fenomenos climaticos anomalos en el litoral del norte de chile y su

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TOMO 2 - Geología Aplicada
FENOMENOS CLIMATICOS ANOMALOS EN EL LITORAL DEL
NORTE DE CHILE Y SU IMPACTO EN EL RELIEVE
Quezada, J.
Universidad Católica del Norte, Programa de Doctorado en Ciencias, mención Geología.
Universidad de Concepción, Depto. Cs. de la Tierra. Casilla 160-C, Concepción, Chile.
[email protected]
El relieve litoral del Norte de Chile entre los 18,5°-28°S, se caracteriza por la presencia de
un gran Acantilado Costero, con alturas medias de 1000 m s.n.m. que pone en contacto la Cordillera
de la Costa con el Océano Pacífico. Entre Arica e Iquique (18,5-20,3°S), el Acantilado Costero
está en contacto directo con el mar (exceptuando el tramo entre la desembocadura de la Qda.
Camarones y Pisagua (19,2-19,5°S), mientras que al sur de Iquique, se desarrolla una plataforma
de abrasión marina emergida en la base del Acantilado Costero. Entre Arica-Iquique, no existe un
mayor desarrollo de quebradas en el talud. Entre los 20,3 y 21,7°S, existen muy pocas quebradas
que descienden por el talud del Acantilado Costero, mientras que al sur de los 22°S, existe un gran
número de quebradas que descienden por el talud, y sobre la plataforma de abrasión marina emergida
se depositaron abanicos aluviales coalescentes. Estos abanicos también se depositaron sobre las
terrazas marinas pleistocenas que, localmente, se desarrollan sobre la plataforma de abrasión marina.
Al sur de los 26°S (Chañaral), los valles de las quebradas que descienden por el Acantilado Costero
se encuentran muy ensanchados, de modo que se produce una discontinuidad en el Acantilado
Costero.
El litoral del Norte de Chile se desarrolla en condiciones de aridez extrema. La temperatura
media es del orden de 18°C y amplitudes térmicas del orden de 6-7°C en el litoral, y 25°C al
interior. Las precipitaciones en varias localidades de esta zona, son inferiores a 5 mm al año (Tabla
N°1). En condiciones normales, el litoral permanece durante varios días al año cubierto por nubosidad
estratiforme conocida como “Camanchaca”, que permanece a una altura de 800-900 m s.n.m. En
algunas ocasiones, es capaz de generar lloviznas de muy baja intensidad. Las causas de la hiperaridez,
se deben por una parte, a la presencia del anticiclón del Pacífico que frena y desvía los sistemas
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frontales desde el sur. El efecto del anticiclón es permanente durante todo el año al norte de los
30°S, lo que se corresponde con la disminución de las precipitaciones a menos de 30 mm al norte de
esa latitud (Tabla N°1). Por otro lado, la presencia del macizo andino por el este, con alturas del
orden de 5000-6000 m s.n.m., es una barrera de las masas de aire húmedo de la vertiente amazónica
de los Andes. No obstante lo anterior, algunas lluvias torrenciales de alta intensidad y corta duración,
pueden ocurrir por distintas causas. Algunos frentes de mal tiempo, pueden avanzar hasta los 26° .S,
provocando el fenómeno conocido como “Desierto Florido” con el desarrollo de vegetación herbácea
que florece después de eventos pluviales. Esto ocurre principalmente durante el fenómeno conocido
como El Niño, en que se produce un calentamiento de las aguas del litoral del océano Pacífico, que
ocurre con una periodicidad de unos 10 años. Estas lluvias pueden ser catastróficas y provocar
muchos derrumbes y aluviones, como ocurrió el 18 de Junio de 1991 en Antofagasta (23,5°S),
precipitando entre 14 y 42 mm/h (Vargas et al., 2000) durante no más de 5 horas lo que provocó
que varios flujos de barro descendieran por las quebradas hacia la ciudad.
