bien, se plantea que la justicia restaurativa reduce la reincidencia en faltas y delitos (Masters, 2002), aunque no en todos (Díaz, 2008), y ante la aplicación de ciertos mecanismos (Díaz, 2004); por ejemplo, Maxwell y Morris (1993, citado en Díaz, 2008, párr. 9) encontraron en su investigación con 200 jóvenes en Nueva Zelanda que: (a) aquellos jóvenes que habían pedido disculpas a sus víctimas tenían tres veces menos de probabilidades de ser condenados nuevamente por otro delito que aquellos jóvenes que no lo hicieron; (b) aquellos jóvenes que asistieron a una conferencia en donde la víctima estuvo presente tenían cuatro veces menos de probabilidades de ser condenados por un nuevo delito que aquellos jóvenes que asistieron a una conferencia sin la víctima; (c) aquellos jóvenes que asistieron a una conferencia y que sintieron que habían reparado a sus víctimas tenían menos probabilidades de ser condenados nuevamente seis años después de la conferencia que aquellos que no (este dato es de un análisis posterior de 1999, Díaz, 2008, párr. 9). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 41 Así pues, la reincidencia se disminuye cuando se genera contacto con la víctima, y cuando se le repara de una forma justa para el victimario (Llobet, 2005); además, en otro estudio, Strang y Sherman (2005, citado por Díaz, 2008) concluyeron que: La justicia restaurativa reduce sustantivamente la reincidencia en los delitos violentos y en los delitos contra la propiedad… que en general la justicia restaurativa funciona bien en los delitos con una víctima directa, pero que es menos exitosa en los delitos sin víctima o cuando la víctima es una persona jurídica o corporación (Díaz, 2008, párr. 17). En ningún caso la prisión reduce la reincidencia más que la justicia restaurativa; así mismo Díaz (2008), afirma que en otros estudios se ha comprobado la utilidad de la justicia restaurativa en la disminución de la reincidencia, en comparación con la libertad asistida o vigilada. Por su parte, Masters (2002) menciona la investigación de Newburn (2002), la cual concluyó que: En el 98% de los casos los jóvenes aceptaron los contratos en la primera reunión del comité, y un 75% los cumplieron satisfactoriamente. Menos de un cuarto (23%) reincidieron… [y] el 75% de los jóvenes y sus familias dijeron que encontraron los comités útiles, y mucho más amables y menos traumáticos que la experiencia ante los tribunales (Masters, 2002, párr. 28). Además, entre las variables que modulan la reincidencia, se encuentra una llamada remorse, la cual se caracteriza por: el recuerdo del victimario de la conferencia, que éste haya completado las actividades acordadas, que además haya sentido y expresado su arrepentimiento por el daño hecho, y que haya percibido que reparó justamente a la víctima (Díaz, 2008). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 42 Finalmente, según Díaz (2004) el seguimiento de los resultados disminuye la probabilidad de que las partes no cumplan lo acordado. En todos estos sentidos, se debe evaluar continua y sistemáticamente los programas con el objetivo de “detectar para qué casos y en qué condiciones los servicios comunitarios, de carácter restaurativo, previenen la reincidencia” (Díaz, 2008, párr. 76), y facilitan la restauración o la mejora de las relaciones. Por tanto, no es la disminución de la reincidencia criminal o conflictiva, las únicas ventajas que ofrece la aplicación de la justicia restaurativa, como se entenderá enseguida. Otros beneficios de la aplicación de la justicia restaurativa. La aplicación de la justicia restaurativa reduce el estrés post-traumático de la víctima, y su deseo de venganza (Díaz, 2008), y la reconciliación entre víctima y victimario reduce la sensación de peligro en la comunidad de origen (Llobet, 2005); ahora bien, la disminución del miedo a la agresión por parte de las víctimas, se debe a que la justicia restaurativa es una oportunidad para que ellas se encuentren con sus victimarios en igualdad de condiciones, y para que formulen preguntas y encuentren respuestas relativas a por qué el hecho violento sucedió, y por qué ella o ellas fueron elegidas para el mismo (Masters, 2002); es decir que, se convierte en una oportunidad para conocer el por qué una víctima facilitó, provocó o motivó el hecho agresivo, con el fin de identificar a las personas con alto riesgo de ser víctimas (Díaz, 2007). Además, la aplicación de la justicia restaurativa se percibe como más positiva en comparación con la sanción corriente, tanto a nivel de beneficios, como a nivel de resultar interesante y útil para la comunidad, esta última variable que posee influencia en el grado de cumplimiento de la restauración por parte del victimario, aquel que suele variar entre el 70% y el 90% (Díaz, 2008); ello porque los jóvenes infractores perciben que han sido tratados de forma JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 43 justa (Masters, 2002), en la justicia restaurativa las relaciones sociales se pacifican, y se previenen posibles escalonamientos en los conflictos o la generación de conflictos nuevos, porque los resultados son duraderos al ser las partes las que concluyen la justa composición de sus intereses, y así, aquellas se sienten más comprometidas con los resultados y acuerdos conseguidos (Riva, 2005). Finalmente, la justicia restaurativa genera otros efectos colaterales, por ejemplo, cuando un conflicto es resuelto satisfactoriamente, sucede un contagio emocional en otros actores inmersos en conflictos similares, puesto que surgen expectativas de tratar los propios problemas mediante mecanismos parecidos (Riva, 2005); además, en un estudio realizado por Schneider (1986 citado por Díaz, 2008) se evidenció, que las posibilidades de encontrar un trabajo posterior a la condena (específicamente en delitos), es mayor en aquellos jóvenes sentenciados a restauración directa que en aquellos sentenciados a penas tradicionales, al tiempo que “aumentaban sus posibilidades de permanecer en la escuela, lo que a su vez, tenía impacto en un menor nivel de reincidencia” (párr. 53), resultados que tienen que ver con la no estigmatización del joven, y con la no auto-asunción de la identidad de delincuente o de sujeto transgresor acérrimo de la norma. Así pues, una vez comprendidas las ventajas de la aplicación de la justicia restaurativa, ahora se pasará a mencionar sus elementos fundamentales, a modo de categorías de análisis. Categorías de análisis de la justicia restaurativa La justicia restaurativa debería tener el carácter de política de Estado (Betancur, 2006), puesto que es un proyecto social que pretende abarcar a la humanidad en su totalidad (Padovani, 2006); consecuentemente, debe ser un movimiento social, debe ser parte de todos los hechos cotidianos, debe ser sistemática y no ocasional o situacional, y debe implicar a todas las personas JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 44 y esferas sociales, sólo así se puede garantizar un cambio en la resolución de los conflictos significativo y sostenible (Wachtel, 1999); por tanto, “la justicia restaurativa es una filosofía, no un modelo, y debe guiar la forma en que actuamos en todas las áreas de nuestras vidas” (Wachtel, 1999, párr. 18). Para la justicia restaurativa “todos sin excepción, jugamos en la vida ese doble papel de víctimas y victimarios” (Betancur, 2006, párr. 26), sin embargo, “con la ley reprimimos el hecho consumado, pero no podemos evitarlo” (Díaz, 2007, párr. 15); ahora bien, la justicia restaurativa versa sobre la violencia y también sobre la paz (Betancur, 2006), ello porque de cualquier tipo de comportamiento, y de cualquier tipo de conflicto, siempre se desprenderá una oportunidad de aprendizaje (Wachtel, 1999); por tanto, las agresiones son oportunidades para el diálogo, el debate, y el aprendizaje prosocial, en una comunidad (Díaz, 2007); en efecto, la respuesta al conflicto de esta última, debe ser en menor medida coercitiva, y en mayor medida voluntaria y cooperativa (Díaz, 2007), ya que la obediencia a ciertas normas no debe darse sólo porque un agente externo las impuso, sino porque son una construcción conjunta entre ciudadanos (Marcón, 2008), no se trata de que la persona no repita la acción violenta por miedo al castigo, sino de que no la realice sin necesidad de que existan testigos que le reprochen o atrapen (Marcón, 2008). Entonces, puesto que resulta de vital importancia tener claridad acerca de asuntos como: “¿cuáles actores son vistos como esenciales y quiénes participan normalmente, quién facilita la conferencia y cómo es conducido el diálogo, qué estructura ha sido adoptada para desarrollar y mantener el programa, [y] cuál es la filosofía dominante que guía el proceso?” (Bazemore, 2006, p. 43), entre otros; a continuación se describen los conceptos de expresión de sentimientos, pensamientos y conductas (categoría de análisis No. 1), empatía (categoría de análisis No. 2), causas (categoría de análisis No. 3), consecuencias (categoría de análisis No. 4), responsabilidad JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 45 (categoría de análisis No. 5), poder (categoría de análisis No. 6), venganza (categoría de análisis No. 7), reglas del proceso (categoría de análisis No. 8), papel del facilitador (categoría de análisis No. 9), respeto (categoría de análisis No. 10), daño y culpa (categoría de análisis No. 11), puntos de vista (categoría de análisis No. 12), soluciones (categoría de análisis No. 13), relaciones futuras (categoría de análisis No. 14), acuerdos (categoría de análisis No. 15), restauración (categoría de análisis No. 16), y evaluación y seguimiento (categoría de análisis No. 17); categorías de análisis sobre las cuales reposaría la implementación de un Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa; en ese sentido, estas categorías de análisis se eligieron porque luego de una profunda consulta de la literatura científica relacionada con la solución pacífica de los conflictos en ámbitos escolares, fueron esas categorías las que más se presentaron y se desarrollaron en los textos abordados, hasta el punto de saturación, es decir, cuando se repetían y no daban cabida a otras nuevas de carácter relevante. Expresión de sentimientos, pensamientos y conductas (categoría de análisis No. 1). Puesto que la justicia restaurativa da vital relevancia no sólo a los resultados, sino también al proceso (Betancur, 2006), no solamente es importante llegar a acuerdos consensuados, sino también que las personas tengan las posibilidades y las garantías para expresarse (Bazemore, 2006), para experimentar empatía y conciencia ciudadana (Merino & Romera, 1998); se trata de dejar de saciar las necesidades de venganza de la comunidad, y demostrarle que los conflictos se pueden resolver de forma diferente (Domingo, 2008), de inculcarle que el perdón no consiste en olvidar el acontecimiento pasado, sino en mantener su sentido (causas y consecuencias) para evitar posibles ofensas futuras, siendo por tanto, parte de la conciencia histórica (Díaz, 2007); y que es ella la que puede identificar cuándo se resuelve un JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 46 conflicto de manera adecuada o inadecuada, es decir, cuándo se hace justicia (Echeverri & Maca, 2006); al fin y al cabo, si temporal y espacialmente han de convivir las partes, lo mejor es acabar con el problema, permaneciendo la relación (Domingo, 2008). Por tanto, en el proceso de la justicia restaurativa, se pretende que los participantes en el diálogo sean la víctima y el victimario, sus grupos familiares, los vecinos y el soporte social, y la comunidad en general (Bazemore, 2006); así pues, todos los diferentes puntos de vista deben ser incluidos, todos los actores involucrados tienen voz y voto (Bazemore, 2006). Y es que, las personas deben sentirse seguras y cómodas al expresarse (Merino & Romera, 1998); las partes deben poder expresarse libremente, debatir lo que se piensa de ellas y lo que ellas piensan de las demás (Wachtel, 1999); consecuentemente, es fundamental que las partes hayan tenido la posibilidad de expresión y comunicación, aunque no se haya llegado a un acuerdo (Riva, 2005). En este sentido, se busca dar impulso a los aspectos emocionales, más que a los materiales, en la mediación (Díaz, 2004); lo cual implica la oportunidad de narrar, preguntar, llorar, lamentarse, reclamar (Betancur, 2006); se trata pues, del intercambio de puntos de vista y de opiniones (Marcón, 2008), de poder contemplar las circunstancias desde el punto de vista del otro (Betancur, 2006); por lo que deben ser puestos a debate la mayor cantidad posible de valores, principios, y objetivos de reparación (Bazemore, 2006). Así, el proceso permite que las partes se conozcan, que intercambien anhelos y angustias, que se reprochen, que tomen conciencia de las diferentes posiciones y de las consecuencias del daño hecho, que perciban como inútil el rencor y la sed de venganza, y que estén motivados para que se realice el perdón y el arrepentimiento (Díaz, 2007); por tanto, se pretende un diálogo que cure el daño y transforme las relaciones, en el que sobresalga la empatía y la expresión de la JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 47 emoción, en el que exista una desaprobación de argumentos respetuosa, en el que se aprendan habilidades para resolver problemas, en el que se afiancen las normas en comunión, y en el que se construya una comunidad pacífica (Bazemore, 2006). La justicia restaurativa implica las declaraciones y preguntas afectivas, y las reuniones de grupo para llegar a acuerdos restaurativos (Wachtel, 1999; Merino & Romera, 1998); porque lo que se cree conveniente debe ser gestado y debatido por las partes, mediante la instauración de un rostro y de una historia en, entre y para las partes (Domingo, 2008), mediante la identificación entre víctima y ofensor (Echeverri & Maca, 2006), y mediante el fomento del diálogo y del acuerdo mutuo (Díaz, 2004). Por tanto, para la justicia restaurativa las reflexiones, los acuerdos y los disensos son extremadamente importantes, porque cuando los actores participan, investigan, se movilizan y deciden, los acuerdos pactados resultan ser sostenibles (Betancur, 2006); a hora bien, las partes deben expresarse acerca del carácter de la reparación que están dispuestas a aceptar (Díaz, 2008). El grado de restauración en la solución de un conflicto, depende de la participación del mayor número de partes interesadas en el mismo (Díaz, 2008); así, la justicia restaurativa pretende validar la historia de cada una de las partes (Díaz, 2007), y potencia la comprensión y el entendimiento, puesto que la persona no se limita sólo a su rol de víctima o de victimario (Echeverri & Maca, 2006), sino que la justicia restaurativa permite el surgimiento del reconocimiento y la aceptación del papel de victimario-víctima, y del papel de víctimavictimario, es decir, entender que se ha experimentado ambos roles (Domingo, 2008), ello porque se buscan puntos de conexión entre las partes, es decir, la construcción de soluciones al conflicto sobre cuestiones de interés mutuo, sobre terrenos compartidos que sean afianzados (Bazemore, 2006); en efecto, el proceso pretende la identificación de las necesidades y de las JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 48 obligaciones reparadoras de las partes (Díaz, 2004), lograr comprender qué intereses resultan legítimos para las partes, y cuáles no (Márquez, 2008), y que las distancias sociales y las diferencias se disminuyan, mediante el conocimiento de las problemáticas de otras clases, razas y culturas (Bazemore, 2006). Por tanto, la no indiferencia hacia el otro (Gijón, 2004) implica que “lo que nos interesa, no es analizar un conflicto como un fenómeno objetivo, sino comprender cómo la persona experimenta una situación que interpreta como conflictiva… qué hace para considerarla como tal” (Iborra, 2004, p. 125); en ese sentido, la interacción en una institución educativa no sólo trata de la transmisión de conocimiento, sino que a la población escolar también les une el afecto y los sentimientos (Gijón, 2004). En otras palabras, la interacción que se da en los encuentros entre los diferentes actores, ya sea por medio del lenguaje verbal, no verbal, o paraverbal, siempre deberá generar la no indiferencia de y en las partes (Gijón, 2004); es decir: La convicción de que cada estudiante tiene el derecho a identificar y expresar sus propios sentimientos, comprender y responder a los sentimientos de los demás, aprender a solucionar sus problemas por sí mismo y hacer todo lo anterior, sin temor a ser criticado o castigado (Magendzo, Toledo & Rosenfeld, 2004, pp. 141). Por tanto, dado que los valores propios nunca serán obvios, habrá que comunicarlos en forma de aspiraciones, objetivos, intereses, actitudes, creencias, preocupaciones, problemas, sentimientos y obstáculos (Arribas & Torrego, 2006); por tal motivo, el punto de partida siempre será la experiencia real de los propios actores (Iborra, 2004), la narración de lo que pasó y del desarrollo del conflicto (Boqué, 2002), la verbalización de la problemática, la situación y lo que se experimenta (Gijón, 2004; Arribas & Torrego, 2006). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 49 Así, el proceso permite a todos los afectados la posibilidad de hablar sobre lo ocurrido, teniendo en cuenta que los actores hablan en nombre propio, y no en nombre de la institución que representan, o que las representa (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Se trata de comprender el conflicto mediante la expresión y el reconocimiento de pensamientos y emociones propios y de los otros, de todos los actores inmersos en el conflicto (Boqué, 2002; Arribas & Torrego, 2006; Gijón, 2004; Fernández, 2004; Murray, 2003; Restorative Justice Consortium, 2005), de que cada persona ventile su punto de vista y revele sus sentimientos (Fernández, 2004; Murray, 2003; Restorative Justice Consortium, 2005), de que se investigue los sentimientos que produjeron los hechos en las partes (Martínez, 2005; Rodríguez, 2005), es decir, describir la forma en que el conflicto les afectó (Britto, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009). Las emociones son un indicador del impacto del conflicto en los actores (Arribas & Torrego, 2006); al expresar sentimientos y estados de ánimo, se puede percibir y clarificar las necesidades, intereses y deseos del otro, lo mismo que los efectos que tienen nuestras propias acciones sobre aquellos (Carbonell & Peña, 2001); así mismo, resultan ser elementos claves para comprender posibles salidas y acuerdos satisfactorios futuros (Murray, 2003; Restorative Justice Consortium, 2005), incluyendo la manera en que esperan ser reparados (Britto, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009). Por tanto, es menester explicar ¿qué ha pasado? (Restorative Justice Consortium, 2005; Murray, 2003; Brookes & McDonough, 2006),verbalizando lo que realmente creemos que se dijo y se hizo (Brookes & McDonough, 2006); ¿cuál es el problema? (Gutiérrez de Piñeres, 2009); ¿quién ha sido afectado? (Restorative Justice Consortium, 2005); ¿cómo se siente el que narra? (Murray, 2003; Brookes & McDonough, 2006), fomentando la comprensión de los efectos JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 50 de la ofensa en todas las personas involucradas y en la escuela en general (Gutiérrez de Piñeres, 2009), y comunicando y reconociendo cada impacto en las partes (Brookes & McDonough, 2006); y qué se quiere de la otra persona (Jacobson y Lombard, 1992 citados por Murray, 2003). Así, dado que el concepto de problema hace referencia a la descripción detallada de los datos, hechos y acontecimientos que ocurren y acaecieron (Gutiérrez de Piñeres, Bocanegra & Tovar, 2009), resulta imperativa la mayor cantidad de información, para llegar a la mejor solución (Solé & Martín, 2007); se trata de recolectar la mayor cuantía de detalles de cada aspecto de la relación (Martínez, 2005), porque las cantidades de información logran modificar y ampliar la perspectiva desde donde atendemos, el objeto - sujeto que nos recreamos, el contexto que interpretamos (Iborra, 2004), y la significación e interpretación de cómo se sentía la persona en lo corrido del conflicto, comparado con cómo se sentía antes del mismo (Rodríguez, 2005). Consecuentemente, la narrativa del problema logra ubicar a los actores en la situación conflictiva, incluyendo los detalles menos significativos, y el estado de las relaciones de las partes (Arribas & Torrego, 2006); por lo que también se persigue maximizar las fuentes de información, es decir, extraerles el mayor provecho (Avilés, 2006); en este sentido, comúnmente la conversación inicia con comentarios superficiales, pero poco a poco se va accediendo a las dificultades y críticas más acérrimas (Fernández, 2004), las cuales deberán ser escuchadas activamente. Empatía (categoría de análisis No. 2). En efecto, la concienciación del victimario se puede lograr expresando los sentimientos al mismo (Wachtel, 1999), es decir que, la observación de la aflicción de la víctima, impulsa la comprensión de las consecuencias de los actos propios, en el victimario (Vásquez, 2005); en todo caso, dado el derecho a la participación del menor en los sucesos que le afectan (De la Cuesta, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 51 2008), es importante no regañar al victimario durante el proceso, pues aquel se concentrará en una perspectiva defensiva, y olvidará los sentimientos del otro, disminuyéndose la empatía (Wachtel, 1999). Sumado a ello, la escucha activa es un elemento fundamental de la Empatía, aquella busca la recepción del mensaje que el otro envía, de la forma más similar a lo que pensaba y sentía el emisor (Carbonell & Peña, 2001). Se trata de emitir y recibir mensajes concordantes entre emisor y receptor, es decir, su contenido, precisión, actitud, matización, intención, y contextualización (Arribas & Torrego, 2006), lo cual implica: 1. Disposición para atender con atención, interés y concentración al otro (Carbonell & Peña, 2001; Arribas & Torrego, 2006; Restorative Justice Consortium, 2005). 2. Que ante la narrativa de alguien, el otro no interrumpirá (Fernández, 2004; Arribas & Torrego, 2006). 3. Animar la expresión, patrocinar el que el otro hable (Arribas & Torrego, 2006); es decir, el aliento mutuo para que las partes conversen acerca de sus diferencias (Murray, 2003). 4. Que el tiempo de utilización de la palabra, dependerá de la extensión que cada persona necesite (Arribas & Torrego, 2006). 5. No juzgar precozmente (Arribas & Torrego, 2006; Restorative Justice Consortium, 2005). 6. Ser abierto a cualquier punto de vista (Arribas & Torrego, 2006). 7. Esforzarse por comprender los sentimientos del otro (Arribas & Torrego, 2006). 8. Analizar el ambiente que permite recrear las causas y las consecuencias de las emociones propias y ajenas, lo mismo que las formas en que atribuimos, valoramos y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 52 representamos a las partes, y al espacio y tiempo en que se da la interacción (Arribas & Torrego, 2006) . 9. El entender que hacer aflorar y comprender las emociones y sentimientos propios y ajenos, aumenta la necesidad de justificar, explicar y verbalizar aquellos (Boqué, 2002). 10. Que siempre deberá existir una coherencia entre pensamientos y conductas, lo cual involucra tanto la asunción de responsabilidad sobre ellos y ellas, como la argumentación, ante terceros, de los mismos (Escámez, García & Sales, 2002); la importancia del razonamiento y su argumentación radica en que el actor aprende a aclarar y justificar sus ideas, juicios y opiniones (Gijón, 2004); es decir, que mediante los encuentros la persona deberá ordenar sus vivencias, para poderlas comunicar y justificar, el tratamiento del conflicto ofrece las ventajas de introspección, autoconocimiento, argumentación, elaboración de la información, y expresión de la misma, para cada una de las partes y entre ellas (Gijón, 2004). 11. Que los pensamientos deberán ser expuestos en razonamientos y argumentos fáciles de seguir (Escámez, García & Sales, 2002; López, Rodríguez & Alzate, 2003). 12. Que el lenguaje a usar será sencillo y comprensible por todas las partes (López, Rodríguez & Alzate, 2003). 13. Atar hechos e ideas trascendentales (Viñas, 2004). 14. Que el que escuche realice una matización de lo expresado y que las partes perciban que se efectuó la matización (Fernández, 2004). 15. Aclarar, parafrasear y retroalimentar los tópicos tocados por la contra parte (Arribas & Torrego, 2006; Carbonell & Peña, 2001); es decir, escuchar recordando y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 53 comentando lo hablado (Fernández, 2004); al tiempo que complementándolo (Arribas & Torrego, 2006). 16. Clarificar sentimientos y pensamientos propios y ajenos (Arribas & Torrego, 2006), resumiendo lo que se ha entendido de lo que los otros han dicho, e identificando lo qué entendieron todos los demás (Fernández, 2004; Arribas & Torrego, 2006). 17. Pedir y dar respuesta a preguntas acerca de la problemática, y/o de lo que no resulta claro (Gijón, 2004; Arribas & Torrego, 2006). 18. Resumir, a modo de revisión, lo que se ha conseguido, logrado o avanzado (Viñas, 2004). 19. Solicitar cada vez más información a la contraparte (Arribas & Torrego, 2006); ello puesto que se pretende una clara, sin ambigüedades, y específica conceptualización de los hechos a tratar entre los involucrados (Florenza & Nardone, 2004). 20. La valoración de los silencios, la apatía y el llanto, siempre tan elocuentes como las palabras (Saucedo, 2005). Así pues, en el proceso de generación de empatía resulta trascendental exponer y conocer las causas y las consecuencias del conflicto, tanto a nivel interpartes como a nivel intrapartes. Se trata de un diálogo público no sólo relativo al hecho en sí (Díaz, 2004; Masters, 2002), sino también que verse acerca del análisis de las causas y consecuencias de la infracción desde múltiples puntos de vista (Merino & Romera, 1998); es decir que, se pretende identificar las causas y las consecuencias reales del conflicto, en busca de las necesidades que afectan a las partes (Domingo, 2008); en otras palabras, se trata de identificar las causas y efectos de los comportamientos propios y de los otros, en consonancia con los intereses de cada una de las partes (Domingo, 2008). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 54 Causas (categoría de análisis No. 3). En ese sentido, resultan trascendentales los siguientes ejercicios, a saber: la búsqueda introspectiva de las causas y motivos para que se den actos ofensivos (Padovani, 2006); la búsqueda de las causas estructurales que impulsaron la infracción (Díaz, 2004); la búsqueda de los motivos, razones y circunstancias que llevaron al joven a delinquir u ofender (Masters, 2002); y la identificación de los ambientes en que se gesta y desarrolla la violencia (Díaz, 2007). En efecto, la justicia restaurativa busca que todos los actores sean parte de la solución a los conflictos, a partir del análisis de los factores que lo suscitan y mantienen (Gutiérrez de Piñeres, Bocanegra & Tovar, 2009); es decir que, se pretende indagar por las causas subjetivas, estructurales, sociales y culturales, que lo generan, para posteriormente, no sólo comprender la naturaleza del conflicto en las instituciones educativas, sino también desarrollar una propuesta de intervención (Britto, 2005). Así, de acuerdo con el Consorcio de Justicia Restaurativa (2005), se busca un acuerdo sobre los factores esenciales del incidente (Britto, 2005); pero el trabajo restaurativo descubre problemas subyacentes más profundos, intentando eliminar los asuntos personales o el ambiente escolar y político desfavorable (Brookes & McDonough, 2006), al tiempo que los motivos del estudiante que pueden influir en su comportamiento adverso (Cameron & Thorsborne, 1999); y es que ha sido largamente reconocido que los procesos de justicia restaurativa pueden ayudar a resolver las injusticias sociales o contextuales que han dado crecimiento al comportamiento ofensor (Brookes & McDonough, 2006). A hora bien, el conflicto siempre es una señal de que algo no nos satisface, de que algo no funciona de manera correcta, de que se adolece de justicia (Solé & Martín, 2007); en efecto, dado que existe conflicto cuando algún sujeto experimenta una sensación de incomodidad ante JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 55 una situación específica, y teniendo en cuenta que el hecho que percibamos que existe conflicto, denota que se está lesionando algo que valoramos (Iborra, 2004); es menester dar relevante importancia a: 1. Centrarse en las causas del problema, no en la sintomatología (Trianes, 2000); ello porque la fase agresiva de un conflicto es simplemente una respuesta a pretéritas fases de orígenes y escalonamientos del mismo, las cuales tenderán a empeorar en el futuro (Viñas, 2004); se trata pues de realizar un análisis de etapas anteriores, a las que se acuden cuando se percibe que el conflicto estalló (Martínez, 2005). 2. Analizar los factores que crean el conflicto (Solé & Martín, 2007); es decir que cada actor identifique cuál ha sido su papel propio en el mismo, su participación en las causas, qué hizo o dejó de hacer, qué sintió, qué pensó, qué valoró (Martínez, 2005; Saucedo, 2005). 3. Indagar acerca de la naturaleza del conflicto (Escámez, García & Sales, 2002), preguntándonos por qué creemos que sucede lo que está ocurriendo (Torrego, 2003; Saucedo, 2005); es decir, identificar ¿cómo se generó y se construyó el problema, y qué contingencias, ambientes e interacciones facilitan su aparición y la mantienen? (Florenza & Nardone, 2004; López, Rodríguez, & Alzate, 2003; Iborra, 2004; Saucedo, 2005). 4. Identificar lo que motivó el conflicto (Escámez et al., 2002; Saucedo, 2005); es decir, definir las cuestiones, los temas y los hechos que generan el conflicto; objetivos, valores, puntos de vista, necesidades, intereses, recursos (Boqué, 2002). Por ejemplo, comprender que entre las motivaciones que crean conflictos se encuentran: pretender intereses diferentes, expresar opiniones y puntos de vista disímiles, presentar abuso y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 56 desequilibrio en el poder, dar rienda suelta a los deseos de competir, invadir funciones y/o roles, percibir diferencias en las necesidades satisfechas (Viñas, 2004). 5. Analizar su evolución y situación actual, con vistas a una solución pragmática (Florenza & Nardone, 2004); así, identificar las reglas y las manifestaciones del problema, nos acerca a comprender cómo se mantiene y cuáles resultan ser las soluciones plausibles (Florenza & Nardone, 2004). 6. Generar un acuerdo acerca de la situación de la víctima, asumiendo ideas referentes al por qué resultó en esa situación (Fernández, 2004); teniendo en cuenta que las causas de los problemas nunca serán responsabilidad de un único actor exclusivo (Fernández, 2004). 7. Identificar actos y racionalizaciones que se interpretan como provocaciones (Fernández, 2004), porque un punto de vista determinado, recrea el por qué se valora algo como conflictivo o pacífico (Iborra, 2004). 8. Definir cuál es la perspectiva de los implicados, es decir, qué significa la violencia y su sujeta expresión, y cuáles son los significados que la promueven o retienen (Saucedo, 2005). 9. Identificar hábitos, transgresiones de la norma, y exceso en los parámetros de convivencia que utilizan los estudiantes (Gijón, 2004). 10. Identificar las estructuras y prácticas institucionales que promueven la violencia (Saucedo, 2005). Con todo lo anterior en mente, resulta sencillo entender que el análisis de las causas siempre recrea las consecuencias a futuro de las mismas; así, es menester determinarlas (Iborra, 2004). