Mateo 26:50-53: “Entonces se acercaron y echaron mano a Jesús, y

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Mateo 26:50-53: “Entonces se acercaron y echaron mano a
Jesús, y lo prendieron. Pero uno de los que estaban con Jesús,
echando mano de su espada, hirió a un siervo del sumo
sacerdote y le quitó la oreja. Entonces Jesús le dijo:—Vuelve tu
espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada
perecerán. ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi
Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles?”.
Pedro quiso defender al Maestro y echó mano a una espada.
Frente a esa acción tan llena de valor, El Señor no lo alabó, ni lo
reafirmó, sino que lo confrontó con una de las declaraciones más
maravillosas de todos los tiempos: . ¿Acaso piensas que no
puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce
legiones de ángeles?.
En esta declaración del Señor Jesús encontramos por lo menos
cuatro cosas:
En primer lugar: Las crisis de la vida no siempre se manejan
con la fuerza humana, porque se pueden complicar.
En Segundo lugar: La Oración sigue siendo el recurso más
hermoso y confiable frente a las crisis de la vida. “Acaso no
piensas que puedo orar?”.
En Tercer Lugar: El Padre siempre responderá en su tiempo
y en su manera a la oración: “ Él No me daría?’”.
Y en cuarto lugar: Los Recursos de Dios van más allá de lo
que nuestra mente puede procesar en el ambiente de Crisis.
“Me daría más de doce legiones de ángeles”.
Esta última declaración es muy poderosa. Para ello el Señor habla
de Legión….Doce Legiones…Y Más de Doce Legiones:
Comencemos por Legión: Qué es una legión? La palabra legión
es un término militar en el sistema Romano. Una legión era un
grupo de por lo menos 6000 soldados romanos. Puede ser más
alto, pero no menos de 6000.
Ahora, el Señor no le dijo a Pedro que el Padre le daría una legión
, sino por lo menos doce legiones.
Una sencilla formula matemática nos dice que 6.000X 12 son:
72.000 ángeles que el Padre estaría dispuesto a enviar para su hijo
con una sencilla oración. Ahora, esplendorosamente el Señor no
habló de Doce legiones sino de Más de Doce Legiones, de manera
que el número no está determinado, pero sería mucho más de
72.000 ángeles. Esa noche mientras esto sucedía en Getsemaní,
podemos imaginar que habían más de 72.000 ángeles listos,
esperando la orden del Padre ante la oración de su hijo.
Ahora, nos podemos hacer otra pregunta: Si el Señor estaba
hablando de más de 72.000 ángeles, cual sería la fuerza
combinada de más de doce legiones de ángeles?.
Para ello nuestros ojos se asombran y se abren más y más cuando
leemos un pasaje como el de Isaías 37:36: “Y salió el ángel de
Jehová y mató a ciento ochenta y cinco mil en el campamento
de los asirios; y cuando se levantaron por la mañana, todo era
cadáveres”.
Sí, yo se, podemos pasar sin darnos cuenta la línea de la
especulación, pero porque no usamos también un poquito de
imaginación para detectar la grandeza de la protección divina,
cuando sabemos que el enemigo es bueno para especular con sus
ataques y crisis para tratar de destruirnos.
Un solo ángel mató 185.000 soldados en una sola noche entonces
la fuerza combinada de 6.000 ángeles sería capaz de destruir 1
billón ciento diez millones de hombres. Esa sería la fuerza
combinada de una legión. Ahora, si el Señor habló de que el
Padre le daría más de Doce legiones de ángeles, cuál sería la
fuerza combinada de Doce legiones?. Multiplicamos nuevamente
y encontramos que sería la asombrosa cifra de: 13 billones
trecientos 20 millones de hombres aniquilados por los ángeles. ,
lo cual es dos veces el número de seres vivientes de la tierra. No
es esto maravilloso?
Jesús no necesitaba de la espada de Pedro esa noche teniendo a
disposición la fuerza combinada de más de doce legiones de
ángeles.
Significa esto que no tenemos que pasar crisis ni dificultades ya
que podemos pedir miles de ángeles? De ninguna manera, porque
ni Jesús lo hizo, pudiendo hacerlo. La lección acá es:
Con tanta riqueza espiritual disponible para nosotros desde el
cielo, no nos aprovechemos de eso, sino que descansemos
sabiendo que no estamos solos y que por lo tanto, no debemos
tomar las cosas por nuestra propia mano, no es con fuerza ni con
ejercito, sino con el Espíritu del Señor, no intentemos manipular a
Dios con nuestra arrogancia espiritual, no huyamos de las noches
oscuras ni intentemos frotar la lámpara como Aladino. Estemos
dispuestos a crecer en medio de las dificultades de la vida,
sabiendo que Dios nos mira y espera decirnos como lo hizo con
su hijo Jesús: “Este es mi hijo, mi hijo amado en quién tengo
complacencia”. La Belleza de la vida no está en pedir milagros,
sino en ser un milagro para otros cuando ven la confianza que
tenemos en el autor y consumador de nuestra Fe.
Con amor
Serafín Contreras Galeano
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