Existen diversos estudios que establecen que estos eventos de pluviosidad extraordinaria se
han desarrollado desde el Pleistoceno, por lo menos, y se asocian exclusivamente al fenómeno El
Niño (Ortlieb, 1995, Vargas y Ortlieb, 1998, Vargas et al., 2000). No obstante lo anterior, existen
otros fenómenos meteorológicos muy poco documentados que han generado precipitaciones en la
zona litoral del Norte de Chile, provocando aluviones que descendieron por el Acantilado Costero.
En los primeros días de Julio de 2002, un núcleo frío afectó toda la zona norte, provocando
varios aluviones que descendieron por el acantilado costero entre Tocopilla y Hornitos (22°-23°S),
formando abanicos aluviales que se depositaron sobre la plataforma litoral, cortando la ruta costera
entre Antofagasta e Iquique. Según Aceituno (2002), los días 2 y 3 de Julio se registraron lluvias
excepcionales en el extremo norte del Chile y en las regiones vecinas del Altiplano, asociadas al
paso de una vaguada en altura, que se transformó en una baja segregada el día 4. En Arica, la
precipitación en el día 3 de Julio fue de 8.5 mm, que constituyó un nuevo record. La precipitación en
Iquique el 2 de julio fue de 6,0 mm, y corresponde al segundo valor más alto desde 1940 en esa
ciudad. En Calama, precipitaron 9,7 mm y en Antofagasta 1,7 mm. En la noche del 24 de Abril de
2005 y parte del día 25, otro núcleo frío se desplazó rápidamente desde el sur y afectó gran parte de
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TOMO 2 - Geología Aplicada
la II región. En Taltal precipitaron 6 mm, en Calama, 3,5 mm, y en Antofagasta, 0,6 mm. Numerosos
aluviones descendieron por las quebradas del Acantilado Costero entre Paposo y Taltal, cortando la
ruta costera. Se observaron algunos rayos entre Antofagasta y Taltal. El 3 de Julio de 2004, se
produce otro núcleo frío que produjo vientos intensos en la zona litoral y Depresión Intermedia entre
Arica y Tocopilla (18,5-22°S), y precipitaciones nivales en la zona cordillerana. En María Elena, se
observaron algunos rayos. Según Aceituno (2004), la explicación de este fenómeno meteorológico
anómalo, se debería al desarrollo un centro de baja presión segregada en el Pacífico suroriental,
centrado en 20ºS/ 85ºW que se desplazó al E.
Entre el 17 y 21 de Mayo de 2003, se produjo un desplazamiento hacia el W de masas
nubosas cumuliformes en latitudes ecuatoriales que atravesaron la Cordillera de los Andes y corrientes
en chorro, las desviaron desde el Océano Pacífico hacia el SE, afectando la zona litoral entre 18,4 y
25°S. Se produjeron algunas precipitaciones locales debido al desarrollo de nubosidad cumuliforme
y en Antofagasta, se produjo un vórtice por compresión de aire que se calentó, provocando una
gran tormenta de arena sobre la ciudad. Tres días después, colapsa una pared inestable del acantilado
del sector de La Portada. Según Aceituno (2003), este fenómeno se habría producido por la llegada
de masas nubosas convectivas que se propagarnon en forma anómala hacia el oeste desde el Océano
Indico, debido a vientos en dirección oeste, que interrumpieron el flujo de vientos desde el E en
latitudes ecuatoriales, que tuvieron un predominio anómalo en los meses anteriores. Entre el 7 y 9 de
Noviembre de 2005, se produjo el desplazamiento de nubosidad amazónica que atravesó los Andes
peruanos desde el E hacia el W en la mayor parte de su extensión, y esta nubosidad altocumuliforme,
fue posteriormente desviada hacia el SE por corrientes en chorro, desarrollándose entre Arica y
Antofagasta (18,5-24°S ), aunque sin registrarse precipitaciones. Según Aceituno (2005), este
fenómeno se produjo por anomalías del viento a los 1500 m s.n.m., con el reforzamiento de la
componente este.