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 57 Consecuencias (categoría de análisis No. 4). No basta entonces con el análisis de las variables que influyen a las partes respecto a causas, sino que es necesario también comprender el daño causado (Díaz, 2004); es decir, entender las consecuencias de los actos para cada una de las partes (Merino & Romera, 1998), y del impacto del delito o del conflicto en ellas (Díaz, 2004; Bazemore, 2006); lo cual se puede obtener, simplemente preguntándole a cada uno de los actores sobre las consecuencias de los actos propios y ajenos (Wachtel, 1999). En efecto, teniendo en cuenta la cotidianidad de la interacción en la escuela (Gijón, 2004), se pretende entonces, una profundización de las percepciones y de las conceptualizaciones acerca de la situación, el sí mismo y los otros (Arribas & Torrego, 2006; Magendzo, Toledo & Rosenfeld, 2004); es decir, analizar cómo se interpreta el presente y el futuro a la luz de la problemática (Martínez, 2005), identificar escaladas y desescaladas en el conflicto (Martínez, 2005), y asimilar las implicaciones legales y normativas, presentes y futuras, de la situación (Martínez, 2005). Se trata de observar una posición propia y sus consecuencias, al tiempo que varias perspectivas y los desenlaces disímiles que ofrecen (Iborra, 2004); así, las alternativas y sus efectos deberán ser evaluadas imaginariamente con respecto al futuro (Solé & Martín, 2007), y es que las soluciones al conflicto deberán ante todo descifrar el futuro lejano y el próximo del mismo (Solé & Martín, 2007); para tales fines, resulta fundamental preguntar ¿qué pasaría sí…? (Solé & Martín, 2007). Por tanto, los análisis de causas y consecuencias, pretenden evitar situaciones en las que al menor de edad “se le deja en libertad, sin asistencia, y además con un sentimiento de JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 58 impunidad, y el adolescente vuelve al ámbito donde se dieron las causas de su conducta antisocial hasta que vuelven a descubrirlo infringiendo la ley” (Schmitz, 2005, p. 20). Se trata pues, de influir sobre las variables que caracterizan las causas y las consecuencias del conflicto, es decir, responsabilizarse de ellas. En efecto, la responsabilización del menor se da mediante la asunción de las consecuencias de sus propios actos (De la Cuesta, 2008); además, entender los intereses de las partes, y comprender los efectos de los hechos ofensivos, es parte de la resocialización (Domingo, 2008); todo ello porque el sentimiento de responsabilidad surge de la percepción del sujeto de la relación entre el hecho dañoso y la respuesta de sufrimiento o malestar del otro (Díaz, 2008). Responsabilidad (categoría de análisis No. 5). Por tanto, la reconciliación se logra cuando se vislumbra la responsabilidad de cada una de las partes en el conflicto (Merino & Romera, 1998); consecuentemente, la responsabilidad implica la habilidad y la capacidad de responder por los propios actos (Vásquez, 2005), la conciencia del daño cometido, la obligación moral de satisfacer y reparar las consecuencias de un yerro en una situación determinada, y el deber de contestar a una duda, dificultad, demanda o argumento (Marcón, 2008); así mismo, implica la comprensión de las deprivaciones de todas las partes, y la capacidad de decidir y defender unas determinadas reglas para la totalidad de la sociedad, es decir, la capacidad “de tener en cuenta los factores pertinentes al decidir cuál debe ser el mejor curso de acción a tomar” (Marcón, 2008, párr. 61); por tanto, una sanción no sólo debe ser responzabilizante, sino también co-responsabilizante para las partes (Marcón, 2008). En ese sentido, todas las partes deben estar preparadas para experimentar su responsabilidad en el hecho conflictivo o delictivo, lo cual implica la percepción de que se tuvo JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 59 la intención de realizar el hecho y de que éste fue un error (Díaz, 2008), es decir, entender el grado de culpabilidad propio que permea a cada parte (Bazemore, 2006), y finalmente, de que la solución a la problemática debe ser justa (Díaz, 2008). Así pues, la asunción de responsabilidad del victimario, implica entender el valor simbólico de la restauración a nivel del mejoramiento de los lazos sociales; al mismo tiempo que su postura en la identidad no sólo de victimario, sino también de participe en actuaciones prosociales, y de la posibilidad de empezar de nuevo; en este sentido, la agresión debe concebirse como una consecuencia de la ausencia de vínculos del joven con la víctima y con su medio social de modo que cuando un joven comete una infracción, la respuesta razonable a la ofensa es recomponer los lazos dañados o bien construirlos allí donde eran inexistentes (Díaz, 2008). Por tanto, se busca la conciliación y reparación con y a la comunidad (De la Cuesta, 2008), y que la víctima acepte las disculpas y configure nuevas relaciones con las otras partes (Bazemore, 2006); y es que la importancia del ofrecimiento de disculpas por parte del victimario, radica en que las partes transformen la imagen que tienen de aquel, de manera que se reduzca el deseo de venganza, y se aumente el deseo de una reparación constructiva (Bazemore, 2006); esta última que implica la realización de acciones concretas de reparación, y la generación de compromisos concretos para que las situaciones no vuelvan a presentarse (Díaz, 2004). A hora bien, el adolescente debe ser siempre informado acerca de su libre participación en el proceso, del carácter y alcance del mismo, y de las consecuencias de cumplir o no los acuerdos (Salazar, 2006), el joven victimario siempre debe estar informado del carácter de los acuerdos, a fin de que preste su total consentimiento (Díaz, 2008); es decir, que debe participar en la decisión de cómo se restaurará el daño para que se mantenga y cumpla los compromisos JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 60 generados, asumiendo de esta forma su responsabilidad (Wachtel, 1999); en efecto, el proceso permite que los jóvenes por su cuenta construyan sus propios valores morales, el joven debe ser motivado a construir sus propias normas de conducta, teniendo en cuenta los diversos puntos de vista, y sus posibles coordinaciones (Marcón, 2008); esto porque el victimario debe percibir como justo el acuerdo de restauración (Díaz, 2008). En este sentido, el trabajo restaurador reduce la reincidencia cuando le brinda al joven el aprendizaje de nuevas destrezas y habilidades, y cuando aquel lo percibe como una sanción legítima (Díaz, 2008); así mismo, el nivel de cumplimiento de la restitución se encuentra asociado a factores como “un programa específico dedicado a su monitoreo e implementación, que exista un control o apoyo en el cumplimiento y… que la magnitud de la restitución no sea excesiva y exista un tiempo razonable para pagarla” (Díaz, 2008, párr. 42); además, influyen factores como la disminución del prejuicio hacia el victimario, y su valoración como ser humano (Betancur, 2006); en este último sentido, resulta fundamental señalar algunas virtudes del victimario que se relacionen con el proceso, ello con el fin de que aquel no se sienta descalificado en todos los aspectos que componen su vida, y se potencien los que son prosociales en su comportamiento (Wachtel, 1999). Consecuentemente, no basta con condenar las conductas del victimario, sino que es necesario brindarle soporte (Bazemore, 2006); por ello, “debe elegirse una sanción que signifique para el adolescente algo nuevo y distinto, que tome en cuenta sus actitudes y preguntas, que lo motive y sea un reto para querer cambiar” (Vásquez, 2005, p. 17); se trata entonces, de un impulso a los aspectos de rehabilitación del victimario, no sólo a los compensatorios o sancionatorios (Díaz, 2004). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 61 La responsabilización implica no sólo responder por lo actuado (la falta), sino también por lo no actuado (pobres políticas sociales), siendo las dos caras de la misma moneda, en las que se debe actuar simultáneamente (Marcón, 2008); así pues, el interés debe ser mayor, en las disfuncionalidades del medio ambiente, que en la autodeterminación de los infractores (Merino & Romera, 1998); se trata entonces, de la búsqueda de las causas en el medio ambiente, que han producido la infracción, y la pronta intervención sobre aquellas (Merino & Romera, 1998). Y esto porque los hechos siempre están permeados por la cultura de los actores (Betancur, 2006); es decir, que las personas no se desarrollan dentro de programas, sino dentro de comunidades, y son éstas las que modulan las relaciones pacíficas o violentas (Bazemore, 2006); lo cual implica que la comunidad perciba al victimario como parte integrante de aquella (Díaz, 2004); que la comunidad disminuya las situaciones de riesgo en que se encuentre un joven (Díaz, 2004), porque las políticas criminales deben tener como función identificar, comprender y tratar a los grupos que resultan ser posibles focos de violencia, es decir, población en riesgo (Ciappi, 2006); y que se contextualice el comportamiento no prosocial dentro de una dinámica familiar y comunitaria (Merino & Romera, 1998), ello porque las agresiones representan no sólo la falta de autocontrol del victimario, sino también el fracaso de los controles provenientes del sistema familiar y el comunitario (Masters, 2002; Merino & Romera, 1998). Por tanto, es la interacción comunitaria la gestora y la que debe plantear una solución al comportamiento no prosocial (Merino & Romera, 1998); la que debe identificar e impulsar a las políticas juveniles, y la intervención en las mismas de todas las partes (De la Cuesta, 2008); la que debe promover habilidades que vayan en consonancia con el ofrecer disculpas, perdonar, reconciliarse, restituir, y con ideales políticos y sociales claros, no ambiguos o contradictorios (Bazemore, 2006); la que debe entender que ser pobre en un mundo de ricos, impulsa JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 62 sentimientos de desigualdad, los cuales suelen ir acompañados de percepciones de insulto, ofensa, e irrespeto a la dignidad personal (Ciappi, 2006); la que debe velar porque el Estado garantice un orden público justo (Díaz, 2007); y la que debe comprender que la cárcel resulta más legítima cuando las políticas sociales se detienen, o simplemente cuando se decide no apostarle a ellas (Ciappi, 2006). A hora bien, la violencia actual es la consecuencia de las injusticias del pasado, de las deudas no resueltas (Díaz, 2007); se trata de dos transgresiones, la del joven transgresor, y la del Estado que no interviene en la prevención y en el tratamiento de las situaciones riesgosas mediante la adopción de políticas sociales (Marcón, 2008); por tanto, el proceso de la justicia restaurativa embiste de responsabilidad a las partes, democratizando las posibles respuestas de toda la comunidad, al conflicto en general (Bazemore, 2006); lo cual implica que los miembros de las comunidades, asuman una perspectiva aplicable en relación con los fundamentos morales, sociales y económicos, de los conflictos y la violencia (Domingo, 2008). Por tanto, los comportamientos no prosociales son algo más allá del mero hecho de quebrantar la ley (Bazemore, 2006), los conflictos mal manejados quebranta la paz (Llobet, 2005); la violencia es una ofensa no sólo contra la sociedad y la ley, sino también contra las relaciones humanas (Díaz, 2007); ello porque los comportamientos disruptivos son algo más que una conducta ocasional, son una cultura instaurada que educa y moviliza a los jóvenes (Padovani, 2006), y que permite que el joven declare que existe, que está presente en un espaciotiempo, y que tiene derecho al bienestar social (Ciappi, 2006). En todo caso, cada persona debe hacerse responsable de su comportamiento para poder avanzar en el proceso (Britto, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009), es decir que, las personas que han causado el daño, y las que fueron afectadas, serán los principales participantes de cualquier JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 63 proceso restaurativo (Restorative Justice Consortium, 2005); así, los seres humanos, afectados, disputantes, agresores, y sus comunidades, son responsables, y están empoderados, en reconocer el daño y en reparar los daños tanto como sea posible, crear un futuro civilizado y seguro (Claassen, Kader, Tilkes & Noll, 2001), y usar procesos no adversos en la reconciliación de las personas afectadas (Murray, 2003); se trata del empoderamiento de las partes por promover una participación activa en la búsqueda y contribución de una solución que disminuya o evite la aparición de nuevas situaciones de violencia (Gutiérrez de Piñeres, 2009). En efecto, la responsabilidad en este plano, se define como una comprensión del daño que se ha causado, y del impacto de las propias acciones sobre los otros; de esta forma, se espera que quien causa el daño, haga sugerencias acerca de la forma de repararlo (Britto, 2005). Por tanto, la responsabilidad de reparar el daño, se especifica como la obligación del agresor de “hacer las cosas bien” con la persona afectada (Murray, 2003). En resumen, todos los actores que participan en un conflicto, tienen responsabilidad en las causas y consecuencias del mismo. En todo caso, la responsabilidad puede no ser claramente atribuible y presentarse ambigüedades en la misma; en ese sentido, las partes deben ser informadas de que ello podría suceder, y del respeto a su voluntad de continuar o no con el proceso restaurativo (Wachtel, 1999); al fin y al cabo, todas ellas tienen las mismas garantías y la misma ostentación de poder, en el proceso. Poder (categoría de análisis No. 6). Consecuentemente, se le debe garantizar igual poder dentro del proceso a las partes; es decir, ausencia de privilegios (Merino & Romera, 1998). Por eso es necesario realizar una identificación de las desigualdades preexistentes, para determinar el equilibrio que se desea restaurar o instaurar (Díaz, 2004), el desequilibrio de poder no puede ser desmesurado JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 64 (Domingo, 2008); ello porque se pretende la mutua comprensión, y no la imposición de superioridad de poder de alguna de las partes (Echeverri & Maca, 2006). Así, la equitatividad a la hora de afrontar y resolver los conflictos, versa sobre la identificación de desequilibrios de poder en la relación (Boqué, 2002), de relaciones de subordinación (Martínez, 2005), comprendiendo que el poder “se refiere a los recursos de conducta conflictiva que cada una de las partes dispone para motivar a la otra en sentido coincidente con sus metas” (Martínez, 2005, p. 22) En otras palabras, el equilibrio de poder implica la no existencia de estatus de inferioridad o superioridad en las relaciones, es decir, la percepción de igualdad entre las partes (Jares, 2003); y es que el diálogo deberá ser entre iguales, no entre estamentos con autoridad desigual, lo cual implica el reconocimiento del otro y de su legitimidad como actor e interlocutor (López, Rodríguez & Alzate, 2003); la mediación se realiza utilizando una aproximación en la cual ambas partes sienten que han sido tratadas como iguales, brindándoles la misma consideración, tiempo de habla, y preparación (Brookes & McDonough, 2006). En consonancia, resulta trascendental nunca sentirse o hacer sentir a alguien descalificado y/o rechazado (Florenza & Nardone, 2004); reconocer y valorar los aportes y el discurso de cada sujeto considerándolo como legítimo y auténtico (Escámez et al., 2002; Ortega & Mora- Merchán, 2005); comprender que ninguna idea o emoción es tonta, irrelevante y/o inexistente (Gijón, 2004); e impidiendo y/o reencaminando insultos, amenazas, descalificaciones, ironías, interrupciones, mandatos, ordenes, sermones (Arribas & Torrego, 2006) . Así pues, justicia y equidad significan el mutuo reconocimiento, y la consideración de cada parte en la búsqueda de su dignidad (Solé & Martín, 2007); en efecto obtener beneficios conjuntos, implica que las partes no se inhiban o compitan en supremacía, sino que dialoguen y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 65 negocien; se trata de procesos de acuerdo y cooperación (colaboración y satisfacción de las partes, Solé & Martín, 2007), que disminuyan las valoraciones negativas y discriminativas entre las partes (Martínez, 2005), es decir, generar una visión más favorable de la contra parte (Martínez, 2005), implementando la cercanía y la accesibilidad hacia la realidad de la misma (Gijón, 2004), e identificando en cualquier comportamiento algo positivo y negativo, que generó, mantuvo y/o proyectó el futuro del conflicto (Florenza & Nardone, 2004). Es menester pues, desechar las relaciones de poder (Boqué, 2002); aún bajo una situación de confrontación, cada ser humano debe reconocer al otro, es decir, reconocerle el derecho a una existencia digna y placentera, ello porque si se le humilla, la negociación y el entendimiento carecerían de sinceridad (Escámez et al., 2002). En esos sentidos, el modelo de Justicia Restaurativa está basado en la creencia que las necesidades de la comunidad, de la persona afectada y del agresor, deben tener una atención balanceada (Murray, 2003); por tanto, los participantes no deben ser discriminados o menoscabados en sus derechos por ninguna razón (Restorative Justice Consortium, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009), se trata del respeto por la dignidad de todos los participantes siempre (Restorative Justice Consortium, 2005), independientemente de si ellos han hecho el daño, o sean las personas afectadas (Restorative Justice Consortium, 2005); la regulación de los comportamientos dañinos implica acciones, pero éstas no pueden involucrar la denigración de ninguno de los actores (Britto, 2005). Así, la gente no pierde el derecho de ser tratada con respeto aun cuando ellas hayan causado el daño a otros, es importante acordarse de separar a la persona de sus acciones, y reconocer que no resulta benéfico juzgar el valor de la gente en ningún proceso restaurativo (Restorative Justice Consortium, 2005); esto es, en palabras de Britto (2005): JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 66 Dejarle claro que el afecto no está en juego, escucharle, darle un lugar a sus sentimientos y ver la dimensión humana de lo acaecido, obviamente esto no reduce la magnitud de los hechos, pero facilita comprenderlos para transformarlos y hacer prevención (Britto, 2005, párr. 41). En este sentido, algunos términos que etiquetan a la gente deberían ser evitados, los estudiantes que intimidan no deberían ser rotulados como matones o ñeros, igualmente, los estudiantes que han sido afectados no deberían mencionarse como sapos o nerdos (Restorative Justice Consortium, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009); lo que realmente importa es la búsqueda de las soluciones consensuadas y construidas en comunidad (Gutiérrez de Piñeres, 2009); por lo que el lenguaje no violento y no discriminativo son definidos, modelados y reforzados por toda la comunidad escolar (Cameron & Thorsborne, 1999). Sin embargo, el proceso no debe estar dominado por los adultos (Merino & Romera, 1998); y además, la víctima no debe percibir que está en segundo plano en comparación con los intereses del victimario y/o del aparato judicial (Díaz, 2008). Por otra parte, dado que las partes deben poseer total certidumbre acerca de cómo se resolverá el conflicto (Márquez, 2008); deben existir normas claras acerca de la confidencialidad y publicidad de situaciones incómodas o íntimas, para cada una de ellas (Merino & Romera, 1998). Y es que poseer información acerca de la contra parte, puede hacerla más vulnerable a una arremetida vindicativa. Venganza (categoría de análisis No. 7). Por tanto, así como la eficacia de la justicia restaurativa puede ser aprobada si mediante investigaciones se comprueba que reduce el crimen o el conflicto en general (Wachtel, 1999); también una forma de evaluación de la justicia restaurativa, resulta de identificar cuántos daños JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 67 han sido reparados y prevenidos (Domingo, 2008); lo cual implica que el encuentro con el victimario reduzca en la víctima los síntomas post-traumáticos del hecho, tales como daño emocional, sentimientos de vulnerabilidad, y angustia (Riva, 2005); en este sentido, y siguiendo a Umbreit y Roberts (1996 citado por Masters, 2002), gracias a la aplicación de la justicia restaurativa las víctimas tendieron a disminuir su deseo de venganza, y su temor a volver a ser victimizadas, así mismo, el proceso sirvió como referente para dar por cerrado ese capítulo de sus existencias. Es por ello que, con todos los anteriores conceptos en mente, se hace indispensable tener normas claras acerca de la estructura de los encuentros. Reglas del proceso (categoría de análisis No. 8). Por tanto, el proceso implica una confrontación cara a cara sin que medie la agresión, y de la que se espera se gesten unas estrategias de reparación, teniendo en cuenta las necesidades de las partes (Bazemore, 2006); es decir, que se busca que las partes participen activa y voluntariamente en la respuesta al hecho, y que consigan satisfacer sus necesidades y reparar los daños propios y ajenos (Díaz, 2007). Es por ello, que el proceso deberá contener una narración de los hechos y una dirección acerca de las pautas mínimas con las que se resuelven los conflictos (Riva, 2005); deberá contener la explicación y aclaración de la situación, la revelación de las causas y consecuencias de la misma (incluyendo sentimientos), y la adopción de medidas compensatorias (Merino & Romera, 1998); en efecto, las partes deben obtener suficiente información de procesos y resultados, percibir que son tratadas con respecto y dignidad, y recibir una compensación no sólo material, sino también emocional (Bazemore, 2006); puesto que se espera que aquellas desean poder asumir la responsabilidad de sus actos en el daño ocasionado, poseer voz y voto en las JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 68 decisiones, reparar el daño, tener apoyo y oportunidades para reincorporarse en la comunidad, y construir habilidades y relaciones prosociales (Bazemore, 2006). Resulta entonces trascendental que puesto que se trata de establecer un Servicio de Mediación Escolar (Lawrence, 2002), alguien siempre debe estar disponible (se trata de minimizar las horas laborales de diferencia entre la remisión y la intervención); y es que la disponibilidad de procesos restaurativos tiene que ser percibida como oportuna por la comunidad escolar entera y aprovechable para cada sujeto, sin importar qué tan mínimo o serio sea el incidente (Restorative Justice Consortium, 2005), eliminando además los prejuicios sobre la edad, el sexo, la raza, o la subcultura, de los implicados (Gutiérrez de Piñeres, 2009). A hora bien, se trata de una reunión entre quien resultó afectado y quien causó el daño (de acuerdo con el Consorcio de Justicia Restaurativa (2005) ellos deben ser los protagonistas en un proceso restaurativo (Britto, 2005)); sin embargo, en varios casos es fundamental que puedan participar otras personas secundarias (amigos, familiares, maestros, compañeros, vecinos) (Gutiérrez de Piñeres, 2009; y Gutiérrez de Piñeres, Bocanegra & Tovar, 2009)) de manera significativa, sin exclusión, teniendo en cuenta el reconocimiento del interés de los participantes, y aceptando las distintas alternativas que exponen los mismos (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Por tanto, los sujetos y el facilitador se encuentran investidos por la confidencialidad, la cual implica que los actores se expresen con libertad y confianza, siendo autónomos en los aspectos a revelar a foráneos (Arribas & Torrego, 2006); es decir, que todos los participantes al igual que los facilitadores restaurativos guardan confidencialmente el contenido de las comunicaciones restaurativas y la información personal de los actores; además, el facilitador se sujeta al consentimiento informado de los participantes y a las exigencias de la ley y de sus agencias políticas pertinentes (Restorative Justice Consortium, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 69 Inducción. Es pues menester definir y comunicar exactamente lo que debería pasar en un proceso restaurativo (Brookes & McDonough, 2006); es decir que es fundamental que exista, en las partes, una preparación completa del facilitador (Cameron & Thorsborne, 1999); así, para asegurarse de la efectividad y seguridad del proceso, ninguna reunión se hace sin que el facilitador prepare a los participantes pretéritamente (Brookes & McDonough, 2006). Consecuentemente, el proceso de mediación deberá contener un discurso de apertura donde se explique qué es la mediación, cuáles son sus objetivos, y cómo serán las dinámicas de las reuniones; donde se presente el mediador y defina su papel en el proceso; deberá además existir una constatación de que las partes comprendieron a cabalidad la anterior información, y de que comulgan mutuamente con las pautas del proceso; así mismo, deberá generarse un clima de confianza entre las partes y con la mediación (Riva, 2005). Por tanto, es necesario tener un diálogo íntimo con aquellos que deseen participar, con el fin, por un lado de evaluar si existe una motivación y un interés reales en buscar una solución al conflicto, a partir de los principios restaurativos, y por otro lado, brindar información verbal y/o escrita a los potenciales participantes para facilitar la toma de decisiones (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Los participantes deben asegurarse que entienden el objetivo de la conferencia (Cameron & Thorsborne, 1999); lo cual implica que cualquier tipo de documento deberá estar en un lenguaje fácil y sencillo para su comprensión, y resultar disponible para todos los participantes (Restorative Justice Consortium, 2005); además, se deberá promover que la solución de muchos problemas en la educación contemporánea, descansa en planear oportunidades para una mayor participación de los estudiantes (Moriarity, 1991, citado en Murray, 2003). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 70 Así, de acuerdo con el Consorcio de Justicia Restaurativa (2005; traducción propia), debe contarse con información suficiente, con la posibilidad de elegir, y con la garantía de estar en un proceso seguro (Britto, 2005); existe pues, una preparación sustancial detrás de la explicación del proceso, del arreglo del tiempo de reunión (Brookes & McDonough, 2006), y de la extensión del mismo para que resulte oportuno en el manejo de las necesidades y preocupaciones de todos los lados (Restorative Justice Consortium, 2005); en otras palabras, resulta trascendental poseer un espacio seguro y confiable para llevar el proceso a buen término (Magendzo, Toledo & Rosenfeld, 2004) lo cual implica definir tiempos y lugares específicos (Arribas & Torrego, 2006). Además, el facilitador no se asegura que aquellos que han causado el daño tengan pleno y libre conocimiento de sus acciones antes que el trabajo restaurativo proceda (Brookes & McDonough, 2006); pero sí que se conciencien acerca de que los valores restaurativos, habilidades y procesos, se usan en cualquier tipo de conflicto (Brookes & McDonough, 2006). Por tanto, se deberá recrear un ambiente de respeto, aprendizaje y aceptación (Boqué, 2002), lo cual implica: no insultar, o interrumpir, mientras se debería escuchar; no lesionar o amenazar la autoestima (Boqué, 2002); defender asertivamente los argumentos propios, pero no de forma sumisa o agresiva (Carbonell & Peña, 2001); debatir y ser crítico en todo momento; valorar la diversidad como algo positivo (Magendzo et al., 2004), lo cual supone afecto positivo, ternura, y sensibilidad en relación con la realidad del otro (Viñas, 2004); y asumir las reglas de juego, definiendo cuáles serán las actividades y responsabilidades de las partes en el proceso (López, Rodríguez, & Alzate, 2003). Es por ello, que sentados en círculo, teniendo presente evitar una proximidad espacial entre las partes en el lugar de debate que pueda ser interpretada como agresiva (Arribas & JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 71 Torrego, 2006), se propone inicialmente la utilización de un trozo de madera, o cualquier otro recurso para dar el turno en la palabra, y mantener el balance y la imparcialidad en todo el proceso (Gutiérrez de Piñeres, 2009); así, la regla general es que quien tiene la pieza que habla, puede elegir pasar la pieza sin hablar, pero sólo a la persona que tiene dicha pieza, se le permite hablar (Gutiérrez de Piñeres, 2009); es decir que, se puede generar el respeto de la palabra, mediante un objeto que simbolice que se está escuchando a alguien, y que no será abruptamente interrumpido o silenciado (Magendzo et al., 2004). Así mismo, dependiendo de la situación, resulta fundamental definir si en primera instancia, deben escucharse las necesidades de la o las personas que resultaron afectadas, y luego las de los demás actores (Gutiérrez de Piñeres, 2009); o si por el contrario es más adecuado que la reunión o conferencia no empiece rutinariamente con la persona principalmente agredida, sino con la persona que quiera iniciar (Brookes & McDonough, 2006); en efecto, puede importar mucho quién habla primero en un proceso restaurativo, porque las personas implicadas necesitan establecer el tono de la reunión (Brookes & McDonough, 2006). En todo caso, la oportunidad de ser parte en un proceso restaurativo, deberá detenerse cuando exista un riesgo significativo de un daño adicional, cuando haya desacuerdo sobre los hechos críticos, o cuando las partes no deseen participar (Restorative Justice Consortium, 2005). Voluntariedad. Dado que el conflicto es un problema compartido (Lawrence, 2002), todas las partes deben participar en su resolución (Lawrence, 2002); pero la participación de todos los involucrados debe ser voluntaria, y la decisión de hacerlo debe fundamentarse en la claridad de la información que se da para la toma de decisiones durante el proceso (Gutiérrez de Piñeres, 2009; Britto, 2005; Restorative Justice Consortium, 2005), incluyendo acuerdos y consecuencias de su incumplimiento (Restorative Justice Consortium, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 72 Para concretar estos fines, en la mediación se debe mantener la neutralidad de la autoridad, la no visión de que la justicia restaurativa sólo es una respuesta débil del sistema judicial, el encuentro y la cosmovisión de las partes, las garantías para expresar significados y emociones, y la creencia de que todo conflicto se puede solucionar y de que toda relación se puede recomponer (Padovani, 2006). Por tanto, el facilitador necesita asegurarse que la persona responsable de la ofensa quiera reunirse con la víctima, principalmente imaginándose que el fin es dar cuenta de sus acciones, lo cual quiere decir que desea admitir lo que hizo, disculparse, oír las consecuencias y enmendarse (Brookes & McDonough, 2006). En síntesis, los encuentros poseen cinco características básicas: Reunión, narrativa, emoción, entendimiento y acuerdo… La reparación comprende cuatro elementos: disculpa, cambio en la conducta, restitución y generosidad… [Además,] la reintegración implica: a) respeto mutuo entre los miembros de la comunidad, b) compromiso mutuo entre estos, [y] c) intolerancia hacia las conductas delictivas en la comunidad, sin menoscabo de su comprensión… [Por su parte,] la participación se logra mediante: a) la invitación a todas las partes a participar, b) la anticipación de que cada una de las partes intentará satisfacer sus propios intereses, y c) siendo lo suficientemente flexible para abordar nuevas estrategias y caminos posibles en el análisis de la situación (Díaz, F, 2007, párr. 19). A hora bien, la flexibilidad y la creatividad del proceso, recaen en buena medida en el facilitador. Papel del facilitador (categoría de análisis No. 9). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 73 Consecuentemente, el mediador deberá ostentar más que una imagen de autoridad, una imagen de neutralidad (Merino & Romera, 1998); por tanto, el mediador no puede imponer su punto de vista, las facultades de decisión recaen sobre las partes en conflicto, no sobre el mediador; éste busca satisfacciones y ventajas comunes, que se desprenden del justo intercambio de informaciones, y de comportamientos cooperativos (Domingo, 2008). En otras palabras, el facilitador deberá generar en las partes el interés y la preocupación por resolver el conflicto, más que identificarlas con desconfianza y hostilidad (Arribas & Torrego, 2006); el mediador no toma partidismo, ni juzga a los seres humanos, ni los etiqueta como éste es el bueno y éste es el malo (Brookes & McDonough, 2006). Así, el poder no deberá ser centralizado, la responsabilidad implica la asunción de autoridad descentralizada (Fernández, 2004); es decir que, las responsabilidades y las normas deberán ser producidas por los propios estudiantes y la comunidad educativa en general (Fernández, 2004), en ese sentido, el facilitador no deberá colocarse en una posición superior a las partes (Arribas & Torrego, 2006). La mediación es un proceso en el cual se cuenta con facilitadores imparciales, neutrales, objetivos e independientes, tanto como les sea posible (Lawrence, 2002; Brookes & McDonough, 2006; Restorative Justice Consortium, 2005; Britto, 2005); por lo que deberán ser vistos por la comunidad como tales, y actuar en consonancia (Restorative Justice Consortium, 2005), ya que apoyan a las partes en conflicto a encontrar un acuerdo aceptable para todos (Lawrence, 2002; Brookes & McDonough, 2006). Así pues, la realidad deberá ser interpretada por las partes, lo cual implica que el facilitador no impondrá sus normas, valores, u opiniones (Arribas & Torrego, 2006), es decir, que el facilitador no se adhiere a un punto de vista único y hegemónico (Arribas & Torrego, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 74 2006), por lo que son los disputantes y no los mediadores, quienes deciden los términos de dichos acuerdos (Lawrence, 2002; Brookes & McDonough, 2006). Por tanto, la imparcialidad implica legitimar intereses, valores, y versiones de cada uno de los actores (Arribas & Torrego, 2006); en efecto, más allá de imparcialidad, se trata de multiparcialidad, es decir, no defender acérrimamente a una parte o a otra, sino abogar por conceptos e ideas del uno y/o del otro (Arribas & Torrego, 2006). Ahora bien, el mediador debe observar todo el proceso (Díaz, 2008) y tomar nota constante (Riva, 2005); debe entrevistar a las partes (Díaz, 2008), prepararlas para el proceso (Díaz, 2004) y brindar la oportunidad de realizar reuniones privadas con cada parte individual en cualquier momento (Riva, 2005); debe además, tener una estrategia para evaluar y ordenar prioritariamente los intereses de las partes (Riva, 2005), mantener el seguimiento para identificar las variables que llevaron a la reincidencia si es el caso (Díaz, 2008); y obviamente debe, a lo largo de todo el proceso, parafrasear, replantear, y generar preguntas (Riva, 2005). El mediador, es pues, ficha clave en el proceso, por ello resulta de vital importancia que el mediador identifique unos objetivos precisos (meta o estado al que se pretende llegar); genere un listado de enfoques y alternativas (definidas, claras, no confusas, directivas y sin oposiciones) sancionativas y socio-educativas, que resulten ser más efectivas y eficientes que la reclusión; conceptúe un cuadro que sintetice la información, y un banco de informaciones que facilite la toma de decisiones; utilice una metodología restaurativa (plan de negociación y de actuación); cree y aplique un manual que defina los pasos, es decir, el conjunto de acciones, que debe realizar el ofensor para la restauración del daño causado; y finalmente, infiera estándares de justicia, daño y reparación, con miras a los lineamientos de la política criminal (Mojica & Molina, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 75 Por tanto, los mecanismos deberán permitir la legitimidad comunitaria del mediador y permitir la búsqueda de la objetividad del mediador, por medio del auto-análisis de sus condiciones, de su propio punto de vista, de sus principios, deseos e intereses, lo que implica: (a) Que las comunidades entiendan y acepten la figura; (b) que se elijan como operadores, personas acordes al sentido de la figura; (c) que los operadores estén capacitados para hacer su trabajo, y (d) que la comunidad acuda a ellos para solucionar sus conflictos (Ariza, 2007, pp. 33). Finalmente, es vital denotar la capacidad de los facilitadores de las conferencias, para manejar los niveles a veces altos de emocionalidad, que puedan surgir en un proceso (Cameron & Thorsborne, 1999). Respeto (categoría de análisis No. 10). En ese sentido, se promocionará el respeto durante todo el proceso; así, se entiende por respeto el interés de las partes por tender a encontrar significados comunes de la realidad, identificando valores universales que no se desdibujan dependiendo de la cultura específica, sino que por el contario esta multiculturalidad enriquece lo que representa ser humano (Escámez et al., 2002); se trata de que las propias certezas muten en las certezas del otro (Saucedo, 2005), y de que la verdad compartida abandone la polarización (Arribas & Torrego, 2006), promocionando la cooperación y la confianza en el otro (Gijón, 2004). Como se puede divisar, los protagonistas deberán elaborar y producir algo juntos (Gijón, 2004); este marco implica la construcción conjunta de conocimiento (Gijón, 2004), se trata pues de trabajar no contra el otro, sino con el otro (Boqué, 2002), de negociar y construir significados mediante la interacción (Gijón, 2004), de estar conscientes que se revelará información oculta (López et al., 2003) respetando el grado de confidencialidad definido previamente para las JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 76 reuniones (Fernández, 2004), es decir, acordar si las partes están de acuerdo con que se ventile en grupo alguna situación específica (Fernández, 2004), así como afirmar y demostrar la voluntad y la honestidad de cada uno de los actores (Fernández, 2002). Daño y culpa (categoría de análisis No. 11). En este contexto de confianza y comunión, resulta indispensable comprender qué se entiende como daño; la justicia restaurativa en el escenario escolar, ve la conducta desfavorable, no como un rompimiento de las reglas, ni como una quebrantamiento de la institución, sino como una violación contra la gente y las relaciones en la escuela, y de forma más amplia contra la comunidad; por tanto, la justicia restaurativa evoca que el daño es hecho a la gente y a las relaciones, las cuales tienen que ser exploradas, y aquel daño tiene que ser reparado (Cameron & Thorsborne, 1999; Murray, 2003; Restorative Justice Consortium, 2005); se pretende proveer oportunidades, para hacerse una idea y aprender cuándo un comportamiento es estimado como inaceptable o dañino (Cameron & Thorsborne, 1999), y cuáles son los factores que generan el conflicto (Gutiérrez de Piñeres, 2009); así, la necesidad de direccionar el daño hecho, no toma lugar hasta que la persona admite total y libremente sus acciones, y toma responsabilidad de éstas (Brookes & McDonough, 2006; Gutiérrez de Piñeres et al., 2009). Entonces, un agresor debe admitir algún nivel de responsabilidad por la ofensa, y un componente importante de ello es el nombre y la identificación de lo que se hizo mal (Brookes & McDonough, 2006); se trata de asegurarse que las personas tomen una responsabilidad moral genuina de su parte en lo qué acaeció (Brookes & McDonough, 2006); sin olvidar que las partes están asumiendo estar en un nivel de juego moral, a menudo con responsabilidades que pueden necesitar ser compartidas con todos los demás participantes (Restorative Justice Consortium, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 77 2005), es decir, que las directrices negociadas pueden ayudar al grupo a que reconozca su responsabilidad compartida (Restorative Justice Consortium, 2005). Así, el enseñar destrezas para la resolución de conflictos ayuda a los alumnos a tomar responsabilidad de sus sentimientos y conductas, tanto como para resolver sus propios conflictos, como los de sus semejantes (Lawrence, 2002); además, les permite obtener conciencia acerca de que las escuelas también son responsables de aquellos aspectos de estructura, política, organización, plan de estudios, y de pedagogía, que han contribuido al daño y a la falta (Cameron & Thorsborne, 1999). Por tanto, los actores promueven la corresponsabilidad frente a las acciones ejecutadas y a las decisiones, y reconocen el papel de la comunidad frente a la respuesta que debe dársele al conflicto (Gutiérrez de Piñeres, 2009), contestando, por ejemplo, a las preguntas: ¿qué puede la gente aprender del incidente para evitarlo la próxima vez? y ¿cómo puede la escuela apoyar y reintegrar a aquellos que directamente están implicados en el conflicto? (Restorative Justice Consortium, 2005). Así, en la estructura de la función de las partes interesadas, se relaciona el daño que genera el conflicto, con la necesidad específica de cada una de las partes, y con las respuestas restaurativas que deben darse para satisfacerlas (Gutiérrez de Piñeres et al., 2009; Britto, 2005); por lo que resultan vitales las necesidades emocionales e informativas de los agresores, lo mismo que el desarrollo de la empatía hacia ellos (Murray, 2003), se persigue pues, una confluencia del lenguaje que usamos, para describir qué es lo que se cree se está haciendo correcta o incorrectamente (Brookes & McDonough, 2006). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 78 En todo caso, no se trata de un proceso cuya dirección vaya en un sólo sentido, sino que es bidireccional, es equitativo para todas las partes, más a nivel de la expresión y recepción de un cúmulo de puntos de vista. Puntos de vista (categoría de análisis No. 12). En efecto, se busca admitir y estimular el intercambio de diversas opiniones (Boqué, 2002), lo cual implica: 1. Demostrar respeto ante las ideas del otro (Carbonell & Peña, 2001). 2. No sólo concentrase en un único estímulo, sino entender el conflicto desde la mayor cantidad de puntos de vista (Arribas & Torrego, 2006). 3. Promover la asunción de diversas interpretaciones del comportamiento y del contexto en que se da aquel (Florenza & Nardone, 2004); asumiendo que un mundo superpuesto envuelve no sólo una única interpretación de los hechos, y que ante una vivencia podemos generar multitud de comportamientos (Saucedo, 2005; Martínez, 2005), incluyendo diversas perspectivas (Rodríguez, 2005). 4. Estar presto a aceptar disímiles formas de interpretar la realidad (Boqué, 2002); es decir, entender lo que el otro dice, aunque no se comparta; pero identificando a un ser humano que comprende el mundo distinto a otros seres humanos (Magendzo et al., 2004). 5. Admitir variados estilos de vida y de cosmovisiones (Martínez, 2005). 6. Comprender que lo “real” siempre se convertirá en una realidad subjetiva susceptible de cambio (Magendzo et al., 2004). 7. Intentar comprender códigos culturales o subculturales ajenos y/o contrarios (Martínez, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 79 8. Estar permeado a ser persuadido por los discursos de las diversas partes (López et al., 2003). 9. Analizar diferentes planteamientos e inquietudes (Boqué, 2002). Consecuentemente, para que se adelante en estos fines, resulta indispensable debatir y negociar. Soluciones (categoría de análisis No. 13). Por tanto, resulta trascendental una negociación franca, flexible y creativa; así, la negociación se trata de presentar, abordar, y discutir problemas e ideas (Boqué, 2002; López et al., 2003), de generar deliberaciones (Torrego, 2003), descripciones, diálogos, debates colectivos, y razonamientos de pros y contras (Solé & Martín, 2007); ello porque por medio del intercambio de mensajes se actualiza la información, se descifran los significados, los sentidos, y la valoración de lo narrado y sus intereses (Viñas, 2004); al tiempo que se patrocina un proceso de aclaración de ideas y de posturas (Gijón, 2004), y de cómo las emociones relajan o empeoran una relación (Viñas, 2004). La mediación escolar reconoce que los estudiantes son competentes para resolver sus propias disputas, y fomenta a los estudiantes a desarrollar habilidades para solucionar sus problemas (Murray, 2003); se trata de otorgar a la gente joven destrezas que puedan usar en cualquier contexto (Lawrence, 2002); por ejemplo: la reflexión crítica que le permita a las personas acercarse a un conflicto con mente abierta, esto implica que deba estar preparada para modificar sus opiniones; la cooperación, que involucra la capacidad para trabajar con otros en el logro de las metas y objetivos propuestos; la comprensión, que incluye la capacidad para entender los sentimientos y opiniones de otros; la asertividad, es decir tener la pericia para comunicar de forma adecuada los propios derechos, sin agredir o disminuir los derechos propios JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 80 y de los otros; la solución de conflictos, como el arte de apreciar diferentes problemáticas y buscar una salida para cada una de ellas; y la pericia de influir reflexivamente en la toma de decisiones (Hicks,1993 citado por Britto, 2005). Así, el proceso no se hace bajo una atmósfera amenazadora, ni disciplinaria, sino que se basa en la comunicación (Murray, 2003); hay mucho contacto y diálogo con todos aquellos afectados, por un incidente en la escuela con énfasis en el impacto del comportamiento en otros (Cameron & Thorsborne, 1999); en efecto, la justicia restaurativa permite que los ofensores tengan la oportunidad de reconocer el impacto de lo que ellos hicieron, y de hacer una reparación, y que las víctimas, tengan la oportunidad de hacer que se reconozcan sus ofensas, y de que se hagan las rectificaciones (Restorative Justice Consortium, 2005); se trata pues, de promover la sanación del daño (Gutiérrez de Piñeres, 2009). En estos sentidos, se maximiza esperar lo mejor de los demás; es decir, que la regulación de los comportamientos dañinos implica acciones, y éstas no deben involucrar la denigración de quien causó el daño ni de quien lo recibió, sino que por el contrario, debe esperarse siempre lo mejor de cada uno (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Para tal fin, resulta útil la realineación de asuntos (Brookes & McDonough, 2006); por ejemplo, el pensamiento reflexivo, crítico y creativo (Boqué, 2002), implica dotar a las partes de diversos marcos para analizar los conflictos, es decir, reencuadrar o reencaminar la problemática mediante la puesta en juego, la reformulación, y la lectura alternativa, de diferentes percepciones, perspectivas, y justificaciones de las situaciones, reduciendo estados de tensión, alejamiento de las partes y actitudes defensivas (Arribas & Torrego, 2006) . JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 81 En ese sentido, en el reencuadre, se modifican los mensajes al analizarlos desde diferentes perspectivas (Arribas & Torrego, 2006); es decir que, el reencuadre, (siguiendo el modelo de Díez y Tapia, 1999 citados por Arribas & Torrego, 2006) es una técnica que: A partir de indagar en los pensamientos, en las concepciones previas, valores, etc., trata de promover un punto de vista distinto del original pero que esté es sintonía con el universo de valores de los contrincantes, y está orientado a suavizar el conflicto o a mejorar la visión del otro (Arribas & Torrego, 2006, pp. 110). Por tanto, se pretende una actitud para abordar diferentes fuentes de información de forma abierta, crítica, y con visión, en el marco de un compromiso con la justicia (Britto, 2005); proceso que redunda en la asunción de nuevos valores (por ejemplo, énfasis en reparar el daño), nuevas destrezas (por ejemplo, la mediación), nuevos roles (por ejemplo, respecto a la organización de la comunidad), nuevas expectativas (por ejemplo, proveer comunicación y contribución a las personas afectadas), nueva formación (por ejemplo, sensibilización de la persona afectada y del agresor, construyendo destrezas cognitivas), y nuevo conjunto de soporte (por ejemplo, supervisión clínica, colaboración comunitaria; Murray, 2003). La conferencia restaurativa deberá, finalmente, incrementar la empatía y reducir la impulsividad por parte de los actores, mejorando los resultados (la satisfacción) de víctima y ofensor (Cameron & Thorsborne, 1999); se trata de evitar un diálogo injusto y partidista (Brookes & McDonough, 2006), puesto que hay un crecimiento de consensos que la mejor manera de manejar la violencia escolar y de prevenir su propagación en la comunidad, es desactivar las disputas antes que se vuelvan violentas (Trevaskis, 1994; Murray, 2003). Así, el reconocimiento del daño, de la pérdida experimentada por la persona afectada, el respeto por los sentimientos de los participantes, y una oportunidad para dar resultado a sus JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 82 necesidades, deben ser consideradas y conocidas (Restorative Justice Consortium, 2005); se busca que el estudiante afectado sea escuchado y ayudado; permitiendo la expresión de emociones y necesidades (Restorative Justice Consortium, 2005), y que quién causó el daño esté dispuesto a tomar responsabilidad y a disculparse por sus acciones (Brookes & McDonough, 2006); se trata, en palabras de Britto (2005): “poner en claro cuáles son las reglas que ha roto, las implicaciones de lo que hizo y las consecuencias que acarreó su actuación, que sin duda alguna debe reparar” (párr. 41); se patrocinan pues, las emociones, entendidas como facilitadores del proceso de comprensión (Gutiérrez de Piñeres, 2009). En estos sentido, en la Teoría del Procedimiento Judicial de Tyler (2004 citado por Gutiérrez de Piñeres, 2009), se plantea que cuando las personas creen o sienten que han sido escuchadas durante el procedimiento judicial, y que han sido tratadas con respeto y dignidad, están más dispuestas a aceptar los resultados de dicho procedimiento, así sea en contra de ellas; además, a partir de otras investigaciones, se ha mostrado cómo las prácticas restaurativas son valiosas en las escuelas porque brindan la oportunidad de dialogar y de reflexionar acerca del comportamiento que amenaza la cohesión social, lo mismo que la oportunidad de introyectar, comprender y aprender cuándo un comportamiento es considerado como inadecuado (Thorsborne, 2005, 2001; Gutiérrez de Piñeres, 2009). El proceso entonces, permite revisar diferentes alternativas (Gutiérrez de Piñeres et al., 2009); y propende por abrir caminos para la reparación (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Relaciones futuras (categoría de análisis No. 14). En efecto, la justicia restaurativa se enmarca en un carácter relacional, puesto que en ella se producen interacciones cara a cara, aunque sean antagónicas o divergentes respecto a la percepción de necesidades e intereses entre las partes (Gutiérrez de Piñeres et al., 2009); en lo JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 83 corrido del texto, necesidades e intereses serán asumidas como sinónimos, por lo que no se tratarán por aparte, ni se discriminará entre ellos. Por tanto, se busca tener en cuenta y satisfacer las necesidades e intereses de todos los participantes (Restorative Justice Consortium, 2005), es decir, aquellos que resultaron sustancialmente afectados o que sufrieron alguna pérdida, aquellos que causaron a otros un daño o una pérdida, y la afectación de la comunidad local y la sociedad (Classen, 2003, citado por Gutiérrez de Piñeres et al., 2009). Se trata de determinar qué tan bien puede cada actor del conflicto establecer libre, claramente y con entendimiento los puntos de vista y objetivos propios y ajenos, y sin embargo, inclinarse por las perspectivas de los otros (Claassen et al., 2001); se trata de promover el ventilar los sentimientos, el expresar los puntos de vista, y el clarificar las necesidades y los intereses, todos ellos personales y foráneos, pero tender a optar por los de la contra parte (Murray, 2003; Gutiérrez de Piñeres et al., 2009). Así, se indagan, en primer lugar, los aspectos que resultan relevantes para las partes, en lo concerniente a necesidades e intereses referentes al daño (Boqué, 2002), para ello se sugieren los siguientes tópicos a realizar y analizar: 1. Identificar puntos, aspectos y temas conflictivos (Escámez et al., 2002). 2. Las partes se deberán preguntar: ¿cuál es la situación que me está afectando como actor, cuáles son los sentimientos que me genera la situación, por qué creo que me afecta de esa forma, qué necesito para sentirme mejor? (Viñas, 2004). 3. Definir el problema en términos de intereses (López et al., 2003); es decir, ¿qué quieren las partes?, y ¿por qué y para qué lo quieren? (Martínez, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 84 4. Definir el problema en términos objetivos (López et al., 2003); un objetivo siempre será un punto de llegada o de referencia, el logro de una meta (Florenza & Nardone, 2004). 5. Los objetivos e intereses deberán ser explícitos, claros y fáciles de expresar (Fernández, 2004); igualmente deberá ser la comunicación de la situación y la postura de cada una de las partes (Escámez et al., 2002). 6. Las expectativas de cada una de las partes, deberán ser clarificadas por las mismas (Fernández, 2004). 7. La situación puede ser interpretada en términos de importancia y significación para cada una de las partes (Arribas & Torrego, 2006). 8. Identificar los temas más urgentes, importantes, necesarios, convergentes o divergentes (Fernández, 2002). 9. Describir el valor del conflicto para cada una de las partes, es decir, magnitud de los intereses, urgencia de las necesidades, resultado buscado o esperado, sopeso de costos y beneficios (Martínez, 2005). 10. Identificar las dimensiones del conflicto, es decir, si se trata de metas materiales y/o simbólicas (Martínez, 2005); así mismo, identificar las fuentes de conflicto, las cuales pueden ser recursos, controles, accesos, pertenencias, territorios, tiempos, espacios, datos, ideas, valores, estructuras de poder (Martínez, 2005). 11. Definir las relaciones de conflicto (incompatibles para las partes) y de cooperación (compatibles y complementarias para las partes, Martínez, 2005); es decir, identificar los intereses comunes de los incompatibles (Martínez, 2005). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 85 12. Comprender que desarrollar empatía engloba la capacidad de expresar y reconocer sentimientos propios y ajenos (Fernández, 2004; Viñas, 2004). 13. Identificar las formas de violencia (física, psicológica, contra las posesiones, en referencia a la marginalidad), que han utilizado las partes (Viñas, 2004). 14. Registrar problemas e incidentes a modo de inventario en donde intervenir (Fernández, 2004). Así pues, como el lector ya lo comprende, las fases de manejo y solución de conflictos, mediante la filosofía de la justicia restaurativa no resultan lineales, y sus elementos se superponen con los de otras fases, incluyendo cuando se intenta desembocar en acuerdos. Acuerdos (categoría de análisis No. 15). A hora bien, en los acuerdos se trata de pensar juntos sobre las posibles soluciones al conflicto (Jacobson y Lombard, 1992 citados por Murray, 2003); por tanto, el propósito de la mediación es establecer acuerdos mutuos en cómo las partes pueden relacionarse o comprometerse con otras en el futuro, y cómo se pueden evitar otros conflictos (Brookes & McDonough, 2006; Murray, 2003); el acuerdo se busca partiendo del intercambio de información (Britto, 2005; Gutiérrez de Piñeres, 2009); así, el principal enfoque es llegar a un acuerdo reparativo (Brookes & McDonough, 2006); por ejemplo, entre las formas de reparar el daño se haya restitución, servicio comunitario, y mediación (Murray, 2003). El proceso intenta asegurar, de alguna manera, que quien causó el daño no vuelva a hacerlo (Gutiérrez de Piñeres, 2009); en este sentido, los acuerdos reparativos reconocen que se le debe dar a los agresores la oportunidad de corregir sus errores y redimirse, en sus propios ojos, y en los ojos de la comunidad (Price, 2001; Murray, 2003). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 86 Es pues, una oportunidad de explorar cómo las posibilidades de calidad de vida de los estudiantes (ofensores y víctimas) y sus familias podrían ser mejoradas, y cómo el sistema podría ser transformado de modo que se pueda reducir al mínimo la posibilidad de daño adicional (Cameron & Thorsborne, 1999); se apuesta porque ambas partes lleguen a un acuerdo donde haya una relación de ganancia – ganancia (Brookes & McDonough, 2006), y se asuma como justa (Restorative Justice Consortium, 2005). Por tanto, una o las dos partes pueden disculparse y ofrecer enmendarse (Brookes & McDonough, 2006); y es que la disculpa se interpreta como una fracción importante de la respuesta esperada de los estudiantes en caso de ser víctima o victimario de un comportamiento ofensivo (Cameron & Thorsborne, 1999); en todo caso, puede suceder que luego de la petición de disculpas (en la cual se reconoce el comportamiento erróneo), no necesariamente se otorgue el perdón, y a esto debe estar dispuesto quien ofrece sinceramente disculpas (Gutiérrez de Piñeres, 2009). El proceso abarca tratar con las secuelas del conflicto u ofensa, y sus implicaciones para el futuro (Restorative Justice Consortium, 2005); en efecto, se pretende dar respuesta a los conflictos a través del consenso de todos los actores involucrados en el mismo (Gutiérrez de Piñeres et al., 2009); es pues, menester facilitar un tiempo adecuado a todos los participantes para decidir (Consorcio de Justicia Restaurativa, 2005 citado por Britto, 2005). Así mismo, hay muchos acuerdos creados por la mediación que son fuertes, que tienen valores enormes para las partes involucradas; sin embargo, a veces sucede que las partes no expresan sus sentimientos a los otros, o no admiten sus responsabilidades, o no se disculpan (y no quieren hacerlo); así, no desean llegar a un “proceso terapéutico”, ellas sólo quieren resolver JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 87 la disputa y seguir con sus vidas, y la mediación es muy útil en esta empresa (Brookes & McDonough, 2006). Sin embargo, si un proceso evade rutinaria y deliberadamente el trato con los sentimientos resaltados, o con la ventilación y expresión de agravios, y coloca un alto valor en el acuerdo o en una tarea reparativa, evitando el reconocimiento total y libre de la responsabilidad, y dejando de lado una expresión de remordimiento sincero, entonces se desaprovechan elementos esenciales de la justicia restaurativa (Brookes & McDonough, 2006). En esa dirección, se trata de adoptar una escritura del acuerdo, sendero que cuantifica y califica el cambio de comportamiento, modos específicos, realistas y mesurables de transformación (Cameron & Thorsborne, 1999). Con todo lo anterior en mente, a continuación se analiza la consecución de acuerdos desde los tópicos generalidades, espectro, plausibilidad y especificidad de los mismos (López, Rodríguez & Alzate, 2003), a saber: Generalidades. 1. Los actores y partes deberán ser reconocidas como legítimas (Iborra, 2004). 2. Cada parte debe ganar algo (López et al., 2003); así, un acuerdo óptimo, depende de una buena ponderación de beneficios y costos (ventajas y desventajas) para cada parte (Escámez et al., 2002). 3. La solución habrá de ser negociada, en el sentido de que es satisfactoria para cada una de las partes (Fernández, 2002); es decir que, las alternativas deberán desagraviar las interpretaciones, necesidades e intereses de las partes afectadas (Arribas & Torrego, 2006; Escámez et al., 2002). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 88 4. Los acuerdos no podrán resultar ser contradictorios con las propias creencias y valores de cada una de las partes (Arribas & Torrego, 2006). 5. La solución a la que se desemboque deberá ser interpretada por cada uno de los actores como justa (Gijón, 2004; Arribas & Torrego, 2006; Fernández, 2002); y la justicia implica que ninguna de las partes sienta que se violó alguno de sus derechos (Arribas & Torrego, 2006). 6. La satisfacción de las partes deberá cuidar el no perjudicar ni a la institución educativa, ni a terceros (Viñas, 2004). 7. Se indagará acerca de cómo desean las partes que quede la relación después del conflicto (Boqué, 2002). 8. Si logramos que el otro cumpla una norma personal, o no lo haga, debemos tener una razón que integre las preguntas: ¿qué beneficio personal trae que se cumpla, y cuál es el valor negativo de su incumplimiento? (Iborra, 2004). Espectro. 1. Identificación de lo que se espera del otro, y en relación qué se ofrece (Arribas & Torrego, 2006). 2. Establecimiento de una dirección, es decir, de qué alejarse y a qué acercarse (Iborra, 2004). 3. Identificación de los aspectos a modificar (Boqué, 2002), e identificación de las conductas que dañan a personas en concreto, teniendo en cuenta espacios-tiempos delimitados (Saucedo, 2005). 4. Definición del espectro de sensibilización, de acción, de expectativas asequibles, y de obstáculos (Boqué, 2002). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 89 5. Identificación de puntos fuertes y de obstáculos potenciales (Iborra, 2004). 6. Identificación de los resultados y objetivos deseables a corto, mediano y largo plazo (Iborra, 2004). Plausibilidad. 1. La escogencia de la mejor solución, implica que sea realizable en la práctica (Fernández, 2002). 2. Se pretende identificar las decisiones a aplicar en situaciones concretas, comprendiendo el grado de control de los actores sobre las mismas (Martínez, 2005), es decir que el actor en cuestión posea las características para llevarlas a cabo (Fernández, 2004). 3. Identificar la disponibilidad de recursos para llevar a buen término la solución (Iborra, 2004). 4. El acuerdo será colectivo siempre y cuando se pueda instaurar fácilmente en las prácticas de los actores de la institución educativa (Viñas, 2004). 5. Un acuerdo deberá ser posible, realizable, realista, concreto, viable, implementable, equilibrado y justo, si no resulta así, se buscarán nuevas opciones de acuerdo (Arribas & Torrego, 2006; Fernández, 2002). Especificidad. 1. Es menester preguntarse: ¿qué tipo de comportamientos asumirán los protagonistas para resolver la problemática? (Boqué, 2002); es decir, ¿qué se hará?, ¿quién lo hará?, ¿cómo lo hará?, y ¿cuándo lo hará? (López et al., 2003; Boqué, 2002; Arribas & Torrego, 2006; Fernández, 2002). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 90 2. La solución no deberá sólo corresponder al corto plazo, sino que se ha de plantear el futuro a mediano y largo plazo de las partes (Solé & Martín, 2007; Carbonell & Peña, 2001); es decir, ¿por qué es importante, qué ocurrirá en el futuro inmediato, y qué a mediano y largo plazo, si se cumple o no la solución? (Iborra, 2004). 3. El victimario y la víctima deberán acordar diferentes comportamientos para ayudarse el uno al otro (Fernández, 2004). 