El gran desarrollo de quebradas ensanchadas en el talud del Acantilado Costero al sur de los
26°S, refleja el aumento de precipitaciones, superando los 10 mm/a al sur de esa latitud, que
ocurren periódicamente durante algunos años debido a la propagación más al norte de frentes de
mal tiempo, especialmente durante eventos El Niño. El desarrollo de quebradas en el Acantilado
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XI CONGRESO GEOLOGICO CHILENO
Costero al norte de los 26°S, también puede reflejar eventos extraordinarios como El Niño. Sin
embargo, también evidencian la ocurrencia de otros eventos extraordinarios como el paso de
núcleos fríos o corrientes en chorro que conducen nubosidad de origen amazónico. La nubosidad
asociada a estos eventos, se traslada principalmente desde el SW al NE y desde el NE al SW, es
de tipo altocúmulosnimbos que producen precipitaciones localizadas pero intensas, que provocan
aluviones que descienden por el Acantilado Costero y forman abanicos aluviales que se depositan
sobre la plataforma de abrasión marina emergida.
Existe muy poca documentación de los fenómenos anómalos
descritos, pero la ocurrencia reiterativa de ellos indica que forman
parte del clima hiperárido del Desierto deAtacama.´Estos fenómenos,
deben ser considerados como gatilladores de aluviones que modifican
elAcantilado Costero. Puesto que los abanicos aluviales se desarrollan
desde el Pleistoceno, estos fenómenos climáticos pudieron haberse
desarrollado incluso desde ese período. Relacionar evidencias de
eventos pluviales en el Desierto de Atacama con fenómenos El Niño
solamente, oculta la existencia de estos fenómenos meteorológicos,
Localidad
Latitud
Pp.
(°S)
(mm/a)
Arica
18,5
0,5
Iquique
20,8
0,6
Tocopilla
22
2
Calama
22,5
5,7
Antofagasta
23,5
1,7
Taltal
24,4
8
Chañaral
26,2
12
Caldera
27
27
Copiapó
27,3
12
La Serena
29,9
78
Tangue
30,3
107
Puerto Oscuro 31,4
163
que también provocan un impacto importante en el relieve, y no
necesariamente reflejan cambios climáticos.
Tabla N°1. Precipitaciones en
distintas localidades del litoral del
Norte de Chile (Fuente: Dirección
Meteorológica de Chile, Dirección
de Aeronáutica Civil).
REFERENCIAS
Aceituno, P. 2003. Boletín Climático, Julio 2002. Depto. Geofísica, Universidad de Chile, http://met.dgf.uchile.cl/clima.
Aceituno, P. 2004. Boletín Climático, Julio 2004. Depto. Geofísica, Universidad de Chile, http://met.dgf.uchile.cl/clima.
Aceituno, P. 2005. Boletín Climático, Noviembre 2005. Depto. Geofísica, Universidad de Chile, http://met.dgf.uchile.cl/clima.
Dirección Meteorológica de Chile. 2005. Climas de Chile. Dirección Meteorológica de Chile. Dirección General de Aeronáutica
Civil. www.meteochile.cl.
Ortlieb, L. 1995. Paleoclimas cuaternarios en el norte grande de Chile. In Cambios cuaternarios en América del Sur. J. Argollo &
Ph. Mourgiart (eds), p. 225-246.
Vargas, G.; Ortlieb, L. 1998. Patrones de variaciones climáticas durante el Cuaternario tardío en la costa de la región de Antofagasta,
Chile. Bull. Inst. fr. Études andines, V. 27(3), p. 385-394.
Vargas, G.; Ortlieb, L.; Rutlant, J. 2000. Aluviones históricos en Antofagasta y su relación con eventos El Niño/Oscilación del Sur.
Revista Geológica de Chile. V. 27. N°2, p. 157-176.
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