4. Deberá existir plena claridad acerca de las dificultades que se podrían presentar en la marcha y cómo podrían ser superadas (Escámez et al., 2002). Restauración (categoría de análisis No. 16). En estos sentidos, una aproximación a la justicia restaurativa para la resolución de conflictos puede ayudar a mejorar el clima educacional de la escuela (Murray, 2003), porque la mediación escolar crea nuevas normas de interacción social en la cultura institucional (Murray, 2003); se trata pues, del aprendizaje de procesos restaurativos, para conducir a una reducción del daño, y del miedo al delito y a los conflictos en general; es decir, cambio alentador cultural y comportamental entre individuos y comunidades (Restorative Justice Consortium, 2005). Entonces, una de las características y consecuencias al mismo tiempo del manejo de los conflictos, es el cambio (Gutiérrez de Piñeres et al., 2009); el propósito de la escuela basada en la mediación es proveer un proceso de resolución restaurativa del conflicto que activamente envuelve a las personas afectadas y a sus agresores en la reparación (lo más que se pueda) del daño emocional y material causado por la infracción; así, la mediación provee una oportunidad para las personas afectadas de obtener respuestas, de discutir las ofensas, de expresar sus sentimientos, y de finalmente desarrollar un plan de restitución mutuamente aceptable, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 91 encaminándose al daño causado por el agresor (Greenwood & Umbreit, 2002, citado en Murray, 2003). En ese sentido, la restitución puede implicar, o bien el pago por el daño, o bien la reposición o devolución de la propiedad (Gutiérrez de Piñeres, 2009); además, la compensación implica hacer algo por otros; por ejemplo, desarrollar acciones como voluntariados en organizaciones encargadas de la atención y la asistencia a las víctimas (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Sin embargo, el núcleo central de la justicia restaurativa no es la restitución y/o la compensación (aunque son elementos importantes y a veces necesarios); ello porque el trabajo de la mediación escolar es ante todo restaurar las relaciones entre los estudiantes, más que tener una aproximación retributiva o disciplinaria (Murray, 2003; Gutiérrez de Piñeres, 2009); en este sentido, la restauración implica el fortalecimiento de las relaciones (Cameron & Thorsborne, 1999), más allá del castigo, se trata de construir y sostener relaciones positivas en las comunidades escolares (Cameron & Thorsborne, 1999); es decir que el objetivo es un aprendizaje de todo lo acaecido en el curso del proceso (Gutiérrez de Piñeres, 2009), logrando un ambiente más seguro y confiable en la escuela (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Es por ello que resulta fundamental que quien causó el daño se comprometa a no volver a repetir su acción, ni en contra de la persona que resultó afectada, ni en contra de otros seres humanos, y que realmente no quiera volver a hacerlo (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Consecuentemente, la reintegración, es quizás uno de los más importantes objetivos de las prácticas restaurativas, que propende por la reincorporación tanto de aquellos que resultaron afectados, como de aquellos que causaron el daño, a la comunidad; se trata de personas valiosas y significativas, que patrocinan la disminución de la estigmatización, incluyendo el respeto hacia JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 92 la víctima y el agresor, y el apoyo material, moral y psicológico de toda la comunidad educativa, en beneficio de aquellos (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Por tanto, donde el daño ha sido reparado o enmendado, debe ser reconocido, valorado y publicitado (Consorcio de Justicia Restaurativa, 2005 citado por Britto, 2005); y es que la comunidad escolar y la sociedad en general, deben estar enteradas de lo que pasó, a quiénes afectó el incidente, cómo se ha trabajado en conjunto para dar respuesta al suceso, cómo se ha tratado de reparar el daño, cómo el colegio brindó soporte y facilitó la reintegración de los directamente involucrados en el conflicto, y cómo pueden las personas aprender de la experiencia (Gutiérrez de Piñeres, 2009). Por ejemplo, los resultados restaurativos implican beneficios emocionales, cognitivos y de relación, experimentados por los participantes durante y después del proceso, tales como los sentimientos de seguridad y responsabilidad, el aumento de la autoestima, la decadencia de la ira, y el incremento de la empatía; los cuales se basaron en la elaboración y desarrollo de un plan de acción específico (Brookes & McDonough, 2006). Así pues, dado que los resultados restaurativos deben ser claros, transparente también debe ser la forma de evaluarlos y de realizarles seguimiento. Evaluación y seguimiento (categoría de análisis No. 17). En efecto, según el Consorcio de Justicia Restaurativa (2005), debe garantizarse un seguimiento a los procesos, acuerdos y metas construidos (Britto, 2005); es menester pues, desarrollar y promover apropiados estándares y principios para evaluar y guiar la práctica restaurativa (Restorative Justice Consortium, 2005); debe gestarse un plan de monitoreo y de evaluación de la misma (Gutiérrez de Piñeres, 2009), porque son ellas las comprobaciones JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 93 óptimas del programa (Lawrence, 2002), que definen si se puede o no, realizar donde quiera que se adopte como posible (Restorative Justice Consortium, 2005). En ese sentido, si un acuerdo no es realizado, todas las partes deberán ser informadas (a menos que hayan declarado antes que no desean serlo), de modo que aquellas tengan la oportunidad de disertar acerca del por qué el proceso se ha estropeado, y se acuerde y defina cómo ellas desean proceder (Restorative Justice Consortium, 2005). En consecuencia, se presentan a continuación algunos aspectos a tener en cuenta, para que los acuerdos resulten permeables al seguimiento y a la evaluación (Arribas & Torrego, 2006; Fernández, 2002), a saber: 1. Luego de generar alternativas y propuestas, éstas se deberán evaluar, en el sentido de ventajas e inconvenientes (Fernández, 2002). 2. Los acuerdos deben lograr consenso en valores mínimos de convivencia (Escámez, García & Sales, 2002). 3. Las conductas siempre serán observables (Arribas & Torrego, 2006); por tanto, la reconciliación no sólo es un escrito en donde se ponen de manifiesto necesidades, sino un catálogo de acciones precisas y concretas para satisfacer aquellas (Viñas, 2004); se trata de que los contratos sociales sean específicos de las conductas que cada protagonista desarrollará al cabo de los días y la forma de realizar su seguimiento (Fernández, 2004). 4. Es menester redactar el acuerdo, asegurándose que existe aceptación y voluntad en su cumplimiento (Fernández, 2002); así, el acuerdo deberá ser por escrito (Escámez et al., 2002) y firmado por todos los participantes (Fernández, 2004). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 94 5. Dado el caso de no acuerdos o acuerdos parciales, un acta deberá contener los aspectos no solucionados y el porqué del asunto fallido (López et al., 2003). 6. Es importante desarrollar un documento el cual prevea soluciones acerca de qué y cómo actuar ante diversas circunstancias conflictivas en las escuelas, al tiempo que su adaptación a personas-contextos específicos (Florenza & Nardone, 2004). 7. Es fundamental divisar qué se hará si alguna de las partes no mantiene los comportamientos prometidos, asumidos y acordados (Fernández, 2004); es decir, qué ocurrirá si se viola el acuerdo, si no se cumple (Arribas & Torrego, 2006; Magendzo et al., 2004); teniendo en cuenta que el contrato final fue producto de la información y reflexión puestas en la mesa (Arribas & Torrego, 2006). 8. La evaluación debe caracterizar si se consiguió el restablecimiento óptimo de la relación (Escámez et al., 2002), si al finalizar el proceso las relaciones entre las partes se fortalecieron (Rodríguez, 2005). 9. Se busca analizar el pasado a la luz del futuro, es decir, a la luz de la reconciliación, la reconstrucción y la resolución (Viñas, 2004). 10. El seguimiento responde a las preguntas, si funcionó o no el acuerdo, y cuáles serán los ajustes, modificaciones, y perfeccionamientos del mismo, disminuyendo la sensación de fracaso o frustración de las partes (Fernández, 2002); en otras palabras, el seguimiento implica saber si el acuerdo resultó justo, concreto, realizable, y evaluable, y si se caracteriza por ofrecer y pedir lo pactado, por resolver, reparar y reconciliar, y por mejorar la interacción futura (Arribas & Torrego, 2006). Una vez descritos los elementos que caracterizan a la justicia restaurativa, enseguida se plantean algunas dificultades que podrían entorpecer su óptimo desarrollo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 95 Dificultades en la aplicación de la justicia restaurativa Entre las posibles situaciones que pueden entorpecer el proceso de la justicia restaurativa se encuentran: poco remordimiento y pobre asunción de responsabilidad del victimario y su familia, deficiente reparación material, e indicaciones de la futura reincidencia del victimario (Merino & Romera, 1998); ello porque puede suceder que realmente no busca la persona ser admitida o readmitida en la comunidad, es decir que, se siente cómoda en una subcultura delincuencial, en el crimen aislado y/o en la violencia escolar (Díaz, 2004); también se encuentran: deficiente expresión de alguna de las partes, o expresión de recuerdos desagradables que hacen más vulnerables a alguna de ellas, expectativas irrealistas, y obtención de privilegios de alguna de las partes (Merino & Romera, 1998), es decir, desequilibrios de poder entre víctima, victimario y comunidad (Díaz, 2004); finalmente, puede suceder que el dinero dispuesto para la reparación, haya sido obtenido de forma ilícita, lo cual desvirtúa a la misma (Llobet, 2005). Además, en relación con la asunción de responsabilidad por parte del victimario, que éste no pueda percibir a la víctima como un igual, incluyendo sus estados emocionales, los cuales resultan remotos a los propios (Echeverri & Maca, 2006); en referencia a la reparación, muchos jóvenes pueden considerar la restauración como humillante y degradante (Díaz, 2008); sobre la reincidencia, la reparación puede ser vista como parte de un castigo de una comunidad injusta, en la cual se pretende continuar delinquiendo u ofendiendo, pues es el estilo de vida que le resulta al joven más adaptativo, y en el que los problemas con la ley siempre serán una posibilidad, por lo que existe un mínimo compromiso con los acuerdos (Díaz, 2008); acerca de la compenetración con el proceso, los jóvenes pueden sentir que están obedeciendo y no participando, por lo que pueden hastiarse de obedecer a sus padres y maestros, y decidir empezar a vivir por su cuenta JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 96 (Marcón, 2008); finalmente, siempre queda la opción que si el joven no acepta la ejecución de los servicios, se le debe amenazar con una pena más severa, cuestionándose la voluntariedad en el proceso (Díaz, 2008). Así pues, como el lector habrá advertido, la puesta en marcha de los mecanismos de justicia restaurativa para solucionar conflictos escolares, no corresponde a un proceso lineal y rígido; por el contrario, se trata de una metodología de resolución de conflictos, cuyos elementos característicos se superponen a lo largo del proceso, a lo largo de diversas sesiones. Con todas estas ideas en mente, y con la pregunta de investigación presentada (ver p. 31), en seguida se detallan los objetivos del estudio. Objetivos Objetivo General Diseñar una prueba piloto de justicia restaurativa para estudiantes de bachillerato inmersos en conflictos escolares. Objetivos Específicos 1. Identificar a partir de la literatura científica relacionada con la solución pacífica de los conflictos en ámbitos escolares, las categorías de análisis necesarias y suficientes para que un facilitador asuma la resolución de conflictos en los que participan estudiantes de bachillerato, por medio del modelo de la justicia restaurativa. 2. Diseñar un estudio cuasi-experimental con preprueba y posprueba, con grupo experimental y grupo control, para evaluar la eficacia de un Servicio de Mediación Escolar basado en el modelo de la justicia restaurativa, para estudiantes de bachillerato. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 97 Método Por tanto, y siguiendo a Aldunate y Córdoba (2011), se especifica que la investigación que el lector tiene en sus manos se trata de un estudio de Marco Lógico, y es que “la metodología de Marco Lógico es un método orientado a la solución de problemas específicos… de forma tal que permite entender con facilidad la lógica de la intervención a realizar” (p. 8), en la cual se distinguen 3 fases: en primer lugar, es menester identificar la problemática a resolver, su causalidad, y el por qué no ha sido resuelta; en segundo lugar, se especifican las condiciones lógicas necesarias para que la problemática se resuelva; y en tercer lugar, por un lado se “registra la estrategia de solución, en la forma de una matriz de objetivos secuenciales que deben alcanzarse” (p. 8), y por el otro, se incorporan formas de seguimiento y control a la solución del problema en cuestión. Así pues, esta metodología requiere la realización de una matriz de 4 filas y 4 columnas (Matriz del Marco Lógico), en la primera se encontrarían los elementos Fin, Propósito, Componentes y Actividades, y en la segunda los elementos Objetivos, Indicadores, Medios de Verificación y Supuestos. En consonancia, el Fin hace referencia a un objetivo superior que pretende resolver o mejorar necesidades o inequidades, las cuales son relevantes para una comunidad; en todo caso, la ejecución del programa no debe resolver en su totalidad la problemática, pero sí es importante que contribuya significativamente en esa consecución; es por ello que el impacto del programa puede irse vislumbrando con el paso del tiempo, no solamente cuando termina su ejecución. El Propósito tiene que ver con la disponibilidad de los bienes o servicios requeridos por la comunidad y planteados en el programa, y su consecuente impacto en la problemática. “Los Componentes son los productos o servicios que el programa debe producir y poner a disposición JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 98 de la población que dio origen al programa” (p. 69). Y las Actividades son las acciones que se deben llevar a cabo dentro del programa (Aldunate & Córdoba, 2011). Por su parte, los Objetivos pueden ser entendidos como los logros a alcanzar. Los Indicadores dan fe de si las hipótesis iniciales se están cumpliendo o no y en ese sentido qué se debe modificar al programa. Los Medios de Verificación son fuentes que transmiten información de manera púbica acerca del valor de los Indicadores. Finalmente, los Supuestos son condiciones que eliminan los riesgos en la aplicación del programa, pero que no dependen de éste, sino de futuros hipotéticos. Entonces, enseguida se presenta la Matriz del Marco Lógico aplicada al presente estudio: Tabla 1. Matriz del Marco Lógico aplicada al presente estudio. Objetivos Indicadores Fin Contribuir a la disminución de las formas agresivas de resolver conflictos escolares. Reducción porcentual anual de las formas agresivas de resolver conflictos escolares. Propósito Los estudiantes de bachillerato inmersos en conflictos escolares, específicamente en Situaciones Tipo II (relativas a la Ley 1620 de 2013 y su Decreto reglamentario, el 1965 del mismo año), pueden resolverlos La totalidad de los casos de las Situaciones Tipo II son asumidos por el Departamento de Orientación o por el Comité de convivencia, produciéndose una mejora periódica del clima escolar, las actitudes ante la agresión, y la empatía. Medios de verificación Estadísticas suministradas por el Ministerio de Educación Nacional (MEN), y/o por la Secretaría de Educación del Distrito (SED), acerca de ese tópico. Puntajes periódicos tanto del grupo experimental como del control, en los siguientes instrumentos: Escala de Ambiente Social (véase Apéndice A), Escala de Actitudes ante la Agresión Social (véase Apéndice B), y el Índice de Reactividad Interpersonal (véase Apéndice C). Supuestos La normatividad correspondiente a la mitigación de la violencia escolar y la resolución pacífica de los conflictos en la escuela, se mantiene. Los estudiantes desean resolver pacíficamente sus conflictos. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 99 efectivamente y de manera pacífica, lo cual redunda en una mejora del clima escolar, las actitudes ante la agresión, y la empatía. Componentes Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa, Puesto en funcionamiento. Más del 90% de los casos abordados son resueltos satisfactoriamente. Puntajes periódicos obtenidos por las partes en conflicto, en el instrumento Otras Evaluaciones a Modo de Seguimiento (véase Apéndice D); y en el mantenimiento de los Acuerdos firmados (véase Apéndice E). El programa es patrocinado por las directivas docentes y por el profesorado en general. Actividades Se aplican las Categorías de Análisis a cada uno de los conflictos remitidos al Departamento de Orientación o al Comité de Convivencia. La información aportada por cada uno de los participantes en el proceso restaurativo, fue analizada y encasillada en alguna Categoría de Análisis, para ser utilizada en el desarrollo óptimo del programa. Grabación en audio de todas las sesiones restaurativas, y la identificación consecuente de la utilidad de las Categorías de Análisis para el siguiente encuentro con las partes en conflicto, en miras a una restauración de la relación entre las mismas. Existe un consentimiento informado firmado por los representantes legales de los menores en conflicto, y estos últimos desean participar voluntariamente. Así pues, y teniendo en cuenta que se espera que algún investigador implemente y evalúe la investigación que se diseña en el presente documento, se aclara que la importancia de identificar concretamente las categorías de análisis en las que se soportará un proceso restaurativo, radica en que las verbalizaciones de los participantes, en las reuniones restaurativas, deben encasillarse en alguna categoría de análisis (o configurar una nueva) de las que habían surgido previamente mediante la literatura consultada. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 100 Es decir que, acerca de la plausible transparencia y replicabilidad del estudio proyectado, es fundamental caracterizar cada una de las categorías de análisis con el fin de interpretar las verbalizaciones de los participantes, e irlas dirigiendo hacia el ideal restaurativo; en este sentido, se trata de escritos interpretativos, en los que las citas literales y fragmentos de texto significativos se acompañan de las interpretaciones del autor, con lo que se añade a la descripción un intento de buscar relaciones en la información obtenida más allá de la mera descripción (Suárez et al., 2013, pp. 72); persiguiendo siempre hacer evidente la estructura profunda de los discursos y de las prácticas de los participantes. Continuando con Hernández et al. (2006), la credibilidad o validez interna tiene que ver con “si el investigador ha captado el significado completo y profundo de las experiencias de los participantes… [ha] recogido, comprendido y transmitido en profundidad y con amplitud los significados, vivencias y conceptos de los participantes” (p. 665). Además, y ya a nivel de la transferencia, aunque no existen dos o más contextos totalmente iguales, la investigación cualitativa permite que los hallazgos sean aplicables en otros contextos (por ejemplo el relativo a la delincuencia juvenil y a los conflictos escolares entre menores), ofreciendo alguna idea del problema estudiado y de las posibles soluciones ante el mismo; en estos sentidos, siempre se buscará que la investigación en cuestión logre servir de guía para que otros facilitadores asuman restaurativamente los conflictos que les atañen en sus respectivas Instituciones Educativas. Hernández et al. (2006) definen a la confiabilidad cualitativa (dependencia o consistencia lógica) como “el grado en que diferentes investigadores que recolecten datos similares en el campo y efectúen los mismos análisis, generen resultados equivalentes” (p. 662); en este sentido, JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 101 una de las medidas para satisfacer tal criterio sería la grabación en audio de todas las sesiones restaurativas, y su presentación, por medio de citas textuales, resúmenes, parafraseo e interpretaciones, ello previendo que en el futuro otro investigador desee también analizar los datos que se supone se recolectarían. Además, la dependencia interna y externa únicamente pueden ser evaluadas si al menos otro investigador aparte analice los datos y llegue a temas similares, o si hubiera recaudado sus propios datos en el mismo ambiente y periodo, desembocando en temas análogos; así mismo, la auditoria externa puede ser realizada por parte de otro colega, y es que “los controles de partes interesadas son diferentes de la triangulación, donde la coherencia de los datos de una fuente se contrasta con la de los datos de otras fuentes” (Suárez et al., 2013, p. 77). Resultados Sobre la base del Objetivo Específico 1, la presente investigación inició con una revisión bibliográfica importante en relación con la solución de conflictos escolares, delictivos y en general, por medio de la justicia restaurativa y por otros métodos alternativos de justicia; así, el Universo en cuestión fue toda la bibliografía abordada (tanto plasmada en el papel como digital); la Unidad de Análisis fue Temática, en este caso aquella bibliografía que poseía ciertos pasos necesarios para la solución pacífica de conflictos, es decir que se perseguía la teoría que explícitamente se pudiera llevar a la práctica; finalmente y luego que sobresalieron algunos elementos procedimentales que resultaban repetitivos y por tanto relevantes, surgieron las Categorías de Análisis, entendidas éstas como “los niveles donde serán caracterizadas las unidades de análisis… [y] como características o aspectos que presenta la comunicación con la que estamos trabajando (en cuanto a referencias)” (Hernández et al., 2006, p. 359); consecuentemente, la necesidad de Categorías de Análisis en la presente investigación radicó no JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 102 sólo en el filtraje de la información bibliográfica, sino también en la instauración de una rejilla de lectura para hipotéticamente asumir las narrativas de los participantes en cada una de las sesiones restaurativas (nuevas Unidades de Análisis), teniendo en cuenta un conflicto en específico (nuevos Universos), al tiempo que para direccionar hacia una tendencia restaurativa el posible discurso de los mismos. Así pues, y como ya se ha mencionado, el investigador halló y organizó en 17 categorías de análisis (véase el apartado de Fundamentación Bibliográfica) los elementos que más se presentaban en la literatura científica acerca de la solución pacífica de los conflictos en la escuela, permitiendo asumir su suficiencia explicativa y descriptiva, siendo las categorías de análisis las siguientes: expresión de acciones, emociones y cogniciones (categoría de análisis No. 1); empatía (categoría de análisis No. 2); causas (categoría de análisis No. 3); consecuencias (categoría de análisis No. 4); responsabilidad (categoría de análisis No. 5); poder (categoría de análisis No. 6); venganza (categoría de análisis No. 7); reglas del proceso (categoría de análisis No. 8); papel del facilitador (categoría de análisis No. 9); respeto (categoría de análisis No. 10); daño y culpa (categoría de análisis No. 11); puntos de vista (categoría de análisis No. 12); soluciones (categoría de análisis No. 13); relaciones futuras (categoría de análisis No. 14); acuerdos (categoría de análisis No. 15); restauración (categoría de análisis No. 16); y evaluación y seguimiento (categoría de análisis No. 17). Entonces, en la fundamentación bibliográfica de la presente investigación se puede encontrar fácilmente la descripción de cada una de las Categorías de Análisis, es decir que, “cada categoría es descrita en términos de su significado (¿a qué se refiere la categoría?, ¿cuál es su naturaleza y esencia?, ¿qué nos “dice” la categoría?, ¿cuál es su significado?”, (Hernández et al., 2006, p. 650). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 103 Por otra parte, y sobre la base del Objetivo Específico 2, inicialmente, se comenta que la investigación que se propone, se desarrollaría por medio tanto de un enfoque cualitativo, como de uno cuantitativo, como se entenderá a continuación. Propuesta de análisis desde un enfoque cualitativo A nivel general, se propone determinar el efecto que tendría un servicio de mediación escolar basado en el modelo de la justicia restaurativa, sobre la resolución pacífica y restaurativa de los conflictos de los casos que fueran abordados en el mismo. Así, serían objetivos específicos dentro del enfoque cualitativo: 1. Instaurar un servicio de mediación escolar basado en el modelo de la justicia restaurativa, con el fin de conocer, conceptualizar y comprender, mediante un diario de campo, las dinámicas que en él se presenten. 2. Identificar y aplicar las Categorías de Análisis que deberán estar presentes a la hora de resolver conflictos escolares mediante el modelo de la justicia restaurativa, teniendo en cuenta las particularidades de cada uno de los casos remitidos al servicio de mediación escolar. 3. Evaluar el impacto del proceso restaurativo, en relación con el arrepentimiento del daño causado, al deseo de venganza, a la identificación con la contra parte, a la sensación de mejoramiento en la relación, y a la ausencia de agresiones futuras físicas, verbales, gestuales, relacionales y electrónicas. De lo anterior, se desprendería la necesidad de contar con las siguientes Categorías de Análisis. Categorías de análisis desde el enfoque cualitativo. A nivel cualitativo, el investigador trabajaría con las 17 categorías de análisis antes mencionadas, conceptualizadas y explicadas. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 104 Por su parte, y esta vez desde el enfoque cuantitativo, se plantearían los siguientes objetivos: Propuesta de análisis desde un enfoque cuantitativo A nivel general, determinar el efecto que tendría un servicio de mediación escolar basado en el modelo de la justicia restaurativa, sobre el clima emocional, la empatía y las actitudes ante la agresión social, en una muestra de estudiantes de una Institución Educativa, teniendo en cuenta un grupo control. Siendo entonces objetivos específicos desde este enfoque: 1. Evaluar en la Institución Educativa A (grupo experimental), antes y después de la intervención (puesta en marcha del servicio de mediación escolar basado en el modelo de la justicia), el clima emocional, la empatía y las actitudes ante la agresión social en una muestra representativa de la totalidad del estudiantado de ese colegio. 2. Evaluar en la Institución Educativa Distrital B (grupo control), antes y después de la intervención en el grupo experimental, el clima emocional, la empatía y las actitudes ante la agresión social en una muestra representativa de la totalidad del estudiantado de aquel colegio. A hora bien, los objetivos desde el enfoque cuantitativo conllevarían la existencia de dos grupos de variables, a saber: Variable independiente. Servicio de mediación escolar de resolución de conflictos basado en mecanismos de justicia restaurativa. Un servicio de mediación escolar puede ser definido como una estructura que engloba un equipo de personas, un espacio físico determinado, unos horarios establecidos, y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 105 unos protocolos de acceso, todos ellos encaminados a solucionar conflictos en una institución educativa (Osete, 2011), en este caso por medio del modelo de la justicia restaurativa. Para objeto de la presente investigación, el Servicio de Mediación Escolar sería implementado con los estudiantes de bachillerato de la Institución Educativa A, mientras que los estudiantes de bachillerato de la Institución Educativa B, no tendrían acceso a tal servicio. Variables dependientes. Clima emocional. Páez et al. (1997) han definido el clima emocional como un estado de ánimo colectivo, que se caracteriza por: (a) el predominio de ciertas emociones… en la vivencia de los miembros de un grupo o colectivo; (b) que se refleja en la percepción del ambiente social; (c) por el predominio de una representación social o conjunto de creencias compartidas en un grupo o colectivo sobre el mundo social, tanto referente a las instituciones… al mundo social… y el futuro…; y (d) por el predominio de ciertas tendencias de acción asociadas a las funciones sociales de las emociones predominantes que impregnan las interacciones sociales (Páez et al., 1997, pp. 81). Para el caso de la investigación que se ejecutaría, el clima emocional sería entendido como el representado por el puntaje obtenido en la prueba Escala de Ambiente Social (Ruiz, 2002). Así, el clima emocional puede adoptar dos extremos: uno positivo de esperanza, solidaridad entre las personas, confianza en la institución, alegría, y tranquilidad; y otro negativo de enfado-agresividad, tristeza, miedo, inseguridad, y soledad. Empatía. La empatía ha sido entendida por Eisenberg, 2000 (citado por Mestre, Frías, & Samper, 2004) como: JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 106 Una respuesta emocional que procede de la comprensión del estado o situación de otra persona y es similar a lo que la otra persona está sintiendo. Por lo tanto, la respuesta empática incluye la capacidad para comprender al otro y ponerse en su lugar, a partir de lo que se observa, de la información verbal o de información accesible desde la memoria… y además la reacción afectiva de compartir su estado emocional, que puede producir tristeza, malestar o ansiedad. La empatía así entendida desempeñaría un papel central en la disposición prosocial de las personas (Mestre et al., 2004, pp. 255). Por tanto, la empatía es identificada por la toma de perspectiva en favor de la del otro, la capacidad de fantasear, la preocupación empática y el malestar personal ante el sufrimiento de los demás. Esta variable sería medida a través del Índice de Reactividad Interpersonal (Davis 1983, citado por Mestre et al., 2004) en la investigación que se plantea. Actitudes ante la agresión social. Esta variable generalmente es definida por Moral (2005) como una tendencia a valorar positivamente la violencia escolar o bullying. Básicamente, tales actitudes se ven relacionadas con las percepciones en relación con el recurso de la violencia (física y verbal) contra los compañeros; el grado de identificación hacia las víctimas de acoso y agresión entre compañeros y las disposiciones hacia el abuso entre éstos. En el estudio que se propone, correspondería con el puntaje obtenido por los estudiantes en la Escala de Actitudes ante la Agresión Social (Moral, 2005). Finalmente, desde el enfoque cuantitativo, sería posible considerar las siguientes hipótesis de investigación: Hipótesis Alterna (Hi). Existirán diferencias significativas en la comparación de los postest entre los puntajes obtenidos por el grupo experimental y el control, siendo superiores los puntajes en el grupo JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 107 experimental. Además, se presentarán diferencias significativas entre los puntajes pretest y postest derivados del grupo experimental, siendo mejores los puntajes en el postest. Finalmente, no habrá diferencias significativas entre los puntajes pretest y postest en el grupo control. Hipótesis Nula (Ho). No existirán diferencias significativas en la comparación de los postest entre los puntajes obtenidos por el grupo experimental y el control, ni entre los puntajes pretest y postest del grupo experimental. Finalmente, habrá diferencias significativas entre los puntajes pretest y postest en el grupo control. Tipo de investigación. La investigación que se formula tendría como referente lo expuesto por varios autores que consideran la posibilidad de mezclar los dos tipos de investigación según su enfoque (Camacho-Galindo, 2011; Hernández et al., 2010). Este tipo de investigación resultante, conocida como estudio mixto o investigación mixta, consiste básicamente en combinar “al menos un componente cuantitativo y uno cualitativo en un mismo estudio o proyecto de investigación” (Hernández et al., 2010, p. 546), como es el caso del estudio que se proyecta, en el que se pretende establecer la efectividad de un Servicio de Mediación Escolar, mientras de otro lado se apunta a determinar las características del mismo. Diseño. Entendiendo el diseño en sentido amplio como un plan de trabajo o estructura de la investigación (Camacho-Galindo, 2011), se pueden concretar dos diseños compatibles, cada uno de los cuales apuntaría bien al enfoque cualitativo, bien al cuantitativo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 108 En el enfoque de investigación cualitativa la recolección y el análisis de los datos pueden acaecer en paralelo (Hernández et al., 2006), tal y como sucederá en cada una de las sesiones restaurativas que en algún momento se lleven a cabo. Más aún, como proponen los anteriores autores: Los propósitos centrales del análisis cualitativo son: Darle estructura a los datos… Describir las experiencias de las personas estudiadas bajo su óptica, en su lenguaje y con sus expresiones… Comprender en profundidad el contexto que rodea los datos… Explicar ambientes, situaciones, hechos, fenómenos… Reconstruir historias… [y] Encontrar sentido a los datos en el marco del planteamiento del problema (Hernández et al., 2006, pp. 624). Así mismo, los estudios de corte cualitativo poseen ciertas reglas a nivel de confiabilidad y validez, las cuales pueden ser comparadas con el procedimiento que se propone se ejecute en la investigación hipotética, y es que siguiendo a Suárez, Del Moral y González (2013), en una investigación científica de corte cualitativo, es fundamental que existan los elementos de: (1) significatividad de los datos, es decir, cuáles son las razones por las que los datos recaudados deben ser tenidos en cuenta; (2) suficiencia de los datos, en el sentido de llegar al punto de redundancia o saturación de la información; y (3) transparencia y replicabilidad, es decir que “las reglas de codificación, clasificación, categorización e interpretación deben ser presentadas nítidamente para que cualquier investigador pueda alcanzar las mismas conclusiones o, en su caso, ponerlas en tela de juicio” (p. 72). Diseño investigación-acción. Continuando con el nivel cualitativo, la investigación – acción es un tipo de investigación social en la cual colaboran los participantes a los que les atañe el problema, al tiempo que el investigador, en una comunidad determinada; en ese sentido, este JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 109 tipo de diseños pueden ser evaluados (en el continuo éxito – fracaso) determinando si se consiguió el cambio social (Greenwood, 2000) que demandaban las partes de cada uno de los casos asumidos. En efecto, se trataría de dar respuesta al Triángulo de Foucault (Flynn, 1988; citado por Flores, Montoya & Suárez, 2009), en el sentido de considerar los hechos sociales como demandantes constantes de consideraciones políticas, éticas y epistemológicas; en otras palabras, la praxis es una acción que se basa en el conocimiento académico recaudado, pero que no puede escapar de lo que resulta éticamente justo para una sociedad. La propuesta de investigación propendería por mejorar la vida de los participantes; y es que cuando se utiliza el diseño investigación – acción, resulta imposible evadir los compromisos éticos y políticos del investigador, principalmente porque sugiere una forma de leer el mundo y consecuentemente trabajar por un ideal de transformación, se trataría de la toma de conciencia de la realidad, para poderla apropiar y mejorar; por tanto, las técnicas científicas, cualitativas y cuantitativas, deben estar al servicio de las personas cotidianas (Flores et al., 2009). Por tanto, se evoca este diseño puesto que la instauración de un Servicio de Mediación Escolar basado en el modelo de la Justicia Restaurativa pretendería solucionar conflictos escolares cotidianos y reales, en un contexto natural (el colegio), siendo fundamental la participación activa de los estudiantes quienes “conocen mejor que nadie la problemática a resolver, la estructura a modificar, el proceso a mejorar y las prácticas que requieren transformación” (Hernández et al., 2006, p. 707). Además, el investigador contribuiría en la búsqueda de la mejora de las relaciones entre el alumnado y su calidad de vida, se investigaría mientras se intervendría, se detectaría el problema, se elaboraría un plan de abordaje, se implementaría y se evaluaría este último, y constantemente existiría retroalimentación. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 110 Es por ello que en el marco de los objetivos y del diseño de investigación-acción que caracteriza al estudio que se formula, la información discursiva de los participantes debe ser analizada rápidamente y reencaminada hacia un proceso restaurativo; sobre todo porque con base en ella se tomarán decisiones inmediatas y cotidianas, y se planearán las estrategias de las siguientes sesiones; hasta que la investigación se sature, es decir hasta que cada uno de los casos desemboque o no, en acuerdos restaurativos, luego de haber sido utilizadas las Categorías de Análisis. Por lo que es preciso que cada una de las sesiones restaurativas sean grabadas en audio y transcritas en computador, con el fin que cada una de las Categorías de Análisis sean ejemplificadas con segmentos, algunos literales y otros parafraseados o interpretados por el facilitador; además, se debe documentar el cómo asumió el Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa cada uno de los casos, y cómo los reintegró a la comunidad educativa, siendo ambos documentos la forma de evaluar la efectividad de la prueba piloto de justicia restaurativa, en específico para cada uno de los casos. Entonces, la técnica de recolección de la información sería el grupo de discusión, se trataría de varias sesiones en profundidad, puesto que grupos pequeños (los realmente afectados), conversarían con la dirección del facilitador, acerca de aspectos conflictivamente cotidianos. En consecuencia, el tipo de diseño investigación – acción que se esboza, fluctuaría entre la visión deliberativa y la emancipatoria, puesto que se concentraría “en la interpretación humana, la comunicación interactiva, la deliberación, la negociación y la descripción detallada” (Hernández et al., 2006, p. 707); pero sin dejar de lado, el que “los participantes generen un profundo cambio social… [y se cree] conciencia entre los individuos sobre sus circunstancias sociales y la necesidad de mejorar su calidad de vida” (Hernández et al., 2006, p. 707). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 111 Diseño cuasi-experimental pretest-postest con grupo control. A nivel cuantitativo, la investigación que se plantea sería un estudio explicativo porque al final de la investigación se sabría cómo se comportaron las variables dependientes (Clima Emocional, Empatía, y Actitudes ante la Agresión Social) al aplicarse la variable independiente (Mecanismos de Justicia Restaurativa) en una muestra específica, en comparación con otra muestra a la que no le sería aplicada la variable independiente. Aun así, se trataría de un estudio cuasiexperimental, porque aunque “se expone [a] un grupo a la presencia de la variable independiente y… [al] otro no… [y] luego los dos grupos son comparados para ver si el grupo que fue expuesto a la variable independiente difiere del grupo que no fue expuesto, los sujetos no fueron asignados al azar a los grupos ni emparejados; sino que dichos grupos ya estaban formados antes del experimento”. (Hernández et al., 1998, p. 169). En la Tabla 2, se aprecia una representación del diseño a utilizar. En cada uno de los dos grupos se realizaría una primera medición para determinar la situación de las variables dependientes; luego se instaurarían los Mecanismos de Justicia Restaurativa en un grupo experimental; y se realizaría una nueva medición al finalizar el cuasiexperimento, en ambos grupos; se trataría pues de un diseño cuasi-experimental con preprueba – posprueba y grupo control. Tabla 2. Esquema representativo del diseño cuasi-experimental preprueba – posprueba con grupo control. IED E O1 X O3 IED C O2 - O4 IED-E = Grupo Experimental; IED-C = Grupo Control; O1 = preprueba en el Grupo Experimental; O2 = pretest en el grupo control; X = aplicación del Servicio de Mediación Escolar JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 112 de resolución de conflictos basado en Mecanismos de Justicia Restaurativa; O3 = posprueba en el Grupo Experimental; O4= posprueba en el Grupo Control. Participantes. Los participantes deberían ser estudiantes de dos Instituciones Educativas. Para lograr una muestra representativa de la población, en la investigación que se propone se utilizaría un muestreo por cuotas “o proporciones de clases de personas” (Kerlinger & Lee, 2002, p. 160); es decir, se escogerían miembros típicos de la población apelando al grado académico que cursan, se evaluarían mediante las diferentes escalas cursos enteros, los cuales corresponderían a una muestra representativa de los estudiantes de un grado de bachillerato específico, teniendo también presente que en ambas Instituciones Educativas sean equiparables las jornadas de clases, el número de grados y cursos, al tiempo que la cantidad de estudiantes en los mismos; sumado a ello, es importante que las Instituciones Educativas se encuentren con cercanía barrial o en la misma localidad, que sus alumnos compartan similar estrato socio-económico, y que se tenga en cuenta si se desea trabajar con planteles educativos públicos, privados o ambos. Por otra parte, un segundo grupo de participantes estaría conformado por quienes asistirían al Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa, personas que podrían acercarse por voluntad propia o siendo remitidos por algún otro miembro de la comunidad educativa (docentes, padres, etc.); ahora bien, cada uno de los casos abordados contarán con fechas de sesiones, actores, dinámicas, desarrollo, y conclusiones diferentes, dependiendo de las contingencias demandantes. Instrumentos. De acuerdo con el diseño pretest-postest propuesto para el enfoque cuantitativo, en las dos muestras en dos tiempos distintos, se evaluaría a cada participante a través de tres JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 113 instrumentos: la Escala de Ambiente Social, la Escala de Actitudes ante la Agresión Social, y el Índice de Reactividad Interpersonal. También se crearía un instrumento con el fin de llevar a cabo el seguimiento una vez finiquitadas las conferencias restaurativas. Escala de ambiente social. La Escala de Ambiente Social (Ruiz, 2002) tiene sus orígenes en la Escala de Clima Emocional de Autoinforme (Páez et al., 1997), en la cual, mediante una escala tipo likert (nada: 1, poco: 2, regular: 3, bastante: 4, y mucho: 5), se pregunta si el ambiente o clima social es: (a) De esperanza, esperanzado… (b) Solidario, de ayuda mutua… (c) Confianza en las instituciones… [El elemento d, resulta igual al b, probablemente se trata de un error de digitación en el documento original]… (e) Enojo, hostilidad, agresividad entre las gentes… (f) Tristeza, pasividad, bajo estado de ánimo… (g) Alegría, confianza, contento… (h) Tranquilidad para hablar (Páez et al., 1997, pp. 97). Consecuentemente, los conceptos de la Escala de Clima Emocional de Autoinforme (Páez et al., 1997) se mantiene en la Escala de Ambiente Social (Ruiz, 2002), pero, se matizan y se reorganizan en 10 ítems, a saber: “[1] Esperanza, esperanzador… [2] Enojo, enfado, agresividad… [3] Solidaridad entre las personas… [4] Tristeza… [5] Confianza en la institución… [6] Miedo, temor… [7] Alegría… [8] Inseguridad… [9] Tranquilidad… [y 10] Soledad” (p. 8); así mismo, la escala likert se transforma en 4 opciones (nada: 0, un poco: 1, mucho: 2, y totalmente: 3; ver Apéndice A). Además, Páez et al. (1997) encontraron que en relación con la validez interna, al aplicar el test de Cronbach, la consistencia de la escala arrojó un coeficiente de 0,77 para la muestra general; por su parte, “en relación con la validez convergente individual, se encuentran JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 114 correlaciones significativas entre las dimensiones positiva y negativa del clima emocional con las correspondientes de la afectividad individual, medida por la escala P.N.A.” (p. 90). Escala de actitudes ante la agresión social. La Escala de Actitudes ante la Agresión Social (Moral, 2005) consta de cuarenta y ocho ítems, y se divide en tres dimensiones, a saber: (a) cognitiva, mediante la que se analizan las percepciones del alumnado acerca del recurso a la violencia, tanto física como verbal y psicosocial, contra sus compañeros… (b) el componente afectivo de las actitudes se analiza mediante cuestiones relativas al grado de identificación o rechazo de las víctimas de acoso y agresión entre iguales … [y] (c) se analiza el componente comportamental de las actitudes a través del cual se exploran las disposiciones conductuales y experiencias previas de abuso (Moral, 2005, pp. 66). Así pues, se trata de una escala dicotómica (verdadero o falso); la cual debería ser modificada exclusivamente para la investigación de que trata el presente texto, es decir que, con base en la escala de Moral (2005), la mayoría de los ítems podrían ser adaptados a la población colombiana en cuanto a su jerga, y además, es menester tratar de evitar negaciones, patrocinando las afirmaciones en las preguntas (ver Apéndice B). Además, Moral (2005) al aplicar pruebas psicométricas a la Escala de Actitudes ante la Agresión Social halló una adecuada consistencia interna y fiabilidad, con un coeficiente alpha de Cronbach de 0,8933. Índice de reactividad interpersonal. El Interpersonal Reactivity Index (IRI, Davis, 1980; 1983) se encuentra adaptado a la población española (en adolescentes hombres y mujeres de entre 13 y 18 años; Mestre, Frías & Samper, 1999; 2004); se trata de una escala de 28 ítems, formada por 4 subescalas, a saber, Toma de Perspectiva, Fantasía, Preocupación Empática, y JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 115 Malestar personal; todas ellas que engloban el concepto de empatía. Así, la puntuación en Toma de perspectiva indica: Los intentos espontáneos del sujeto por adoptar la perspectiva del otro ante situaciones reales de la vida cotidiana, es decir, la habilidad para comprender el punto de vista de la otra persona. La subescala de Fantasía evalúa la tendencia a identificarse con personajes del cine y de la literatura, es decir, la capacidad imaginativa del sujeto para ponerse en situaciones ficticias. Las subescalas de Preocupación empática… y Distrés o malestar personal… miden las reacciones emocionales de las personas ante las experiencias negativas de los otros, en la primera… se miden los sentimientos de compasión, preocupación y cariño ante el malestar de otros… en la segunda… se evalúan los sentimientos de ansiedad y malestar que el sujeto manifiesta al observar las experiencias negativas de los demás (Mestre et al., 2004, pp. 255). Así mismo, se trata de una escala tipo Likert, a saber, No me describe bien, Me describe un poco, Me describe bien, Me describe bastante bien, y Me describe muy bien; en todo caso, con el fin de evitar confusiones entre los estudiantes a evaluar, el instrumento propuesto por Mestre et al. (2004) puede ser modificado específicamente a favor de la investigación que se formula, eliminándose la mayoría de negaciones (transformando los ítems en afirmaciones), y utilizando un lenguaje más sencillo, teniendo en cuenta la edad y la procedencia barrial de los evaluados (ver Apéndice C). En relación con el análisis de fiabilidad en cada una de las 4 escalas, Mestre et al. (2004) encontraron que la consistencia interna y homogeneidad en su medida eran diferentes para cada una de aquellas. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 116 Así, la escala de fantasía presentó un coeficiente alpha de 0,70; la de preocupación empática uno de 0,65; la de malestar personal uno de 0,64; y finalmente la escala de toma de perspectiva mostró un coeficiente alpha de 0,56. Por su parte, la validez del IRI (cada una de las escalas), fue evaluada mediante su correlación positiva significativa con la conducta prosocial y con el razonamiento internalizado, y negativamente significativa con la agresividad y la inestabilidad emocional; para ello, Mestre et al. (2004) utilizaron los siguientes instrumentos, los cuales fueron aplicados a la muestra, al mismo tiempo que el IRI, a saber, el Cuestionario de Conducta Prosocial (Caprara & Pastorelli, 1993; Del Barrio, Moreno & López, 2001), la Escala de Inestabilidad Emocional (Caprara & Pastorelli, 1993; Del Barrio, Moreno & López, 2001), la Escala de Agresividad Física y Verbal (Caprara & Pastorelli, 1993; Del Barrio, Moreno & López, 2001) y el Cuestionario de Razonamiento Prosocial (Carlo, Eisenberg & Knight, 1992; Mestre, Frías, Samper & Tur, 2002). Otras evaluaciones. Así mismo, resulta óptimo implementar, a modo de seguimiento, algunas medidas para evaluar los resultados del proceso, en relación con los tópicos: arrepentimiento, venganza, identificación con la contra parte, relación actual con la misma, y comportamientos luego de firmados los acuerdos; encuesta creada por el investigador exclusivamente para tal fin (ver Apéndice D). Procedimiento. Ubicación de la muestra. Para tal fin, es trascendental la aplicación del diseño cualitativo investigación – acción, y es que siguiendo a Hernández et al. (2006), los diseños de investigación – acción, suelen representarse como un espiral, por el cual se transita continuamente a nivel de cuatro ciclos, a saber: (1) detección del problema, (2) elaboración del plan de intervención, (3) implementación y evaluación del plan de intervención, y (4) retroalimentación; siempre en miras JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 117 a la búsqueda de la saturación del conflicto, es decir, a la decisión y movilización de cada una de las partes de resolverlo pacíficamente en general, restaurativamente en particular, o simplemente no hacerlo. Por otra parte, el seguimiento a los acuerdos logrados se evaluará días después de finiquitados los procesos, en específico en los casos en los que las partes firmaron aquellos (en el Apéndice E se muestra un ejemplo de Acta de Conciliación). Consideraciones éticas. Siguiendo a la Ley 1090 de 2006, por la cual se reglamenta el ejercicio de la profesión de Psicología, se dicta el Código Deontológico y Bioético y otras disposiciones, cuando el profesional en psicología pretende investigar haciendo uso de menores de edad, “el consentimiento respectivo deberá firmarlo el representante legal del participante” (Artículo 52); esto quiere decir que ni instancias superiores al plantel educativo, como por ejemplo el Ministerio de Educación Nacional, la Secretaría de Educación del Distrito o la Dirección Local de Educación (D.I.L.E., antiguo C.A.D.E.L.), o instancias del mismo colegio, como por ejemplo la rectoría, la coordinación o el Departamento de Orientación, pueden mediante su aval omitir el que el representante legal del menor sea quien acepte la intervención de éste en algún tipo de investigación, en este caso el diligenciamiento de los instrumentos y/o su participación en el servicio de mediación escolar. Sumado a ello, y luego de cumplirse el anterior requisito, es importante que los estudiantes cuyos representantes legales firmaron el consentimiento informado, deseen de forma voluntaria realmente participar en mínimo una de las diversas sesiones de conciliación con base en el modelo de la justicia restaurativa; en consonancia, aunque los estudiantes remitidos al Servicio de Mediación Escolar pueden ser seducidos y persuadidos a observar un audio visual que a modo de instructivo para participantes en un ejercicio de justicia restaurativa resume los JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 118 elementos claves que deben utilizar las partes en las conferencias restaurativas (véase Apéndice F), y a participar en una de ellas, son los mismos estudiantes quienes después de estos dos requerimientos deciden continuar o no con el proceso, asunto que siempre respetará el facilitador y las directivas y demás docentes del plantel educativo. Evaluación post intervención en las muestras. Es pues menester demostrar si en la Institución Educativa en la que se instauró el Servicio de Mediación Escolar, basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa, mejoró en las puntuaciones relativas al clima emocional, la empatía, y las actitudes ante la agresión social, en comparación con la I.E.D. en donde no se desarrolló este tipo de intervención psicosocial. Es además importante mencionar que en las mediciones pre y post intervención, tanto en el grupo experimental como en el control, el investigador o un representante del mismo, debe hallarse en todo momento presente en la aplicación de los instrumentos en cada uno de los salones, no solamente para aclarar las dudas de los encuestados (individual y grupalmente), sino para también identificar a los sujetos que complementaron las escalas sin leerlas, a los que amable y coloquialmente se les puede pedir que si realizan esta conducta, escriban en el formulario “lo hice a la loca”, ello con el fin de descartarlos. Interpretación de los datos encontrados. Resulta fundamental comentar que el desarrollo de todas las conferencias restaurativas, al tiempo que las verbalizaciones de cada uno de los actores en las mismas, deben ser grabadas en audio, y generarse un diario de campo que contenga no sólo citas textuales de los participantes, sino también interpretaciones del facilitador, las cuales es menester encasillar en alguna categoría de análisis (potestad del investigador), pretendiendo siempre planear la estrategia para la siguiente sesión, en miras a una resolución restaurativa del conflicto. Además, y teniendo en cuenta que se trata de conflictos reales, y de JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 119 poco tiempo para resolverlos, siempre es trascendental la sensibilidad, la habilidad, la creatividad y la flexibilidad del investigador para responder raudamente a las demandas de los casos remitidos. Publicidad. A manera de estrategia para colocar en conocimiento a los estudiantes de la Institución Educativa A (grupo experimental), de la apertura del Nuevo Servicio de Mediación Escolar basado en el modelo de la Justicia Restaurativa, se pueden instaurar múltiples carteleras en lugares estratégicos del colegio, por ejemplo los baños, la caseta o cafetería, los correderos o salones, la biblioteca o el salón de artes, etc., ejemplos de las mismas que se presentan en el Apéndice G; también es viable visitar todos los cursos en sus respectivos salones, explicando brevemente en qué consiste la justicia restaurativa, en comparación con la justicia retributiva. Resultados esperados a nivel cuantitativo. Por su parte, a nivel cuantitativo, se deberán presentar los resultados comparados entre el grupo experimental y el grupo control, antes y después de la intervención; recordando que las Subescalas Ambiente Social Positivo y Ambiente Social Negativo pertenecen a la Escala de Ambiente Social; que las Subescalas Fantasías, Preocupación Empática, Toma de Perspectiva y Malestar Personal hacen parte del Índice de Reactividad Interpersonal; y que la Escala de Actitudes ante la Agresión Social se compone de tres Subescalas: la Dimensión Comportamental, la Dimensión Afectiva y la Dimensión Cognitiva. Así pues, inicialmente se esperaría una similitud entre el grupo experimental y el grupo control en lo relativo a las puntuaciones pre-intervención, ello teniendo en cuenta la equiparabilidad sociodemográfica de ambas muestras. Luego, los resultados de la comparación de las medias obtenidas en el postest por los grupos experimental y control, deberían arrojar diferencias significativas en todas las subescalas JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 120 medidas, o por lo menos en su mayoría, en el grupo experimental, en comparación con el grupo control. Además, los resultados de la comparación de las medias entre el pretest y el postest en el grupo experimental, tendrían que haber mejorado su puntuación en cada una, o en su mayoría, de las subescalas evaluadas, es decir que se evidenciaría la efectividad de la variable independiente sobre las variables dependientes. Finalmente, los resultados de la comparación entre medias del grupo control frente a las pruebas pre y post, deberían arrojar la no existencia de diferencias significativas en cada una de las subescalas, o por lo menos en su mayoría, porque este grupo no tendría tratamiento a nivel de un Servicio de Mediación Escolar, basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa. Por tanto, cada una de las mediciones propuestas caracterizarían la eficacia o no del Servicio de Mediación Escolar, es decir que desde el punto de vista cuantitativo, debe existir evidencia estadística que permita inferir la efectividad del servicio en los estudiantes de la Institución Educativa Distrital A. Discusión Como el lector pudo comprender, aparte de los antecedentes investigativos que se comentaban en la Introducción de este documento, la Fundamentación Bibliográfica también da respuesta a aquellos antecedentes, puesto que las Categorías de Análisis fueron recreadas tomando las ideas, teóricas y prácticas, de múltiples autores. Algunas ideas que le surgieron al autor de este documento, luego de haber analizado a profundidad la teoría referente a la justicia restaurativa, plantean plausibles situaciones que se pueden presentar al momento de ejecutar en la práctica un servicio de mediación escolar basado en aquel modelo, a saber: JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 121 En relación con la categoría de análisis reglas del proceso. En primer lugar, y con el fin de poner en conocimiento a los actores de cada una de las partes, en relación con las normas y reglas durante el proceso restaurativo es recomendable emplear un material audiovisual, el cual funcione a modo de discurso de apertura; así, la ventaja de utilizar un audiovisual radica en que condensa bastante información en tan sólo unos pocos minutos, la cual si fuera escrita resultaría tediosa y desgastante para los participantes; en efecto un documento sería leído de prisa y sin recordarlo, mientras que un audiovisual promete emparejar imágenes, audio, y conceptos. Por tanto, inicialmente es menester realizar un audiovisual (por medio de imágenes bajadas de la internet, y la ayuda de un o una narradora del guion) que explique escuetamente, a modo de inducción, a cada uno de los futuros participantes, cómo serían las reuniones restaurativas, evitando terminología científica, y transformándola en una más accesible para aquellos (ver Apéndice F), a hora bien, el material audiovisual que la presente investigación diseñó, posee 11:04 minutos de duración, éste debiera ser exhibido en un salón equipado con computador, videobeam, pantalla de telón, y sillas, y debiera ser presentado al mismo tiempo a los integrantes de cada una de las partes antes de iniciar a debatir, ello con el fin de maximizar los recursos en el sentido de espacio – tiempo, y es que por ejemplo los salones de audiovisuales suelen ser utilizados diariamente por la comunidad académica en general. En segundo lugar, aunque el proceso restaurativo se detenga, es menester respetar siempre el principio de voluntariedad; pero, resulta plausible que las partes asistan obligadas a una primera sesión restaurativa, y que luego elijan o no continuar, esto porque con el simple video no se puede identificar la conveniencia del proceso; en todo caso, constreñir a alguien a JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 122 participar en el proceso contra su voluntad, asegura que las sesiones restaurativas sean un monumento a la hipocresía. Consecuentemente, es fundamental que los adolescentes se instauren en un rol de participación, y no de simple obediencia, por lo que el espacio en que se llevan a cabo las reuniones restaurativas, debe ser percibido por los actores como confiable y seguro; en ese sentido, se da vía libre a quien le apetezca emprender el debate, por lo que un participante mediador, o cada una de las partes, puede iniciar. Sin embargo, el proceso restaurativo debe interrumpirse cuando es plausible un daño mayor, cuando los hechos entre las partes no coinciden, o cuando alguien no desea continuar. En tercer lugar, resulta más simple resolver un conflicto cuando no se miente ni en emociones, ni en pensamientos, ni en conductas, en efecto las personas denotan con esos requisitos cierta sinceridad, útil para el futuro del problema; por tanto, las mentiras y los silencios desmedidos entorpecen el proceso restaurativo. Si durante el proceso no se conversa con la total verdad, se corre el riesgo que los acuerdos se hallen fundamentados en concepciones falsas; en todo caso, aunque para ahondar en los diversos puntos de vista resulta necesario el que se hable con exactitud, esta última no implica el que no se dialogue con tacto y/o protocolo pacífico. En cuarto lugar, y en consonancia, es mejor abordar el caso no con la sangre caliente de la ira, ni con la sangre fría del olvido, lo mejor sería al día siguiente de acaecidos los hechos graves; y aunque a veces resulta mejor esperar unos días para que todos los protagonistas se encuentren en el colegio (puesto que el ausentismo escolar es frecuente), puede suceder que si no se interviene inmediatamente, una agresión verbal y física seguro se presentará; en efecto lo que hace poderoso a un conflicto, es que nadie trate de resolverlo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 123 Así pues, se recomienda que las sesiones duren entre 45 y 60 minutos, ello no sólo para poder manejar con facilidad la información que se ventila, sino para que los participantes no se hastíen y agoten, so pena de perder el interés en la conferencia. Además, aquel tiempo también resulta conveniente para que exista una bitácora que siempre dé cuenta de los diversos procesos llevados a cabo, por lo que se recomienda grabar en audio y/o video las conferencias, para luego esgrimir una estrategia de abordaje para la siguiente sesión, manteniendo un soporte. En quinto lugar, se aclara que el proceso restaurativo no persigue enseñar valores en abstracto, sino resolver problemas en la práctica; por lo que el Servicio de Mediación Escolar deberá ser independiente de calificaciones académicas o de convivencia, puesto que se trata simplemente de solucionar un conflicto, no de competir para saber quién puntúa mejor. En sexto lugar, cuando el facilitador convoca a cada uno de los participantes a las conferencias restaurativas, puede suceder que deba ingresar al salón de clases, pedir permiso al maestro en cuestión, y retirar a los actores de la clase; en ese sentido, todos los compañeros de curso, y otros del colegio, se enterarían que se llevaría a cabo una sesión restaurativa, por lo que cuando tengan la oportunidad preguntarán a los sujetos qué había acaecido en las reuniones; y ante la constante demanda de información, algunos participantes podrían sucumbir y revelar aspectos confidenciales del proceso. En otras palabras, resulta difícil que las partes prometan y cumplan que no se contará a los amigos nada de lo hablado en las reuniones restaurativas, más cuando éstos cuestionan, o aquellos les quieren impresionar; por lo que lo mejor sería comentarlo al grupo íntimo, teniendo cuidado que ajenos no escuchen. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 124 En consonancia, y teniendo presente el interrogante de ¿hasta dónde debe comentar el facilitador, a los profesores y a las directivas, lo acaecido en las reuniones restaurativas?; la mejor respuesta sería poner en conocimiento los acuerdos a los que se llega en cada una de las sesiones, más que colocar en evidencia pensamientos y sentimientos de los participantes. En séptimo lugar, cuando las partes consideren extremadamente necesaria la presencia de otro actor, se le podrá convocar así no haya asistido desde el inicio del proceso restaurativo; pero, resulta fundamental solucionar primero las cuestiones entre las partes, para luego sí confrontar a personas que no han hecho parte del proceso, y que resultan meros testigos de las conductas de aquellas. Además, si en un caso, una persona que asiste a la primera reunión restaurativa, no concurre a la segunda (porque por ejemplo se hallaba ausente del colegio), ésta en la cual se revelaron intimidades familiares y se expresaron sentimientos profundos, lo mejor sería que el facilitador decida no convocarla para las siguientes conferencias, con el fin de no detener o entorpecer el proceso restaurativo; y es que cuando alguien no asiste a una conferencia restaurativa, es similar al hecho de faltar a la clase en la que el maestro daría algunos estilos de preguntas y respuestas, para resolver un parcial o previa extremadamente difícil. En octavo lugar, es menester que los participantes se concentren en lo que acaece en cada segundo de las reuniones restaurativas, y no utilicen ese espacio – tiempo para adelantar actividades académicas, como por ejemplo tareas. Finalmente, se comenta que dado el estereotipo del psicólogo, como clínico, los participantes de las conferencias restaurativas pueden nombrar al proceso con el rótulo de “terapia”; así, el facilitador puede ser reconocido, por la comunidad educativa como el psicólogo que resuelve conflictos, aunque al inicio se le viera como el terapeuta clínico. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 125 En relación con la claridad de los hechos de agresión y conflicto. Resulta conveniente proseguir con el relato de los acontecimientos agresivos, violentos y conflictivos por medio de las partes, o de un amigo(a) común a éstas; en efecto la narración de los hechos se realiza con el fin de: 1. Que exista un acuerdo casi total, entre las partes, en relación con las acciones que acaecieron, porque es una oportunidad, para los lados en conflicto, de poseer algo en común, y es que resulta ser un primer paso en la construcción de un algo colectivo, en contraposición a la individualidad de la justicia retributiva, a hora bien, resulta lamentable cuando no se puede desembocar en la representación de unos hechos para todos los afectados, siendo ello la base de la discusión. 2. Que se enfoquen cogniciones y sentimientos en unos hechos determinados, alejándose de la centración de una representación propia, a favor de una representación conjunta (todos transformamos una vivencia en una narrativa no idéntica a aquella). 3. Que dado que existió narración de los hechos, y se comunicó cuál era la situación real de las partes, se recreó a un rostro una historia, tanto propia como ajena. 4. Que se auto-indague cada parte acerca de las causas del conflicto, porque la narrativa conlleva automáticamente a las partes a argumentar y auto-argumentarse, el porqué de ciertas conductas, además, se generan asociaciones, las cuales suministran mayor información. En relación con la categoría de análisis causas. Por tanto, lo que parecía una causa del conflicto para una parte, es matizada, explicada, y conceptualizada por medio de la contra parte (y viceversa), lo cual genera que ambas partes se JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 126 encuentren en terrenos comunes de negociación; en efecto a veces acaece que los motivos que una parte denota para odiar a la contra parte, esta última no los entiende bien, o simplemente los desconoce; y es que, el proceso restaurativo permite traer a la luz resentimientos que alguna parte ignoraba de la otra, que aunque dolorosos e incómodos, nunca se habían expresado, ni mucho menos resuelto. Por tanto, lo más importante es que si las causas se investigan, y si se superan, el conflicto carece de motivación y de auto argumentación; consecuentemente, algunos elementos a tener en cuenta en referencia a las causas son: 1. Mediante el análisis de las causas del conflicto, se logra representar el problema como una cadena de ofensas y agravios, algunos más significativos que otros, pero todos necesarios de identificar y superar. 2. Si alguna causa que generó que el conflicto se desarrollara, no se comenta a profundidad, se impide que la contra parte pueda colocarse en los zapatos de la parte. 3. Mediante las conferencias restaurativas se pone en evidencia cuestiones como por ejemplo, si realmente se deseaba agredir o fue un hecho fortuito, y si se actuó autónomamente, o si fue encomendado por un tercero la agresión. 4. Pese a no haber sido agredida, ni físicamente, ni verbalmente, una persona puede odiar a otra, por motivos tan específicos como que aquella es coqueta, o tan ambiguos como que es una hipócrita y sobre todo una lámpara (es decir, ridícula y/o tonta); y la justicia restaurativa es útil para desglosar esas motivaciones. 5. Ciertos sujetos casan riña entre dos personas, diciéndole a cada una si va a pelear contra la otra, no habiendo ninguna parte señalado nada hacia la contra parte. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 127 6. Luego de una pelea, los protagonistas se encuentran expuestos y permeables a comentarios y provocaciones de sus compañeros, los cuales exageran la realidad en busca de una nueva confrontación. 7. Cuando dada una trifulca, las marcas físicas, que a modo de lesiones desembocan de aquella, son poco perceptibles, el grupo de la víctima tiende a subestimar el conflicto, disminuir su deseo de venganza, e incrementar las ganas de finiquitar las agresiones. 8. Puede suceder que antes de las conferencias restaurativas, las partes no habían encontrado un espacio – tiempo óptimo, para disertar acerca de la problemática, aunque les apetecía hacerlo. En relación con las argumentaciones de los estudiantes. Por otra parte, ignorar las explicaciones que brindan los adolescentes ante un hecho, produce: 1. El desconocimiento de los adultos en relación con las motivaciones que desencadenan conflictos escolares. 2. La castración de los estudiantes a la hora de argumentar el porqué de ciertos actos. 3. La pérdida de una oportunidad a la hora de teorizar académicamente sobre la génesis de los conflictos. 4. La falta de comprensión en relación con que una justificación, es sinónimo de racionalización del hecho, es decir que una excusa, funciona realmente como explicación. En relación con la categoría de análisis expresión de sentimientos, pensamientos y conductas. Aparte del Servicio de Mediación Escolar, no suele existir otro espacio – tiempo para poder conversar largo y tendido, y sin personas ajenas, sobre el conflicto, dentro del colegio. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 128 Por tanto, a nivel de generalidades, en los diferentes procesos: 1. A veces les resulta más fácil y cómodo narrar los hechos, iniciar el diálogo, a las amistades de las protagonistas, que a estas últimas; en efecto las personas poseen el derecho de hablar por los demás, por sus amigos. 2. Se comprende que entre mayor la cantidad de información expuesta, mayores las probabilidades de abordar elementos que recrean y conceptualizan el conflicto. 3. Se pueden presentar insultos, amenazas, descalificaciones, ironías, interrupciones, mandatos, ordenes, y sermones; los cuales recrean la cotidianidad del conflicto. 4. Las partes se pueden encontrar en situaciones problemáticas, en las cuales existan detalles que se ignoraban o subestimaban. 5. Es viable comparar las emociones durante el conflicto, teniendo en cuenta las sensaciones antes del mismo. 6. Es posible que salgan a la luz ciertos comentarios en relación con la ley penal, es decir si se está o no cometiendo algún delito, a manos de un actor. 7. La expresión verbal recrea y explica la forma de ser de algún actor. 8. Se identifica como un obstáculo a la hora de resolver conflictos, la deficiencia en la expresión verbal; y es que si no se expresan sentimientos, el proceso no avanza y por tanto, no se puede llegar a acuerdos consensuados e interiorizados, siendo uno de los pilares y bases de la justicia restaurativa precisamente eso: la expresión. Así pues, a veces no se trata de que algún ser humano no experimente una emoción, sino de que no sabe o no está acostumbrado a expresarla, o de que infiera que no es el momento de denotarla; en efecto suele ser más fácil aparentar, que ser; en ese sentido, es clave percibir pobres habilidades comunicativas, es decir, falta de destreza a la hora de JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 129 transformar pensamientos y sentimientos en palabras, o simplemente deseo de no conversar; por lo que si las partes no son personas extremadamente expresivas, la metodología resulta deficiente; entonces, las conferencias restaurativas no resultan útiles para personas que no pueden, o no desean expresarse con toda profundidad y seguridad. Sin embargo, cuando el protagonista denota demasiada parquedad, es menester de su grupo de apoyo expresar esos sentimientos y pensamientos, que aunque guarda en la reunión restaurativa, a él confiesa. Pero, cuando a un protagonista le cuesta demasiado trabajo expresarse, los demás actores conversan, por lo que aquella se siente simplemente y desmedidamente atacada. 9. Sólo permitiendo que las partes se extiendan en la conversación, incluso que divaguen, salen a la luz elementos ocultos, que pueden ser interpretados como vergonzosamente claves en la solución del conflicto. 10. Es viable contemplar que pareciera que las personas se expresan con más ahínco, cuando se encuentran excitadas y con ira, en comparación a cuando están tranquilas y relajadas. 11. Es fundamental comprender que lo que no se dice en el momento presente, en posteriores reuniones restaurativas se olvidará, es decir que, no se recordará qué se deseaba comentar. 12. Demasiado llanto y pocas palabras, pueden detener el óptimo desarrollo del proceso restaurativo; sin embargo, es menester, nunca cortar un momento emotivo de cariño. 13. Si una sola persona monopoliza la conversación, la contra parte tenderá a aburrirse, y no referirá ni cuidado, ni atención. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 130 14. Resulta fundamental identificar contradicciones en lo que verbalizan las partes, no a manera de crítica de inconsistencia en el discurso, sino de forma tal que lo que se aborrece en la contra parte, se identifique también en la propia parte, y lo que se alague para sí, se encuentre en el comportamiento del adversario; además, puede suceder que, finalmente una persona termine aceptando que sentía lo que tanto negaba. 15. El hecho que el llanto y el reclamo no resulte legítimo entre hombres (teniendo en cuenta preceptos de la cultura escolar), merma el paso de expresión y asunción de sentimientos, tan necesario para el proceso restaurativo, pero, que sí suelen utilizar bastante las mujeres. En ese sentido, la razón por la que las mujeres se acercan más a los servicios de mediación escolar que los hombres, no es porque aquellas sean más conflictivas que éstos, sino porque culturalmente a los hombres les está más vedado que a las mujeres, el acercarse a orientación o a coordinación para poner una queja contra otro compañero, dadas unas conductas ofensivas y/o agresivas de éste. 16. El daño que se le causó a una parte es imposible de olvidar, el proceso restaurativo busca que el hecho se resignifique, con el fin de disminuir los sentimientos de odio y venganza hacia la contra parte. 17. Los acuerdos pacíficos, luego de un proceso restaurativo, no solamente deberían aplicarse a la interacción en el colegio, sino también proyectarse extra muros, puesto que no tendría sentido una amistad en la institución educativa, que muta al acabar la jornada académica en pura violencia; no es posible pues, actuar sinceramente diferente en ambos ámbitos. En relación con la categoría de análisis empatía. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 131 A hora bien, entre los elementos importantes que se hallan a la hora de identificar la calidad de la empatía entre las partes, se ubican: 1. La rabia es la mejor gasolina para el motor de la venganza, disminuir aquella, conlleva que ésta se detenga. 2. El conflicto se da cuando se desconoce o se ignora la realidad del otro, es por ello que una sociedad cada vez más liberal, será cada vez más pacífica; en ese sentido, ser fascista implica reconocer que sólo existe una realidad, la propia; por ejemplo, cuando se otorgan sermones (sermonear significa realizar una retahíla centrándose en el propio punto de vista bajo el argumento del poder que se ostenta), simplemente se está olvidando el punto de vista del otro, concentrándose en el propio, como la mejor forma de existir. 3. Resulta muy útil, a la hora de generar empatía entre las partes, el que una describa lo experimentado por la otra (que se represente la situación pasada, presente y futura de la contraparte), intercambiando roles, recreando pensamientos, emociones y conductas del otro mientras se narra la situación; el ejercicio radica en narrar la vida, lo que se cree de la contraparte, incluyendo la afectación familiar; y es que la mediación reduce la brecha del desconocimiento de la existencia del otro, pero es ahí cuando se le acerca, cuando se le humaniza (teniendo en cuenta la deshumanización del enemigo); así, la única forma de llegar a apreciar a alguien de verdad, es conocerle profundamente (revelar intimidades, contar vivencias), saber en demasía acerca de su vida; en efecto, un único aspecto en común, es un importante punto de partida para varias cuestiones que comparten los lados. Por ejemplo, una estrategia JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 132 efectiva radica en que la parte que ofende, comente a la contra parte, algunas situaciones en que fue aquella maltratada similarmente. 4. Las partes pueden unirse, cuando una le expresa a la otra que comprende cierta situación aparentemente lejana al conflicto en cuestión, dando su opinión, y complementando la narración del asunto foráneo; es decir que, denotando interés por la vida, fuera del colegio, de la contra parte, se acerca a ambas partes; y es que por ejemplo el hecho que una protagonista comente todos sus sufrimientos en relación con su propia familia, y perciba a la contra parte interesada y empática con ella, generará en aquella un deseo de no victimizar más a ésta, comprendiendo ambas partes que dependiendo de la situación se experimenta el papel de víctima o victimario; consecuentemente, luego del proceso restaurativo, es plausible que ambas partes denoten lo similares que son, aunque fuera a nivel de represión de sus padres (las reuniones restaurativas permiten hallar motivos que no sólo evocan el conflicto, sino ciertas cuestiones contingenciales externas al mismo, que dadas unas deprivaciones, recrean las formas de ser de los participantes, por lo que, las deprivaciones similares a las partes, las aterrizan en un terreno común de disertación). 5. Si únicamente participaran en la reunión restaurativa, las personas directamente afectadas por el conflicto, cada una de ellas se centraría en su punto de vista, y en sus sentimientos y necesidades propias; sin embargo, la participación de compañeros y amigos cercanos a los actores principales, genera una disminución del apasionamiento individual, y abre caminos a la comprensión de las diversas formas de interpretar el mundo; asumen entonces, un papel de mediación que visualiza el conflicto desde una perspectiva menos céntrica, que la que engloba a los JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 133 protagonistas; en efecto, asumir el conflicto desde una posición de observador (desde luego no neutral), permite conceptualizar, a modo de pensamientos, las necesidades de las partes, superando de alguna forma la asunción de necesidades a modo de emociones, las cuales pueden tomar, en los actores principales, una dualidad entre placentero y displacentero, olvidando los intermedios cognitivos en esta escala. Por tanto, resulta más productivo generar empatía, hacia la contra parte, inicialmente con los amigos de la parte, para que luego el o la protagonista se contagie de los conceptos y apreciaciones de su grupo de apoyo. 6. Entre los indicadores que señalan que el proceso se encuentra bien encaminado, sobresale el hecho que entre las partes se hagan bromas y se rían juntas (la risa es una forma de denotar que una parte, se identifica con los comportamientos de la otra), y es que una cuestión que resulta graciosa para ambas partes, sin necesidad que alguien sea humillado o degradado, es una buena fuente de acercamiento entre ellas; así mismo, las ofensas, amenazas y gritos, advierten que no está presente una fuerte empatía; y es que comúnmente, se respeta y valora, es decir, se desea de amigo, a aquel que tiene unos pensamientos y sentimientos similares al que percibe. 7. El llanto per se, en muchas ocasiones no resulta ser un símbolo que genere culpa en el agresor, por el contrario, es un símbolo de victoria, que denota que el daño cometido fue certero; sin embargo, el llanto acompañado de una explicación del por qué de las lágrimas, puede servir para que se reconozca el sufrimiento de la víctima, basado en vivencias similares por parte del agresor. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 134 8. Cabe la pregunta, teniendo en cuenta sus implicaciones, ante la amabilidad o afabilidad de las partes, ¿hasta dónde se está siendo sinceramente empática, y hasta donde es una mera actuación? En relación con la categoría de análisis daño y culpa. Sin embargo, cuando se identifican las formas de violencia, se comprende el doble papel jugado por las partes, es decir, el de víctima – victimario y viceversa; por lo que se conceptualiza en relación con la responsabilidad compartida, experimentando las partes moderadamente culpa, arrepentimiento y remordimiento por los daños causados, teniendo en cuenta el impacto de las ofensas, y los componentes del daño ocasionado; así mismo, las partes entienden que un conflicto no es una degradación de la ley, penal o escolar, sino la humillación de unas personas inmersas en una comunidad; al tiempo que los participantes disminuyen su sensación de vulnerabilidad y miedo hacia la contra parte. Así pues, se propone que: 1. Resulta más sencillo causarle daño a las personas con las que no poseemos ningún vínculo afectivo, es decir que, una estrategia para agredir sin ningún arrepentimiento a otro ser humano, radica en desconocer la mayor parte de su existencia. 2. La visión parcializada que maneja un actor, puede ser trasformada por la percepción que su propio grupo maneja en relación con lo que se representan como realidad. 3. Aunque las agresiones entre compañeros no necesariamente deben ser físicas, cualquier otro tipo, produce también dolor y deseos de venganza, es pues una golpiza psicológica. 4. La agresión contra un ser humano, implica también el dolor de sus familiares y amigos. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 135 5. Entre las formas de perdonar se encuentra la creencia que el error que se ejecutó sirve para que jamás alguien lo vuelva a cometer, es decir, que la víctima es relativamente un mártir y un héroe. 6. Las partes pese a poseer el respaldo del parche (es decir, el grupo de amigos al que se le debe lealtad), a veces les piden a los miembros de éste no actuar, y permitirles solucionar el conflicto a ellas solas, y sin necesidad de violencia. 7. Definitivamente el concepto de gavilla no sólo se aplica al hecho de tomar a golpes a una persona entre varios sujetos, sino que también implica el que se encierre para conversar a alguien, ostentando el poder de plausibles agresores, siendo éstos cercanos en distancia (proximidad física) a quienes debaten; por lo que se recomienda que el parche, si se trata de una discusión pacífica, se alejen tanto que no sólo no escuchen lo que verbalizan las partes, sino que tampoco perciban gestos y ademanes de las mismas. En relación con la categoría de análisis consecuencias. Es importante que las partes se planteen el presente y el futuro con y sin conflicto, sus escaladas o mermadas, y las implicaciones legales o normativas del mismo, para que deseen cesar los efectos negativos que implica la problemática, sin embargo, vale la pena mencionar que: 1. La propagación de rumores y chismes siempre será un arma viable de agresión, mientras no excitan acuerdos restaurativos que hagan que una parte no desconfíe de la otra; en efecto resulta muy difícil controlar el que no se expandan rumores en relación con las partes, pero mediante el proceso restaurativo, se asegura que aquellos se desestimen. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 136 2. Únicamente las partes en conflicto, pueden apaciguar los deseos de venganza de sus amigos y familiares, esa es una de sus verdaderas responsabilidades, teniendo en cuenta un proceso restaurativo. 3. A veces darle gusto a los amigos (congraciarse), resulta mutuamente excluyente a hacerlo con los padres; además, los adolescentes por medio de la justicia restaurativa pueden aprender ciertas herramientas para sortear y resolver conflictos, habilidades que no necesariamente son modeladas por los propios familiares, muchas veces porque éstos las desconocen. 4. Aunque las reuniones restaurativas crean curiosidad en los ajenos de las mismas, éstos suelen verlas como espacios que finalmente caen en una sanción, puesto que no conocen otra forma de solucionar conflictos diferentes a lo que implica asistir a coordinación u orientación. 5. El problema que los amigos se encuentren en la mitad de una confrontación entre sus amigas, radica en que si interactúan con un polo, el otro se sentirá desplazado y ofendido, experimentando rabia y celos. 6. Entre amigos, se perdona un límite de agravios, pero la amistad se va desgastando, ello porque cuando se ve a la persona ofensora, el dolor vuelve, lo que genera fastidio hacia ésta; mientras tanto, entre compañeros (antiguos enemigos o desconocidos), y dado el proceso, más que recordar los agravios, rememoran las conferencias restaurativas. 7. La soledad subjetiva que experimenta una persona dentro del plantel educativo, conlleva la aversión hacia el mismo, y el deseo de no asistir y evadir clases. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 137 8. Resulta interesante cuestionarse, si ante ataques graves de muerte, como una puñalada o un disparo, las conferencias restaurativas son útiles, o si por el contrario por tratarse de un delito de alto impacto, sea mejor esgrimir una justicia retributiva, dada una posible arremetida o retaliación inminente de alguna o ambas partes. En relación con la categoría de análisis responsabilidad. 1. Queda claro que en la mayoría de situaciones se ostenta el rol de víctima – victimario, o de victimario – víctima, dependiendo de quién inició la agresión, pero, atrozmente una específica definición de víctima o victimario recae en la conducta de quién causó más daño físico, comparado con quien lo recibió. 2. Pareciera que las reuniones con los maestros, orientadores y coordinadores, siempre son interpretados por los padres como indicio de seguro castigo; no existe pues, otra forma de representación de la solución de los problemas, por parte de éstos, que no sea la coacción. 3. Lamentablemente, cuando se trata de una inminente agresión física de una parte contra la otra, una vez terminada la primera conferencia restaurativa, resulta trascendental recordar que el facilitador no es una instancia sancionatoria o castigadora, pero que en el colegio sí existen entes que se encargan de ello (es decir, coordinación y orientación), señalamiento que se utiliza a modo de disuasión de la gresca. 4. Muchas veces parte de la responsabilidad de la afrenta contra alguien no radica únicamente en un actor, sucede que un padre, un amigo, o la pareja de éste, pudieron tener culpa en el desenlace fatídico que se interpreta como ofensa, cuestión que debe representarse las partes. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 138 5. Puesto que la responsabilidad implica un mapa mental que va desde las causas del problema, siguiendo por su desarrollo y las consecuencias del mismo, los amigos que acompañan, suelen referirse a elementos y causas pretéritas que los actores principales no mencionan; por ejemplo, en un triángulo amoroso, la responsabilidad del objeto del deseo, es más fácilmente percibida por medio de las amigas de los otros dos lados, puesto que dada la lejanía amorosa de éstas hacia aquel, se permite la descentración del punto de vista de víctima o victimario exclusivo, y la recreación de condiciones adversas que fueron gestadas en gran medida por un ente externo, por tanto, ser un actor secundario genera una multiparcialidad, que la sola reunión de los actores primarios no garantiza; en otras palabras, la importancia de la participación de los amigos de los directamente implicados, radica en que aquellos pueden descentrarse del punto de vista hegemónico de las partes, señalando en qué tipo de cuestiones la contra parte es plausible que posea la razón, y es que en las disputas amorosas, no sólo existe responsabilidad en el conflicto de manos de las contra partes, el objeto del deseo también posee un grado de responsabilidad en el hecho, dependiendo de sus insinuaciones y potenciamiento de los sentimientos, en cada una de las partes; se trata pues de una forma de atizamiento, esta vez que persuade a las partes a desarrollar empatía por el otro. 6. Si la persona que no deseaba pelear gana la trifulca, en aquella se refuerza su conducta de agredir ante una provocación. 7. Una vez que un amigo cercano, es desleal a otro, la relación nunca logra superar el impase, lo contrario que sucede con un enemigo o alguien no próximo, teniendo en cuenta un proceso restaurativo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 139 8. El objetivo de convocar a un nuevo participante al final del proceso restaurativo, no es recrear acuerdos de las partes con él, sino simplemente que sirva como testigo para esclarecer la verdad, al tiempo que se halle enterado del acercamiento pacífico entre las partes. En relación con la categoría de análisis respeto. Así, aunque la formalidad de las conferencias restaurativas siempre contendrá un grado de hipocresía (asertividad) en los participantes, el respeto hacia alguien no puede ser una imposición, es más bien una valoración que se logra mediante la interacción, no se respeta a alguien per se, se respeta porque existen buenos motivos, basados en la práctica, para hacerlo; en todo caso, resulta complicado abandonar la palabra víctima o victimario, lo cual implicaría dejar de lado la concepción de bueno o malo, justo o injusto. En efecto es muy difícil no rotular a las personas, no sacar un perfil de ellas; en ese sentido, la imagen pública de una persona resulta tan importante que hasta la legislación la penalizó, y es que la imagen pública es un determinante de la impresión que nuevas personas podrían llevarse acerca de los sujetos; implica pues el acceso o no a ciertas gratificaciones sociales, dependiendo de la reputación comunicada, además, la burla constante es una señal de una imagen pública deteriorada; por tanto: 1. Utilizar un lenguaje displicente únicamente incrementa el agravio, por lo que el facilitador debe señalar y corregir lo óptimamente expresable en una solución pacífica de conflictos. 2. Inicialmente, aunque el facilitador lo censura, es relativamente normal que las partes utilicen ciertas groserías, más de cliché que de contenido. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 140 3. Resulta fundamental, sesión tras sesión, ir disminuyendo el tono y contenido agresivo del lenguaje, y de la conversación en sí. 4. El llanto enternece a las contra partes cuando han sido buenas amigas, cuando no, es un símbolo de debilidad. 5. En ocasiones el proceso llevado a cabo no logra restaurar totalmente la relación entre amigos, simplemente funciona como un acuerdo de no agresión. 6. Lamentablemente, en los triángulos amorosos, alguien resulta descartado, mientras los otros dos se aman; a hora bien, se aboga a la dignidad como argumento para no mantener las conferencias restaurativas, por el que se siente humillado; cuestión a la que accede el facilitador, teniendo en cuenta la salud mental de todos los protagonistas, directos e indirectos. 7. Si nuevos actores no se encontraron presentes en las reuniones restaurativas pasadas, ciertos participantes no les perciben como un similar (lo que sí sucede con miembros de la otra parte), sino como un mero enemigo. En relación con la categoría de análisis poder. Por tanto, en relación con el poder entre las partes, se comenta que: 1. Una buena forma de equilibrar el poder, es citar a un número similar de personas por parte, intentando nivelar la presencia de sujetos más fuertes, o más débiles, emocional y físicamente, en cada bando. 2. Puesto que el facilitador no es interpretado como un ente sancionador, las personas suelen expresarse con mayor facilidad en presencia de él, en comparación con la comunicación hacia maestros, coordinadores y orientadores. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 141 3. Se puede preguntar si la presencia de un maestro en las reuniones restaurativas, generará la aberración de poder absoluto sobre aquel, no solamente por ser adulto, sino también por ostentar autoridad, y conocimiento sobre las relativas intimidades de los escolares; en efecto ¿pueden los maestros profesar confidencialidad en el proceso?, o es simplemente un cúmulo de información a la hora de etiquetar y juzgar a un estudiante. En relación con la categoría de análisis puntos de vista. En todo caso, los puntos de vista pueden ser asumidos como guías a la hora de comprender los valores de los adolescentes, es decir, qué aprecian y qué rechazan, lo cual ofrece luces para intuir cómo evolucionará el conflicto, dependiendo de determinada contingencia, en ese sentido: 1. La sed de sangre (es decir, el anhelo que ante una pelea, se observe el mayor daño posible en los protagonistas) dentro del plantel educativo es una constante; así mismo, se defiende el concepto que “así le den a uno duro, uno debe pararse duro” (es decir, estar dispuesto a responder violentamente ante una agresión); en otras palabras, la violencia resulta ser un elemento adaptativo, competente, y hasta asertivo, en casi todos los ámbitos de la sociedad adolescente. 2. Cualquier débil motivo, es un argumento para meterse en una pelea; y es que el no contestar agresivamente una provocación, es señal de cobardía, y asegura el que las ofensas continúen indefinidamente. 3. Las peleas resultan ser rituales necesarios para conseguir estatus; así mismo, el perfil de víctima es alguien que se perciba como frágil y ausente de parche (es decir, grupo de amigos al que se le debe lealtad, y/o pandilla). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 142 4. El parche, como conjunto de amigos que se aprecian, resulta ser una adaptación evolutiva, muy similar a la de los primates, en efecto el parche no solamente reza protección a cada uno de sus integrantes, sino que también disuade a foráneos de una arremetida contra algún miembro. 5. Entre amigos, se prestan los parches, con el fin de estar dispuestos a responder violentamente ante una agresión o circunstancia problemática. 6. Igual que tener muchos amigos por Facebook representa popularidad, tener parche representa estatus, en el sentido de ser querido y apreciado por muchos. 7. Los comportamientos de una persona deben ser acordes a los de su grupo de amigos; por ejemplo, si alguien le desagrada a otro, si uno es amigo de este último, también debe desagradarle; además, si tus amigos tienden a demostrar ser ñeros (subcultura urbana caracterizada por la agresividad en el trato, y su cercanía con la delincuencia), debes actuar igual, en consonancia; es decir que, tanto las palabras, como los comportamientos, tienden a generalizarse en los integrantes de un grupo de amigos; en todo caso, aunque a veces sucede que a alguien le desagrada otra persona, y una amiga de aquella se habla con ésta, si llegara a presentarse una agresión física entre las partes, es menester que se defienda a la amiga más que a la conocida (problemas físicos con alguna persona, profetiza la enemistad con todas las amigas de aquella). 8. Los conflictos que se desarrollan en el colegio, deberían ser resueltos por los protagonistas directos, sin inmiscuir parche del barrio, o familiares, previniendo agresiones desmedidas, de vida o muerte, futuras. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 143 9. Aunque tener amigos o familiares delictivos resulta un peligro para el propio bienestar (teniendo en cuenta las actuaciones delictivas de aquellos), al mismo tiempo produce seguridad y prestigio para sí. 10. Resulta trascendental ser el ganador de una pelea, y humillante perderla, lo cual implica causar mayor cantidad de sufrimiento físico, en comparación con el que se recibe; en todo caso, cuando se hace parte de una pelea, se corre el riesgo de perder el control, en el sentido que se lesione, es decir que, uno mismo resulte herido de gravedad o el otro, es pues, que una gresca es un azar para el destino. 11. La mofa y la burla son una constante en los adolescentes, el problema consiste en que cuando lo realizan los amigos, se ríen con la persona, pero cuando lo llevan a cabo los enemigos o los desconocidos, se ríen del sujeto, y es que resulta ser una señal que el que comete la vergüenza, en verdad poco les agrada; consecuentemente, siempre existirá un motivo para mofarse de alguien, el problema radica en que si se vuelve sistemático, adquiere el estatus de ofensa. 12. Dado lo divertido de hablar mal (es decir, comentar cuestiones que degradan a la persona de la cual se habla) de algún compañero de colegio, no se trata tanto de eliminar esa conducta, como de modularla en el sentido que personas ajenas al parche no la escuchen; además, mediante las conferencias restaurativas se identifica qué persona lleva y trae chismes, los propaga y exagera, con el fin de tener cuidado a la hora de conversar en su presencia, o de asumir con veracidad sus rumores. 13. Existe en los colegios, la ubicación de los alumnos en un continuo entre extremadamente agresivos – extremadamente pasivos, por lo que los que tienden a hallarse en este último polo, buscan a quienes pertenecen en cercanías al otro JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 144 extremo, es decir que, pretenden un respaldo que ellos mismos no pueden brindarse; en otras palabras, quienes poseen el talento, declaran que en la vida es menester ser alzado y frentero (es decir, persona que se caracteriza por su agresividad y/o por delinquir), y quienes no ostentan esos comportamientos, deben guarecerse en aquellos, con el fin de no ser objeto de montas (es decir de agresiones). 14. Ser mujer en la presente sociedad, posee la ventaja de que le es legítimo demostrar sentimientos de tristeza, humillación y miedo, mientras que a los hombres les está vedado expresar ese tipo de emociones; sumado a ello, es mal visto entre compañeros, en mayoría hombres que mujeres, llevar quejas a orientación, coordinación y a sus propios padres (no ser sapo), demostrarse débiles, y predicar un pacifismo más que un papel de agresividad, es decir que, la cobardía y la falta de autonomía son desvaloradas. 15. Probablemente los adolescentes son un reducto de la sociedad libre, los cuales no desean reproducir el estudio y el trabajo arduo, sino únicamente ser felices en el momento, se trata pues de una gratificación inmediata. 16. Las motivaciones de conflictos sexo – afectivos son muy difíciles de superar, principalmente por la intensidad del deseo de estar con la persona, y porque el ser rechazado conlleva una puñalada a la autoestima. 17. La sacralidad del rostro, es realmente una ubicación corporal a atacar. 18. Resulta el proceso restaurativo más fácil si a cambio de unas conductas se ofrecen otras, lo cual no sucede en relaciones de pretérita amistad. En relación con la categoría de análisis papel del facilitador. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 145 El facilitador se debe esforzar por ser neutral (hasta donde le fuera realizable) y sobre todo proyectarlo a las partes; no ser identificado como una autoridad superior a las partes en conflicto; no imponer su propio punto de vista como hegemónico (valorar los confrontados), puesto que si así sucediera, los acuerdos serían legítimos para aquel, y no para los participantes; generar el que se presentara la mayor cantidad de información durante el proceso; identificar objetivos y metas en donde desembocar, al tiempo que ventajas comunes a las partes; tener en cuenta que en las reuniones restaurativas, a veces se presentan niveles emocionales altos, estando preparado para responder, encaminando la situación en la búsqueda de una salida pacífica al conflicto. Así pues, y teniendo en cuanta el carácter humano y comprensivo del facilitador, no sólo le buscarán las personas con las que ha resuelto conflictos, para contarle nuevos problemas, sino que las amigas(os) de éstas harán lo propio; en efecto muchas veces, la pertinencia del facilitador, se dará porque conoce a la mayor cantidad posible de los alumnos, es decir, algo en relación con sus vidas; así, el facilitador siempre creerá que el colegio debe contener el conflicto, con el fin que no se generalice a los demás aspectos de la vida del estudiante; por tanto: 1. El papel del facilitador es contener el conflicto, es decir, que no se expanda o se generalice a otros espacios, tiempos y actores; y es que una discusión siempre será mejor que una retaliación física, puesto que se penetra en el cerebro de la contra parte, no en sus puños y patadas. 2. El facilitador persigue el que no existan confrontaciones entre las partes, en el sentido que no deseen realizarlas, mas no pretende cambiar los rasgos de personalidad de cada uno de los polos. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 146 3. Teniendo en cuenta la legitimidad del facilitador a nivel de la comunidad escolar, se propone ostentar uno en cada colegio, a parte del maestro, orientador o coordinador, con el fin que conozca a los estudiantes, y sus plausibles conflictos con otros, al tiempo que se centre en su labor, ello sobre la idea que la convivencia pacífica deberá ser la columna vertebral de la educación. 4. A nivel de aciertos, el facilitador es un adulto que siente, piensa y actúa como adolescente, sin esas características, ningún joven le confesaría la verdad; por tanto, el facilitador utilizará cierto lenguaje, jerga específica, la cual es idéntica a la de los adolescentes; en todo caso, no se trataba de una mera actuación, sino del conocimiento profundo de las realidades barriales. 5. Aunque el facilitador parte del hecho que se les cree todo aquello que verbalizan los participantes, siempre se encuentra presto a percibir contradicciones, y a identificar plausibles falacias. 6. Los sermones a manos de cualquier actor, incluyendo el facilitador dividen, separan y alejan a las partes. 7. A nivel de dilemas, se contempla primero, que dadas las reuniones restaurativas, los protagonistas pueden perder variadas clases, lo cual les afecta académicamente, y es que se atrasan en los asuntos de algunas asignaturas, por lo que se propone, a modo de política pública, disponer algunas horas académicas con el objetivo único de resolver conflictos entre estudiantes; segundo, ¿cuándo se debe inmiscuir en los procesos personas ajenas a la institución?, teniendo en cuenta que la legitimidad extra muros, del facilitador, puede ser inexistente; tercero, el facilitador a ¿quién le debe lealtad, a las directivas, o a los estudiantes?, más cuando estos últimos le pueden JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 147 confesar afrentas al manual de convivencia (incluido consumo de sustancias psicoactivas), en todo caso, el facilitador declarará asumirle lealtad a los protagonistas del proceso restaurativo, cuando no se trate de confidencias de vida o muerte (obviamente el debate se encuentra abierto); y cuarto, es de cuestionar si un maestro, por ejemplo el director de curso, debe estar presente en las reuniones restaurativas, sobre todo teniendo en cuenta que aquello implica dejar una hora sin clase a todo un salón. En relación con la categoría de análisis soluciones. Puesto que talleres de convivencia resultan ser las únicas ideas que plantean los padres de familia a la hora de solucionar conflictos, es menester detallar que esa metodología implica que: 1. Las situaciones hipotéticas de los talleres son únicamente información, las situaciones vividas en la práctica son experiencias personales; en efecto, la vida no trata de ser mero objeto de aplausos o sanciones, sino de participar en la construcción del propio futuro. 2. Los talleres sirven para resolver óptimamente un instrumento de evaluación, la práctica de la justicia restaurativa funciona para solucionar pacíficamente conflictos reales; en ese sentido, lo que se aprende debe servir para algo, pero debe servir para algo cotidiano e inmediato. Por otra parte, entre las estrategias que utilizan los estudiantes en la cotidianidad, para resolver conflictos escolares, se encuentran: 1. Hablar cara a cara es la metodología de los estudiantes para resolver de raíz los conflictos; y es que la mejor forma de destruir un chisme, es que las partes se comuniquen la veracidad y magnitud del mismo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 148 2. Comúnmente, las partes no se hablan cara a cara, o no ofrecen y piden explicaciones, porque no se encuentran en un lugar seguro para hacerlo, es decir, si no se instaura un espacio específico para llevar a cabo esta conducta, se corre el riesgo que todo el diálogo desemboque en una gresca. 3. El problema de la pelea como solución plausible, es que para el que gana, el conflicto se resolvió, y si existiera uno nuevo, aquel se encontraría en condiciones físico – emocionales de afrontarlo; mientras que el que pierde, se siente humillado y con deseos de venganza, y piensa no necesariamente repetir una gresca uno a uno, sino con parche y/o con armas. 4. Resulta ser una forma de disuasión, tanto para la pelea, como para las ofensas, el hecho que se tenga un parche grande, dentro y fuera del colegio; se trata de una medida de protección. 5. El apoyo de un amigo, finalmente y sobre todo se basa, en que si alguien es golpeado o provocado, aquel responde violentamente ante una agresión sin dudar, eso es pues, amistad. 6. El castigo siempre implica una mentira, con el fin de librarse del mismo. Por tanto, entre las estrategias, en el marco de la justicia restaurativa, para llegar a soluciones consensuadas, se encuentran que: 1. Puesto que las personas pelean, por variados errores de percepción, la mejor forma de vencer a tu oponente no es imponiéndole tu cosmovisión, sino logrando que comprenda que buscan y persiguen las mismas metas. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 149 2. La justicia restaurativa no es una alienación acerca de las normas y reglas, es precisamente una construcción de las mismas; en efecto la interacción entre personas es superior a las leyes burocráticas. 3. Hay que potenciar el hecho que los seres humanos nos hastiamos de poseer tantos problemas; es decir que dado el escalonamiento del conflicto, las partes añoran un futuro colmado de tranquilidad. 4. Siempre que se subrayan acérrimamente los errores de una de las partes, ésta tenderá a colocarse a la defensiva, y olvidará en qué se equivocó. 5. Se debe sopesar el dar confianza, ser tolerante y escuchar la verdad, o reprimir y estrellarse con un muro de mentiras y silencios; y es que un acuerdo espontaneo, o mediante el proceso restaurativo, se contamina y no resuelve el conflicto, cuando se conversa con mentiras; además, muchas veces las partes, antes de entrar en un proceso restaurativo, han intentado resolver pacíficamente sus conflictos, lamentablemente pretenden llegar a un acuerdo, desconociendo qué pasos utilizar para llegar a éste, y para que las ofensas en el futuro no se repliquen. 6. El hecho hipotético que una persona le fuera infiel a su pareja estudiante de la institución en cuestión, y que eso lo deberían resolver los dos solos, se plantea únicamente si aquella no le era infiel a ésta con ninguna de las participantes en el proceso restaurativo. 7. En algunos casos, resulta fundamental la presencia de los novios(as), o prospecto de los mismos en las partes, aunque sean ajenos a la institución, lo cual implica la legitimidad del facilitador extramuros. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 150 8. El facilitador deberá ofrecer espacios en donde, sea con su presencia o no, las partes puedan reprocharse y dialogar cómodamente sin necesidad de testigos que contaminen el proceso restaurativo; además, las partes son conscientes que ante conflictos no tan graves, son los protagonistas directos quienes deben resolverlos, ello porque si se convoca a ajenos, la violencia se saldría de control. 9. Puesto que el facilitador puede proponer que por el resto del día en que se llevó a cabo la primera sesión restaurativa las partes no se agredan, y se ignoren, alguna de ellas podría pensar que esa debe ser la solución total, por lo que el facilitador debe explicar que si no se realiza el proceso restaurativo completo, los acuerdos carecerán de base sólida; en todo caso, resulta útil el compromiso que, luego de la primera sesión restaurativa, únicamente por ese día no se confronten ni a golpes, ni por medio de ofensas verbales; en estos sentidos, si alguna persona no desea ser partícipe de un proceso restaurativo, el facilitador jamás patrocinará el firmar compromisos y dar por terminado el asunto sin profundizar en el mismo. 10. Se cree que entre las cualidades de las reuniones restaurativas se encuentra, que una vez sucedida la primera sesión, las partes disminuirán su interés en tomarse a golpes u ofenderse. 11. Un objetivo básico del proceso restaurativo, es que si a oídos de una parte llegan ofensas derivadas de la otra, mediante comentarios de personas ajenas al proceso, ambos lados subestimen y resten importancia a esas acotaciones, teniendo en cuenta la certeza y la fe en las reuniones realizadas. 12. Resulta plausible el que alguna persona no asista a la totalidad del proceso restaurativo porque por ejemplo no suela realizar autónomamente las tareas escolares JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 151 dirigidas para el hogar, y las plagie entre clase y clase, siendo más importante las notas académicas, que la restauración en relación con los conflictos; también puede acaecer que dada una dilatación temporal entre sesiones restaurativas, éstas carezcan de funcionalidad, por ejemplo por que no se volvió a presentar una nueva agresión. En relación con la categoría de análisis acuerdos. Por tanto, es importante no llegar a acuerdos precozmente, sin realizar todo el proceso restaurativo (el valor del proceso restaurativo no es desembocar raudamente en acuerdos, sino transitar por la ventilación de pensamientos y sentimientos negociados); en efecto, a veces los maestros tienden a sentirse presionados por llegar rápidamente a la etapa de compromisos, desestimando los pasos del proceso que dan una base sólida a los acuerdos; no se trata principalmente de firmar acuerdos y compromisos, sino de otorgarles un piso estable a éstos; y es que cuando la institución llama a un estudiante y/o a su acudiente, lo que se representan es que serán “sermoneados”, y luego deberán firmar un documento, sin importar si es realizable, es decir, sin interesar qué dice el mismo; es así que la efectividad del modelo de la justicia restaurativa, no radica en la redacción de acuerdos y compromisos, sino en un proceso que colme de contenido, convicción, y necesidad de cumplimiento, a aquellos. Por otra parte, es posible que los acuerdos funcionen para partes extremadamente no cercanas, es decir, que no sirvan para los amigos íntimos; en efecto la amistad resulta tan espontanea, que no puede ser limitada por una camisa de fuerza (es decir, por una circunstancia inviolable de la cual no se puede escapar); la idea es que una amistad no se puede desarrollar a modo de manual, especificando qué hacer o no, y es que el futuro de una amistad no puede ser definido sino con la contingencia franca y abierta presente y futura, no por medio de un JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 152 documento; así, es plausible que ante aquella condición, las partes decidan no firmar acuerdos porque no están seguras si mantener o no la amistad, y sobre todo, en qué condiciones. En todo caso, la no firma de acuerdos entre amigos no es un fracaso para el proceso restaurativo, es la oportunidad de replantear una amistad no en el papel, sino en la práctica; es un momento de sinceridad, teniendo en cuenta la revelación de pensamientos y sobre todo de sentimientos entre las partes. Además, es fundamental que cada uno de los acuerdos logrados se evidencie en un documento escrito, no se deje ninguno de manera verbal, ni de forma tácita. Puede suceder que ante un acuerdo relativamente tácito o explícito, aquel no se cumpla, perdiéndose la fe en el proceso y en la contra parte, y desapareciendo los deseos de continuar en el mismo; en efecto, cuando se incumplen los acuerdos, las causas y motivaciones superadas, vuelven a renacer con gran intensidad (el no cumplimiento de los acuerdo acarrea la destrucción de lo aprendido en el proceso restaurativo, por lo que las actitudes hostiles tomarán su primer lugar); en otras palabras, tras el yerro de una parte en relación con la asunción tácita o explícita de acuerdos, la contra parte puede desvalorar el sentido, eficiencia y eficacia de las reuniones restaurativas; al tiempo que renacen sentimientos de odio, conjeturas de hipocresía, y deseos de agredir hacia la que se equivocó. Sumado a ello, es comprensible la actitud esperada de la parte nuevamente ofendida, es decir que se pase de acuerdo en acuerdo, una vez que alguien lo haya incumplido; más teniendo en cuenta que el castigo ha sido la única forma de resolución de conflictos imperante, no la responsabilidad asumida por cada uno de los actores. Finalmente, se cree que los pactos relativos al amor son muy difíciles de cumplir, es decir que los deseos o anhelos sexo – afectivos son más poderosos que un escueto acuerdo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 153 En relación con la categoría de análisis restauración. Por tanto, más allá de abogar por respuestas y programas como la reparación, la restitución y el servicio a la comunidad (en el sentido de reparaciones objetivas), es menester patrocinar también las subjetivas, y es que teniendo en cuenta que la restauración puede ser asumida por los actores como humillante y degradante (la reparación se asemeja demasiado a la justicia retributiva, es decir, un castigo demandado por una comunidad injusta), se prefiere impulsar: 1. La restauración por medios simbólicos, más que por económicos o de servicio. 2. La instauración de una cultura de dialogo, dialéctica, responsabilidad, recuerdos sanados, y paz. 3. La reconstrucción de relaciones deterioradas, y el fortalecimiento de las prosociales. 4. La reconciliación entre las partes, y la cohesión social. 5. La armonía del grupo. 6. Reintegrar a la comunidad a alguien que fue protagonista de un conflicto. 7. Evitar que si una persona no desea restaurar el daño, el siguiente paso sea amenazarle con un castigo, deslegitimándose la voluntariedad en el proceso. 8. Que mediante los procesos restaurativos, el clima educacional de la institución mejore, ello debido a la instauración de nuevas normas de interacción social en el colegio. Consecuentemente, se piensa que: 1. Cuando las partes, debido a su inexperiencia, no vislumbran cómo restaurar el daño, es menester del facilitador proponer alternativas. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 154 2. Restaurar materialmente sólo es aplicable si existen definida y sin ambigüedades agresor y agredido, lo cual no suele suceder en la práctica, porque el conflicto es más bien el producto de una cadena de agresiones. 3. La restauración como servicio a la comunidad, se asemeja demasiado al castigo, en el sentido que mientras una parte gruñe, la otra ríe, lo cual incrementa el conflicto; además, la restauración material no debe ser percibida por las partes como un castigo, sino como un símbolo de culpa, arrepentimiento y deseo de unas relaciones futuras pacíficas. 4. Una restauración material colma de afecto positivo a quien la recibe, al tiempo que la contra parte percibe que hizo lo correcto; pero, la cuestión económica de una restauración debe ser ponderada teniendo en cuenta los ingresos y egresos de la familia del estudiante. 5. Muchas veces los amigos del actor principal, ayudan a que la forma de restauración adquiera relevante importancia, pese al escepticismo del directamente afectado. 6. La mediación es una gran oportunidad para sentir que el conflicto cesó, y que las consecuencias negativas se resignificaron, imperando la consecuente tranquilidad; en efecto la restauración implica una motivación política, debida de la experiencia, para obtener un mundo más armónico. 7. Parte de la restauración implica no únicamente solucionar el problema, sino también de teorizar acerca del conflicto en todos sus niveles, para que no se repita; es decir que la justicia restaurativa pretende no solamente tratar el delito consumado, sino también prevenirlo. En relación con la categoría de análisis relaciones futuras. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 155 Sumado a lo anterior: 1. El proceso restaurativo funciona como señal que el conflicto cesó, y como punto de partida para ostentar nuevos comportamientos hacia la contra parte; y es que la conferencia restaurativa es una oportunidad de volver a comenzar, de instaurar nuevas conductas, pacíficas, entre las partes; en otras palabras, las conferencias restaurativas funcionan como un borrón y cuenta nueva, no necesariamente como generación de una nueva amistad, pero sí como que las agresiones quedaron en el pasado, y que cada cual realizará su propia vida, sin determinar a la contra parte. En todo caso, más allá que las partes se ignoren, se trata de que cada vez que se perciban, rememoren el proceso restaurativo, y decidan no escalonar en el conflicto. 2. Siempre existe la posibilidad, que por contingencias de la vida, las partes se comuniquen, en ese sentido, son las conferencias restaurativas las que aseguran que se den pacíficamente ese intercambio de información. 3. La conciencia histórica, en referencia a un suceso, no debe perder su comprensión de causas y consecuencias, en miras a que no se repita; debe más bien asumirse como un dolor necesario, para generar un mejor futuro. 4. Los amigos comunes entre las partes, resultan ser una buena motivación para solucionar el conflicto, y quedar como conocidas amables. 5. Aunque ajenos al proceso restaurativo ostentarán rabia porque las partes en conflicto se acercaron, éstas deberán comprenden que más que dejarse llevar por rumores, es menester hablar cara a cara siempre a la contra parte, puesto que esta habilidad suele resultar efectiva y eficiente en las sesiones con el facilitador; sin embargo, dada una humillación reiterada, luego del proceso restaurativo, el entendimiento entre las partes JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 156 carece de bases sólidas, resaltando a la vista que el ofensor desea reincidir en los agravios. En relación con la categoría de análisis venganza. 1. Sucede a veces que quien inicia la trifulca es precisamente quien la pierde, encubándose sentimientos de venganza, al tiempo que desdibujándose un papel exclusivo de víctima o victimario. 2. Puede suceder que luego de una confrontación, así sea verbal y relativamente amable, las partes empezarán a sopesar la fuerza de sus parches, teniendo en cuenta una posible arremetida vindicativa; además, si un parche convocado por los protagonistas de un conflicto, derrota a otro, este último citará más gente con el fin de vengarse, y si vencen, aquel esgrimirá más personas para defender el honor, siendo pues, una cadena no tanto interminable, sino más bien colmada de lesionados que desean revancha. 3. El proceso restaurativo es una oportunidad única de contraer sentimientos de odio y venganza, proponiendo una nueva realidad a vivir por las partes; así, entre más se avanza en las conferencias restaurativas, el tono agresivo y displicente en el discurso, disminuye; en efecto si una parte tiende a ceder, la otra también lo hará; por tanto, es fundamental reforzar constantemente el hecho que existe deseo de ambas partes de negociar. 4. La venganza no es una conducta que se reduce por el simple hecho que el facilitador no la recomiende, la vindicación no se da cuando, teniendo en cuenta un sopeso de pros y contras, la persona decide, gracias al proceso restaurativo, no llevarla a cabo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 157 Así, el desistimiento de venganza genera una nueva armonía en las partes, menos prevenida y más confiable. En relación con la categoría de análisis evaluación y seguimiento. Suele suceder que dado el rol que manejaba el facilitador, muchos estudiantes se acerquen a él, con el fin de encontrar una respuesta al conflicto intra y extra personal. Por otra parte, con el objetivo de avalar o no al proceso restaurativo, es menester monitorearlo y evaluarlo; así pues, la evaluación más importante, es que se defina si la relación entre las partes se fortaleció a nivel de amabilidad, y en ausencia de agresividad; en todo caso, se resalta que el mejoramiento de las relaciones se da más a nivel conductual que de emociones y cogniciones, es decir que, el proceso restaurativo pacifica las relaciones, pero no genera nuevas amistades. A hora bien, dado que los acuerdos son un catálogo de conductas concretas y precisas a realizar, una vez que el acuerdo es lacerado, las partes deberán ser informadas, y se reunirán nuevamente para analizar la situación, intentando concertar nuevas formas de interacción. Y es que aunque los acuerdos se basan en lo discutido en todas las reuniones restaurativas, cabe la posibilidad que se incumplan, por lo que se debe tener claridad acerca de cuál es el paso a seguir. En ese sentido, ocurre que una vez se percibe que el acuerdo fue lesionado, los sentimientos negativos vuelven (por ejemplo, tristeza, ira, deseos de venganza), perdiéndose totalmente la fe y el interés en el proceso restaurativo, identificándolo como una pérdida de tiempo. En relación con la participación de los padres de familia en las conferencias restaurativas. Pese a que según la literatura consultada, parte de las estrategias para resolver JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 158 óptimamente los conflictos, depende de la mayor cantidad de personas de la sociedad que participen en las problemáticas que les incumben (sean actores primarios o secundarios); surge la pregunta de ¿hasta qué punto todos los diferentes actores, y sus puntos de vista, deben ser contenidos en una reunión restaurativa?, es decir, incluir la voz y el voto no sólo de los protagonistas directos, sino también de sus amigos, familiares, vecinos, y comunidad en general. En específico, la intervención de los padres, lejana a las conferencias restaurativas, puede incrementar la agresividad entre las partes, puesto que aquellos esperan realizar sus necesidades propias, descartando los puntos de vista conciliadores de los adolescentes; además, el que se inmiscuya a los padres en los problemas escolares, en ocasiones produce que el hijo sea identificado como dependiente, y falto de autonomía y de carácter, por lo cual termina siendo objeto de burla. Más preocupante aún, en primer lugar es plausible pensar que a veces los adultos monopolizarían la conversación en una sesión restaurativa y desearían realizar su propia voluntad, sobre todo porque no consideran como legítimas las cosmovisiones de los adolescentes, sus racionalizaciones y experiencias; deduciendo qué está “bien” o “mal” para sus hijos, y sin embargo, no enseñándoles a sopesar costos – beneficios, ni a argumentar puntos de vista, es decir que, les enseñan a obedecer, no a responder autónomamente por sus comportamientos. Tanto así que los adultos en las reuniones restaurativas pueden estar convencidos que el acordar aspectos con los representantes legales de los menores, soluciona el conflicto, sin necesidad de ahondar en los puntos de vista, sentimientos, necesidades y plausibles salidas a las circunstancias adversas, de los protagonistas directos; así pues, los padres aún mantienen la idea JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 159 que la verdad que debe cobijar a sus hijos es la que aquellos profesan, olvidando la multiculturalidad de opiniones que permea a la sociedad actual, contemporánea, y posmoderna. En otras palabras, el problema de dejar acceder a los padres, en la resolución de un conflicto escolar, tiene que ver con que ellos lo resuelven a su manera, adulta, no a la manera infantil y adolescente; al mismo tiempo, si desde esta última perspectiva se deseara resolver por los estudiantes, terminaría significando un sermón, algo alejado de la realidad pueril; en efecto el enfoque que realizan los adolescentes ante un conflicto, dista en demasía del enfoque que hacen los adultos, entonces, las dinámicas adolescentes no deben ser resueltas exclusivamente desde el punto de vista de los adultos. Cuando un adulto impone su punto de vista acerca de la resolución de un conflicto, legitima una única forma de interpretar la realidad, abusa del poder, y evade la existencia (derechos y deberes) de los adolescentes; toma el atajo de dados unos hechos, elegir la solución que le convence, sin acudir a las interpretaciones de los protagonistas; reafirma su cosmovisión, pero subestima la de los realmente implicados; en efecto no se trata sólo de no cometer la conducta ofensora, se trata de poseer buenos motivos para no realizarla. En segundo lugar, así como para los adultos los adolescentes no son interlocutores totalmente legítimos, para estos últimos, los mayores tampoco lo son, principalmente porque no comprenden la cotidianidad socio – educativa de los menores (aquellos no se hallan implicados en las circunstancias que capotean diariamente éstos); por el contrario, los compañeros, a diferencia de los adultos, pueden interpretar y entender el sentido de un comportamiento, aquel que estos últimos únicamente reprochan; tanto así que cuando los padres preguntan a sus hijos algo, en verdad no les interesa lo que piensan éstos, únicamente pretenden una señal de afianciamiento, de confirmación y obediencia; es por ello que únicamente en el espacio del JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 160 colegio, los estudiantes se comportan más consecuentemente a lo que piensan y sienten, por el contario, en el propio hogar, se disimulan y falsean las cogniciones y emociones personales. A hora bien, es plausible pensar que cuando en una conferencia restaurativa se incluye a los padres, sus hijos ostentan una máscara, la cual sólo se desvanece cuando se encuentran en presencia de sus amigos y congéneres (es común que los adolescentes vean en las palabras de sus padres no una negociación, sino una imposición). En estos sentidos, y en tercer lugar, inevitablemente, el facilitador y demás adultos que participan del proceso restaurativo, en algún momento deberán observar e interpretar la existencia desde los ojos y el cerebro de los adolescentes, porque: 1. Es esta última instancia idónea a la hora de debatir, argumentar y modular sus propios comportamientos. 2. Las reuniones restaurativas permiten que se vea al otro como un similar, teniendo en cuenta vivencias comunes, y no como un ingenuo carente de criterio. 3. Puesto que los adolescentes viven otra realidad disímil a la de los adultos, no mejor o peor, tonta o inteligente, simplemente diferente, los padres deben ponerse realmente en los zapatos de sus hijos, no únicamente esperar ser un ejemplo a seguir ciegamente. 4. Los menores no sólo están mejor adaptados a la cotidianidad escolar que sus propios padres, sino también recrean un presente, el cual se proyectará y reproducirá en el futuro de la sociedad; y es que el hecho que el pensamiento adulto sea en el presente una hegemonía, no implica que no exista un pensamiento disidente futuro a manos de los adolescentes; es decir, que la juventud no es solamente el futuro etéreo, sino también el presente que cuestiona e intenta derrotar al pasado. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 161 Por tanto, la vida del adolescente tiende entre agradarle a sus padres, lo mismo que a sus compañeros, ostentando en la presencia de familiares o congéneres, comportamientos (conductas, pensamientos y sentimientos) disímiles; entonces, puesto que mediante la empatía de los adultos hacia los jóvenes, no sólo aumenta la probabilidad que se resuelva el conflicto óptimamente, sino que también se conoce parte de la existencia de los protagonistas, y muchos códigos de los adolescentes en general, resulta importante pensar si se trata de negar los valores de la cultura adolescente, deslegitimándolos, o si se trata de construir valores prosociales sobre aquellos valores instaurados. Conclusiones Existen variedad de estudios que abordan los elementos teórico – prácticos a tener en cuenta al momento de implementar un Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa; sin embargo, el monto de investigaciones se reduce cuando se persiguen resultados derivados de la puesta en funcionamiento de éste; peor aún, la descripción detallada del método utilizado para llevar a la praxis ese ejercicio, resulta casi nulo; siendo también inexistentes, estudios que planteen situaciones hipotéticas acerca de lo que pudiera acaecer en el mismo; y es que las investigaciones relativas a la investigación – acción y/o a la justicia restaurativa, son poco visible en las publicaciones académicas, pero constantes en la cotidianidad de los colegios (Flores et al., 2009); en consonancia, “hay más que necesitamos saber acerca de las prácticas restaurativas, en particular en cuanto al proceso en sí” (Shaw, 2007, p. 134), tanto así que “la mayoría de los observadores reconocerían que la aplicación de medidas de justicia restaurativa está aún en la etapa exploratoria y que se necesita más información sobre su aplicación y funcionamiento” (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2006, p. 39). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 162 En todo caso, el presente documento, el cual plantea una investigación más profunda a futuro, realmente considera que un Servicio de Mediación Escolar basado en el Modelo de la Justicia Restaurativa, podría transformar la cultura imperante en una institución educativa, en el sentido de normas, valores, costumbres y saberes útiles para la adaptación de las personas a su medio ambiente (Acosta, 2004); y es que se piensa que una resolución satisfactoria, efectiva y eficiente, de varios casos abordados, generaría un “contagio comportamental” en los estudiantes, que no solamente atraería al Servicio de Mediación Escolar a otros individuos que experimentaran problemas interpersonales, sino que las personas inmersas en los casos abordados replicarían las habilidades vividas y aprendidas. Por ejemplo, se sabe que las personas que denotan una empatía más emocional se debe a que han vivido situaciones parecidas a las que experimenta la víctima, mientras que una empatía más cognitiva se debe a lograr colocarse en el lugar del otro sin haber sufrido una circunstancia similar en el pasado o en el presente (Hoffman, 2002). De todas formas, los programas relacionados con las actitudes y la empatía generalmente requieren de un mínimo de diez sesiones de hora y media cada una (Pérez-Delgado & Mestre, 1995 citados por Mestre, Pérez & Samper, 1999); y aunque se ha logrado el cambio de actitudes en tan sólo siete horas (repartidas en siete sesiones, con menores de edad), “las actitudes positivas logradas van decayendo de modo estadísticamente significativo a lo largo de medidas de seguimiento, aunque el efecto del tratamiento no llega a desaparecer totalmente” (Aguado, Flórez & Rodríguez, 2004, p. 671). Sumado a lo anterior, y siguiendo a Shaw (2007), aunque a finales del 2002 se concluyó que este tipo de enfoques resultaban útiles para sortear los conflictos escolares, lamentablemente no proporcionaban un impacto suficiente en la comunidad educativa debido al poco tiempo de JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 163 aplicación; siendo necesarios entre 1 y 4 años para que las escuelas alcancen los beneficios esperados por parte de la justicia restaurativa; en similitud, y en relación al tiempo necesario para percibir cambios en la cultura de un plantel educativo, gracias a los mecanismos restaurativos, Blood y Thorsborne (2005, citados por McCluskeya et al., 2008), calculan que el proceso recorrería entre 3 y 5 años. En todo caso, un cambio conductual (de acciones), a la hora de asumir un conflicto, resulta inmediatamente más adaptativo en el ámbito escolar, que una transformación cognitiva y/o emotiva; ello porque se trata de la tranquilidad cotidiana escolar (sin agresiones o agravios compartidos) de los que particularmente resuelven sus conflictos, en este caso los directamente implicados. Así pues, puede acaecer que la prueba piloto referente a la justicia restaurativa tenga una cobertura de una pequeña muestra directamente implicada, mientras que las evaluaciones cuantitativas se lleven a cabo en un grupo muy numeroso que no se vio impactado por el Servicio de Mediación Escolar; entonces, si este último pretendiera transformar una cultura escolar institucionalizada, la cual es constantemente influenciada por otras variables (como las relativas al planeta, la nación, la ciudad, el barrio, el parche, y la extracción subjetiva de la información que ofrecen los medios masivos de comunicación, etc.), probablemente tendría que resolver conflictos individuo por individuo, conflicto interpersonal sujeto por sujeto, caso por caso; más a sabiendas que en los estudios investigación – acción “las relaciones entre el investigador y los co-sujetos se desarrollan lentamente y con cuidado, y duran un período largo” en cosecharse (Greenwood, 2000, p. 35). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 164 Sumado a ello, los paradigmas restaurativos “también deben ser aplicados por igual a toda la comunidad estudiantil y al profesorado de manera que el colegio entero siga los mismos principios” (Escolar, 2006, p. 13). Y es que, para la ejecución del tipo de investigación que se propone (es decir, diseño cuasi-experimental preprueba – posprueba con grupo control), es necesario contar con un tiempo amplio, a nivel de jornada y de años de aplicación, y con un compromiso del talento humano disponible (en especial los docentes orientadores); ello porque la mitigación de la violencia escolar y del conflicto en general, requiere de investigaciones de carácter más longitudinal que transaccional. En estos sentidos, se comparte con Neuman (2005) la idea que este tipo de investigaciones deberían desembocar en la formulación y adopción de políticas públicas por parte del Estado, las cuales maximicen las oportunidades y capacidades lícitas, en concordancia con los derechos y deberes de los menores de edad; y que impidan, además, el contacto e inmersión en la delincuencia de los mismos; y dado el caso, definan la imposición de intervenciones restaurativas y el desarrollo del tratamiento del infractor, teniendo en cuenta las posibilidades y modalidades de cambio comportamental de los niños, adolescentes, y jóvenes. Es así que “la planeación adecuada de tales iniciativas normalmente incluye la preparación cuidadosa de cada paso del proceso de implementación y el desarrollo de una estrategia para su monitoreo y evaluación” (Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, 2006, p. 41). JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 165 Referencias Acosta, C. (2004). 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NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE NADA UN POCO MUCHO TOTALMENTE JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 179 Apéndice B: Escala de Actitudes ante la Agresión Social Teniendo en cuenta cómo eres tú, contesta con una equis (X) verdadero o falso a las siguientes preguntas: Me importa mucho lo que mis compañeros dicen de mí. Me molesta ver como otros compañeros se pelean. Me caen bien los compañeros que chantajean a otros compañeros. Creo que la violencia debe ser el último recurso a utilizar delante de un problema o conflicto. Sufro viendo cómo se ríen y se burlan de compañeros más débiles. Tengo remordimiento y culpa después de yo haber criticado a otro compañero. Admiro a los compañeros que son muy buenos para insultar a otros. Creo que hablando se entiende la gente. Me enrrabono ante la más mínima provocación. A veces me gusta imaginarme golpeando a alguien que se lo merece. Al compañero que le pegan, siempre tiene el derecho de devolver el golpe. Soy una persona pacífica. Las películas violentas me gustan. Trato de no participar en peleas. Me gusta insultar, tratar mal y ofender, en la cara, a los que me caen mal. Expreso a todos mis compañeros que no me gusta la violencia. A veces me invento rumores y chismes sobre mis compañeros que no son verdad. Hay que dar un puñetazo de vez en cuando para que tus compañeros no te pierdan el respeto. Me gusta ver humillados a los que me caen mal. Pienso que la gente sólo se entiende a golpes. Insultar es un arte, y se necesita talento para hacerlo. Disfruto, me hace sentir bien, golpear a los demás. En el pasado hice que mis compañeros se enteraran de rumores, que yo sabía eran de mala intención, y que yo sabía no eran verdad. Quiero tener amigos agresivos y violentos. Cuando algún compañero me está insultando, tratándome mal, simplemente lo ignoro. Alguna vez le pegué a alguien porque sí, porque se me dio la gana aunque no tuviera un motivo para hacerlo. Me gusta ponerle sobrenombres y apodos a los compañeros que me caen mal. Cuando hay tumultos de gente, me abro camino y paso, a punta de codazos. Cuando digo algo, trato de no hacerle daño a mis compañeros con lo que estoy diciendo. Ser agresivo y violento es ser una mala persona. Cuando voy caminando por la calle, retiro y aparto a la gente a empujones. Si alguien me insulta, me trata mal, creo que es un motivo suficiente para empezar una pelea con él. Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso Falso Verdadero Verdadero Falso Falso Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Falso Verdadero Falso Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso Falso Verdadero Verdadero Falso Falso Verdadero Falso Verdadero Falso Verdadero Verdadero Falso Falso Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES No me soporto, no me aguanto, a los chismosos. Trato de arreglar las cosas por las buenas. Me gusta estar presente cuando va a haber una pelea. Yo creo que las personas que de verdad merecen la pena ser mis amigos, son personas pacíficas. La persona que insulta, que trata mal a otra, siempre queda peor ante sus compañeros, que la persona que fue insultado y tratado mal. Algunas veces he abusado de otros compañeros más débiles que yo. Para que te respeten, tienes que manipular a tus compañeros. La persona que es agresiva y violenta termina cayéndole mal a todos sus compañeros. A veces me peleo con mis compañeros. Me río y me burlo del compañero que tiene algún defecto. Me gusta pelearme con los compañeros que me caen mal. La persona que amenaza a sus compañeros, comúnmente consigue lo que quiere. Crear chismes sobre los compañeros es una mala costumbre. Separo a mis compañeros cuando se están peleando. Criticar a alguien un poco no hace mal a nadie. Me gusta ser yo quien inicie las peleas. 180 Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso Verdadero Falso Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso Verdadero Verdadero Verdadero Verdadero Falso Falso Falso Falso JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 181 Apéndice C: Índice de Reactividad Interpersonal Las siguientes frases se refieren a tus pensamientos y sentimientos en varias situaciones. Para cada pregunta, marca con una equis (X) qué tanto te describe. No me describe bien Sueño e imagino bastante acerca de las cosas que me podrían pasar en el futuro. Tengo sentimientos de preocupación hacia la gente que es menos feliz, afortunada y favorecida que yo. Me es difícil ver las cosas desde el punto de vista de otra persona. Me siento muy preocupado por otras personas cuando ellas tienen problemas. Me identifico con los sentimientos de los personajes de una telenovela. En situaciones de emergencia, me siento incómodo o infeliz. Cuando veo una película, me involucro mucho en la trama. En un conflicto, trato de tener en cuenta cada una de las opiniones de las personas metidas en el problema, antes de tomar una decisión. Cuando veo que a alguien lo molestan, o se la montan, tiendo a protegerlo, a cuidarlo y defenderlo. Cuando estoy en medio de una situación muy complicada, me siento sin esperanza. Intento comprender más a mis amigos, imaginándome cómo ven ellos las cosas, o sea, poniéndome en su lugar, en sus zapatos. A veces logro sentirme como los actores de un libro o de una película, que esté leyendo o viendo. Cuando veo a alguien herido (botando sangre), comúnmente permanezco calmado. Las desgracias y problemas de otros, comúnmente me afectan, me molestan, o me hacen sentir triste. Si estoy seguro que tengo la razón en algo, no pierdo tiempo escuchando las opiniones de otras personas. Me describe un poco Me describe bien Me describe bastante bien Me describe muy bien JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES Después de ver una película me he sentido como si fuera uno de los personajes. Cuando estoy en una situación tensa y difícil, me asusto mucho. Cuando veo a alguien que está siendo tratado injustamente, siento algo de compasión o culpa por él. Normalmente soy bastante bueno para ocuparme de emergencias. A menudo estoy bastante afectado, me siento mal, por cosas que veo que ocurren. Pienso que hay dos partes (o personas) para cada problema, y trato de tener en cuenta lo que desean ambas partes. Yo diría que soy una persona muy sensible. Cuando veo una buena película, puedo muy fácilmente sentirme como el protagonista. En una emergencia, pierdo el control, y no sé qué hacer. Cuando estoy disgustado o bravo con alguien, normalmente intento ponerme en su lugar, en sus zapatos, por un momento. Cuando estoy leyendo una historia interesante, imagino cómo me sentiría si los acontecimientos de la historia, me pasaran a mí. Cuando veo a alguien que necesita urgentemente ayuda, en una emergencia, me derrumbo, o sea, me desespero y no sé qué hacer. Antes de criticar a alguien, intento imaginar cómo me sentiría si estuviera en su lugar, en sus zapatos. 182 JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 183 Apéndice D: Otras Evaluaciones a Modo de Seguimiento Marca con una equis (x), una sola respuesta a las siguientes preguntas: 1. ¿Qué tan arrepentida te sientes, del daño que causaste? No siento nada de arrepentimiento. 0 2. Siento un poco de arrepentimiento. 1 Siento demasiado arrepentimiento. 3 2 No causé ningún daño. 4 ¿Qué tanto deseas vengarte de la otra parte? No me interesa vengarme. 0 3. Siento bastante arrepentimiento. No logro dejar de pensar en la posibilidad de venganza. 1 Me interesa vengarme. 2 Luego de finalizado el proceso, ¿qué tan similar, o identificada, te sientes con la otra parte? No me siento identificada con la contraparte. 0 4. Luego de terminado el proceso, ¿la relación tuya con la contra parte cómo quedó? La relación entre las partes empeoró. 0 5. Me siento un poco identificada Me siento bastante con la contraparte. identificada con la contraparte. 1 2 La relación entre las partes quedó igual. 1 La relación entre las partes mejoró. 2 Luego de firmados los acuerdos, ¿se han presentado los siguientes comportamientos en la otra parte, contra ti? ¿Te ha mirado mal? ¿Te ha ofendido verbalmente? ¿Te ha hecho groserías con las manos o dedos? ¿Te ha ofendido vía Internet (Facebook, Messenger, E-mail, etc.)? ¿Te ha rozado y/o empujado? ¿Te ha buscado pelea? NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA NUNCA UN POCO UN POCO MUCHO MUCHO DEMASIADO DEMASIADO JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES ¿Te ha golpeado? ¿Te ha escupido? ¿Se ha burlado de ti y/o te ha saboteado? ¿Te ha puesto nombres o apodos ofensivos o que no te gusten? ¿Ha divulgado, es decir, contado, chismes y/o rumores? ¿Ha sido hipócrita? ¿Ha revelado, es decir, comentado, información secreta acerca de lo que se dijo en el proceso de solución del conflicto? 184 NUNCA NUNCA UN POCO UN POCO MUCHO MUCHO DEMASIADO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO NUNCA UN POCO MUCHO DEMASIADO JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 185 Apéndice E: Ejemplo de Acta de Conciliación Yo, ______________________________________________, identificada con la tarjeta de identidad número __________________, me comprometo de forma voluntaria y consciente, a cumplir de forma completa los siguientes acuerdos, en relación con las estudiantes _____________________________________________________________________________: 1. No revelar, a compañeros (as) ajenos (as) al proceso llevado a cabo, ningún tipo de información suministrada por las anteriores estudiantes, durante el proceso de solución de conflictos mediante el modelo de la justicia restaurativa. 2. No realizar ningún tipo de mirada que pueda ser interpretada por mí misma, mis compañeros (as), mis amigos (as), y/o las anteriores estudiantes, como ofensivo, degradante, humillante, displicente, insultante, irritante, o que sea señal de provocación o reto, hacia las anteriores estudiantes. 3. No tener ningún tipo de contacto corporal (incluyendo roces, empujones, golpes, etc.) que pueda ser interpretado por mí misma, mis compañeros (as), mis amigos (as), y/o las anteriores estudiantes, como ofensivo, degradante, humillante, displicente, insultante, irritante, o que sea señal de provocación o reto, hacia las anteriores estudiantes. 4. No realizar comentarios que puedan ser interpretados por mí misma, mis compañeros (as), mis amigos (as), y/o las anteriores estudiantes, como ofensivos, degradantes, humillantes, displicentes, insultantes, irritantes, o que sean señales de provocación o reto, sobre las anteriores compañeras, en presencia tanto de ellas mismas, como de personas que resultaron ajenas al proceso de solución de conflictos, llevado a cabo mediante el modelo de la justicia restaurativa. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 186 Además, por medio del presente escrito se pone de manifiesto que: 1. Si alguna de las compañeras que se comprometieron con lo redactado en este Acuerdo, rompe, viola, o no cumple, en parte o en su totalidad, lo pactado, todas las personas participantes en el proceso serán informadas, incluyendo las instituciones correspondientes a orientación, coordinación, y facilitador, para entre todos decidir cómo proceder. 2. Romper, violar, o no cumplir, en parte o en su totalidad, lo pactado en este Acuerdo, puede generar la reavivación del conflicto resuelto, o el nacimiento de un nuevo conflicto, éstos que se perciben como negativos por los participantes. 3. La estudiante ___________________, se compromete a brindar, a modo de restauración del daño cometido, los siguientes elementos materiales y/o simbólicos a la estudiante ________________________: __________________________________________________________________ ___________________________________. 4. La estudiante ____________________, aunque se compromete a cumplir este Acuerdo, afirma poseer sentimientos de venganza hacia la estudiante______________________, por lo que comenta que eventualmente podría vengarse utilizando a personas ajenas al proceso llevado a cabo mediante el modelo de la justicia restaurativa; sin embargo, comprende que una venganza podría desencadenar más adelante sufrimiento no sólo a las personas directamente involucradas, sino también a sus familiares. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 187 Apéndice F: A Modo de Instructivo para Participantes en un Ejercicio de Justicia Restaurativa El siguiente instructivo pretende delimitar, en cada una de las partes inmersas en el conflicto, la información que requieren para embarcarse en un proceso basado en los mecanismos de justicia restaurativa, en miras de resolver conflictos escolares; por tanto, debido al impacto emocional que los conflictos en el colegio generan en sus protagonistas, la información es transmitida a las partes mediante un audio-visual de 11:04 minutos de duración, ello para que no tuvieran que leer el instructivo, evitando la no asunción de principios restaurativos, por falta de concentración. En consecuencia, en seguida se presenta el guion que configura el sono-viso, a saber: Si tú estás viendo este video, es porque te encuentras dentro de un conflicto escolar. Te ofrecemos la oportunidad de resolverlo mediante la Justicia Restaurativa, la cual te explicaremos a continuación. Justicia Restaurativa Teniendo en cuenta la información que a continuación te vamos a dar, la participación de todas las personas, incluyéndote, debe ser voluntaria, eso significa que no se puede obligar a nadie a participar en el proceso. El proceso se trata de una reunión entre quien resultó afectado, y quien causó el daño; pero, pueden participar otras personas, como por ejemplo: tus amigos, compañeros, familiares, maestros, y vecinos. La persona responsable del daño debe querer reunirse con el afectado; y el afectado debe querer reunirse con la persona que causó el daño. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 188 También estará presente un facilitador del proceso, el cual es imparcial, neutral, objetivo, e independiente; o sea que el facilitador no puede imponer sus propias opiniones. Cuando nos reunamos, nos sentaremos en círculo, y el facilitador dirá qué puesto ocupará cada persona dentro de él. El turno será dado por un trozo de madera, el que tiene el trozo de madera es quien habla, mientras los otros escuchan; la palabra será dada por el facilitador. Cuando algún participante quiera pedir la palabra deberá levantar la mano, y esperar a que el facilitador le permita hablar; además, el facilitador será el que diga quién debe comenzar a hablar en la reunión. Respeto Es muy importante el respeto hacia las otras personas durante el proceso; o sea que todas las personas que participan en él, deben ser vistas como seres humanos con deberes y derechos. Todos los seres humanos tenemos derecho a una existencia digna y feliz; sin importar si hemos sido los que hicimos el daño, o los que salimos afectados como víctimas. Se debe tener en cuenta la diversidad y la diferencia de opiniones, como algo positivo y bueno; o sea que se deberá ver a las otras personas que participan, como seres humanos que entienden el mundo, de forma diferente a como lo entienden otros seres humanos. Durante el proceso, a todas las personas se les tratará por igual, todas tendrán la misma consideración. No se debe humillar, insultar, callar, o interrumpir al que habla. Nunca uno debe sentirse, o hacer sentir a alguien, rechazado; porque ninguna idea o emoción es tonta, sin importancia, o mentirosa. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 189 Siempre se demostrará respeto por los sentimientos, las ideas, los silencios y el llanto de las personas participantes. No se permitirá poner etiquetas o rótulos a las personas participantes, como por ejemplo: el ñero, el sapo, etc. El facilitador no defiende a una sola persona, no juzga a nadie, y no le pone etiquetas o rótulos a las personas participantes, como por ejemplo: éste es el bueno o éste es el malo. Hablar y Escuchar Cada persona participante deberá expresar sus sentimientos, sus puntos de vista, sus opiniones, sus necesidades, intereses, y objetivos, de una forma sencilla y fácil de entender. Cada persona deberá contar la versión de los hechos y la forma en la que éstos le afectaron, de una forma fácil de entender para todos los otros participantes; siendo siempre sincera, diciendo la verdad, y evitando las mentiras. La persona participante que está hablando, podrá extenderse todo lo que necesite, sin que se le interrumpa. Los participantes deberán entender los sentimientos, pensamientos, puntos de vista, y necesidades, propios y de los demás, así a veces no los compartan. Es clave escuchar a las otras personas con atención, interés y concentración. Se deberá estar pendiente de las necesidades de las otras personas participantes; preocupándose en saber lo que las otras personas están sintiendo, lo que están viviendo; interesándose en sus valores, deseos, gustos, aficiones, amigos y familiares; en sus problemas, formas de ver la vida, y cosas que les motivan. Se trata entonces de dejar de lado los propios puntos de vista, e intentar entender los puntos de vista de las otras personas participantes. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 190 Causas Es muy importante comprender cuáles fueron los factores que crearon el conflicto; los puntos de vista, los aspectos y los temas que han hecho el conflicto; así, cada persona deberá decir cuál ha sido su papel en el conflicto, o sea su participación en las causas del mismo. Responsabilidad Durante todo el proceso se debe ser responsable, o sea que se debe entender y reconocer el daño que se les causó a las otras personas, y el impacto que tuvieron nuestras propias acciones sobre el bienestar de las otras personas que participan; éstas tienen derecho a que se entienda su sufrimiento, y que se entienda su pérdida. Responsabilidad también es reparar los daños que se hicieron (sean físicos, emocionales o materiales), tanto como sea posible; por eso quien causa el daño, debe dar ideas acerca de qué hacer para repararlo. Todas las personas, si así lo quieren, pueden disculparse y ofrecer arreglar lo que el error dañó; pero, es importante saber que la persona a la que se le pide disculpas, no está obligada a perdonar. Se espera que la persona que causó el daño se comprometa a no volver a hacerlo, ni en contra de las personas afectadas, ni en contra de otro ser humano. Es importante comprender que el daño no es contra el colegio, sino contra la gente, contra los estudiantes, contra los seres humanos. El facilitador no le dirá a nadie lo que pasó en el proceso, a menos que todos los participantes lo quieran así, las cosas que se hablen durante el proceso, sólo podrán ser comentadas a otras personas, si todos los participantes están de acuerdo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 191 Negociación El proceso no es una competencia, sino un espacio de diálogo y de cooperación. La idea es dar la mayor cantidad de información posible, y entender el conflicto desde la mayor cantidad de puntos de vista, o sea que los hechos se deberán entender de muchas formas. Se trata de exponer y discutir problemas e ideas, descripciones, diálogos, debates colectivos, y pensamientos de ventajas y desventajas, de semejanzas y diferencias. Es importante saber qué se busca, y cuáles son los diferentes pasos para conseguirlo; en todo caso, se debe estar preparado para modificar las propias opiniones. Se trata de trabajar, con las otras personas participantes, en el logro de metas y objetivos; o sea que todas las personas participantes deben hacer en grupo un plan de reparación que haga sentir bien a todos, y con el que todos estén de acuerdo. Se debe llegar a acuerdos, pero el facilitador no es el que dice cuáles y cómo serán los acuerdos, sino que son los participantes los responsables de esta decisión. Soluciones Todas las personas participantes deberán pensar juntas sobre las posibles soluciones al conflicto, por medio de lluvia de ideas, que disminuya o evite que vuelvan a suceder situaciones de violencia. Las opciones que se propongan deberán ser vistas desde sus consecuencias; ya que lo que se busca es tener en cuenta y hacer sentir bien y feliz a todas las personas participantes en el proceso. En la solución y en el acuerdo, todas las personas participantes deben ganar algo; esto quiere decir que al final del proceso todas las personas participantes deben ver la solución del JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 192 conflicto como justa, y la justicia es sentir que a todas las personas se les respetaron sus derechos. La felicidad de alguna persona participante, no debe ser buscada a costa de la tristeza de otra persona que participa en el proceso; los acuerdos no pueden perjudicar ni a la institución educativa, ni a otras personas que no tienen nada que ver con el problema. El acuerdo debe ser claro en todos sus aspectos; porque el acuerdo es una lista de comportamientos, los cuales hay que mirar si se han hecho o no, en los siguientes días después de haberse firmado. Las personas participantes deben poder ser capaces de cumplir el acuerdo; o sea que la solución que se elija debe poder ser puesta en práctica por todas las personas participantes. El acuerdo se debe redactar y escribir; y se debe mirar si todas las personas están de acuerdo con lo escrito, y si en verdad quieren cumplir el acuerdo; después, cada persona debe firmar. Pero si no hay acuerdo, se debe hacer un acta, por escrito, donde se diga qué fue lo que pasó. Futuro Dado que debemos tratar de pensar en lo que va a pasar si hacemos ciertas cosas; los acuerdos deberán decir cómo se relacionarán las personas de ahora en adelante, y qué se puede hacer para que no haya más conflictos. Lo más importante es restaurar y fortalecer las relaciones entre los estudiantes, que se vuelvan más amables, amistosas y afectuosas; la idea es que el colegio se vuelva más seguro y feliz, y menos peligroso. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES 193 Por ello, es clave saber qué pasará si alguien no cumple con el acuerdo, a corto, mediano y largo plazo; si un acuerdo no es cumplido, todas las personas involucradas tienen que ser informadas, y entre todas mirar qué es lo que se debe hacer. Por su parte, el facilitador deberá hacer un seguimiento a los procesos, acuerdos y metas, logrados; o sea que el seguimiento que hace el facilitador deberá decir si funcionó o no funcionó el acuerdo, si se reparó y se reconcilió a las personas, si mejoró la interacción entre ellas; y qué modificaciones o ajustes se le debe hacer al acuerdo. JUSTICIA RESTAURATIVA PARA BACHILLERES Apéndice G: Publicidad 194